El icónico Mirador Torre Glòries ya figura entre las grandes torres del mundo: el Burj Khalifa, el Empire State y la Torre Eiffel

El Burj Khalifa en Dubái, el Empire State en Nueva York, The Shard en Londres, la Tokyo Tower en Tokyo o la Torre Eiffel en París son algunas de las grandes torres del mundo que tienen el honor de formar parte de la World Federation of Great Towers. Ahora, en su segundo año en la ciudad de Barcelona, también lo hace el Mirador Torre Glòries.

Para quienes desconozcan qué es la World Federation of Great Towers (WFGT), es algo así como la gran liga de las grandes torres mundiales, es una asociación internacional que incluye los rascacielos con los miradores más prestigiosos del mundo. Su propósito es mostrar estas grandes torres y celebrar las asombrosas hazañas de arquitectura e ingeniería que las crearon. Además, la federación busca ayudar a desarrollar oportunidades locales e internacionales para que sus torres miembros se promocionen a sí mismas y fomentar la creación de redes, el intercambio de ideas y asociaciones fructíferas entre las grandes torres del mundo.

"La inclusión del Mirador Torre Glòries es una distinción que refleja el compromiso con la excelencia y la calidad de la visita y experiencia que ofrece a los visitantes, atributos ya reconocidos internacionalmente como reflejan los galardones de The Most Remarkable Venue Awards 2022 (Tiqets), el The Best Customer Experience en los Tourism Innovation Awards 2023, entre otros", explican en una nota de prensa.

Todo un icono de Barcelona

En un icono urbanístico se convirtió al instante la Torre Agbar (ahora Torre Glòries) de Barcelona, proyectada en 2005 por los arquitectos Jean Nouvel y Fermín Vázquez. No era habitual por aquel entonces que los rascacielos tuviesen forma cilíndrica y planta ovoidal, por mucho que tan solo un año antes se hubiese inaugurado en Londres la Swiss Re Tower de Norman Foster y Ken Shuttleworth, conocida popularmente como The Gherkin y renombrada en la actualidad como 30 St Mary Axe.

Fue por ello que la hoy rebautizada como Torre Glòries rápidamente caló en el imaginario colectivo (y en el simbolismo) de la Ciudad Condal con su estructura de dos cilindros ovales no concéntricos rematada por una cúpula de cristal. Cúpula en la que hace un par de años se abrió al público un mirador que ofrece una experiencia única para redescubrir Barcelona a través de una nueva mirada poliédrica, consciente y responsable del entorno y del ecosistema urbano.

Inaugurado en mayo 2022, desde su apertura al público, el Mirador Torre Glòries ha recibido a más de 220.000 personas de todo el mundo gracias a sus vistas 360º y a sus 125 metros de altura. En este último año, el incremento ha sido del 20% de los cuales un 42% fueron locales y un 58% internacionales.

“La aceptación que está teniendo el Mirador Torre Glòries entre el público, así como la invitación a pertenecer a la World Federation of Great Towers, es el mejor reconocimiento a estos dos años de trabajo. Este aniversario consolida el Mirador en su posicionamiento como referente internacional de un modelo de experiencia que, consciente de los retos de sostenibilidad y emergencia climática, invita al visitante a mirar y entender la Barcelona del presente para reimaginar las ciudades del futuro”, afirma Aleix Pratdepàdua, director del Mirador Torre Glòries.

Ver fotos: 100 cosas sobre Barcelona que deberías saber

Aún y con las obras de la plaza de las Glòries, que está previsto que terminen este año, la torre ha seguido manteniendo su atractivo turístico. De hecho, será un elemento principal dentro del Plan Cerdà que convertirá la plaza en un nuevo centro urbano, con más espacio y más zona verde.

Qué ver en el Mirador Torre Glòries

Puerta de entrada al distrito tecnológico y empresarial de Barcelona, conocido como 22@, la Torre Glòries ofrece a los visitantes la posibilidad de emprender un viaje sensorial y sorprendente desde su doble mirador situado en la planta 30 (con vistas de 360º sobre los tejados de la ciudad) y el Hipermirador Barcelona, ubicado en la menos uno.

