Conseguir que más de 50 millones de pasajeros al año –y la cifra va en aumento– transiten por tu aeropuerto es siempre motivo de alegría, aunque también puede llegar a ser un constante quebradero de cabeza.
Esto es lo que lleva años experimentando el Aeropuerto Internacional Hamad (DOH) de Doha, cuyo ambicioso objetivo de posicionamiento como ‘hub’ de entrada a Asia desde Europa lo puede dar por más que cumplido, pero eso conlleva otros problemas: en mis últimos viajes a Qatar no ha habido ni una sola vez en la que no haya presenciado obras en el aeropuerto, constantes ampliaciones para acoger a este cada vez más creciente número de viajeros que ya no solo engloba a élite voladora: la democratización de la aviación es hoy una realidad y las multitudes lo demuestran.
La más reciente ampliación del Aeropuerto Internacional Hamad lleva por nombre The Orchard y es el nuevo y más impresionante complejo comercial, con fuentes y un espléndido jardín tropical (todos los árboles, plantas y flores son naturales), que incluye hasta sonidos de la naturaleza (esta vez sí son artificiales) en mitad de tiendas de primeras marcas y restaurantes que van desde lo nuevo de Gordon Ramsay hasta una pizzería o un espacio donde sirven auténtico café turco.
Con la ampliación, la terminal del aeropuerto aumentó en 125.000 metros cuadrados, con lo que el Aeropuerto Internacional de Hamad cuenta hoy con una superficie, en constante expansión, eso sí, de 740.000 metros cuadrados.
Junto a The Orchard, accesible a cualquier pasajero, hay otro nuevo producto, esta vez solo accesible a pasajeros First y Business de Qatar Airways, en el que la aerolínea refuerza su oferta y se asegura de que su propuesta esté siempre a última en experiencia de cliente y desarrollo de producto: la nueva Sala VIP Business Al Mourjan - The Garden, ubicada en esta nueva área del aeropuerto.
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DEMOCRATIZACIÓN VS EXCLUSIVIDAD
Las salas VIP de las aerolíneas, bastiones de la civilización en las terminales de los aeropuertos del mundo, han sido durante mucho tiempo el refugio de la élite de los vuelos frecuentes y de afortunados pasajeros poseedores de billetes de primera clase. Ahora que los viajeros de placer lideran la recuperación de la industria aérea a medida que el tráfico de negocios no termina de despegar, algunos clubes y tarjetas han facilitado que los viajeros relativamente poco frecuentes reclamen algunos beneficios previos a la salida, como estancias en las salas VIP, pero eso no es algo que suceda aquí, en el Aeropuerto Internacional Hamad.
“En el Aeropuerto Internacional de Hamad hay actualmente 18 salas VIP que atienden las necesidades de nuestros pasajeros. Cada elemento se ha diseñado específicamente para crear la experiencia más lujosa imaginable en una sala VIP, centrándose en perfeccionar cada momento para que nuestros pasajeros puedan disfrutar de un viaje fluido marcado por la elegancia y comodidad”, cuenta a Condé Nast Traveler Eric Odone, vicepresidente ventas Europa, Qatar Airways. Y continúa: “Si bien es cierto que las salas VIP son cada vez más accesibles para un mayor número de personas en todo el mundo, nuestras salas solo son accesibles para los pasajeros de las clases Primera y Business de Qatar Airways y oneworld porque es la única forma de ofrecer la experiencia única que no pueden conseguir con otra aerolínea”.
La aerolínea tiene salas VIP separadas para los viajeros frecuentes de Oneworld, alianza a la que pertenece, así como para aquellos de su propio programa. La nueva sala VIP Business Al Mourjan - The Garden está reservada para los pasajeros de clase ejecutiva de la aerolínea, salvo si el billete es tarifa ‘business Little’, que entonces no incluye acceso a sus salas propias.
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LA NUEVA SALA VIP DE CLASE EJECUTIVA DE QATAR AIRWAYS
Qatar Airways, que tiene una excelente reputación como una aerolínea de primer nivel en el aire, debe garantizar que ese servicio se replique también en tierra firme, una labor que queda más que cubierta en el más nuevo de sus salones. La experiencia Lounge en Al Mourjan - The Garden incluye menús a la carta, siete salas de tratamiento de spa con manicuras y pedicuras, gimnasio bien equipado con hasta cintas de correr y bicicletas estáticas, mobiliario de diseño y un espacio enorme con múltiples áreas para sentarse, trabajar y comer.
La oferta gastronómica va desde un bufé de elaboración de sushi al momento hasta el restaurante, donde también se pueden encontrar referencias de algunos de los vinos más renombrados del mundo. Si a esto le añadimos las magníficas suites “de hotel” privadas y pensadas para relajarse en las escalas largas, el resultado de esta nueva sala vip roza la perfección. Y todo englobado en un espacio de 7.390 m2 que cuenta con una capacidad de hasta 707 invitados que forman un destino en sí mismo.
Es imposible caminar por la sala sin encontrar una barra de café, refrescos, vinos o champagne, además de diferentes córners de comida que ayudan a aligerar el peso y la afluencia en el restaurante principal, un bufé ubicado en el extremo del salón que también ofrece platos a la carta, todo servido con unas espectaculares vistas a The Orchard. Ensaladas, paninis, sushi o sándwiches preparados al momento, además de una interesante variedad de picoteo están disponibles durante todo el día dentro del menú. El completo servicio de bar también cuenta con una larga lista de cócteles, con y sin alcohol entre los que el Negroni es siempre una opción segura.
También hay una barra con un mezze frío de ensaladas y aperitivos, otra de postres y varias máquinas de café en la zona del bufé. La influencia francesa de los postres marida a la perfección con la oferta de dulces árabes. Es imposible aburrirse aquí, y mucho menos pasar hambre. Y aunque no alimente, el hecho de que las mesas tengan muchas tomas de corriente y capacidad de carga inalámbrica es el plus definitivo. Los amenities de todos los baños son, al igual que sucede a bordo de los aviones, de la marca Diptyque.
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LUJO EXPONENCIAL
La expansión de las casas de moda a sector más allá de la moda no es algo nuevo, pero sí que lo es el hecho de que Louis Vuitton lo haya hecho a un segmento al que nunca ninguna otra lo había hecho antes, una sala VIP de aeropuerto.
Ubicado encima de su tienda en el aeropuerto y compartiendo protagonismo y acceso con la nueva sala Business Al Mourjan - The Garden, la casa de moda francesa inauguró su “Louis Vuitton Lounge by Yannick Alléno”, destinada a los propios clientes de la Maison así como a los pasajeros de primera clase (que no business) de Qatar Airways. Dirigido por el chef francés con tres estrellas Michelin, ofrece desayuno, comida y cena en un entorno con aires de casa club decorada con muebles de diseño de firmas como India Mahdavi o Paolo Lenti. Muchas de las piezas también provienen de la colección Objets Nomades de la casa, como la Cosmic Table de Raw Edges.
Y es que a diferencia de las tendencias cada vez más habituales en las salas VIP de aeropuertos del mundo, Qatar Airways y Louis Vuitton elevan (aún más) la experiencia añadiendo sofisticación, emoción y exclusividad a sus espacios cuidadosamente diseñados para sus clientes seleccionados. Democratización, ¿qué democratización?
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