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La Sombra De Karen
La Sombra De Karen
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Libro electrónico326 páginas5 horas

La Sombra De Karen

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La vida en su gran dimensin, nos ofrece caminos, y el poder de dialogar en este contexto acompaados de una amalgama de ideologas que son capaces de transportarnos, y darnos una posesin de marcada tendencia, que puede lograr su propio objetivo si no cuidamos frreamente nuestra identidad como cristianos que somos, y en verdad estar preparados en saber la realidad de la fe, que al nacer nos acompaa por herencia paterna, indistintamente de la conviccin que se lleva y se profesa en el alma como contribuyente del espritu, como fue y sucedi en la historia de los Norris.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento17 mar 2015
ISBN9781506500898
La Sombra De Karen
Autor

Octavio Fernández Heredia

En aquella Ciudad donde crecía, solo fue navegar en ese espacio como joven que era, y a la vez conocer lo increíble de la verdad mientras salía de esa etapa de la vida, donde alrededor de la magia de una doctrina diferente, un pequeño grupo de amigos que me habían invitado a formar parte de ese conjunto para conocer lo que ellos profesaban, y aun conociendo la mía, la curiosidad me llevo a marcar las grandes diferencias para hacer mi propio juicio al respecto, donde por cuestiones de lo mismo, en materia de fe, coincidía en que un buen Cristiano, no es un buen Gnóstico, igualmente un buen Gnóstico no es un buen Cristiano, un tema que me lleva a otro para conocer algo más que la vida nos ofrece en otros planos de la existencia en el mundo, y es de lo que estaremos conociendo en este documento.

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    La Sombra De Karen - Octavio Fernández Heredia

    Copyright © 2015 por Octavio Fernández Heredia.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2015903348

    ISBN:   Tapa Dura                978-1-5065-0090-4

                 Tapa Blanda             978-1-5065-0088-1

                 Libro Electrónico   978-1-5065-0089-8

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

    Fecha de revisión: 10/03/2015

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

    Gratis desde México al 01.800.288.2243

    Gratis desde España al 900.866.949

    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    705587

    Índice

    Prologo

    La Sombra De Karen

    Cristian Recuerda A Su Madre

    La Cremacion De Karen Norris

    El Portal De La Noche

    El Mensaje Del Abuelo

    El Encuentro Con Verónica

    Verónica Discierne La Mente De Ellos

    El Aro De Luz

    Maleficas Premoniciones

    Las Cadenas Del Pasado

    La Promesa De Volver

    De Un Plano Al Otro

    El Beneficio Del Perdón

    Cuatro Meses Después

    El Parto

    Descubriendo La Verdad

    Verónica Rompe Las Ataduras

    Regreso A Casa

    El Triunfo De Verónica Mujer Magica

    El Tiempo Fue Construyendo Sus Caminos

    Tres Dias En Casa

    La Gran Espera Y La Espera Anhelada

    Lo Esperado Y Lo Inesperado Del Momento

    Prologo

    Quienes consideran que la vida es un juego en las manos del tiempo, están siendo arrebatados por la ignorancia de la misma existencia que no se toma en serio, para avanzar en ella con la conducción, en las manos fuertes de un hombre sensato.

    La vida de Cristian Norris fue el ejemplo claro de lo que ambicionó hacer con su existencia, cuando después al descubrir que en el seno de la familia, es interrumpida la poca felicidad que reinaba por el solo hecho de que un hombre como el que se mencionó anteriormente, destruye toda su apariencia de ser el hombre que pretendía ser, el embarazo de su hija Karen la mayor, la que auxiliaba su madre con una enfermedad terminal, había caído en el deseo de este hombre que la engaño para siempre, dejándola embarazada, y arrebatándole así el futuro que Cristian su padre; aseguraba que ella lo tenía con él, a su lado.

