Summa Daemoniaca

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Summa Daemoniaca

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Tratado de demonologa y manual de exorcistas

Jos Antonio

Fortea

Editorial Dos Latidos Zaragoza, Espaa, 2012


Copyright Jos Antonio Fortea Cucurull Summa Daemoniaca, versin 9 www.fortea.ws

summa daemoniaca
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Tratado de Demonologa y Manual de Exorcistas


j.a Fortea

Por m se va a la ciudad del llanto; por m se va al eterno dolor; por m se va hacia la raza condenada: la justicia anim a mi sublime arquitecto; me hizo la Divina Potestad, la Suprema Sabidura y el primer Amor. Antes de m no hubo nada creado, a excepcin de lo inmortal, y yo duro eternamente. Oh vosotros los que entris, abandonad toda esperanza!
inscripcin que Dante Aligheri coloca en el dintel de entrada al infierno

n d i c e
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N D I C E

G E N E R A L

ndice general ndice de cuestiones Introduccin

Tratado de demonologa
ParteI Naturaleza demonaca ParteII La tentacin y el pecado ParteIII El obrar del demonio en el hombre y la naturaleza ParteIV Cuestiones teolgicas ParteV Cuestiones bblicas ParteVI El infierno ParteVII Apndices Ap.1 La Mstica Ciudad de Dios Ap.2 El Leviatn y el Behemot Ap.3 El demonio y las Reglas de San Ignacio

Manual de exorcistas
CaptuloI La posesin CaptuloII El exorcismo y el exorcista CaptuloIII Fenomenologa demonaca CaptuloIV Casos CaptuloV Historia del exorcismo en el cristianismo CaptuloVI Escala SD de grados de posesin e influencia CaptuloVII Suplementos Sup.1 Los casos especiales de posesin Sup.2 Legislacin Cannica Sup.3 La medalla de San Benito

El mal
SeccinI Cuestiones sobre el Mal SeccinII Esttica del Mal SeccinIII El Mal en el Cristianismo SeccinIV El III Reich y el Mal SeccinV La Ciudad de Dios y la Ciudad del Hombre SeccinVI Enfermedad psiquitrica y vida cristiana SeccinVII Cuestiones Quolibetales Conclusin

ndice de cuestiones

Se puede llegar a distinguir las tentaciones que proceden de nosotros mismos de las del demonio? Qu hacer ante la tentacin? Puede tener el demonio alguna tctica al tentarnos? Puede Dios tentar? Por qu Dios permite la tentacin? Qu es la muerte eterna? Cul es el proceso que lleva a la muerte eterna?

Naturaleza demoniaca
Qu es un demonio? Por qu Dios puso una prueba a los demonios? Por qu Dios no retir la libertad al ver que comenzaban a pecar? Son todos los demonios iguales? Zoologa y demonologa Astronoma y demonologa Cules son los nombres del demonio? Hay tiempo en los demonios? En qu piensa un demonio? Cul es el lenguaje de los ngeles? Dnde estn los demonios? Conocen el futuro? Puede un demonio hacer algn acto bueno? Puede experimentar el demonio algn placer? Es el demonio libre para hacer ms o menos mal? Cules son los ms malignos de todos los demonios?

El obrar del demonio respecto al hombre y a la naturaleza


Qu diferencia hay entre natural, preternatural y sobrenatural? Los demonios aumentan su castigo por el mal que hacen a los hombres? Se puede hacer un pacto con el demonio? Puede el demonio provocar una enfermedad mental? El demonio puede provocar una enfermedad? Cmo se puede distinguir si una visin es un problema demonaco o psiquitrico? Pueden los demonios producir pesadillas? Pueden leer nuestros pensamientos? Pueden provocar desastres o accidentes? Pueden los demonios hacer milagros? Cmo podemos saber que algo est provocado por el demonio? Puede el demonio provocar mala suerte? Qu es el maleficio? Tiene efectividad el maleficio? Qu hacer en caso de maleficio? Qu es el hechizo? Importa el modo de hacer un maleficio o un hechizo? Cul es la diferencia entre magia blanca y magia negra? Adivinan el futuro los magos por intervencin del demonio?

La tentacin y el pecado
Por qu pecamos? Cuntas tentaciones proceden del demonio? Podemos ser tentados ms all de nuestras posibilidades? Por qu el Diablo tent a Jess? Sabe el demonio que Dios es impecable?

Interviene el demonio en el horscopo, el tarot y otras formas de adivinar el futuro? Puede un demonio provocar falsas visiones en un mstico? Puede provocar estigmas? Qu forma poseen los demonios cuando se aparecen a los hombres? Es el demonio el que provoca la noche del espritu?

Cuestiones teolgicas
Odia Dios a los demonios? Pueden los demonios aunar y concentrar sus esfuerzos para influir en una sociedad? Por qu Satans no se manifiesta a los hombres desplegando todo su poder? Dentro de la Iglesia a quin odia ms? Mientras anduvo Jess en carne mortal sobre la Tierra saba el demonio que El era el Mesas? Cul fue la criatura ms excelsa creada por Dios: la Virgen o Lucifer? Por qu el agua bendita atormenta al demonio? Qu otros objetos atormentan a los demonios? Cul es el demonio meridiano? En qu ocupan su tiempo los ngeles? Existe un sacerdocio en el mundo anglico?

Es adecuado pintar al demonio con cuerpo de hombre y cuernos?


Por qu hay agua bendita a la entrada de las iglesias? Es el demonio un mero smbolo del mal o existe en la realidad?

Qu significado tena el envo de la oveja a Azazel que aparece en el libro del Levtico? Por qu la Sagrada Escritura dice que los demonios estn en las regiones del aire? Por qu en la Sagrada Escritura Dios llama al Diablo el Prncipe de este mundo? Por qu el demonio Asmodeo huye al quemar Tobas el corazn y el hgado del pez? Hay algn smbolo en ese corazn e hgado del pez de Tobas? Qu quiere significar San Pablo al decir que Cristo llev en su cortejo triunfal a los demonios? Por qu se le llama al Diablo el Acusador? Conversan entre s Dios y el Diablo? Es lcito insultar a los demonios? Por qu dice el apstol Santiago que los demonios creen en Dios? Los hechos ocurridos en el libro de Job son histricos? Por qu se dice que el Leviatn tiene varias cabezas? Por qu aparece con ms frecuencia Satans en el Nuevo Testamento que en el Antiguo? El Anticristo es el Diablo? Puede tener un hijo el Diablo? Cabe una paternidad espiritual del Diablo? Qu significa el 666?

El infierno
Cuntos demonios se condenaron? Por qu no aniquila Dios al demonio? Los demonios preferiran dejar de existir? Es peor la condenacin de los demonios o la de los hombres? Por qu el infierno tiene que ser eterno? Puede Dios perdonar a los demonios? Qu penas hay en el infierno?

Cuestiones bblicas
Qu diferencia hay entre el temor a Dios y el temor al demonio? Qu orden siguen las tres tentaciones de Jess en el desierto? Qu son los mil aos en que estar encadenado el Diablo?

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La posesin
Qu es la posesin? Cules son las caractersticas esenciales para diagnosticar una posesin? Consideraciones psiquitricas El demonio tambin posee el alma del poseso? Cul es el modo ms prctico para saber si alguien est poseso? Qu argucias puede usar el demonio para ocultar su presencia en el poseso? Qu son los demonios ocultos? Qu oracin se debe hacer para saber si alguien est poseso? Cules son las causas de la posesin? Por qu posee el demonio? Por qu Dios permite que existan posesiones? Qu diferencia hay entre el desdoblamiento de personalidad y la posesin? Qu fenmenos extraordinarios se dan en la posesin? En el Evangelio no podra ser la posesin un mero smbolo de la liberacin del mal? Hubo posesiones en la poca del Antiguo Testamento? Por qu ahora hay menos casos de posesin que en la poca del Evangelio? Qu tipos de demonios aparecen en las posesiones? Qu sucede si un poseso muere antes de que salga el demonio? Pueden las almas de los condenados poseer? Pueden los posesos matarse? Pueden los posesos matar? Los asesinos en serie que cometen crmenes horribles son posesos?

Es obligatorio un informe psiquitrico para proceder al exorcismo? Por qu se necesita permiso del obispo para exorcizar? Qu era la orden menor del exorcistado? Qu hacer en caso de absoluta ausencia de exorcista? Puede exorcizarse a un no catlico? Pueden ser infestados los animales? Es cierto que durante el exorcismo el poseso revela los pecados de los presentes? Quin puede ser exorcista? Hay exorcismos fuera de la Iglesia Catlica? Existan exorcismos antes de Cristo? Por qu algunos exorcismos se prolongan mucho en el tiempo? Es preferible seguir hasta el final en una sesin o hacer varias sesiones? Consejos prcticos para el exorcismo. Cmo se sabe cuando ha salido el ltimo demonio? Puede volver a quedar poseso el que ha sido exorcizado? Qu sucede si en un exorcismo los demonios no salen? Qu es lo que hace que un demonio salga de un cuerpo en un exorcismo? Qu es ms importante la confesin o el exorcismo? Glosario

Fenomenologa demonaca
Cul es la fenomenologa demonaca? Qu es la influencia externa? Qu es la influencia interna? Cul es la diferencia entre influencia externa e interna? Qu es la oracin de liberacin? Cmo hacer la oracin de liberacin? Qu es la infestacin? Qu es el mandatum? Qu son los demonios ncubos y scubos?

El exorcismo y el exorcista
Qu es el exorcismo? Cul es el modo ideal de organizar este ministerio del exorcistado?

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El mal
Qu es el mal? Existe el mal? Cules son los tipos de mal? Es el mal un concepto religioso? Hasta dnde puede llegar el mal? No existe el mal infinito? Est Dios por encima del bien y del mal? Cul es el mayor mal? Es el pecado un concepto religioso? Hay algn mal imperdonable? Con la sola razn sabramos que existe la condenacin eterna? Slo se condenan los que quieren? Puede uno condenarse por pequeos pecados? Dnde est la raya divisoria entre el mal realizado en grado sumo y la locura? Qu significa que Dios sondea los abismos?

Cuestiones quolibetales
Cul es la diferencia entre magia y religin? Dnde acaba la demonologa y empieza la parapsicologa? Qu significa y descendi a los infiernos?

Cules fueron las moradas de los infiernos a los que descendi Jess tras morir? Cmo protegerse de los ataques del demonio? Se conden Judas Iscariote? Por qu los demonios usan los sentidos corporales cuando poseen a alguien? Odia el demonio a los judos? No hay peligro de soberbia para el exorcista? Algn da habr un nmero suficiente de exorcistas? Qu hacer si un obispo se opone a este ministerio? No podra Dios amnistiar a los condenados al infierno como un acto de mera gracia? No podra Dios acabar con la existencia de los condenados por un acto de su divina misericordia? Si se arrepintiera ahora mismo el demonio sera perdonado? Toda la ciencia sobre el demonio se contiene en este tratado? Dios conoce todo mal? Est Dios en el infierno? Ya para siempre existir el mal? Existir el mal por los siglos de los siglos?

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Introduccin

mplio, vasto y profundo es el mundo de los demonios. Este libro trata de ese mundo. Contemplo el libro, tras tantos aos de trabajo, y me complazco en l: dar gloria a Dios. He optado por escribir un libro al modo de los antiguos tratados escolsticos, es decir una obra distribuida en infinidad de cuestiones de heterognea extensin y desigual peso teolgico. Por qu? Pues porque me pareci el modo ms libre de poder tratar el tema desde todos los puntos de vista. Y sobre todo me pareci sta la manera de poder abarcar al demonio en todos sus aspectos y detalles. En una materia como sta, los detalles son muy importantes. Cada detalle de la Biblia sobre el demonio no es ocioso. Siempre me fascinaron aquellos viejos tomos escolsticos escritos en letra gtica en los que los temas teolgicos iban apareciendo con una lgica frrea y al mismo tiempo segn el inters y gustos del monje o religioso que la dictaba a su secretario doblado sobre su scriptorio.

s como mi tesis sobre el exorcismo, la que hice para la universidad, estaba plagada de notas a pie de pgina, de citas eruditas y de temas que los acadmicos consideran serios y graves, en sta he querido hacer una obra ms libre, menos sujeta a ningn esquema preconcebido. No me hubiera sido difcil dar a todo el contenido de este libro otro aspecto formal aparentemente ms orgnico, pero hice la obra tal cual me habra gustado leerla. Ahora con el libro
consumado contemplo una construccin, una construccin intelectual sobre el mundo anglico cado. Este libro me recuerda a una construccin arquitectnica medieval. Con sus

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pilares, sus galeras y recovecos. Un libro con sus capiteles, prticos y criptas. Por esta obra sobre el demonio se puede ir y venir, recorrerla exhaustivamente o pasear por ella, es una construccin teolgica. Una especie de laberinto demonaco con sus cuestiones, partes, apndices, suplementos y anexos. Una construccin al fin y al cabo, levantada con conceptos en vez de piedras, o mejor dicho, con las piedras de los conceptos. Y todo erigido bajo las firmes leyes de la lgica, todo este aparente laberinto sujeto a una estructura frrea que se esconde tras la aparente selva de cuestiones.

l acabar esta introduccin, me

l lector le pido que no olvide

durante su lectura (durante el deambular en el seno de esta construccin) lo que no se olvid durante su escritura: que toda construccin teolgica ha sido erigida a la mayor gloria de Dios. Es curioso, hasta una construccin teolgica sobre el demonio proclama el poder de la omnipotente mano divina. Algunos me han preguntado qu significa el ttulo latino de esta obra. Summa Daemoniaca se traduce como Suma de cuestiones relativas al demonio. En latn el sustantivo summa significa suma, conjunto, generalidad. El adjetivo daemoniaca puede significar maligno, demonaco, pero tambin lo relativo al demonio, lo que concierne al demonio, en este segundo sentido se ha tomado para el ttulo.

gustara decir que es posible que alguno de los lectores de este libro, puede comenzar a leerlo con un cierto sentimiento de culpabilidad. Preguntndose si le es lcito profundizar en estos misterios de la oscuridad. Preguntndose si est bien sumergirse en este conocimiento, sin necesidad de ello. Debo decir que existe un buen conocimiento del Mal. As como puede existir un mal conocimiento del Bien. El buen conocimiento del Mal lleva a Dios. Del mismo modo, un conocimiento deformado del Bien aleja de Dios. Se puede afirmar que el conocimiento del Mal, lleva al Bien. Es la corrupcin del conocimiento la que lleva al Mal. La curiosidad por estos temas siempre ha existido en la naturaleza humana, aqu se puede satisfacer tal inters, aqu se puede satisfacer tal hambre de conocimiento. Cuntas personas a lo largo de los aos se han puesto en contacto conmigo para decirme que tras leer este libro se convirtieron, se confesaron, comenzaron a ir a misa, cambiaron de vida. Cuntas personas a lo largo de estos aos me han dicho que, tras leer este libro, se dijeron a s mismas que haran lo que hiciera falta con tal de no ser arrojadas por toda la eternidad en esas profundidades donde slo habitan demonios y almas condenadas. Cuntas personas, en estas pginas, han pasado del conocimiento a la vida, del conocimiento del odio al amor.

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Tratado de demonologa
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ParteI Naturaleza demonaca

Cuestin 1 Qu es un demonio?

n demonio es un ser espiritual de naturaleza anglica condenado eternamente. No tiene cuerpo, no existe en su ser ningn tipo de materia sutil, ni nada semejante a la materia, sino que se trata de una existencia de carcter ntegramente espiritual. Spiritus en latn significa soplo, hlito. Dado que no tienen cuerpo, los demonios no sienten la ms mnima inclinacin a ningn pecado que se cometa con el cuerpo. Por tanto la gula o la lujuria son imposibles en ellos. Pueden tentar a los hombres a pecar en esas materias, pero slo comprenden esos pecados de un modo meramente intelectual, pues no tienen sentidos corporales. Los pecados de los demonios, por tanto, son exclusivamente espirituales. Los demonios no fueron creados malos. Sino que al ser creados, se les ofreci una prueba, era la prueba previa antes de la visin de la esencia de la Divinidad. Antes de la prueba vean a Dios pero no vean su esencia. El mismo verbo ver resulta aproximativo, pues la visin de los ngeles es una visin intelectual. Como a muchos les resultar muy difcil entender cmo podan ver/conocer a Dios, pero no ver/conocer su esencia habra que proponer como

comparacin que sera como decir que ellos vean a Dios como una luz, que le oan como una voz majestuosa y santa, pero que su rostro segua sin desvelarse. De todas maneras, aunque no penetraran su esencia, saban que era su Creador, y que era santo, el Santo entre los Santos. Antes de penetrar en la visin beatfica de esa esencia divina Dios les puso una prueba. En esa prueba unos obedecieron, otros desobedecieron. Los que desobedecieron de forma irreversible se transformaron en demonios. Ellos mismos se transformaron en lo que son. Nadie les hizo as. Se sucedieron unas fases en la psicologa de los ngeles antes de transformarse en demonios. Estas fases se dieron no en el tiempo material, sino el evo1. Al darse en el evo, estas fases a los humanos nos parecera que fueron casi instantneas. Pero lo que a nosotros nos parecera tan breve, para ellos fue muy largo. Las fases de transformacin de ngel a demonio fueron las siguientes: Al comienzo les entr la duda, la duda de que quiz la desobediencia a la Ley divina fuera lo mejor. En el momento en que voluntariamente aceptaron la posibilidad de que la desobediencia a Dios fuera una opcin a considerar ya pecaron. Al principio esa aceptacin de la duda constituira un pecado venial que poco a poco fue evolucionando al pecado grave. Pero al principio, ninguno de ellos en esta primera fase estaba dispuesto a alejarse irreversiblemente, ni siquiera el Diablo. Fue posteriormente cuando se fue asentando en sus inteligencias lo que su voluntad haba escogido a pesar del dictamen de su inteligencia que les recordaba que tal desobediencia era contra razn. Pero sus voluntades se fueron alejando de Dios, y como

El evo es el tiempo de los espritus. La explicacin detallada de qu es el evo aparece ms adelante en esta obra.

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consecuencia de ello sus inteligencias fueron aceptando como verdadero el mal que su voluntad haba escogido. Sus inteligencias fueron consolidndose en el error. La voluntad de desobedecer se fue afianzando, hacindose esa determinacin cada vez ms profunda. Y la inteligencia iba buscando ms y ms razones para que eso le resultase cada vez ms justificable. Finalmente ese proceso llev al pecado mortal que se dio en un momento concreto, a travs de un acto de la voluntad. Es decir, cada ngel lleg un momento en que no slo quiso desobedecer, sino que incluso opt ya por tener una existencia al margen de la Ley divina. Ya no era un enfriamiento del amor a Dios, ya no era una desobediencia menor a algo determinado que les resultase difcil de aceptar, sino que en la voluntad de muchos de ellos apareci la idea de un destino aparte de la Trinidad, un destino autnomo. Los que perseveraron en este pensamiento y decisin comenzaron un proceso de justificacin de esta eleccin. Comenzaron un proceso en que se trataron de autoconvencer de que Dios no era Dios. De que Dios era un espritu ms. De que poda ser su Creador, pero que en l haba errores, fallos. Comenzaban a acariciar la posibilidad que haba aparecido en sus inteligencias: la posibilidad de una existencia aparte de Dios y de sus normas. La existencia aparte de Dios apareca como una existencia ms libre. Las normas de Dios, la obediencia a l y a su voluntad, aparecan progresivamente como algo opresor, pesado. Dios comenzaba a ser visto como un tirano frente al que haba que liberarse. En esta nueva fase de alejamiento, ya no era simplemente que buscaran un destino fuera de Dios, sino que Dios mismo les pareca que era un obstculo para alcanzar esa libertad. Pensaban que la belleza y felicidad del mundo anglico hubiera sido mucho ms

feliz y libre sin un opresor. Por qu haba un Espritu que se alzaba por encima de los dems espritus? Por qu su voluntad se deba imponer sobre la de los dems espritus? Por qu una Voluntad debe imponerse sobre otras voluntades? No somos nios, no somos esclavos, debieron pensar. Dios ya no era un elemento que haban dejado atrs, sino que comenzaba a convertirse para ellos en el mal. Y as comenzaron a odiarle. Las llamadas de Dios hacia estos ngeles para que volvieran hacia El eran vistas como una intrusin inaceptable. En esta fase, el odio en unos creci ms, en otros espritus menos. Puede sorprender que un ngel llegue a odiar a Dios, pero hay que entender que Dios ya no era visto por ellos como un bien, sino como un obstculo, como una opresin, l era visto como las cadenas de los mandamientos, como la falta de libertad. Ya no era visto como un Padre, sino como fuente de rdenes y mandatos. El odio naci con la energa de sus voluntades resistiendo una y otra vez a las llamadas de Dios que como un padre les buscaba. El odio naci como reaccin lgica de una voluntad que tiene que afianzarse en su decisin de abandonar la casa paterna, por decirlo en trminos que resulten inteligibles para nosotros. Es decir, alguien que se marcha de casa al principio simplemente quiere marcharse, pero si el padre le llama una y otra vez, el hijo acaba diciendo djame en paz. Dios les llamaba entonces, pues saba que cuanto ms tiempo sus voluntades estuvieran alejadas de l, ms se afianzaran en su alejamiento. Por supuesto que muchos ngeles que se haban alejado en un primer momento volvieron. Esta es la gran lucha en los cielos de la que se habla en Apocalipsis 12: Y se entabl un combate en el cielo: Miguel y sus ngeles luchando con

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el Dragn. Y el Dragn luch y sus ngeles, pero no tuvieron fuerza, no volvi a encontrarse su sitio en el cielo. Fue expulsado el gran Dragn, la Serpiente antigua que se llama Diablo y el Adversario, que engaa al orbe entero. Fue expulsado a la tierra, y sus ngeles fueron expulsados con l Cmo los ngeles pueden luchar entre s? Si no tienen cuerpo, qu armas pueden ser usadas. El ngel es espritu, el nico combate que se puede entablar entre ellos es intelectual. Las nicas armas que pueden blandir son los argumentos intelectuales. Esa lucha fue una lucha intelectual. Dios enviaba la gracia a cada ngel para que volviera a la fidelidad o se mantuviera en ella. Los ngeles daban argumentos a los rebeldes para que volvieran a la obediencia. Los ngeles rebeldes daban sus razones para fundamentar su postura y para introducir la rebelin entre los fieles. En esta angelical conversacin de miles de millones de ngeles hubo bajas por ambos lados: ngeles rebeldes regresaron a la obediencia, ngeles fieles fueron convencidos con la seduccin de los razonamientos malignos. La transformacin en demonios fue progresiva. Con el transcurrir del tiempo -el evo es un tipo de tiempo- unos odiaron ms a Dios, otros menos. Unos se hicieron ms soberbios, otros no tanto. Cada ngel rebelde fue deformndose ms y ms, cada uno en unos pecados especficos. As como, por el contrario, los ngeles fieles se fueron santificando progresivamente. Unos ngeles se santificaron ms en una virtud otros en otra. Cada ngel se fij en un aspecto u otro de la divinidad. Cada ngel am con una medida de amor. Por eso en el bando de los fieles comenz a haber muchas distinciones, segn la intensidad de las virtudes que cada ngel practic ms. Cada ngel tena su propia naturaleza dada por Dios, pero cada uno

se santific en una medida propia segn la gracia de Dios y la correspondencia de la propia voluntad. Esto es vlido pero al revs, para los demonios. Cada uno recibi de Dios una naturaleza, pero cada uno se deform segn sus propios caminos extraviados. Por eso la batalla acab cuando ya cada uno qued encasillado en su postura de forma irreversible. Lleg un momento en que ya slo haba cambios accidentales en cada ser espiritual. En los demonios, lleg un momento en que ya cada uno se mantuvo firme en su imprudencia, en sus celos, en su odio, en su envidia, en su soberbia, en su egolatra... La batalla haba acabado. Podan seguir discutiendo, hablando, disputando, exhortndose, durante miles de aos, por decirlo as en trminos humanos, pero ya slo habra cambios accidentales. Fue entonces cuando los ngeles fueron admitidos a la presencia divina, y a los demonios se les dej que se alejaran, se les abandon a la situacin de postracin moral en que cada uno se haba situado. Como se ve no es que los demonios sean enviados a un lugar cerrado de llamas y aparatos de tortura, sino que se les deja como estn, se les abandona a su libertad, a su voluntad. No se les lleva a ninguna parte. Los demonios no ocupan lugar, no hay donde llevarles. No hay aparatos de tortura, ni llamas que les puedan atormentar, ni cadenas que les amarren sus miembros. Tampoco los ngeles fieles entraron en ningn sitio. Simplemente recibieron la gracia de la visin beatfica. Tanto el cielo de los ngeles, como el infierno de los demonios, son estados. Cada ngel porta en su interior su propio cielo est donde est. Cada demonio, est donde est, lleva dentro de su espritu su propio infierno. El momento en que ya no hay marcha atrs es el momento en que un

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ngel ve la esencia de Dios. Porque despus de ver a Dios ya nada le podr hacer cambiar de opinin. Despus de haber visto a Dios, jams nadie podr escoger algo que le ofenda lo ms mnimo. Pues la inteligencia comprendera que sera escoger estircol frente a un tesoro. El pecado despus de ese momento es imposible. El ngel antes de entrar al cielo, comprenda a Dios, comprenda lo que era, lo que supona su santidad, omnipotencia, sabidura, amor... Despus de ser admitido a contemplar su esencia, uno no slo la comprende, sino que adems la ve. Es decir, uno ve su santidad, su amor, su sabidura, etc. El espritu al ver aquello se llena de tal amor, de tal veneracin, que jams, bajo ningn concepto, quiere separarse de ello. Por eso el pecado pasa a ser imposible. El demonio queda irremisiblemente ligado a lo que ha escogido, desde el momento en que Dios decide no insistir ms. Llega un momento en que Dios decide no enviar ms gracias de arrepentimiento. Pues cada gracia de arrepentimiento slo puede ser superada, slo puede ser vencida, afirmndose ms en el odio. Llega un momento en que Dios ve que enviar ms gracias slo sirve para que el demonio afiance ms lo que ha escogido su voluntad. Llega un momento en que Dios Amor da la espalda 2 y deja a su hijo que siga su
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Un buen amigo mo profesor de la universidad de Alcal de Henares, se qued un poco sorprendido ante esta expresin de dar la espalda e incluso me sugiri la posibilidad de una correccin en la formulacin de la frase. Puede de verdad hacer tal cosa el Amor Infinito? Indudablemente s. La rebelda de la criatura lleva a que finalmente Dios abandone a ese ser a su propia suerte. Qu momento es ese en que la criatura queda abandonada? Ese momento es aquel en el que Dios decide no conceder ninguna gracia ms de arrepentimiento a la criatura. En ese instante podemos decir que Dios ha dado la espalda al

camino. Deja que el demonio siga su vida aparte. Por un lado podramos decir que no hay un momento nico en que el ngel se transforme en demonio, sino que se trata de un proceso lento, gradual, evolutivo. Pero por otro lado por largo que haya sido ese proceso previo (y posterior) s que hay un momento preciso en el que el espritu anglico tiene que tomar la decisin de rechazar o no a su Creador. Ya se ha dicho que en ese proceso cabe la marcha atrs, esa es la celestial batalla anglica de la que habla Ap 12, 7-9. Pero llega un momento de esa batalla, en que ya los demonios se alejan y se alejan. No tendra sentido seguir insistiendo. El Creador respeta la libertad de cada uno. El demonio aparece en las pinturas y esculturas deforme, es muy adecuado ese modo de representarlo, pues es un espritu anglico deformado. Sigue siendo ngel, es slo su inteligencia y su voluntad lo que se ha deformado, nada ms. En lo dems sigue siendo tan ngel como cuando fue creado. El demonio en definitiva es un ngel que ha decidido tener su destino lejos de Dios. Es un ngel que quiere vivir libre, sin ataduras. La soledad interior en que se encontrar por los siglos de los siglos, los celos de comprender que los fieles gozan de la visin de un Ser Infinito, le llevan a echarse a s mismo en cara su pecado una y otra vez. Se odia a s mismo, odia a Dios, odia a los que les dieron razones para alejarse. Pero no todos sufren lo mismo. Unos ngeles en la batalla se deformaron ms y otros menos. Los que ms se deformaron, los ms deformes, sufren ms. Los menos deformes sufren menos.
ser que cre. En cuanto ocurre esa terrible y temible decisin, la criatura est ya juzgada.

