LAS CURACIONES MASIVAS DEL «DOCTOR MILAGRO»
Cuesta creer que una historia como la de Bruno Gröning, con tanto impacto social y mediático, haya podido suceder en tiempos tan recientes y caer en un olvido tan singular. Una amnesia generalizada que no se explica si tomamos en consideración que, durante varios años y con gran repercusión mediática, decenas de miles de personas llegadas de diferentes puntos de Europa se congregaban durante días a la espera de recuperar su salud ante la sola presencia de aquel hombre, que aunque de baja estatura y aspecto humilde, desprendía en su amable trato un indiscutible magnetismo. Portadas de semanarios y periódicos, así como noticieros de radio y televisión, se ocuparon reiteradamente de Gröning y sus curaciones, llegándose a filmar una película que recogía en tiempo real las vicisitudes de aquel fenómeno de masas en el que se había convertido su labor. La ciencia, la política y los conflictos de intereses no fueron ajenos a los acontecimientos, llevando por varias veces a los tribunales a nuestro protagonista en procesos jurídicamente discutibles. ¿Quién fue Bruno Gröning? ¿Realmente fue capaz de obrar los prodigios que se le atribuyen?
CONEXIÓN CON LA NATURALEZA
Nacido el 30 de mayo de 1906, Bruno Grönkowki fue el cuarto de una familia de siete hermanos originarios de la ciudad polaca de Oliva, próxima a Danzig, en Prusia Occidental. No tuvo una infancia fácil, en la medida en que a una ruda educación –en la que los golpes de su padre August se prodigaron con generosidad–, se sumaron las frecuentes burlas y maltratos que recibía de otros niños. Eran tiempos en los que el no había sido descrito y esos comportamientos formaban parte del normalizado peaje que debían soportar quienes se manifestaban diferentes, sensibles e introspectivos.
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