Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Dúctil
Dúctil
Dúctil
Libro electrónico87 páginas1 hora

Dúctil

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Se encuentran en esta obra de Branden Neeson dos muy interesantes títulos desbordantes de contínua intriga de carácter embriagantes por los hechos que albergan. En la primera, “Externo“, estaremos en una inquietante historia que se abre con el descubrimiento de unas misteriosas cajas que el protagonista observa cómo son lanzadas en terrenos deshabitados. Elementos que aún traerán más discordia a descubrir lo que hay dentro de ellas, por lo cúal estará inmerso en una oscura trama en la que va investigando las raíces que la componen. En la segunda, “Lateral“, nos hallaremos en el suceso de un compañero de trabajo del protagonista con una obstinación que le consume, por medio de un familiar de este último recibirá informaciones de que le tenía en estas circunstancias. Así, el protagonista se verá involucrado en una misteriosa búsqueda en un distrito inhabitable e intranquilo rodeado de oscuridad y tiniebla.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento25 may 2020
ISBN9780463446911
Dúctil
Autor

Branden Neeson

Branden Neeson; tiene presentado ante el público numerosos thrillers caracterizados por interesantes entramados con un estilo de suspense en las secuencias que los forman. Cuidadoso en la definición de los ambientes de sus lugares, no van involucrando en los sucesos que en estos acaecen, permaneciendo atentos a las acciones que se van fraguando a medida que transcurren. No falta en estos relatos momentos de miedo y delirio, de sorpresa que lleva al sopesar en su ciencia ficción, y increíble momentos que se van sucediendo en sus variadas historias. Acostumbra a dar a sus lectores, desde relatos de género de puro y estiloso suspense, hasta de miedo y asombro, de alucinación, incluso de elaborados párrafos donde se vierten en ellos, partes de interesante reflexión de investigación en algunos de sus relatos.

Lee más de Branden Neeson

Relacionado con Dúctil

Libros electrónicos relacionados

Thrillers para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Dúctil

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Dúctil - Branden Neeson

    Chapter 1. Externo

    Los grupos de los congregados nos echamos para un lado dirigiendo nuestras miradas a un lado del escenario, un hombre se acerca adelante para hablarnos.

    —Por eso os digo, que este es un momento único, que esta es una oportunidad de aprovechar, todos estos productos son importados por nosotros mismos, los hemos traido aquí para vosotros, para que tengáis lo mejor de estas prósperas tierras, de las cúales aquí desconocemos sus riquezas en todo tipo de tendencias, podréis encontrar cualquier cosa que busquéis, todo lo que en algún momento habéis estado buscando, lo tenemos hoy aquí en muy buenas calidades, no tengáis problema en mirar con detalle lo que queráis, cualquiera de nuestros dependientes os atenderá gustosamente. Saber que estaremos aquí por una semana más, pero eso sí, tener en cuenta que si algo os gusta, quizás sea este el momento propicio para comprarlo, debido a que dejarlo para otros días, es arriesgarse a que otro día quizás no podáis encontrarlo. Animaros y pasar a ver cada lugar, aprovechar a contemplar e informaros de lo que se os ofrece, ya os digo que desconocemos lo que estos lugares nos ofrecen, una gama de todo tipo de productos de nuestro interés. Observar los indicadores de las zonas, los varios sectores que hemos preparado para repartirlos en un orden, llevados por los pasillos, podréis ir pasando a ver lo que os hemos preparado. Pasear a vuestro gusto - expone el hombre en alto y grandilocuente.

    Me salgo a caminar para uno de los pasillos, nos estamos aglutinando algunos al paso, pero de momento se camina bien. Me he venido a esta exposición por la sugerencia de un familiar, me había comentado de que habían traido unas remesas de productos de algunos países exóticos que a la gente le estaba resultando atrayente. Van a estar al menos por

    una semana, he dejado correr un par de días para que haya menos gente, pero hoy también hay bastante, aún así podía haber estado más concurrido, en cambio se anda buenamente. Han traido todo tipo de productos, desde ropa, hasta elementos de cocina y decoros.

    Camino por los diferentes tenderetes deteniéndome en uno con un apartado de telas y algunos artefactos de madera. Unos cuantos nos detenemos a observar lo que tienen.

    —¿Cuánto salen estas telas? - pregunta una mujer al tendero.

