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Rodeada de estados musulmanes, la cristiana Georgia quedó aislada del mundo occidental. El reino se fragmentó hacia 1490, siendo epicentro del conflicto entre otomanos y persas safávidas, que se repartieron el país en los siglos posteriores. La constante guerra y el rechazo a incorporarse al mundo islámico sumergieron a Georgia en la pobreza. A partir del siglo XVIII, la expansión de [[Rusia]] hacia el Cáucaso permitió a Georgia buscar un estado cristiano que lo protegiera. Tras la destrucción de Tiflis por los persas en 1795, las peticiones georgianas de ayuda al Imperio ruso fueron escuchadas, pero con un inesperado giro. El zar Pablo I decidió en 1801 liberar Georgia, pero incorporándola en su imperio, lo que fue logrado en 1810.
Rodeada de estados musulmanes, la cristiana Georgia quedó aislada del mundo occidental. El reino se fragmentó hacia 1490, siendo epicentro del conflicto entre otomanos y persas safávidas, que se repartieron el país en los siglos posteriores. La constante guerra y el rechazo a incorporarse al mundo islámico sumergieron a Georgia en la pobreza. A partir del siglo XVIII, la expansión de [[Rusia]] hacia el Cáucaso permitió a Georgia buscar un estado cristiano que lo protegiera. Tras la destrucción de Tiflis por los persas en 1795, las peticiones georgianas de ayuda al Imperio ruso fueron escuchadas, pero con un inesperado giro. El zar Pablo I decidió en 1801 liberar Georgia, pero incorporándola en su imperio, lo que fue logrado en 1810.
[[Archivo:20110421 Tbilisi Georgia Panoramic.jpg|izquierda|miniaturadeimagen|Vista panorámica de [[Tiflis]].]]

Aunque el país perdió su independencia, la dominación rusa permitió una paz duradera, la mejora de la economía, la europeización y urbanización del país, el fin de la servidumbre y la unificación de los territorios georgianos bajo un mismo gobierno. También surgieron diversos movimientos revolucionarios, algunos de ideología marxista (en los que destacaría [[W:es:Iósif Stalin|Iósif Stalin]]) y otros de carácter nacionalista, que derivaron en nuevas corrientes culturales y artísticas. La Revolución Rusa de 1917 y el fin del Imperio ruso permitieron el estallido de estos movimientos locales que dieron una independencia temporal entre 1918 y 1921, cuando la invasión del [[W:es:Ejército Rojo|Ejército Rojo]] incorporó a Georgia como una de las repúblicas de la [[Unión Soviética]]. Durante la era soviética, Georgia alcanzó un importante desarrollo económico, pero principalmente producto del mercado negro y un fuerte grado de corrupción. A eso se sumó una permanente tensión entre sus movimientos nacionalistas y la ideología estatal, que estalló a medida que se desintegraba la Unión a partir de los años 1980.
Aunque el país perdió su independencia, la dominación rusa permitió una paz duradera, la mejora de la economía, la europeización y urbanización del país, el fin de la servidumbre y la unificación de los territorios georgianos bajo un mismo gobierno. También surgieron diversos movimientos revolucionarios, algunos de ideología marxista (en los que destacaría [[W:es:Iósif Stalin|Iósif Stalin]]) y otros de carácter nacionalista, que derivaron en nuevas corrientes culturales y artísticas. La Revolución Rusa de 1917 y el fin del Imperio ruso permitieron el estallido de estos movimientos locales que dieron una independencia temporal entre 1918 y 1921, cuando la invasión del [[W:es:Ejército Rojo|Ejército Rojo]] incorporó a Georgia como una de las repúblicas de la [[Unión Soviética]]. Durante la era soviética, Georgia alcanzó un importante desarrollo económico, pero principalmente producto del mercado negro y un fuerte grado de corrupción. A eso se sumó una permanente tensión entre sus movimientos nacionalistas y la ideología estatal, que estalló a medida que se desintegraba la Unión a partir de los años 1980.



Revisión del 04:04 4 jul 2016

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Comprender

Con una larga historia y una geografía que da origen a hermosos espacios naturales, Georgia se encuentra en una disyuntiva vital entre mantener sus propias tradiciones, aceptar el legado soviético e incorporarse a la modernidad occidental. En un mismo día uno puede recorrer los antiguos monasterios de Mtskheta, el Museo a Stalin en Gori o los modernos edificios gubernamentales de la capital, Tiflis.

