Es difícil manejar las expectativas ajenas con la paciencia con la que lo ha hecho Hugo González de Oliveira (Palma de Mallorca, 1999), un prodigio de la piscina desde que era adolescente, campeón mundial junior en 100 y 200 metros espalda y 400 metros estilos en 2017 y además subcampeón en 50m espalda, una especie de Michael Phelps de aquel campeonato que se celebró en Indianapolis.

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Ana Ruiz

Para entonces, Hugo ya había sido olímpico en Río, y empezaba a soportar sobre sus espaldas la esperanza de la siempre maltrecha natación española, más aún cuando empezó el declive de Mireia Belmonte, que con su ausencia en los Juegos Olímpicos de París 2024 deposita en este nadador, hijo de un madrileño y una brasileña, que nació en Mallorca y llegó hace una década a Rivas Vaciamadrid y con ese mismo culo inquieto decidió irse a estudiar y entrenar a Estados Unidos, una decisión incomprendida para los dirigentes de las piscinas españolas, con los que durante mucho tiempo mantuvo una relación tormentosa.

El tiempo y los numerosos cambios, de la Universidad de Auburn en Alabama a Madrid y de vuelta a la Universidad de California en Berkeley para seguir con la Ingeniería Informática, han terminado por dar la razón a Hugo González, que llegó a los Juegos Olímpicos de Tokio tras haber sido dos meses antes triple medallista europeo y se quedó con solo una final (6º) en 100 metros espalda y no pasó de las semifinales en los 200m estilos, su distancia entonces más fuerte.

Y ahí parecía capaz de dejarlo todo y colgar el bañador con solo 21 años, hasta que una conversación con la federación para mejorar los apoyos y un ciclo olímpico progresivo le ha hecho llegar al año olímpico en su mejor momento. En febrero, en Doha, fue campeón mundial de 200 metros espalda y subcampeón en 100m.

Y aunque allí faltaban muchos de los grandes rivales de París, hace pocas semanas en el Open de Natación de Mallorca demostró ser capaz de nadar aún más rápido en los 200m espalda y batir el récord nacional de Aschwin Wildeboer con 1:54.51, un tiempo que en los últimos tres años solo han mejorado el húngaro Hubert Kos, campeón mundial el año pasado en Fukuoka, y su compañero estadounidense Ryan Murphy, campeón olímpico en Río, mundial en Budapest 2022 y subcampeón el año pasado, por lo que se puede permitir soñar con emular a Martín López Zubero, único campeón olímpico español en la piscina. Eso ocurrió en Barcelona 92 precisamente en los cuatro largos de la espalda con 1:58.47, tanto ha evolucionado la prueba.

Hugo González –HGdO para los iniciados– nadará antes los 100m espalda, donde sus 52,70s en Doha le sitúan el octavo del ciclo, y quizá los 200m estilos, aunque las series se celebran en la mañana de la final de los 200m espalda y las semifinales justo después, por lo que dependerá de cuánto duerma esa noche, y ahí llega con la décima marca (1:56.48) y topará con el inalcanzable francés Leon Marchand, llamado a ser la estrella en París.

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Men's Health: ¿Cómo se viven los nervios a pocas semanas de los Juegos Olímpicos?

Hugo González: No siento tantos nervios, más ilusión y motivación. Cada detalle cuenta, cada día cuenta y es menos tiempo que hay que esperar para representar a todos los que nos apoyan desde casa en la cita más grande para un deportista.

¿Cómo es un día normal en tu vida de deportista?

Normalmente entrenamos entre 20 y 30 horas a la semana, depende si nadas fondo o velocidad. Yo hago sobre 25. Hacemos nueve sesiones de entrenamiento en agua y cinco en el gimnasio. Hay muchas sesiones centradas en el trabajo aeróbico, que es más extensivo, otras centradas en explosividad y otras en recuperar porque no todas pueden ser intensas. Hacemos mezcla y cuanto más cerca estamos hacemos menos volumen y más calidad y cuando queda mucho hacemos más volumen.

¿Qué equipo tienes?

