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Una conversación con el animador Luis Uribe Córdoba, la cuota colombiana en Intensa-mente 2

Trabajar en Pixar es un sueño cumplido para Luis Uribe Córdoba. “Intensa-mente 2” es el proyecto más grande en el que ha estado y en esta conversación nos explica cómo fue darle vida a las emociones, nuevas y a las ya conocidas, que llegaron a esta cinta.

  • Luis Uribe Córdoba, el colombiano que trabaja en Pixar y que participó en el equipo de animación que hizo Intensa-mente 2. FOTOS Cortesía Disney-Pixar
    Luis Uribe Córdoba, el colombiano que trabaja en Pixar y que participó en el equipo de animación que hizo Intensa-mente 2. FOTOS Cortesía Disney-Pixar
01 de julio de 2024
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Trabajar en una película de animación de Pixar requiere, además de talento, mucha paciencia y dejar el ego a un lado. Luis Uribe Córdoba, el animador colombiano que hace parte de esta compañía le contó a EL COLOMBIANO que tiene que ser así, primero porque semanalmente animan un segmento de 3 a 5 segundos, “entonces multiplica esto por la cantidad de planos que hay una película y la cantidad de personajes que hay que hacer tan específicos y tan detallados, hay que trabajar en equipo”.

Para Intensa-mente 2 el departamento de animación trabajó con 180 personas, cuando usualmente, en proyectos anteriores en los que ha trabajado Luis como Lightyear o Elementos, el equipo es de 60 personas. Eso denota la magnitud de esta cinta, que por ahora va barriendo tanto en la taquilla colombiana como en la internacional.

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Egresado de diseño Industrial en la Pontificia Universidad Javeriana, Luis descubrió la animación gracias a un taller de diseño digital. Antes de dar el salto a Pixar, trabajó en Colombia en varios estudios haciendo comerciales y cortometrajes, hasta que en 2010 le llegó la oportunidad de trabajar en Rhythm and Hues, un estudio de efectos visuales en Los Ángeles. Luego se mudó a San Francisco, a seguir trabajando en otros estudios y a Pixar llegó en 2015. De ahí hasta ahora han sido 9 años de aprendizaje constante y un gran crecimiento profesional y personal, por donde se mire.

Luis, ¿qué tan diferente fue el trabajo en Intensa-mente 2, si lo comparamos con lo que hizo en Luca, Lightyear o Elementos?

“Este proyecto fue bastante intenso comparado a los demás en los que hemos trabajado. Para empezar estaba la expectativa de la primera película, entonces el público estaba esperando esto por mucho tiempo y había que cumplir con ello. El horario al final de la producción se comprimió un poco, por cambios que siempre hay, la diferencia con este proyecto, es que la mayoría de las escenas tenían a todas las emociones, entonces cuando tienes escenas con cinco y hasta nueve personajes, en las que los personajes son específicos, entonces el mismo tiempo que necesitarías lo comprimes mucho más y toca entonces trabajar más horas y fines de semana. Cada personaje tiene una personalidad y un estilo muy específico, entonces tocaba entrar rápidamente y aprender el estilo de la película, la personalidad y poder plasmar eso en cada escena. Fue bastante complejo comparado a otros proyectos en los que he estado”.

¿Y cómo fue el trabajo en Intensa-mente 2, como animador tenía un solo personaje o son varios?

“Depende, hay unas escenas como por ejemplo, un close up (acercamiento) a Alegría, entonces ahí un animador la toma y hace toda la actuación, anima la cara y todo eso. En esta película, a veces y por lo que te decía del tiempo, se repartían los personajes entre diferentes animadores. Esto no es lo ideal. Lo ideal es que una persona tome toda la escena y si hay las cinco emociones, que haga las cinco y así tiene una continuidad dentro de la secuencia, pero en este caso tocaba entregarle una emoción a una persona y que se encargara de cinco escenas y, así pues, fue mucho más eficiente y pudimos terminar la producción a tiempo”.

Mucha gente se ha preguntado por qué esas emociones nuevas y no otras, pero ustedes ya reciben todo cuando el guion está hecho...

“Sí, exacto, hay diferentes departamentos. Primero se escribe el guion de la película, luego pasa al equipo de story donde se hacen los storyboards (guion gráfico) y ahí es donde se define qué personajes va a haber dentro de la película y sí se genera una discusión de por qué faltaron muchas más y por qué hubo esta visión con ansiedad y por qué no fue de otra forma, por ejemplo. Son cosas que se definen mucho antes y se dan conversaciones con expertos y ya con la dirección Kelsey Mann se concreta toda la historia. Después de eso pasa con el equipo de layout, donde se ponen las cámaras, escenarios, se arman las escenas y ahí ya llega la animación que es donde nosotros tomamos esas escenas y somos como los actores de la película, nos toca poner los gestos, las acciones de cada personaje, de cada emoción en este caso y cuando tenemos la escena lista se la mostramos al director en unas sesiones todas las mañanas, ahí todo el equipo opina sobre las escenas y con esa retroalimentación se va construyendo cada escena”.

