Hacer caca: todos lo hacemos, pero no a todos nos gusta hablar de ello. Aun así, es importante hacer que este tema sea discutible, porque cuanto más normal sea hablar de ello, mejor sabrá todo el mundo lo que es normal y cuándo dar la voz de alarma.

¿Cuántas veces tienes que hacer caca al día?

Todos somos únicos, ¿verdad? También lo son nuestros hábitos de defecación. La frecuencia de la defecación puede variar de una persona a otra y depende de varios factores, como la dieta, el estilo de vida, el aparato digestivo y la salud individual. Algunas personas pueden ir al baño dos veces al día, mientras que otras se conforman con ir cada dos días. En general, se considera normal ir al baño entre tres veces al día y tres veces a la semana. Más importante que la frecuencia exacta es si tus deposiciones son fáciles y si no sufres molestias como estreñimiento o diarrea. Así que escucha atentamente a tu cuerpo, normalmente te dirá lo que necesita.

Qué puede afectar a tus movimientos intestinales

No, el funcionamiento de nuestros intestinos no es tan sencillo. Hay todo tipo de cosas que pueden afectar a la frecuencia con la que vas al baño. ¿Tienes problemas con las heces? He aquí algunos culpables:

La dieta

Lo que comes suele determinar cómo te sientes en el baño. Los alimentos ricos en fibra, como las verduras, las frutas y los cereales integrales, pueden mejorar la digestión y hacer que vayas al baño con regularidad. Pero ten cuidado con la comida rápida y los alimentos procesados, ya que pueden ralentizar tus movimientos intestinales.

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Hidratación

¿Bebes suficiente agua? Beber demasiado poco hace que la caca se vuelva dura y seca. Por lo tanto, una buena hidratación es esencial para tener unos movimientos intestinales sanos. Así que asegúrate de beber suficiente H2O para que todo vaya sobre ruedas.

Ejercicio

El ejercicio no sólo es bueno para tu forma física, sino también para tu salud intestinal. El ejercicio regular favorece los movimientos intestinales, mientras que un estilo de vida perezoso puede ralentizarlos.

El estrés

¿En que puede influir el estrés? El estrés puede afectar gravemente al aparato digestivo y ralentizar el tránsito intestinal. Así que relájate y respira hondo: tus intestinos te lo agradecerán.

La medicación

Algunos medicamentos, como los analgésicos y los suplementos de hierro, pueden tener efectos secundarios que afecten a tus movimientos intestinales. Si notas que tienes problemas, habla con tu médico sobre posibles soluciones.

Signos de que no haces caca con suficiente frecuencia

En secreto, tu cuerpo es muy bueno dando pistas de que algo no va bien. He aquí algunas señales de que puede que no estés haciendo caca con la frecuencia suficiente, o demasiado a menudo:

Estreñimiento

Si te cuesta ir al baño o tus heces son duras y difíciles, probablemente sufras estreñimiento.

Hinchazón y malestar general

La hinchazón y las molestias estomacales también pueden indicar problemas con el tránsito intestinal.

Incapacidad prolongada para ir al baño

Si llevas días sin ir al baño, también es una clara señal de que algo puede estar pasando.

Cómo favorecer el tránsito intestinal de forma natural

Los métodos naturales para favorecer el tránsito intestinal suelen ser seguros y eficaces. He aquí algunos consejos:

Consume alimentos ricos en fibra

Los alimentos ricos en fibra como las verduras, las frutas, los cereales integrales, las judías y las legumbres pueden ayudarte a mejorar la digestión y favorecer el tránsito intestinal. Nota: sólo en caso de gripe estomacal y/o diarrea muy severa es aconsejable no comer demasiada fibra, ya que los intestinos tienen que hacer un gran esfuerzo para digerirla. Normalmente está bien, pero no es tan útil con diarrea.

Bebe mucha agua

Una buena hidratación es esencial para un tránsito intestinal sano. Asegúrate de beber suficiente agua a lo largo del día para evitar la deshidratación.

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Haz ejercicio con regularidad

La actividad física puede estimular sus intestinos y ayudarle a evacuar. Intenta hacer al menos 30 minutos diarios de ejercicio moderado, como caminar, montar en bicicleta o nadar.

