En 1938, la actriz y cantante Arletty pronunció una de las réplicas más famosas de la historia del cine francés en la película: «¡Atmósfera, atmósfera!». El contexto no tiene mucho que ver con la manera en que ahora se utiliza, pero cada vez que entro en un bar o restaurante con leds de luz fría, un temblor me recorre la espalda y me acuerdo de ella. No hay nada peor que un parece recién salido de la morgue, un pescado se ve pasado, una ensalada agoniza y una sopa... más vale no pensarlo, además de que la cara del comensal que ha ido contigo y la tuya propia tienen el aspecto de haber pasado la noche en la comisaría. Cuando te atreves a decir algo a los propietarios del tipo «qué bueno estaba todo, pero no os parece que esa luz quizás... no acompaña», normalmente te miran como si fueras una pobre loca o te contestan que sí, que es verdad, pero que los leds fríos salen más baratos y qué se yo... Un local con la luz justa consume y cuesta exactamente igual que uno mal iluminado y, sin embargo, se cuentan por cientos los lugares donde entrar ya te echa para atrás.
Atmósfera, atmósfera
Sep 29, 2023
3 minutos
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