El cambio de actitud de Gabriel Rufián durante el último debate de investidura se relacionó con que el político se había entregado a la vida healthy y estaba entrenando en el exclusivo gimnasio Arsenal de Barcelona, tal y como publicó en su momento El Mundo. Este centro deportivo, según el citado diario, tiene una tarifa mínima mensual de 150 euros con un amplio abanico de deportes que puedes practicar. Sin embargo, resulta que Rufián no es uno de los afortunados abonados de este gimnasio, pues como él mismo ha declarado en una entrevista concedida a La Razón, tan solo va allí a ducharse.

Parece ser que el deporte que sí practica el político de ERC es caminar. En esa entrevista, explica que cada lunes queda con un amigo a las 6:30 de la mañana para caminar durante dos horas y media y que en alguna ocasión le ha pedido que le deje ducharse en ese gimnasio -en el que su amigo sí está abonado-, pues de ahí se va a la reunión de Grupo y afirma que es su única alternativa.

Así que ni natación, ni crossfit, ni pilates... resulta que caminar ha sido bálsamo de tranquilidad que ha hecho de Rufián un hombre mucho más moderado y menos gamberro que de costumbre. Habrá que esperar al próximo septiembre para saber si todo sigue en orden o el verano ha devuelto al Rufián de siempre.