Dedicado al arte, la ciencia y la tecnología, el Hipermirador Barcelona se trata de un espacio para tomarle el pulso a la urbe desde una óptica inusual, una que se vale del big data para recoger datos de sistemas urbanos en tiempo real. “Más allá de la foto estática de la ciudad, ofrece al visitante una inmersión en ella con información en tiempo real de la velocidad de los vientos, la temperatura del agua o el dibujo que crean los flujos electromagnéticos”, explica su comisario y asesor creativo, José Luis de Vicente.

Prólogo, Barceloneses, Atmósferas, Ritmos y Sirena son las cinco instalaciones que conforman este espacio y que combinan arte, música, tecnología y producciones audiovisuales de gran formato para descubrir Barcelona como un organismo vivo, una ciudad habitada por vecinos humanos y no humanos.

• Prólogo es algo así como un sintonizador de frecuencias de la ciudad que permite verla como un ser vivo que mantiene sus ritmos y ciclos.
• Barceloneses está formada por un bosque de esculturas de papel plegado realizadas por el artista Joan Sallas. Más de un centenar de piezas, (erizos, nenúfares, plátanos de sombra, anguilas, posidonias, petirrojos, etc.) expuestas en vitrinas suspendidas y acompañadas por diferentes poemas visuales.
• Atmósferas es una proyección envolvente sobre una pantalla de gran formato. Una experiencia audiovisual dividida en cuatro piezas que sumerge al espectador en las diferentes atmósferas que, en tiempo real, envuelven la ciudad de Barcelona (el cielo, el viento, el mar y los sonidos).
• Ritmos muestra en una gran pantalla holográfica los múltiples procesos metabólicos de Barcelona, entendiéndola como un organismo compuesto, a su vez, de otros organismos. Una obra dividida en tres grandes bloques: Flujo, Pulso y Vibraciones.
• Sirena es la banda sonora que acompaña a los visitantes por todo el espacio, interpretada y musicada por Maria Arnal y John Talabot. Se trata de una pieza de música generativa que se crea a diario en respuesta al latido y la respiración de Barcelona y que cambia en función de la velocidad del viento, la meteorología, las fases lunares, etc.

Su mirador 360º

Es al ascender a la cúpula acristalada de la planta 30, a 125 metros de altura, cuando la ciudad se presenta ante nuestros ojos de manera espléndida, sin esconder prácticamente ninguno de sus secretos: la Sagrada Familia, el frente marítimo, el Eixample, la sierra de Collserola…

Además, en este mismo espacio, se puede subir a la obra de arte transitable Cloud Cities Barcelona, de Tomás Saraceno, que ocupa una superficie de 130 m³ y se eleva a una altura de entre cuatro y diez metros respecto el nivel del suelo. Compuesta de 113 espacios nube, a modo de gotas de agua condensadas y suspendidas en los hilos de una telaraña tridimensional, está formada por 5.000 nodos que conectan seis kilómetros de cables tensados.

La experiencia sensorial propone dos itinerarios a través de la estructura escultórica con distinto nivel de complejidad. Un desafío físico y también metafísico por geometrías alternativas que sirven para explicar la interdependencia e interrelación entre todos los seres vivos que la habitan, donde las acciones de uno afectan a toda la comunidad. Como en la mayoría de obras del artista, nacido en Argentina y afincado en Berlín, la idea es hacernos reflexionar de forma crítica sobre la colectividad, la justicia medioambiental y social o la ecología, entre otros asuntos.

Más información

Si estás por la ciudad este mes de agosto, no te pierdas una de sus actividades programadas del verano: brindar al atardecer con una copa de cava en el mirador más famoso de la ciudad. Hasta el 25 de agosto podrás brindar en la Golden Hour con quien quieras, ya que estará disponible con todos los tickets que se compren para las 19.00h. Tan solo tendrás que pedir un vale en la entrada del mirador.

La entrada general -con un precio de 15 euros- incluye la visita a Hipermirador Barcelona y la exposición única en Europa sobre ecosistemas urbanos con datos en tiempo real, así como el acceso al mirador.

Mientras con la entrada combinada -de un precio de 25 euros- podrás disfrutar de las vistas 360º de Barcelona junto a la escultura inmersiva Cloud Cities Barcelona y recorrer su interior. Esto es posible cualquier martes hasta el 10 de septiembre. El descuento de 10€ se aplica directamente en el proceso de compra y las plazas son limitadas. La entrada combinada también incluye todo lo mencionado en la entrada general.

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