Locck and Key PDF

Sarah Dessen Traducido en Dark Guardians
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Lock and Key
Sarah Dessen

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Sinopsis

Qu sucede cuando tu pasado no es slo pasado, sino que lo han borrado por completo?
Cmo se puede averiguar a dnde se dirige cuando ni siquiera puede decir dnde ha
estado? Estas eran las preguntas que inspiraron a Lock and Key. Es la historia de una nia
llamada Ruby que es abandonada por su madre y decidida a vivir por su cuenta, incluso y
especialmente --- --- cuando es enviada a vivir con su hermana perdida en un mundo
completamente nuevo de privilegio, la familia y las relaciones. Como Ruby aprende, hay
una gran diferencia entre ser ayudado y ser capaz de aceptarlo. Y a veces, se necesita llegar
a alguien ms para salvarse.

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Capitulo Uno

Traducido por Maka.mayi y Annae
Corregido por Mnica y Moshalutz

"Y, finalmente," dijo J amie mientras empujaba la puerta abrindola, "llegamos al evento
principal. Tu habitacin."

Yo estaba preparada para el rosa. Volantes o acolchado, o tal vez incluso apliques. Lo cual
era probablemente injusto, pero entonces otra vez, yo no saba nada de mi hermana, y
mucho menos de su estilo de decoracin. Con totalmente desconocidos, mi poltica siempre
haba sido esperar lo peor. Ellos por lo general, y esos a los que t conoces mejor para el
caso, no te defraudaban.

En su lugar, lo primero que vi fue verde. Una ventana grande y alta, al otro lado de la cual
haba rboles altos separando el enorme patio de la casa. Todo era grande en donde mi
hermana y su marido, J amie, vivan desde las casas hasta los coches que iban por la valla
de piedra, lo que primero veas cuando llegabas al barrio mismo, compuesto por rocas que
parecan demasiado grandes para ser removidas. Era como Stonehenge
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Stonehenge es un monumento megaltico, tipo crmlech, de la Edad del Bronce situado cerca de Amesbury,
en el condado de Wiltshire, Inglaterra, a unos trece kilmetros al norte de Salisbury.
, pero suburbano.
Tan extrao.

Slo hasta que pens en esto me di cuenta de que todos estbamos todava all en el pasillo,
como atascados en el trfico. En algn momento, J amie, quien haba estado al frente de este
pequeo tour, se hizo a un lado, dejndome en la puerta. Claramente queran que yo pasara
primero. As que lo hice.

La habitacin era, s, grande, con paredes de color crema. Haba tres otras ventanas debajo
de la grande que haba visto por primera vez, aunque cada una de ellas estaban cubiertas
con delgadas persianas venecianas. A la derecha, vi una cama doble con un edredn y
almohadas de color amarillo a juego, una manta blanca doblada sobre el pie. Haba un
pequeo escritorio, tambin, una silla escondida debajo de ste. El techo se inclinaba a cada
lado, encontrndose en una franja plana en el centro, donde haba una claraboya cuadrada,
cubierta con una cortina, un pequeo cuadro, claramente hecho a medida para adaptarse.
Era tan armonizado y extrao que por un momento, me encontr con la mirada fija hacia lo
alto, como si esto fuera realmente lo ms extrao de ese da.

"As que, tienes tu propio cuarto de bao," dijo J amie, dando un paso a mi alrededor, con
los pies haciendo golpes suaves en la alfombra, que estaba por supuesto inmaculada. De
hecho, toda la habitacin ola a pintura y alfombra nueva, al igual que el resto de la casa.
Me pregunt hace cuanto tiempo se haban mudado un mes, seis meses? "Derecho a
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travs de esta puerta. Y el armario esta ah, tambin. Raro, verdad? el nuestro est de la
misma manera. Cuando estbamos construyendo, Cora afirm que ella estara lista ms
rpido. Una teora que an no se ha demostrado, debo aadir."

Entonces l me sonri, y otra vez trat de forzar una sonrisa. Quin era esta extraa
criatura, mi cuado el trmino pareca extraamente apropiado, considerando las
circunstancias en su camiseta mountain-bike
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, pantalones vaqueros y caras zapatillas de
deporte funky
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, haciendo chistes en un evidente esfuerzo por aliviar la tensin de una
situacin increblemente difcil? No tena ni idea, l era la ltima persona que hubiera
esperado terminara con mi hermana; quien estaba tan tensa y ni siquiera estaba fingiendo
sonrer a sus intentos. Al menos yo lo estaba intentando.

No Cora. Estaba de pie en la puerta, apenas a travs del umbral, los brazos cruzados sobre
el pecho. Llevaba un suter sin mangasa pesar de que era mediados de octubre, la casa
estaba ms all de lo acogedor, casi caluroso y pude ver la definicin de sus bceps y
trceps, cada msculo aparentemente tenso, del mismo modo en que haba estado cuando
entr en la sala de reunin en Poplar House
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Camiseta con dibujo de bicicletas de montaas (mountain-bike =bicicleta de montaa)
dos horas antes. Entonces, tambin, pareca
que J amie haba hecho todo el hablar, tanto para Shayna, la consejera, y para m, mientras
que Cora permaneca silenciosa. Sin embargo, de vez en cuando, poda sentir sus ojos en
m, firmes, como si ella estuviera estudiando mis caractersticas, sometindome a la
memoria, o tal vez slo tratando de averiguar si haba alguna parte de m que ella
reconociera en absoluto.

As que Cora tena un marido, yo haba pensado, observando cmo se haban sentado uno
frente al otro, arrastrando los documentos de Shayna entre nosotros. Me pregunt si haba
tenido una boda de fantasa con ella en un gran vestido blanco, o si acababan de fugarse
despus de que ella le dijera que no tena familia de la que hablar. Dejada a su propia
suerte, esta era la historia que estaba segura que ella hubiera preferido; que ella apenas
haba surgido, todo por su cuenta, ni conectada ni endeudada con nadie en absoluto.

"El termostato est afuera en el pasillo si necesitas ajustarlo," estaba J amie diciendo ahora.
"Personalmente, me gusta un poco de fro en el aire, pero tu hermana prefiere que sea
sofocante. As que incluso si lo giras hacia abajo, lo ms probable es que ella lo arregle en
unos instantes."

Una vez ms sonri, y yo hice lo mismo. Dios, esto era agotador. Senta a Cora moverse en
la puerta, pero de nuevo no dijo nada.

"Oh!" dijo J amie, batiendo palmas. "Casi lo olvido. La mejor parte." Se acerc a la ventana
en el centro de la pared, que llegaba hasta por debajo de las persianas. No fue hasta que dio
un paso atrs y la abri cuando me di cuenta de que era, de hecho, una puerta. En unos
momentos, ol el aire fro. "Ven a ver esto."

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Funky es algo diferente o poco convencional, pero genial.
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Casa del lamo.
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Luch contra el impulso de mirar hacia atrs a Cora de nuevo mientras daba un paso, luego
otro ms, sintiendo mis pies hundirse en la alfombra, siguindolo a travs del umbral a un
pequeo balcn. Estaba de pie junto a la barandilla, y me un a l, los dos mirando hacia
abajo al patio trasero. Cuando yo lo haba visto por primera vez desde la cocina, me haba
dado cuenta de lo bsico: la hierba, un cobertizo, el patio grande con una parrilla en un
extremo. Ahora, sin embargo, pude ver que existan rocas expuestas en la hierba en una
forma oval, obviamente, de forma deliberada, y otra vez, pens en la era de piedra. Qu
haba con esta gente rica, una fijacin druida
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?

"Va a ser un estanque," J amie me dijo como si hubiera dicho esto en voz alta.

"Un estanque? dije.

"Ecosistema total," dijo. "Treinta por veinte y surcado, todo natural, con una cascada. Y
peces. Genial, no?"

Una vez ms, sent que me miraba, expectante. S, dije, porque yo era una invitada aqu.
"Suena muy bien."

Se ech a rer. "Escuchaste eso Cora?, ella no piensa que estoy loco."

Baj la vista hacia el crculo de nuevo, y luego otra vez a mi hermana. Haba entrado en la
habitacin, aunque no tan lejos, y todava tena los brazos cruzados sobre el pecho mientras
permaneca all, observndonos. Por un momento, nuestras miradas se cruzaron, y me
pregunt cmo diablos haba llegado aqu, el ltimo lugar donde saba que ninguna de las
dos quera que yo estuviera. Luego abri la boca para hablar por primera vez desde que
habamos llegado al camino de entrada y todo esto, fuera lo que fuera, comenz.

"Hace fro," dijo. "Deberan entrar."
Antes de la una esa tarde, cuando lleg por mi custodia, yo no haba visto a mi hermana en
diez aos. No saba dnde viva, qu haca, ni siquiera quin era. No me importaba,
tampoco. Haba habido un tiempo en que Cora fue parte de mi vida, pero aquel tiempo
haba terminado, as de simple. O eso haba pensado, hasta que aparecieron los Honeycutts
un martes al azar y todo cambi.

Los Honeycutts eran dueos de la granja amarilla, donde mi mam y yo habamos estado
viviendo durante casi un ao. Antes de eso, tenamos un apartamento en los chalets de
Lakeview, el destartalado complejo justo detrs del centro comercial. All, habamos
compartido un dormitorio, nuestra nica ventana daba hacia la entrada trasera a la Cafetera
J & K, donde siempre haba al menos un empleado con una redecilla afuera en la seccin de
fumar, sentado en un cajn de leche. Corriendo junto al complejo haba un arroyo que tu ni
siquiera notabas hasta que haba una gran lluvia y lo haca subir, desbordando sus orillas
inexistentes e inundando todo, lo que pasaba al menos dos o tres veces al ao. Como

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Los druidas eran una clase social elevada en la sociedad celta, los relacionan con el crculo de piedras
de Stonehenge, aunque esta relacin no est comprobada.
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estbamos en la planta superior, nos salvbamos del agua en s, pero el olor del moho de las
habitaciones inferiores lo impregnaba todo, y slo Dios saba qu tipo de moho haba en las
paredes. Basta decir que tuve un resfriado durante dos aos consecutivos. Eso fue lo
primero que me llam la atencin de la casa amarilla: poda respirar all.

Era diferente en otras maneras, tambin. Como el hecho de que era una casa, y no un
apartamento en un complejo o sobre el garaje de alguien. Me haba acostumbrado al sonido
de los vecinos del otro lado de una pared, pero la casa amarilla se asentaba en el centro de
un campo grande, construida entre dos rboles de roble. Haba otra casa a la izquierda, pero
slo era visible por los destellos de techo que vislumbrabas a travs de los rboles; para
todos los intentos y propsitos, estbamos solos. Que era justo la forma en que nos gustaba.

Mi mam no era por mucho una persona de gente. En ciertas situacionesdigo por
ejemplo, si estabas comprando, poda ser muy agradable. Y si la ponas entre quinientos
pies de un hombre que la tratara como mierda, ella lo encontrara y se estara haciendo la
agradable antes de que pudieras detenerla, y lo saba, porque lo haba intentado. Pero
interactuando con la mayora de la poblacin (cajeros, administradores de escuelas, jefes,
ex-novios), no era algo que empleara al menos que fuese absolutamente necesario, y
entonces, con gran renuencia.

Razn por la cual era una suerte que me tuviera. Desde que tengo memoria, he sido el
sistema de amortiguacin. La intermediaria, la embajadora de mi madre en el mundo. Cada
vez que nos detenamos en la tienda y que necesitaba una coca de dieta, pero tena
demasiada resaca para ir por s misma, o vea a un vecino que querra quejarse de ella por
dar golpes tarde en la noche, o Testigos de J ehov llegando a la puerta, era siempre lo
mismo. "Ruby," me deca con su voz cansada, ya sea presionando el vaso o la mano a su
frente. "Habla con la gente, puedes?"

Y lo haca. Charlaba con la chica detrs del mostrador mientras esperaba mi cambio,
moviendo la cabeza cuando el vecino volva a amenazar con llamar al supervisor,
ignorando la literatura ofrecida cerrando bien la puerta en la cara de los Testigos de J ehov.
Yo era la primera lnea de defensa, siempre a punto con una explicacin o inventando un
poco. Est en el banco en este momento," haba que decirle al propietario, incluso
mientras ella roncaba en el sof al otro lado de la puerta entornada. "Est afuera, hablando
con un distribuidor," le haba asegurado a su jefe as l descargaba sus bolsas para el da
conmigo, mientras ella fumaba un cigarrillo muy necesario en la zona de carga y trataba de
calmar sus manos temblorosas. Y, por ltimo, la mentira ms grande de todas: "Por
supuesto que todava vive aqu. Slo est trabajando mucho," que es lo que haba dicho al
sheriff aquel da en que haba sido llamada en el cuarto periodo y lo encontr esperndome.
Esa vez, sin embargo, todas las invenciones en el mundo no haban funcionado. Habl con
la gente, como ella siempre haba pedido, pero no me escucharon.

Ese primer da, sin embargo, cuando mi mam y yo nos detuvimos delante de la casa
amarilla, las cosas estaban bien. Claro, habamos dejado nuestro apartamento con el usual
dramadebiendo el alquiler, el super mirn alrededor observndonos con tanto cuidado
que habamos tenido que empacar en el coche en una serie de das, aadiendo un par de
cosas cada vez que bamos a la tienda o a trabajar. Me haba acostumbrado a esto, sin
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embargo, del mismo modo que me haba ajustado a que nosotras casi nunca tuviramos un
telfono, y si lo tenamos, tenerlo figurando con otro nombre. Lo mismo ocurra con mis
papeles de la escuela, mi mam con frecuencia los llenaba con una direccin falsa, ya que
estaba convencida de que los acreedores y los propietarios de edad nos rastrearan de esa
manera. Durante mucho tiempo, pens que esta era la manera en que todos vivan. Cuando
llegu a la edad suficiente para darme cuenta de lo contrario, era ya un hbito, y cualquier
otra cosa se hubiera sentido extrao.

En el interior, la casa amarilla era algo extraa. La cocina era la habitacin ms grande, y
todo estaba alineado contra una pared: muebles, electrodomsticos, estantes. Contra otra
pared haba un calentador de propano enorme, que en clima fro trabajaba duro para
calentar toda la casa, saliendo a presin a la vida con un profundo suspiro. El nico bao
estaba fuera de la cocina, asomando con paredes sin aislamientomi mam dijo que deba
haber sido aadido; probablemente habra estado fuera de la casa en un principiolo que
haca algunas maanas muy fras hasta que consegua el chorro de agua caliente y el vapor
calentaba la casa. La sala era pequea, las paredes cubiertas con paneles de falsa madera
oscura. Incluso al medioda, se necesitaba una luz encendida para ver tu mano delante de tu
cara. A mi madre, por supuesto, le encantaba la oscuridad y por lo general cerraba las
cortinas. Yo volva a casa para encontrarla en el sof, con un cigarrillo colgando de la
mano, el resplandor del televisor parpadeando en su cara en estallidos. Afuera, el sol poda
ser brillante, todo el mundo era brillante, pero en nuestra casa siempre era de noche, la hora
del da preferida de mi madre.

En el antiguo apartamento de un dormitorio, yo estaba acostumbrada a veces a ser
despertada de un sueo muerto, sus labios cerca de mi odo mientras me peda que me
mudara al sof, por favor, cario. Mientras yo me iba, atontada y confusa, haca lo mejor
para no darme cuenta de quien se deslizaba de nuevo por la puerta tras ella. Sin embargo,
en la casa amarilla, tena mi propia habitacin. Era pequea, con un armario pequeo y una
nica ventana, as como una alfombra de color naranja y las mismas paredes oscuras, pero
tena una puerta que cerrar, y era toda ma. Me hizo sentir como si nos quedramos ms que
un par de meses, que las cosas seran mejor aqu. Al final, sin embargo, slo una de estas
cosas result ser cierta.

Conoc a los Honeycutts tres das despus de que nos mudamos ah. Era tarde y nos
estbamos preparando para ir a trabajar cuando una camioneta de color verde lleg por el
camino. Un hombre conduca, una mujer en el asiento del pasajero a su lado.

"Mam," grit a mi madre, que estaba vistindose en el dormitorio. "Alguien est aqu."
Ella suspir, sonando irritada. Mi madre estaba en su peor momento justo antes de ir a
trabajar, petulante como un nio.

"Quin es?"

"No s, dije, observando cuando la pareja, que llevaba pantalones vaqueros de mezclilla y
camisas de trabajo y una impresin de primera, comenz a hacer su camino hacia la casa.
"Pero estn a punto de llamar a la puerta."

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"Oh, Ruby." Suspir otra vez. "Slo habla con ellos, lo haras?"

Lo primero que me llam la atencin de los Honeycutts era que eran instantneamente
amistosos, el tipo de gente que mi madre no poda soportar. Los dos estaban radiantes
cuando abr la puerta, y cuando me vieron, sonrieron an ms ampliamente.

Bueno, mrese!" Dijo la mujer como si hubiera hecho algo precioso slo por existir. Ella
se pareca a un duende, con sus facciones pequeas y halo de rizos blancos, como algo
hecho para poner en un estante. "Hola!"

Asent con la cabeza, mi respuesta estndar para todas los golpeadores de puertas.
Verbalizar innecesariamente slo los animaba, o as haba aprendido. "Puedo ayudarle?"

El hombre parpade. "Ronnie Honeycutt," dijo, extendiendo su mano. "Esta es mi esposa,
Alice. Y usted?"

Mir en la direccin de la habitacin de mi madre. Aunque por lo general ella haca mucho
ruido alrededor mientras se preparabacerrando cajones, refunfuando para s misma
ahora, por supuesto, estaba en silencio. Mirando de vuelta a la pareja, decid que
probablemente no eran Testigos de J ehov, pero definitivamente vendan algo.

Lo siento, le dije, comenzando mi patentado cierre de puerta resuelto, "pero no
estamos

Oh, cario, est bien!" dijo Alice. Mir a su marido. "Extrao peligroso," explic. "Lo
ensean en la escuela."

"Extraos, qu?" dijo Ronnie.

"Somos los propietarios," me dijo. "Nos acabamos de dejar caer por aqu para saludar y
asegrenos de que se mudaron bien."

Los propietarios, pens. Eso era an peor que los testigos. Instintivamente, solt la puerta
cerrndola un poco ms, manteniendo mi pie contra sta. "Estamos bien," les dije.

"Est tu mam por ah?" pregunt Ronnie mientras Alice cambiaba de postura, tratando de
ver dentro la cocina detrs de m.

Me mov en consecuencia, bloqueando su visin, antes de decir: "En realidad, ella est"

"Aqu mismo," o decir a mi madre, y entonces ella estaba cruzando la sala de estar hacia
nosotros, tirando su cabello hacia atrs con una mano. Llevaba pantalones vaqueros, botas
y una camiseta blanca, a pesar de que haba despertado unos veinte minutos antes, tuve que
admitir que luca bastante bien. Una vez mi madre haba sido una gran belleza, y de vez en
cuando uno podra darse una idea de la muchacha que haba sidosi la luz era directa, o si
haba tenido una noche de sueo decente, o, como yo, eras slo lo suficientemente
pensativa para buscarla.
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Ella me sonri, poniendo una mano fcilmente sobre mi hombro mientras se acercaba a la
puerta y les ofreca su otra mano. "Ruby Cooper," dijo. "Y esta es mi hija. Su nombre es
Ruby, tambin."

Bueno, eso no es cualquier cosa! dijo Alice Honeycutt. "Y ella se parece a usted."

"Eso es lo que dicen," contest mi mam, y sent que su mano se mova hacia la parte
posterior de mi cabeza, alisando mi cabello rojo, el cual tenamos en comn, aunque el
suyo estaba veteado de un gris prematuro. Tambin compartamos nuestra piel plidala
maldicin o regalo pelirrojo, dependiendo de cmo lo vieras, as como nuestra alta y
nervuda figura. Me haban dicho ms de una vez que desde lejos, casi podramos ser
idnticas, y aunque yo saba que eso se entenda como un cumplido, yo no siempre lo
tomaba de esa manera.

Saba que la repentina llegada de mi madre era slo un acto, hacindose la agradable a los
dueos, con el fin de ganar tiempo de negociacin o de aprovechamiento ms tarde. An
as, sin embargo, me di cuenta de lo fcil que era para m, pegarme a su cadera,
descansando mi cabeza contra la suya. Al igual que una parte de m que estaba fuera de
control haba estado esperando esta oportunidad desde el principio y ni siquiera lo haba
sabido.

"Es nuestra prctica habitual venir y ver como anda la gente," estaba Ronnie diciendo
ahora, con mi madre torciendo ociosamente un mechn de mi pelo entre sus dedos. "S que
la agencia de alquiler maneja el papeleo, pero nos gusta saludar cara a cara."

"Bueno, eso es muy amable de su parte, dijo mi mam. Solt mi cabello, dejando caer la
mano sobre el pomo de la puerta tan casualmente que casi podras pensar que no era
consciente de ello, o la pulgada o as que cerr poco despus, estrechando an ms el
espacio entre nosotras y ellos. "Pero como Ruby estaba diciendo, en realidad voy a trabajar
ahora mismo. As que..."

"Oh, por supuesto!" dijo Alice. Bueno, ustedes slo djenos saber si hay algo que
necesiten. Ronnie, dale nuestro nmero a Ruby."

Todos observamos mientras l sacaba un trozo de papel y un bolgrafo del bolsillo de su
camiseta, anotando los dgitos lentamente. "Aqu tiene," dijo, entregndosela. "No dude en
llamarnos."

"Oh, no lo har," dijo mi mam. "Muchsimas gracias."

Despus de un poco ms de bromas, los Honeycutts finalmente salieron del prtico, el
brazo de Ronnie trabado alrededor de los hombros de su esposa. La introdujo en la
camioneta, cerrando la puerta detrs de ella con seguridad, antes de ir alrededor a ponerse
al volante. Luego sali marcha atrs de la calzada con la mxima precaucin, haciendo lo
que cont al menos como un giro de ocho puntos para evitar conducir por la hierba.
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Para entonces, sin embargo, mi madre se haba ido hacia la puerta y regresaba a su
habitacin, desechando su nmero en un cenicero en el camino. "Saludar cara a cara mi
culo," dijo mientras golpeaba un cajn. "Comprobar es lo que ms les gusta.
Entrometidos.

Tena razn, por supuesto. Los Honeycutts siempre estuvieron dejndose caer
inesperadamente con algunos pequeos y aparentemente innecesarios proyectos
domsticos: reemplazar la manguera de jardn que nunca usbamos, recortar los mirtos de
crep
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Lagerstroemia comnmente conocida como mirtos de crep es un gnero con 100 especies de plantas de
flores, perteneciente a la familia Lythraceae. Son rboles y arbustos que se encuentran en las zonas tropicales
de Asia.
en el otoo, o instalar una fuente para pjaros en el patio delantero. Eran demasiado,
llegu a reconocer el distintivo ruido de traqueteo del silenciador de su camioneta cuando
vena por el camino. En cuanto a mi mam, su sutileza haba terminado claramente con ese
primer da. A partir de entonces, si venan a la puerta, ella ignoraba sus golpes, ni siquiera
pestaeaba cuando la cara de Alice apareca en la pequea grieta de la ventana de la sala
que la persiana no cubra, blanca y fantasmal con la luz brillante detrs de sta, mirando
hacia dentro.

Fue por los Honeycutts que vi a mi madre tan rara que le tom casi dos meses darse cuenta
de que ella se haba ido. De hecho, si la secadora no se hubiera roto, cre que nunca lo
hubieran averiguado, podra haberme quedado en la casa amarilla hasta el final. Claro, que
tena la renta retrasada y la energa estaba a punto ser cortada. Pero lo hubiera manejado de
una u otra manera, al igual que todo lo dems. El hecho era, que estaba haciendo un buen
trabajo por mi cuenta, o por lo menos tan bien como no lo haba hecho nunca con mi
mam. Lo cual no era decir mucho, lo s. Sin embargo, de una manera extraa, estaba
orgullosa de m misma. As como haber demostrado finalmente que no la necesitaba,
tampoco.

As fue, sin embargo, la secadora muri con un pop y un olor a quemado, una tarde noche
de octubre, mientras yo haca macarrones con queso en el microondas. No tena ms
remedio que extender un tendedero en la cocina frente a la estufa que haba estado usando
desde que el propano se acab, colgando todojeans, camisas y calcetinesy esperar lo
mejor. A la maana siguiente, mis cosas apenas se haban secado as que me puse lo menos
hmedo y dej el resto, pensando que tena que lidiar con ello esa noche cuando llegara a
casa del trabajo. Pero Ronnie y Alice se presentaron supuestamente para sustituir algunas
tablillas rotas en el porche delantero. Cuando vieron el tendedero, entraron, y luego se
encontraron con todo lo dems.

No fue sino hasta el da en que me llevaron a Poplar House que realmente vi el informe que
la persona de los servicios sociales haba presentado ese da. Cuando Shayna, la directora,
lo ley en voz alta, era claro para m que quien haba escrito lo haba adornado, por alguna
razn necesitando hacer que sonara peor de lo que realmente era.

Nia menor de edad aparentemente vive sin agua corriente o calefaccin en la casa de
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alquiler abandonada por la madre. El rea de cocina fue encontrada sucia e invadida por
parsitos. El calentador no funciona. Fue descubierta evidencia de consumo de drogas y
alcohol. Nia menor de edad parece haber estado viviendo sola durante algn tiempo.

En primer lugar, yo tena agua corriente. Pero no en la cocina, donde las tuberas haban
reventado. Por esta razn, los platos tendan a acumularse, ya que era difcil acarrear el
agua del bao slo para lavar unos platos. En cuanto a los parsitos, siempre tuvimos
cucarachas; slo crecieron un poco ms en nmero con la falta de agua, aunque haba
estado rocindolas regularmente. Y tena un calentador, slo que simplemente no estaba
encendido. La cosa de droga y alcohol asumo que se refera a las botellas en la mesa de
caf y la colilla en uno de los cenicerosno poda negarlas exactamente, pero difcilmente
pareca un motivo de desarraigo de una persona de toda su vida sin previo aviso.

Durante todo el tiempo que Shayna estuvo leyendo el informe en voz alta, con voz plana y
montona, segu pensando que poda hablar de mi salida de ah. Que si me explicaba
correctamente, con el detalle y el nfasis adecuado, acabaran por dejarme ir a casa.
Despus de todo, yo tena slo siete meses antes de cumplir los dieciocho aos, cuando
todo esto sera un punto discutible de todos modos. Pero en el momento en que abr la boca
para comenzar del tema uno, lo del agua, ella me detuvo.

"Ruby," dijo, "dnde est tu madre?"

Fue entonces que comenc a darme cuenta de lo ms evidente. No importaba lo que dijera,
lo cuidadosamente elaborado que mis argumentos fueran, incluso si utilizaba todas las
herramientas de evasin y persuasin que haba dominado en los ltimos aos. Slo haba
una cosa que realmente importaba, ahora y siempre, y era sta. "No lo s, dije. "Ella slo
se ha ido."

Despus del recorrido, la revelacin del estanque, y algunos momentos ms difciles, J amie
y Cora finalmente me dejaron sola y bajaron las escaleras para comenzar la cena. Eran
apenas las cinco y media, pero ya se estaba poniendo oscuro afuera, lo ltimo de la luz se
hunda tras los rboles. Imagin el telfono sonando en la vaca casa amarilla mientras
Richard, el jefe de mi madre en el Commercial Courier, se daba cuenta de que no
estbamos simplemente atrasadas, sino que habamos decidido abandonar nuestro equipo.
Ms tarde, el telfono probablemente sonara de nuevo, seguido por un coche apareciendo
por el camino, detenindose junto a la ventana frontal. Esperaran un momento hasta que yo
saliera, tal vez incluso enviaran a alguien a golpear la puerta. Cuando no respondiera,
daran la vuelta precipitadamente, escupiendo la hierba limpia de los Honeycutts y el barro
bajo sta por detrs de sus ruedas traseras.

Y luego qu? La noche pasar, sin m ah, la casa asentndose en s misma en la oscuridad
y silencio. Me pregunt si los Honeycutts ya habran limpiado las cosas, o si mi ropa an
estaba extendida a travs de la cocina, fantasmal. Sentada all, en este lugar extrao, era
como si pudiera sentir la casa arrastrndome de vuelta a ella, un tirn visceral en mi
corazn, del mismo modo que, en los primeros das del otoo, tena la esperanza de que se
lo hiciera a mi mam. Pero ella no haba vuelto, tampoco. Y ahora, si lo haca, yo no estara
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all.

Pensando esto, sent un nudo en el estmago, un pnico repentino se pos sobre m, y me
puse de pie, caminando hacia la puerta del balcn y empujndola, luego di un paso afuera
en el aire fro. Estaba casi totalmente oscuro, las luces se encendan en las casas cercanas
mientras la gente llegaba a casa y se arrellanaba por la noche en los lugares que llamaban
hogar. Pero all de pie, con la enorme casa de Cora elevndose detrs de m y ese gran patio
abajo, me sent tan pequea, como si alguien me mirara hacia arriba, me encontrara
irreconocible, perdida.

De vuelta adentro, abr la bolsa que me haban entregado en Poplar House; J amie la haba
sacado del coche. Era una bolsa barata, alguna oferta que mi mam haba conseguido a
travs del trabajo, lo ltimo que hubiera utilizado para embalar mis posesiones terrenales,
no que esto fuera lo que haba en ella, de todas formas. En cambio, era sobre todo ropa que
no usabalas cosas buenas haban estado en el tendederoas como algunos libros de
texto, un cepillo para el cabello, y dos paquetes de ropa interior de algodn que nunca haba
visto en mi vida, por cortesa del Estado. Intent imaginar a alguna persona que nunca
haba conocido antes, pasando por mi habitacin, recogiendo estas cosas por m. Cuantas
agallas poda tener para simplemente asumir que poda saber, con una mirada, las cosas sin
las que otra persona no podra vivir. Como si fuera lo mismo para todos, as de simple.

Slo haba una cosa que realmente necesitaba, y saba lo suficiente para mantenerla cerca
en todo momento. Extend la mano, pasando mis dedos por la fina cadena de plata
alrededor de mi cuello hasta que mis dedos tocaron la forma familiar que estaba en el
centro. Todo el da haba estado presionndola contra mi pecho, mientras segua el esquema
que saba de memoria: la parte superior redondeada, el borde liso por un lado, la serie de
protuberancias irregulares en el otro. La noche anterior, cuando estaba en el bao de Poplar
House, sta haba sido todo lo que era familiar, lo nico en lo que centr cuando me
enfrent al espejo. No poda mirar los huecos oscuros bajo mis ojos, o el extrao entorno y
cmo me senta extraa en l. En su lugar, como ahora, simplemente la levant con
suavidad, tranquilizndome al ver que el contorno de esa llave se mantena en mi piel, la
nica que abra la puerta a todo lo que haba dejado atrs. Para el momento en que J amie
grit desde las escaleras que la cena estaba lista, yo haba decidido irme esa noche.
Simplemente tena sentidono haba necesidad de contaminar su prstino hogar an ms, o
la bella cama en mi cuarto. Una vez que todos estuvieran dormidos, slo agarrara mis
cosas, me deslizara por la puerta trasera, y estara en la calle principal dentro de unos
pocos minutos. En el primer telfono pblico que encontrara, llamara a uno de mis amigos
para que veniera por m. Saba que no poda quedarme en la casa amarillasera el lugar
ms obvio para ir a buscarmepero al menos si llego all, podra escoger entre mis cosas lo
que necesitaba. No era estpida. Saba que las cosas ya haban cambiado de manera
irrevocable y total. Pero al menos podra caminar por las habitaciones y decir adis, as
como tratar de dejar algn mensaje atrs, en caso de que alguien viniera a buscarme.

Entonces era slo una cuestin de presentarme de la peor forma. Despus de unos das de
bsqueda y papeleo, Cora y J amie me describirn como insalvable, apuntndose unos
tantos por intentarlo y escapando relativamente indemnes. Eso era lo que la mayora de la
gente quera de todos modos.
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Ahora, entr al cuarto de bao, con mi cepillo para el cabello en la mano. Saba que me
vea despeinada, el resultado de ms o menos dos noches sin dormir y luego este largo da;
pero la iluminacin en el bao, claramente destinada a ser halagadora, me haca ver mejor
de lo que yo saba que realmente me vea, lo cual era inquietante. Espejos, si nada ms, se
supone que son honestos. Apagu las luces y cepill mi cabello en la oscuridad.

J usto antes de salir de mi cuarto, mir mi reloj, viendo la hora: 5:45. Si Cora y J amie
estaban dormidos para, digamos, ms tardar a medianoche, eso significa que slo tena que
soportar seis horas y quince minutos ms. Saber esto me dio una sensacin de calma, de
control, as como la fortaleza que necesitaba para ir abajo a la cena y lo que fuera que me
esperaba.

Incluso con esta actitud cautelosa, sin embargo, nunca podra haber estado preparada para
lo que encontr en la parte inferior de la escalera. All, en la oscura entrada y justo antes del
arco que conduca a la cocina, pis algo hmedo. Y, a juzgar por el chapoteo en contra de
mi tobillo, fro.

"Whoa," dije, tirando mi pie hacia atrs y mirando a mi alrededor. Cualquier cosa que fuera
el lquido se haba extendido ahora, impulsado por mi zapato, y me congel, de manera de
que no poda enviarlo ms lejos. Apenas una media hora en l, y ya me las haba arreglado
para violar el palacio perfecto de Cora. Estaba mirando a m alrededor, preguntndome qu
podra encontrar para limpiarloel tapiz de la pared cercana? Algo en el paragero?
cuando la luz hizo clic sobre mi cabeza.

"Oye," dijo J amie, limpindose las manos en un pao de cocina. "Me pareci or algo.
Adelante, estamos a punto De repente, dej de hablar, viendo el charco y mi proximidad
a ste. "Oh, mierda," dijo.

"Lo siento," le dije.

"Rpido," dijo, cortndome y tirndome el pao de cocina. "Scalo, podras? Antes de que
ella"

Cog el pao y estaba a punto de agacharme cuando me di cuenta de que era demasiado
tarde. Cora estaba de pie en el arco tras l, mirando en torno a su hombro. "J amie," dijo, y
l salt, asustado. Es eso?"

"No, dijo l rotundamente. "No lo es."

Mi hermana, claramente no convencida, dio un paso alrededor de l y se acerc para ver
mejor. "Lo es, dijo, volvindose para mirar a su marido, quien se haba escabullido de
vuelta a la cocina. "Es pis."

"Cor"

"Es pis, otra vez," dijo ella, girando para enfrentarlo. "No es por eso que pusimos esa
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puerta de perro?"

Perro? Pens, a pesar de que supuestamente esto era un alivio, considerando que haba
estado preocupada a punto de descubrir algo muy inquietante de mi cuado. "Tienes un
perro?" pregunt. Cora suspir como respuesta.

"Amaestrar al perro en el uso de la puerta toma tiempo, le dijo J amie, agarrando un rollo
de toallas de papel de un mostrador cercano caminando hacia nosotras. Cora se hizo a un
lado cuando l arranc algunas hojas y luego se puso en cuclillas, lanzndolos sobre el
charco y salpicaduras adyacentes. "Conoces esa expresin. No se puede ensear nuevos
trucos a un perro viejo."

Cora sacudi la cabeza, luego regres andando a la cocina sin ms comentarios. J amie,
todava en el suelo, arranc algunas toallas de papel ms y luego sec mi zapato, mirando
hacia m. "Lo siento," dijo. "Es un problema."

Asent, sin saber qu decir a esto. As que slo dobl el pao de cocina y lo segu a la
cocina, donde lanz las toallas de papel en un bote de basura de acero inoxidable. Cora
estaba cerca de las ventanas que daban por sobre el piso, poniendo la amplia y blanca mesa
all. La observ mientras doblaba unas servilletas de tela, poniendo una para cada uno de
los tres platos, antes de poner los cubiertos: tenedor, cuchillo, cuchara. Tambin haba
mantenles, vasos de agua, y una gran jarra con limones en rodajas flotando en sta. Al igual
que el resto de la casa, pareca como algo salido de una revista, demasiado perfecto para
siquiera ser real.

J usto mientras pensaba esto, o un sonido fuerte y de traqueteo. Era como un ruido que tu
abuelo hara, una vez que se hubiera desmayado en su silln reclinable despus de la cena,
pero ste vena de detrs de m, en el lavadero. Cuando me di la vuelta, vi al perro.

En realidad, en primer lugar, vi todo lo dems: la gran cama, cubierta de lo que pareca
como piel de cordero, el montn de juguetesanillos de plstico, diarios falsos, huesos de
cuerday, lo ms notable de todo, un pollo de peluche de color naranja, sentado erguido.
Slo una vez que proces todos estos pertrechos vi realmente al perro en s, que era
pequeo, blanco y negro, acostado sobre su espalda, los ojos cerrados y los pies en el aire,
roncando. Ruidosamente.

"Ese es Roscoe," me dijo J amie abriendo la nevera. "Normalmente, estara sobre ti
saludndote. Pero nuestra paseadora de perros vino por primera vez hoy, y creo que lo
noque. De hecho, eso es probablemente por qu tuvo ese accidente en el vestbulo. Est
agotado."

"Lo que estara fuera de lo comn," dijo Cora, "si en realidad saliera."

Desde el cuarto de lavado, o que Roscoe solt otro ronquido. Son como si sus fosas
nasales hubieran explotado.

"Vamos a comer," dijo Cora. Luego sac una silla y se sent.
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Esper a que J amie tomara su lugar en la cabecera de la mesa reclamando la otra silla. No
fue hasta que estuve sentada y obtuve un olorcillo de la olla de salsa de espagueti a mi
izquierda que me di cuenta de que estaba muerta de hambre. J amie recogi el plato de Cora,
ponindolo sobre el suyo propio, y luego le sirvi algunos espaguetis, salsa, y ensalada
antes de pasrselo de nuevo a ella. Luego hizo un gesto hacia el mo, e hizo lo mismo antes
de llenar su propio plato. Todo era tan formal y normal, que me sent extraamente
nerviosa, tanto es as que me encontr mirando a mi hermana, recogiendo mi tenedor slo
cuando ella lo haca. Era tan extrao, considerando cuanto tiempo haca desde que no haba
recibido ninguna seal de Cora. Sin embargo, haba habido un tiempo en que ella me haba
enseado todo, as que tal vez, como tantas otras cosas, esto era slo instinto.

"As que maana," dijo J amie, su voz fuerte y alegre, "vamos a inscribirte en la escuela.
Cora tiene una reunin, as que estar llevndote a mi vieja tierra."

Levant la vista. "No voy a J ackson?"

"Fuera de distrito," dijo Cora, agarrando un pepino con el tenedor. "E incluso si tenemos
una excepcin, el viaje es demasiado largo.

"Pero es mediados de semestre," le dije. Vi un destello de mi casillero, el proyecto de
biologa que acababa de dejar la semana anterior, todo ello, al igual que mis cosas en la
casa amarilla, acaba de abandonarlas. Tragu, tomando un respiro. "No puedo dejarlo
todo."

"Est bien," dijo J amie. "Vamos a conseguir que todo se resuelva maana."

"No me importa un largo viaje en autobs," dije yo, avergonzada por cuan tensa sonaba mi
voz, traicionando el nudo que se haba levantado en mi garganta. Era tan ridculo que
despus de todo lo que haba sucedido, estuviera llorando por la escuela. "Puedo
levantarme temprano, estoy acostumbrada a ello."

"Ruby." Cora dirigi sus ojos hacia m. "Esto es lo mejor. Perkins Day es una excelente
escuela."

"Perkins Day? dije. "Hablas en serio?"

"Qu hay de malo con Day?" pregunt J amie.

"Todo," le dije. Me mir sorprendido, luego herido. Genial. Ahora estaba apartando a la
nica persona que realmente tena a mi lado en esta casa. "No es una mala escuela," le dije.
"Es slo no voy a encajar con nadie ah."

Esta era una subestimacin masiva. Durante los ltimos dos aos, yo haba ido a J ackson
High, la escuela ms grande en el condado. Atestada, insuficientemente financiada, y con la
mitad de tus clases en casas rodantes, slo sobreviviendo un ao, era considerado un
smbolo de honor, sobre todo si eran como yo y no corran exactamente con la mayora de
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la multitud de acadmicos.

Despus de de habernos mudado tanto con mi mam, J ackson fue el primer lugar en el que
haba pasado aos consecutivos en mucho tiempo, as que incluso si era un hoyo total de
mierda, segua siendo familiar. A diferencia de Perkins Day, la escuela privada de lite
conocida por su equipo de lacrosse, estelares calificaciones de SAT, y el hecho de que el
aparcamiento de los estudiantes presentaba ms lujo en automviles que un concesionario
de automviles europeos. El nico contacto que hemos tenido con los chicos de Perkins
Day era cuando se sentan como en las fiestas de los barrios bajos. Incluso entonces, a
menudo sus chicas se quedaban en el coche, el motor en marcha y la radio encendida, los
cigarrillos colgando por la ventana, demasiado buenas para venir incluso al interior.

J usto mientras pensaba esto, J amie de repente empuj su silla hacia atrs, saltando a sus
pies. "Roscoe!" dijo. "Espera! La puerta para perros!"

Pero ya era demasiado tarde. Roscoe, despus de haber despertado en algn momento en su
cama, ya estaba levantando la pierna contra el lavavajillas. Trat de tener una mejor visin
de l, pero slo capt una visin fugaz antes de que J amie se moviera a travs del piso,
tomndolo a mitad de camino, y luego llevndolo, goteando todava, y arrojndolo fuera
por la pequea solapa en la parte inferior de las puertas francesas de enfrente.

Luego mir a Cora, y al ver su expresin ptrea, sali, la puerta se cerr con un clic a sus
espaldas.

Cora se puso una mano en la cabeza, cerrando los ojos, y me pregunt si debera decir algo.
Sin embargo, antes de que pudiera, ella empuj su silla y camin a recoger el rollo de
toallas de papel, luego desapareci detrs de la isla de la cocina, donde poda or su
limpieza de lo que Roscoe haba dejado atrs.

Saba que probablemente deba ofrecer mi ayuda. Sin embargo, sentada sola en la mesa,
todava estaba fuera de forma con la idea de estar en el Perkins Day. Como si todo lo que
hiciera estuviera lanzndome a una casa de lujo y a una escuela de lujo y de alguna manera
slo se arreglara, de la misma manera en que Cora claramente se haba arreglado cuando
ella me dej a m y a mi mam detrs todos esos aos. Pero no ramos las mismas, no en
ese entonces, y especialmente no ahora.

Sent que se me haca un nudo en el estmago, y extend la mano, apretando los dedos
sobre la llave alrededor de mi cuello. Cuando lo hice, alcance a ver mi reloj, la luz de arriba
brill en la superficie, y me sent relajar. Cinco horas, quince minutos, pens. Entonces cog
mi tenedor y termin mi cena.

Seis horas y cincuenta largos minutos ms tarde, estaba empezando a preocuparme de que
mi cuadoEl Mejor Hombre en el Mundo y Amante de las Criaturas Incontinentes
tambin fuera un insomne. Calculando que eran de los tipos de ir temprano a la cama, me
haba ido a mi cuarto a "dormir" a las nueve y media. Efectivamente, habia odo a Cora
subir unos cuarenta minutos ms tarde, por el relleno ms all de mi habitacin a la suya
propia, que se encontraba en el extremo opuesto del piso. Su luz se apag a las once, en el
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punto en que empec la cuenta regresiva, esperando a que J amie se reuniera con ella. No lo
hizo. De hecho, en todo caso, haba ms luces en la planta baja ahora de lo que haba
habido antes, a travs del patio trasero, an cuando las casas que nos rodeaban se
oscurecan, una por una.

Ahora haba estado sentada all durante casi cuatro horas. No quera encender una luz, ya
que se supona que era tiempo de estar dormida, por lo que haba pasado el tiempo tumbada
en el cama, mis manos cruzadas sobre mi estmago, mirando al techo y preguntndome
qu diablos estaba haciendo J amie? La verdad sea dicha, no se diferencia tanto de las
noches hace unas semanas, cuando la energa haba sido cortada temporalmente en la casa
amarilla. Por lo menos all, sin embargo, me poda fumar un cuenco
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Agachndome, agarr mi bolso, abr lentamente la puerta, dando un paso al pasillo y
pegndome a la pared hasta que llegu a la escalera.

Abajo, en el pasillo de la entrada consegu mi primer golpe de suerte en das: la alarma no
estaba activada. Gracias a Dios.

Cog la perilla, a continuacin, abr la puerta, deslizando la mano con la bolsa primero.
Estaba a punto de traspasar el umbral cuando o el silbido.

Era alegre, y una meloda que reconocde algunos versos de un comerciales. Detergente,
tal vez. Mir a m alrededor, preguntndome qu clase de compaa tendra en una calle de
la subdivisin a la una y media de la maana. Pronto, obtuve mi respuesta.

"Buen chico, Roscoe! Buen chico!"

Me qued helada. Era J amie. Ahora lo vea, vena del otro lado de la calle con Roscoe, que
acababa de levantar la pierna en un buzn, caminaba delante de l con una correa. Mierda,
pens, preguntndome si estaba lo suficientemente lejos para no ver si me volteaba en la
direccin contraria, esquivando las farolas.
o tomar unas pocas
cervezas para mantener las cosas interesantes. Aqu, no haba ms que la oscuridad, el calor
apagado y encendidodespus de cronometrarlosdecid que fuera a intervalos aleatorios,
y surgiendo con posibles explicaciones para la extraa luz brillante que era visible en el
otro extremo del patio. J usto las haba reducido a extraterrestres o algn tipo de fenmeno
celestial neo-suburbano, cuando de repente, la ventana de la planta baja qued a oscuras.
Por fin, J amie se iba a la cama.

Me sent, cepillando mi pelo con los dedos, y escuch. A diferencia de la casa amarilla, que
era tan pequea y de paredes delgadas que se poda or a alguien voltearse en la cama a dos
habitaciones ms all, el palacio de Cora era difcil de controlar en trminos de actividad y
movimiento. Me acerqu a mi puerta, abrindola lenta y ligeramente. A lo lejos, escuch
pisadas y una puerta cerrndose. Perfecto. l estaba adentro.

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En el original smoke a bowl; bowl o cuenco vendra a ser el espacio que hay en una pipa donde se inserta la
marihuana.
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Despus de un clculo rpido, me decid a ir alrededor de la casa en su lugar.

Lo poda or silbar otra vez mientras saltaba frente a la escalinata y corra por la hierba,
esquivando un grifo de riego y yendo hacia el patio trasero.

All, me dirig a esa luz que haba estado estudiando antes, ahora esperando que fueran
extraterrestres, o algn tipo de agujero negro, cualquier cosa que me llevara lejos.

En su lugar, encontr una valla. Arroj mi bolsa sobre ella y me preguntaba cuales eran mis
posibilidades para seguir, por no hablar de qu encontrara all, cuando o un ruido
estrellarse detrs de m. Cuando me volv, vi a Roscoe salir de su puerta para perros.

Al principio, slo estaba olfateando el patio, con la nariz pegada al suelo, yendo en
crculos. Pero luego se detuvo de pronto, con la nariz en el aire. Uh-oh, pens. Yo ya estaba
llegando arriba, agarrando la parte superior de la valla y esforzndome por tratar y tirar de
m otra vez, cuando empez a ladrar y sali disparado como una bala derecho hacia m.

Di lo que quieras sobre perros pequeos, pero pueden moverse. En cuestin de segundos,
haba cubierto el gran patio entre nosotros y fue hasta mis pies, ladrndome mientras
colgaba de la cerca, mi trceps y bceps ya quemaban.

Shhh, le sise, pero por supuesto esto slo lo haca ladrar ms. Detrs de nosotros, en la
casa, una luz se encendi, y pude ver a J amie en la ventana de la cocina, mirando hacia
afuera.

Trat de subirme ms, trabajando para conseguir un mejor agarre. Me las arregl para poner
un codo encima, izndome lo suficiente como para ver que la fuente de luz que haba
estado viendo no era en absoluto de otro mundo, sino de una piscina. Era grande e
iluminada y, me di cuenta, ocupada por una figura cortando a travs del agua haciendo
vueltas.

Mientras tanto, Roscoe segua ladrando, y mi maleta estaba ya en el patio de esta extraa
persona, lo que significa que no haba ms remedio que unirme a l o arriesgarme a ser
atrapada por J amie. Forzndome, me tir hacia arriba as que estaba colgada encima de la
valla, y trat de lanzar una pierna al otro lado. No hubo suerte.

"Roscoe? O a J amie gritar desde el patio. "Qu tienes all, muchacho?

Volv la cabeza, mirndolo hacia atrs, preguntndome si poda verme. Supuse que tena
unos cinco segundos, si Roscoe no se callaba, antes de que se dirigiera a ver lo que su perro
haba ahuyentado. O encontrado. Otros quince, mientras que l cruzara el patio, entonces
tal vez un minuto antes de que l lo pusiera todo junto.

"Hola?"

Estaba tan ocupada haciendo todos estos clculos que no haba notado que la persona que
haba estado nadando, en algn momento, se detuvo. No slo eso, sino que ahora estaba en
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el borde de la piscina, mirndome. Era difcil distinguir sus facciones, pero quien quiera
que fuera, era claramente masculino y sonaba muy amigable, teniendo en cuenta las
circunstancias.

Hola, murmur de regreso.

"Roscoe?" grit J amie otra vez, y esta vez, sin siquiera voltear alrededor, pude or que l
se estaba moviendo, acercndose. A menos que tuviera una explosin de fuerza
sobrehumana o un agujero negro se abriera y me tragara completamente, necesitaba un plan
B, y rpido.

"T?" dijo el chico en la piscina, alzando la voz para hacerse or sobre Roscoe, que
segua ladrando.

No, le dije mientras relajaba mi apretn. Su rostro desapareci cuando me deslic por mi
lado de la cerca, cayendo sobre mis pies con unos pocos segundos de sobra antes de que
J amie apareciera debajo de la fila de pequeos rboles en el borde del patio y me viera.

"Ruby?" dijo. "Qu ests haciendo aqu?"

Se vea tan afectado que por un momento, sent una punzada de culpabilidad. Como si lo
hubiera defraudado o algo as. Lo cual era ridculo; ni siquiera nos conocamos el uno al
otro. Nada, le dije.

"Est todo bien?" Levant la vista hacia la valla, luego de nuevo a m, mientras Roscoe,
quien finalmente se haba callado, olfateaba alrededor de sus pies, produciendo ruidos de
resoplidos.

S, dije. Estaba haciendo un punto para hablar despacio. Con calma. El tono lo es todo.
Yo justo estaba...

La verdad era que en ese momento, no saba lo que tena previsto decir. Slo esperaba que
un pretexto plausible saliera de mi boca, lo cual, teniendo en cuenta mi suerte hasta ahora,
era ciertamente una remota posibilidad. No obstante, iba a ir a por ello. Pero antes de que
pudiera abrir la boca, se produjo un ruido desde el otro lado de la valla, y un rostro apareci
por encima de nosotros. Era el chico de la piscina, quien, con esta mejor luz, ahora pude ver
era de mi edad. Tena el pelo rubio y mojado, y haba una toalla alrededor de su cuello.

"J amie," dijo. "Hey. Qu sucede?"

J amie lo mir. Hey, respondi. Para m, dijo, "As que... conociste a Nate?

Lanc una mirada al chico. Oh, bueno, pens. Es mejor de lo que haba previsto. "S."
Asent. "Yo justo estaba"

"Ella vino a decirme que mi msica estaba demasiado alta," el chico Nate? le dijo a
J amie.
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A diferencia de m, l no pareca estar esforzndose en lo ms mnimo, sostenindose sobre
la parte superior de la valla. Me pregunt si l estaba de pie sobre algo. Para m l agreg:
"Lo siento. La sub para poder orla bajo el agua."

De acuerdo, dije. "Yo slo... no poda dormir." A mis pies, Roscoe de pronto tosi,
expulsando algo. Todos lo miramos, y luego dijo J amie lentamente: "Bueno... Es tarde.
Tenemos un largo da maana, as que..."

S. Debo ir a la cama, tambin," dijo Nate, alcanzando un borde de la toalla levantndolo y
limpiando su rostro. Tena que estar en una silla o algo as, pens. Nadie tiene ese tipo de
fuerza en la parte superior del cuerpo. "Gusto en conocerte, Ruby."

Igualmente, le respond.

Salud a J amie, y luego se perdi de vista. J amie me mir por un momento, como si
todava tratara de descifrar lo que haba sucedido. Trat de no flaquear mientras continuaba
estudiando mi cara, slo relajndome una vez que haba deslizado sus manos en los
bolsillos y comenz cruzar a travs del csped, Roscoe caminando alrededor de sus talones.

Haba llegado a la lnea de rboles, tras l, cuando o un Pssst!" detrs de m. Cuando me
di la vuelta, Nate haba empujado parte de la valla abrindola y pasado a travs de ella mi
bolsa. "Puede ser que necesites esto," dijo.

Como si supusiera que deba estar agradecida. Increble, pens mientras me acercaba,
recogiendo la bolsa.

"Entonces, para qu es?"

Mir hacia l. Tena la mano en la puerta y se haba puesto una camiseta oscura, y su
cabello estaba empezando a secarse ahora, sobresaliendo ligeramente. En la vacilante luz de
la piscina cercana al fin pude distinguir su rostro lo suficiente para ver que era algo as
como lindo, pero de una manera de chico rico, y todo atltico y de bordes lisos, no mi tipo
en absoluto. "Qu?" Le dije.

"La llave. Seal a mi cuello. "Para qu es?"

J amie iba entrando a la casa ahora, dejando la puerta abierta para m detrs de l. Extend la
mano, entrelazando los dedos alrededor de la cadena colgando.

Nada, le dije.

Mov mi bolso detrs de m, mantenindolo en mi sombra mientras me diriga a travs del
csped a la puerta de atrs. Tan cerca, pens. Una valla ms corta, un perro ms gordo y
todo sera distinto. Pero no siempre era as. Nunca es algo muy grande lo que cambia todo,
sino los pequeos detalles, ajustando irrevocablemente el balance del universo, mientras
que ests ocupado concentrndote en la gran imagen.
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Cuando llegu a la casa, no haba seales de J amie o Roscoe. An as, me imagin que no
vala la pena correr el riesgo de traer mi bolsa al interior, y desde que el balcn estaba
demasiado alto para tirarlo, decid simplemente guardarlo en alguna parte y volver a bajar
por ella en un par de horas cuando la costa estuviera despejada. As que la met al lado de la
parrilla, luego me deslic en el interior cuando las luces brillantes de la piscina de Nate se
apagaron, dejando a oscuras todo entre su casa y la nuestra.

No vi otra vez a J amie cuando sub las escaleras hasta mi cuarto. Si lo hubiera hecho, no
estaba segura de lo que le hubiera dicho. Tal vez haba cado en mi endeble excusa,
ayudada e instigada por un chico de alberca que se encontraba en el perfecto lugar en lo
que, para m de todos modos, result ser un mal momento. Era posible que l fuera se
crdulo. A diferencia de mi hermana, que saba de desapariciones y podra detectar una
mentira, incluso una buena, a una milla de distancia. Ella tambin probablemente habra
provisto el impulso feliz que necesitaba sobre esa valla, o al menos sealado el camino
hacia la puerta, aunque slo fuera para librarse de m de una vez por todas.

Esper una hora completa para bajar las escaleras. Cuando abr lentamente mi puerta, sin
embargo, all estaba mi bolsa, asentada justo a mis pies. Pareca imposible que yo no
hubiera odo a J amie dejarla all, pero lo haba hecho. Por alguna razn, me hizo sentir peor
de lo que me haba sentido durante todo el da, avergonzada de una manera que no poda
incluso explicar cuando me agach, tirando de ella dentro conmigo.

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Captulo Dos

Corregido por Moshalutz

Mi madre odiaba trabajar. Lejos de ser una empleada modelo, nunca haba tenido un
empleo, al menos en mis recuerdos, que realmente disfrutara. En cambio, en nuestra casa,
el trabajo era una palabra de siete letras, el fin oficial de los buenos tiempos, algo para ser
temido y maldecido y, cuando fuera posible, evitado.

Las cosas podran haber sido diferentes si ella estuviera calificada para tener una glamorosa
ocupacin como agente de viajes o diseadora de modas. En su lugar, debido a las
elecciones que haba hecho, como tambin algunas circunstancias ajenas a su voluntad,
siempre haba estado en bajo nivel, con un salario mnimo, beneficio slo-si-eras-muy-
afortunada, esa clase de trabajo: camarera, vendedora al por menor, tele operadora,
trabajadora temporal. Fue por eso, que cuando la contrataron en el Commercial Courier,
pareci una cosa buena. Claro, no era glamoroso. Pero al menos era diferente.

El Commercial Courier
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8
Mensajero Comercial.
se llamaba a s mismo un servicio de entrega de todo propsito",
pero su negocio principal venia del equipaje perdido. Tenan una pequea oficina en el
aeropuerto, donde las bolsas que haban sido encaminadas a la ciudad equivocada o puestas
en el avin equivocado, eventualmente terminaran, momento en el que uno de los
mensajeros los entregar a su destino apropiado, ya sea un hotel o a la casa del propietario
de la bolsa.

Antes de Commercial, mi mam haba estado trabajando como recepcionista en una oficina
de seguros, un trabajo que odiaba, ya que requera las dos cosas que odiaba por encima de
todo: levantarse temprano y tratar con gente. Cuando sus jefes la dejaron ir despus de seis
meses, haba pasado un par de semanas durmiendo y refunfuando hasta que finalmente se
acerc a los clasificados, donde vio el anuncio de Commercial. SE NECESITAN
CONDUCTORES DE ENTREGAS, deca. TRABAJ O INDEPENDIENTE, DIAS O
NOCHES. Ella nunca hubiera llamado a cualquier trabajo perfecto, pero slo a primera
vista, pareca muy cerca. As que llam y fij una entrevista. Dos das ms tarde, tena un
trabajo.

O, lo tenamos. La verdad era, que mi mam no era una muy buena navegadora.
Sospechaba que era un poco dislxica, ya que siempre estaba mezclando su derecha e
izquierda, algo que sin duda habra sido un problema para un trabajo que se basa casi
exclusivamente en seguir direcciones de manejo por escrito. Sin embargo,
afortunadamente, su turno no se iniciaba hasta las cinco de la tarde, lo que significaba que
yo poda ir junto con ella, un arreglo que yo haba supuesto en un principio slo iba a durar
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los primeros das, hasta que lograra que las cosas se inclinaran. Por el contrario, nos
convertimos en compaeras de trabajo, ocho horas al da, cinco das a la semana, slo ella y
yo en su destartalado Subaru, reuniendo a las personas con sus posesiones.

Nuestras noches siempre comenzaban en el aeropuerto. Una vez que las bolsas eran
apiladas e introducidas en el coche, ella echaba mano sobre la hoja de direcciones, y
partamos, llegando primero a los hoteles en las inmediaciones, antes de aventurarnos ms a
barrios y casas individuales.

La gente tena una de dos reacciones cuando llegbamos con su equipaje perdido.

O estaban muy contentos y agradecidos, o escogan echarle la culpa, literalmente, al
mensajero, sacando su ira de toda la industria aeronutica hacia nosotros. La mejor tctica,
aprendimos, era la empata. "No lo s," deca mi mam: sosteniendo su portapapeles para la
firma de la persona, mientras despotricaba acerca de tener que comprar artculos de tocador
o ropa nueva en una ciudad extraa. "Es una atrocidad."

Por lo general, esto era suficiente, ya que era a menudo ms de lo que las lneas areas
haban ofrecido, pero de vez en cuando alguien se iba por encima y ms all, siendo un
cabrn total, momento en que mi mam slo dejaba caer la bolsa a sus pies, se volteaba y
caminaba de regreso al coche, haciendo caso omiso de lo que le gritaban. "Es el karma," me
deca mientras nos alejbamos. "Mira. Apuesto a que estaremos aqu de nuevo antes de
darnos cuenta."

Los hoteles eran mejores, ya que slo tenamos que hacer frente a los botones o
recepcionistas del personal. Nos ofrecan algn tipo de gratificacin por proveerlos a
principios de nuestra ruta, y nos convertimos en clientes regulares de todos los bares de los
hoteles, cogiendo una hamburguesa rpida entre entregas.

Al final del turno, por lo general las carreteras se haban despejado, y ramos a menudo el
nico coche atravesando las crestas de las colinas silenciosas en las subdivisiones oscuras.
As de tarde, la gente a menudo no quiere ser molestada por nosotras tocando el timbre, por
lo que dejaban una nota sobre la puerta de su casa que nos peda que dejramos caer la
bolsa en el porche, o nos decan, cuando llambamos para confirmar la entrega, que slo
abriramos el maletero de su coche y lo dejramos all. Estos eran siempre los ms extraos
viajes para m, cuando era medianoche o incluso ms tarde, y llegbamos hasta una casa
oscura, tratando de no hacer ruido. Como un robo a la inversa, arrastrndonos alrededor
para dejar algo en lugar de tomarlo.

Con todo, tambin haba algo tranquilizador acerca de trabajar para Commercial, casi
esperanzador. Como el que las cosas que estaban perdidas pudieran ser encontradas de
nuevo.

Mientras nos alejbamos, siempre intent imaginar lo que sera abrir tu puerta para
encontrar algo que habas dado por perdido. Tal vez haba visto lugares que tu nunca habas
visto, sido desviado y pasado a travs de tantas manos extraas, pero an as, de alguna
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manera, haba encontrado el camino de regreso a ti, todo incluso antes de que el da
comenzara.

Esperaba dormir de la misma manera en que lo haba hecho en Poplar Houseapenas y
malpero en cambio me despert con un sobresalto cuando J aime llam a mi puerta a la
maana siguiente, diciendo que estaramos saliendo en una hora. Haba estado tan fuera de
ello que en un principio ni siquiera estaba segura de donde estaba. Sin embargo, una vez
que distingu la claraboya sobre mi cabeza, con sus pequeas persianas, todo volvi a m:
Cora. Mi casi escapada.

Y ahora, Perkins Day. Slo tres das antes, haba estado manejndome como mejor poda
en la casa amarilla, trabajando para Commercial, y yendo a J ackson. Ahora, aqu, todo
haba cambiado de nuevo. Pero estaba comenzando a acostumbrarme a eso ahora.

Cuando mi mam se larg por primera vez, no cre que fuera para bien. Supuse que ella
acababa de salir en una de sus aventuras, las cuales slo duraban lo que le tomaba quedarse
sin dinero o sin acogida, unos pocos das como mximo. El primer par de veces que haba
hecho esto, yo haba estado muy preocupada, luego abrumadoramente aliviada cuando
regresaba, acribillndola a preguntas sobre dnde haba estado, lo cual la irritaba sin fin.
"Slo necesitaba un poco de espacio, de acuerdo?" Ella me deca, molesta, antes de irse a
su cuarto para dormiralgo que, por su mirada, no haba hecho demasiado durante el
tiempo que haba estado fuera.

Me tom otro par de sus desaparicionescada una unos das ms tarde que la ltima
antes de darme cuenta que esta era exactamente la forma en como no deba reaccionar,
haciendo una gran cosa de ello. En su lugar, adopt una actitud ms indiferente, como si no
me hubiera realmente dado cuenta de que ella haba estado fuera. Mi madre haba sido
siempre independientesuya, ma, y nuestra. Era un montn de cosas, pero pegajosa
9

9
Se refiere a esas madres que andan pegadas a sus hijos y son sobreprotectoras.

nunca haba sido ninguna de ellas. Por descontado, decid, ella me estaba enseando acerca
de cuidarme a m misma. Slo una persona dbil necesitaba a alguien todo el tiempo. Con
cada desaparicin, se probaba ms fuerte a s misma; esto era para m, en cmo me
comportaba, al hacer lo mismo.

Despus de dos semanas sin noticias de ella, finalmente me obligu a ir a su habitacin y
mirar a travs de sus cosas. Efectivamente, su alijo de emergenciatrescientos dlares en
efectivo, la ltima vez que haba comprobadono estaban, al igual que los certificados de
sus bonos de ahorro, su maquillaje, y, ms elocuente, su traje de bao y su traje de verano
preferido. Donde quiera que se dirigiera, haca calor.

No tena ni idea de cundo se haba ido de verdad, ya que no habamos estado vindonos
exactamente. No habamos estado exactamente juntas, tampoco. Pero ese otoo, el enfoque
de no intervencin que habamos cultivado tanto se haba desbordado de tan slo unos das
aqu y all para todo el tiempo. Adems, ella haba dejado de ir a trabajardorma cuando
me iba para la escuela en la maana, dorma cuando volva y me diriga a Commercial, y
sala por lo general una vez que regresaba despus de que todas las reparticiones fueran
25
hechasno era como s tuviramos muchas oportunidades para hablar. Adems, las raras
ocasiones en que ella estaba en casa y despierta, no estaba sola.

La mayora de las veces, cuando veia el viejo Cadillac destartalado de su novio Warner en
el camino de entrada, aparcaba y luego caminaba en torno a la ventana de mi habitacin, la
cual mantena sin seguro, y me iba por ese camino. Eso significaba que tena que lavarme
los dientes con agua embotellada, y lavar mi rostro estaba fuera de cuestin, pero estos eran
precios bajos que pagar para evitar a Warner, que llenaba la casa con su humo de pipa y
siempre pareca estar sudando todo lo que haba bebido el da antes. Se echaba en el sof,
cerveza en mano, sus ojos silenciosamente siguindome cada vez que tena que cruzar
frente a l. Nunca haba hecho nada para que lo pudiera sealar especficamente, pero crea
que esto no era por inocencia, sino por falta de oportunidades. No tena la intencin de
proporcionarle una.

Sin embargo, mi madre amaba a Warner, o al menos eso deca. Se haban conocido en
Halloran, el pequeo bar en la misma calle de la casa amarilla donde iba a veces para beber
cerveza y cantar karaoke. A diferencia de los otros novios de mi madre, Warner no era del
tipo carnoso y tosco-alrededor-de-los-bordes. En cambio, en su conjunto estndar de
pantaln oscuro, camisa barata, zapatos de cubierta, sombrero con insignia de capitn,
pareca que acababa de bajar de un barco, aunque no necesariamente uno bueno. No estaba
segura de si tena un pasado nutico y estaba suspirando por l, o si estaba esperando uno
ms adelante. De cualquier manera, le gustaba beber y pareca tener algo de dinero de
alguna parte, as que para mi mam era perfecto.

En estos das, cuando pensaba en mi mam, a veces me la imaginaba en el agua. Tal vez
ella y Warner haban llevado al viejo Cadillac todo el camino hacia Florida, como haban
hablado siempre de hacer, y ahora estaban en la cubierta de algn barco, flotando en el mar
abierto. Esta era al menos una imagen ms bonita que la que en realidad sospechaba, lo
poco de negacin que me permita mi misma. No era como si tuviera un montn de tiempo
para las fantasas de todos modos.

Cuando ella se fue, era mediados de agosto, y yo todava tena nueve meses antes de
cumplir los dieciocho aos y poder vivir sola legalmente. Saba que tena un reto por
delante.

Pero yo era una chica inteligente, y pens que poda manejarlo. Mi plan era mantener el
trabajo en Commercial hasta que Robert, el propietario, captara la ausencia de mi mam, y
en ese momento tendra que buscar otra cosa. En cuanto a pasar las facturas, ya que
nuestros nombres eran idnticos poda acceder a la cuenta de mi mam por cualquier
cheque de pagolos cuales eran directamente depositadosy era capaz de obtenerlos.
Pens que estaba bien, al menos por el momento. Mientras me mantuviera fuera de
problemas en la escuela, lo nico que saba a ciencia cierta volara cubierta, nadie tena que
saber que cualquier cosa era diferente.

Y quin sabe? Incluso podra haber funcionado si la secadora no se hubiera roto. Pero
mientras mis planes a corto plazo pudieron haber cambiado, la meta a largo plazo segua
siendo la misma que haba sido por cuanto poda recordar: ser libre. No ms dependiente o
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ser un dependiente, sujeta a los capricho o antojos de mi madre, el sistema, o cualquier otra
persona, los albatros
10

10
Los albatros son aves en peligro de extincin. Creo que a eso se refiere, que los albatros dependen de los
dems para poder sobrevivir.
siempre pesando sobre el cuello de alguien. En realidad no importa
si cumplo el tiempo en la casa amarilla o en el mundo de Cora. Una vez que cumpla los
dieciocho aos, me podra desconectar de todos y, finalmente, obtener lo que quera, que
era estar por mi cuenta, de una vez por todas.

Ahora hice lo mejor que pude con mi aspecto, teniendo en cuenta que estaba pegada con el
mismo par de pantalones vaqueros que haba tenido durante dos das y un jersey que no me
haba puesto en aos. Aun as, pens, tirando hacia abajo el borde del suter, que era dos
tallas ms pequeo, no era como que me importara impresionar a la gente de Perkins Day.
Incluso mi mejor material sera el peor de ellos.

Agarr mi mochila de la cama, y luego comenc a bajar por el pasillo. La puerta de la
habitacin de Cora y J amie estaba entreabierta, y mientras me acercaba, pude or un pitido
suave, metlico, demasiado silencioso para ser una alarma de reloj, pero similar en sonido y
en tono. Al pasar, mir dentro y vi a mi hermana acostada de espaldas, un termmetro
sobresaliendo de su boca. Despus de un momento, lo sac, entrecerrando los ojos hacia l
cuando el pitido par. Me pregunt si estaba enferma. Cora siempre haba sido como el
canario en la mina de carbn, el primero en coger cualquier cosa. Mi madre dijo que era
porque se preocupaba demasiado, que la ansiedad afectaba el sistema inmunolgico. Ella
misma, clam, no haber tenido un resfriado en quince aos," aunque me atrev a pensar
que esto era porque su propio sistema era de vinagre en lugar de calmado. De todos modos,
mis recuerdos de crecer con Cora eran del mismo color, ella siempre con varias
enfermedades: infecciones del odo, alergias, amigdalitis, erupciones cutneas y fiebres
inexplicables. Si mi madre tena razn y estaba el estrs relacionado con ello, yo estaba
segura de que poda culparme fuera lo que fuera por esta ltima enfermedad.

Abajo, en la cocina, encontr a J amie sentado en la isla, una laptop abierta por delante de
l, un telfono celular pegado al odo. Cuando me vio, sonri, y luego lo cubri con una
mano. "Oye," dijo. "Cortar en un segundo. Hay cereales y otras cosas sobre la mesa
srvete tu misma.

Mir por encima, esperando ver una sola caja y un poco de leche. En cambio, haba
diferentes tipos de cajas, la mayora de ellas sin abrir, as como un plato de magdalenas,
una jarra de jugo de naranja y un tazn de vidrio grande de ensalada de frutas.

"Caf?" Pregunt, y l asinti, sealando hacia el mostrador de enfrente, donde vi un pote
y algunas tazas puestas en frente de ste.

"... s, pero eso es slo el punto," J amie estaba diciendo mientras ladeaba la cabeza a un
lado, escribiendo algo en el teclado. "Si estamos hablando en serio acerca de considerar la
oferta, necesitamos al menos establecer ciertos parmetros para las negociaciones. Es
importante."
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Me acerqu a la cafetera, cogiendo una jarra y llenndola. En el porttil J amie, pude ver la
familiar portada de UMe.com, el sitio de redes que pareca como que todos, desde tu banda
favorita hasta tu abuela, lo haban conseguido en el ltimo ao ms o menos. Yo tenia una
pgina, aunque debido al hecho de que no tena acceso regular a una computadora, no la
haba comprobado en un tiempo.

"Pero eso es slo el punto," dijo J amie, haciendo clic en otra pgina. "Ellos dicen que
quieren preservar la integridad y la intencin bsica, pero tienen mentalidad corporativa.
Mira, slo habla con Glen, ve lo que l dice. No, no esta maana, tengo que ir a hacer algo.
Aunque voy a estar al medioda. Est bien. Ms tarde."

Hubo un pitido, y colg el telfono, recogiendo un bollo junto a l y tomando un bocado
justo cuando hubo un ping! en la pantalla, el sonido familiar de un nuevo mensaje en el
buzn de entrada de UMe. "Tienes una pgina UMe?" Le pregunt mientras me sentaba a
la mesa con mi caf. Mi suter se enroll de nuevo, y le di otro tirn.

Me mir por un segundo. "Uh... s. Lo tengo." Asinti con la cabeza hacia mi taza. "No
ests comiendo?"

"No me gusta desayunar," le dije.

Ese chisme es una locura." Empuj la silla hacia atrs, acercndose a agarrar dos cuencos
de un gabinete cercano, luego se detuvo en la nevera, abrindola y sacando un poco de
leche. "Cuando yo era un nio," dijo, acercndose y soltando todo sobre la mesa a mi lado,
"mi mam nos haca huevos o panqueques todas las maanas. Con chorizo o tocino, y pan
tostado. Tienes que tener lo mismo. Es alimento para el cerebro."

Lo mir por encima de mi taza de caf al tiempo que coga una de las cajas de cereales,
rasgndolo para abrirla y llenar un recipiente. Luego aadi la leche, llenando
prcticamente hasta la parte superior, y lo dej caer en un plato antes de aadir un bollo y
una colmada porcin de ensalada de frutas. Estaba a punto de decir algo acerca de estar
impresionada con su apetito cuando empuj todo el asunto a travs de la mesa para m.
"Oh, no, dije. No puedo"

"No tienes que comerlo todo," dijo, sacudiendo cereal en su propio tazn. "Slo algo. Lo
necesitars, confa en m."

Le lanc una mirada cautelosa, luego baj mi taza, recog la cuchara y tom un bocado. Al
otro lado de la mesa, con la boca llena de bollo, me sonri. "Bueno, no?"

Asent justo cuando sonaba otro ping! de la computadora porttil, seguido inmediatamente
por uno ms. J amie no pareci darse cuenta, en su lugar tom un pedazo de pia con el
tenedor. Entonces, dijo, gran da el de hoy."

Supongo, dije, tomando otro bocado de cereal. Odiaba admitirlo, pero ahora estaba
muriendo de hambre y tuve que trabajar para no tragar la comida sin parar. No poda
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recordar la ltima vez que haba tenido desayuno.

"S que una nueva escuela es difcil," me dijo mientras sonaban tres pings ms en rpida
sucesin. Dios, era popular. "Mi pap estaba en el ejrcito. Ocho escuelas en doce aos.
Apestaba. Siempre era el chico nuevo."

"Cunto tiempo fuiste a Perkins Day?" Le pregunt, pensando que tal vez un breve
perodo explicara lo que realmente le gustaba.

Ping. Ping. "Empec como junior. Los mejores dos aos de mi vida.

"En serio."

Levant una ceja hacia m, cogiendo un vaso y sirvindose a s mismo algo de jugo de
naranja. "T sabes," dijo, "Entiendo que no es a lo que estas acostumbrada. Pero tampoco
es tan malo como piensas."

Me retuve un comentario cuando cuatro mensajes ms llegaron a la pgina, seguido de un
ruido detrs de m. Me di la vuelta justo a tiempo para ver a Roscoe que serpenteaba a
travs de la puerta para perros.

"Oye, amigo," dijo J amie cuando el animal se alej trotando por delante de nosotros a su
cuenco de agua, "Cmo est el mundo exterior?"

La nica respuesta de Roscoe fue un prolongado perodo de sorber, su cola golpeando en
contra del plato. Ahora que por fin tuve una oportunidad real para estudiarlo, vi que era
algo lindo, si te gustan los perros pequeos, lo que no me gustaba. Tena que pesar bajo
veinte libras
11
, y era robusto, negro con el vientre y las patas blancas, las orejas empujando
hacia arriba. Adems tena una de esas narices respingonas, toda aplastada y deformada
hacia arriba, lo que supuse explicaba el sonido adenoideo
12

11
Aproximadamente nueve kilos.
que ya haba llegado a ver
como su marca registrada. Una vez que hubo terminado de beber, eruct y luego se dirigi
hacia nosotros, detenindose en el camino a lamer un poco de migajas que cayeron de los
bollos.

Mientras miraba a Roscoe, el ordenador porttil de J amie se mantuvo sonando: tenan que
haber llegado por lo menos veinte mensajes en los ltimos cinco minutos. "Deberas...
comprobar eso o algo as?" le pregunt.

"Comprobar qu?"

"La pgina, dije, asintiendo con la cabeza hacia el porttil. "Sigues recibiendo mensajes."

"Nah, eso puede esperar." Su rostro se ilumin de repente. Eh, dormilona! Vas a llegar
tarde."
12
Se refiere a su ronquido.
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"Alguien le pegaba a la barra de repeticin," mi hermana se quej mientras entr, el pelo
mojado y vestida con pantaln negro y una blusa blanca, sus pies descalzos.

"La misma persona," dijo J amie, ponindose de pie y reunindose con ella en la isla, "que
estuvo aqu una media hora por delante que t."

Cora puso los ojos en blanco, lo bes en la mejilla y se sirvi una taza de caf. Luego se
agach, con la taza en la mano, para acariciar a Roscoe, que estaba rodeando sus pies.
"Deberan ponerse en marcha pronto," dijo. "Habr trfico."

"Caminos secundarios," dijo J amie con confianza mientras apartaba mi silla, tirando hacia
abajo mi suter de nuevo antes de llevar a mi tazn vaco y plato al fregadero. "Sola ser
capaz de llegar al Day en diez minutos justos, incluyendo cualquier semforo necesario."

"Eso fue hace diez aos," le dijo Cora. "Los tiempos han cambiado."

"No mucho," dijo.

Su computadora porttil son otra vez, pero Cora, como l, no pareci darse cuenta. En
cambio, me estaba mirando mientras me inclinaba, deslizando mi plato en el lavavajillas.

"T...? Dijo ella, luego se detuvo. Cuando alc la mirada hacia ella, dijo, Tal vez
deberas tomar prestado algo mo para usar."

Estoy bien, le dije.

Se mordi los labios, mirando directamente la franja de estmago expuesto entre dobladillo
de mi suter y la hebilla en mis pantalones vaqueros que haba estado intentando cubrir
toda la maana. "Slo vamos," dijo.

Subimos las escaleras en silencio, ella guindome en el camino hacia su cuarto, el cual era
enorme, las paredes de un color azul claro y fresco. No me sorprendi ver que era ordenado
como un alfiler, la cama hecha con almohadas dispuestas de manera tan precisa que slo
sabas que haba un diagrama en un cajn de algn lugar cercano. Al igual que mi
habitacin, haba tambin un montn de ventanas y un tragaluz, as como un gran balcn
que conduca a una serie de pisos ms abajo.

Cora cruz la habitacin, tomando un sorbo de la taza en su mano mientras se diriga al
cuarto de bao. Fuimos ms all de la ducha, lavabos dobles, y un bao hundido en una
habitacin ms all, que result no ser una habitacin en absoluto, sino un armario. Un
armario enorme, con bastidores de ropa en dos paredes y estantes del techo al piso en la
otra. Por lo que pude decir, de las cosas de J amiepantalones vaqueros, un par de trajes, y
un montn de camisetas y zapatillas de deportetomaba una fraccin del espacio.
El resto era todo de Cora. Observ desde la puerta mientras ella se acercaba a un estante,
empujando a un lado algunas cosas.

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"Posiblemente necesites una camisa y un suter, verdad?" dijo, estudiando unas pocas
chaquetas de punto. "Tienes una chaqueta, estoy suponiendo."

"Cora."

Sac un suter, examinndolo. S?

"Por qu estoy aqu?"

Tal vez fue el espacio cerrado, o este perodo prolongado sin que J amie estuviera entre
nosotras. Pero cualquiera que fuera la razn, esta pregunta acababa de surgir de alguna
manera, tan inesperada para m, como yo saba que era para ella. Ahora que estaba fuera,
me sorprendi lo mucho que quera escuchar la respuesta.

Dej caer su mano de la percha y luego se volvi hacia m. "Porque eres una menor," dijo
ella, y tu madre te abandon."

"Estoy casi en los dieciocho aos," le dije. "Y lo estaba haciendo bien por mi cuenta."

Bien, repiti ella, su expresin era plana. Al mirarla, me record lo muy diferentes que
ramos, yo pelirroja con la piel plida y pecosa, como un contraste con su pelo negro y ojos
azules. Yo ms era alta, con la figura delgada de mi madre, mientras ella era un par de
pulgadas ms baja y ms curvilnea. "Llamas a eso bien?"

T no sabes, dije. "No estabas all."

"S lo que he ledo en el informe," contest ella. "S lo qu la trabajadora social me dijo.
Ests diciendo que esas cuentas no eran exactas?

S, dije.

"As que no estabas viviendo sin calefaccin ni agua en una casa inmunda."

Nop.

Ella entrecerr los ojos hacia m. Dnde est mam, Ruby?"

Tragu saliva y luego volv mi cabeza cuando alanc la llave presionndola en mi cuello
contra mi piel. "No me importa, le dije.

A m tampoco, respondi ella. "Pero el hecho es, ella se ha ido y t no puedes estar por tu
cuenta. Eso responde a tu pregunta?"

Yo no dije nada, y ella se volvi hacia la ropa, abrindose paso entre ella. Ya te dije, no
necesito tomar nada prestado," le dije. Mi voz sonaba alta y tirante.

"Ruby, vamos," dijo ella en tono cansado. Sac un suter negro de una percha, lo arroj por
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encima del hombro antes de moverse sobre el otro estante y coger una camiseta verde.
Entonces se acerc, empujando los dos hacia m a su paso. "Y date prisa. Se necesitan al
menos quince minutos para llegar all."

Luego regres a travs del cuarto de bao, dejndome atrs. Por un momento, me qued
all, estudiando en las ordenadas hileras de ropa, cmo sus camiseta estaban todas tan
dobladas, apiladas por color. Al mirar hacia abajo a la ropa que me haba dado, me dije que
no me importaba lo que la gente en el Perkins Day pensara sobre m o mi estpido suter.
Todo era slo temporal de todos modos. Yo estando all, o aqu. O en cualquier lugar, para
el caso.

Sin embargo, un momento despus, cuando J amie grit que lleg el momento de irnos, de
repente me encontr tirando de la camiseta de Cora, que era claramente cara y se ajustaba a
m perfectamente, y luego su suter, suave y clido, sobre sta. En mi camino a las
escaleras, con ropas que no eran mas, para ir a una escuela que nunca haba pedido, me
detuve y me mir en el espejo del bao. No podas ver la llave alrededor de mi cuello:
colgaba demasiado abajo debajo de ambos cuellos. Pero si me inclinaba cerca, poda
distinguirla, enterrada en las profundidades. Fuera de la vista, difcil de reconocer, pero an
capaz de ser encontrada, aunque si yo fuera la nica que la buscara alguna vez.

Cora estaba en lo cierto. Nos quedamos atascados en el trfico. Despus de toparnos todas
las luces rojas entre la casa y Perkins Day, logramos finalmente entrar en el
estacionamiento cuando la campana estaba sonando.

Todos los espacios de los visitantes estaban ocupados, por lo que J amie movi su pequeo
coche Audi- deportivo con todo el interior de cueroa un puesto del lote de los
estudiantes. Mir a mi izquierdasuficientemente seguro, estacionado haba un Mercedes
sedn que pareca nuevo. A nuestro otro lado haba otro Audi, este un convertible de color
rojo brillante.

Mi estmago, que durante la mayor parte del viaje habia estado trabajando mucho en
rechazar el desayuno, ahora se convirti en un apretn audible.

De acuerdo con el reloj del tablero, eran las 8:10, lo que significaba que en una decadente
clase a unas veinte millas
13

13
32 kilmetros aproximadamente.
de distancia, el Sr. Barrett-Hahn, el profesor del aula principal,
estaba comenzando su lenta lectura, en tono bajo de los anuncios del da. Esto sera
rotundamente ignorado por mis compaeros, que cinco minutos a partir de ahora saldran
arrastrando los pies, voces elevndose, para abrirse paso a travs de un corredor diseado
para un cuerpo estudiantil de una fraccin del tamao de la actual hasta el primer periodo.
Me pregunt si mi profesora de ingls, la Sra. Valhallala de los pantalones vaqueros de
talle alto y sinfn de camisas polo de gran tamaosaba lo que me haba pasado, o si slo
asumi que haba abandonado, como una buena cantidad de sus alumnos hizo durante el
curso del ao. Habamos estado a punto de empezar "Cumbres borrascosas", una novela
que haba prometido sera una gran mejora con respecto a David Copperfield, a travs de la
cual nos haba arrastrado como una marcha fnebre por las ltimas semanas. Me estaba
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preguntando si esto era slo por hablar o la verdad. Ahora nunca lo sabra.

"Lista para hacer frente al pelotn de fusilamiento?

Salt, sacudindome repentinamente de vuelta al presente y J amie, que haba sacado las
llaves de encendido y ahora estaba all sentado, expectante, con la mano en la manija de la
puerta.

"Ups. Mala eleccin de las palabras," dijo. "Lo siento." Empuj la puerta abrindola y,
sintiendo un giro en mi estmago de nuevo, me obligu a hacer lo mismo. Tan pronto como
sal del coche, escuch otro sonido de campana.

"La oficina est ah," dijo J amie cuando empezamos a caminar a lo largo de la lnea de
coches. Seal a un pasillo cubierto a nuestra derecha, ms all del cual haba un gran
espacio verde, ms visible en los edificios del otro lado. "Ese es el quad," dijo. "Las aulas
estn a su alrededor. El auditorio y el gimnasio son los dos grandes edificios que ves all. Y
la cafetera est aqu, la ms cercana a nosotros. O al menos lo sola estar. Ha sido un
tiempo desde que tuve un sloppy joe
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14
Sndwich hecho con carne de hamburguesa y salsa de tomate.
aqu."

Habamos parado en un bordillo, en direccin a un edificio largo y plano, con un montn de
ventanas. Yo slo lo segua, agachndome bajo un alero, cuando escuch un sonido
familiar rat-a-tat-tat. Al principio, no pude localizarlo, pero luego me di la vuelta y vi un
viejo modelo Toyota golpeando en el estacionamiento, petardeo el motor. El coche de mi
madre haca lo mismo, por lo general en los semforos o cuando yo estaba intentando dejar
una bolsa en silencio en la casa de alguien a altas horas de la noche.

El Toyota, el cual era blanco con un hundido parachoques, zumb ms all de nosotros, con
las luces de freno intermitentes, mientras entrababa en el aparcamiento de los estudiantes e
iba con prisa dentro de un espacio. O un portazo y luego pasos golpeando sobre el
pavimento. Un momento despus, una chica negra con largas trenzas surgi, corriendo, con
una mochila sobre un hombro. Tena un telfono celular presionado en una oreja y pareca
estar llevando a cabo una animada conversacin, incluso mientras saltaba de la acera,
yendo bajo la pasarela cubierta, y comenzaba a correr a toda velocidad a travs del pasto.

"Ah, la tardanza. Me trae recuerdos," dijo J amie. "Pens que podras llegar en diez
minutos."

"Podra. Pero eran por lo general slo cinco minutos hasta la campana."

Mientras alcanzbamos la entrada principal y l tiraba la puerta de vidrio abrindola para
m, no era consciente de la mezcla rancia de moho y desinfectante de J ackson, pero se me
hizo conocido por un olor limpio y fresco de pintura. En realidad, fue muy similar a la casa
de Cora, que era un poco inquietante.

"Sr. Hunter!" Un hombre con un traje estaba de pie justo en el interior. En cuanto nos vio,
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se dirigi hacia nosotros, extendiendo su mano. "El estudiante prdigo regresa a casa.
Cmo es la vida en las grandes ligas?"

"Grande," dijo J amie, sonriendo. Se estrecharon la mano. "Sr. Thackray, ella es mi cuada,
Ruby Cooper. Ruby, este es el director Thackray."

"Mucho gusto," dijo Thackray. Su mano era grande y fra, envolviendo totalmente la ma.
"Bienvenida a Perkins Day."

Asent con la cabeza, teniendo en cuenta que mi boca se haba quedado completamente
seca. Mi experiencia con directoresprofesores, terratenientes y policassiendo como
era, no era tan sorprendente. Incluso sin una transgresin, el instinto mismo de lucha o
huda se impona.

"Vamos a seguir adelante y conseguir que te instales, de acuerdo?" dijo el Sr. Thackray,
liderando el camino por el pasillo y la vuelta de la esquina de una oficina grande. En el
interior, se sent detrs de un escritorio de madera grande, mientras que J amie y yo nos
sentamos en las dos sillas en frente. A travs de la ventana detrs de l, pude ver una gran
extensin de campos de ftbol llena de gradas. Haba un hombre en un tractor cortacsped
conduciendo lentamente por un lado, su aliento visible en el aire fro.

