EL FUNCIONA MIENTO GENERAL DEL MUNDO
Sábado
1
Candela espera acodada en la ventana y lo ve llegar: camina con ese balanceo que lo hace parecer un poco mono, que de chica le daba ternura y que ahora le da un poco de vergüenza ajena. ¿Por qué nadie le dice que se fije en caminar como un ser humano normal? ¡Joel! –grita Candela de repente, sin dejar de observar por la ventana-. ¡Metele que ahí llegó papá!
Su hermano contesta algo desde su pieza, pero Candela no entiende lo que dice. Habrá dicho alguna cosa como “Ya voy” o algo por el estilo. Suena el timbre. Candela recuerda las primeras veces que su papá vino a buscarlos después del divorcio. Le hacía ruido eso de que tuviera que tocar el timbre en lugar de entrar con sus propias llaves, como había hecho toda la vida. Ahora ya no le llama la atención. Se acostumbró, parece. Candela levanta el bolso con esfuerzo. ¿Habrá puesto demasiadas cosas? En una de esas se zarpó, pero por otro lado: ¿qué parte del equipaje podría haber evitado? Hay cosas que tenés que llevar, tanto si te vas quince días a San Bernardo como si te vas tres días a las Cataratas. Es así de simple.
Camina por el corredor —el bolso pesa en serio— y se topa con
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos