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HAZTE CARGO DE TI
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Libro electrónico258 páginas2 horas

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Todos quieren alcanzar el éxito en su vida personal y profesional. La cuestión es cómo hacerlo. Este libro le enseñará al lector a convertirse en su propio coach de vida por medio de testimonios de grandes líderes internacionales, consejos prácticos y muchas herramientas más, los cuales, le proporcionarán el conocimiento necesario para hacer un cambio real y satisfactorio en sus días. Y es que el coaching puede ayudar a las personas a que perciban con más claridad sus experiencias y a sí mismas, a responder mejor ante la adversidad, expandir su conocimiento y capacidades, o a definir qué necesitan hacer y cómo mantenerse en el camino hacia el éxito. En resumen, esta es una guía que le ayudará a explotar más su potencial, a convertirse en su mejor versión posible, pero sobre todo, lo preparará para mantenerse firme en cualquier circunstancia.
IdiomaEspañol
EditorialVR Editoras
Fecha de lanzamiento1 jul 2024
ISBN9786313002375
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    HAZTE CARGO DE TI - Jason Goldsmith y David Novak

    Cubierta

    Tu vida es demasiado importante como para dejar tu crecimiento personal y profesional al azar. Hazte cargo de ti.

    Imagina gozar en cualquier momento de los beneficios de tener al mejor coach: esa figura que te aconseja en la búsqueda de objetivos y resultados, quien te ayuda a superar tus más grandes miedos u obstáculos y a desarrollar tu máximo potencial.

    ¿Qué pasaría si esa persona en quien depositas toda la confianza para alcanzar tu mejor versión fueras tú?

    Estas páginas, repletas de testimonios de grandes líderes internacionales, consejos prácticos y muchas herramientas más, te proporcionarán el conocimiento que te hacía falta para hacer un cambio real y satisfactorio en tu vida.

    Sabemos que el mundo está repleto de grandes coaches, pero los mejores son poco accesibles para nuestros bolsillos. Desbloquea ese gran poder de entrenarte a ti mismo y consigue hoy el éxito que mereces a través del autocoaching.

    JASON GOLDSMITH

    JASON GOLDSMITH es un coach de alto rendimiento reconocido a nivel mundial que, tras 12 años como director de operaciones en una importante compañía, decidió hacer un cambio en su vida: lo dejó todo por la industria del golf (sin tener ninguna experiencia). Se convirtió en entrenador certificado, ajustador de palos e incluso coach de salud. Actualmente es fundador de Goldsmith Performance y ha entrenado a varios campeones de torneos importantes y a numerosos golfistas que forman parte de los 50 mejores del mundo. En los últimos años, su práctica se ha expandido a otros deportes, incluyendo la NBA, MLB, NFL y USTA, y a atletas y entrenadores olímpicos de Estados Unidos y Gran Bretaña. Incluso en los días difíciles, Jason cree que el universo conspira para guiarlo y su corazón está lleno de gratitud.

    DAVID NOVAK

    DAVID NOVAK es fundador y director ejecutivo de David Novak Leadership, una plataforma de desarrollo de liderazgo digital, y el cofundador, expresidente y director ejecutivo de Yum! Brands, una de las compañías de restaurantes más grandes del mundo. Al graduarse de Periodismo, consiguió trabajo como redactor publicitario, en donde solo ganaba 7 200 dólares al año. A partir de ahí, su determinación por crecer lo llevó a obtener mejores oportunidades. Ha sido reconocido como director ejecutivo del año por la revista Chief Executive, como uno de los 30 mejores directores ejecutivos del mundo según Barron’s, una de las personas más destacadas en negocios según Fortune y uno de los 100 directores ejecutivos con mejor rendimiento del mundo según la Harvard Business Review. En 2012, recibió el premio de Liderazgo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU por su esfuerzo en Yum! Brands en la lucha contra el hambre mundial.

    Jason Goldsmith y David Novak, Hazte cargo de tí

    Dedicado a ti, el mejor coach que tendrás en la vida.

    Índice

    Introducción al autocoaching

    Capítulo 1. La conversación del autocoaching

    Capítulo 2. La mentalidad del autocoaching

    Capítulo 3. El proyecto de autocoaching

    Capítulo 4. El viaje de autocoaching

    Capítulo 5. El hábito del autocoaching

    Una reflexión final. Utiliza tus habilidades de coaching para ayudar a otros

    Tu kit de herramientas de autocoaching

    Agradecimientos

    Introducción al autocoaching

    Conviértete en tu mejor versión posible

    Todos quieren alcanzar el éxito en su vida personal y profesional. La cuestión es cómo hacerlo. Este libro te mostrará un camino del que pocos coaches hablan: te enseñará cómo ser tu propio coach en tu camino al éxito.