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Pero una vez ms hay que recordar que slo es deformidad de la inteligencia y la voluntad. La inteligencia est deformada, oscurecida, por las propias razones con las que uno justific su marcha, su liberacin. La voluntad impuso a la inteligencia su decisin, y la inteligencia se vio impelida a justificar esa decisin. La inteligencia funcion como un mecanismo de justificacin, de argumentacin de aquello que la voluntad le fustigaba a aceptar. Como se ve, el proceso tiene una extraordinaria similitud con el proceso de envilecimiento de los humanos. No nos olvidemos que los humanos somos un espritu en un cuerpo. Si prescindimos de los pecados relativos al cuerpo, el proceso interno psicolgico que lleva a una persona buena a acabar en la mafia, o de guardia en un campo de concentracin, o de terrorista, es en sustancia el mismo proceso. En sustancia, el concepto de pecado, de tentacin, de evolucin de la propia iniquidad es igual en el espritu anglico que en el espritu del hombre. Pues los pecados del hombre son siempre pecados del espritu, aunque los cometa con el cuerpo. Ya que el cuerpo es tan slo un instrumento de lo que ha decidido el espritu con su libre albedro. As como el nio atraviesa un periodo de niez, as tambin el ngel al principio acaba de ser creado y no tiene experiencia. La persona humana tiene tentaciones de otras personas, tambin los ngeles de sus semejantes. El hombre puede pecar por estructuras mentales tales como la patria, el honor de la familia, o el bienestar de un hijo. El espritu anglico tambin tena detrs de s grandes construcciones intelectuales que, aunque distintas a las humanas, supondran un complejo correlato anglico de todo este mundo humano que conocemos.

Nosotros los humanos somos tambin espritu, aunque tengamos un cuerpo, y slo tenemos que mirar a nuestro interior para comprender como uno puede caer en el pecado, como uno puede envilecerse. Es entonces cuando el pecado de los ngeles nos empieza a parecer ms cercano y ya no nos resulta tan incomprensible

Cuestin 2 Por qu Dios puso una prueba a los espritus anglicos?

or qu no concedi la visin beatfica a todos en cuanto les cre? Por qu se arriesg a que algunos se convirtieran en demonios? Dios podra haber creado espritus anglicos y directamente haberles concedido la gracia de la visin beatfica. Esto era perfectamente posible a su omnipotencia y no hubiera habido ninguna injusticia en hacerlo. Pero haba tres poderosas razones para concederles una fase de prueba antes de la visin beatfica. La razn menos importante de todas era el que Dios tena que dar a cada ser racional un grado de felicidad. Todos en el cielo ven a Dios, pero nadie puede gozar de El en un grado infinito, eso es imposible. Slo Dios goza infinitamente. Cada ser finito goza al mximo, sin desear ms, pero de un modo finito. Goza finitamente de un bien infinito. La comparacin que se suele usar para comprender este concepto metafsico es que cada ser racional tiene un vaso, Dios llena ese vaso hasta sus bordes, plenamente. Pero cada vaso es de una medida determinada. Dios en su sabidura determin algo especialmente inteligente: que cada uno determinara el grado de gloria que iba a gozar durante la eternidad. Dado que esto es para siempre, dado que es algo tan importante, Dios ha dejado tal

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cosa en nuestras manos. Ya que cada uno ha de tener un grado, eso es inevitable, pues que cada uno decida ese grado. El modo?: una prueba. Segn la generosidad, el amor, la constancia y dems virtudes que manifestemos en esa prueba, as en esa medida ser el grado. Como se ve es una disposicin de las cosas magnfica, una disposicin en la que se manifiesta la sabidura infinita de Dios. Si esta razn expuesta es importante, considero que todava lo es ms el considerar el hecho de que el nico momento en el que un espritu puede desarrollar su fe, su generosidad para con Dios es mientras todava no lo ve. Despus al verlo tendr el agradecimiento por lo que ya contempla. Pero ese amor generoso en la fe, esa confianza hacia Dios en la oscuridad, eso es posible slo antes de la visin. Despus ya nunca ser posible. Todo ser posible, menos eso. Digamos que es un aspecto del espritu que o se desarrolla antes de la visin facial de la esencia de Dios, o despus ya es absolutamente imposible. Por eso la prueba es un don de Dios. Un don para que en nosotros germine y se desarrolle la flor de la fe con todos sus frutos. Esa flor en nosotros ya no podr nacer durante toda la eternidad. Ya no podr haber fe donde hay visin. Y tras la fe y como consecuencia de ella vienen las virtudes subsiguientes. Cada ngel desarrollara unas ms y otras menos. Ante todo, el tiempo de prueba daba la posibilidad de que nacieran y se desarrollaran las virtudes teologales. Y despus, incluso, unos ngeles desarrollaran ms la virtud de la perseverancia, otros la de la humildad, otros la de la splica, etc. Claro que conceder a un ser la posibilidad de que en l nazca la fe, supone arriesgarse a que pueda germinar en ese mismo ser no la fe sino el mal.

Dios al dar la libertad, sabe que una vez que la conceda puede encauzarse a s misma hacia el bien o hacia el mal. Dios puede crear el cosmos como quiera, como desee, segn su voluntad, sin ninguna cortapisa, sin ningn lmite. Pero el santo no se crea, se hace a s mismo con la accin de la gracia. Conceder el don de la libertad a los espritus supone que puede aparecer una madre Teresa de Calcuta o un Hitler. Una vez que se concede el regalo de la libertad, se concede con todas las consecuencias. Querer que aparezca el bien espiritual supone de antemano aceptar la posibilidad de que aparezca el mal espiritual. En el cosmos material no hay bien espiritual, ni la ms pequea cantidad de bien espiritual. El bien del cosmos material es un bien material, la glorificacin del universo fsico al Creador es una glorificacin material e inconsciente. El bien espiritual es cualitativamente superior, pero supone necesariamente tener que admitir ese riesgo. Por eso la aparicin del mal no fue un trastocamiento de los planes divinos. La posibilidad de la aparicin del mal ya formaba parte de los planes divinos antes de la creacin de criaturas pensantes. De todas maneras, aunque he hablado de que la prueba era necesaria para determinar el grado de gloria, la razn ms importante, la razn ms poderosa, para conceder el don de la libertad era para obtener el amor de un modo libre. Sin esa prueba, Dios hubiera podido obtener el agradecimiento de los seres a los que hubiera dado un grado de gloria sin pasar por el riesgo de una prueba. Pero Dios es un ser que ama y que quiere ser amado. El nico modo de obtener ese amor en la fe, ese amor que se confa, ese amor desinteresado en la oscuridad del que todava no ve, era proponer esa prueba. Vuelvo a repetir que el mismo Dios que puede crear miles

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de cosmos con slo un acto de su voluntad, no puede crear ese amor que nace del que es probado en el sufrimiento de la fe. El amor a Dios no se crea, es una donacin por parte de la criatura.

Cuestin 3 Por qu Dios no retir la libertad al ver que comenzaban a pecar?

or qu Dios no retira la libertad en cuanto ve que alguien avanza por el camino del mal? Pues no lo hace, porque realizar tal cosa supondra que tal espritu quedara ya para siempre en el mal. Permitir que siga haciendo el mal, supone ofrecerle la posibilidad de que retorne al bien. Retirarle de la prueba hara que se cometieran menos pecados, pero el espritu que ha sido retirado quedara petrificado en el mal para siempre. Permitir que el malo siga haciendo el mal, le da la posibilidad de retroceder.

Cuestin 4 Son todos iguales?

los

demonios

a hemos visto que cada demonio pec con una intensidad determinada. Adems cada demonio pec en uno o varios pecados en especial. La rebelin tuvo su raiz en la soberbia, pero de esa raiz nacieron otros pecados. Eso en los exorcismos se ve con gran claridad, hay unos demonios que pecan ms de ira, otros de egolatra, otros ms de desesperacin, etc. Cada demonio tiene su psicologa, su forma de ser particular. Los hay locuaces, los hay ms despectivos, en uno brilla de un modo especial la soberbia, en otro el pecado del odio, etc. Aunque todos se apartaron de Dios, unos son ms malos que otros.

Despus hay que recordar que como nos dice San Pablo hay nueve jerarquas de ngeles. Las jerarquas superiores son ms poderosas, bellas e inteligentes que las inferiores. Cada ngel es completamente distinto de otro ngel. No hay razas de ngeles, por usar un trmino zoolgico. Sino que cada uno agota su especie. Sin embargo, s que es posible agrupar a los ngeles en distintos grandes grupos o jerarquas. Jerarquas tambin llamadas coros, pues esos grupos es como si formaran coros que cantan las alabanzas de Dios. Su cntico por supuesto no es de la voz, sino es la alabanza espiritual que emite su voluntad al conocer y amar a la Trinidad. De cada una de las nueve jerarquas cayeron ngeles transformndose en demonios. Es decir, hay demonios que son virtudes, potestades, serafines, etc. Aunque sean demonios siguen conservando intacto su poder e inteligencia. Por todo lo dicho est claro que existe una jerarqua demonaca. Una cosa comprobada por los exorcismos es que entre ellos existe un poder de los superiores sobre los inferiores. En qu consiste ese poder? Es algo imposible de saber, pues no se ve como un demonio puede obligar a otro a hacer algo. Pues no hay cuerpo que empujar o forzar. Sin embargo, he comprobado que un demonio superior puede forzar a uno inferior a no salir de un cuerpo durante un exorcismo. Aunque el inferior sufra y quiera salir, el superior se lo puede impedir. Cmo un demonio puede forzar a otro demonio siendo ste intangible, es algo, lo repito, que escapa a nuestra comprensin.

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Cuestin 5 Zoologa y demonologa

odramos decir que existe un cierto paralelismo entre la zoologa y la demonologa. Pues aunque cada ser anglico es completamente distinto de otro, ya que agota su forma3. Sin embargo, es posible englobarlos en grandes grupos. Es decir, imaginemos que de cada especie de mamfero existiera un nico ejemplar: un solo ciervo, un solo gamo, un solo caballo, etc. Cada uno sera distinto, pero dentro del mundo zoolgico podramos agrupar esos seres nicos en una especie, la de los mamferos, no porque esos vivientes sean iguales entre s, sino porque son ms similares entre s que frente los pertenecientes a la especie de los insectos, de los peces, etc. Esos mamferos seran distintos entre s, pero se los agrupara porque entre ellos es mayor su semejanza que entre el resto de seres vivos. Pues lo mismo sucede con las naturalezas anglicas. Cada una es distinta pero pueden ser agrupadas en grandes grupos, en este caso nueve segn dice la Biblia:

dominaciones virtudes potestades principados arcngeles ngeles


Si las diferencias entre los animales son a veces tan grandes, en el mundo anglico son mayores pues la forma est liberada de las leyes de la biologa y la materia. Y por tanto, si grande es la diferencia entre una liblula y un guila mucho mayores son las diferencias entre las naturalezas anglicas. Si grande es la diferencia entre una mariquita y una ballena azul, indecblemente mayor es la diferencia entre un ngel de la novena jerarqua y los de la primera.

Cuestin 6 Astronoma y demonologa

serafines querubines tronos

Aqu la palabra forma est usada en su sentido filosfico que es distinto del sentido usual en que la gente usa esta palabra. Cuando se dice que cada ngel agota su forma se quiere decir lo siguiente: Entre los hombres, por ejemplo, la forma es la misma (la forma humana) pero lo que individua a cada ser humano es la materia. Una misma forma, pero con distinta materia. Como los ngeles no tienen materia, cada ngel tiene que tener una forma distinta para distinguirse de otro. Esto vale para todos los seres que existen sin materia. Por eso Dios tiene que ser uno y nunca podra haber dos. La forma divina del Ser infinito no tiene materia que la individue, por eso si hubiera dos formas divinas qu las distinguira? Seran un slo ser, no puede ser de otra manera.

xiste un cierto paralelismo entre la astronoma y la demonologa. Un sistema solar es como una especie de parbola de lo que es Dios, los ngeles y los demonios. Dios sera el Astro Rey. Alrededor del cual giran todos los astros del sistema solar, pues El es el centro. El ilumina a todos. El resto de planetas, asteroides y satlites seran los santos y ngeles. El sistema de rotacin de los satlites alrededor de los planetas sera imagen de la iluminacin de unos seres nglicos a otros. Aunque los satlites giren alrededor de un planeta, tambin rotan alrededor del Sol. Dios es el centro por ms intermediaciones que haya. Sin embargo, los demonios seran como esos cuerpos que se han alejado de la atraccin del Sol. El Sol les atrae, no deja de atraer nunca, no deja de iluminar, de dar calor. Sin embargo, esos cuerpos se han alejado tanto (libremente) que

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viven en las tinieblas exteriores, en el frio del vaco y la oscuridad. Dios les sigue atrayendo cada instante, cada segundo. Pero ellos ya estn irremisiblemente fuera del alcance de su atraccin y su luz. El Sol no les priva de su luz, son ellos los que han preferido dirigirse en direccin opuesta. Muchos hombres se preguntan dnde est la raya divisoria entre la condenacin eterna y la salvacin. Esta parbola astronmica ofrece luz sobre el tema, pues esa raya es como el lmite de la fuerza gravitatoria. Uno puede estar muy lejos, pero si est unido por la gravitacin al Sol, est unido a El. Mientras que si uno vaga ya completamente por libre, ajeno completamente a esa gravitacin eso es la condenacin eterna. Si vemos esta parbola astronmica desde la superficie de la Tierra, hay que hacer ciertos cambios (hay que aadir las estrellas) pero tambin podemos aadir ciertos matices (se puede incluir a la Luna). Dios sera el Sol, la Virgen la Luna y los ngeles las estrellas. La diferencia entre la luz del Sol y la de las estrellas sera imagen entre la diferencia entre el ser de Dios y el de los espritus anglicos. Los ngeles seran un plido y dbil puntito de luz frente a la luz cegadora e irresistible de Dios. La diferencia entre la luz de las estrellas y la de la Luna sera la diferencia entre los ngeles y ella. Desde luego en muchos pasajes de la Sagrada Escritura queda claro que las estrellas, luminosas y muy por encima de la tierra, son imagen de los espritus anglicos 4.

Cuestin 7 Cules son los nombres de los demonios? Satn: es el ms poderoso, inteligente y
bello de los demonios que se rebelaron. Se le llama Satn o Satans en el Antiguo Testamento. Su raz primitiva significara atacar, acusar, ser un adversario, resistir. Satan significara adversario, enemigo, opositor.

Diablo:

es como llama el Nuevo Testamento a Satn. Diablo viene del verbo griego diaballo, acusar. La gente usa la palabra diablo y demonio como sinnimos, pero la Biblia no. La Biblia siempre usa la palabra Diablo en singular y refirindose al ms poderoso de todos ellos. La Sagrada Escritura tambin le llama el Acusador, el Enemigo, el Tentador, el Maligno, el Asesino desde el principio, el Padre de la mentira, Prncipe de este mundo, la Serpiente.

Belceb:

usualmente usado este nombre como sinnimo del Diablo. Proviene de Baal-zebul que significa seor de las moscas. Aparece en 2 Re 1,2.

Lilith: aparece en Is 34, 14, la tradicin


juda lo consider como un ser demonaco. En la mitologa mesopotmica es un genio con cabeza y cuerpo de mujer, pero con alas y extremidades inferiores de pjaro.

Asmodeo:

aparece en el libro de Tobas, del persa aesma daeva que significa espritu de clera.

Seirim: aparecen en Is 13, 21, Lev 17, 7


4

Es en el mbito de esta parbola astronmica donde hay que entender versculos como Ap 12,4, Is 14, 12-15 o tantos otros

y en Bar 4,35, suele traducirse como los peludos. Deriva del hebreo sair que significa peludo o macho cabro.

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Demonio:

del griego daimon que significa genio. En la mitologa grecorromana no era necesariamente una entidad malfica. Pero en el Nuevo Testamento, siempre es usado como trmino para designar seres espirituales malignos.

Belial:

o Beliar de la raiz baal que significa seor. Aparece por ejemplo en 2 Cor 6, 15.

Apollyon: significa destructor, aparece


en Ap 9, 11. Se dice de l que su nombre en hebreo es Abaddn que significa perdicin, destruccin.

Lucifer: es un nombre extrabblico que


significa estrella de la maana, tambin significa el que lleva la luz. El nombre que le puso Dios nos indica la belleza de este ngel. Su nombre nos recuerda la pena tan grande que es que siendo tan bello, cayera. El nombre le viene de que fue un ngel especialmente privilegiado en su naturaleza en los cielos anglicos, antes de rebelarse y deformarse. La inmensa mayora de los textos eclesisticos usa el nombre de Lucifer como sinnimo del Diablo. Sin embargo, el padre Gabriele Amorth considera que es el nombre propio del demonio segundo en importancia en la jerarqua demonaca. Soy enteramente de la misma opinin y lo que conocemos por los exorcismos nos confirmara que Lucifer es alguien distinto de Satn.

omo curiosidad dir que en un exorcismo un demonio dijo que los cinco demonios ms poderosos del infierno eran por este orden: Satn, Lucifer, Belceb, Belial y Meridiano. Es segura esta jerarqua? Slo Dios lo sabe. Lo que es seguro, y lo sabemos por la Sagrada Escritura y por

los exorcismos, es que cada demonio tiene un nombre. Un nombre dado por Dios que expresa la naturaleza de su pecado. Distintos nombres de demonios dichos por ellos en exorcismos son: Perversin, Muerte, Puerta, Morada, etc. Otros, sin embargo, dicen nombres que no sabemos que significan: Elisedei, Quobad, Jansen, Eishelij, etc. En algunos libros de magos y brujos se colocan largas listas de nombres. Esas listas inacabables son tan exhaustivas como inventadas. No tienen otro valor que la imaginacin de sus autores. Pues algunos no slo ofrecen la lista de los nombres sino incluso el nmero de demonios que pueblan el infierno. Esas descripciones detalladas de las legiones infernales son puramente inventadas. Ir ms all de los escuetos datos de la Sagrada Escritura supone adentrarse en el mundo de la literatura, abandonando el seguro terreno firme de la Palabra de Dios. La Teologa puede decir muchas cosas acerca de los demonios, pero siempre de un modo general, trabajando con conceptos. La Teologa al trabajar con esencias, nada puede decir de un demonio concreto. El autor de cierta lista de demonios (tan exhaustiva como inventada) dice de uno ellos llamado Xaphn que fue el que le sugiri a Satn prenderle fuego al cielo, pero que fueron arrojados al infierno antes de cometer tan vil acto. Dice de l que est encargado eternamente, de mantener encendidas las llamas del infierno. No hace falta decir que a tal inventor de mitos le aconsejo que lea este libro, donde descubrir que ni hay forma de prender fuego al cielo, ni hay manera de mantener encendidas las llamas del infierno.

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Cuestin 8

Hay tiempo en los demonios?

, el tiempo transcurre para los demonios. No es un tiempo como el nuestro (que es tiempo material) sino que se trata de un tiempo propio de los espritus, tiempo que es llamado evo (aevum en latn). El evo es la sucesin de actos de entendimiento y voluntad en un ser espiritual. Los actos de la razn y de la voluntad se suceden provocando un antes y un despus, un antes de un determinado acto del entendimiento, o de un acto de querer algo. Desde el momento que hay un antes y un despus hay algn tipo de tiempo. Por tanto cuando se dice que los espritus en el cielo y en el infierno estn en la eternidad hay que entender esta afirmacin como que estn en una interminable sucesin temporal, una sucesin de tiempo sin final, con principio (que es cuando fueron creados), pero sin final. Slo Dios est en un eterno presente, slo en El no hay sucesin de tiempo de ninguna clase. En El no ha transcurrido nunca ni un solo segundo, ni un solo antes ni despus. La eternidad de Dios es cualitativamente distinta de la eternidad del tiempo material (con un principio pero sin final) y de la eternidad del evo (tambin con un principio, tambin sin final). Sobre este tipo de tiempo, el evo, habl Santo Toms ya en el siglo XIII, en la Primera Parte de la cuestin X, artculo V, de su Summa Theologica y quiz a algunos les pudo parecer que su razonamiento era excesivamente terico. Pero al escuchar yo relatos de personas que han pasado por experiencias cercanas a la muerte, personas que han vivido la experiencia de la separacin del cuerpo, de entrar en el tunel, etc, comprob que cuando se les preguntaba si haba tiempo en esa experiencia, es decir si notaron que transcurra tiempo, las explicaciones que daban concordaban perfectamente

con lo que Santo Toms de Aquino explica sobre el evo al hablar de los espritus sin materia.

Cuestin 9

En qu piensa un demonio?

odo ngel cado conserva la inteligencia de su naturaleza anglica. Y con ella sigue conociendo. Conoce e indaga con su mente el mundo material y el espiritual, el mundo real y el conceptual. Como ser espiritual, eminentemente intelectual, no hay duda de que esta profundamente interesado por las cuestiones conceptuales. El sabe muy bien que la Filosofa es la ms elevada de las ciencias. Incluso sabe que la Teologa est por encima de la Filosofa; pero odia a Dios. En el conocer encuentra placer, pero tambin sufrimiento. Sufre cada vez que ese conocimiento le lleva a considerar a Dios. Y el demonio percibe continuamente el orden y la gloria del Creador en todas las cosas. Hasta en las cosas aparentemente ms neutras, l encuentra el reflejo y el recuerdo de los atributos divinos. Pero el demonio no est siempre en cada instante sufriendo. Muchas veces simplemente piensa. Slo sufre en ciertos momentos, cuando se acuerda de Dios, cuando se vuelve a hacer consciente de su miserable estado, de su separacin de Dios, cuando le remuerde la conciencia. Unas veces sufre ms, otras menos, su sufrimiento no es uniforme. Aunque estas variaciones se dan segn la intensidad que marca la deformidad moral propia de cada demonio. Sera bastante horrible pensar en los demonios como seres permanentemente en sufrimiento, cada instante, cada momento. La separacin de Dios produce sufrimiento por toda la eternidad, pero es el sufrimiento del

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alejamiento, no es el sufrimiento de una mquina de tormento en accin constante. El demonio ni est tentando siempre, ni est retorcido de dolores espirituales siempre.

Cuestin 10 Cul es el lenguaje de los demonios?

l lenguaje de los demonios es exactamente el mismo que el de los ngeles. Los ngeles no necesitan ninguna lengua, ningn idioma para comunicarse entre ellos, pues se comunican entre s con especies inteligibles. Las especies inteligibles son los pensamientos que se transmiten entre ellos. Nosotros nos transmitimos palabras, ellos se transmiten directamente pensamiento en estado puro, sin necesidad de mediaciones sensibles o de signos. Las especies inteligibles pueden ser comunicacin de razonamientos, de imgenes, de sentimientos, etc. La transmisin de estas especies inteligibles es teleptica. Se produce a voluntad. Y puede dar lugar a dilogos como los que tenemos los hombres. Las inteligencias humanas nos comunicamos nuestros razonamientos a travs de palabras que son signos. Los espritus anglicos pueden comunicar entre s pensamiento en estado puro.

Se dice que un demonio est en un sitio cuando actua en un sitio. Si un demonio est tentando a alguien aqu, se dice que est aqu. Si un demonio posee un cuerpo all, se dice que est all. Si un demonio mueve una silla en un fenmeno poltergeist, se dice que est en ese sitio concreto. Pero en realidad no est all, simplemente est actuando all. El infierno, el cielo y el purgatorio son un estado. Despus de la resurreccin los cuerpos de los condenados s que estarn en un sitio concreto, y por eso el infierno ser un lugar. Los cuerpos de los bienaventurados tambin ocuparn lugar. Por eso en la Biblia se dice: y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, Ap 21, 1. De ah que los bienaventurados habitarn en la tierra restaurada de nuevo tras la destruccin que se narra en el Apocalipsis. Puesto que los bienaventurados habitarn corporalmente en esta tierra dnde estarn los hombres condenados? Nada se puede afirmar con seguridad. Algunos piensan que su lugar estar en el centro de este mismo mundo.

Cuestin 12 Conocen el futuro?

Cuestin 11 Dnde estn los demonios?

anto las almas de los condenados como los demonios no pueden ubicarse en las coordenadas del espacio. Tampoco se puede decir que estn en otra dimensin. Qu significa estar o no estar en una dimensin para un espritu? Simplemente no estn en ningn lugar. Existen, pero no estn ni aqu, ni all.

llos no ven el futuro, pero a veces pueden conjeturarlo. Con su inteligencia muy superior a la humana pueden deducir por sus causas algunas cosas que sucedern en el porvenir. Lo que pertenece slo a la libertad humana, est indeterminado y no lo conocen. No saben lo que yo decidir libremente. Pero con su inteligencia superior ven los efectos de las causas donde nosotros no veramos nada. Desde luego hay ocasiones donde ellos saben con toda seguridad lo que suceder, aunque ni el ms inteligente de los humanos podra sospecharlo por ms que analizara los factores que hay en el

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presente. Pero en otras ocasiones ni una naturaleza anglica de la mayor jerarqua podra deducirlo. Sobre todo la libertad humana es el gran factor de indeterminacin en sus previsiones.

Cuestin 13 Puede un demonio hacer algn acto bueno?

l demonio no est siempre haciendo el mal, muchas veces simplemente piensa. Y en ello no obra mal alguno, es un mero acto de su naturaleza. Sin embargo, el demonio no puede hacer actos morales sobrenaturales. Es decir, no puede hacer un acto de caridad, de arrepentimiento sobrenatural, de glorificacin sincera de Dios, etc. Pues para realizarlos se necesita una gracia sobrenatural. Puede glorificar a Dios, pero a la fuerza, no porque quiera hacerlo. Puede arrepentirse de haberse alejado de Dios, pero sin pedir perdn, reprochndose tan solo el mal que le ha sobrevenido de esa accin, pero sin dolor de haber ofendido a Dios. Y as puede hacer otros muchos actos naturales con su inteligencia y su voluntad. Pero el demonio nunca mostrar la ms mnima compasin, ni el ms pequeo acto de amor hacia nadie. Su corazn slo odia, es insensible al sufrimiento de los dems.

una partida de ajedrez, un libro, son placeres eminentemente espirituales aunque esa informacin llegue a nuestro espritu a travs de apariencias sensibles. El mundo espiritual visto por nosotros desde nuestro mundo puede parecer inspido, incoloro, aburrido, pero es un error. El mundo espiritual es mucho ms variado, rico y deleitable que el que nos ofrece el cosmos material. Los demonios gozan de los placeres, pues sus dos potencias espirituales (conocimiento y voluntad) siguen intactas. El obrar de su naturaleza ha quedado indemne a pesar del alejamiento de Dios. Lo que no pueden hacer es amar a nadie con un amor sobrenatural. La capacidad de amar ha quedado aniquilada en la psicologa del demonio. El demonio conoce, pero no ama. El placer que logra al tener xito en hacer un mal es exactamente el mismo que siente una persona en la tierra al lograr vengarse de su enemigo. Se trata de un placer lleno de odio, sin sosiego.