El Sr. Thackray dio la vuelta, mirando por la ventana, tambin. "Se ve bien, no? Todo lo
que nos falta es una placa en honor a nuestro generoso benefactor. "

"No hay necesidad de eso," dijo J amie, pasndose una mano por el pelo. Se ech hacia
atrs, cruzando una pierna sobre la otra. En sus zapatillas de deporte, pantalones vaqueros,
sudadera con capucha y cremallera, no pareca a diez aos de la escuela secundaria. Dos o
tres, seguro. Sin embargo, no diez.

"Puedes creerlo?" dijo el Sr. Thackray a m, moviendo la cabeza. "Dona un complejo de
ftbol completamente nuevo y ni siquiera nos deja darle crdito."

Mir a J amie. "Hiciste eso?"

"No es gran cosa," dijo, vindose avergonzado.

"S, lo es," dijo el Sr. Thackray. "Por eso me gustara que lo reconsiderara y nos dejaras
hacer pblica su participacin. Adems, es una gran historia. Nuestros estudiantes pierden
ms tiempo en UMe.com que en cualquier otro sitio, y su propietario dona parte de los
ingresos de nuevo a la educacin. No tiene precio!"

"El ftbol," dijo J amie, "no es precisamente la educacin."

"El deporte es fundamental para el desarrollo del estudiante," dijo el Sr. Thackray.
"Cuenta."

Volv la cabeza, mirando a mi cuado, recordando de pronto todos esos pings en su bandeja
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de entrada de UMe.com. Podras decir eso, haba dicho l, cuando le pregunt si tena una
pgina. Claramente, esto era un eufemismo.

"... toma unas pocas formas, y pondremos un horario establecido para usted," estaba
diciendo el Sr. Thackray. "Suena bien?" Me di cuenta, un tiempo demasiado tarde, de que
me haba estado hablando a m.

S dije. Entonces tragu. "Quiero decir, s."

l asinti, empujando hacia atrs su silla y ponindose de pie. Al salir de la habitacin,
J amie se ech hacia atrs, examinando la suela de una zapatilla de deporte. En el exterior,
el tipo de la segadora haba terminado uno de los lados del campo y ahora se mova
lentamente por el otro.

"Tu...?" Le dije a J amie. l mir hacia m. "Eres el dueo de UMe?"

Dej caer los pies. Bueno... no exactamente. Soy yo y algunos otros chicos."

"Pero l dijo que eras el dueo, seal.

J amie suspir. "Lo puse en marcha inicialmente," dijo. "Cuando estaba recin egresado de
la universidad. Pero ahora estoy ms en una posicin de supervisin."

Slo lo mir.

"CEO
15

15
El que est a cargo de la compaa.
," admiti. La cual es en realidad slo una palabra grande, o un acrnimo muy
pequeo, en realidad, de supervisor".

"No puedo creer que Cora no me dijo," le dije.

"Ah, tu conoces a Cora." Sonri. "A menos que trabajes ochenta horas a la semana en
salvar al mundo como lo hace, es difcil de impresionar."

Mir al tipo en la segadora de nuevo, viendo como l cortaba el pasto. "Cora salva al
mundo?"

"Lo intenta," dijo. "No te dijo acerca de su trabajo? Abajo en la oficina del defensor
pblico?"

Negu con la cabeza. De hecho, ni siquiera saba que Cora se haba ido de la escuela Tolaw
hasta el da anterior, cuando el trabajador social de Poplar House le haba preguntado qu
haca para ganarse la vida. Lo ltimo que saba, era que estaba a punto de graduarse de la
universidad, y eso fue hace cinco aos. Y slo supimos eso porque, de alguna manera, un
anuncio de la ceremonia haba hecho su camino hacia nosotras. Era en papel grueso, una
tarjeta con su nombre en l metido dentro. Me acord de estudiar el sobre, preguntndome
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por qu haba aparecido despus de tanto tiempo sin contacto. Cuando le pregunt a mi
mam, ella se encogi de hombros, diciendo que la escuela las enva de forma automtica.
Lo cual tena sentido, puesto que para entonces, Cora haba dejado claro que no quera
saber nada de nosotras en su nueva vida, y nosotras estbamos ms que felices de
complacerla.

"Bueno," dijo J amie mientras una incomodidad palpable que se asentaba sobre nosotros, me
pregunt qu era exactamente lo que saba acerca de nuestra familia, si tal vez mi existencia
haba llegado como una sorpresa. Hable sobre el equipaje. "Supongo que ustedes dos tienen
mucho de que ponerse al da, eh?"

Mir mis manos, sin decir nada. Un momento despus, el Sr. Thackray volvi a entrar, con
un fajo de papeles en la mano, y empez a hablar de las transcripciones y las horas de
crdito, este intercambio fue rpidamente olvidado. Sin embargo, ms tarde, me lament de
no haber hablado, o al menos de intentar explicar que una vez haba conocido Cora mejor
que nadie. Pero eso fue hace mucho tiempo, cuando ella no estaba tratando de salvar al
mundo entero. Slo yo.

Cuando yo era nia, mi mam sola cantar para m. Siempre a la hora de acostarse, cuando
ella venia para decir buenas noches. Se sentaba en el borde de mi cama, cepillaba mi pelo
hacia atrs con los dedos, con un aliento de olor dulce (una "copa civilizada" o dos de vino
era su norma en ese entonces) mientras me besaba en la frente y me deca que iba a verme
por la maana. Cuando ella trataba de salir, yo protestaba y peda una cancin. Por lo
general, si ella no estaba de muy mal humor, lo hacia.

En aquel entonces, yo pensaba que mi madre compona todas las canciones que cantaba
para m, por lo que fue tan raro la primera vez que o a una de ellas en la radio. Fue como
descubrir que una parte de ti no es tuya en absoluto, y me hizo preguntarme qu otra cosa
no poda reclamar. Pero eso fue despus. En ese momento, slo estaban las canciones, y
seguan siendo todas nuestras, de nadie ms.

Las canciones de mi madre caan en tres categoras: canciones de amor, canciones tristes, o
canciones tristes de amor. Para ella no eran los finales edificantes. En cambio, yo me
quedaba dormida con "Frankie y J ohnny" y una historia de amor que ha ido muy mal,
"Don't Think Twice She's All Right" y una mala ruptura, y "Wasted Time" y alguien
mirando hacia atrs, llena de arrepentimiento. Pero fue "Angel from Montgomery", la
versin de Bonnie Raitt, la que ms me haca pensar en ella, entonces y ahora.

Tena todo lo que a mi madre le gustaba en una cancinla angustia, la desilusin y la
muertetoda relatada en la voz de una anciana, ahora sola, mirando hacia atrs sobre todas
las cosas que ella haba tenido y perdido. No es que yo supiera esto; para m eran slo
palabras establecidas en una meloda bonita y cantada por una voz que me encantaba. Fue
slo ms tarde, cuando yaca en una cama diferente, oyndola cantar hasta altas horas de la
noche a travs de la pared, lo que me mantuvo preocupantemente despierta. Es curioso
cmo una cancin hermosa poda contar una historia tan fea. Me pareci injusto, como un
truco.

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Si le preguntabas, mi madre dira que nada en su vida result de la forma en que lo haba
planeado. Se supona que debi ir a la universidad y luego casarse con su novio de
secundaria, Ronald Brown, el corredor del equipo de ftbol, pero sus padres decidieron que
se estaban poniendo demasiado serio y le hicieron romper con ella, justo antes de la
Navidad del ao final. Con el corazn roto, haba permitido que sus amigos la arrastraran a
una fiesta donde no conoca a absolutamente nadie y termin atrapada y hablando con un
chico que estaba en su primer ao en Middletown Tech, estudiando para ser ingeniero. En
una cocina repleta de botellas de cerveza, l le habl acerca de puentes colgantes y
rascacielos, "el milagro de las construcciones," todo lo que la aburra hasta las lgrimas. Lo
cual nunca explic, al menos para m, por qu termin aceptando salir con l, luego de
dormir con l, lo que produjo a mi hermana, que naci nueve meses ms tarde.

As que a los dieciocho aos, mientras que sus compaeros de clase se graduaban, mi
mam estaba en casa con una hija pequea y un nuevo marido. Sin embargo, si los lbumes
de fotos son una indicacin, los primeros aos no eran tan malos. Hay toneladas de fotos de
Cora: con un sunsuit
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Prenda de vestir que consiste en pantalones cortos con un babero y correas en el hombro, usada por bebs y
nios pequeos.
, sosteniendo una pala, montado en un triciclo en un paseo. Mis
padres aparecen tambin, aunque no tan a menudo, y juntos en raras ocasiones. Sin
embargo de vez en cuando, hay una foto de ellos, mi mam parece joven y hermosa con su
larga cabellera roja y la piel plida, mi pap, de cabello oscuro con los brillantes ojos
azules, su brazo sobre el hombro o alrededor de su cintura.

Debido a que hay una brecha de diez aos entre Cora y yo, siempre me pregunt si yo era
un error, o tal vez un ltimo intento por salvar un matrimonio que iba ya cuesta abajo.
Cualquiera fuera la razn, mi pap se fue cuando yo tena cinco y quince mi hermana.
Vivamos en una casa real en un barrio real entonces, llegamos a casa de la piscina una
tarde para encontrar a mi madre sentada en el sof, con una copa en mano. Por s mismas,
ninguna de estas cosas eran sobresalientes. En aquel entonces, no tena trabajo, y por lo
general mientras esperaba hasta que mi pap llegara a casa, ella misma se serva una copa,
comenzando a beber sin l. Sin embargo lo que notamos, de inmediato, era que haba
msica, y mi madre estaba cantando. Por primera vez, no fue muy relajante para m. En
cambio, me senta nerviosa, inquieta, como si el peso acumulado de todas esas canciones
tristes me estuvieran golpeando a la vez. A partir de entonces, su canto siempre fue una
mala seal.

Tena vagos recuerdos de ver a mi padre despus del divorcio. A veces nos llevaba a
desayunar los fines de semana o a una cena durante la semana. Nunca entr al interior de la
casa o fue hacia la puerta para llevarnos, en vez de eso simplemente se detena en el buzn
y se sentaba ah, tras el volante, mirando al frente. Como si no estuviera esperando por
nosotras, sino por cualquier persona, podra haber sido un extrao que se deslizaba a su
lado y hubiera estado bien. Tal vez fue debido a esta distancia, que siempre que intentaba
recordarlo ahora, era difcil imaginarlo. Hubo un par de recuerdos, como l leyndome, y
observarlo asar carnes en el patio. Pero incluso con estas cosas, era como si incluso cuando
l estaba cerca, ya estaba lejos, una especie de fantasma.

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No recuerdo cmo ni por qu las visitas cesaron. No poda recordar una discusin o
incidente. Era como ellos pasaron y luego no lo hicieron. En sexto grado, debido a un
proyecto de rbol genealgico, pas por un perodo del misterio donde su desaparicin era
todo en lo que poda pensar, y finalmente me las arregle para saber por mi mam que se
haba mudado fuera del estado, a Illinois. Se haba mantenido en contacto durante un rato,
pero despus de volver a contraer matrimonio y un par de cambios de direccin haba
desaparecido, dejndola sin ninguna manera de cobrar la manutencin infantil, o apoyo
alguno. Ms all de eso, cada vez que la molestaba al respecto, dejaba en claro que no era
un tema que quera tratar. Con mi mam, cuando alguien se iba, se haba ido. Ella no perda
ni un minuto pensando en ellos, y t tampoco deberas.

Cuando mi pap se fue, mi madre lentamente comenz a retirarse de mi rutina diaria
despertarme por la maana, alistarme para la escuela, caminar conmigo hasta la parada del
autobs, decirme que me lavara los dientesy Cora intervino para tomar su lugar. Esto,
tambin, nunca se decidi o anuncio oficialmente. Slo sucedi, de la misma manera en
que mi mam slo comenz a dormir ms, sonrer menos y cantar a altas horas de la noche,
su voz vacilante e inquietante y siempre encontrando una manera de llegar a mis odos,
incluso cuando me apretaba contra la pared fuertemente e intenando pensar en algo,
cualquier otra cosa.

Cora se convirti en mi constante, lo nico con lo que poda contar que estuviera ah y se
mantena relativamente sin cambios, da tras da. Por la noche en nuestra habitacin
compartida, a menudo tena que estar despierta escuchando su respiracin por un largo
tiempo antes de que pudiera conciliar el sueo yo misma.

"Shhh," la record diciendo mientras estbamos en camisones en nuestro dormitorio. Haba
presionado la oreja contra la puerta, y yo haba observado su rostro, prudente, mientras
escuchaba a mi madre movindose alrededor de la planta baja. De lo que ella escuchaba
un encendedor abrindose, luego cerrndose, cubos traqueteando en un vaso, el telfono
siendo contestado o colgadosiempre indicaba si era seguro para nosotras aventurarnos a
cepillarnos los dientes o comer algo cuando mi mam se haba olvidado de la cena. Si mi
mam estaba durmiendo, Cora tomaba mi mano y mientras pasbamos de puntillas junto a
ella a la cocina. Ah sostendra una bandeja acrlica mientras ella rpidamente la apilara
con leche y cereales, o mi favorito, pizzas de mollete ingls que ella haca en el honor
tostador, movindose silenciosamente por la cocina mientras la respiracin de mi madre se
elevaba y bajaba en la habitacin de al lado. Cuando las cosas iban bien, volvamos arroba
sin agitarla. Cuando no iban bien, se despertaba de una sacudida, sentndose con arrugas en
su rostro, su voz espesa mientras deca, Qu estn haciendo ustedes dos?

"Est bien," deca Cora. "Slo estamos buscando algo para comer."

A veces, si haba estado lo suficientemente ida, eso era suficiente. Ms a menudo, haba
escuchado los resortes del sof rechinar, sus pies golpeando el piso de madera, y era
entonces que Cora dejaba lo que estaba haciendo a la mitadpreparando un sndwich,
buscando a travs del monedero de mam por dinero para el almuerzo, empujando la
botella de vino, abierta y cubierta de sudor, ms atrs en el mostradory haca lo nico
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que asociaba ms con ella que cualquier otra cosa.

Cuando mi madre se acercaba, molesta y por lo general estropeada para una pelea, mi
hermana siempre daba un paso frente a m. En ese entonces, ella era por lo menos una
cabeza ms alta, y record esto tan bien, el cambio repentino en mi perspectiva, de la vista
yendo de algo aterrador a algo que no lo era. Por supuesto, saba que mi madre se acercaba
hacia m, pero siempre mantuve mis ojos en Cora: el pelo oscuro, los ngulos agudos de sus
hombros, la forma, cuando las cosas estaban muy mal, ella extenda su mano hacia atrs
para encontrar la ma, cerrando los dedos alrededor de ella. Entonces ella slo permaneca
ah, lista para recibir el peso de loe fuera que viniera despus, como la proa de un barco al
estrellarse directo a una ola enorme y dividirla en nada ms que agua.

Debido a esto, Cora reciba la mayor parte de las bofetadas, las dos manos que la enviaban
a tropezar hacia atrs, los bruscos tirones en el brazo que dejaba rojas ronchas curvas, y,
ms tarde, contusiones en forma de yemas de dedos. Las transgresiones siempre fueron
difciles de entender, y por lo tanto an ms difciles de evitar: porque estbamos
levantadas cuando no debamos haberlo estado, que estbamos haciendo demasiado ruido,
dbamos las respuestas incorrectas a preguntas que parecan no ser las correctas. Cuando
todo terminaba, mi madre sacuda la cabeza y nos dejaba, volviendo a la cama o al
dormitorio, y yo siempre miraba a Cora, esperando a que ella decidiera lo que deba hacer a
continuacin. Ms a menudo que no, ella sala de la habitacin, secndose los ojos, yo me
quedaba detrs de ella, sin hablar, pero pegada muy cerca, sintindome ms segura, no solo
si ella estaba entre yo y mi mam, sino entre yo y el mundo en general.

Ms tarde, haba desarrollado mi propio sistema para hacer frente a mi mam, aprendiendo
a medir su estado de nimo por el nmero de vasos o botellas que ya estaban en la mesa
cuando llegaba a casa, o la inflexin en su voz cuando deca las dos slabas que componan
mi nombre. Me llev algunos golpes tambin, aunque esto se hizo ms raro, cuando llegu
a la escuela intermedia. Pero el mejor indicador siempre fue el canto, la nica cosa que me
hizo dudar fuera de un marco de la puerta, colgado detrs de la luz. Tan hermosa como su
voz sonaba, abrindose paso a lo largo de las melodas que me saba de memoria, saba que
haba una fealdad potencial debajo.

Para entonces, Cora se haba ido. Una gran estudiante, que haba pasado la secundaria
trabajando en turnos en Taco Bell! para juntar dinero para la universidad y estudiando sin
parar, para mejorar sus posibilidades de recibir una de las varias becas que haba solicitado.
Mi hermana no era nada si no diriga y equilibrada siempre el caos que era nuestra vida con
un enfoque estricto y personal del orden y organizacin. Mientras que el resto de la casa
estaba constantemente polvorienta y desordenada, el lado de Cora es nuestra habitacin
compartida estaba limpio como una patena, todo doblado y en su lugar. Sus libros estaban
alfabetizados, sus zapatos alineados en una fila, la cama siempre hecha, la almohada en un
ngulo perfectamente recto a la pared. A veces, sentada en mi cama, me gustaba mirar al
otro lado y sorprenderme por el contraste: era como una foto del antes y el despus, o una
imagen de espejo inverso, lo mejor y lo peor, y viceversa.

Al final, recibi una beca parcial para la U, la universidad estatal de municipio ms, y
aplic a un prstamo estudiantil para cubrir al resto. Durante la primavera y el verano del
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ltimo ao, despus de que ella hubiera conseguido su aceptacin, se produjo un cambio
extrao en la casa. Yo poda sentirlo. Mi hermana, que haba pasado la mayor parte del ao
pasado evitando por completo a mi madreyendo de la escuela al trabajo a la cama y
viceversade repente pareci aflojar, volverse ms ligera. La gente vena a recogerla en
las noches de fin de semana, sus voces se elevndose a travs de las ventanas abiertas
cuando ella se meta en sus coches y se alejaban a toda velocidad. Chicas con voces
agradables y amigables llamado preguntando por Cora, quien contestaba el telfono en el
bao, donde, incluso a travs de la puerta, poda or que su voz sonaba diferente al
contestarles.

Mientras tanto mi madre se volvi ms tranquila, sin decir nada a Cora cuando traa a casa
las cajas para empacar para la escuela o limpiar su lado de la habitacin. En cambio, se
sentaba en el porche durante esos largos crepsculos de verano, fumando cigarrillos y con
la mirada perdida en el patio lateral. Nunca hablamos de que Cora se fuera, pero a medida
que se acercaba el da, ese cambio en el aire era cada vez ms palpable, hasta que fue como
si pudiera ver a mi hermana yndose de nosotras, retorcindose, para soltarse y liberndose
minuto a minuto. A veces en la noche, me despertaba con un sobresalto, oteaba su forma
dormida a travs la habitacin y slo fugazmente me senta tranquila, sabiendo que el da
iba a llegar pronto, cuando no hubiera nada all en absoluto.

El da que se fue, me despert con dolor de garganta. Era un sbado por la maana, y le
ayud a llevar sus cajas y un par de maletas abajo. Mi madre se qued en la cocina,
fumando un cigarrillo y en silencio, no miraba como acarrebamos las pocas pertenencias
de mi hermana, cargndolas en el maletero de un J etta que perteneca a una chica llamada
Leslie a quien nunca haba visto antes de ese da y nunca volv a ver.

"Bueno," haba dicho Cora, mientras cerraba la puerta trasera, "supongo que eso es todo."

Mir hacia la casa, donde pude ver a mi mam a travs de la ventana del frente, pasando de
la cocina a la sala, luego de vuelta otra vez. Y an con todo lo que haba sucedido, recuerdo
que pens que por supuesto ella no dejara que Cora se fuera sin despedirse. Pero a medida
que pasaba el tiempo, no se acerc a la puerta o a nosotras, y despus de un rato, incluso
cuando miraba fijamente, no pude verla en absoluto.

Cora, por su parte, estaba all de pie, mirando hacia la casa, con las manos en los bolsillos,
me pregunt si ella estaba esperando, tambin. Pero luego dej caer sus manos, dejando
escapar un suspiro. "Vuelvo en un segundo," dijo, y Leslie asinti con la cabeza. Entonces
las dos la observamos ir marchando lentamente y entrar a la casa.

No se qued mucho tiempo, tal vez un minuto, o incluso dos. Y cuando ella sali, su cara
no pareca diferente. "Te llamar esta noche," me dijo. Luego dio un paso adelante,
tirndome en un fuerte abrazo. Record pensar, mientras se alejaba, que mi garganta estaba
tan dolorida que seguramente estara totalmente enferma en pocas horas. Pero no lo estaba.
A la maana siguiente haba desaparecido.

Cora llam esa primera noche, como haba prometido, y el siguiente fin de semana, ella
checaba y preguntaba cmo estaba. Ambas veces pude escuchar la charla de fondo, voces y
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msica, mientras me informaba que le gustaba su compaera de habitacin y de sus clases,
que todo iba bien. Cuando me pregunt cmo estaba, yo quera decirle lo mucho que la
echaba de menos, y que mi mam haba estado bebiendo mucho desde que nos haba
dejado. Ya que difcilmente hubiramos discutido esto en voz alta cara a cara, sin embargo,
traerlo a colacin por telfono pareca imposible.

Nunca pidi hablar con mi madre, y mi mam ni una sola vez contest cuando llam. Era
como si su relacin hubiera sido un acuerdo comercial, vinculada por contrato, y ahora el
contrato haba expirado. Al menos esa era la manera en que yo lo vea, hasta que nos
mudamos un par de semanas ms tarde y mi hermana dej de llamar por completo. Luego
me di cuenta de que en el fondo del fino impreso, tambin haba estado mi nombre.

Durante mucho tiempo, me culp de que Cora cortara los lazos con nosotras. Tal vez
porque no le haba dicho que quera estar en contacto, ella no lo supo o algo as. Entonces
pens que tal vez ella no pudo encontrar nuestro nuevo nmero. Pero cuando le pregunt a
mi madre acerca de esto, ella slo suspir, sacudiendo la cabeza. "Ella tiene su propia vida
ahora, no nos necesitan ms," explic ella, extendindose para agitar mi cabello. "Slo
somos t y yo ahora, nena. Slo t y yo." Mirando hacia atrs, pareca como si debiera
haber sido ms duro perder a alguien, o hacer que se te pierdan, sobre todo cuando estaban
en el mismo estado, a slo unas pocas ciudades. Hubiera sido tan fcil de conducir a la U y
encontrar su dormitorio, caminar hacia la puerta, y anunciarnos a nosotras mismas. En su
lugar, con el paso del tiempo se puso de manifiesto que Cora no quera tener nada que ver
conmigo y mi madre, lo que tena sentido era lavarnos las manos de ella, tambin. Esto, al
igual que la alianza entre yo y mi hermana todos esos aos atrs, nunca se decidi
oficialmente. Slo sucedi.

No fue como si hubiera sido tan impactante, de todos modos. Mi hermana haba hecho un
descanso, superado el muro y escapado. Esto era lo que ambas queramos. Razn por la
cual haba entendido e incluso apreciado, por qu ella no quera volver por un da o incluso
una hora. No vala la pena el riesgo.

Aunque hubo muchas veces durante esos aos, cuando nos cambibamos de una casa a
otra, que me encontrara pensando en mi hermana. Por lo general, era tarde en la noche,
cuando no poda dormir, y trataba de imaginarla en su dormitorio a cuarenta y tantas millas
y a un mundo de distancia. Me preguntaba si era feliz, como era estar ah. Y si tal vez, slo
tal vez, alguna vez pens en m.

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Capitulo Tres

Traducido por Selune y Helectra
Corregido por Majorera19 y Annae

Ruby, bienvenida. Ven y nete a nosotros, hay un asiento libre aqu a la derecha."

Poda sentir a todos en la sala mirndome mientras segua el dedo extendido de la
profesora, una mujer delgada, rubia, que pareca recin salida de la universidad, hasta el
final de una larga mesa donde haba una silla vaca.

De acuerdo con mi nuevo horario, se trataba de Literatura en Prctica con M. Conyers. En
J ackson, todas las clases tenan nombres bsicos: Ingls, Geometra, Historia del Mundo. Si
no eras una de las pocas nias de oro, ungida a principios de la va rpida AP-Ivy League,
hacas tus elecciones con la ayuda mnima y por lo general, desinteresada, de uno de los
tres consejeros asignados para toda la clase. Aqu, sin embargo, el Sr. Thackray haba
pasado una hora consultando mi expediente, leyendo en voz alta las descripciones del
catlogo del curso, y dialogando conmigo sobre mis intereses y objetivos. Tal vez fue por
beneficio a J amieel sper donante, despus de todopero de alguna manera, lo dudaba.
Era evidente que hacan las cosas de manera diferente aqu.

Una vez que me sent, le por encima mi lista de clases, separadas en cuidadosos bloques
Introduccin al Clculo, Culturas y Prcticas Mundiales, Dibujo: Vida y Formados
veces, pensando que dara a la gente el tiempo adecuado para mirarme antes de pasar a algo
ms. Efectivamente, en el momento en que levant la cabeza un par de minutos despus
para dirigir mi mirada a la maestra, una comprobacin rpida revel que todos los dems
estaban ms o menos haciendo lo mismo.

"Como ustedes saben," ella estaba diciendo, acercndose a una mesa frente a la gran pizarra
de borrado en seco y saltando sobre sta, "vamos a estar haciendo varias tareas a lo largo
del resto del ao. Tendrn su proyecto de investigacin sobre una novela de su eleccin, y
vamos a leer una serie de memorias e historias orales."

Me tom un minuto, ahora que me senta un poco ms cmoda, para mirar alrededor de la
clase. Era grande, con tres grandes ventanas en un lado que daba a la zona verde comn,
algunos ordenadores de aspecto nuevo en el fondo de la sala, y en lugar de pupitres, una
serie de mesas, dispuestas en tres filas.

La clase en s era pequea, doce o catorce personas, como mucho. A mi izquierda, haba
una chica con el pelo largo, rubio fresa, trenzado en uno de esos nudos perfectos sin
esfuerzo, con un lpiz clavado en l. Era bonita, de la clase de animadora/presidenta del
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consejo de estudiantes/futura fsico nuclear de paso. Y estaba con su postura erguida con
una taza J ump J ava centrada en la mesa delante de ella. A mi derecha, haba una enorme
mochila con unos catorce llaveros colgando de ella, que bloqueaba mi punto de vista de
quien estaba al otro lado.

La Sra. Conyers salt de su escritorio y camin alrededor de l, abriendo un cajn. Con sus
pantalones vaqueros, una camisa oxford simple, y zuecos de color rojo, se vea de doce,
imagin que tena que hacerse la difcil para mantener el control de su clase. Por otra parte,
este no pareca un grupo especialmente difcil. Incluso la fila de chicos en la mesa del
fondotipos deportistas, hinchados, desplomndose o echndose hacia atrs en sus sillas
parecan ms dormidos que escandalosos.

"As que hoy," dijo ella, cerrando el cajn del escritorio, "van a comenzar su propio
proyecto de historia oral. Aunque no es exactamente una historia, tanto como una
recopilacin." Empez a caminar por el pasillo entre las mesas, y vi que ahora tena un
tazn pequeo de plstico en la mano, que ofreci a una joven corpulenta, con una cola de
caballo. La muchacha lo alcanz, sacando un trozo de papel, y la Sra. Conyers le dijo que
leyera lo que estaba escrito en voz alta. La chica lo entrecerr los ojos. "Consejo," dijo.

"Consejo," repiti la Sra. Conyers, pasando a la siguiente persona, un tipo con gafas,
sosteniendo el cuenco ante l. "Qu es una consejo?"

Nadie dijo nada durante un momento, tiempo durante el cual mantuvo la distribucin de
hojas de papel, una persona a la vez. Por ltimo la rubia a mi izquierda, dijo, "Sabidura.
Dada por otras personas."

"Bien, Heather," dijo la Sra. Conyers, sosteniendo el cuenco frente una chica flaca con un
cuello de tortuga. "Otra definicin?"

Silencio. Ms gente tena su papelito ahora, y un murmullo se hizo audible cuando
empezaron a hablar de ellos. Por ltimo, un chico a mi espalda, dijo con una voz plana, "La
ltima cosa que quieres conseguir de algunas personas."

"Bien," dijo la Sra. Conyers. Ahora, ella haba llegado hasta m, y sonri cuando met la
mano en la taza, agarrando la primera hoja que toqu. Lo apart, sin abrirlo, mientras se
mova ms all de la gran mochila hacia quien estaba al otro lado. "Qu ms?"

"A veces," dijo la chica que haba escogido la palabra "uno mismo va a buscarlo cuando no
puede tomar una decisin por su cuenta."

"Exactamente," dijo la Sra. Conyers, movindose hacia la fila de chicos que estaban al
final. Al pasar a uno un tipo de pelo hirsuto que estaba desplomado sobre sus libros, con
sus ojos cerradosle dio un codazo y llam su atencin, l se qued mirando a su
alrededor hasta que ella le seal el cuenco y alcanz un papelito. "As, por ejemplo, si yo
diera a J ake algn consejo ahora, cul sera?

"Crtate el pelo," dijo alguien, y todos rieron.
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"O," dijo la Sra.Conyers, "dormir bien por la noche, porque la siesta durante la clase no es
buena."

Lo siento, musit J ake, y su amigo, sentado junto a l con una gorra de bisbol de
Galletas de Mantequilla, le dio un puetazo en el brazo.

"El objetivo," continu la Sra. Conyers, "es que ninguna palabra tiene una definicin
especfica. Tal vez en el diccionario, pero no en la vida real. As que el propsito de este
ejercicio ser la de tomar su palabra y averiguar lo que significa. No slo para ustedes sino
para la gente que les rodea: sus amigos, su familia, compaeros de trabajo, compaeros de
equipo. Al final, mediante la recopilacin de sus respuestas, tendrn su propia comprensin
de la palabra, en todos sus mltiples significados."

Ahora todo el mundo estaba hablando, as que mir mi papelito, desenrollndolo
lentamente. FAMILIA, deca, en letras muy simples. Genial, me dije. Lo ltimo que tengo,
o me importa. Esto debe ser

"Una especie de broma," o a alguien decir. Mir por encima, justo cuando la mochila de
repente se desliz hacia un lado. "Qu has conseguido?"

Parpade, sorprendida al ver a la chica de las trenzas del aparcamiento que haba estado
corriendo mientras hablaba por su telfono mvil. De cerca, pude ver que tena los ojos
verdes profundos, y tena la nariz perforada, un solo pendiente de diamante. Empuj la
mochila al piso, donde aterriz con un fuerte golpe seco y luego volvi su atencin hacia
m. "Hola?" dijo. "Hablas?"

Familia," le dije, luego empuj la hoja hacia ella, por la posibilidad de necesitar la
confirmacin visual. Ella le ech un vistazo y suspir. "Y t?"

"Dinero," dijo, su voz era plana. Rod sus ojos. "Por supuesto que la nica persona en todo
este lugar que no tiene, tiene que escribir sobre l. Simplemente sera demasiado fcil para
los dems."

Lo dijo en voz lo suficiente alta para que la Sra. Conyers, que estaba regresando a su mesa,
mirara por encima. "Qu te pasa, Olivia? No te gusta el trmino?"

"Oh, me gusta el trmino," dijo la muchacha. "Simplemente no la asignacin."

La Sra. Conyers sonri, apenas se molest, y sigui adelante, mientras que Olivia arrugaba
su papel, metindolo en su bolsillo. "Quieres negociar?" Le pregunt.

Mir a mi FAMILIA otra vez. "No," dijo ella, sonando cansada. "S demasiado acerca de
eso."

Qu suerte!, pens mientras la Sra. Conyers reasuma su posicin sobre su escritorio, con
un delgado libro en las manos. "Pasando," dijo ella, "a nuestra seleccin de lectura para
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hoy. Quin quiere empezar con la lectura de anoche de David Copperfield?

Treinta minutos ms tarde, despus de lo que sent como algunos de los principales dj-vu
literarios, la campana son por fin, todo el mundo de pronto empuj hacia atrs sus sillas,
recogiendo sus cosas, y hablando a la vez. Agachndome, agarrando mi propia mochila del
suelo, no pude dejar de notar que, como yo, pareca fuera de lugar aqu, toda rada y vieja,
todava llena de cuadernos de lo que ahora, en esta situacin, era sobre todo informacin
intil. Ya haba pensado por la maana que probablemente debera tirar todo a la basura,
pero me haba trado todo conmigo, a pesar de que significaba pasar interminables pginas
de notas sobre David Copperfield para tener incluso ms de lo mismo. Ahora, deslic la
hoja de FAMILIA dentro de mi cuaderno, y luego dej caer la tapa para cerrarla.

"Fuiste a J ackson?"

Mir a Olivia, que ya estaba de pie junto a la mesa, con un mvil en la mano, acababa de
levantar su propia mochila sobre un hombro. Al principio, estaba confundida,
preguntndome si mi bolsa barata hizo que mi pasado fuera tan obvio, pero entonces me
acord de la pegatina de ESPRITU J ACKSON! en mi cuaderno, que haba sido pegada
all por algn miembro sobreexcitado del club de nimo en la sala de estudio. "Uh, s," le
dije. "Lo hago. Quiero decir. . . lo haca."

"Hasta cundo?"

"Hasta hace un par de das."

Ella inclin la cabeza hacia un lado, estudiando mi cara al procesar esta informacin.
Mientras tanto, a travs del extremo receptor de su mvil, o otro tono de llamada, una
llamada que haba hecho con claridad, pero no haba completado an. Yo tambin, dijo
ella, sealando a la capa que llevaba, que ahora que admiraba ms de cerca, era una
chaqueta de cuero de J ackson.

En serio, dije.

Ella asinti con la cabeza. "Hasta el ao pasado. Sin embargo, no me resultas familiar." A
lo lejos, o un clic.
"Hola?" dijo alguien, y ella puso su telfono a la oreja.

"Es un lugar muy grande."

"En serio." Ella me mir durante un minuto ms, an cuando el que estaba en el otro
extremo de la lnea segua diciendo hola. "Es muy diferente de aqu."

"Lo he notado." Empuj mi cuaderno en el bolso.

"Oh, no tienes idea. Quieres un consejo?"

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Al final result que, se trataba de una pregunta retrica.

"No confes en los nativos," dijo Olivia. Luego sonri, como si se tratara de una broma, o
quizs no, antes de poner su telfono en la oreja, nuestra conversacin estaba claramente
terminada cuando empez con la otra y se volvi hacia la puerta. "Laney. Hola. Qu
sucede? Slo entre las clases... S, no es broma. Bueno, obviamente no puedo sentarme a
esperar a que me llames..."

Me puse la mochila sobre el hombro, siguindola hasta el pasillo, que ahora estaba animado
y concurrido, aunque al mismo tiempo, casi lleno de gente, al menos en trminos de lo que
estaba acostumbrada. Nadie me estaba golpeando, ya sea por accidente o a propsito, y si
alguien me agarraba el culo, sera bastante fcil de adivinar de quin se trataba. De acuerdo
con mi horario, a continuacin tena Espaol en Conversacin, que era en el edificio C.
Pens que ya que ste era mi nico da que poda alegar ignorancia de todos los cargos, no
tena sentido apresurarme, as que me tom mi tiempo, mientras caminaba, siguiendo a la
multitud fuera.

Al pasar la puerta, en el borde del patio, haba una enorme escultura en forma de U hecha
de algn tipo de cromo que capt la luz del sol parpadeando fuera de l en pequeas
chispas y haciendo que todo pareciera realmente brillante. Debido a este efecto, era un poco
difcil al principio distinguir a la gente agrupada alrededor de l, unos sentados, unos de
pie, y por eso, cuando escuch por primera vez mi nombre, no tena ni idea de dnde vena.

"Ruby!"

Me detuve, dndome la vuelta. Cuando mis ojos se acostumbraron, pude ver a la gente de la
escultura y de inmediato los identifiqu como el mismo tipo de pblico que, en J ackson,
pasaban el tiempo en la pared baja a las afueras de la oficina principal: los ver-y ser vistos,
la cima de la cadena alimentaria, el grupo al que no te unas sin una invitacin expresa. No
era mi tipo de gente. Y aunque era un poco lamentable que la persona que yo conoca fuera
del Perkins Day era uno ellos, no fue del todo sorprendente, tampoco.

Nate estaba de pie en el borde del jardn, y cuando me vio admirndolo, levant una mano,
sonriendo. Bueno, dijo, mientras un tipo bajito con un sombrero de bisbol se deslizaba
entre nosotros. "Algn intento de gran escapada ltimamente?"

Me mir, luego a sus amigosque inclua a la rubia muchacha J ump J ava de mi clase de
ingls, ahora me di cuentaque hablaban entre s unos metros detrs de l. J a, ja, pens.
Hace instantes, haba sido invisible, o tan invisible como puedes ser cuando eres la nica
persona nueva en una escuela donde todo el mundo probablemente se ha conocido desde
que nacieron. Ahora, sin embargo, de repente era consciente de que la gente me miraba, y
no slo a Nate y a sus amigos reunidos. Incluso la gente que pasaba nos estaban mirando
por encima, y me pregunt cuntas personas ya haban odo esta historia, o antes de que
terminara el da. Gracioso, dije, y me apart de l.

"Slo estoy bromeando, dijo l. No le hice caso y contine. Un momento despus corra a
mi lado, plantndose en mi camino. "Oye," dijo. "Lo siento. Slo estaba... era slo una
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broma. "

Slo lo mir. A plena luz del da, se pareca an ms a un atleta que la noche anteriorcon
vaqueros, una camiseta con camisa de cuello sobre ella, collar de cuerda alrededor de su
cuello, y gruesas sandalias en los pies, a pesar de que estaba muy pasada la temporada de
playa. Su pelo, como me haba fijado ayer por la noche, era del tipo rubio blanco, como si
hubiera pasado el verano en el sol, los ojos de un azul brillante. Demasiado perfecto, pens.
La verdad es que, si esta fuera la primera vez que lo viera, podra haberme sentido un poco
mal por l pues pareca un grueso atleta con una mente estrecha y un conjunto an ms
diminuto de CI. Como este era nuestro segundo encuentro, era un poco ms fcil.

"Djame hacer algo por ti," dijo, asintiendo con la cabeza a mi agenda, que todava tena en
la mano. "Necesitas direcciones?"

Nop, dije, tirando de mi bolsa ms arriba en el hombro.

Esperaba una mirada sorprendida, no me le poda imaginar siendo rechazado por algo, pero
l slo se encogi de hombros. "Est bien," dijo. "Supongo que nos veremos por ah. O
maana por la maana, de todos modos."

Hubo un estallido de risas a mi lado cuando dos nias compartiendo un par de audfonos
que iban conectados a un iPod pasaron rozando. "Que sucede maana por la maana?"

Nate enarc las cejas. "El viaje compartido," dijo, como si supuestamente yo tuviera alguna
idea de qu estaba hablando. "J amie dijo que necesitaba que te llevara a la escuela."

"Contigo?"

Di un paso atrs, poniendo una mano sobre el pecho. "Cuidado," dijo, todo serio. "Vas a
herir mis sentimientos."

Slo lo mir. "No necesito dar una vuelta."

"J amie parece pensar que s."

"No."

"Haz lo que quieras," dijo, encogindose de hombros de nuevo. El Sr. Fcil. "Voy a venir
en torno a las siete y media. Si no sales, voy a seguir adelante. No hay problema.

No hay problema, pens. Quin habla as? Me brind otra sonrisa del milln de dlares y
se volvi para irse, deslizando sus manos en los bolsillos mientras trotaba de espaldas,
casual como siempre, a su cosecha de amigos bien cuidados.

La campana del primer aviso son justo cuando me diriga hacia lo que yo esperaba, pero
no estaba en absoluto segura, era el Edificio C. No te fes de los nativos, me haba dicho
Olivia, pero yo ya estaba un paso por delante de ella: yo no confiaba en nadie. No para las
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direcciones, ni para los paseos, y para los consejos tampoco. Claro est, que aspiraba a estar
perdida, pero hace mucho tiempo me di cuenta de que prefera no depender de nadie ms
para llevarme a donde tena que ir. As era lo de estar solo, en teora o en principio.

Lo que pasarabueno, malo, o cualquier punto intermediosiempre era, sino otra cosa,
todo tuyo.

Despus de la escuela, tena que tomar un autobs a casa. En cambio, sal por las puertas de
piedra del Perkins Day y una media milla en el camino hacia el Quik Zip, donde me
compr una Coca-Cola Zip, luego me instal dentro de la cabina telefnica. Sostuve el
receptor pegajoso lejos de mi odo, cuando met unas pocas monedas, y luego marqu un
nmero que me saba de memoria.

"Hola?"

"Hola, soy yo dije. Entonces, demasiado tarde, aad, "Ruby".

Escuch como Marshall tom una respiracin, y luego la dej escapar. Ah, dijo
finalmente. "Misterio resuelto."

"Yo era un misterio?" Le pregunt.

"Eras algo," respondi. "Ests bien?"

Esto fue inesperado, lo mismo que el nudo que se levant en mi garganta cuando le o.

Tragu saliva y luego dije: S. Estoy bien."

Marshall tena dieciocho aos y se haba graduado en J ackson el ao anterior, aunque no
nos conocimos hasta que se mud con Rogerson, el hombre que vendi a todos mis amigos
su tarro. Al principio, Marshall no me caus una gran impresin, slo un tipo alto y flaco
que siempre estaba de paso o en la cocina cuando bamos all para obtener bolsas. Yo nunca
haba hablado con l hasta que un da fui por mi cuenta y Rogerson no estaba, por lo que
ramos apenas dos de nosotros.

Rogerson era todo negocio y poca conversacin. Llamabas a la puerta, entrabas, cogas lo
que necesitabas, y te ibas. Yo esperaba ms o menos lo mismo con Marshall, y al principio
no me defraud, apenas hablaba cuando lo segu hasta la sala y le vi midiendo la bolsa. Le
pagu y estaba a punto de ponerme de pie cuando lleg a un armario cercano, abriendo un
cajn y sacando una pequea vasija de cermica. "Quieres un poco?" Pregunt.

Claro, le respond, y luego me lo entreg, junto con un encendedor. Poda sentir que me
observaba, sus ojos negros se redujeron, cuando yo lo encend, met algunas dentro, y se lo
devolv.

La hierba era buena, mejor que las cosas que habamos comprado, y lo sent casi al instante,
la habitacin y mi cerebro adquiriendo poco a poco una pesada y ondulada niebla.
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De repente, todo pareca mucho ms interesante, desde el patrn en el sof debajo de m, al
mismo Marshall, sentado en su silla, las manos cruzadas detrs de la cabeza. Despus de
unos minutos, me di cuenta que haba dejado pasar la taza de ida y vuelta y estaba sentado
en silencio, durante cunto tiempo no tena ni idea.

"Sabes lo que necesitamos," dijo de pronto, su voz baja y plana.

Qu es eso? Mi propia lengua se senta espesa, la boca toda seca.

"Slurpees
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17
Un Slurpee es un granizado vendido por 7-Eleven. En 1967, 7-Eleven vendio la licencia del producto a la
compaa ICEE, y comenzaron a venderlo como Slurpee.

," dijo. "Vamos".

Haba tenido miedo de que me pidiera conducir, pues estaba completamente fuera de lugar,
en cambio, una vez fuera, emprendi la marcha por un camino que atravesaba un campo
cercano salpicado de lneas elctricas, emergiendo una cuadra abajo de unas tiendas de
conveniencia. No hablamos durante todo el camino hasta all, ni cuando estbamos en la
propia tienda. No fue hasta que nos bamos cada uno de nosotros chupando nuestro
Slurpeesque eran fros y dulces y perfectosque por fin habl. "Esto est muy bien,"
dijo, mirando por encima de m.

Asent con la cabeza. "Es fantstico."

Al or esto, sonri, lo que fue desconcertante, simplemente porque era algo que nunca haba
visto antes. An ms extrao, ya que nosotros comenzamos a caminar de nuevo a travs del
camino, extendi su mano hacia atrs, sujetando la ma, y despus la mantuvo, caminando
un poco por delante, el camino entero a casa. Nunca me olvidar de eso, mi fro Slurpee en
mis dientes y la palma clida de Marshall contra la ma mientras caminbamos bajo el sol
del atardecer, las lneas de energa y el aumento de las largas sombras que nos rodeaban.

Cuando l dej de caminar y me bes a los pocos minutos, era como si el tiempo se hubiera
detenido, con el aire, mi corazn, y el mundo todo tan quieto. Y era esto lo que recordaba
cada vez que yo estaba con Marshall. Tal vez fue el escenario, solos en ese campo, o
porque era la primera vez. Yo no saba an que todo esto era algo de lo que ninguno de los
dos era capaz: momentos juntos que eran grandes, pero tambin fugaces.

Marshall no era mi novio. Por otra parte, tampoco era slo un amigo. Por el contrario,
nuestra relacin era elstica, se extenda entre esos dos extremos, dependiendo de quin
ms estaba alrededor, la cantidad que cualquiera de nosotros haba tenido que beber, y otros
factores variables. Esto era exactamente lo que quera, mientras los compromisos nunca
haban sido realmente mi cosa. Y as no era difcil, tampoco. El nico truco estaba en no
dar ms de lo que estabas dispuesto a perder.

Con Marshall y yo, era como un juego llamado Podra Importar Menos. Habl con un chico
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en una fiesta, desapareci con una chica en la siguiente. l no devolva mis llamadas, yo
me quedaba fuera durante algn tiempo, lo que le haca preguntarse qu me traa entre
manos. Y as sucesivamente.

Hemos estado haciendo esto durante tanto tiempo que realmente, era algo natural. Pero
ahora, yo estaba tan sorprendida por lo bonito que era escuchar su voz, algo familiar en
toda esta novedad que me encontr rompiendo mi propia regla, ofreciendo hasta ms de lo
que haba planeado.

S, es as, he estado, ya sabes, haciendo frente a algunas cosas de la familia," le dije,
relajando la espalda contra la pared de la cabina detrs de m. "Me mud con mi hermana,
y"

Espera un segundo, de acuerdo?" dijo, y entonces o la mano cubriendo el receptor,
amortiguando la misma. Entonces l deca algo, sus palabras imposibles de distinguir antes
de que yo le volviera a or. Lo siento, dijo, y tosi. "Qu estabas diciendo?"

Y as, todo haba terminado. Incluso extraarlo fue fugaz, como todo lo dems.

Nada, le dije. "Me debo ir. Me pondr al da contigo ms tarde, de acuerdo?"

S. Hasta luego."

Colgu, dejando la mano en el receptor cuando met la mano en el bolsillo, sacando algn
cambio ms. Luego tom un respiro y lo puse de nuevo en mi odo, dejando caer unas
pocas monedas, y llam a alguien que saba estara ms que feliz de hablar.

"Ruby?" dijo Peyton tan pronto como oy mi voz. "Oh, Dios mo. Qu te pas?"

"Bueno, dije. Pero ella segua hablando, su voz saliendo como un chorro.

"Quiero decir, yo te esperaba en el patio, igual que siempre, y nunca te presentaste! As
que estoy como, ella debe estar enojada conmigo o algo as, pero Aaron dijo que la polica
te haba sacado de la clase, y nadie saba por qu. Y luego pas por tu casa, y estaba todo
oscuro, y"

"Todo est bien, dije interrumpindola. Peyton siempre resuma, incluso cuando sabas la
historia tan bien como ella. "Es slo una cuestin familiar. Me quedo con mi hermana por
un tiempo."

Bueno, dijo ella, "todo el mundo est hablando acerca de ello, para que lo sepas. Debes
or los rumores."

"S?"

"Es terrible! dijo, sonando realmente horrorizada. "Te tienen haciendo de todo, desde
cometer el asesinato hasta prostitucin adolescente."
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"He estado fuera dos das," le dije.

"Por supuesto, he estado dando la cara por ti," aadi rpidamente. "Les dije que no haba
manera de que alguna vez hubieras dormido con hombres por dinero. Quiero decir, vamos."

Esto era tpico de Peyton. La defensa de mi honor con vigor, sin darse cuenta de que estaba
dando a entender que yo podra ser capaz de asesinar. Bueno, dije, te lo agradezco. "

"No hay problema." Pude or voces detrs de ella, que daban a entender que se encontraba
en el claro detrs de la escuela, donde nosotras siempre pasbamos el rato despus de la
campana final. "As que, cul es la verdadera historia? Es tu madre?"

"Algo as," le dije. "Como dije, no es gran cosa."

Peyton fue mi mejor amiga de J ackson, pero como todo el mundo, no tena ni idea de que
mi madre se haba largado. Ella en realidad ni siquiera la haba conocido, no fue un
accidente, por normal general, prefiero mantener mi vida privada slo en eso, privada. Esto
era especialmente importante con alguien como Peyton, cuya familia era casi perfecta.
Ricos y funcionales, vivan en una casa grande en los Arbors, donde hasta el ao anterior,
haba sido la hija ideal, tirando recto e inscribindose en hockey sobre hierba. Sin embargo,
durante el verano, haba empezado a salir con mi amigo Aaron, que era un porrero
inofensivo, pero dedicado. En el otoo, haba llegado reventada con un porro en la escuela
y la pidieron que abandonara San Micheline, la escuela catlica a la que haba estado
asistiendo. Sus padres, por supuesto, no estaban muy contentos, y esperaban que la nueva
descubierta rebelin de Peyton fuera slo una fase que terminara cuando ella y Aaron
rompieran. Despus de unas semanas, lo hicieron, pero en ese momento, ella y yo ya
ramos realmente amigas.

Peyton era, en una palabra, linda. Pequea y con curvas, tambin era increblemente
ingenua, lo que era alternativamente molesto y entraable. A veces me senta ms como
una hermana mayor para ella que una amigasiempre tena que rescatarla de chicos
extraos en las fiestas, sostenerle la cabeza mientras vomitaba, o explicarle una vez ms
cmo trabajaba la electrnica de diversas cosas que sus padres siempre la estaban
comprandopero era muy divertido pasar el rato con ella, tena un coche, y nunca se
quejaba de tener que recorrer todo el camino para buscarme, a pesar de que estaba en
camino a ninguna parte. O de vuelta. "As que la cosa es," la dije ahora, "necesito un
favor."

"Dime qu," contest ella.

"Estoy aqu en el Perkins Day, y necesito un paseo," le dije. "Puedes venir a buscarme?"

"En el Perkins Day?

"Cerca de all. Bajando la calle."
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Hubo una pausa, durante los cuales o la risa a sus espaldas. " Dios, Ruby... Ojal pudiera.
Pero se supone que debo estar en casa en una hora."

"No es tan lejos," dije.

"Lo s. Pero ya sabes cmo mi madre ha estado ltimamente." Desde la ltima vez que
Peyton haba vuelto a casa oliendo a cerveza, sus padres instituyeron un estricto programa
de rendicin de cuentas que involucraba seguimiento constante, realizacin de pruebas
olfativas, y bsquedas sorpresas en su habitacin. "Oye, has probado con Marshall?
Apuesto a que puede"

No, dije, sacudiendo la cabeza. Peyton nunca haba entendido el acuerdo entre Marshall y
yo; una romntica incurable, para ella, cada historia era una historia de amor.

"Est bien, no te preocupes por eso."

Hubo otra pausa, y otra vez, pude or lo que estaba sucediendo a su alrededor: risas, alguien
jugando con la radio, un motor del coche puesto en marcha. Era cierto lo que haba dicho:
no estaba lejos de donde me encontraba, a slo quince millas
18

18
24 kilmetros aproximadamente.
. Pero en ese momento, de
repente pareca un largo camino.

"Ests segura?" pregunt ella. "Porque yo podra preguntarle a alguien aqu."

Tragu saliva, recostada contra la pared de la cabina. En el lado opuesto, por encima del
telfono, alguien haba escrito CUL ES TU SUEO? con rotulador negro grueso.

Rayado por debajo, menos legible, haba una respuesta: CON TU MADRE. Extend la
mano, frotndome la cara con la mano. No era como si esperara que alguien viniera a
rescatarme, de todos modos. "Nah," dije. "Est bien. Voy a averiguar algo."

Est bien, dijo. Una bocina son en el fondo. "Sin embargo, dame el nmero de tu
hermana. Te llamar esta noche, podemos ponernos al da".

"Todava me estoy instalando, le dije. "Te llamar en unos das."

Est bien, dijo ella con facilidad. "Y oye, Ruby."

"Qu?"

"Me alegro de que no seas una prostituta o una asesina."

S, dije. "Yo tambin."

Colgu el telfono y luego sal de la cabina para acabar con mi Coca-Cola y contemplar mi
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prximo movimiento. El aparcamiento, que haba estado en su mayora vaco cuando llegu
por primera vez all, se haba llenado de estudiantes del Perkins Day. Claramente, esta era
una especie de lugar de reunin, con gente sentada en el cap y el parachoques de sus
coches caros, visitando los barrios bajos en el Quick Zip. Escaneando la multitud, vi a Nate
a la derecha, con los brazos cruzados sobre el pecho, apoyndose contra la puerta del lado
del conductor de un vehculo negro. Una chica de pelo oscuro recogido en una coleta y una
chaqueta azul recortada estaba con l, diciendo una historia y gesticulando frenticamente,
agitando de un lado a otro una Zip Coca-Cola mientras hablaba. Nate, por supuesto, sonrea
mientras escuchaba, el eptome del Tipo ms Agradable del Mundo.

Entonces se me ocurri algo. Mir el reloj. Era justo antes de las cuatro, lo que significaba
que tena un poco ms de una hora antes de que fuera lo suficientemente tarde como para
que alguien lo notara. Era tiempo suficiente para hacer lo que tena que hacer, si me iba
pronto. Todo lo que necesitaba era un poco de ayuda, y si haba trabajado bien mis cartas,
tal vez ni siquiera tendra que pedirla.

Mientras me enganchaba la mochila al hombro y me diriga hacia la calle, hice un amago
de no mirar al contingente del Perkins Day, incluso al pasar delante de ellos. En cambio,
slo mantuve enfoque hacia adelante, en la gran interseccin que tena por delante. Era un
largo camino a casa, y an ms lejos a donde realmente necesitaba llegar, haciendo de esto
un juego serio, especialmente teniendo en cuenta cmo haba actuado antes. Pero parte de
ser agradable era el perdn o eso habia odo, as que tir los dados de todos modos.

A dos cuadras por la calle, escuch un claxon, y luego una desaceleracin de un motor
detrs de m. Esper hasta el segundo pitido antes de cambiar m cara a cara de sorpresa, y
me volv. Efectivamente, aqu estaba Nate.

"Djame adivinar," dijo. Estaba inclinado a travs del asiento del pasajero, una mano en el
volante, mirndome. "No necesitas dar una vuelta."

No, le dije. "Sin embargo, gracias."

"Este es un camino importante," seal. "Ni siquiera hay una acera."

"Quin eres t, el monitor de seguridad?"

l hizo una mueca. "As que prefieres caminar sola seis millas a casa."

"No son seis millas," dije.

Tienes razn. Son seis punto dos," respondi l, cuando un Ford de color rojo furioso son
detrs de l, y luego pas zumbando. "Corro con l todos los viernes. As que lo conozco."

"Por qu ests tan obsesionado con llevarme a alguna parte?", Le pregunt.

"Djame adivinar," dijo. Estaba recostado en el asiento del pasajero, una mano en el
volante, mirndome. "No necesitas dar una vuelta."
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No le dije. "Sin embargo, gracias."

"Este es una calle principal", seal. "Ni siquiera hay una acera."

"Quin eres t, el monitor de seguridad?"

l hizo una mueca. "As que prefieres caminar sola seis millas a casa."

"No son seis millas," dije.

Tienes razn. Son seis punto dos
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," respondi l, cuando un Ford de color rojo furioso
son detrs de l, y luego pas zumbando. "Corro por l todos los viernes. As que lo
conozco."

"Por qu ests tan obsesionado con llevarme a alguna parte?" le pregunt.

Soy caballeroso, dijo l.

S, correcto pens. Esa es una palabra para l. La caballerosidad est muerta."

"Y t tambin lo estars si sigues caminando por aqu." Suspir. "Entra."

Y fue as de fcil.

Dentro, el coche de Nate estaba a oscuras, el interior inmaculado, y an ola a nuevo.

Aun as, haba un ambientador que colgaba del retrovisor. El logotipo en el, deca: REST
ASSURED
20

19
9 kilmetros, aproximadamente.
SERVICIO EJ ECUTIVO: NOS PREOCUPAMOS PARA QUE USTED NO
TENGA QUE HACERLO.

"Es la compaa de mi padre," explic cuando me vio mirarlo."Trabajamos para hacer la
vida ms sencilla en estos tiempos complicados."

Arque mis cejas. Eso suena como algo que se pondra en un folleto."

"Porque lo est," dijo. "Pero tengo que decirlo por si alguien pregunta lo que hacemos."

"Y qu si quieren una respuesta real?"

Entonces, dijo, mirando hacia atrs mientras cambiaba de carril, "Les digo que hacemos
de todo, desde recoger el correo, a pasear perros o hacerle una limpieza en seco o azucarar
magdalenas para la fiesta de la escuela de su hijo."

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Significa Qudese Tranquilo.
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Consider esto. "No suena tan bien."

Ya lo s. Por eso la pauta."

Me sent en mi asiento, observando por la ventana los edificios y los coches que pasaban
de manera borrosa. Bueno, est bien. As que no era mala compaa. An as, no estaba
aqu para hacer amigos.

"As que mira," l dijo, "acerca de antes, y la broma que hice."

"Est bien," le dije. "No te preocupes por eso."

Me mir. "Qu estabas haciendo, siquiera? Quiero decir, en la valla. Si no te importa que
pregunte."

Me importaba. Tambin estaba prcticamente a su merced en este punto, as que le dije,
"No era obvio?"

S, supongo que lo era," dijo. "Creo que slo estaba, ya sabes, sorprendido."

"De qu?"

"No lo s." Se encogi de hombros. "Slo parece que la mayora de las personas estara
intentando entrar en esa casa, no huir de ella. Teniendo en cuenta lo geniales que son Cora
y J amie, quiero decir."

Bueno, dije. "Supongo que no soy la mayora de las personas."

Sent que me observaba cuando gir la cabeza, viendo por la ventana. Mi conocimiento de
esta parte de la ciudad era bastante limitada, pero por lo que poda decir, nos estbamos
acercando a Wildflower Ridge, el barrio de J amie y Cora, lo que significaba que era hora de
cambiar de tema. "As que de todos modos," dije, de modo casual, "te agradezco el viaje."

"No hay problema," dijo. "No es como si no furamos al mismo lugar."

"En realidad... Hice una pausa, y luego esper a que me mirara. Cuando lo hizo, dije, "Si
slo me pudieras dejar en una parada de autobs, sera genial."

"Parada de autobs?" dijo. "A dnde vas?"

"Oh, slo a la casa de un amiga. Tengo que recoger algo."

Estbamos llegando a una gran interseccin. Nate desaceler, quedndonos detrs de un
Volkswagen con un adorno de flores en el parachoques trasero. "Bueno, dijo, dnde
est?"

"Oh, est lejos," le dije rpidamente. "Creme, no querras tener que ir all."
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La luz cambi, y el trfico comenz a moverse hacia adelante. Esto es, pens. O bien toma
el cebo, o no lo hace. Eran las 4:15.

"S, pero en el autobs te tomar aos llegar," dijo despus de un momento.

"Mira, voy a estar bien," le dije, sacudiendo la cabeza. "Slo dejame aqu, por el centro
comercial."

Lo que pasa con las negociaciones, sin mencionar la manipulacin, es que no puedes ir
demasiado lejos en cualquier direccin. Negarse una vez es bueno, dos veces por lo general
tambin, pero una tercera es un riesgo. Nunca se sabe cuando la otra persona acaba de dejar
de jugar y terminas con nada.

Senta su mirada sobre m otra vez, hice esto de actuar como si no me diera cuenta, no
poda verlo titubear. Vamos, pensaba. Vamos.

"De verdad, est bien," dijo finalmente, cuando la entrada a la autopista apareci en la
prxima colina. "Slo dime a dnde ir."

Hombre," dijo Nate yendo a topetazos hasta la entrada de la casa amarilla, esquivando
hoyos y una considerable pila de peridicos. Ms adelante, yo ya poda ver el Subaru de mi
madre, aparcado justo donde lo haba dejado, y la aguja de gas vaca, ese ltimo da Peyton
me haba recogido de la escuela. "Otra vez, quin vive aqu?"

"Slo esta chica que conozco," le dije.

Por lo que a m respecta, todo este esfuerzo sera rpido e indoloro.

Entrar, obtener lo que necesitaba, y salir, con suerte con tan pocas explicaciones como
fuera necesario. Entonces Nate me llevara de vuelta con Cora, y todo esto habra
terminado. Tan simple como eso.

Pero entonces, justo al pasar por la ventana del dormitorio, vi el movimiento de la cortina.

Fue muy rpido, tan rpido que me pregunt si en realidad no haba visto nada de nada
slo un cambio de tela de una pulgada a la izquierda, luego de vuelta otra vez. La manera
exacta en que tendra alguien que asomarse para mirar y no ser visto.

No estaba segura acerca de lo que esperaba encontrar aqu. Tal vez a los Honeycutts, en
medio de algn proyecto. O la casa vaca, limpia, como si nunca hubiera estado aqu en
absoluto. Esta posibilidad, sin embargo, nunca haba cruzado mi mente.

Lo que fue por qu Nate ni siquiera haba terminado de estacionar cuando abr mi puerta y
sal.

56
Hey. Quieres? Lo escuch gritndome, pero no le hice caso, en lugar de eso, sub los
escalones de dos en dos para llegar a la parte delantera de la puerta, sin aliento, mis dedos
ya buscaban a tientas la llave alrededor de mi cuello.

Una vez que la puse en la cerradura, el picaporte, familiar en mi mano, gir con un suave
clic. Y entonces entr.

"Mam?" Grit, mi voz rebotando en todas las superficies.

Entr en la cocina, donde pude ver en el tendedero colgando an de una pared a otra, mis
jeans, y camisas ahora rgidas y mohosas. Pas junto a ellos. "Hola?"

En la sala, haba una fila de botellas de cerveza en la mesa de caf, y la manta que
normalmente se mantena doblada sobre un brazo del sof estaba en una esquina. Sent que
se me sala el corazn. Yo la haba vuelto a doblar. No es as?

Me mantuve en movimiento, abriendo la puerta de mi dormitorio y la bombilla sobre mi
cabeza. Esto se vea igual a como lo haba dejado, a excepcin de la puerta de mi armario
que qued abierta, asum que por cualquiera que haya empacado mis cosas que me haban
llevado a Poplar House. Me volv, cruzando de nuevo la sala de estar y camin hacia la
puerta de la otra habitacin, que estaba cerrada. Entonces puse la mano en la perilla y cerr
los ojos.

No era como si pedir un deseo o intentar soar algo lo hiciera real. Pero en ese momento,
trat de recordar todas las veces que llegaba a casa y me diriga a es misma puerta,
abrindola lentamente y viendo a mi madre acurrucada en su cama, el pelo derramando
sobre la funda de su almohada, extendiendo una mano para protegerle los ojos de la luz
detrs de m. Esta imagen haba estado tan clara en mi mente que cuando empuje la puerta
dejndola abierta, estaba casi segura de que vi un atisbo de rojo, un poco de movimiento, y
mi corazn dio un salto hacia mi garganta, traicionando en un instante todas las emociones
que me habia negado a m misma y a todos los dems en la ltima semana.

Luego, sin embargo, con la misma rapidez, algo cambi. Los objetos y la habitacin misma
cayeron a su lugar: la cama, las paredes oscuras... y esa ventana, donde ahora record el
trozo de cristal roto, medio cerrada con cinta adhesiva, donde una brisa podra moverla
cortina. Me haba equivocado. Pero an as, me qued donde estaba, como si haciendo eso,
la habitacin al momento siguiente, estara repentinamente de cualquier forma menos vaca.

"Ruby?" la voz de Nate fue baja, tentativa. Tragu saliva, pensando en lo estpida que era,
pensando que mi mam haba vuelto, cuando saba muy bien que todo lo que necesitaba ya
se lo haba llevado.

"Voy, slo dame un segundo," dije, odiando cmo estaba temblando mi voz.

"Ests. . .? Hizo una pausa. "Ests bien?"

Asent con la cabeza, toda negocios. S. Slo tengo que agarrar algo."
57

Le o cambiar su peso, dando un paso, aunque si hacia m o lejos, no estaba segura, y no ser
fue suficiente para que me girara. Estaba de pie en la puerta de la cocina, la puerta frontal
estaba abierta detrs de l, volviendo la cabeza lentamente. Sent una oleada de vergenza,
haba sido tan estpida al traerlo aqu. Como yo, muchas personas, no saben que es mejor
no llevar a un completo desconocido directamente al punto en que puede hacerte ms dao,
sabiendo lo fcil que les sera encontrar su camino de regreso.

"Este lugar," dijo Nate, mirando las botellas en la mesa, y una solitaria telaraa que se
extenda a travs de la habitacin entre nosotros, "es, como"

De repente hubo una rfaga de viento fuera, y algunas hojas volaron a travs de la puerta,
deslizndose por todo el piso de la cocina. Me sent tan sacudida, inestable, que mi voz fue
afilada cuando dije, "Espera en el coche. Est bien?

Me mir por un segundo. "S," dijo. "Claro que s." Luego sali, cerrando la puerta detrs
de l.

Basta, me dije, sintiendo las lgrimas pinchando mis ojos, tan estpida. Mir alrededor de
la habitacin, tratando de aclarar mi mente y concentrndome en lo que deba llevar
conmigo, pero todo era confusin, y sent un sollozo haciendo su camino por mi garganta.
Puse mi mano sobre mi boca, mis hombros se sacudieron, y obligu a mis pies a moverse.

Piensa, piensa, me repeta en mi cabeza mientras caminaba a la cocina y comenzaba a tirar
cosas fuera del tendedero. Todo estaba tieso y maloliente, y cuanto ms tiraba ms poda
ver el resto de la cocina: las ollas y sartenes apiladas en el fregadero, los cubos que sola
utilizar para recoger el agua del bao, el tendedero, ahora colgando flcido sobre mi
cabeza. Yo estaba haciendolo muy bien, le haba dicho a Cora, y en ese momento, lo haba
credo. Pero ahora, de pie all con mi ropa rgida en mis brazos, el olor a comida podrida
llenando mi nariz, ya no estaba tan segura.

Extend mis manos, secndome los ojos, y mir hacia atrs, a Nate, que estaba sentado al
volante de su coche, con un telfono celular en su odo. Slo Dios saba lo que estaba
pensando. Mir mi ropa, sabiendo que no poda llevarla conmigo, incluso aunque stas, las
pocas cosas en la habitacin de al lado, y el Subaru averiado eran todo lo que realmente
tena. Mientras las dejaba caer sobre la mesa, me dije que iba a volver por ellas y todo lo
dems, tan pronto como lo tuviera resuelto. Fue una promesa fcil de hacer. Tan fcil que
casi me poda imaginar a otra persona diciendo lo mismo mientras caminaba por esa puerta,
creyndolo, tambin. Casi.

No estaba esperando la vuelta a casa, ya que slo Dios saba lo que Nate me dira, o cmo
iba a esquivar las preguntas que inevitablemente hara. As que decid, mientras cerraba la
puerta detrs de m, ir por una ruta que conoca bien: la negacin completa y total. Actuar
como si nada fuera de lo comn hubiera sucedido, como si este viaje fuera exactamente lo
que yo esperaba que fuera. De ser lo suficientemente convincente, l no tendra ms
remedio que verlo de la misma manera.

58
Era toda casual mientras caminaba de regreso al coche, jugando mi parte. Cuando entr, sin
embargo, me di cuenta que no era siquiera necesario. Todava tena el telfono sujeto a la
oreja y ni siquiera me mir cuando cambi a marcha atrs, alejndose de la casa.

Mientras l estaba distrado, di una ltima mirada a la ventana de la habitacin de mi
mam. Hablando de negacin, incluso desde la distancia y en movimiento, poda decir que
no haba nadie dentro. Hay algo simplemente obvio sobre el vaco, incluso cuando tratas de
convencerte a ti mismo de lo contrario.

"No es un problema," dijo Nate de repente, y lo mir. Tena los ojos en la carretera, la boca
formaba una delgada lnea mientras escuchaba a quien estaba hablando. "Mira, puedo estar
all en diez minutos. Tal vez incluso menos que eso. Entonces lo coger para ella, y"
quien quiera que fuera lo interrumpi, su voz se elevaba lo suficiente para que yo puediera
or, aunque no distingua las palabras especficas. Nate frot una mano por su cara."Estar
all en diez minutos," dijo, golpeando el gas a medida que volvamos a la carretera
principal. No " su voz se desvaneci. Slo tengo que hacer este recado para la escuela.
Si, si, est bien.

Cerr el telfono de un tirn, dejndolo caer con un ruido metlico en la consola, entre
nuestros asientos. "Problemas? dije.

"Naaa," dijo. "Slo mi padre. l es un poco... controlador acerca del negocio."

"Te has olvidado de azucarar algunas magdalenas?"

l me mir como si se hubiera sorprendido de que fuera capaz de tener sentido del humor.
"Algo as," dijo. "Tengo que hacer una parada en el camino a casa. Si no te importa."

"Es t coche, dije con un encogimiento de hombros.

Cuando nos unimos a la carretera, el telfono volvi a sonar. Nate lo cogi, mirando a la
pantalla, y lo abri. "Hola? S. Estoy en camino. En la carretera. Diez minutos. Claro. Muy
bien. Adis."

Esta vez, no colg el telfono, simplemente lo sostuvo en su mano.

Despus de un momento, dijo, "Slo somos nosotros dos, ya sabes. Viviendo juntos,
trabajando juntos. Puedes lograr... cierta intensidad."

Lo s, dije.

Tal vez fue porque mi madre estaba en mi mente, pero esto sali antes de que incluso me
diera cuenta, una reaccin inconsciente, inmediata.

Tambin era la ltima cosa de que la quera estar hablando, sobre todo con Nate, pero
luego, por supuesto, dijo, "S?"

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Me encog de hombros. "Yo trabajaba con mi mam. Quiero decir, por un tiempo de todos
modos."

"En serio?" Yo asent. "Qu hiciste?"

"Entregaba equipajes perdidos de las aerolneas."

l arque las cejas, ya sea sorprendido o impresionado. "La gente realmente hace eso?"

"Qu, crees que slo son teletransportados hacia ti o algo?"

No, dijo lentamente, me ech un vistazo. "Slo quiero decir... es una de esas cosas que
slo t sabes que se hacen. No piensas en realidad en alguien hacindolas."

"Bueno," le dije, "yo soy ese alguien. O lo fui, de todos modos. "

Estbamos tomando una salida ahora, dando vueltas alrededor de la lnea de espera. En el
momento que se detuvo en ella, Nate dijo: "Y qu pas?"

"Con qu?"

"La entrega del equipaje. Por qu lo dejaste?"

Esta vez, saba que no sera lo suficientemente fuerte como para responder, slo lo evad.
"Simplemente seguimos adelante," le dije. "Eso es todo."

Afortunadamente, no quiso continuar con esto, en su lugar simplemente puso su luz
intermitente y abord la entrada principal del Centro Comercial Vista, un extenso complejo
de tiendas y restaurantes. El estacionamiento estaba lleno, mientras pasbamos una hilera
de coches, y luego otra antes de estacionar detrs de un viejo Chevy Tahoe verde. La puerta
trasera estaba abierta, revelando un asiento trasero muy desordenado con montones de cajas
y cajas de leche, que estaban a su vez llenas de distintas envolturas y materiales de
embalaje. Una mujer con el pelo rojo enroscado en un moo desordenado usando un suter
de color rosa difuso y sosteniendo una taza de caf en una mano se inclin sobre ellos, de
espaldas a nosotros.

Nate baj la ventanilla. "Harriet," grit.

Ella no lo oy mientras coga una caja, empujndola lo ms atrs posible. Una taza de caf
vaca sali y empez a rodar alejndose, pero ella la cogi, y la puso en otra caja.

"Harriet," repiti Nate. De nuevo, ninguna respuesta mientras se inclinaba ms por otra
caja.

"Vas a tener que hablar ms fuerte," le dije mientras apenas hablaba por encima de un tono
de voz normal.

60
Ya lo s," dijo. Luego tom un respiro, haciendo una mueca ligeramente, y puso su mano
en el claxon.

Slo lo hizo una vez, y fue rpido: bip! Sin embargo, la mujer salt literalmente en el aire.
Completamente vertical, los pies fuera de la tierra, el caf derramndose fuera de la taza,
salpicando el suelo. Entonces ella se dio la vuelta, y llev su mano libre a su pecho, y nos
mir con sus ojos desorbitados.

Lo siento, grit Nate. "Pero t no...

"Qu ests haciendo? Le pregunt. "Ests tratando de causarme un ataque de nervios?

"No." l empuj la puerta abrindola rpidamente y caminpo hacia ella.

"Aqu, djame sacar esas. Son esas tres? O las cajas tambin?"

"Todas ellas," la mujer, Harriet? dijo, era evidente que an estaba nerviosa mientras se
inclinaba contra el parachoques del Tahoe, agitando una mano delante de su cara. Cuando
Nate comenz a cargar las cajas en la parte trasera de su coche, me di cuenta de que era
bonita, y llevaba un collar de plata gruesa con pendientes a juego, as como varios anillos.
"l sabe que soy una persona nerviosa," me dijo, sealando a Nate con su taza. "Y an as
toca el claxon. Toca el claxon!"

"Fue un accidente," le dijo Nate, volviendo por la ltima caja. "Lo siento."

Harriet suspir, reclinndose contra el parachoques de nuevo y cerrando los ojos.
No, dijo, soy yo. Slo estoy bajo este plazo masivo, y estoy muy por detrs, saba que
no iba a llegar al lugar de envo antes de que lo cerraran"

" lo cual es para lo que nos tienes," dijo Nate terminado y cerrando la puerta del coche
con un golpe. "Las llevar ahora mismo. No te preocupes."

"Todos necesitan ir al Ground, no al Next Day," le dijo. "No puedo permitirme el Next
Day. "

Ya lo s."

"Y asegrate de conseguir la informacin del seguimiento, porque estn prometidas para el
final de la semana, y ha habido mal tiempo en el Oeste... "

"Hecho," Nate le dijo, abriendo su puerta de un tirn. Harriet consider esto mientras se
quedaba ah, aferrada a su taza de caf. "Separaste esas cosas en los limpiadores ayer?"

"Listo para el jueves," le dijo Nate.

"Qu pasa con el depsito bancario?" Pregunt.

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"Pap lo hizo esta maana. Recibirs el sobre por correo."

"Record"

"Bloquearla de nuevo? S. La llave est donde me dijiste que la dejara. Algo ms?"

Harriet tom aliento, como si fuera a hacer otra pregunta, luego lentamente lo dej salir.
No, dijo. "Al menos no en este momento."

Nate se sent al volante. "Te enviar por correo electrnico toda la informacin del
seguimiento tan pronto como llegue a casa. De acuerdo?"

Muy bien, dijo, a pesar de que no sonaba muy segura mientras l encenda el motor.
"Gracias."

"No hay problema. Llama si nos necesitas."

Ella asinti pero sigui de pie junto a su parachoques, agarrando su taza y vindose
insegura, mientras nos alejbamos. Esper hasta que nos acercamos a la carretera principal
de nuevo antes de decir: "Eso es trabajo de Rest Assured?"

"No," dijo Nate, su voz cansada. "Eso es Harriet."

En el momento en que nos detuvimos en casa de Cora, eran las cinco y media. Slo poco
ms de una hora haba pasado desde que l me recogi, y sin embargo se senta como
mucho ms tiempo.

Como ya habia recogido mis cosas, empuj la puerta abrindola, su telfono son de nuevo,
ech un vistazo a la pantalla, y luego a m. "Pap est ponindose nervioso," dijo. "Es
mejor que me vaya. Nos vemos maana por la maana?"

Lo mir, de nuevo viendo su aspecto slido y de buena apariencia y amistosa expresin.
Muy bien, as que era un buen tipo, y tal vez no del todo el atleta confuso que haba
catalogado a primera vista. Adems, l me haba ayudado, no una sola vez sino dos veces, y
tal vez para l esto significaba que mis sentimientos anteriores acerca de un viaje
compartido ya no seran un problema. Pero no poda olvidar a Peyton tan fcilmente en el
otro extremo de la lnea en ese telfono pblico, con cuanta rapidez haba rechazado en el
momento en que realmente la necesitaba.

"Gracias por el viaje, le dije.

Nate asinti con la cabeza, abri de un tirn su telfono, y yo cerr la puerta entre nosotros.
No estaba segura si haba notado que no respond a su pregunta, o si siquiera le importaba.
De cualquier manera, en el momento en que estaba a medio camino, l ya haba
desaparecido.

Esa maana, despus de que habamos establecido mi horario, J amie se dirigi al trabajo y
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el seor Thackray, empez a caminar conmigo hacia mi clase de ingls. Nos paramos a
mitad del camino cuando de repente escuch a J amie llamndonos.

"Espera!"

Me di la vuelta, mirando hacia el pasillo, el cual estaba llenndose rpidamente con las
personas que salan de su primera clase, y lo vi movindose a travs de la multitud. Cuando
nos alcanz, un poco sin aliento, sonri y extendi su mano hacia m, haciendo un gesto
para que yo hiciera lo mismo.

Mi primer instinto fue dudar, preguntndome qu ms podra ofrecerme. Pero cuando abr
mi mano con la palma plana, y dej caer una llave en ella, me pareci ridculo esperar otra
cosa.

"En caso de que nos ganaras en la llegada a casa," dijo. "Que tengas un buen da."

En ese momento, asent con la cabeza, cerrando la mano alrededor de la llave y
deslizndola en mi bolsillo, del cual me haba olvidado totalmente hasta ahora, mientras
caminaba hacia la puerta de la casa y la sacaba. Era pequea y de plata, con las palabras
WILDFLOWER RIDGE grabadas en el otro lado.

Extraa la forma en que haba estado all todo el da, y yo ni siquiera la haba sentido o
notado. La que tena alrededor de mi cuello siempre la senta, tanto por su peso y presencia,
pero tal vez era porque estaba ms cerca de m, donde no poda ser perdida.

La puerta de la casa de Cora se abri casi sin hacer ruido, revelando el gran y espacioso
vestbulo de entrada.

Al igual que en la casa amarilla, todo estaba quieto y en silencio, pero de otra manera. No
sin tocar u olvidada, sino ms expectante. Como si incluso una casa supiera la diferencia
entre alguien que simplemente sale por un tiempo y quien se ha ido para siempre.

Cerr la puerta tras de m. Desde el vestbulo, pude ver dentro la sala de estar, donde el sol
ya empezaba a hundirse en el cielo, desapareciendo detrs de los rboles, emitiendo ese tipo
especial de luz clida que slo recibes justo antes de la puesta del sol.

Todava estaba all de pie observando esto, cuando o un ruido que vena de mi izquierda.
Mir hacia all, era Roscoe, caminando a travs de la cocina. Cuando me vio, sus orejas se
levantaron en su cabeza. Luego se sent y me mir.

Me qued donde estaba, preguntndome si iba a empezar a ladrarme otra vez, lo cual
despus de comenzar en una nueva escuela y luego de pasar la ltima hora en mi antigua
casa, sera la ltima cosa que poda soportar hoy. Afortunadamente, no lo hizo. En cambio,
slo empez a lamerme. Pens que esto sealaba que era seguro continuar a la cocina, lo
que hice, dejndole un amplio espacio al pasar.

En la isleta, haba una nota adhesiva, y a pesar de los aos que haban pasado desde que la
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haba visto, reconoc de inmediato la sper limpia escritura a mano de mi hermana, cada
letra tan perfecta que haba que preguntarse si haba hecho un duro primer borrador. J ,
deca, la lasaa se encuentra en la nevera, hazla (350) tan pronto como llegues a casa. Nos
vemos a las siete a ms tardar. Con amor, yo.

Tom la nota del mostrador, leyendo de nuevo. Si nada ms, esto dejaba claro que mi
hermana haba, de hecho, finalmente conseguido todo lo que quera. No slo las cosas que
componen la vida que sin duda haba soadola casa, el trabajo, la seguridadtodas esas
noches en nuestra habitacin compartida, con alguien para compartir. Para volver a casa y
cenar juntos, dejar una nota para l. Cosas tan simples, estpidas, y sin embargo al final,
ellos eran la verdadera prueba de una vida real.

Razn por la cual, despus de que ella haba trabajado tan duro para llegar aqu, realmente
apestaba que de repente apareciera yo en el momento en que ella haba empezado a pensar
que haba dejado atrs la vieja vida para siempre. Oh, bueno, pens. Lo menos que poda
hacer era poner la lasaa.

Me acerqu al horno precalentado y, a continuacin, encontr la bandeja en la nevera y la
puse sobre el mostrador. Me estaba quitando el abrigo de Saran cuando sent algo contra mi
pierna. Mirando hacia abajo, vi a Roscoe que en algn momento haba cruzado la
habitacin y ahora estaba sentado entre mis pies, mirndome.

Mi primer pensamiento fue que haba hecho pis en el suelo y me estaba esperando para
gritarle. Pero luego me di cuenta que estaba temblando, rebotando entre mis tobillos.
"Qu?" Le pregunt, y en respuesta se ech ms abajo, presionndose con ms fuerza
contra m. Al mismo tiempo, mantuvo sus grandes ojos en m, como si estuviera
rogndome, pero por qu, no tena ni idea.

Genial, pens. J usto lo que necesitaba: el perro muere frente a mis ojos, con lo que
oficialmente se consolidaba mi condicin como plaga completa en el hogar. Suspir y di un
paso cuidadosamente alrededor de Roscoe hacia el telfono, para recogerlo y marcar el
nmero de J amie de su telfono celular, que estaba en la parte superior de una lista pegada.
Antes incluso de que lo hubiera hecho, Roscoe se haba arrastrado por el suelo,
resitundose a s mismo a mis pies, el temblor ahora estaba con toda su fuerza. Mantuve
mis ojos en l mientras el telfono sonaba dos veces, y luego, por suerte, J amie respondi.

"Algo est mal con el perro," inform.

"Ruby?" Dijo. "Eres t?"

"S." Tragu, mirando a Roscoe una vez ms, quien a su vez se desliz ms cerca,
presionando su cara en mi pantorrilla. "Siento molestarte, pero es que est actuando
realmente enfermo. O algo as. Yo no saba qu hacer."

Enfermo? Est vomitando?"

"No."
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Esta yendo y viniendo?

Hice una mueca. No, dije. "Por lo menos, yo no lo creo. Acabo de llegar a casa y Cora
haba dejado esta nota sobre la lasaa, as que lo puse en

"Oh," dijo lentamente. "Est bien. Est bien, puedes tranquilizarte. No est enfermo."

"No lo est?"

No, no es ms que miedo."

"De la lasaa?"

"Por el horno. Suspir. "Realmente no lo entiendo. Creo que puede tener algo que ver con
este incidente con algunos Tater Tots y el detector de humo."

Mir a Roscoe, que todava estaba en modo trmuo. Tenas que preguntarte cmo tal cosa
puede afectar a un perro asesto no poda ser bueno para su sistema nervioso. "Entonces,
dije mientras miraba hacia m, claramente aterrorizado, "Cmo hago que se detenga?"

"No puedes," dijo. "l va a hacerlo durante todo el tiempo que el horno est encendido. A
veces va y se esconde debajo de la cama o el sof. Lo mejor es actuar simplemente normal.
Si l se pone demasiado loco, slo encirralo en el cuarto de lavado."

"Oh," dije, mientras el perro se mantena entre mis zapatos y el mueble detrs de m. "Est
bien."

"Mira, estoy terminando," dijo, "Pero voy a estar en casa pronto. Slo"

Hubo un murmullo, y luego se haba ido, dejndome fuera por completo. Colgu, poniendo
el telfono con cuidado sobre su base. No estaba segura de lo que "pronto" significaba, pero
esperaba que significara que estaba a slo unas cuadras de distancia, ya que no era muy
amiga de los animales. Sin embargo, mirando a Roscoe temblar contra mi pierna, pareca
que slo quedaba encerrarlo en un pequeo espacio, teniendo en cuenta el estado en el que
se encontraba.

"Reljate, de acuerdo?" Le dije, desenredndome de su alrededor y caminando hacia el
vestbulo. Por un momento se qued donde estaba, pero luego empez a seguirme. Lo
ltimo que quera era cualquier clase de compaa, por lo que comenc a subir las escaleras
a un ritmo rpido, con la esperanza de que captara el mensaje y se quedara atrs.

Sorprendentemente, funcion, y cuando llegu a la parte superior de las escaleras y mir
hacia abajo, an estaba en el vestbulo. Mirndome y vindose de manera lamentable, pero
an ah.

En mi habitacin, me lav la cara, luego me saqu el suter de Cora y me ech hacia atrs
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sobre la cama. No s cunto tiempo estuve all, mirando por las ventanas lo ltimo de la
puesta de sol, antes de Roscoe entrara en la habitacin. Se mova lentamente, casi de
costado, como un cangrejo. Cuando vio que me haba fijado en l, sus orejas se pusieron
planas sobre su cabeza, como si estuviera esperando a ser expulsado, pero no pudiera evitar
echar una mirada de todos modos.

Por un momento, nos miramos el uno al otro. Entonces, tentativamente, lleg ms cerca,
luego un poco ms todava, hasta que finalmente se encaj entre mis pies, con la cama
detrs de l. Cuando comenz a temblar de nuevo, su collar sonando suavemente, puse los
ojos en blanco. Quera decirle que se detuviera, que todos tenamos nuestros problemas,
que yo era la ltima persona a quien deba acudir para buscar consuelo.

Pero sin embargo, me sorprend no diciendo nada de esto, mientras me sentaba,
extendiendo una mano hacia su cabeza. En el momento en que lo toqu, se tranquiliz.

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Captulo Cuatro

Traducido por Dr. Clo
Corregido por Moshalutz

Al principio, fue slo un ruido, puntuado por un ocasional chillido: la clase de cosa de la
que eres consciente a la distancia, y sin embargo no puedes llegar a ignorar. J usto cuando
mi reloj gir a las 8.00, comenz el sonido real.

Me sent en la cama, alarmada, mientras de pronto el cuarto se llenaba con el chasquido del
metal golpeando las rocas. No fue hasta que me levant, sal al balcn, y vi la
retroexcavadora, que todo empez a tener sentido.

J aime!

Mir a mi derecha, donde pude ver a mi hermana, en pijama, de pie en su propio balcn.
Estaba agarrada a la barandilla, bajando la vista a su marido, quien estaba en el jardn
trasero luciendo demasiado y absolutamente despierto, con una taza de caf en sus manos y
Roscoe a sus pies. Cuando levant la vista y la vio, sonri. Genial, no? dijo l. De
verdad puedes visualizarlo ahora!

La mayor parte de la respuesta de Cora se perdi en el bochinche posterior mientras la
retroexcavadora cavaba una vez ms en el csped, recogiendo ms tierra del interior de las
rocas de J aime y balancendose a un lado para tirarlo a la, ya considerable, pila all. Al
moverse hacia atrs, con los engranajes rechinando, para ir de nuevo por mas, slo capt el
final, cuando ella estaba diciendo, Sbado en la maana, cuando algunas personas
pueden desear dormir.

Cario, pero es el estanque, respondi J aime, como si hubiera odo cada palabra.
Hablamos de esto. Recuerdas?

Cora se limit a mirarlo, pasndose una mano por el pelo, el cual estaba pegado a un lado.
Entonces, entr sin ms comentarios. J aime la observ marcharse, su rostro intrigante.
Hey! grit cuando me vio. La retroexcavadora cavando nuevamente, incluso con un
ruido ms fuerte. Bastante genial, no crees? Si tenemos suerte, la tendremos revestida
para esta noche.

