Año/Cero

GÖBEKLI TEPE NUEVOS HALLAZGOS EN LA CUNA DE LA HUMANIDAD

Corría el año 1994, cuando el arqueólogo alemán Klaus Schmidt dio con un descubrimiento asombroso que obligaría a replantearse los conocimientos que teníamos sobre la cuna de la civilización y las fechas que los expertos barajaban sobre el pasado. En el sudeste de lo que hoy es Turquía, cerca de la frontera con la convulsionada Siria, a tan solo 15 kilómetros de Sanliurfa, la antigua y mítica Urfa o Edesa –donde nació el profeta Abraham–, el germano y su equipo sacaron a la luz el yacimiento de Göbekli Tepe, considerado hasta ahora el primer santuario de la humanidad, con una antigüedad de unos 11.500 años

Fue el comienzo de una epopeya arqueológica y un desafío a los estándares académicos, pues en aquel enclave de un remoto pasado se combinaban toda una serie de elementos tan fascinantes como extraños –cultos oscuros, sacrificios, deidades desconocidas, construcciones megalómanas– que exigían una relectura de las creencias, las ceremonias y, lo que es más importante, el grado de evolución de nuestros ancestros cazadores-recolectores, que se creía, hasta entonces, que era infinitamente menor.

Desde ese momento y hasta el día de hoy, Göbekli Tepe y la misteriosa civilización que erigió sus cimientos no han dejado de estar en el punto de mira de todo tipo de expertos y suscitar una verdadera discusión académica, fruto de algunas teorías cuanto menos atrevidas. En el momento en que escribo estas líneas, hace apenas unos días que el yacimiento que descansa desde hace milenios en suelo otomano ha revelado nuevas pistas de su origen y evolución, y claro, todos los apasionados de la arqueología y la historia contienen la respiración.

Según hacía público el Ministerio de Cultura turco en octubre de 2023, un grupo de arqueólogos pertenecientes al Stone Hills Project (Proyecto Colinas de Piedra) descubrió durante unas excavaciones en la llamada Estructura D de Göbekli Tepe una estatua de tamaño natural (de 1,20 metros de largo y 70 centímetros de ancho) de un jabalí sobre un pedestal, elaborada con piedra caliza –el material más utilizado en el sitio– que aún conserva pigmentos de sus colores originales: ojos y dientes rojos y el cuerpo negro y blanco. Según los arqueólogos, podría tratarse nada menos que de la primera estatua pintada de la historia.

«HAY TRABAJO PARA 150 AÑOS»

El cerdo salvaje (otro figura más de la rica fauna del yacimiento) fue encontrado sobre un pedestal decorado con un símbolo en forma de «H» (otro enigma más), una medialuna, dos serpientes y tres rostros o máscaras de forma humanoide. El 9 de octubre de 2023, el profesor Necmi Karul, director del Departamento de Prehistoria de engloba también, entre otros, el yacimiento cercano de Karahan Tepe, donde los arqueólogos también han realizado un sorprendente hallazgo. Conocido en turco como Tas Tepeler, el proyecto se extiende a lo largo de 120 kilómetros y se encargará de 20 yacimientos del Neolítico. Por el momento, los arqueólogos turcos que lo componen, en colaboración con sus colegas alemanes, italianos, búlgaros y japoneses, han comenzado a trabajar en nueve de ellos. Según afirmó Karul a los medios, tienen «trabajo para los próximos 150 años». Lo que saquen a la luz las nuevas excavaciones puede ser otro golpe más a nuestra soberbia.

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