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Los fructíferos negocios del Turronero: miles de amigos y millones de beneficios

El empresario José Luis López Fernández, conocido por organizar saraos con miles de invitados y rostros famosos, posee un consorcio que factura casi 60 millones al año

José Luis López 'El Turronero' (centro, con camisa rosa) , en una corrida de toros en Aranjuez (Madrid) el pasado 2 de junio.
José Luis López 'El Turronero' (centro, con camisa rosa) , en una corrida de toros en Aranjuez (Madrid) el pasado 2 de junio.Francisco Guerra / Europa Press (Europa Press)
José Luis Aranda

El empresario José Luis López Fernández dirige un conglomerado de empresas que factura casi 60 millones de euros. Pero más que por estos negocios y ese nombre, es posible que lo conozca como El Turronero: una especie de Gran Gatsby en versión cañí que reúne a miles de rostros conocidos en sus fiestas. Esa faceta lo ha hecho aparecer con más frecuencia en las páginas (y tertulias) rosas que en las de color salmón. Sin ir más lejos, cuando celebró su 60º cumpleaños en Sevilla con más de 3.000 invitados. E invitados, según las crónicas del pasado verano, significa eso literalmente: trenes y hasta vuelos privados por cuenta del anfitrión. Esta temporada estival también la ha empezado fuerte: para la comunión de su nieta montó una feria privada con 1.500 asistentes en Jerez de la Frontera (Cádiz). El Turronero lo celebra todo a lo grande porque “tuvo una infancia dura económicamente y quiere que se sepa que le ha ido bien”, dice una persona que lo conoce hace años. Y a juzgar por las últimas cuentas de sus empresas, las cosas le están yendo muy bien.

Grupo Lomar 2011 es el nombre de la sociedad con la que López presentó el balance consolidado de sus negocios en 2022, los últimos disponibles en el Registro Mercantil. El informe de gestión describe que “la actividad principal de las sociedades integrantes del grupo la constituye la compraventa de bienes inmobiliarios”. El ladrillo es el origen de la riqueza del Turronero, conocido así en Ubrique (Cádiz) porque su familia hacía venta ambulante de dulces en las ferias de los pueblos. Personas de su entorno —él se prodiga poco en los medios, más allá de las fotos de sus celebraciones— reproducen el relato de un hombre que superó aquel entorno humilde para hacerse a sí mismo. Un niño despierto al que un generoso vecino costeó los estudios, que abandonó tras intermediar en la compra de unos terrenos y recibir una jugosa comisión. Aquello le descubrió las posibilidades de un negocio que no ha abandonado hasta ahora.

En el perímetro del grupo consolidado se incluyen 18 sociedades dependientes y más de la mitad declaran como actividad la compraventa, arrendamiento, gestión o asesoramiento inmobiliarios. Otra actividad que destaca es la fabricación y el comercio de ropa y calzado. Ubrique es una localidad conocida por la producción de marroquinería y El Turronero no es ajeno a eso, aunque en firmas en las que cuenta con algún socio. Fuera de estos dos núcleos de actividad, destacan una empresa de mascarillas y materiales sanitarios, así como una de producción de electricidad. Si el foco se amplía a sociedades donde su participación no alcanza el 50%, aparecen una clínica en su pueblo, un centro de psicología en Sevilla, donde también tiene una panadería, y hasta una compañía relacionada con grifos de cerveza.

De todo ello, el grupo obtuvo en 2022 una facturación cercana a los 58,4 millones, un 9% más que en el ejercicio previo. Para 2023 se esperaba incrementarla todavía más, según recoge la memoria que acompaña a las cuentas. Pero la evolución positiva de la cifra de negocios no se tradujo en mayores beneficios. De hecho, estos cayeron de 11,7 millones en 2021 a 7,4 millones en el siguiente ejercicio. La inmensa mayoría, más de 5,8 millones, los aportó López Real Inversiones 2021. Esta compañía se dedica a la promoción de inmuebles comerciales, oficinas y naves logísticas.