Asent, viendo como la maquina descargaba otra carga de tierra en la pila. J aime tena
razn, realmente te lo podas imaginar ahora: haba una gran diferencia entre un estanque
terico y un enorme agujero en el suelo. Aun as, era difcil imaginar lo que l queraun
completo ecosistema, una verdadera laguna, con peces y todo esoaparentemente en casa,
en medio de tan cuadrado y liso patio. Incluso con el mejor paisaje, aun se vera como si
hubiera cado del cielo.
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De regreso en el interior, me tir de nuevo en la cama, aunque dormir evidentemente ya no
fuera una opcin. Era difcil creer que el sbado anterior haba estado en la casa amarilla,
despertando en el sof con nuestro viejsimo afgano enrollado a m alrededor. Una semana
adelante, y estoy aqu en la casa de Cora. Ciertamente contaba con mis necesidades
bsicasagua corriente, calefaccin, comidapero todava era extrao estar aqu.

Todo se senta tan temporal, incluyndome, que ni siquiera haba desempacado aunmi
bolso estaba todava junto a mi cama, de donde iba sacando mis cosas como si estuviera de
vacaciones, a punto de pagar y marcharme en cualquier momento. Claro, significaba que
las pocas cosas que tena estuvieran mucho ms arrugadas, pero mirar todas las maanas y
ver todas mis posesiones terrenales justo all, a mi lado, me hacan de alguna manera sentir
en control de mi situacin. Lo que necesitaba, teniendo en cuenta que todo lo dems pareca
estar completamente fuera de mis manos.

El autobs? dijo J aime esa primera noche, cuando se refiri a Nate recogindome y le
dije que prefera el transporte alternativo. Hablas en serio?

No hay un autobs a Perkins Day en las maanas, dijo Cora a travs de la mesa. Ellos
slo funcionan en la tarde, para acomodar las actividades despus de la escuela.

Entonces tomar el autobs de la ciudad, dije.

Y pasar por todos esos problemas? pregunt J aime. Nate va a Perkins de todos modos.
Y l se ofreci.

l slo estaba siendo amable, dije. En realidad no quiere llevarme.

Por supuesto que quiere, dijo J aime, tomando otro bollo de la cesta entre nosotros. l es
un prncipe. Y vamos a contribuir al gas. Est todo arreglado.

El autobs est bien, dije nuevamente.

Cora, a travs de la mesa, entorn los ojos hacia m. Qu est ocurriendo aqu
realmente? pregunt. No te gusta Nate o algo as.

Recog mi tenedor, pinchando un trozo de esprrago. Mira, dije, intentando mantener mi
voz tranquila, y calmada, simplemente parece un gran fastidio. Si tomo el autobs, puedo
irme cuando quiera, y no estar a la merced de alguien ms.

No, estars a la merced del horario del autobs, lo que es mucho peor, dijo J aime. Pens
por un segundo. Quizs deberamos conseguirte un coche. Entonces podras conducir por
ti misma.

No vamos a comprar otro coche, dijo Cora rotundamente.

Ella tiene diecisiete, seal J aime. Necesitar ir a lugares.
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Entonces viajar en autobs. O ir con Nate. O tomar prestado el tuyo.

El mo?

Cora se limit a mirarlo, luego volvi su atencin hacia m. Si quieres el autobs, bien.
Pero si te hace llegar tarde, tendrs que hacer el viaje compartido. Est bien?

Asent. Luego, despus de la cena, entr a la web e imprim cuatro horarios diferentes de
autobuses, hacindole un crculo a los que poda tomar en la parada ms cercana y aun as
llegar a la primera campana. Claro, significaba levantarme ms temprano y caminar algunas
cuadras. Pero valdra la pena.

O eso pens, hasta que por accidente golpe la barra de repeticin algunas veces extra la
maana siguiente y no llegu a la planta baja hasta las 7:20. Tena la intencin de tomar un
panecillo y ponerme en camino, correr si era necesario, pero por supuesto Cora me estaba
esperando.

La primera campana en treinta minutos, dijo ella, sin levantar la vista del peridico, el
cual haba extendido delante de ella. Se humedeci un dedo, dando vuelta a la pgina. No
hay manera.

As que diez minutos ms tarde, estaba afuera junto al buzn de correo maldicindome, con
el panecillo en la mano, cuando Nate se detuvo. Hey, dijo l, estirndose para abrir la
puerta. Cambiaste de opinin.

Sin embargo, se era justo el asunto. Yo no lo haba hecho. En todo caso, estaba ms
determinada que nunca a no hacer amigos, y esto slo lo haca ms difcil. Aun as, no era
como si tuviera una opcin, as que entr, cerrando la puerta con cuidado detrs de m y
poniendo el panecillo en mi regazo.

No se come en el coche.

La voz fue plana, montona, y provino de detrs de m. Mientras giraba la cabeza
lentamente, vi la fuente: Un nio bajo vistiendo un chaquetn corto y una importante
ortodoncia, sentado en el asiento trasero con un libro abierto en el regazo.

Qu? dije.

l se inclin hacia delante, con sus aparatosy tocado adjuntocapturando la luz del sol
que entraba por el parabrisas. Tena el cabello hacia arriba. No se come en el coche,
repiti, como robot. Luego seal mi panecillo. Es una regla.

Mir a Nate, luego de regreso al nio. Quin eres t?

Quin eres t?

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Esta es Ruby, dijo Nate.

Ella es tu nueva novia? pregunt el nio.

No, dijimos Nate y yo al unsono. Sent que me ruborizaba.

El nio se sent hacia atrs. Entonces nada de comida. Las novias son las nicas
excepciones en los viajes compartidos.

Gervais, cierra la boca, dijo Nate.

Gervais recogi su libro y pas una pgina. Mir a Nate, quien ahora estaba saliendo del
camino principal, y dije, Entonces a dnde lo llevas? A la escuela media?

Error, dijo Gervais. Su voz era muy nasal y molesta, como un ganso graznando.

l es un Senior, me dijo Nate.

Un Senior?

Qu eres, sorda? pregunt Gervais. Nate le lanz una mirada por el espejo retrovisor.
Gervais est adelantado, dijo, cambiando de carril. l asiste a Perkings por las maanas,
y por las tardes toma clases en la U.

Oh, dije. Me volv para mirar a Gervais nuevamente, pero l me ignor, ahora inmerso en
su libro, el cual era grande y grueso, claramente un texto de algn tipo. Entonces
recoges a alguien ms?

Solamos recoger a Heather, dijo Gervais, con sus ojos aun en el libro, cuando ella y
Nate estaban juntos. Ella se pona a comer en el coche. Por lo general tartas rellenas. Sabor
a arndano.

J unto a m, Nate se aclar la garganta, mirando por la ventana.

Pero entonces, hace un par de semanas, continu Gervais en el mismo tono montono,
girando la pgina, ella bot a Nate. Fue una gran noticia. l ni siquiera lo vio venir.

Mir a Nate, quien exhal fuertemente. Seguimos avanzando por otra cuadra, y luego l
dijo, No. No recogemos a nadie ms.

Afortunadamente, esto fue todo en cuanto a la conversacin. Cuando aparcamos en el
estacionamiento cinco minutos ms tarde, Gervais sali primero, desordenadamente,
levantando su enorme mochila sobre sus flacuchos hombros y largndose hacia el csped
sin una palabra a ninguno de nosotros.

Haba pensado en seguirlo, tambin ir por mi propio camino, pero antes de poder hacerlo,
Nate se puso a caminar a mi lado. Claramente esto le sali con tanta facilidad, nuestra
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continua compaa asumida sin cuestionamientos. No tena idea de cmo deba de ser.

Entonces, mira, dijo, a cerca de Gervais.

Es encantador, le coment.

Esa es una palabra para ello. Sin embargo, en realidad, no es

Se call de repente, mientras un BMW verde nos pasaba silbando, yendo por un par de filas
y entrando como ltigo en un espacio. Un momento ms tarde, se abri la puerta del
acompaante, y la rubia de mi clase de inglsen un suter blanco a lneas y gafas de sol
posicionadas en la frenteapareci, tirando un sobrecargado bolso de compras detrs de
ella. Cerr la puerta con la cadera, luego se encamin hacia el edificio principal,
esponjndose el cabello con los dedos mientras caminaba. Nate la observ por un
momento, luego se ech a toser, metiendo las manos en los bolsillos.

En realidad qu? dije.

Qu era? pregunt.

Delante de nosotros, la rubiaque para este momento ya me haba figurado que era la
infame comedora de tarta de arndanos, Heatherestaba cruzando hacia un casillero,
dejando caer el bolso a sus pies. Nada, dije. Te veo por ah.

Sip, respondi, asintiendo, claramente distrado mientras yo apuraba el paso, finalmente
capaz de poner algo de espacio entre nosotros. Nos vemos.

l todava la observaba mientras yo me alejaba. Lo cual era un poco pattico pero
asimismo no era mi problema, sobre todo porque de ahora en adelante sera fiel a mi plan
original y tomara el autobs, y todo estara bien.

O eso pens hasta el da siguiente, cuando me qued dormida de nuevo, perdiendo la
ventana de mi autobs por completo. Al principio, estaba totalmente molesta conmigo
misma, pero luego, en la ducha, decid que tal vez no era tan malo. Despus de todo, el
viaje era corto. Por lo menos una distancia prudente.

Qu clase de shampoo es ese? exigi Gervais desde el asiento trasero tan pronto como
entr en el coche, mi cabello todava hmedo.

Me volv y lo mir. No lo s, dije. Por qu?

Apesta, me dijo. Hueles como los rboles.

rboles?

Gervais, dijo Nate. Cuidado.

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Slo digo, se quej Gervais, dejndose caer de nuevo en el asiento. Me volv, fijando mi
mirada en l. Por un momento, me devolvi la mirada, insolente, sus ojos parecan enormes
detrs de sus gafas. Pero como yo la mantuve, constante, inquebrantable, l finalmente
cedi y se gir a mirar por la ventana. Doce aos, pens. Tan fcil de quebrar.

Cuando me volv para mirar hacia delante, Nate me estaba observando. Qu? Dije.

Nada, respondi. Slo admiraba tu tcnica.

En la escuela, Gervais hizo su normal acto de desorden-y-desaparicin, y Nate camin
nuevamente conmigo a travs del estacionamiento. Esta vez, no slo era consciente de l a
mi ladolo que aun, francamente era tan extraosino tambin de las consiguientes
reacciones de las personas reunidas en torno a sus coches, o delante de nosotros en los
casilleros: miradas, cejas arqueadas, demasiada atencin por completo. Era inquietante, por
no decir desconcertante.

Cuando haba comenzado en Perkins, instintivamente me haba manejado en Modo Nueva
Escuela, un sistema que haba perfeccionado a lo largo de los aos cuando mi mam y yo
nos mudbamos constantemente. En pocas palabras, era esto: entra rpido, vuela debajo del
radar, consigue entrar y salir cada da con la menor interaccin posible. Sin embargo, dado
que Perkins Day era tan pequea, me estaba dando cuenta que era inevitable atraer alguna
atencin, slo por el hecho de ser nueva. Smale el hecho que alguien se haba dado cuenta
de mi conexin con J aimeOye UMe! haba gritado alguien mientras entraba al saln
un par de das atrsentonces permanecer annima fue mucho ms difcil.

Sin embargo, la decisin de Nate de ser amigos, lo hizo casi imposible. Ya para mi segundo
da, me haba dado cuenta que era uno de los chicos ms populares en Perkins, razn por la
cual me volv interesante (por lo menos para esas personas, de todos modos) simplemente
parndome junto a l. Quizs a algunas chicas les hubiera gustado esto, pero yo no era una
de ellas.

Ahora, lo miraba molesta, mientras un grupo de porristas apiadas junto a un brillante
Volkswagen rean con disimulo a nuestro paso. l no lo not, demasiado ocupado mirando
el mismo BMW verde, el cual estaba estacionado un par de filas adelante. Pude ver a
Heather detrs del volante, con su J ump J ava
21

21
Caf.
en una mano. J ake Bristol, el dormiln de
mi clase de ingls, estaba inclinado para hablarle, con los brazos apoyados en la ventana
abierta de ella.

Este no era mi problema. Y aun as, como con Gervais, cuando vea un mal
comportamiento, no poda detenerme a mi misma. Adems, si iba a insistir en caminar
conmigo, casi se lo mereca.

Sabes, le dije. La nostalgia no es atractiva. En nadie.

l mir hacia m. Qu?
72

Cabece hacia Heather y J ake, quien todava estaba hablando. Lo peor que puedes hacer si
extraas o necesitas a alguien, dije, es dejrselos saber.

No la extrao, dijo l.

Si, correcto. Est bien, respond, encogindome de hombros. Todo lo que digo es que
incluso si la quieres de regreso, deberas comportarte como que no. A nadie le gustan las
personas que son totalmente dbiles, lastimosos, y necesitados. Es relaciones bsicas 101.

Relaciones 101, repiti, escptico. Y este es un curso que enseas t?

Es slo un consejo, le dije. Ignralo si lo deseas.

En realidad, asum que hara precisamente eso. Sin embargo, la maana siguiente, mientras
se pona de nuevo a caminar junto a mclaramente esto era un hbito ahoray
comenzbamos a cruzar el estacionamiento, una vez ms el coche de Heather apareci a la
vista. Incluso yo lo not, y la not a ella, para este entonces. Pero Nate, observ, no lo hizo.
O por lo menos no se comport como si lo hiciera. En cambio, mir en mi direccin y
simplemente sigui caminando.

Mientras transcurra la semanay continuaban mis prdidas a la barra de repeticinme
encontr a mi misma sucumbiendo al viaje compartido y, por consiguiente, a nuestro
caminar juntos dentro de la propia escuela, con pblico y todo eso. La resistencia era intil,
y Nate y yo nos estbamos convirtiendo en amigos, o algo as. Al menos en lo que a l
concerna.

Lo cual era simplemente una locura, porque no tenamos absolutamente nada en comn.
Aqu estaba yo, una solitaria hasta la mdula, el agotamiento personificado, con una
colisin de trenes por vida hogarea. Y en la otra esquina? Nate, el buen hijo, un chico
popular, y amable por todos lados, sano. Por no mencionarcomo descubr durante la
semana siguientevicepresidente del cuerpo de estudiantes, rey de la fiesta de fin de ao,
enlace con la comunidad, campen del voluntariado. Su nombre slo segua apareciendo,
en evento tras evento, listado en la montona voz del tipo que entregaba los anuncios cada
maana por el interfono. Asistirs al viaje de clases Senior para recaudar fondos? Contacta
a Nate Cross. Vas a colaborar con la limpieza anual del campus? Habla con Nate.
Necesitas un compaero de estudios para los prximos parciales? Nate Cross es tu
hombre.

Sin embargo, l no era mi hombre, a pesar que mientras la semanapor no decir la mirada
fija que haba notado inicialmente en el estacionamientocontinuaba, estaba claro que
algunas personas queran pensar lo contrario. Era obvio que la separacin de Heather y
Nate haba sido una noticia enorme, al menos a juzgar por el hecho de que semanas ms
tarde, segua escuchando acerca de su relacin: cmo haban estado saliendo desde que l
se haba mudado desde el primer ao de Arizona, haban sido rey y reina del baile junior de
graduacin, haban tenido planes para ir juntos a la U por Universidad en el otoo. Por
todos estos hechos, sin embargo, la causa de su ruptura segua sin estar clara. Sin siquiera
73
intentarlo, haba odo tantas teoras diferentesl la enga con una chica en la playa!
Ella quera salir con otros chicos! era obvio que nadie saba realmente la verdad.

Aun as, s explicaba la razn por la cual estaban tan interesados en m. El caliente chico
popular empezaba a aparecer con la chica nueva de la escuela, apenas tras romper con su
amor de toda la vida. Es el prximo captulo, o as lo parece, as que por supuesto la gente
hara sus suposiciones. Y en la otra escuela, u otra ciudad, ste sera probablemente el caso.
Pero no aqu.

En cuanto al propio Perkins Day, era un cambio completo de cultura, con todo, desde los
profesores (quienes en realidad parecan felices de estar all), la biblioteca (grande, con
todas las computadoras de ltima generacin funcionando) hasta la cafetera (con barra de
ensaladas y batidos de estacin) completamente diferente a lo que yo haba estado
acostumbrada. Adems, el tamao pequeo de las clases haca que holgazanear casi no
fuera una opcin, y como resultado, estaba consiguiendo que me patearan el trasero
acadmicamente. Nunca haba sido una estudiante perfecta por amplio margen, pero en
J ackson me las haba arreglado para tirar una slida licenciatura, incluso con noches de
trabajo y mis actividades casi extracurriculares. Ahora, sin transporte o amigos con los que
distraerme, tena todo el tiempo del mundo para estudiar, y aun as segua luchando, poca
fenomenal. Me segua diciendo a mi misma que no importaba, que probablemente slo
estara all hasta que pudiera reunir el dinero para partir, entonces no tena ningn motivo
real en matarme para mantener el ritmo. Pero entonces, me encontraba sentada en mi
dormitorio sin nada que hacer, y sacaba los libros y me pona a trabajar, aunque slo fuera
por distraccin.

La mentalidad en Perkins tambin era diferente. Por ejemplo, a la hora del almuerzo en
J ackson, debido a la estrecha cafetera, y falta de las codiciadas mesas de picnic, y angustia
general, siempre haba algn tipo de drama ocurriendo. Peleas de puo, gritos, pequeas
rias que comenzaban y terminaban con la misma rapidez, durando apenas lo suficiente
como para que voltees la cabeza y los notes. En Perkins, todos coexistan pacficamente en
la cafetera y sobre el csped, y lo ms caliente que se pona algo era cuando alguien en la
mesa de AYUDA se enfadaba un poco a cerca de algn asunto y estallaba en un debate
hecho y derecho, pero incluso sos, por lo general, eran civilizados.

La propia mesa de AYUDA era otra cosa que simplemente no entenda. Cada da a la hora
del almuerzo, justo cuando comenzaba el perodo, algn grupo estableca una tienda en una
de las mesas justo al lado de la entrada a la cafetera, colgando un letrero y disponiendo
folletos para concentraciones de apoyo a cualquiera que fuese la causa que estuvieran
promoviendo. Hasta ahora, en el tiempo en que haba estado all. Haba visto de todo, desde
gente recogiendo firmas para el alivio del hambre hasta pedir monedas para comprar una
nueva TV de pantalla plana para los nios del hospital local. Todos los das haba algo
nuevo, alguna otra causa que necesitaba de nuestra ayuda y atencin J USTO AHORA as
que POR FAVOR FIRMA o DA o PRESTA UNA MANO ES LO MENOS QUE
PUEDES HACER!

No era que fuera una persona cruel o sin corazn. Crea en la caridad tanto como cualquier
otra persona. Pero despus de todo por lo que haba pasado los ltimos meses, simplemente
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no poda envolver mi mente en llegar a los dems. Mi madre me haba enseado muy bien
a cuidarme a mi misma, y en este momento, en este mundo extrao, esto pareca lo ms
inteligente que nunca. Aun as, cada vez que pasaba por la mesa de AYUDA, asimilando la
causa de ese daprxima caminata por el SIDA! Compra una galleta, beneficia la
alfabetizacin temprana! Salva a los animales!me senta extraamente perturbada por
toda esta necesidad, por no mencionar la asumida y constante efusin de ayuda a cambio, la
que pareca venirle a la gente de aqu tan instintivamente como a m el aislamiento.

Una persona que evidentemente era una donante era Heather Wainwright, quien pareca
estar siempre en la mesa de AYUDA, independientemente de la causa. La haba visto
dndole un discurso sobre la difcil situacin de los tibetanos a un grupo de chicas con
batidos, vendiendo pastelitos para la investigacin del cncer, e inscribiendo voluntarios
para ayudar a limpiar el tramo de la carretera que patrocinaba Perkins Day, y pareca
igualmente apasionada por todos ellos. Esta era aun otra razn, al menos en mi mente, para
que cualquiera, fuese los rumores que estuvieran circulando sobre Nate y yo, no pudieran
haber estado ms fuera de lugar. Evidentemente, yo no era su tipo, ni por asomo.

Por supuesto, si yo hubiera querido hacer amigos ms parecidos a m, podra haberlo hecho.
El contingente de estrs en Perkins era menos desalineado que sus homnimos de J ackson,
pero aun fcilmente reconocibles, frecuentaban el extremo ms alejado del sector cerca del
edificio de arte, en un sitio que todos llamaban la Chimenea.

En J ackson, los fumetas y los fenmenos del arte eran dos grupos distintos, pero en
Perkins, se haban mezclado, ya sea debido a la reducida poblacin o por el hecho de
encontrar seguridad en nmero. Por ello, junto a los chicos en arrugadas camisetas de
Phish
22
y los que hacan hackey-sacking
23

22
Phish es una banda estadounidense de rock conocida por sus improvisaciones musicales, largas jam
sessions, exploracin entre gneros musicales, y sus fieles seguidores.

en sandalias, tambin tenas a las chicas en
vestidos de tiendas vintage y botas de combate, usando el cabello multicolor y tatuajes. La
poblacin de la chimenea por lo general apareca cerca de la mitad del almuerzo,
escabullndose dentro por el camino que conduca al campo de ftbol inferior, el cual era el
ms lejano del resto de la escuela. Una vez que llegaban, podan ser vistos intercambiando
furtivamente frascos de gotas oftalmolgicas y engullendo comida de la mquina
expendedora. El comportamiento de los fumatas era tan clsico y obvio que me segua
sorprendiendo que la administracin no hiciera una redada y los arrestara en masa.

Hubiera sido tan fcil acercarse y unrseles, pero incluso despus de algunos almuerzos con
la nica compaa de mi sndwich, todava no lo haba hecho. Quizs porque de todos
modos no estara all por mucho tiempono era como si tuviera mucho sentido hacer
amigos. O tal vez era algo ms. Como el hecho de que ahora tena una segunda
oportunidad, una oportunidad, tanto si al principio le haba dado la bienvenida o no, de
hacer las cosas de forma diferente. Pareca estpido, al menos, no intentar tomarla. No era
23
Es un deporte que se puede jugar individualmente o con un grupo de personas pateando una bolsa con los
pies. Adems de los pies, casi cualquier otra parte del cuerpo pueden ser utilizados como las manos o los
brazos.

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como si la manera antigua no hubiera funcionado bien para m, de cualquier modo. Aun as,
haba una persona en Perkins Day con quien, si presionaba, me poda imaginar pasando el
rato. Quizs porque ella era la nica persona que estaba menos interesada que yo en hacer
amigos.

A estas alturas, haba atado algunos cabos acerca de Olivia Davis, mi compaera de asiento
y socia sobreviviente de J ackson. Nmero uno: ella siempre estaba en el telfono. En el
momento en que sonaba la campana, lo tena afuera y abierto, rpida como un pistolero,
con un dedo ya marcando. Lo mantena sujeto a la oreja mientras caminaba entre clases y
durante todo el almuerzo, el cual pasaba tambin sola, comiendo un sndwich, que haba
trado de la casa, y hablando todo el tiempo. De los pocos fragmentos que escuch antes
que nuestra clase comenzara y justo despus que terminara, en su mayora hablaba con
amigos, aunque en ocasiones asuma un tono molesto, un tono plano que gritaba
conversacin con los padres. Sin embargo, por lo general, eran todas charlas ruidosas,
discutiendo las mismas cosas, de hecho, eso lo oa de todos los dems en los corredores y
en torno a m en las clasesescuela, fiestas, estrsexcepto que sus conversaciones eran
de un solo lado, y su voz la nica que poda or.

Tambin estaba claro que Olivia estaba en Perkins Day bajo protesta, y era una primera
vocalista en eso. Yo tena opiniones fuertes de nuestros compaeros de clases y de sus
estilos de vida pero mantena estos pensamientos para m misma. Olivia no practicaba tal
discrecin.

Si, correcto, haba dicho por lo bajo mientras Heather Wainwright comenzaba un extenso
anlisis del simbolismo de la pobreza en David Copperfield. Cmo si supieras de pobreza.
En tu BMW y tu mansin de un milln de dlares.

Ah, si, haba murmurado mientras uno de los deportistas zagueros, empujado por la Sra.
Conyers a contribuir, haba igualado su experiencia al no hacer su arranque una lucha de
personalidad, dinos acerca de tu dolor. Estamos fascinados.

A veces no deca nada, pero aun as marcaba su punto al suspirar alto, sacudir la cabeza, o
lanzar miradas de por qu a mi Dios? al techo. En un principio, su tortuosa resistencia al
segundo perodo me era divertida, pero despus de un rato, se volvi un tipo de molestia,
por no mencionar que me distraa. Finalmente, el viernes, despus que lanzara literalmente
las manos en alto; mientras uno de nuestros compaeros de clases luchaba para definir
clase trabajadora, no pude detenerme.

Si tanto odias este lugar, dije, Por qu ests aqu?

Ella volvi la cabeza lentamente, como si me viera por primera vez. Perdn? Dijo.

Me encog de hombros. No es como si fuera barato. Parece una prdida de dinero, es todo
lo que digo.

Olivia se acomod en el asiento, como si quizs un cambio de posicin la pudiera ayudar a
entender por qu diablos le estaba hablando. Lo lamento, dijo, pero nos conocemos?
76

Es slo una pregunta, dije.

La Sra. Conyers, parada al frente de la clase, estaba diciendo algo acerca del estado de las
cosas. Pas algunas pginas en mi cuaderno, sintiendo que Olivia me observaba. Despus
de un momento, levant la mirada y encontr la suya, hacindole saber que no me
intimidaba.

Por qu ests aqu? pregunt.

No por eleccin, le dije. Yo tampoco, respondi. Asent. Era suficiente, en cuanto a m
respectaba. Pero luego continu. Lo estaba pasando bien en J ackson. Fue mi pap quien
me quiso aqu y me hizo aplicar para una beca. Una mejor educacin, mejores profesores.
Mejor clase de amigos, todo eso. Contenta ahora?

Nunca dije que no lo estuviera, le dije. Eres t la que refunfuas y te quejas por all.

Olivia levant las cejas. Evidentemente, la haba sorprendido, y tena el presentimiento que
esto, no era algo tan fcil de hacer. Cul es tu nombre, de nuevo?

Ruby, le dije. Ruby Cooper.

Huh, dijo, como si esto tambin contestara algunas otras preguntas. Sin embargo, la
prxima vez que la vi, en el sector entre clases, no me roz al pasar, ignorndome en favor
de quien estaba hablando en su odo. Tampoco me habl. Pero capt un momento de
contacto visual, un reconocimiento, de lo que sin embargo, no estaba segura, y aun no
poda decir.

Ahora, tumbada en la cama el sbado por la maana, o una colisin afuera, seguida por
ms pitidos. Me levant y camin hacia la ventana, bajando la vista al patio. Ahora el
agujero estaba todava ms grande, la arcilla roja y las rocas expuestas eran un marcado
contraste con la pareja hierba verde a ambos lados del mismo. J aime todava estaba en el
patio con el perro, aunque ahora tena las manos en los bolsillos y se balanceaba sobre los
talones mientras observaba a la mquina excavar de nuevo. Era difcil recordar la forma en
que se haba visto el patio hasta hace slo doce horas, imperturbable y prstino. Como si se
necesitara tan poco, no slo para cambiar algo, sino tambin para hacerte olvidar la forma
en la que alguna vez haba sido.

Abajo, en la cocina, el sonido era aun ms fuerte, las vibraciones sacudan los vidrios de las
puertas francesas. Pude ver que Cora, ahora vestida y con el cabello hmedo por la ducha,
se haba unido a J aime en el exterior. l le estaba explicando algo, haciendo gestos amplios
mientras ella asenta, luciendo menos que entusiasta.

Me prepar un poco de cereal, pensando que si no lo haca, alguien me dara otro sermn de
desayuno, luego tom una seccin del peridico de la isleta. Estaba de camino a sentarme
cuando se oy un bang detrs de m y Roscoe apareci por la puerta de perros.

77
Cuando me vio, alz las orejas y dio vueltas golpeteando, husmeando en torno a mis pies.
Pas por encima de l, encaminndome a la mesa, pero por supuesto me sigui, de la
manera en que se haba acostumbrado desde la noche del trauma de la lasaa. A pesar de
todos mis esfuerzos por disuadirlo, yo le gustaba al perro.

Sabes, haba dicho J aime el da anterior, observando la manera en que Roscoe, con sus
grandes ojos entusiastas, me miraba fijamente durante la cena, Es bastante asombroso, en
realidad. l no se vincula a cualquiera.

En realidad no soy una amante de los perros, dije.

Bueno, no es slo un perro, respondi J aime. Es Roscoe.

Esto, sin embargo, no era gran consuelo en momentos como este cuando simplemente
quera leer mi horscopo en paz y en cambio tena que lidiar con Roscoe asistiendo a su
bao diariosorbiendo muy ruidosamentea mis pies. Hey, dije, tocndolo con la punta
del zapato. Ya basta. Levant la mirada hacia m. Uno de sus grandes ojos se mova
rpido, lo que pareca ser una constante. Despus de un momento, volvi a lo que estaba
haciendo.

Ests levantada, escuch decir a Cora detrs de m, mientras entraba por la puerta del
patio. Djame adivinar. No podas dormir.

Algo as, dije.

Se sirvi una taza de caf, luego camin hacia la mesa. Yo, dijo con un suspiro al
sentarse, bajando la mano para acariciar a Roscoe en la cabeza, quera una piscina. Algo
en lo que pudiera nadar.

La mir, luego mir afuera, hacia la retroexcavadora, la que se balanceaba hacia abajo en el
agujero. Los estanques son agradables, dije. Tendrs peces.

Suspir. Tan tpico. l ya te ha conquistado.

Me encog de hombros, dndole vuelta a una pgina. No tomo partido.

Al decir esto la sent mirarme, sus ojos permaneciendo en m mientras escaneaba el horario
de cine. Luego levant su taza y tom otro sorbo antes de decir, Entonces. Creo que
necesitamos hablar de algunas cosas.

J usto cuando dijo esto, la retroexcavadora se sacudi hasta detenerse, logrando que de
pronto todo pareciera muy tranquilo. Dobl el peridico, apartndolo. Est bien, dije.
Adelante.

Cora baj la vista a sus manos, enroscando los dedos en el mango de la taza. Luego levant
la mirada, asegurndose de mirarme a los ojos mientras deca, Creo que es seguro decir
que estasituacin fue inesperada para ambas. Va a llevar un poco de adaptacin.
78

Tom otro bocado de cereal, despus mir a Roscoe, quien ahora estaba tirado a los pies de
Cora, con la cabeza apoyada sobre las patas y las piernas estiradas hacia atrs como una
rana. Est claro, dije.

Lo ms importante, sigui, sentndose hacia atrs, por lo menos para J aime y para m,
es lograr que te establezcas aqu y en la escuela. La rutina es el primer paso a la
normalidad.

No soy una niita, le dije. No necesito un horario.

Slo digo que necesitamos lidiar con una cosa a la vez, dijo. Obviamente, no todo va a
funcionar sin problemas. Pero es importante reconocer que si bien podemos cometer
errores, a largo plazo, tambin podemos aprender de ellos.

Levant las cejas. Quizs todava estaba en modo supervivencia, pero esto sonaba muy
sentimental para m, como una cita directa de algn libro como Manejando A Tu
Adolescente Problemtica. Result, que no estaba tan equivocada.

Tambin pienso, sigui Cora, que deberas ver a un terapeuta. Ests en un perodo de
transicin, y hablar con alguien realmente puede

No, dije.

Me mir. No?

No necesito hablar con nadie, le dije. Estoy bien.

Ruby, dijo. No es slo mi idea. Shayna, en Poplar House realmente sinti que te
beneficiaras de una breve charla sobre tu adaptacin.

Shayna, en Poplar House, me conoci por treinta y seis horas, dije. Difcilmente ser
una experta. Y sentarme a hablar del pasado no va a cambiar nada. No tiene sentido.

Cora levant su taza de caf y tom un sorbo. En realidad, dijo con la voz rgida,
algunas personas encuentran que la terapia es muy til.

Algunas personas, pens, observndola tomar lentamente otro sorbo. Correcto.

Todo lo que digo, dije, es que no necesitas tomarte tantas molestias. Especialmente dado
que esto es temporal, y todo eso.

Temporal? pregunt. Qu quieres decir?

Me encog de hombros. Voy a tener dieciocho en algunos meses.

Lo que significa?
79

Lo que significa que ser legalmente un adulto, le dije. Puedo vivir por mi cuenta.

Ella se sent hacia atrs. Ah, si, dijo. Porque eso te estaba funcionando tan bien antes.

Mira, dije mientras la retroexcavadora afuera empezaba de nuevo, sobresaltando a
Roscoe, quien se haba quedado dormido, deberas alegrarte. Slo me tendrs que aguantar
un poco y despus estar fuera de tu cabeza.

Por un momento, apenas parpade ante m. Luego dijo, Para ir a dnde? De regreso a
aquella casa? O conseguirs tu propio apartamento, Ruby, con todo el dinero del que
dispones?

Me sent ruborizar. T no

O tal vez, continu, en voz alta y dramtica, como si hubiera pblico para apreciarlo,
simplemente irs y te mudars de nuevo con mam, donde quiera que est. Porque
probablemente tendr un lugar fantstico, con una linda habitacin de huspedes,
completamente preparada y esperndote. Ese es tu plan?

La retroexcavadora retumb de nuevo, paleando, cavando ms profundo.

No sabes nada de m, le dije. Ni una cosa.

Y de quin es la culpa? pregunt.

Abr la boca, lista para responder a eso, no se requera un genio, despus de todo. Quin se
haba marchado para nunca regresar? Dejando de llamar, dejando de preocuparse?
Arreglndoselas para olvidar, una vez que fue libre y pas, de la vida que haba dejado
atrs, la que yo aun segua viviendo? Pero aun cuando las palabras se formaron en mis
labios, me encontr mirando fijamente a mi hermana, quien me miraba tan desafiante que
me hizo vacilar. Aqu, de cara a la verdad que saba de memoria.

Mira, dije, dando un mordisco, todo lo que digo es que no deberas poner toda tu vida
patas para arriba. Ni tampoco J aime. Sigue como estabas. No es que sea un beb a quien de
pronto tengan que criar o algo as.

Su expresin cambi, esa mirada plana y enojada dio paso a otra cosa, algo no exactamente
ms suave, sino ms distante. Como si estuviera dando marcha atrs, aun cuando estaba en
el mismo lugar. Baj la mirada a su taza de caf y se aclar la garganta. Correcto, dijo
secamente. Por supuesto que no.

Empuj la silla y se puso de pie, y la observ caminar hacia la cafetera y servirse otra taza
de caf. Un momento despus, aun de espaldas a m, dijo, Sin embargo, vas a necesitar
ropa nueva. Por lo menos algunas cosas.

Oh, dije, bajando la mirada a mis jeans, los que haba lavado dos veces en tres das, y la
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descolorida camiseta que me haba puesto en mi ltimo da en J ackson. Estoy bien.

Cora tom su cartera. Tengo una cita esta maana, y J aime tiene que quedarse aqu, dijo,
sacando algunos billetes y trayndolos hasta m. Pero puedes caminar hasta el nuevo
centro comercial. Hay un camino de espacio verde. l puede mostrarte dnde est.

No tienes que

Ruby. Por favor. Su voz sonaba cansada. Slo tmalo.

Mir el dinero, despus a ella. Est bien, dije. Gracias.

Asinti pero no dijo nada, en cambio, se dio la vuelta y sali del cuarto con la cartera
debajo del brazo. Roscoe levant la cabeza, observndola marcharse, luego gir su atencin
hacia m, mirndome desenrollar el dinero. Eran doscientos dlares. No estaba mal, pens.
Aun as, esper otro rato, hasta estar segura de que haba subido las escaleras, antes de
ponerlo en el bolsillo.

La puerta se sacudi a mi lado cuando entr J aime, con una taza de caf vaca colgndole
de un dedo. Buenos das! dijo, claramente excitado por el estanque, al caminar hacia la
isleta, agarrando un panecillo de la caja sobre la mesa de camino. Roscoe salt y lo sigui.
Entonces, ya tienen planeado todo su da de compras, chicas? Y para que lo sepas, con
ella no puedes simplemente echar un vistazo. Insiste en un plan de ataque.

No vamos a ir de compras, dije.

No? se dio la vuelta. Pens que se era el plan. Un da de chicas, almuerzo y todo eso.

Me encog de hombros. Dijo que tena una cita.

Oh. Me mir por un momento. As que A dnde fue?

Arriba, creo.

Asinti, luego volvi a mirar la retroexcavadora, la cual estaba retrocediendobip bip.
Luego me volvi a mirar antes de salir del cuarto, y un momento despus, lo o subir las
escaleras con constante golpeteo. Roscoe, quien lo haba seguido hasta las escaleras, se
detuvo, volvindose para mirarme.

Adelante, le dije. No hay nada para ver aqu.

Por supuesto, no estuvo de acuerdo con esto. En cambio, mientras las voces de Cora y
J aime venan desde arribadiscutiendo de m, con seguridadl se acerc, la pregunta en
suspenso, y se dej caer a mis pies. Era curioso como en este lugar tan grande, era tan
difcil estar sola.

Una hora y media ms tarde, vestida, lista y con el dinero de Cora en el bolsillo, me
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encamin hacia afuera para preguntarle a J aime las direcciones para el acceso directo al
centro comercial. Lo encontr al otro extremo del patio, ms all del ya considerable
agujero profundo, hablando con un hombre junto al cerco de Nate.

En un primer momento, supuse que era uno de los tipos de la empresa de excavacin,
varios de los cuales haban estado rondando desde que la retroexcavadora haba llegado. Al
acercarme, sin embargo, se hizo evidente que quien fuera que era este tipo, no manejaba
maquinaria para vivir.

Era alto, canoso y de piel bronceada, y tena jeans descoloridos, mocasines de cuero, y lo
que con bastante seguridad era un suter de cachemira y gafas de sol de aspecto caro
metidas en el cuello. Mientras hablaba con J aime, giraba las llaves del coche alrededor de
un dedo, luego las doblaba en la palma, una y otra vez. Giro, golpe, giro, golpe.

imagin que estaban cavando hasta China, estaba diciendo el hombre cuando alcanc a
orlo. O quizs por petrleo.

Nop, slo poniendo un estanque, dijo J aime.

Un estanque?

Si. J aime meti las manos en los bolsillos, mirando de nuevo hacia el agujero. Orgnico
para el paisaje y el vecindario. Sin qumicos, todo natural.

Suena caro, dijo el hombre.

No realmente. Quiero decir, la instalacin inicial no es barata, pero es una inversin. Con
el tiempo, en realidad va a agregarle al patio.

Bueno, dijo el hombre, agitando las llaves de nuevo, si ests buscando una inversin,
deberamos sentarnos y hablar. Tengo cocinndose algunas cosas que podran interesarte,
idas realmente prometedoras. De hecho

Ruby, hey, dijo J aime, interrumpindolo cuando me vio. Desliz una mano encima de mi
hombro, diciendo, Blake, esta es Ruby, la hermana de Cora. Se est quedando con
nosotros por un tiempo. Ruby, este es Blake Cross. El pap de Nate.

Encantado de conocerte, dijo el Sr. Cross, extendiendo la mano. Tena un apretn firme,
de la clase que imagino deben ensear en la escuela de negocios: dos sacudidas, con slido
contacto visual todo el tiempo. Estaba intentando convencer a tu cuado que es mejor
poner el dinero en una buena idea que en el suelo. No te parece?

Mmm, dije mientras J aime me lanzaba una sonrisa compasiva. No lo s.

Por supuesto que s! Es lgica bsica, dijo el Sr. Cross. Luego se ech a rer, agitando
las llaves de nuevo, y mir a J aime, quien estaba mirando nuevamente la retroexcavadora.

82
Entonces, le dije a J aime, Cora me dijo que podas indicarme cmo llegar al centro
comercial?

El centro comercial? pregunt J aime. Oh, el camino verde. Seguro. Est slo calle
abajo, hacia la derecha. Piedras en la entrada.

No puedes perderte, dijo el Sr. Cross. Basta con buscar a toda la gente que no es de este
vecindario vagando a travs.

Blake, dijo J aime, Es un camino verde de la comunidad. Est abierto a todos.

Entonces, por qu ponerlo en un barrio privado cerrado? pregunt el Sr. Cross. Mira,
estoy tan orientado hacia la comunidad como la prxima persona. Pero hay una razn por la
que elegimos vivir aqu, correcto? Porque es exclusivo. Abre una parte de eso a
cualquiera y se pierde eso!

No necesariamente, dijo J aime.

Vamos, dijo el Sr. Cross. Quiero decir, cunto has gastado en este lugar?

Sabes, dijo J aime, evidentemente incmodo, eso no es realmente

Un milln, o cerca, verdad? sigui el Sr. Cross, por encima de l. J aime suspir,
mirando hacia la retroexcavadora nuevamente. Y por el precio, deberas obtener lo que
quieres, ya sea una sensacin de seguridad, vecinos con ideas afines, exclusividad

O un estanque, dije, justo cuando la retroexcavadora golpeaba de nuevo y luego
retroceda con una serie de pitidos.

Qu es eso? pregunt el Sr. Cross, ponindose una mano en el odo.

Nada, dije. J aime me mir, sonriendo. Fue un placer conocerlo.

l asinti, luego volvi la atencin a J amie mientras yo deca adis y me encaminaba por el
patio. De camino, me detuve en el borde del agujero, mirando hacia abajo. Era profundo,
ancho y mucho ms importante de lo que haba imaginado basada en la descripcin de
J amie. Muchas cosas pueden cambiar entre la planificacin de algo y hacerlo realmente.
Pero quizs todo lo que en realidad importa es que nada es completamente diferente.

83
Capitulo Cinco

Traducido por sray8
Corregido por J aNny

Tal vez fue mi charla con Cora, o slo la semana de locos que haba tenido. Cualquiera que
fuera la razn, una vez que llegu al centro comercial, me encontr dirigindome a la
parada de autobs. Dos transferencias y cuarenta minutos ms tarde, yo estaba en Marshall.

El viva en Sandpiper Arms, un complejo de apartamentos por los bosques de J ackson que
era mejor conocido por su alquiler barato y por el hecho de que los mdulos estaban pre-
amueblados. Estaban pintados en una gama de colores pastel, rosa caramelo y azul cielo y
de un vivo amarillo brillante. El de Marshall era de color verde lima, que no era tan malo,
excepto que por alguna razn cada vez que iba a all se me antojaba un Sprite.

La primera vez que llam a la puerta, nadie respondi. Despus de dos golpes ms, yo
estuve a punto de sacar mi horario de autobuses para empezar a planear mi regreso a casa,
pero entonces la puerta se abri, y Rogerson se asom, vindome.

Hey, le dije. l parpade, y luego se pas la mano por su espeso cabello que pareca un
espanto y entrecerr los ojos bajo el sol. "Est Marshall aqu?"

"En el cuarto", me respondi, tirando de la puerta y arrastrndose a su propia habitacin.
Yo no saba mucho sobre Rogerson, excepto lo de la olla y que l y Marshall trabajaron
juntos en la cocina de Sopas, un restaurante mexicano en la ciudad. Haba odo rumores
acerca de l pasando algn tiempo en la crcel- algo acerca de un asalto-, pero l no era una
persona muy habladora, l era reservado, de modo que quin sabe cual era la verdad.

Entr, cerrando la puerta detrs de m. Me tom un minuto para que mis ojos se
acostumbraran: Marshall y Rogerson, como mi madre, preferan la oscuridad. Tal vez era
una cosa de finales de turno, aversin general a la luz del da, y a la maana
especficamente. La habitacin ola a humo rancio mientras avanzaba por el estrecho
pasillo, pasando por la pequea cocina, donde las cajas de pizza y las abandonadas botellas
de refresco se amontonaban en la isla. En la sala de estar, un tipo se extenda por todo el
sof, una almohada reposaba sobre su rostro: pude ver una franja de su vientre plido y
fantasmal, que sala debajo de su camiseta, que se haba subido ligeramente. Al otro lado, el
televisor estaba encendido mostrando la pesca lubina en mute.

La puerta de Marshall estaba cerrada, pero no durante todo el camino. S, dijo l, despus
de que toqu la puerta.

Soy yo, le respond. Luego tosi, y lo tom como un permiso para entrar y abr la puerta.

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Estaba sentado en el pre-fabricado escritorio, sin camisa, la ventana rota abierta a un lado
de l, fumando un cigarrillo. Su piel, pecosa y palida, pareca casi brillar con la leve luz que
la ventana le proporcionaba, y siendo Marshall, podras claramente distinguir su clavcula y
sus costillas. El chico era flaco, pero por desgracia para m, me gustaban los chicos flacos.

Ah ests, dijo, volvindose hacia m. "Tanto tiempo sin verte."

Sonre, entonces hice un espacio para m en la cama sin hacer frente de l y me sent. La
habitacin era un lo de ropa, zapatos y revistas, cosas esparcidas por todo el lugar. Una
cosa que sobresala era una caja de dulces, una de esas muestras, en la parte superior del
escritorio, an envuelto en plstico. "Qu es eso? ", le pregunt. "T San Valentn?

Tom el cigarrillo, introducindolo en su boca, y al instante me lament de preguntarle eso.
No era como si me importara a quien mas vea el, a quien sea. "Es octubre. "

"Podra ser retrasado", dije con un encogimiento de hombros.

"Mi madre lo envi. Quieres abrirlo? Sacud la cabeza, luego vi como l se ech hacia
atrs, exhalando humo en el aire. "Entonces, Qu est pasando?"

Me encog de hombros. No mucho. En realidad estoy en busca de Peyton. La has visto?"

"No ltimamente." Son un telfono en la otra habitacin, y luego se detuvo abruptamente.
"Pero he estado trabajando mucho, no he salido. Estoy a punto de irme, tengo que trabajar
hoy en el almuerzo."

De acuerdo, dije, asintiendo con la cabeza. Me sent de nuevo, mirando a m alrededor,
cuando un silencio cay sobre nosotros. De repente me sent estpida por haber venido
aqu, incluso con mi pobre excusa. "Bueno, yo debera irme, tambin. Tengo un montn de
cosas que hacer."

S, dijo lentamente, inclinndose hacia delante, los codos en las rodillas, ms cerca de m.
"Cmo qu?"

Me encog de hombros, comenzando a empujarme con mis pies. "Nada que podra
interesarte. "

"No?", pregunt, detenindome cuando se movi ms cerca, sus rodillas tocando las mas.
"Prubame".

"Compras", dije. El enarc las cejas. "No me digas", dijo. "Una semana en Perkins Day y
ya ests preocupada por la moda."

"Cmo sabas que estaba en Perkins Day?" Le pregunt.

Marshall se encogi de hombros, tirando un poco hacia atrs. "Alguien estaba hablando de
ello, dijo.
85

"En serio?".

"S". Me mir por un momento, luego desliz sus manos, movindolas de mis muslos a mi
cintura. Luego inclin la cabeza hacia abajo, descansando en mi regazo, lentamente pas mi
mano por su cabello, pasndolo a travs de mis dedos. Mientras senta que l se relejaba, se
hizo otro silencio, pero esta vez estaba agradecida. Despus de todo, conmigo y Marshall,
nunca haba sido sobre las palabras o la conversacin, donde haba demasiado que arriesgar
o perder. Aqu, sin embargo, en la calma, uno junto al otro, se senta familiar para m. Y fue
bueno dejar que alguien se acercara de nuevo, aunque fuera slo por un rato.

Fue slo ms tarde, cuando estaba acurrucada bajo las mantas, medio dormida, que record
todo lo que haba pasado desde la ultima vez que estuve aqu. Marshall se preparaba para el
trabajo, excavando alrededor de su cinturn, cuando puso algo fresco en mi hombro.
Mirando arriba, encontr la llave de la casa de Cora, an en la cadena de plata, que debi
haberse salido de mi bolsillo en algn momento. "Es mejor aferrarse a eso", dijo, dndome
la espalda mientras se inclinaba en sus zapatos. "Si quieres llegar a casa."

En cuanto me sent, la encerr en mi mano, yo quera decirle que la casa de Cora no era
una casa, que yo ni siquiera estaba segura de volver, alguna vez, a saber el significado de
esa palabra. Pero saba que no le importaba, y de todos modos ya se estaba poniendo la
camiseta de Sopas y a punto de irse. As que, empec a recoger mi ropa, rpidamente, al
igual que l. No necesariamente tena que salir primero, pero no me quera ir despus de el.

Nunca haba sido una compradora, sobre todo porque, como el paracaidismo o jugar polo,
en realidad no estaba dentro mi campo de posibilidades. Antes de que mi mam me
necesitara para Comercial, haba tenido unos cuantos trabajos por mi propia cuenta,-
trabajando en una grasienta tienda de comida rpida, ordenando champ y toallas de papel
en las rebajas de una farmacia-. Pero haba tratado de guardar todo ese dinero. Incluso
entonces haba tenido la sensacin de que algn da lo necesitara para algo ms que
suteres y lpiz labial. Efectivamente, una vez que mi mam se deprima, yo ms o menos
limpiaba mis ahorros, y ahora estaba de vuelta en cero, justo cuando ms lo necesitaba.

Razn por la cual se senta tan estpido incluso comprar ropa, especialmente con
doscientos dlares que haba ganado por no hacer absolutamente nada. Por otro lado, sin
embargo, no poda seguir usando las mismas cuatro cosas por siempre. Adems, Cora ya
estaba enojada conmigo, hacindola pensar que le reembolsara el dinero slo empeorar
las cosas. As que me vi forzada a atravesar los estrechos pasillos de tienda tras tienda, la
msica sonaba baja mientras recorra los bastidores en busca de gangas.

No era como si pudiera encajar en Perkins con mi presupuesto, incluso si quisiera. Lo cual,
por supuesto, no hice. Sin embargo, en el momento en que estaba all, me di cuenta de la
irona de que lo que las chicas usaban eran bsicamente ropas caras hacindolas parecer
baratas. Doscientos dlares un jeans con roturas y parches, un suter Lanoler de cachemira
atado descuidadamente alrededor de la cintura, camisetas de gama alta especficamente de
intemperie y hacindolas parecer viejas y desgastadas. Mis viejas cosas de la casa amarilla,
el moho a un lado, habra sido perfecto, como era, estaba siendo forzada no slo a comprar
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cosas nuevas sino cosas nuevas baratas. Evidentemente, tienes que gastar mucho dinero
para verte apropiadamente como alguien de barrios bajos.

Sin embargo, despus de una hora y media, increment enormemente mi guardarropa,
comprando dos nuevos pares de pantalones vaqueros, un jersey, una sudadera con capucha
y algunas camisetas baratas, afortunadamente, fueron cinco por veinte dlares. Sin
embargo, el ver mi dinero en efectivo disminuir me puso muy nerviosa. De hecho, me
senta un poco enferma cuando comenzaba a bajar el centro areo de la alameda hacia la
salida, que fue probablemente la razn por la que me di cuenta del letrero de SE BUSCA
AYUDANTE de inmediato. Pegado al lado de uno de los muchos carros de mercanca de
manera que era inevitable, era como un faro, tirando de m hacia l paso a paso.

Al acercarme, vi que era en un puesto de joyera, que pareca estar deshabitado, aunque
haba indicios de alguien que recin se haba ido: una taza de J umbo Smoothie estaba
puesto en el registro, y haba una ramita de incienso quemndose, el humo flotando en
volutas hacia arriba hasta el techo de vidrio brillante como el atrio. La joyera en s era
bsica, pero bonita, con filas y filas de pendientes de plata y turquesa, una gran exhibicin
de collares de cuentas, y varias cajas cuadradas llenas de anillos de todos los tamaos.
Extend la mano, sacando una manta con una piedra roja, mantenindolo delante de m y
girndola a la luz.

"Oh! Espera! Hola!"

Salt, asustada, entonces de inmediato puse el anillo de vuelta mientras la mujer pelirroja a
la que Nate le haba recogido las cajas ese da- Harriet- se acerc bulliciosamente, con un
vaso de J ump J ava en una mano, sin aliento, pero hablando de todos modos.

"Lo siento!" Exclam ella, plantndose, al lado del Smoothie que habia dejando en el
registro. "He estado tratando de dejar el hbito de la cafena," tom una pausa, aspirando un
aire profundamente, y muy necesario, por el sonido de la misma, "cambindolo por los
Smoothie. Saludable, verdad? Pero luego el dolor de cabeza me golpea y siento como si
me rompiera y tengo que ir abajo para solucionarlo." Ella tom otra gran respiracin,
pasando una mano por su ya enrojecida cara. "Pero estoy aqu ahora. Por fin."

Yo slo la miraba, no muy segura de qu decir, sobre todo teniendo en cuenta que la mujer
segua hiperventilando. Ahora que la estaba viendo ms de cerca, me imagin que se
encontraba en mediados de los treinta, tal vez un poco mayor, a pesar de sus pecas, pelo, y
jeans bajos, zuecos de gamuza, y una camiseta de Namaste se me hizo difcil determinar
su edad con exactitud.

Espera dijo ella, poniendo su caf en el registro y apuntndome, con un montn de
pulseras deslizndose por su mano. "Te conozco? Has comprado cosas aqu antes?"

Negu con la cabeza. "Yo estaba con Nate, el otro da, le dije. "Cuando lleg a
recoger sus cosas" la seal.

Ella chasque los dedos, los brazaletes titilando de nuevo. As es. Con el pitido. Dios!
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Todava me estoy recuperando de eso."

Le sonre, luego mir al mostrador de nuevo. "Haces todo esto t misma?"

"S, soy una mujer operando. A mi perjuicio, a veces." Ella salt hasta a un taburete por la
caja registradora, tomando el caf otra vez. "Acabo de hacer los que tienen las piedras de
color rojo, en la segunda fila. La gente cree que las pelirrojas no pueden usar rojo, pero
estn equivocados. Una de las primeras falacias de mi vida. Y yo creo que desde hace aos.
Triste, no?"

Mir por encima de ella, preguntndome si ella era capaz de ver desde esa distancia que ese
era el que estaba llamando mi atencin. Asent con la cabeza, mirando hacia abajo de
nuevo.

"Me encanta tu collar", dijo de pronto. Cuando la mire inclinndose hacia delante,
estudindolo, instintivamente mi mano se elev para tocarlo.

"Es slo una llave, le dije.

Tal vez." Ella tom otro sorbo de su caf. "Pero es el contraste lo que es interesante. Dura
llave de cobre, junto con una delicada cadena. Pensaras que seria raro o abultada. Pero no
lo es. Funciona."

Mir a mi collar, recordando el da en que, harta de siempre perder mi llave de la casa en un
bolsillo o la mochila busqu una cadena lo suficientemente delgada para poder pasarla por
el orificio superior, pero an lo suficientemente fuerte para mantenerla. En ese momento,
yo no haba estado pensando en otra cosa que la gestin de mantenerla cerca de m, aunque
ahora, mirndome en uno de los espejos opuestos, poda ver lo que estaba hablando. Era
algo lindo e inusual, despus de todo.

"Disculpa", un tipo con barba y sandalias de pie detrs del quiosco de vitaminas cercana la
llamaba. "Pero es caf lo que ests bebiendo?" Harriet abri mucho los ojos frente a m.
No, ella dijo alegremente por encima de su hombro. "Es t de hierbas."

"Ests mintiendo?

"Seria capaz de mentirte?"

"S," dijo.

Ella suspir. "Bien, bien. Es caf. Pero es caf orgnico libre de comercio."

"La apuesta", dijo, "ibas a renunciar a la cafena. Me debes diez dlares."

Muy bien. Adelo a mi cuenta", respondi ella. Dirigiendose a mi, ella agreg: "Dios,
siempre pierdo. Uno pensara que iba a aprender a dejar de apostar".

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No estaba segura de qu decir a esto, as que mir a los collares otro momento antes de
decir: "Entonces. . . Sigues contratando?"

No, respondi ella. "Lo siento".

Ech un vistazo al letrero. "Pero"

"Bueno, tal vez lo estoy", dijo. Detrs de ella, el tipo de las vitaminas tosi ruidosamente.
Ella lo mir y luego dijo a regaadientes: S. Estoy contratando."

Muy bien, dije lentamente.

"Pero la cosa es, dijo, cogiendo un lpiz de tinta cercano y pasndolo a travs de las
muestras de pulseras, "Yo, difcilmente tengo horas para ofrecer. Y lo que puedo darte es
errtico, ya que tendras que trabajar alrededor de mi horario, que vara enormemente.
Algunas veces puedo necesitarte mucho, otros casi nada. "

"Eso est bien," dije Ella puso el lpiz abajo, entrecerrando los ojos al mirarme.

"Este es un trabajo aburrido", me advirti. "Sentarse durante mucho tiempo mientras las
personas pasan. Es como confinamiento solitario."

"No lo es," El hombre de las vitaminas dijo. "Por Dios Santo."

"Puedo manejarlo", le dije mientras ella le lanz una mirada.

"Es como he dicho, soy una mujer operando", aadi. "Acabo de poner ese letrero. . . No s
por qu lo puse. Quiero decir, yo estoy hacindolo bien por m misma."

Ah estuvo la mordaz tos que provena del quiosco de las vitaminas. Se volvi, mirando al
hombre de all. "Necesitas un poco de agua o algo as?"

"No," respondi. "Estoy bien."

Por un momento se quedaron mirando el uno al otro, conmigo entre ellos. Es evidente que,
algo estaba pasando aqu, y mi vida ya era lo bastante complicada. "Sabe, olvdelo, le dije.
"Gracias de todos modos."

Di un paso atrs en el quiosco, montndome las bolsas en mis muecas. Mientras
comenzaba a alejarme, sin embargo, o otra tos, seguido por un suspiro aun ms fuerte.

"Tienes experiencia en ventas?", ella grit.

Me di la vuelta. "En una tienda", le dije. "Y he renunciado."

"Cul fue tu ltimo trabajo?"

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"Entregando el equipaje perdido de las lneas areas."

Haba estado a punto de disparar otra pregunta, pero al or esto, ella se detuvo,
abriendo los ojos. "De verdad?".

Asent, y ella me mir un instante ms, y durante ese tiempo de hecho, me pregunt si
quera trabajar para alguien que pareca tan reacia a contratarme. Sin embargo, antes de que
pudiera empezar a pensar en esto, ella dijo: "Mira, voy a ser honesta contigo. No soy buena
delegando. As que esto podra no funcionar".

De acuerdo, dije.

Sin embargo, yo poda sentir su vaivn incierto. Como algo equilibrado sobre un borde, que
podra ir en cualquier direccin.

"J ess," El hombre de las vitaminas dijo finalmente. "Vas a decirle a la chica que s, en
algn momento?"

Bien dijo, levantando las manos como si hubiera perdido otra apuesta, una grande.
"Vamos a darle una oportunidad. Pero slo un intento."

"Suena bien", le dije. El hombre de las vitamina me sonri.

Ella todava pareca cautelosa, cuando levant la mano. "Soy Harriet".

"Ruby", le dije. Y con eso, me contrataron.

Harriet no estaba mintiendo. Ella era un fenmeno controlador, algo que se volvi ms
claro en las siguientes dos horas, ella me acompa en una minuciosa orientacin, seguido
por un complicado tutorial sobre la caja registradora. Slo despus de que aguantara ambas
cosas,-as como un examen sorpresa sobre lo que haba aprendido- y la tena como una
sombra mientras esperaba clientes en cuartos separados finalmente decidi a dejarme sola
mientras ella iba por otro caf.

"Yo solo voy a estar por aqu", dijo ella, sealando a la estacin J ump J ava, que estaba a
menos de quinientos metros de distancia. "Si gritas, te voy a escuchar."

"No voy a gritar," le asegur.

Ella no pareca convencida mientras se alejaba, miro atrs chequendome dos veces antes
de seguir.

Una vez que ella se haba ido, intent relajarme y recordar todo lo que acababa de aprender.
Yo estaba ocupada desempolvando el mostrador cuando el hombre vitamina se acerc.

Entonces, dijo. "Lista para dejarlo?

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"Es un poco intenso", estuve de acuerdo. "Cmo los otros empleados tratan con ello?"

"No lo hacen", dijo. "Quiero decir, ella no tiene ningn otro. O ella no ha tenido. T eres la
primera.

Esto, tuve que admitir, explicaba mucho. "En serio?".

l asinti con la cabeza, solemne. "Siempre necesitaba ayuda, as que este es un gran paso
para ella. Enorme, de hecho," dijo. Entonces meti la mano en el bolsillo y sac un puado
de paquetes de pldoras pequeas. "Soy Reggie, por cierto. Quieres un poco de libre B-
complexes?

Los mir y sacud la cabeza. "Ruby. Y eh, no, gracias."

"Haz lo que quieras", dijo. "Hey, Nate! Cmo te estn tratando esos cartlagos de tiburn?
No han cambiado tu vida an?"

Me di la vuelta. Efectivamente, ah estaba Nate, caminando hacia nosotros, llevando una
caja en sus manos. "Todava no", dijo, chocando manos con Reggie. "Pero apenas los he
empezado."

"Tienes que mantenerlos, hombre", dijo Reggie. "Todos los das, dos veces al da. Aquellos
dolores y molestias se habrn ido. Es un milagro." Nate asinti con la cabeza y despus me
miro. "Hey", dijo.

"Hola".

"Ella trabaja para Harriet", dijo Reggie, empujndolo.

"De ninguna manera", dijo Nate, incrdulo. "Harriet realmente contrat a alguien?"

"Por qu es eso tan sorprendente?" Le dije. "Ella tena un letrero de SE BUSCA
AYUDA."

"Durante los ltimos seis meses", dijo Nate, llevando la caja hacia abajo en el taburete
detrs m.

"Y miles de personas han solicitado", agreg Reggie. "Por supuesto que haba una razn
para rechazar a cada uno de ellos. Muy alegre, mal corte de pelo, posible alergia al
incienso. . . "

"Ella te ha contratado, sin embargo," le dije a Nate. "Verdad?"

"Slo bajo coaccin", respondi l, sacando unos papeles de la caja.

Por eso," dijo Reggie, haciendo estallar un B-complex," es tan grande que ella haya
aceptado contratarte".
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"No me digas", dijo Nate. "Es bastante sorprendente. Tal vez es una cosa de pelirrojas? "

"Eso podra ser", coincidi Reggie. "O tal vez nuestra Harriet finalmente se ha dado cuenta
del gran estrs bajo el cual ha estado. Quiero decir, Has visto la cantidad de caf que ha
estado bebiendo?"

"Pens que ella se haba cambiado a los batidos. Ustedes hicieron una apuesta, verdad?
"Ya se derrumb ", dijo Reggie. "Ella me debe, como, mil dlares ahora."

"Qu estn haciendo?", Exigi Harriet cuando se acercaba, con otro caf largo en la mano.
"Finalmente contrat a alguien Y ya la estn distrayendo?"

"Yo slo estaba ofreciendo algunos B-complex," dijo Reggie. "Pens que ella los
necesitara. "

"Gracioso", se quej, acercndose a tomar el papel que Nate le sostena.

"T sabes", le dijo l a ella como explorando, "personalmente, creo que es un gran paso que
finalmente aceptaras que necesitas ayuda. Es el primer paso hacia la curacin."

"Soy la duea de un pequeo negocio", le dijo. "Trabajar mucho es parte del trabajo.
Pregntale a tu pap. "

"Me gustara", dijo Nate. "Pero yo nunca lo veo. l siempre est trabajando."

Ella lo mir, y luego cogi una pluma de la caja, firm la parte inferior de un papel y se lo
entreg a l. "Quieres que te de un cheque hoy, o me envas la cuenta?"

"Podemos enviarte la cuenta", dijo, doblando el papel y deslizndolo en el bolsillo.

"Aunque sabes el puje de mi padre es la nueva forma de auto-cheque en estos das"

Qu es eso?

"Nosotros sacamos la factura, luego lo tomamos directo de su cuenta. Hacemos un borrador
y nos olvidamos de ella, sin preocupaciones ", explic Nate. "Quiere registrarte? Tengo las
formas en el coche. Va a hacer tu vida ms fcil." "No", dijo Harriet con un
estremecimiento. "Ya estoy bastante nerviosa por enviarte cosas por correo.

Nate me lanz una mirada de te-lo-dije. "Bueno, simplemente tenlo en cuenta", le dijo.
"Necesitas algo mas en este momento?

"Nada con lo que puedas ayudarme," dijo Harriet, suspirando. "Quiero decir, todava tengo
muchas cosas que ensearle a Ruby. Como organizar las muestras, la instalacin y horario
de cierre, y la manera correcta de organizar en orden alfabtico por tamao y piedra. . ."

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"Bueno," dijo Nate, "estoy seguro de que es factible".

"Sin mencionar", continu, "el proceso para el cambio semanal del cdigo del candado de
la caja registradora, alternando el incienso para que no nos quedemos sin ningn tipo todo
el tiempo, y nuestro plan de respuesta de emergencia.

"Tu qu?", Pregunt Reggie.

"Nuestro plan de respuesta de emergencia", dijo Harriet.

l se limit a mirarla.

"Qu, no tienes un sistema planeado para cmo reaccionar si hay un ataque terrorista
contra el centro comercial? O un tornado? Qu, si tienes que desalojar el puesto de forma
rpida y eficiente?

Reggie, entornando los ojos movi lentamente la cabeza. "T duermes en la noche?", le
pregunt a ella.

No, dijo Harriet. "Por qu?"

Nate pas junto a m, su voz baja en mi odo. "Buena suerte", dijo. "La vas a necesitar."
Asent con la cabeza, y luego l se fue, saludando a Harriet y Reggie a su paso. Me volv
hacia el mostrador, preparndome para el tutorial antiterrorista, pero en vez de eso ella
tom su caf, bebiendo otro sorbo de forma pensativa. Y bien,, dijo ella, T y Nate son
amigos?"

"Vecinos", le dije. Ella arque las cejas, y aad: "Me refiero a que lo acabo de conocer esta
semana. Vamos juntos a la escuela."

"Ah". Ella puso el caf de nuevo en el registro. "Es un buen muchacho. Le gastamos
muchas bromas, pero realmente me gusta."

Yo saba que se supona que tenia que sonar una campana aqu, estar de acuerdo con ella en
lo de agradable, decir que l tambin me gustaba. Pero si alguien poda entender por qu no
hice eso, me imagin tena que ser Harriet. Ella no delegaba bien en su vida profesional,
tuve la misma desgana, aunque de forma ms personal. Dejndolo a mis propios prejuicios;
yo sera, tambin, slo una mujer operando. Desafortunadamente, sin embargo, con Nate el
dao ya estaba hecho. Si nunca hubiera tratado de apartarlo esa primera noche, si hubiera
tomado un paseo con alguien ms, seguiramos siendo solo vecinos, sin lazos entre
nosotros. Pero ahora aqu estaba yo, demasiado lejos de ser una extraa, no dispuesta a
hacer amigos, la pequea gestin que habamos tenido, de alguna manera, se mantena
demasiado.

Cuando regres a la casa de Cora ms tarde esa noche, el camino de la entrada estaba lleno
de coches y la puerta principal estaba abierta, la luz brillante se derramaba en el camino y la
acera. Mientras me acercaba, pude ver gente que se arremolinaba en torno a la cocina, y
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haba msica que vena del patio trasero.

Esper hasta que la costa estuviera limpia antes de entrar en el pasillo de la entrada,
facilitando la puerta se cerr detrs de m. Luego, con bolsas en la mano, sub rpidamente
las escaleras, detenindome slo cuando estaba en la parte superior para mirar hacia abajo a
la escena que ah se desarrollaba. La cocina estaba llena de personas reunidas alrededor de
la isla y la mesa, las puertas francesas se abran cuando las personas entraban y salan del
jardn trasero. Haba comida puesta sobre los mostradores, algo que ola muy bien -mi
estmago se quej, recordndome que me haba saltado el almuerzo. Varios refrigerios y
las bebidas, estaban alineados en el patio. Claramente, este no era un hecho improvisado,
algo que se decidi en el ltimo minuto. Por otra parte, que yo est aqu no haba sido
precisamente una parte del plan de Cora y J amie, tampoco.

J usto cuando pensaba esto, o voces a mi derecha. Mirando por encima, vi el dormitorio de
Cora con la puerta abierta. En el interior, dos mujeres, de espaldas a m, se reunieron
alrededor de la entrada de su cuarto de bao. Una de ellas era menuda y rubia, llevaba jeans
y una sudadera, con el pelo recogido en una coleta. La otra era ms alta, en un vestido
negro y botas, un vaso de vino tinto en una mano.

". . . bien, sabes? " la rubia estaba diciendo. "Al minuto que dejes de pensar en ello,
suceder."

"Denise", dijo la morena. Ella neg con la cabeza, tomando un sorbo de su vino. "Eso no es
til. Ests haciendo que suene como si fuera su culpa o algo as."

"Eso no es lo que quise decir!", Dijo Denise. "Todo lo que estoy diciendo es que tienes un
montn de tiempo. Quiero decir, parece que fue ayer cuando estbamos todas aliviadas de
que nos llegara el periodo cuando se atrasaba. Te acuerdas?" La morena le lanz una
mirada. "La cuestin es dijo, volvindose hacia la persona con la que estaban hablando,
"que est haciendo todo bien: trazar su ciclo, tomando la temperatura, todo eso. As que es
muy frustrante que no suceda cuando lo deseas. Pero t slo acabas de empezar todo el
proceso, y hay un montn de maneras de quedar embarazada en estos das. Lo sabes? "

Me estaba alejando de la puerta, dndome cuenta que esta conversacin era ms que
privada, incluso antes de que las mujeres dieran un paso atrs y viera a mi hermana
saliendo de su cuarto de bao, asintiendo con la cabeza y secndose los ojos. Antes de que
ella me viera, me aplast contra la pared por la escalera, conteniendo la respiracin
mientras trataba de procesar esta informacin. Cora quera un beb? Es evidente que, su
trabajo y el estado civil no fueron las nicas cosas que han cambiado en los que aos
habamos estado separadas.

Yo las oa hablar todava, sus voces cada vez ms fuerte, mientras se acercaban a la puerta.
J usto antes de que me atraparan, me empuj en el rellano, como si slo estuviera subiendo
la escalera, casi chocando con la rubia en el proceso.

"Oh! J ade ella, su mano volando hasta su pecho. "Me has asustado. . . No te haba
visto."
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Mir pasando de ellas a Cora, que me observaba con una expresin de vigilancia, como si
se preguntara qu, en todo caso, yo haba odo. Ms de cerca, pude ver que sus ojos estaban
enrojecidos, a pesar del maquillaje que ella haba recin aplicado en un esfuerzo por
ocultarlos. "Esta es Ruby", dijo. "Mi hermana. Ruby, estas son Denise y Charlotte."

Hola les dije. Las dos estaban estudindome con atencin, y me pregunt cunta de
nuestra historia ella les haba contado en realidad.

"Es muy bueno conocerte!", Dijo Denise, rompiendo en una gran sonrisa. "Puedo ver el
aire de familia, Tengo que decir!"

Charlotte rod los ojos. "Disculpa a Denise," me dijo. "Ella siente que siempre tiene que
decir algo, aun cuando sea completamente estpido."

"Qu tiene eso de estpido?" Denise pregunt.

"Debido a que no se ven igual?" Charlotte respondi.

Denise me mir de nuevo. "Tal vez no en el color del pelo", dijo. "O bien el cutis. Pero en
la cara, alrededor de los ojos. . . No puedes verlo?"

"No," Charlotte le dijo, tomando otro sorbo de su vino. Despus de beber, agreg: "Sin
nimo de ofender, por supuesto."

"En lo absoluto", dijo Cora, direccionando a las dos fuera de la puerta y hacia abajo a las
escaleras. "Ahora, vayan a comer, muchachas. J amie compr suficiente barbacoa para
alimentar a un ejrcito, y se est enfriando."

"Vienes?" Charlotte le pregunt cuando Denise comenzaba a bajar al vestbulo, su
cola de caballo flotando a cada paso.

"En un minuto".

Cora y yo estbamos all, viendo como se abran paso hacia abajo, ya discutiendo sobre otra
cosa, cuando desaparecieron en la cocina. "Eran mis compaeras de dormitorio en la
universidad," me dijo. "La primera semana pens que se odiaban mutuamente. Result que
era todo lo contrario. Ellas han sido mejores amigas desde que tenan cinco aos."

"En serio? le dije, mirando hacia abajo a la cocina, donde todava se vea a Charlotte y
Denise caminando a travs de la multitud, saludando mientras se iban.

"Sabes lo que dicen. Los polos opuestos se atraen. "

Asent con la cabeza, y por un momento ambas bajamos la vista a la fiesta. Poda ver a
J amie ahora, en el patio, de pie junto a un tramo de oscuridad que me supona era el
estanque.
95

"Entonces", dijo Cora repente, "Cmo estuvo el centro comercial? "

Bien dije. Entonces, como era evidente que estaba esperando por obtener ms detalles,
aad, "Consegu algunas cosas buenas. Y un trabajo, de hecho."

"Un trabajo?"

Asent con la cabeza. "En una joyera."

"Ruby, no lo s." Ella cruz los brazos sobre el pecho, echndose hacia atrs
contra el riel detrs de ella. "Creo que slo deberas concentrarte en la escuela por el
momento."

"Es slo quince horas a la semana, y en cualquier caso," le dije. Yo estoy acostumbrada a
trabajar.

"Estoy segura que s", dijo. "Pero Perkins Day es ms rigurosa, acadmicamente, de lo que
estas acostumbrada. Vi tus notas. Si quieres ir a la universidad, realmente necesitas subir
tus notas y las aplicaciones son tu prioridad numero uno".

La universidad? Pens. "Puedo hacer las dos cosas", le dije.

"No tienes porqu, sin embargo. Ese es el punto." Ella sacudi la cabeza.

"Cuando estaba en la escuela secundaria, yo trabajaba treinta horas a la semana, no tena
eleccin. T, s."

"Esto no son treinta horas ", le dije.

Ella entorn los ojos hacia m, dejando claro que no estaba entendiendo lo que estaba
diciendo. "Ruby, queremos hacer esto para ti, De acuerdo? No tienes que hacer las cosas
ms difciles de lo que tienen que ser slo para demostrar un punto."

Abr la boca, dispuesta a decirle que yo nunca le ped que se preocupara por mi futuro, o
que fuera su problema. Que, yo tena prcticamente dieciocho aos, as como era
completamente capaz de tomar mis propias decisiones sobre lo que podra y no podra
manejar. Que, porque estuviera en mi vida por menos de una semana no la haca mi madre
o mi tutor, independientemente de lo que diga un pedazo de papel.

Pero as como tom aliento para decir todo esto, volv a mirar a sus ojos rojos y me detuve.
Haba sido un da largo para nosotras, y seguir adelante con esto slo lo hara ms largo.

Muy bien dije. "Vamos a hablar de ello. Ms tarde, sin embargo. De acuerdo?"

Cora me mir sorprendida. Ella claramente no haba estado esperando que estuviera de
acuerdo, incluso con las disposiciones. Bien dijo ella. Trag saliva y mir hacia abajo a
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la fiesta. "Bien, hay comida abajo, por si no has comido. Lo siento, por no mencionar la
fiesta antes; todo ha sido una locura."

"Est bien le dije.

Ella me mir por otro momento. Bien dijo lentamente, por ltimo. "Bueno, debo volver a
la planta baja. Slo. . . baja cuando quieras."

Asent con la cabeza, y luego dio un paso ms all de m y comenz a bajar las escaleras. A
medio camino, volvi a mirar hacia m, y yo saba que ella estaba todava preguntndose
qu exactamente haba precipitado ese conocimiento. Yo no poda decirle, por supuesto, lo
que yo haba odo. No era asunto mo, ni entonces ni ahora. Pero a medida que iba a mi
habitacin, me qued pensando en lo que Denise haba dicho, y la semejanza que ella
aclamaba ver. Tal vez mi hermana y yo compartamos ms de lo que pensbamos. Los dos
estbamos esperando y deseando algo que no podamos controlar completamente: yo quera
estar sola, y ella todo lo contrario. Fue extrao, realmente, tener algo tan contradictorio en
comn. Pero por lo menos era algo.

**

". . . todo lo que puedo decir es, que la acupuntura funciona. Qu? No, no duele. En
absoluto."

". . . entonces eso era. Decid esa noche, no ms citas a ciegas. No me importa si l es un
mdico."

". . . slo treinta mil millas y la garanta original. Quiero decir, Es un robo"

Haba estado caminando a travs de la fiesta por un poco ms de veinte minutos, asintiendo
con la cabeza a la gente que asenta con la cabeza hacia m y recogiendo mi segundo plato
de barbacoa, ensalada de col, ensalada de papa. A pesar de que los amigos de J amie y Cora
parecan lo suficientemente buenos, yo estaba ms que feliz de no tener que hablar con
nadie, hasta que escuch una voz que cortaba a travs de todas los dems.

"Roscoe!"

J amie estaba de pie en la parte posterior del patio, ms all del extremo del estanque,
mirando a la oscuridad. Mientras caminaba hacia l, tuve mi primer vistazo de cerca al
estanque, lo que me sorprendi fue verla llena de agua, una manguera colgando de un lado.
En la oscuridad pareca an ms grande, y yo no poda decir cun profunda era: pareca que
iba abajo infinitamente.

"Qu est pasando?", Le pregunt cuando lo alcance.

"Roscoe se perdi", dijo. "Tiende a hacer eso. l no es aficionado a la multitud. No al nivel
del detector de humo, pero sigue siendo un problema."

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Mir en la oscuridad, y lentamente me volv hacia el estanque. "l puede nadar, no?"

Los ojos de J amie se abrieron. "Mierda", dijo. "Yo ni siquiera pens en eso."

"Estoy segura de que no est ah", le dije, sintindome mal, incluso por sugerirlo mientras
l se inclinaba en la orilla del estanque, mirando hacia abajo en el agua, con una mirada de
preocupacin en su cara. "De hecho"

Luego, ambos lo escuchamos: un ladrido distinto, de tono alto y definitivamente no venia
por el agua. Vena de la valla. "Gracias a Dios", dijo J amie, volvindose en esa direccin.
"Roscoe! Aqu, muchacho!"

Hubo otra serie de ladridos, pero no de Roscoe. "Parece que podra haber sido trado por la
fuerza", dijo J amie con un suspiro. "Djame-"

"Yo voy por el", le dije.

"Ests segura?"

S. Vuelve a la fiesta."

l me sonri. Muy bien. Gracias. Asinti con la cabeza, a continuacin, puso el plato
debajo de un rbol cercano mientras se alejaba. Detrs de m, la fiesta estaba todava fuerte,
pero las voces y la msica disminuyeron a medida que caminaba hacia el final del patio,
hacia un grupo pequeo de rboles que bordeaban la cerca.

Ni siquiera una semana antes, donde haba estado corriendo a travs de este espacio, mis
pensamientos eran slo de alejarme. Ahora, aqu estaba yo, trabajando para traer de vuelta
la nica cosa que me haba detenido. Estpido perro.

"Roscoe!", grit mientras me agachaba bajo el primer rbol, las hojas cepillando a travs
de mi cabeza. "Roscoe!"

Sin respuesta. Me detuve donde estaba, dejando que mis ojos se ajustaran a la repentina
oscuridad, luego me volv para mirar la casa. El estanque, que se extenda a travs, pareca
an ms vasto desde aqu, las luces del patio brillaban tenuemente en su superficie. Ms
cerca ahora, o otro ladrido. En ese momento sonaba ms como un aullido en realidad.

"Roscoe", le dije, con la esperanza de recibir una respuesta de nuevo, al estilo de Marco
Polo. Cuando no lo hubo, camin un poco ms hacia la valla, repitiendo su nombre. No fue
sino hasta que llegu a l que escuch algunos araazos frenticos desde el otro lado.
"Roscoe?"

Cuando le o ladrar varias veces, apresur el paso, movindome hacia abajo desde donde la
puerta estaba, corriendo con la mano por la valla. Por ltimo, sent una bisagra, y un par de
metros ms adelante, un hueco. Muy pequeo, casi minsculo. Pero an lo suficientemente
grande para que un perro pequeo, si se esforzaba lo suficiente, pasara a travs.
98

Cuando me agach, lo primero que vi fue al Sr. Cross, de pie con sus manos en las caderas
en la piscina. "Muy bien", dijo, mirando a su alrededor. "Yo s que ests aqu, vi lo que le
hiciste a la basura. Sal de ah y mustrate."

Uh-oh, pens. Efectivamente, vi a Roscoe acurrucado detrs de una maceta. El Sr. Cross
claramente todava no lo haba visto, sin embargo, cuando se volvi, l escane el patio de
nuevo. "Tendrs que salir en algn momento", dijo, inclinndose y mirando en una
tumbona cerca. "Y cuando lo hagas, lo lamentaras."

Como si respondiera, Roscoe aull, y el Sr. Cross gir, vindolo al instante. "Oye", dijo.
"Ven aqu!"

Roscoe, sin embargo, no era tan estpido como yo pensaba. En lugar de obedecer a esa
orden, sali como un disparo por derecha hacia la valla y hacia mi. El Sr. Cross se apresur
a agarrarlo al pasar, fall una vez, luego consigui una pata trasera y poco a poco fue
tirando de l hacia atrs.

"No tan rpido", dijo, su voz baja, cuando Roscoe luchaba por liberarse, sus placas
haciendo un ruido metlico. El Sr. Cross le dio un tirn ms de cerca, su mano cerrndose
hermticamente sobre el cuello estrecho del perro. "T y yo, tenemos algunas"

"Roscoe!"

Grit tan fuerte, que me sorprendi. Pero no tanto como al Sr. Cross, que inmediatamente
puso en libertad al perro, luego se levant y dio un paso atrs. Nuestros ojos se encontraron
cuando Roscoe se lanz hacia m, serpenteando a travs de la valla y entre mis piernas, y
por un momento, nos miramos el uno al otro.

"Hola", grit, con voz de vecino amistoso, ahora "Suena como a una gran fiesta por ah.
Yo no dije nada, slo me retir de la valla, poniendo ms espacio entre nosotros.

"l se mete en nuestra basura", grit, encogindose de hombros como queriendo decir
Que-se le-puede-hacer?. "J amie y yo lo hemos discutido. Es un problema."

Saba que deba responder de alguna manera, estaba all de pie como un zombi. Pero todo
lo que pude ver en mi mente era su mano sobre el cuello de Roscoe, los dedos apretando.

"Simplemente dile a J amie y Cora que traten de mantenerlo en ese lado, De acuerdo?" dijo
El Sr. Cross. Entonces, l me dedic una sonrisa de dientes blancos. "Las buenas cercas
hacen buenos vecinos, y todo eso."

Ahora asent, luego di un paso atrs, tirando la puerta al cerrarla. La ltima imagen que
tenia del Sr. Cross fue de l de pie junto a la piscina, con las manos en los bolsillos, me
sonrea, su cara ondulada con las luces de la piscina.

Me volv caminando de regreso a nuestro patio, tratando de procesar lo que acababa de ver
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y exactamente por qu me haba asustado tanto. Todava no estaba segura, incluso cuando
me acerqu a Roscoe, que estaba olfateando a lo largo del borde del estanque. Pero yo lo
recog en el marco de mi brazo y lo llev el resto del camino, de todos modos.

A medida que me acercaba a la casa, o la msica. Al principio, era slo una guitarra,
rasgueando, pero luego otro instrumento, ms meldico. "Muy bien", alguien dijo por
encima del rasgueo. "Este es un clasico favorito."

Puse a Roscoe en el suelo, luego di un paso ms cerca a la multitud reunida. Cuando un
hombre en una chaqueta de cuero de pie frente a m pas a la izquierda, vi que era J amie,
quien haba hablado. Estaba sentado en una de las sillas de la cocina, tocando una guitarra,
una cerveza a sus pies, un tipo con un banjo asintiendo con la cabeza al lado de l, mientras
comenzaban a tocar una versin acstica de Led Zeppelin "Misty Mountain Hop". Su voz,
me di cuenta, no estaba mal, y su forma de tocar era realmente impresionante. Tan extrao
como mi cuado segua sorprendindome: su increble carrera, su pasin por los estanques,
y ahora, esta msica. Todas las cosas que nunca podra haber conocido las encontr en la
puerta esa primera noche.

"Divirtindote?"

Me di vuelta para ver a Denise, la amiga de Cora, de pie junto a m. "S, le dije.
"Es una gran fiesta."

"Siempre lo son", dijo alegremente, tomando un sorbo de la cerveza que tenia en su la
mano.

"Eso es lo que sucede cuando eres abrumadoramente social. Acumulas un montn de
gente."

"J amie parece magntico en esa manera."

"Oh, me refera a Cora", respondi ella, cuando la cancin terminaba, la multitud rompio en
aplausos espontneos. "Pero l tambin, tienes razn."

"Cora?" Le pregunt.

Ella me mir, claramente sorprendida. Bueno. . . s, "dijo. "Sabes como es. Totalmente del
tipo maternal, siempre teniendo a alguien bajo su ala. Arrjala en un cuarto lleno de
extraos, y ella conocer a todos en diez minutos. O menos."

"En serio? le dije. "Oh, s respondi ella. "Ella es realmente buena con la gente, Sabes?
Empata. Yo personalmente no podra haber sobrevivido a mi ltima ruptura sin ella. O
cualquiera de mis rupturas, en realidad."

Yo consideraba esto mientras Denise tomaba otro sorbo de su cerveza, asintiendo con la
cabeza a un chico con una gorra de bisbol cuando pas junto a nosotras. "Creo que no
conoca muy bien ese lado de ella," le dije. "Quiero decir, hemos estado fuera de contacto
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durante un tiempo."

Ya lo s ", dijo. Luego se apresur a agregar: "Quiero decir, ella habl mucho sobre ti en
la universidad".

"Lo hizo?"

"Oh, s. Casi, todo el tiempo ", dijo enftica. "Ella realmente"

"Denise!", Grit alguien, y ella se volvi, mirando por encima del hombro al hombre a
nuestro lado. "Tengo que conseguir ese nmero de ti, recuerdas?

De acuerdo dijo, y me sonri disculpndose. "Un segundo. Voy a estar aqu mismo"

Asent con la cabeza mientras se alejaba, preguntndome lo que haba estado a punto de
decir. Pensando en esto, escanee la multitud hasta que vi a Cora estando en la puerta de la
cocina con Charlotte. Ella sonrea, vindose mucho ms feliz que la ltima vez que la haba
visto. En algn momento ella haba echado su pelo hacia atrs, haciendo su mirada an ms
joven, y tena un suter de aspecto suave, un vaso de vino en la mano. Ya que estamos, yo
asum que toda esta gente estaba aqu por J amie, pero por supuesto mi hermana podra
haber cambiado con los aos que habamos estado separadas. Ella tiene su propia vida, mi
mam me haba dicho una y otra vez.

Esto era, y me pregunt como deba ser, realmente empezar de nuevo, olvidar el mundo que
conocas y dejar todo atrs. Tal vez incluso haba sido fcil.

Fcil. Tuve un instante de m misma, justo una semana antes, volva de una larga noche en
Comercial a la oscuridad de la casa amarilla. Cuanto he pensado en ello,- mi casa o mi
escuela o cualquier cosa, de antes-, en los ltimos das? No tanto como debera haberlo
hecho. Todo este tiempo, yo haba estado tan enojada porque Cora se haba olvidado de m,
slo limpi nuestra pizarra de tiempos compartidos, pero ahora yo estaba haciendo lo
mismo. Dnde estaba mi madre? Fue realmente as de fcil, una vez escapado, dejar de
importarle?

De pronto me sent cansada, abrumada, todo lo que haba sucedido en la ltima semana me
peg de una vez. Di un paso atrs de la multitud, deslizndome dentro. Mientras suba las
escaleras, me alegr por el espacio cerrado de mi cuarto, incluso si, fuera temporal, al igual
que todo lo dems.

Slo necesito dormir, me dije, quitndome los zapatos y hundindome sobre la cama. Cerr
los ojos, tratando de dejar fuera el canto, haciendo todo lo posible para zambullirme en la
oscuridad y permanecer all hasta la maana.

Cuando me despert, no estaba segura de cunto tiempo haba estado dormida, horas o slo
minutos. Tena la boca seca, mi brazo acalambrado por haber estada tendida sobre el
mismo. Cuando me di la vuelta, lo extend; mi nico pensamiento era volver al sueo que
haba tenido, aunque no recordaba nada, aparte de que haba sido bueno, en la distante y
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esperanzadora forma que las cosas irreales eran. Yo estaba cerrando los ojos, tratando de
volver a m misma, cuando escuch algunas risas y aplausos desde el exterior. La fiesta an
segua. Cuando sal a mi balcn, vi que la multitud se haba reducido a una veintena de
personas ms o menos. El intrprete de banjo se haba ido, y slo quedaba J amie, tocando
unas notas mientras la gente charlaba a su alrededor.