    El odio y la venganza afloraron de su alma y corazón de manera profunda, y lo había dicho el día que Karen le contara la verdad, porque para ella era obvio tener que hacerlo cuando a los tres meses se diera a notar lo abultado de su vientre, no había otra alternativa, Karen era la pieza principal en esa familia, fue a la vez como la madre de los hijos de su madre, y eso era lo que Cristian su padre, no lo soportaba, porque en esas condiciones y a pesar de todo, Karen no le dio a su madre la espalda, así estuvo con ella hasta el final y lo más triste, hasta el mismo final de su padre recluido en un sanatorio.

    Cristian muere con la fuerza de la venganza en su corazón, envuelto en el pensamiento de Karen que se vio reflejado en los años siguientes, cuando ella por circunstancias ajenas a su existencia se ve involucrada, e intenta luchar en contra, sin saber al final cual verdaderamente fue su objetivo, o si lo cumplió, porque siendo la mayor de la familia, tenía que ver por sus dos hermanos que al crecer tuvieron que salir de la ciudad para hacer sus propias vidas, al margen de lo que ellos habían visto en ella y no querían verse envueltos en la complicada vida de su propia hermana que siempre vieron en ella, y fue lo mejor para ellos dejarla hacer su propia existencia, rodeada de cierto misterio.

    Cuando una vida nace de sus entrañas, llega con la sucesión de transmisión de pensamiento concebida por la línea directa de Cristian que se convierte en abuelo, con su ausencia por ser un fallecido mucho antes de este acontecimiento, se ve envuelto en el presente de su hija Karen y su primogénito, al que se le bautizo con el mismo nombre, Cristian Norris.

    Los hechos realizados en esta historia forman parte de una realidad en el mundo denominado cuarto nivel, al llamado por muchos el mundo de los viajes astrales, donde nos relatan los involucrados en esta historia, donde, porque, y con qué fin lo realizaron.- Haciendo un viaje de estos sabremos nuestro pasado y conoceremos nuestro futuro.

    El Autor

    Jan-2013

    La Sombra De Karen

    Después de cuatro meses de estar postrada en una cama normal, ya que no contaban con los recursos económicos que dieran esa última oportunidad de cuando menos llegar al final de su existencia de una manera más cómoda, fue la triste historia de una mujer que había dado a luz a un solo barón y que al morir, su hijo estaba cumpliendo sus doce años de edad.

    La tarde estaba empañada por gruesos nubarrones que estaban amenazando con descargarse con fuerza, ya que los relámpagos no dejaban de reflejarse sobre las cortinas de la ventana en la recamara donde yacía en sus últimos momentos Karen Norris que agonizaba ante los ojos de algunos familiares más cercanos y su hijo que estaba junto al hombre que lo había aceptado como su verdadero hijo cuando conoció y se enamoró de Karen hacia seis años atrás, cuando se conocieron en la misma empresa donde trabajaron juntos, hasta cuando le diagnosticaron a ella un problema serio de salud que fue postrándola conforme evolucionaba el problema hasta dejar de tener algún movimiento, solo sus ojos pesados que los movía en todas las direcciones con gran esfuerzo.

    Ese día cuando los fatales pronósticos del médico sobre la salud de Karen, Elio, su carismático esposo había comprado un pequeño detalle para su hijo Cristian, para que no pasara desapercibido su cumpleaños y a manera de que el tuviera una sorpresa, lo coloco debajo la almohada de su cama.

    El reloj marcaba inexorable las horas y Karen empezó con fuertes convulsiones que la hacían mover y por lo fuerte de los estremecimientos, sacudidas que hacían de un lado para otro involuntariamente su cabeza, y los que estaban presentes en esos momentos eran Elio su esposo, Cristian la observaba desde la puerta con tamaños ojos de asustados por lo que estaban recibiendo en esos momentos al ver que su madre estaba dejando de existir.- Al lado de su lecho la hermana mayor de nombre Carolina y sus hermano Leonardo que habían llegado por la mañana para visitar a su hermana que no imaginaban lo serio de su enfermedad.

