DAMA DE ELCHE
EL 4 DE AGOSTO DE 1897, EN LA FINCA (HOY YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO) DE LA ALCU-DIA, A TRES KILÓMETROS DE LA LOCALIDAD ALICANTINA DE ELCHE, UNOS JORNALEROS CAVABAN EN LA TIERRA PARA PLANTAR UNOS GRANADOS Y ALFALFA. Como ocurre en estos casos, la versión de los hechos cambia según al testigo que se pregunte. Oficialmente se acepta que fue el joven, de casi dieciocho años–entonces se dijo que tenía catorce–, Manuel Campello Esclapez (1879-1965), más conocido como Manolico, quien, mientras los demás descansaban fumando un cigarro a la sombra de una higuera, golpeó con una piqueta un pedrusco que no terminaba de moverse. Con las manos acabó desenterrando la que fue descrita como “magnífica cabeza sacratil” en perfecto estado de conservación, y que entonces sería popularmente bautizada como Reina Mora. Se trataba de la pieza arqueológica más emblemática e icónica de la Historia de España: la Dama de Elche.
LA DAMA DE LA SOSPECHA
La chispa de una vieja polémica fue reavivada, a mediados de la década de 1990, por John F. Moffitt (1940-2008), profesor de Historia del Arte en el New Mexico State University y doctorado por la Universidad Complutense de Madrid, al denunciar que la Dama de Elche era una moderna falsificación que podía datarse en la misma fecha de su hallazgo. "El Caso de la Dama de Elche" (1995), donde exponía estas incómodas conclusiones no era un libelo sensacionalista, sino que venía avalado en su prólogo por el prestigio académico de Juan Antonio Ramírez Domínguez (1948-2008), catedrático de Historia del Arte, quien sentencia: “Por lo que a mí respecta, estoy totalmente convencido de que la Dama de Elche es una flagrante falsificación. Aunque todos los datos que Moffit ha acumulado aquí no tengan el mismo peso específico, no puede caber la menor duda de que, considerados en su conjunto, resultan difíciles de refutar”.
LA CHISPA DE UNA VIEJA POLÉMICA SOBRE LA AUTENTICIDAD DE LA DAMA DE ELCHE FUE AVIVADA POR JOHN F. MOFFITT EN LA DÉCADA DE 1990.
Ni qué decir tiene que la tesis de