“La gente lo quiere mucho porque hace mucho por el pueblo”, dice una persona que ha acudido a las últimas grandes celebraciones. La de Navidad, el pasado diciembre, empezó en una plaza de Ubrique, continuó en una carpa y acabó en la finca del empresario, cuyo terreno se convierte en un bosque de luces y atracciones infantiles cada Navidad, que las familias de la localidad pueden visitar con entradas gratuitas. Detrás del evento se encontraba la Fundación López Mariscal, que toma su apellido y el de su mujer, Carmen Mariscal, con la que se casó en 1983 y que es quien figura como administradora única de Grupo Lomar 2011. Tienen dos hijos, María y Pepe, “siendo toda la familia parte del patronato” de la fundación y “compartiendo la visión filantrópica de José Luis”, glosa la web de la organización.

Esta da cuenta de una variada actividad sin ánimo de lucro. Desde arte hasta apoyo sanitario o escolar. También vacaciones pagadas para familias sin recursos para viajar. “Él dice que parte de lo que gana lo da a la gente y es verdad”, dice una de las personas consultadas, que define al empresario como “un maná de la zona”.

Eso hace que, en un municipio que no alcanza los 17.000 habitantes, El Turronero sea muy conocido. Fuera de ese ámbito, sin embargo, su notoriedad no alcanza la del vecino más ilustre: Jesulín de Ubrique. Ambas familias tienen trato y la madre y la hermana del torero fueron, por ejemplo, a la fiesta navideña, cuenta una persona que también asistió. No vio allí al diestro ni a su mujer, María José Campanario, que fue la responsable de que el nombre del Turronero saltara por primera vez a la prensa nacional en la primavera de 2006. Fue entonces cuando se destapó la Operación Karlos, un caso de fraude a la Seguridad Social.

Causas judiciales

En el sumario judicial apareció como imputado José Luis López por poner en contacto a dos personas con los cabecillas de la trama, que falseaba declaraciones de invalidez profesional para cobrar una pensión. Una de esas personas era la madre de Campanario. López, como otros acusados, aceptó los cargos y las peticiones de la Fiscalía. Dos años de prisión, inhabilitación y una multa de 4.860 euros como “cooperador necesario de un delito continuado de falsedad en documento oficial en concurso medial con un delito continuado de estafa”, según recoge la sentencia de 2011. “Él dice que se la liaron y de todo se aprende”, relata una de las fuentes consultadas.

La prensa local recoge otros dos procesos en los que el empresario fue condenado. El primero es un caso de emisión de facturas falsas que se saldó con la admisión de dos delitos contra la Hacienda pública, lo que hizo que el fiscal rebajara su petición de ocho años de cárcel a uno. El segundo es un caso de prevaricación por la compra de un inmueble en Jerez, lo que le valió una condena de año y medio. Esta última sentencia también tuvo mucho eco mediático porque supuso la inhabilitación de Pedro Pacheco, exalcalde de la ciudad gaditana.

El Turronero, rodeado de los actores Álex González (izquierda) y Miguel Ángel Silvestre, en una fiesta que su fundación dio el pasado diciembre.
El Turronero, rodeado de los actores Álex González (izquierda) y Miguel Ángel Silvestre, en una fiesta que su fundación dio el pasado diciembre. Leandro Wassaul / Europa Press (Europa Press)

Pero las malas experiencias judiciales del Turronero con famosos y políticos no parecen haberle desanimado a seguir cultivando estas amistades. Quienes acuden a sus fiestas destacan lo variopinto de los invitados. Una asistente habitual dice haber visto en esos eventos al actual presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), y a su predecesora, Susana Díaz (PSOE). Pero también a Iván Espinosa de los Monteros (Vox) o a los exministros de Aznar Ángel Acebes y José María Michavila.

Y también han acudido a la llamada de López rostros mediáticos como Carlos Herrera o Bertín Osborne, y actores como Miguel Ángel Silvestre y Álex González, un habitual que no faltó a la comunión de la nieta del Turronero. El ubriqueño “es muy farandulero, y cuando lo conoces lo entiendes todo porque es muy divertido”, señala una persona que, en cambio, destaca que “empresarialmente es muy desconocido porque él tampoco quiere que se le conozca mucho”. El Turronero se anima a bailar en sus fiestas ante centenares de personas si es necesario. Y estas, organizadas frecuentemente desde la fundación como actos benéficos, son suficientes para dejar claro que encabeza un lucrativo grupo empresarial.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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