"Se est haciendo tarde", dijo Charlotte, que se haba puesto un jersey sobre su vestido. Ella
ahog un bostezo con la mano. "Algunos de nosotros tenemos que estar muy temprano,
maana."

"Es domingo", Denise, sentada a su lado, dijo. "Quin no duerme un domingo?"

"Una ltima cancin," dijo J amie. Mir a su alrededor, mirando detrs de l a un
lugar al que no vea desde mi punto de visin. "Qu piensas?", Dijo. "Una cancin?"

"Vamos", declar Denise. "Slo una."

J amie sonri y comenz a tocar. Afuera haca fro, al menos para m, y me volte hacia mi
habitacin, soltando un bostezo por mi propio despertar, lista para volver a la cama. Pero
luego me di cuenta que haba algo familiar en lo que estaba tocando, era como si estuviera
tirando de una parte de m, dbil pero persistente, una meloda que pens que era slo ma.

"Yo soy una vieja mujer, nombrada despus de mi madre....

La voz era fuerte y clara, y tambin familiar, pero de una manera distante. Similar a la que
yo conoca, y sin embargo diferente, bonita y no, dura en los bordes.

"Mi viejo es otro nio que se est volviendo viejo....

Era Cora. Cora, su voz pura y hermosa, mientras trabajaba a su manera alrededor de las
notas que ambas habamos escuchado tantas veces, la cancin ms que cualquier otra me
hizo pensar en mi madre. Pens en lo extraa que me haba sentido antes, pensando como
las dos habamos olvidado todo.

Pero esto era aterrador, tambin, estar conectada repentinamente, lo que provoc un
torrente de recuerdos,- en nuestros camisones, sus intentos por llegar a m, escuchando su
respiracin, constante y calmada, de toda una habitacin a oscuras precipitndose
demasiado rpido como para detenerlo.

Sent un nudo en la garganta, bruto y punzante, pero mientras las lgrimas venan no estaba
segura de por quien estaba llorando. Cora, mi mam, o tal vez, slo por m.

102
Captulo Seis

Corregido por Moshalutz y Danny_DD

No lo poda demostrar cientficamente. Pero yo estaba bastante segura de que Gervais
Miller era la persona ms molesta del planeta.

En primer lugar, era su voz. Plana y nasal, sin inflexin, que vena del asiento trasero,
ofreciendo declaraciones y observaciones. "Tu cabello esta enmaraado en la parte de
atrs," me haba dicho, cuando yo no haba tenido tiempo suficiente con el secador. O
cuando saque una camiseta a ltima hora de la ropa sucia: "Apestas como a sabanas de
secadora." Los intentos de ignorarlo pretendiendo nicamente estudiar, dio lugar a un
comentario sobre mi destreza acadmica, o falta de ella. "Introduccin al Clculo? Qu
eres t, estpida?" O "Es esa una B en el papel?" Y as sucesivamente.

Quera golpearlo. Diario. Pero por supuesto no poda, por dos razones. En primer lugar, era
slo un nio. En segundo lugar, entre sus frenos y su sombrero, realmente no haba manera
de llegar hasta l y realmente de hacer un impacto. (El hecho de que yo realmente pensara
lo suficiente como para llegar a esta conclusin probablemente debera haberme
preocupado. Pero no lo hice.)

Cuando todo tenda a ser demasiado, yo slo daba la vuelta y le disparaba la mirada
maligna, truco que sola hacer. Se quedaba en calma por el resto del trayecto, tal vez
incluso hasta el da siguiente, tambin. Sin embargo con el tiempo, su odiosidad volva, a
menudo, incluso ms fuerte que antes.

En mis momentos ms racionales, trat de sentir empata por Gervais. Tena que ser difcil
ser un prodigio, superinteligente pero mucho ms joven que todos los dems en la escuela.
Cada vez que lo vea en los pasillos, siempre estaba solo, con la mochila sobre ambos
hombros, caminando a su manera extraa, inclinndose hacia adelante, como si fuera para
darle de cabezazos a alguien en el pecho.

Sin embargo Gervais, siendo un nio, tambin careca de madurez, lo que significa que
encontraba cosas como los eructos y pedos, an ms divertidas cuando eran de el mismo.
Ponindolo en un espacio pequeo y cerrado con dos personas cada maana, y no haba fin
a la posibilidad de hilaridad. Basta decir, que siempre sabamos lo que haba comido en el
desayuno, y aunque estaba cerca de invierno, a menudo mantenia la ventana abierta, y Nate
hacia lo mismo.

El lunes despus de la fiesta de Cora, cuando me met en el coche a las siete y treinta, algo
se senta diferente. Un momento despus, me di cuenta el por que: el asiento trasero estaba
103
vaco.

"Dnde est Gervais?" Le pregunt.

"Cita con el mdico," dijo Nate.

Asent con la cabeza, luego me acomod en mi asiento para disfrutar del paseo. Mi alivio
debe haber sido palpable, ya que un momento despus, Nate dijo: "Sabes, l no es tan
malo".

"Ests bromeando?" Le pregunt.

"Quiero decir dijo, voy a admitir que no es la persona ms fcil con quien estar."

"Por favor". Rod mis ojos. "El es horrible".

"Vamos".

"l apesta", dije, levantando un dedo. Entonces, adicione otro, y dije: "Y es maleducado. Y
sus eructos podran despertar a los muertos. Y si l dice una cosa ms sobre mis libros o
mis clases voy a-"

Fue aproximadamente en ese momento que me di cuenta de que Nate me miraba como si
yo estuviera loca. As que me calle, y slo condujimos en silencio.

"Sabes," dijo despus de un momento, "es una pena que te sientas as. Porque creo que le
gustas".

Yo slo lo mire. "No le oste decirme que estaba gorda el otro da?"

"l no dijo que estabas gorda", respondi Nate. "l dijo que te veas un poco rotunda".

"Cmo es eso diferente?"

"Ya sabes," dijo, "creo que ests olvidando que Gervais tiene doce."

"Te aseguro que no."

"Y", continu, "los nios a los doce aos no son exactamente hbiles con las damas."

"'Hbiles con las damas?" le dije. "Tienes doce?"

A continuacin, cambi de carril, entonces desaceler por una luz. "l se burla de ti," dijo
lentamente, como si yo fuera estpida, "porque le gustas."

"A Gervais no le gusto", le dije, esta vez ms fuerte.

104
"Lo que sea." La luz cambi. "Pero l nunca le hablo a Heather cuando iba con nosotros."

"No lo hizo?"

Nope. l slo se sentaba all, dejandolo pasar, sin ningun comentario."

"Genial", dije. "Realmente lo es." Nate desaceler a medida que nos acercamos a una luz
roja. "Solo estoy diciendo que tal vez slo quiere ser tu amigo, pero no sabe exactamente
cmo hacerlo. Por eso dice que hueles como los rboles o te dice rotunda. Eso es lo que los
nios hacen."

Rod los ojos, mirando por la ventana. "Por qu?", dije, "quiere Gervais ser mi amigo?"

"Por qu no habra de hacerlo?"

"Porque yo no soy una persona amigable?" Le dije.

"T no lo eres?"

"Ests diciendo que crees que lo soy?"

"Yo no dira que fueras antiptica."

"Lo soy le dije.

"De verdad".

Asent con la cabeza.

"Huh. Interesante".

La luz cambi, y avanzamos.

"Interesante", dije, "en qu significado?"

Se encogi de hombros, cambiando de carril. "Slo que yo no te veo de esa manera. Quiero
decir, que eres reservada, tal vez. Cautelosa, definitivamente. Pero no antiptica."

"Tal vez t slo no me conoces", le dije.

"Tal vez," l estuvo de acuerdo. "Pero antipatico suele ser uno, como esas cosas que eliges
enseguida. Ya sabes, como apestoso. No puedes ocultarlo si est all."

Yo consideraba eso cuando nos acercamos a otra luz. "As que cuando nos conocimos
aquella primera noche", dije," por la valla, pensaste que era amigable?"

"No pens que no lo fueras", dijo.
105

"Yo no fui muy agradable contigo."

"Estabas saltando una valla. No lo tome como algo personal."

"Yo ni siquiera te di las gracias por cubrirme."

"Y?"

"Y deb hacerlo. O al menos no ser una perra contigo el da siguiente."

Nate se encogi de hombros, poniendo su luz intermitente. "No fue la gran cosa."

"Sin embargo, lo es," le dije. "T no tienes que ser tan amable con todos, lo sabes."

Ah dijo, pero esa es la cosa. Lo hago. Soy compulsivamente amigable."

Por supuesto que lo era. Y me di cuenta de eso primero aquella noche en la vaya, porque,
tambin, era algo que no podas ocultar. Tal vez podra haber intentado explicarme a m
misma ms ante Nate, que haba una razn por la que soy de esta manera, pero ya estaba
adelantndose, encendiendo la radio y movindola de un tirn a la WCOM, la estacin de
la comunidad local que escuchaba en las maanas. El DJ , una chica llamada Annabel,
estaba anunciando la hora y la temperatura. Luego ella puso una cancin, algo lleno de vida
con saltos animados. Nate se volvi, y la dejamos sonar todo el camino a la escuela.

Cuando nos bajamos del auto, caminamos juntos hacia el camino, y luego me aleje hacia mi
casillero, como siempre, mientras l se diriga al edificio acadmico. Despus de que haba
metido unos cuantos libros y tomado un par de los dems, cerr la puerta, llevando mi
bolso por encima de mi hombro. Al otro lado del camino, poda ver a Nate acercndose a su
clase del primer periodo. J ake Bristol y otros dos chicos estaban de pie en el exterior. A
medida que se acercaba, J ake extendi una mano para darle los cinco, mientras que los
otros dos dieron un paso atrs, movindose a travs de l. Yo misma Llegaba tarde y, con
otras cosas en qu pensar. Pero me qued all y vi como Nate se ech a rer y entro por la
puerta, y todos ellos entraron, siguiendolo detrs de el, antes me voltee y aleje.

Muy bien, gente", dijo la Sra. Conyers, batiendo palmas. "Vamos a ponernos serios.
Tienen quince minutos. Empiecen a hacer preguntas."

El saln se puso ruidoso, y luego ms ruidoso, en cuanto las personas dejaron sus asientos y
comenzaron a moverse por la habitacin, con los cuadernos en la mano. Despus de hacer
una prueba extensa de David Copperfield (diez ID, dos ensayos), todo lo que quera hacer
era derrumbarme. En su lugar, conseguimos comenzar con la definicin oral" de los
proyectos, tenamos que entrevistar a nuestros compaeros de clase, obtener sus opiniones
sobre lo que nuestros trminos significaban. Esto era bueno, me di cuenta que necesitaba
conseguir toda la ayuda que pudiera, teniendo en cuenta la forma en que la definicin
propia de familia habia ido cambiando para m.

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Haca casi dos semanas desde que haba llegado con Cora, y estaba lentamente
adaptndome. No era como si las cosas fueran perfectas, pero haba cado en una rutina, as
como en la comprensin. Por mi parte, haba aceptado aquella salida, por lo menos en este
momento, eso no estaba en mi mejor inters. As que haba desempacado mi bolsa,
finalmente descargando mis pocas pertenencias en los cajones grandes y vacos del
armario. Yo no estaba dispuesta ir hacia mas all de la propia casa tom mi mochila arriba
conmigo tan pronto como llegu a casa y me apoye en la secadora cuando mi ropa estuvo
terminada, entonces la doble de inmediato. Era un lugar grande. Dios slo saba cunto
podra perderse all.

Era extrao estar viviendo con tal generosidad repentinamente, especialmente despus de la
casa amarilla. En lugar de estirar un paquete de pasta unos das y reunir a duras penas
cambio para comestibles, tuve acceso a una despensa totalmente embalada, as como a un
congelador repleto de casi todos los imaginables platos principales. Y eso sin contar el
"dinero de bolsillo" que J amie siempre estaba tratando de darme: veinte dlares para el
almuerzo aqu, otros cuarenta en caso de que necesitara suministros de la escuela all. Tal
vez alguien hubiera aceptado todo esto con facilidad, pero yo era todava muy cautelosa,
insegura de lo que estaran esperando de m a cambio, esto al principio lo rechace. Sin
embargo, con el tiempo, l me llevaba hacia abajo y me di por vencida, aunque gastarlo era
harina de otro costal. Me senta mejor guardadolo. Despus de todo, nunca se saba cuando
algo, o todo, podia cambiar.

Cora se haba comprometido, tambin. Despus de mucha discusin y alguna ayuda
influyente de J amie se decidi que poda trabajar para Harriet en los das de fiesta, en un
momento nosotros "discutamos sobre el tema" y "evalubamos su impacto en mis
calificaciones y el rendimiento escolar." Como parte del acuerdo, tambin tenia que
ponerme de acuerdo para asistir a por lo menos una sesin de terapia, una idea por la que
no estaba del todo loca por hacer. Yo necesitaba el dinero, aunque, por eso me haba
mordido la lengua y consentido. Entonces nosotros nos habamos encontrado a travs de la
isla de la cocina, movindonos sobre ella, su pequea mano fresca, su agarre fuerte me
sorprendi ms de lo que probablemente debera haberlo hecho.

Yo haba estado pensando mucho en mi madre, incluso ms que cuando ella se haba ido
primero, que era extrao. Al igual que me tom un tiempo para realmente extraarla, o
dejarme hacerlo as. A veces en la noche, soaba con ella, despus, siempre me despertaba
con la sensacin de que haba pasado a travs de la sala, convencida de que poda oler el
humo persistente o su perfume en el aire. Otras veces, cuando yo estaba medio dormida,
estaba segura de que poda sentirla sentada al lado de mi cama, con una mano
acaricindome el pelo, de la forma en que lo haba hecho a veces muy tarde en la noche o
temprano en la maana. En aquel entonces, haba estado siempre irritada, deseando que ella
se fuera a dormir o me dejara en paz. Ahora bien, aun cuando mi mente consciente me dijo
que era slo un sueo, me qued quieta, queriendo que durara.

Cuando me despertaba, siempre trataba de mantener esa imagen en mi cabeza, pero nunca
se quedaba. En cambio, slo estaba cmo se vea la ltima vez que la haba visto, el da
antes al que se haba ido. Haba vuelto a casa desde la escuela para encontrarla tanto
despierta como sola, por una vez. Para entonces, las cosas no haban sido buenas durante un
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tiempo, y yo haba esperado que pareciera turbia, la forma en que siempre se vea despus
de unas cervezas, o triste o molesta. Pero en vez, cuando ella volva la cabeza, su expresin
haba sido de sorpresa, y me record pensando que tal vez se haba olvidado de m, o no
haba estado esperando mi regreso. Como si fuera yo la que se iba, y yo simplemente no lo
saba todava.

Durante el da, yo estaba ms despierta, preguntndome mayormente si estaba en Florida, o
si todava estaba con Warner. Sin embargo, me pregunt si ella haba tratado de llamar a la
casa amarilla, o hecho algn esfuerzo para tratar de localizarme. No estaba segura de que
incluso quisiera hablar con ella ni verla, ni s si alguna vez lo hara. Pero era importante
para simplemente tratar de superarlo, aunque no quisiera volver a ser encontrada.

Qu es la familia? Yo haba escrito en mi cuaderno el primer da, y cuando lo abr hasta
ahora haba visto que el resto de la pgina estaba en blanco, a excepcin de la definicin
que haba obtenido del diccionario: un conjunto de relaciones, eso. Padres e hijos. Ocho
palabras, y una era una abreviatura. Si slo fuera realmente as de fcil.

Ahora la Sra. Conyers grit para que todos nos pusieramos a trabajar, as que me volv a
Olivia, pensando que la haba golpeado primero. No pareca que estaba de humor para una
conversacin, sin embargo, cay sentada en su silla. Tena los ojos rojos, con un pauelo en
una mano mientras se pona la chaqueta de cuero de J ackson High que siempre llevaba con
ms fuerza a su alrededor.

"Recuerden", la Sra. Conyers estaba diciendo, "ustedes no estn simplemente preguntando
lo que su trmino significa, literalmente, sino lo que significa para la persona a la que estn
preguntando. No tengan miedo de hacerlo personal".

Teniendo en cuenta que Olivia era abierta apenas en un buen da, decid que tal vez debera
tomar un rumbo diferente. Sin embargo, mi nica otra opcin, era Heather Wainwright, a
mi otro lado, que tambin estaba mirando a su alrededor a alguien con quien hablar, y yo no
estaba segura de querer estar all.

"Y bien? Vamos a hacer esto o no?"

Me volv hacia Olivia. Ella todava estaba sentada mirando hacia adelante, como si no
hubiera hablado en absoluto. "Oh," dije, y luego lance una mirada al pauelo en su mano.

En respuesta, ella lo arrug hacindolo ms pequeo, metindolo ms profundo entre sus
dedos. Muy bien. Qu significa para ti la familia?"

Ella suspir, llegando a frotar su nariz. A nuestro alrededor, poda or a la gente charlando,
pero ella se qued en silencio. Por ltimo, dijo, "Conoces a Micah Sullivan?"

"Quin?"

"Micah Sullivan", repiti. "Senior? En el equipo de ftbol? Sale con Rob Dufresne?

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No fue sino hasta que haba odo hablar de este apellido que me di cuenta de que estaba
hablando de J ackson. Rob Dufresne se haba sentado frente a m en segundo ao de
biologa. "Micah", le dije, tratando de pensar. Ya que mis compaeros de clase en J ackson
estaban algo borrosos, todos sus rostros corriendo juntos. "l es realmente bajo?"

No espet ella. Me encog de hombros, recogiendo mi pluma. Y ella dijo: "Bueno, l no
es tan alto como algunas personas."

"Conduce una camioneta azul?"

Ahora ella me mir. S dijo lentamente. "Es l".

"S de l."

"Alguna vez lo viste con una chica? En la escuela?"

Pens por un momento, pero todo lo que pude ver fue a Rob Dufresne plido como muerto
contemplando nuestra diseccin de rana. No que yo recuerde," dije. "Pero como dijiste, es
un lugar muy grande."

Considero esto por un momento. Luego, volvindose hacia m, dijo, "As que nunca lo viste
con un jugadora de hockey sobre el csped, una rubia con un tatuaje en su espalda. Minda
o Marcy o algo as?"

Negu con la cabeza. Ella me mir durante un largo rato, como si no estuviera segura de si
deba confiar en m, a continuacin, miro hacia delante de nuevo, tirando de su chaqueta
ms apretada en torno a ella. "La familia", anunci. "Son las personas en tu vida que no
puedes escoger. Los que son dados a ti, a diferencia de a los que quieras elegir."

Desde que mi mente estaba todava en Micah y la jugadora de hockey sobre el csped, tuve
que apresurarme a escribir eso. De acuerdo dije. "Qu ms?"

"Ests atado a ellos por la sangre", continu, con voz plana. "Qu, t sabes, te da mucho
ms en comn. Enfermedades, gentica, el cabello y color de ojos. Es como si, fueran parte
de t plan. Si algo esta mal contigo, por lo general lo puedes rastrear a travs de ellos."

Asent con la cabeza y segu escribiendo.

"Pero", dijo, "a pesar de que ests atrapado con ellos, al mismo tiempo, tambin estn
atascados contigo. As que por eso siempre consiguen estar primero en la delantera en los
bautizos y funerales. Porque ellos son los que estn all, sabes, desde el principio hasta el
final. Nos guste o no."

Nos guste o no, yo escrib. Entonces mir a esas palabras y todas los dems que haba
garabateado. No era mucho. Pero era un comienzo. De acuerdo dije. "Vamos a hacer el
tuyo."

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Sin embargo, en ese momento, son la campana, lo que provoc la algaraba habitual de las
sillas golpeando en todo, cerrando las cremalleras de las mochilas, y el aumento de voces.
La Sra. Conyers estaba diciendo algo acerca de tener por lo menos cuatro definiciones al
da siguiente, no que realmente pudiera orla sobre todo el ruido. Olivia haba agarrado ya
su telfono, abrindolo de un tirn y llamando a alguien en el dial de velocidad. Cuando yo
habia puesto mi cuaderno lejos, vi en sus cosas el pauelo en su bolsillo, a continuacin,
paso una mano sobre sus trenzas mientras ella se pona de pie.

"Es Melissa", dije mientras se volva para alejarse.

Ella se detuvo, me mir, lentamente bajando su telfono de su oreja.

"Qu?"

"La rubia con el tatuaje en la espalda. Su nombre es Melissa West," le dije, recogiendo mi
bolsa. "Ella es una estudiante de segundo ao, un zorra total. Y ella juega al ftbol, no
hockey sobre csped."

La gente se mova por delante de nosotras ahora, en camino a la puerta, pero Olivia se
qued donde estaba, ni siquiera pareci darse cuenta de como Heather Wainwright pasaba,
mirando a sus ojos rojos antes de continuar.

"Melissa West", repiti.

Asent con la cabeza.

"Gracias."

De nada le dije. Entonces ella puso su telfono en la oreja lentamente, y se alej.

Cuando sal de la escuela por la tarde despus de la campana final, J amie me estaba
esperando.

l estaba apoyado en su coche, que estaba aparcado justo delante de la entrada principal,
con los brazos cruzados sobre el pecho. Tan pronto como lo vi, deje de caminar, colgando
de nuevo mientras la gente pasaba por delante de m a cada lado, hablando y riendo. Tal
vez estaba siendo paranoica, pero la ltima vez que alguien se haba mostrado en esa forma
de manera inesperada en la escuela, no haba sido para entregar buenas noticias.

De hecho, no fue sino hasta despus de que haba comenzado la lista mental de los diversos
delitos que podra haber realizado cuando me di cuenta que realmente no haba ninguno.
Todo lo que haba hecho ltimamente era ir a la escuela, ir a trabajar y estudiar. Yo ni
siquiera haba estado fuera en un fin de semana por la noche. Sin embargo, me qued donde
estaba, dudando de la fuerza de la costumbre u otra cosa, hasta que la multitud se despej y
l me vio.

"Hey", grit, levantando la mano. Le devolv el saludo, y puse el bolso ms por encima del
110
hombro mientras me dirig hacia l. "Trabajaras hoy?"

Negu con la cabeza. "No"

"Bien. Necesito hablar contigo acerca de algo."

Se alej del coche, tirando de la puerta abierta del acompaante para m. Una vez dentro,
me obligu a tomar un respiro mientras lo miraba rodear el parachoques delantero, a
continuacin, entro y se uni a m. Sin embargo, no arranco el motor, slo se sent all en
su lugar.

De repente, me di cuenta. l iba a decirme que tena que irme. Por supuesto. En el mismo
instante me permit relajarme, ellos decidieron que haban tenido suficiente de m. Lo que
es peor, como yo pensaba esto, sent que capturaba el aliento, de repente dndome cuenta
de lo mucho que yo no quera que sucediera.

"La cosa es...", Dijo J amie, y ahora yo poda escuchar a mi corazn en mis odos. "Es sobre
la universidad."

Esta ltima palabra Universidad lleg a mis odos con un ruido metlico. Era como si
hubiera dicho Minnesota o pollo frito, algo inesperado. "Universidad", repet.

"Eres un estudiante de ltimo ao", dijo mientras estaba sentado all, segu parpadeando,
tratando de decidir si debia sentirme aliviada o ms nerviosa. "Y aunque no haz tenido
exactamente el mejor semestre no es culpa tuya, por supuesto tomaste el SAT el ao
pasado, y tus resultados no eran malos. Estuve hablando con la oficina de orientacin.
Incluso aunque ya es noviembre, creen que si realmente nos damos prisa, todava podemos
hacer los plazos de solicitud."

"T fuiste a la oficina de orientacin?" Le pregunt.

"S," dijo. Debi tener cara de sorpresa, porque luego aadi: "Yo s, yo s. Esto es ms un
asunto de Cora. Pero esta en la corte durante toda la semana, y adems, hemos decidido que
a lo mejor"

Lo mire cuando se calm, dejando esto sin terminar. "Ustedes decidieron tal vez qu?"

Pareca avergonzado. "Que era mejor para m hablar de esto contigo. Sabes, desde el
principio Cora estaba un poco difcil contigo acerca de tu trabajo, y el asunto de la terapia.
Est cansada de ser la mala de la pelcula."

Una imagen de un personaje de dibujos animados hacindose girar un bigote mientras ataba
a alguien en las vas del tren de inmediato me vino a la cabeza. Mira le dije, la escuela
no es realmente parte de mis planes."

"Por qu no?"

111
Probablemente debera haber tenido una respuesta a esto, pero la verdad es que nunca me
haban preguntado antes. Todos los dems asumieron lo mismo que yo tena desde el
primer da: las nias como yo simplemente no iban ms all de la escuela secundaria, si
incluso llegaban tan lejos. "Es solo... Le dije, estancndome. "No es realmente una
prioridad."

J amie asinti lentamente. "Sin embargo, no es demasiado tarde."

"Creo que lo es."

"Pero si no lo es?", pregunt. "Mira, Ruby. Entiendo que esta es t eleccin. Pero la cosa
es, que la primavera est muy lejos. Mucho podra cambiar de aqu en adelante. Incluso tu
mente."

Yo no dije nada. El aparcamiento de los estudiantes estaba casi vaco ahora, con la
excepcin de un par de nias del hockey de csped con palos y bolsas de lona sentadas en
la acera.

"Cmo es esto", dijo. "Slo llega a un acuerdo conmigo y acordemos aplicarlo. De esa
manera, no descartamos nada. Cuando llegue la primavera, an decidirs qu ocurrir a
continuacin. Slo tienes ms opciones."

"Ests asumiendo que yo me meter en alguna parte. Esa es una gran suposicin."

"He visto tus transcripciones. No eres una mal estudiante".

"No soy un cerebro, tampoco."

"Ni yo," dijo. "De hecho, en inters de la divulgacin completa, te digo que no tenia idea de
la educacin superior, tampoco. Despus de la secundaria, quera tomar mi guitarra y
mudarme a Nueva York para tocar en cafs y obtener un contrato de grabacin."

"En serio?"

"S". Sonri, pasndose la mano sobre el volante. "Sin embargo, mi padres no lo estaban
entendiendo. Yo iba a la universidad, me gustara o no. As que acab en la U, teniendo la
intencin de salir tan pronto como pudiera. La primera clase que tom fue codificacin para
las computadoras."

"Y el resto es historia", le dije.

Nah. Neg con la cabeza. "El resto es ahora."

Retire mis manos de mi bolso, y permit que descansara sobre el piso entre mis pies. La
verdad era que me gustaba J amie. Tanto que habia querido tan slo poder ser honesta con l
y decirle que la verdadera razn por la que incluso la aplicacin me asustaba: era una
conexin ms en un momento en que yo quera hacer todo lo contrario. S, haba decidido
112
quedarme aqu todo el tiempo que tenia que hacerlo, pero slo porque en realidad, no tena
eleccin. Si fuera a la universidad al menos de esta manera, con l y Cora apoyndome-
Me gustara estar en deuda, tanto en sentido literal y figurado, a la vez cuando todo lo que
quera era ser libre y clara, sin deberle a nadie nada en absoluto.

Sin embargo, sentada all, yo saba que no poda decirle esto. As que en vez, dije: "As que
supongo que nunca te haz lamentado. Desear haber ido a Nueva York, como t queras."

J amie se sent, apoyando la cabeza en el asiento detrs de l. "A veces lo hago. Al igual
que en un da como hoy, cuando estoy tratando con esta nueva publicidad de campaa, que
me est volviendo loco. O cuando todos en la oficina estn lloriqueando y creo que mi
cabeza va a explotar. Pero es slo en momentos. Y de todos modos, si yo no hubiera ido a
la U, no hubiera conocido a tu hermana. As que eso lo habra cambiado todo."

De acuerdo dije. "Cmo se conocieron ustedes, de todos modos?"

"Hablando de ser el malo de la pelcula." l se ri entre dientes, mirando hacia el volante, a
continuacin, explic, "Ella no fue exactamente la buena en esta historia".

Tuve que admitir que me intrigabaahora. "Por qu no?"

"Porque ella me grit", dijo rotundamente. Levant las cejas. "Bueno, ella dira que no grito,
que estaba ms bien siendo asertiva. Pero su voz era elevada. Eso es indiscutible."

"Por qu te estaba gritando?"

"Porque yo estaba tocando la guitarra al aire libre fuera del dormitorio una noche. Cora no
es exactamente agradable cuando te entrepones entre ella y el sueo, sabes?" Yo en
realidad no lo sabia, pero asent con la cabeza, de todos modos. "As que ah estaba yo, la
primera semana de clases del primer ao, tocando a la distancia en una noche de verano
agradable, y de repente esta chica slo abre la ventana y ahi me tienes"

"En serio.

"Oh, s. Ella simplemente se puso loca. Deca que era tan desconsiderado, manteniendo a la
gente despierta con mi ruido. Eso es como ella le deca. Ruido. Quiero decir, ah estaba yo,
pensando que era un artista, sabes?" l se ri de nuevo, agitando la cabeza.

Le dije: "Ests de muy buen humor al respecto, tenindolo en cuenta."

S, bueno," dijo. "Eso fue slo la primera noche. No la conoca todava."

Yo no dije nada, en vez de eso eche una ojeada hacia abajo a la correa del bolso,
corrindolos a travs de mis dedos.

"Mi punto es," continu J amie "que no todo es perfecto, sobre todo al principio. Est bien
que de vez en cuando sientas un poco de remordimiento. Pero cuando uno siente eso todo el
113
tiempo no puedes hacer nada para cambiarlo... es ah cuando te metes en problemas".

Las chicas jugaban con los palos de hockey y se rean de algo, estaban en el campo sobre la
acera, mi voz era ahogada por la ventana. "Como", dije, "le digo que no a la universidad y
luego deseo ir?

l sonri. "Est bien, est bien. La sutileza no es mi fuerte. Tenemos un acuerdo o no?"

"Esto no es un acuerdo", seal. "Es solo un acuerdo que tu quieres."

"No es cierto", respondi. "Tu obtienes algo a cambio."

De acuerdo dije. "Una oportunidad. De la cual no tengo alternativa.

"Y algo ms, tambin."

Qu cosa?"

"Espera", dijo, apagando el motor. "Ya lo vers."

"Un pez?" Le dije. "Hablas en serio?"

"Por supuesto!" Sonri J amie. "Qu ms se puede pedir?"

Pens que era mejor no contestar a eso, por lo que volv mi atencin de nuevo hacia el
tanque entre nosotros, donde estaba lleno de peces koi blancos que iban y venan. Todo lo
que nos rodeaba eran filas de tanques, que tambin estaban llenos de peces de los que
nunca haba odo hablar antes:. Cometas, buknit, peces mosquito, as como muchos otros
koi de diferentes colores, algunos slidos, algunos pintados de negro o rojo "Voy a buscar a
alguien para que pruebe el agua, asegurandome de que todo este equilibrado ", dijo,
mientras sacaba un pequeo contenedor del bolsillo de su chaqueta. "Tmate tu tiempo, de
acuerdo? Elije uno bueno."

Uno bueno, pens, mirando hacia abajo a los peces en el tanque debajo de m. Uno con una
mirada poda juzgar su resistencia o temperamento. Nunca haba tenido un pez o cualquier
animal domstico, pero el caso es que haba odo que podan morir en una cada, aun
cuando se mantuvieran en un tanque limpio y seguro. Quin saba lo que podra ocurrir
fuera, en un estanque abierto con los elementos y todo lo dems.

"Necesitas ayuda con los peces?"

Me di la vuelta, dispuesta a decir que no, slo que me sorprend al ver a Heather
Wainwright de pie detrs de m. Llevaba unos vaqueros y una camiseta de DONOVAN
LANDSCAPING, un suter atado alrededor de su cintura, por la mirada que me dio, ella
estaba igual de sorprendida que yo.

"Oye", dijo. "Eres Ruby, verdad?"
114

S. Eh, solo estoy viendo

Sper" Ella dio un paso hasta el tanque, a mi lado, dejando caer una mano en el agua:
mientras lo haca, el pez inmediatamente nad hacia ella, haciendo crculos con sus dedos.
Levant la vista hacia m y dijo: "Se vuelven locos cuando piensan que van a darles de
comer. Son como perros de la mendicidad, en la prctica."

"De verdad?".

"S". Ella sac su mano y la limpi en sus pantalones vaqueros. Tuve que admitir, me
sorprend al ver que ella trabajaba en un lugar como este. Por alguna razn, yo la hubiera
catalogado ms como la tipa de ventas, de un centro comercial. Me di cuenta un minuto
ms tarde de que esa era yo. Curioso. "Los peces de colores no son tan agresivos. Pero los
koi son los ms bonitos. As que eso lo compensa."

"Mi cuado acaba de construir un estanque le dije mientras ella se inclinaba hacia abajo y
ajustaba una vlvula en un lado del tanque. "Est obsesionado con el."

"Son bastante impresionantes", dijo. "Qu tan grande es?"

"Grande". Observe hacia los invernaderos, donde J amie se haba dirigido. "l va a regresar
pronto. Se supone que debo estar escogiendo un pez".

"Slo uno?

"Es mi pez personal", le dije, y ella se ri. Ni en un milln de aos me haba imaginado
aqu, en una pecera, junto a Heather Wainwright. Por otra parte, no se supona que
estuviera aqu con nadie. De lo que me haba dado cuenta, ltimamente es que cada vez que
trataba de imaginar el lugar a donde corresponda, no poda. Al principio, haba sido fcil
ponerme en mi vida anterior, sentada en un escritorio en J ackson, o en mi antiguo
dormitorio. Pero ahora era como si yo ya estuviera perdiendo mi antigua vida, sin
sentimientos verdaderos en la casa amarilla. Me haba quedado atrapada en algn lugar slo
en la mitad, de vagos e indefinidos lugares.

"As que eres amiga de Nate," dijo Heather despus de un momento, ajustando la vlvula
de nuevo. "Cierto?"

Mir por encima de ella. Toda la escuela se haba dado cuenta, o eso pareca. "Somos
vecinos," le dije. "Mi hermana vive detrs de l." Se movi y puso un poco de cabello
detrs de su oreja. "Creo que has odo, que solamos salir juntos," dijo.

Si? dije.

Ella asinti con la cabeza. "Rompimos en el otoo. Fue una gran noticia por un tiempo."
Ella suspir, metiendo su mano al agua otra vez. "Entonces Rachel Webster qued
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embarazada. Yo no estaba contenta, por supuesto. Pero as la gente dejara de hablar de
nosotros, al menos por un tiempo."

"Perkins Day es una escuela pequea" le dije.

"Dmelo a m." Ella se ech hacia atrs, secndose las manos en sus pantalones vaqueros,
entonces me mir. "As que. . . cmo ha estado l en estos das?

"Nate?" Le pregunt.

Ella asinti con la cabeza.

"No lo s dije. "Bien, supongo. Como he dicho, no somos tan cercanos."

Ella considero esto cuando las dos vimos hacia los peces dando crculos, primero en una
direccin, luego en otra. S dijo ella finalmente. "Es muy difcil de conocer, tal vez.

Eso no haba sido a lo que me refera, en realidad, no haba sido en absoluto a eso. En todo
caso, en mi mente, Nate era demasiado fcil de leer. Pero decir esto me pareci extrao en
ese momento, as que me qued callada.

"De todos modos- continu Heather luego de un minuto," yo slo. . . Me alegro de que
Nate y t sean amigos. El es un tipo realmente bueno."

Tuve que admitir que esto no era lo que esperaba, que este no era exactamente un
comportamiento de una ex-novia. Por otra parte, ella era la reina de la compasin, si, su
tiempo en la mesa de AYUDA lo indicaba. Por supuesto, Nate se enamorar de una chica
bonita. Qu ms puedo esperar?

"Nate tiene un montn de amigos", le dije ahora. "Dudo que sea diferente al resto".

Heather estudi mi rostro por un momento. "Tal vez no," dijo ella finalmente. "Pero nunca
se sabe, cierto?"

Qu? Pens, pero entonces sent una mano que me palmeaba mi hombro; J amie estaba
detrs de m. "El agua es perfecta", dijo. "Encontraste ya al pez perfecto?"

"Cmo se puede elegir?" Le pregunt a Heather.

"Slo tienes que usar tu instinto", respondi ella. "El que sea que te hable."

J amie asinti sabiamente. "Ah lo tienes," dijo l a m. Deja que el pez hable."

"Tambin est la cuestin de como corren hacia la red", aadi Heather. "Eso a menudo
hace que tomes una decisin."

Al final, fue una mezcla de ambas cosas, apunte un pez y Heather lo saco, despus me
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entrego mi pez. Me lleve a un pequeo koi blanco, que pareca presa del pnico mientras
estaba en su bolsa de plstico, dando vueltas una y otra vez, J amie haba elegido un total de
veinte shubunkins y cometas. Tambin obtuvo varios koi ms, aunque no los blancos si no
otros, as que siempre encontraramos al mi entre la multitud.

"Como lo vas a nombrar? Me pregunt mientras Heather pona unas bombas de oxgeno
de un tanque de gas en las bolsas para el viaje a casa. "Vamos a ver si sobrevive en primer
lugar," le dije.

"Por supuesto que lo har", respondi como si no hubiera ninguna duda.

Heather nos llam, y luego llevo las bolsas hasta el coche, donde cuidadosamente coloc
una serie de cajas de cartn en el asiento trasero.

"Tendr que aclimatarlos poco a poco", explic cuando el pez nad de un lado a otro en su
bolsa, sus rostros aparecan, y luego desaparecan. "Ponga las bolsas en el agua durante
unos quince minutos para que puedan aclimatarse a la temperatura. A continuacin, abra las
bolsas y deje pasar un poco de agua de su estanque para que mezcle con la que estn dentro
y deje otros quince minutos ms o menos, y entonces usted puede dejarlos ir."

"As que la clave es que ellos se aclimaten", dijo J amie.

"Es un gran choque para sus ecosistemas, cuando salen del tanque", dijo Heather, cerrando
la puerta de atrs. "Pero por lo general les va bien al final. Son de las garzas y aves
acuticas de las que realmente necesita preocuparse. Con que aparezcan una sola vez,
pueden hacer mucho dao."

"Gracias por toda la ayuda", J amie le dijo mientras se deslizaba dentro del auto.

"No hay problema", dijo. "Nos vemos en la escuela, Ruby."

S, nos vemos" dije.

Cuando J amie empez a retroceder, l me mir. "Una amiga tuya?"

No dije. "Slo tenemos una clase juntas." l asinti con la cabeza, sin decir nada ms y
se meti en el trfico. Era hora pico, y no hablamos mientras bamos detrs de las luces
rojas en su mayora en direccin a casa. Mi pez estaba solo, en una pequea bolsa, que la
sostena en mi regazo, y lo poda sentir lanzndose de un lado a otro. Es un gran choque
para sus ecosistemas, haba dicho Heather. Levant la bolsa hasta el nivel de mis ojos,
mirando a mi pez de nuevo. Quin saba si iba o no a sobrevivir a la semana, o incluso a la
noche.

Sin embargo, cuando regresamos a casa de Cora, me fui con J amie al patio trasero, se
agach junto al estanque, y puso las bolsas en el agua los quince minutos para que se
aclimatasen antes de dejar los peces en el agua. Cuando finalmente fui a liberar el koi,
afuera estaba totalmente oscuro, an as, pude ver a mi pez, blanco y brillante, como a su
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manera iba mas all de la apertura de la bolsa hacia el vasto cuerpo de agua que haba ms
all. Lo esperaba dudar, e incluso dar marcha atrs, pero no fue as. Simplemente estaba
nadando, lo suficientemente rpido como para difuminarse, antes de la inmersin hasta el
fondo, fuera de mi vista.

Cuando J amie me llamo desde la escalera, yo estaba segura que haba escuchado mal.

"Ruby! Uno de tus amigos est aqu para verte! "

Instintivamente, mir el reloj: era las 5:45, de un martes, observe hacia afuera a la ventana
en la casa de Nate. Las luces de la piscina estaban encendidas, y me pregunt si haba
venido por alguna razn. Pero, sin duda, J amie lo habra llamado por su nombre.

Est bien le contest, empujando mi silla hacia atrs y caminando hacia el pasillo. "Pero,
quin es-"

Para entonces, yo ya estaba entrando en el pasillo de la entrada y obteniendo la respuesta, vi
a Peyton, estaba all de pie dando palmaditas a Roscoe cuando J amie me mir. Cuando ella
levant la vista y me vio, su rostro se dibuj con una amplia sonrisa. "Hey!", Dijo ella, con
un marcado entusiasmo. "Te encontr!"

Asent con la cabeza. Yo saba que debera haber estado feliz de verla, a diferencia de Nate
o Heather, ella en realidad era mi amiga, pero me senta extraamente inquieta. Despus de
todo, nunca la haba invitado, ni siquiera a la casa amarilla, proporcionando siempre
excusas sobre mi madre, que necesitaba dormir o que era un mal momento, manteniendo lo
personal, as, personal. Pero ahora aqu estaba, ya dentro.

Hey le dije cuando llegu al vestbulo. "Qu est pasando?"

"Estas sorprendida?", Pregunt ella, rindose. "No creeras por lo que pas para
encontrarte. Yo era como Nancy Drew o algo as!"

J amie estaba junto a ella, el sonri, y me obligu a hacer lo mismo, incluso cuando me di
cuenta de dos cosas: que ella ola a humo y que tena los ojos muy rojos, con el rimel
agrupado debajo de ellos. Peyton haba sido siempre inexperta con las gotas de los ojos, y
claramente esto no haba cambiado. Adems, a pesar de que estaba vestida muy linda,
como siempre con el pelo recogido en dos coletas bajas, vistiendo pantalones vaqueros y
una camisa roja con una manzana en l, un suter atado flojamente alrededor de su cintura,
ella siempre haba sido el tipo de persona, que apesar de dar su mejor esfuerzo, mas all, de
lo que pareca. "Cmo me has encontrado?" Le pregunt.

Bueno dijo ella, alzando sus manos, con las palmas hacia afuera y hacia arriba para
establecer la escena ", era as. Me habas dicho que vivas en Wildflower Ridge, por lo que
- " "Lo hice? Le pregunt, tratando de recordar.

Claro. En el telfono ese da, recuerdas? Dijo ella. "As que me imagine, no puede ser
tan grande un barrio, verdad? Pero entonces, llegue aqu y es realmente enorme".
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Ech un vistazo a J amie, que estaba siguiendo esta historia, con una leve sonrisa en su
rostro. No tenia idea alguna sobre esto, o al menos eso esperaba.

"De todos modos continu Peyton " Yo estaba dando vueltas alrededor, totalmente
perdida, y luego finalmente slo me detuve al un lado de la carretera, y me di por vencida.
Y en ese momento, luego vi, a un chico totalmente caliente caminando con un perro por la
acera. As que baje mi ventana y le pregunte si te conoca."

Incluso antes de continuar, tuve la sensacin de lo que vena despus.

"Y te conoca!", Dijo, dando una palmada. "As que l me seal donde vivas. Muy buen
tipo, por cierto. Su nombre era"

"Nate", termine por ella.

"S!" Ella se ri de nuevo, demasiado fuerte, tuve otra bocanada de humo, an ms fuerte
esta vez. Como si yo no hubiera pasado aos ensendole respecto al enmascaramiento de
las mentas para el aliento. "Y aqu estoy. Con mucho trabajo pero llegue al fin."

"Es evidente dije, al igual que o cerrar la puerta que conduca al garaje desde la cocina.

"Hola?" Llamo Cora al rato. Las orejas de Roscoe, se animaron, trot hacia el sonido de su
voz. "Dnde estn todos?"

"Estamos aqu", respondi J aime. Un momento despus, ella apareci en la entrada del
vestbulo con la ropa de su trabajo, y el correo en una mano. "Ella es Peyton una amiga de
Ruby. Esta es Cora.

"Tu eres la hermana de Ruby?", Pregunt Peyton. "Eso es genial!"

Me di cuenta que Cora le dio a la vez una sutil mirada, entonces le tendi la mano.
"Encantada de conocerte".

"Yo igual", respondi Peyton, bombeando con impaciencia. "Realmente encantada."

Mi hermana estaba sonriendo amablemente. Su expresin apenas haba cambiado, slo lo
suficiente para que estuviera claro para m que haba visto y probablemente olido, lo que
J amie no. Al igual que la mam de Peyton, Cora no se perda de mucho. Bueno dijo ella.
"Creo que debemos pensar en cenar?"

Cierto dijo J amie. "Peyton, te quedaras?"

"Oh", dijo Peyton, "en realidad"

"No puede", termine por ella. "As que, bueno, yo voy a acompaarla a la puerta y darle un
recorrido, si eso est bien."
119

"Claro, claro", dijo J amie. A su lado, Cora estaba estudiando a Peyton, con los ojos
entrecerrados, cuando asent con la cabeza para que me siguiera a la cocina. "Asegrate de
mostrarle el estanque!"

"Estanque?", Dijo Peyton, pero para entonces yo ya estaba tirando de ella hacia afuera, la
puerta giratoria se cerr detrs de nosotras. Esper hasta que estuvimos a unos pocos
metros de la casa antes de parar y dar vuelta a enfrentarla.

"Qu ests haciendo?" Le pregunt.

Ella arque las cejas. "Qu quieres decir?"

"Peyton, no estoy ciega. Y mi hermana tampoco podra decirlo tambin." OH, ella no
podra saberlo", dijo con facilidad, agitando su mano. "Yo use gotas para los ojos".

Puse los ojos, sin molestarme siquiera en direccin a ella. "No deberas haber venido aqu."

Por un momento, pareca herida, a continuacin, contesto. "Y tu debiste haber llamado,"
contest ella. "Dijiste que ibas hacerlo. Recuerdas?"

Cora y J amie estaban en la ventana de la cocina ahora, mirando hacia nosotras. "Todava
me estoy instalado," le dije, pero se dio la vuelta, haciendo caso omiso de esto cuando se
acerc al estanque. De perfil y con su cola de caballo, pareca una nia pequea. "Mira,
esto es complicado, de acuerdo?"

"Para m, tambin," dijo ella, mirando hacia el agua. Cuando me sent a su lado vi que
estaba demasiado oscuro para ver algo, pero se poda escuchar la bomba en marcha, y el
salto del agua a la distancia. "Quiero decir, ha pasado mucho desde que te fuiste, Ruby."

Ech un vistazo hacia el interior. J amie se haba ido, pero Cora segua ah, y ella estaba
mirndome. "Cmo qu?"

Peyton me mir, se encogi de hombros. "Yo solo. . . ", Dijo ella en voz baja. "Quera
hablar contigo. Eso es todo. "

"Sobre qu?"

Ella tom una respiracin, y luego lo dej escapar cuando Roscoe apareci por la puerta del
perro y comenz a trotar hacia nosotros. Nada dijo, volvindose hacia el agua. "Quiero
decir, te echo de menos. Solamos pasar un rato todos los das, y luego desapareciste. Es
extrao." "Ya lo s dije. "Y creme, me gustara que las cosa pudieran ser como antes.
Pero no es slo una opcin. Esta es mi vida ahora. Al menos por ahora."

Lo considere, mientras vea el estanque y luego gire un poco, la casa se levantaba detrs de
nosotras. "Es diferente", dijo.

120
S asent. "lo es".

Al final, Peyton se qued menos de una hora, el tiempo suficiente para tener un tour, me
entere de los ltimos chismes de J ackson, y ella rechaz dos invitaciones ms de J amie para
quedarse a la cena, el cual pareca fuera de s por el hecho de que tena un amigo de verdad.
Cora, sin embargo, tuvo una opinin diferente, o de eso me enter ms tarde, mientras
estaba doblando mi ropa levante la mirada y la vi de pie en la puerta de mi dormitorio.

"As que," ella dijo, "hblame acerca de Peyton".

Me concentr en doblar mi ropa, hasta mis calcetines No hay mucho que decir."

"Han sido amigas desde hace mucho tiempo?"

Me encog de hombros. "Un ao ms o menos. Por qu? "

"No hay ninguna razn en particular." Ella se apoy contra la jamba de la puerta, viendo
como pasaba a doblar los pantalones vaqueros. "Ella pareca. . . algo distrada, supongo. No
es exactamente un modelo. "

Era tentador sealar que Cora no estaba exactamente en posicin de reclamar, pues no me
conoca muy bien. Pero me mord la lengua.

"De todos modos continu, "en el futuro, si pudieras dejarnos saber cuando vendr gente,
lo agradecera."

Haba venido apareciendo tanta gente, y solo uno de ellos se trataba de repente de un
problema. "Yo no saba que iba a venir", le dije. "Me olvid de ella, y ni siquiera saba
donde me estaba quedando."

Ella asinti con la cabeza. "Bueno, simplemente tenlo en cuenta. Para la prxima vez. "

La prxima vez, pens. Lo que sea. Claro dije en voz alta.

Segu doblando, esperando que ella dijera algo ms. Que siguiera insinuando cosas, tirando
de m a una discusin que no mereca, y que mucho menos quera tener. Pero en vez de eso
ella dio un paso atrs de la puerta y comenz andar por el pasillo hacia su habitacin. Un
momento despus, me llamo para darme las buenas noches, y respond en una especie de
palabras agradables, como una idea de ltimo momento para encontrar, en alguna parte, en
el espacio entre nosotras.

121
Captulo Siete

Traducido por Maka. mayi y Annae
Corregido por Helectra

Por lo general, trabajaba para Harriet de las tres y media hasta las siete, tiempo durante el
cual se supona que iba a comer un almuerzo tardo y hacer mandados. Invariablemente, sin
embargo, termin quedndose en torno a m, la mayor parte de mi turno, con su bolso en
mano, preocupada y movindose sin rumbo, incapaz de marcharse en realidad.

"Lo siento", ella haba dicho, pasando sobre m para ajustar la exposicin de un collar que
yo ya haba enderezado dos veces. "Es slo... Me gustan las cosas de cierta manera,
sabes?"

Lo saba. Harriet haba construido su negocio de la nada, justo despus de salir de la
escuela de arte, y el proceso haba sido difcil, involucrando lucha, compromiso ocasional
de la integridad artstica, y un poco cerca de la quiebra. Sin embargo, ella sigui adelante,
sola contra el mundo. Por lo cual, pens, era tan difcil para ella ajustarse al hecho de que
ahora habamos dos de nosotras.

Sin embargo, a veces su neurosis era tan molesta siguiendome, controlandome y haciendo
de nuevo cada cosa que hacia, asumiendo cada tarea, as que a veces pasaba turnos enteros
sin hacer nada en absoluto por eso me pregunt por qu se haba molestado en
contratarme. Un da, cuando no me haba, literalmente, dejado hacer nada ms que limpiar
el polvo por horas, finalmente le pregunt.

"De verdad?", Dijo. Asent con la cabeza. "Estoy abrumada. Mis rdenes tienen una copia
de seguridad, estoy constantemente detrs de mis libros, y completamente agotada. Si no
fuera por la cafena, estara muerta ahora mismo."

Entonces, deja que te ayude." "Estoy tratando." Ella tom un sorbo de su siempre presente
taza de caf. "Pero es difcil. Como he dicho, siempre he sido la nica mujer al mando. De
esa manera, yo soy responsable de todo, bueno y malo. Y tengo miedo de que si renuncio a
cualquier control..."

Esper a que terminara. Cuando no lo hizo, dije: "Vas a perder todo."

Sus ojos se abrieron. "S!", Dijo. "Cmo lo sabes?"

Al igual yo iba a ir all. "Supongo que suerte", le dije en su lugar.

"Este negocio es la nica cosa que he tenido que es todo mo", dijo. "Tengo un miedo de
muerte si algo pasa con l."
122

S le dije mientras ella tomaba otro trago de caf, "pero aceptar ayuda no tiene por qu
significar renunciar al control."

Se me ocurri, diciendo esto, que debia de seguir mi propio consejo. Recordando las
ltimas semanas, sin embargo la estancia con Cora, mi asunto de la universidad con J amie
me di cuenta de que tal vez ya tena que hacerlo.

Harriet estaba tan obsesionada con su negocio que, por lo que puedo decir, no tenia vida
personal alguna. Durante el da, trabajaba en el kiosco, en la noche, se iba directamente a
casa, donde permaneca hasta entrada la madrugada haciendo ms piezas. Tal vez as era
como ella lo quera. Pero haba claramente otros que acogeran con agrado un cambio.

Al igual que Reggie de Vitamin Me por ejemplo. Cuando iba por la comida, siempre se
detena para ver si necesitaba algo. Si las cosas eran lentas, iba a la deriva hacia el espacio
abierto entre nosotras dos puestos a darle a la lengua. Cuando Harriet deca que estaba
cansada, l inmediatamente ofreca un Complejo B* (vitaminas); si ella estornudaba, era
como un dibujo rpido con la equincea. Un da despus le trajo un t de hierbas y algunos
ginkgo biloba ella haba estado quejndose de que no poda recordar nada ms dijo ella,
"l es tan agradable. Yo no s por qu se da tantos problemas."

"Porque le gustas", le dije.

Ella sacudi la cabeza, sorprendida, y me mir. "Qu?"

"Le gustas", repet. Para m, esto era una obviedad, tan evidente como la luz del da. "T lo
sabes."

"Reggie?" Ella dijo, su tono sorprendido por lo que era claro que ella no lo sabia. No, no.
Slo somos amigos".

"El hombre te dio ginkgo, seal. "Los amigos no hacen eso."

"Por supuesto que s."

"Harriet, vamos."

"Ni siquiera s de qu ests hablando. Quiero decir, somos amigos, pero la idea de algo ms
que eso slo..." ella dijo, sin dejar de hojear los recibos. Entonces, de repente, ella me
mir, entonces, a Reggie, que estaba ayudando a una mujer con un poco de polvo de
protenas. "Oh, Dios mo. Realmente lo crees?"

"S", dije rotundamente, mirando el ginkgo, que haba apilado cuidadosamente en el
registro con una nota. Firmado con una cara sonriente. "Lo creo".

"Bueno, eso es simplemente ridculo", dijo ella, con el rostro lavado.

123
"Por qu? Reggie es bueno." "No tengo tiempo para una relacin", dijo ella, recogiendo el
caf y tomando un trago. Ahora miraba al ginkgo con recelo, como si fuera una bomba de
tiempo, no un suplemento. "Es casi Navidad. Esta es la poca ms ocupada del ao."

"No tiene que ser uno o el otro."

"Simplemente no hay manera", dijo rotundamente, sacudiendo la cabeza.

"Por qu no?"

"Debido a que no va a funcionar." Ella abri de golpe la caja registradora, metiendo los
recibos. "En este momento, slo puedo centrarme en m misma y en este negocio. Todo lo
dems es una distraccin."

Estaba a punto de decirle que no tena que ser verdad, necesariamente. Que ella y Reggie ya
tenan una relacin: eran amigos, y ella poda ver solo cmo pasar de all. Pero en realidad,
tena que respetar de donde vena, ni siquiera si en este caso no estaba de acuerdo con ella.
Despus de todo, me he determinado a ser una mujer de una sola operacin, y, aunque
ltimamente esto haba sido ms difcil de lo que parece. Yo descubr esto de primera mano
unos das antes, cuando estaba en la cocina con Cora, pensando en mis cosas, y de repente
me encontr dentro de los planes festivos de J amie.

Espera dijo Cora, mirando la camisa en la mesa frente a ella. "Qu es esto otra vez?"

"Nuestra tarjeta de Navidad!", Dijo J amie, alcanzando la bolsa que llevaba sacando otra
camisa tambin un botn de mezclilla, idntica a la suya y me la entrego a m.
"Recuerdas que dije que quera hacer una foto este ao?"

"Quieres que usemos camisas a juego?", pregunt Cora mientras l sacaba una ms,
sostenindola contra su pecho. "En serio?"

S dijo J amie. "Va a estar genial. Ah, y espera. He olvidado la mejor parte!"

Se volvi, corriendo de la sala al vestbulo. Cora y yo nos miramos la una a la otra por
encima de la mesa.

"Camisas a juego? Dije.

"No entres en pnico," dijo, aunque su propia expresin era apenas calmada. Ella mir la
camisa de nuevo. "Por lo menos, no todava."

"Vean esto", dijo J amie, regresando a la habitacin. Tena algo detrs de su espalda, que
ahora nos presento, con broche de oro. "Para Roscoe!" Era s una camisa de mezclilla.
De tamao para perro. Con una pajarita roja cosida. Tal vez debera haber estado ms
agradecida de no tener uno de esos, pero francamente, en ese momento, estaba demasiado
horrorizada.

124
"J amie", dijo Cora cuando l se agach debajo de la mesa. Oa golpes alrededor, junto con
algunos resoplidos, como supuse trat de disputarse con Roscoe, que haba estado
profundamente dormido, en su conjunto. "Estoy a favor de una tarjeta de Navidad. Pero
realmente crees que tenemos que estar a juego?"

"En mi familia, siempre llevbamos trajes a juego," dijo con voz apagada desde la parte
inferior de la mesa. "Mi mam acostumbraba a hacer suteres para todos nosotros con los
mismos colores. Luego posbamos, ya sabes, por las escaleras o la chimenea o lo que sea,
para nuestra tarjeta. As que esta es una continuacin de la tradicin." Yo mire a Cora. "Haz
algo," susurr y ella asinti con la cabeza, sosteniendo su mano.

"T sabes," dijo mientras J amie finalmente sala de la mesa con Roscoe, que no pareca
muy feliz y ya estaba abrindose paso por el lazo de la corbata, "Slo me pregunto si tal
vez una foto ordinaria servir. O tal vez slo una de Roscoe?"

La cara de J amie se cay. "No quieres hacer una tarjeta con todos nosotros?"

Bueno dijo, mirndome, "yo slo... Supongo que no es algo a lo que estamos
acostumbradas. Ruby y yo, quiero decir. Las cosas eran diferentes en nuestra casa. Ya
sabes".

Esto, por supuesto, era el eufemismo del siglo. Tengo algunos recuerdos de Navidad,
cuando mis padres todava estaban juntos, pero cuando mi pap se fue, l ms o menos se
llev el espritu de navidad de mi mam con l. Despus de eso, yo haba aprendido a temer
a las fiestas. Siempre haba bebido demasiado, no haba dinero suficiente, y con la escuela
cerrada yo estaba estancada con mi mam, y slo con mam, por semanas. Nadie estaba
ms feliz de ver el ao nuevo venidero de lo que yo lo estaba.

"Pero", dijo J amie ahora, mirando hacia abajo a Roscoe, que haba escupido y empapado
por completo la corbata de lazo y se haba trasladado ahora a masticar la manga de la
camisa, "Esa es una razn por la que realmente quera hacer esto."

"Cual es?"

"T", dijo. "Para ti. Quiero decir, y Ruby tambin, por supuesto. Porque, sabes, lo que se
perdieron todos esos aos."

Me volv a Cora de nuevo, esperando que bateara para nosotras de nuevo. En su lugar, ella
estaba mirando a su marido, y yo hubiera jurado que estaba desgarrada. Mierda.

"Sabes qu?", Dijo cuando Roscoe tosi un poco de pajarita. "Tienes toda la razn."

"Qu?" Le dije.

"Va a ser divertido", me dijo. "Y te ves bien en color azul."

Esto era un consuelo, sin embargo, una semana ms tarde, cuando me encontr posando por
125
el estanque, Roscoe posado en mi regazo, con J amie jugueteando con su trpode y el
disparador automtico.

Cora, a mi lado en su camisa, sigui dndome miradas de disculpa, que yo estaba
ignorando premeditadamente. "Tienes que entender", dijo bajo su respiracin cuando
Roscoe intent lamerme la cara. "l es as. La casa y la seguridad, la vida entera... l
siempre quiere darme lo que no tuve. Es muy dulce, en realidad."

"Aqu vamos!", Dijo J amie, corriendo a tomar su lugar en el otro lado de Cora.

"Preprate. Uno, dos..."

A las tres, la cmara hizo clic, a continuacin, hizo clic de nuevo. Ni en un milln de aos
pens, cuando vi las fotos ms tarde, apiladas al lado de sus blancos sobres en la isla de la
mesa. FELICES FIESTAS DE PARTE DE LOS HUNTERS! deca, y mirando la foto, casi
se poda pensar que yo era uno de ellos. Camisa azul y todo.

Yo no era la nica en ser forzada fuera de la zona de confort. Alrededor de una semana ms
tarde, yo estaba en mi casillero antes de la primera campana cuando sent el paso de alguien
a m lado. Me volv, suponiendo que era Nate la nica persona con la que realmente
siempre hablaba en la escuela de forma regular pero me sorprendi ver de pie a Olivia
Davis en su lugar. "Tenas razn", dijo. Sin un hola o cmo estas. No tena su telfono a la
oreja, tampoco, as que tal vez se trataba de un progreso.

"Sobre qu?"

Se mordi el labio, mirando a un lado por un momento cuando una pareja de jugadores de
ftbol pasaban, hablando en voz alta. "Su nombre es Melissa. La chica con la que mi novio
me estaba engaando."

"Oh," dije. Cerr la puerta de mi locker lentamente. "Cierto".

"Ha estado ocurriendo por varias semanas, y nadie me dijo, continu, sonando asqueada.
"Todos los amigos que tengo all, y todos con los que hablo con regularidad... pero de
alguna manera, simplemente no lo dijeron. Quiero decir, vamos."

No estaba segura de qu decir a esto. "Lo siento", le dije. "Eso apesta."

Olivia se encogi de hombros sin dejar de mirar a travs del pasillo. "Est bien. Mejor
saberlo a no, verdad?"

"Definitivamente," estuve de acuerdo.

"De todas formas," ella dijo, su tono enrgico de repente, toda entrada, "yo slo quera
decir, ya sabes, gracias. Por el dato."

"No hay problema."
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Su telfono son, aquel sonido ya familiar para m, desde su bolsillo. Ella lo saco,
mirndolo, pero no lo abri. "No me gusta deberle nada a la gente", me dijo. "As que slo
djame saber cuando necesites algo, De acuerdo?" "No me debes nada," dije, mientras su
telfono volvi a sonar. "Slo te di un nombre."

"Sin embargo. Cuenta." Su telfono son una vez ms, y ahora lo abri, ponindolo en su
odo. "Un segundo", dijo, luego cubri el receptor. "De todos modos, tenlo en mente."

Asent con la cabeza, y luego ella se fue volteando, caminando lejos, ya en su otra
conversacin. As que a Olivia no le gustaba deberle a la gente. Tampoco a mi. De hecho,
no me gusta el perodo de las personas, a menos que me dieran una razn para pensar lo
contrario. O por lo menos, esa es la manera en que yo haba sido, no hace mucho tiempo.
Pero ltimamente, estaba empezando a pensar que no era slo mi entorno lo que ha
cambiado. Ms tarde esa semana, Nate y yo estbamos saliendo del coche antes de entrar a
la escuela, Gervais ya haba salido a su ritmo de vrtigo habitual. En este punto, no
estbamos atrayendo tanta atencin haba otra Rachel Webster, supuse, proporcionando
granos al molino de chismes a pesar de eso todava recibamos algunas miradas. "As que
de todos modos," l me deca, "entonces me dijo que yo pens que tal vez, slo tal vez,
podra contratarme a mi y mi padre para tener su casa en orden. Quiero decir, tienes que
verla. Hay cosas amontonadas por todas partes correo, peridicos y la ropa. Dios.
Montones de ropa."

"Harriet?" Le dije. "En serio? Ella es tan organizada en el trabajo."

"Eso es en el trabajo, sin embargo," respondi. Quiero decir-"

"Nate!"

l se detuvo y se volvi para mirar por encima de una camioneta roja cercana, a un hombre
en una chaqueta de cuero y gafas de sol de pie junto a l. "Robbie", dijo. "Qu pasa?"

"T dmelo," llam el hombre nuevo. "El entrenador dijo que haz dejado el equipo para el
bien por ahora. Y ya tenias esa beca de la U en la bolsa, hombre. Qu pasa?"

Nate me mir, y puso su mochila ms arriba del hombro. "Estoy demasiado ocupado", dijo
mientras el chico se acerc. "Ya sabes cmo es."

S, pero vamos," respondi el chico. "Te necesitamos! Dnde est t lealtad superior?"

O a Nate decir algo, pero no poda entender ya que yo segu caminando. Esto claramente
no tena nada que ver conmigo. Yo estaba a mitad de camino en el pasto cuando eche un
vistazo detrs de m. Ya, Nate estaba alejndose del tipo de la chaqueta de cuero, su
conversacin haba terminado.

Yo slo tena un corto por el camino de entrada. El mismo que habra tomado sola, todo
este tiempo, si se deja a mi suerte. Pero a medida que me acercaba a la acera, tuve un
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destello de Olivia, su expresin reacia mientras ella estaba en mi locker. Era una sensacin
extraa, saber que estabas en deuda. An ms extrao, sin embargo, era ser consciente de
esto, sin gustarme, y an as encontrarte a ti mismo cavando ms profundo, al menos.
Como, por ejemplo, conscientemente frenando tus pasos por lo que an pareca accidental
para que alguien llegara a t por detrs, soltar un poco la respiracin, y caminar contigo el
resto del camino.

La imagen era de un grupo de personas de pie en un ancho porche. Por su apariencia
patillas y fuertes huellas en los hombres, vestidos flowy y el pelo largo en las mujeres
Supuse que fue tomada en algn momento en los aos setenta.

En la parte de atrs, la gente estaba de pie en filas al azar, en la parte delantera, los nios se
dejaban caer, con las piernas cruzadas. Un nio tena la lengua sobresaliendo, mientras que
dos nias al frente llevaban flores en el pelo. En el centro, haba una chica en un vestido
blanco, sentada en una silla, con dos mujeres de edad avanzada a cada lado de ella.

Tena que haber cincuenta personas en total, algunos parecindose entre s, otros sin lucir
como nadie a su alrededor. Mientras que unos pocos estaban mirando a la derecha a la
cmara con sonrisas fijas en sus rostros, otros se rean, mirando hacia un lado o al otro o el
uno al otro, como si ni siquiera fueran conscientes de que una foto estaba siendo tomada.
Era fcil imaginar al fotgrafo renunciando a tratar de recibir la atencin y en su lugar solo
chasqueando el obturador, esperando lo mejor.

Haba encontrado la foto en la isla cuando baje las escaleras, y yo la recog, llevndola a la
mesa para mirarla mientras coma mi desayuno. Para el momento en que J amie baj veinte
minutos ms tarde, yo desde haca mucho tiempo me haba trasladado al peridico y vea
mi horscopo, todava lo estaba estudiando.

Ah dijo, dirigindose directamente a la cafetera. "Has encontrado el anuncio. Qu te
parece?"

"Este es un anuncio?" Le pregunt. "Para qu?"

Se acerc a la isla. "En realidad dijo, buscando alrededor de algunos papeles, "ese no es el
anuncio. Este es."

Desliz otra hoja de papel delante de m. En la parte superior estaba la imagen que haba
estado mirando, con las palabras SE TRATA DE FAMILIA en mquina de escribir al estilo
de espesor de bloque de impresin por debajo de l. Debajo de eso haba otra foto, tomada
en el presente, de un grupo de veinteaeros que se reunieron en lo que pareca ser la zona
final de un campo de ftbol. Estaban en camisetas y jeans, algunos con los brazos alrededor
de los otros, otros con las manos levantadas en el aire, claramente celebrando algo. SE
TRATA DE AMIGOS, deca por debajo. Por ltimo, una tercera imagen, que era de una
pantalla de computadora, llena de pequeas fotos de caras sonrientes. Mirando ms de
cerca, pude ver que eran las mismas que en las otras imgenes, recortadas y cultivadas
hacia abajo y en fila de extremo a extremo. Por debajo, deca, SE TRATA DE
CONEXIN: UME.COM.
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"La idea", explic J amie encima de mi hombro, "es que mientras la vida se est haciendo
tan individualista todos tenemos nuestros propios telfonos, nuestras propias cuentas de
correo electrnico, nuestro propio todo seguimos utilizando esas cosas para llegar a los
otros. Amigos, familia... todos son parte de las comunidades que hacemos y confiamos. Y
UME te ayuda a hacer eso."

"Wow," dije.

"He gastado miles en una agencia de publicidad", dijo, alcanzando la caja de cereal entre
nosotros, "horas perdidas en reuniones interminables, y una gran presin a punto de caer en
cualquier momento. Y todo lo que puedes decir es 'wow'?"

"Es mejor que 'es una mierda'", dijo Cora, entrando en la cocina con Roscoe en sus talones.
"Correcto?" "A tu hermana", J amie me dijo en voz baja, "no le gusta la campaa".

"Yo nunca dije eso", le dijo Cora, tirando de la nevera para abrirla y sacar un envase de
galletas mientras Roscoe diriga su cabeza en mi direccin, olfateando el suelo. "Slo dije
que pienso que a tu familia no le gustara ser destacados, alrededor de 1976, en revistas y
marquesinas de autobuses en todo el pas."

Mir hacia atrs a la foto superior, a continuacin, a J amie. "Esta es tu familia?"

"S," dijo.

"Y eso ni siquiera son todos ellos", aadi Cora, poniendo unos waffles en el horno
tostador. "Puedes creer eso? No son una familia. Son un tribu."

"Mi abuela era una de seis hijos", explic J amie.

Ah le dije.

"Debiste haberlos visto cuando nos casamos", dijo Cora. "Me sent como si me hubiera
estrellado en mi propia boda. Yo no conoca a nadie."

Tome un latido para la torpeza que sigui esta declaracin golpearme, pero cuando lo hizo,
todos lo sentimos. J amie mir hacia m, pero me centre en terminar el poco cereal que
haba tomado, masticando cuidadosamente cuando Cora se sonroj y volvi la atencin al
horno tostador. Tal vez hubiera sido ms fcil en realidad reconocer las rarezas que eran
nuestro extraamiento y el hecho de que mi mam y yo ni siquiera sabamos que Cora se
haba casado, y mucho menos ser invitados a la boda. Pero, por supuesto, no lo hicimos. En
su lugar, nos sentamos all, hasta que de pronto el detector de humo se encendi,
rompiendo el silencio.

"Mierda", dijo J amie, saltando mientras el pitido ensordecedor llenaba la habitacin.
Inmediatamente mir a Roscoe, cuyos odos se haban puesto planos sobre su cabeza.

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"Qu se est quemando?"

"Es este estpido horno tostador ", dijo Cora, tirando de la puerta hasta abrirla y agitando la
mano de un lado al otro delante de l. "Siempre lo hace. Roscoe, cario, est bien-"

Pero ya era demasiado tarde. El perro ya estaba saliendo como un rayo de la habitacin, a
modo de pleno vuelo, el camino que haba tomado la ltima semana ms o menos. Por
alguna razn, la ansiedad de Roscoe por el aparato haba ido en aumento, impulsado no
slo por el horno, si no por lo que sea que en la cocina sonara o tuviera el potencial para
hacerlo.

El detector de humo, sin embargo, segua siendo su mayor temor. El cual, me di cuenta,
significaba que en este momento probablemente estaba en el armario de mi bao, su
escondite favorito de los ltimos tiempos, temblando entre mis zapatos y a la espera de que
el peligro pasara.

J amie agarr la escoba, hasta llegar a ella para golpear el botn de reinicio del detector, y,
finalmente, el pitido se detuvo. Cuando l se baj y regres a la mesa, Cora le sigui,
cayendo en una silla con su waffle, que luego mordisqueaba a medias.

"Puede ser el momento de llamar a un profesional", dijo despus de un momento.

"Yo no voy a poner al perro bajo antidepresivos", J amie le dijo, levantando el peridico y
escaneando la primera pgina. "No me importa lo relajado que Denise Dachshund es
ahora."

"Lola es un malts", dijo Cora, "y no necesariamente significa eso. Tal vez hay algn tipo
de entrenamiento que podemos probar, algo que le ayudar."

"No podemos seguir mimndolo, aunque," dijo J amie. "Sabes lo que los libros dicen. Cada
vez que lo recojas o lo calmes cuando est vuelto loco, que ests reforzando el
comportamiento."

"As que prefieres que nos quedemos aqu y dejemos que l sea traumatizado? "

"Por supuesto que no", dijo J amie.

Cora dej el waffle, limpindose la boca con una servilleta. "Entonces yo creo que tiene
que haber una manera de reconocer su miedo y al mismo tiempo-"

"Cora". J amie dej el peridico. "Es un perro, no un nio. Esto no es un problema de
autoestima. Es fsil. De acuerdo?"

Cora lo mir por un momento. Entonces empuj hacia atrs su silla, se puso de pie y se
dirigi a la isla, dejando caer el plato en el fregadero con un ruido metlico fuerte.

Al salir de la habitacin, J amie suspir, se pas una mano por la cara y dej la foto de
130
familia de nuevo a m lado. Una vez ms, me encontr estudiando: los rostros variados,
algunos sonrientes, otros no, la piel suave de las mujeres de edad avanzada, que estaban
mirando a la derecha en la cmara. Al otro lado de la mesa, J amie estaba sentado all,
mirando hacia el estanque.

"Me gusta el anuncio, ya sabes", le dije finalmente. "Es genial."

Gracias dijo, distrado.

"Estas en esta imagen?" Le pregunt.

Mir mientras empujaba su silla y se puso de pie. No. An faltaba tiempo. Vendra en
unos cuantos aos ms. Esa es mi mam, sin embargo, la del vestido blanco. Era el da de
su boda. "

Al salir de la habitacin, observ de nuevo la foto, y a la nia en el centro, notando cuan
serena y feliz se vea rodeada de toda esa gente. No me poda imaginar lo que sera ser uno
de tantos, no slo padres y hermanos, sino tambin primos y tas y tos, una tribu entera
para reclamar como propia. Tal vez se sintiera uno perdido en la multitud. O protegidos por
ella. En cualquier caso, una cosa era segura: nos guste o no, nunca estara sola.

Quince minutos ms tarde estaba de pie en la calidez del vestbulo, esperando a Nate en la
entrada de la casa, cuando son el telfono.

"Cora?", Dijo la persona que llamaba, saltandose un hola.

No dije. "Soy-"

"Oh, Ruby, hola!", Era la voz de una mujer, completamente alegre. "Es Denise, la vieja
compaera de habitacion de Cora, de la fiesta?"

Cierto. Hola," dije, volviendo la cabeza cuando Cora bajaba las escaleras, con un maletn
en la mano.

"Entonces, cmo es la vida?", Pregunt Denise. "La escuela est bien? Tiene que ser un
gran ajuste, a partir de un nuevo lugar. Sin embargo, Cora dijo que no es la primera vez que
has cambiado de escuelas. Personalmente, yo viva en el mismo lugar toda mi vida entera,
que en realidad no es mucho mejor, en realidad, porque" "Aqu est Cora ", le dije,
sosteniendo el telfono a cabo mientras llegaba al ltimo escaln.

"Hola?", Dijo Cora cuando ella me lo quit. "Oh, eh. S. A las nueve." Lleg hasta ella,
metiendo un poco de su pelo detrs de la oreja. "Lo har."

Me acerqu a la ventana junto a la puerta, en busca de Nate. Por lo general era puntual, y
cuando l no lo era, que era a menudo porque Gervais tena problemas para levantarse por
la maana y era arrastrado a menudo hacia el coche por su madre ayudndolo.

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"No, yo estoy bien", dijo Cora. Ella haba ido por el pasillo, pero slo a unos pocos pasos.
"Las cosas estn slo un poco tensas. Te llamo despus, de acuerdo? Gracias por
recordarlo. S. Adis."

Hubo un sonido cuando ella colg el telfono. Cuando la mire, dijo: "Mira. Acerca de
antes, y lo que he dicho acerca de la boda. . . . No fue mi intencin hacerte sentir
incmoda."

"Est bien", le dije al igual que el telfono son de nuevo. Ella lo mir, y luego respondi.

"Hey Charlotte. Te puedo llamar de vuelta? Estoy un poco en medio de-S. Nueve am
Bueno, esperemos." Ella asinti con la cabeza. Ya lo s. Positividad. Te dejar saber cmo
va. Muy bien. Adis. "

Esta vez, cuando colg, suspir, se sent en el escaln inferior, con el telfono a su lado.
Cuando ella me vio mirndola, dijo, "tengo una cita con el mdico esta maana."

"Oh," dije. "Esta todo, ests bien?"

"No s", respondi ella. Luego se apresur a aadir: "Quiero decir, estoy bien, mi salud
quero decir. Yo no estoy enferma o algo as."

Asent con la cabeza, sin saber qu decir.

"Es solo. . ." Ella se alis la falda con ambas manos. "Hemos estado tratando que quede
embarazada por un tiempo, y simplemente no sucede. As que estamos yendo con un
especialista. "

"Oh," dije otra vez.

"Est bien", dijo ella rpidamente. "Mucha gente tiene problemas de este tipo. Slo pens
que deberias saberlo, en caso de que alguna vez recibas un mensaje de la oficina de un
doctor o algo as. Yo no quiero que te preocupes."

Asent con la cabeza, volvindome hacia la ventana. Este sera un buen momento para que
Nate apareciera, pens. Pero por supuesto no lo hizo. Gervais estpido. Y entonces o a
Cora soltando un suspiro.

"Y como iba diciendo, acerca de antes", dijo. "Acerca de la boda. Yo solo. . . Yo no quiero
que te sientas como yo. . . "

"Est bien", le dije otra vez.

". . . todava enojada por eso. Porque no lo estoy.

Me tome un momento para procesar esto, al igual que la frase se vino abajo entre nosotros
y yo tena que decir las palabras de nuevo juntas. "Enojada?", Dije finalmente. "Sobre
132
qu?"

"T y mam no vinieron", dijo. Ella suspir. "Mira, no tenemos que hablar de esto. Es
historia antigua. Pero esta maana, cuando dije lo de la boda, slo te vea tan incmoda, y
yo saba que probablemente te sentas mal. As que pens que tal vez seria mejor borrar
slo el aire. Como he dicho, yo no estoy enojada."

"No nos invitaste a tu boda," le dije.

Ahora ella se sorprendi. S dijo lentamente. "Yo lo hice."

"Bueno, entonces la invitacin se habra perdido en el correo, porque"

"Se la lleve a mam, Ruby", dijo.

"No, no lo hiciste." Tragu, tomando un respiro. "Tu. . . tu no has visto a mam en aos."

"Eso no es cierto", dijo simplemente, como si yo le hubiera dicho todo en un mal momento,
alguna mentira. "Lleve la invitacin personalmente, en el lugar en el que ella estaba
trabajando en ese momento. Yo te quera all."

Coches pasaban por la entrada, y yo saba que cualquier momento uno de ellos sera de
Nate, y que tendra que irme. Pero en ese momento, yo ni siquiera poda moverme. Yo
estaba pegada a la ventana, como si alguien hubiera golpeado el aire fuera de m. "No," dije
otra vez. "Tu desapareciste. Fuiste a la universidad, y te fuiste. No habamos odo de ti."

Ella baj la vista hacia su falda. Luego, en voz baja, dijo, "Eso no es cierto."

"As es. Yo estuve all. Pero incluso a m, me pareca seguro, en el momento en el que yo
quera que todo fuera absolutamente verdad. "Si alguna vez hubieras intentado comunicarte
con nosotras-"

"Por supuesto que trat de localizarlas", dijo. "Quiero decir, un tiempo intente
encontrarte estaba sola-"

De repente, dej de hablar. A mitad de la frase, quedndose sin aliento. En el silencio que
sigui, un BMW rojo pas por delante, a continuacin, una camioneta azul. La gente
normal, frente a su vida normal. Espera dijo ella despus de un momento. "T sabes todo
eso, no? Tienes que saberlo. No hay manera de que ella pudiera haber "

"Tengo que irme le dije, pero cuando me agache para tomar pomo de la puerta y lo retorci,
la o levantarse y llegando detrs de m.

"Ruby, mrame", dijo, pero yo me qued donde estaba, frente a la pequea grieta de la
puerta, sintiendo el aire fro que vena a travs. "Lo nico que quera era encontrarte. El
tiempo que estuve en la universidad, y despus. . . . Yo estaba tratando de salir de all."

133
Ahora, por supuesto, Nate llego a la acera. Perfecta sincronizacin. "Te fuiste aquel da,
para la escuela", dije, dando vuelta a su cara. "Nunca regresaste. Nunca llamaste o
escribiste ni para las vacaciones."

"Es eso lo que realmente piensas?", Pregunto.

"Eso es lo que yo s."

"Bueno, ests equivocada", dijo. "Piensa en ello. Todos esas mudanzas, todas esas casas.
Una escuela diferente cada vez. Los puestos de trabajo que nunca podras tener, el telfono
que estaba conectado rara vez, y luego nunca su nombre real. Te has preguntado alguna
vez por qu pona direcciones falsas en todas tus cosas de la escuela? Crees que era algn
tipo de accidente? Tienes alguna idea de lo difcil que fue para m que te encontrara?

"No trataste," dije, y ahora mi voz se resquebrajaba, fuerte y dbil, se levantaba en el gran
espacio por encima de nosotros.

"Lo hice", dijo Cora. A distancia, desde fuera, escuch un sonido: Nate, perdiendo la
paciencia. "Durante aos lo hice. Incluso cuando ella me dijo que lo dejara, que no quera
tener nada que ver conmigo. Incluso cuando ignoraba mis cartas y mensajes."

Mi garganta estaba seca y dura, mientras trataba de tragar.

"-todava segu yendo, buscndote, para que fueras a la boda. Ella jur que te dara la
invitacin, te dara la opcin de venir o no. En ese momento la haba amenazado con llegar
a los tribunales involucrados para que yo pudiera verte, que era la ltima cosa que quera,
as que me prometi. Ella me prometi, Ruby. Pero no poda hacerlo. Se mud de nuevo
hacia otro lugar. Ella tena tanto miedo de estar sola, de que t partieras, tambin, que ella
nunca te dio la oportunidad. Hasta este ao, cuando saba que estaras yndote cuando
cumplieras los dieciocho aos, y que podras, y muy probablemente lo haras. Entonces,
qu hizo ella?"

"Ya basta", le dije.

"Ella te dej," concluy ella. "Te quedaste sola, en esa casa sucia, antes de que ella se
quedara sola."

Sent el aumento en la garganta, un sollozo, un grito, y con la espalda hacia ella, con
lgrimas en mis ojos, y me odiaba por llorar, mostrar mi debilidad aqu. "T no sabes de lo
que ests hablando", le dije.

"Lo hago." Y ahora su voz era suave. Triste. Al igual que ella senta lstima por m, que era
la cosa ms vergonzosa de todas. "Esa es la cosa. Que lo hago." Nate son de nuevo, ms
fuerte y ms largo esta vez. "Tengo que irme," dije, tirando la puerta abierta.

Espera dijo Cora. "No slo-"

134
Pero corr hacia el exterior, cerrando la puerta detrs de m. Yo no quera hablar ms. Yo no
quera nada, salvo un momento de paz y tranquilidad para estar sola y tratar de entender
qu es exactamente lo que acababa de suceder. Todos esos aos haba muchas cosas que no
poda confiar, pero esto, la historia de lo que haba sucedido a mi familia, siempre haba
sido un hecho, que entenda. Ahora, sin embargo, no estaba tan segura. Qu hacer cuando
tienes solamente dos personas en tu vida, ninguno de los cuales ha sido capaz confiar
plenamente, y sin embargo tienes que creer en uno de ellos?

O la puerta abierta de nuevo. "Ruby", llamo Cora. "Espera un segundo. No podemos
dejarlo as".

Pero esto, tambin, no era cierto. Dejarlo era fcil. Era todo lo que fue tan condenadamente
duro.

Yo slo cerr la puerta del carro y me puse el cinturn de seguridad para que arrancara.

"Qu te pasa? Te ves como mierda."

No hice caso de Gervais, en lugar mantuve la mirada fija al frente. Sin embargo, yo poda
sentir a Nate que me miraba, preocupado, le dije: "Estoy bien. Vmonos." Le tom un
momento, pero luego arranco y se alej.

Las primeras cuadras, slo trat de respirar. No es verdad, me qued pensando, y sin
embargo al siguiente latido todo volvi: las mudanzas y nuevas escuelas, y el papeleo que
siempre amaaba -direccin, telfono,- por los propietarios los acreedores. Los telfonos
que nunca fueron conectados, el anuncio de la graduacin que mam haba dicho que fue
enviado slo de forma automtica. Slo t y yo, nena. Slo t y yo.

Tragu saliva, manteniendo mis ojos en la parte posterior del autobs en frente de nosotros,
que estaba cubierto con un anuncio que deca ES UNA FIESTA DE ENSALADAS!
Estreche mi atencin slo a estas cinco palabras, mantenindolos en el centro de mi visin,
aun cuando hubo un eructo fuerte, arrancando desde detrs de m.

"Gervais." Golpeo Nate el botn de la ventana. Cuando se baj, dijo, "Qu es lo que
acabamos de pasar una media hora hablando con mam?"

"No s", respondi Gervais, riendo.

Entonces djame refrescar la memoria," dijo Nate. "Los eructos y pedos y rudeza paran
justo ahora. O si no-".

"O si no qu?"

Llegamos a un semforo en rojo, y Nate se dio la vuelta, y luego se ech hacia atrs entre
nuestros asientos. De repente, estaba tan cerca de m que ni siquiera en mi estado distrado
que no poda dejar de respirar el aroma de la sudadera que tena en USWIM: una mezcla de
agua limpia y cloro, el olor del agua. "O si no," dijo, su voz sonaba muy poco-como Nate,
135
severo y grave, "tu te regresaras con los McClellans".

"De ninguna manera!", Dijo Gervais. "Los McClellans son alumnos de primer grado.
Adems, tendra que caminar desde la escuela elemental".

Nate se encogi de hombros. "As que tendrs que levantarte ms temprano." "No me gusta
levantarme temprano", chill Gervais. "Ya es demasiado pronto!"

Entonces, deja de ser un dolor en el culo," Nate le dijo, volvindose en torno cuando la luz
cambio.

Un momento despus sent la mirada de Nate. Yo saba que l probablemente esperaba un
agradecimiento, ya que haba ido claramente con la seora Miller, por la maana para
hablar de Gervais, por lo que haba dicho, tratando de hacer las cosas mejor. Pero yo estaba
tan cansada, que de repente, de ser el caso de todo el mundo la caridad. Nunca le pregunt a
nadie que me ayudara. Si se sinti obligado de todos modos, era su problema, no el mo.

Cuando entr a los cinco minutos ms tarde, por primera vez le gan a Gervais salir del
coche, empujando la puerta abierta antes de que estuviramos en un punto. Yo ya estaba en
una fila de coches de distancia cuando Nate grit detrs de m. "Ruby", dijo. "Esprame."

Pero no lo hice, no esta vez. Me limit a seguir, a caminar ms rpido. En el momento en
que llegu a la entrada, la primera campana no haba sonado todava, y la gente estaba en
todas partes, presionando en todos los lados. Cuando vi la puerta del bao, slo me dirig
directamente hacia l.

En el interior, haba chicas comprobando en los lavabos su maquillaje y hablando por
telfono, pero los puestos estaban vacos, mientras caminaba junto a ellas, cayendo en el de
la pared y cerrando la puerta. Entonces me apoye en ella, cerrando los ojos.

Todos esos aos haba dado a Cora por prdida, la odiaba por haberme dejado. Qu pasa si
me haba equivocado? Qu pasa si, de alguna manera, mi madre haba logrado mantener
distancia, con la nica otra persona que haba tenido alguna vez? Y si lo hubiera hecho,
por qu? Ella me dejo, Cora haba dicho, y fueron estas tres palabras, entonces y ahora,
que haba escuchado con mayor claridad todo, cortando a travs de los ruidos en mi cabeza
como una persona hablando al odo. Yo no quera que esto tuviera sentido, que ella
estuviera en lo cierto de ninguna manera. Pero incluso yo no poda negar la lgica de la
misma. Mi madre haba sido abandonada por un marido y una hija, que haba tenido
bastante de ser dejada. As que ella haba hecho lo que tena que hacer para asegurarse de
que no volviera a suceder. Y esto, por encima de todo, lo pude entender. Fue lo mismo que
yo haba estado planeando hacer.

