Mi visión acerca de la altura de los hombres está deformada por lo que se miente en las apps de citas (más de 1,70 me resulta un misterio), pero sé que Alan Ritchson es alto. Muy alto…
He quedado con el actor de 41 años en el sótano de la casa donde se hace nuestra sesión de fotos, a medio camino entre Atlanta y su cabaña en Jasper (Georgia, EEUU). Una gran viga enyesada se descuelga del techo del sótano y todos los demás se desplazan bajo ella sin problema, pero cuando Ritchson se acerca a la viga siento la misma tensión que cuando va a pasar un camión bajo un paso elevado. Su melena cobriza casi la roza.
Parece incluso más alto que su metro noventa (lo que serían dos metros en Tinder). Puede ser por el tamaño del resto de su cuerpo: con un mínimo movimiento se puede observar cómo se activan al menos una docena de sus músculos. O también puede ser porque su identidad se ha fusionado con la del expolicía militar Jack Reacher, interpretado por Alan Ritchson en la serie Reacher de Amazon.
El personaje tiene fama de ser enorme. Su creador, el escritor Lee Child, explica que Reacher sigue una larga tradición de escritores masculinos que crean a sus héroes un poco más altos de lo que ellos son: Child mide 1,93. El tamaño es tan importante para el personaje que se recibió con escepticismo que Tom Cruise interpretara a Reacher en las adaptaciones cinematográficas. “Hubo un rechazo por parte de los seguidores de los libros. Querían a un hombre grande”.
Ritchson consigue que cualquiera parezca una hormiga a su lado. Cuando termina de posar para las fotos, pasamos al estudio y nos apretujamos en una sofá demasiado pequeño. En su muñeca izquierda lleva un grueso reloj Audemars Piguet Royal Oak Offshore. En la derecha, dos pulseras de plata; una de ellas, con piedras preciosas, se mueve
