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¿Coincidencias O Diosidencias?
¿Coincidencias O Diosidencias?
¿Coincidencias O Diosidencias?
Libro electrónico104 páginas3 horas

¿Coincidencias O Diosidencias?

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Los textos ofrecen reflexiones respecto a sucesos extraordinarios o cotidianos. Los hay placenteros y divertidos. Otros donde la violencia y el drama están presentes. Se deja abierta la interpretación de las causas que marcaron el final de cada historia. Sea que profese alguna religión o ninguna.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento26 jul 2019
ISBN9781506529653
¿Coincidencias O Diosidencias?
Autor

Andrea Saldaña Rivera

Andrea Saldaña Rivera. Escritora mexicana radica en San Luis Potosí, S. L. P. Esta publicación incluye sueños, vivencias y ficciones. Ha incursionado en poesía, narrativa, ensayo, biografía y literatura infantil. Agrega una muestra de sus textos para análisis literario y pictórico. Se le han otorgado Reconocimientos nacionales e internacionales como profesional, escritora y poeta. Ejerce su oficio con un amplio concepto de la libertad y los derechos humanos, ambos, su guía e inspiración.

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    ¿Coincidencias O Diosidencias? - Andrea Saldaña Rivera

    IN MEMORIAM

    En recuerdo del Pbro. Pablo Ortega. Fue Párroco de la Iglesia de la Santa Cruz en la ciudad de San Luis Potosí, S. L. P. en México. Su bendición y oraciones nos acompañan desde que le conocimos, en 1968

    y

    Para las personas que amé, para las que me amaron y para aquellas que permanecieron. Para quienes se alejaron, pido a Gandhi nos regale sus palabras, No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores., yo, atesoro y agradezco cada momento con todas.

    INTRODUCCIÓN

    Diferentes autores utilizan el concepto Diosidencias para etiquetar acontecimientos inexplicables. En especial cuando no pueden atribuírselos a la casualidad. Aseguran objetivamente que estos tienen un trasfondo de causalidad, pues a su entender obedecen a una causa superior, que trasciende al azar, la coincidencia, e incluso a la razón. Como resultado ofrecen otro concepto contrario al de coincidencia.

    Ellos introducen un término poco conocido: Diosidencia. Proponen que este vocablo se use para nombrar sucesos para los cuales no existe ninguna explicación razonable. Casos, en los cuales su ocurrencia se podría catalogar como mágica o hasta milagrosa. Eventos que suceden como si todo fuera una conspiración. Como si todas las piezas de un enorme rompecabezas se hubieran unido a la perfección para que ese acontecimiento se produjera. Aquí debería acotar la afirmación de Gandhi "Dios no tiene religión". Ya que el concepto no alude a un Dios específico, así cada cual lo asumirá para el propio según sus creencias.

    Cualquier pequeña modificación de los elementos que se encadenaron habría hecho imposible dicha experiencia. De modo que, sin lugar a dudas, una fuerza muy superior tuvo que mediar su ocurrencia. He agrupado las historias bajo el titulo ¿Coincidencias o Diosidencias? Diosidencia mezcla la palabra Dios y las dos últimas sílabas de la palabra Coincidencia.

    Escuché la palabra por primera vez mientras viajaba de la Ciudad de México a Texcoco. Asistiríamos a un Congreso de Enfermería. Una colega me platicó una experiencia que calificó como: Diosidencia. Me propuse investigar posteriormente el significado de ese concepto, solo repetí la palabra a manera de pregunta, ¿Diosidencia?, ella me respondió, contesta tú la pregunta después de escuchar mi historia". (La incluí).

    Acepto que podrían existir poderes más allá de nuestra comprensión en estas coincidencias. La ciencia ofrece varias explicaciones. Michael Stevens manifiesta que se trata de casos de "apofonía", que es la capacidad del cerebro humano de establecer conexiones en sucesos aleatorios o datos sin sentido.

