A Ángel Borruel, médico naturista, oscense de pro, valeroso defensor de la libertad de conciencia y de expresión, como también lo había sido su ilustre paisano, unos siglos antes.
¿Un Nuevo Orden Mundial?
Aunque no lo parezca, hoy, en pleno siglo XXI, vuelven los fantasmas de un pasado lúgubre de la historia de la humanidad. Un maligno Nuevo Orden Mundial (NOM), impulsado por poderosas élites financieras y tecnológicas, quiere apropiarse del destino de los ciudadanos del mundo, convirtiéndonos en poco menos que esclavos de unos mandatarios embusteros y totalitarios. Crear una sociedad distópica como la que ya anunciaban, en el siglo XX, famosos escritores británicos, como el Premio Nobel Aldous Huxley en su obra Un mundo feliz y George Orwell en su libro 1984 y su “Gran Hermano” que controlaba toda la actividad humana, castigando a los díscolos que mostraban su disconformidad. Un siniestro remedo de la sociedad china actual, modelo para muchos dirigentes del NOM.
Los poderosos que mandan de verdad, los que están por encima de