Cuestin 15 Es el demonio libre para hacer ms o menos mal?

Cuestin 14 Puede experimentar el demonio algn placer?

l demonio no goza con ninguno de nuestros cinco sentidos. Slo goza con su inteligencia y su voluntad. Puede parecer que es poca cosa, pero no lo es. Los placeres intelectuales pueden ser tan variados como los de nuestros cinco sentidos. En realidad son mucho ms variados. El gozo que nos proporciona una pera, una sinfona,

l demonio hace el mal cuando quiere, nadie le obliga a hacerlo. Es un ser libre y su voluntad es la que decide hacer las cosas cuando quiere. Desea hacer el mal y para hacer el mal ha de tentar. Pero para tentar hay que insistir. Unos demonios insisten ms, otros desisten antes. Hay demonios ms firmes y demonios ms perezosos. Hay demonios que por el ardor de su clera persiguen a las almas como verdaderos depredadores. Otros demonios estn sumidos en una especie de depresin y no tienen tanto odio como para ir

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continuamente persiguiendo almas. Pero hablamos de grados, ya que todos odian a Dios y todos son cazadores de almas.

Cuestin 16 Cules son los ms malignos de todos los demonios?

mismos nombres de las nueve jerarquas. El nombre de principado o potestad, por poner dos ejemplos, son nombres que indican ms bien poder. Adems, es ms sencillo hacer jerarqua de la naturaleza que de la gracia.

odra parecer que los demonios ms perversos tienen que ser los de ms alta jerarqua, pues no. No hay relacin entre naturaleza y pecado. Un naturaleza anglica de la ltima jerarqua pudo ser mucho ms perversa que un ngel superior. El mal que puede cometer un ser libre no depende de la inteligencia, ni del poder que posea. Siempre ponemos como ejemplo de malignidad al jefe de las SS, Heinrich Himmler. Pero no pudo ser peor que l alguno de sus subordinados? Por supuesto que s. Entre los hombres vemos que alguien menos inteligente y en un puesto social poco relevante puede ser mucho peor, mucho ms perverso, que un gran dictador. Y lo mismo dicho para el mal, vale para el bien. Un ngel de la ltima jerarqua pudo ejercitar ms sus virtudes que uno de ms alta jerarqua. De la misma manera que una viejecita humilde sin estudios y que slo se ha dedicado a las labores de la casa toda la vida puede ser ms santa que un arzobispo o un sumo pontfice. Una interesante pregunta que se desprende de todo esto es si la jerarqua que nos da la Biblia (ngeles, arcngeles, principados...) es una jerarqua de la gracia o de la naturaleza. Es decir, los serafines son los ms santos o slo los ms poderosos y en los que ms brilla el fulgor de la inteligencia anglica. Mi opinin es que es una jerarqua segn la naturaleza. Pues las descripciones visuales de los cuatro vivientes alrededor del Cordero (los ngeles de la mayor jerarqua) dan ms bien impresin de poder y conocimiento, al igual que los

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ParteII La tentacin y el pecado

Cuestin 17 Por qu pecamos?

a tentacin es esa situacin en que la voluntad tiene que elegir entre dos opciones, y sabe que una opcin es buena y otra mala, pero se siente atrado a escoger la mala. Sabe que es la mala, pero por alguna razn se siente atrado a escogerla. El error de caer en la tentacin no es un error de inteligencia, no es un problema de debilidad de la razn. Pues si no supiera que esa opcin es la mala, pecara por ignorancia o por error, y por tanto no pecara. Para pecar hay que saber que uno est escogiendo la opcin mala. No hay pecado sin mala conciencia. Eso es lo que hace tan interesante el pecado desde el punto de vista intelectual: por qu escogemos el mal sabiendo que es el mal? Es un verdadero misterio. Una respuesta sencilla, que no es falsa, pero que tampoco explica el asunto, es contestar que pecamos por debilidad. Lo cual es cierto, pero tambin es cierto que no somos tan dbiles como para no poder resistirnos. Si no furamos capaces de resistirnos ya no habra pecado. No tendramos eleccin. Si hay pecado es porque podemos escoger. Y sabemos por experiencia que escogemos lo que queremos. Si queremos hacer algo, nada ni nadie nos puede obligar a querer hacer otra cosa. Luego por dbiles que seamos siempre podemos resistirnos. Como se ve, no podemos excusarnos ni por el campo de la inteligencia ni por el de la voluntad. Hacemos el mal porque queremos.

Podramos decir que cometemos el mal por el bien que conseguimos con ello. Pero hay que recordar que la inteligencia percibe que ese bien es una manzana envenenada. Percibe que es un pseudobien, un bien que acarrea ms mal que el bien que contiene. Por eso por muy deseable que nos aparezca ese bien, la conciencia nos dice: no debes escoger esa opcin. As que decir que hacemos el mal porque nos aparece como un bien, es cierto, pero tambin es igualmente cierto que sabemos que ese bien que contiene es, a fin de cuentas, un mal. As que la explicacin de que hacemos el mal por el bien que nos ofrece esa accin, es una explicacin adecuada, es algo que nos ayuda a entender el el por qu del pecado, pero no lo explica del todo. Quiz este misterio de la manzana envenenada que comemos a pesar de saber que est envenenada no lo podamos explicar del todo nunca mientras estemos en la tierra.

Cuestin 18 Cuntas tentaciones proceden del demonio?

o hay nadie que pueda decir cuntas tentaciones proceden del demonio y cuantas de nuestro interior. Pero parece razonable pensar que la mayor parte de las tentaciones proceden de nosotros mismos. No necesitamos a nadie para ser tentados. Basta la libertad para poder usarla mal. Basta tener que tomar una decisin en una eleccin para optar conscientemente por la decisin errnea. Conscientemente, sin paliativos, sin poderle echar la culpa a nadie, ms que a nosotros mismos. Es cierto que el demonio tent a la primera mujer. Pero sin demonio hubiramos podido pecar igualmente. La tentacin no necesita del demonio, se

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basta a s misma. Si no, quin tent al demonio?

Cuestin 19 Podemos ser tentados ms all de nuestras posibilidades?

l ser humano es dbil. De manera que Dios nos cuida como a nios. Por eso nos dice la Biblia: Fiel es Dios que no permitir que seis tentados ms all de vuestras fuerzas, sino que con la tentacin os dar el xito hacindoos capaces de sobrellevarla. I Co 10 , 13 Que la tentacin debe ser permitida por Dios es algo que aparece clarsimamente en el libro de Job. Pero, adems, en otro lugar de la Biblia, justo antes de la misma Pasin Jess dice a San Pedro: Simn, Simn!, mira el Adversario os reclam para cribaros como el trigo! Lc 22,31 "Os reclam", luego la criba de la tentacin debe ser permitida. No afirmar esta doctrina significara que estamos en manos de un destino ciego y que cualquiera por dbil que sea puede ser tentado con un poder y una intensidad por encima de las fuerzas que uno posee. Por tanto el mensaje es claro y tranquilizador: Dios, como padre que es, vela para que ninguno de sus hijos se vea presionado ms all de lo que puede soportar. De todo esto se ve la sabidura que hay detrs del viejo dicho: Dios aprieta pero no ahoga.

entonces? Es ms, saba que cualquier tentacin al resistirla le santificara ms como hombre. Y que por tanto el demonio al tentarle en realidad a la postre y sin quererlo se convertira en instrumento de santificacin de Jess. Por qu entonces hacer algo intil y que adems servira para bien? La respuesta es sencilla: el Diablo no se pudo resistir. La tentacin fue demasiado grande para el mismo Diablo. Tentar al mismo Dios! No poda dejar escapar aquella ocasin. Saba que era imposible hacerle pecar, pero no pudo resistir la tentacin de intentarlo. La situacin era como la del fumador que sabe que fumar le hace dao pero no puede dejar de hacerlo. As el Diablo saba que tentarle era un error, pero cay en la tentacin de tentarle. La criatura tentando al mismo Dios! Era lgico que cayera en el error de intentarlo, pues para resistir tal tentacin el demonio hubiera necesitado de la virtud de la fortaleza. Y cualquier cosa le podemos pedir al demonio, menos virtud. De la misma manera los demonios a veces hacen cosas que a largo plazo les perjudican, pero no se resisten a lograr un mal ahora, aunque contenindose pudieran lograr un mal mayor despus. Por todo lo cual se ve que hasta los demonios sufren la tentacin. Tentacin que procede de su mismo interior.

Cuestin 21 Sabe el demonio que Dios es impecable?

Cuestin 20 Por qu el Diablo tent a Jess?

L
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l Diablo saba que Jess era Dios, saba por tanto que era imposible que pecara. Por qu le tent

o sabe perfectamente, tan bien como el mejor de los telogos, no tiene la menor duda de ello. No obstante, cuando el demonio tent a Dios hecho hombre, se trat de convencer a s mismo de que quiz Dios no era tan bueno como crea. Quiz Dios fuese dbil, quiz haba algn taln de Aquiles en la Divinidad que el demonio

desconoca. Si lograba hacer caer en algo a la Perfeccin, la Perfeccin se desmoronara. Lograr que Dios pecara pareca un imposible, pero haba que intentarlo. Si lograba envilecer a Dios, el demonio ya no sera un pecador porque el bien y el mal no existiran. Bastaba un solo y nico pecado venial de la Santsima Trinidad para que la lnea divisoria entre el bien y el mal se desdibujase para siempre, para que pudiera afirmar que, en realidad, nunca haba existido. Porque la santidad de Dios era la garante de esa divisin. Si Dios pecaba, una sola vez durante toda la eternidad, Dios ya no sera Dios. Ya no habra garante alguno de esa distincin, ni garante, ni fundamento. La propia inteligencia del demonio le deca que tal empresa era imposible, pero su propio deseo le llev a deformar sus propios pensamientos. Haba que intentar lo imposible.

Cuestin 22 Se puede llegar a distinguir las tentaciones que proceden de nosotros mismos de las del demonio?

a tentacin que nos provienen del demonio no se distingue en nada de nuestros propios pensamientos, ya que el demonio tienta infundiendo en nosotros especies inteligibles. Es decir el demonio introduce en nuestra inteligencia, memoria e imaginacin objetos apropiados a nuestro entendimiento que en nada se distinguen de nuestros pensamientos. Una especie inteligible es justamente eso, lo que hay en nuestro pensamiento cuando ejercitamos la accin de pensar. Desde imaginar la imagen de un rbol, resolver una accin matemtica, desarrollar un razonamiento lgico, componer una frase, todo eso son

especies inteligibles. Las producimos nosotros en el interior de nuestro espritu racional, pero un ngel tambin puede producirlas y comunicrnoslas silenciosamente. Entre los hombres comunicamos nuestras especies inteligibles sobre todo con el lenguaje. Aunque tambin podemos hacerlo por ejemplo con la pintura o la msica. Pero siempre a travs de un medio externo. Mientras que el ngel puede transmitirnos esa especie sin necesidad de medio alguno. Por eso no hay manera de distinguir lo que viene de dentro de nosotros, o de un ngel, de un demonio o de Dios directamente. Ahora bien, las personas que llevan muchos aos esforzndose en la vida espiritual con una vida de oracin muy intensa, pueden advertir que hay tentaciones que aparecen con una intensidad bastante sorprendente, sin que, adems, tengan ninguna causa razonable, y que pueden llegar a ser de una persistencia extrasima. Por poner un ejemplo, es lgico que la lectura de un libro contra la fe produzca tentaciones contra le fe, pero si esa tentacin aparece de pronto, muy intensa e insistiendo durante semanas y semanas, todo eso puede ser seal de que es una tentacin del demonio. Pero ni aun as podemos estar seguros. Como norma general se podra decir que las tentaciones sin causa razonable, muy intensas y persistentes, se puede sospechar que son del demonio. Pero con unas caractersticas tan vagas nunca podremos estar seguros al cien por cien. A los sacerdotes nos llegan personas de intensa vida de oracin y que sin haber tenido nunca ningn problema psicolgico, de pronto un buen da les vienen pensamientos de blasfemar contra Dios, de pisar un crucifijo y cosas parecidas. Si esas perturbaciones son crnicas, es razonable pensar que provienen de enfermedad. Pero si su

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aparicin es repentina y la persona parece sana de mente, entonces hay razn para sospechar de que sean tentacin proveniente del demonio. El psiquiatra que haya ledo esta explicacin seguro que pensar que lo descrito se debe a un proceso de accinreaccin. A tales psiquiatras queremos decirles que conocemos perfectamente esos mecanismos del subconsciente, pero tambin les recordamos que el demonio tambin existe. Y esto queda ms claro cuando esa tentacin obsesiva desaparece de pronto un buen da sin volver a aparecer nunca. Las tentaciones del demonio nunca son crnicas. Y por vehementes que sean cuando desaparecen no dejan la ms leve secuela en la psique que las padeci.

un demonio, se comprende que el mejor modo de obrar contra ella es ignorarla, hacer justo lo contrario de lo que nos propone o ponerse a rezar. Desesperarse no sirve de nada. Pero si uno no se desespera, el que se desespera es el demonio. El demonio nos puede introducir pensamientos, imgenes o recuerdos, pero no puede introducirse en nuestra voluntad. Podemos ser tentados, pero al final hacemos lo que queremos. Ni todos los poderes del infierno pueden forzar a alguien a cometer ni el ms pequeo pecado.

Cuestin 24 Puede tener el demonio alguna tctica al tentarnos?

Cuestin 23 Qu hacer ante la tentacin?

echazarla al momento. La tentacin nada puede hacernos si la rechazamos, si no dialogamos con ella es inocua. Porque desde el momento que dialogamos con ella, desde el momento en que ponderamos los pros y los contras de lo que nos dice, desde el momento en que tomamos en consideracin lo que nos propone, desde ese mismo instante nuestra fortaleza se resquebraja, nuestra oposicin se debilita. Una vez iniciado el dilogo necesitaremos mucha ms fuerza de voluntad para rechazarla. Otra cosa que observamos los confesores es que algunos penitentes muy devotos se agobian mucho a veces ante ciertos pensamientos que les vienen acerca de tentaciones a cometer grandes pecados. Este tipo de personas muy devotas y religiosas no se explican como les vienen esos pensamientos, y se sienten muy culpables; culpables e impotentes. Habiendo entendido lo que es una especie inteligible infundida por

l demonio es un ser inteligente, no es una fuerza o una energa. Por tanto hay que entender que la tentacin intenta ser un dilogo. Un dilogo entre la persona que resiste y el tentador. Slo si la persona se resiste a considerar la tentacin, entonces la tentacin es simplemente insistencia por parte del demonio, pero sin respuesta nuestra. Pero el demonio puede estar a nuestro lado durante mucho tiempo, analizarnos, conocernos y tentarnos justo por nuestro punto ms dbil. El demonio puede ser extraordinariamente pragmtico. Es decir, sabe las posibilidades de xito que tiene y puede tentar justo slo en aquello que sabe que tiene alguna posibilidad. Si percibe que una persona no va a caer en un pecado grande puede tentar a que cometa algo menor. Si sabe que ni siquiera eso va a conseguir, puede tentar slo a que cometa algo que es imperfeccin, ni siquiera pecado. Y dentro del campo de la imperfeccin tentar a aquello que sepa que es posible. Por ejemplo, sabe que tentar a la gula a un asceta puede ser

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perder el tiempo. Pero a lo mejor sabe que tiene posibilidades de xito si le tienta a excederse en el ayuno. Y si ve que por ah tiene xito intentar tentarle a que se exceda en el ayuno justo en el modo que ms favorezca su soberbia o en el modo que peor sea para su salud, etc. Otro ejemplo, si sabe que no tiene sentido tentar a una monja a que deje la oracin, a lo mejor ve que lo mejor es tentarle a prolongar el tiempo de oracin a costa del trabajo que tiene obligacin de hacer. En otras ocasiones el demonio puede ver que ms que tentar a pecar, puede ser ms realista tratar de conseguir que el alma crea que ya no tiene que obedecer a su confesor puesto que es un hombre menos espiritual que ella misma. El demonio no tienta a la buena de Dios, sino que analiza y ataca donde ve que tiene alguna posibilidad. Y normalmente l tiene alguna posibilidad donde justamente el hombre virtuoso cree que tiene menos posibilidades. He puesto ejemplos de tentaciones dirigidas a hombres de oracin y ascticos, porque el hombre entregado al vicio es un hombre sin proteccin, sin la proteccin de las virtudes. Sin esas corazas, todo su espritu presenta mltiples flancos desguarnecidos, expuestos a la accin de las tentaciones. Sin Dios que protegiese a esas almas, cualquiera de ellas sera pasto del fuego de sus propias pasiones azuzado por la accin de los demonios. Por eso pedimos en el padrenuestro y lbranos del Malo. Esto demuestra que aunque dispongamos de la libertad para resistir, conviene que le pidamos al Creador que nos proteja. Por esto el Seor nos ha puesto un ngel custodio o ngel de la guarda. Para que las inspiraciones malignas sean compensadas por las inspiraciones al bien. Adems, si uno es tentado y ora, la tentacin desaparece. Es incompatible

la tentacin con la oracin. La oracin crea primero una barrera contra la tentacin, pues nuestra voluntad y nuestra inteligencia se centran en Dios. Y si insistimos un poco ms, el demonio no puede resistirla y huye.

Cuestin 25 Puede Dios tentar?

ue nadie al ser tentado diga: "de Dios me viene la tentacin", pues Dios no puede ser tentado para el mal, ni l tienta a nadie. Sant 1, 16 Este versculo nos ensea dos cosas: La primera que Dios no puede ser tentado. Porque qu puede ofrecer la tentacin a Dios que l no tenga. Qu disfrute, qu placer, qu gozo se le puede ofrecer que no posea ya? En Dios la tentacin es metafsicamente imposible pues sta no tiene nada que ofrecerle. La segunda cosa que nos ensea este versculo es que Dios no tienta a nadie. Dios es bueno, por eso no puede tentar nunca al mal. Dios slo puede conducir hacia el bien, nunca presentarnos el mal como bien, nunca inducirnos a error. Si Dios no puede ser tentado, por qu el Diablo tent a Jess? Pues porque Dios hecho hombre s que poda ser tentado. As tambin es imposible que Dios sufriera, pero Dios encarnado s que poda sufrir.

Cuestin 26 Por qu Dios permite la tentacin?

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i Dios no tienta, por qu la permite? La respuesta la tenemos en versculo que dice: Considerad como perfecta alegra, hermanos mos, cuando os veis cercados por diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce constancia. Sant 1, 2

Sin tentacin no existira esa constancia de la virtud que resiste una y otra vez contra toda seduccin tentadora. Dicho de otro modo, hay determinados tipos de virtudes que jams podran existir sin haber resistido la tentacin. Es ms, cuanto ms dura sea la prueba mayor ser la luz de esa virtud al sobreponerse a esa tentacin. Esto nos lleva a pensar lo siguiente. Dios podra haber contenido a los demonios de manera que nunca hubieran podido interferir en la historia de los hombres. Pero Dios saba que los demonios aunque por un lado fueran causa de males, tambin seran ocasin de mayores de bienes, pues seran ocasin de que la virtud fuera ms valiosa. En cierto modo, podramos decir que acept la posibilidad de que hubiera ms oscuridad en este mundo si con ello se lograba que la luz fuera ms pura y luminosa. De lo contrario hubiera bastado una simple orden de Dios para que ni un solo demonio hubiera podido entrar nunca en contacto con ningn ser humano. Luego si permiti ese contacto es que saba que de ello vendran bienes.

Cuestin 27 Qu es la muerte eterna?

Pero ya no hay vida de la gracia. El espritu en cuanto a la gracia est como un cadver. Esta expresin puede parecer hiperblica, pero es exacta. El espritu que peca mortalmente es como un cadver inanimado, inanimado por la gracia santificante. Desde ese momento slo vive para la naturaleza y por su naturaleza. Su espritu est desprovisto de sobre-naturaleza. Y desde el momento que la gracia ha dejado de vivificar un espritu, sucede lo mismo que con un cuerpo que ya no est vivificado por un alma, comienza la corrupcin. As como un cuerpo comienza a transformarse en corrupcin, as el espritu comienza a corromperse en la medida en que su voluntad vaya cediendo. Son muchos los hombres que viven slo para la naturaleza de su ser, olvidando completamente su sobrenaturaleza que Dios les dara gustoso. El nivel de corrupcin vara mucho segn la persona. Pero si pudiramos asomarnos a los espritus de algunos de ellos, veramos que son verdaderos cadveres que expiden una fetidez exactamente como la de un cadver descompuesto desde hace tiempo.

n espritu (como un alma) es indestructible, no sufre rozamiento, no sufre desgaste, no puede ser dividida. El espritu no puede morir. Cometa los pecados que cometa seguir existiendo, por ms que quiera morir la vida no huir de ella. Pero lo que queremos decir con la expresin de "pecado mortal", "muerte eterna" y expresiones similares, es que la vida sobrenatural de un alma o un espritu s que puede morir. El pecado mortal acaba con la vida sobrenatural. El espritu sigue existiendo pero con una vida meramente natural. La voluntad y la inteligencia con todas sus potencias, siguen operando.

Cuestin 28 Cul es el proceso que lleva a la muerte eterna?

ada uno es tentado por su propia pasin vindose arrastrado y seducido. Despus, la pasin, cuando ha concebido, da a luz pecado, y el pecado cuando llega al final, alumbra muerte. Sant 1, 14-15 El apstol Santiago en dos versculos describe con una increble profundidad de principio a fin el proceso hacia la muerte del alma. El pecado no se produce ni por que s, ni de golpe, ni es algo que abruptamente cae ante nosotros de modo sbito sin que tengamos culpa.

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Sino que hay todo un proceso que es el que describe el apstol. La traduccin del griego de estos dos versculos debe ser muy esmerada para no perder los matices que hay en los verbos. El proceso descrito es el siguiente: las pasiones

el pecado se gesta

se da a luz el pecado

el pecado vuelve a comenzar una gestacin

se da a luz la muerte La imagen de una mujer gestando en su vientre durante meses a un nio es imagen de la persona que gesta en su interior la iniquidad. El pecado es cierto que aparece en un momento dado, en un momento concreto, un segundo antes no hay pecado, un segundo despus, s. Pero ese pecado se produce, sale a la luz, porque antes ha habido una gestacin previa. Y as como en el mundo de la zoologa cuanto ms larga es la gestacin ms grande es lo que se da a luz. As tambin en el campo espiritual cuanto mayor es el pecado ms larga es la gestacin que es necesaria para dar ese paso. Aqu est la respuesta a esa pregunta qu tantas personas se hacen de cmo es posible que tal persona haya cometido tal o cual barbaridad. Ninguna barbaridad moral aparece sin un proceso, proceso que est oculto a los ojos de los dems, pero que se va desarrollando en el interior de la persona. El apstol Santiago usa el verbo "dar a luz" porque verdaderamente el

pecado ha tenido previamente a la "gestacin" una "concepcin". La seduccin y la voluntad actan como el espermatozoide y el vulo. La pasin trata de abrirse camino, de penetrar en la voluntad. Pero si sta no la acoge, la seduccin queda estril, no produce nada. Mientras la voluntad se cierre, ni miles, ni millones de espermatozoides lograrn penetrar en el seno de la voluntad. Pero si la voluntad acoge la seduccin, se produce la concepcin del pecado. Aun as el pecado puede ser eliminado. Pero si el pecado no es eliminado, se reproducir. El pecado engendra ms pecado, se reproduce, aumenta en cantidad, cambia cualitativamente hacia peores faltas. Si el primer pecado tiene detrs de s un proceso previo, tambin el pecado que se deja vivir comienza un nuevo proceso. Proceso que lleva a la muerte: la muerte del alma. Y la muerte del alma lleva a la muerte eterna. El alma invadida por el pecado es como un alma muerta pues no tiene vida sobrenatural dentro de s. Y si el alma muerta decide permanecer hasta el final en ese estado de corrupcin, eso lleva a la muerte eterna, a la condenacin. Conocer todo esto nos lleva a valorar ms la accin sobrenatural de la gracia divina, que en cualquier momento de este proceso (mientras no se haya producido ya la muerte eterna) puede vivificar el alma. El perdn de Dios no es slo perdn, sino vivificacin. Y lo dicho aqu para el pecado y las pasiones, vale, slo que al revs, para la gracia y la virtud. La vida en Cristo es un proceso, una vida que se desarrolla.

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ParteIII

El obrar del demonio


respecto al hombre y la naturaleza

Cuestin 29 Qu diferencia hay entre natural, preternatural y sobrenatural?

stos tres trminos suelen ser usados de forma bastante equvoca en sermones. Sin embargo, el significado de cada uno de estos trminos es preciso e inequvoco.

Natural: es la actuacin que se adeca


al obrar de la naturaleza. Se sobreentiende al hablar de la naturaleza que nos referimos a la naturaleza del universo material.

posibilidades del mundo material, pero no pueden actuar ms all de las leyes de su naturaleza anglica, pues no pueden todo. Ellos no pueden todo ni siquiera en el mundo material. Dios, sin embargo, puede crear un rgano de la nada; un demonio no podra. Estas diferencias tambin son vlidas en las cosas que suceden en nuestra alma. Por ejemplo, un paisaje bello me puede recordar la belleza de Dios, es algo natural. Mientras que un ngel o un demonio pueden directamente enviar inspiraciones a mi mente. Dios va ms all, pues puede enviar gracias espirituales (de arrepentimiento, de accin de gracias, etc) a lo ms interno de mi espritu, obrando cambios radicales en un segundo. Toda la actuacin de la gracia es sobrenatural. Y la gracia siempre es enviada directamente por Dios.

Preternatural: es la actuacin que va


ms all del obrar de la naturaleza del universo material. Lo que es fruto de la actuacin de una naturaleza anglica o demonaca es preternatural. La palabra proviene de praeter naturam, ms all de la naturaleza.

Cuestin 30 Los demonios aumentan su castigo por el mal que hacen a los hombres?

Sobrenatural: es la

actuacin que va ms all de cualquier naturaleza creada. Esta forma de obrar es slo propia de Dios. La naturaleza material puede realizar cosas sorprendentes, pero siempre segn las leyes del cosmos material. Los demonios pueden hacer levitar un objeto en el aire, transformar algo instantneamente, etc. Ellos pueden hacer cosas que van ms all de las

a se ha dicho que cada demonio es libre de hacer ms o menos mal contra los hombres, parece lgico que eso conlleve algn tipo de castigo suplementario. Yo personalmente nunca pens que el Juicio Final supusiera nada ms que una proclamacin pblica de su pena. Pero segn lo aprendido en los exorcismos, parece que el Juicio Final ser algo ms que una mera declaracin solemne, sino que por lo que dicen los demonios tendrn que dar cuenta de lo hecho contra los hombres o contra Dios hasta el momento en que ellos queden totalmente fuera nuestro mbito y destino. En el Juicio Final ningn condenado dejar de estar condenado, pero tendrn que dar cuenta del mal infligido en ejercicio de su libertad.