    Horas antes el médico de cabecera había dicho que no pasaría de las siete de la noche, y el tictac del reloj estaba marcando las seis treinta de la tarde, cuando con una sonrisa dibujada en su rostro la veían partir, dejando este espacio que se le había prestado y lo dejaba en esos momentos para siempre.

    Un grito salido de la garganta de su hijo, dejo atónito a los que estaban junto a su madre, el chillido de su voz, había lastimado ligeramente su garganta, no podía contener aquel sentimiento profundo de sus entrañas, y lo descargo de esa manera, que tuvo que ser tranquilizado por Elio su padre que se abrazó de el con tal fuerza que no lograba contener aquellos sollozos, su corazón de niño estaba abatido por la pérdida de su madre.

    Mientras Elio acompañaba a su hijo, Carolina y Leonardo extendían una sábana blanca sobre el cuerpo de su hermana Karen que todavía se dejaba ver la sonrisa reflejada en sus labios. Es raro que una sonrisa quede reflejada en los labios de alguien que deja este mundo, sin embargo en el caso de Karen, que había aceptado esa enfermedad con paciencia y el amor de su esposo, podría decirse que algo maravilloso podría haber visto antes, y que la animara sin temor a lo que vendría después, ya que dejo su último suspiro con gran tranquilidad en el mundo de los vivos, para regresar a casa desde donde había salido para dejar testimonio de su presencia en la tierra, esto sucedía mientras afuera parecía que las nubes habían venido por ella, envuelta entre los relámpagos que parecía le acompañaban en su viaje como abriendo los espacios sin saber cuál habría de ser su destino, aquella sonrisa podría tener muchos y misteriosos significados en el mundo de los vivos, ignorando el mundo de los muertos.

    Con la mirada fija en aquel cuadro triste por la separación de su madre, Cristian quedo en silencio con su rostro proyectándolo fijamente sobre la esquina del cuarto, que sin parpadear un instante, hacia al mismo tiempo el esfuerzo de estimular sus labios, intentando dibujar algo así como una leve sonrisa.

    Quizás Cristian estaba extasiado por lo que estuvo presenciando y que serían momentos que no olvidaría jamás de los jamases porque a sus doce años, su desarrollo intelectual estaba alcanzando un grado de madurez que para él era fácil de entender, aun sin comprender a todas luces por qué tener que dejar aquel enorme vacío en su corazón.

    Cristian estaba de pie sobre el umbral de la puerta de la habitación donde había visto lo que nunca debería de haberlo hecho a su corta edad, no dejaba de gravar en su mente todo el panorama que había a su alrededor.- Su Madre tendida sobre la cama cubierta toda con una sábana blanca, mientras que el reflejo de los relámpagos seguían dando unos momentos entre sombríos y de esperanza, todo estaba en la mente de quienes permanecían en el lugar, era una tarde lluviosa y sus tíos aún permanecían al lado de la cama y Elio estaba con el teléfono comunicándose a la Agencia Funeraria más cerca para los trámites correspondientes.

    Al terminar cuelga el auricular y dirige su mirada hacia su hijo que lo veía estático e inmóvil a un lado de la puerta de la recamara, donde sin dejar de ver como un obsesionado a la esquina sobre el lado derecho del cuarto, Elio sintió miedo y se acercó a su hijo para preguntarle si se sentía bien, y sin recibir respuesta alguna, Elio su padre, se coloca de rodillas frente a su hijo y colocando sus manos amorosamente sobre los hombros de su hijo, repite la pregunta.- Hijo ¿estás bien?

    Un silencio absorbe la interrogación y subiendo el tono de su voz más fuerte pregunta de nuevo de esta manera.-¿Qué tienes hijo? ¡Contéstame! Como sacado de un espacio donde parecía estar viviendo en otra dimensión, se deja caer sobre los brazos de su padre, rompiendo de nuevo en llanto.