Hay muchísima gente invisible que siempre están ahí. Si no estuviera mi familia, no estaría aquí. Si no estuvieran mis compañeros haciéndome mejor cada día, no estaría aquí. Si no estuviera mi entrenador [Dave Durden] haciéndome mejor en el agua y dándome consejos sobre qué decisión tomar, tampoco estaría aquí. Y luego tenemos fisios, biomecánicos, médicos, psicólogos...así que son incontables las personas que están mejor de mis éxitos.

¿Cómo se prepara uno para jugártelo todo en los Juegos Olímpicos?

No me preparo distinto a una competición normal, sea Mundial, Europeo o incluso Campeonato de España. La prueba siempre mide lo mismo. Solo cambian las ganas por competir, es la cita más grande para un deportista, que une muchos deportes y eso lo hace especial. Lo que más cambia es la energía que llevamos y que sentimos cuando nos apoyan.

¿Qué significan para ti los Juegos Olímpicos?

Es la cima para un nadador. No hay competición más grande donde se preste más atención desde fuera de la natación. Es el olimpo del deporte, las oportunidades son escasas al ser cada cuatro años. Es una cita muy especial, única y esta temporada llegamos con mucha motivación.

"Entreno 25 horas a la semana, nueve sesiones de agua y cinco de gimnasio"
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¿Cuál es tu primer recuerdo de uno?

Creo que fue una de las medallas que ganó Mireia [Belmonte] en Londres viéndolo desde la televisión.

Y cuatro años después estabas en unos.

Nunca centramos el objetivo en unos Juegos. La primera vez que nos clasificamos tenía 17 años y el objetivo era mejorar marcas poco a poco, y coincidió en un clasificatorio en el que me salió perfecto y logré la marca en 200m espalda, justo la prueba en la que ahora acabo de ganar en Doha en el Mundial, y cayó por sorpresa. En Tokio ya tuvimos la madurez de competir con 21 años.

La eterna pregunta. Tú empezaste triunfando los 400m estilos, donde fuiste campeón mundial junior, y llegaste a ganar a Leon Marchand, el hombre que ha quitado el último récord a Michael Phelps en la prueba, en yardas, pero luego has abandonado esa disciplina. ¿Qué es lo que no te gusta?

Bueno, a nivel más técnico mis marcas nunca han mínimas para campeonatos como los Juegos Olímpicos como los de ahora de París, así que realmente nunca estuvo en la conversación en piscina larga. Sé que lo nadé muy bien con 17 años, y comparado con gente de 17 ó 18 años, pero a nivel absoluto todavía está bastante lejos y mis entrenamientos siempre estaban un poco más enfocados a 400 estilos y llegamos a 4:14, que era mi récord personal en 2017, y a la vez hicimos marcas bastante buenas en pruebas de 100 ó 200 metros, que eran pruebas a las que no había dedicado tanto entrenamiento, así que sentía que tenía un margen de mejora muy amplio ahí. Y en 400 metros estilos estábamos al límite de entrenamiento. Y en las otras mejorábamos sin ponerle esfuerzo. Y sí, a Leon Marchand le gané en yardas una temporada, pero al año siguiente bajó su marca cuatro segundos, así que no es objetivo decir que soy mejor que él en yardas.

"Mi prueba favorita son los 200m estilos. Quién los gana es el nadador más completo"
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¿Qué prueba te gusta más? ¿Si tuvieras que elegir una para ganar una medalla en París, hay alguna que te haga especial ilusión?

Sí, la de 200 estilos es prueba favorita. Creo que quien gana el 200 estilos es el nadador más completo de la competición. Tienes que dominar los cuatro, tienes que tener un nivel altísimo los cuatro, no puedes dejar ni uno de lado. Y bueno, siempre ha sido mi prueba.

En París podrás participar en 100 y 200 metros espalda, 200m estilos y el relevo 4x100m estilos, pero el calendario siempre es apretado y nadar una prueba te puede suponer llegar más destacado a otra. [Las series de los 200m estilos son la mañana del 1 de agosto, y esa tarde es la final de los 200m espalda]. ¿Tienes pensado hacer las cuatro pruebas o cuál es tu idea?