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Cuestin 31 Es posible hacer un pacto con el demonio?

a gente suele pensar que los pactos con el demonio slo existen en la literatura. Estn equivocados. Hay personas que conscientemente, con toda advertencia, pactan con el Diablo y le entregan el alma con tal de conseguir algo en esta vida. La idea de un pacto formal con el demonio aparece por primera vez en el siglo V en los escritos de San Jernimo. Este padre de la Iglesia cuenta como un joven para obtener los favores de una bella mujer fue a un mago, el cual le impone como pago por sus servicios el renunciar a Cristo con un escrito. Tenemos en el siglo VI, una segunda aparicin de este tipo de pacto en la leyenda de Tefilo, quien accede a ser un servidor del Diablo y firma un pacto formal. Esta leyenda se extendi por Europa en la Edad Media. Es posible un pacto con el demonio? Por supuesto uno puede firmar un papel, pero no se le va a presentar el demonio ni para entregarle el papel, ni para recogerlo. Cuando uno hace un pacto de este tipo siempre espera que se aparezca alguien, pero es uno mismo el que tiene que escribir los trminos, y tampoco aparece nadie una vez firmado el pacto, con lo cual uno se queda con el papel en la mano. Todo lo cual suele ser bastante desilusionante para el que se esperaba que sucediera algo. Aun as, si uno invoca al Diablo muchas veces pueden suceder cosas, lo mismo que en el espiritismo. Pero no necesariamente. A esta escena tan poco teatral, para el que crea que iba a haber alguna aparicin, hay que aadir: 1 Que firmar ese pacto no significa obtener una vida de riqueza, honor y lujuria desenfrenada. Yo he conocido

personalmente a dos personas que hicieron ese pacto y, francamente, su nivel de vida era peor incluso que el mo. Tampoco parece que en aspecto carnal el Diablo fuera especialmente generoso con ambos. Eso se debe a que el Diablo no es Dios y no puede dar lo que quiera. 2 El alma puede arrepentirse siempre que quiera con un simple acto de su voluntad. Arrepintindose, el pacto queda en papel mojado fueran cuales fueran los trminos del contrato. Incluso aunque se excluyera la posibilidad del arrepentimiento, esta clausula no sirve de nada. Dios que nos ha dado la libertad para hacer lo que queramos, no nos ha dado libertad para renunciar a la libertad. Esto es vlido tambin en la eternidad, en el cielo o en el infierno seguiremos siendo libres. Slo que en el cielo ya no querremos pecar, y en el infierno ya no querremos arrepentirnos. Muchos piensan que el triunfo en los negocios o la profesin s que la puede dar el Diablo. Pero la razn por la que el mismo Diablo no puede conceder ni siquiera eso a sus siervos es porque el xito de una empresa o en una profesin depende de la concatenacin de muchas causas y factores. El demonio slo puede tentar, as por ejemplo puede tentar a un jefe a que escoja a un empleado en vez de a otro. Pero la tentacin se puede superar, y por tanto ni una cosa tan simple como esa es segura ni con un pacto con el demonio. El gran poder del pacto con el demonio es hacer pensar a la persona que ya est condenada haga lo que haga. Es difcil hacer entender a una persona que ha firmado tal trato que sigue siendo tan libre como antes. Pero es as.

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Cuestin 32 Puede el demonio provocar una enfermedad mental?

i el demonio puede tentar, tambin podra hacerlo de forma continua, intensa, sin descanso, y tratar de provocar por tanto una obsesin o una fobia o una depresin u otras enfermedades. Si hemos dicho que puede transmitir especies inteligibles, podra transmitirlas con tal frecuencia que perturbara seriamente la vida ordinaria de la persona hasta el punto de desequilibrarla. Por poder hacerlo lo puede hacer. Pero Dios impide su libre actuacin sobre nosotros. Toda accin del demonio sobre los hombres debe ser permitida por Dios. A la pregunta por tanto de si el demonio puede provocar enfermedades mentales la respuesta es: s, si Dios lo permite. Respuesta que vale para todo. Incluso a la pregunta podemos contraer una enfermedad mental sin intervencin del demonio? La respuesta sera exactamente la misma: s, si Dios lo permite. Se trata de una respuesta que tiene un carcter casi universal. Pero por amplia que sea -de hecho cabe casi de todo en ella-, mucho me temo que no hay otra respuesta a esa pregunta. Conocido el mecanismo interno que usa para provocar la tentacin -la infusin de especies inteligibles en nuestra inteligencia, memoria e imaginacin-, este modus operandi tambin se puede usar de forma tan pertinaz que desequilibre a la persona. Entra dentro del poder del demonio el hacerlo. Lo nico que puede impedirlo es la voluntad de Dios. Ahora bien, lo impide siempre? Indudablemente no. Si Dios no impide siempre la actuacin de las causas naturales que provocan la enfermedad, tampoco impide siempre la actuacin del demonio. Ahora bien, en este mbito de la actuacin del demonio

ms all del campo de la tentacin, la actuacin del demonio es excepcional. Toda enfermedad mental se debe a causas naturales mientras no se demuestre lo contrario. Por otro lado, si pusiramos una al lado de la otra a una persona enferma mental por causas naturales y a otra enferma mental por causa demonaca, no habra manera de distinguir la una de la otra pues slo veramos el efecto externo.

Cuestin 33 El demonio puede provocar enfermedades en el cuerpo?

nte todo hay que dejar bien claro que las enfermedades aparecen por causas naturales. Pensar que las enfermedades tienen su causa en el mundo de los espritus sera como querer regresar a un estado precientfico donde la razn sera sustituida por el mito. Ahora bien, si los demonios existen tampoco se puede descartar absolutamente que ellos puedan actuar alguna vez en este campo. Las reglas generales son como su nombre indica generales, pero nada impide que sucedan hechos especiales, por muy raros que stos sean. Normalmente del cielo llueve agua, o cae nieve o granizo, pero alguna vez tambin cae del cielo un meteorito. As tambin de forma extraordinaria e inusual Dios puede permitir que un demonio provoque una enfermedad. De hecho, San Lucas menciona expresamente el caso de "una mujer, que desde haca dieciocho aos padeca una enfermedad producida por un espritu, y estaba encorvada" (Lc 13,10-14). De esta mujer no se dice que estuviera endemoniada, pero s se dice que el demonio era la causa de esa enfermedad. Esa afirmacin es categrica en el Evangelio. A esto podemos aadir el caso de la muerte de los esposos de

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Sara en el libro de Tobas causada por el demonio Asmodeo (Tob 3). Santa Teresa de Lisieux escribi un captulo muy interesante al hablar de su vida: La enfermedad que me acometi provena, ciertamente, del demonio. Furioso por vuestra entrada en el Carmelo [la de su hermana] quiso vengarse en m de todo el dao que nuestra familia haba de causarle en el futuro, pero no me hizo casi sufrir; pude proseguir mis estudios, y nadie se preocup por m. Hacia finales de ao me sobrevino un continuo dolor de cabeza. (...)Esto dur hasta la fiesta de Pascua de 1883. (...) Al desnudarme, me sent invadida por un extrao temblor. No s cmo describir una enfermedad tan extraa. Hoy estoy persuadida de que fue obra del demonio. (...) Casi siempre pareca estar en delirio, pronunciando palabras sin sentido. (...) Con frecuencia pareca estar desvanecida, sin poder ejecutar el ms mnimo movimiento. (....) Creo que el demonio haba recibido un poder exterior sobre m, pero que no poda acercarse ni a mi alma, ni a mi espritu, si no era para inspirarme grandsimos temores de ciertas cosas. (Historia de un alma, cap.III)

Cuestin 34 Cmo se puede distinguir si una visin es un problema demonaco o psiquitrico?

refiriendo un caso de visin y le piden a un telogo que discierna, la mayor parte de las veces es absolutamente imposible. Pero al cabo de unos meses los casos ms oscuros quedan claros. Y si se deja que la enfermedad siga su curso, al cabo de unos aos queda claro el asunto hasta para los familiares ms nefitos en esta materia. Por poner un ejemplo, si un penitente desconocido se arrodilla en el confesonario y le dice al confesor que la Virgen le ha dicho de forma audible que le quiere y que sea buena. El sacerdote no puede saber si tiene a una persona que ha experimentado una alucinacin o una locucin. Probablemente ni el mejor telogo del mundo lo podra saber. Pero si la confiesa durante un ao, la cosa estar cada vez ms clara, y aun en menos tiempo. Pues si la penitente est enferma paulatinamente ir desarrollando la enfermedad y dir que la Virgen le revela ms y ms cosas, y stas cada vez ms peregrinas. Y si se deja pasar cinco aos ms, al final lo normal es que la enfermedad quede patente no slo al confesor, sino hasta a sus familiares pues el carcter absurdo e ilgico de las alucinaciones suele desarrollarse ya que se trata de una enfermedad. Y las patologas mentales conforme avanzan suelen desligarse cada vez ms y ms de las leyes de la lgica.

l tiempo es el mejor medio para discernir si algo es un problema psiquitrico o es accin del demonio. Si una visin, locucin o algo que parece extraordinario es una enfermedad mental, se desarrollar inevitablemente. Las psicosis tienden a desarrollarse. No se quedan estancadas. Y el tiempo acaba desarrollndolas de manera tal que todo acaba quedando claro. Pero cuando alguien viene

Cuestin 35 Pueden los demonios producir pesadillas?

S
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, aunque no hay manera de saber cuando una pesadilla tiene una causa natural y cuando demonaca. Slo podemos sospechar que tienen un origen demonaco cuando hay otros indicios en la vigilia que as lo indican. Hay casos en los que ningn psiquiatra acaba de encontrar causa alguna razonable, ni consciente ni

subconsciente, para que una persona normal durante un mes o ms sufra todas las noches terrores nocturnos que le hagan despertar empapado en sudor y gritando. Estos periodos de pesadillas intenssimas a veces estn ligadas a cosas tales como haber hecho un rito esotrico o a comenzar una vida espiritual ms intensa. Aconsejara en estos casos usar de agua bendita y pedir antes de dormir a Dios que nos proteja de cualquier influencia demonaca durante la noche. Si haciendo eso cesaran las pesadillas de forma absoluta, eso sera un signo de su origen.

Cuestin 37 Pueden provocar desastres o accidentes?

Cuestin 36 Los demonios pueden nuestros pensamientos?

leer

os demonios pueden tentarnos pero no pueden leer nuestros pensamientos. Aunque dada su gran inteligencia pueden conjeturar lo que pensamos. Al ser seres ms inteligentes que nosotros, deducen muchas ms cosas y con ms seguridad con muy pocos signos externos que lo que deduciramos nosotros. Pero siempre hay que recordar que ellos estn fuera de nuestra alma, slo Dios puede leer nuestra alma. Aunque si uno mentalmente se dirige a un santo, angel o demonio, nos escuchan. Por eso la oracin da lo mismo que se haga tanto oral como mentalmente. Por eso da lo mismo ordenar a un demonio que se marche mentalmente, que en voz alta. En distintos casos de posesin he observado que el demonio obedece rdenes dadas mentalmente.

i los demonios tuvieran mano libre para provocarlos, el mundo entero de extremo a extremo caera en el caos ms irremediable. Los casos de poltergeist son una prueba de que un demonio puede suspender algo en el aire o mover un objeto. Si pudiera a voluntad desplazar un tornillo de su sitio, los aviones, los automviles, los depsitos de combustible o de armas tendran continuos accidentes. A veces con slo desplazar un poco un cable podra provocar un cortocircuito y por tanto un incendio. El demonio mueve cosas en los poltergeist, pero despus ya se ve que no puede mover un poco un cable o un tornillo. No puede provocar accidentes a voluntad. Por qu? Porque Dios se lo impide. Lo mismo es vlido para tormentas, huracanes, terremotos y otros desastres que ocurren en la naturaleza. De forma que hay que afirmar tajantemente que los desastres y accidentes ocurren por causas naturales. Lo cual no significa que de modo extraordinario alguna vez, excepcionalmente, s que puedan provocar este tipo de cosas si Dios as lo permite. La Biblia en el Apocalipsis nos ensea que Dios al fin de los tiempos permitir una manifestacin ms libre de los poderes de los demonios. Y as en Ap 13, 13-14 se habla se de esos portentos. Pero mientras tanto no debemos pensar que los accidentes o desastres tienen su causa en la actuacin demonaca, salvo que haya algo objetivo que nos haga pensar en ello. As por ejemplo, en una ocasin me puse a rezar por una seora que sufra una influencia demonaca. Unos minutos despus comenz a llover, despus a granizar, la granizada se haca cada vez

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ms intensa, finalmente un viento propio de una tempestad comenz a batir contra el templo. El viento fue de tal intensidad que tuve que detener la oracin, el fragor impeda or no slo las oraciones, sino que hasta para hablar uno al lado del otro casi tenamos que gritar. Todo comenzaba a crujir, el templo entero cruja como un barco de madera en el ocano. Y repentinamente el mismo techo de la iglesia cedi y se levant en uno de sus extremos. Nos pusimos a rezar para que no se levantara el techo entero. Aquella escena con el viento agitando con furia los manteles del altar los cuales no salieron volando-, los ladrillos cayendo sobre el presbiterio desde la parte ms alta del techo de la iglesia, y los truenos tronando sin interrupcin formaron una escena tremenda e inolvidable. Pues bien, aqu tenemos un episodio en que es razonable pensar que hubo una relacin entre la oracin sobre aquella persona y lo que sucedi despus. Sea dicho como curiosidad que el departamento meteorolgico ms cercano no detect ningn viento anormal con lo que el seguro no quera pagar en principio los desperfectos.

Cuestin 38 Pueden los demonios hacer milagros?

legaron pues Moiss y Aarn al Faran e hicieron como haba ordenado Yahveh, arrojando Aarn su cayado ante el Faran y sus servidores y se convirti en serpiente. Entonces, el Faran llam tambin a los sabios y magos, y tambin ellos, los adivinos de Egipto, hicieron lo mismo con sus sortilegios. Cada uno arroj su cayado y se tornaron serpientes. Ex 7,10-12 En la Edad Media al hablar a telogos uno aduca este texto y la cosa

quedaba clara. Hoy da cuando uno ofrece un texto de la Biblia a los telogos, hay despus que demostrar que el texto quiere decir lo que dice. La autoridad de la Biblia nunca ha estado ms a la baja entre los telogos. En pocos temas como en la demonologa se percibe de un modo ms claro que lo que dice la Biblia va a misa. Cuando la Sagrada Escritura habla en materia de demonologa no hay que buscarle sentidos raros y retorcidos. El texto aducido del xodo muestra que los demonios pueden hacer cosas extraordinarias que van ms all de las leyes naturales que conocemos. No pueden hacer cosas imposibles para su naturaleza anglica. No pueden crear algo de la nada, no pueden hacer vivir a un muerto, no pueden saltarse las leyes de la naturaleza. Lo que obran deben obrarlo segn las leyes de la naturaleza. Dios s que puede obrar ms all de esas leyes: puede crear algo, puede devolver la vista a un ciego con solo quererlo, puede revivir un cuerpo que se est corrompiendo. Un demonio puede curar la ceguera de alguien slo si con su poder y a travs de las leyes de la naturaleza tal cosa es posible. Lo mismo que un mdico puede curar ciertas cosas con su ciencia y los medios a su alcance, y otras cosas no puede curarlas. Del mismo modo una pequea enfermedad, por poner un ejemplo, en unos casos puede curarla y en otros no. Desde luego no puede por su poder dar la vida a un tejido que est muerto, pero s que puede acelerar procesos, extirpar algo, etc. Y lo dicho para esta materia vale para el resto de fenmenos. Puede suspender algo en el aire, puede conceder una gran fuerza fsica a alguien en un momento dado, puede provocar una tempestad. Pero no puede hacer inmortal a una persona, pues las leyes de la biologa siguen su curso. No puede transformar el agua en vino, pero puede

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extraer el agua de un recipiente cerrado y reemplazarla por vino. No puede crear de la nada un ojo en la cavidad vaca de la cara, pero s que podra retirar una piedra del rin. Cada demonio obra segn el poder de su naturaleza y sin poderse salir de los lmites que le imponen las leyes del cosmos. Dios es el nico omnipotente cuyo nico lmite es lo imposible. Y as ni siquiera Dios puede crear un crculo cuadrado, tampoco puede pecar, ni olvidar algo, ni crear otro Dios. Que el demonio pueda hacer cosas extraordinarias explica que el Faran y su corte se mantuvieran firmes en no dejar marchar al pueblo hebreo a pesar de ser testigos de los portentos que Dios haca. Pues el Faran vea con sus propios ojos que sus magos tambin hacan cosas extraordinarias. Por eso pens que con la ayuda de todos sus dioses podra luchar contra el dios desconocido y hebreo. No capt que el dios desconocido no era un dios, sino Dios. De la misma manera que los magos del Faran transformaron sus cayados en serpientes (Ex 7,12) o hicieron aparecer tambin ellos ranas (Ex 8,3), as tambin al final de la Historia Dios permitir que los demonios hagan los hechos extraordinarios que narra el Apocalipsis. Como se dice en el ltimo libro sagrado de la Biblia, en el final de los tiempos habr personas que harn portentos por obra del demonio.

NIHIL PER DAEMONIUM, NISI DEMONSTRATUM nada tiene su causa en el demonio, mientras no se demuestre lo contrario Esta regla no es perfecta ya que por ejemplo aunque yo crea que una tentacin tiene su origen en m, puede proceder del demonio sin yo ni siquiera sospecharlo. Esto tambin es vlido para cualquier otro mbito en que lo externamente natural pudo tener su causa en una oculta intervencin demonaca. No obstante, vienen ms beneficios de seguir tajantemente esta regla que he expuesto que de dejarse llevar de una sospecha continua. Rotundamente hay que afirmar que lo natural tiene una causa natural. Un cientfico slo puede achacar a causas no fsicas slo aquellos fenmenos que de ninguna manera se pueden explicar por causas de este mundo material. Eso s, tampoco es ms cientfico si a toda costa quiere explicar los hechos preternaturales con las leyes de este mundo. Por ejemplo, un hecho como que una virgen de escayola llore sangre humana (caso de Civitavecchia, Italia) es un hecho preternatural. Si un cientfico se empecina en explicar eso con razones naturales lo nico que demuestra es lo poco razonable que puede llegar a ser. Es decir, demostrara que est usando la razn a su antojo, como un medio para llegar a una verdad que ya ha decidido de antemano. Un cientfico que usa la razn a su antojo ya no es un cientfico, sino una especie de brujo o mago de la razn. Y as, ante determinados hechos, ciertas personas a pesar de sus titulaciones actan tan irracionalmente como un brujo caribeo danzando alrededor del fuego. Danzan alrededor del fuego de la razn, pero son sus decisiones tomadas de antemano las que guan sus movimientos en esa danza. Normalmente cuando un hecho

Cuestin 39 Cmo podemos saber que algo est provocado por el demonio?

l mundo material se rige por leyes y causalidades materiales. Pero a veces se nos pregunta si tal enfermedad, tal desastre, tal accidente, fue causado por el demonio. Para responder a esa pregunta se podra formular esta mxima:

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es brutalmente preternatural y no cabe ninguna escapatoria por poco razonable que sea, este tipo de cientficos tozudos suelen sacarse de la manga una solucin que vale para todo: los poderes de la mente pueden hacer milagros. El cientfico no cree en los milagros, te dicen, y por tanto si dices que lo has visto ante tus mismos ojos eres un alucinado. Pero si el milagro ocurre delante de sus mismos ojos, la respuesta es rpida, los poderes de la mente.... All, en esos poderes, cabe todo. No importa que sea una estigmatizacin, la licuacin de una sangre coagulada (caso de la sangre de San Genaro y San Pantalen), no comer nada durante aos (caso de Teresa Neumann, Austria), etc, etc. Los escribas y fariseos no tuvieron en cuenta los milagros de Jess porque encontraron una excusa perfecta para tranquilizar su conciencia: los hace con el poder del demonio, dijeron. Hoy da esa excusa queda inapropiada y hasta fea, sobre todo si uno es ateo. De ah que apelar a los poderes de la mente, las fuerzas del universo o el consabido slo conocemos un 5% de lo que nos rodea, queda mejor.

Cuestin 40 Puede el demonio provocar mala suerte?

sta es una de las consultas que con ms frecuencia hacen a los sacerdotes la gente que en algn momento de su vida cree sufrir los efectos de algn tipo de magia. Lo primero de todo que habra que contestar es que desde una perspectiva cristiana hablar de buena o mala suerte es un modo superficial de considerar las cosas. Digo superficial, aunque habra que precisar que, aunque como modus loquendi es admisible, teolgicamente es incorrecto. Lo que externamente aparece como mala suerte ha de ser considerado

como una prueba. Lo que externamente aparece como buena suerte ha de ser considerado como bendicin. En ese sentido Dios permite el mal a travs de todo tipo de causas segundas; entre las cuales est el demonio incluido. Ahora bien, cmo saber si el demonio est involucrado en una racha de malos sucesos que acaecen en nuestra vida? No hay manera posible, puesto que se trata de una causa que aunque real es invisible. Slo cuando los hechos son completamente inexplicables, bien por el modo en que han sucedido, bien porque no es razonable de manera alguna tal concatenacin de hechos, sera admisible pensar que hay detrs una causalidad demonaca. As que el sacerdote debe contestar que no hay forma alguna de saber si detrs de esos hechos que se le han referido, est o no el demonio. Pero que si el influjo del demonio est detrs de esos sucesos, el modo de contrarrestar ese influjo es la oracin. La oracin, hay que decirle, es lo que atraer la bendicin divina y alejar a ese ser maligno. En seguida la gente pregunta que cunta oracin hay que hacer y cules y de qu modo. La contestacin que les doy es: cuanta ms oracin haga ms atraer la bendicin divina sobre usted y los suyos. La gente busca modos complicados, casi mgicos, de volver a la paz. Hay que explicarles que Dios es un Dios de simplicidad.

Cuestin 41 Qu es el maleficio?

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aleficio es aquella operacin que se hace para daar a otro con el concurso de los demonios. Hay maleficios para matar, para provocar posesin, para que le vayan a uno mal los negocios, para que alguien enferme, etc. Como ya se ha dicho, los maleficios tienen efecto slo si

Dios lo permite. Cuanto ms ore uno, ms protegido est contra todas estas influencias. El anterior ritual de exorcismos deca en sus praenotanda: mande al demonio decir si permanece en aquel cuerpo por alguna obra mgica o signos o instrumentos malficos. Los cuales, si el poseso los ha comido que los vomite. O si estn en algn lugar fuera del cuerpo que los revele. Y encontrados que sean quemados completamente. Si el poseso vomita un objeto malfico, hay que quemarlo. Pero el exorcista es mejor que no lo toque con las manos. Y si lo toca conviene que mientras lo hace rece. Y que se lave despus las manos con agua bendita. De lo contrario ese tipo de objetos puede provocarle alguna vez problemas en la salud durante algn tiempo.

que ora y vive en gracia de Dios est protegida por Dios. Cuanto ms se ora y se lleva una vida espiritual uno est ms protegido. Cmo se puede saber si alguien es vctima de un maleficio? Pues no hay manera posible, ya que la accin del demonio es invisible. Slo es seguro cuando se produce una posesin o una influencia demonaca en la persona cuyos signos s que son visibles al exorcista. Tambin es posible deducir que un mal es fruto de un maleficio cuando ese mal viene acompaado de hechos preternaturales malignos. Pero salvo que aparezcan cosas externas que delaten una causa demonaca, no se podr nunca saber si algo viene de causas naturales o no.

Cuestin 42 Tiene efectividad el maleficio?

Cuestin 43 Qu hacer en caso de maleficio?

ucha gente se pregunta si tiene efectividad el maleficio, al que algunos inadecuadamente lo llaman mal de ojo, aunque nada tiene que ver con la mirada ni el ojo. Lo primero que hay que decir es que el que hace un maleficio, como el que lo encarga, sern los primeros perjudicados por el demonio. Sin duda sern perjudicados o con algn tipo de influencia demonaca o con la posesin o con enfermedades. Nunca se invoca al demonio en vano. Despus la gente se pregunta si tiene efectividad contra el que se ha hecho. Pues eso depende de la voluntad de Dios. Es decir, de esto se afirma lo mismo que de un accidente, enfermedad o desgracia. Dios permite que en nuestra existencia sobre la tierra haya bienes y males, porque la vida es una prueba antes del Juicio. Por supuesto que la persona

u hacer si uno tiene alguna sospecha de que alguien ha hecho un maleficio contra l? Como ya se ha dicho no es posible casi nunca llegar a la certeza en esta materia ni siquiera para el especialista, mucho menos para una persona particular sin grandes conocimientos sobre el tema. Pero si un maleficio ha sido practicado el nico modo de destruirlo es hacer justo lo contrario. Es decir, si una persona ha invocado al demonio para hacer el mal, se trata de que la vctima invoque a Dios para que le proteja, le ayude y le bendiga. El bien siempre es ms fuerte que el mal. A la gente que viene a mi parroquia diciendo que sufren un maleficio les digo que, salvo excepciones, es imposible comprobar la causalidad demonaca, pero que si sufren de verdad un maleficio la nica medicina y remedio es la oracin. Les propongo la siguiente medicina, el siguiente plan concreto, para ir destruyendo lo que

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pueda haber de influencia malfica: que hagan cada da lo siguiente: 1.rezar tres misterios del rosario 2.leer cinco minutos el Evangelio 3. orar unos instantes en una iglesia Por supuesto que les podra proponer ms cosas. Pero como la mayor parte de la gente que viene pidiendo ayuda, no hace nada de oracin, tampoco se les puede imponer mucho ms. Sobre todo en los casos de influencia, en los casos en los que no hay una posesin. Ya que si hay posesin, se sienten ms necesitados de ayuda y estn dispuestos a orar ms. A los tres puntos anteriores, se les puede aconsejar si se les ve muy afligidos, otros puntos adicionales: 4.la misa (tres veces entre semana) 5.colocar en la casa un crucifijo bendecido 6.colocar una imagen de la Virgen Mara 7. rezar un salmo al da Haciendo estas cosas el mal que sufren si es del demonio ir remitiendo. Pero si no remite nada, eso sera signo de que no estaba provocado por un maleficio. Si el sacerdote es exorcista podra rezar para ver si hay en la persona alguna influencia o no. En caso de que el maleficio haya producido una influencia el sacerdote podra hacer oracin de liberacin. Pero en otras ocasiones, el demonio ha producido un mal (por ejemplo en la salud) y se ha marchado. Es decir, si por un maleficio alguien tiene un problema de salud pero el exorcista ve que no hay en l ninguna influencia, entonces esa enfermedad es como cualquier otra enfermedad y su curacin vendr de la medicina. Porque en casos as, el demonio vino hasta la persona, produjo el mal y se fue. En esos casos, hay que aplicar causas naturales para

enmendar el mal provocado, pero no es necesario nada ms.