    Hace algunos años, Google creó el Proyecto Oxygen para saber qué convierte a alguien en buen gerente y qué tan importante es su figura para poder triunfar. El equipo se puso a trabajar, analizó la información y llegó a una conclusión: definitivamente los gerentes son muy importantes, y los mejores coinciden en ocho características. ¿Adivinas cuál estuvo en el primer lugar? Los buenos gerentes, antes que cualquier otra cosa, son buenos coaches.

    Ya se ha escrito y estudiado mucho sobre la importancia de un buen coaching: puede ayudar a las personas a que perciban con más claridad sus experiencias y a sí mismas, a responder mejor ante la adversidad, expandir su conocimiento y capacidades, o a definir qué necesitan hacer y cómo mantenerse en el camino. En resumen, les ayuda a explotar más su potencial y convertirse en su mejor versión posible.

    Aunque ya todos conocemos los beneficios, parece que el buen coaching casi no se practica. Daniel Goleman, psicólogo y autor del exitoso libro La inteligencia emocional, al hablar sobre la distinción de los seis estilos de liderazgo, sostuvo que en nuestra economía de alta presión, el buen coaching es el que menos se emplea en estos seis estilos a pesar de los grandes resultados que genera. ¿Esto en dónde deja a quien requiere de un buen coach?

    La necesidad es clara. ¿Cuántas veces hemos escuchado la falta de conexión que sienten las personas con su trabajo? Las cifras anuales de Gallup, una empresa estadounidense de análisis y asesoría, conocida por sus encuestas de opinión pública, parecen no cambiar mucho.

    Según su reporte más reciente sobre la percepción global del lugar de trabajo, 85 % de los empleados no están comprometidos o, peor aún, se sienten seriamente desmotivados con lo que hacen. Esto significa que a un gran número de personas no le gusta su trabajo a pesar de que le dedican, por lo menos, una cuarta parte de todo su tiempo.

    Por su parte, los estadounidenses también están creando nuevos negocios con más rapidez que en la última década y prefieren elegir trabajos independientes o temporales. Al trabajar desde casa, es probable que no tengan un gerente o mentor presente que cumpla las funciones de un coach.

    Las personas en esta situación tienen pocas posibilidades de recibir asesoría personal sin tener que invertirle mucho dinero. No importa que trabajes por cuenta propia o para alguien más, el mercado se está volviendo cada vez más competitivo y dinámico. Si no sabes cómo desarrollarte y cómo desempeñar tus habilidades, te quedarás atrás.

    Entonces, ¿qué se supone que deben hacer las personas deseosas de crecer y lograr más? ¿Deben sentarse y tener la esperanza de que sus organizaciones se pongan al día? ¿Deben esperar y ver si sus jefes desarrollan las habilidades de coaching que necesitan para tener éxito? Y ¿qué pasa con aquellos que trabajan por cuenta propia, han perdido su empleo, están en transición hacia nuevas carreras o están por retirarse?

    En esos momentos de cambios, ya sean profesionales o personales (como mudarse a una nueva ciudad, decidir si formar una familia o recuperarse de una pérdida o enfermedad) es cuando necesitamos del coaching aún más. Sin embargo, son esos mismos casos cuando estamos más obligados a resolver todo por cuenta propia. Y, en esas situaciones, ¿dónde podemos encontrar el apoyo que ofrece el coaching?

    Si bien son muy necesarios, no hay suficientes coaches buenos para todo el mundo. De hecho, existe un gran déficit de programas de coaching verdaderamente buenos, además suelen tener un costo y una demanda demasiado altos como para que la mayoría de las personas pueda tomar alguno. Eso no significa que debas prescindir de ellos. Tu vida es demasiado importante como para dejar tu crecimiento personal y profesional al azar.

    Es momento de que asumas la responsabilidad de mejorar y te proveas de aquello que necesitas para tener éxito, crecer y llevar una vida más plena. Es hora de hacerte cargo de ti y aprender a ser tu propio coach. Esto no significa que irás solo o no podrás pedir ayuda o guía a otros, sino todo lo contrario. Estarás en una búsqueda constante de formas de crecer y de personas o cosas que te ayuden a hacerlo.

    • • •

    Nosotros queremos ofrecerte esa ayuda y ser tus guías en tu viaje por el autocoaching. Sabemos que podemos porque tenemos muchas décadas de experiencia en esta área y hemos ayudado a miles de personas a transformar sus vidas y carreras. Sabemos cómo ser coaches de otros y de nosotros mismos. Nuestros antecedentes nos permiten ofrecer una combinación de habilidades de coaching empresarial, de rendimiento y de vida que no encontrarás en ningún otro sitio.

    Nos conocimos debido a que siempre encontrábamos un motivo para poner en práctica el coaching entre nosotros. Al inicio, David buscaba ayuda en su juego de golf, y el programa de rendimiento de Jason lo transformó de forma radical para bien y después pasó al revés. Nos hicimos amigos cercanos y fue entonces cuando David puso en práctica su experiencia como coach para ayudar a Jason a desarrollar su negocio.