En principio queremos nadar lo máximo posible. Como dices, el calendario se ha apretado, así que buscaremos las que mejor ranking tenemos. La ambición es hacer los 200 metros tanto de estilos como espalda. Los estilos históricamente ha sido una muy buena prueba para mí, es donde gané mi campeonato de Europa en 2021. Y 200 de espalda lo hemos retomado con mucha fuerza este año, ganando casi a todo el mundo. Tenemos ahí una incógnita que descubrir. Idealmente nadaríamos las dos, los dos 200, más el 100, más el relevo.

Nombre: Hugo González de Oliveira
Edad:
25 años (1999)
Lugar de nacimiento:
Palma de Mallorca
Deporte:
Natación
Prueba:
100 y 200m espalda, 200m estilos y relevo 4x100m estilos
Palmarés: Tres oros y una plata mundial junior, tres medallas en el Europeo de Budapest 2021 (oro en 200m estilos, plata en 100m espalda y bronce en 200m), campeón mundial de 200m espalda y subcampeón de 100m espalda en Doha 2024.
Cuándo compite: Del 28 al 4 de agosto. Finales: 100m espalda (lunes 29, 21:22h), 200m espalda (jueves 1, 20:37h), 200m estilos (viernes 2, 20:49h), relevo 4x100m estilos (domingo 4, 19:12h).
Sistema de competición:
Series eliminatorias, de las que los 16 mejores tiempos pasan a dos semifinales por la tarde y los ocho mejores a la final del día siguiente.
Principales rivales:
Ryan Murphy (EEUU), Hubert Kos (Hungría), Keaton Jones (EEUU), Luke Greenbank (Gran Bretaña), Roman Mityukov (Suiza) en 200m espalda. Thomas Ceccon (Italia), Hunter Armstrong (EEUU), Jiayu Xu (China), Apostolos Christou (Grecia) en 100m espalda. Y en 200m estilos, Leon Marchand (Francia), Duncan Scott, Thomas Dean (Gran Bretaña), Shun Wang (China) y Carson Foster (Estados Unidos).
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En los Juegos Olímpicos de Tokio caes en las semifinales de 200 estilos, te entrevistaron y dijiste que igual eran tus últimos Juegos, que estabas enfadado con las pocas ayudas que te prestaban. ¿Llegó a ser una posibilidad real dejar la notación en ese momento?

Sí, sí. Después de Tokio, después de haber ganado el Campeonato de Europa, después de la final olímpica, fue una época difícil, con pocas ayudas en España. Recibí algunas becas entré en un club de Madrid, así que recibí por parte de la Fundación Madrid por el Deporte, por haber llegado a la final, pero no eran suficientes como para dedicarme a este deporte. No eran una suma económica igual a que puedes tener un trabajo bien pagado en España, y para la dedicación que lleva este deporte, si llegas a una temporada mala y te lesionas, ahí se acaba todo. El trabajo te da una estabilidad que el deporte no te da. El deporte se practica por pasión, por amor al deporte y faltaba bastante cuidado de la federación. Después, llegados a este punto de 2024, las cosas han mejorado, tenemos más sponsors a nivel individual que no teníamos antes, y seguimos con la ilusión por dar lo mejor. Llegó a ser una época dura. Creo que mi equipo en California me salvó de seguir en este deporte por esa pasión, por esa gratitud, de devolverles el favor de dar los máximos puntos posibles en su competición más importante que es la final universitaria. Y desde ahí ya hilamos hasta el Mundial por mantener el buen estado de forma y continuamos hasta ahora porque las cosas fueron mejorando.

¿Qué ha cambiado en ti desde Tokio hasta ahora?

Desde 2021 ha habido muchos cambios hasta tratar este año el deporte de forma profesional. Antes estaba en la universidad, compaginaba estudios y deporte, había muy pocas ayudas. Realmente, en ninguna época previa a 2024 la natación llega a ser una prioridad en el sentido de poder dedicarle el tiempo necesario para practicar este deporte al máximo nivel y para recibir la ayuda para poder practicar este deporte al máximo nivel. Ahora estamos en una situación muy diferente, con muchas más ayudas, con mucha mejor experiencia, mucha mejor mentalidad y es prácticamente la diferencia entre el día y la noche.