    Elio lo carga en sus brazos y lo lleva a la recamara de su hijo y recostándolo, lo cubre jalando la sobre cama del lado izquierdo para que descansara de los hechos que había presenciado, y saliendo de la recamara escucho el ruido de un auto que se estacionaba, cuando se abrió la puerta principal de la casa, se dio cuenta que venían por el cuerpo de su esposa Karen.- Era la carroza de la Agencia de Inhumaciones Lombardo la que se encargaría de todos los trámites correspondientes de los que con mucho tiempo Karen tenía previsto, sin imaginarse que tan pronto haría uso de eso.

    El agente de la Agencia de Inhumaciones Sr. Anastasio Fuentes se dirige con Elio quien fue quien abrió la puerta para firmar los documentos que traía entre sus manos para llevar a cabo el servicio de cremación del cuerpo de su esposa Karen.

    Cristian se había quedado profundamente dormido en esos precisos momentos, de manera que cuando se despertó, por inercia aventó la sobrecama que tenía encima para incorporarse rápidamente y salir del cuarto para dirigirse al lugar donde estaba con anterioridad.- La sorpresa para él fue grande al ver que el cuarto de su madre estaba completamente en orden, es decir sus tíos habían hecho algunos cambios para que no se viera como estaba, dando un aspecto desagradable y sombrío por decirlo de esa manera.

    La noche de ese día acompaño la tristeza de la familia, esa familia que no verían a sus amigos y compañeros hasta el día de los servicios fúnebres para verla por última vez, para después dejarlos solos en aquel silencio, donde solo los recuerdos habrán de llenar sus corazones que han sentido la severidad de la vida, que habrá de quedar marcada por el restos de sus días, más en aquel que al darse cuenta de haber perdido el amor de sus días.

    Cuando Cristian se hizo presente, se dio cuenta de los cambios mencionados y su primera pregunta fue.- ¿Dónde está mi madre? Carolina y Leonardo su tíos se quedaron sorprendidos por la pregunta de su sobrino mientras que Elio su padre se le acercaba para darle una respuesta que lograra entenderla.- Sabes hijo.- Tu madre se ha marchado a un lugar maravilloso llamado cielo, y no estará más entre nosotros, me entiendes? La respuesta de Cristian tardo en llegar mientras que Elio y los tíos que estaban presentes observaban con toda calma y esperaban una respuesta.

    En la mente del niño pasaban un sin fin de preguntas incomprensibles para él.- Carolina, Leonardo y Elio, esperaban que Cristian dijera algo que hiciera poder entenderlo pero no fue así, las palabras del niño lograron confundir los sentimientos de ellos que esperaban algo congruente, cosa que no fue así.

    ¿Porque te quedaste tan serio? Pregunta Elio a su hijo.- ¿Ustedes creen que mi mama se marchado? La respuesta de Elio no se hizo esperar.- Claro que si hijo, no estará más entre nosotros y tienes que aceptarlo, tienes que ser un niño fuerte y nosotros estaremos para ayudarte.

    Cristian acomodo sus pensamientos tal y como lo había visto un día antes aun cuando la recamara había sido acomodada de otra manera con el afán de no estar viendo el lugar que había ocupado muchos meses.- La mente de Cristian volvió rápidamente al pasado del día anterior y fue quedándose exactamente con la misma imagen en el momento en que su madre había dejado este mundo de los vivos, solo que para él no era así, de frente y sobre la derecha como había estado el día anterior, su mirada fija estaba recordando aquello que jamás se imaginaron Elio y los tíos de él, porque estaba así totalmente inmóvil en ese momento.- Elio volvía a mortificarse de ver a su hijo como lo había visto el día anterior.- Que es lo que estás pensando hijo? Pienso lo que ustedes no piensan y creo lo que ustedes no creen papa.- ¿Porque dices eso hijo? Porque estoy reviviendo el día de ayer y estoy viendo lo que ustedes no pueden ver.- ¿Y qué es lo que nosotros no podemos ver? Cristian sentía que aquello que tenía frente a sus ojos poco a poco se evaporaba y eso lo hizo concretamente entrar en sí y salir corriendo para dirigirse a su cuarto.

