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T01XE31 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco @latanace - Corina, la periodista - Episodio exclusivo para mecenas
T01XE31 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco @latanace - Corina, la periodista - Episodio exclusivo para mecenas
valoraciones:
Longitud:
26 minutos
Publicado:
7 ago 2023
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
T01XE31 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco para MTVRX Producciones - Corina, la periodista
Fui a aquella entrevista con muchas expectativas. Era para un programa de entretenimiento, para la sección de actualidad, lo típico. El caso es que les parecía perfecta para el espacio y yo me lo creí. Por causas divinas que no entiendo, tanto ellos como yo pensamos que sería buena idea.
La prueba fue un éxito. Me hicieron preguntas más o menos del momento y les parecí lo suficientemente ingeniosa como para tenerme entre las colaboradoras. Empezaba a la semana siguiente, con viaje, incluido a Madrid.
Solo hay un tren que vaya de Almería a Madrid al día, igual que, solo puedo coger un tren de Madrid a Almería que me permita llegar a casa en el día. Por eso si tengo que estar un jueves en Madrid, a veces me tengo que ir el miércoles, si la entrevista o el trabajo es por la mañana o me toca quedarme a dormir si la cita es por la tarde. Encaje de bolillos para cuadrar trabajo con viajes y que no me toque estar mucho en Madrid. Si puedo, una noche nada más.
El programa era por la noche. En directo. Prime time. Así que viajaba el mismo día del programa, dormía en Madrid y regresaba al día siguiente. Es una paliza que termina traduciédonse en que duermo en el tren. Llegar al hotel pasadas la una y media y despertar a las 6 y media para no perder el tren de las ocho, hace que sea una piltrafa en mi asiento y me deje mecer por el meneíto. Me gustan los viajes en tren. Sabía que estaría destrozada pero me encantaba participar en el programa.
La sorpresa vino en cuanto entré en plató.
Por costumbre, los invitados a un programa no sabemos quiénes son los demás participantes hasta que no llegamos, como poco, a maquillaje. Allí te encuentras con los que pasan por “chapa y pintura” como tú. Y te vas haciendo una composición del tema. Cuando la vi, recuerdo que pensé, “por favor, que venga a mi programa”. Aquella mujer me gustaba desde hacía tiempo. Llevaba viéndola en televisión años, sabía de su trabajo en prensa, me había leído hasta un ensayo suyo sobre la infidelidad en el que me había sentido muy reflejada. Sentía a Corina Michavila un poco de las mías. No dije nada, solo me senté en mi silla y me dejé tunear para convertirme en el pibón que la tele demanda. Cuando pasamos a la sala de espera confirmé que sí, que la periodista iba al mismo programa que yo. Y me alegré.
Al principio, me ignoró. Fue muy educada, saludó con una inmensa sonrisa, pero nada más. Fue en plena acción donde fui consciente de su poderío. Corina Michavila era contundente, rápida, contestaba con habilidad, buenas palabras y un tono de voz tan contundente que era complicado rebatirla. Manejó el cotarro como pocas. Yo estaba fascinada con su bendita presencia. Pero en un momento del debate, las dos hicimos comandita. El tema era para ello: acoso en redes sociales. Y, de las que estábamos allí, sin duda, éramos las que recibíamos las fotopollas. Corina y yo hicimos un alegato magnífico cogidas de la mano.
Aquello hizo que me prestara atención. En cuanto terminamos el programa hizo lo posible para ir en el mismo coche que yo camino del hotel. Se notaba que había ganas.
— Oye, te tenía yo muy descontrolada. Sabía de ti, pero me ha encantado conocerte— Me dijo en el asiento de atrás del coche.
— Igualmente. A mí me ha encantado también.
Hicimos el camino hablando de idioteces, del trabajo, del calor, de dónde iríamos de vacaciones si pudiéramos, hasta que llegamos al hotel.
— ¿Te tomas una?¿Una sola?
En el hotel quedaban unos pocos en el bar, tomándose sus copas. Un par de parejas y un grupo de varios hombres dispersos por la sala. Corina y yo nos quedamos en la barra. Gintonic ella, agua con gas, yo. Empezamos a hablar con tanta facilidad que parecía que nos conocíamos de toda la vida.
