9 atletas latinas (con impactantes historias) que han hecho historia en Juegos Olímpicos

Mujeres ordinarias que logran lo extraordinario. Historias que brillan aún más que la medalla y trascienden el tablero, dejando una marca profunda en el corazón de miles de espectadores.
9 atletas latinas  que han hecho historia en Juegos Olímpicos
Mattia Ozbot.

Perseveran e inspiran. Sincronizan propósito y disciplina para ir por la gloria y demostrarle al mundo que nada es imposible. Así son las atletas olímpicas: como una antorcha en alto que ilumina el camino de millones de mujeres alrededor del mundo, impulsándolas a batir sus propios récords, a dar el salto y a ir por más.

A casi un mes de los Juegos Olímpicos 2024 en la Ciudad de la Luz, conmemoramos la historia de diez atletas latinoamericanas que marcaron el tablero olímpico con su desempeño estelar, pero aún más importante, el corazón de miles de personas con su historia detrás de la medalla.

Soraya Jiménez, México

Compitiendo en halterofilia, deporte tradicionalmente dominado por hombres, Soraya Jiménez fue la primera mujer mexicana en ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, convirtiéndose así en un ícono nacional deportivo. Fue en Sídney, en el año 2000, cuando este talento dorado logró levantar 225.5 kg, inspirando a cientos de futuras atletas. Si bien falleció con tan solo 35 años de un infarto, la medallista aún brilla en el recuerdo de todos aquellos que celebraron junto a ella su victoria, con las manos en alto.

Soraya JiménezMartin Rose/Bongarts/Getty Images

Mireya Luis, Cuba

Quienes tuvieron el privilegio de verla en la cancha, decían que tenía alas ¡y que podía alcanzar alturas por encima de los tres metros! Recordada por sus inspiradores saltos, Mireya Luis es considerada una de las mejores voleibolistas de todos los tiempos. En su época dorada, fue la capitana del equipo de voleibol cubano, reconocida por haber ganado tres medallas de oro consecutivas en los Juegos Olímpicos de 1992, 1996 y 2000. Sin embargo, el mundo no solo la conmemora por su gloria alada, sino también por su carisma y dones de liderazgo. Tras su retiro, la deportista contribuye al desarrollo del voleibol en Cuba y el mundo entero.

Getty Images.

Mónica Puig, Puerto Rico

Un símbolo de esperanza, un motivo de unión y un momento de celebración para Puerto Rico en tiempos adversos; esto significó la victoria de Mónica Puig en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Aquel año, la puertorriqueña lo dejó todo en la cancha. Compitió en la categoría individual femenina de tenis y regresó a casa con un regalo histórico para su país: la primera medalla de oro olímpica de Puerto Rico. Así es como se convirtió en un ícono cultural y sin duda también en un orgullo nacional.

LUIS ACOSTA

Ximena Restrepo, Colombia

Ximena Restrepo fue la primera mujer colombiana en ganar una medalla en atletismo, batiendo el récord sudamericano en 400 metros. Su triunfo de bronce se manifestó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Ximena, como muchas de las poderosas atletas homenajeadas en este artículo, reconocen su poder, su influencia y su capacidad de inspirar a otros y, finalizadas sus exitosas carreras deportivas, continúan su legado, para seguir generando un impacto positivo en el mundo. Hoy la colombiana es una voz activa que promueve la igualdad de género en el deporte.

Gray Mortimore

Catherine Ibargüen, Colombia

Jamás rendirse y luchar por un sueño más allá de las vallas que se presenten en el camino, es el mensaje de Catherine Ibargüen, una heroína Colombiana que continúa iluminando al mundo con la flameante llama en su interior, a cinco años de finalizar su carrera, por medio de la política. Compitiendo en atletismo, la deportista ganó la medalla de oro en las olimpíadas de Río 2016 tras un triple salto que dejó al mundo boquiabierto. Previamente, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la atleta se llevó a casa la medalla de plata y, a lo largo de su carrera, demostró su versatilidad en el deporte, compitiendo también en la categoría de salto en largo.

Cameron Spencer.

Yulimar Rojas, Venezuela

Bautizada “La Mujer Maravilla”, la atleta venezolana Yulimar Rojas posee el récord mundial en triple salto. Fue en las olimpíadas de Tokio 2020 cuando venció este récord saltando una distancia de 15,74 metros. Aquel año, la campeona no solo se llevó la medalla de oro de regreso a Venezuela, sino que además fue coronada mejor atleta femenina por World Athletics. Yulimar utiliza su influencia nacional para derribar prejuicios y promover la igualdad.

Mattia Ozbot.

Paula Pareto, Argentina

Inspirar y promover el bienestar conforman el ikigai, o la razón de ser, de Paula Pareto. Esta leyenda del judo argentina le regaló a su país una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y una de bronce en Pekín 2008. La judoca no solo se destaca en su exigente carrera deportiva, sino que además ejerce paralelamente una segunda profesión como médica especializada en traumatología. Sus vocaciones y su compromiso son una verdadera inspiración.

Ezra Shaw

Ana Fidelia Quirot, Cuba

La llaman “La Tormenta del Caribe”. Compitiendo en atletismo, Ana Fidelia Quirot siempre se destacó por arrasar a toda velocidad 400 y 800 metros. Sin embargo, es su historia lo que verdaderamente conmueve al mundo. Al año siguiente de ganar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, la cubana sobrevivió a un severo accidente doméstico en el que sufrió graves quemaduras en casi el cuarenta porciento de todo su cuerpo. No obstante, esto no le permitió darse por vencida y, en 1996, regresó a las olimpíadas en Atlanta, donde ganó una medalla de bronce y se convirtió en un testimonio de resiliencia para Cuba.

David Madison.

Rebeca Andrade

Jamás dejar de creer en sí misma convirtió a Rebeca Andrade en una campeona olímpica. Múltiples y severas lesiones amenazaron la carrera deportiva de esta gimnasta brasileña; pero superarlas no solo le permitió ganar medallas de oro y plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, sino también posicionar a Brasil en esta disciplina. Su historia inspira la importancia de tener el valor de volverse a levantar y regresar a esa cancha en la que reside un sueño.

LOIC VENANCE

En la cuenta regresiva de los próximos Juegos Olímpicos, que comienzan el 26 de julio en París, esperamos con ansias lo que nos promete este evento una vez cada cuatro años. Los resultados en el tablero son imprevisibles, pero lo que siempre podemos esperar de este acontecimiento es una generosa dosis de inspiración, algún salto que nos quite el aliento y, con algo de suerte, un motivo de celebración nacional.