    Elio, Carolina y Leonardo se vieron extrañados por la actitud del niño que ellos vieron una situación comprensible y a la vez enigmática por lo que había dicho anteriormente, de manera que así dejaron las cosas sin darle mayor importancia a lo que habían experimentado en esos momentos.- Cristian, entro a su cuarto y se dejó caer boca abajo sobre la cama jalando su almohada con su mano izquierda que al abrazarla, se dio cuenta que algo había tocado, retira la mencionada almohada y se da cuenta que había debajo de ella una pequeña cajita envuelta en papel regalo con una etiqueta que decía.- Para Cristian de su Mama.- Cuando termino de leer sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas que derramaba de manera incontenible, ese regalo no dejaría cerrar la herida que tenía por la pérdida de su madre, sabiendo que quizás su padre y tíos no le entenderían su sentir tan profundo que estaba viviendo.

    Con el regalo en sus manos, lo contemplaba a la vez aludiendo.- Como es posible que mi madre se haya acordado de mi cumpleaños cuando estaba inmóvil y postrada en su cama, sus dedos acariciaban aquel obsequio que no tenía la menor idea que pudiera ser lo que tenía entre sus manos.

    Al fin los sollozos cesaron y sus lágrimas se detuvieron y empezó a separar el papel poco a poco queriendo adivinar la sorpresa que había dentro.- La puerta había quedado ligeramente abierta cuando Elio su padre entro para ver a su hijo.- Cristian seguía quitando el papel y cuando termino de hacerlo, rompe el sello que traía puesto para impedir que el contenido fuera a salirse de su estuche; con cuidado abre lentamente y al quedar abierto no se contuvo y con voz fuerte grito a su madre como si la estuviera llamando.

    En ese momento algo inesperado para padre e hijo que estaban sentados sobre la cama admirando el reloj que le había dejado su madre antes de morir, quedaron sorprendidos porque en ese preciso momento sucedió algo que para ellos fue totalmente inesperado.

    Un soplo moderado cerró lentamente la puerta que había quedado ligeramente abierta y solo Cristian se daba por enterado, al saber que su madre estaba ahí con ellos y que sin verla su pensamiento estaba en contacto con el de ella, mientras que Elio, no se daba por enterado.

    ¿Te gusto el regalo? ¡Mucho! Responde Cristian, a la vez que su padre se pone de pie y lo invita a salir de la habitación.- ¿Te gustaría ir a comer? Creo que si dice Cristian con una voz apagada.- Vente vamos a invitar a Carolina y Leonardo para que nos acompañen.

    Saliendo de la habitación pasando por un corto pasillo que da directamente a la sala, se dejaban escuchar las voces de sus tíos que comentaban todavía sobre lo que tendrían que hacer en los próximos días después del sepelio de Karen Norris.- Cristian y yo los invitamos a comer, ¿les gustaría acompañarnos? ¿Porque no? responde Carolina, seguido de su hermano.

    Camino al restaurant en la vagoneta de ocho pasajeros que tenía Elio, con Cristian en el asiento del copiloto y los tíos cómodamente sentados en los asientos de atrás, desde donde preguntaban a Elio a que restaurant irían a comer; a lo que Cristian respondió por su padre.- A uno de los mejores para que se lleven de recuerdo este momento inolvidable, la fecha de cuando murió mi mama y al mismo tiempo cuando cumplía sus doce años su hijo Cristian.- Tía Carolina es muy grande la ciudad dónde vives?

    Porque lo preguntas responde Leonardo.-Te gustaría irte a vivir con nosotros? Cuando termine mis estudios de preparatoria y busque una carrera que se acomode a mis posibilidades; dice Cristian sin referirse a Elio, que atento escuchaba la conversación.- Bueno, dice Carolina, cuando estés listo nos avisas y así un tiempo podrás estar conmigo y otro tiempo con Leonardo, de esta manera te apoyaremos si decides irte con nosotros.- ¿Y tu esposo que ira a pensar tía? ¿Ira a querer? ¿Y Tú esposa tío? ¿Tú crees que quiera?

