Los jeans ahora se llevan a rayas y con mocasines rojos de suela track, palabra de Suki Waterhouse

La adorada chica británica con el pelo alborotado demuestra que, en contra de la opinión arcaica, las mamás también pueden lucir guapas con crop tops.
Los jeans ahora se llevan a rayas y con mocasines rojos de suela track como Suki Waterhouse

Ignora el hecho de que Suki Waterhouse lleva un par de jeans Levi's en una fiesta de Levi's Haus para escuchar su nuevo álbum. Ignora también que el álbum se llama Memoir of a Sparklemuffin. Hay mucho que apreciar en el look lo-fi de la artista para un miércoles por la noche en Londres.

De vuelta a casa después de dar a luz, los Estados Unidos la vio tocar en Coachella seis semanas después del parto y ser portada de Vogue poco después en agosto. Ahora, la cantante y actriz inglesa está en pleno modo de promoción de su segundo LP, que saldrá a la venta el 13 de septiembre.

¿Cómo llevar crop top blanco con jeans rectos de rayas como Suki Waterhouse en agosto 2024?

Pero algo es distinto ahora. Las plumas, las lentejuelas y los volantes, que se han convertido en parte integrante de su vestuario de bohemia discotequera, están ausentes en esta gira. En su lugar, los básicos beatnik —una camiseta blanca holgada, unos jeans en tendencia anchos a rayas y unos mocasines burdeos de suela track con calcetines tobilleros blancos— que siguen representando a Suki como la querida chica británica con el pelo alborotado, pero con el aire retro que se está forjando como artista afincada en California (la chaqueta estampada louche que se puso más tarde tenía de hecho matices de Penny Lane), cautivada por las chispitas.

Suki pulsando el play en la promoción de Memoir of a Sparklemuffin.

Getty Images.

A primera vista, el título de su álbum es “absolutamente ridículo”, le dijo a Olivia Marks, pero en realidad es una “metáfora interesante de estar en el ojo público”. Una sparklemuffin (en español se conoce como centella) es una araña muy peluda y colorida que baila una danza de apareamiento que culmina cuando la hembra se come al macho si éste no tiene éxito: “Si no les gusta tu baile, te destripan”, dice Suki, señalando a los paparazzi.

Waterhouse —que fue cazatalentos a los 16 años por Next Management en Topshop o H&M (no lo recuerda)— lo sabe de primera mano, pero los rizos de niña y los crop tops que luce ahora, a sus 32 años, sugieren que puede aparcar este sentimiento y divertirse en una industria que fetichiza la juventud. Lo mismo puede decirse de sus conjuntos de video, que no tienen nada que envidiar al minimalismo de los 90 y al craftcore al que se suscriben sus compañeras.

De hecho, una de las estilistas de Suki, Cassy Meier, que elogia su “innata frescura rockera de los 70”, nos dijo anteriormente que el placer de trabajar con Waterhouse es su energía relajada y colaborativa: “No hay restricciones”.

Las distintas facetas de su vida como modelo, música y madre alimentan una imagen que, a pesar de todas sus excentricidades, es única en un espacio abarrotado. Cuando decidió llevarse a su hija de gira, Suki Waterhouse se fijó en otras artistas, como Neneh Cherry, que han recorrido un camino similar. Hay algo de este espíritu en ella. Y dejando a un lado los bichos espeluznantes, es refrescante ver esta alegría en un recorrido de prensa que suele estar muy cuidado.

Artículo publicado originalmente en British Vogue, vogue.co.uk.