Cuestin 44 Qu es el hechizo?

l hechizo es aquella operacin que se hace para obtener algo positivo con el concurso de los demonios. Si en el maleficio se busca daar a alguien, en el hechizo se busca algo positivo, es decir: que alguien se enamore del que hace el hechizo, que vayan bien los negocios, que ascienda de puesto, etc. Como es lgico el demonio no puede todo, slo tentar. De ah que si puede influir algo ser a travs de la tentacin. El hechizo no suele conseguir lo que se busca con l. Y, sin embargo, suele provocar posesin o algn tipo de influencia. Siempre en el que lo hace o lo encarga, y a veces tambin en la vctima del hechizo. Cuando se exorciza a alguien si se encuentra el objeto del hechizo o del maleficio se ha de destruir. Pero si no se encontrara sera completamente indiferente, ya que la oracin a Dios destruir toda influencia de ese objeto demonaco. Contra el hechizo aplquese el mismo remedio que para el maleficio, pues en definitiva es el demonio actuando.

Cuestin 45 Importa el modo de hacer un maleficio o un hechizo?

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o, da lo mismo usar vsceras de animales que pelos de la vctima, da lo mismo usar un mueco de cera que marcar con tiza un pentculo en el suelo poniendo velas. Es indiferente usar unos materiales u otros, unas conjuraciones u otras. Lo que realmente hace que eso tenga efecto es la

invocacin al demonio. El modo en el que se le invoque es indiferente. Sin embargo, el demonio s que tiene inters en hacer creer a sus servidores que s que tienen importancia los ritos y materiales. Pues eso hace pensar a las personas que dominan esas fuerzas. A travs de los ritos, los brujos creen mantener el dominio de la situacin. Lo dicho para los maleficios y hechizos vale, slo que al revs, para los exorcismos. Da lo mismo los materiales o el rito concreto con el que exorcicemos al demonio. Lo importante es la fe en Dios. Se puede exorcizar al demonio armado slo con el nombre de Cristo y la fe. Hay exorcistas que dan una importancia excesiva a los modos y los materiales con los que realizan el exorcismo. De todas maneras, aunque el sacerdote vaya slo armado del nombre de Cristo, la oracin har que el demonio le revele al exorcista que s que hay algunas cosas que le atormentan ms que otras porque son smbolos que le atormentan de un modo especfico, pues especficos fueron los pecados que le llevaron a la reprobacin y que son los que ahora atormentan su alma. anexo a la cuestin 45 urante muchos aos he sostenido la postura escrita en la cuestin superior, postura que me pareca la ms racional y a ella me aferr con uas y dientes. Sin embargo, la prctica exorcstica pareca ir desmintiendo esta tesis en tantos casos y de un modo tan patente que cambi de opinin. Consideraba que s que exista algn tipo de relacin desconocida entre determinados objetos materiales y el espritu. Es decir, que tener o no tener algo del cuerpo (uas o pelo o menstruacin) de la persona contra la que se va a hacer un maleficio no es indiferente. Como tampoco es indiferente

el que ese objeto malfico (aquel con el que se ha efectuado el maleficio) se queme si se encuentra. Adems, pensaba, que si esto era vlido para lo malo, tambin era vlido para lo bueno. Es decir, reconoca que en un exorcismo lo importante es la fe, pero que no daba lo mismo usar que no usar una materia que otra para exorcizar, y voy a poner algunos ejemplos: En un momento dado, el que Dios nos revelara (a travs del poseso) que tenamos que aplicar ceniza del Mircoles de Ceniza junto con Santo Crisma sobre un poseso hizo que acabara una larga posesin que si no se hubiera prolongado quiz varios das ms. En otros casos hacer seales de la cruz en una parte concreta del cuerpo del poseso, puede acortar un exorcismo incluso horas. La tesis de que lo nico que importa es la fe, y que lo material o el modo es indiferente, me pareca una tesis bella, simple y que no planteaba problema alguno. Consideraba que el que lo material s que tuviera relevancia en este campo tanto para hacer maleficios como para exorcizar, no significaba que caigamos en lo mgico, sino que significaba sencillamente reconocer que entre lo material y lo espiritual existen relaciones mucho ms complejas de lo que imaginamos, todas ellas regidas no por la irracionalidad, sino por una racionalidad que nos supera. Esta segunda postura la mantuve durante tres aos. Despus, de nuevo, hubo en m un progreso en la comprensin de estas realidades y de nuevo he vuelto a la primera postura. Hoy da creo que la materia para hacer un maleficio y el modo de hacerlo es completamente indiferente. Son los demonios los que tratan de hacer entender que s que importa. Los demonios ponen mayor inters en atacar a una persona si se les invoca de un modo determinado, bajo unos determinados

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rituales o usando determinadas materias. En s los rituales son indiferentes, pero el infierno quiere convencernos de que no para as crear una especie de ciencia malfica. Lo nico que importa en la eficacia de un maleficio son dos cosas: la voluntad del que realiza el maleficio y que llama a los demonios, y la voluntad de los demonios al atacar a una persona. La misma doctrina es vlida para lograr un milagro o una intervencin de Dios. Los materiales de un ritual (sea un sacrificio del Antiguo Testamento, sea una liturgia de adoracin) son indiferentes, slo importa la voluntad del que pide y la voluntad de Dios. No existe una frmula para hacer el maleficio as como no existe una frmula para hacer un milagro. La voluntad del que invoca llama y pide, la voluntad del que acta realiza todo el acto. Entonces por qu en los exorcismos determinados elementos s que parecen tener una efectividad propia para atormentar y echar demonios? Pues nicamente porque son smbolo de realidades espirituales. Y el smbolo puede atormentar a los demonios hasta el punto de echarlos.

Cuestin 47 Adivinan el futuro los magos por intervencin del demonio?

ndudablemente no. Y lo digo as de tajantemente por dos razones. Primera razn, los demonios no lo saben todo, slo lo que pueden deducir, pero ellos no ven el futuro. Segunda razn, los demonios buscan nuestro mal, y aunque conozcan algn hecho futuro no nos van a ayudar revelndonoslo. An as, alguna vez como excepcin pueden revelar alguna cosa concreta futura para que la persona se vuelva adicta a la consulta de este tipo de personas. Nunca ningn cristiano bajo ningn concepto debe consultar a este tipo de personas. La consulta a un mago, vidente o santn constituye siempre un pecado grave. Y aunque este tipo de personas suelen decir que poseen poderes de videncia, nunca jams el sacerdote debe dirigir a este tipo de personas a posesos para ver si hay o no posesin. Lo que el sacerdote no vea con su ciencia no debe tratar de suplirlo con la falsa ciencia de estos videntes.

Cuestin 46 Cul es la diferencia entre magia blanca y magia negra?

Cuestin 48 Interviene el demonio en el horscopo, el tarot y otras formas de adivinar el futuro?

a magia blanca es la que se practica para lograr el bien, y la magia negra es la que se practica para lograr el mal. Ambas magias son ineficaces. Y si alguna vez tienen algn tipo de eficacia es por intervencin del demonio. Ninguna persona tiene poderes mgicos, es el demonio el que est detrs de ello aunque estos mismos videntes, santones, magos o brujos no lo sepan. Y ellos mismos si invocan a este tipo de fuerzas acaban estando posesos.

n principio, el demonio slo interviene cuando se le invoca. Esas formas de adivinar el futuro en que no se invoca a fuerzas ocultas, ni a seres espirituales desconocidos, no son demonacas. Son prcticas supersticiosas, pero no demonacas. Si bien los que practican tales supersticiones sentirn cada vez ms la tentacin de invocar tales fuerzas y seres desconocidos. No hace falta decir que si el futuro no es posible conocerlo ni invocando a los demonios, mucho menos con esas prcticas de astrologa,

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cartomancia, etc. Los mismos que practican esas supercheras son la prueba viviente de que por ese medio no se puede obtener ningn beneficio. Los nicos que s que suelen obtener algn beneficio de tales adivinaciones, son los embaucadores profesionales que son los primeros en no creer en ellas y que saben dosificar sus predicciones para no pillarse los dedos.

Cuestin 49 Puede un demonio provocar falsas visiones en un mstico?

as naturalezas anglicas tienen poder para infundir visiones y locuciones en cualquier mente humana. Ahora bien, Dios para evitar el desbarajuste que en las almas producira este tipo de actuaciones si se dieran con frecuencia, prcticamente nunca consiente que se den. Slo lo permite en rarsimas ocasiones y cuando la persona tiene medios para descubrir la verdad. Desde luego si no fuera porque el Altsimo contiene el poder del demonio, ste se aparecera continuamente como ngel o como un santo. Ha habido casos en que se ha aparecido, incluso, con la apariencia de Nuestro Seor Jesucristo. En el caso verdaderamente excepcional de que haya una revelacin mstica en un alma y al director espiritual le entre la duda de que pueda estar en medio el demonio hay dos criterios que puede seguir en situaciones de ese tipo: 1. Seguir toda inspiracin que nos lleve al bien como si viniera de Dios 2. Obedecer al director espiritual por encima de toda revelacin.

i una revelacin, mensaje, aparicin, lo que sea, verdadera o falsa, producto de la imaginacin, del demonio, o de Dios, nos lleva a hacer el bien, es decir, nos incita a obras de

caridad, de oracin, de sacrificio, etc, entonces sigmosla como si viniera directamente de Dios. Porque, en el peor de los casos, si es el demonio el que nos est predicando el bien, por qu no hacerle caso? Si el demonio nos predica el buen camino, no habremos de hacerle caso por el hecho de ser malo el predicador? Con esta regla de conducta se quitan todo tipo de escrpulos y se evitan prdidas de tiempo tratando de buscar el origen de las inspiraciones del alma. Ahora bien, siempre hay que anteponer la orden del confesor o director espiritual, a esas supuestas revelaciones. No importa lo bueno y noble que nos pida esa supuesta revelacin, todo deber supeditarse a la obediencia al confesor. Pues incluso lo que proviene directamente de Dios discurre por los caminos de la obediencia a los legtimos pastores. La recepcin de revelaciones es un don menor que el de la obediencia. As que si esas revelaciones provienen del demonio, una de dos: o entrarn en conflicto con la obediencia al confesor o pronto dejarn de conducir al bien intercalando incitacin al mal en ellas. Poco aguanta el demonio predicando el bien. Por el contrario, si la revelacin es de Dios, no hay conflicto entre revelacin y director espiritual porque la obediencia al director espiritual es obediencia a Dios a travs de ese clrigo. La obediencia a una revelacin es siempre obediencia a una supuesta revelacin. Mientras que la obediencia al confesor siempre es algo santo, siempre es algo seguro. El dirigido debe recordar la mxima de obedecer siempre mientras no sea pecado. El mstico no slo no est liberado de la obediencia, sino que especialmente l est ms sujeto a ella. Y la razn est en que el mstico siempre est en peligro de caer en la soberbia. Por

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eso l debe desconfiar ms de su propio juicio y someterse y ser humilde a un hombre ms pecador que l. De lo contrario le puede pasar como al Diablo, que enamorado de s mismo corrompa cuanto ha recibido. Y digo esto con especial conocimiento de causa, pues hace aos fui escogido como director espiritual de un alma que tena varios dones extraordinarios. La veracidad de esos dones pude comprobarla en varias ocasiones sin ninguna duda. Pero aquella persona poco a poco comenz a no escuchar mis indicaciones. Consideraba ella que estaba tan avanzada en la perfeccin que poda ser guiada directamente por el Espritu Santo. Al ver que una terrible soberbia se vea en el horizonte, todava lejano, mis indicaciones se convirtieron en rdenes. Pero la persona opt por seguir sus propias inspiraciones ms que lo que yo le deca. As que lentamente a lo largo de los aos siguientes pude contemplar en primera fila, por decirlo as, como se iba llenado de ms y ms soberbia. Finalmente le di un ultimatum, o me obedeca o dejaba de ser su director espiritual. Opt por seguir su propio camino. El del Espritu Santo, segn ella. Un ao despus, me enter por amigos de l que acab cayendo en pecados ms y ms graves. Tras no pocos pecados, perdi sus dones. Dones que yo haba conocido reales e impresionantes. Terrible historia, que siempre me recordar que en el camino a la santidad hay muchos que quedan en la cuneta y de los que nunca conoceremos sus nombres.

Cuestin 50 Puede provocar estigmas?

, el demonio puede provocar estigmas. Yo me resist a creer tal cosa a pesar de que el cardenal Bona afirmaba que tal hecho "se ha

comprobado por algunos ejemplos indiscutibles" (Discret. spir. c7, n11) y que haba habido testigos de esto mismo en el caso de las posesas de Loudum. Y me resista a aceptar eso porque consideraba que los estigmas eran un fenmeno de carcter esencialmente externo que suponan una especie de ratificacin divina respecto del sujeto que los portaba. Es decir, otros fenmenos msticos son ocultos y son dados para bien la persona que los posee, pero la estigmatizacin se da esencialmente para los dems, por eso son marcas externas. Por ejemplo, una locucin o una visin proftica sobre un hecho futuro son fenmenos que quedan en el interior de la persona, pero una estigmatizacin no. Y son, crea yo, una especie de confirmacin divina de la santidad del que los porta. Y as San Pablo afirma "que nadie me moleste pues llevo en mi cuerpo las marcas de Cristo" (Gal 6,17). De este versculo caben varias interpretaciones todas plausibles. Pero si est hablando de estigmatizacin entonces a primera vista parecera corroborar la impresin de que suponen una especie de manifestacin del favor divino, impresin espontnea por otro lado entre la gente que conoce tal fenmeno. Pero aunque esto sea as, lo cierto es que ms adelante conoc varios casos de pseudomesas que padecan sangrado de sangre en ciertas partes de su cuerpo. El caso que vi por filmaciones no eran propiamente estigmas, sino que la piel sangraba. Qu conclusin sacamos de todo esto? Quiz la gran enseanza de que este hecho tan anecdtico pueda suceder es que el mismo Dios que nos da los signos para conocer la verdad, nos ha dado la inteligencia para discernir los signos. El Dios de la inteligencia se ha complacido en proponernos este tipo de enigmas para que los resolvamos. La estigmatizacin es un signo divino, pero

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incluso los signos divinos deben ser discernidos. En cualquier caso el origen de un caso de estigmatizacin, como de cualquier otro fenmeno mstico, se deducir de los frutos que produzca en la vida de esa persona. Por sus frutos los conoceris. Los frutos del Maligno son soberbia, desobediencia, pecado en definitiva. Los frutos del alma de Dios son la humildad, la obediencia, la vida sacrificada... la virtud. Vuelvo a repetir que el hecho de que los estigmas puedan ser producidos por el demonio es algo muy anecdtico y accidental, pero la enseanza que se extrae de ello es muy importante para cualquier campo eclesistico: todo puede falsificarse, menos la virtud. Los signos, los razonamientos de los telogos, las buenas razones, las intenciones... todo es susceptible de ser torcido o manipulado. Lo nico que no puede fingirse las 24 horas del da, 365 das al ao, es la virtud.

Cuestin 51 Qu forma poseen los demonios cuando se aparecen a los hombres?

os demonios no tienen una forma visible determinada, su forma es inmaterial. Por lo tanto si se manifiestan de forma visible podran adoptar cualquier forma que desearan. Cualquier forma por bella que fuera, humana o anglica, entra dentro de la capacidad de su poder. Podran aparecerse con la forma de un sacerdote conocido, de nuestro confesor, del Santo Padre. Como es lgico tal situacin creara una inseguridad total, as que Dios no lo permite. Y Dios, mirando nuestro bien, no slo no les permite este tipo de apariciones tan sumamente engaosas, sino que ni siquiera les permite aparecerse de cualquier manera,

sino slo en ciertos modos determinados. Para que as nos quede claro a nosotros, que somos como nios al lado de ellos, el carcter malfico del que se aparece. Y as Dios slo les permite aparecerse como sombras que se mueven, como engendros monstruosos, como hombres pequeos de color muy negro. Respecto a esta ltima forma de mostrarse visualmente como hombrecillos oscuros y pequeos, aparece una y otra vez en la tradicin literaria cristiana desde la poca de los Padres del desierto. Pero no slo en ellos, sino que incluso Santa Teresa de Jess, Santa Teresa de Lisieux (en uno de sus sueos) y otros casos como el de la nia Alexia (1971-1985+) volvern a hablar de que vieron a hombres pequeos y de color muy negro. Cuando decimos que Satn es un dragn o una serpiente lo que queremos decir es que tiene el carcter monstruoso, fiero, venenoso y astuto de esos seres. Pero en ningn caso que tenga esa forma visual, ya que sigue siendo un bellsimo ngel en su naturaleza, aunque repugnante en su aspecto moral. La deformacin l la ha sufrido slo en su persona, pero no en su naturaleza. Su ser personal se ha deformado, pero su naturaleza permanece y permanecer intacta haga lo que haga. Dado que ambas cosas son inseparables, l autnticamente es un monstruo, un ser deforme, alguien que produce repugnancia y aversin.

Cuestin 52 Es el demonio el que provoca la noche del espritu?

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oda persona que busque a Dios con todo su corazn y dedique grandes esfuerzos a la oracin y al ascetismo, antes o despus penetrar en una fase conocida por todos los santos como la noche del espritu. Es una fase

de la evolucin espiritual, pasarla es necesario para penetrar en la vida mstica. Es imposible alcanzar ciertos niveles de amor a Dios sin sufrir esta purificacin. Esta purificacin se hace a travs del sufrimiento aceptado con amor de Dios y perseverancia. Esta noche consiste en una serie de tentaciones obsesivas de origen demonaco. En esta fase es como si el demonio se empeara a toda costa en detener el avance espiritual de esa persona hacindola sucumbir en graves pecados. El demonio sabe que o trata de hacerle pecar entonces o el alma se elevar ms all de su alcance. La literatura de los santos es riqusima en textos, pongo a continuacin la descripcin que nos da de esta fase una humildsima costurera extremea del siglo XIX cuyo nombre fue Javiera del Valle: Cuando el alma se resuelve a no querer nada si no es el seguir a su amado Redentor, y poniendo en El fija su mirada con el nico fin de hacer por El, si pudiera lo que ve que ha hecho y sufrido por ella su adorable Redentor, enfurecido Satans, prepara una gran batalla y a ella trae todo su ejrcito infernal. (...) se propone arrancar de nosotros las tres virtudes teologales. Pero donde va directamente a poner el blanco es en la fe, porque conseguida esta, fcil cosa le es conseguir las otras dos; porque la fe es como el fundamento donde se levanta todo el edificio espiritual, que es lo que l quiere y desea y pretende destruir. Dios entonces calla; no le impide su intento, antes prepara los caminos para que sea ms ruda la batalla. Y tambin tiene en ello sus fines, porque el prepararle los caminos es para dejarle en la batalla confundido, burlado y derrotarlo con la ms completa derrota, y

salgamos nosotros vencedores de esta batalla y quedemos invencibles en lo por venir. Cuando Satans ya se acerca a la pelea, lo primero que echamos de menos es la luz clara y hermosa que nos haba Dios dado, para con ella conocer la verdad. La escuela [del Espritu Santo] se cierra; la memoria y la razn por la fuerza del dolor y sentimiento que el alma tiene, parece que se ha perdido. Pobre alma! Quiere buscar a su Dios, y no sabe. Le quiere llamar, y no puede articular palabra. Todo se le ha olvidado; con tan profunda pena, se siente sola, sin compaa ninguna. A qu comparar yo este estado? Nada hallo, si no es a esas noches de verano, en que se levantan de repente esos nublados tan fuertes y horribles, que por su oscuridad tenebrosa nada se ve, sino relmpagos que asustan, truenos que dejan a uno temblando, aires huracanados, que recuerdan la justicia de Dios al fin del mundo, el granizo y piedra, que parece todo lo va a destruir. No hallo a que poderlo comparar: sola, sin su Dios, siente venir a ella como un ejrcito furioso, que la gritan que est engaada, que no hay Dios, y la cercan por todas partes, llenos de retrica que la dan conferencias, sin ella quererlo, pero no la dejan un punto, y con razonamientos tan fuertes y violentos, que a la fuerza la quieren hacer creer que no hay Dios, y con horribles bocachadas (sic), que no hay el tal Dios a quien ella busca, y como con poder sobre las potencias para no poder ni discurrir ni creer otra cosa si no es aquello que a la fuerza y ms que a la fuerza quieren hacer entender y creer a uno que nada ms se crea lo que ellos dicen, y a ninguna otra cosa ms se crea.

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(...) En esta tan inmensa y como infinita pena, all a lo lejos y como una cosa que se so y que no se sabe que se ha soado, se acuerda de la Iglesia y del amor que a ella debemos tener, y este recuerdo, como cuando a uno le ha faltado el conocimiento, y al volverle quiere hablar y habla como entrecortadas palabras, as el alma sin voz, y tartamudeando, como que atin a decir: me uno a las creencias todas de mi madre la Iglesia y no quiero creer ninguna cosa ms. Y sin poder decir ms, ni hablar, ni entender as pas meses y meses hasta pasados dos aos. Tena dieciocho aos cuando esto pas por m, y cuando tanto yo sufra y lloraba sin consuelo la prdida de mi fe, he aqu que amaneci para m el da claro y hermoso. Y as como yo, sin saber nada, en este estado me vi que me metieron, tambin ahora vi y sent que de l me sacaron. Javiera del Valle (1856-1930), Decenario del Espiritu Santo, da octavo La noche del espritu supone una serie de tentaciones de atesmo, contra la fe, de escrpulos, de suicidio, de depresin o de cualquier otra cosa, pero muy intensas. Las tentaciones de suicidio las pasaron San Ignacio de Loyola o Santa Teresa de Lisieux. Contra la fe en la existencia de Dios las padeci terribles la madre Teresa de Calcuta. El gran maestro sobre la noche del espritu es, sin duda, San Juan de la Cruz. La lectura de la Subida al monte Carmelo ser sin duda la mejor lectura para los confesores de estas almas atribuladas. Los directores espirituales, sobre todo de religiosas, deben recordar a estas almas sufrientes que no hay nada que pueda evitar el sufrimiento de la noche del espritu. Es una fase que slo acaba cuando Dios quiere. Deben consolar a

esas almas recordndoles que el demonio est ah cumpliendo la funcin de un cilicio. Pero que cuanto peores sean sus tentaciones, ms breves sern. Y cuanto ms moderadas, ms prolongadas.

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ParteIV

Cuestiones teolgicas

Cuestin 53 Odia Dios a los demonios?

a respuesta es no. Dios no odia nada ni a nadie, es un acto de amor puro, no cabe el odio en Dios. El obrar de Dios es un slo acto de amor en el que estamos incluidos todos. Decimos que Dios ama u odia, ama ms o menos, segn los efectos que proceden de El hacia nosotros. Si Dios permite el castigo del pecador, decimos que Dios castiga al pecador. Si Dios premia al virtuoso, decimos que ama al virtuoso. Si Dios premia ms en el cielo al ms santo, decimos que Dios ama ms al santo. Y as podramos seguir con todas las gradaciones posibles y todas las especies de bendiciones, premios, sufrimientos y condenas. Pero esto es as segn nosotros (quoad nos, como dira Santo Toms de Aquino) porque en Dios slo existe un solo acto de su voluntad. Y su voluntad slo ama. Y eso es lo terrible. Los condenados no pueden pedir misericordia de Dios porque ha sido el Amor Infinito el que les ha condenado por toda la eternidad. En la Divina Comedia Dante coloca esta inscripcin en el dintel de entrada al infierno: Por m se va a la ciudad del llanto; por m se va al eterno dolor; por m se va hacia la raza condenada (...) me hizo la Divina Potestad, la Suprema Sabidura y el primer Amor. (...) Oh vosotros los que entris, abandonad toda esperanza!" Lo terrible de esta inscripcin, por ms literaria que sea, es que es

verdad que ha sido el Amor -y no el odioel que ha permitido la existencia del infierno. Luego no se puede apelar al Amor para que destruya el infierno. Dios ama a los demonios, pero les condena. Si Dios no odia tampoco el exorcista debe odiar cuando realiza el exorcismo. El demonio puede decir cosas que le inciten a odiarle, para as dificultar el exorcismo. Recuerdo un exorcismo en el que la madre perdi el control de s y se dirigi furiosa contra el demonio que posea a su hija. Con toda tranquilidad el demonio sonri malvolamente y le dijo: con odio no me sacars.

Cuestin 54 Pueden los demonios aunar y concentrar sus esfuerzos para influir en una sociedad?

l gran poder del demonio es tentar. Y como los demonios se comunican entre s, pueden ponerse de acuerdo para tentar en una misma direccin. En 1932, los demonios entendieron perfectamente que para sus planes era mejor tentar a la gente para que votase a ese candidato bastante desconocido que era Hitler. Eso significa que su ascenso al poder se debi a la accin de los demonios? No, pero ellos indudablemente le ayudaron. Igualmente, hay que recordar que los Santos Padres de los primeros siglos de la Iglesia al tratar el tema de las persecuciones contra los cristianos, sealarn como primera y principal causa de esa persecucin la instigacin de los demonios tanto sobre las masas como sobre los gobernantes. Otro ejemplo abundando en lo dicho ya dicho sera el del cardenal Nasalli Rocca cuando escribi en su Carta Pastoral de Cuaresma (Bolonia 1946) que el secretario del Papa, mons. Rinaldo Angeli, le haba contado varas veces como Len XIII tuvo una visin de

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los espritus infernales que se concentraban sobre Roma, y que ese fue el origen de la oracin que quiso que se recitara en toda la Iglesia, y que fue expedita a los Ordinarios en 1886. S, efectivamente tambin los demonios tienen sus estrategias y se ponen de acuerdo para llevarlas a cabo. Pueden concentrarse en un lugar determinado. Ambicionan todas las almas, pero saben muy bien que algunas personas tienen el poder de arrastrar a otras personas, bien por su cultura, por su poder o por su dinero. Y por lo tanto las fuerzas del mal son conscientes de que esas lites son especialmente deseables. En poltica los demonios nunca son neutrales, analizan la situacin y estn seguros de cules son las personas que ms favorecern sus estrategias. Afortunadamente el lado del bien tiene a los ngeles y a las muchas personas que con su oracin desbaratan los planes de las tinieblas. Por eso es tan importante la oracin y el sacrificio. Los monasterios, las personas orantes, son las fuerzas invisibles que no slo contrarrestan el poder del infierno en este mundo, sino que envan sobreabundantemente todo tipo de bendiciones sobre nosotros. Aunque explicar esta lucha invisible de poderes espirituales, no nos debe hacer olvidar que los autores de nuestra historia somos nosotros. Todas estas fuerzas invisibles del mal slo son una influencia. Y al final cada hombre hace lo que quiere y es responsable de lo que hace. Ni todos los demonios del mundo pueden obligar a alguien, aunque sea un pecador, a tomar una decisin si l decide tomar la otra. El poder de la oracin es tan poderoso como los mayores ejrcitos, o las mayores fortunas. Una sola persona humilde y desconocida, con su oracin puede evitar guerras, puede evitar que ideologas polticas malignas lleguen al poder, etc, etc. Slo los demonios saben

hasta que punto es temible la oracin para ellos.

