El deseo es como el mar, está en perpetuo movimiento. Algunas estamos tan acostumbradas a él, que se convierte en una presencia constante que –con los estímulos apropiados, en soledad o en compañía– puede convertirse en un oleaje impredecible, en una tormenta o en una de esas noches de calma, de agua cosquilleante. Prólogo. Silvia Donoso López Tania Hernández Servicio de Silvia Donoso López El orgasmo Elizabeth Rojas Afuera sólo había Josefina Rosito Caricias para Ana Fortuny A 22 mil pies de Carolina Escobar Sarti Resurrecció Lorena Flores Moscoso Antropofalocentrismo o de los problemas de enamorarse de hombres con vergas Ana Escoto El Nicté Walls Cougar Patricia Cortez Benfeldt Al otro lado de la Lorena Medina Nicté Walls Algo sobre Onetti, la noche y el tró María Luarca Camión de Ana Lucía Sarg Hernández Cien Ana María Jurado Desde la Carol Zardetto De los problemas de enamorarse de músicos con nombres Ana Escoto Crisis Famny Zulema Martínez Martínez Mi encuentro con Erzébeth Nadya González El cielo o el Ana María Jurado El hombre de Denise Phé-Funchal El éxtasis de la Alejandra María Osorio Morales Tu marido nos Vanessa Núñez Handal Love Marilinda Guerrero Valenzuela Pasa en todos los bosques todas las María Luarca El Liliana Espinoza Núñez En la esquina, bajo la Patricia Fernándes Weekend del Ilka Oliva Corado Una noche en la habitación de los Claudia Valenzuela Laura y la Valeria Cerezo María Olga Fernández El Tania Hernández El perió Denise Phé-Funchal Empezar a Rosset Matías Vanessa Núñez Handal Valeria Cerezo Mi amante Mónica Harvin El calzoncito Ana Escoto Xamá Tania Hernández.
Perspectivas diferentes, poeticas, directas, experimentadas y otras timidas. Hay de todo en esta recopilacion, son dos o tres los que me impactaron pero a nivel general fueron relatos entretenidos.