Historia

La historia de Georgia se remonta a varios milenios antes de la era moderna. Ya hace 8000 años, en la región de Kakheti se comenzó el cultivo del vino, siendo uno de los pioneros a nivel mundial en la producción de dicha bebida. La región occidental fue conocida como Cólquida por los griegos y en ella situaron algunos de sus mitos más relevantes, como el de Jasón, los Argonautas y el vellocino de oro; en tanto, la región oriental llamada Iberia (Kartli en georgiano) estaba formada por múltiples reinos que se unificaron hacia el año 300 a.d.C. Aunque se mantuvo nominalmente independiente, Iberia fue el centro de varios conflictos entre romanos y persas por quién lograba imponer su influencia. Influido por Santa Ninó, el rey Mirian III declaró el cristianismo como religión oficial de Iberia en el año 337, siendo uno de los primeros estados en adoptar dicha religión.

Fundado por David IV, el monasterio de Gelati se ubica en las afueras de Kutaisi, capital de Georgia hasta el año 1122.

Hacia el año 500, Iberia se desintegró en varios reinos menores y fue sometida por invasores, como los musulmanes que conquistaron Tiflis en el año 645. En 1008 se foró el Reino de Georgia bajo la dinastía Bagrationi. El reino medieval creció en poder y dominó gran parte del Cáucaso, especialmente durante la "Edad Dorada" bajo el rey David IV "El Constructor" (1089–1125) y la reina Tamar (1184–1213), quienes llegaron a dominar territorios en la actual Turquía, Irán y la península de Crimea. Esta época de gloria acabaría con la llegada de las invasiones mongolas hacia el 1220.

Rodeada de estados musulmanes, la cristiana Georgia quedó aislada del mundo occidental. El reino se fragmentó hacia 1490, siendo epicentro del conflicto entre otomanos y persas safávidas, que se repartieron el país en los siglos posteriores. La constante guerra y el rechazo a incorporarse al mundo islámico sumergieron a Georgia en la pobreza. A partir del siglo XVIII, la expansión de Rusia hacia el Cáucaso permitió a Georgia buscar un estado cristiano que lo protegiera. Tras la destrucción de Tiflis por los persas en 1795, las peticiones georgianas de ayuda al Imperio ruso fueron escuchadas, pero con un inesperado giro. El zar Pablo I decidió en 1801 liberar Georgia, pero incorporándola en su imperio, lo que fue logrado en 1810.

Vista panorámica de Tiflis.

Aunque el país perdió su independencia, la dominación rusa permitió una paz duradera, la mejora de la economía, la europeización y urbanización del país, el fin de la servidumbre y la unificación de los territorios georgianos bajo un mismo gobierno. También surgieron diversos movimientos revolucionarios, algunos de ideología marxista (en los que destacaría Iósif Stalin) y otros de carácter nacionalista, que derivaron en nuevas corrientes culturales y artísticas. La Revolución Rusa de 1917 y el fin del Imperio ruso permitieron el estallido de estos movimientos locales que dieron una independencia temporal entre 1918 y 1921, cuando la invasión del Ejército Rojo incorporó a Georgia como una de las repúblicas de la Unión Soviética. Durante la era soviética, Georgia alcanzó un importante desarrollo económico, pero principalmente producto del mercado negro y un fuerte grado de corrupción. A eso se sumó una permanente tensión entre sus movimientos nacionalistas y la ideología estatal, que estalló a medida que se desintegraba la Unión a partir de los años 1980.

En 1991, Georgia (al igual que otros estados soviéticos) declaró su independencia, con un marcado carácter nacionalista, que fue rechazada por las minorías étnicas en Abjasia y Osetia del Sur, que declararon su propia independencia o intentaron unirse a la Federación Rusa. Una cruenta guerra civil se extendió hasta 1995; ambos territorios quedaron separados de facto del resto del país y más de 250.000 georgianos fueron desplazados de sus hogares. La fuerte corrupción sumió al país en crimen y pobreza por varios años, hasta la Revolución Rosa de 2003. El gobierno de Mijeíl Saakashvili permitió modernizar el país y mejorar las relaciones de éste con Estados Unidos y la Unión Europea, separándolo aún más de Rusia. En 2008, Georgia intentó recuperar su dominio sobre los territorios disputados, pero Rusia respondió rápidamente, protegiéndolos. En esta corta guerra, el ejército ruso invadió Georgia (incluyendo ciudades como Gori, Poti y Zugdidi) y consolidó la independencia de facto de Abjasia y de Osetia del Sur, la que sigue sin ser reconocida internacionalmente.