Son el timbre de arriba, y el cuarto de bao lentamente se vaci, golpeando la puerta
abierta y cerrada cuando la gente se diriga a la clase. Entonces, finalmente, se qued en
silencio, los pasillos vacos, el nico sonido del aleteo de la bandera sobre la entrada, que
poda escuchar desde las altas ventanas entreabiertas que corra a lo largo de la pared
cercana.
136

Cuando yo estaba segura de que estaba sola, sal del bao y me acerque a los lavabos,
dejando caer el bolso a mis pies. Sobre cargndome hacia el espejo, me di cuenta de que
Gervais tena razn: me vea terrible, mi cara estaba roja y con manchas. Me agach,
observando mis dedos, recog la llave en mi cuello, y luego la encerr bien entre mis
manos.

"Te lo dije, tuve que conseguir un pase para salir", o una voz que de pronto son desde el
exterior. "Debido a que este lugar es como una prisin, de acuerdo? Mira, agrrate fuerte.
Estar all tan pronto como pueda."

Mir hacia afuera, justo a tiempo para ver qu pasaba, Olivia, con telfono a la oreja,
caminando por el corredor hasta el estacionamiento. Tan pronto como la vi tomar las llaves
de su mochila, agarr mi mochila y la segu. Me encontr con ella por una hilera de
armarios justo cuando estaba guardando su telfono en su bolsillo trasero. "Oye", grit, mi
voz rebotando en el pasillo vaco a nuestro alrededor. "A dnde vas?"

Cuando se dio la vuelta y me vio, su expresin era cuidadosa, en el mejor de los casos. Por
otra parte, con la cara manchada, por no mencionar que estaba completamente sin aliento,
no exactamente poda culparla. "Tengo que ir a buscar a mi prima. Por qu?"

Me acerqu, tomando un respiro. "Necesito un aventn."

"A dnde?"

"A cualquier lugar."

Ella arque las cejas. "Voy a J ackson, luego a casa. A ningn otro lugar. Tengo que estar de
vuelta aqu la tercera clase. "

"Eso est bien," le dije. "Perfecto, de hecho."

"Tienes un pase?"

Negu con la cabeza.

"As que quieres que yo slo te lleve fuera de la escuela de todos modos, arriesgando mi
culo, a pesar de que es totalmente en contra de las reglas?"

S dije.

Ella neg con la cabeza, "No hay trato."

"Pero vamos a ser cuidadosas", aad. "No me debes nada ms."

"Esto es mucho ms que lo que te debo", dijo. Estudi mi rostro por un momento, y yo me
qued all, esperando su veredicto. Ella estaba en lo cierto, esto era probablemente estpido
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de mi parte. Pero yo estaba cansada de jugar a la inteligente. Cansada de todo.

"Muy bien", dijo ella finalmente. "Pero yo no te voy a llevar de aqu. Dirgete al Zip Quik,
ah te recojo. "

"Hecho," le dije, tirando de mi bolsa por encima del hombro. "Nos vemos all."

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Captulo Ocho

Traducido por Dr. Clo
Corregido por Nyx.Alexa

Cuando me deslic en el asiento delantero diez minutos despus, mi pie inmediatamente
toc algo, luego lo aplast. Bajando la mirada, vi que era un cubo de palomitas de maz, de
la clase que compras en el cine, y no estaba solo: haba por lo menos cuatro ms rodando
por el piso.

Trabajo en el Vista Ten, explic ella, con el motor haciendo pt pt pt mientras lo pona
marcha atrs. La paga es mala, pero tenemos todas las palomitas de maz gratis que
queramos.

Correcto, dije. Ahora que lo pienso, eso explicaba el olor a mantequilla.

Salimos al camino principal, luego nos incorporamos en el trfico y nos dirigimos a la
autopista. Haba pasado tanto tiempo yendo con J aime y Nate que casi me haba olvidado
lo que era ir en un coche comn; es decir, uno que no fuera nuevo y acondicionado con
todos los posibles dispositivos extras. El Toyota de Olivia estaba maltratado, la rstica tela
de los asientos tena varias manchas visibles, y haba uno de esos prismas colgando de un
cordn en el espejo retrovisor. Me recordaba al Subaru de mi madre, el pensamiento me dio
una punzada que apart con rapidez, enfocndome en cambio en la entrada a la autopista,
que se levantaba a la distancia.

Entonces, cul es el problema? pregunt Olivia mientras nos adentrbamos en el trfico,
con su amortiguador matraqueando.

Con qu?

Contigo.

No hay problema, dije, inclinndome hacia atrs y apoyando los pies en el salpicadero.
Ella mir mis pies con intencin. Los volv a bajar. As que slo decidiste salirte de la
escuela por el placer de hacerlo, dijo.

Ms o menos.

Nos estbamos acercando, pasando otra salida. La de J ackson era la siguiente.

Ya sabes, dijo, no puedes slo aparecer y pasearte por el campus. No son tan
organizados como en Perkins, te echarn de una patada.

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No voy a ir al campus, le dije.

Cuando llegamos a la colina cinco minutos ms tarde y J ackson apareci a la vista
grande, desgarbado, con remolques alineados detrssent relajarme. Despus de tantas
semanas de estar fuera de lugar, era lindo finalmente ver algo familiar. Olivia aparc en el
frente, donde haba una fila de descoloridos bancos. Sentada en el ltimo, haba una nia
negra de cabello corto y gafas. Cuando nos vio, se par lentamente y comenz a arrastrar
los pies en nuestra direccin.

Oh, mira esto, dijo Olivia en voz alta, bajando la ventanilla. Parece que alguien debera
haber escuchado a alguien que dijo que quizs correr una milla no era tan buena idea.

No es a causa de la carrera, mascull la nia, abriendo la puerta trasera y deslizndose
con cuidado en el asiento. Creo que tengo gripe.

Todos los libros dicen que debes empezar lento, continu Olivia. Pero t no. T tienes
que salir a la carrera el primer da. Slo cllate y dame un poco de Advil, por favor?

Olivia revole los ojos, luego se inclin sobre m y abri la guantera. Sac un frasco de
pldoras, luego la tir sobre el hombro. Esta es Laney, por cierto, dijo Olivia, golpeando
la guantera al cerrarla. Ella cree que puede correr una maratn.

Es una carrera de 5 kilometros" dijo Laney. Y un poco de apoyo sera agradable.

Soy de apoyo, le dijo Olivia, volvindose en el asiento. Te apoyo tanto que soy la nica
que te dice que esto no es una buena idea. Que tal vez, slo tal vez, podras lastimarte.

Laney se limit a mirarla mientras se tragaba dos Advils, luego le volvi a poner la tapa.
El dolor es parte de correr, dijo. Es la razn por la cual es un deporte de resistencia.

No sabes nada de resistencia! Olivia se volvi hacia m. Una noche ella ve a esa loca
Kiki Sparks en uno de esos comerciales, hablando de orugas, mariposas y potencial, y
estableciendo metas de aptitud. Lo prximo que sabes es que ella piensa que es Lance
Armstrong.

Lance Armstrong es una ciclista, seal Laney, haciendo una mueca mientras se
acomodaba. Esa ni siquiera es una analoga vlida.

Olivia carraspe pero se guard los comentarios mientras arrancaba para volver. Mientras
pona el intermitente para doblar hacia la izquierda, dije, te importara ir para el otro
lado? No es lejos.

No hay nada hacia all, salvo bosque, dijo.

Slo tomar un minuto. La vi mirar a Laney por el espejo retrovisor, pero entonces,
estaba girando, lentamente, con el motor traqueteando mientras nos dirigamos colina
arriba. El estacionamiento dio paso a dos estacionamientos ms, que despus se
140
convirtieron en matorrales. Cerca de media milla ms adelante, le dije que redujera la
velocidad.

Aqu est bien, dije cuando aparecimos en el claro. Efectivamente, haba dos coches
aparcados all, y poda ver a Aaron, el ex de Peytonun gordito con cara de beb que
intentaba contrarrestarlo vistindose todo de negro y frunciendo mucho el ceosentado
en uno de ellos, fumando un cigarrillo. Gracias por traerme.

Olivia mir hacia all, luego hacia m. Quieres ir all?

Si, dije.

Ella evidentemente estaba escptica. Cmo planeas volver?

Encontrar la manera, dije. Sal del coche y recog mi bolso. Ella aun me miraba, as que
agregu, Mira, no te preocupes.

No estoy preocupada, dijo. Ni siquiera te conozco.

An as, mantuvo sus ojos en m mientras Laney abra la puerta trasera y sala lentamente,
tomndose su tiempo para abrirse camino hacia el asiento delantero. Cuando cerr la
puerta, Olivia dijo, Sabes, puedo llevarte a casa, si quieres. Quiero decir, ya estoy
perdiendo mi tercer perodo para este momento, de cualquier manera, gracias a Laney.

Sacud la cabeza. No, estoy bien. Te ver en la escuela, de acuerdo?

Asinti lentamente mientras yo palmeaba el techo del coche, luego me volv y me dirig
hacia el claro. Aaron entorn los ojos hacia m, luego se sent ms derecho. Hey, Ruby,
llam mientras me acercaba. Bienvenida de nuevo.

Gracias, dije, saltando sobre la capota a su lado. Olivia se haba quedado dnde la dej,
observndome desde detrs del volante, pero ahora avanzaba, girando en el callejn, el
motor haciendo pt pt pt. El prisma que colgaba del espejo retrovisor capt la luz por un
momento, lanzando destellos, y entonces, nos estaba pasando, hacia la colina y fuera de la
vista. Es bueno estar aqu.

En realidad haba venido buscando a Peyton, quien tena un segundo periodo libre y por lo
general omita el tercero para vomitar, paseando los dos en el claro. Pero Aaron, cuyo
horario era flexible debido a una reciente expulsin, afirm que no la haba visto, as que
me dispuse a esperar. Eso debe haber sido hace un par de horas.

Hey.

Sent que algo me tocaba el pie. Luego otra vez, ms fuerte. Cuando abr los ojos, Aaron
estaba ofrecindome un porro, la punta ardiendo. Intent enfocarme en ello, pero segua
borrndose, ligeramente hacia un lado y luego hacia el otro. Estoy bien, dije.

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Oh, s, dijo rotundamente, llevndoselo a la boca y dando una calada profunda, En el
negro de su camiseta y jeans, la piel blanca pareca tan plida, casi radiante. Ests
simplemente bien.

Me reclin, entonces sent que mi cabeza golpeaba fuertemente contra algo detrs de m.
Volvindome apenas, vi huellas gruesas, pendientes de metal, y pude oler goma. Sin
embargo, me tom otro minuto, darme cuenta que estaba sentada contra un coche. Haba
csped debajo de m y rboles a m alrededor; levantando la mirada, puede ver un brillante
cielo azul. Todava estaba en el claro, aunque no estaba exactamente segura de cmo haba
llegado al suelo.

Esto era porque tambin estaba muy borracha, resultado de la pinta de vodka que habamos
compartido poco despus de mi llegada. Eso por lo menos lo recordaba al menos en parte
a l sacando una botella de su bolsillo junto con un par de cajas de cartn de jugo de
naranja que alguien haba robado de la cafetera durante el desayuno. Habamos vertido un
poco de ambos en una taza vaca, luego lo sacudimos, estilo cctel, y brindamos en el
asiento delantero, con la radio retumbando. Y lo repetimos hasta que se acab el jugo de
naranja. Luego cambiamos a tragos directos, cada uno quemando un poco menos mientras
bajaban.

Maldita sea, haba dicho l, limpindose la boca al pasarme la botella. El viento haba
estado soplando, todos los rboles balancendose, y todo se senta distante y cerca al
mismo tiempo, simplemente correcto. Desde cundo eres tan borrachina, Cooper?

Desde siempre, record haberle dicho. Est en mis genes.

Ahora dio otra gran calada, chisporroteando un poco mientras la mantena dentro. Senta la
cabeza pesada, fluida, mientras l exhalaba el humo a travs de m. Cerr los ojos,
intentando perderme en ello. Aquella maana, todo lo que haba querido era abstraerme,
bloquear todo lo que haba escuchado decir a Cora acerca de mi mam. Y por un rato,
sentada con l y cantando junto a la radio, lo haba conseguido. Ahora, sin embargo, poda
sentirlo cernindose de nuevo sobre m, simplemente agazapado fuera de la vista.

Hey, dije, forzando mis ojos a abrirse y girando la cabeza. Dame una calada de eso.

l lo tendi. Mientras lo intentaba tomar a tientas, cay al suelo entre nosotros, y
desapareci en la hierba. Mierda, dije, excavando alrededor hasta que sent calor
pinchando de prontocontra mi piel. Cuando lo levant, tuve que concentrarme en guiarlo
lentamente hasta mi boca, y facilitar mis labios a su alrededor antes de poder finalmente dar
una gran calada.

El humo era denso, hundindose en mis pulmones, y sintindolo me recost otra vez, la
cabeza golpeando el guardabarros detrs de m. Dios, esto era bueno. Simplemente flotando
y distante, cada preocupacin retrocediendo como una ola corriendo y luego retirndose,
dejando la arena limpia detrs. Tuve un flash de mi misma, caminando por estos mismos
bosques hace no tanto tiempo, sintindome de la misma manera: suelta y simple, todo
calmo por delante. En ese entonces, tampoco haba estado sola. Haba estado con Marshall.
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Marshall, abr los ojos, entrecerrndolos sobre el reloj hasta que se enfoc. Eso es lo que
necesitaba justo ahoraslo cualquier clase de cercana, aun cuando fuera tan solo por un
rato. Sandpiper Arms estaba slo a una corta caminata desde aqu, a travs de un sendero
por el bosque; lo habamos hecho un montn de veces.

A dnde vas? pregunt Aaron con voz pesada mientras me empujaba para ponerme de
pie, tropezando ligeramente antes de recobrar el equilibrio. Pens que estbamos pasando
el rato.

Volver, le dije, y me encamin por el sendero.

Para el momento en que llegu al pie de las escaleras de Marshall, me senta un poco ms
coherente, aunque estaba sudando por la caminata, y poda sentir un dolor comenzando. Me
tom un minuto para alisar mi cabello y ponerme un poco ms presentable, luego me
empuj hasta la puerta y golpe con fuerza. Un momento ms tarde, la puerta se abri, y
Rogerson se asom hacia m. Hey, dije. Mi voz sonaba baja, lquida. Est Marshall en
casa?

Uh, respondi, mirando por encima de su hombro. No lo s.

Est bien si no lo est, le dije. Puedo esperar en su dormitorio.

Me mir por un buen rato, durante el cual me sent apenas intimidada. Luego se hizo a un
lado.

El apartamento estaba oscuro, como siempre, al recorrer el pasillo hacia la sala de estar.
Ya sabes, dijo Rogerson a mis espaldas, con voz plana, Probablemente no regrese por
un tiempo.

Pero para ese momento, no me preocupaba. Todo lo que quera era colapsar en una cama,
jalar las sbanas a m alrededor, dormir, y finalmente ser capaz de bloquear todo lo que me
haba sucedido desde que me haba despertado en mi propio dormitorio esa maana. Slo
estar en algn lugar seguro, algn lugar que conociera, con alguien, cualquier persona
familiar, cerca.

Cuando empuj la puerta para abrirla, lo primero que vi fue aquel muestrario de Whitman.
Me llam la atencin incluso antes de reconocer a Peyton, que estaba sentada a su lado, con
un chocolate en la mano. Observ, congelada, mientras se lo entregaba a Marshall, quien
estaba recostado junto a ella, con las manos cruzadas sobre el pecho, y lo dejaba caer en su
boca abierta. Este era un gesto de lo ms simple, que tom unos meros segundos, pero al
mismo tiempo haba algo tan ntimo en lla forma en que los labios de l se cerraban
sobre los dedos de ella, la manera en que ella rea, con las mejillas rosadas, antes de
retirarlosme sent enferma, aun antes de que Marshall girara la cabeza y me mirara.

No s lo que esperaba que l hiciera dijera, si es que esperaba algo. Que estuviera
sorprendido, o apenado, o incluso triste. Al final, sin embargo, su expresin lo dijo todo:
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Me importa un carajo.

Oh, mierda, jade Peyton. Ruby, estoy tan

Oh mi Dios, dije, tropezndome hacia atrs a travs del marco de la puerta. Me llev la
mano a la boca mientras me volva, chocando con la pared al correr por el pasillo hacia la
puerta principal. Vagamente, pude escucharla llamarme desde atrs, pero la ignor mientras
irrumpa una vez ms en la luz del da, aferrando la barandilla al correr hacia el
estacionamiento.

Ruby, espera, estaba gritando Peyton, sus propios pasos fuertes sobre la escalera al
seguirme. J ess! Slo djame explicar!

Explicar? dije, girando a enfrentarla. Cmo demonios explicas esto?

Ella se detuvo junto a la barandilla, con la mano en el corazn, para recuperar el aliento.
Intent decrtelo, jade. Aquella noche, en tu casa. Pero era tan duro, y luego seguas
diciendo cmo haban cambiado las cosas, de todos modos, as que

De pronto, algo hizo clic en mi mente, y tuve un flash de ella aquella noche, en el pasillo de
la entrada con Roscoe y J amie, luego de Marshall devolvindome mis llaves la ltima vez
que lo haba visto. T me dijiste que vivas en Wildflower Ridge, haba dicho ella, pero yo
estaba segura que no lo haba hecho. Tena razn. Lo haba hecho l.

Es por eso por lo que viniste? pregunt. Para decirme que estabas durmiendo con mi
novio?

T nunca lo llamaste de ese modo! replic ella, sealndome. Ni siquiera una vez. Slo
decas que tenas algo, un arreglo. Pens que estaba siendo agradable, al querer decrtelo.

No necesito que seas agradable conmigo, espet.

Por supuesto que no, respondi. En la parte superior de la escalera puede ver a Rogerson
acabando de traspasar la puerta, mirndonos. Estbamos haciendo una escena, lo ltimo
que l quera. No necesitas nada. Ni un novio, ni una amiga. Siempre fuiste tan clara al
respecto. Y eso fue lo que conseguiste. As que por qu ests sorprendida ahora?

Slo que qued parada all, mirndola. Mi cabeza daba vueltas, mi boca estaba seca, y en
todo lo que poda pensar era en que quera ir a algn lugar seguro, algn lugar donde
pudiera estar sola y bien, y que esto era imposible. Mi vieja vida haba cambiado y la nueva
estaba aun en progreso, alterndose a cada segundo. No haba nada, nada en qu contar. Y
por qu estaba sorprendida?

Me alej de ella, de regreso al sendero, pero mientras entraba en el bosque se me dificult
mantenerme en l, las races atrapaban mis pies, las ramas me araaban por todos lados.
Estaba tan cansadade este da, de todoincluso mientras todo se precipitaba de regreso:
la cara de Cora en el vestbulo esa maana, la prima de Olivia brillando al sol, caminar
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dentro de la familiar penumbra del apartamento, tan segura de la razn por la cual estaba
all.

Al tropezarme de nuevo, comenc a recobrarme, luego me detuve, y en cambio
simplemente dej mi cuerpo blando, golpeando primero las rodillas y luego los codos, en
las hojas. Adelante, poda ver el borde del claro, y a Aaron mirndome, pero de pronto estar
sola se senta bien, incluso perfecto. As que mientras yaca en el suelo, con el cielo ya
girando encima de m, intent enfocarme de nuevo en la idea de esa ola en la que haba
pensado ms temprano, limpiando todo, lo suficientemente azul, grande y amplia como
para chuparme dentro. Quizs era un deseo, un sueo. De cualquier manera, era tan real
que en algn momento, pude sentirla realmente. Como una presencia acercndose, con
brazos que se cerraban a mi alrededor, levantndome con un aroma que llenaba mis
sentidos: limpio y puro, un toque de cloro. El olor del agua.

Lo primero que vi cuando abr los ojos fue a Roscoe.

Estaba sentado en el asiento vaco a mi lado, justo delante del volante, mirando hacia
adelante, jadeando. Mientras trataba de enfocar, de pronto ol aliento a perroughy se
me retorci el estmago. Mierda, pens, lanzndome hacia adelante, mi mano buscando con
torpeza la manija de la puerta. Sin embargo, justo a tiempo, vi la bolsa de Hamburguesa
Doble posicionada entre mis pies. Apenas acababa de agarrarla y llevrmela a los labios
antes de vomitar algo caliente y ardiente que pude sentir hasta llegar a mis odos.

Me temblaban las manos al poner la bolsa en el suelo y luego echarme hacia atrs, con el
corazn golpeando en el pecho. Me estaba congelando, incluso auque ahora estuviera
llevando una sudadera NOSOTROS NADAMOS que se vea muy familiar. Mirando hacia
fuera, vi que estbamos aparcados en alguna clase de pequeo centro comercialpoda ver
una tintorera y una tienda de videoy no tena ni idea de cmo haba llegado hasta aqu.
De hecho, lo nico familiar, aparte del perro, era el ambientador colgado del espejo
retrovisor, que deca: NOS PREOCUPAMOS PARA QUE NO TENGA QUE HACERLO
USTED.

Oh mi Dios, pens mientras todo esto colisionaba de repente. Baj la vista a la sudadera de
nuevo, inhalando ese aroma a agua, distante y cerca al mismo tiempo. Nate.

De pronto, Roscoe solt un ladrido, el cual se amplific por el espacio pequeo a nuestro
alrededor. Brinc a la ventana del asiento del conductor, golpeando con las uas, su trozo
de cola retorcindose alrededor violentamente. Cuando o un chasquido y sent una rfaga
de aire fresco a mis espaldas me pregunt si iba a vomitar de nuevo.

Inmediatamente, Roscoe salt al asiento trasero, su placa de identificacin tintineando. Me
tom mucho ms tiempo darme vueltaDios, la cabeza me lata fuertey enfocar lo
suficiente para ver a Nate, en la parte trasera del coche, metiendo una pila de ropa seca.
Cuando levant la mirada y me vio, dijo, Hey, ests conciente. Bien.

Bien? Pens, pero entonces estaba azotando la puerta para cerrarla (ouch) antes de dar la
vuelta para abrir la puerta del conductor y entrar detrs del volante. Al deslizar las llaves en
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el contacto, mir la bolsa a mis pies. Cmo lo ests manejando all? Necesitas otra
todava?

Otra? dije. Mi voz sonaba seca, casi chasqueando las palabras. Esta no es esta la
primera?

Me lanz una mirada compasiva. No, dijo. No lo es.

Como para puntualizar esto, mi estmago rod amenazante mientras l comenzaba a
retroceder fuera del lugar. Intent calmarlo, mientras Roscoe suba entre nuestros asientos,
sacando la cabeza hacia delante y cerrando los ojos mientras Nate bajaba la ventanilla,
permitiendo un poco de aire fresco.

Qu hora es? pregunt, tratando de mantener el nivel de voz, aunque slo fuera para
controlar las nuseas.

Casi las cinco, respondi Nate.

Hablas en serio? Qu hora pensabas que era?

Honestamente, no lo saba. Haba perdido la nocin del tiempo en el camino de regreso al
claro cuando todo se volvi fluido. Qu? Dije, luego me detuve, dndome cuenta que
ni siquiera estaba segura de lo que estaba a punto de preguntar. incluso dnde comenzar.
Qu est haciendo Roscoe aqu?

Nate volvi la vista al perro, quien segua viento en popa, con las orejas volndose hacia
atrs por el viento. Tiene una cita con el veterinario a las cuatro, dijo l. Tanto Cora
como J aime tienen que trabajar, as que me contrataron para llevarlo. Cuando fui a
recogerlo y t no estabas en casa, me imagin que mejor iba a buscarte.

Oh, dije. Mir a Roscoe, quien de inmediato tom esto como una invitacin para empezar
a lamerme la cara. Lo apart, acercndome a la ventana. Pero cmo?

Olivia, dijo. Parpade, un flash de ella conduciendo lejos estall en mi cabeza. Ese es su
nombre, correcto? La chica de las trenzas?

Asent lentamente, aun intentando juntar las piezas de esto. Conoces a Olivia?

No, dijo. Ella simplemente se acerc a mi antes del cuarto perodo y dijo que te haba
dejado en el bosquepor pedido tuyo, fue muy clara al respectoy que pensaba que yo
debera saberlo.

Por qu necesitaras saberlo?

l se encogi de hombros. Supongo que ella pens que necesitaras un amigo.

Al escuchar esto, sent ruborizarme, de repente avergonzada. Como si estuviera tan
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desesperada y necesitada ser rescatada, que las personasextraosen realidad estaban
reunindose a discutirlo. Mi peor pesadilla. Estaba con mis amigos, dije. De hecho.

Si? pregunt, mirndome. Bueno, entonces, deben ser del tipo invisibles. Porque
cuando llegu all, estabas sola.

Qu? pens. Eso no poda ser verdad. Aaron haba estado justo all en el claro, y me
haba visto acostar. Sin embargo, ahora que lo pienso, haba sido el medioda entonces;
ahora era el atardecer. Si Nate estaba diciendo la verdad, por cunto tiempo haba estado
all, sola y desmayada? Te sorprende? Escuch decir una vez ms a Peyton en mi cabeza,
me recorri un escalofro. Envolv los brazos a m alrededor, mirando por la ventana. Los
edificios pasaban borrosos, pero trat de encontrar slo uno que pudiera reconocer, como si
de alguna manera pudiera localizarme a mi misma de esa forma.

Mira, dijo Nate, lo que ocurri hoy se termin. No importa, est bien? Te llevaremos a
casa, y todo estar bien.

Al escuchar esto, sent que de mis ojos brotaban, de repente, lgrimas ardientes. Sentirme
apenada era malo y estar avergonzada era duro. Pero que sintieran lstima? Eso era lo peor
de todo. Por supuesto que Nate pensara que todo esto se poda resolver tan fcilmente. As
sucedan las cosas en su mundo, donde era un chico amable que se preocupaba para que t
no necesitaras hacerlo, mientras iba por la vida ayudando con las diligencias y buenas
acciones. A diferencia de m, tan sucia, gastada y rota. Tuve un flash de Marshall
mirndome por encima del hombro y mi cabeza lati ms fuerte.

Hey, dijo Nate ahora, como si pudiera escucharme pensar esto, deslizndose ms y ms
adelante por la ladera. Est bien.

No lo estoy, dije, manteniendo los ojos fijos en la ventana. Ni siquiera puedes
entender.

Prubame.

No. Tragu saliva, apretando los brazos a m alrededor. No es tu problema.

Ruby, vamos. Somos amigos.

Deja de decir eso, dije.

Por qu?

Porque no es verdad, dije, ahora girndome hacia l. Ni siquiera nos conocemos. T
simplemente vives detrs de m y me llevas al colegio. Por qu piensas que de alguna
manera eso nos hace algo?

Bien, dijo, levantando las manos. No somos amigos.

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Y ahora era una perra. Fuimos en silencio por una cuadra, con Roscoe jadeando entre
nosotros. Mira, dije, aprecio lo que hiciste. Lo que has hecho. Pero la cuestin es
que.mi vida no es como la tuya, de acuerdo? Estoy jodida.

Todo el mundo est jodido, dijo en voz baja.

No como yo, le dije. Pens en Olivia en la clase de ingls, alzando las manos: Dinos
acerca de tu dolor. Estamos fascinados! Sabes siquiera porqu vine a vivir con Cora y
con J aime?

Me mir. No, dijo.

Porque mi madre me abandon. Senta la voz tensa, pero tom aliento y segu. Un par
de meses atrs, ella empac y se fue mientras yo estaba en la escuela. Estuve viviendo sola
por semanas hasta que los propietarios irrumpieron y me entregaron a servicios sociales.
Quienes despus llamaron a Cora, a quien no haba visto por diez aos, desde que ella se
haba marchado a la escuela y nunca me contact otra vez.

Lo lamento. Su respuesta fue automtica, tan fcil.

No es por eso por lo que te lo cuento. Suspir, sacudiendo la cabeza. Recuerdas esa
casa a la que te llev aqul da? No era de un amigo. Era

Tuya, termin por m. Lo s.

Lo mir, sorprendida. Sabas?

Tenas la llave alrededor de tu cuello, dijo en voz baja, mirndola. Fue bastante obvio.

Parpade, sintindome avergonzada de nuevo. Aqu por lo menos pens que haba sido
capaz de esconder algo de Nate aquel da, mantener una parte de m en secreto, por lo
menos hasta estar lista para revelarla. Pero haba sido totalmente transparente, expuesta,
todo el tiempo.

Ahora nos estbamos acercando a Wildflower River, Nate comenz a disminuir la
velocidad, Roscoe salt en mi asiento, trepando por encima mo para presionar su hocico
contra la ventana. Sin pensarlo, me estir para depositarlo otra vez donde haba venido,
pero en cuanto lo toqu se hundi hacia atrs, sentndose en mi regazo como si fuera lo
ms natural del mundo. Para uno de nosotros, de todos modos.

Cuando Nate se detuvo delante de la casa de Cora, pude ver que las luces de la cocina
estaban encendidas y que tanto el coche de ella como el de J aime estaban en el camino de
entrada, a pesar de que era temprano para que cualquiera de ellos estuviera en casa, mucho
menos los dos. No era una buena seal. Levant la mano, para alisarme el cabello fuera del
rostro y trat de prepararme antes de abrir la puerta.

Puedes decirle que le dieron sus dosis y que la veterinaria dijo que todo est bien, dijo
148
Nate, alcanzando la correa del asiento trasero. Viendo esto, el perro brinc de nuevo,
acercndose ms, y l se la trab en el collar. Y si quieren seguir entrenamientos de
comportamiento para el asunto de la ansiedad, ella tiene un par de nombres para darles.

De acuerdo, dije. Me entreg la correa y la tom, levantando mi bolso con la otra mano
mientras sala lentamente del coche. Roscoe, por supuesto, sigui con completa ansiedad,
manteniendo la correa tirante mientras me empujaba hacia la casa. Gracias.

Nate asinti, si decir nada, y cerr la puerta. Sin embargo, justo cuando comenzaba a
caminar, o el sonido de una ventana descendiendo. Cuando me volv, l dijo, Hey, y para
lo que valga? Los amigos no te dejan sola en el bosque. Amigos son los que vienen y te
sacan.

Slo lo mir. A mis pies, Roscoe estaba tensando la correa, queriendo ir a casa.

Por lo menos, dijo Nate, esa ha sido mi experiencia. Nos vemos, de acuerdo?

Asent, y entonces la ventana suba y se estaba alejando.

Mientras lo observaba marcharse, Roscoe segua tirando, tratando de acercarme a la casa.
Mi instinto era hacer todo lo contrario, incluso cuando para este entonces me haba ido y
haba estado fuera las veces suficientes para saber que ninguna de ellas era bueno, o fcil, o
siquiera preferible. Aun as, no fue hasta que nos encaminamos hasta aquellas luces
expectantes que me di cuenta que estoregresarera la parte ms difcil de todo.

Dnde demonios has estado? Era Cora para la que estaba preparada, esperaba que fuera
Cora quien estuviera esperando cuando abriera la puerta. En cambio, lo primero que vi fue
a J aime. Y estaba cabreado.

J aime, o decir a Cora. Ella estaba al final del vestbulo, parada en la puerta de entrada a
la cocina. Roscoe, que se haba escapado ni bien solt la correa, ya estaba dando vueltas a
sus pies, resoplando salvajemente. Por lo menos deja que entre.

Te das una idea de lo preocupados que hemos estado? exigi J aime.

Lo siento, dije.

Por lo menos te importa? dijo l.

Mir por el vestbulo a mi hermana, quien haba levantado a Roscoe y ahora me estaba
mirando. Tena los ojos rojos y un pauelo de papel en la mano, y como me di cuenta, ella,
al igual que J aime, todava estaba vestida como en la maana. De pronto record la cita con
el doctor.

Ests borracha? dijo J aime. Mir hacia el espejo junto a las escaleras, finalmente
vindome: luca terribleen la holgada sudadera de Natey claramente, apestaba a
alcohol y quien sabe qu ms. Me vea cansada, plida y tan familiar que de pronto, tuve
149
que volverme, hundindome en el ltimo escaln detrs de m. Esto es lo que haces,
despus que te acogimos, te pusimos en una gran escuela, te dimos todo lo que necesitabas?
Simplemente te escapas y te echas a perder?

Sacud la cabeza, un nudo formndose en mi garganta. Haba sido un da tan largo y terrible
que se senta como aos atrs, una vida entera, desde que haba estado en este mismo lugar
discutiendo con Cora esa maana.

Te dimos el beneficio de la duda, estaba diciendo J aime. Te dimos todo. Y as es cmo
nos agradeces?

J aime, dijo de nuevo Cora, en voz ms alta esta vez. Ya basta.

No necesitamos esto, dijo l, acercndose. Me llev las rodillas al pecho, intentando
hacerme ms pequea. Mereca esto. Lo saba, y slo quera que terminara. Tu hermana,
que luch para traerte aqu, incluso cuando fuiste estpida y te resististe? No necesita
esto.

Senta lgrimas en los ojos, borroneando todo de nuevo, y esta vez me alegr, agradecida
por ello. Pero aun as, me cubr el rostro con la mano, slo para estar segura.

Quiero decir, sigui J aime, con la voz rebotando en las paredes, levantndola hasta el
techo por encima de nosotros, Qu clase de persona simplemente se marcha, desaparece,
sin llamadas telefnicas, sin ni siquiera preguntarse si alguien podra estar preguntndose
dnde est? Quin hace eso?

En el silencio que sigui a esto, nadie dijo ni una palabra. Pero yo saba la respuesta.

Ms que nadie en este cuarto, estaba exactamente conciente de la clase de persona que
haca una cosa as. Lo que no me haba dado cuenta hasta ese preciso momento, sin
embargo, era que mi madre no era la nica culpable de todos estos delitos. Me haba dicho
a mi misma que todo lo que haba hecho en las semanas anteriores y desde que ella se haba
ido era asegurarme que nunca sera como ella. Pero era demasiado tarde. Todo lo que tena
que hacer era mirar la forma en que haba reaccionado a lo que Cora me haba contado esa
maana marcharme, arruinarme, permitir que me dejaran sola en un lugar extraopara
saber que ya lo era.

Era casi un alivio, esta verdad especfica. Quera decirlo en voz altaa l, a Cora, a Nate, a
todo el mundopara que no intentaran salvarme de alguna manera hacerme mejor. Qu
objeto tena, cuando el patrn ya se estaba repitiendo? Era demasiado tarde.

Pero cuando dej caer la mano de mi ojos para decirle esto a J aime, me di cuenta que ya no
lo poda ver ms. Mi vista estaba bloqueada por mi hermana, quien se haba movido para
pararse entre nosotros, con una mano tendida a sus espaldas, hacia m. Al verla, record las
miles de noches en otra casa: nosotras dos juntas, otra parte del patrn, una que pens que
slo se haba roto hace mucho tiempo, para nunca repetirse.

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Tal vez, yo era justo como mi madre, pero levantando la vista a la mano de Cora, me tuve
que preguntar si era posible que esto no estuviera decidido aun para m, y si quizs, slo
quizs, esta era mi ltima oportunidad para tratar de probarlo. No haba forma de saber.
Nunca la hay. Pero estir la mano y la tom de todos modos.

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Captulo Nueve

Traducido por sray8
Corregido por Annae

Cuando baj a la maana siguiente, J amie estaba afuera junto al estanque. Desde la cocina,
pude ver su aliento saliendo a bocanadas cuando se puso en cuclillas en el borde, con su
taza de caf en el suelo a sus pies. Es lo que hacia todas las maanas, llueva o haga sol,
incluso si estaba congelado, y la hierba todava estaba brillante con hielo alrededor de l.
Solo pasaba unos cuantos minutos comprobando el estado del pequeo mundo que haba
creado, asegurndose de tener todo listo hasta el otro da.

Estaba haciendo mas frio ahora, y los peces se mantenan abajo. Muy pronto, habran de
desaparecer por completo debajo de las hojas y las rocas en la parte inferior para soportar el
invierno. "No los ponen adentro?" Le pregunt, cuando el haba mencionado esto por
primera vez.

J amie neg con la cabeza. "Es ms natural as", explic. "Cuando el agua se congela, van a
lo profundo, y permanecen all hasta la primavera."

"Ellos no mueren?"

"Espero que no", dijo el, ajustando un ramo de lirios. "Lo ideal, es que solo estn. . . en
estado latente. Ellos no pueden manejar el fro, as que no lo intentan. Y luego, cuando se
calienta, ellos vuelven a estar activos de nuevo. "

En ese momento, me haba parecido tan extrao para m, as que es otra razn para no estar
pegada a mi pez. Ahora, sin embargo, poda ver lo atractivo de slo desaparecer, entonces
ir a lo profundo y esperar hasta que el ambiente fuera ms amigable para surgir. Si tan slo
hubiera sido una opcin para m. "l no va a venir a ti, ", dijo Cora ahora desde donde ella
estaba sentada, pasando de un tirn las paginas de una revista. La ropa que haba estado
usando la noche anterior, ya lavada y doblada estaba en la isla junto a ella, algo fcil de
arreglar. "Si quieres hablar con l, tienes que dar el primer paso."

"No puedo", dije, recordando lo enfadado que haba estado la noche anterior. "El me odia."

No, dijo, pasando una pgina. "El solo esta decepcionado de ti."

Mir hacia atrs a J amie, que ahora estaba inclinado sobre la cascada, examinando las
rocas. "Con l, eso parece an peor."

Ella levant la vista, dndome una sonrisa simptica. Lo s."

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Lo primero que haba hecho cuando me despert por la maana-despus de reconocer mi
pulsante, e implacable dolor de cabeza-fue tratar de reconstruir los hechos del da anterior.
Mi pelea con Cora, as como m huida de la escuela a J ackson. Una vez que llegaba a
aclararme, se volva sin embargo, difuso.

Ciertas cosas, no obstante, fueron tan claras como el cristal. Como lo extrao que era no
slo ver a J amie enojado, sino verlo enojado conmigo. O la captura de esa mirada de la cara
de mi madre, distorsionada con la ma, con su mirada fija detrs del espejo. Y finalmente
como, despus de que tome su mano, Cora me llev en silencio por las escaleras a mi
habitacin, donde me haba despojado de mi ropa y se qued fuera de la ducha mientras yo
aturdida me lave el pelo a mi misma, me ayudo a meterme en mi pijamas y en mi cama. Yo
quera decirle algo, pero cada vez que lo intentaba, ella se limitaba a sacudir la cabeza. Lo
ltimo que recuerdo antes de caer dormida fue a ella sentada en el borde de mi colchn, en
una forma oscura en contra de la luz que provena de la ventana detrs de ella. Cunto
tiempo se qued?, no tena ni idea, a pesar de que recordaba vagamente abrir los ojos ms
de una vez y ser sorprendida al encontrarla todava all.

Ahora la puerta detrs de m se abri y J amie entr, Roscoe marcndole el paso a lo largo
de sus pies. Lo mire, pero l pas rozando, no haciendo contacto visual, para poner la taza
en el fregadero. "Entonces", dijo Cora lentamente, "Creo que tal vez todos debe"

"Tengo que ir a la oficina", dijo, agarrando el telfono y las llaves del mostrador. "Le dije a
J ohn que tenia que reunirme con l para revisar los cambios en la campaa".

"J amie", ella dijo, mirando por encima de m.

"Nos vemos ms tarde", dijo, y luego bes la parte superior de su cabeza y sali de la
habitacin, seguido por Roscoe. Un instante despus, o la puerta cerrarse detrs de l.

Tragu saliva, mirando hacia afuera de nuevo. Para alguien ms, esto sera apenas un
insulto, ligeramente notable. Pero hasta yo conoca lo suficiente bien a J amie para entender
el grave rechazo que era.

Cora se acerc, se dejo caer en la silla frente a la ma. "Oye", dijo, manteniendo sus ojos
fijos en m hasta que finalmente me volv hacia ella. "Est bien. Ustedes saldrn de esto. El
slo est herido en este momento."

"No fue mi intencin hacerle dao", le dije como si tuviera un nudo en mi garganta.
Avergonzada repentinamente, si era por el hecho de que estaba llorando, o porque estaba
llorando en frente de Cora, fue difcil de decir.

Ya lo s. Ella se acerco ms, deslizando su mano en la ma. "Pero tienes que entender,
todo esto es nuevo para l. En su familia, todos hablan sobre todo. La gente no se va, ellos
no vienen a casa borrachos. l no es como nosotras.

Como nosotras. Es curioso cmo hasta hace poco -como hasta la noche anterior- no estaba
153
convencida de que hubiera un nosotras aqu en absoluto. As que tal vez las cosas pudieran
cambiar. "Lo siento", le dije. "En serio."

Ella asinti con la cabeza, y luego se ech hacia atrs, dejando caer la mano. "Agradezco
eso. Pero el hecho es, que confiamos en ti, y t traicionaste esa confianza. As que tiene que
haber algunas consecuencias."

Aqu viene, pens. Me sent de nuevo, recogiendo mi botella de agua, y me abrace a m
misma.

"En primer lugar," empez a decir, "No salir en das de semana. Fines de semana, slo para
trabajar, en un futuro previsible. Nosotros consideramos mucho que dejaras tu trabajo, pero
hemos decidido dejarlo pasar durante las fiestas, con la disposicin de revisar la cuestin en
enero. Si nos damos cuenta que te has saltado la escuela de nuevo, el trabajo se va. No hay
discusin".

Muy bien, dije. No era como si estuviera en posicin de discutir.

Cora trago saliva, a continuacin, me mir durante un largo rato. "S que lo pas ayer. Fue
emocional para nosotros. Pero si te estas drogando o bebiendo... Eso es inaceptable. Es una
violacin del acuerdo que hicimos para que pudieras venir aqu, y si los tribunales se
enteran, t tendrs que volver a Poplar House. No puede pasar otra vez."

Tuve un recuerdo de la noche que me haba quedado ah: con la pijama rayada, la cama
estrecha, la lectura de la directora de la casa sobre el informe del alguacil mientras yo
estaba sentada delante de ella, en silencio. Tragu saliva y luego dije: "Eso no pasara".

"Esto es grave, Ruby", dijo. "Quiero decir, cuando te vi entrar en ese estado ayer por la
noche, yo slo..."

"Ya lo s, dije.

". . . Es demasiado familiar concluy ella. Entonces ella me mir, con fuerza. "Para ambas.
Eres mejor que eso. T lo sabes."

"Fue estpido de mi parte", le dije. "Yo slo. . . Cuando me dijiste eso sobre mam, yo slo
me asust."

Ella baj la mirada hacia el salero entre nosotras, deslizndolo de lado, entonces volvi
otra vez. "Mira, lo fundamental es, que nos minti a las dos. Lo que no debera ser
realmente una sorpresa. Dicho esto, sin embargo, me gustara haberlo hecho ms fcil para
ti, Ruby. De verdad. Hay muchas cosas que hara diferente, dada la oportunidad".

Yo no quera preguntar. Por suerte, no tuve que hacerlo.

"He pensado mucho en eso desde que me fui, cmo podra haber intentado con mas fuerza
154
mantener el contacto ", dijo, alisando algunos bucles con la mano. "Tal vez podra haber
encontrado una manera de llevarte conmigo, alquilar un apartamento o algo."

"Cora. Slo tenas dieciocho aos."

Ya lo s. Pero tambin saba que mam era inestable, incluso entonces. Y las cosas slo
empeoraron ", dijo. "No debera haber confiado en ella para que pudieras ponerte en
contacto conmigo, tampoco. Haba pasos que podra haber seguido, las cosas que pude
haber hecho. Es decir, ahora, en el trabajo, me ocupo todos los das de estos chicos con
familias desastrosas, y yo estoy mucho mejor preparada para manejar la situacin. Para
manejar el cuidado de ti, tambin. Pero si hubiera sabido que"

"Detente," le dije. "Se acab. Est hecho. No importa ahora."

Se mordi el labio. "Quiero creer eso", dijo. "Realmente lo quiero."

Mir a mi hermana, recordando que siempre la haba seguido alrededor como una nia,
aferrada a ella ms y ms, mientras mi madre se apartaba. Qu extraa sensacin de
encontrarme de nuevo aqu, dependiendo de ella otra vez. Considerndolo, se me ocurri
algo. "Cora?"

"S?"

"Te acuerdas de aquel da que te fuiste a la escuela?"

Ella asinti con la cabeza.

"Antes de que te fueras, volviste y hablaste con mam. Qu le dijiste?"

Ella exhal, sentndose en su silla. "Wow", dijo. "No haba pensado en eso en aos."

No estaba segura de porque le pregunte esto, o si era algo importante. "Ella nunca lo
menciono, " dije. "Siempre me lo he preguntado."

Cora estuvo en silencio por un momento, y me pregunt si ella siquiera iba a responderme.
Pero entonces dijo: "Yo le dije que si me enteraba que te haba golpeado, aunque sea una
vez, yo llamara a la polica. Y que yo iba a regresar por ti tan pronto como pudiera, para
sacarte de ah." Levant la mano, metiendo un mechn de pelo detrs de su oreja. "Yo crea
eso, Ruby. Realmente lo crea. Yo quera hacerme cargo de ti."

"Todo est bien", le dije. No lo esta, ella continu, pasando de mi. "Pero ahora, aqu,
tengo la oportunidad de compensarlo. Tarde, si, pero lo hago. Ya s que no quieres estar
aqu, y que estar lejos ha de ser ideal, pero... Quiero ayudarte. Pero tienes que dejarme.
Est bien?"

Eso sonaba tan pasivo, tan fcil, aunque yo saba que no lo era. Mientras pensaba esto, sin
embargo, tuve un destello de Peyton de nuevo, de pie en la parte inferior de la escalera.
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Por qu te sorprendes? ella haba dicho, y por todo lo equivocado de la situacin, yo saba
que tena razn. Recibes lo que das, pero tambin lo que ests dispuesto a tomar. La noche
anterior, yo ofrec mi mano. Ahora, si me aferro a ello, no estoy segura de lo que pueda
recibir a cambio.

Por un momento nos quedamos sentadas all, con el silencio de la cocina a nuestro
alrededor Finalmente dije: "Crees que mam este bien?"

"No lo s", respondi ella. Y luego, en voz ms baja, "Eso espero."

Tal vez para alguien ms sus palabras pareceran extraas. Sin embargo, para m, tena
mucho sentido, ya que era como una fuerza: en ese entonces, ahora, y siempre. A pesar de
la frialdad, su mala conducta, los desprecios y abusos descarados, estbamos atadas todava
a ella. Era como esas canciones que haba odo de nia, tan familiar y tan ma. Cuando me
hice mayor y me di cuenta de que las palabras eran tristes, las historias eran trgicas, no me
hiso amarlas menos. Para entonces, eran ya parte de m, tejidas en mi conciencia y
memoria. Yo no podra deshacerme de ellas, como tampoco de mi madre. Y Cora tampoco
podra. Esto era lo que tenamos en comn, lo que nos hiso como somos.

Despus de destacar los ltimos trminos de mi castigo (Chequeo obligatorio despus de la
escuela, acceder a la terapia, al menos por un corto tiempo), Cora apret mi hombro, y
luego sali de la habitacin, Roscoe se levanto de donde haba estado plantado en la puerta
para seguir sus pasos. Me sent en la quietud de la cocina por un momento y luego me fui a
la laguna.

Los peces estaban en el fondo, pero despus de estar en cuclillas sobre el agua por unos
pocos minutos, pude ver a mi pez blanco, dando vueltas por algunas rocas cubiertas de
musgo. Yo slo empuje mis pies cuando o el sonido de la puerta al cerrarse de golpe.
Cuando me volv, esperando ver a Cora, no haba nadie, y me di cuenta de que el sonido
vena de la casa de Nate. Efectivamente, un momento ms tarde vi pasando una cabeza
rubia en el otro lado de la valla, para luego desaparecer.

Al igual que la noche anterior, con Roscoe en la parte superior de la pared, mi primer
instinto fue ir a la casa. Evite, negu, al menos durante un instante esa opcin. Pero Nate
me haba sacado de los bosques. Por mis propias razones torcidas, yo no quera creer que
eso nos hiciera amigos. Pero ahora, sin nada ms, ramos algo.

Entr, cog la sudadera del mostrador, tome una respiracin y atraves la hierba hasta la
cerca. La puerta estaba entreabierta, y pude ver a Nate a travs de la puerta abierta de la
casa de la piscina, inclinado sobre una mesa. Me deslic a travs de la puerta, y luego
camine alrededor de la piscina para ir detrs de l. Estaba abriendo una pila de bolsas
pequeas, luego colocndolas una al lado de la otra.

"Djame adivinar," dije. Son para pastelillos."

Dio un salto, sorprendido, entonces se dio la vuelta. "No estas tan lejos, en realidad" l dijo
cuando me vio. "Son bolsas de regalo." Di un paso detrs de l, luego camine hacia el otro
156
lado de la mesa. La habitacin en s, pareca ser una especie de cabaa, estaba casi vaca y
claramente era usado para negocios; un bastidor con ruedas sostena un grupo de
limpiadores en seco, y reconoc algunas de las cajas del sistema de almacenamiento de
Harriet apiladas contra la pared. Estaba lleno tambin de cajas de NOS PREOCUPAMOS
ASI QUE USTED NO TIENE PORQUE, y de ambientadores cerca de la puerta, dndole a
la habitacin un olor a pino que rayaba en lo medicinal.

Observ en silencio mientras Nate continuaba abriendo las bolsas hasta que toda la tabla
estuvo cubierta. Luego meti la mano debajo de una caja y empez a tirar objetos envueltos
en plstico, dejando una en cada bolsa. Clac, clac, clac.

Bueno, dije, mientras l se abri camino por la lnea, "lo de ayer."

"Luces como si te sintieras mejor."

"Define mejor".

Bueno, dijo, mirndome, "estas en posicin vertical. Y consciente."

"Es un poco triste si dices que es una mejora," dije.

"Pero es una mejora", respondi. "Verdad?"

Hice una mueca. La positividad en cualquier momento se me hacia difcil de aceptar, pero
por la maana con una resaca, era casi imposible. Bueno, dije, tendindole la sudadera,
"Yo quera traerte esto. Me imagin que probablemente la extraaras."

Gracias, dijo, tomndolo y dejndolo en una silla detrs de l. "Es mi favorita."

"Da esa sensacin", le contest. Bueno desgastado y todo eso." "Cierto", dijo, volvindose
a las bolsas. "Pero tambin refleja mi filosofa personal de la vida".

Observ la sudadera de nuevo. Nadar es una filosofa?

Se encogi de hombros. "Es mejor que hundirse, No?

Es difcil discutir con eso. "Supongo".

"Adems est el hecho", dijo, "que el usar la sudadera es lo ms cercano que estar de la U
ahora.

"Pens que tenas una beca", dije, recordando al tipo que lo haba llamado en el
estacionamiento.

S, dijo, arrojando otra vez cosas en las bolsas. "Pero eso fue antes de renunciar al
equipo de natacin. Ahora tengo que conseguir entrar con mis notas, que francamente, no
son tan buenas como mi nado."
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Mientras consideraba esto, el se traslad hasta la fila siguiente, an aadiendo cosas a las
bolsas. "As que, Por qu lo dejaste?"

"No lo s." l se encogi de hombros. "Yo estaba muy metido en eso cuando viva en
Arizona, pero aqu. . . Ya no era divertido. Adems, mi padre me necesitaba para el
negocio.

"An as, parece una gran decisin, renunciar a l por completo", le dije.

En realidad no", respondi. Se agach, recogiendo otra caja. "Entonces, La cosa estuvo
mala cuando llegaste anoche?"

Si, dije, algo sorprendida por el repentino cambio de tema. "J amie estaba realmente
enojado."

"J amie estaba enojado?"

"Lo s. Fue extrao. Tragu saliva, tome una respiracin. "De todos modos, quera decir
que que agradezco lo que hiciste. Incluso si, ya sabes, no lo apreciara en ese momento. "

"No fuiste exactamente agradecida," l estuvo de acuerdo. Clac, clac, clac.

"Yo fui una perra. Y lo siento. Lo dije muy rpido, probablemente demasiado rpido, y
sent que me miraba de nuevo. Tan embarazoso, pens, en reorientar la atencin a la bolsa
delante de m. "Qu ests poniendo ah, de todos modos?"

"Pequeas casas de chocolate", respondi.

"Qu?"

"S, dijo, lanzndome una. "Mira por ti misma. Puedes quedrtela, si quieres.

Efectivamente, era una casa pequea. Incluso haba ventanas y una puerta. "Que cosa ms
rara, no?" Le dije.

"En realidad no. Este cliente es un constructor. Creo que son para la inauguracin de una
casa o algo.

Deslic la casa en el bolsillo mientras el dejaba caer la caja, que estaba ya casi vaca, y sac
otra, que estaba llena de folletos, una imagen del rostro sonriente de una mujer ocupaba la
mayor parte del frente. QUEEN HOMES, deca. DEJ ENOS CONSTRUIR SU
CASTILLO! Nate empez a deslizar uno en cada bolsa, trabajando a su manera abajo de la
lnea. Despus de verlo por un momento, llegu a el, tomando un puado y comenc a
meter los mas cercanos a mi.

"Ya sabes, dijo, despus de que habamos trabajado en silencio durante un momento, "yo
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no estaba tratando de avergonzarte apareciendo ayer. Solo pens que podras necesitar
ayuda."
"Claramente, la necesite ", dije, contenta de tener bolsas en las que concentrarme. Haba
algo relajante, ordenado, al dejar caer los folletos, cada uno en su lugar. "Si no hubieras
venido, quin sabe qu hubiera pasado".

Nate no hablo sobre eso, y tuve que admitir que lo agradeca. En su lugar, dijo: "Te puedo
preguntar algo?"

Lo mir, luego deslic otro folleto. "Seguro."

"Cmo es, realmente, vivir por tu cuenta?"

Yo haba supuesto que sera una cuestin de ayer, como que haba hecho, o una solicitud de
una explicacin ms detallada de mis teoras retorcidas sobre la amistad. Esto, sin embargo,
fue completamente inesperado. Lo cual fue probablemente la razn por la que respond
honestamente. "No fue mal al principio," le dije. "De hecho, era una especie de alivio. Vivir
con mi mam nunca haba sido fcil, sobre todo al final."

l asinti con la cabeza, y luego dej caer la caja sobre el piso y sac otra, esta estaba llena
de imanes decorados con el logotipo de Queen Homes. l me lo entrego y tome un puado,
y luego comenc a trabajar en mi lnea. "Pero entonces, dije, Se me hizo difcil. Yo
estaba teniendo problemas para mantenerme al da con las cuentas, y el poder segua
apagndose..." Me pregunte si debera continuar, pero cuando mir para arriba, l me
miraba fijamente, as que continu. "Yo no lo se. Eran ms cosas que hacer de las que
pensaba, supongo."

"Eso es cierto para muchas cosas," dijo.

Lo mire de nuevo. S, dije, mirando como el dejaba caer imanes, uno por uno.Lo es."
"Nate! O una voz llamando desde el exterior. Por encima de su hombro, pude ver a su
padre, de pie en la puerta de la casa principal, con su telfono en la oreja. "Tienes esas
bolsas listas?"

S, dijo por encima del hombro, sacando una nueva caja. "Slo un segundo."

"Ellos las necesitan ahora", el Sr. Cross dijo. "Les dijimos diez a ms tardar. Vamos a
movernos!"

Nate meti la mano en la nueva caja, que estaba lleno de porciones individuales de velas
con votivas de colores diferentes, y comenz a distribuirlos a toda velocidad. Yo tome un
puado, haciendo lo mismo. Gracias, dijo, mientras corramos a travs de las filas.
"Estamos debajo de una pistola se podra decir".

"No hay problema, le dije. "Y de todos modos, te lo debo."

"No", dijo.
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Vamos. Me salvaste el trasero ayer. Literalmente.

Bueno, dijo, dejando caer una ltima vela, entonces, me lo regresaras.

"Cmo?"

"De alguna manera," dijo, mirndome. "Tenemos tiempo, Verdad?"

"Nate" llamo el Sr. Cross, su tono claramente enojado. "Qu demonios ests haciendo
ah?"

"Me voy, dijo Nate, recogiendo las cajas vacas y empezando a apilar las bolsas en ellas.
Iba a ayudar, pero l neg con la cabeza. "Est bien, lo tengo. Gracias, de todos modos. "
"Ests seguro?"

"Nate!"

Mir por encima del hombro a su padre, an en pie en la puerta, luego a m. S. Estoy
bien. Gracias de nuevo por tu ayuda."

Asent con la cabeza, y luego dio un paso atrs de la tabla mientras colocaba las ltimas de
las bolsas en una caja, una sobre otra. Mientras se diriga hacia la puerta, lo segu desde
atrs. "Finalmente", dijo el Sr. Cross cuando salimos al patio. Quiero decir, que tan difcil
es- Se detuvo, de pronto, al verme. "Oh", dijo, su cara y su tono se ablandaron. "No me di
cuenta que tenias compaa."

"Ella es Ruby," dijo Nate, trayendo la caja con l.

"Por supuesto", dijo el Sr. Cross, sonrindome. Trat de corresponder, a pesar de que de
repente me sent incmoda, recordando aquella noche que lo haba visto en este mismo
lugar con Roscoe. "Cmo le va a ese cuado tuyo? Hay rumores de que se har pblico
junto con su compaa. Hay algo de cierto en eso?"

"Um", le dije. "No s".

"Tenemos que irnos", Nate le dijo. "Si nos quieren all para las diez."

As es. Sin embargo, el Sr. Cross se qued donde estaba, sonrindome, cuando comenc
a caminar alrededor de la piscina hacia la puerta. Pude ver a Nate detrs de l en la casa. l
tambin me miraba, pero cuando levant la mano para despedirme, dio un paso hacia un
pasillo, perdindose de vista. "Cuidate", dijo el Sr. Cross, levantando la mano. l pens que
haba estado despidindome de el. "No seas reservada."

Asent con la cabeza, sintindome inquieta mientras me acercaba a la cerca y la abra.
Cruzando el patio, me acord de la casa que Nate me haba dado, y tire de ella hacia afuera,
para verla otra vez. Era tan perfecta, inmaculada, envuelta en plstico y atada con un lindo
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lazo. Pero haba algo espeluznante en ella, as que- a pesar de que no sabia porque- me
encontr guardndola otra vez.

De acuerdo dije, destapando mi pluma. "Qu significa la familia para ustedes?"

"No hablar", respondi Harriet al instante.

"No hablar?", Dijo Reggie.

"S."

El solo la miraba.

"Qu? Qu ibas a decir?"

"No s", dijo. "Comodidad, Tal vez? Historia? El comienzo de la vida?.

"Bueno, ese eres t", le dijo. "Para m, la familia quiere decir, es un tratamiento de silencio.
En un momento dado, siempre hay alguien que no le habla a alguien ms."

"De verdad? le dije.

"Somos gente pasiva-agresiva", explic ella, tomando un sorbo de su caf. "El silencio es
nuestra arma de eleccin. En este momento, por ejemplo, no les hablo a mis dos hermanas
ni a mi hermano."

"Cuntos nios hay en t familia?" Le pregunt.

"Siete en total." "Eso", dijo Reggie, "es simplemente triste."

Hblame de eso ", dijo Herriet. "Yo nunca tengo tiempo suficiente en el bao."

"Me refiero a la cosa del silencio", le dijo Reggie.

"Oh." Harriet salto el taburete de registro, cruzando las piernas. "Bueno, Tal vez sea as.
Pero sin duda reduce la factura del telfono."

l le lanz una mirada de desaprobacin. "Eso no es gracioso. La comunicacin es crucial.

"Tal vez en tu casa", respondi ella. "En la ma, el silencio es oro. Y comn."

"Para m," dijo Reggie, cogiendo una botella de vitamina A y movindolo pensativo de una
mano a la otra, "la familia es, como, la fuente de la energa humana. El lugar donde la vida
comienza.

Harriet lo estudi por encima de su taza de caf. "Otra vez, Qu hacen tus padres?"
161

"Mi padre vende seguros. Mam es maestra de primer grado."

"Tan suburbano!"
"Sin embargo, lo es?" l sonri. "Yo soy la oveja negra, cranlo o no."

Yo tambin dijo Harriet. "Se supona que deba ir a la escuela de medicina. Mi pap es un
cirujano. Cuando lo dej por la cosa del diseo de joyas, ellos enloquecieron. No me
hablaron por meses."

"Debe haber sido horrible," dijo l.

Ella lo considero. "En realidad no. Creo que era de cierta manera, una buena forma, en
realidad. Mi familia es tan grande, y todo el mundo tiene siempre una opinin, quieras orla
o no. Yo nunca haba hecho nada por mi cuenta antes, sin su ayuda o aportacin. Fue
liberador."

Liberador, escrib. Reggie dijo: "Sabes, esto explica muchas cosas."

No es broma, pens.

"Qu se supone que significa eso?", pregunt Harriet.

Nada, le dijo. "Entonces, qu te hace dar el tratamiento de silencio? Cuando decides
hablarles de nuevo?"

Harriet considero esto mientras daba un sorbo de caf. "Huh," dijo. "Creo que cuando
alguien hace algo peor. Entonces necesitas a gente de tu lado, por lo que haces las paces
con una persona, pero solo mientras ests enojado con el otro."

"As que es un ciclo sin fin dije.

"Supongo". Dio otro sorbo. "Llegar juntos, destruyndose. No es eso de lo que se trata la
familia?"

"No," dice Reggie. "Slo la tuya."

Ambos se echaron a rer, como si fuera la cosa ms divertida del mundo. Mir abajo en mi
cuaderno, donde todo lo que haba escrito fue no hablar, comodidad, fuente, y liberadora.
Este proyecto va a tomar un tiempo.

"Bienvenida", dijo Harriet de repente, asintiendo con la cabeza hacia un chico y una chica
de mi edad que se acercaban, en una profunda conversacin.

"... malo una sudadera de gato persa?", dijo el chico, que era una especie de gordito, con lo
que pareca un corte de pelo hecho en casa. "Nada, si ella tiene ochenta y siete y su nombre
es Nana ", respondi la muchacha. Tena el pelo largo y rizado, que le llegaba a la nuca de
162
su cuello, y llevaba botas de vaquero, un vestido de color rojo brillante y una chaqueta
recortada inflada con guantes que colgaban de los puos. "Quiero decir, piensa en ello.
Qu clase de mensaje ests tratando de enviar aqu?"

"No lo s", dijo el chico a medida que se acercaba. "Quiero decir, me gusta ella, as que..."

Entonces, no le compres una sudadera", dijo la chica de plano. "Cmprale joyera.
Vamos."

Dej el plumero que sostena, ponindome derecha, mientras se acercaban al carro, la chica
ya mirando a las filas de aros de plata fina en el mostrador. Hola le dije al chico, que de
cerca, pareca an ms joven y torpe. Su camiseta, -que deca ARMAGEDDON EXPO '06:
ESTS PREPARADO PARA EL FIN?- no ayudaba mucho. "Puedo ayudarles?"

"Necesitamos algo que grite romance", dijo la muchacha, arrancando un anillo y
examinndolo rpidamente antes de devolverlo. Mientras ella se inclinaba dentro de las
luces del techo, me di cuenta de que su cara estaba salpicada de dbiles cicatrices. "Un
anillo es demasiado serio, creo. Sin embargo, los pendientes no dicen lo suficiente."

"Los pendientes no dicen nada," el hombre murmur, oliendo el incienso. l estornud, y
luego agreg: "Son objetos inanimados."

"Y tu estas desesperado", le dijo, bajando a los collares. "Qu hay sobre el tuyo?,"
Sorprendida, observe a la chica, que me estaba viendo directamente. "Qu?"

Ella asinti la cabeza hacia mi cuello. "Tu collar. Venden esos aqu?"

"Um", le dije, mi mano llego a el, "en realidad no. Pero tenemos algunas cadenas similares,
y dijes que pueden"

"Me gusta la idea de la llave, sin embargo, dijo la muchacha, caminado alrededor del
carro. "Es diferente. Y se puede leer de muchas maneras."

"Quieres que le de una llave? Pregunt el chico.

"Quiero darle una posibilidad", le dijo, mirando mi collar otra vez. "Y eso es lo que
representa una llave. Una puerta abierta, una oportunidad. Sabes?"

Nunca haba pensado realmente en mi llave de esta manera. Sin embargo, con el inters de
una venta, dije: "Bueno, s. Por supuesto. Quiero decir, podran comprar una cadena de
aqu, y despus, comprar una llave para ponrsela en l."

Exactamente!, dijo la chica, sealando con el dedo al cercano KEY-OSK, que vende
llaves y accesorios de llaves de todo tipo. "Es perfecto."

"Querrn una un tanto gruesa," le dije. "Pero no demasiado gruesa. Necesita una fuerte y
delicada al mismo tiempo."
163

La chica asinti con la cabeza. "Eso es", dijo. "J usto lo que yo tena en mente."

Diez minutos y quince dlares ms tarde, los observe mientras se alejaban, con bolsa en la
mano, al carro de KEY-OSK, donde la chica explic lo que ella quera. Vi la vendedora
mientras sacaba una pequea coleccin de llaves, deslizndoselas para que ellos las
examinaran. "Buen trabajo", dijo Harriet, viniendo a mi lado. "Salvaste la venta, incluso
cuando no tenamos lo que estaban buscando."

"Fue su idea, le dije. "Solo fui con eso."

"Sin embargo. Funcion, no?"

Mir otra vez a KEY-OSK, donde la chica de la chaqueta recortada escogi una pequea
llave mientras su amigo y vendedora la miraban. La gente estaba pasando entre nosotros,
presionando y bulliciosa, pero an as estir el cuello, mirando con Harriet como cerraba el
cierre y la deslizaba, con cuidado, hacia abajo en la cadena. La dejo colgar all por un
segundo, girando un poco, antes de cerrar mi mano alrededor, hacindola desaparecer.

Acababa de parar en la va, esa misma tarde, cuando vi el pjaro.

Al principio, era slo una sombra, que pasaba por encima, ocultando temporalmente la luz.
Slo cuando los rboles se despejaron y lleg a cielo abierto lo pude ver claramente. Era
enorme, largo y gris, con unas alas inmensas, tan grande que pareca imposible que
estuviera en el aire.

Por un momento, me qued all, observando el movimiento de su sombra por la calle. Fue
cuando empec a caminar otra vez que me di cuenta.

Son de las garzas y aves acuticas de las que realmente necesitas preocuparte, Heather
haba dicho. Solo un descenso, y pueden causar serios daos.

De ninguna manera, pens, pero al mismo tiempo, me encontr apresurando el paso
mientras la casa de Cora se acercaba a la vista, trotando un poco, y luego rompiendo a
correr. Haca fro afuera- el aire escoca mis pulmones, y sabia que tenia que lucir algo
loca, pero segu, mi respiracin entrecortada en mi pecho mientras atravesaba el csped del
vecino, luego del garaje de Cora hasta el jardn lateral.

El ave era imposible de perder, estando en la parte menos profunda, sus alas ligeramente
levantadas, como si slo hubiera acabado de aterrizar all. A lo lejos, me di cuenta que era
hermosa, captado con la puesta del sol a lo lejos, su forma elegante reflejada en la
superficie del estanque. Pero entonces sumergi el pico profundamente en el agua.

"Alto!" Grit, mi voz apenas se oa. "Detente!"

El pjaro sacudi sus alas, extendindolas un poco ms, pareca que iba a levantar vuelo.
Pero se qued donde estaba.
164

Durante un largo momento, no pas nada. El pjaro se qued all, con las alas extendidas,
conmigo a slo una corta distancia, mi corazn latiendo en mis orejas. Poda or los coches
que pasaban en la calle, un portazo en algn lugar unos metros ms atrs. Todo a nuestro
alrededor era nada, pero aun as.

En cualquier momento, yo saba que el pjaro poda agacharse y arrancar un pez, tal vez
incluso mi pez. Pero todo lo que saba es que era demasiado tarde para salvar algo.

"Fuera!" Grit, esta vez ms fuerte, mientras me acercaba. "Ahora! Lrgate!"

Al principio, no se movi. Pero luego, casi imperceptiblemente al principio, se comenz a
levantar, luego un poco ms, y ms lejos an. Estaba tan cerca de l mientras pasaba sobre
m, sus enormes alas desplegadas, subiendo y subiendo ms alto en el cielo nocturno, de
manera increble y surrealista, como algo que slo puedes imaginar.

Y tal vez yo habra pensado que era slo un sueo, si J amie no lo hubiera visto, tambin.

Ni siquiera me haba dado cuenta de que estaba justo detrs de m, con las manos en sus
bolsillos, y su rostro vuelto hacia arriba, hasta que me volv a mirar como el ave se elevaba
sobre nosotros, segua subiendo.

"Era una garza, le dije, olvidando nuestro silencio. Yo jadeaba, mi respiracin desigual.
"Estaba en el estanque."

l asinti con la cabeza. "Lo s."

Tragu saliva, cruzando mis brazos sobre mi pecho. Mi corazn segua golpeando, por lo
que me pregunte si el podra escucharlo. "Lo siento por lo que hice", dije yo. "Estoy tan, tan
arrepentida."

Por un momento, l estaba tranquilo. Est bien, dijo finalmente. Luego tendi una mano
hacia arriba, y la apoyo en mi hombro, y juntos, vimos volar el ave ms all de la lnea del
cielo.

165
Captulo Diez

Traducido por Mina

Las quieres con mantequilla o no?

Como sea est bien dije yo

Olivia me mir por encima del mostrador, luego camino al dispensador de mantequilla,
meneando la bolsa de palomitas que estaba sosteniendo y ponindola debajo y dndole un
par de rpidos golpes con su mano. Entonces tu eres oficialmente mi tipo de cliente
favorito dijo ella. a diferencia del noventa y nueve por ciento de la poblacin cinfila

De verdad?

La mayora de la gente dijo ella, volteando la bolsa y sacudindola ligeramente, y
despus agregndole un poco mas de mantequilla, tiene fuertes opiniones acerca de sus
preferencias de mantequilla. Algunos no quieren nada, las palomitas deben de estar secas o
se vuelven locos. Otros prefieren parar en el punto donde se siente a travs de la bolsa.

Torc la cara Yuck

Ella se encogi de hombros Yo no juzgo. A menos que tu seas una de esos totalmente
obsesivos compulsivos que lo quieren por capas. Lo que toma aos, entonces si te odio

Sonre, tomando las palomitas de maz que ella me pasaba Gracias, dije yo, buscando mi
cartera Cunto te?

No te preocupes por eso. me dijo, moviendo la mano.

Ests segura? Si me hubieras pedido mantequilla por capas te hubiera cobrado, pero
eso fue fcil, vamos

Ella sali del mostrador y yo la segu a travs de la recepcin del Vista 10, la cual estaba
casi vaca a excepcin de unos chicos jugando video juegos cerca de los baos, hacia la
puerta de la taquilla. Abri la puerta y se escabull dentro, luego cambi el letrero de la
ventana a ABIERTO antes de quitar un montn de papeles de un taburete cercano para que
yo me sentara. Ests segura? dije, mirando alrededor.A tu jefe no le importa?

Mi papa es el administrador dijo ella. Adems estoy trabajando un sbado por la
maana, el turno infantil, en contra de mi voluntad. La chica que se supona tenia que estar
aqu, falto, as que puedo hacer lo que quiera.
166

El turno in? empec, pero me detuve cuando vi a una mujer aproximndose con cinco
nios en edad de primaria, unos corriendo delante de otros, empujndose en el camino. Un
chico tena un video juego porttil y no estaba mirando por donde iba, sin embargo se las
ingenio para navegar por la acera sin tropezar, lo cual era algo impresionante. La mujer que
pareca estar a mediados de sus cuarentas vesta un largo suter verde y traa una gran
bolsa, se paro en la ventanilla, entrecerrando los ojos.

Mama, uno de los chicos, una nia con colitas, dijo tocndole el brazo, Yo quiero unos
Smarties

Dulces, no murmuro la mujer, todava mirando la lista de las pelculas.

Pero tu lo prometiste. Dijo la nia, gimiendo. Uno de los otros chicos, un nio, estaba
ahora del otro lado tirando de su brazo tambin. Vi a la mujer acariciarlo ausentemente en
la cabeza mientras l se enroscaba en su pierna.

Siii! el nio con el video juego porttil grito, saltando arriba y abajo, Alcanc el nivel
cinco con las cerezas!

Olivia me lanz una mirada, luego apret el botn de su micrfono acercndose a el
Puedo ayudarle? Pregunt.

Si dijo la mujer, todava mirando hacia arriba, Necesito. Cinco nios y un adulto para
El Perro Pretzel dos

Olivia proces esto en su caja registradora.Eso serian treinta y seis dolares

Treinta y seis? dijo la mujer, finalmente mirndonos. La nia le estaba tocando el brazo
otra vez. Cual es el precio de nios? Estas segura?

Si

Bueno, eso es una locura. Es slo una pelcula!

Si lo sabr yo. Le dijo Olivia, apretando el botn de los boletos algunas veces, ella puso
los boletos en sus manos, mientras la mujer abra su gran bolsa y buscaba por algunos
minutos, hasta que finalmente sac la mano con dos billetes de veinte. Luego Olivia le paso
los boletos junto con su cambio. Disfruten la funcin.

La mujer solt un quejido, se subi el bolso al hombro, luego se encamin a la sala con los
nios detrs de ella. Olivia suspir, se ech para atrs en su silla y estir los brazos sobre su
cabeza mientras dos minivans se paraban en el estacionamiento frente a nosotros en rpida
sucesin.

Si lo sabr yo dije, recordando a mi mama con su portapapeles, en varias ocasiones. Mi
mama suele decir eso.
167

Palabras empticas Olivia replic. Y no es como si ella estuviera equivocada, quiero
decir, si es caro. Pero nosotros hacemos la mayor parte de nuestro dinero en concesiones y
ella esta metiendo comida a escondidas para todos esos mocosos. As que todos estamos a
mano, realmente.

Mir sobre mi hombro hacia la recepcin, donde la mujer estaba ahora, guiando a sus cras
a la sala. T crees?

Viste el tamao de esa bolsa? por favor. Ella se estir, tomando palomitas de mi bolsa,
las cuales no haba tocado. Aparentemente ella lo not, dicindome. Qu? Mucha
mantequilla?

Negu con la cabeza, viendo hacia ella. No. Estn bien

Estaba a punto de decirte. No te pongas exigente ahora

Estaban desabordando las minivans, gente vaciando las sillas especiales para coches y
deslizando las puertas traseras. Olivia suspir, checando su reloj. Realmente no vine aqu
por las palomitas dije. Solo quera quera agradecerte.

Ya lo hiciste. Ella dijo.

No la correg. Ya trate, dos veces, pero no me has dejado. Lo cual francamente no
entiendo.

Ella tomo palomitas otra vez, llenando su mano. Honestamente dijo ella mientras otra
manada de padres y nios se acercaba, No es tan complicado, Tu hiciste algo por mi, yo
hice algo por ti, estamos a mano, ya djalo as.

Era ms fcil de decir que de hacer, algo que consider mientras ella venda otro tanto de
boletos, soportando mas quejas acerca de los precios, y dirigiendo a una mujer y su infeliz
nio al bao. Despus de un tiempo las cosas se calmaron, haban pasado quince minutos y
me las haba ingeniado para dejar mi bolsa de palomitas a la mitad.

Mira. Le dije. Todo lo que digo es que yo solamente. Quiero que sepas que yo no soy
as.

As como? dijo ella, acomodando algunos billetes en la caja registradora.

Alguien que se escapa de la escuela, para emborracharse. Solamente estaba teniendo un
da malo, y

Ruby. Su voz era fuerte, demandando mi atencin. No tienes que explicarme nada, est
bien? Lo entiendo.

Lo entiendes?
168

Cambiar de escuela realmente apesta para mi dijo, estirndose en su silla. Extraaba
toda acerca de mi vida en J ackson. Todava lo hago, mucho, incluso ahora, un ao despus,
ni siquiera me he molestado en establecerme en Perkins. Ni siquiera tengo amigos aqu.

Yo tampoco. Dije

Si, t si ella dijo. Tienes a Nate Cross

No somos realmente amigos le dije a ella.

Ella alzo sus cejas. El chico manejo quince millas para sacarte del bosque.

Slo porque t le dijiste que lo hiciera. Dije

No ella dijo enfticamente. Todo lo que hice fue dejarle saber donde estabas.

Es lo mismo.

En realidad, no ella dijo, tomando otro puado de palomitas. Hay una gran diferencia
entre informacin y accin. Yo le di los hechos, en mayor parte por que me senta
responsable por haberte dejado ah con ese perdedor en primer lugar. Pero ir ah? Eso fue
toda idea suya. As que espero que hayas sido lo suficientemente agradecida.

No lo fui. Dije calladamente.

No? ella pareca genuinamente sorprendida. Bueno dijo arrastrando la palabra.
Por qu no?

Mir hacia mis palomitas, sintiendo como me empezaba a pegar la resaca de la mantequilla
y la sal. No soy muy buena aceptando ayuda, dije. Es un problema que tengo.

Puedo entender eso ella dijo.

Si?

Ella se encogi de hombros. No es la cosa mas fcil para mi tambin, especialmente
cuando pienso que no la necesito.

Exactamente

Pero, ella continuo, no dejndome salir con la ma. Tu estabas desmayada en el bosque.
Quiero decir, claramente necesitabas ayuda, as que tienes suerte que l se diera cuenta de
eso, incluso si t no.

Haba una gran multitud de gente acercndose ahora, muchos padres e hijos. Los podamos
ver venir hacia nosotros del otro lado del estacionamiento como una ancha y desorganizada
169
ola.

Quiero tratar de compensrselo le dije a Olivia. De cambiar, ya sabes? Pero no es fcil
de hacer.

Si, ella dijo. Tomando otro puado de palomitas y lanzndolo a su boca mientras la
multitud se acercaba. Si lo sabr yo.

Todos tienen su punto dbil. La nica cosa, que a pesar de tu mejor esfuerzo, siempre te
dejar de rodillas, no importando que tan fuerte seas para otras cosas. Para alguna gente, es
amor. Otras, dinero o alcohol. La ma era an peor: Clculo.

Estaba convencida de que esa era la razn por la que no iba a la universidad. No mi fondo
de ahorros o que estaba metiendo mis solicitudes meses despus que todos los dems, o
incluso el hecho de que hasta recientemente no estaba ni siquiera segura de que quera ir.
En cambio, en mi mente, todo se reduca a una clase con sus respectivas normas y
teoremas, arrastrando mi promedio y a m con l.

Siempre empezaba estudiando con las mejores intenciones, dicindome a mi misma que
quiz hoy fuera el da donde todo caera en su lugar, y todo sera diferente. Ms seguido
que no, despus de un par de paginas de practicar problemas, me encontraba a mi misma
hundindome en una espiral de depresin. Cuando era realmente malo pona mi cabeza
abajo sobre mi libro y contemplaba todas las opciones alternas para mi futuro.

Hey! o que deca una voz. Fue susurrado ligeramente sobre mi pelo y mi brazo, el cual
estaba alrededor de mi cabeza en un intento de mantener mi cerebro en su lugar. Ests
Bien?

Me levant, esperando ver a J amie, en cambio era Nate. Parado en la puerta de cocina, con
una pila de ropa de la lavandera sobre su hombro. Roscoe estaba a sus pies, olisqueando
animadamente.

No le dije mientras l se viraba y sala hacia la entrada, abriendo el closet de ah. Con
J aime trabajando duro en el nuevo anuncio de la campaa, y Cora atrasada en sus casos.
Haban estado posponiendo sus diligencias en Rest Assured. Aunque este sbado por la
maana era la primera vez que Nate haba aparecido mientras yo estaba en casa. Ahora oa
el sonido que hacia al acomodar y colgar la ropa limpia. Solamente estaba pensando en mi
futuro.

As de malo, eh? dijo l. Agachndose para acariciar a Roscoe, quien salt y le lami la
cara.

Solo si repruebo Calculo, le dije. Lo que parece cada vez ms probable.

Tonteras, se puso de pi, limpindose las manos en sus pantalones y se acerc,
apoyndose contra el mostrador. Cmo pudo pasar eso? Cuando t personalmente
conoces al mejor tutor de calculo del pueblo.
170

T? alc las cejas. De verdad?

Oh, Dios, no. l dijo estremecindose. Soy bueno en muchas cosas, pero no en eso.
Apenas pas yo mismo.

Pero pasaste

Si, pero slo por Gervais.

Inmediatamente, l apareci en mi mente, pequeo y mal oliente. No gracias, dije. No
estoy tan desesperada.

No pareca as cuando llegue. l se acerc, jalando una silla y sentndose enfrente de m,
luego agarr mi libro acercndolo a l, paso una hoja e hizo una mueca. Dios, slo mirar
estas cosas me asusta. Quiero decir, qu tan bsica es la regla de la potencia? Y sin
embargo, por qu todava no la entiendo?

Slo lo mir. La qu? l me disparo una mirada. Necesitas a Gervais. Dijo empujando
de regreso mi libro. Y rpido.

Eso es justamente lo que no necesito. Dije, poniendo mis piernas cerca de mi pecho.
Puedes imaginarme pidindole un favor a Gervais? Sin mencionar que deberle un favor
hara de mi vida un infierno.

Oh, esta bien. Dijo Nate asintiendo. Lo olvide, t tienes ese problema.

Qu problema?

El problema de endeudarte con alguien. Dijo. Tienes que ser auto suficiente, no puedes
soportar deberle nada a nadie, correcto?

Bueno, dije. Ponindolo de esa manera, no suena como algo con lo que quisieras estar
necesariamente de acuerdo. Si lo que quieres decir es que no me gusta depender de la
gente, entonces si, es cierto.

Pero. Dijo, agachndose para acariciar a Roscoe, quien se haba quedado a sus pies. T
si me debes algo a m.

De nuevo, esto no era algo que querra secundar, al menos no inmediatamente. Cual es t
punto?

l se encogi de hombros. Slo que sepas, que tengo un montn de diligencias que hacer
hoy, un montn de pastelillos que glasear.

Y

171
Y que podra usar un poco de ayuda, dijo. Si te sientes, ya sabes, con ganas de
devolverme el favor.

Esas diligencias implican a Gervais? pregunt.

No. Lo pens por un segundo. Est bien. Dije tirando mi libro. Estoy dentro.

Ahora, l dijo, mientras lo segua hasta los escalones delanteros de una casa de ladrillo,
que tena una bandera con una sandia ondeando en el frente. Antes de que entremos, debo
advertirte acerca del olor.

El olor? Pregunt. Pero entonces l ya estaba abriendo la puerta y empujando para
entrar, transformando mi pregunta en toda una exclamacin. Oh, mi Dios, pens mientras el
olor me pegaba por todas partes. Era como una niebla; incluso aunque caminaras a travs
de ella segua viniendo.

No te preocupes, dijo Nate sobre su hombro, continuando hacia la sala, pasando un sof
cubierto con una brillante y colorida colcha, hacia una soleada cocina mas all. Te
acostumbras despus de un minuto o dos. Pronto, ni lo notars.

Qu es?

Luego, pens, mientras esperaba en la entrada, Nate haba desaparecido en la cocina,
obtuve la respuesta, empez como una extraa sensacin, que escalo hasta horrorizarme
cuando me di cuenta que estaba siendo observada.

Tan pronto como vi al gato en las escaleras, un gordo atigrado con ojos verdes,
observndome con una expresin aburrida, not a uno gris debajo del perchero a mi
derecha, seguido de uno negro enrollado atrs del sof y a uno de pelo blanco largo
estirado en la alfombra oriental enfrente a este. Estaban en todos lados.

Encontr a Nate en un patio cerrado donde cinco jaulas estaban alineadas en una mesa.
Cada una tena una foto polaroid de un gato pegado a ella. Un nombre escrito en una limpia
hoja debajo: RAZZY, CESAR, BLU, MARGIE, LYLE.

Entonces esto es un refugio, o algo parecido?

Sabrina toma a los gatos que no tienen un hogar. Dijo, tomando dos de las jaulas y
llevndolas a la sala. Ya sabes, los que estn enfermos o viejos. Los indeseados o
abandonados, yo que se. agarr una de las fotos polaroid de un flaco gato gris, RAZZY,
aparentemente, luego miro alrededor del cuarto. Ves a este chico en alguna parte?

Los dos miramos alrededor del cuarto, donde haba varios gatos, pero no grises. Mejor
checo arriba. Dijo Nate. Puedes buscar a los otros? slo mira las fotos en las jaulas.

Dej la sala, trotando por las escaleras. Un momento despus lo escuche silbando, en el
techo cruja mientras l se mova en el piso de arriba. Mir la fila de jaulas y las fotos
172
polaroid pegadas a ellas, y luego divise a uno de ellos, un gato negro con ojos amarillos,
LYLE, mirando desde una silla cercana. Mientras alzaba la jaula la fotografa se despeg,
dejando a la vista un Post-it que estaba pegado detrs.

Lyle va tener un chequeo y una extraccin de sangre para saber como esta respondiendo a
las drogas contra el cncer. Si el Dr. Loomis cree que no estn haciendo ninguna diferencia,
por favor dgale que me llame a mi celular para discutir si hay alguna otra medida que
tomar o si debo enfocarme en mantenerlo cmodo.

Pobre chico, dije. Poniendo la jaula enfrente de l, la puerta abierta. Entra, est bien?
l no entro. Aun peor cuando fui a empujarlo para adelante, extendi su pata, arandome,
sus garras raspando mi piel.

Deje caer la jaula, que peg en el piso con la puerta abierta aporrendose. Viendo hacia mi
mano, poda ver los araazos y gotas de sangre en algunas partes. Tu pequea porquera.
Dije. l solo me mir como si nunca se hubiera movido.

Oh, hombre, dijo Nate saliendo a la vuelta de la esquina con dos gatos uno debajo de
cada brazo. Fuiste por Lyle?

T dijiste que los atrapara.

Dije que los buscaras, me dijo. No que te pelearas con ellos, especialmente con ese, el es
problemtico, djame ver.

l se acerc, tom mi mano mirando hacia abajo para examinar los rasguos. Su palma era
calida contra la parte inferior de mi mueca y mientras se inclinaba pude ver la gama de
colores en el cabello que le caa en la frente, que iba del rubio blanco al ms amarillo, y
todo el camino hasta el casi caf.

Lo siento, dijo. deb haberte prevenido.

Estoy bien, solo es un pequeo rasguo.

Mir hacia mi y sent que mi cara se sonrojaba, de repente ms consciente de lo cerca que
estbamos uno del otro. Sobre su hombro, Lyle nos estaba observando, Las pupilas de sus
ojos amarillos se ampliaron y luego volvieron a la normalidad.

Finalmente, le tom a Nate veinte minutos el meter a Lyle a su jaula y al carro, donde yo
estaba esperando con los otros. Cuando l finalmente se desliz detrs del volante, vi que
sus manos estaban cubiertas de araazos.

Espero que te paguen por ir a la guerra. Le dije mientras encenda el motor.

Al menos, no quedaran cicatrices, replic. Y de todos modos no puedes culpar al chico.
No es como si alguna vez le dieran alguna razn para que le guste el Veterinario.
173

Solo lo mir mientras nos alejbamos de la acera. Atrs de nosotros alguien ya haba
empezado a maullar. T sabes, dije. Yo simplemente no puedo conseguir tener esa
actitud.

Nate alzo sus cejas, divertido. No puedes, qu?

Todo el rollo positivo de, Oh, no es culpa del gato el haberme mutilado, quiero decir,
cmo lo haces?

Cul es la alternativa? pregunt. Odiar a todas las criaturas?

No. Dije, disparndole una mirada. Pero no tienes por que darle a todos el beneficio de
la duda.

Tampoco tienes que asumir lo peor de todos. El mundo no est esperando para atraparte.

En tu opinin. Agregu.

Mira, dijo. El punto es que no puedes estar cien por ciento segura acerca de nada y de
nadie, as que lo que queda es una decisin, o esperar lo mejor o simplemente esperar lo
peor.

Si t esperas lo peor, nadie te decepcionara. Puntualic.

Si, pero quin vive as? me encog de hombros. Gente que no es mutilada por gatos
psicpatas.

Ah, pero t si fuiste mutilada. Dijo sealndome. As que claramente no eres ese tipo de
persona, aunque quieras serlo.

Despus de las citas con el veterinario del grupo, durante las cuales Lyle ara al
veterinario y una pobre mujer que estaba en la sala de espera, regresamos a casa de Sabrina
y soltamos a los gatos de regreso a su hbitat natural. De ah fuimos a la tintorera (donde
recolectamos cientos de trajes y camisas de vestir), a la farmacia (asombrndome de cuanta
gente toma antidepresivos, no es que yo las est juzgando) y a One World, la tienda de
comestibles orgnicos, donde recogimos una orden especial de trigo, huevos, pastel libre de
gluten en donde se lea: FELICES CUARENTA, MARLA.

