Chris Offutt: el escritor de los Apalaches

Chris Offutt presentó en España la tercera entrega de las novelas de Mick Hardin, en las que sigue construyendo su carta de amor a la región en la que nació, al igual que lo hace visualmente en su cuenta de Instagram.
Chris Offutt
Jean Luc Bertini

“Nunca he conocido a nadie de Kentucky que no estuviese pensando en volver a casa o camino de casa”. La frase de Albert Benjamin “Happy” Chandler, antiguo gobernador de Kentucky con la que se abre La ley de los cerros, última obra de Chris Offutt editada en nuestro país por Sajalín, resume a la perfección el sentimiento de su escritor por su tierra natal. Nacido en la ya desaparecida localidad de Haldeman, Offutt ha basado la totalidad de su obra de ficción en retratar una región, los Apalaches, que trasciende consideraciones más mundanas.

“Los Apalaches siempre estarán ahí. Mi antigua ciudad natal, Haldeman, ya no existe: no hay escuela, ni tiendas, ni oficina de correos. Le quitaron el código postal. Pero la tierra y los bosques permanecen. Y ese sí es verdaderamente mi hogar”, afirma en una entrevista con Condé Nast Traveler.

Oxford, Misisipi. “Este es mi tipo de foto favorita. No representa nada importante, pero es una imagen deslumbrante. También es reconocible: tan sólo dos paredes, un estacionamiento y un cielo”.

Chris Offutt

Taylor, Mississippi. “Una comunidad muy pequeña. Me atrajo el color y las líneas. La estructura amarilla del edificio es extrañamente pequeña. El árbol sin hojas del fondo mantiene unida la composición”.

Chris Offutt

Tras trabajar en empleos de lo más variopinto en Nueva York, Boston o Florida, como narra en su primer volumen autobiográfico, Dos veces en el mismo río (ed. Malas Tierras), Offutt volvió a su Kentucky natal. “Vivía con Rita [su mujer] en la montaña que me vio nacer, en una casa construida a mano por el hombre más anciano de la comunidad”, narra en el epílogo de Kentucky seco, su primer volumen de relatos. Sin embargo, lejos de tratarse de unas condiciones idílicas, el matrimonio pasó grandes penalidades: la casa apenas reunía las condiciones mínimas de habitabilidad y se habían quedado sin ahorros.

Fue entonces, pasada la treintena, cuando Offutt comenzó un curso de escritura creativa y, con ello, una carrera literaria basada en escribir obras “a la gente de casa, sobre nosotros, no sobre ellos, en los que los lectores de las montañas pudiesen por fin reconocer su cultura sobre el papel, con un lenguaje que pudiesen entender, sin condescendencia”, resume en ese mismo epílogo.

En su reciente visita a España, en la que tuvo que responder una y otra vez por el acceso de los estadounidenses a las armas de fuego, Offutt comentaba la ausencia casi total de literatura ambientaba en los Apalaches y el cariño con el que alguno de sus amigos recibió uno de los ejemplares y lo colocó en el salón junto a la Biblia, el único libro que hasta entonces había tenido.

Portada de su nuevo libro, ‘La ley de los cerros’.Sajalín
Chris Offutt: el escritor de los Apalaches.Cedida a Condé Nast Traveler

Sin embargo, la obra de Offutt, lejos de mirar exclusivamente a ese nosotros, acaba hablando de temas universales. “Intento alcanzar lo universal a través de lo muy personal y muy específico. Evito en la medida de lo posible las marcas y las referencias de actualidad. De esa manera mi trabajo no quedará encerrado en un período de tiempo particular”, comenta.

Las condiciones extremas sobre las que sus personajes tejen sus relaciones de amor o rencor son extrapolables a otros lugares tan diferentes como España, donde ya se han publicado nueve de sus obras: “Cada país tiene pequeñas zonas rurales alejadas de las grandes ciudades. La gente en esas poblaciones se rige desde hace muchísimo tiempo según unas costumbres tradicionales. Siempre hay interés en esas culturas distintas y aisladas. Sospecho que mi pueblo de los Apalaches tiene rasgos similares a los de otros lugares: astutos, duros, ingeniosos, independientes, generosos pero cautelosos con los extraños”.

Oxford, Mississippi. “Esta simple imagen transmite mucho. Un coche viejo a la venta frente a un edificio antiguo con techo de metal. El aire acondicionado se sujeta mediante un palo clavado en el suelo. Es más una fotografía documental que al estilo de una galería de arte”.Chris Offutt
Oxford, Mississippi. “Este es otro ejemplo de mi tipo de fotografía favorita. Extremadamente simple. Muy reconocible. El tema no es importante. Las líneas trabajan juntas para crear una especie de misterio”.Chris Offutt

Hay dos rasgos fundamentales en las adictivas obras de Offutt. Uno es lo afilado de sus diálogos, en los que su frescura puede hacer ver que son fruto de una escritura rápida, pero nada más lejos de la realidad: “Como todo buen escritor, escucho con atención. En bares. En restaurantes y cafeterías. En tiendas. Me gusta interesarme por la gente y puedo hablar con cualquiera. A la mayoría de las personas les gusta hablar de sí mismas, especialmente de su trabajo. Como tengo buena memoria a corto plazo, más tarde, escribo lo que he escuchado”.