Geografía y clima

Georgia se sitúa en la costa oriental del mar Negro, junto a las montañas del Cáucaso que marcan la frontera natural entre Europa y Asia. Producto de esto, gran parte del país tiene un carácter montañoso. Por el norte, el Cáucaso Mayor marca la frontera con Rusia, mientras al sur está el Cáucaso Menor a lo largo de la frontera con Armenia. Entre ambas se encuentra una planicie principal, además de valles y cuencas formados por ríos. En estos valles, destacan el formado por el río Rioni, que desagua en el mar Negro en el puerto de Poti, y el del río Mtkvari en el este (que cruza Azerbaiyán hasta el mar Caspio), donde se encuentra la capital Tiflis. Algunas estribaciones han dado origen a valles cerrados de difícil acceso, como la región de Svanetia.

Hacia el oriente, se presentan varias mesetas de carácter semiárido y clima continental. El oeste del país, en tanto, es mucho más húmedo, con valles cubiertos de bosques y regiones semitropicales en la zona costera del mar Negro. En las regiones cordilleranas hay un clima frío de altura, que permite la existencia de centros invernales y spas.

Regiones

Mapa de Georgia y sus regiones turísticas:
Kartli
Fortaleza de Ananuri En el corazón del territorio georgiano, Tiflis destaca por su ciudad antigua y sus fortalezas históricas, mientras la cercana Mtskheta presenta algunos de los edificios más relevantes de la historia de Georgia. Gori, en tanto, se mantiene dividida por el legado de Stalin, su hijo ilustre, y las huellas de la invasión rusa de 2008. Por último, siga la Ruta Militar para visitar Pasanauri, el centro invernal de Gudauri y las montañas del Kazbegi.


Kakheti
El pueblo de Sighnaghi La región oriental es considerada como la cuna del vino. Desde Telavi o Sighnaghi puede visitar varios viñedos, palacios, iglesias y fortalezas. En el extremo sur de la región se encuentra el complejo de David Gareja con sus monasterios y cuevas en la ladera de un cerro. Otros destinos interesantes incluyen las ruinas de Tusheti y las viñas de Gurjaani y Kvareli.


Samtskhe Javakheti
Borjomi Esta región montañosa se caracteriza por sus atractivos turísticos. Borjomi es un popular resort invernal, famoso por sus aguas minerales, el cercano parque nacional Borjomi-Kharagauli y la residencia de verano de los zares. Otros resorts del área son Abastumani y Bakuriani. También puede visitar las cuevas monasterios de Vardzia, la ciudad vieja de la Akhaltsikhe (capital de la región) y la comunidad armenia de Ninotsminda.


Cuenca del Rioni
Mestia, Alta Svanetia Las antiguas regiones de Mingrelia e Imerecia se caracterizan por sus bosques y montañas, siendo un buen espacio para realizar expediciones y disfrutar de sus encantos naturales. Kutaisi es la segunda ciudad del país y posee un hermoso centro histórico. En las montañas de Svanetia, destaca la belleza de Mestia y de la pequeña Ushguli. Otras localidades relevantes son Zugdidi y el puerto de Poti.


Ayaria
Calles de Batumi La región autónoma de Ayaria destaca por su clima subtropical que permite que Batumi, su capital, sea el principal balneario del Cáucaso. Puede visitar las playas sobre el mar Negro, sus calles y edificios de estilo europeo o disfrutar de la noche y sus fiestas.


Territorios disputados
Monasterio de Novo Athos, en Abjasia. Aunque reconocidos internacionalmente como parte de Georgia, Abjasia y Osetia del Sur llevan décadas como estados independientes de facto, especialmente tras la guerra de 2008. En la actualidad, el acceso a dichos territorios es complejo y se hace principalmente desde Rusia.


Llegar

En avión, Turkish Airlines ofrece varios vuelos diarios desde Estambul hasta la Tbilisi. Por vía terrestre, es posible también llegar a través de la frontera con Armenia a través de un transporte público conocido como marshrutka. El viaje toma unas seis horas y suele ser económico.

Desplazarse

Aunque muchas rutas aún estén señalizadas, debe tomarse en cuenta que no es posible ingresar a las ciudades bajo control de los gobiernos separatistas de Osetia del Sur o Abjasia. Aún en aquellos casos en los que se permita entrar, no se aconseja visitar estos territorios dada su inestabilidad política y el escaso imperio de la ley que existe.

Comprar

Comer y beber

El Chikhirtma es una sopa tradicional de Georgia.

Enlaces externos

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