Cuarenta aos sin trigo, ni huevos? dije mientras cargbamos las compras por las
escaleras de una casa con columnas en el frente. Eso debe ser horrible.

Ella tampoco come carne, me dijo, sacando un aro de llaves y buscando en l. Cuando
encontr la que estaba buscando, la meti en la cerradura, abriendo la puerta. O cualquier
cosa procesada, incluso su shampoo es orgnico.

T le compras su shampoo?
174

Le compramos todo. Ella siempre esta viajando, la cocina est por aqu.

Lo segu a travs de la casa. Que era enorme e inmensamente desordenada. Haba correo
apilado en una mesa de centro, cosas para reciclar apiladas en una puerta, y la luz de la
mquina para contestar mensajes parpadeaba sin parar, de la forma que lo hace cuando la
memoria esta llena. Sabes, dije. Para alguien tan estricto con su dieta, esperaba alguien
mas cuidadoso con su casa.

Sola serlo, antes de divorciarse. Dijo Nate, tomando el pastel de mis manos y
deslizndolo dentro del refrigerador. Desde entonces, ha ido cuesta abajo.

Eso explica el Xanax. Dije, mientras tomaba la botella de dentro de la bolsa de la
farmacia, dejndola en el mostrador.

T crees?

Me vir hacia el refrigerador, el cual estaba parcialmente cubierto con imgenes de actrices
de Hollywood en Bikini. Y en un pedazo de papel encima de ellas con marcador negro
estaba escrito: PIENSA ANTES DE MERENDAR! Si, dije. Ella debe ser muy
intensa.

Probablemente lo es dijo Nate, mirando hacia el refrigerador. No la conozco.

En serio?

Seguro, dijo. Ese es el punto de nuestro negocio, no tienen que conocernos. Si estamos
haciendo nuestro trabajo bien, sus cosas quedan listas.

Aun as, dije. Tienes que admitir, que te enteras de mucho. Quiero decir, ve cuanto ya
sabemos de ella solo por su cocina.

Puede ser, pero no puedes conocer realmente a alguien solo por su casa o sus cosas, es
solo una pequea parte de quien son. agarr las llaves del mostrador. Vamos, tenemos
cuatro lugares ms a los que ir antes de terminar el da.

Tengo que admitir que es trabajo duro. O al menos ms difcil de lo que parece. De cierta
manera me gusta. Tal vez por que me recuerda un comercial, manejando diferentes casas y
dejando cosas, aunque en este caso tenemos que entrar a ellas, y seguido tambin recoger
cosas. Adems hay algo interesante en tener esos pequeos vistazos en la vida de la gente:
El closet de los abrigos, su garage, que cajas tenan en el refrigerador. Como si no
importara cuan diferentes todos pareciramos, siempre habr cosas que todos tenemos en
comn.

Nuestra ltima parada era un caro edificio de departamentos con un limpio y elegante
lobby. Mientras segua a Nate a travs de l con las ltimas bolsas de la tintorera, poda
175
escuchar nuestros pasos amplificados alrededor de nosotros.

Entonces, cul es la historia aqu? Le pregunt mientras entrbamos al elevador. Puse la
etiqueta de la lavandera de modo que pudiera verla. Quin es P. Collins?

Un misterio. Dijo

Si? Cmo es eso?

Ya vers.

En el sptimo piso, salimos a un largo pasillo alineado con puertas idnticas, Nate camin
hasta casi llegar a la mitad, luego sac sus llaves y abri la puerta enfrente a l. Pasa,
dijo.

Cuando entr, lo primero de lo que me pude dar cuenta fue la calma. No era solo la
sensacin de algo vaci, si no de algo casi hueco. A pesar de que el apartamento estaba
completamente amueblado con muebles elegantes y contemporneos. Incluso pareca algo
salido de una revista, as de perfecto. Wow dije mientras Nate tomaba la ropa de la
tintorera de mi mano, desapareciendo en un cuarto que estaba fuera de la vista a la derecha.
Me acerqu a una hilera de ventanas, que abarcaban todo el pueblo y muchas millas ms,
era como estar en la cima del mundo. Esto es asombroso.

Lo es, dijo. Saliendo del cuarto. Por eso es tan raro que a quien quiera que pertenezca,
nunca est aqu.

Deben estar, dije. Tienen ropa de la tintorera.

Creo que eso es lo nico, dijo. Y es un sobrecama nrdico, lo recogemos cada mes ms
o menos.

Entr a la cocina, mirando alrededor. El refrigerador estaba vaci, los cajones inmaculados
excepto por una tapa de botella puesta al revs. Aja, dije. Toman cerveza de raz.

Esa es ma,dijo Nate. La deje la ultima vez como experimento, solo para ver si alguien
la mova o la tiraba.

Y an sigue aqu?

Raro, verdad. Camin hacia los ventanales y desliz una de las ventanas de cristal.
Enseguida pude oler el aire fresco entrando por ella. Me imagino que ha de ser rentado o a
lo mejor alguna de alguna compaa, para visitas ejecutivas o algo as.

Fui a la sala y revis un librero bajo junto al sof. Haba algunas novelas, una gua para
viajar en Mxico, un par de libros de diseos arquitectnicos. No se, dije. Apuesto que
alguien vive aqu.

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Bueno, si lo hacen, lo siento por ellos, dijo, apoyndose en la puerta abierta. Ni siquiera
tienen unas fotografas colgadas. Fotografas?

Ya sabes, de familia o amigos. Una prueba de que tengan una vida, ya sabes?

Pens en mi propio cuarto de regreso en Cora. Las paredes blancas, como cuando apenas
haba desempacado. Qu pensara alguien, si viniera y viera mis cosas? Unas pocas ropas,
algunos libros. Y no haba mucho donde seguir.

Nate haba salido, estaba ahora en la pequea terraza, viendo a la distancia. Cuando me
acerqu y me par junto a l, miro hacia abajo hacia mi mano todava cruzada por rasguos.
Oh, lo haba olvidado por completo, dijo metiendo su mano en su bolsillo y sacando un
pequeo tubo. Encontr algo en One Worl para eso.

Deca Blsamo Boyd en letras rojas. Mientras el lo destapaba, le pregunte, Qu es
exactamente eso?

Es como un Neosporin natural, me explic. Cuando le di una mirada dudosa, l aadi,
Marla me lo jur.

Oh, esta bien, eso lo dice todo. Hizo gestos para que estirara mi mano, cuando lo hice,
exprimi un poco encima, luego empez a frotarlo cuidadosamente. Quemaba un poco al
principio, luego se volvi fri, pero no de una forma mala. De nuevo con nosotros muy
cerca el uno del otro, mi primer instinto era echarme para atrs, como hice antes. Pero en
vez de eso me forc a mi misma a quedarme donde estaba y a relajarme mientras su mano
se mova sobre la ma.

Listo, dijo despus de un momento, cuando termino de frotarme. Estars curada para
maana.

Eso es optimismo.

Bueno, puedes esperar mejor que se te caiga la mano, si quieres. Dijo. Pero
personalmente no me gusta mucho esa forma de pensar.

Sonre sin poderlo evitar. Mire hacia su cara, con el sol detrs de el, pens en esa primera
noche, cuando se inclin sobre la cerca. Entonces haba sido imposible identificar sus
rasgos. Pero aqu, donde todo estaba claro, en la brillante luz del da. No era para nada lo
que haba pensado o esperado, y me pregunt si el estara igualmente sorprendido.

Despus de que me dej, me encontr a Cora en la estufa, mirando hacia una olla grande
mientras agitaba algo dentro. Hey, me llamo mientras Roscoe corra para recibirme
saltando. No pens que estuvieras trabajando hoy?

No lo estaba. Dije

Entonces, dnde estabas?
177

En todos lados, dije bostezando. Ella me miro, enigmtica, y me pregunte por que no
simplemente le dije la verdad. Pero haba algo acerca de este da que quera conservar para
mi misma, cuando menos un poco ms. Necesitas ayuda con la cena?

No, estoy bien, estaremos comiendo como en media hora creo, est bien?

Asent, luego me encamin a mi cuarto. Despus de tirar mi mochila en el piso, Sal a mi
balcn, mirando a travs del patio y del estanque, hacia la casa de Nate. Bastante segura,
que un minuto despus lo vi salir llevando algunas cosas hacia el cobertizo de la piscina,
todava trabajando.

De vuelta adentro, me quit los zapatos y sub a mi cama cuando o un tintineo de patitas
mire por encima de m para ver a Roscoe en la entrada de mi cuarto. Cora debi haber
prendido la estufa pens, esperando que pasara hacia mi closet donde normalmente se
acurrucaba hasta que el peligro hubiera pasado. En cambio vino hacia un lado de mi cama,
se sent y me miro.

Lo mire por un segundo, luego asent. Esta bien, dije dando palmaditas a la cama.
Sube.

l no dudo, al instante se subi, luego dio un par de rpidos giros antes de asentarse junto a
mi, su cabeza descansando en m estomago. Mientras empezaba a acariciarlo, me vi los
rasguos que me haba hecho Lyle, empec a alisarlos pasando mis dedos sintiendo las
ligeras elevaciones y recordando como Nate haba hecho lo mismo. Segu haciendo esto, de
hecho por el resto de la noche, durante la cena, antes de ir a la cama, trazndolos de la
misma manera que lo hice con la llave alrededor de mi cuello, como si necesitara
memorizarlos. Y quiz lo hice por que Nate estaba en lo correcto, para la maana siguiente
se haban ido.

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Captulo Once

Traducido por Maybe
Corregido por Grace

Lo nico que estoy diciendo, dijo Olivia, cogiendo su smoothie y dando un sorbo, es
que para un observador casual, parece que algo est pasando.

Bueno, pues el observador casual est equivocado, dije. Y de todas formas, aunque algo
pasara, no es asunto de nadie.

Oh, vale. Porque hay mucha gente interesada. Sobre todo yo.

Me lo ests preguntando, no?

Me puso mala cara, y entonces cogi su telfono, abrindolo y pulsando algunos botones.
La verdad era que, Olivia y yo nunca nos habamos hecho oficialmente amigas. Pero
claramente, en algn momento entre el recorrido en coche y el da en la taquilla, haba
pasado. No haba otra forma de explicar por qu ahora se senta tan completamente cmoda
metindose en mi vida personal.

No hay nada entre Nate y yo, le dije, por segunda vez desde que nos sentamos a comer.
Esto es algo que nunca me habra esperado, nosotras comiendo juntasmucho menos estar
tan acostumbrada, que apenas not que alarg la mano, sacando una patata de mi bolsa.
Solo somos amigos.

Hace poco tiempo, dijo, metiendo la patata en su boca, ni siquiera estabas dispuesta a
admitir eso.

Y?

Y, dijo ella mientras el telfono son repentinamente, quin sabe a lo que le hars
frente en una semana o dos? Quizs te comprometas con l antes de que quieras admitirlo.

No nos vamos, dije firmemente, a comprometer. J ess.

Nunca digas nunca, dijo encogindose de hombros. Su telfono son de nuevo.
Cualquier cosa es posible.

Acaso le ests viendo aqu?

No, dijo. Pero s que le veo all en la escultura, mirando hacia aqu.

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Volte mi cabeza. En efecto, Nate estaba detrs de nosotras hablando con J ake Bristol.
Cuando vio que le estbamos mirando, salud con la mano. Yo hice lo mismo, y entonces
me gir de vuelta hacia Olivia, que estaba mirndome sin ninguna expresin, su telfono
todava sonando.

Vas a responder? Pregunt.

Puedo hacerlo?

Me ests diciendo que ahora yo pongo las reglas?

No, dijo rotundamente. Pero ciertamente no quiero ser maleducada y desconsiderada,
teniendo dos conversaciones a la vez. Eso era, de hecho, exactamente lo que yo haba
dicho, cuando me cans de que estuviera constantemente interrumpindome para responder
llamadas. Lo que, ahora que lo pensaba, era muy de amigas, en su propio modo. A no ser,
por supuesto, que opines diferente ahora.

Slo haz que pare de sonar, por favor, dije.

Suspir, como si fuera algo muy difcil, y entonces abri su telfono, ponindolo en su
oreja.

Hola. No, slo estoy comiendo con Ruby. Qu? S, ella dijo eso, dijo, mirndome. No
lo s, es inconstante. Ni siquiera estoy intentando entenderlo. Puse los ojos en blanco, y
mir por encima de mi hombro a Nate una vez ms. Segua hablando con J ake y no me vio
esa vez, pero mientras recorra con la mirada el resto del patio, localic a alguien
mirndome directamente. Gervais.

Estaba solo, sentado al pie de un rbol, su mochila al lado de l, un cartn de leche en una
mano. Tambin estaba mascando lentamente, mientras mantena sus ojos en m. Lo cual era
un poco espeluznante, deba admitir. Por otro lado, Gervais haba estado actuando
ltimamente de forma extraa. O como un extrao.

A estas alturas, ya me haba acostumbrado a su molesto comportamiento en el coche que
raramente haba notado antes. De hecho, desde que Nate y yo nos habamos vuelto ms
cercanos, Gervais casi haba pasado a un segundo plano. Eso es por lo cual, por lo menos
al principio, no me haba dado cuenta de cuando haba empezado a cambiar
repentinamente. Pero Nate lo hizo.

Cmo no te puedes haber dado cuenta de que ahora se cepilla el pelo? Me pregunt un
par de maanas antes, despus de que Gervais se hubiera bajado, nosotros estbamos
andando por el estacionamiento. Y que ha perdido su tocado?

Porque al contrario de otras personas, dije, no paso mucho tiempo observando a
Gervais

An as, es difcil no darse cuenta, respondi. Parece una persona completamente
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distinta.

Parece es la palabra clave.

Tambin huele mejor, aadi Nate. Ha reducido considerablemente las emisiones
txicas.

Por qu estamos hablando de esto otra vez? le pregunt.

No lo s, dijo, escondindose de hombros. Cuando alguien empieza a cambiar, y es
obvio, es bastante natural preguntarse el porqu. No?

Aunque yo no me preguntaba nada sobre Gervais. De hecho, incluso aunque se hiciera un
cambio de imagen y repentinamente oliera a petunias, no podra haberme importado menos.
Aunque ahora, mientras le miraba a travs del pasto, tena que admitir que Nate tena
raznpareca diferente. Su pelo estaba cepillado, sin mencionar que estaba menos
grasoso, y sin los tocados, su cara se vea completamente cambiada. Cuando vio que le
estaba observando, se encogi, e inmediatamente agach su cabeza, sorbiendo el resto de su
cartn de leche. Tan raro, pens.

... no, que no, estaba diciendo Olivia mientras tomaba otro trago de su smoothie. Porque
los zapatos no van a hacer que corras ms rpido, Laney. Eso es todo un bombo
publicitario. Qu? Bueno, por supuesto que te van a decir eso. Les dan comisin!

A quines? dijo Nate, deslizndose al lado mo en el banco. Olivia, escuchando a Laney,
me levant las cejas.

Ni idea, le dije. Como te podrs dar cuenta, no me est hablando a m. Est hablando
por telfono.

Ah, bueno, dijo. Sabes? Eso es verdaderamente maleducado.

A que s?

Olivia nos ignor, cogiendo mi bolsa de patatas y sirvindose otra vez. Entonces se la
ofreci a Nate, que sac un puado, metindolas en su boca.

Son mas, seal.

S? dijo Nate. Estn buenas. Sonri y me golpe con su rodilla. Al otro lado de la
mesa, Olivia segua hablando con Laney sobre zapatos, su voz cambiando, dependiendo de
si estaba sermoneando o no. Estando sentada aqu con ellos, era casi difcil recordar cuando
llegu por primera vez a Perkins, tan decidida a actuar individualmente. Pero eso es lo que
pasa cuando ayudas y te ayudan, o eso estaba aprendiendo: no haba ninguna manera de
quedarse imperturbable. En su lugar, esta conexin, una vez abierta, permaneca en marcha
181
con el tiempo.

Al medioda del da de Accin de Gracias, estaba posicionada en el vestbulo, lista para
realizar mi tarea asignada mientras la puerta se abra. Aunque justo cuando el primer
coche se acerc y empez a aparcar enfrente de la casa, me di cuenta de que haba un
agujero en mi jersey.

Tom las escaleras de dos en dos hacia mi habitacin, dirigindome al bao hacia mi
armario. Cuando abr la puerta, salt, sorprendida. Cora estaba dentro, sentada en el suelo
con Roscoe en su regazo.

No lo digas, dijo, levantando una mano. S que esto parece de locos.

Qu ests haciendo?

Suspir.

Slo necesitaba un descanso. Un poco de aliento. Un momento para m misma.

En mi armario, dije, aclarando.

Vine por Roscoe. Ya sabes cmo se pone cuando el horno est encendido. Me lanz una
mirada. Pero, una vez que estaba aqu, empec a entender porqu le gusta tanto. En
realidad es muy calmante.

Por primera vez, Cora y J amie preparaban la cena de Accin de Gracias, lo que significaba
que en un momento, estaramos invadidos por lo menos por quince Hunters.
Personalmente, tena un poco de curiosidad por conocer su extendida tribu, pero Cora, al
igual que Roscoe, tena los nervios destrozados.

T fuiste la que lo sugiri, J amie le haba dicho la semana anterior, mientras ella estaba
sentada en la mesa en modo de estrs, rodeada por libros de cocina y copias de Cooking
Light. Yo nunca te habra pedido que hicieras esto.

Solamente estaba siendo educada! dijo. No crea que tu madre me tomara la palabra.

Quieren ver la casa.

Entonces deberan venir por unas bebidas. O por un aperitivo. O por un postre. Algo
simple. No en unas fiestas tan importantes, cuando se espera que proporcione una comida
entera!

Lo nico que tienes que hacer es cocinar el pavo y hacer los postres, le dijo J amie. El
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resto lo estn trayendo ellos.

Cora le mir.

El pavo, dijo, su voz montona, es el centro de todo. Si la cago, toda la fiesta estar
arruinada.

Oh, eso no es verdad, dijo J amie. Entonces me mir a m, pero yo segu callada,
sabiendo que no deba involucrarme en esto. Es un pavo. Cmo de difcil puede ser?

Esa pregunta haba sido respondida la noche anterior, cuando Cora fue a recoger el pjaro
que haba encargado, que pesaba diez kilos. Tuvimos que cargarlo entre los tres, y luego
no cupo en la nevera.

Un desastre, anunci Cora una vez que pudimos ponerlo en la isla de la cocina. Un
completo y total desastre.

Todo va a ir bien, le dijo J amie, seguro de si mismo como siempre. Slo reljate.

Finalmente, l haba conseguido meterlo en el frigorfico, aunque eso signific tener que
quitar todo lo dems. Como resultado, en las encimeras haba unas filas que tenan no slo
las cosas que Cora haba comprado para la comida, sino tambin todos los condimentos,
panes, y latas de refresco y agua embotelladatodo lo que no necesitara estar en fro.
Afortunadamente, pudimos usar el horno de Nate para poner lo que sobrabal y su
padre iban a estar fuera todo el da, cobrando el tiempo a doble paga a los clientes que
necesitaban algo hecho para sus cenasya que nada ms caba en el nuestro mientras el
pavo se estaba cocinando. Todo esto haba puesto a Cora ms malhumorada, hasta el
punto en el que tuve que llevarme un trozo de pan, un poco de mantequilla de cacahuate, y
jalea al enorme comedor, dnde podra hacerme los sndwiches y comer en paz.

Sabes? Haba dicho J amie la noche pasada, mientras Cora rondaba por la cocina ms
all de la puerta, Creo que esto va a ser verdaderamente bueno para nosotros.

Mir a mi hermana, que estaba de pie al lado del fogn, examinando una espumadera sin
estar muy segura de qu hacer con ella.

S?

l asinti.

Esto es justo lo que esta casa necesitauna fiesta de verdad. Le da al lugar una sensacin
de plenitud, de familia, sabes? Suspir, casi pensativo. Y de todas formas, siempre me
ha encantado el da de Accin de Gracias. Incluso antes de que fuera nuestro aniversario.

Espera, dije. Chicos, Se casaron en Accin de Gracias?

l sacudi su cabeza.
183

El diez de junio. Pero estuvimos juntos en el da de Accin de Gracias. Fue nuestro
primer aniversario, sabes? Antes que el de la boda. Fue, como, nuestra primera cita de
verdad.

Quin tiene citas en fiestas importantes?

Bueno, es que no estaba exactamente planeado, dijo, acercando el pan hacia l y
sacando unas cuantas rebanadas. Se supona que yo tena que ir a casa por Accin de
Gracias ese ao. Yo quera, porque, ya sabes, a m me encantan las fiestas en las que se
come.

Ya, dije, mordiendo un cacho de mi propio sndwich.

Pero entonces, continu, la noche antes, me com un calamar raro en este sitio de sushi
y tuve una intoxicacin alimenticia. Eran muy malas noticias. Estuve despierto y enfermo
toda la noche, y al da siguiente estaba completamente incapacitado. As que tuve que
quedarme en la residencia, solo, en Accin de Gracias. No es la cosa ms triste que has
odo en toda tu vida?

No? Dije.

Por supuesto que lo es! Suspir. As que all estaba, deshidratado, deprimido. Fui a
darme una ducha y me sent tan dbil que tuve que pararme para descansar en el vestbulo
cuando estaba volviendo. Estaba all sentado, saliendo y entrando en la inconsciencia
cuando entonces la puerta de enfrente mo se abri, y all estaba la chica que me grit en la
primera semana de clases. Estaba tambin sola esas vacaciones, haciendo pizzas inglesas
en un asador de contrabando.

Mir a mi hermana, que estaba consultando un libro de cocina, su dedo marcando la
pgina, y repentinamente record esas mismas pizzaslas inglesas, con un poco de salsa
barata de espaguetis, quesome las haba hecho, cientos de veces.

l recogi el cuchillo de la jarra de jalea.

Al principio, pareca alarmadaestaba un poco verde, aparentemente. As que me
pregunt si estaba bien, y cuando le dije que no estaba seguro, vino a tocarme la frente, y
me dijo que fuera a su habitacin a tumbarme. Despus se fue andando a la nica tienda
abiertaque estaba, como, a kilmetros de distanciame compr un pack de seis botellas
de Gatorade, volvi, y comparti sus pizzas conmigo.

Wow, dije.

Lo s. Sacudi su cabeza, dndole la vuelta a un trozo de pan. Pasamos todo el fin de
semana juntos en su habitacin, viendo pelculas y comiendo cosas tostadas. Ella me
cuid. Fue el mejor Accin de Gracias de mi vida.

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Mir otra vez a Cora, recordando lo que Denise haba dicho sobre ella esa noche en la
fiesta. Era divertido como no poda imaginarme a mi hermana de cuidadora, considerando
que ella fue lo para m, una vez. Y ahora tambin.

Lo que no significa, aadi J amie, que otras Acciones de Gracias no puedan ser
igualmente buenas, o incluso mejores de cierto modo. Por eso este ao estoy emocionado.
O sea, me encanta esta casa, pero nunca la he sentido totalmente como un hogar. Pero
maana, cuando todos estn aqu, reunidos alrededor de la mesa, leyendo las listas de
agradecimientos, lo ser.

Estaba escuchando, pero segua pensando sobre Cora y esas pizzas as que no haba
escuchado atentamente la ltima parte. Por lo menos al principio.

Listas de agradecimientos?

Claro, dijo, sacando otro trozo de pan y acercando ms la mantequilla de man. Oh,
cierto. Ustedes no hacen eso, no?

Um, no, dije. Ni siquiera s lo que significa.

Es justo como suena, dijo, sacando ms mantequilla de man y ponindola en el pan.
Haces una lista de todo por lo que ests agradecido. Por Accin de Gracias. Y despus lo
compartes con todo el mundo que est en la cena. Es genial!

Es opcional? Pregunt.

Qu? Baj el cuchillo, haciendo ruido. No quieres hacerlo?

Es slo que... No estoy segura de qu decir, dije. l se vea muy sorprendido y me
pregunt si estaba herido, as que aad. O sea, es que no se me ocurre nada.

Bueno, aunque esa es la gracia, dijo, volviendo a extender la mantequilla de man. No
tienes que hacerlo en el momento. Puedes escribir tu lista cuando quieras.

Asent, como si esa fuera mi nica preocupacin.

Vale.

No te preocupes, dijo. Lo hars genial. Lo s.

Haba que admirar el optimismo de J amie. Para l, cualquier cosa era posible: una laguna
en medio de los suburbios, una cuada rebelde yendo a la universidad, una casa
convirtindose en un hogar y una lista de deseos para todo el mundo. Claro, no haba
ninguna garanta de que las cosas sucedieran como l las haba previsto. Pero quizs esa
no era la cuestin. Lo que contaba era planearlo, tanto si las cosas se realizaban o no.

Ahora, mientras Cora y yo estbamos sentadas en el armario, omos sonar el timbre debajo
185
de las escaleras. Roscoe levant sus orejas, entonces aull, el sonido rebotando en el
pequeo lugar.

Es para m, dije, sacndome el jersey y cogiendo otro de una percha cercana.
Solamente

Sent una mano sujetndome la pierna, haciendo que perdiera el equilibro.

Deja que J amie abra, dijo. Slo qudate conmigo un Segundo. Si?

Quieres que me meta all?

No. Alarg la mano para rascar las orejas de Roscoe antes de aadir, ms
silenciosamente, O sea, slo si quieres.

Me agach y ella se corri de sitio mientras yo me arrastraba, moviendo a un lado mis
botas para poder sentarme.

Ves? Dijo. Se est bien aqu.

Lo es, la dije. Voy a decirlo. Ests actuando como una loca.

Puedes culparme? Se apoy con un golpe contra la pared. En cualquier minuto a partir
de ahora, la casa estar llena de gente que se espera un Accin de Gracias de familia
perfecta. Y quin est a cargo de todo? Yo, la ltima persona equipada para hacerlo.

Eso no es verdad, dije.

Cmo puedes decirlo? Nunca antes he celebrado Accin de Gracias.

Hiciste pizzas ese ao, para J amie, seal.

Te refieres a cuando estaba en la universidad? Pregunt.

Yo asent.

Bueno, eso no es lo mismo.

Fue una comida, y es lo que cuenta, la dije. Adems, l me ha dicho que fue el mejor
Accin de Gracias de su vida.

Sonri, recostando su cabeza y mirando a la ropa.

Bueno, pero es que ese es J amie. Si fuera solo l, no estara preocupada. Pero estamos
hablando sobre toda la familia. Me ponen nerviosa.

Por qu?
186

Porque todos estn tan bien equilibrados, dijo, encogindose de hombros. Hace que
nuestra familia parezca una manada de lobos.

Yo slo la mir.

Cora. Es un da.

Es Accin de Gracias.

Lo que es, dije, slo un da.

Acerc a Roscoe.

Y eso sin incluir todo este asunto sobre los bebs. Esa gente es tan frtil, es ridculo.
Simplemente se sabe que todos se estn preguntando porque llevamos casados cinco aos
y an no hemos aadido un nuevo miembro a la tribu.

Estoy segura de que eso no es verdad, dije. E incluso si lo fuera, no es asunto suyo, y
tienes todo el derecho a decrselo si empiezan con el tema.

No lo harn, dijo con tristeza. Son demasiado amables. Eso es lo inquietante sobre el
asunto. Todos nos llevamos bien, ellos me quieren, se comern el pavo incluso aunque
est carbonizado o crudo. Nadie va a emborracharse o desmayarse cuando lleguen las
patatas.

Mam nunca se desmay en la comida, dije.

Que tu recuerdes.

Puse mis ojos en blanco. No habamos hablado mucho sobre Mam desde el da en el que
Cora haba parado mi castigo, pero tampoco era un tema tab como era antes. No era
como si estuviramos de acuerdo ahora con nuestro compartido, o no compartido, pasado.
Pero al mismo tiempo, no estbamos divididas en dos campos diferentesella atacando,
yo defendiendotampoco.

Solamente estoy diciendo, dijo, que es mucha presin, ser parte de algo como esto.

Como qu?

Una familia de verdad, dijo. Por una parte, una gran cena con todo el mundo en la mesa
es lo que siempre he querido. Pero al mismo tiempo, me siento... fuera de lugar, supongo.

Es tu casa, seal.

Es verdad. Suspir de nuevo. Quizs simplemente estoy siendo hormonal. Esta
medicacin que estoy tomando puede que sea buena para mis ovarios, pero me est
187
volviendo loca.

Puse mala cara. Estar al tanto del drama reproductor era una cosa, pero los detalles
especficos, honestamente, me repugnaban un poco. Unos cuantos das antes, me haba
mareado cuando ella mencion la palabra tero.

El timbre volvi a sonar. La promesa de los visitantes haba ganado al miedo del horno, y
Roscoe se escap, saliendo y desapareciendo por la esquina.

Traidor, murmur Cora.

Vale. Es suficiente. Sal del armario, arreglndome el pelo, y despus me volte para
mirarla. Esto est pasando. As que necesitas bajar las escaleras, plantar cara a tus
miedos, saca lo mejor de ellos, y todo ir bien.

Ella me mir con los ojos entrecerrados.

Cundo te has vuelto de repente tan positiva?

Slo sal de ah.

Un suspiro, y entonces sali, ponindose de pie y colocndose su falda. Cerr la puerta del
armario, y por un momento las dos nos quedamos levantadas all, enfrente del espejo de
cuerpo entero, mirando fijamente a nuestros reflejos. Finalmente dije:

Te acuerdas de Accin de Gracias en nuestra casa?

No, dijo suavemente. En realidad no.

Yo tampoco, dije. Vamos.

No es que estuviera positiva. Es slo que ya no apoyaba completamente a una manera
negativa de pensar.

Esa maana, cuando Cora estaba en un modo de histeria por la preparacin de la comida
cubierta por harina, ocasionalmente rompiendo a llorar, agitando una cuchara a cualquiera
que se acercara demasiadotodo lo que quera era una razn para escapar de la casa.
Afortunadamente, tena una buena.

Hey, dijo Nate desde la cocina mientras yo entraba con cuidado a travs de la puerta de
cristal corredera, llevando los cuatro pasteles apilados en dos bandejas de hornear. Para
m? No deberas haberte molestado.

Si tocas aunque sea un pellizco de la corteza, le advert, llevndolos cuidadosamente al
horno, Cora te destripar. Probablemente con una batidora.

Wow, dijo, retrocediendo levemente. Eso es grfico.
188

Considrate advertido. Coloqu los pasteles. Est bien si sigo y lo precaliento?

Claro. Es todo tuyo.

Puls los botones correctos del horno para ponerlo en funcionamiento, entonces me di la
vuelta y me apoy contra el, mirando a Nate mientras hojeaba un gran taco de hojas,
haciendo anotaciones aqu y all.

Gran da, eh?

Enorme, dijo, mirndome. La mitad de nuestros clientes estn fuera del pueblo y
necesitan que alguien cuide de sus casas o animales, la otra mitad tienen parientes
visitndoles y necesitan el doble de cosas que hacemos usualmente. Adems estn los que
han encargado sus cenas enteras y quieren que se las entreguen.

Parece de locos, dije.

No lo es, respondi, anotando algo ms. Solo requiere precisin militar.

Nate? o a su padre llamarle desde el fondo del corredor. A qu hora es la entrega de
los Chambells?

A las once, dijo Nate. Me voy en diez minutos.

Haz que sean cinco. No sabes como de llenos estarn. Tienes todas las llaves que
necesitas?

S. Nate alarg la mano hacia un armario cerca del fregadero, sacando un llavero y
dejndolo en la mesa, que toc haciendo un sonido metlico.

Revsalo, dijo el Sr. Cross. No quiero tener que volver aqu si acabas atrapado en
alguna parte.

Nate asinti, anotando otra cosa mientras una puerta se cerr de un golpe en otro lado de
la casa.

Suena estresado, dijo.

Son sus primeras vacaciones importantes desde que empezamos con el negocio, dijo.
Ha sido contratado por un montn de gente nueva slo por hoy. Pero se relajar una vez
que salgamos de aqu y empecemos a hacer cosas.

Quizs eso era verdad. An as, poda or al Sr. Cross murmurndose a si mismo en la
distancia, el ruido no era distinto que el que mi propia madre hara antes de ir hacia el
trabajo. As que, en medio de todo esto que hars, consigues tener cena de Accin de
Gracias?
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No tenemos, dijo. A no ser que el lugar para recoger comida sin salir del coche de
Double Check con el pavo y las patatas de otra persona en el asiento trasero cuente.

Eso, dije, es simplemente triste.

Tampoco soy mucho de fiestas, dijo con un encogimiento de hombros. De verdad.

Enarc sus cejas.

Por qu te sorprende?

No s, dije. Supongo que esperaba que a alguien que es, ya sabes, tan amable y social
fuera un gran fan de todo eso de la familia reunida. O sea, J amie lo es.

S?

Asent.

De hecho, se supone que tengo que estar haciendo mi lista de agradecimientos mientras
hablamos.

Tu qu?

Exactamente, dije, sealndole. Aparentemente, es una lista de cosas por la que ests
agradecido, para que la leas en voz alta en la cena. Lo cual es algo que nunca hemos
hecho. Nunca.

l sigui ojeando pginas.

Ni nosotros. O sea, cuando an ramos un nosotros.

Poda or al Sr. Cross hablando ahora, su voz botando por el vestbulo. Sonaba ms
contento que antes, y supuse que estara hablando con un cliente.

De todas formas, cundo se separaron tus padres?

Nate asinti, recogiendo el llavero y toquetendolo.

Cuando tena diez aos. Los tuyos?

Con cinco, dije mientras el horno hizo beep detrs de m. Instantneamente, pens en
Roscoe, acurrucndose en mi armario. Mi padre ha estado bastante fuera de todo desde
entonces.

Mi madre vive en Phoenix, dijo, sacando una llave de la anilla. Me mud all con ella
despus del divorcio. Pero entonces se cas de nuevo y tuvo a mis hermanastras, y fue
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demasiado con lo que cargar.

El qu lo era?

Yo, dijo. Estaba en la escuela primaria, hablando sin parar, un tocapelotas para ella, ya
que slo quera hacer las cosas con bebs. As que hace dos aos me ech de casa y me
envi de vuelta aqu. Deba de tener cara de sorprendida, porque l dijo, Qu? T no
eres la nica con un pasado accidentado, sabes?

Es slo que no me lo imaginaba, le dije. Lo cual era quedarse corto, en realidad. Ni
siquiera un poco.

Lo escondo bien, dijo fcilmente. Entonces me sonri. No necesitas meter esos
pasteles?

Oh. Claro.

Me di la vuelta, abriendo el horno y deslizndolos en la rejilla, alineados. Cuando volv a
levantarme, l dijo:

As que, qu hay en tu lista de agradecimientos?

An no las he apuntado exactamente, dije, cerrando la puerta del horno. Aunque, en
verdad, t teniendo un mal pasado quizs llegue a los cinco primeros.

De veras, dijo.

Oh, s. Pens que era la nica inadaptada social en el barrio.

En absoluto. Se apoy contra la encimera de detrs de l, cruzando los brazos en su
pecho. Qu ms?

Bueno, dije lentamente, cogiendo la llave que haba sacado de la anilla, para ser
honesta, tengo mucho de donde elegir. Un montn de cosas buenas me han pasado desde
que llegu aqu.

Te creo, dijo.

Como, dije lentamente, Estoy muy agradecida por el calor y agua corriente que
tenemos.

Como todos deberamos estarlo.

Y he tenido realmente suerte con la gente a la que he conocido, dije. O sea, Cora y
J amie, por supuesto, por acogerme. Harriet, por darme un trabajo. Y Olivia, por ayudarme
ese da y por slo, ya sabes, ser una amiga.

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l me entrecerr los ojos.

Uh-huh.

Y, continu, moviendo la llave en mi mano, siempre estar Gervais.

Gervais, repiti, su voz montona.

Casi ha parado de eructar. O sea, es como un milagro. Y si no puedo estar agradecida por
eso, entonces por qu?

Oye, dijo Nate, inclinando su cabeza a un lado, pues no s.

Puede que haya algo ms, dije lenta, volteando la llave en la palma de mi mano, de un
lado a otro. Pero se me est yendo ahora mismo.

Se acerc ms a m, su brazo rozndome, entonces quedndose contra el mo mientras
estiraba su mano, quitndome la llave de la mano y deslizndola de nuevo a la mesa.

Bueno, dijo, quizs vendr por ti ms tarde.

Quizs, dije.

Nate? le llam el Sr. Cross. Estaba ms cerca ahora, e inmediatamente Nate se ech
hacia atrs, poniendo espacio entre nosotros dos antes de que el Sr. Cross metiera su
cabeza por la esquina. Me mir, asintindome con la cabeza en vez de decirme hola, y
entonces dijo:

Qu paso con los cinco minutos?

Ya voy, le dijo Nate.

Entonces vamos, dijo el Sr. Cross, saliendo. Una puerta cercana se cerr y escuch
como su coche se encenda, el motor retumbando.

Mejor me voy, dijo Nate, cogiendo los papeles y el llavero. Disfruta de tu cena.

T tambin, dije. l me apret el hombro mientras pasaba por detrs de m, acelerando
sus pasos cuando sali al vestbulo. Entonces la puerta se cerr detrs de l y la casa se
qued en silencio.

Comprob los pasteles de nuevo, me lav las manos y me fui de la cocina, apagando la luz
tras de m. Mientras atravesaba la puerta que llevaba al patio, vi otra al final del pasillo.
Estaba lo suficientemente abierta para ver una cama, la misma sudadera de USWIM que
Nate me haba prestado ese da doblada encima de ella.

No s lo que estaba esperando, ya que no era como si hubiera estado en muchas
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habitaciones de chicos. Un desorden, quizs. Alguna chica pin-up en bikini puesta en la
pared. Quizs alguna foto de Heather en un marco, un espejo lleno de talones de tickets y
cintas deportivas, pilas de CDs y revistas. En su lugar, mientras abra la puerta, no vi
ninguna de esas cosas. De hecho, incluso llena de muebles, se senta... vaca.

Haba una cama, hecha, y un escritorio con un cuenco lleno de dinero suelto, al igual que
un par de estropeados tapones de una botella de cerveza. Su mochila estaba tirada en la
silla de una mesa cercana, donde un porttil estaba enchufado, la luz de la batera
parpadeando. Pero no haba fotos enmarcadas, y ni siquiera un poco de lo que me haba
esperado, como el collage de la nevera de Marla, o ni siquiera los gatos de Sabrina. Como
mucho, se vea como el ltimo apartamento al que me haba llevado, casi estril, con muy
pocas pistas de quien dorma, viva y respiraba all.

Par de observar por un momento, sorprendida, antes de salir y cerrar la puerta como me
la haba encontrado. Aunque me pas todo el camino de vuelta a casa pensando sobre su
habitacin, tratando de averiguar lo que pareca tan inquietante. No me di cuenta de la
razn hasta que volv a casa de Cora: se vea exactamente igual que la ma. Apenas pasaba
tiempo all, apenas la tocaba. Como si hubiera pertenecido a alguien que acabara de llegar
all y an no estuviera seguro de cuanto tiempo se iba a quedar.

Necesito su atencin, por favor. Hola?

Al principio, el sonido era apenas audible. Pero mientras la gente se empez a callar, y a
callar a los de su alrededor, se hizo ms fuerte, hasta que finalmente todo el mundo lo
poda or.

Gracias, dijo J amie, poniendo en la mesa el tenedor que haba estado usando para dar
golpes al vaso de vino. Primero, quiero agradecer a todos que hayan venido. Significa
mucho para nosotros tenerlos aqu en nuestra primera comida de fiesta en nuestra nueva
casa.

Escuchar, escuchar! Dijo alguien del fondo, y hubo un golpeteo de aplausos. Los
Hunter eran gente efusiva, o de eso me haba dado cuenta mientras les dejaba pasar y les
coga sus abrigos. Su madre, Elinor, hablaba suavemente y con cara amable, su padre,
Roger, me haba atrapado en un gran abrazo, revolvindome el pelo como si tuviera diez
aos. Y todas las tres hermanas compartan el oscuro color de J amie y su franqueza, daba
igual si fuera sobre el estanque (el cual admiraban, en voz alta) o las elecciones recientes
(sobre las cuales no estaban de acuerdo, tambin en voz alta, aunque con buena intencin).

Y luego estaban los nios, y cuados, varios tos y primostantos nombres y relaciones
para recordar que ya me haba rendido intentndolo y ahora solamente sonrea mucho,
esperando que eso compensara. Tendra que valer.

Y ahora que los tenemos aqu, continu J amie, hay algo ms que nos gustara
compartir con ustedes.

Situado en la entrada del vestbulo, yo estaba detrs de l, con una perfecta vista de su
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pblico mientras deca esto. Hubo dos respuestas: primero, expresiones de esperanza
cejas enarcadas, bocas abiertas, manos en el pechoseguidas por todo el mundo mirando
a Cora a la vez. Oh, mierda, pens.

Mi hermana se sonroj inmediatamente, entonces tomo un sorbo de vino
intencionadamente antes de forzar una sonrisa. Para entonces, J amie ya haba notado su
error.

Es sobre Ume, dijo rpidamente, y todo el mundo dirigi lentamente su atencin de
vuelta a l. Nuestra nueva campaa de publicidad. Sale oficialmente maana, por todo el
pas. Pero lo podrn ver aqu primero.

J amie estir la mano detrs de una silla, sacando una pieza cuadrada de cartn con el
anuncio que haba visto ampliado antes. Mire a Cora de nuevo, pero haba desaparecido en
la cocina. Su copa abandonada en un estante.

Espero que les guste, dijo J amie, levantando la imagen enfrente de l. Y que, um, no
querrn denunciarme.

Me col por el vestbulo, perdindome las reacciones iniciales de los Hunter, aunque
escuch algunos jadeos y gritos, seguidos por ms aplausos, mientras entraba a la cocina
donde Cora estaba metiendo los panecillos rellenos en el horno, dndome la espalda. No
se volte cuando dijo:

Te lo dije.

Mir detrs de m, preguntndome como diantres poda estar segura de que era yo.

El se senta fatal, dije. Lo puedes notar.

Lo s. Ella cerr el horno, lanzando la agarradera a la mesa. Desde la sala de estar,
poda or a gente hablando a la vez, sus voces emocionadas. Cora mir hacia donde vena
el sonido. Suena como si les gustara.

De veras l pensaba que no les gustara?

Ella se encogi de hombros.

La gente es rara cuando viene a cosas de familia, ya sabes.

En serio? dije mientras me deslizaba en un taburete al lado de la mesa. No saba nada
sobre eso.

Yo tampoco, coincidi ella. Nuestra familia es perfecta.

Ambas nos remos de esto, aunque no lo suficiente como para acabar con la felicidad de la
otra habitacin. Entonces Cora volvi al horno, echando un vistazo a travs de la puerta de
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cristal.

As que, dije, hablando de familia. Qu significa para ti?

Me mir por encima del hombro, una ceja enarcada.

Por qu lo preguntas?

Es un trabajo para el colegio. Se supone que se lo tengo que preguntar a todo el mundo.

Oh. Entonces se qued callada por un momento, an dndome la espalda. Y qu est
diciendo la gente?

Por el momento, cosas diferentes, le dije. No he hecho mucho progreso, siendo
honesta.

Se agach hacia el hornillo, levantando la tapa de una olla y examinando lo que haba
dentro.

Bueno, estoy segura de que mi definicin es probablemente similar a la tuya. Debera
serlo, no?

Supongo, dije. Pero una vez ms, t tienes otra familia ahora.

Las dos miramos hacia la sala de estar. Desde mi ngulo, poda ver como J amie haba
puesto el anuncio en la mesa de caf, y todo el mundo estaba reunido alrededor.

Supongo que s, dijo. Pero quizs esa es la cuestin, sabes? Que no se supone tener
slo una.

Y eso significa?

Bueno, dijo, ajustando la tapa de una olla. Tengo mi familia original, que sois t y
Mam. Y luego est la familia de J amie, mi familia poltica. Y espero tener otra familia
ms. Nuestra familia, la que hagamos. J amie y yo."

Ahora me senta mal, sacando este tema tan pronto despus de la metedura de pata de
J amie.

Lo hars, dije.

Se volte, cruzando sus brazos sobre su pecho.

Lo espero. Pero eso es slo la cosa correcta, no? La familia no es algo que se supone
que tiene que estar quieto o planeado. La gente se casa, se divorcia. Nacen, mueren.
Siempre est evolucionando, convirtindose en otra cosa. Incluso esa foto de la familia de
J amie era solo una representacin de ese da. Para el prximo, algo probablemente ha
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cambiado. Tiene que pasar.

En la sala de estar, escuch carcajadas.

Esa es una buena definicin, dije.

S?

La mejor de momento.

Ms tarde, cuando la cocina se llen de gente que buscaba ms vino, y nios persiguiendo
a Roscoe, mir a Cora a travs del caos, pensando que cualquiera asumira que nuestras
definiciones seran las mismas, ya que habamos venido del mismo lugar. Pero eso no era
verdad del todo. Todos tenemos una idea de cmo es el color azul, pero si ests presionado
a describirlo, especficamente, hay muchas formas: el ocano, el lapislzuli, el cielo, los
ojos de alguien. Nuestras definiciones eran tan diferentes como ramos nosotras mismas.

Mir hacia la sala de estar, dnde la madre de J amie estaba sola en el sof, el anuncio
extendido en la mesa de enfrente suyo. Cuando me un a ella, inmediatamente se corri, y
por un momento las dos estudiamos el anuncio en silencio.

Debe ser un poco raro, dije finalmente. Saber que esto va a estar all fuera para que lo
vea todo el mundo.

Supongo. Sonri. De todos ellos, para m es la que ms se pareca a J amie. Al mismo
tiempo, dudo que nadie me reconozca. Fue hace mucho tiempo.

Mir a la foto, encontrndola en el medio, con un vestido blanco.

Quines son estas mujeres? pregunt, sealando a las ancianas que haba a su lado.

Ah. Se inclin, un poco ms cerca. Mis tas abuelas. La ltima a la izquierda es Carol,
y J eannette, al lado de ella. Y luego est Alice a mi otro lado.

Fue en tu casa?

En la de mis padres. En Cape Cod, dijo. Es tan divertido. Miro a todos esos nios en la
fila de enfrente, y ahora todos son padres. Y todas mis tas han fallecido, por cierto. Pero
todos se siguen viendo tan familiares, al igual que lo eran entonces. Como si hubiera sido
ayer.

Tienes una gran familia. Le dije.

Es cierto, coincidi. Y hay veces en las que he deseado que fuera diferente, ya que
cuanta ms gente haya, es ms probable que alguien no se lleve bien con otra persona. El
potencial de conflicto siempre esta all.

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Aunque eso tambin pasa en familias pequeas, dije.

S, dijo, mirndome. S lo pasa.

Y sabes quines son todas esas personas, an as?

Oh, s, dijo. Todos.

Ambas estuvimos calladas por un momento, mirando a todas esas caras. Entonces Elinor
dijo:

Quieres que te lo demuestre?

La mir.

S, dije. Claro.

Ella sonri, acercando la foto un poco ms, y me pregunt si debera cuestionarla a ella
tambin, la pregunta para mi trabajo, conseguir su definicin. Pero mientras recorra sus
dedos lentamente por encima de las caras, identificando a cada uno, se me ocurri que
quizs esa era su respuesta. Todos esos nombres, encordados juntos como cuentas en una
cadena. J untndose, separndose, pero an as y siempre, una familia.

A pesar de las preocupaciones de Cora, cuando hubo esa dificultad en la cena, no fue su
culpa. Fue la ma.

Hey, dijo J amie mientras limpibamos la mesa, habindole dicho a Cora que no se
moviera y se relajara. Dnde estn los pasteles?

Ups, dije. Con todo ese tiempo en el armario, sin mencionar el caos del pavo para
dieciocho personas, se me haban olvidado todos en casa de Nate.

Ups, repiti J amie. Como, ups, el perro se los ha comido?

No, dije. An estn en la casa de al lado.

Oh. Mir al comedor, mordindose el labio. Bueno, tenemos galletas y tarta tambin.
Me pregunto si

Ella se dar cuenta, dije, respondiendo su pregunta por l. Voy por ellos.

La casa haba estado bulliciosa y ruidosa por tanto tiempo que estaba de verdad esperando
a llegar al silencio de la casa de Nate. Cuando entr, todo lo que poda or era el zumbido
del sistema de calefaccin y mis propios pasos.

Afortunadamente, haba encendido el temporizador, as que los pasteles no estaban
quemados, aunque tampoco estaban exactamente calientes. Estaba justo empezando a
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sacarlos de las placas para hornear cuando o un golpe sordo desde el otro lado de la pared.

Era slido y repentino, algo dndole fuerte, y me alarm lo suficiente como para que
dejara caer uno de los pasteles al hornillo, donde le dio a un quemador, traqueteando.
Entonces hubo un choque, seguido por el sonido de voces apagadas. Alguien estaba en el
garaje.

Dej los pasteles, y entonces sal al vestbulo, escuchando de nuevo. An poda or a
alguien hablar mientras iba hacia la puerta que daba al garaje, deslizando mi mano
alrededor del pomo con cuidado para girarlo. Lo primero que vi fue a Nate.

Estaba sentado en cuclillas al lado de una estantera que por su aspecto haba estado
apoyada contra la pared del garaje hasta haca poco tiempo. Aunque ahora estaba cada de
lado en el suelo de cemento, con lo que asuma que era su contenidoun par de botes de
pintura, suministros de productos para limpiar coches, y un bol cristal, ya rotocon todo
vertido alrededor. J usto cuando me mov hacia delante para ver si necesitaba ayuda, not
que no estaba solo.

... especficamente dije que deberas comprobar que tenas las llaves antes de irte, estaba
diciendo el Sr. Cross. Le escuch antes de verle, su telfono apretado contra su oreja, una
mano cubriendo el micrfono. Una cosa. Una cosa que te pido, y ni siquiera puedes
hacerla bien. Sabes siquiera lo que puede costarme esto? Los Chambell son la mitad de
nuestro negocio en una buena semana. J ess!

Lo siento, dijo Nate, su cabeza agachada mientras coga las latas de pintura y las
amontonaba. Las coger ahora e ire directamente hacia all.

Es demasiado tarde, dijo el Sr. Cross, cerrando de golpe su telfono. La has jodido.
Otra vez. Y ahora voy a tener que tratar con esto personalmente si es que tenemos alguna
esperanza de salvar la cuenta, lo cual har que estemos ms atrasados.

No. Yo hablar con ellos, le dijo Nate. Les dir que fue mi culpa

El Sr. Cross sacudi su cabeza. No, dijo, su voz apretada. Porque eso, Nate, es admitir
la incompetencia. Ya es suficientemente malo que no pueda contar contigo para que hagas
una maldita cosa bien, nunca, pero que me maldigan si voy a dejar que balbucees sobre
ello a los clientes como si estuvieras orgulloso de ello.

No lo estoy, dijo Nate, su voz grave.

Qu no ests qu? demand el Sr. Cross, acercndose y dndole una patada a una
botella de Windex para dar nfasis. Golpe la cortadora de csped con un ruido mientras
deca, ms alto, No qu, Nate?

Mir como Nate, que segua recogiendo cosas rpidamente, respir. Me sent tan mal por
l, y en cierto modo culpable por estar all. Como si esto fuera ya lo suficientemente malo
sin estar yo presencindolo. Su voz era incluso ms suave, difcil de entender, cuando dijo,
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Orgulloso de ello.

El Sr. Cross le mir fijamente durante un momento. Entonces sacudi su cabeza y dijo,
Sabes qu? Simplemente me das asco. Ni siquiera puedo mirarte ahora a la cara.

Se volte, y entonces cruz el garaje hacia m, y rpidamente me mov por el vestbulo,
metindome en un bao. All, en la oscuridad, me apoy en el lavabo, escuchando mi
propio latido, fuerte, mientras l se mova por la cocina, abriendo y cerrando a golpe los
armarios. Finalmente, en lo que pareci un montn de tiempo, le escuch irse. Esper uno
o dos minutos enteros antes de or como un coche se iba antes de salir, e incluso entonces
an estaba agitada.

La cocina pareca estar igual que antes, apenas tocada, mis pasteles justo donde los haba
dejado. Pasado el patio y la valla, la casa de Cora tambin estaba sin cambiar, las luces
brillantes en la parte de abajo. Saba que estaban esperando a los pasteles y tambin a m,
y por un momento dese poder ir y unirme a ellos, salir de esta casa y de lo que haba
pasado aqu, enteramente. Una vez, esto quizs habra salido naturalmente. Pero entonces,
abr la puerta del garaje y fui a encontrar a Nate. Estaba agachado en el suelo, recogiendo
fragmentos de cristal y tirndolos a una papelera cercana, y yo me qued all y le observ
por un segundo. Entonces apart mi mano de la puerta de detrs de m, dejando que se
cerrara.

Inmediatamente, levant la mirada para verme.

Ey, dijo, su voz casual. Lo escondo bien, le o decir en mi cabeza. Qu ha pasado con
la cena? Has decidido ausentarte sin permiso en lugar de hacer tu lista de
agradecimientos?

No, dije. Yo, um, me olvid de los pasteles, as que tuve que venir por ellos. No pens
que hubiera nadie aqu.

Tal cual, su cara cambi, y supe que l saba o por esta ltima frase o por como estaba
mi caraque haba estado aqu. Oh, dijo, la nica palabra montona, atonal. Bien.

Me acerqu y, despus de un momento, me inclin al lado suyo y empec a recoger trozos
de cristal. El aire se senta extrao alrededor de m, justo como antes o despus de una
tormenta elctrica, cuando los mismos iones han sido desplazados, reestablecidos.
Conoca esa sensacin. No la haba experimentado desde haca tiempo, pero la conoca.

As que, dije cuidadosamente, mi voz baja, qu acaba de pasar aqu?

Nada. Ahora me miraba, pero slo por un segundo. Todo est bien.

Eso pareca ms que nada.

Es slo mi padre descargndose. No es para tanto. La estantera se ha llevado la mayor
parte de todo.
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Tragu saliva, respirando. Fuera, en la calle, ms all de la puerta abierta del garaje, una
pareja mayor que llevaba sudaderas andaban, balanceando sus manos en tndem. y...
hace eso mucho?

Derribar estanteras? pregunt, sacudiendo sus manos en la papelera.

Hablarte as.

Nah, dijo.

Le observ mientras se levantaba, sacudiendo el pelo fuera de su cara. Sabes? dije
lentamente, "mi madre sola darnos bofetadas a veces. Cuando ramos ms jvenes. A
Cora ms que a m, pero a veces tambin me daba a m.

S? l no me estaba mirando.

Nunca sabas cuando esperrtelo. Odiaba eso.

Nate se mantuvo en silencio durante un momento. Entonces dijo, Mira, mi padre slo...
tiene mucho temperamento. Siempre lo ha tenido. Siempre estalla en ira, arroja cosas. Es
todo palabrera.

Aunque, te ha pegado alguna vez?

l se encogi de hombros. Un par de veces cuando ha perdido los papeles de verdad.
Aunque es raro.

Observ como se agachaba, recogiendo la estantera y pegndola contra la pared.

An as, dije, suena como si fuera horriblemente duro contigo. Eso que ha dicho sobre
t dndole asco

Por favor, respondi, amontonando las latas de pintura en la estantera de abajo. Eso no
es nada. Deberas haberle odo en mis reuniones de natacin fue el nico padre al que le
fue prohibida la entrada a la cubierta enteramente, para toda la vida. Pero tampoco es
como si eso le parara. Simplemente se puso a gritar por detrs de la valla. Pens en ese
da en el parking, en el chico que le haba llamado.

Es por eso por qu lo dejaste?

Una razn. Recogi el Windex. Mira, como he dicho, no es nada importante. Estoy
bien.

Bien. Yo pensaba lo mismo.

Sabe esto tu madre?
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Ella sabe que el es muy disciplinario, dijo, alargando la ltima palabra en una manera en
la que era obvio que lo haba odo mucho, dicho en un cierto modo. Ella suele ser un
poco selectiva cuando procesa informacin. Y de todas formas, en su mente, cuando me
envi aqu, era justo lo que necesitaba.

Nadie necesita eso, dije.

Quizs no. Pero es lo que tengo.

Fue hacia la puerta, abrindola. Le segu hasta dentro, observando como iba hacia la mesa,
recogiendo la llave que yo haba estado sujetando antes. Poda recordar perfectamente
haberla estado dando vueltas en mi mano, la forma en la que l me la haba quitado
ponindola otra vez en la mesa, pero no en el llaveroy repentinamente me sent
culpable, incluso ms de lo que ya lo estaba.

Podras contrselo a alguien, ya sabes, dije mientras l la meta en su bolsillo. Aunque
no est siempre pegndote, no est bien.

Y qu, acabar en servicios sociales? O vindome obligado a irme a vivir con mi madre,
que no me quiere all? No, gracias.

As que has pensado sobre ello, dije.

Heather lo haca. Mucho, dijo, extendiendo sus brazos para frotarse la cara. La
asustaba. Pero no lo entenda. Mi madre me ech, pero por lo menos l me acogi.
Tampoco es como si tuviera muchas opciones.

Pens en Heather, en ese da en el estanque. Me alegro de que Nate y t seis amigos,
haba dicho. Ella estaba preocupada por ti, dije.

Estoy bien, no poda evitar darme cuenta de cada vez que deca esto. A estas alturas,
slo me quedan seis meses hasta la graduacin. Despus de eso, ser entrenador en un
campamento de natacin en el norte, y en cuanto pueda conseguir entrar en la universidad
en cualquier parte, me ir.

Te irs, repet.

S, dijo. A la universidad, o a cualquier parte. A cualquier sitio menos este.

Libre y despejado.

Exactamente. Me mir, y pens en nosotros de pie justo en este mismo punto antes,
cuando me quit la llave de mi mano. Entonces me haba sentido tan cerca de algo algo
que, en la casa amarilla o incluso en mis primeros das en la casa de Cora, nunca podra
haberme imaginado. Quiero decir, t te quedaste con tu madre, seguiste aunque era malo.
T lo entiendes, no?
201

Lo haca. Pero era ms que eso. Claro, ser libre y despejado haba sido justo lo que yo
haba querido, as que hace poco habra sido fcil estar de acuerdo con l. Pero si segua
siendo verdad, ni siquiera hubiera estado all. Me habra marchado en cuanto tuviera la
oportunidad, apartndome de esto, de todo.

Pero no lo haba hecho. Porque no era la misma chica que haba corrido hacia esa valla la
primera noche, pensando slo en saltarla y escapar. En alguna parte, algo haba cambiado.

Podra haber seguido all y haberle contado esto, y ms. Como lo feliz que estaba, ahora
de que los Honeycutt me hubieran entregado, porque hacindolo haba acabado aqu con
Cora y J aime y todas las cosas por las que estaba agradecida, l incluido. Y como que
aunque cuando parece que no tienes opciones o no necesitas a nadie, puedes estar
equivocado. Pero despus de lo que me acababa de contar, decir que esto pareca tonto, si
no imposible. Seis meses no era tanto tiempo. Y yo haba sido dejada atrs durante
suficiente tiempo.

"T lo entiendes, no?" Haba dicho l. Slo haba una respuesta.

S, dije. Por supuesto que lo hago"

202
Captulo Doce

Traducido por Drifted y sray8
Corregido por Valentine Belik

Ah ests! Gracias a Dios!

Era el da despus del Da de Accin de Gracias, el da de compras ms grande del ao, y el
centro comercial abra a las 6 a.m para las ofertas especiales. Harriet, sin embargo, insisti
que deba estar a las cinco y media para estar preparadas. Esto me pareci un poco extremo,
pero an as me las arregl para despertar en la oscuridad y meterme en la baera, luego me
serv una gran taza de caf, que tragu mientras caminaba a lo largo del sendero verde, con
una linterna en mi otra mano. Cuando llegu al centro comercial, la gente ya estaba
haciendo cola afuera de la entrada principal, arropada con grandes abrigos, esperando.

Adentro, todas las tiendas por las que pas estaban ajetreadas; empleados cargando
mercanca, charlando con excitacin. Todos con un modo serio de preparativos,
organizando para la multitud. Cuando llegu al quiosco de Harriet, estaba claro que ya
haba estado all haca un tiempo: ya haba dos vasos de J ump J ava en la caja registradora,
un tercero sujeto en su mano. Innecesario decir, que estaba exaltada.

Deprisa, deprisa. Llam hacia m ahora, agitando sus brazos atrs y adelante como si
pudiera acercarme ms rpido, por pura fuerza de voluntad. No tenemos mucho tiempo!

Ligeramente alarmada, mir por encima hacia Reggie, quien estaba sentado en el quiosco
de Vitamina Me, una taza con una bolsita de t saliendo de ella en una mano. Tom un
sorbo somnoliento, saludndome al pasar.

Tenas que estar aqu temprano, tambin? Le pregunt. No poda imaginarme a alguien
queriendo algn cartlago de tiburn para Navidad. Se encogi de hombros. No me
importa. Me gusta algo de bullicio.

Luego sonri y mir hacia Harriet, que estaba encendiendo frenticamente otro palito de
incienso. S, pens. El bullicio.

Okay, dijo Harriet, empujndome para pararme al lado de ella en frente del carro
mientras tomaba otro trago de caf. Vamos a hacer un chequeo y doble chequeo. Tenemos
el bajo dlar en el fondo, el ms alto arriba. Anillos junto a la caja registradora para
compradores impulsivos, incienso ardiendo para el ambiente, abundantes en la registradora.
Recuerdas el plan de emergencia?

Agarrar la caja del dinero y las joyas preciosas, hacer un conteo de personas, avanzar
hacia la salida del patio de comidas, recit.
203

Bien. Dijo con un brusco asentimiento. No creo que lo necesitemos, pero en un da
como este nunca sabes.

Ech un vistazo a Reggie, quien justo sacudi su cabeza, conteniendo un bostezo.

Sabes, continu Harriet, estudiando el quiosco, al mirar esto ahora, creo que quizs
deberamos cambiar los pendientes y pulseras. No lucen bien. De hecho

Harriet. Estn geniales. Estamos listas. Le dije.

Ella suspir. No lo s, dijo. Todava siento que me falta algo.

Podra ser, tal vez, el verdadero significado de la temporada festiva? Reggie grit desde
su quiosco. En el que nos enfocamos en la buena voluntad y la paz en la tierra, y no en
hacer el mayor dinero posible?

No, dijo Harriet. Entonces chasque sus dedos, el sonido fuerte, al lado de mi odo.
Espera! Dijo. No puedo creer que casi lo olvido.

Se inclin debajo de la caja registradora, sacando el recipiente de plstico donde guardaba
toda su mercanca. Mientras buscaba entre las docenas de bolsitas plsticas, finalmente
sacando una y abrindola, mir mi reloj. Eran las 5:51. Cuando volv a mirar a Harriet,
estaba abrochando un gancho alrededor de su cuello, con su espalda hacia m.

Bueno, dijo. Hice estas hace un par de semanas, slo bromeando, pero ahora me
pregunto si debera ponerlas. Qu piensas?

Cuando se gir, la primera cosa que vi fue la llave. Era plateada y delicada, punteada con
piedras rojas, y colgaba de una cadena trenzada y de plata alrededor de su cuello. Al
instante, me percat de mi propia llave, que era ms gruesa y ni cerca de hermosa. Pero
incluso as, viendo sta, entend por qu haba recibido tantos comentarios sobre ella. Haba
algo llamativo acerca de una sola llave. Era como una pregunta esperando a ser respondida,
un todo perdiendo una mitad. Intil por cuenta propia, necesitando algo ms para ser
verdaderamente definido.

Harriet enarc sus cejas. Y bueno?

Es

La odias, es as, decidi, antes de que siquiera pudiera terminar. Crees que es de mal
gusto y poco original.

No lo es, dije rpidamente. Es hermosa. Realmente llamativa.

Si? Se volvi hacia el espejo, alzando su mano para tocar la llave, corriendo su dedo por
ella. Lo es un poco, no? nica, a cualquier valor. Crees que se vendern?
204

Hiciste ms?

Asinti, llevando las manos hacia la caja otra vez. Mientras colocaba fuera ms bolsas en el
mostrador, cont al menos veinte, ninguna de ellas iguales: algunas llaves eran ms
pequeas, algunas ms grandes, algunas sencillas, otras cubiertas de gemas preciosas.
Estaba inspirada, explic cuando examin una por una. Fue un poco manaco, en
realidad.

Definitivamente deberas ponerlas en venta, le dije. Como, ahora mismo.

En tiempo rcord, escribimos los precios en las etiquetas y organizamos una exhibicin.
Estaba justamente poniendo el ltimo collar en el mostrador cuando el reloj dio las seis y
las puertas se abrieron. Al principio, el sonido era distante, pero entonces, como una ola, se
volvi fuerte y ms fuerte mientras la gente atestaba a la vista, llenando el largo y amplio
corredor entre nosotros. Ya empez, dijo Harriet. Aqu vamos.

Vendimos el primer collar de llave veinte minutos despus, el segundo, media hora luego
de eso. Si no hubiese estado all para verlo por m misma, nunca lo habra credo, pero cada
cliente que vena se detena para mirarlas. No todos compraron, pero claramente atrajeron
la atencin de la gente. Una y otra vez.

El da pas en una mancha de gente, ruido, y msica navidea a lo alto, la que slo escuch
en trozos y piezas, cada vez que el alboroto disminua brevemente. Harriet sigui bebiendo
caf, los collares de llaves seguan vendindose, y mis pies empezaban a doler, mi voz se
estaba volviendo ronca de hablar. Las pastillas de zinc que Reggie me ofreci alrededor de
la una ayudaron, pero no mucho.

Aun as, estaba agradecida por el da y el caos, porque mantuvo mi mente alejada de lo que
haba pasado el da anterior con Nate. Toda esa noche, despus de haber dejado las tartas y
verlas ser devoradas, luego de ayudar a Cora a llenar el lavaplatos antes de desplomarme en
mi cama, lo segu recordando una y otra vez en mi cabeza. Fue todo tan inquietante: no slo
lo que haba visto y escuchado, sino como haba respondido despus.

Nunca habra pensado de m misma como alguien que querra ayudar o salvar a otro. De
hecho, esto fue una cosa que me molest muchsimo de Nate en primer lugar. Y an, estaba
sorprendida, incluso decepcionada, que en ese momento crucial; entiendes, no? Haba sido
tan rpida en dar un paso atrs y dejar caer el asunto, cuando, como su amiga, debera
haberme acercado. Y encima, no era slo inquietante. Era vergonzoso.
A las tres en punto, la multitud todava era densa, y a pesar de las pastillas, casi haba
perdido mi voz totalmente. Vete, dijo Harriet, tomando un sorbo de su ensimo caf.
Has hecho ms que suficiente por un da.

Ests segura? Pregunt.

S, respondi, sonriendo a una joven en un largo abrigo rojo que estaba comprando uno
de los ltimos collares de llaves. Tom la bolsa, luego observ a la mujer desaparecer en la
205
multitud. Fueron quince las que hemos vendido hoy, dijo ella, sacudiendo su cabeza.
Puedes creerlo? Voy a tener que ir a casa y quedarme toda la noche despierta haciendo
ms. No es que me est quejando, por supuesto.

Te lo dije, dije. Son hermosas.

Bueno, tengo que agradecerte por ellas. La tuya fue la inspiracin. Agarr una adornada
con piedras verdes. En realidad, deberas tomar una. Es lo menos que puedo hacer.

Oh, no. No tienes que hacerlo.

Quiero hacerlo. Hizo un gesto hacia el mostrador. O puedo hacerte una especial, si lo
prefieres.

Las mir, y luego hacia abajo a mi propio collar. Quizs ms tarde, dije. Est bien por
ahora.

Afuera, el aire era vigorizante, fresco y mientras caminaba por la senda a casa, alc mi
mano, pasndola por mi propio collar. La verdad era, que ltimamente haba estado
pensando en quitrmelo. Pareca algo ridculo llevar una llave de una casa que ya no era
ma. Y de todos modos, no era como si pudiera volver, aunque lo quisiera. Ms de una vez,
haba ido tan lejos como tocarla para abrir el cierre antes de detenerme a m misma.
En esa primera noche, cuando Nate y yo nos habamos conocido, me haba preguntado:
Cul es su mensaje? Y le haba dicho: nada. Aunque, en realidad, entonces y ahora, la
llave no era slo para cerrar la casa amarilla. Era para m, y la vida que haba tenido antes.
Tal vez ya haba empezado a olvidar un poco alrededor de las ltimas semanas, y esto era
por lo que me era ms fcil imaginarme sin ella. Pero ahora, despus de lo que haba
sucedido la noche anterior, estaba pensando que quizs tener un recordatorio no fuese una
mala idea. As que por ahora, se quedara donde estaba. Luego de todo lo que haba pasado
en el Da de Accin de Gracias, haba pensado que las cosas podran ser un poco
incmodas para el viaje del primer da de regreso a la escuela. Y lo eran. Pero no de la
manera que estaba esperando.

Hey, dijo Nate cuando me deslic en el asiento delantero. Qu tal?

Estaba sonriendo, luciendo igual que siempre. Como si nada fuera de lo ordinario hubiera
pasado. Pero para l, supongo que no pas. Bien, dije, abrochndome el cinturn de
seguridad. T?

Miserable, anunci animadamente. Tengo dos ensayos y una presentacin pendiente
hoy. Anoche estuve despierto hasta las dos.

De verdad? Dije, aunque en realidad, lo saba, porque haba estado despierta hasta
aproximadamente esa hora, y pude ver las luces de su habitacin; dos pequeos cuadrados,
a la derecha, deshaciendo la oscuridad extendida entre nuestras casas.

Tengo un examen de clculo que tengo que aprobar. Lo que significa, casi certeramente,
206
que no lo har.

Tan pronto como lo dije, esper que Gervais interviniera desde el asiento trasero,
acordando con esto, como si fuera el plan perfecto para dispararme. Cuando me gir, sin
embargo, estaba slo sentado ah, callado y discreto, de la misma forma en que haba
estado por las ltimas dos semanas. Aunque, como para compensar a su silencio, lo estaba
viendo ms y ms. Al menos una vez a la semana, lo atrapaba observndome en el
almuerzo, la manera en que lo haba hecho aquel da, y siempre que lo cruzaba en los
pasillos me daba estas miradas que no poda descifrar.

Qu? Dijo ahora, cuando me di cuenta que segua mirndolo extraamente.

Nada, respond, y me di vuelta. Nate se estir hacia la radio, subindola y luego nos
introducimos en el trfico. En verdad, todo se sinti bien, totalmente igual, y comprend
que quizs haba exagerado, pensando que cambiara. Lo mnimo, era que saba algo que la
semana pasada no saba, y ramos amigos; al menos por otros seis meses o as. No tendra
que haberme puesto toda nerviosa por lo que estaba pasando con su padre; nunca quise que
alguien se involucrara conmigo ni en mi drama domstico. Tal vez lo que tuvimos ahora, al
final, era mejor. Estar cerca pero no demasiado cerca, el terreno medio perfecto.

A media cuadra de la escuela, Nate estacion en el Quiz Zip por gasolina. Cuando el sali
para cargarla, me recost en mi asiento, abriendo el libro de clculo en mi regazo. Sin
embargo, alrededor de media pgina leda, escuch un ruido detrs de m.

A este punto, estaba bien informada de las diversas percusiones de Gervais, pero sta no era
una a la que estaba acostumbrada. Era ms como una ingesta, una repentina aspiracin de
aliento. La primera la ignor; la segunda, apenas la not. Aunque, a la tercera, estaba
comenzando a pensar que podra estar teniendo un ataque de algn tipo, as que me volte.

Qu ests haciendo? Le pregunt.

Nada, dijo instantneamente a la defensiva. Pero entonces, lo hizo otra vez. La cosa
es

Fue interrumpido por Nate abriendo su puerta y deslizndose detrs del volante. Por qu
es, me dijo, que siempre que estoy apurado me toca la bomba de gasolina ms lenta del
mundo?

Ech una ojeada a Gervais, quien apresuradamente haba vuelto a su libro, su cabeza
agachada. Probablemente por la misma razn que te topas con toda luz roja cuando ests
con retraso.

Y perder las llaves, aadi l, encendiendo el motor.

Tal vez es el universo que conspira contra ti.

He corrido con mala suerte ltimamente, concord.
207

Si?

Mir en mi direccin. Bueno, quizs no tan mala.

Al escuchar esto, tuve un destello de nosotros en la cocina ese da, su mano rozando contra
la ma mientras alcanzaba la llave que yaca en mi palma. Cuando Nate volvi a la calle, de
repente me sent incmoda, en la justa manera que pens que lo hara. Hablar de mala
suerte. Quizs esto no sera tan fcil despus de todo.

Para m, diciembre era todo acerca del trabajo. Trabajar para Harriet, trabajar en mis
solicitudes, trabajar en clculo. Y cuando no estaba haciendo ninguna de estas cosas, estaba
etiquetando con Nate en su trabajo.

Lgicamente, saba que la nica manera de quedarme en aquel terreno medio con Nate era
permitir construir un espacio entre nosotros. Pero no era tan fcil detener algo una vez que
haba empezado, o eso estaba aprendiendo. Un da estabas protegindote a ti misma y
manteniendo las cosas simples. La prxima cosa que sabes, es que ests comprando
macarrones
24

24
Se refiere a los macarrones dulces elaborados a base de coco y pasta de almendras.
.

Macarrones belgas, Nate me corrigi, quitando dos cajas del estante. Esa es la clave.

Por qu?

Porque un macarrn lo puedes comprar en cualquier lado, contest l. Pero stos, slo
los puedes encontrar aqu en Spice and Thyme, lo que significa que son gastronmicos y
caros, y por lo tanto adecuados para obsequiar.

Baj la vista hacia la caja en mi mano. Doce dlares es mucho por diez macarrones, dije.
Nate alz sus cejas. Macarrones belgas, quiero decir.

No para Diseo Escocs Inc., dijo, continuaba agregando cajas al carro entre nosotros.
De hecho, este es el ms bajo costo de sus compras festivas. Slo espera a que lleguemos a
las torres de palitos-de-nuez-y-queso. Eso es impresionante.

Mir mi reloj. Puede que no llegue ah. Mi descanso es solamente de media hora. Incluso
si estoy un minuto atrasada, Harriet comienza a tener palpitaciones.

Tal vez, dijo l, aadiendo la ltima caja, deberas comprarle algunos macarrones
belgas. Por diez dlares, podran curarla de ello por completo.

De alguna manera dudo de que la solucin sea as de sencilla. O econmica.

Nate movi la cabecera del carro, dirigindolo hacia adelante, pasando los chocolates hasta
la seccin de gomitas. Spice and Thyme era uno de esas enormes tiendas de comida
208
diseadas para sentirte pequeo y acogido, con pasillos estrechos, iluminacin tenue, y
cosas apiladas a cada parte que giraras. Personalmente, me hizo sentir claustrofbica, en
especial durante Navidad, cuando estaba dos veces ms atestada de lo normal. Nate, no
obstante, apenas pareca molesto, maniobrando hbilmente su carro alrededor de un grupo
de jubilados estudiando las gomitas hasta tomar la esquina hacia los bizcochos mantecados
en cajas.

No lo s, dijo, echando un vistazo a la lista en su mano antes de empezar a bajar latas
decoradas con la cara de un fornido escocs tocando una gaita. Creo que lo que necesita
Harriet puede ser ms simple de lo que ella piensa.

Organizacin total de su casa, cortesa de Rest Assured? Pregunt.

No, dijo l. Reggie.

Ah, dije al momento que los jubilados pasaban otra vez, apretndose contra el carro.
Entonces lo notaste, tambin.

Por favor. Rod sus ojos. Es un poco evidente. Qu es lo que ella cree que significa
todo eso del gingko
25

25
Especie de rbol cuyas hojas tienen varios usos medicinales.
?

Eso es lo que dije, le contest. Pero cuando se lo insinu a ella, estaba horrorizada por la
idea. Horrorizada.

En serio, dijo, empujando el carro hacia adelante otra vez. Entonces debe estar ms
distrada de lo que nos dimos cuenta. Lo que, honestamente, no estoy seguro de que sea
posible.

Nos detuvimos bruscamente de un tirn, por poco teniendo un choque con dos mujeres
empujando un carro completamente lleno de vino. Luego de algunas miradas sucias y
mucho rechinamiento, demandaron su derecho de camino y siguieron. Yo dije, Dijo que
estaba demasiado ocupada para una relacin.

Todo el mundo est ocupado, dijo Nate.

Lo s. Creo que en realidad slo est asustada.

Me mir. Asustada? De Reggie? Qu, ella cree que l la forzara realmente a
abandonar la cafena o algo?

No, dije.

De qu, entonces? Pregunt.

Hice una pausa, nicamente dndome cuenta ahora de que el tema se estaba acercando un
209
poquito a casa. T sabes, ser lastimada. Exponindose a s misma, abrindose a alguien.

S, dijo, agregando algunos palitos de queso al carro, pero el riesgo slo es parte de las
relaciones. A veces funcionan, a veces no.

Agarr una caja de palitos de queso, examinndola. S, dije. Pero no todo es al azar,
tampoco.

Qu quieres decir? Pregunt, quitndome la caja y aadindola al resto.

Slo eso, si sabes con anticipacin que puede haber una cuestin que sentencia todo,
como, por decir, eres increblemente determinante e independiente, como Harriet, quizs es
mejor reconocer eso y no desperdiciar tu tiempo. O el de otro.

Mir a Nate, que ahora me daba cuenta, estaba observndome. l dijo: As que ser
independiente sentencia a las relaciones? Desde cundo?

Ese fue simplemente un ejemplo, dije. Puede ser cualquier cosa.

Me dio una mirada extraa, lo que fue bastante irritante, considerando que l haba sacado
el tema en primer lugar. Y de todos modos, qu quera que hiciera, confesarme y admitir
que nunca funcionara entre nosotros porque era demasiado complicado interesarse por
alguien, mucho menos alguien por quien deba preocuparme? Era hora de volver a lo
terico, y rpidamente. Todo lo que digo es que Harriet ni siquiera confiar en m con la
caja registradora. As que tal vez es mucho pedir para ella entregarle toda su vida a
alguien.

No creo que Reggie quiera su vida, dijo Nate, moviendo el carro hacia delante de nuevo.
Slo una cita.

An as, dije, una puede conducir a otra. Y quizs, para ella, eso es demasiado
riesgoso.

Sent que me mir otra vez, pero puse empeo en controlar mi reloj. Era casi la hora de
irme. S, dijo l. Quizs.

Diez minutos despus (y un minuto tarde) regres a lo de Harriet, donde, como de
costumbre, estaba esperndome. Estoy contenta de verte, dijo. Estaba empezando a
ponerme nerviosa. Creo que estamos a punto de tener una gran urgencia. Puedo sentirlo un
poco.

Mir al medio del centro comercial, el cual estaba concurrido pero no repleto, y despus al
otro lado en el patio de comidas, que luca casi igual. Bueno, estoy aqu ahora, dije,
poniendo mi bolso en el armario debajo de la caja registradora. Mientras lo haca, record
la cosa que haba comprado para ella, sacndola. Toma, dije, lanzndosela. Para ti.

De verdad? La atrap, luego gir la caja en su mano. Macarrones! Me encantan.
210

Son belgas, dije.

Bueno, respondi, abrindolos. Mucho mejor.

Vamos Laney! Acelera el ritmo!

Mir a Olivia, luego en direccin a donde estaba gritando, a la zona distante del
estacionamiento del centro comercial. Todo lo que pude ver fueron unos pocos autos y un
envoltorio de una Hamburguesa Doble dando vueltas por la brisa. Qu ests haciendo, de
nuevo?

Ni siquiera preguntes, me dijo. Esta fue la misma cosa que haba dicho cuando me haba
encontrado con ella, diez minutos antes, sentada en el borde de la acera afuera de la
boletera del Vista 10
26

26
Es un cine.
en este inoportuno clido sbado, con un libro abierto en su regazo.
Todo lo que puedo decir es que no es mi eleccin.

No es tu dije, pero entonces esta oracin, y mi concentracin, fueron interrumpidas por
un estruendoso ruido a tamp-tamp. Esta vez cuando me di vuelta, vi a Laney vistiendo un
equipo deportivo prpura, doblando la esquina lejana de la tienda Meyers Department a un
trote bastante lento, y viniendo hacia nuestra direccin.

Por fin, dijo Olivia, sacando un cronmetro digital de cocina debajo de su libro y
ponindose de pie. Vas a tener que ir ms rpido que eso si quieres que me siente por
aqu para otra siesta! Chill, apoyando sus manos alrededor de la boca. Entiendes?
Laney la ignor, o simplemente no escuch, manteniendo su mirada derecha mientras
continuaba, tamp-tamp, tamp-tamp. Cuando se acerc vi que su expresin era seria, su cara
sonrojada, aunque me dio un asentimiento al pasar.

Olivia consult el cronmetro. Ocho minutos, grit mientras Laney continu hacia el otro
extremo del centro comercial. Eso es una milla de diecisis-minutos. Tambin conocida
como lenta.

Todava entrenando para el la carrera de 5 km, uh? Pregunt cuando un guardia de
seguridad pasaba cerca, mirndonos.

Oh, ella est ms all del entrenamiento ahora, contest Olivia, sentndose en el borde de
la acera otra vez y colocando el cronmetro junto a ella. Es centrada, viviendo y
respirando la carrera. Y s, esa es una frase directa.

Eres solidaria, dije.

No, soy realista, respondi. Ha estado entrenando por dos meses ahora, y sus tiempos no
estn mejorando. Para nada. Si ella insiste en hacer esto, slo va a avergonzarse a s
misma.
211

A pesar de eso, dije, mirando a Laney de nuevo, que segua andando a paso lento.
Tienes que admitir, que es algo admirable.

Olivia carraspe. Qu es? Negacin absoluta?

Compromiso absoluto, dije. T sabes, la idea de descubrir algo que, por todas las
intenciones y propsitos, va contra tus habilidades, y an as decidir hacerlo de todas
formas. Eso es tener agallas, sabes?

Consider esto mientras el guardia de seguridad pasaba, yendo para el otro lado. Si tiene
tantas agallas, sin embargo, por qu es que normalmente abandona alrededor de la marca
de las dos millas, y luego me llama para que la vaya a recoger?

Hace eso? Pregunt.

Slo cada otro tiempo. Oh, espera. Aunque, eso no es solidario?

Me sent, ignorando esto, apoyando mis manos en el pavimento detrs de m. No es como
si fuera alguna experta en el concepto de ser solidaria. Era ser leal incluso a pesar mo? O,
como Olivia, hacer conocer tu disgusto desde el principio, incluso cuando alguien no
quera orlo? Haba estado pensando en esto cada vez ms y ms desde mi discusin con
Nate en el Spice and Thyme. Quizs l era alguien que viva el momento, fcilmente capaz
de dividir en categoras una parte de su vida de otra. Pero para m, el Nate con el que estaba
pasando ms y ms tiempo segua siendo el mismo que iba a casa hacia una mala situacin
con su pap y quien planeaba salir tan pronto como pudiese; ambas eran razones que
debera haber mantenido alejadas, o al menos mantener mi distancia. Aunque sobre todo,
me segua acercando, lo que no tena ningn sentido.

Ahora, mir a Olivia, que entornaba los ojos en la distancia, el cronmetro todava
contando regresivamente en su regazo. Te acuerdas, pregunt, que dijiste que cuando
viniste por primera vez de J ackson, era difcil para ti, y por eso nunca te molestaste en
hablar con alguien o hacer amigos?

S, dijo ella, sonando un poco recelosa. Por qu?

Por qu lo hiciste, entonces? Pregunt, mirndola. Quiero decir, conmigo. Qu
cambi?

Ella consider esto mientras circulaba una minivan, detenindose al otro lado de la
boletera. No lo s, dijo. Supongo que fue simplemente porque tenamos algo en
comn.

J ackson.

S, eso. Pero tambin, por no ser como todos los dems en Perkins. T sabes, tener alguna
parte diferente, y a la vez compartida. Quiero decir, conmigo es mi familia, mi estatus
212
econmico. T, bueno, eres una lujosa y una delincuente.

Hey, dije. Eso fue slo un da.

Lo s, estoy bromeando, dijo, hacindome un ademn con la mano. Pero ninguna de
nosotras encaja exactamente en el molde de ah.

As es.

Se recost, apartando las trenzas de su cara. Mi punto es, hay mucha gente en el mundo,
nadie ve todo de la misma manera que t lo haces; eso sencillamente no sucede. As que
cuando encuentras una persona que entiende un par de cosas, en especial si son las
importantes tambin puedes apoyarte en ellos. Sabes?

Baj la mirada hasta el cronmetro que se encontraba en el borde de la acera entre nosotras.
Bien expuesto, dije. Y todo en menos de dos minutos.

La concisin es subestimada, dijo con soltura. Luego mir por encima de mi hombro,
repentinamente alzando su mano para saludar a alguien detrs de m. Cuando me di vuelta,
me sorprendi ver a Gervais, con su chaquetn estilo marinero parado frente a la boletera.
Cuando me vio, su cara se ruboriz, y apresuradamente agarr su boleto por debajo del
cristal y se precipit adentro.

Conoces a Gervais? Le pregunt.

Quin, extra sal, doble-regaliz
27
Vi como ella lo abri, presionando el botn de TALK y diciendo que estara all en un
minuto. Entonces recogi su libro y se puso de pie, movindose ligeramente. Aun as
dije Tienes que conseguir algo, sin embargo."

"De qu?"

? Claro. Es un cliente habitual. La mir. Es su orden de
concesin, explic. Palomitas de maz grandes, sin mantequilla, extra sal, y dos paquetes
de dulces de regaliz. Ve al menos una pelcula a la semana. Al chico le gusta el cine.
Cmo lo conoces?

Viajamos a la escuela juntos, dije. As que Gervais tena una vida fuera de compartir
viajes. No era como si debera haber sido sorprendente, pero por alguna razn, lo era.
Entonces, escuch un zumbido: el telfono de ella. Lo sac de su bolsillo, mir la pantalla,
luego suspir. Laney. Dira que ya te lo dije, dijo. Pero no es como si obtuviera alguna
satisfaccin de esto.

27
Es una planta que se utiliza mucho en golosinas, postres y bebidas. Los dulces de regaliz, en ingls
llamados Licorice Whip, son las conocidas tiras de caramelo duro con forma de cuerdas. Su sabor es anisado
y agridulce.

213
"De esto." Seal a m alrededor. "Quiero decir, estas aqu al mismo tiempo que ella. As
que no puedes estar totalmente en contra a lo que ella est haciendo. "

"No, lo estoy." Sac las llaves del bolsillo, empujando el libro bajo el brazo. "Pero tambin
soy una tonta. Es evidente. "

"No lo eres", le dije.

Bueno, entonces, no s la razn, dijo. "Aparte de que ella es mi prima, y me lo pidi, as
que aqu estoy. Trato de no ir ms profundo que eso. Nos vemos por ah, de acuerdo?"

Asent, y entonces ella se alej, atravesando el terreno hasta su coche. Mirndola, me qued
pensando en lo que haba dicho ella antes sobre tener cosas en comn, y luego de Nate y
yo en su garaje el da de Accin de Gracias, cuando le habl de mi madre y nuestra historia.
Es evidente que compartir puede llevarte muy lejos, o al menos a un lugar diferente de lo
que habas planeado. Como una amistad o una familia, o incluso a estar en una acera un
sbado, tratando de orientarte lo mejor que puedes.

No era slo yo la que se senta fuera de orden. Incluso el tiempo era raro. "Tienes que
admitir," dijo Harriet, sacudiendo la cabeza cuando saliamos al estacionamiento de los
empleados ms tarde esa noche, "esto es muy extrao. Cundo ha habido setenta y siete
grados en la semana antes de Navidad? "

"Es el calentamiento global", le dijo Reggie. "Las capas de hielo se estn derritiendo".

"Yo estaba pensando ms en la lnea del apocalipsis", dijo.

l suspir. "Por supuesto que lo hacas".

"Hablando en serio, quien quiere las compras navideas cuando se siente como verano?
Pregunt ella cuando comenzamos a cruzar el lote. "Esto no puede ser bueno para las
ventas."

"Alguna vez piensas en otras cosas que no sean negocios?", Dijo Reggie.

"El apocalipsis," le dijo ella. "Y de vez en cuando en caf."