Tras ello, llega la segunda parte, la de desengrasar: “Mis escenas de diálogo iniciales son muy largas. Luego trato de recortarlo a la parte más esencial de su comunicación. Mi objetivo es hacer que las escenas parezcan personas reales hablando. No quiero ser un escritor que escribe diálogos para personajes imaginarios”.

Oxford, Mississippi. “Una foto más bien documental. Una casa abandonada y un árbol enorme. Un sauce llorón, uno de mis árboles favoritos. El árbol se inclina sobre la casa, creando tensión”.Chris Offutt

El otro rasgo clave de su estilo es el de su amor por la naturaleza. Aunque las tramas de sus novelas sean propias de un noir rural, con familias de maleantes, contrabandistas y veteranos del ejército, el verdadero protagonista son los Apalaches. En apenas un puñado de páginas de La ley de los cerros revolotean tordos, cárabos, petirrojos, tórtolas y jicorias ovadas entre las casas recónditas en las que malviven algunos de sus personajes.

“Mi relación con los Apalaches es de amor. Amor por la tierra, los animales salvajes, los árboles, los pájaros, las flores, los arroyos y los cerros. Me encanta la cultura y la forma en que la gente piensa y se habla entre sí. Extraño mucho mi hogar. Al escribir sobre ello, puedo volver mentalmente a casa todos los días”, comenta Offutt, que desde hace tiempo vive con su mujer en Mississippi.

Oxford, Mississippi. “Esta es mi propia casa en el campo. Rara vez nieva en Mississippi. Esta inusual tormenta de nieve creó una sensación de calma y paz”.Chris Offutt

CHRIS OFFUTT: ESCRITOR Y AMANTE DE LA FOTOGRAFÍA

Mientras las palabras de Offutt hablan de los Apalaches, las fotografías que recopila en su Instagram retratan el mundo que le rodea hoy: “Vivo en un camino de tierra en medio de 3 hectáreas. Mi casa está a diez kilómetros de la pequeña ciudad de Oxford. La vida de la ciudad ofrece galerías de arte y librerías, lo cual es necesario e importante, pero mi inspiración para escribir proviene de las zonas rurales y de la memoria".

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"Mi fotografía es una forma de paisaje con estructuras: el entorno construido. Primero veo luz y color. Luego la forma y la línea. Básicamente, trato de encontrar una composición fuerte. El tema real no es importante para mí”.

Condado de Johnson, Iowa. “Viví en Iowa durante quince años. Es un estado principalmente agrícola de maíz y soja, de terreno muy plano. Las líneas telefónicas fueron trasladadas a nuevos puestos. Este es uno de los postes telefónicos más antiguos antes de que fueran derribados”.Chris Offutt

El mundo que Offutt relata con este naturalismo está en sus novelas corre riesgo de desaparecer, aunque no se trata de despreciar este cambio desde una postura romántica: “La vida en las colinas está cambiando debido a la introducción de las redes sociales, especialmente para los jóvenes. Internet conecta las colinas con el mundo. Pero, al mismo tiempo, los problemas sociales siguen existiendo: desempleo, educación precaria, consumo de drogas, falta de acceso a servicios de salud física y mental. Una gran ayuda es la teleasistencia, que beneficia a las personas que viven lejos de las ciudades”.

Oxford, Mississippi. “Esta es la gasolinera más cercana a mi casa. Me encanta la forma en que aparece la luz de neón por la noche. Fotografié esta gasolinera muchas veces antes de obtener una imagen que me gustara”.Chris Offutt

De la lectura de sus novelas, sobre las que discurren durante décadas los mismos personajes y parajes, es fácil imaginar una adaptación al formato televisivo. No debería resultarle extraño a este escritor, bregado en el mundo de las series tras trabajar en guiones de Treme, Weeds o True Blood. “¡Sería genial! Ha habido cierto interés por parte de productores y cadenas, pero Hollywood es impredecible. Se presta mucha atención a las tendencias y la actualidad. Lo que es popular un año pierde popularidad al año siguiente, pero creo que un buen guión y una actuación sólida siempre llamarán la atención. ¡Quizás Mick Hardin [protagonista de La ley de los cerros] tenga suerte!”, afirma Offutt.

Colinas Apalaches de Kentucky. “Esta es la casa de un vecino en la colina donde crecí cuando era niño. La evidencia de personas está rodeada de cerros y naturaleza. La nieve añade belleza. Es un recordatorio de que la tierra es más fuerte que la humanidad”.Chris Offutt

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