CULTIVA EL ALTRUISMO
Ayudamos y somos ayudados, y nadie parece discutir que estamos donde estamos como especie gracias a nuestra capacidad para cooperar y prestar ayuda a otros. Se trata de una certeza evolutiva que sigue siendo un quebradero de cabeza para muchos psicólogos, biólogos y antropólogos, que se rebanan los sesos intentando determinar si en todo acto de ayuda subyace una razón egoísta, o si el bienestar de otros se puede llegar a desear y propiciar en ciertos casos sin tener ni esperar beneficio alguno, como un impulso altruista. Es un dilema, una rica escala de grises entre el deseable blanco del altruismo y el aparente negro del egoísmo.
Pensemos que por un lado se ha defendido que la clave de la evolución depende de algo que requiere
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos