Un Muerto Corazón, el Mío
Por Stanislas Kazal
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El Muerto Corazón (Depósito legal julio de 2008) era un libro clandestino vendido bajo el manto a la salida de prestaciones en el bajo mundo parisino y bordelés hasta 2010. Esta es una reedición final de este libro raro y agotado (coleccionista) donde el desgarro y revuelta se confundían. Por lo tanto, este opus se basa en otro publicado por autor de manera clandestina en 2008.
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Un Muerto Corazón, el Mío - Stanislas Kazal
Un Muerto Corazón, el Mío
Canciones, Poemas, Novelas
de Stanislas Kazal
Depósito legal BNF 2008
Para mi hija Paolina
En memoria de Jean-Michel Pacari
Editor El Satélite
Sumario
––––––––
Prefacio e introducción pág. 4
Advertencia pag.8
Prefacio pág. 10
El nacimiento de Stanislas Kazal pág. 13
K va a ver a Momo quien no lo ve pág. 18
Exploradores de lo cotidiano pág. 28
Jacadi pág. 30
El Cuasimodo pág. 32
Madame Saugrenue pág. 34
Jane Pag. 36
Marina pág. 38
Ella es filósofa a sus horas pág 40
El premio Nobel pág. 42
El fantasma de Staline Palace pág. 44
El vagabundo y su violín pág. 46
El verano indio p 48
La aparición pág. 52
La guerra de bares pág. 54
El hombre de Java pág. 56
La estación San Juan pág. 58
Felinos para el otro pág 60
! Guau, guau! pág. 62
El ausentismo escolar pág. 64
La introducción a Régulus pág. 66
El año de todos los peligros pág. 67
Las confesiones de un niño de ningún siglo pág. 69
¿Qué pasó con nuestro adolescentes rebeldes? pág.71
¡Basura en el verano! pág. 76
¡Eres bella cuando comes! Pág. 78
Desolación pág. 85
Epílogo y conclusión pág. 87
Prefacio e Introducción
Me acuerdo de Stanislas KAZAL, lugar de la victoria, hablando de Francia- cultura y de la Radio Campus Bordeaux con exquisitez.
Me acuerdo de Stanislas KAZAL en casa de nuestro amigo P., degustando de las ostras con deleite.
Me acuerdo de Stanislas KAZAL contemplando a su musa con ojos de mar.
Me acuerdo de Stanislas KAZAL sumergiendo sus labios en una copa de vino tinto.
Me acuerdo de Stanislas KAZAL, sentado en un sillón Voltaire hablándome de su hija con devoción.
Me acuerdo de Stanislas KAZAL bajando lentamente la escalera de piedra de un sótano bordelés... ahí él iba al reencuentro con Marina y con el fantasma de Staline Palace surgiendo de su Polonia de antaño.
Sentado en el suelo, platicó con Quasimodo sobre capuchinos, oliendo el aroma de un chiche-kebab.
De texto en texto, retornaba a los acentos de Brel, la fuerza de Ferré y los acordes furiosos del rock de los años 70. Luego Brassens y Gainsbourg también hicieron una interrupción.
Fuertemente intimidada por esta asamblea, escuchaba la voz, veía el cuerpo de este narrador, de este poeta tallador de palabra, construir un mundo donde el alba gris de la ciudad fangosa se codea con las encrucijadas de celestiales estrellas salpicadas en el cielo. Las palabras, en sus labios se convertían en piedras preciosas y las frases se producían en azules, rojas, amarilla abiertas. Tantas palabras, tantas revueltas contra un mundo sordo al deseo de vivir, un mundo embriagado de sus certezas, donde el artista no tiene derecho a la palabra.
Un mundo que rompe las piedras preciosas, un mundo que se condena.
Escuchar a Stanislas KAZAL es decir no a la dictadura del bien pensar, del bien sentir, del bien decir. Pensar, sentir y decir, tres ámbitos que el ser humano deberá comprender con sabiduría, justicia, ternura, amor y prudencia.
