El Arca y el peregrino: LANZA DEL VASTO
Una gran familia
El Arca es un lugar de resistencia a la idolatría del provecho y del bienestar. Un laboratorio de sociedad no-violenta, de inspiración cristiana, aunque portador de valores universales y con pleno respeto hacia todas las religiones.
Lanza del Vasto relató en El Arca tenía por vela una viña el nacimiento de esta comunidad en París, luego instalada en Tournier, en Charente. Sus primeros discípulos, atraídos por la llamada a una vida sencilla, se vuelca a ello con determinación.
Enseguida se plantearon cuestiones de organización, e incluso de definición de la comunidad. Aunque su fundador la había contemplado de diversos modos, en Tournier correspondió al modelo de una granja familiar o pequeño ashram cristiano. Lanza del Vasto, «aprendiz de patriarca », descubrió allí lo arduo de su misión.
Esta primera fundación duró unos cinco años, entre 1948 y 1953, antes de ser brevemente trasladada a Tourrettesur- loup en los Alpes-Maritimes, luego a Bollène en el Vaucluse desde 1954 hasta 1965 y, finalmente, en la Borie- Noble en l’Hérault.
La Borie-Noble
No se puede resumir en pocas líneas la larga aventura del Arca, tan nutrida como lo fue en experiencias humanas, individuales y colectivas. Este navío fue en algunas ocasiones sacudido por las aguas, pero lleva en sus flancos semillas de vida. Miles de personas han formado parte de la travesía y guardan un testimonio de ello.
En la década de 1970, en la última etapa de su recorrido vital, la finca de la Borie-Noble agrupaba más o menos ciento cincuenta personas distribuidas en tres caseríos. Más fundaciones en Francia y otros países se anexaron a esta