    —Estas de aquí - dice señalando un grupo - Salen a treinta - comenta - Y estas otras a cincuenta - le indica poniendo la mano sobre ellas - Son todas hechas a mano, de buena calidad - le dice a la señora.

    —¿Y qué tal salen estas a la hora de mantenerlas? - le pregunta la mujer - No sé, las veo que quizás se deshilen - duda ella en su compra.

    —No, no te preocupes, damos un pequeño folleto de como tratarlas, si sigues sus instrucciones, no tendrás ningún problema - le comenta el tendero.

    —¿Esto para que sirve? - le pregunta un hombre al tendero señalando un aparato de madera.

    —Es para hacer cerámicas, sitúas el material encima - responde el tendero señalando las posiciones del aparato - No tiene mucha dificultad, y da la posibilidad de hacer variados objetos - le comenta - ¿Ves? Pones encima, y vas incorporando y sacando por este otro lado - le hace saber.

    —Sí,... - expresa el hombre pensando - ¿Es resistente esta madera? - pregunta el hombre.

    —Sí, sí que lo es - le afirma el tendero.

    Dejo a aquellas personas allí, y me voy caminando siguiendo echando ojeadas a la variedad que veo. Paso por donde se sitúan otros tenderetes, parece que hay algo de más gente por ellos, miran hacia ellos arrejuntados e interesados.

    —¿Por cuánto sale este? - pregunta una mujer.

    —Por sesenta - le responde la tendera - ¿Sabes lo qué es? - le pregunta a la mujer.

    —Un instrumento musical ¿No? - le responde.

    —Sí, eso es - le corrobora - Le das enima de las diferentes secciones y da las notas que precises, está muy bien - le dice.

    —¿Pesa mucho? - le pregunta la mujer mientras los de alrededor nos fijamos también en él.

    —No, mira, puedes cogerlo - le comenta la tendera cogiéndolo ella - No demasiado - le dice pasándoselo.

    —No, parecía más - señala la mujer moviéndolo un poco para dejarlo luego en su sitio.

    —¿Eso es una cometa? - pregunta un hombre.

    —Sí - le contesta la tendera.

    —¿Los materiales, son ligeros? - le formula el hombre.

    —Sí, son muy ligeros, vuela bien - le indica la mujer cogiéndola con sus manos - Tén, compruébalo - le da la cometa a sus manos.

    —Sí - dice el hombre aupándola unos palmos.

    De esta manera, me dedico a ver unos cuantos puestos dándome un paseo, quizás podría haber comprado alguna cosa, pero no veo nada de mi satisfacción, salvo algunos aperitivos que he consumido además de algunas bebidas, me voy con las manos vacías, aunque no debe de ser lo normal, porque veo a bastantes personas con bolsas de compras. Camino pasando por otros tenderetes observando por el recinto.

    Me desplazo por otras demarcaciones de otros tenderetes, recorro unos cuantos, hasta que decido marcharme tras mi contemplación. Salgo para afuera andando con otros que también se marchan a la vez, viendo la tarde despejada que comienza en estos momentos. Transito por los exteriores para ponerme al volante de mi coche.

    Al de un tiempo, ya me encuentro conduciendo por unas carreteras algo alejadas de poco tráfico que dan hasta mi casa. Doy por ellas, con todavía menos que el habitual, que ya suele ser poco. Es una zona que se va alejando de la ciudad que da acceso a un pueblo de unas diez mil personas que somos los residentes, un pequeño pueblo que casi pertenece a la ciudad debido a los pocos kilómetros que nos separan. Una distancia, de cuidadas pero humildes carreteras, inmersas en terrenos de bosques y extensas campas, un terreno de cierta montaña. Circulo con el vehículo fijándome en algunos cambios que han hecho unos cuantos particulares en sus fincas.

    Cuando llevo un rato pasando por estas carreteras, veo un camión que se asoma por otras un tanto paralelas salvo por angostos pasos y otras largas curvas aunque más o menos se sitúan a la par, pero a unas cuantas decenas de metros, calculo que donde le veo está a algo más de cincuenta, en una zona algo más de bosque, algo cubierta por los árboles que por allí abundan, en terrenos de subidas y bajadas. Le voy viendo por unos pocos instantes, y veo que lanza algo tras reducir por el terreno. Me inquieta, porque simplemente pasa, reduce, y tira algo, algo de ciertas dimensiones, pareciendo costosa esta tarea. Miro para el camión por unos cuantos momentos más, pero veo que coge algún desvío de aquel entramado

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1