LA MUJER COMO PROPIEDAD
Sensible desde siempre a la literatura que brinda una mirada diferente, de que la ficción más mágica encierre una lección próxima y actualizada –«Ese autoproclamado mago de Oz tiene una larga genealogía, podría ser desde un chamán hasta el Próspero de Shakespeare y siempre encuentra su par en cada época», afirmó comentando la obra infantil de L. F. Baum que se hizo tan famosa al adaptarse al cine–, Atwood concibió esta ficción mostrando una sociedad no tan diferente a la que, décadas atrás, o aún en ciertos países, trata a las mujeres como objetos o esclavas.
En ella se narra la historia de tres mujeres y cómo se encuentra el país que ideó, Gilead, gracias a las reacciones durante estos lustros frente a una obra adaptada y premiada de continuo. «Queridos lectores y lectoras: vuestras preguntas sobre Gilead y su funcionamiento interno han sido la fuente
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