    Se asegura que la "apofonía no es la única trampa en la que caemos a la hora de cuestionar la imposibilidad de las coincidencias. Existe lo que se denomina sesgo de confirmación". Parece que nuestro cerebro lo ofrece al preferir las explicaciones o teorías que más encajan con nuestras creencias.

    Esto quiere decir que, si deseamos que algo coincida, acabará coincidiendo. "Si no lo creo, no lo veo", diría el filósofo Marshall McLuhan usando un giro del refrán "ver para creer".

    Una de las leyes matemáticas afirma que cuando el número de muestras es muy elevado, las posibilidades de que se dé una situación son muy altas. El razonamiento parece irrefutable: Desde un enfoque matemático y estadístico pareciera que las coincidencias no son nada excepcional.

    En el planeta hay más de 7, 500 millones de personas, significa que las probabilidades de que a alguna de nosotras nos ocurra algo "extraordinario, son muy altas. Los matemáticos Persi Diaconis y Frederick Mosteller querían definir las coincidencias como casos excepcionales".

    Como resultado de sus análisis prefirieron describirlas en su libro: Métodos para estudiar coincidencias, como "una inesperada concurrencia de circunstancias que se percibe significativa".

    Definitivamente, la sincronía es otro elemento a considerar, porque es parte de las leyes de la física.

    Resumiendo, uso estos razonamientos para explicar el título del libro. Algunos relatos tienen características en las que podemos (o no) identificar elementos para reflexionar y hacernos la pregunta para la que no siempre encontré respuesta, sería ¿Coincidencia o Diosidencia?

    Andrea Saldaña Rivera.

    ¿COINCIDENCIA O DIOSIDENCIA?

    Quien me contó esta anécdota, además de enfermera es podóloga. Empezó su relato diciendo. Una noche después del último paciente me puse a revisar mi celular. Encontré una llamada perdida. Era frecuente. Mi nombre, especialidad y ejercicio privado me obliga a difundir mis datos en el directorio telefónico, en medios y redes sociales.. "Llamé y me atiende una voz de mujer. Le explico que tengo una llamada perdida de su celular. Se molesta y niega haberlo hecho.

    Le doy mis datos y le menciono a que me dedico. Ella, verdaderamente asombrada, repite mis palabras sobre mis actividades. No es posible, me dice, hoy he estado muy ocupada sacando a mi marido del Hospital del Seguro Social. Él es diabético, le acaban de amputar dos dedos de su pie hace unos días. Me lo llevé a la casa porque no lo curaban. Acabamos de llegar. Tiene mucho dolor, infección y mucho miedo de perder su pierna. Está desesperado, pero yo también, no tengo a nadie que me apoye.

    Le expliqué que curar ese tipo de casos es mi especialidad y la invito a venir a consulta. No tengo dinero, me dice. Le ofrezco pasar a su domicilio. No tengo dinero, tuvimos muchos gastos, añade llorando. Le ofrezco no cobrar la consulta, solo tiene que comprar el material. Ahora su sollozo es desesperado. La tranquilizo y le ofrezco pasar con lo necesario.

    ¿Coincidencias o Diosidencias?

    Ya en su casa, curo la herida del marido, aplico antibióticos y analgésicos. Enseño como manejar la herida. Le dejo material y mi tarjeta. Pido su celular. Quería mostrarle la llamada a mi celular. No aparecía. La pantalla mostraba varios días de llamadas. ¡Ninguna a mi número! Le muestro mi celular, me doy cuenta que solo aparece la llamada que yo hice. Ninguna llamada perdida. No entiendo. Yo no tenía su número, ¿cómo pude marcarlo?…Ambas lloramos de la impresión. Ella dijo que además de agradecerme por haber ido a curar a su marido ya sabía a quién más agradecer. Yo también", le contestó.

    MARÍA MARCOS CEDILLO, PIONERA POTOSINA DE LA AVIACIÓN

    Y recibió por nombre, el Ángel del Infierno

    ante el rechazo inmenso a lo desconocido.

    Resultó una antinomia, escueta paradoja

    en sus polos opuestos,

    el principio, la urgencia de una vida y hasta el fondo

    ver tan solo la herida, que cura sus

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