Cuestin 55 Por qu Satans no se manifiesta a los hombres desplegando todo su poder?

s como el Mesas se manifest con milagros y muchos creyeron en El, as tambin el Diablo podra manifestar plenamente su poder para engaar y seducir a las multitudes. Qu duda cabe que si Satn se manifestara abiertamente bajo la apariencia de ngel de luz, muchos le seguiran. Podra hacer portentos, sanar algunas enfermedades, predecir cosas futuras. La razn por la que Satn no despliega sus facultades a plena luz nos la da San Pablo: Y sabis lo que ahora lo retiene, para que se revele a su debido tiempo; pues el misterio de la iniquidad est actuando ya, slo hasta que se retire de en medio el que lo retiene ahora; y entonces se revelar el Impo. (...) Cuya venida, dada la energa del Adversario, estar acompaada de toda clase de prodigios, seales y portentos propios de la mentira. 2 Tes 2, 6-9 El Diablo es soberbio, querra ser adorado, y la gente es dbil, muchos seran engaados. Pero no puede desplegar su poder, Dios retiene la manifestacin de su fuerza. Hasta Satn que odia a Dios y que trata de hacer todo el mal que puede, est atado a los designios de la voluntad de Dios. Y el designio de Dios es que l no podr manifestarse abiertamente hasta que llegue el fin de los tiempos. Hasta que llegue ese momento, los portentos estn limitados slo a los pequeos grupos satnicos donde s que puede, al ser invocado, mostrarse. Por esas reducidas actuaciones extraordinarias y por su obrar

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ordinario (es decir, la tentacin) y por la concentracin de fuerzas demonacas en lugares y momentos concretos para aunar fuerzas y lograr algo, por todo eso dice San Pablo en la epstola que el misterio de la iniquidad est actuando ya, pero que no se ha revelado todava.

Cuestin 56 Dentro de la Iglesia a quin odia ms?

a Iglesia cuenta en su seno con cardenales, arzobispos, pastores de todo tipo, telogos, personas dedicadas a la caridad, misioneros, etc, etc. Pero lo que ms odia el demonio es el ascetismo. Esto podemos decirlo con seguridad porque a nadie tienta tanto como al que se dedica a la ascesis. Cualquiera, que est dedicado a cualquier ministerio o funcin eclesial, lleve en ello los aos que lleve, si se dedica a hacer la prueba de comenzar una vida ms asctica, comprobar que las tentaciones se le multiplican por cien. Ello se debe a que el maligno sabe muy bien que la ascesis es una fuerza poderossima, es la fuerza de la Cruz. Y que la fuerza de la Cruz quebranta su influencia en este mundo. Alguien podra decir que lo que ms debera temer el demonio es el amor, y que por tanto lo que ms debera odiar l seran las obras de caridad. Pero el demonio sabe que al que comienza la va del ascetismo, si persevera, Dios le conceder el don de la caridad en grado eximio. Mientras que el que se dedica a obras de caridad solamente, quiz nunca llegue a comenzar una vida asctica. Hay personas que se han dedicado toda la vida a obras de caridad y, sin embargo, albergan en su espritu muchos defectos. Uno puede dedicarse a ayudar a los pobres o a los enfermos, por ejemplo, y sin embargo hacerlo con murmuraciones, juicio crtico,

desobediencias, etc. Mientras que el asceta si persevera en la purificacin gradual de su alma obtendr todos los dones. Por eso el demonio odia mucho ms al asceta que a la jerarqua eclesistica o a los mismos exorcistas. El exorcista expulsa a uno, dos, una docena de demonios... El hombre que se mortifica, quebranta de un modo mucho ms poderoso la influencia demonaca en este mundo por el mero hecho de sobrellevar sobre su cuerpo y su espritu la pasin cotidiana de su vida crucificada.

Cuestin 57 Mientras anduvo Jess en carne mortal sobre la Tierra saba el demonio que l era el Mesas?

omo ya se ha dicho el demonio no lo sabe todo. Ni siquiera saben todo lo que sucede en la tierra. Los demonios recorren este mundo, estn entre nosotros pero yendo y viniendo. Los espritus malignos de un modo muy especial vigilan a los santos. A los demonios no se les pas por alto que Jess era un hombre especialsimamente santo. El Maligno vea que Jess y Mara eran los humanos ms santos que habitaban la tierra. No perciba en ellos la comisin de ningn pecado, ni siquiera de imperfeccin moral alguna. El Diablo puede ser un pecador, pero sopesa y pondera perfectamente la virtud. En este aspecto podemos decir que es un consumado valorador de la virtud, es un consumado tasador de joyas espirituales. Esta tarea, la de valorar, la realiza como el ms perfecto maestro de vida espiritual. Pero a pesar de que Jess y Mara estaban siendo vigilados, l slo vea su cuerpo. La Divinidad de Jess es un atributo invisible. Cuando dieron comienzo los

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milagros de la vida pblica de Jess, los demonios cada vez se preguntaran con ms insistencia si aquel era un profeta ms, o era el Mesas. La sospecha poco a poco ira dando lugar a la certeza. La sospecha iba creciendo no slo por lo que haca sino tambin por lo que deca y enseaba. Puede que los Apstoles en algunas ocasiones escucharan a Jess amodorrados y aburridos. Desde luego los que no se perdan ni una palabra eran los demonios. Tras deliberaciones y anlisis entre ellos, la certeza de que El era Dios pronto, muy pronto debi quedar clara. Pero aunque les qued claro que aquel hombre no era un hombre ms, el asunto hubiera sido complejo para un telogo humano. Moiss haba hecho milagros ms espectaculares. Es cierto que Jess haca milagros que iban ms all de una naturaleza anglica (resucitar a muertos, por ejemplo). Pero contra eso se poda alegar que en el fondo no era l Jess- el que los haca sino su padre Dios. Y si los haca El -Jess- por su propio poder y no Dios Padre, cmo distinguir de donde proceda el milagro, ya que ellos slo vean el efecto? El asunto no era sencillo, pero pronto les qued claro como buenos conocedores de la Teologa que son, que aquel hombre era Dios encarnado. Y as se manifiesta en las posesiones cuando por ejemplo le dicen: "has venido a atormentarnos antes de tiempo?". Al decir eso muestran que saban que El era Dios, el mismo Dios que al final de los tiempos, en el Juicio Final, les condenara.

Cuestin 58 Jess sufri la tentacin?

ess era impecable. Como autntico hombre que era nada le impeda pecar, era libre de pecar, slo necesitaba un acto de su voluntad, pero al mismo tiempo era imposible que pecara

por su bondad. Pero el que Jess fuera impecable no significa que no sufriera la tentacin. La sufri. Como hombre padeci los dardos de la tentacin y tuvo que resistirla, y le cost. En El no haba concupiscencia, no haba inclinacin al mal, ni debilidad en su alma, pero para sentir los atormentadores dardos de la tentacin no hace falta ninguna de esas tres cosas. Muy a menudo los cristianos, al meditar la vida de Cristo dando por descontado que era Dios, no valoramos suficientemente el sufrimiento de la tentacin en Cristo. Y especialmente deberamos agradecerle su ltima tentacin en la Cruz, la ms fuerte de todas, la ms punzante: la del abandono. De la Pasin valoramos sus sufrimientos fsicos, pero no nos damos cuenta de que sus sufrimientos espirituales fueron mucho ms dolorosos que los externos. La Pasin interna fue mucho peor que la externa, la Pasin espiritual mucho peor que la corporal. All, delante de la Cruz, estuvo el infierno entero. Todos y cada uno de los demonios estaban all, rodeando la Cruz, contemplando con delectacin su triunfo: Dios crucificado! Era el mayor de sus sueos, el ms acariciado de sus anhelos, hecho realidad! Lo que ellos no podan imaginar en ese momento de venganza y odio, era que la mayor derrota era su mayor victoria. La mayor derrota en este mundo, era la mayor victoria del Reino de los Cielos. La Redencin estaba consumada. Y posteriormente la Resurreccin fue algo que les dej sin habla. Su victoria demonaca no haba servido absolutamente para nada, y encima regresaba embellecido con todos los tesoros del amor logrados en su Pasin. La derrota era como un guante al que se le daba completamente la vuelta del revs. Y ellos, los demonios, haban sido los instrumentos de esa victoria del

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amor. Pero para acabar de complicarles ms las cosas haba un hecho para ellos tan espantoso o ms que la victoria del Amor, y era que de pronto se hicieron conscientes de que Dios Padre no haba perdonado la Pasin ni a su mismo Hijo. Este hecho tena consecuencias tremendas. Si Dios Padre en pago de reparacin por los pecados de la humanidad, no haba perdonado ni al Justo, entonces podan olvidarse los demonios de ser perdonados al final de los tiempos. La Pasin en la Cruz supona la prueba palpable de que la Justicia Divina no era trasgredida en vano. Fue en ese momento cuando se hicieron plenamente conscientes todos los demonios de que su condenacin no tendra indulto alguno por los siglos de los siglos. Por eso ellos de estar contemplando la Cruz con la alegra de su victoria maligna, pasaron a entender que para ellos sera para siempre el recuerdo terrible de la Justicia Divina. Y por eso por encima de todo, los demonios odian la imagen de la cruz, ms que la imagen de la Santsima Virgen Mara o la imagen de cualquier otro santo o la representacin de otro misterio sagrado. El recuerdo de lo que ellos contemplaron como testigos hace dos mil aos, presentes, all, es un recuerdo que querran borrar de sus mentes y no pueden. En la visin de cualquier cruz recuerdan su derrota y recuerdan que all perdieron la esperanza de cualquier amnista.

Cuestin 59 Cul fue la criatura ms excelsa creada por Dios: la Virgen o Lucifer?

a palabra Lucifer es una palabra latina que significa Estrella de la maana. 5 Nadie tiene que extraarse de que un ser maligno, ahora ya monstruoso, tenga un nombre tan bello, pues ste fue el nombre que el Padre de los ngeles le puso esta criatura al crearlo. Lo cierto es que ste era su nombre antes de caer. Se da por supuesto que Lucifer era la ms alta naturaleza anglica creada por Dios. Hay que decir que la naturaleza ms excelsa creada por Dios fue la de Lucifer. La Virgen se santific da a da con esfuerzo. Ella con su sacrificio y sus obras y la gracia de Dios logr ser la criatura ms excelsa. Pero su excelsitud no fue un acto de creacin de Dios, sino de santificacin. Mara, al nacer, recin salida de las manos de Dios, era slo un ser humano. Es seguro que el Creador, incluso nada ms nacer, le debi conceder grandes perfecciones a su alma, pero esas perfecciones estaban lejos del inmenso podero que tuvo la cspide de la Creacin, el ms alto espritu anglico. Mientras que la naturaleza ms grandiosa que creada Dios, la ms alta de las criaturas anglicas, era la coronacin de la obra de Dios. Dios cre magnfico a Lucifer en su naturaleza, y l se corrompi. Dios cre humilde a Mara en su naturaleza, mera mujer y por tanto inferior a los ngeles, y ella fue la que se santific. Como se ve, hay un gran paralelismo entre ambas figuras, slo que es un paralelismo inverso:

Yo, el autor, no suelo hacer juicios de valor sobre las cuestiones que he escrito, pero esta cuestin es mi favorita de todas las que hay en Summa Daemoniaca.

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Uno es la criatura ms perfecta por


la naturaleza, la otra por la gracia.

Uno se corrompe, ella se


santifica.

Uno quiere ser rey y no servir, y


al final no es nada. Ella quiere ser nada y servir, y al final es reina.

Uno fue creado para ser la


Estrella de la maana anglica (Lucifer). Ella (Mara) acab siendo la Estrella de la Maana de la Redencin, es decir, la estrella que en el firmamento anuncia la nueva era del Mesas.

astro, que brill slo con la luz de su naturaleza. Los ngeles, los miles de millones de ngeles, recuerdan perfectamente el poder y belleza de la luz de la primera estrella antes de su oscurecimiento. Sin embargo, el nuevo lucero con su luz pursima ha eclipsado completamente el recuerdo de esa luminaria anglica. Ahora, Lucifer es la estrella de la oscuridad. En el firmamento de la desdicha, l destaca por el brillo de su luz oscura. Sigue siendo la estrella de la maana, pero no de la maana de luz, sino la estrella que anuncia la maana de una eterna noche, una maana que no ha hecho ms que comenzar.

La primera estrella cay del


firmamento anglico, la segunda estrella se elev en el firmamento de los santos.

Cuestin 60 Por qu el agua bendita atormenta al demonio?

La primera estrella (que era


espritu) cay a tierra, la segunda estrella (que era corporal) ascendi a los Cielos.

Lucifer no quiso aceptar al Hijo


de Dios hecho hombre, la Virgen no slo lo acept sino que lo acogi en su seno. era un ser espiritual que finalmente se hizo peor que una bestia (sin dejar de ser espiritual). Ella era un ser material que finalmente se hizo mejor que un ngel (sin dejar de ser material).

Lucifer

Lucifer
espiritualiz.

se bestializ, ella se

Ahora ya slo hay una nica estrella de la maana que es la Virgen. Pues adems de que la primera estrella cay, la segunda estrella de la maana brill con la luz de la gracia, luz mucho ms bella e intensa que la luz del primer

mo algo material puede tener una influencia del tipo que sea sobre algo espiritual? Parece que son campos tan distintos, tan independientes, que lo material de ningn modo parece que pueda expulsar, producir incomodidad o efecto alguno en un demonio. Hace tiempo escrib en obras anteriores que si lo material (agua bendita, santo crisma, etc) tiene una influencia en atormentar y expulsar demonios no es por su materialidad misma, sino porque la Iglesia ha unido a esa materia un poder espiritual al bendecirla. Es decir, que la Iglesia con el poder que ha recibido de Cristo puede unir un efecto espiritual a un objeto. Y que por tanto el objeto no es nada en s, sino el poder de Cristo que se ha unido a ese objeto. De todas maneras, la experiencia de los ltimos aos me ha hecho complementar esta opinin. Complementar, que no cambiar. Sigo sosteniendo lo mismo, pero he comprobado que no da lo mismo bendecir una materia que otra. Hay

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materias que por lo que simbolizan en s tienen una efectividad concreta. Y a este respecto puedo contar una anecdota. En cierta ocasin no tenamos agua en la parroquia. Haca mucho fro y el agua estaba congelada en las caeras. El agua de las pilas de agua bendita no se le poda dar a beber a la posesa dado que llevaba ya unos das en las pilas y la gente mete los dedos en ellas. As que cuando ya estaba a punto de salir de la parroquia en busca de agua en aquella frgida maana, me di cuenta de que haba una botella de limonada que haba sobrado de una reunin de catequistas. Se me ocurri bendecir el contenido de la botella, pensando que el tipo de materia era lo de menos y que lo importante era la oracin que se vinculaba a ella. Pues bien, pronto observ que aunque produca algn efecto, era mucho menor. Al cabo de unos minutos orden en el nombre de Jess al demonio que me dijera por qu era eso as. Se resisti, pero al final dijo que el agua era smbolo de pureza y limpieza. Si bien, dijo que aquel otro lquido bendito tambin le produca algn efecto, pero menos. Si observamos las materias que la Iglesia ha bendecido o consagrado, nos daremos cuenta de que todas tienen un simbolismo nsito en ellas: la sal, el incienso, el agua, el leo, las velas, el pan.

para todas las imgenes religiosas, le atormentan por lo que le recuerdan aun sin estar bendecidas. Y ms si estn bendecidas. Y todava ms si en la bendicin expresamente se pidi a Dios que repelieran a los demonios.

Cuestin 62 Cul es el demonio meridiano?

Cuestin 61 Qu otros objetos atormentan a los demonios?

as reliquias de los santos atormentan a los demonios porque estn llenas de la uncin espiritual de esos santos. Un crucifijo atormenta al demonio, incluso aunque no est bendecido, porque le recuerda su derrota en el Calvario y el triunfo de Dios, le recuerda que El ser su Juez en el Juicio Final, etc. Lo mismo es vlido

a acedia es la continuada e intensa desgana por las cosas espirituales que sufren los ascetas en determinado momento de la evolucin de su vida interior. Al demonio que tienta a los que se mortifican con la acedia, se le ha llamado por la tradicin demonio meridiano. El nombre de meridiano le viene de una mala traduccin del versculo del salmo 91, 6 por San Jernimo. El salmo deca en hebreo: no temers (...) el exterminio que devasta en el sur. Pero San Jernimo lo tradujo por: no temers al demonio meridiano. Meridianus en latn significa tanto "del sur" como "del medioda". Desde que el versculo en la Vulgata qued as, fueron muchos los comentaristas que construyeron sus exgesis bajo la segunda acepcin de la palabra latina. Y as se fue creando toda una literatura que hablaba del demonio que vena a tentar a los eremitas al medioda. Por qu al medioda? Pues porque era la hora en que descansaban del trabajo de la maana tras el almuerzo. En ese tiempo de descanso, en soledad, sin ninguna oracin fijada para ese momento, era cuando sentan el peso de la vida asctica que haban abrazado. De ah que fuera tan explicable por qu sentan las punzadas de la tentacin justo en ese momento del da. De ah que el demonio meridiano en la literatura asctica representa no a un demonio, sino a un tipo de tentaciones. Es decir, la sensacin continua y prolongada de desabrimiento que sufren

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los eremitas al sentir la dureza de la vida que han abrazado y ningn gusto por las cosas espirituales. Esto que se ha dicho es lo que la tradicin espiritual entiende por demonio meridiano. Ahora bien, es adems el nombre de algn demonio concreto? Todas las tentaciones de acedia proceden de un demonio? Si es un demonio concreto es algo que nunca podremos estar plenamente seguros, aunque ya dije que un demonio en un caso de posesin haba dicho que Meridiano era el quinto demonio en importancia en la jerarqua demonaca. Pero puesto que no lo dice la Biblia no podemos estar seguros. A la pregunta de si la tentacin de acedia procede siempre del demonio la respuesta es que no necesariamente. Una persona colocada en una situacin de renuncia total a los placeres del mundo puede tener esas tentaciones sin necesidad de intervencin del demonio.

Cuestin 63 En qu ocupan su tiempo los ngeles?

todo ese trabajo, toda esa actividad est en orden a producir una sola cosa: conocimiento. Lo mismo sucede en el mundo de los espritus anglicos. Las relaciones entre los ngeles pueden parecen poca cosa. Pero las relaciones entre los hombres precisan de actos protocolarios, embajadores, cnsules, visitas, reuniones. Un centenar de seres humanos se comunican entre s en seguida. Pero 6000 millones, no. Algo semejante ocurre con los ngeles que conforman una verdadera sociedad, sociedad compleja. Adems, esas relaciones entre los ngeles no slo son relaciones de conocimiento, sino tambin de caridad. Los ngeles no slo se cuentan cosas, tambin se reencuentran, se quieren, hay amistades, etc, etc. No olvidemos que los hombres somos, al igual que ellos, entendimiento y voluntad. Y que nuestras relaciones nos sirven muy adecuadamente para comprender como son las interactuaciones entre seres dotados de esas dos potencias del espritu.

n el mundo de los ngeles, a similitud del de los humanos, hay unos que se ocupan de unas cosas, otros de otras. Aunque los ngeles no tienen que cultivar, ni que construir casas, ni confeccionar artefactos, ni nada de todo aquello que a nosotros nos ocupa tanto tiempo. Los ngeles se ocupan en glorificar a Dios, en profundizar en el mundo del conocimiento, en relacionarse entre s y en ayudar a los hombres. El mundo intelectual es un mundo tan vasto que les ocupa en un modo completamente similar a nosotros. En una universidad, por ejemplo, puede haber cientos de profesores, cada uno especializado en una rama del saber. En una universidad trabajan muchas horas al da cientos de profesores y catedrticos, y

Cuestin 64 Existe un sacerdocio en el mundo anglico?

nte todo hay que tener claro que entre los hombres existe un sacerdocio natural. Melquisedec era autntico sacerdote, lo afirma la Biblia, y sin embargo, ni siquiera perteneca al Pueblo Elegido. La esencia del sacerdocio est en ofrecer sacrificios. El sacerdote es aquel que ofrece sacrificios en nombre de toda la comunidad. Es un rasgo de todas las civilizaciones el designar a alguien para ocuparse del culto a la Divinidad. Y ese sacerdocio, aunque no est instituido directamente por Dios, es un verdadero sacerdocio, y un sacerdocio que da gloria a Divinidad. Pues se ofrece un culto a El en nombre de todos. Esta funcin

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litrgica, cultual, sacrificial es una institucin que no slo Dios no condena en la Revelacin, sino que adems la eleva: la hace suya y le concede poderes especiales. Si, como hemos dicho antes, hay muchas ocupaciones entre los ngeles, no debemos olvidar la ms importante de todas: la glorificacin de la Divinidad. Todos los ngeles le glorifican. Pero no slo hay una glorificacin individual, sino tambin colectiva. Bastara que Dios fuera glorificado, alabado y enaltecido por cada uno de los seres inteligentes. Pero el amor a Dios lleva a glorificarle de todos los modos posibles. Y uno de esos modos es la glorificacin colectiva. Cuando varios que aman a Dios se ponen de acuerdo para honrarle conjuntamente, desde ese momento se estn colocando las bases de un acto litrgico. Cuando ese acto ya no es de unos pocos centenares de seres, sino de miles de millones, entonces nos encontramos con una verdadera liturgia celestial. En este sentido s que hay ngeles que cumplen una funcin sacerdotal. Es decir, hay espritus anglicos que en esa liturgia eterna representan a todos los ngeles. Qu sacrificio ofrecen? El sacrificio de las alabanzas de todos los espritus a los que representan y cuya gloria ofrecen a la Trinidad. Se trata de un sacrificio incruento e inmaterial. Es una ofrenda de gloria.6
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Cuestin 65 Es adecuado pintar al demonio con cuerpo de hombre y cuernos?

Debo decir que esta cuestin acerca del sacerdocio de los ngeles se me plante por primera vez dando vueltas a la etimologa del nombre Leviatn. En el Antiguo Testamento, Lev era el nombre del sacerdote por excelencia. No podra ser que el Leviatn fuera la corrupcin de Lev, as como Judas Iscariote fue la corrupcin de un apstol? Habra cumplido Leviatn, antes de caer, una funcin sacerdotal? Slo Dios lo sabe. Desde luego en la Biblia los nombres no son casuales, todos encierran un misterio. Y el

a se ha dicho que el demonio no tiene forma alguna que se pueda ver, as que ese modo de representacin tradicional con cuernos es completamente convencional. Es decir, se trata de un signo asentado por la tradicin occidental durante siglos, que es portador de un significante. De todas maneras es un signo muy adecuado, porque combina dos elementos: la racionalidad representada por la forma humana (nica forma visual que conocemos de ser racional) y la bestialidad simbolizada por los cuernos, rabos y garras. De manera que se trata de un signo muy simple pero que refleja tanto la inteligencia como el carcter lleno de furia, de animalesca bestialidad que caracteriza a las manifestaciones de ellos en todas las pocas a travs de los posesos. Igualmente el modo de representar a los ngeles que ha decantado la tradicin iconogrfica es muy adecuada. El ngel al ser representado como hombre con alas, es un modo de significar por el aspecto humano la racionalidad, y por las alas la sutilidad. Es decir, las alas representan la capacidad de transportarse de un lugar a otro a voluntad, sin obstculos. Tambin es curioso observar que los ngeles son representados vestidos, mientras que los demonios no, como signo de su carcter bestial.

ms terrible de todos los demonios tiene el nombre del sacerdote por excelencia. En mi opinin personal, Leviatn es la corrupcin de Lev.

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Cuestin 66 Por qu hay agua bendita a la entrada de las iglesias?

Cuestin 67 Es el demonio un mero smbolo del mal o existe en la realidad?

i uno se santigua con agua bendita con devocin, eso produce tres efectos: atrae la gracia divina, purifica el alma y aleja al demonio. Ese gesto de santiguarse con ese agua nos atrae gracias divinas por la oracin de la Iglesia. La Iglesia ha orado sobre ese agua con el poder de la Cruz de Cristo. El poder sacerdotal ha dejado una influencia sobre ese agua. Al mismo tiempo purifica parte de nuestros pecados, tanto los veniales como el reato que quede en nuestra alma. El tercer poder del agua bendita es alejar al demonio. El demonio puede entrar perfectamente en una iglesia, sus muros no le contienen, el suelo sagrado no le refrena. Sin embargo, el agua bendita s que le aleja. La gente se suele quejar de que se distrae mucho en la iglesia, el demonio tiene gran inters en distraernos justo cuando vamos a estar en contacto con las realidades sagradas. Por eso es tan til el agua bendita de la entrada. Aun usando el agua bendita podemos despistarnos, pero tendremos la seguridad de que las distracciones proceden de nosotros y no del demonio. Aunque nosotros con los ojos del cuerpo no podamos ver la cruz que forma el agua bendita en nuestro cuerpo al santiguarnos, el demonio s que la ve. Para l esa cruz es de fuego, es como una coraza que no puede traspasar. Insisto en que santiguarse con agua bendita al entrar en una iglesia no es un mero smbolo. Es un smbolo, pero ese agua tiene un poder, un poder que Cristo gan con sus sufrimientos en la Cruz y que el sacerdote administra con toda facilidad.

iempre me ha admirado la capacidad de algunas personas para cerrarse a la realidad. Comprendo a aquellos no creyentes que con humildad dicen que no han visto nada extraordinario en toda su vida, y que por tanto suspenden su juicio. Pero resulta chocante encontrarse a personas que afirman con rotundidad absoluta, tajante, que es imposible que exista el demonio. Han llegado a tal conclusin tras revisar todos los rincones del universo con un don extraordinario que les permite ver los espritus? Nadie, salvo por especial permisin de Dios puede ver a los espritus. Pero los fenmenos que ellos producen (posesin de personas, infestacin de lugares) s que es posible verlos. Cuando un poseso, en mitad de una sesin de exorcismo, vomita trozos de hierro, eso es una prueba. Cuando el vaso se mueve sin tocarlo por un tablero de ouija, eso es una prueba al menos de la existencia de espritus. Cuando toda una familia se despierta en mitad de la noche por los ruidos tremendos que provienen de una habitacin, que cuando la abren comprueban que est vaca, eso es una prueba. Pero ninguna prueba convencer a los fanticos del atesmo. Porque en ellos el atesmo no es slo una postura, sino una fe, un dogma, una religin a la que se aferran con todas sus fuerzas. No con las fuerzas de su razn, sino de su espritu. En esos casos no hay nada que hacer. Slo rezar para que Dios enve su gracia y se abran a la verdad. Nota a esta cuestin: Hace aos, la primera versin de Summa Daemoniaca inclua aqu un pequeo iocus, un juego irnico con los

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conceptos. Pero esa broma fue malinterpretada por los lectores ms sencillos. As que, tras la ltima protesta, decid cambiar el contenido de la cuestin y dejarlo todo como queda. ParteV

Cuestiones bblicas

Cuestin 68 Qu diferencia hay entre el temor a Dios y el temor al demonio?

o temis a los que matan el cuerpo, pero al alma no pueden matarla. Temed ms bien al que puede destruir alma y cuerpo en la gehenna. Mt 10, 28. Este versculo es de una complejidad extraordinaria a pesar de su aparente sencillez. La gran pregunta que subyace es a quin hay que temer? En una primera lectura parece que lo que afirma es que habra que temer al demonio. El mensaje del versculo sera no temis a los hombres, no temis a lo que os pueden hacer mal en esta vida. Sino temed al demonio, es decir, temed al que os puede hacer mal para la otra vida. La enseanza sera que no debemos preocuparnos por los males de esta vida, sino por los de la futura y perpetua. Esta lectura estoy seguro que es la que ha sido la ms frecuente y popular a lo largo de la historia. Y no es errnea. La enseanza que trasmite es clara y sencilla: si es cierto que nos preocupamos por los que nos provocan males en este mundo, mucho ms nos deberamos preocupar por el que busca nuestro mal eterno.