    Cristian estaba sutilmente averiguando cual sería la opción, tendría que seguir con esa interrogación mientras la segunda etapa de educación escolar estaba a la puerta, estaba queriendo descubrir los caminos más seguros para tenerlos como base para su futuro y esta fue su primera incursión, precisamente con sus tíos, que los veía y los escuchaba muy seguros en ese momento, tendría que llegar otro, cuando ellos lo consultaran con su propia pareja.

    No te apresures hijo, dice Elio, falta tiempo y yo estaré ahí para apoyarte. Cristian se sumió al instante en su silencio habitual y dice a su padre.- ¿Hice mal en preguntar? ¡No! para nada, dice Elio quien sigue diciendo.- No te preocupes tan pronto como lo vas hacer hijo, las cosas llegaran y llegaran para ti en tiempo de hacer lo que sea para que tú seas un alguien importante.

    Hemos llegado, este es el restaurant al que le gustaba a Karen que viniéramos a comer o cenar los tres de manera que la seguiremos recordando hasta con el platillo simple que a ella le gustaba.- ¿Te recuerdas hijo? ¡Cómo no! yo voy a pedir su platillo, ese que tanto le gustaba.- ¿En serio sabes cuál es? Pregunta Leonardo diciendo.- Porque le gustaban algunos platillos y entre esos era uno muy especial para ella.- ¡Pollo Parmesano! Dijo de pronto Cristian.

    Habían recorrido algunas calles para llegar y durante ese trayecto, Cristian antes de empezar hablar traía en su mente la imagen viva de su madre que hasta antes de enfermarse, no dejo de llevar una relación con su hijo del todo llena de juegos y diálogos vivenciales que hiciera a su hijo entender como llegarían los días nuevos para él.

    Cristian Recuerda A Su Madre

    Karen era amante de la lectura y siempre tenía en su buro un libro, y el ultimo que dejo poco más o menos para terminarlo fue el de un escritor desconocido para ella, pero que el título de ese libro fue lo que le llamo la atención cuando un día salió de compras y lo vio en una estantería de libros baratos y que sin averiguar mucho lo deposito en el carrito donde traía el mandado de la lista que tachaba cada vez que encontraba lo apuntado.

    De regreso a casa calculando que Cristian estuviera por llegar, ella acomodaba el mandado segura que de un momento a otro él estaría pisando la entrada para gritarle como siempre ¡Ya Llegue! Para después correr a abrazarla y estamparle un tradicional beso en la frente.- Quedaba pendiente una de las bolsas por acomodar y en ese momento llegaba Cristian y realizar lo que contaba anteriormente.- ¿Te ayudo? Por favor hijo falta una bolsa nada mas.- Esta bien yo lo hago mientras tus doblas las vacías.

    Al terminar de sacar las cosas de esa última bolsa, Cristian se da cuenta que en el fondo venia un libro al que le llamo la atención.- ¿Mama, compraste un libro? Si hijo ¿porque? No has terminado de leer el que tienes.- Ya lo sé hijo, solo que este me gusto el título y lo leeré después.- Esta bien, ¿dónde lo pongo? Sobre mi cama para verlo y guardarlo.

    En ningún momento se nombró el título del libro que le había gustado a Karen y al final, solo doblaron las bolsas para aguardarlas en una pequeña alacena de la cocina.- ¿Que comiste en la escuela hijo? A que no sabes que nos dieron.- Si no me lo dices no sabré.- Por primera vez desde que yo me acuerde, hoy nos dieron de comer espagueti con carne.- ¿Te gusto? No tanto.- ¿Porque? Bueno, si me gusto.- Por fin te gusto o no te gusto.- Bueno pues como te diré, como que sí y como que no.- ¿Porque si y porque no? realmente me supo raro, como que no tenía el sabor. A lo mejor te lo dieron sin calentar y los ingredientes estaban fríos y realmente saben mal.- Creo que le atinaste mama, si cierto ahora me recuerdo que no estaba caliente.