Corina me contó lo difícil que había sido su corresponsalía en Moscú. Siete años para una televisión, de la que salió tarifando por no contar las mentiras que de los
Fui a aquella entrevista con muchas expectativas. Era para un programa de entretenimiento, para la sección de actualidad, lo típico. El caso es que les parecía perfecta para el espacio y yo me lo creí. Por causas divinas que no entiendo, tanto ellos como yo pensamos que sería buena idea.
La prueba fue un éxito. Me hicieron preguntas más o menos del momento y les parecí lo suficientemente ingeniosa como para tenerme entre las colaboradoras. Empezaba a la semana siguiente, con viaje, incluido a Madrid.
Solo hay un tren que vaya de Almería a Madrid al día, igual que, solo puedo coger un tren de Madrid a Almería que me permita llegar a casa en el día. Por eso si tengo que estar un jueves en Madrid, a veces me tengo que ir el miércoles, si la entrevista o el trabajo es por la mañana o me toca quedarme a dormir si la cita es por la tarde. Encaje de bolillos para cuadrar trabajo con viajes y que no me toque estar mucho en Madrid. Si puedo, una noche nada más.
El programa era por la noche. En directo. Prime time. Así que viajaba el mismo día del programa, dormía en Madrid y regresaba al día siguiente. Es una paliza que termina traduciédonse en que duermo en el tren. Llegar al hotel pasadas la una y media y despertar a las 6 y media para no perder el tren de las ocho, hace que sea una piltrafa en mi asiento y me deje mecer por el meneíto. Me gustan los viajes en tren. Sabía que estaría destrozada pero me encantaba participar en el programa.
La sorpresa vino en cuanto entré en plató.
Por costumbre, los invitados a un programa no sabemos quiénes son los demás participantes hasta que no llegamos, como poco, a maquillaje. Allí te encuentras con los que pasan por “chapa y pintura” como tú. Y te vas haciendo una composición del tema. Cuando la vi, recuerdo que pensé, “por favor, que venga a mi programa”. Aquella mujer me gustaba desde hacía tiempo. Llevaba viéndola en televisión años, sabía de su trabajo en prensa, me había leído hasta un ensayo suyo sobre la infidelidad en el que me había sentido muy reflejada. Sentía a Corina Michavila un poco de las mías. No dije nada, solo me senté en mi silla y me dejé tunear para convertirme en el pibón que la tele demanda. Cuando pasamos a la sala de espera confirmé que sí, que la periodista iba al mismo programa que yo. Y me alegré.
Al principio, me ignoró. Fue muy educada, saludó con una inmensa sonrisa, pero nada más. Fue en plena acción donde fui consciente de su poderío. Corina Michavila era contundente, rápida, contestaba con habilidad, buenas palabras y un tono de voz tan contundente que era complicado rebatirla. Manejó el cotarro como pocas. Yo estaba fascinada con su bendita presencia. Pero en un momento del debate, las dos hicimos comandita. El tema era para ello: acoso en redes sociales. Y, de las que estábamos allí, sin duda, éramos las que recibíamos las fotopollas. Corina y yo hicimos un alegato magnífico cogidas de la mano.
Aquello hizo que me prestara atención. En cuanto terminamos el programa hizo lo posible para ir en el mismo coche que yo camino del hotel. Se notaba que había ganas.
— Oye, te tenía yo muy descontrolada. Sabía de ti, pero me ha encantado conocerte— Me dijo en el asiento de atrás del coche.
— Igualmente. A mí me ha encantado también.
Hicimos el camino hablando de idioteces, del trabajo, del calor, de dónde iríamos de vacaciones si pudiéramos, hasta que llegamos al hotel.
— ¿Te tomas una?¿Una sola?
En el hotel quedaban unos pocos en el bar, tomándose sus copas. Un par de parejas y un grupo de varios hombres dispersos por la sala. Corina y yo nos quedamos en la barra. Gintonic ella, agua con gas, yo. Empezamos a hablar con tanta facilidad que parecía que nos conocíamos de toda la vida.
Corina me contó lo difícil que había sido su corresponsalía en Moscú. Siete años para una televisión, de la que salió tarifando por no contar las mentiras que de los
Publicado:
7 ago 2023
Formato:
Episodio de podcast
Títulos en esta serie (37)
T01XE06 - Diario de una Amazona - Un Podcast de Celia Blanco (Latanace) para MTVRX Producciones -LaTana por Madrid - Episodio exclusivo para mecenas de Diario de una Amazona (con Celia Blanco @latanace)