LA DEA ECHÓ A PERDER SU PRIMER DISCO
Comenzó su carrera siendo una niña de 11 años. No quería ser cantante ni soñaba con serlo, pero el aplauso y los gritos de aquella noche en un palenque de Chihuahua quedaron grabados en su alma y en un cassette que su padre conserva como oro molido.
Esa noche el aplau so fue tal, que la hicieron dudar: ser o no ser… cantante. Y decidió serlo, pese a tener mucho en con tra: su edad, la petición de sus padres de terminar una carrera y vivir en provincia, donde apenas había un palenque al año y no estaba permitido que los cantantes originarios del estado participaran.
Hoy, a un año de cumplir 50 de vida, Aranza está a punto de celebrar 38