"Sabes," l respondi, "soy consciente de que ests bromeando, pero eso es todava muy
"

"Buenas noches", grit cuando me mov hacia la va verde (la peatonal). Los dos dijeron
adis con la mano, todava discutiendo. Eso, sin embargo, no era extrao en lo ms
mnimo, era la manera en que yo siempre les dejaba.

A menudo, Harriet me da un aventn a casa, porque ella odia que yo tome la va verde en la
oscuridad, pero como el tiempo se haba vuelto extraamente clido yo haba estado
insistiendo en caminar en vez, slo para lograr la mayor parte del tiempo fuera de
214
temporada, mientras que durara. En mi camino de regreso a Cora, pas varios ciclistas, dos
corredores, y un grupo de chicos en motocicletas, todos con la misma idea. Ms extrao
que todo, sin embargo, fue lo que vi en casa, cuando entr por la puerta de entrada: J amie,
en la parte inferior de la escalera, vestido con su traje de bao y aletas para nadar, una toalla
lanzada sobre su hombro. Probablemente no era una seal del apocalipsis, pero pareca muy
cerca.

Al principio, estaba claro que yo le haba sorprendido: salt, nervioso, despus se recuper
rpidamente y tom una pose informal. Oye dijo, como si l se la pasara en traje de bao
en la entrada todos los das. "Qu tal el trabajo?"

"Qu estas?" Comenc, entonces me detuve cuando Cora apareci en la parte superior
de las escaleras, en un par de pantalones cortos tirado sobre su propio traje.

Ah dijo, detenindose de pronto, su rostro sonrojado. "Hola".

Hola le dije lentamente. "Qu est pasando?"

Ellos intercambiaron una mirada culpable. Entonces Cora suspir y dijo: "Vamos a saltar
en la piscina. "

"Ustedes van a qu?"

"Hay setenta y cinco grados! En diciembre! ", Dijo J amie. "Tenemos que hacerlo. No
podemos ayudarnos a nosotros mismos. "

Mir a mi hermana. "Fuera est muy agradable", dijo.

"Pero la piscina del barrio ni siquiera tiene agua en ella", le dije.

"Por eso vamos a donde los Blake", me dijo J amie. "Quieres venir?"

"Estn escabullndose en la piscina de Nate?

Cora se mordi el labio mientras J amie dijo: "Bueno, tcnicamente, no es realmente a
escondidas. Quiero decir, somos vecinos. Y esta justo ah, al calor, sin que nadie la est
utilizando. "

"Tienen permiso?" pregunte. El mir a Cora, que se retorca en el escaln. No dijo ella.
"Pero yo vi a Blake temprano y dijo que l y Nate se iban a una cosa de negocios durante la
noche. As que. . . "

". . . noms van a saltar su valla y su piscina, "termine por ella.

Silencio. Entonces J amie dijo: "Setenta y cinco grados! En diciembre! Sabes lo que esto
significa? "

215
"El apocalipsis?", Le pregunt.

"Qu?", Dijo. "No. Dios. Por qu t? "

"Ella tiene razn, sabes", dijo Cora, bajando las escaleras. "No estamos dando precisamente
un buen ejemplo."

"Fue tu idea", seal J amie. Cora se sonroj de nuevo. "Tu hermana", l me dijo, "es una
seria clavadista. En la universidad, ella siempre fue la primera en ir encima de la cerca. "

En serio? dije, volvindome hacia ella.

Bueno respondi ella, como si fuera a justificarlo. Luego ella solo dijo, "Sabes, hay
setenta y cinco grados. En diciembre".

J amie le tom de la mano, sonriendo. "Esa es mi nia", dijo, y me sealo. "Vienes?"

"No tengo un traje de bao", le dije.

"En mi armario, cajn inferior de la derecha", dijo Cora. "Sirvete t misma."

Yo slo sacud la cabeza, incrdula, cuando se encaminaron a la cocina. Cora se rea, las
aletas de J amie golpeaban el piso, y luego estaban fuera, la puerta de vaivn se cerr tras
ellos.

Yo no iba a ir y desde luego no iba a nadar. Pero despus de estar sentada en m cama en el
silencio durante unos instantes, busque en el armario de Cora, tire de algunos pantalones
por encima, y baj las escaleras, cruzando el patio donde yo poda or salpicar ms all de
la valla.

"Ah est", dijo J amie cuando me deslic a travs. Estaba en la parte menos profunda, junto
a Roscoe, que estaba en la cubierta, ladrando con entusiasmo, mientras que Cora estaba
bajo el agua, nadando en el fondo, con el pelo ondeando a sus espaldas. "No te pudiste
resistir, eh?"

"No creo que vaya a entrar, le dije, caminando y sentndome en el borde, mis rodillas
levantadas contra mi pecho. "Solo voy a ver."

Ah, eso no es divertido ", dijo. Luego, con Roscoe que segua ladrando, se sumergi bajo,
desapareciendo. Mientras nadaba la longitud de la piscina, el perro corra a lo largo, tras l.

Mir a Cora, que ya estaba flotando en la parte ms profunda, cepillndose el pelo de la
cara. Ya sabes le dije, "Yo nunca te habra figurado una transgresora de la ley. "

Ella hizo una mueca. "No es exactamente un delito grave. Y, adems, Blake nos los debe".

"En serio? Por qu? "Le pregunt, pero ella no me oy, decidi no responder, en lugar
216
de eso buceo abajo de nuevo para unirse con J amie, que daba vueltas en la parte inferior.

Al salir un momento despus, riendo y salpicndose el uno al otro, yo me quit los zapatos,
luego enrolle mis pantalones de chndal y moje mis pies en el agua. Estaba caliente, incluso
ms que el aire, y me inclin hacia atrs en las palmas de mis manos, volviendo la cara
hacia el cielo. Yo no haba nadado desde la ltima vez en que haba vivido en un complejo
con una piscina, en torno a noveno grado. En el verano, me pasaba horas all, hasta que mi
mam tena que venir a buscarme cuando se estaba haciendo oscuro.

J amie y Cora se quedaron alrededor de media hora, mojandose entre s y jugando Marco
Polo. Para cuando salieron, eran ms de las diez, e incluso Rosco -que haba estado
ladrando sin pararse haba agotado. "Mira", dijo J amie cuando se sec fuera "un
chapuzn, no pasa nada".

"Es bueno asent, moviendo los pies en el agua.

"Vienes con nosotros?", Pregunt Cora mientras caminaban detrs de m, de partida a la
valla.

"En un minuto. Creo que voy a estar un poco ms. "

"Tanto como quieras", dijo J amie cuando Roscoe trot detrs de l. "Despus de todo, no
ser as para siempre."

Luego se fueron, a travs de la valla, donde yo poda or sus voces atenundose a medida
que cruzaban el patio. Esper a que hubiera silencio durante unos pocos minutos antes dejar
caer mi chndal. Luego, con una rpida mirada por ltima vez a m alrededor para
asegurarme de que estaba sola, salt.

Fue impresionante, al principio, estar de nuevo en una piscina despus de tanto tiempo de
no nadar. Tan rpido como me lance, sin embargo, todos los instintos regresaron, y antes de
darme cuenta me estaba moviendo constantemente hacia el otro lado, el agua zumbaba en
mis odos. Yo no sabia cuantas vueltas haba hecho, ida y vuelta y as sucesivamente, slo
que haba estado concentrada en el ritmo que primero, no me di cuenta cuando una luz se
prendi en la casa. En el momento del siguiente segundo, ya era demasiado tarde.

Me qued helada, hundindome por debajo del borde de la piscina, cuando una figura se
movi a travs de la ahora brillante sala de estar. Despus cruzaba una vez, luego otra
vez, escuch una puerta corredora abrirse. Mierda, pens, y luego entre en pnico, tomando
una respiracin profunda y sumergindome.

Lo cual, como se vio despus, no fue una movida inteligente, como se puso en manifiesto
cuando levant la vista a travs del agua azul por encima para ver a Nate mirando hacia m.
Para ese entonces, mis pulmones estaban a punto de explotar, as que no tuve ms remedio
que dejarme ver.

Bueno, bueno el dijo mientras yo sala a la superficie. "De que se trata esto?"
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Nad hasta la orilla, slo para hacer algo, entonces me pase una mano por la cara. "Um", le
dije. "En realidad"

"Cora y J amie estaban saltando en la piscina, eh?", Dijo. Yo lo miraba a l, confundida,
hasta que sac una aleta, y luego otra, por detrs de su espalda. "No son exactamente
hbiles al respecto", dijo, dejndolas caer sobre la cubierta junto a sus pies. "Estos estaban
justo all en esa silla. La ltima vez dejaron un tubo de natacin."

Oh dije. S. Supongo que estamos atrapados. "

"No es gran cosa." Se agach junto a m, mojando su mano en el agua. "Es bueno que
alguien le este sacando algn uso a esta cosa. Mi pap siempre se queja de lo mucho que
cuesta el mantenerlo."

"Ya no nadas en lo absoluto?" No realmente ", dijo.

"Debes extraarlo, sin embargo."

Se encogi de hombros. "A veces. Era un buen escape. Hasta que, ya sabes, dej de serlo."

Pens en lo que haba dicho, sobre su pap siendo prohibitivo pero aun as gritando desde la
valla. "Deberas entrar," dije. "Esta tibio."

No, estoy bien. "Se sent en una silla cercana. "T sigue adelante, sin embargo."

Flot all por un segundo, ninguno de los dos hablando. Finalmente dije: "As que pens
que estabas fuera de la ciudad en una cosa de negocios".

"Cambio de planes", dijo. "Se decidi que debera volver a casa temprano."

"Decidi," repet.

Mir hacia arriba, luego me dio una sonrisa cansada. "Ha sido un da largo, solo digamos
eso".

Lo apuesto, pens. En voz alta, le dije: Razn de ms para darse un chapuzn. Quiero
decir, es diciembre. Setenta y cinco grados. Sabes que lo quieres."

Sinceramente, no cre que estara de acuerdo con esto, yo solo estaba hablando. Pero
entonces el asinti lentamente, y se impuls a sus pies. "Muy bien", dijo. "Vuelvo en un
segundo. "

A medida que desapareca en el interior, se me ocurri que tal vez esta no era una idea
inteligente. Despus de todo, yo estaba tratando de mantener mi distancia y ahora, con esta
invitacin, se haba reducido el espacio donde nos encontrbamos en forma considerable.
Antes de que pudiera encontrar la manera de cambiar esto, sin embargo - o incluso si
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quera-, l volvi al exterior, ahora en baador, y camino por el patio. Innecesario decir,
que esto distraa. Esa primera noche, no lo haba viso realmente sin camisa, y ahora poda
concentrarme en otra cosa. Razn de ms, me di cuenta, para dar marcha atrs, pero antes
de que pudiera, l estaba estirando sus brazos sobre la cabeza y saltando, golpeando el agua
con apenas un toque y desapareciendo a continuacin.

Tu nadas, pens, con un destello de esa sudadera mientras el sala a la superficie, luego mas
cerca de mi con un movimiento del pecho que pareca sin esfuerzo. Cuando sali,
sacudiendo la cabeza y enviando gotas a volar, le dije, "Lindo salto".

Gracias dijo l, flotando en frente de m. " Aos de entrenamiento".

De repente, estaba tan consciente de lo cerca que estbamos el uno al otro, slo con el agua
entre nosotros. Mir hacia abajo: por debajo de la superficie mi piel se vea tan plida, casi
azul, mi collar reposando alrededor. Cuando mir de nuevo, el lo estaba mirando, tambin,
y despus de reunirse con mi mirada por un segundo el lo alcanzo, capturndolo en una
mano para dejarla flotar en su palma.

"Cuntos de esos colares de llave crees que Harriet ha vendido desde Accin de Gracias?",
pregunt.

"No lo s dije. "Muchos".

"Vi a una chica en J ump J ava hoy usando uno. Fue tan raro".

"Voy a asegurarme de decirle a Harriet que dijiste eso," dije. "Ella estar muy contenta."
"No quise decir de esa forma". Volvi la palma de la mano, dejando caer la llave suelta, y
poco a poco flot de vuelta hasta descansar en m de nuevo. "Es slo que los asocio
contigo y ste. Sabes? Fue la primera cosa que not sobre ti esa noche que nos
conocimos."

"Incluso antes de que saltara la valla?"

"Est bien. Sonri. "Tal vez la segunda."

A nuestro alrededor, el barrio estaba en silencio, el cielo de fuera amplio y salpicado de
estrellas sobre nuestras cabezas. Yo poda sentirlo all delante de m, y pens en lo que
J amie haba dicho antes: No ser as para siempre. Eso era cierto, y tambin la razn que
debera haber subido a cabo en ese momento,, as como el porque yo saba que me
quedara.

El todava estaba mirndome, los dos flotando, y pude sentir el agua a mi alrededor,
presionando hacia adentro, tirando hacia atrs. Luego, lentamente, Nate se acerc,
inclinndose, y a pesar de todo lo que me haba dicho, y todo lo que quera creer que era o
no era capaz, me qued donde estaba mientras me besaba. Tena los labios calientes, la piel
hmeda, y cuando se retir, sent escalofros, no estando acostumbrada a tener a alguien tan
cerca, pero todava no lista para apartarlo.
219

"Tienes fro?", Pregunt. Estaba a punto de sacudir la cabeza, decir que no era eso en lo
absoluto, pero antes de que yo pudiera, sent su mano estrechndose sobre la ma. "No te
preocupes", dijo, "es ms clido, mientras mas profundo vallas. "Entonces, para
demostrarlo, se fue bajo, y yo tom una respiracin profunda, la ms grande que pude y
dej que tirara de mi hacia abajo con l.

Yo ya saba que J amie le gustaban los das festivos. All estaban las camisas azules a juego,
para una cosa, por no mencionar la lista de agradecimientos. Pero incluso armada con estos
conocimientos, yo todava no estaba totalmente preparada para como el haba abordado la
Navidad.

"Qudate quieto, de acuerdo?", Dijo Cora, haciendo una mueca mientras se rellenaba la
almohada ms arriba, debajo de su chaqueta. "Deja de retorcerte alrededor."

No puedo respondi J amie. "Esta ropa interior larga pica mas de lo que pensaba que
sera. "

Ya te dije que solo usaras calzoncillos."

"Santa no usa calzoncillos!", Dijo, alzando la voz un poco mientras ella le daba un tirn el
ancho cinturn negro de su traje apretado sobre la almohada, sostenindola en su lugar. "Si
voy a hacer esto, quiero ser autntico al respecto".

"Yo dudo", dijo Cora, empujndose a s misma a ponerse en pie, "que el Santa polica haga
un control de la ropa interior. Ahora dnde est tu barba? "

"En la cama", le dijo. Entonces me vio. "Hey, Ruby! Entonces, qu te parece? Genial,
verdad? "

Esa no era exactamente la primera palabra que me haba venido a la mente al verlo en un
traje completo de Santa: traje rojo, botas de negro y peluca blanca grande, que para m
pareca que picaba ms que cualquier ropa interior. Pero en el inters de la familia, decid
seguir el juego.

S asent como cuando Cora lleg sobre su cabeza, sujetando la barba. "Vas a ir a una
fiesta o algo as?"

"No," el dijo. Cora dio un paso atrs, las manos en las caderas, examinando su trabajo.
"Es vspera de Navidad."

De acuerdo dije lentamente. "As que esto es para. . . " "Caminar por el barrio!" Termin
para m. Yo miraba a Cora, que simplemente neg con la cabeza. "Mi pap siempre vesta
como Santa en vspera de Navidad ", explic. "Era una tradicin familiar. "

"Lo que no tenamos mucho", aadi Cora. "Y J amie lo sabe, por lo que es por eso que el
lo ha hecho una misin personal para compensarlo. "
220

J amie mir de ella a m, luego a ella otra vez. Incluso en el vesturario completo, pelucas y
todo, todava se vea tan juvenil, como Santa: los primeros das. "Lo se, es un poco
exagerado, "dijo. "Es solo que. . . Siempre hacemos de la Navidad una gran cosa en mi
casa. Supongo que es algo que se me ha contagiado. "

Incluso sin el traje de Santa, se trataba de un eufemismo. Durante todo el mes, J amie se
haba arrojado a prepararse para la Navidad: colgando un elaborado espectculo de luces en
el frente, poniendo calendarios de Adviento en prcticamente todas las habitacin,
arrastrando a casa el rbol ms grande que pudo encontrar, que luego adornamos con una
mezcla de nuevos ornamentos de marca y de fabricados en casa de las pasadas
festividades. Entre todo esto y el trabajo en el centro comercial, yo francamente haba
estado pasando las festividades hace semanas. Pero como la mayora de las cosas que
involucran a J amie, Yo haba ido a lo largo de todas formas, dejndome arrastrar a la zona
de la ceremonia del rbol-iluminado, viendo el especial de Navidad de Charlie Brown una y
otra vez, incluso sosteniendo a Roscoe abajo mientras que J amie le equipaba en un arns
elaborado de cascabeles.

Aqu dijo ahora, llegando detrs de l a la cama para recoger a un sombrero de duende
rojo. "Para ti." "Para mi?"

S. As vamos a coincidir, cuando salgamos."

Mir a Cora de nuevo, pero esta vez ella evit mis ojos, ocupada poniendo lejos el rubor,
que ella haba utilizado para dar a J amie unas mejillas de un rojo festivo. "A dnde" dije
lentamente, " vamos?"

"A repartir los regalos en la zona", dijo, como si fuera algo evidente. "Estn todos en el
pasillo de entrada, listos para irse. Vamos!"

l pas junto a m, su sombrero en la mano, y saltando por las escaleras, su botas dando
golpes en la alfombra. Estreche mis ojos hacia Cora, hasta que finalmente se volvi hacia
m. "Lo siento", dijo ella, se vea como si lo deca en serio. "Pero lo hice el ao pasado."

Y as fue como termin en Wildflower Ridge, a las ocho en punto de la vspera de Navidad,
con J amie en su traje de Santa, y Roscoe en sus cascabeles, repartiendo alegra. O,
mirndolo de otra manera, caminando en el fro- que haba vuelto como una venganza- e
interrumpiendo a la gente en sus propias celebraciones familiares, mientras asustando a
automovilistas ocasionales.

Despus de las primeras casas, elaboramos un sistema: Yo tocaba la campana, a
continuacin, dejaba a J amie al frente y en el centro, colgando hacia atrs con Roscoe hasta
que la puerta se abra, y lanzarme en cuanto fuera necesario para ayudar a repartir los
regalos, que fueron sobre todo animales de peluche y cajas de mini bastones de caramelo.
Dejando de lado algunas miradas raras -y algunas personas que claramente estaban en casa
pero decidieron ignorarnos- La gente pareca feliz de vernos, especialmente los nios, y
despus de una hora y tres cuadras, la mayora de nuestras cosas se haban ido. "Tenemos
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suficiente para tal vez dos paradas ms, "dijo J amie mientras estbamos en la esquina de la
casa de Nate, haciendo una pausa por Roscoe, los cascabeles sonando, para hacer sus
necesidades en contra de un buzn de correo. "Entonces, Cul crees? Quieres tomar algo
para Nate? "

Mir al frente a la casa, oscuro, excepto por un par de luces de atrs. "No lo s dije.
"Puede que el no sea tu objetivo de pblico. Tal vez deberamos ir por alguien mas joven."

"Lo har", dijo, buscando en su bolsa casi vaca. "Pero tu adelntate y llevale algunos
bastones de caramelo. Nos encontraremos de nuevo aqu. Est bien? "

De acuerdo dije, la entregue la correa de Roscoe. l la tom, luego arroj su saco por
encima del hombro -la polica de Santa lo habra aprobado- y comenz a cruzar la calle a
una casa con brillantes copos de nieve iluminando a cada lado de la escalones de la entrada.

Me deslic la caja de bastones de caramelo en el bolsillo, entonces camine hasta donde
Nate, tome una bocanada de aire fresco. La verdad era que yo haba pensado en darle un
regalo de Navidad. Yo haba escogido incluso ms de uno antes de pararme a mi misma, no
estando segura incluso despus de esa noche en la piscina que estaba dispuesta o capaz de
hacer un gran gesto. Pero en los das despus, me di cuenta tambin que con Nate, todo
llega a ser tan fcil, tan fcil como dejar que l tome mi mano y me tire debajo de la
superficie. Tal vez era imposible que alguien pueda compartir todo contigo, pero yo estaba
empezando a pensar que lo que tenamos era suficiente. Y de todos modos, era Navidad,
una poca, sobre todo, de esperanza, o al menos eso me haban dicho. l me haba dado
tanto, y ahora, aqu, yo estaba finalmente lista para la reciprocidad. As que me acerque a la
puerta y toque el timbre.

En el momento en que abri la puerta, saba que algo andaba mal. Slo tenia que ver la
expresin de su cara- sorprendido, incluso alarmado- seguido de inmediato por la forma en
que abri la puerta un poco ms cerrada, el mismo movimiento que yo haba dominado con
los testigos de J ehova y los caseros. "Ruby", dijo en voz baja. "Hola. Qu haces aqu? "

En ese momento, escuch a su padre: alto, gritando, apenas amortiguado detrs de una
pared cercana. Tragu saliva y luego dije: "J amie esta cargando cosas, para la Navidad "

"No es un buen momento", dijo ya cuando hubo una explosin o un ruido perceptible. "Te
llamar un poco ms tarde, de acuerdo?"

"Ests bien?" Le pregunt.

"Estoy bien."

"Nate"

"Lo estoy. Pero tengo que irme ", dijo, cerrando la puerta un poco ms. Apena poda verlo
ahora. "Hablar contigo maana. "

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No tuve la oportunidad de responder a esto, la puerta ya estaba cerrandose con un audible
Click. Me qued all, mi boca seca, preguntndome qu deba hacer. Estoy bien, l haba
dicho. Extend la mano, poniendo la mano en la perilla y girndola. Ah estaba yo, por fin
dispuesta a dejarlo entrar, y me estaba bloqueando.

"Hey!" Llamo J amie detrs de m. Me volv. l y Roscoe fueron a travs de la calle, cada
vez ms cerca. "Ellos estn all?"

Di algo, pens, pero as como trataba de formar palabras, cualquier palabra, record ese da
en el garaje, cuando l me haba pedido mantener silencio. T entiendes. Quera ser el
Honeycutts (es el personaje de una serie americana), interviniendo y arruinando todo,
aunque yo pensaba que era lo mejor? J amie estaba acercndose por el camino, Roscoe
tirando adelante. Tena que decidir, ahora.

"No est en casa", le dije, dando un paso fuera del porche. La caja de bastones de caramelo
todava estaba en mi bolsillo, y la deslic en mis dedos, colocndolos en torno a ella. Se
senta casi como una mano, descansando en la ma. "Vmonos."

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Captulo Trece

Traducido por Ateh
Corregido por maweyumi

Estuve despierta hasta bien tarde, pero no esperando a Santa. En su lugar, estuve en mi
cama, viendo las luces de la piscina de Nate danzar sobre los rboles, la misma forma en
que pas la primera noche. Ms de una vez, pens en salir furtivamente otra vez para
encontrarlo y ver si estaba bien. Pero luego lo record cerrando la puerta en mi cara, el clic
del gracioso cerrojo, y me qued donde estaba.

A la siguiente maana, tuve una nueva mochila, algunos CDs, unos cuantos libros y un
porttil. Cora tuvo su perodo.

Estoy bien, estoy bien farfull cuando, poco despus de que abrimos nuestros regalos, la
encontr sentada en su cama, llorando En serio.

Cario J amie se acerc, sentndose a su lado y deslizando su brazo por encima de su
hombro Esta bien.

Lo s Su voz fue ahogada mientras suba, secndose los ojos con el dorso de su mano Es
solo que, realmente tena la sensacin de que haba ocurrido este mes, lo cual se que es tan
estpido

No eres estpida dijo J amie suavemente, alisando una mano sobre su cabeza.

pero solo empec a pensar cuan grandioso seria descubrirlo hoy y ser capaz de
decrselos a ustedes, y como sera el mejor regalo seal en una larga respiracin, con
los ojos muy abiertos de nuevo Pero no paso. No estoy embarazada. De nuevo

Cora

Lo s dijo sacudiendo su mano Es navidad, tenemos una vida maravillosa, un techo
sobre nuestras cabezas, cosas que mucha gente quiere. Pero yo quiero esto. Y no importa lo
que haga, no lo puedo obtener. Simplemente Ella se apag, limpiando sus ojos de
nuevo. Esta vez, J amie no dijo nada.

Apesta Termine por ella

Si dijo, mirando hacia m Esto apesta

Me sent tan intil, de la forma en que siempre me senta cuando vea a Cora alterada por el
tema del beb. La nica cosa que la pona de cero a emocional en menos de cinco minutos.
224
El nico punto sensible en su solida armadura personal. El mes anterior por fin haba
accedido a tener una pequea ayuda farmacutica, a travs de una medicina de ovulacin,
lo que la hizo caliente y emocional, capaz de sudar o llorar o ambas cosas en cualquier
momento. No es una buena mezcla, especialmente en los das de fiesta. Y ahora, todo esto
fue en vano. Esto realmente apestaba.

Simplemente trataremos de nuevo J amie estaba diciendo ahora Este solo fue el primer
mes. Quiz a la segunda vez ocurra la magia

Cora asinti, pero pude ver que su convencimiento apenas subi un poco, pasando su dedo
sobre el regalo que le haba dado esta maana: Un collar para abrochar de Harriet, uno de
plata lleno de piedras rojas. Haba estado extraamente nerviosa mientras ella abra la caja,
preocupada de que no le gustara, pero en el minuto en que lo desliz por su mano sus ojos
se ampliaron, supe que haba anotado. Es hermoso dijo mirndome Es como el tuyo.

Muy parecido dije Pero no completamente igual

Me encanta me dijo, levantndose inmediatamente para ponrselo. Movi su cabello
hacia los hombros Qu piensas? Luce bien?

Lo haca, incluso ahora, mientras apoyaba la cabeza en el hombro de J amie, rizndose hacia
l. Ella todava tena una mano sobre el broche. El collar lucia diferente en ella a como se
vea en m, pero se podan ver algunas similitudes. Solo tenias que saber dnde buscar.

J usto despus, el timbre de la puerta son. Roscoe, que haba estado dormitando en el pie
de la cama, levant sus orejas y dej salir un ladrido. Eso fue la puerta? pregunto J amie.

Lo fue dijo Cora mientras Roscoe bajaba de un salto, corriendo desde la habitacin. Un
momento despus, lo escuchamos ladrando en el vestbulo mientras el timbre sonaba otra
vez Quien podra ser en navidad?.

Yo lo averiguar dije, si bien, mientras me paraba rpidamente en direccin a las
escaleras, tena la esperanza de que supiera quin era. El timbre son de nuevo cuando
estuve a medio camino; y de nuevo cuando me acerqu a la puerta. Cuando llegu a la
puerta y mir a travs de la mirilla, sin embargo, Nate no estaba all. No haba nadie. Luego
son de nuevo muy raro as que abr.

Era Gervais. Demasiado bajo para la mirilla, estaba de pie en las escaleras con gafas,
chaquetn y bufanda, con lo que pareca un motorista nuevo estacionado en el camino
detrs de l. Hola dijo.

Yo solo lo mir Hola dije con voz baja. Qu estas?

Tengo una proposicin para ti dijo, todo negocios Puedo pasar?

Um dije. Detrs de m Roscoe haba dejado de ladrar pero segua tratando de empujarme
Estamos algo ocupados. Realmente
225

Lo s Levanto los brazos, ajustndose las gafas Esto solo tomar un minuto.

Aun no lo quera dejar entrar. Pero por el espritu de navidad, me hice a un lado. No
deberas estar con tu familia? pregunt mientras l cerraba la puerta.

Terminamos la navidad hace horas me dijo Mi pap ya desbarat el rbol

Oh Ahora nosotros solo estbamos parados ah, juntos, en el vestbulo Bueno dije
Nosotros todava estamos haciendo cosas, as que

Crees que estas preparada para tu prximo gran examen de clculo?

Yo solo lo mir Qu?

Tu prximo examen. Es en marzo y cuenta como la mitad de tu nota. Cierto?

Cmo sabes eso?

Estars preparada?

Arriba escuch a Cora rerse. Una buena seal. Define preparada dije.

Un puntaje de noventa o ms alto.

No dije, lo cual era, tristemente, la verdad. Incluso con todo mi estudio y preparacin,
clculo an era la nica cosa que poda tomarme de cero a un ataque de pnico en menos de
treinta segundos.

Entonces deberas dejarme ayudarte dijo Gervais.

Ayudarme?.

Soy muy bueno en clculo explic, presionando sus gafas No solo hacindolo, sino
explicndolo, Soy tutor de dos personas en mi clase de la universidad en este momento. Y
es calculo nivel universitario, no del tipo fcil que t ests haciendo

Tipo fcil, pens. No haba cambiado por completo. Sabes dije Es una oferta muy linda,
pero creo que estar bien.

No es una oferta dijo Es una proposicin.

De repente, tuve una imagen de l en el carro ese da, dibujando en su aliento. Ms la
mirada fija en el almuerzo en el jardn, y la forma extraa como haba actuado en el Vista
10. Oh Dios, pens, por fin lo tengo. Nate tena razn. Yo le gustaba. Esto era justo lo que
necesitaba. Sabes dije, llegando detrs de l a la puerta Eres un nio lindo, Gervais,
pero
226

Es sobre Olivia dijo.

Me detuve a mitad de la frase, no estando segura de que lo haba escuchado bien Qu?

l tosi, luego se sonroj Olivia Davis dijo Eres amiga de ella, no?

Si dije lentamente Por qu?

Porque dijo, y tosi de nuevo Um Como que me gusta.

Te gusta Olivia?

No de esa forma dijo rpidamente Yo solo Esper. Pareca como si hubiera pasado
un largo tiempo. Quiero ser su amigo termin.

Esto era como dulce, tengo que admitirlo. Adems sorprendente. Lo cual me llevo a mi
siguiente pregunta Por qu?

Porque dijo como si fuera simple, obvio. Cuando se dio cuenta de que no lo era, aadi
Ella habla conmigo.

Ella habla contigo repet.

l asinti Como en el teatro. Y cuando me ve en el corredor de la escuela, ella siempre
dice hola. Nadie ms lo hace. Adems, a ella le gustan las mismas pelculas que a m.

Lo mir hacia abajo, parado ante m con su pesado abrigo y sus gafas. Seguro, l era
fastidioso, pero tena que ser duro para l. No importa que tan inteligente seas, hay muchas
cosas que no se pueden aprender de libros. Entonces solo se amigo de ella le dije No me
necesitas para eso.

Si lo hago dijo No puedo solo ir y hablarle. Pero si estuviera, ya sabes, ayudndote con
tu clculo en el almuerzo o algo as, entonces solo podra pasar el rato con ustedes.

Gervais dije lentamente Creo que eso es muy dulce

No digas que no declar

Pero tambin es algo falso

l movi su cabeza firmemente No lo es! No me gusta en esa forma. Solo quiero ser su
amigo

De todas formas, es como si la estuviera engaando. Y los amigos no hacen eso.

Nunca, ni en un milln de aos hubiera pensado que estara ofreciendo una cartilla sobre
227
amistad, mucho menos a Gervais Miller. Aun menos probable, que me sintiera mal por l
despus de hacerlo. Pero mientras me miraba con tristeza, di un paso hacia atrs a la puerta.
Lo hice.

De acuerdo dijo con su voz plana, derrotado Entiendo.

Lo observ mientras se volva al pomo, tirando de la puerta abierta. Una vez ms, me
encontr estropeando lo qu deba hacer, pero esta vez, lo que estaba en juego no era tan
alto. Tal vez yo no poda hacer nada por Nate. Pero podra ayudar a alguien.

Que te parece esto dije. l se volte hacia m lentamente Yo te contratar.

Contratarme?

Como tutor. Yo pago lo que cualquier otro paga. T haz lo que haces. Si sucede que nos
encontramos en el almuerzo y Olivia est ah, que as sea. Pero ella no es parte del trato.
Entendido?

l asinti vigorosamente, sus gafas balancendose ligeramente S.

De acuerdo entonces dije Felices fiestas.

Felices fiestas me respondi, dando un paso afuera y empezando a bajar las escaleras. A
mitad de camino, se volte hacia m. Por cierto, cobro veinte dlares la hora. Por la
tutora.

Por supuesto que lo haca. Yo dije Voy a pasar clculo?.

Est garantizado. Respondi Mi mtodo est demostrado Yo asent, y luego l sigui
por las escaleras, agarrando el casco de su moto y tirando de el sucesivamente. Tal vez esto
fue un gran error, una de muchos. Pero a veces, todos necesitamos un poco de ayuda, as
queramos admitirlo o no.

Pasen, pasen dijo J amie a un grupo que vena animado, aumentando su charla hasta el
alto techo del vestbulo. Bienvenidos! Las bebidas estn atrs, y hay toneladas de comida.
Ven, djame recibir tu abrigo.

Me recost sobre el marco de la puerta del cuarto de lavandera, donde siempre haba
estado escondindome con Roscoe desde la post-navidad de Cora y J amie, el pre-ao nuevo
cuando la casa se abri. Oficialmente, era mi trabajo el mantener la cubeta de hielo llena y
asegurarme de que la msica fuera audible, pero aparte de hacer esto superficialmente, no
estaba exactamente mezclando.

Ahora, sin embargo, mientras J amie con los brazos llenos de abrigos miraba a su alrededor,
saba que deba aparecer y ofrecerme para ayudarle a guardarlos en el piso de arriba. En su
lugar, me deslic hacia abajo en una posicin sentada, de espaldas a la secadora, empujando
la puerta cerrndola con el pie. Roscoe, que haba sido desterrado aqu por su propio
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bienestar mental, inmediatamente brinc de la cama y se acerc para unirse a m.

Haban pasado dos das desde navidad, y no haba visto o hablado con Nate. Una vez, esto
habra parecido imposible, teniendo en cuanta nuestra gran proximidad, sin mencionar que
tan seguido cruzbamos caminos, intencionalmente o no. Tal vez solo fue que la escuela
haba terminado, no manejbamos juntos, y ambos estbamos ocupados con nuestros
respectivos trabajos. Pero aun as, tuve la clara sensacin de que me estaba evitando.

Esto me sorprendi, pero fue incluso ms impactante el hecho de que esto me estaba
molestando demasiado. Despus de todo, esto fue lo que una vez quise, ms espacio entre
nosotros, menos unidos. Sin embargo, ahora que lo obtena me senta ms preocupada
acerca de l que nunca.

J usto entonces, la puerta se abri. Un segundo, solo tengo que tomar otro rollo de Cora
estaba medio adentro, segua hablando con alguien sobre su hombro, cuando se detuvo a
mitad de un paso y de una frase, vindonos a Roscoe y a m en el piso. Hola dijo
lentamente Qu est pasando?

Nada dije. Cerr la puerta mientras Roscoe se levantaba. Moviendo la cola Solo estaba
tomando aire.

En el armario dijo.

Estaba cerca

Lleg a la lavadora, tirando un rollo de toallas de papel Ya hay un derrame en la
alfombra dijo, abrindolas Sucede cada ao.

De todas formas suena como si estuviera yendo bien dije mientras algunas personas
pasaban por el corredor de afuera, sus voces rebotando en las paredes.

Lo est dijo voltendose hacia m, con las toallas en sus brazos Deberas salir, comer. La
comida no esta tan mal, te lo prometo

Estoy un poco baja de nimo le dije

Ella sonri Tengo que decirte que has sido un verdadero soldado. La navidad con J amie es
como una prueba de resistencia. En mi primer ao casi me da un colapso

Es extrao dije Me refiero, el ao pasado me call, dndome cuenta de que no
recordaba que haba hecho el ao pasado para las festividades. Tena un vago recuerdo de
la entrega del equipaje, quiz una fiesta de una empresa como un comercial. Pero como
todo lo dems de mi anterior vida, era distante, descolorido. Supongo que solo estoy
cansada.

Solo has una aparicin dijo Luego puedes volver aqu, o golpear el armario por el resto
del da. De acuerdo?.
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La mir, dudando, mientras extenda una mano hacia m. Pero luego deje que me halara
para pararme y la segu al corredor. Dos pasos despus, mientras entrabamos a la cocina,
fuimos emboscadas.

Hola Cora! Salt, sorprendida por una mujer en un fluido conjunto blanco, con el
cabello oscuro recogido en el cuello, que de repente apareci ante nosotras con una copa de
vino en la mano Felices fiestas.

Felices fiestas respondi Cora, apoyndose hacia adelante para recibir un beso, y una
mancha de labial, en la mejilla. Brbara, esta es mi hermana, Ruby. Ruby, esta es Brbara
Star.

Tienes una hermana? pregunt Brbara. Ella llevaba varios collares de cuentas
multicolores que se tambaleaban alrededor de su pecho cada vez que se mova, como ahora,
volteando su cara hacia m Por qu no lo saba?.

Ruby vino a vivir con nosotros hasta este ao explico Cora. Ella me dijo Barbara es una
autora. Mejores vendidos, debo aadir.

Oh detente replic Brbara moviendo su mano Me ests avergonzando

Ella fue una de mis primeros clientes aadi Cora Cuando estaba trabajando en una
prctica de leyes familiar, justo afuera de la escuela.

En serio dije.

Me haba divorciado explic Brbara, dando un sorbo a su vino Lo cual nunca es
divertido. Pero gracias a tu hermana, fue el mejor divorcio que jams he tenido. Y eso es
realmente decir algo.

Mir a Cora, quien movi la cabeza casi imperceptiblemente, dejando claro que no deba
preguntar qu significaba eso exactamente. En su lugar. Ella dijo Bueno, nosotras
probablemente debamos ir a revisar la comida, as que.

Todo est maravilloso. Amo las festividades dijo Brbara suspirando. Luego sonri hacia
m y dijo Tambin est aqu el resto de tu familia? Me encantara conocer a tu madre

Um dije De hecho.

No estamos en contacto con mam en estos das Cora le dijo Pero tenemos la gran
fortuna de tener magnficos amigos como t hoy. Te gustara ms vino?.

Oh dijo Brbara, mirando a su copa, luego a nosotras Bueno, s. Eso sera encantador.

Cora facilit la copa en su mano, sin dejar de sonrer, sonriendo-entonces para m, tocando
la parte baja de mi espalda con la otra mano. Al tomar esta seal, mir de nuevo hacia ella.
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Brbara estaba hablando de nuevo, con las manos revoloteando como haca para dar
nfasis, pero mi hermana, aunque asinti con la cabeza, estaba mirndome. Muy sutil,
pens. Pero, de nuevo, ella haba estado lejos de mi madre mucho ms tiempo que yo. La
prctica hace la perfeccin, o algo cerca de ella.

Copa en mano, hice mi camino a travs de la multitud, que haba crecido
considerablemente desde la ltima vez que haba comprobado el hielo y la msica. J amie
estaba todava en el pasillo de entrada, respondiendo a la puerta y tomando abrigos, cuando
finalmente llegu al rea de la barra para obtener el vino blanco.

"Macarrones!" Le o decir de repente. "Usted no debe tener."

Me di la vuelta. Efectivamente, era Nate, con vaqueros y una camisa de cuello azul, con las
manos en los bolsillos. Su padre estaba a su lado, haciendo poco caso a su chaqueta y
sonriendo mientras J amie admiraba su ofrenda. "Son belgas," El Sr. de la Cruz dijo. "Muy
caros."

"Apuesto a que si," contest J amie, aplaudiendo a Nate en el hombro. "Ahora, djenme
conseguirles una bebida. Cul es tu veneno, Blake? Tenemos cerveza, whisky, vino... "

Hizo un gesto hacia la barra, y mientras todos se volvan, los ojos de Nate se encontraron
con los mos. El Sr. de la Cruz levant una mano, saludndome, pero yo acaba de recoger
la copa, de forma rpida mezclndome de nuevo en la multitud.

Cuando volv al lugar donde haba dejado a Cora y Brbara, sin embargo, se haban ido con
un par de empleados de J amie de UMe.com, fcilmente identificados por sus gafas geniales
para neds, jeans caros, y camisetas vintage en su lugar, charlando acerca de los Macs. Me
volv lentamente, examinando a la multitud buscando a Brbara. En cambio, me encontr
cara a cara con Nate.

Hola me dijo Feliz navidad.

Tragu saliva, y luego tom un respiro. "Feliz Navidad." Hubo una pausa, que luego se
extendi a una pausa incmoda, incluso cuando alguien se ech a rer detrs de nosotros.

"As que te traje un regalo", dijo, llegando detrs de l y sacando un paquete envuelto del
bolsillo de atrs.

Djame adivinar dije Macarrones.

No l se quej, haciendo una cara mientras lo sostena para m brelo.

Mir hacia abajo al don, el cual estaba envuelto en papel rojo decorado con pequeos
rboles de Navidad, y el pensamiento de m misma de pie en su puerta esa noche, mi propia
oferta pequea en la mano. "T sabes le dije, asintiendo con la cabeza contra la copa de
vino que aun mantena sujetada, "yo probablemente"

231
"Nunca se retrasa la apertura de un regalo," dijo Nate, acercndose para tomar m copa y
ponerla en un mostrador cercano. "Especialmente uno que ya es tardo."

Con las manos vacas, no tuve ms remedio que tomarlo, dndole la vuelta en mis manos y
colocando un dedo por debajo de la cinta. Dos mujeres pasaron al lado de nosotros,
parloteando con excitacin, chasqueando los talones, mientras se abra para revelar una
camiseta. En la parte delantera, en el mismo bloque familiar deca: USWIM.

Tu filosofa personal dije.

Bueno dijo, busqu uno que dijera "Si usted espera lo peor nunca ser decepcionado ",
pero todos estaban agotados."

Apuesto a que si mir hacia l Es realmente linda. Gracias.

"No hay problema." l se apoy contra la pared detrs de l, me sonrea, y tuve una imagen
de nosotros en la piscina juntos, cmo me haba sujetado la mano y me tir abajo. El
recuerdo estaba tan cerca, pude ver cada pedacito de l. Sin embargo, con igual claridad,
estaba la otra noche, cmo su rostro haba lucido, en retirada por la rendija de la puerta.
Dos imgenes opuestas, una colocndome ms cerca, otra alejndome. "Por lo tanto," l
dijo, "cmo fue tu Navidad?"

"Cmo fue la tuya?" le respond, y mientras yo no quera decir para que no hubiera un
borde en mi voz, yo poda or. As que l tambin pudo. Su rostro cambi de inmediato, la
sonrisa no desapareci, sino que pareca haberse vuelto ms delgada. Me aclar garganta, y
luego mir la camisa de nuevo. "Quiero decir, debas esperar que preguntara."

Nate asinti con la cabeza, mirando a travs de la cocina al saln, donde poda ver a su
pap hablando con una fornida mujer en un suter rojo navidad. "Estuvo bien ", dijo. "Un
poco estresante, como viste."

Un poco? pregunte

No es gran cosa De acuerdo?

Seguro que lo pareca

Pues no lo fue. Y eso es historia antigua

Fue hace tres das seal

As que los das festivos apestan. Eso no es exactamente una noticia de ltima hora,
verdad? l agach la cabeza, una mata de pelo que cay sobre su rostro mientras las
mismas mujeres pasaban de nuevo con una nube de jabn de manos perfumado, dejando la
habitacin empolvada. Cuando se haban ido, dijo, "Mira, estoy apenado por no poder
hablar contigo esa noche. Pero estoy aqu ahora. Y te traje un regalo. Eso tiene que contar
para algo, verdad?"
232

Mir hacia abajo a la camiseta. T nadas, pens. Como l haba dicho, esto era mejor que
hundirse. Tal vez esto era slo parte de mantenerse a flote. "Sin embargo, no tengo nada
para ti".

Ni siquiera macarrones belgas?

Sacud mi cabeza.

"Est bien. Son realmente muy sobrevalorados."

En serio?

l asinti con la cabeza, mirando por encima de toda la fiesta otra vez, y luego se agach,
deslizando su mano alrededor de la ma y me hal un poco por el pasillo, cerca de de la
esquina. All, fuera de la vista, se apoy contra la pared, con cuidado deslizando sus brazos
alrededor de mi cintura y tirando de m ms cerca. Est bien dijo, con voz baja. "Vamos a
intentar de nuevo. Feliz Navidad, Ruby."

Lo mir, detenindome en la lnea de la barbilla, los ojos y largas pestaas, la forma en que
sus dedos ya estaban cepillando un poco de cabello en mi cara, los entrelazaba en hilos all.
Tan cerca ahora, despus de la distancia de antes. Pero l estaba aqu.

"Feliz Navidad", dije, y trat de concentrarme en esa cercana - no poda ser fugaz, la
sensacin saba muy bien - como l se inclin y puso su boca contra la ma, besndome,
mientras al rededor de la esquina la fiesta se prolong sin nosotros, ruidosa, continua y
completamente inconsciente.

"Cora", dije que a medida que nos detuvimos delante del centro comercial, "realmente no
tenemos que hacer esto".

"Si tenemos", respondi ella, apagando el motor. "Como he dicho, momentos de
desesperacin exigen medidas desesperadas."

"Eso es mi punto" dije y ella abri la puerta para salir de mala gana y yo hice lo mismo.
"No estoy desesperada".

Ella slo me mir cuando camin por la parte trasera del coche, y luego alz su bolso sobre
un hombro. "En primer lugar," dijo ella, "Te di dinero para ropa. T solo compraste cuatro
cosas."

Siete, en realidad seal.

Luego continu, ignorndome Para navidad, te di tarjetas de compras, con las cuales
compraste nada
233

No necesito nada.

"Y as, de verdad, que no me has dado otra opcin que llevarte de compras por la fuerza"
suspir, y luego extendi la mano, extendindola por debajo de sus gafas de sol para
cubrirse los ojos. "Te das cuenta de lo feliz que un adolescente promedio estara en tus
zapatos? Tengo una tarjeta de crdito. Estamos en el centro comercial. Quiero comprar
cosas. Es como el nirvana de los adolescentes."

Bueno dije mientras nos cruzamos con dos madres empujando cochecitos, "creo que no
soy una chica adolescente promedio."

Ella me mir mientras nos acercbamos a la entrada. Por supuesto que no lo eres dijo con
ms tranquilidad Mira, s que esto es un poco raro para ti. Pero tenemos el dinero y es
algo que J amie y yo queremos hacer.

No es raro le dije Solo innecesario.

"T sabes," dijo mientras las puertas automticas del Esther Prine, la sofisticada tienda por
departamentos, se abran ante nosotras, "est bien para aceptar las cosas de las personas. No
te hace dbil o indefenso, aunque as es como mam senta al respecto".

Esto fue un poco demasiado reminiscente de la tierra que haba sido obligada a cubrir
durante mi primera (y esperemos que la nica) sesin de terapia un par de semanas antes,
as que en lugar de responder, entr. Como siempre, estaba cegada temporalmente por los
relucientes azulejos blancos de la tienda, as como el pulido brillo de joyeros. A nuestra
izquierda, un hombre con un esmoquin estaba jugando Pachelbel por las escaleras
mecnicas. Siempre fue extrao estar hablando de mi madre, de todos modos, pero en este
contexto, se limita a ser surrealista.

"No se trata de mam", dije mientras Cora hizo un gesto para m, para que la siguiera hasta
el siguiente piso. "O no slo de ella. Es un gran cambio. Yo no estoy acostumbrada...
Nosotros no tuvimos mucho de esto los ltimos aos."

Ya lo s respondi ella "Pero eso es justo lo que estoy diciendo. De alguna manera,
tambin fue una eleccin. Haba cosas que mam pudo haber hecho para hacer las cosas
ms fcil para ti y para ella."

Me gusta estar en contacto contigo dije.

"S." Ella aclar su garganta, mirando a lo largo de los cosmticos mientras nos
levantbamos ms alto. "Pero va an ms atrs que eso. Al igual que con pap, y el dinero
que trat de darle. Pero ella era tan terca y furiosa, que no lo tomara".

"Espera," dije, mientras finalmente llegamos a la cima, y ella se baj en J uniors. "Pens que
pap nunca le dio nada de dinero. Que l la esquiv por la manutencin, que simplemente
desapareci."
234

Cora neg con la cabeza. "Tal vez lo hizo ms tarde, una vez que se mud a Illinois. Sin
embargo, esos primeros aos, justo despus de que se mud trat de hacer lo correcto. Lo
recuerdo".

Tal vez esto no debera haberme sorprendido. Despus de todo, ya saba que mi mam
haba mantenido en secreto tanto, ajustando su historia y la ma. Cora no saba lo que me
haba hecho creer, as que por qu mi padre lo hara? Pensando esto, sin embargo, algo
ms se me ocurri. Algo que tampoco perteneca al mundo brillante de Esther Prine, y sin
embargo tuve que traerlo all.

"Cora", dije mientras se deslizaba a una mesa de suteres, corriendo la mano sobre ellos,
"sabes dnde est pap?"

En la pausa que sigui, vi toda mi vida cambiando de nuevo, retorcindose, cambiante y
diferente. Pero entonces se dio vuelta para mirarme. No dijo ella en voz baja mientras
una vendedora pasaba, empujando un monto de vestidos endebles. "Sin embargo he
pensado en buscarlo, muchas veces. Sobre todo porque J amie ha sido muy insistente en
ello, en lo fcil que sera. Pero supongo que soy una especie de miedosa todava."

Asent con la cabeza. Esto, si no nada ms, lo pude entender. Haba muchos niveles a lo
desconocido, y de lo seguro a lo peligroso hay una nebulosa espantosa.

"Nunca se sabe, sin embargo," ella dijo. "Tal vez podamos hacerlo juntas. Fuerza en
nmeros y todo eso."

Quiz dije.

Ella me sonri, un poco tmida, y a continuacin, volvi a mirar a los suteres. "Bueno,
ahora manos a la obra. No vamos a salir de aqu hasta que haya al menos dos prendas
nuevas. Y una chaqueta. Y zapatos nuevos."

"Cora".

"Sin protestar" Ella alz su bolso sobre su hombro, y luego sigui adelante en J uniors,
desapareciendo entre los dos bastidores de pantalones vaqueros. Despus de un momento,
todo lo que poda ver era su cabeza movindose dentro y fuera del mostrador, su expresin
atrapada en el espejo ocasionalmente, centrada y decidida. Al principio, me qued donde yo
estaba, en el pasillo abierto mientras que una nia pas por la ventana sonrindome. Pero
luego mir a Cora otra vez y descubr que no poda dejarla sola, lo que fue suficiente para
hacerme a m misma de la fuerza suficiente para ir hacia adelante, despus de ella.

235
Captulo Catorce

Traducido por Mina

Wow, dijo Nate. Te ves genial.

Esta era el tipo de reaccin que esperaba evitar, especialmente considerando que Cora me
aseguro repetidamente que mi ropa nueva no lucia necesariamente, bueno, nueva.
Aparentemente ella estaba equivocada.

Slo es una chaqueta, le dije, pasando el cinturn de seguridad sobre mi hombro.
Mientras lo hacia, di un vistazo a Gervais, que tambin me estaba estudiando. Qu?

Nada. dijo. Encogindose un poco en su asiento.

Suspir, sacudiendo mi cabeza. Luego mir a Nate que estaba tras del volante con una
media sonrisa en su rostro. Entonces, cual es la ocasin para el cambio de imagen?
Tienes una cita para San Valentin o algo as?

No, dije y el ri, cambiando a velocidad y alejndose de la acera. Cuando llegamos al
signo de alto al final de la calle, alarg la mano y me dio un apretn en la rodilla, dejando
su mano ah, mientras doblbamos a la siguiente calle.

Era Febrero ahora, lo que significaba que Nate y yo llevbamos haciendo lo que
llevbamos haciendo (citas, besuqueos, pasando todo nuestro tiempo libre juntos) ms de
un mes. Y tengo que admitir, estaba feliz por eso, cuando menos la mayor parte del tiempo.
Pero sin importar que tan bien nos estuviramos conociendo, siempre estaba el tema de su
pap, esa parte de si mismo que siempre retena y se guardaba para si. Era una sola cosa,
pero que contaba mucho. Como cuando las cosas estaban todo lo bien que podan estar,
solo poda ser bueno.

Como el da de San Valentn, que estaba a menos de veinticuatro horas. Normalmente
estara feliz de tener novio (o algo cercano a eso), en el da que est hecho para ser muy
consciente cuando no lo tienes. Pero incluso cuando Nate dio a entender que tenia grandes
planes para nosotros (que por como sonaba, fue detallado secretamente y todava en
proceso) no me poda simplemente relajar y disfrutarlo. Rest Assured haba sacado una
promocin especial para canastas de regalos y entrega de arreglos florales para sus clientes
y la respuesta haba sido abrumadora. Como resultado estaban completamente llenos ese
da, igual que el da de accin de gracias, y no olvidaba como haba resultado.

Vas a estar bien, Nate me aseguro la noche anterior, afuera en el estanque, cuando saque
el tema a colacin. Lo tomamos como punto de reunin, algunas veces en las tardes, entre
236
nuestras respectivas tareas y horarios de trabajo, aunque sea por un momento. Voy a hacer
entregas toda la tarde, debo estar listo para las siete, suficiente tiempo para lo que tengo en
mente.

Que es qu? pregunte.

Ya veras, se acerc quitando mi cabello de mi cara. Detrs de l poda ver las luces de la
piscina parpadeando por encima de la barda, he incluso cuando se acerc a besarme la sien,
estaba distrada, sabiendo que deba estar ah, ensamblando canastas de regalos y que en
cualquier momento su padre saldra y se dara cuenta que no estaba. Debo haber sido obvia,
por que despus de un momento el se alejo Qu esta mal?.

Nada.

Te ves preocupada.

No lo estoy.

Mira, dijo con expresin seria. Si es acerca de mi regalo solo reljate. No estoy
esperando algo fenomenal, solo ya sabes, sper grandioso.

Lo mire, arrepintindome una vez mas de mi momento de debilidad de hace unos das, le
confes a Olivia, quien por supuesto le dijo a Nate, que estaba estresada por encontrar el
regalo correcto para el para San Valentn. Dejando aparte la lealtad de Olivia, la cosa es que
despus de no darle nada para Navidad, pareca realmente importante darle algo bueno, si
no fenomenal.

No es acerca de tu regalo. Le dije.

Entonces qu es?

Me encog de hombros, luego mir sobre l otra vez, hacia la casa de la piscina. Despus de
un momento se volvi y mir en esa direccin tambin, y luego a mi, finalmente
entendindolo. Esta bien, sabes Estoy fuera de mi horario. Dijo. Todo Tuyo.

Pero esa era la cosa. Incluso en estos momentos, sentados en el estanque con su pierna
ligada a la ma, o conduciendo en el coche con su mano en mi rodilla, nunca siento que
tengo todo de Nate, solo lo suficiente para darme cuenta lo que me estaba perdiendo. Aun
ms extrao que con cualquiera que haya estado, especialmente Marshall, lo que me dieron
y lo que yo di siempre fue parcial, y sin embargo haba sido suficiente. Ahora, que nos
paramos en el estacionamiento de Perkins, y Gervais salt del auto, rebotando hacia el
edificio como siempre, tan pronto como la puerta se cerro detrs de l, Nate se acerc y me
bes, Te ves grandiosa, dijo, qu te hizo rendirte y gastar esos certificados de regalo?

No me rend, Cora me tendi una emboscada y me llevo a Esther Prine. Fue intil
resistirse.

237
Para la mayora de las chicas que conozco sera como un sueno hecho realidad, no una
tortura.

Me eche para atrs, moviendo mi cabeza. Por qu todo mundo dice eso? Quien dice
que por que soy una chica tengo que estar entusiasmada por gastar 180 dolares en unos
J eans.

Nate se aparto, alzando las manos. Tranquila, dijo. Solo hice una observacin.

Bien, entonces no la hagas, vi hacia mi regazo y hacia esos caros jeans y a eso sin
mencionar a los zapatos caros que venan con ellos (gamuza, sin rebaja), y mi chaqueta (de
piel, de una marca que nunca haba escuchado). Quin era esta persona en ropa de lujo, en
esta escuela cara, con un casi novio de quien ella estaba preocupada por que no se abra lo
suficiente emocionalmente? Era como si me hubieran lavado el cerebro o algo as.

Nate todava me miraba sin decir nada. Lo siento, dije finalmente. Es solo que. No se.
Todo se siente abrumador ahora, por alguna razn.

Abrumador, repiti. Haba veces como estas que saba que deba decirle la verdad acerca
de que estaba preocupada por l. Tener el coraje para hacerlo era la parte que me estaba
reteniendo. Yo era siempre consciente de esto, aunque como ahora, no hacia nada.

Adems, dije, deslizando mi rodilla para que tocara la de el. Est el tema de t regalo.

Mi regalo, repiti, levantando una ceja.

Es solo que es tan absorbente. Dije con un suspiro, moviendo mi cabeza. Es grande y
detallado quiero decir los diagramas de flujo y las hojas de calculo estn fuera de
control.

Si? dijo.

Tendr suerte si lo tengo todo en su lugar para esta noche, para ser honesta.

OH, consider eso. Bueno, tengo que admitir que estoy intrigado.

Deberas de estarlo.

Sonri, y se acerc, pas su mano por mi chaqueta, esto es genial,dijo, Como luce el
interior?

El interior dije, mientras el deslizaba su mano por mi hombro, quitndome una manga.
ah, correcto, es igual de impresionante.

Si? Djame ver, me quit la otra manga, y yo sacud la cabeza. Sabes, este suter es
muy bonito tambin, quien lo hizo?

238
No tengo idea,dije.

Sent su mano bajar alrededor de mi cintura, luego suavemente la subi hasta la etiqueta.
Lanoler, ley lentamente, agachando su cabeza de forma que sus labios quedaron en mi
clavcula. Se ve bien hecho, sin embargo es difcil decirlo. Tal vez si solamente-?

Mir afuera del coche, donde la gente caminaba a travs de los jardines, cafs en mano,
mochilas sobre los hombros. Nate, dije. Es casi la hora del primer timbre.

Eres tan responsable, dijo. Su voz amortiguada por mi suter, el cual el todava estaba
tratando de quitarme. Cundo paso eso?

Suspir, luego mir al reloj del tablero. Tenamos cinco minutos antes de estar oficialmente
retrasados. No todo el tiempo que queramos, pero tal vez eso, tambin era mucho que
pedir. Esta bien, le dije, mientras el trabajaba su camino de regreso a mi cuello, sus labios
movindose hacia mi oreja. Soy toda tuya.

Cuando llegue a casa esa tarde, vi a J aime sentado en la isla de la cocina con su laptop.
Cuando oy que me acercaba, se levant de un salto, agarrando una rebanada de pan que
estaba cerca de l, como si hubiera tenido el deseo repentino de hacerse un sndwich.

Alce mis cejas. Qu ests haciendo?

l exhalo sonoramente. Pens que eras Cora, dijo, lanzando el pan a un lado. Uff, me
asustaste. He estado trabajando muy duro en esto, como para que ella se enterara ahora.

Mientras l se volvi a sentar, me fij que la isla de la cocina estaba llena de filas de CDs,
algunos en su estuche, otros dispersos por todo el lugar. As que este es tu regalo de San
Valentn? Uno de ellos, dijo, abriendo un estuche y sacando un disco. Ser como la
tercera o cuarta ola.

Ola?

Esa es mi tcnica de da de San Valentn, me explic, deslizando un disco a un lado de su
laptop, escuche un zumbido, luego algunos clicks, y luego la pantalla parpadeo. Mltiples
regalos, dados en orden de escalonada grandeza durante todo el da. As que ya sabes,
empiezas con flores, luego vas por los chocolates, a lo mejor algunos globos. Esto vendr
despus, pero antes de la cena Gourmet, todava estoy ajustando el orden.

Correcto, dije tristemente, mientras me sentaba enfrente de l y agarraba un Cd de Bob
Dylan.

Dirigi su mirada a mi, Qu esta mal? No me digas que a ti no te gusta el da de San
Valentn. A todos les gusta el da de San Valentn.

Considere rebatirle eso, pero el haba dicho lo mismo acerca del da de Accin de gracias,
Navidad y Ao Nuevo, as que no vala la pena el rebatirle. Solo estoy atorada, dije.
239
Necesito algo para alguien

Nate, dijo. Apretando unos botones de la laptop. Lo mire. Ruby, vamos. No somos tan
densos, sabes. Adems la mitad de la casa ve hacia el estanque, aun en las noches.

Me mord el labio, volteando el Cd que tenia en las manos. Como sea, dije. Quiero que
sea como este gran regalo, pero no puedo pensar en nada.

Por que lo estas sobre pensando,dijo. Los mejores regalos vienen del corazn, no de una
tienda. Eso lo dice el hombre que compra en olas.

No estoy comprando esto, puntualizo, apuntando hacia la laptop. Quiero decir, si
compre los Cds, pero la idea es del corazn.

Y cul es la idea?

Todas las canciones que Cora adora cantar, en un solo lugar, dijo, sonando satisfecho
consigo mismo. No fue fcil, djame decirte. Escrib una lista, luego las busque en lnea
en una tienda de discos. Para las realmente desconocidas, tuve que enrolar a este chico que
conoce uno de mis empleados de su clase de manejo de Ira que es un obsesionado de la
msica. Pero ahora finalmente las tengo todas. Tiempo Perdido, Frankie y J ohnny,
No lo pienses dos veces, esta bien

ngel de Montgomery, dije calladamente.

Exactamente, sonri. Hey, tu probablemente puedas ayudarme, ahora que lo pienso.
Solo chale un ojo a esta lista y ve si se me esta olvidando alguna.

Puso un pedazo de papel enfrente de m, y yo baje la vista para mirarlo, leyendo todos los
familiares ttulos de las canciones que mi mama sola cantarme. Impresos en una hoja.
No,dije. Estn prcticamente todas.

Grandioso. Apret otro botn, sacando el Cd y ponindolo en el mostrador, mientras yo
me levantaba de la silla y me pona de pie. A dnde vas?

De compras, dije, poniendo mi mochila en mi hombro. Tengo que encontrar algo
fenomenal.

Lo hars, replico. Solo recuerda: el corazn! Empieza ah y no te ira mal.

Sin embargo permaneca escptica. Especialmente cuando llegue al centro comercial,
donde haba corazones por todas partes: en balones, en galletas, personalizados en camisas,
llenos de chocolates y sujetados por unos osos muy peludos. Pero incluso despus de ir a
una docena de tiendas, no poda encontrar nada para Nate.

Personalmente, me dijo Harriet cuando me top con ella en su puesto una hora despus
de un muy necesario descanso, creo que esta celebracin es un total fiasco, manufacturado
240
por las compaas de tarjetas de felicitacin. Si tu realmente amas a alguien, debes
demostrrselo todos los das, no solo uno.

Y aun as, dijo Reggie desde su kiosco. No tienes reparo en ofrecer un dos por uno
especial por el da de San Valentn en brazaletes y anillos surtidos.

Claro que no, dijo ella. Soy una mujer de negocios. Mientras la festividad exista, yo
puedo beneficiarme de la misma.

Reggie gir los ojos y regres a acomodar las multi vitaminas diarias. Solo quiero
encontrar algo bueno,dije. Algo que signifique algo.

Solo trata de olvidarlo por un momento, ella replic, acomodando una fila de aretes.
Luego, de repente, el regalo perfecto llegara a ti.

Mire mi reloj. Tengo cerca de veintisis horas. No es exactamente mucho tiempo para
esperar que la inspiracin te pegue.

Oh, dijo, tomando un sorbo de caf. Bueno, dale entonces uno de esos macarrones que
me compraste en Navidad. Con esos no puede salirte mal.

Creo que finalmente, no llegue a eso, aunque lo que termine haciendo fue casi pattico: un
certificado de regalo de PLUG, la tienda de msica. No era fenomenal, ni siquiera decente,
y mientras me iba de la plaza comercial sintindome profundamente derrotada, todo lo que
poda desear era que Harriet estuviera en lo correcto, y me surgiera una idea mejor en el
poco tiempo que me quedaba.

A la maana siguiente, no haba pasado. Un hecho que se hizo ms obvio cuando baje a
desayunar y camine directo a la primera ola de J aime. Cuatro docenas de rosas de varios
colores arregladas en floreros alrededor de la cocina, cada uno atado con un gran moo
blanco. Cora estaba en el mostrador, leyendo la tarjeta de uno de los arreglos, su cara se
sonrojo, cuando me acerque a servirme caf.

El siempre exagera el da de San Valentn,dijo. Pero se vea que tena un nudo en la
garganta mientras guardaba la tarjeta en su bolsa. El primer ao que estbamos casados,
me regalo un coche nuevo.

En serio,dije.

Si, totalmente me abrumo. Suspiro, tomando su taza. fue realmente dulce, pero yo me
sent terrible. Todo lo que le regale fue un certificado de regalo.

Trague y dije, Me tengo que ir.

Lo que necesitaba, decid mientras caminaba por el pasillo de entrada hacia el coche de
Nate diez minutos despus, es dejar de pensar en el da de San Valentn por completo.

241
Lo que pareca fcil, al menos hasta que abr la puerta del coche y me encontr frente a
frente con una gran canasta llena de dulces y flores.

Lo siento, dijo Nate desde alguna parte de atrs de lo pequeos globos que se asomaban
arriba del arreglo. Estamos un poco llenos aqu, te importara sostener eso en tu regazo?

Levante la canasta, y me deslice en el asiento, cerrando la puerta detrs de m. En el
instante en el que cerr, el olor a rosas era abrumador y mientras me mova en mi silla
descubr por qu. Toda la parte de atrs estaba llena de toda clase de canastas acomodadas
en tres niveles de profundidad. Dnde est Gervais? pregunt.

Aqu estoy, o que contestaba alguien calladamente. Un gran grupo de flores Bebe se
movi a un lado para revelar su cara. Y creo que estoy teniendo una reaccin alrgica.

Solo aguanta unos minutos ms, le dijo Nate, abriendo la ventanilla mientras se alejaba
de la acera. Su telfono son, traqueteando la consola, y yo mir por encima de las flores
que estaban en mi regazo para verlo agarrar el telfono y ponerlo en su oreja. Si, dijo
bajando la velocidad para el siguiente semforo. Estoy en camino a la escuela ahora, as
que en diez o algo as empiezo a entregar segn la lista, Lakeview primero, luego al
complejo de oficinas, correcto, OK, adis.

No vas a ir a la escuela hoy? le pregunt en cuanto colg.

El deber llama, dijo, apagando su telfono. Mi pap se puso un poco ambicioso con la
respuesta del especial, as que estamos bastante llenos. Tendremos suerte si terminamos
todo, incluso con los dos trabajando todo el da.

De verdad? dije calladamente. No te preocupes, dijo. Terminar con el tiempo
suficiente para nuestra cita de esta noche.

Pero eso no era lo que me preocupaba, y me preguntaba si l lo saba. Era difcil de decir,
porque estaba hablando otra vez por telfono con su pap cuando nos estacionamos
enfrente de Perkins Day , y Gervais y yo nos escurrimos para desembarcar. Mientras l
sala estornudando, yo puse la canasta que sostena en el asiento, y me quede parada en la
puerta abierta, esperando que Nate colgara. Incluso mientras lo hacia, ya estaba cambiando
la velocidad para ponerse en movimiento.

Me tengo que ir, me dijo, por encima de las flores. Pero te veo esta noche, est bien? A
las siete, en el estanque, no te atrases.

Asent y cerr la puerta. El ya tena su telfono de regreso en la oreja cuando sali al
trfico. Mientras se alejaba todo lo que alcanzaba a ver eran un montn de globos en forma
de corazn desde la ventana de atrs, movindose y rebotando, primero para un lado, y
luego de regreso.

J aime y Cora haban salido a cenar (estaban sin duda en el medio de una ola), as que estaba
sola, sentada en la mesa de la cocina, con mi estupido certificado de regalo en la mano,
242
cuando el reloj arriba de la estufa marco las siete en punto.

Me levant, deslizndolo dentro de mi bolsillo, luego pase mi mano por mi cabeza mientras
sala al patio, y Roscoe se desperez y se levant de su cama para seguirme. Afuera el aire
era fri, las luces de la piscina de Nate eran visibles sobre la barda.

Llmalo mal presentimiento. O solo la lgica conclusin de una situacin inevitable. Pero
ya sabia, incluso antes de que pasaran los quince primeros minutos sin seales de l, de que
no estaba simplemente retrasado, si no que algo estaba mal. Antes de que mis dedos,
metidos en los bolsillos de mi chaqueta nueva, empezaran a quedar entumidos, antes de que
Roscoe me abandonara por la calidez de la casa, antes de que otro juego de luces se
encendiera del otro lado, iluminando brevemente los rboles antes de apagarse y dejarme de
nuevo en la oscuridad. Eran las ocho y quince cuando vi a Cora aparecer en la puerta del
patio, doblando sus manos sobre sus ojos. Un momento despus salio.

Ests bien? dijo. Esta helado aqu afuera.

Cmo estuvo la cena? pregunte.

Fantstica. Hecho un vistazo atrs de ella hacia J aime, quien estaba caminando hacia la
cocina con uno de esos contenedores para sobras con forma de cisne. Deberias escuchar el
Cd que hizo para mi. Es

Voy a entrar pronto,le dije. solo un par de minutos ms.

Ella asinti despacio. Esta bien, dijo. Pero no esperes mucho.

Pero ya lo haba hecho. Y no solo esta hora y quince minutos, si no cada momento que
haba pasado desde el da de accin de gracias, cuando deb haberle dicho a Nate que no
poda quedarme solo a esperar y preocuparme por l. En cambio deje que pasaran los
meses, haciendo a un lado mis instintos, y ahora, sentada aqu afuera en el fri de febrero,
estaba obteniendo exactamente lo que mereca.

Cuando finalmente entr, trat de distraerme con tarea y televisin, pero en cambio segua
mirando hacia la casa de Nate, a su ventana, que se poda ver claramente desde la ma.
Detrs de las sombras poda ver una figura movindose de ida y vuelta. Despus de un
tiempo se detuvo, de repente tan quieta que me pregunte si era en verdad alguien. Era como
una hora despus que el telfono son. Cora y J aime estaban abajo, comiendo los
chocolates de la segunda ola y escuchando su Cd, sus voces y la msica llegaban hasta m.
Ni siquiera mire el identificador de llamadas, en vez de eso me acost en mi cama, pero
entonces J aime empez a llamarme. Mire el receptor por un minuto, luego apret el botn
de hablar. Hola?

Se que probablemente estas molesta, dijo Nate. Pero encuntrate conmigo afuera, est
bien?

No dije nada, no es que importara. l colg y el tono de marcado zumbaba en mi oreja.
243

Billie Holiday estaba tocando mientras bajaba las escaleras y sala otra vez, retrasando mis
pasos en el csped, el cual se senta rgido y poco acogedor bajo mis pies. Esta vez no me
sent, en vez de eso cruce mis brazos sobre mi pecho mientras Nate surga de las sombras.
l tena una mano detrs de la espalda, y una sonrisa en su rostro.

Esta bien, dijo. Incluso antes de llegar hasta mi. Se que estar cerca de dos horas tarde no
es exactamente la sorpresa que esperabas, pero hoy fue una locura, acabo de llegar a casa,
te lo voy a compensar, te lo prometo.

Estbamos en la franja de oscuridad, entre las luces de su casa y las de Cora, as que era
difcil distinguir los detalles de su rostro, pero aun as, poda decir que haba algo mal:
estaba nervioso, casi al borde del pnico. Estabas en casa, dije. Vi tus luces prendidas.

Si, pero tenamos cosas que hacer, replico fcilmente, aunque disminuyo la velocidad de
sus pasos. Tenia que sacar algunas cosas, poner las cuentas en orden. Y luego, ya sabes,
tenia que envolver esto.

El saco su mano de detrs de su espalda, extendiendo una pequea caja hacia mi. Atada con
un simple moo. Nate, dije.

Adelante,dijo. No mejorara de todo las cosas, pero tal vez ayude un poco.

Tom la caja pero no la abr. En vez de eso, me sent en el banco, sostenindola entre mis
piernas, y un momento despus el se sent junto a mi. Ahora ms cerca, poda ver que su
cuello estaba enrojecido, la piel rosada alrededor de su cuello. Se que has estado en tu casa
por un par de horas,dije bajito. Qu estaba pasando ah?

l paso una pierna sobre el banco, voltendose para mirarme. Nada, hey tenemos todava
dos horas de da de San Valentn. As que abre tu regalo, y vamos a hacer que cuente.

No quiero un regalo, dije, y mi voz son mas dura de lo que quera. Quiero que me
digas que paso esta noche.

Me atrase lidiando con mi padre, replic. Eso es todo.

Eso es todo, repet

Qu ms quieres que te diga?

Entiendes lo preocupada que he estado por ti? Cmo he estado sentada aqu toda la
noche, mirando hacia tu casa, preguntndome si estabas bien?

Estoy bien,dijo. Estoy aqu ahora, contigo, en el da de San Valentn, que es el nico
lugar donde quera estar todo el da. Y ahora que estoy aqu, se me ocurren un milln de
cosas de que hablar que no sean mi padre.

244
Negu con la cabeza, mirando sobre el agua.

Como, el continuo, poniendo sus manos a cada lado de mi. Mi regalo, por ejemplo. La
palabra en las calles es que es fenomenal.

No lo es,dije categricamente. Es un certificado de regalo, y apesta.

Se hizo un poco hacia atrs, estudiando mi cara. Esta bien, dijo despacio, Tal vez no
deberamos hablar.

Con esto, lo poda sentir acercndose, y luego sus labios estaban en mi oreja, movindose
hacia mi cuello. Normalmente, eso era suficiente para olvidar todo, al menos
temporalmente, la repentina e indiscutible cercana, que hacia cualquier otra distancia
irrelevante. Esta noche, era diferente. Para, dije, hacindome para atrs y levantando mis
manos en alto entre los dos. Esta bien, solo para.

Qu est mal?

Qu est mal? repet. Mira, tu no puedes venir aqu y decirme que todo est bien y
besarme y esperar que yo te siga el juego.

Entonces, dijo lentamente, Ests dicindome que no quieres que te bese.

Estoy diciendo que no me puedes tener de las dos formas, le dije. No puedes actuar
como si te importara alguien, pero no dejar que ellos se preocupen por ti.

No estoy haciendo eso.

Creo que si lo haces, l mir hacia otro lado, sacudiendo la cabeza. Mira, cuando nos
conocimos, prcticamente hiciste algo cotidiano de ir salvando mi trasero. Esa noche en la
cerca, viniendo a buscarme a J ackson

Eso era diferente.

Por qu? Por qu era yo y no t? pregunt. Que, piensas que por que ayudas a la
gente y haces su vida mas fcil, eres mejor que ellos y no necesitas ayuda?

No lo pienso.

Entonces, esta bien que tu padre te grite y te empuje por todos lados.

Lo que pase entre mi papa y yo es privado, dijo. Son cosas de Familia.

Lo mismo era yo viviendo sola en ese lugar al que llamaste basura, le dije. Ests
diciendo que me hubieras dejado ah si yo te lo peda? O en el claro ese da?

Nate enseguida empez a decir algo en respuesta a eso, pero en vez de eso dejo salir un
245
suspiro.

Finalmente pens, me estaba dejando entrar.

No entiendo, dijo, Por que estas dos cosas siempre tienen que estar conectadas.

Qu dos cosas? dije.

Mi papa y yo, y yo y todos los dems. El neg con la cabeza, No es la misma cosa, ni
siquiera de cerca.

Era esa palabra- siempre- la que lo hizo, activando un recuerdo perdido en mi cerebro.
Heather y yo, ese da en el acuario. Nunca sabes, dijo ella, cuando le dije que un amigo
ms difcilmente hara una gran diferencia. La triste forma en que l la miraba, todas esas
maanas caminando por los jardines, muchos rumores, y a lo mejor ninguno de ellos
verdadero. Entonces es por eso que t y Heather rompieron, dije lentamente. No era que
ella no pudiera soportar lo que estaba pasando, Era l no ser capaz de ayudarte.

Nate mir abajo hacia sus manos, sin decir nada. Y yo que pensaba que Heather y yo
ramos tan diferentes. Pero nosotras tenamos algo en comn, todo el tiempo.

Solo dile a alguien lo que sucede, dije. Tu mama o

No puedo, dijo. No tiene caso. No entiendes eso?

Esa era la misma pregunta que me hizo, algunas semanas atrs, y yo le dije que si. Pero
ahora, aqu, diferamos. Nate poda no pensar que cualquier cosa que pasara con su pap
afectara lo dems, pero yo saba, en lo ms hondo de mi corazn, que no era cierto. Mi
madre, donde quiera que estuviera, estaba ligada a m: en la manera en que me comporto,
las cosas que me asustan, y la forma en que reaccione la ltima vez que me enfrente a esa
pregunta. Y ese era el por que, esta vez mi respuesta tenia que ser no.

Pero primero, levant la mano, ponindola en su pecho, exactamente donde antes haba
notado que su piel estaba enrojecida. El cerro los ojos, apoyndose en mi palma, y lo pude
sentir, caliente, mientras hacia a un lado su camisa. Otra vez, llmenlo mal presentimiento,
una corazonada, o lo que sea, pero ah, en su hombro, la piel no estaba solo rosada, sino
roja y descolorida, una gran contusin estaba empezando a surgir. Oh, J ess, dije,
reteniendo mi voz. Nate.

El se acerco ms, cubriendo mi mano con la suya, apretndola, y luego me beso de nuevo,
sbita e intensamente, como si tratara de olvidar esas palabras y todo lo que significaba.
Era tan hambriento y tan bueno que casi era capaz de olvidar todo lo que haba llevado a
esto. Pero no del todo.

No, dije, empujndolo. El se quedo donde estaba, su boca a centmetros de la ma, pero
negu con la cabeza. No puedo.

246
Ruby, dijo. Incluso cuando or esto, rompa mi corazn, poda ver su camisa, todava
hacia un lado, la razn innegable.

Solo si me dejas ayudarte,dije. Tienes que dejarme entrar.

El se hizo para atrs, moviendo la cabeza. Sobre sus hombros, poda ver las luces de la
piscina parpadeando- como aliengenas de otro mundo-. Y si no lo hago, dijo.

Trague duramente. Entonces no, le dije. Mrchate.

Por un momento pens que no lo hara. Que esto finalmente, ms que todas las palabras, lo
haran cambiar de opinin. Pero entonces, se empuj hasta ponerse de pie, su camisa en su
lugar, con espacio entre nosotros, todo revirtindose a donde estaba antes. No lo tienes que
hacer tan difcil, quera decirle, pero hubo un tiempo en que yo tampoco lo hubiera credo.
Quin era yo para decirle a alguien como tiene que ser salvado? Solamente la chica que
haba tratado todas las formas de no serlo.

Nate, lo llame, pero el ya se estaba alejando, su cabeza gacha, de regreso a los rboles.
Me sent ah, mirndolo mientras se internaba en ellos, desapareciendo.

Tena un nudo en la garganta, mientras me pona de pie. El regalo que me trajo estaba
todava en el banco, lo recog y examine el papel de color rosado, el lazo pulcramente
atado. Tan bonito en la superficie, que casi no importaba lo que haba adentro.

Cuando regrese a la casa, trate de mantener mi cara serena, pensando solo en subir a mi
cuarto, donde poda estar sola. Pero cuando empezaba a subir las escaleras, Cora sali de la
sala, donde su Cd todava estaba sonando- J anis J oplin ahora- la caja de chocolates en sus
manos. Hey, quieres-? se detuvo sbitamente. Ests bien?

Empec a decir que si, por supuesto, pero antes de que pudiera, mis ojos se llenaron de
lgrimas. Mientras me volteaba hacia la pared y contena el aliento, tratando de
recomponerme, sent que se acercaba. Hey,dijo, acariciando mi cabello gentilmente fuera
de mi hombro, qu est mal?

Trague, limpindome las lgrimas. Nada

Dime.

Una palabra que se dice fcilmente. Pero incluso mientras lo pensaba, me escuche a mi
misma hacindolo. Solamente no lo se,dije, mi voz sonaba desigual, no como la ma.
Cmo ayudas a alguien que no quiere tu ayuda. Qu haces cuando no puedes hacer
nada?

Ella estuvo callada por un momento, y en ese silencio, me prepare a mi misma, sabiendo
que la siguiente pregunta sera ms difcil, tirando ms profundo. Oh, Ruby, dijo en
cambio. Yo se, se que es difcil.

247
Mas lagrimas salan ahora, emborronando mi visin. Yo

Deb haber sabido que este Cd te recordara todo eso, dijo. Por supuesto que lo hace,
eso fue estupido de mi parte. Pero mam ya no es ms tu responsabilidad, est bien? No
podemos hacer todo por ella. As que tenemos que cuidarnos la una a la otra, correcto?

Mi Madre. Por supuesto que ella pensara que era eso de lo que estaba hablando. Qu ms
podra haber? Qu otra perdida he enfrentado comparada a esa? Ninguna, ninguna en
absoluto.

Cora estaba atrs de m, todava hablando. Entre lagrimas, poda escucharla diciendo que
todo estara bien, y yo se que ella lo crea. Pero yo tambin estaba segura de una cosa: Es
mucho ms fcil perderse que ser encontrado. Esa es la razn por la que siempre estamos
en bsqueda y rara vez se descubre. Demasiadas cerraduras, no suficientes llaves.

248
Captulo Quince
Traducido por Pamee

As que como puedes ver, dijo Harriet, movindose por el quiosco con un gesto de la
mano, Trabajo mayormente en plata, usando piedras preciosas como pronunciaciones.
Ocasionalmente hago cosas con oro, pero me parece menos inspirador.

Bien, contest la reportera, garabateando esto mientras su fotgrafo, un tipo alto con
bigote, reposicionaba uno de los collares acuados en el estante, antes de tomar otra foto.
Y cunto tiempo ha estado el negocio en este lugar?

Seis aos. Mientras la mujer escriba esto, Harriet, con una nerviosa expresin en su
rostro, mir hacia Vitamin Me
28
donde yo estaba con Reggie. Le dediqu un pulgar hacia
arriba, y ella asinti, luego se gir otra vez hacia la reportera.

Lo est haciendo genial, dijo Reggie, siguiendo con su trabajo en la pirmide de botellas
de omega-3, la pieza central mostraba COMPRA PESCADO, PONTE EN FORMA
29

28
La tienda de Reggie.
. No
s por qu est nerviosa.

Porque es Harriet, le dije. Siempre est nerviosa.

l suspir, aadiendo una botella ms a la pila. Es la cafena. Si la dejara, toda su vida
cambiara. Estoy convencido.

La verdad era, que la vida de Harriet estaba cambiando, aunque el caf no tena nada que
ver con ello. En su lugar, eran los Llaveroscomo haba optado llamarlos desde
Navidadlos cuales ahora se estaban vendiendo ms que todo lo dems que producamos,
provocando un poco de fenmeno local. De repente tenamos compradores de diversas
ciudades buscndalos, sin mencionar mltiples llamadas de personas en otros estados,
preguntando si hacamos pedidos por correo (s) o si tenamos sitio web (en obras,
terminado cualquier da). Cuando no estaba recibiento llamadas o pedidos, Harriet estaba
ocupada haciendo ms llaves, aadiendo formas y tamaos y joyas, as como tambin
experimentando con expandir la lnea a brazaletes y anillos. Cuanto ms haca, ms venda.
Esos das, pareca que cada chica de mi escuela estaba usando uno, lo que era algo raro, por
decir lo menos.

Esta reportera era de la seccin de moda de un peridico local, y Harriet se haba estado
preparando toda la semana, haciendo nuevas piezas y nosotros trabajando horas extras para
asegurarnos de que el quiosco luciera perfecto. Ahora, Reggie y yo veamos comoante la
sugerencia de la reporteraposaba junto a ste, un Llavero tachonado con diamantes de
29
En el original, GET FISH, GET FIT. Es una especie de juego de palabras pues fish y fit suenan parecido.
249
imitacin alrededor de su cuello, sonriendo para la cmara.

Mrala, dije. Es una superestrella.

Eso es, contest Reggie, aadiendo otra botella a su pila. Pero no es porque de repente
es famosa. Harriet siempre ha sido especial.

Dijo esto tan fcilmente, tan casualmente, que rompi mi corazn un poco. T sabes, le
dije mientras l abra otra caja, Podras decirle eso. Como te sientes, quiero decir.

Oh, lo hice, contest.

Lo hiciste? Cuando?

Durante Navidad. Recogi una botella de cpsulas de cartlago de tiburn, la examin,
luego la puso a un lado. Fuimos a Garfields una noche despus de cerrar, por bebidas.
Tena un par de margaritas, y la siguiente cosa que saba... estaba hasta el fondo.

Y?

Fracaso total, dijo, suspirando. Dijo que no tena lugar para una relacin ahora mismo.

Lugar para una relacin? repet.

Eso es lo que ella dijo. Vaci la caja, doblndola. Los Llaveros se estn vendiendo tan
bien, ella tiene que centrarse en su carrera, tal vez hasta expandir su propia tienda, algn
da. Tener un ojo en la pelota, y todo eso.

Reggie, dije suavemente. Eso apesta.

Est bien, replic. He conocido a Harriet por mucho tiempo. No es muy cariosa.

Mir a Harriet de nuevo. Se estaba riendo, su rostro enrojecido, mientras el fotgrafo
tomaba otra foto. No sabe lo que se est perdiendo.

Es muy amable de tu parte decir eso, contest Reggie, como si hubiera elogiado su
camisa. Pero a veces, slo tenemos que ser felices con lo que las personas pueden
ofrecernos. Incluso si no es lo que queremos, al menos es algo. Sabes?

Asent, incluso aunque era exactamente lo que yo no crea, al menos no desde que Nate y
yo habamos discutido el Da de San Valentn. El espacio que yo una vez haba afirmado
querer entre nosotros ya no estaba slo presente, sino que era extenso. Lo que fuera que
habamos tenidoalgo, nada, cualquier cosahaba terminado.

Como resultado, as fue como llegue a tomar el viaje compartido, al cual haba decidido no
optar despus de un par de carreras muy silenciosas y torpes. Al final, haba excavado mi
viejo horario de autobuses, puse mi alarma, y decid tomar ventaja del hecho de que mi
250
profesor de clculo, el Sr. Gooden, era un madrugador que ofreca ayuda prctica desde la
primera campana.

Luego le ped a Gervais que pasara esta informacin hasta Nate, lo cual l hizo. Si Nate
estaba sorprendido, no lo mostr. Pero luego de nuevo, l no dejaba salir mucho esos das,
ni a m ni a nadie. Todava tena el regalo que l me dio, aunque slo porque no poda
encontrar una forma de devolvrselo que no fuera totalmente embarazosa. As que estaba
situado, envuelto y con el lazo intacto, en mi vestidor, hasta que finalmente lo met en un
cajn. Se podra pensar que me molestaba el no saber que haba dentro, pero no me
molestaba, en serio. Tal vez me imagin que haba algunas cosas que era mejor no saber.
En cuanto a Nate en s, por lo que pude decir, siempre estaba trabajando.

Como la mayora de los seniors en el semestre de primaveraes decir, quienes no haban
sido tranferidos de otras escuelas con calificaciones no tan buenas que necesitaban
desesperadamente mantenerse al da con el fin de tener alguna posibilidad en la aceptacin
de las universidadesl tena un horario bastante ligero, as como una gran libertad de
accin para actividades. Mientras la mayora de las personas pasaban ese tiempo recostados
en el csped entre clases o tomando caf fuerte de J ump J ava, cada vez que vea a Nate, ya
sea en el barrio o en la escuela, pareca estar en constante movimiento, a menudo cargado
con cajas, su telfono presionado en su odo mientras se mova hacia y desde su coche. Me
imagin que Rest Assured lo estaba recogiendo, sabio negocio, aunque su trabajo me
pareca ms irnico que nunca. Todo ese ayudar, guardar, tener cuidado. Como si se tratara
de las nicas dos opciones, cuando tenas ese tipo de vida familiar: o preocuparte por ti
mismo y nadie ms, como yo haca, o slo por el resto del mundo, como l haca ahora.
Haba estado pensando en esto ltimamente cada vez que pasaba por la mesa de AYUDA,
donde Heather Wainwright estaba sentada como de costumbre, aceptando donaciones o
firmas de peticin. Desde Accin de Gracias, haba sostenido en su contra que ella haba
roto con Nate, pensando que ella lo haba abandonado, pero ahora, por obvias razones,
estaba viendo las cosas de diferente manera. Tanto es as, que ms de una vez me encontr
a m misma detenindome y tomando un momento para mirar por encima cualquier causa
por la que ella estuviera presionando. Usualmente, ella estaba ocupada hablndoles a otras
personas y slo sonrindome, dicindome que le dejara saber si tena cualquier pregunta.
Un da, sin embargo, mientras hojeaba algunos folletos sobre salvar la lnea costera,
estbamos slo nosotras dos.