¿Y ni siquiera cuando hace tres años fuiste campeón de Europa sentías que te estabas dedicando a fondo al deporte, que eras profesional?

Digamos que 2021 tuve una muy buena temporada universitaria y el campeonato de Europa fue un mes después, así que mantuvimos el estado de forma y lo trasladamos a piscina olímpica. Y el campeonato de Europa fue la primera competición y logramos tres medallas. Y aún así faltaba muchísima ayuda después de ese campeonato. De hecho, recuerdo que el vuelo a ese campeonato inicialmente me lo pagué yo de mi bolsillo y después de las medallas me devolvieron el dinero. Y a partir de ahí ha habido muchas mejoras. Pero sí, en 2021 no fue deporte profesional.

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Ana Ruiz
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¿Qué te aporta estar en Estados Unidos que no encuentres aquí en España?

Realmente no es el país, sino más el equipo. Encontré un equipo de gente que me apoyaba, que no le importaba dónde entrenase, que lo único que quería era cuidar de mí. Y eso creó un poco la pasión, desde dentro de mí, de darles lo mejor, las mejores actuaciones posibles en competiciones para que tuvieran los mayores puntos. Es una universidad en la que se apostó por mí, apostó por una beca deportiva y académica para que yo rindiese al mejor nivel y tuviese el mejor futuro. Y nunca cambió, a pesar de los resultados, ya podían ser buenos o malos. Siempre estuvieron allí.

¿Qué diferencias principales hay entre cómo se entrena la natación en Estados Unidos y cómo se entrena en Europa?

Creo que es increíblemente diferente. Allí el sistema que prima son las yardas [una yarda son 91 centímetros], básicamente porque así es el formato universitario. Se trabaja muchísimo más a nivel técnico, muchísimo más el buceo, la salida de cada volteo, las propias salidas, los detalles...Priman mucho más la calidad a la cantidad. De hecho, hay un límite de horas. No pueden entrenar más de 23 horas a la semana. Y en Europa suele ser más basado en sistema de metros, de volumen. En general salen mejores nadadores de distancia en Europa que en Estados Unidos, y mejores velocistas allí que aquí. Depende qué tipo de nadador, qué tipo de pruebas te interesan, prefieres entrenar en un sitio o en otro. Yo estoy justo en el medio, pruebas de 100 y 200, así que por no perder la oportunidad de probar un sistema nuevo me fui a Estados Unidos con la seguridad de que si salía mal, siempre tenía el billete de vuelta a casa y podría volver a España y entrenar aquí como si no me hubiera ido.

¿Dónde crees que está tu margen de mejora a partir de ahora?

Mi margen de mejora estaba precisamente en lo que Estados Unidos hace bien. Cuando me fui para allá, mis puntos débiles era la explosividad, el buceo, los giros, las aproximaciones a la pared, las salidas, detalles. Y creo que por eso me beneficié tanto de irme allí. Yendo a entrenar con los mejores en estos detalles me hace a mí también mejorar. Y creo que a nivel aeróbico en España ya había entrenado todo lo posible hasta los 18 años. No iba a haber muchos más cambios. Había poco margen de mejora en ese nivel.

"En E.E.U.U mejoré los detalles: explosividad, buceo, giros, aproximaciones a la pared y salidas"
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En España se dan grandes resultados internacionales a nivel junior pero luego hay una edad, a partir de los 18 ó 19 años donde muchos nadadores que han triunfado de jóvenes desaparecen y no igualan esos resultados como absolutos. ¿A qué lo achacas?

Creo que en España en general se tiene menos paciencia. En Estados Unidos el sistema universitario te permite llegar hasta los 24 o 26 años y tener un poco más de calma en la progresión. Hay gente que tiene su mejor versión a los 26 años y gente que la tiene a los 18. Creo que en España mejoraríamos muchísimo si tuviésemos paciencia con estos jóvenes nadadores, les dejásemos mejorar sin encasillarles y les diéramos más tiempo para mejorar, más apoyos y, sobre todo, mirar por el deportista, porque al final salga bien aunque haya malas temporadas. Creo que nosotros somos los primeros que nos metemos esa presión y esas ganas de mejorar. Quizá la clave es el apoyo al deportista.

