@arodspainmedia
No volverá a suceder. O eso espero. Son muchas las veces en las que se nos han quemado los ajos en esta revista. Y ya sabes como huele.
La que mas cara nos. La revista nació con ambición global y durante dos años imprimimos 25.000 ejemplares en el idioma de Shakespeare. La alegría de ver la revista en los estantes del Barnes & Nobels de Union Square en Nueva York nos costó varios cientos de miles. El olor a ajo quemado aún se siente en Manhattan. Las revistas se imprimían en Murcia –sí, merece la pena imprimir allí y traerlas a Madrid–, de allí venían a la capital en camión. Desde Madrid las enviábamos en castellano a toda España y la edición en inglés a París. En la capital francesa un matrimonio que había logrado hacerse con el liderazgo de la distribución de publicaciones internacionales independientes, la enviaba a los sitios más del mundo. Repito. A las tiendas que más molan del planeta.