    Entonces como te lo comiste ¿caliente o helado? No se cómo me lo comí mama, ya me revolviste.- Hijo nada más piensa despacio como te lo comiste porque por estar platicando con alguien se te debió haber enfriado, sí o no.- Tienes razón mama creo que así fue.- Crees o así fue.- vuelve a preguntar ella.

    Karen tenía como regla propia, hacer que su hijo pensara al mismo tiempo, en los dos tiempos pasado y futuro como futuro y pasado y esto le daba a Cristian, tener una mayor agilidad mental, para discernir cualquier acción que se le presentara en el camino que habría de seguir más adelante.

    Cristian recordaba que ese día fue de los últimos que vio a su mama feliz, sin saber qué días después le llegaría un primer dolor de espalda que no soportaría y tendría que ser atendida por un doctor en la sala de emergencia de la primera clínica que se les atravesara en el camino, y fue la de la Cruz Roja del Centro la que estaba más cerca y la atención que recibió esa primera ocasión, fue de lo más humilde ya que no contaban con los instrumentos necesarios que requerían para el caso.

    Cristian seguía con todos los recuerdos, y se llenaba de tristeza recordar a su madre, como lo veía con aquellos ojos de sufrimiento.

    El medico de turno alcanzo a controlar el dolor que la llevaba debilitada cuando le pregunto a la paciente que le dijera del uno al diez que tanto era su dolor, a lo que Karen balbuceaba con claridad que para ella era más de diez. Al escuchar esto, el doctor salió de la estancia y se dirigió a la farmacia de la Delegación de la Cruz Roja para solicitar una dosis de morfina de 10 mg para suministrársela a la paciente por vía subcutánea que estaba Internada de emergencia para de esa manera contrarrestar el dolor.

    Media hora más tarde después de estabilizarla, el médico de guardia sugirió que la internaran para una serie de exámenes en el Hospital de su preferencia, porque era necesario practicarle una resonancia magnética inmediatamente.- ¿Tienen algún especialista en la mente? Pregunto el medico.- No en este momento.- Bien, seguía diciendo el doctor llévenla con el Dr. Nicolás Herrera, este será el medico de mi referencia como principio para darle entrada a los estudios que necesita, hagan el favor de esperar quince minutos más mientras hago la orden de internarla para que pueda valerse por sí misma y sigan mis instrucciones.

    En la auscultación que se le practico, el medico se dio cuenta que el problema no sería fácil de erradicar y fue la razón de tomar esa decisión de mandarla con un especialista.- Cristian, Cristian hijo te quedaste en silencio y estamos listos para ordenar; Elio decía a su hijo que lo vio de repente con la mirada perdida en el infinito de sus pensamientos.

    Perdón, es que se me dejaron venir muchos recuerdos de mi mama y no quería dejarlos ir, aunque todavía están.- ¿Que pedimos? Faltas tu hijo, dijiste que pedirías lo que le gustaba a tu mama y ya lo pedí por ti, ¿estamos de acuerdo? Si papa, gracias.

    La mesa que escogieron era la misma de siempre para ellos tres en el pasado, con un mantel de color rosa primavera, al centro una vela trabajada manualmente sobre un pequeño plato de cristal cortado con desnivel a manera de poder observar La vela al centro adornada de fina naturaleza muerta, que a la vez se antojaba apreciarla porque la luz de la vela reflejada en el cristal, despedía un centenar de pequeñísimas luces sobre el mantel de color rosa primavera.

    Cristian no podía disimular su tristeza, sabía que era una de las cosas que a su mama le gustaba y cuando observaba la luz de aquella candela en el halo de la flama parecía estar viendo algo que le invitaba a seguirla viendo.

    La imaginación de Cristian se había desarrollado de manera vertiginosa, ya que estaba al parecer imaginando que dentro de la luz de la flama estaba el rostro de su madre que le sonreía dulcemente, sus tíos y Elio, no se daban por enterados, estaban enfrascados en que después de comer pasarían por la Agencia de Inhumaciones para ver cómo serían todos los servicios de su querida esposa Karen.

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