Desde que Mireia Belmonte se fue apagando, has sido el único nadador con foco en España. Y en París serás el único con opciones de medalla. ¿Te ha pesado ser la referencia de la natación en España en los últimos años?

Sí, bueno, quizá es el motivo por el que cuando era más joven, después de los cuatro títulos mundiales junior, se tenía poca paciencia, porque la gente quería verme competir con los mejores. No creo que esa presión me haya afectado más a mí, sino que ha afectado más a las personas que nos siguen. Y eso es lo que quiero decir, hay que tener paciencia con los deportistas porque cada uno tiene su progresión. A lo mejor a mí me tocaba mi mejor versión ahora con 25 años, no con 20. O a lo mejor no, a lo mejor era con 20. Nunca realmente se sabe cuál es el camino perfecto, pero creo que la paciencia permite a los deportistas dar su máximo potencial y no esperar que den resultados nada más terminar el instituto. Hay que dejarles centrarse en la universidad, en descubrir su propio camino, cambiar entrenadores o mantenerse con ellos, pero darles ese plazo de experiencia. Y a partir de ahí, creo que la ilusión de ver sucesores de gente es inevitable, ¿no? Pero ha afectado más a los seguidores de la natación que a los deportistas.

Y después de los Juegos Olímpicos de París, ¿tienes ganas de seguir natación?

Sí, bueno, esto siempre lo pasa la pregunta depende cómo salga, no? Pero creo que vemos que va a salir muy bien. Y aunque no salga muy bien esta temporada, ya estamos en mejores marcas personales. Así que realmente la pasión y la ilusión por la natación está mejor que nunca.

"En España mejoraríamos muchísimo si tuviésemos paciencia con los nadadores jóvenes"
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Ana Ruiz

¿Tienes alguna idea de para cuando se acabe el deporte?

No, no me lo he llegado a plantear. Por suerte, creo que tras esa época difícil de 2021, dejar la natación no es algo que tenga presente.

¿Y de qué ves capaz a Leon Marchand en París? ¿Qué le hace especial?

Leon Marchand compite en casa en los Juegos Olímpicos. Es una cita que lleva preparando mucho tiempo. Y creo que va a ser un espectáculo. Siendo un poco más egoísta, espero que no sea en los 200 estilos. Pero independientemente de qué pruebas haga, será impresionante verle nadar. Después de todos los éxitos que ha conseguido, mantiene la humildad de seguir mejorando. No se satisface solo con el récord del mundo que le quitó a Phelps. Estoy seguro de que quiere más. Y bueno, de eso podemos aprender todos. Creemos que todos los resultados que hemos tenido son carreras perfectas, y siempre hay algo que rascar, siempre hay algo que mejorar.

¿Firmas un bronce en París?

Quizá impulsivamente te lo firmarías, pero vamos con ilusión y nunca sabes lo que puede pasar, así que prefiero disfrutar de la competición y pelear por lo mejor. Luego no sabes si te va a dejar en la final o te va a dar más alegrías.

¿Alguna locura que se te ocurra para celebrar una medalla olímpica?

No lo he pensado, pero sí he propuesto a la gente que me lance retos y que cuando los lea yo elija el mejor para hacerlo. Pido a los lectores de Men's Health a que me envíe sus retos y el que sea más original y divertido lo elegiré si gano una medalla.

¿Y España? ¿Superará las 22 medallas de Barcelona?

Creo que este año, después de hablar con muchos otros deportistas, todos compartimos la misma ilusión, creo que sí superamos las 22 medallas.

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Ana Ruiz
Entrevista: Ismael Pérez
Dirección: Jordi Martínez e Iván Iglesias
Fotografía: Ana Ruiz
Asistente de fotografía: Idoia Vitas
Grabación de vídeo: Diego Rueda
Edición de vídeo: Toni Rubio
Producción: Ismael Pérez y Joaquín Gasca
Maquillaje y peluquería: Tati Garú
Dirección de arte: Maria Jesús Bocanegra
Ropa: Speedo
Headshot of Ismael Pérez

Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.

Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).

Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).