Pero creo que hay un sentido mucho ms profundo en el versculo. Y el mensaje ms sutil es que nadie nos puede arrojar al infierno sino Dios. Ni hombres, ni demonios, slo Dios es juez, slo El puede enviarnos all. De ah que lo que nos dice el versculo es que si vivimos en este mundo para la eternidad no hay razn para temer a nadie. Slo al Juez eterno. El versculo por tanto sera una incitacin al santo temor de Dios. El temor al demonio es por los males que nos pueda causar en la vida material (enfermedades, desgracias) o en la vida espiritual (hacernos pecar o condenarnos). Pero tales males no estn en su mano. Las desgracias y enfermedades slo nos sucedern si Dios lo permite. El pecado y la condenacin slo si nosotros queremos. Luego el temor al demonio no tiene sentido pues todo est en las manos de Dios. El temor al demonio est, por tanto, teolgicamente infundado, no tiene sentido. Con Dios no hay razn para temer al demonio. Ser creyente y temer al demonio supone una contradiccin. El temor al demonio supone una cierta falta de fe en la omnipotencia de Dios, una cierta desconfianza en su cuidado amoroso, y una cierta ofensa a su santidad, pues un Dios que permitiera sin razn alguna el sufrimiento de sus hijos sera un Dios injusto. El temor al demonio es malo por tanto. Hablo, por supuesto, del temor consentido, no del sentimiento. El sentimiento de miedo hacia ese ser es para algunas personas inevitable y por encima de sus fuerzas, como para otras lo es el temor a las alturas o a las serpientes. Si el temor al demonio es malo, el santo temor de Dios es un don del Espritu Santo. Es el temor de ofenderle, el temor de perderle y, sobre todo, el temor que nos produce comparecer ante la santidad de su presencia sabiendo como lo sabemos que somos nada e

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indignidad. Algn da en el Reino de los Cielos ya no temeremos ni perderle, ni ofenderle, pues ser imposible, pero todava mantendremos, por toda la eternidad, el santo temor de Dios. Ni contemplndolo cada da, ni contemplndolo como Padre, perderemos ese santo don. Por el contrario entonces seremos todava ms conscientes de la infinita distancia entre su altura y nuestra poquedad. Este don de Dios nos lleva a estar ms agradecidos por permitirnos estar ante El sin merecerlo. Es un temor no malo, sino bueno. No contrario al amor, sino que lo perfecciona. Por supuesto que hay un temor malo de Dios que lleva a la desesperacin, de ese miedo habla San Juan en su epstola. Ese miedo lo incita el demonio. Mientras que el temor de Dios es un don del Espritu Santo. De ah que ese maravilloso y profundo versculo del captulo 10 de Mateo es como si nos dijera: no deberais temer a nada ni a nadie, pero si temis (porque sois dbiles) temed lo que provoca males eternos y no los males de este mundo. Pero las mismas palabras, exactamente las mismas, que nos dicen eso, nos dicen al mismo tiempo: pero en realidad, temed slo a Dios que es Juez de la eternidad. Si se ve, es un versculo con dos piezas internas que parecen contradictorias, pero que forman un rompecabezas que encaja del modo ms inteligente posible.

Cuestin 69 Qu orden siguen las tres tentaciones que sufri Jess en el desierto?

odo el mundo conoce las tentaciones que Satn hizo a Jess en el desierto. La tentacin de los panes, de los reinos, de ser

reconocido. Ahora bien, por qu le tienta a que le adore cuando no ha logrado siquiera que acepte la tentacin de que quebrantara el ayuno? Y por qu finalmente le tienta a que se tire del pinculo del Templo? Si ha despreciado la gloria del mundo entero, por qu la ltima tentacin es de menor cuanta? A primera vista parecera lgico que la tentacin comenzara por el pecado ms grande. Y al no conseguirlo, que Satn le tentara con pecados cada vez menores, de menor malicia. Si una llave no entra por una cerradura, se intenta con otra ms pequea. Qu logica siguen esas tentaciones? Parecera ms razonable que le tentara con la idolatra primero, y al no conseguirlo que le tentara con algo intermedio, y finalmente con lo que ni siquiera es pecado venial como era el romper un ayuno voluntario. Pero esta primera impresin de que se trata de una sucesin ilgica de tentaciones es una falsa impresin. La sucesin de ataque sigue una lgica ms sutil. Sigue el orden de tentaciones que sufre un alma que se decide a llevar una vida espiritual. Por eso hay un gran simbolismo en estas tres tentaciones. El demonio primero tienta con tentaciones de la carne, simbolizadas en el pan. Esta tentacin simboliza lo que en asctica se llama la noche del sentido. Si un alma resiste este tipo de tentaciones (todas las de los apetitos corporales), ya no hay razn para continuar tentando en un campo en el que alma ya se ha fortificado suficientemente. Pasada la noche del sentido, el Diablo tienta con el mundo. El santo siente la belleza del mundo, los atractivos de ese mundo que ha dejado. Esto es smbolo de la noche del espritu. En la noche del espritu no se tienta con tal o cual delectacin concreta. Sino que la tentacin entonces es el mundo entero en el que uno vive, pero del que ya no se goza. Si se resiste esta prueba, ya slo

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quedar la posibilidad de la soberbia. Una vez que uno ha sobrepasado la noche del espritu, el ltimo peligro que queda es la soberbia por los propios dones recibidos. Por eso la ltima tentacin va contra la humildad. Las tres tentaciones son smbolo de las fases de las tentaciones de la vida espiritual. A ello hay que aadir que concretamente las que el Diablo le hizo a Jess fueron especialmente sutiles. Se le tienta primero no al pecado, sino a la imperfeccin, es decir a dejar de hacer un bien. Despus le tienta con el bien espiritual de los pueblos. Es como si le dijera, haz un signo de reconocimiento hacia m que soy soberbio, y en pago me pongo de tu lado. Slo te pido un signo de reconocimiento y te ayudar en tu tarea de salvar almas. Es que no eres humilde? Es que no eres capaz de anonadarte un poco ms por el bien eterno de las almas? La segunda tentacin como se ve, tambin admite un sentido tremendamente espiritual. No se le peda a Jess que dejara de ser Dios, slo se le peda el sacrificio de humillarse un poco. El Justo que haba hecho tantos sacrificios por las almas no podra hacer uno ms? Es la tentacin de hacer un pequeo mal por lograr un grandsimo bien. La tercera tentacin es la de la soberbia, la de no ocultarse, la de ser reconocido pblicamente. Era prescindir del hecho de que es Dios en el momento que El determina, el que ensalza a sus servidores. Pero aunque Dios determine ese momento y esa hora, por qu no adelantar ese momento? Por qu permanecer en la oscuridad cuando se puede hacer tanto bien saliendo a la luz de un modo glorioso y espectacular? La tercera tentacin, como se ve, es la ms compleja de todas.

Cuestin 70 Qu son los mil aos en los que estar encadenado el Diablo?

o encaden [al Diablo] para mil aos [...], para que no engae ms a las naciones hasta que se cumplan mil aos; despus de eso, tiene que quedar suelto un poco de tiempo. Ap 20, 2-3 Pueden ser esos mil aos smbolo de la eternidad de la condena del Diablo? No, pues el texto que sigue dice que despus de ese encadenamiento ser dejado suelto por un poco de tiempo. En mi opinin, ese periodo de mil aos son un smbolo del tiempo que transcurre entre el final de las persecuciones que sufri la Iglesia en su comienzo hasta las persecuciones del fin de los tiempos. Esto es, desde el final de las persecuciones romanas hasta las que comenzarn tras la Gran Apostasa. Como es evidente la Iglesia ha sufrido muchas persecuciones desde el trmino de las persecuciones del Imperio, pero tanto las del comienzo como las postreras (las descritas en el Apocalipsis) tienen una caracterstica: su universalidad. Tambin se podra entender, pero de un modo secundario, es decir como smbolo accidental, que esos mil aos son el tiempo de la Cristiandad. La Cristiandad es un concepto tcnico de significado muy concreto y que dur desde la proclamacin del cristianismo como religin oficial en tiempos de Teodosio hasta la rebelin protestante. Despus de un milenio de Cristiandad, esa realidad se quebranta, los cristianos se dividen y la divisin de los cristianos favorece la accin del demonio. En mi opinin, esos mil aos son smbolo de lo dicho al comienzo de esta cuestin, pero este segundo sentido tambin se puede aplicar, pero como un smbolo secundario dentro del smbolo primario.

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Cuestin 71 Qu significado tena el envo de la oveja a Azazel que aparece en el libro del Levtico?

arn echar suertes sobre los dos machos cabros: una suerte para Yahvh y otra suerte para Azazel. Aarn apoyar sus dos manos sobre la cabeza del macho y confesar sobre l de todas las faltas de los hijos de Israel, as como de todas sus transgresiones y todos sus pecados; los depositar sobre la cabeza del macho cabro y lo enviar al desierto por medio de un hombre preparado al efecto. El macho cabro llevar sobre s todas las iniquidades de ellos y se le dejar libre en el desierto. Respecto a quien condujo el macho cabro hacia Azazel lavar sus vestidos, baar su cuerpo en el agua. Lev 16, 8 y 21-22 y 26 Esta extraa entidad llamada Azazel era misteriosa pocos siglos despus incluso para los mismos judos. Ni se conoce con certeza ni el origen etimolgico de la palabra, ni vuelve a aparecer tal nombre en toda la Biblia. Pero hubo una conciencia constante entre los judos de que de lo que estaba hablando all era de un espritu de carcter maligno. Esto se ve porque el texto deja claro que Azazel es el opuesto a Aquel a quien se ofrece el cordero del sacrificio en la Tienda de la Reunin. Un cordero, el de Yahveh, es el cordero sin mancha, limpio de defecto, que se ofrece con todos los ritos. Y el otro es un cordero con todos los pecados que se abandona. El sentido de este rito del Levtico es que el cordero de Azazel porta todos los pecados del pueblo elegido, porta el mal de Israel. El sacrificio inmaculado para Yahveh, la oveja portadora de la iniquidad para Azazel. Es como si se concentrara el

pecado en un ser que Satn va a devorar, al estilo de la bola de grasa y pelo que traga el dragn del libro de Daniel en el captulo 14. Este pasaje de la oveja de Azazel y el del dragn de Daniel, en mi opinin, son como dos piezas que encajadas a la luz del Nuevo Testamento se complementan ofreciendo un nuevo sentido mucho ms profundo. Cristo sera la oveja abandonada a Azazel, oveja que porta todos los pecados y que es devorada por el Dragn. Pero que una vez devorada hace reventar el seno de Satn.

Cuestin 72 Por qu la Sagrada Escritura dice que los demonios estn en las regiones del aire?

estos la armadura de Dios, para que podis resistir las estratagemas del Diablo; porque no entablamos el combate contra una criatura humana, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra las fuerzas espirituales del mal que estn en las regiones del aire. Ef 6,11-12 La Sagrada Escritura al hablar de los demonios siempre los sita en uno de dos lugares: o en el infierno (es decir, en lo que est debajo, pues eso significa infierno) o en el aire. Al decir que estn en el aire lo nico que se quiere expresar es que pueden estar en todas partes, que no se desplazan como nosotros sobre la tierra, sino que se mueven con completa libertad. San Pablo vuelve a mencionar esto al llamar al Diablo "el Jefe de la autoridad del aire" (Efes 2,2). Aunque este versculo cabe traducirlo tambin como "el Dominador del poder del aire". Cuando la Sagrada Escritura dice que algunos estn en el infierno est queriendo decir que no estn tentando

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entre los hombres? Probablemente signifique eso. Lo que no parece es que haya diferencia de sufrimiento entre ese "estar en el infierno" y "estar entre los hombres tentando".

Cuestin 74 Por qu el demonio Asmodeo huye al quemar Tobas el corazn y el hgado del pez?

Cuestin 73 Por qu en la Sagrada Escritura Dios llama al Diablo el Principe de este mundo?

n ciertas ocasiones la Biblia utiliza para referirse al Diablo expresiones que pueden parecer excesivas. Sin embargo, todo en el Libro Sagrado est perfectamente medido. Dios es el Dominus (Seor) y el Rex (Rey), estos dos trminos siempre estn reservados a Dios en la Sagrada Escritura. Slo hay un Rey y un nico Seor. Es decir slo hay un detentador del poder y un nico detentador de los derechos. Dios es el Rex, mientras que el Diablo es el princeps. Esta palabra princeps- en latn significa "el que ocupa el primer lugar, el primero, el ms importante, el ms principal". Existe una larga tradicin, que se remonta a los Santos Padres, que considera que el Diablo antes de rebelarse era el ms poderoso y bello de todos los ngeles. Aunque esta tradicin es extrabblica hay ciertos versculos que de un modo oscuro estaran en consonancia con ella. As por el ejemplo la Sagrada Escritura al denominarlo Prncipe de este mundo est queriendo decir sin dejar lugar a dudas el ms importante de este mundo.

a se ha dicho antes que no hay poder alguno en la materia para poder influir en el espritu. Tambin se han hecho las matizaciones pertinentes a esa afirmacin. Dicho lo cual habra que decir que lo que habra expulsado a Asmodeo no sera, propiamente hablando, la virtud nsita en el corazn e hgado del pez, sino la obediencia de Tobas al hacer lo que el ngel le pidi. Es la obediencia, y no aquellas entraas, lo que provoca el exorcismo. O dicho de otro modo, no es aquella materia sino el poder de Dios el que expulsa al demonio. De la misma manera cuando Dios en el Antiguo Testamento mand que para la purificacin de los pecados se sacrificara un cordero en el altar del Templo, El saba que la materialidad de esa muerte no perdonaba nada, ni tena ningn efecto espiritual, sino que era la obediencia al Dios que mandaba ese rito la que purificaba y la que provocaba efectos espirituales. El rito en s no purificaba, el rito era la verificacin de esa obediencia. Esta cuestin acerca de las entraas del pez es muy til para recordar que en el ejercicio del ministerio del exorcismo hay que evitar toda tentacin de caer en cualquier tipo de especie de prcticas mgicas aunque su contenido sea cristiano. Es el poder de Dios lo que expulsa al demonio, lo que vaya ms all de la simplicidad de insistir en la oracin y de la sencilla aplicacin de cosas bendecidas sobre el cuerpo del poseso, lo que va ms all de la llana transparencia de la fe, es materia no slo peligrosa, sino errada. Pues es caer en prcticas mgicas con la excusa de que lo estamos haciendo con objetos bendecidos u

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oraciones dirigidas a Dios. Sera algo mgico, por ejemplo, el que el sacerdote dijera que para liberar a alguien del demonio hay que aplicarle una mezcla de leo sagrado con agua bendita e incienso en polvo durante cuatro domingos seguidos, y que cada vez que se haga se tiene despus que recitar el padre nuestro de pie y otro de rodillas. U otro ejemplo de prctica mgica con elementos cristianos sera por ejemplo decir que hay que rezar una determinada oracin siete veces y que tras cada recitacin hay que darle a beber agua bendita y despus mirar a la Virgen juntando las manos y recitando tres veces el Gloria. Todo esto, aunque sea con objetos cristianos sera de hecho una prctica mgica. Pues la eficacia de la liberacin ya no se pondra en la fe en Dios, en la oracin simple dirigida a El con la confianza de un nio que pide a su padre, sino que la eficacia habra pasado a la materialidad de un objeto que debe ser aplicado de un modo extremadamente determinado para que funcione la oracin.

Cuestin 75 Hay algn smbolo en ese corazn e hgado del pez de Tobas?

odemos hacer una lectura simblica de lo que hace Tobas con el demonio Asmodeo, entendindolo como una alegora de la accin de Jess respecto al Diablo. No en vano "tob" en hebreo significa bueno. La lucha entre Tobas y el pez, sera alegora de la lucha entre el Bueno por excelencia -Jess- y el Leviatn. El Leviatn es smbolo del Diablo pero bajo atributos de monstruo marino. Cristo vence y le arranca el corazn y el hgado, y los quema. Esto producira el exorcismo del mundo, la conjuracin del mal en el mundo humano. Es decir, el poder de Satn queda quebrantado tras la victoria

de Cristo en la Cruz. He visto a Satans caer como un rayo, dir Jess. Por supuesto el mundo no estaba posedo por Satn, es una imagen, aunque s que yaca en las tinieblas. El matrimonio entre Tobas y Sara liberada del poder del demonio sera metfora del matrimonio mstico entre Cristo y la Iglesia. La recuperacin de la vista del padre de Tobas sera smbolo de visin espiritual recuperada. Visin perdida con el pecado. El signo mesinico de la visin de los ciegos, se produce ya en el libro de Tobas con la hiel del hgado del pez derrotado. La hiel es smbolo del sufrimiento redentor. El sufrimiento de Cristo nos ha devuelto la vista. Pero para obtener esa hiel que nos produce la salvacin fue precisa esa lucha con el Leviatn. La hiel smbolo del sufrimiento de Cristo, aplicada por su misma mano, devuelve la vista a la humanidad. La vista que perdimos por la ceguera que nos produjo el Prncipe de este mundo. Es interesante observar que la hiel amarga la produce el pez, smbolo del Diablo. El la produce y esa amargura la alberga en su seno. Pero esa misma hiel -smbolo del sufrimiento- en manos de Tobas -smbolo de Cristo- se transforma en medicina. Cristo transforma el sufrimiento en medicina de redencin. Tambin es curioso que en toda la Biblia slo se menciona una sola vez el hecho de salar un pez, y eso es en Tobas 6, 5. Qu smbolo hay en salar ese pez que personifica al Leviatn? Yo creo que eso es smbolo de la condenacin eterna. El pescado salado ya no se corrompe. Est muerto, completamente muerto, pero no se corrompe. Ese pez salado sera representacin de la muerte eterna del Leviatn.

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Cuestin 76 Qu quiere significar San Pablo al decir que Cristo llev en su cortejo triunfal a los demonios?

exhibicin pblica de la que habla San Pablo fue la exposicin ante todos los ngeles y bienaventurados de todas esas victorias una a una que logr en esas batallas del espritu contra los espritus malignos.

or ella [por la Cruz] despus de despojar [Jesucristo] a los principados y potestades los exhibi pblicamente, llevndolos en el cortejo triunfal (Col 2,15). Cuando se habla aqu de principados y potestades se est refiriendo a los ngeles pertenecientes a esas dos jerarquas que se rebelaron. Hay unos principados y potestades anglicos que se mantuvieron fieles, y otros principados y potestades que se tornaron demonacos. De qu se les despoja a los rebeldes? Del poder sobre la humanidad. Los demonios gracias a los pecados de los hombres haban estado ejerciendo sobre estos un verdadero poder. Esa influencia ejercida a travs de la tentacin, quedar quebrantada gracias a la Cruz. La Cruz no es que se limite a debilitar el poder del demonio sobre la Tierra, sino que queda completamente quebrado. La Redencin es una liberacin como la del Pueblo Elegido de Egipto. El Pueblo Elegido ha escapado del yugo del pecado. Ese es el quebrantamiento de los principados y potestades. San Pablo cuando dice que Cristo los ha llevado en su cortejo triunfal, est pensando en la imagen de los generales victoriosos entrando en la Urbe seguidos a pie por los caudillos enemigos derrotados. Esta imagen literaria lo que quiere expresar es que entre el Mesas y Satn hubo una verdadera lucha. Lucha espiritual, pero verdadera y autntica lucha. De todas maneras el cortejo de vencidos no fue como los cortejos materiales, los espritus no ocupan lugar ni se les puede poner en fila. Sino que la

Cuestin 77 Por qu se le llama al Diablo el Acusador?

orque ha sido expulsado el Acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios da y noche. Ap 12,10 Satn se alegra cada vez que los hombres pecan, y no deja ninguna oportunidad de decirle a Dios que tal o cual alma ha cado. Satn cada vez que quiere hablar a su Creador slo tiene que dirigirse a El. Dios escucha todo lo que se le dice, es decir conoce cualquier especie inteligible que procede de cualquier demonio. El demonio no tiene que ir a ningn lugar pues Dios est en todas partes. Que Satn le recuerda a Dios los pecados que cometemos, es lo que se quiere expresar cuando se dice que nos acusa. Este tipo de comunicacin entre Dios y Satn viene reflejada tanto en el libro de Job cuando ambos hablan, como en el libro de Zacaras (Zac 3,1). Satn lo nico que desea con ello es recordar a Dios sus triunfos sobre nosotros. Tras el Juicio Final ya no se cometern ms pecados, as que el Diablo ya no podr acusarnos de nada.

Cuestin 78 Conversan entre s Dios y el Diablo?

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n la cuestin anterior ha quedado claro que Satn s que habla a veces con Dios para echarle en cara los pecados que cometemos. Pero eso no es una verdadera y autntica conversacin. Se producen estas

conversaciones? Aunque ambos son dos seres espirituales, y los seres espirituales por su propia naturaleza gustan de la comunicacin entre s, sin embargo, estas conversaciones no se producen. Y eso se debe a que por parte del Diablo no hay ningn inters en comenzar una conversacin con aquel a quien odia con todas sus fuerzas. Y por parte de Dios tampoco hay ningn inters en hablar con aquel que respira odio contra El continuamente. Dios tiene su dignidad, y por eso no quiere conversar con el que le insulta y blasfema continuamente. No quiere conversar porque en realidad no hay nada de qu conversar.

mientras que los ngeles, que son superiores en fuerza y poder, no pronuncian contra ellos una sentencia injuriosa en presencia del Seor. 2 Pe 2, 10-11 Los textos tanto de San Pedro como de la epstola de San Judas Tadeo son la prueba de que en aquella poca hubo algn tipo de culto pagano que entre las cosas que practicaban en sus ritos estaba tambin el insultar a entidades espirituales malignas. Bien se tratara de daemones (genios) o quiz ms probablemente de determinados eones, figuras espirituales que aparecern en las doctrinas gnsticas. Los textos dejan claro que slo insultaban a las entidades malignas. Sin embargo, ambos apstoles censuran tal prctica. Pues dirn que ni los ngeles insultan a los demonios. Pues los demonios, aunque se hayan rebelado, siguen teniendo una naturaleza gloriosa, muy superior a las naturalezas del cosmos material. Y por eso los ngeles no les insultan, no quieren insultar a seres que por su naturaleza suponen la cspide de la creacin de Dios. Estos versculos interesantsimos nos muestran que es suficiente para atormentar a los demonios con que los ngeles pidan a Dios que El les contenga o les reprenda. Pues incluso los demonios, seres rebeldes, no pueden resistir el poder divino cuando refrena los poderes de su naturaleza. E incluso cuando mucho peor, les reprende. La reprensin de Dios debe ser algo terrible puesto que los ngeles amenazan con ello a los demonios. Los ngeles estn ante la presencia del Altsimo, y la santidad de El es tan grande que no quieren manchar su boca con sentencias ofensivas hacia nada ni nadie. Por eso en esos dos casos de los que hablan los dos apstoles se limitan a comunicarles que van a pedir a Dios que les contengan o reprendan. Los

Cuestin 79 Es lcito demonios?

insultar

los

n la Sagrada Escritura podemos encontrar tres versculos que estn indudablemente relacionados si se colocan uno junto al otro.

Dijo pues el ngel de Yahveh a Satn:


Contngate Yahveh, oh Satn, contngate Yahvh, que ha escogido a Jerusaln! Zac 3,2

Sin embargo, estos visionarios (...)


maldicen a los seres gloriosos. El arcngel Miguel, por su parte, cuando altercando con el Diablo discuta acerca del cuerpo de Moiss, no se atrevi a pronunciar una sentencia injuriosa, sino que dijo: Que el Seor te reprenda! Jud 1, 9

Atrevidos,

arrogantes, no tiemblan cuando maldicen a los seres gloriosos,

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ngeles no insultan, slo desean amar y bendecir. Por eso la enseanza de esos versculos es clara: nadie debe insultar a los demonios. Nadie debe insultar a nadie, ni siquiera a los demonios. En los exorcismos se les llama serpiente, dragn, bestia inmunda, etc, pero tales trminos no son insultos, sino que se les dice lo que son, aunque ello les atormente. Se les dice la verdad para que no resistan ms el sufrimiento que les produce or la verdad y salgan. Pero se les dice eso sin odio. Con autoridad e imperio, pero sin odio. El odio no servira para nada. El odio no procede de Dios.

Cuestin 80 Por qu dice el apstol Santiago que los demonios creen en Dios?

n el seminario, cuando yo era un joven imberbe y todava con abundante pelo sobre la cabeza, el profesor en una clase de Sagrada Escritura nos ley el texto de Sant 2, 19: T crees que hay un Dios? Haces bien. Hasta los demonios creen, pero se estremecen. Y nos dijo que aunque el original griego usa el verbo "creer" que en realidad lo que quera decir el apstol era que. hasta los demonios saben que Dios existe y se estremecen. La explicacin del profesor me satisfizo completamente. No slo pareca congruente, sino que pareca la nica explicacin posible. Los demonios no podan tener fe, ya saban que Dios exista, pensaba. Sin embargo, una sola cosa no me dejaba del todo feliz en todo este tema del verbo griego: por qu el apstol haba usado una palabra si quera usar otra? Por qu haba usado el verbo creer pudiendo usar perfectamente el verbo saber? El asunto qued olvidado durante unos quince aos en mi memoria hasta que la conversacin con un

demonio en un exorcismo me dio la respuesta, una respuesta que nunca se me hubiera ocurrido aunque la hubiera pensado otros quince aos ms. He buscado aquel dilogo con ese demonio pero desafortunadamente no lo trascrib al acabar la sesin. Pero en esencia la respuesta a esta cuestin es la siguiente: Los demonios no ven a Dios, saben que existe, pero no le ven. Con su inteligencia conocen que existe un ser espiritual que no es un espritu ms, sino la Divinidad. Pero slo los bienaventurados ven su esencia. Los demonios le han escuchado (es decir, han tenido conocimiento de las especies inteligibles que les ha comunicado directamente), han visto sus efectos (por ejemplo, la creacin del cosmos), pero no han visto su esencia. Su inteligencia les dice que el Creador, que el Motor Inmvil, tiene que ser un ser infinito. Pero aunque conocen su existencia, no han visto lo que ven los bienaventurados. En ese sentido se puede decir que ellos creen, aunque no hayan visto. Pero no es una fe sobrenatural, sino que ellos creen que existe lo que su inteligencia les dice que tiene existir. Es creer que El tiene que ser del modo que su inteligencia les dice que tiene que ser. Pondr un ejemplo de esta fe natural: yo no tengo la menor duda, ni la ms pequea, de que el continente asitico existe aunque nunca he estado en l, ni lo he visto. Lo creo con la sola inteligencia de un modo natural. Algo as sucede con los demonios. As como creer que existe Asia no es un acto sobrenatural, as los demonios creen en Dios de un modo natural. Pero saber que existe y que tiene que existir y que no puede ser de otra manera, no les causa gozo, sino pesar. Por qu dice el apstol que se estremecen? Pues se estremecen por saber que existe esa felicidad y no la pueden gozar. Lo que les apena no es

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tanto el haber perdido a Dios, sino la felicidad de Dios. Tampoco han visto nunca esa felicidad, ni la han gozado, y, sin embargo, saben que existe. Tambin se estremecen porque temen el castigo de Dios. Le odian y temen que Dios acte como ellos, de un modo vengativo ante ese odio. Porque ellos todo lo ven segn la deformacin de su inteligencia.

sucedi y los detalles contenidos en l pueden ser perfectamente histricos, no hay detalles que nos fuercen a pensar que se trata de un texto sapiencial.

Cuestin 82 Por qu se dice que el Leviatn tiene varias cabezas?