Sabemos de la importancia del trabajo en equipo en Pixar, son varios animadores, por ejemplo, ¿cómo se logra a nivel personal dejar a un lado el ego?

“En esta industria (especialmente en Pixar) se entiende mucho, desde que entras, que el ego lo tienes que poner a un lado. Hay que confiar en las habilidades que uno tiene y cuando uno va a poner una escena –para mostrarse a todo el equipo– hay que confiar en sus ideas para poder defenderlas, pero además hay que entender que hay mucha gente mucho más talentosa que uno de la cual uno está aprendiendo. Siempre hay ese ambiente de colaboración entre todos y al final todos estamos detrás del mismo objetivo: que la película sea lo mejor posible. Hay que aprender a recibir las correcciones, todo es para mejorar”.

Usted nos contó la primera vez que hablamos que antes de lograr ingresar a Pixar pues hubo muchos sacrificios, muchos rechazos y hoy su carrera sigue creciendo, ¿Cómo ven perspectiva todo ese camino recorrido?

“Han pasado 14 años desde que llegué a Estados Unidos, pero antes de eso trabajé un tiempo en Colombia en comerciales y cortometrajes y mirando el recorrido si es un orgullo para mí poder estar trabajando acá y es muy chévere ver la evolución del trabajo y poder comentar con colegas con los que trabajaba en Colombia”.

¿Y aún le sigue la pista a la animación colombiana?

“Este último año fue más difícil, me tocó frenar un poco, incluso estaba dando clases. Tampoco puede ir a la conferencia de Colombia 4.0 el año pasado, porque literalmente todo el departamento entero de animación de Pixar, como 180 personas, estábamos trabajando con Intensa-mente 2. Sí me tuve que desconectar un poco, pero sí intento seguir y estar atentos a los proyectos que se hacen en nuestro país y sí he visto que se ha avanzado bastante. No solo por la gente que ha salido del país, ha trabajado en Europa, en Canadá y aquí en Estados Unidos, sino por los estudios en Colombia también que están haciendo grandes producciones”.

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Me acaba de dar un número muy interesante: 180 personas trabajan en el departamento de animación...

“Sí, pero en este proyecto, únicamente el de Intensa-mente 2. Normalmente, son equipos de 60, máximo 80 personas al final de una producción ya para terminar todo, pero como te decía, las escenas eran tan complejas que dándole una escena con nueve emociones a una persona, pues no había cómo terminarla a tiempo. Hacemos más o menos 3 a 5 segundos semanales, entonces multiplica esto por la cantidad de planos que hay una película y la cantidad de personajes que hay que hacer tan específicos y tan detallados que por eso toco unirnos todos para terminarlo”.

En ese sentido, entonces, ¿cómo fue la rutina para usted en el último año?

“Pues entrábamos en la mañana a una reunión llamada Dailys que normalmente es de las 9:00 o 10:00 de la mañana, pero ya desde las 8:00 estábamos trabajando. Ahí en esa reunión mostramos las escenas, nos hacen ajustes, nos dicen qué hay que cambiar y de ahí pasamos a trabajar en el computador todo el día durante el cual tenemos también algunas reuniones. Al final del día, si ya tenemos los cambios, volvemos a mostrar la escena y ya cuando la aprueban pasamos a otra. Algunas veces tenemos algunos demos de alguna herramienta nueva, tenemos clases y diferentes actividades para fomentar la creatividad”.

¿Después de Intensa-mente 2, qué sigue Luis, cómo va el trabajo?

“Tenemos muchos proyectos en camino. Yo he ido evolucionando en el estudio ya con nueve años y he tenido más oportunidades en cada proyecto, más voz para opinar. Por ahora pienso en seguir creciendo, trabajar en más proyectos y ver cómo ser más una influencia más grande”.

Antes de despedirnos, ¿cuál es la emoción de Intensa-mente 2 que más le gusta?

“En la que más trabajé fue en Ansiedad y creo que todos en el estudio le tenemos cariño a Alegría y Ansiedad. Para mí fue muy chévere animarla, era como un títere con mucha energía y había que ponerle mucha energía al diseño, fue muy divertido y tuve la oportunidad de hacer cosas que no había hecho antes”.

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