Raoul Walsh

n viejo borracho y medio ciego». Con estas palabras se definía a sí mismo , director, pionero y cofundador de la Academia de Hollywood. No le faltaba razón. El alcoholismo marcó gran parte de su vida, así como su fama de vividor. Sus fechorías nocturnas con mujeres y alcohol de por medio junto a su colega , a quien dirigió en numerosas ocasiones, fueron legendarias. En una ocasión, tras la muerte de , amigo de ambos, Walsh robó el cadáver de la funeraria y lo trasladó a su casa, donde se reunió junto al actor tasmano para que todos pudiesen tomar un último trago juntos. Cuando el alcohol llevó a la tumba al propio Flynn, Raoul Walsh se encargaría de ser uno de los porteadores del féretro. Por otra parte, la pérdida de su ojo derecho se debió a un desafortunado incidente: una liebre asustada por los faros de su automóvil saltó y se estrelló contra el parabrisas, seccionándole el globo ocular mientras conducía por el desierto. A partir de entonces cubriría su cara con un icónico parche. Su estilo sencillo y directo, y su gran conocimiento de la narrativa fueron la impronta que Walsh dejó en algunos grandes clásicos como o . Además, fue un todoterreno del celuloide que intervino habitualmente en la escritura de los guiones de sus películas y dejó su huella pictórica en todos los paisajes y decorados.