NARCOPOLÍTICA
El proceso electoral que tuvo su punto culminante este domingo 2 de junio fue el más violento de la historia de México y significó la profundización de las alianzas entre el crimen organizado y los representantes políticos, lo que consolida el avance de la gobernanza criminal en varias regiones del país, aseguran expertos en seguridad consultados por Proceso.
La doctora en Ciencia Política de la Universidad de Dukey coautora del libro Votos, drogas y violencia, Sandra Ley, dice que el fuerte aumento de la violencia en este proceso electoral es “la cara más visible" de los niveles de profundización que ha alcanzado el proceso de control económico, político y social de la delincuencia organizada en estados y municipios.
Ley, coordinadora del Programa de Seguridad de México Evalúa, señala que el hecho de que estos comicios hayan sido “mucho más violentos” que cualquiera de los anteriores en la historia moderna del país, evidencia que el fenómeno del crimen organizado como actor político “ha evolucionado y se ha transformado y complejizado".
Hoy, sostiene, “tenemos una clara mayor incidencia del crimen organizado en el ámbito político" y así quedó de manifiesto en el proceso electoral.
Eso ha ocurrido por la incapacidad o por la complicidad del Estado, lo que en