Escucha a tu cuerpo

Tómate tu tiempo para ir al baño cuando sientas la necesidad. Reprimirlas puede provocar estreñimiento (puedes hacerlo contra la ansiedad por hacer caca), pero presionar con fuerza al defecar tampoco es bueno para tus intestinos. Además, entonces aumentas el riesgo de hemorroides.

Prueba laxantes naturales

Algunos alimentos son conocidos por sus propiedades laxantes, como las ciruelas pasas, los higos, los albaricoques, el pan de especias y el zumo de aloe vera. Consumir estos alimentos puede ayudar a tu tránsito intestinal.

Evita el estrés

El estrés puede afectar negativamente a tu sistema digestivo y ralentizar tus movimientos intestinales. Intenta reducir el estrés mediante técnicas de relajación como la meditación, el yoga o ejercicios de respiración profunda.

Recuerda: si tienes problemas de defecación de larga duración, siempre es conveniente que hables con tu médico de cabecera.

    Cómo afecta el estreñimiento a tu salud

    El estreñimiento habitual puede tener varios efectos negativos en su salud. En primer lugar, puede provocar molestias y dolor en el abdomen, lo que puede alterar su vida cotidiana. También puede hacer que te sientas hinchado e incómodo. Pero la cosa no acaba ahí.

    El estreñimiento prolongado puede provocar complicaciones desagradables, como hemorroides, fisuras anales (desgarros en la piel que rodea el ano) y prolapso rectal (protrusión del recto a través del ano). Además, puede hacer que tengas menos apetito por la comida y que te sientas cansado y aletargado.

    Por último, el estreñimiento prolongado también podría provocar una obstrucción intestinal, que es una afección médica grave que requiere atención médica inmediata. Por lo tanto, es importante tomarse en serio el estreñimiento y hablar con un médico sobre posibles soluciones si es necesario.

    ¿Cambia la frecuencia de defecación con la edad, el sexo u otros factores?

    De hecho, la frecuencia con la que se va al baño puede variar en función de la edad, el sexo y otros factores. En general, los bebés y los niños defecan con más frecuencia que los adultos. A medida que envejecemos, la frecuencia de la defecación puede disminuir debido a cambios en la digestión y a un estilo de vida menos activo.

    Las mujeres, por su parte, también pueden experimentar variaciones debidas a las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual y el embarazo. Por último, la dieta, el ejercicio, la medicación y los niveles de estrés también pueden afectar a la frecuencia con la que es necesario defecar. En resumen, lo que es normal para una persona puede ser diferente para otra.

    A menudo nos avergüenza el olor que dejamos en el retrete después de un gran mensaje. Una auténtica estupidez. Porque es importante mantener los ojos y la nariz abiertos durante esa visita al baño por si surge cualquier complicación que pueda afectar a tu salud.

    Cuándo debo alarmarme

    Por muy incómodo que te resulte, un médico está acostumbrado a todo. Así que, por favor, olvídate de estas banderas rojas:

    Estreñimiento persistente

    Si tienes dificultades para ir al baño y sus heces son duras y secas, puede ser un indicio de estreñimiento. Si persiste durante mucho tiempo, sería conveniente consultar a un médico.

    Diarrea regular

    Por otra parte, si las heces son líquidas y poco espesas, puede tratarse de diarrea. Si persiste durante mucho tiempo, es posible que necesites atención médica.

    Sangre en las heces

    Si observa sangre en las heces o en el papel higiénico, podría ser indicio de una serie de enfermedades graves, como hemorroides, fisuras anales o, en el peor de los casos, incluso cáncer de colon. Si es así, ¡da la voz de alarma inmediatamente!

    Cambios notables

    Si nota un cambio repentino en su pauta de evacuación intestinal, como ir al baño mucho más a menudo o mucho menos de lo habitual, también podría ser un signo de que algo va mal. Siempre es aconsejable consultar a un médico si te preocupan los cambios en tu pauta de evacuación. Más vale prevenir que curar.

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    Demi Schoenmakers
    Contributing Digital Editor

    Demi Schoenmakers werkt sinds 2021 als freelance digital editor bij Women’s Health en creëert content over alles wat met voeding en (mentale) gezondheid te maken heeft. Ze heeft een passie voor schrijven en series bingewatchen. Als ze niet achter haar MacBook zit, kun je haar zowel in de zomer als in de winter op het terras vinden met een groot glas wijn in haar hand. Ze is gek op bakken en wandelen én houdt altijd en overal haar ogen en oren open voor inspirerende en prikkelende verhalen.