Escuchar a Stanislas KAZAL es reconocer la autenticidad de la lengua. Las palabras suenan como estrellas que gritan en el cielo.
Sueño de justicia acaricia a un mundo difamado al lugar donde nadie osa situarse.
Sueño de amor donde el otro se construye, y se convierte en refugio. Sueño de otro lugar donde lo imposible será el futuro del género humano.
Escuchar a Stanislas Kazal es dar una mirada lucida al mundo que nos rodea.
Con amor.
Con humor.
Allá donde se confunde ternura con burla.
Allá donde se avecina la sombra de una verdad.
––––––––
Allá donde, la emoción rompe la estupidez.
Mirar a Stanislas KAZAL, es saber que la memoria es la matriz de los sueños.
Mirar a Stanislas KAZAL, es construir un cuerpo a la luz de un sonido.
y que el sonido sea la luz
Mirar a Stanislas KAZAL es ver el mundo expandirse.
Cortarse en volutas, que estalla en un golpe uppercut, resolverse en una ruptura sintáctica.
A: el cuello: ¡tres pequeños giros en cada dirección!
El rostro: ¡una buena manzana vieja y arrugada!
Los hombros: los rodamos de atrás hacia adelante y a la inversa.
Los codos: giran alegremente sobre ellos mismos.
Las muñecas: también hacen pequeñas marionetas.
La cintura: adelante, derecha, atrás, izquierda, y atrás.
La pelvis: adelante, derecha, atrás, izquierda, y atrás.
Las caderas: Las piernas juntas, tirar una pierna tendida a un lado, y luego llevarla de nuevo lo más lentamente posible, hasta la posición inicial. Lo mismo para la otra pierna; mantener la pelvis fija.
Los abductores, la flor de Loto. Sentado en el suelo, las plantas de los pies unidos, las rodillas separadas, inclinarse hacia adelante, la espalda plana, la cabeza en la prolongación del busto.
Tocar el suelo con la frente, si es posible.
Las rodillas: adquirir el equilibrio en una pierna. El otro muslo en horizontal. Dejar colgar la pierna.
Girar la rótula, en una dirección y luego en la otra. Y descansar.
Los tobillos: pierna estirada, rotar el tobillo en una dirección y luego en la otra. Y descansar.
Los talones: retroceder sobre los talones, lo más lejos y lo más rápido posible.
Los dedos de los pies: recorrer la distancia anterior, llevando los dedos de los pies para poder avanzar.
Agarra un lápiz con los dedos de los pies.
Finalmente, posición de descanso:
Sentado en los talones, cabeza abajo en las rodillas, palmas de las manos en el suelo.
Empujar sobre los talones, lo más lento posible. Sentir todas las partes del cuerpo, anteriormente calentados, retomar su lugar de la imagen corporal.
¡ESTO FORJA EL CUERPO!
Stanislas KAZAL, de hecho, la amarga experiencia sufrida, ¡varias veces por semana!
Ya que él había cumplido las pruebas ya mencionadas, tenía derecho al refinamiento superior.
Le recordaron que tenía una voz.
Para un cantante, es normal, en fin, al parecer...
Para él... ¡al menos!
Una O, puesta en el vientre.
Una A, en el torax.
Una I, en la cabeza.
¡Eh, peor que, todavía!
Es necesario saber que según ciertas leyes en vigencia. Ello puede cambiar. Y eso en cualquier momento.
En contra de toda expectativa, KAZAL aun indomable, no dijo nada. De hecho, cuando la punta del lápiz lo puso entre los dientes, su capacidad legendaria a protestar fue reducida a nada.
¡ESO, AL AIRE DE LA NADA, PEOR ELLO DA UNA VOZ!
Pronto se le estiraron los labios. Las sílabas salieron de su boca. Las historias de amor, como los insultos contra la estupidez ambiental, llenaron el espacio.
Y
Stanislas KAZAL habló. Su cuerpo habló. A fuerza de una reunion . Se pusieron de acuerdo.
¡ESTO ESTUVO A