Es una buena causa, dijo ella mientras yo daba la vuelta a algunas pginas ilustrando
varios estados de erosin de la arena. No podemos tomar nuestras playas por sentado.

Cierto, dije. Supongo que no.

Ella se ech hacia atrs, girando un lpiz en su mano. Finalmente, despus de un momento,
dijo, As que... cmo lo est haciendo Nate?

Cerr el folleto. Realmente no sabra, dije. Estamos como, separados estos das.

Oh, dijo ella. Lo siento.

251
No, est bien, dije. Es slo... se volvi difcil. Sabes?

No estaba esperando que ella respondiera a esto, en realidad. Pero entonces baj su lpiz.
Su pap, dijo, aclarando. Asent, y ella sonri tristemente, sacudiendo su cabeza. Bueno,
odio decirte, pero si piensas que mantenerte a cierta distancia hace ms fcil preocuparse...
no lo hace. No realmente.

S, dije, mirando hacia abajo el folleto de nuevo. Como que estoy entendiendo eso.

Para m, lo peor era verlo cambiar, sabes? Suspir, sacando su cabello de su cara.
Como con abandonar el club de natacin. Eso era su mundo entero. Pero al final, se dio
por vencido, por esto.

Se dio por vencido contigo, tambin, dije. Cierto?

Si. Suspir. Eso creo.

A travs del csped, hubo un repentino estallido de risa, y ambas miramos en esa direccin.
Cuando termin, ella dijo, Mira, por lo que vale la pena, creo que hubiera intenado ms
duro. Para seguir con l, o forzar el asunto. Deseo haberlo hecho.

Si?

Creo que l lo hubiera hecho por m, dijo. Y esa ha sido la parte ms difcil de todo esto,
en realidad. Que tal vez le fall a l, o a mi misma, de alguna forma. Sabes?

Asent. S, dije. lo s.

As que, una chica de cabello negro en una cola de caballo le dijo a Heather, deslizndose
en el asiento vaco junto a ella. Acabo de pasar, como, una media hora trabajando con el
Sr. Thackray, y finalmente est de acuerdo en dejarnos hacer publicidad para recaudar
fondos otra vez esta tarde, durante los anuncios. Estoy pensando que deberamos redactar
algunas copias nuevas, sin embargo, para realmente hacer un impacto, como... Empec a
alejarme de la mesa, nuestra conversacin claramente terminada. Cuidate, Ruby, me grit
Heather.

T tambin, le dije. Mientras ella se volva hacia la chica, quien todava estaba hablando,
alcanc dentro de mi bolsillo, sacando los pocos dlares de cambio de mi almuerzo y
metindolos en el tarro de SALVA NUESTRA PLAYAS! No fue demasiado, en el gran
esquema de las cosas. Pero me hizo sentir un poco mejor, en todo caso.

Tambin fue ligeramente alentador el hecho de que mientras no haba sido de ayuda para
Nate, no haba tenido que buscar mucho para encontrar a alguien que se beneficiara de mis
acciones. No ahora que Gervais estaba al frente y al centro de mi mesa de picnic, cada fin
de semana de 12:05 a 1:15.

Otra vez, me dijo l, sealando el libro con su lpiz, recuerda la regla de la potencia. Es
252
la llave para todo lo que t ests intetando hacer aqu.

Suspir, intentando aclarar mi cabeza. La verdad era que, Gervais era un buen tutor.

Ya haba entendido toneladas ms de las que tena antes de que l comenzara a trabajar
conmigo, llenar incluso mis tempranas maanas con sesiones de ayuda no poda darle
sentido. Pero todava haba distracciones. Al principio, me haba estado preocupando acerca
de cmo l haba interactuado con Olivia, si haba actuado pegajoso o enfermo de amor ella
inmediatamente sospechaba algo, y con razn me culpaba. Como se vio despus, sin
embargo, esto no era un problema en absoluto. En todo caso, yo era la que sobraba ahora.

La regla de la potencia, recit Olivia, abriendo su telfono de un tirn. La derivada de
cualquier variable dada (x) al exponente (n) es igual al producto del exponente y la variable
a la (n-1) potencia.

Slo la mir.

Exactamente correcto, dijo Gervais, radiante. Ves? Olivia lo tiene.

Por su puesto que lo tena. Olivia era al parecer un genio en clculo, algo que haba
olvidado mencionar todo el tiempo que habamos estado compartiendo nuestra hora de
almuerzo.

Ahora que Gervais se nos haba unido, sin embargo, estaban en el cielo de las matemticas.
Es decir, cuando no estaban hablando acerca de una de la otra mirada de cosas
inexplicables que tenan en comn, includas pero no limitadas pelculas de amor, los pros
y los contras de diferentes carreras universitarias, y, por supuesto, metindose conmigo.

Qu est pasando exactamente con ustedes dos? Yo le haba preguntado a ella
recientemente despus de una de las visitas de Gervais, la cual haba pasado luchando
alternativamente entre la regla de la potencia y sentada con la boca abierta, mientras ellos
revelaban los ms mnimos detalles de la ltima superproduccin de ciencia ficcin, hasta
las escenas adicionales despus de los crditos.

Qu quieres decir? pregunt ella. Estbamos cruzando el csped. Es un buen chico.

Mira, tengo que ser honesta, le dije. Le gustas.

Lo s.

Dijo esto tan simplemente, tan casualmente, que casi par de caminar.

Lo sabes?

Claro. Quiero decir, es un poco obvio, cierto? dijo. Siempre andaba dando vueltas por
el teatro cuando yo estaba trabajando. No exactamente astuto.

253
Quiere ser tu amigo, le dije. Me pidi que le ayudara a hacerlo.

Lo hars?

No, dije. Pero le dije que poda ayudarme con mi clculo en el almuerzo. Y que t
podas, ya sabes, estar ah.

Por poco escup la ltima parte, mientras ya estaba preparndome para su reaccin. Sin
embargo, para mi sorpresa, pareca poco preocupada.

Como dije, dijo encogiendo un hombro, es un buen chico. Y tiene que ser difcil para l
aqu, sabes?

Ah, pens, recordando otra vez lo que ella me haba dicho acerca de tener cosas en comn.
Quin saba que Gervais tambin contara? S, dije. Supongo que tienes razn.

Adems, ella continu, l sabe que nada va a pasar entre nosotros.

Ests segura de que l sabe eso?

Ahora, ella dej de caminar, entrecerrando los ojos hacia m Qu? dijo. Piensas que
no soy capaz de ser clara?

Sacud la cabeza. No. Lo eres.

Eso es cierto. Comenz a caminar de nuevo. Ambos sabemos los lmites de esta
relacin. Se entiende. Y mientras los dos estemos cmodos con eso, nadie sale herido. Es
bsico.

Bsico, pens. Como la regla de las potencias.

Clculo a un lado, me haba sorprendido a m misma no slo por mantener mi parte del
trato que haba hecho con J amie, sino incluso sintindome algo confiada mientras enviaba
mis apliaciones de vuelta al final de enero. Debido a las preocupaciones en curso acerca de
mi promedio, haba hecho todo lo posible para fortalecer el resto de mis datos, desde mis
ensayos a mis recomendaciones. Al final, haba aplicado a tres escuelas: la U, el alma
mter
30

30
Alma mter es una expresin, procedente de la locucin latina alma mater, que significa literalmente
"madre nutricia" (que alimenta) y que se usa para referirse metafricamente a una universidad, aludiendo a su
funcin proveedora de alimento intelectual, generalmente para referirse al sitio en donde determinada persona
cursa o curs sus estudios universitarios.

de Cora y una cuidad arriba; una ms pequea, una universidad ms artstica en las
montaas, llamada Slater-Kearns; y una de largo alcance, Universidad Defriese, en D.C. De
acuerdo a la Sra. Pureza, mi consejera, las tres eran conocidas por tomar una segunda
mirada a estudiantes nicas como yo. Lo cual significa que realmente podra tener una
oportunidad, un pensamiento que a veces me asustaba como el infierno. Haba estado
254
mirando hacia el futuro por tanto tiempo, prcticamente mi vida entera. Ahora que estaba
cerca, sin embargo, me encontr a mi misma dudando, no tan segura de que estaba lista.

Todava quedaba mucho ao por pasar, sin embargo, lo cual me recordaba a mi misma era
una cosa buena, cada vez que inspeccionaba lo que haba hecho hasta ahora en mi proyecto
de ingls. Un da, en un estallido de organizacin que esperaba condujera a la inspiracin,
extend todo lo que tena en el escritorio en mi habitacin: montones de notas Post-its con
citas pegadas sobre la pared, los libros que haba utilizado en la investigacinpginas
marcadasamontonados a ambos lados. ltimamente, despus de la cena o cuando no
estaba trabajando, me sentaba e iba a travs de stos poco a poco en espera de esa chispa.

Hasta el momento, sin suerte. De hecho, la nica cosa que alguna vez me hizo sentir algo
cercano fue la fotografa de la familia de J amie, la cual haba tomado de la cocina y clavado
en la pared, directamente al nivel del ojo. Me pasaba horas, as se senta, sentada ah
mirando cada rostro, como si alguno de ellos pudiera repentinamente tener lo que yo estaba
buscando. Qu es familia? Para m, en ese momento, era una persona que me haba
abandonado, y dos que tendra que dejar pronto. Tal vez esto era una respuesta. Pero no era
la correcta. De eso, estaba segura.

Ahora, oigo a Harriet gritar mi nombre, sacudindome de vuelta al centro comercial, y el
presente. Cuando levant la vista, ella me estaba moviendo hacia el quiosco, donde estaba
de pie con la reportera.

Esta es mi asistente, Ruby Cooper, le dijo a la reportera mientras yo me acercaba.
Llevaba ese collar el da que la contrat, y fue mi inspiracin.

Cuando tanto el fotgrafo y la reportera giraron su atencin hacia mi llave, luch por no
alcanzarla y cubrirla, en cambio sepult mis manos en mis bolsillos. Interesante, dijo la
reportera, haciendo una nota en su bloc. Y cul fue tu insiracin, Ruby? Qu te oblig a
comenzar a usar esa llave as?

Hablando acerca de ser puesta en el escenario. Yo... no lo s, dije. Supongo que slo me
cans de perderla siempre.

La reportera escribi esto, luego mir al fotgrafo, quien todava estaba haciendo algunas
fotografas de los collares. Creo que deberan hacerlo, le dijo a Harriet. Gracias por su
tiempo.

Gracias a usted, dijo Harriet. Cuando se alejaron, se dio la vuelta para mirarme. Oh Dios
mo. Era un manojo de nervios. Piensas que lo hice todo bien?

Estuviste genial, le dije.

Mejor que eso, agreg Reggie. Fresca como una lechuga.

Harriet se sent en su taburete, pasando una mano sobre su rostro. Dijeron que
probablemente circulara el domingo, lo que sera enorme. Pueden imaginar si esto nos da
255
un impulso an mayor? Apenas puedo mantenerme al da con pedidos como estos.

Esta era la tpica Harriet. Incluso las cosas buenas significaban preocupaciones. Lo hars
bien, dijo Reggie. Tienes buena ayuda.

Oh, lo s, dijo Harriet, sonrindome. Es slo... un poco abrumador, es todo. Pero
supongo que puedo conseguir Rest Assured para hacer ms, tambin. Blake ha estado
empujndome a hacerlo, de todos modos. Ya sabes, transportar, manejar algunas cosas del
sitio Web, todo eso...

Slo intenta disfrutar esto ahora mismo, le dijo Reggie. Es una cosa buena.

Sin embargo, poda entender a dnde quera llegar Harriet. Cada vez que suceda algo
grande, siempre ests algo preparado para que el universo se corrija a s mismo. Bien
engendra mal, algo perdido conduce a encontrarlo, y as sucesivamente. Pero incluso
sabiendo esto, me sorprend cuando llegu a casa esa misma tarde para econtrar a Cora y
J amie sentados a la mesa de la cocina, el telfono entre ellos. Cuando ambos se giraron a
mirarme, de inmediato supe que algo andaba mal.

Ruby, dijo Cora. Su voz era suave. Triste. Es sobre mam.

Mi madre no estaba en Florida. No estaba en un barco con Warner o tomando sol o
esperando mesas en un negocio de panqueques junto a la playa. Estaba en una clnica de
rehabilitacin, donde haba terminado dos semanas antes, despus de ser encontrada
inconsciente por una mucama en el hotel donde haba estado viviendo en Tennessee.

Al principio, estaba segura de que ella estaba muerta. Tan segura, de hecho, que cuando
Cora comenz a explicar todo esto, sent que mi propio corazn se detuvo, slo latiendo
otra vez una vez que esas pocas palabrashotel, inconsciente, rehabilitacin, Tennessee
se desenredaron a si mismas en mi mente. Cuando ella termin, la nica cosa que pude
decir fue, Ella est bien? Cora mir a J amie, luego a m de nuevo.

Est en tratamiento, dijo. Tiene un largo camino por recorrer. Pero s, ella est bien.

Esto debera haberme hecho sentir mejor ahora que saba donde estaba, que estaba segura.
Al mismo tiempo, el pensamiento de ella en un hospital, encerrada, me dio una sensacin
extraa, inestable en mi estmago, y me obligu a tomar un respiro. Estaba sola?
pregunt.

Qu? dijo Cora.

Cuando la encontraron. Estaba sola?

Asinti. Haba... Deba alguien haber estado con ella?

S, pens. Yo. Sent un bulto subir en mi garganta, repentino y punzante.

256
No, dije. Quiero decir, ella tena un novio cuando se fue.

Ella y J amie intercambiaron otra mirada, y tuve un destello de la ltima vez que haba
vuelto para encontrarlos esperndome en el mismo lugar. Entonces, capt un vislumbre de
mi misma en el espejo y vi a mi madre, o al menos alguna parte de elladesaliada, medio
borracha, en mal estado. Pero al menos alguien me haba estado esperando. Nadie fue a
recoger a mi madre desde el lado de la carretera, llevndola segura a casa. Probablemente
fue slo una coincidenciaun horario de la limpieza, una habitacin, un daque la llev
a encontrarla a tiempo.

Y ahora ella fue encontrada, ya no ms perdida. Como una mochila que haba dejado para
siempre, repentinamente aparece en medio de la noche en mi puerta, empacada para un
viaje que hace mucho tiempo haba olvidado. Era extrao, considerando que me haba
acostumbrado a ella estando en ninguna parte y en cualquier lugar, para finalmente saber
donde estaba mi madre. Una ubicacin exacta, sealada. Como si hubiera pasado de mi
imaginacin, donde haba creado un milln de vidas para ella, de vuelta a sta.

As que... dije, luego tragu. Qu pasa ahora?

Bueno, contest Cora, el programa de tratamiento inicial es de noventa das. Despus de
eso, tiene que tomar ciertas decisiones. Lo ideal es que ella se quedara, en una especie de
entorno soportable. Pero en realidad depende de ella.

Has hablado con ella? pregunt.

Ella sacudi la cabeza. No.

Entonces cmo te enteraste?

De su ltimo casero. El hospital no pudo encontrar a nadie para contactar, as que realiz
una bsqueda de registro, su nombre apareci, y ellos nos llamaron. Se gir hacia J amie.
Cul era su nombre? Huntington?

Honeycutt, dije. Ya haban aparecido en mi cabeza, Alice con su apariencia de
duendecillo, Ronnie con su acertado tartn. Extrao peligroso! Ella haba dicho ese primer
da, pero cuan extrao que ellos fueran ahora los que me condujeron de vuelta no slo a
Cora, sino tambin a mi madre.

Sent que mi rostro se calentaba; de repente, todo era demasiado. Mir a mi alrededor,
intentando calmarme, pero todo lo que poda ver era este claro, adorable vestbulo, en este
barrio perfecto, todas las cosas que haba levantado en la ausencia de mi madre,
acomodndose en el espacio hecho por ella cuando se fue.

Ruby, dijo J amie. Todo est bien, okay? Nada va a cambiar. De hecho, Cora ni siquiera
estaba segura de si debamos contarte, pero

Mir a mi hermana, todava sentada, el telfono en sus manos. Pero lo hicimos, dijo,
257
manteniendo fija su mirada en m. Dicho esto, tu no tienes ninguna obligacin con ella.
Necesitas saber eso. Lo que pase despus contigo y mam, o incluso si algo pasa, depende
de ti.

Al final result que, sin embargo, esto no era del todo cierto. Pronto descubrimos que el
lugar de rehabilitacin donde mi madre se estaba quedandoy por el que Cora y J amie
estaban pagando, aunque yo no supe eso hasta ms tardetena una fuerte poltica de
tratamiento centrado en el paciente. En pocas palabras, esto significaba ningn contacto del
exterior con familia o amigos, al menos no inicialmente. No llamadas telefnicas. No e-
mails. Si envibamos cartas, seran guardadas hasta una fecha que sera decidida despus.
Es lo mejor, me dijo Cora, despus de explicar esto. Si ella va a hacer esto, necesita
hacerlo sola.

En ese momento, ni siquiera sabamos si mi mam se quedara en el programa en absoluto,
ya que no haba ido exactamente de voluntaria. Una vez que la resucitaron en el hospital, la
polica encontr algunas rdenes pendientes de arrestro mal verificadas, as que ella haba
tenido que elegir: rehabilitacin o crcel. Habra tenido ms fe si ella hubiera ido por
voluntad propia. Pero al menos estaba ah.

Nada va a cambiar, J amie haba dicho ese da, pero yo haba sabido incluso entonces que
eso no era cierto. Mi madre siempre haba sido el punto contra el que me haba calibrado.
Sabiendo donde ella estaba, siempre poda localizarme a m misma, tambin. Estos meses
en que se haba ido, me sent como si hubiera estado flotando, suelta y sin fronteras, pero
ahora que saba donde estaba, segu esperando por algo de seguridad que sacudir. No lo
hice. En lugar de eso, estaba ms insegura que nunca, estancada entre esta nueva vida y la
que haba dejado atrs.

El hecho de que todo esto haba pasado tan pronto despus de que Nate y yo habamos
cado fuera de la realidad pareca irnico, por decir lo menos. Al mismo tiempo, sin
embargo, estaba comenzando a preguntarme si esto era slo como se supona que tena que
ser para m, como si tal vez no fuera capaz de tener esa cantidad de personas en mi vida en
un momento dado. Mi mam se present, Nate se alej, una puerta se abre cuando otra se
cierra.

Mientras los das pasaban, trat de olvidarme de mam, de la manera en que lo haba
logrado hacer antes, pero era ms difcil ahora. Esto era en parte porque ella ya no estaba
perdida, pero tambin estaba el hecho de donde quiera que ibaescuela, trabajo, slo
caminando por la callevea a gente usando los Llaveros de Harriet, cada uno brillante y
hermoso, un recordatorio visible de sta, mi nueva vida. Pero la original estaba ah
tambinms agotada y rudimentaria, funcional en vez de romntica. sta encajaba no
slo en la casa amarilla, sino tambin en otra puerta, en lo profundo de mi corazn. Una
que haba estado cerrada tan fuerte, por tanto tiempo, que estaba asustada de siquiera
intentarlo por miedo a lo que poda estar en el otro lado.

258
Captulo Diecisis

Traducido por Ateh

"As que, bsicamente," dijo Olivia, "cavas un agujero y lo llenas con agua y luego arrojas
algunos peces."

"No," dije. "En primer lugar, tienes que instalar un sistema de bombeo y una
espumadera. Y poner rocas y plantas, y hacer algo para protegerlo de las aves que quieren
comerse a los peces. Eso sin contar todos los tratamientos del agua y la prevencin de
algas."

Consider esto mientras se inclinaba hacia delante, mirando hacia abajo en el estanque.
"Bueno," dijo ella, "para m, parece como un montn de problemas. Especialmente porque
ni siquiera se puede nadar en l."

Olivia y yo estbamos tomando un descanso de trabajar en nuestros proyectos de ingls,
ostensiblemente, para poder presentarle a J amie, quien haba estado fuera holgazaneando
alrededor de la laguna, como siempre haca los sbados por la maana.

Cuando salimos, sin embargo, haba sido llamado sobre la valla por el Sr. Cross, y ahora,
quince minutos ms tarde, todava estaban metidos en la discusin. A juzgar por la forma
en que J amie se mantena cada vez ms cerca de nosotros, poco a poco, as como el hecho
de que el padre de Nate pareca estar haciendo toda la conversacin, tena la sensacin de
que estaba tratando de salirse, viendose que haba tenido poca suerte hasta ahora.

"Una vez ms," dijo Olivia, sentndose de nuevo en el banquillo, "con una extensin como
esta, podras tener un estanque y una piscina, si quisieras."

"Es cierto," asent. "Pero podra ser una exageracin."

"No en este barrio," dijo. "Quiero decir, honestamente. Has visto las rocas cuando
entras? Qu se supone que es esto, la edad de piedra?"

Sonre. Por la valla, J amie dio otro paso hacia atrs, asintiendo con la cabeza en el estilo
de-acuerdo-entonces-te-veo-despus. El Sr. Cross, no entendiendo la indirectao tal vez
slo eligiendo no entenderlase acerc ms, reduciendo la brecha de nuevo.

"Sabes, l me resulta familiar," dijo Olivia, asintiendo con la cabeza hacia ellos.

"l es padre de Nate," le dije.

259
"No, me refera a tu cuado. Te lo juro, lo he visto en alguna parte."

"l don algunos campos de ftbol a Perkins," le dije.

"Tal vez eso es todo," dijo. Sin embargo, mantuvo sus ojos en ellos mientras deca "As que
Nate vive all, eh?"

"Te dije que ramos vecinos."

"S, pero no me haba dado cuenta de que lo tenas justo detrs de ti, tan slo a unos metros
de distancia. Debe hacer de este punto muertoo rupturaen que ustedes dos estn, algo
mucho ms difcil."

"No es un punto muerto," le dije. "O una ruptura."

"As que, bsicamente, slo pasaron de pasar el rato constantemente, casi a punto de slo
salir, y de all a no hablar e ignorarse totalmente el uno al otro sin razn," dijo. "S. Eso
tiene sentido."

"Tenemos que hablar de esto?" Le pregunt mientras J amie daba un paso definitivo,
alejndose del Sr. Cross, y levantando la mano. El Sr. Cross segua hablando, aunque esta
vez se qued donde estaba.

"T sabes," dijo Olivia, "es bastante raro encontrar a alguien con quien realmente te guste
estar en este mundo. Hay un montn de personas molestas por ah."

"En serio?"

Ella hizo una mueca hacia m. "Mi punto es, claramente ustedes dos tenan algo. As que tal
vez deberas pensar en tomarte la molestia de resolver esto, sea lo que sea."

"Mira," le dije "Tu misma has dicho que las relaciones slo funcionan cuando hay un
entendimiento sobre los lmites. No tenamos eso. As que ahora no tenemos una relacin."

Consider esto por un momento. "Bien," dijo. "Me gusta especialmente cmo lo explicas
sin llegar a decirme nada realmente."

"La conclusin es que acabo de llegar desde donde tu vienes a partir de ahora, de
acuerdo?" dije. "No quieres perder tu tiempo en algo o alguien en quien no crees, pues yo
tampoco."

"As es como crees que soy?" Me pregunt.

"Ests dicindome que no eres as?"

J amie estaba cruzando el patio hacia nosotras, libre por fin. Levant una mano, saludando
con un hola. "No estoy diciendo nada," respondi Olivia, inclinndose hacia atrs de nuevo
260
y sacudiendo la cabeza. "Nada en absoluto."

"Seoritas," dijo J amie, siempre como el feliz anfitrin mientras se acercaba a la banca.
"Disfrutan de la laguna?"

"Es muy agradable," dijo Olivia cortsmente. "Me gusta la espumadera." Yo solo me
qued mirndola, pero J amie, por supuesto, sonrea de alegra. "J amie, esta es mi amiga,
Olivia," dije.

"Mucho gusto," dijo, extendiendo la mano.

Se dieron la mano, y luego l se puso en cuclillas en el borde de la laguna, extendiendo la
mano hacia el agua. Mientras recoga un poco, dejando que se deslizara en sus dedos,
Olivia pronto qued sin aliento. "Oh, Dios mo. Ya s de donde te conozco!" dijo. "T
eres el tipo UME!"

J amie la mir, luego a m. "Um," dijo "S. Supongo que lo soy."

"Lo reconociste de UME?" Le pregunt.

"Hola, l est solo en la nueva pgina de inicio de sesin, la que yo veo, como, diez
millones de veces al da," dijo. Sacudi la cabeza, claramente an en estado de shock.
"Hombre, no puedo creer esto. Y Ruby nunca lleg a decir nada."

Bueno, t sabes, dijo J amie, ponindose de pie nuevamente. Ruby no se impresiona
fcilmente.

A diferencia de Olivia, que ahora, mientras yo miraba incrdula, comenz a hablar
realmente a borbotones. "Tu pagina," le dijo a J amie, ponindose una mano en el pecho,
"me salv la vida cuando tuve que cambiar de escuela."

"En serio?" dijo J amie, evidentemente complacido.

"Totalmente. Pas todo el almuerzo en la biblioteca en mi pgina UME de mensajera con
mis viejos amigos. Y, por supuesto, toda la noche, tambin." Ella suspir melanclica.
"Fue, como, mi nica conexin con ellos."

"An tienes tu telfono," seal.

"Puedo revisar mi pgina en l tambin!" Hacia J amie dijo, "Gran aplicacin, por
cierto. Muy fcil de usar."

"T crees? Hemos tenido algunas quejas."

"Oh, por favor." Olivia volte su mano. "Es fcil. Ahora, el sistema de amigos? Necesita
de trabajo. Lo odio."

261
"En serio?" dijo J amie. "Por qu?"

"Bueno," dijo, "para empezar, no hay manera de buscar a travs de ellos fcilmente. As
que si tienes un montn, y deseas reorganizarlos, tienes que mantenerte desplazndote
31

31
Se refiere a bajar en la pgina.
, lo
que tarda una eternidad."

Pens en mi propia pgina UMe.com sin tocar en todos estos meses. "Cuntos amigos
tienes, de todos modos? le pregunt.

"Un par de miles," contest ella. Yo slo la mir. "Qu? En lnea, soy popular."

"Obviamente," le dije.

Ms tarde, cuando Olivia se haba ido, llevndose con ella una bolsa promocional de
UMe.Com llena de pegatinas UMe.com y camisetas, me encontr con J amie en la cocina,
marinando un poco de pollo para la cena. En cuanto entr, el telfono comenz a sonar: fui
a contestarlo, pero despus de mirar en el identificador de llamadas, l sacudi con la
cabeza. "Deja que el correo de voz la reciba."

Mir a la pantalla, que deca BLAKE CROSS. "El Sr. Cross est en el identificador?"

"S," dijo con un suspiro, goteando un poco de aceite de oliva sobre el pollo y sacudiendo la
sartn ligeramente. "Yo no quiero. Pero l est siendo muy persistente acerca de esta cosa
de inversin, as que... "

"Qu cosa de inversin?"

l me mir, como si no estuviera seguro de si quera o no exponerse en esto. Luego dijo:
"Bueno, ya sabes. Los tipos como Blake son negociantes. l siempre tiene algn gran plan
en el trabajo."

Pens en el Sr. Cross esta maana, prcticamente acechando a J amie en el patio. "Y l
quiere hacer un trato contigo?"

"Algo as," dijo l, acercndose al gabinete por encima de la estufa y abrindolo a
continuacin, hurgando en los contenidos. Despus de un minuto, sac una gran botella de
vinagre. "l dice que quiere ampliar su negocio y est buscando socios silenciosos, pero
realmente creo que est corto de dinero, como la ltima vez."

Lo vi aadir un chorrito de vinagre, inclinarse hacia abajo y oler el pollo antes de aadir
ms. "As que esto ha ocurrido antes."

l asinti con la cabeza, coronando la botella. "El ao pasado, pocos meses despus de
mudarnos. Lo tenamos sobre nosotros, ya sabes, para tomar una copa amistosa, y nos
pusimos a hablar. Lo siguiente que s, estoy teniendo toda la saga pica de su dura suerte
262
financiera, ninguna de los cuales era su culpa, por supuesto, y como l estaba a punto de
recurrir a todo en torno a esta nueva empresa. Que result siendo la cosa de la diligencia de
ejecucin."

Roscoe sali de la lavandera, donde haba estado disfrutando de una de sus muchas siestas
diarias. Al vernos, bostez, a continuacin, se dirigi a la puerta para perros, saltando a
travs de esta, y cerr con un golpe a sus espaldas.

"Viste eso?" J amie dijo, sonriendo. "El cambio es posible!"

Asent con la cabeza. "Es impresionante."

Ambos vimos a Roscoe salir al patio y levantar la pierna contra un rbol, para aliviarse a s
mismo. Nunca un sencillo acto dio lugar a tanto orgullo. "De todos modos," dijo J amie, "al
final le di un cheque, comprando un poco de la empresa. No era mucho, de verdad, pero
cuando tu hermana se enter, su grito se escuch en el cielo."

"Cora lo hizo?"

"Oh, s," dijo. "Ella ha estado sobre l desde el principio, por alguna razn. Dice que es
porque l siempre habla de dinero, pero mi to Ronald tambin, y ella lo ama. As que
imagnate."

Yo no tena que hacerlo, sin embargo. De hecho, ya estaba bastante segura de que saba
exactamente por qu a Cora no le gustaba el seor Cross, aunque ella misma no podra
poner su dedo en ello.

"De todos modos," dijo J amie, "ahora Blake est molestando otra vez, supongo. Ha estado
acosndome sobre esta idea de facturacin y dinero desde Accin de Gracias, cuando le
pregunt acerca de pedir prestado su horno. Sigo quitndomelo de encima, pero hombre, es
tenaz. Supongo que piensa que ya soy un tonto, puede hacerme entrar de nuevo."

Tuve un destello de Olivia en la acera, con esta misma palabra. "T no eres un tonto. No
eres ms que agradable. Das a la gente el beneficio de la duda."

"Por lo general, a mi perjuicio," dijo mientras el telfono volva a sonar. Ambos miramos
hacia l: BLAKE CROSS. La luz de mensaje ya estaba pitando. "Sin embargo," continu,
"otras veces, la gente incluso supera mis expectativas. Al igual que t, por
ejemplo."

"Significa esto que me vas a dar un cheque?" Le pregunt.

"No," dijo rotundamente. Sonre. "Pero estoy orgulloso de ti, Ruby. Has recorrido un largo
camino."

Ms tarde, en mi cuarto, me qued pensando en esto, la idea de la distancia y
realizacin. Cuanto ms lejos vas, tienes ms de qu estar orgulloso. Al mismo tiempo, con
263
el fin de recorrer un largo camino, tienes que estar detrs para comenzar con l. Al final, sin
embargo, tal vez no es como alcanzas un lugar lo que importa. Slo que llegues all.

Las chicas de la escuela media, haba aprendido, se mueven en grupos. Si las ves venir, la
mejor cosa que puedes hacer es dar un paso al lado y salvarte a ti misma.

"Miren, chicas! Esto es de lo que les estaba hablando!" Dijo una chica de pelo castao
vistiendo completamente de rosado, claramente la lder de este grupo en particular,
mientras invadan el kiosco, yendo directamente hacia los llaveros. "Oh, Dios mo. La
novia de mi hermano tiene este, con las piedras de color rosa. No es genial?"

"Me gusta el de diamante," dijo una rubia regordeta usando lo que parecan pantalones de
cuero. "Es el ms bonito."

"Eso no es un diamante," la chica de rosa le dijo a sus dos amigasgemelas, a juzgar por el
aspecto de su pelo rojo y sus caractersticas similaresmovindose hacia las pulseras. "De
lo contrario costara como un milln de dlares."

"Es diamonelle," la corrigi Harriet, "y a un precio muy razonable de veinticinco dlares."

"Personalmente," dijo la morena, deslizando el de color rosa a travs de su suter en cuello
V, "me gusta la plata lisa. Es clsico, acorde con mi nuevo y ms aerodinmico aspecto
eco-chic"

"Eco-chic?" dije.

"Respetuoso con el medio ambiente," explic la joven. "Verde? Ya sabes, metales
naturales, piedras no conflictivas, mnimas pero con un gran impacto? Todas las
celebridades lo estn haciendo. No lees Vogue?"

"No," le dije.

Ella se encogi de hombros, quitndose el collar, luego se movi por el quiosco hacia sus
amigas, que ahora estaban reunidas alrededor de los anillos, desmantelando de forma rpida
el mostrador en el que justo haba pasado unos buenos veinte minutos
organizando. "Podras pensar," le dije a Harriet mientras las veamos tomar y sacar anillos,"
que podran por lo menos tratar de volver a ponerlos. O pretenderlo."

"Oh, djalas hacer un desastre," dijo. "No es gran cosa arreglarlo."

"Lo dice la persona que no tiene que hacerlo."

Ella arque las cejas hacia m, caminando a tomar el caf del indicador. "De acuerdo," dijo
lentamente. "Ests de mal humor. Qu pasa?"

"Lo siento," dije mientras las chicas finalmente seguan adelante, dejando anillos repartidos
por todo el mostrador detrs de ellas. Me acerqu y comenc a guardarlos. "Creo que estoy
264
estresada o algo as."

"Bueno, como que tiene sentido," dijo Harriet, viniendo a reunirse conmigo. Puso un anillo
de nix en su lugar, uno rojo al lado de l. "Ests en tu ltimo semestre, la espera de saber
acerca de la universidad, el futuro est abierto de par en par. Pero eso no necesariamente
tiene que sacarte de forma. Podras verlo como, t sabes, una gran oportunidad para salir de
tu zona de comodidad."

Dej lo que estaba haciendo, estrechando los ojos mientras ella completaba otra fila de
anillos, dejndolos a su gusto. "Perdn?" Le dije.

"Qu?"

Yo solo la mir, esperando a que ella captara la irona. No lo hizo. "Harriet," dije
finalmente, "cunto tiempo tuviste el letrero de SE BUSCA AYUDA antes de
contratarme?"

"Ah," dijo, sealndome "pero yo te contrat, no?"

"Y cunto tiempo te tom el dejarme sola aqu, para que manejara el quiosco yo misma?"

"Bueno, lo dud," admiti. "Sin embargo, creo que estars de acuerdo en que ahora te dejo
con bastante frecuencia y con poco temor."

Consider sealar que bastante y poco hablaban de cantidad. En lugar de eso dije: "Qu
pasa con Reggie?"

Ella se limpi las manos en sus pantalones, luego se traslad hasta los llaveros, ajustando el
color rosa en el estante. "Qu pasa con l?"

"l me dijo lo que ocurri en la Navidad," dije. "Qu fue lo que dijiste? Que no tenas
lugar para una relacin? Eso est cerca de tu zona de comodidad?"

"Reggie es mi amigo," dijo, enderezando un broche. "Si llevamos las cosas ms all y no
funciona, lo cambiara todo."

"Pero no sabes que no saldr bien."

"Tampoco s que lo har."

"Y eso es razn suficiente para ni siquiera intentarlo," le dije. Ella me ignor, bajando a los
anillos. "No sabas que contratarme iba a salir bien. Pero lo hiciste de todos modos. Y si no
lo hubieras echo"

"yo estara disfrutando de un momento de tranquilidad en mi quiosco en este momento,
sin ser analizada," dijo ella. "No sera agradable?"

265
"nunca habras hecho los Llaveros y visto que tuvieron tanto xito," termin. "O podido
disfrutar de mi compaa, y de esta conversacin, en este momento."

Ella me hizo una mueca y luego volvi de un brinco a su taburete, abriendo la computadora
porttil que haba comprado recientemente para mantenerse al da con las cosas de su sitio
Web. "Mira. S que en un mundo perfecto, totalmente romntico, saldra con Reggie y
viviramos felices para siempre," dijo, golpeando el botn de encendido. "Pero a veces slo
tienes que seguir tus instintos, y el mo dice que esto podra no ser una buena cosa para
m. Est bien?"

Asent. En realidad, considerando por todo lo que haba pasado, Harriet era alguien a quien
deba tratar de emular, no convencerla de lo contrario.

Me mov de nuevo hacia los anillos, reorganizndolos de la forma en que haban estado
originalmente, en orden de tamao y color. Estaba haciendo otra pasada rpida con el
plumero cuando escuch a Harriet decir: "Eh. Esto es extrao."

"Qu es?"

"Slo estoy comprobando en mi cuenta y mi balance est algo pasado," dijo. "S que tena
un par de dbitos, pero no para tanto."

"Tal vez el sitio slo se retras," dije.

"Saba que no debera haber firmado para este nuevo sistema con Blake. Me siento mejor
cuando firmo cualquier cheque por m misma, sabes?" Ella suspir, y luego recogi su
telfono y marc. Despus de un momento, ella lo cerr. "Correo de voz. Por
supuesto. Sabes el nmero de Nate de memoria?"

Negu con la cabeza. "No. No lo s."

"Bueno, cuando lo veas, dile que necesito hablar con l. Como, urgente. De acuerdo?"

Quera decirle que no podra verlo, mucho menos entregarle mensajes. Pero ella ya estaba
de vuelta en la computadora, desplazndose hacia abajo.

Harriet no fue la nica que no se qued tranquila
32

32
Es un juego de palabras. En el original Harriet wasnt the only one not resting assured por Rest Assured
(qudese tranquilo), la empresa del pap de Nate.
, o de eso me enter cuando llegu casa y
encontr a Cora en el pasillo de entrada, limpiando el piso con una toalla de papel. Roscoe,
quien por lo general no poda ser impedido de saludarme con un completo ataque al cuerpo,
estaba visiblemente ausente.

"De ninguna manera," le dije, dejando caer el bolso en el suelo. "l ha dominado la puerta
para perros."

266
"La cerramos cuando no estamos aqu," me dijo, ponindose de pie. "Con lo cual por lo
general no hay problema, pero alguien no se molest en presentarse hoy a pasearlo."

"En serio?" Le dije. "Ests segura? Nate por lo general es muy confiable."

"Bueno, no hoy," respondi ella. "Est claro."

Era extrao. Tanto es as que me pregunt si tal vez Nate haba salido o algo, como que
pareca ser la nica explicacin para que l simplemente dejara de hacer cosas que sola
hacer como un reloj. Esa noche, sin embargo, sus luces estaban encendidas, como siempre,
al igual que las de la piscina. Fue slo cuando realmente mir de cerca, cerca de la
medianoche, que vi algo fuera de lo comn: una figura cortando el agua. Trasladndose de
ida y vuelta, con movimientos constantes y oscuro contra toda la luz azul. Lo observ
durante mucho tiempo, pero incluso cuando finalmente apag la luz, an estaba nadando.

267
Capitulo Diecisiete
Traducido por Annae
Corregido por Pamee

Ese fin de semana, slo haba una cosa en la que debera haber estado pensando: clculo.
La prueba que ms o menos decidira el destino de todo, tanto mi promedio como mi futuro
era el lunes, y de acuerdo con Gervaiscuyo mtodo estaba probadoera la hora de
cambiar a lo que l llamaba "el modo Zen."

"Disculpa?" Haba dicho el da anterior, viernes, cuando haba anunciado esto.

"Es parte de mi tcnica," explic, tomando un sorbo de su chocolate con leche, uno de los
dos que tomaba en cada perodo de almuerzo. "Primero, hacemos un resumen de todo lo
que se supona aprenderas en lo que va del ao. Luego, nos dirigimos a tus puntos dbiles,
identificando y atacando uno por uno. Ahora, nos adentramos en el modo Zen."

"Qu quieres decir?" Le pregunt.

"Admitir que eres impotente sobre tu destino, en esta prueba y de otro tipo. Tienes que tirar
todo lo que has aprendido."

Slo lo mir. Olivia, que estaba revisando su pgina de UMe en su telfono, dijo: "En
realidad, eso es una parte bsica de la tradicin del cine oriental. El guerrero, una vez que
ensea, debe ahora, enfrentarse a su mayor desafo, basarse enteramente en el instinto."

"Por qu he pasado semanas estudiando si se supone que ahora debo olvidar todo lo que
he aprendido?" dije. "Esa es la cosa ms estpida que he escuchado."

Olivia se encogi de hombros. "El hombre dice que su mtodo est probado." Hombre?
Pens.

Gervais dijo: "La idea es no olvidar todo. Es que a estas alturas, debes saber todo esto lo
suficientemente bien para no tener que pensar activamente sobre ello. Ves un problema, ya
sabes la solucin. Es el instinto."

Mir hacia abajo a la hoja de prctica que me haba dado, los problemas en fila a travs de
ella. Como de costumbre, con slo una mirada sent que se me revolvia el estmago, mi
cerebro estaba borroso alrededor de los bordes. Si este era mi instinto hablando, no quera
or lo que estaba diciendo.

"Modo Zen," dijo Gervais. "Limpia tu cabeza, acepta la incertidumbre, y las soluciones
aparecen. Slo confa en m."

No estaba convencida, y menos an cuando se present con sus instrucciones para mi
268
ltimo fin de semana de estudio. (Lo cual, dicho sea de paso, estaba sealado y dividido en
secciones y subsecciones. El chico no era nada si no un profesional.) El sbado por la
maana, tena que hacer un resumen final, seguido en la tarde por una corta serie de
problemas que l haba seleccionado que cubran las frmulas con las que tena ms
problemas. El domingo, el ltimo da antes de la prueba, se suponia que no iba a estudiar en
absoluto. Lo que pareca, francamente, una locura. Por otra parte, si el objetivo era
olvidarse de todo para la maana del lunes, esta pareca la forma de hacerlo.

A la maana siguiente, me sent en mi cama y comenc mi resumen, tratando de
enfocarme. Cada vez ms, sin embargo, me encontr distrada, pensando en Nate, como
haba estado haciendo casi sin pararocasionales obsesiones con clculo a un ladodesde
que lo haba visto nadar un par de noches atrs. Al final, tanto Harriet como Cora
escucharon del seor Cross, que realmente estaba apenado, haba abonado en la cuenta de
Harriet y ofrecido a Cora una semana gratis de paseos para compensar. Pero en los das
desde entonces, cada vez haba visto a Nate a travs del csped o en los pasillos de la
escuela, no pude dejar de notar un cambio en l. Como si incluso con la distancia entre
nosotros, algo en len su cara o la forma en que se conduca fuera repentinamente
familiar de una forma que no haba sentido antes, aunque cmo, exactamente, no podra
decirlo.

Despus de dos horas de estudio, me senta tan abrumada que decid tomar un descanso y
rpidamente pasar por mi cheque de pago de Harriet. Tan pronto como dio un paso en el
camino verde, vi a gente en todas partesalineados en la acera que corra junto al centro
comercial, reunindose en el estacionamiento, apiados en la base de un escenario montado
por el cine.

"Bienvenidos al Vista Cinco-K!" Una voz tron desde el escenario mientras me abra
camino hacia la entrada principal, saliendo cerca de los nios y los perros y ms corredores
estirando y charlando y trotando en su lugar. "Si est participando en la carrera, por favor
dirjase a la lnea de salida. Diez minutos para empezar!"

La multitud se desplaz y la gente se dirigi hacia la pancartaVISTA 5K: CORRE POR
TU VIDA! colgada entre el estacionamiento y la entrada del centro comercial.
Siguindolos, mantuve un ojo en Olivia, pero no la vi slo corredores de todas las formas
y tamaos, algunos en trajes de lycra de alta tecnologa, otros en pantalones cortos y
camisetas andrajosas.

En el interior del centro comercial, estaba ms tranquilo, con pocos compradores que se
desplazaban entre las tiendas. Todava poda escuchar la voz del locutor desde el exterior,
junto con los potentes bajos de la msica que tocaban, incluso mientras caminaba desde la
entrada hasta el patio del quiosco, donde encontr a Harriet y Reggie de pie en Vitamin Me.

"No voy a tomar el aceite de pescado," estaba diciendo ella mientras yo entraba. "Soy firme
en eso."

"Los Omega-tres son fundamentales!" le dijo Reggie. "Es como una droga milagrosa."

269
"No estuve de acuerdo con las drogas milagrosas. Estuve de acuerdo en tomar un par de
cosas, a modo de prueba. Nadie dijo nada acerca de peces."

"Bien." Reggie recogi una botella, agitando algunas cpsulas en una bolsa de plstico.
"Pero ests tomando el zinc y el B-DOCE. Esos son los que rompen el trato."

Harriet neg con la cabeza, tomando otro sorbo de caf. Entonces ella me vio. "Pens que
podras pasar," dijo. "Olvdate de las vitaminas. El dinero es crucial."

Reggie suspir. "Ese tipo de actitud," dijo, "es precisamente por qu necesitas ms omega
tres."

Harriet hizo caso omiso y camin hacia la caja registradora, hacindolo saltar, lo abri y
sac mi cheque. "Toma," dijo, entregndomelo. "Ah, y hay un pequeo extra ah para ti,
tambin."

Efectivamente, la cantidad era de unos trescientos dlares ms de lo que esperaba.
"Harriet," le dije. "Qu es esto?"

"Los beneficios," dijo, y agreg: "Y un agradecimiento por todo el trabajo que has
realizado durante los ltimos meses."

"No tienes que hacer esto," le dije.

"Ya lo s. Pero me puse a pensar el otro da, despus de que tuvimos esa pltica. Tenas
razn. Los Llaveros, todo eso. No podra haberlo hecho sin ti. Literalmente."

"No es por eso que lo dije," le dije.

"Lo s. Pero me hizo pensar. Un montn de cosas."

Ella mir a Reggie, que todava estaba aadiendo cosas a su bolsa. Ahora que lo pensaba,
haba sido muy receptiva a ese zinc. Y qu era eso de un par de cosas, a modo de prueba?

"Espera," le dije, moviendo el dedo entre su quiosco y el nuestro. "Qu est pasando
aqu?"

"Absolutamente nada," replic ella, cerrando la caja registradora.

Levant las cejas.

"Muy bien. Si quieres saberlo, slo tomamos unas copas anoche, despus del trabajo, y l
me convenci de probar algunas muestras."

"De verdad."

"Bueno, tal vez hubo una invitacin a cenar, tambin," aadi.
270

"Harriet" dije. "Has cambiado de opinin."

Ella suspir. En Vitamin Me, Reggie estaba doblando la parte superior de su bolsa con
pulcritud, haciendo el pliegue con sus dedos. "No fue mi intencin," dijo. "Al principio, le
empec a decir lo mismo que te dije. Que estaba preocupada de que no funcionara, y qu le
hara eso a nuestra amistad."

"Y?"

"Y," dijo, suspirando," l dijo que lo entenda totalmente, pedimos otra bebida, y le dije que
s a la cena de todos modos."

"Qu pasa con las vitaminas?"

"No lo s." Sacudi su mano hacia m. "Estas cosas pasan."

"S," dije, mirando a Reggie de nuevo. Haba sido tan paciente, y, finalmente, l tambin
consigui lo que quera. O por lo menos una oportunidad de ello. "No lo s."

En el momento en el que fui al banco, para hacer un par de recados, y luego dobl al
camino verde, el Vista 5K ya haba terminando. Algunos corredores seguan dando vueltas,
sorbiendo vasos de papel de Gatorade, pero la multitud reunida haba disminuido
considerablemente, lo cual fue por qu vi de inmediato a Olivia. Ella se inclina hacia
adelante en el bordillo, mirando hacia el centro comercial a los pocos corredores que
quedaban y que lentamente se iban acercando a la meta.

"Nada de Laney todava?" Le pregunt.

Ella neg con la cabeza, sin siquiera girarse a mirarme. "Imagino que lo abandon, pero
tiene su telfono. Debera haberme llamado."

"Gracias a todos los que vinieron al Vista 5K!" Un hombre con un micrfono grit desde
la tribuna. "nase a nosotros el ao que viene, cuando vayamos a correr por nuestras vidas
otra vez!"

"Es probable que se derrumbara en alguna parte," dijo Olivia. "Dios, yo saba que esto iba a
suceder. Te ver luego, de acuerdo?"

Estaba a mitad de camino entre la calle cuando mir hacia el centro comercial de nuevo y vi
algo. Slo una pequea figura al principio, lejos a la distancia. "Olivia," grit, sealando.
"Mira."

Se volvi, sus ojos siguiendo mi dedo. An era difcil estar segura, as que por un momento
slo nos quedamos all, observando juntas, como Laney entraba a la vista. Iba muy
despacio, antes de detenerse completamente, inclinndose con las manos sobre las rodillas.
"Oh, cielos," dijo Olivia finalmente. "Es ella."
271

Me di la vuelta, mirando al hombre en el escenario, que haba bajado el micrfono y
hablaba con una mujer con un sujetapapeles. Cerca de all, otra mujer con una playera de
Vista 5K estaba subiendo una escalera de mano hacia el reloj, llegando a la parte de atrs.

"Espera," le grit. "Alguien esta llegando."

La mujer me mir, luego mir a la distancia. "Lo siento," dijo. "La carrera ha terminado."

Olivia, haciendo caso omiso de esto, dio un paso adelante, alzando las manos hacia su boca.
"Laney!" grit. "Casi has terminado. No abandones ahora!"

Su voz era cruda, tensa. Pens en ese primer da que me la encontr aqu con su
cronmetro, y todas las quejas acerca de la carrera desde entonces. Olivia era un montn de
cosas. Pero debera haber sabido que tonta no era una de ellas.

"Vamos!" Grit. Empez a aplaudir con sus manos, duro, el sonido agudo y solo en el
silencio. "Vamos, Laney!" Grit, su voz se elevaba sobre todos nosotros. "Vamos!"

Todo el mundo la miraba mientras saltaba arriba y abajo en medio de la calle, sus aplausos
resonaban en el edificio detrs de nosotros. Al verla, pens en Harriet, dubitativa mirando
las vitaminas mientras Reggie las dejaba caer en la bolsa, uno por uno, y despus de m con
Nate en el banco junto al estanque, la ltima vez que habamos estado juntos. Y si no lo
hago? l haba preguntado, y pens que podra haber una sola respuesta, en ese momento.
Pero ahora, estaba empezando a preguntarme si no siempre tienes que elegir entre alejarte
para siempre o lanzarte ms profundo. En los momentos que realmente cuentan, tal vez es
suficiente, ms que suficiente, incluso, slo estar all. Laney debi haberlo pensado as.
Porque justo entonces, comenz a correr de nuevo.

Cuando finalmente termin unos minutos ms tarde, era difcil saber si incluso estaba
consciente de que la multitud haba disminuido, el reloj estaba apagado, y el locutor ni
siquiera gritaba su tiempo. Pero s s que fue a Olivia a quien se gir a buscar primero,
Olivia le rode con sus brazos y la abraz muy fuerte, mientras la bandera ondeaba por
sobre sus cabezas. Al verlas, pens de nuevo de cmo no podemos esperar que todo el
mundo est ah para nosotros, todos a la vez. As que es una suerte que en realidad, todo lo
que necesites es a alguien.

De vuelta a casa, me sent con mis notas de clculo, con la determinacin de estudiar, pero
en momentos mi mente vagaba pasando los nmeros y cifras y a travs de la habitacin
hasta la fotografa de la familia de J amie, todava en la pared por encima de mi escritorio.
Fue la cosa ms extraala haba estudiado una y mil veces, en este mismo lugar, de la
misma manera. Pero de repente, todo a la vez, tuvo sentido.

Qu es la familia? Son las personas que te exigen. En el bien, en lo adverso, en partes o en
conjunto, ellos son los que se presentan, los que se quedan all, a pesar de todo. No se
trataba slo de las relaciones de sangre o los cromosomas que te unan, sino algo ms
amplio, ms grande. Cora estaba en lo cierto tenamos muchas familias a travs del
272
tiempo. Nuestra familia de origen, la familia que hemos creado, as como los grupos travs
de los que nos hemos movido mientras todo esto est pasando: amigos, amantes, a veces
incluso extraos. Ninguno de ellos son perfectos, y no podemos esperar que lo sean. No
puedes hacer de cualquier persona t mundo. El truco est en tomar lo que cada uno puede
dar y construir un mundo de ello.

As que mi verdadera familia no era slo mi mam, perdida o encontrada; mi padre,
desaparecido desde el principio; y Cora, la nica que haba estado all todo el tiempo. Era
J amie, quien me acogi sin preguntas y me dio un futuro que una vez no poda ni siquiera
imaginar, Olivia, quien pregunt, pero tambin me dio respuestas; Harriet, quien, como yo,
crea que no necesitaba a nadie y descubri lo contrario. Y entonces estaba Nate.

Nate, que fue un amigo para m antes de que incluso supiera lo que era un amigo. Quin me
recogi, literalmente, una y otra vez, y nunca pidi nada a cambio, excepto mi palabra y mi
comprensin. Yo le haba dado uno pero no lo otro, porque en aquel entonces pens que no
poda, y luego me prob que tena razn haciendo exactamente lo mismo que mi madre,
hiriendo para evitar ser herida. Necesitar era tan fcil: vena naturalmente, como respirar.
Ser necesitado por otra persona, sin embargo, era la parte difcil. Pero como con dar ayuda
y aceptarla, tuvimos que hacer las dos cosas para hacerlo completocomo los eslabones
superponindose para formar una cadena, o una cerradura encontrando la llave correcta.

Empuj mi silla, y me dirig hacia las escaleras, a travs de la cocina y fuera, hacia el patio.
Saba que esto era una locura, pero de repente me pareci tan importante de alguna manera
decirle a Nate lo que senta, llegar a l y hacerle saber que yo estaba aqu.

Cuando llegu a la puerta, la empuj para abrirla, y luego mir adentro, buscndolo. Pero
fue al Sr. Cross a quien vi un momento despus, caminando rpidamente por la sala de
estar, su telfono a la oreja. Inmediatamente di un paso atrs, alrededor de la cerca,
escondindome cuando l abri la puerta de cristal y sali al patio.

"Ya te dije, he estado fuera de la ciudad durante todo el da," deca mientras pasaba junto a
la piscina, hacia el garaje. "Se supone que el deba estar haciendo recolecciones y facturas.
Pas e hizo la limpieza hoy?" Hizo una pausa, dejando escapar un suspiro. "Muy bien.
Voy a seguir buscndolo. Si lo ves, dile que lo quiero en casa. Ahora. Entendido?"

Cuando volvi al interior, todo lo que pude or, con excepcin de mi respiracin, fue el
burbujeo de la bomba cercana, empujando el agua dentro y fuera, dentro y fuera. Pens en
Nate nadando largos esa noche, su oscura sombra en movimiento bajo los rboles, cunto
tiempo haba pasado desde que lo haba visto solo en la piscina?

El Sr. Cross estaba dentro ahora, todava buscando mientras su ritmo se aceleraba,
movindose ms rpido, de ida y vuelta. Al verlo, tuve un destello de Nate en la escuela la
ltima vez que lo haba visto, repentinamente dndome cuenta de por qu su expresin
distante, distradahaba sido tan familiar. Era la misma el rostro de mi madre la ltima
vez que la haba visto, cuando entr a una habitacin y ella se volvi, sorprendida.

Y esto fue por qu, cuando el Sr. Cross grit su nombre otra vez, supe que su bsqueda era
273
intil. Hay algo obvio acerca del vaco, incluso cuando tratas de convencer de lo contrario.
Nate se haba ido.

274
Captulo Dieciocho

Traducido por Dany
Corregido por Pamee

"Toma," dijo J amie. "Para la suerte."

Lo observ mientras deslizaba las llaves de su coche encima de la mesa hacia m.

"En serio?" dije. "Ests seguro?"

"Claro," respondi. "Es un gran da. No deberas tener que comenzarlo en el autobs."

"Wow," dije, deslizndolas en mi bolsillo. "Gracias."

Se sent frente a m, sirvindose su usual plato colmado de cereales, el cual luego ahog en
leche.

"As que," dijo, "cul es tu estado de nimo? Confiada? Nerviosa? Zen?"

Hice una mueca. "Estoy bien," le dije. "Slo quiero acabar de una vez."

Su telfono, que estaba en vibrador, de repente zumb, rebotando hacia los lados a travs
de la mesa. J amie mir el identificador de llamadas y gimi. "J ess," dijo, pero contest de
todos modos. Sin embargo, su voz era cortante, en absoluto como J amie cuando dijo, "S?"

Empuj mi silla, llevando mi propio plato al fregadero. Cuando lo pas, pude or una voz a
travs del receptor, aunque las palabras eran indistinguibles.

"En serio," dijo J amie, y ahora son preocupado. "Cundo fue la ltima vez que lo viste?
Oh. Bueno, espera, voy a preguntarle." Quit el telfono de su odo. "Oye, has hablado
con Nate ltimamente? su padre lo busca."

Lo saba, pens. En voz alta, dije: "No."

"Lo has visto este fin de semana?"

Negu con la cabeza. "Desde la escuela el viernes."

"No lo ha visto desde el viernes, repiti J amie en el telfono. "S, absolutamente.
Definitivamente te lo dejaremos saber si lo hacemos. Mantengmonos comunicados, de
acuerdo?"
275

Abr el lavavajillas, concentrando en cargar mi plato y cuchara cuando l colg el telfono.
"Qu est pasando?" Le pregunt.

"Nate se fue sin permiso, al parecer," dijo. "Blake no lo ha visto desde la noche del
viernes."

Me puse de pie, cerrando el lavavajillas. "Ha llamado a la polica?"

No, dijo, tomando un bocado de cereal. "l piensa que probablemente slo se fue el fin
de semana con sus amigos, ya sabes, senioritis
33

Pero yo, por supuesto, saba que no era necesariamente cierto. Se puede llegar a cualquier
parte a pie, sobre todo si tenas dinero y tiempo. Y Nate no haba tenido una valla para
saltar. l slo haba salido. Libre y tranquilo.
o lo que sea. No puede haber ido muy
lejos, en todo caso."

Y yo estaba atrasada. Si hubiera ido all esa noche que lo haba visto nadando, o hablando
con l el viernes en la escuela, tal vez, slo tal vez, podra haber sido capaz de ayudar.
Ahora, incluso si yo quisiera ir detrs de l, no sabra por dnde empezar. Poda estar en
cualquier lugar.

Era ms raro de lo que esperaba, conduciendo a la escuela por mi misma despus de largos
meses de depender de alguien ms. En cualquier otra circunstancia, probablemente lo
habra disfrutado, pero se senta casi extrao estar sentada en el trfico en la tranquilidad
del Audi
34

Esto fue desconcertante por alguna razn, tanto es as que me encontr mirando hacia ella,
fijo, hasta que ella dio media vuelta.
de J amie, con otros coches a mi alrededor. En una luz, ech un vistazo a una
mujer en una camioneta mirndome, y me pregunt si para yo slo era una adolescente
mimada, en un coche caro, una mochila en el asiento junto a ella, con la luz intermitente
para girar a un colegio exclusivo.

Una vez en la escuela, me puse en marcha hacia el csped, tom una respiracin profunda,
tratando de despejar mi cabeza. Debido a mi certeza de que Nate se haba idoincluso
antes de que lo supiera a ciencia ciertarealmente haba terminado siguiendo el plan de
Gervais de modo Zen, aunque slo fuera porque haba estado demasiado distrada para
estudiar la noche anterior. Ahora, sin embargo, clculo era la ltima cosa en mi mente,
incluso cuando me acerqu a mi saln y lo encontr esperndome en la puerta.

"Muy bien," dijo. "Ha seguido mis instrucciones antes de la prueba? Dormiste al menos
ocho horas? Comiste un desayuno pesado en protenas?"

33
Senioritis: viene de senior: ltimo ao de secundaria. Es un juego de palabras, al parecer, una enfermedad
inventada por estar en ltimo ao.

34
Audi: auto deportivo de lujo.
276

"Gervais," dije. "Ahora no, de acuerdo?"

"Recuerda," dijo l, haciendo caso omiso de eso, "tmate tu tiempo en los sets de la primera
parte, aunque parezcan fciles. Necesitas preparar tu cerebro para sentar las bases de las
cosas ms difciles."

Asent con la cabeza, sin molestarme siquiera en responder esta vez.

"Si encuentras un obstculo con la regla de la potencia, recuerda el acrnimo que hablamos.
Y escrbelo en la pgina de prueba, as puedes tenerlo justo en frente de ti."

"Tengo que irme, le dije.

"Y, por ltimo," dijo, mientras adentro, mi maestra la Sra. Gooden estaba recogiendo un
montn de papeles, barajndolos mientras se preparaba para entregarlos, "si te quedas
atascada. Imagina una habitacin vaca, justo por encima de tu cabeza y deja a tu mente
examinarla. Con el tiempo, encontrars la respuesta."

l dej escapar esta ltima parte, no muy Zen en absoluto, mientras se apresuraba a entrar
cuando la campana son.

Incluso en mi estado distrado, mientras lo miraba, me di cuenta de que debera ser ms
agradecida. Claro, habamos hecho un acuerdo, y yo le haba pagado sus veinte dlares la
hora cuando me haca la factura (lo cual hizo de manera quincenal en papel con membrete
impreso, no es broma). Pero aparecer as, con un consejo de ltima hora? Eso estaba por
encima del llamado del deber. Incluso para un mtodo probado en mltiples frentes como el
suyo.

"Gracias, Gervais," dije.

"No me des las gracias," respondi. "Slo ve y consigue ese noventa. No quiero echar a
perder mi tasa de xito."

Asent con la cabeza, luego me gir para entrar en mi saln de clase, deslizndome en mi
asiento. Cuando mir hacia atrs fuera de la puerta, l todava estaba all de pie,
mirndome. J ake Bristol, que estaba sentado a mi lado luciendo sooliento, se inclin sobre
el pasillo, golpeando mi hombro.

"Qu pasa contigo y Miller?" Pregunt. "Ests de profanadora o algo as?"

Slo lo mir. Idiota. No, dije. "Somos amigos."

Ahora, la Sra. Gooden entr por el pasillo, sonrindome mientras deslizaba una prueba,
boca abajo sobre la mesa delante de m. Era alta y guapa, de pelo rubio que llevaba largo,
enroscado hacia atrs con un lpiz cuando estaba ocupada llenando la tabla con teoremas.
"Buena suerte," dijo mientras le daba la vuelta. A primera vista, sent que mi corazn se
277
hunda, inmediatamente abrumado. Pero entonces record lo que haba dicho Gervais, eso
de tomarme mi tiempo y preparar mi cerebro, y entonces cog el lpiz y empez.

El primero de ellos fue fcil. El segundo, un poco ms difcil, pero todava manejable. No
fue hasta que llegu a la parte inferior de la pgina frontal que me di cuenta de que de
alguna manera, estaba haciendo esto. Con cuidado, pasando de una a otra, siguiendo el
consejo de Gervais, anotando la regla de la potencia en el margen: La derivada de una
variable dada (x) para el exponente (n) es igual al producto del exponente y la variable a la
(n -1) de potencia.

Poda or Olivia dicindolo en mi cabeza, justo como o la voz de Gervais, una y otra vez,
dicindome el siguiente paso, y luego el siguiente, cada vez que me encontr dudando.

Quedaban diez minutos en el reloj cuando llegu al ltimo problema, y en ste me tom una
pausa, ms larga que en cualquiera de los otros. Con la mirada fija en l, poda sentirme a
m misma comenzar a asustarme, la preocupacin elevndose lentamente de mis entraas, y
esta vez, ninguna voz apareci, ninguna incitacin para or. Mir a m alrededor a la gente a
ambos lados todava garabateando, a la Sra. Gooden, que estaba hojeando la revista Lucky,
y finalmente al reloj, el que me dej saber que me quedaban cinco minutos. Entonces cerr
los ojos.

Una habitacin vaca, haba dicho Gervais, y al principio intent imaginar paredes blancas,
un piso de madera, una genrica de cualquier lugar. Pero cuando mi mente comenz a
asentarse, algo ms se acerc lentamente a la vista: una puerta abierta balancendose,
revelando una habitacin que reconoc. No era una en la casa amarilla, o incluso de Cora,
sino que era un lugar con altas ventanas de vidrio, un dormitorio al lado con un edredn
limpiado en seco, sofs que apenas se haban utilizados. Una habitacin que no estaba vaca
en definicin, sino que en sentimiento. Y, por ltimo, cuando el ojo de mi mente se traslad
a travs de todo esto, vi una ltima cosa: tapa de botella de cerveza no alcohlica puesta
sobre un mostrador, justo donde alguien la haba dejado para que la encontraran.

Abr los ojos y luego mir hacia abajo al espacio en blanco en mi papel, el problema que
faltaba por resolver. Todava tena tres minutos, mientras rpidamente anotaba una
respuesta, sin pensar, slo por instinto. Luego llev mi trabajo al frente del saln, se lo
entregu y luego empuj la puerta hacia el csped comunal, en direccin hacia el
estacionamiento. Apenas pude or la campana, distante y constante, cuando me fu.

En un mundo perfecto, habra recordado no slo donde estaba el edificio de apartamentos, y
a qu piso tomar el elevador, sino que tambin el nmero exacto de la unidad. Ya que este
era mi mundo, sin embargo, me encontr en el sptimo piso, con todas las puertas
extendidas ante m, y ninguna idea de por dnde empezar. Al final, camin por el pasillo
hasta la mitad y simplemente comenc a golpear.

Si alguien responda, me disculpara. Si no, seguira adelante. En la sexta puerta, sin
embargo, sucedi algo ms. Nadie la abri, pero o un ruido en el interior.
Instintivamentellmalo modo Zenextend la mano y tom el picaporte. No necesitaba
una llave. Se abri.
278

La habitacin estaba tal como la haba imaginado antes. Sofs inalterados, mostrador libre
de desorden, la tapa de la botella justo donde haba estado. La nica diferencia era una
sudadera USWIM colgando sobre la espalda de uno de los taburetes de la sala. La recog,
ponindola en mi rostro mientras respiraba el olor a cloro, de agua. De Nate. Y luego,
todava sostenindola, mir hacia afuera y lo encontr. l estaba de pie en el balcn con las
manos en la barandilla de espaldas a m, aunque haca fro, tanto fro que poda sentir el
aire se filtrndose a travs del cristal mientras me acercaba.

Extend hacia la manija de la puerta para abrirla, y me detuve a mitad de camino,
repentinamente nerviosa. Cmo se puede siquiera comenzar a regresar a alguien, mucho
menos convencerlos de que hagan lo mismo para ti? No tena ni idea. Ms que nunca, sin
embargo, en ese momento tena que creer que la respuesta slo llegara a m. As que abr la
puerta.

Cuando Nate se dio la vuelta, me di cuenta de que lo haba sobresaltado. Su rostro estaba
sorprendido, slo relajndose ligeramente cuando vio que era yo. Para entonces, ya haba
notado las marcas en la mejilla y el mentn, de color rojo cambiando a azul. Llega un
momento cuando las cosas son innegables y no se pueden ocultar por ms tiempo. Incluso a
ti mismo.

"Ruby," dijo. "Qu ests haciendo aqu?"

Abr la boca para decir algo en respuesta a eso. Cualquier cosa, slo una palabra, incluso si
no era perfecta. Pero cuando nada lleg, mir el paisaje extendido detrs de l, amplio y
vasto en ambos lados. No estaba vaco, no en absoluto, pero tal vez esto poda inspirarte
tambin, porque en ese momento, supe exactamente qu decir, o al menos un buen punto de
partida, aunque slo fuera porque Cora me lo haba en ese entonces, cuando todo esto
comenz.

"Hace fro," dije, tendiendo una mano hacia l. "Debes entrar."

279
Captulo Diecinueve

Traducido por Dany
Corregido por Pamee

Nate entr. Conseguir que volviera conmigo, sin embargo, era ms difcil.

De hecho, nos sentamos en el sof de ese apartamento durante ms de dos horas, repasando
todo lo que haba pasado, antes de que finalmente accediera a por lo menos hablar con
alguien. A esta parte, al menos, ni siquiera haba tenido que pensarla. Cog su telfono y
marqu un nmero, y para cuando llegamos a mi casa, Cora ya estaba esperndonos.

Se sentaron en la mesa de la cocina, yo quedndome atrs contra la isleta, mientras Nate le
contaba todo. Acerca de cmo cuando se haba mudado de vuelta, viviendo con su pap,
haba estado bien; ocasionalmente, tena problemas de dinero y problemas con los
acreedores, pero cuando desahogaba su stress sobre Nate era poco frecuente.
Desde el otoo, sin embargo, cuando Rest Assured comenz a esforzarse, las cosas haban
ido empeorando, culminando en los meses seguidos a la Navidad, cuando un montn de
prstamos haban terminado en deudas.

Nate dijo que haba planeado aguantar, pero despus de una pelea muy mala, un par de
noches antescon un resultado de contusiones en su carahaba tenido suficiente.

Cora fue increble ese da. Hizo de todo; desde slo escuchar, con el rostro serio, a
preguntar cuidadosamente, a llamar a sus contactos en la divisin de servicios sociales para
responder a las preguntas de Nate sobre cuales eran sus opciones.

Al final, fue ella quien marc a su madre en Arizona, con su voz tranquila y profesional, le
explic la situacin, y luego asinti solidaria cuando le pas el auricular a Nate para hacer
el resto.
Para esa noche, un billete de avin estaba reservado, y un arreglo temporal de sustento
establecido, Nate pasara el resto del ao escolar en Arizona, seguido por el trabajo en el
Campamento de Natacin en Pennsylvania que haba establecido ya durante el verano.

Cuando llegara el otoo, se desviara hacia la U, donde recientemente haba recibido una
admisin temprana, aunque sin su beca por abandonar el equipo de natacin a mitad de ao
en el equipo.

Sin embargo, l tena la esperanza de que el entrenador pudiera dejarlo intentar de
suplente, o al menos participar en las prcticas. No era exactamente lo que l haba
planeado, pero era algo.

280
El Sr. Cross no estaba feliz cuando se enter de todo esto. De hecho, al principio insisti en
que Nate regresara a casa, amenazndolo de ir a buscar a la polica si no lo haca.
No fue hasta que Cora le inform de que Nate tena ms que suficientes causas para
presentar cargos contra l, que acept, aunque incluso entonces hizo conocido su
descontento con repetidas llamadas telefnicas, as como tambin hacer ms difcil que
Nate pudiera recoger sus cosas y mudarse con nosotros, por los pocos das antes de que
saliera de la ciudad.

Hice mi mejor esfuerzo para distraer a Nate de todo esto, lo arrastr a ver pelculas en el
Vista 10 (donde obtuvo entradas y palomitas gratis, gracias a Olivia), pasando el rato con
Roscoe, y haciendo largos viajes por caf a J ump J ava. l no regres a Perkins, ya que Cora
haba dispuesto para l terminar el poco trabajo que haba dejado a travs de
correspondencia o por Internet, y cada tarde, cuando llegaba al paseo de la entrada, estaba
nerviosa, llamndolo en el momento en que atravesaba la puerta.

Finalmente entend porqu J amie y Cora haban estado conmigo las primeras semanas,
aunque slo fuera por el alivio que senta cada vez que oa su voz respondiendo.

Todo el tiempo, sin embargo, supe que pronto no estara all. Pero nunca habl con l
acerca de esto. Tena suficiente de qu preocuparse, y lo que ms importaba era que yo
estaba ah para l, para lo que fuera que me necesitara. A pesar de todo, la maana de su
vuelo, cuando baj para encontrarlo en el vestbulo de entrada, con sus maletas a sus pies,
sent ese mismo retorcijn el estmago.

No fui la nica alterada. Cora se sorbi los mocos a durante toda la despedida, lo abraz
varias veces, un pauelo aferrado en su mano. "Entonces, te llamar esta noche, slo para
asegurarme de que est establecindote," le dijo. "Y no te preocupes por las cosas al final.
Todo est manejado."

De acuerdo, dijo Nate. "Gracias de nuevo. Por todo."
"No seas un extrao, de acuerdo?" le dijo J amie, dndole un abrazo de oso y una
palmadita en la espalda. Eres de la familia ahora."

Familia, pens salamos de la entrada de coches. El barrio todava estaba dormido, con las
casas oscuras mientras nos dirigamos pasando por los grandes pilares de piedra, y record
cmo me haba sentido, durante todos esos meses, con todo lo nuevo y diferente.

"Ests nervioso?" Le pregunt a Nate, ya estando en la carretera principal.

"No en realidad," respondi l, sentado. "Todo es un poco surrealista, de hecho."

"Te alcanzar eventualmente," le dije. "Probablemente en el momento exacto de que sea
demasiado tarde para volver."

l sonri. "Pero regresar," dijo. "Slo tengo que sobrevivir de Arizona y a mi madre en
primer lugar."

281
"Crees que va a ser tan malo?"
"No tengo ni idea. No es como si ella hubiera elegido que yo fuera all. Slo hace esto
porque tiene que hacerlo."

Asent con la cabeza, desacelerando en un semforo. "Bueno, nunca se sabe. Puede ser que
ella te sorprenda," dije. l no pareca convencido, as que aad: "De cualquier manera,
decidas hacer las maletas en la primera noche, o saltar las cercas. Dale un par de das."

Bien, dijo lentamente, mirndome. "Algn otro consejo?"

Cambi de carril, la mente en la carretera. Era tan temprano, tenamos todos los carriles
para nosotros mismos. "Bueno," dije, "si hay algn vecino molesto que intenta ser amable
contigo, no seas un idiota total con ellos."

"Porque puedes necesitarlos ms adelante," dijo. "Para que te saquen de los bosques, o algo
as."

"Exactamente."

Sent que me miraba, pero no dije nada cuando llegamos hasta la salida en el aeropuerto.
Tal como yo lo saba, dando vueltas alrededor, pude ver un avin sobre nuestras cabezas,
slo una astilla de blanco, subiendo, arriba, arriba.

En la terminal, incluso a esta hora temprana, haba una buena cantidad de personas,
yndose, y regresando a casa. El sol estaba saliendo ahora, el cielo arriba veteado de rosa, a
medida que descargbamos sus cosas, ponindolas en el bordillo junto a l.

Muy bien, dije. "Tienes todo?"

"Creo que s," dijo. "Gracias por el viaje."

"Bueno, lo hice por un tipo de deuda que tengo contigo, le dije, y l sonri. "Pero hay una
cosa ms, en realidad."

Y qu es? "

"Incluso si t haces toneladas de nuevos amigos," le dije, "intenta no olvidar de dnde
vienes, de acuerdo?"

l me mir. "Tengo serias dudas de que puede pasar."

"Te sorprenderas," le dije. Nuevo lugar, nueva vida. No es difcil de hacer."

"Creo, dijo, que voy a tener mucho que recordar."

282
Esper que esto fuera cierto. Incluso si no lo fuera, lo nico que poda hacer era entregar lo
que pudiera, con la esperanza de algo a cambio. Pero, por supuesto, esto era ms fcil de
decir que de hacerlo.

Desde la Navidad, haba estado intentando encontrar el regalo perfecto para Nate, algo
fenomenal que pudiera acercarse a todo lo que l me haba dado. Una vez ms, pens que
no tena nada que ofrecer. Pero luego mir hacia abajo y me di cuenta que estaba
equivocada.

El cierre de mi collar fue obstinado al principio, y cuando saqu la llave de la casa amarilla,
not cuan usada estaba. Especialmente en comparacin con la nueva y brillante de la casa
de J amie y Cora, que deslic en la cadena de su lugar. Luego tom la mano de Nate,
volvindola hacia arriba, y presion las dos en su palma.

"Bueno," dije, "por si acaso."

l asinti, envolviendo la mano alrededor del collar, y tambin de mi mano.
Esta vez, dej que mi mano se relajara, sent el calor all, presionando de vuelta, antes de
acercarme. Entonces me estir, deslizando la mano detrs de su cuello y atrayndolo para
un beso, cerrando el espacio entre nosotros de una vez por todas.

En las semanas posteriores, Nate y yo habamos estado en contacto constante, tanto por
telfono y en UMe.com. Mi pgina, tanto tiempo inactiva, ahora no slo trabajaba sino que
estaba llena de extras, gracias a Olivia, que me ayud a crear y ajustarla en una base
regular. Hasta el momento, slo acumulaba unos pocos amigosella, Nate, Gervais, as
como J amie, quien me enviaba ms mensajes que nadieaunque tena muchas fotos,
incluyendo un par de Nate que haba enviado de l en su nuevo trabajo, salvando vidas en
una piscina cerca de la casa de su mam.

l nadaba todos los das ahora, trabajando en su tiempo y ponindose en forma, dijo que
era lento el progreso, pero que estaba viendo las mejoras, poco a poco.

A veces por la noche en mi habitacin cuando no poda dormir, me lo imaginaba en la
piscina, cruzando su longitud una y otra vez, carrera por carrera.

En mi fotografa preferida, sin embargo, l no estaba en el agua, sino que posaba adelante
del puesto de salvavidas. Est sonriendo, el sol brillando detrs de l, y tiene un silbato
alrededor de su cuello.
Y si miras muy de cerca, se puede ver que hay otra cadena ms delgada atrs, con algo ms
que cuelga de ella. Era difcil distinguirla, exactamente. Pero yo saba lo que era.

283
Captulo Veinte

Traducido por Helectra
Corregido por Pamee

Ruby? Ests lista?

Di la vuelta, mirando sobre mi hombro a Cora, quien estaba parada en la puerta de la
cocina, con la cartera sobre su hombro.

Nos vamos? pregunt.

Tan pronto como J amie encuentre la videocmara, respondi Est determinado a
capturar todo momento de ste hito.

Tienes que documentar los importantes eventos familiares! o a J amie gritar desde algn
lugar detrs de Cora. Me lo agradecers despus

Cora gira los ojos. Cinco minutos sea que la encuentre o no. No queremos llegar tarde
ok?

Asent con la cabeza, y ella se agach de nuevo en el interior, y la puerta se cerr tras ella,
mientras yo me giraba hacia el estanque. Haba estado pasando mucho tiempo all afuera
ltimamente, desde el da hace un par de meses atrs cuando llegu a casa desde el trabajo
para encontrarla a ella y a J amie amontonados sobre algo en el vestbulo.

J amie. Sultala.

No la estoy abriendo, slo estoy mirando.

Podras detenerte?

Me acerqu detrs de ellos. Qu hacen chicos?

Cora salt, sorprendida. Nada, dijo. Slo estbamos

Tienes una carta de la U, me dijo J amie, sosteniendo lo que ahora vi era un sobre. La
traje hace una hora. La anticipacin ha estado matndonos.
Estaba matando a J amie, dijo Cora. Yo estaba bien.

Camin hacia donde estaban ambos de pie, tomando el sobre de l. Despus de todo lo que
haba escuchado y ledo acerca de gruesas y delgadas cartas, sta era, por supuesto,
ninguna. Ni abultada, ni delgada, sino justo en el medio.
284

Slo dan una pgina para decir no, me dijo J amie cuando dije esto en voz alta. Es slo
una palabra, despus de todo.

J amie, por el amor de Dios! Cora le dio un manotazo. Detente.

Mir el sobre de nuevo. Voy leerla afuera, dije. Si est bien.

J amie abri la boca para protestar, pero Cora puso su mano sobre sta. Est bien, dijo.
Buena suerte.

Entonces era abril. El csped haba pasado de duras protuberancias marrones, a verde
fresco, y los rboles estaban todos florecidos, derramando polen por todos lados. Una fina
brisa estaba soplando mientras caminaba hacia el estanque, el sobre colgando de mi mano.
Camin directo a la orilla, donde poda ver mi reflejo, entonces lo rasgu y lo abr.

Estaba a punto de desplegar las pginas en el interior cuando vi algo, por el rabillo del ojo,
movindose rpido, tan rpido que casi lo dud. Di un paso ms cerca, mirando dentro de
las turbias profundidades, ms all de las rocas y algas y los brotes de lirios, y ah, bastante
seguro, vi un destello de blanco pasando borroso. Haba otros tambin, dorados y moteados
y negros, nadando profundo, pero fue el blanco, mi pez, el que vi primero. Tom un
profundo aliento y rasgu la carta, abrindola.

Querida Sra. Cooper, comenzaba. Estamos complacidos de informarle

Gir alrededor, mirando de vuelta a la puerta de la cocina, donde como era de esperar,
estaban J amie y Cora de pie, observndome. J amie la abri, luego sac la cabeza. Y
bien? dijo.

Buenas noticias, dije.

Si? Tras l, Cora llev una mano a su boca, sus ojos amplindose.

Asent. Y los peces estn de vuelta, vengan a ver.

Ahora, a mediados de J unio, ellos estn incluso ms presentes, circulando alrededor de los
lirios y las hierbas acuticas. Encima de estos, en la superficie del agua, poda ver mi
reflejo: mi pelo suelto, toga negra y birrete en una mano. A continuacin la brisa sopl a
travs del patio, haciendo susurrar las hojas sobre mi cabeza, llenando todo el lugar de
murmullos. A mi lado, sentado en la hierba, Roscoe cerr los ojos.

Como siempre, cuando me vea a mi misma, me resultaba extrao estar sin mi collar.
Incluso ahora estaba muy consciente de su ausencia, el espacio vaco donde por tanto
tiempo haba visto algo familiar. Unos das atrs, sin embargo, estaba buscando dentro de
un cajn y a travs de l top con la caja que Nate me haba dado para el da de San
Valentn.

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La siguiente vez que hablamos, mencion esto, y me dijo que lo abriera. Cuando lo hice, vi
que haba sabido lo que necesitaba incluso antes que yo. Dentro haba un par de aretes en
forma de llaves claramente trabajo de Harrietincrustados con piedras rojas. Los haba
estado usando cada da desde entonces. Mir a travs del patio, los rboles se mecan desde
lo alto hacia la casa de Nate. Todava la llamo asun hbito que debera rompera pesar
de que ni l ni su padre haban vivido all desde hace un tiempo. El Sr. Cross la haba
puesto en venta en Mayo, justo despus de una demanda presentada por varios clientes de
Rest Assured quienes haban empezado a notar y cuestionar, varias discrepancias en sus
cuentas.

La ltima vez que haba odo de l, estaba todava en el negocio, pero por poco, y rentado
un apartamento en algn lugar de la ciudad. Los nuevos dueos de la casa tenan nios
pequeos y usaban la piscina todo el tiempo. En las tardes clidas desde mi ventana, poda
orlos rer y salpicarse.

En cuanto a m, gracias a Gervais y su mtodo, haba logrado un 9,1 en mi prueba de
clculo garantizndome un lugar en la Uy pronto estara caminando a travs del verde
csped de Perkins Day, recibiendo mi diploma del Sr. Thackray, oficialmente graduada de
la secundaria. En el perodo previo a la ceremonia, haba recibido un sinfn de papeleo y e-
mails acera de cmo obtener los boletos para la familia, y todas las reglas y regulaciones de
cuanto se nos permita reservar. Al final tom cuatro, para Cora, J amie, Raggie y Harriet.
No todos eran familia pero, si haba una cosa que haba aprendido en estos ltimos meses,
era de que se trataba de una definicin flexible.

Al menos esa fue la tesis final de mi proyecto de ingls, el cual haba entregado durante la
ltima semana de clases. Cada uno deba pararse frente a la clase y hacer una presentacin
que explicara nuestra investigacin y conclusiones, y en mi caso, haba consistido en dos
imgenes. La primera era de la gran tribu de J amie, la cual present, mientras explicaba
acerca de las diferentes definiciones y como todas ellas se relacionan entre s. La segunda
ms reciente de mi dcimo octavo cumpleaos, que Cora me haba hecho a finales de
Mayo. Le dije que no hiciera un escndalo, pero por supuesto me ignor, insistiendo en
que debamos hacer algo y que poda invitar a quien quisiera ara celebrar conmigo.
En la foto estamos todos posando junto al estanque, un grupo grande. Estoy en medio con
Cora a un lado y Olivia al otro. Puedes ver a J amieun poco borroso por venir corriendo
de nuevo junto a nosotros, luego de ajustar el temporizador de la cmaraque est de pie
junto a Harriet, quien me est mirando y sonriendo, Reggie, quien por supuesto est
mirndola. J unto a ellos se puede ver a Laney, con una gran sonrisa, y a continuacin
Gervais, el nico que est comiendo, un plato de torta en su mano. Al igual que la primera,
que haba estudiado todos estos meses, esta no es perfecta, ni por asomo. Pero en ese
momento, era exactamente lo que se supona que deba ser.

Tambin, como la de la familia de J amie, ya estaba cambiando, incluso ese da, aunque no
lo saba. Eso ocurri un par de semanas ms tarde cuando estaba por salir para la escuela
una maana y encontr a mi hermana sentada en su cama llorando.

Cora? dej mi mochila en el piso y fui a sentarme a su lado qu est mal?

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Ella respir fuertemente, estremecindose, moviendo la cabeza, claramente incapaz de
responder, para entonces, sin embargo, no lo necesitaba, ya haba visto la caja del test de
embarazo en la mesita de noche. oh Cora, dije Est bien.

Yoyo dijo sollozando a travs de sus palabras.

Qu est pasando? dijo J amie quien acababa de subir las escaleras, cuando lleg a la
habitacin. Seal con la cabeza la caja del test y su cara decay Oh, dijo tomando
asiento al otro lado de Cora, Cario, todo est bien, tenemos que apuntarnos con el doctor
la prxima semana, veremos qu est sucediendo.

Estoy bien, farfull ella mientras yo tomaba algunos pauelos.Realmente lo estoy.

Me acerqu, tomando su mano para que pudiera poner los pauelos en sta, ella segua con
el test en la otra mano, asique la tom y ella suspir profundamente, no fue sino hasta que
lo dej en la cama, junto a m, que en realidad lo mir.

Lo ests, sin embargo? J amie estaba diciendo frotando sus hombros. ests segura?

Me qued mirando la prueba de nuevo, por una segunda vez, luego una tercera. S, dije
sostenindola, el signo positivo ms que claro, mientras Cora se disolva en lgrimas.

Es positiva.

Ella haba estado enferma, da y noche, y tan cansada que no poda quedarse mucho ms
que pasada la cena, y no es la haba odo quejarse una sola vez.

Todo esto me hizo pensar, y pocos das despus de mi cumpleaos, me sent en mi
escritorio a escribir una carta, con mucho retraso, a mi propia madre, quien estaba todava
en rehabilitacin en Tennessee. No estaba segura de lo que quera decir sin embargo, y
luego de estar sentada all durante una hora completa, sin que nada viniera a mi cabeza,
acab fotocopiando la carta de aceptacin a la U, y la deslic dentro del sobre.
No fue un fin, de todos modos, sino un avance. As nada ms, ahora que sabamos dnde
encontrarnos la una a la otra, incluso si slo el tiempo dira si cualquiera de nosotras
vendra a buscar a la otra. La tengo, vamos! escuch gritar a J amie desde el interior de la
casa.

Roscoe movi sus orejas, y lo vi correr haciendo sonar su collar a travs de la hierba de la
casa.
Fue entonces, cuando supe que estaba sola, al menos por el momento, que alcanc el
bolsillo debajo de mi toga, saqu la llave de la casa amarilla, que haba guardado mi
escritorio, desde el da que Nate se haba ido, traz su forma por ltima vez antes de doblar
mi mano a su alrededor.

Detrs de m Cora me estaba llamando otra vez. Mi familia me esperaba. Mirando hacia
abajo al estanque, todo en lo que pude pensar fue que era una cosa increble, cmo un
mundo completo puede levantarse de lo que parece ser nada en absoluto. Me acerqu al
287
borde manteniendo los ojos en mi reflejo, mientras dejaba caer la llave en el agua, donde
aterriz con un chapoteo.

Al principio los peces se alejaron de ella, pero a medida que comenz a hundirse, dieron
vuelta reunindose a su alrededor, juntos, ellos la siguieron hacia abajo, abajo hasta que
se haba ido.

288

Traduccin en el Foro Dark Guardians
Traductora a cargo
Annae

Traductoras
Maka.mayi
Annae
Dr. Clo
Selune
Helectra
Sray8
Mina
Maybe
Drifted
Ateh
Pamee
Dany

Diseo y Formato
Pamee

Recopilacin
Pamee
Correctoras
Moshalutz
Mnica
Majorera19
Annae
J aNny
Danny_DD
Helectra
Nyx.Alexa
Grace
Valentine Belik
Maweyumi
Pamee

Revisin
Annae
Pamee

289

Vistanos en Dark Guardians
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Sarah Dessen Traducido en Dark Guardians

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