imón, pimienta rosa, lavanda o vainilla. Hay que tener las narices muy poco afiladas para no poder identificar unos aromas tan –aparentementesencillos de reconocer. Para comprobarlo, uno de los salones del madrileño Club Monteverdi se convirtió por unas horas dispuestos a adentrarse en el mágico arte de las fragancias masculinas. ¿La maestra de ceremonias? Chanel. Laorganizó una cata olfativa a ciegas en torno a su colección Bleu de Chanel, uno de los de la casa, referencia en el universo de los perfumes para hombre desde que naciera hace más de una década. ¿El reto al que se enfrentaron los invitados? Identificar cuáles son las principales notas e ingredientes que componen la colección. Y era una prueba sencilla porque, tal y como mantiene la ciencia, el cerebro humano tiene la capacidad de percibir más de cien olores diferentes, algo que convierte al olfato en el sentido más poderoso de todos y en una capacidad que nos permite configurar nuestra vida, nuestras emociones, nuestros recuerdos...