    Durante este proceso descubrimos que, a pesar de encontrarnos en una oficina o en un campo de golf, había cosas básicas que ambos hacíamos y eran fundamentales para el coaching. De igual forma, también nos dimos cuenta de que tener habilidades de coaching, y en especial habilidades para el autocoaching, nos ha beneficiado de muchas maneras. Sin duda ha sido útil para nuestra vida profesional, pero también invaluable para mejorar en casi todos los otros aspectos de nuestras vidas.

    • • •

    David

    En 1997 trabajé en PepsiCo como presidente de dos de sus tres marcas de restaurantes, KFC y Pizza Hut. Fue entonces cuando se tomó la decisión de separar los restaurantes de la compañía y crear una empresa completamente nueva. Esto había sido un secreto tan bien guardado que, cuando Roger Enrico, director ejecutivo de PepsiCo, me llamó a su oficina para darme la noticia, me tomó desprevenido.

    Lo que más me sorprendió, de una manera no positiva, fue cuando me dijo que yo sería colíder de esta nueva empresa junto con el presidente de Taco Bell, la tercera marca de restaurantes de PepsiCo. Me di cuenta de que debía darle una oportunidad a la idea de Enrico. El director de Taco Bell era más o menos nuevo en su posición, por lo que le sugerí que cenáramos juntos para conocernos mejor.

    Cuando Enrico me comentó esta idea de ser colíder, ya había decidido que este sujeto sería el director ejecutivo debido a que poseía una mayor capacidad en temas de finanzas que yo, quien sería entonces el segundo a cargo. Sin embargo, conforme hablábamos, me di cuenta de que esto no era del todo cierto, él había trabajado antes en una cadena de tiendas de conveniencia y había sido parte del equipo de dirección que sacó a esta compañía de la bancarrota. Pero él trabajó en el área de operaciones mientras que alguien más se encargó del área de Finanzas.

    Había también otras cosas que me molestaban. El elegido no tenía tanta experiencia como yo en la industria restaurantera y tampoco parecía compartir conmigo la misma pasión por este sector. Le interesaba más hablar del dinero que íbamos a ganar. Teníamos una formación distinta, pero, al final de nuestra conversación, estaba convencido de que yo podía hacer el trabajo tan bien como él o, incluso, mucho mejor.

    Por supuesto que una cosa es pensarlo y otra, hacer que los demás estén de acuerdo. Tras la reunión, comencé a trabajar en formas de convencer a Enrico de que yo debía ser quien obtuviera el puesto más alto. Enrico no se sintió feliz cuando no acepté de inmediato su oferta de colíder y se enteró de que estaba trabajando en otras opciones. Poco tiempo después, recibí una llamada del director de RR. HH.

    –David, si no te andas con cuidado, te van a despedir –me dijo.

    –Si quieren despedirme, adelante, háganlo –le respondí gritando.

    Estaba molesto y mi respuesta era reflejo de ello. Tan pronto como colgué me di cuenta de que estaba en serios problemas. Si vas en contra del jefe, solo una persona puede ganar y no eres tú. Sabía que para obtener lo que quería necesitaba acercarme con una mentalidad distinta.

    Era consciente de que Enrico no quería despedirme. Valoraba mi experiencia y, además, éramos amigos. Debía suavizar las cosas y, para hacerlo, necesitaba comunicarle cuánto apreciaba todo lo que había hecho por mí. Necesitaba también mostrarle que si debía escoger entre el director de Taco Bell y yo, yo era la opción obvia. Así que armé una presentación de 30 páginas y agendé una cita con él.

    Nos reunimos un día festivo, por lo que todos tenían el día libre y la oficina estaba extrañamente silenciosa. Comencé por disculparme con Enrico por haber actuado de forma tan emocional y le expliqué que lo había hecho porque sentía en mi corazón que la situación era injusta. Él sabía que yo era muy apasionado, así que lo aceptó y entonces pude exponer mi caso.

    Al terminar mi presentación le dije a Enrico: Tú no crees que yo puedo ser director ejecutivo. Yo pienso que sí, aunque acepto que no tengo tanta experiencia en finanzas como tú quisieras. Así que, lo único que pido es que me brindes el apoyo de alguien de quien pueda aprender.

    Le sugerí varios nombres de personas que, en mi opinión, serían mejores directores ejecutivos que el presidente de Taco Bell. Uno de ellos era Andy Pearson, expresidente de PepsiCo y renombrado profesor de la Escuela de Negocios de Harvard. Yo sabía que la amplia experiencia de Pearson podría complementarse con la mía y que a sus 72 años estaría listo para dejarme tomar las riendas tarde o temprano. Enrico escuchó y estuvo de acuerdo.

    Pearson regresó a la compañía como director ejecutivo y yo acepté el cargo de presidente. Para mi suerte,

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