: Una buena fragancia es un poderoso cóctel de recuerdos y emociones, aseguró el escritor Jeffrey Stepakoff en su novela Porque lo que una composición aromática nos puede hacer sentir traspasa los límites de lo accesorio. La ciencia lo confirma: las fragancias tienen un efecto sobre nuestro estado emocional, psíquico y espiritual. Desde las primeras civilizaciones, los beneficios de los extractos aromáticos han despertado fascinación y misterio. La perspectiva del tiempo ha hecho que pongamos de nuevo las miras en aquellas sinergias que azuzaban los sentidos, haciendo del acto de perfumarse una ceremonia capaz de disolver desde la falta de confianza al miedo o el estrés.