Cuestin 81 Los hechos ocurridos en el libro de Job son histricos?

uchos afirman que el libro de Job se trata de una narracin ficticia. Contra esta opinin estn los datos concretos dados por el libro acerca de la regin y tribu a la que perteneca, adems de la consideracin continua del pueblo judo de que tal libro era histrico. No hay duda de que el gran argumento en contra de que sea un libro histrico radica en los desastres que provoca Satn contra el justo en el captulo 1. Si leemos el texto, reconozco que resultan difciles de creer. Pero si analizamos de nuevo el texto veremos que todo lo que ocurre se reduce a que: 1. las reses fueron robadas, 2. un rayo mata el ganado menor sin especificar nmero, 3. un accidente posteriormente mata a sus hijos. Eso es todo. Tras lo cual, Job cae enfermo. En mi misma parroquia he conocido casos de accidentes o malas noticias tan concatenados como estos que aparecen en la historia de Job. Incluso el caso de un rayo que mata un rebao entero podr parecer algo portentoso, pero es algo que he conocido cerca de mi tierra. All en los ambientes ganaderos de los Pirineos, antes de conocer la historia de Job, saba que un rayo puede matar un rebao entero. Por tanto sostengo que los hechos del libro de Job son histricos pues se nos dice el lugar geogrfico donde

i el Leviatn es slo uno, si es un nico ser personal, por qu en el salmo 74, 14 se dice: Tu despedazaste las cabezas de Leviatn. De manera semejante a como el Sumo Pontfice es la cabeza visible de la Iglesia. Y as como cada Papa es una persona, y cada uno a su vez es cabeza de la Iglesia. De un modo parecido tambin, hay personajes a lo largo de la historia que son como cabezas visibles y manifiestas de la iniquidad y poder de Satn. Sin dificultad podemos ir rastreando la historia y encontrando esas cabezas: Antoco Epifanes, Nern, Diocleciano, Napolen, Hitler, Stalin, Pol-Pot. Pero si en cada momento la Iglesia tiene una sola cabeza, el mal, la iniquidad, pueden tener varias cabezas simultneas. La Iglesia forma un cuerpo mstico, el mal no. El bien es orden, unidad. El mal es desorden, dispersin.

Cuestin 83 Por qu aparece con ms frecuencia Satans en el Nuevo Testamento que en el Antiguo?

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l trmino Satn aparece 18 veces en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento, Satn aparece 35 veces y Diablo 36 veces. El trmino demonio aparece 21 veces en el Nuevo. Mientras que en el Antiguo Testamento los terminos equivalentes a demonio (seirim, Lilith, etc) muchas veces menos. El Nuevo Testamento es mucho menos extenso y sin embargo aparecen ms veces los demonios. Por

qu? Pienso que eso se debe a que Dios no quiso infundir miedo en el Pueblo Elegido. Tampoco quiso dar ocasin a que se implantara la falsa creencia de un dualismo en igualdad de condiciones: un dios del bien y un dios del mal. El paralelismo al que se hubiera prestado ese dualismo hubiera sido fcil: un Dios del bien con sus ngeles y un dios del mal tambin con sus ngeles. Por eso Dios no slo silencia bastante la figura de los demonios, sino que va incluso ms all. No solo la figura central ser Dios, sino que el mundo anglico aparecer en contadas ocasiones, para no dar pbulo a idolatras. Sin embargo, en el Nuevo Testamento, la Revelacin puede ser ya completada y se muestra de un modo ms profundo la existencia de este mundo espiritual.

en vida, ambos tendrn sus seguidores. Uno es una figura humilde que acaba crucificado, el otro es una figura soberbia y triunfante. El uno tiene un padre que es Dios, el otro tiene un padre que es Satn.

Cuestin 85 Puede tener un hijo Satn?

Cuestin 84 El Anticristo es el Diablo?

uchos, incluso clrigos, identifican la figura bblica del Anticristo con la del Diablo, tal cosa es un error. El Anticristo es presentado en el Apocalipsis siempre como un hombre. Expresamente en Ap 13, 18 se dice que el 666, el nmero del Anticristo, es nmero de un ser humano. Luego si es un ser humano no es un espritu. El Anticristo no es el demonio, por tanto, sino un hombre que propaga el odio, la guerra y el mal. Nern, Napolen, y especialmente Hitler, son figura y bosquejo del Anticristo definitivo y perfecto. Tambin nos aclara mucho la figura del Anticristo su mismo nombre ANTI-CRISTO. Es decir, se trata de la figura contraria a Cristo. Cristo era un hombre, el Anticristo tambin. Cristo extendi el amor, la paz, la misericordia. El Anticristo extender el odio, la guerra, la venganza. Ambos hicieron portentos

o, es completamente imposible que un espritu tenga un hijo. El espritu no puede procrear carnalmente. Al ser inmaterial no puede fecundar nada. La idea que aparece en tantas novelas y pelculas de que al final de los tiempos el Diablo tendr un hijo suyo que ser el Anticristo, no slo es extrabblica, sino teolgicamente imposible. Si se apareciera con apariencia corporal, ello no deja de ser una mera apariencia. Esa apariencia no es su cuerpo, pues no tiene cuerpo. La apariencia con que se manifieste es algo completamente externo a su ser. Alguien podra pensar que es posible aparecerse con una apariencia corporal y en el interior portar un vulo tomado de una mujer, o un espermatozoide tomado de un hombre, y que as s que sera posible mantener una relacin. Esta posibilidad nunca se ha dado en la realidad, pero aunque se diera el problema de la imposible paternidad del Diablo sigue siendo insoluble, pues esa apariencia corporal sera mera portadora de una semilla ajena. Aunque tuviera una relacin en que o fecundara a una mujer o fuera fecundado ese vulo, el problema seguira siendo el mismo: l slo ha sido portador de aquel vulo ajeno o aquel espermatozoide ajeno. Se mire como se mire, el Diablo no puede tener un hijo.

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Cuestin 86 Cabe una paternidad espiritual del Diablo?

Cuestin 88 Qu significa el 666?

, el nico modo de paternidad posible para el Diablo es la paternidad espiritual. Es decir, del mismo modo que el que hace las obras de Dios acaba parecindose cada vez ms a su Padre Dios, as tambin el que hace las obras de la iniquidad, paulatinamente se va pareciendo ms a l. En este sentido s que existe una paternidad espiritual. Y por eso en Hech 13, 10 se dice del mago Barjess que era hijo del Diablo. Y por eso tambin San Juan dice en 1 Jn 3, 8: el que comete el pecado procede del Diablo. Y en 1 Jn 3, 10 se dice: en eso se muestran los hijos de Dios y los hijos del Diablo. Y el mismo Jess en Jn 8, 44 dice: vosotros sois hijos de vuestro padre que es el Diablo.

Cuestin 87 La bestia del Apocalipsis es el Diablo?

o, el Apocalipsis distingue muy bien entre tres figuras: el Anticristo, la Bestia y el Dragn (o Serpiente). El Anticristo es un hombre, la Bestia es un poder poltico, una gran nacin que lleva la guerra a los confines del mundo, y el Dragn (o Serpiente) que es el Diablo. Todos los versculos del Apocalipsis estn escritos de acuerdo a esta distincin ntida y en ningn momento del libro hay conflictos ni ambiguedades entre estas tres figuras. Aunque en algn momento entre la figura de la Bestia y del Anticristo hay cierta identificacin pues el Anticristo es la cabeza de la Bestia.

odo el mundo da por supuesto que el 666 es el nmero o smbolo del Diablo. Pero de este nmero que aparece en un solo versculo (Ap 13 , 18) se dice que es el nmero de la Bestia, pues es nmero de un ser humano. Luego no es el nmero del Diablo, sino el del Anticristo. Centenares de personas me han preguntado a lo largo de mi vida qu significa este nmero y a quin corresponde. Siempre les contesto que est muy claro: cuando llegue el fin de los tiempos ya se sabr. Es un mensaje cifrado para reconocer al Anticristo, hasta que no llegue no tiene ningn sentido hacer especulaciones. Esta profeca es como algunas profecas del Antiguo Testamento respecto al Mesas. Profecas que resultaban completamente incomprensibles ante-eventum. Pero post-eventum quedan perfectamente claras e iluminadas. Pero el nmero se da como signo para reconocerle, de manera que cuando llegue quedar claro el sentido de la profeca. ParteVI

El infierno

Cuestin 89 Cuntos condenaron?

demonios

se

N
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adie puede responder a esta pregunta. Sabemos que existen miles de millones de ngeles puesto que en el libro de Daniel se dice, refirindose a los ngeles, que miles de millares le servan, miradas de miradas estaban en pie delante de l (Daniel

7,10). Sera razonable pensar que los condenados sean un nmero muy inferior al nmero de los que se salvaron, puede que incluso que los condenados formen un nmero exiguo. La condenacin eterna es algo tan terrible que muy pocos son los que perseveran en el mal a pesar de la invitacin de la gracia al arrepentimiento. Aqu en la tierra existe mucho pecado porque en nosotros los humanos existe la debilidad de la carne. Entre las filas de los ngeles hubo menos pecados pues en ellos no existe la concupiscencia. Por contra, aunque entre los ngeles existi un nmero menor de pecados, los pecados que hubo fueron ms intensos y ms culpables, pues no exista el aliciente de las pasiones corporales. Podramos decir que entre los ngeles los pecados fueron menos abundantes, pero ms demonacos. Mientras que en este mundo, los pecados son ms abundantes pero menos intensos pues proceden en su mayor parte de la debilidad. A pesar de esta diferencia, los paralelismos entre el mundo humano y anglico son evidentes. La evolucin de la santidad o de la iniquidad son similares, aunque no idnticas. Podemos comprender como es la psicologa de un demonio pues algunos hombres entre nosotros llegan a ser como demonios. Un SS como Menguele, un mafioso que asesina por dinero, un terrorista que busca hacer el mayor mal posible, son como demonios con cuerpo. Y aunque mientras tengan vida pueden arrepentirse, cada vez ms se van asemejando a autnticos y verdaderos demonios ya en vida. Por el contrario tambin entre nosotros hay hombres que llegan a tal grado de bondad que son verdaderamente como ngeles con cuerpo. Como se ve, la iniquidad como la santidad llega en algunos hombres a un grado tan alto, que tanto la condenacin

como la beatitud ya comienzan en vida. Pues ya hay hombres que viven en un verdadero odio y rabia continua, as como otros ya viven inmersos en un verdadero abismo de amor. En cierto modo, la eternidad no es otra cosa que la continuacin en ese estado en el que cada uno se puso. Para los santos la eternidad ser ese amor que ya tienen ms Dios. Para los condenados, la condenacin ser dejarles por la eternidad en ese estado que ya tienen en la tierra. Cielo e infierno ya comienzan en la tierra. Muchos, muchsimos, escritores eclesisticos a lo largo de la historia han querido ver una respuesta a la pregunta de cuntos ngeles se condenaron en el versculo de Ap 12,4 donde se dice: [el Dragn] barri con su cola la tercera parte de las estrellas del cielo y las lanz a tierra. Yo interpretara este versculo como que en un primer momento, se dejaron seducir por las razones de Satn una tercera parte de los ngeles. Pero despus, en mi opinin, muchos volvieron gracias a la gran batalla que hubo en los cielos.

Cuestin 90 Por qu no aniquila Dios al demonio?

os demonios son una manifestacin del poder de Dios en su atributo de la justicia. Por tanto la mera existencia de los demonios proclama que la Ley de Dios no se vulnera en vano. Ellos son una prueba de que la santidad de la Trinidad es inviolable. El que viola esa santidad se deforma a s mismo transformndose en demonio. Hay una violacin de esa Ley y de esa santidad que es reversible, pero si la voluntad opta por no retornar de esa transgresin, entonces la deformacin se vuelve eterna. De ah que los demonios dan gloria a Dios. Dan gloria a Dios con su existencia. Le glorifican sin quererlo,

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del nico modo que pueden: siendo demonios. Ellos son la terrible prueba del orden divino. El que existan muestra el poder de Dios que contiene y castiga a seres tan poderosos. Su existencia tambin es una muestra la santidad divina, pues en la historia de cada uno de ellos est el que Dios como un Padre les llam tantas y tantas veces al arrepentimiento. Su existencia muestra su sabidura, la sabidura de su orden, un orden en el que hasta ellos tienen cabida. Mejor que nunca jams hubieran existido demonios, pero la Creacin es ms rica, ms variada, con la existencia de este tipo de entes malficos. Hasta los seres deformes enriquecen la Creacin con su mera presencia. Una catedral no sera ms bella si arrancramos de ella sus seres monstruosos e hbridos esculpidos en sus capiteles y grgolas. No por esculpir slo seres bellos es ms bella una catedral gtica. Todo tiene su lugar, su razn de ser. Los demonios como se ha dicho muestran de Dios su justicia terrible, su santidad y su sabidura al crear tal orden en la Creacin. Un orden tan perfecto el del Universo, que ni el mal destruye esa arquitectura divina. Hubiera sido preferible que no existiera el mal, pero ya que existe, hasta el mal engrandece ms esa catedral dispuesta por la mente de la Santsima Trinidad. La catedral tiene sus altas torres, pero tambin sus criptas y subterrneos lbregos. Lo dicho puede parecer muy potico, pero hay momentos en que la Teologa slo puede expresar con poesa ciertos conceptos. Pero volviendo a la frrea lgica de los conceptos teolgicos, hay que considerar por otro lado que los demonios no sufren en todos y cada uno de los momentos. De forma que incluso ellos gozan del don de la existencia. La existencia es un don. Y aun sufriendo en muchos momentos, aun viviendo una

vida lejos de Dios, los demonios gozan del grado ms bajo de felicidad, la felicidad de existir. Sufren en muchos momentos, pero en otros gozan de la potencia racional del conocimiento. De manera que incluso para ellos es preferible existir a no existir. Incluso para ellos Dios es bueno concedindoles la existencia. El ser es un bien, aunque sea sufriendo. Si se dejara de existir se dejara de sufrir, pero se perdera la posibilidad de todo bien, por pequeo que fuera. El bien de la existencia en medio del sufrimiento es pequeo, pero real. Quien pierde la existencia pierde completamente todo. Ahora bien, entonces por qu en la Sagrada Escritura se dice: "Ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! Le era mejor no haber nacido" (Mt 26, 24). A este tema le he dado muchas vueltas y reconozco que para l no tengo una solucin. Por un lado considero que mi razonamiento es verdadero y explica por qu el Seor los mantiene en la existencia. Ya que Dios no deseara mantener existencias que son slo sufrimiento y dolor en estado puro. Por lo menos, as me lo parece. Pero por otra parte, las palabras de Jess parecen indicar que en una situacin as, es preferible no existir. Quiera Dios que alcance luces para entender esta paradoja. A veces, en un libro hay que dejar constancia de lo que se sabe, y de aquello de lo que se duda.

Cuestin 91 Los demonios preferiran dejar de existir?

L
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os siglos de los siglos se suceden en los demonios sin esperanza. Indudablemente si pudieran suicidarse, antes o despus, desesperados,

llenos de tristeza, acabaran con sus vidas para poner fin a sus sufrimientos. Pero la vida de un demonio es indestructible. No hay manera de destruir un espritu. No tiene rganos, no puede envenenarse, no puede dejar de comer. Ni siquiera puede dejarse morir de tristeza. Haga lo que haga seguir existiendo. De todas maneras ya se ha dicho que aunque sufran por toda la eternidad, no sufren en todos y cada uno de los instantes. De manera que aunque ellos no lo reconozcan, su existencia es un don de Dios. Y aunque una y otra vez caen en actos de odio, de reproche, de remordimiento, el resto del tiempo conocen y gozan de una existencia natural, la de su propia naturaleza

que los serafines, y por tanto gozarn ms que estos.

Cuestin 93 Por qu el infierno tiene que ser eterno?

Cuestin 92 Es peor la condenacin de los demonios o la de los hombres?

epende. Hay hombres que han cometido pecados peores que los cometidos por algunos demonios, de la misma manera que hay hombres que estn ms alto en el cielo que algunos ngeles. El pecado, como la virtud, no depende de la naturaleza, sino, esencialmente, de la voluntad. De la misma manera que aqu en el mundo una persona sin cultura y sin poder puede pecar mucho ms intensamente que un gobernante poderoso o que un profundo y reputado filsofo. Del mismo modo una viejecita analfabeta puede llegar a ser muchsimo ms santa que el Sumo Pontfice. El orden de la gracia no guarda relacin de proporcin con el orden de la naturaleza. O dicho de otro modo, los mritos o demritos son independientes de la naturaleza recibida, slo dependen de nuestra voluntad y de la gracia. Por eso, hay hombres que han pecado ms que los demonios y que sufrirn ms que estos. As tambin hay ngeles de la jerarqua ms inferior que amaron ms

l arrepentimiento slo puede nacer de la gracia. Si Dios no enva una gracia al espritu hacindole comprender el mal cometido, no puede haber arrepentimiento sobrenatural. Sin la gracia un demonio puede entender que ha sido una mala decisin el haberse rebelado, que ha sido una decisin que le ha provocado males, que ha sido un necio. Pero el arrepentimiento sobrenatural es otra cosa, cualitativamente es otra cosa. No es un mero acto de nuestro entendimiento. Es un don de Dios enviado al espritu para que doblemos nuestra rodilla y le pidamos de corazn perdn a Dios, con humildad. Sin esta gracia invisible, cabe perfectamente el dolor por la decisin errada, pero sin peticin de perdn. Cabe admitir el error que se cometi, pero con soberbia. Los demonios pueden llegar a admitir que su opcin les llev al sufrimiento, pero no por eso dejan de odiar a Dios. Dios ya no enviar ninguna gracia de arrepentimiento a los demonios. Hubo un momento en que se les concedi la ltima, despus de la cual ya no hay ninguna ms. Los demonios saben que el ltimo tren ya ha partido, y que ya no hay ninguno ms. Ni uno solo en toda la eternidad. Es en este sentido en el que se puede afirmar que los demonios han sido abandonados por Dios. Pues el Creador los ha abandonado a s mismos para siempre. Como se ve la eternidad de la pena no viene dada por una arbitraria decisin divina, sino que esa eternidad viene dada de que ellos se han alejado y no quieren volver. Muchas veces muchos cristianos

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consideran a Dios excesivamente severo por imponer una condenacin eterna, y no se dan cuenta de que es l, Dios, el que ha sido abandonado y que a ellos se les concede justamente lo que desean. Algunos al escuchar esto pensarn: ah, pues yo por ms que peque no querr alejarme de Dios, siempre le querr pedir perdn. Y con tal razonamiento se quedarn tranquilos sin salir del pecado. A esos hay que decirles que nadie que est condenado por toda la eternidad pens que lo estara algn da. Si uno continua en el pecado, esos pecados le llevarn a otros pecados peores. Y esos a otros peores. Y finalmente no querr pedir perdn. Es lo que sucede con los consumidores de droga, al principio ellos eran, todos, personas normales que cuando vieron los casos ms extremos se preguntaron cmo era posible llegar a tal necedad y debilidad. Pues lo mismo sucede con el pecado. Todo condenado crey que no llegara a traspasar ciertos lmites.

Como se ha dicho antes, mucha gente piensa que Dios no debera ser tan severo y tendra que perdonar a los condenados. Pero por la razn ya aducida, el mismo Dios que puede crear un milln de cosmos con slo quererlo, no puede perdonar a un solo demonio. Dios que lo puede todo, no puede lo imposible. Y es un imposible que Dios que crea una voluntad libre, Dios despus la fuerze. Terrible advertencia sta a los que traspasan la Ley de Dios con toda tranquilidad una y otra vez dicindose en su corazn: bah, Dios me lo perdonar todo. Los que obran as desconocen que hay un lmite ms all del cual la misericordia de Dios se da la vuelta y abandona al pecador a la justicia. O dicho de otro modo ms exacto: hay un lmite ms all del cual el alma se endurece hasta tal punto que rechaza toda gracia. Y all, en ese punto, el Creador no puede hacer otra que dejarle seguir su camino a la criatura.

Cuestin 94 Puede Dios perdonar a los demonios?

Cuestin 95 Qu penas hay en el infierno?

n el ao 543 el papa Virgilio proclam: si alguno dice o piensa que el castigo de los demonios o de los hombres impos es temporal y en algn momento tendr fin, o que se dar la rehabilitacin o restablecimiento de los demonios o de los hombres impos, sea anatema. (DS 411). Dios puede perdonar cualquier pecado por grave que sea. Pero Dios no puede perdonar un demonio. Porque Dios no puede perdonar a quien no se arrepiente de su pecado. Hacer tal cosa sera un desorden, y Dios no puede cometer desrdenes. Como se ve el problema no est en el pecado (Dios puede perdonar todo) sino en la voluntad (Dios no fuerza la voluntad).

xiste fuego? S, existe el fuego del remordimiento. Fuego material no, pues los demonios ni estn en ningn lugar, ni les puede daar ya ningn castigo corporal. Ese remordimiento que ya nada puede apagar, que arde en el interior de cada espritu condenado, que atormenta espiritualmente a los espritus es el fuego que no se apaga (Mc 9, 48), el fuego eterno (Mt 25, 41), el horno de fuego (Mt 13, 42), el fuego ardiente (Heb 10, 27), el lago de fuego y azufre (Apoc 19, 20), la Gehena de fuego (Mt 5, 22), la llama que atormenta (Lc 16, 25). El gusano que nunca muere del que se habla en Marcos 9, 48 es igualmente el gusano del remordimiento que horada la conciencia una y otra vez durante la eternidad. Las tinieblas

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exteriores (Mt 8, 12) son las tinieblas y oscuridad del alejamiento de Dios. Las penas del infierno no son otras que el odio, la tristeza, la ira, la soledad, la melancola, el remordimiento y el sufrimiento que produce la propia deformacin del espritu, es decir la deformacin de todos los pecados que contiene cada ngel cado. Si uno analiza los trminos que usa la Biblia al hablar de la condenacin, usa trminos de alejamiento, de apartamiento, del fuego del remordimiento, pero nunca usa trminos de tortura que sea aplicada por parte del Juez. Al hablar de la condenacin, la Biblia nunca presenta a Dios como el torturador. Usa trminos impersonales como fuego, tinieblas o lago de azufre. La condenacin por tanto es el alejamiento de Dios y es la tortura que cada espritu se aplica a s mismo por la propia deformacin del espritu. Dios no ha creado los sufrimientos infernales, el infierno es fruto de la deformacin de cada espritu. ParteVII

revelaciones fue titulada La Mstica Ciudad de Dios. No deja de ser sorprendente meditar estos prrafos escritos por una humilde monja que jams curs estudios de teologa. Es impresionante observar como las ms complejas y profundas cuestiones de la demonologa fueron reveladas por Dios a esta humilde monja. Colocamos a continuacin todos los pasajes esenciales referidos al pecado de los demonios: Mstica Ciudad de Dios lib 1, cap 7, n. 82 De la tierra, dice Moiss, que estaba vaca, y no lo dice del cielo; porque en ste cri los ngeles en el instante cuando dice Moiss: Dijo Dios: sea hecha la luz, y fue hecha la luz; porque no habla slo de la luz material, sino tambin de las luces anglicas o intelectuales. Y no hizo ms clara memoria de ellos que significarlos debajo de este nombre, por la condicin tan fcil de los hebreos en atribuir la divinidad a cosas nuevas y de menor aprecio que los espritus anglicos; pero fue muy legtima la metfora de la luz para significar la naturaleza anglica, y msticamente la luz de la ciencia y gracia con que fueron iluminados en su creacin. Haba de dividir luego el Seor la luz de las tinieblas y llamar a la luz da y las tinieblas noche; y no slo sucedi esto entre la noche y da naturales, pero entre los ngeles buenos y malos, que a los buenos dio la luz eterna de su vista, y la llam da, y da eterno; y a los malos llam noche del pecado y fueron arrojados en las eternas tinieblas del infierno; para que todos entendamos cun juntas anduvieron la liberalidad misericordiosa del criador y vivificador y la justicia de rectsimo juez en el castigo. n. 83 Fueron los ngeles criados en el cielo empreo y en gracia, para que con ella

Apndices

Apndice 1
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La Mstica Ciudad de Dios

l hablar del pecado de los demonios es imprescindible trascribir las pginas de una monja concepcionista del siglo XVII, la Venerable Sor Mara de Jess de Agreda (1602-1665+), quien afirm haber recibido revelaciones sobre este punto. La obra donde se habla de estas

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precediera el merecimiento al premio de la gloria; que aunque estaban en el lugar de ella, no se les haba mostrado la divinidad cara a cara y con clara noticia, hasta que con la gracia lo merecieron los que fueron obedientes a la voluntad divina. Y as estos ngeles santos, como los dems apstatas, duraron muy poco en el primer estado de viadores; porque la creacin, estado y trmino, fueron en tres estancias o mrulas divididas con algn intervalo en tres instantes. En el primero fueron todos criados y adornados con gracia y dones, quedando hermossimas y perfectas criaturas. A este instante se sigui una mrula, en que a todos les fue propuesta e intimada la voluntad de su Criador, y se les puso ley y precepto de obrar, reconocindole por supremo Seor, y para que cumpliesen con el fin para que los haba criado. En esta mrula, estancia o intervalo sucedi entre San Miguel y sus ngeles, con el dragn y los suyos aquella gran batalla que dice san Juan en el cap. 12 del Apocalipsis; y los buenos ngeles, perseverando en gracia, merecieron la felicidad eterna y los inobedientes, levantndose contra Dios, merecieron el castigo que tienen. n. 84 Y aunque en esta segunda mrula pudo suceder todo muy brevemente, segn la naturaleza anglica y en el poder divino, pero entend que la piedad del Altsimo se detuvo algo y con algn intervalo les propuso el bien y el mal, la verdad y falsedad, lo justo y lo injusto, su gracia y amistad y la malicia del pecado y enemistad de Dios, el premio y el castigo eterno y la perdicin para Lucifer y los que le siguiesen; y les mostr Su Majestad el infierno y sus penas y ellos lo vieron todo, que en su naturaleza tan superior y excelente todas las cosas se pueden ver, como ellas en s mismas, siendo criadas y limitadas; de suerte que,

antes de caer de la gracia, vieron claramente el lugar del castigo. Y aunque no conocieron por este modo el premio de la gloria, pero tuvieron de ella otra noticia y la promesa manifiesta y expresa del Seor, con que el Altsimo justific su causa y obr con suma equidad y rectitud. Y porque toda esta bondad y justificacin no bast para detener a Lucifer y a sus secuaces, fueron, como pertinaces, castigados y lanzados en el profundo de las cavernas infernales y los buenos confirmados en gracia y gloria eterna. Y esto fue todo en el tercer instante, en que se conoci de hecho que ninguna criatura, fuera de Dios, es impecable por naturaleza. n.85 Y segn el mal afecto que de presente tuvo entonces Lucifer, incurri en desordenadsimo amor de s mismo; y le naci de verse con mayores dones y hermosura de naturaleza y gracias que los otros ngeles inferiores. En este conocimiento se detuvo demasiado; y el agrado que de s mismo tuvo le retard y entibi en el agradecimiento que deba a Dios, como a causa nica de todo lo que haba recibido. Y volvindose a remirar, agradse de nuevo de su hermosura y gracias y adjudicselas y amlas como suyas; y este desordenado afecto propio no slo le hizo levantarse con lo que haba recibido de otra suprior virtud, pero tambin le oblig a envidiar y codiciar otros dones y excelencias ajenas que no tena. Y porque no las pudo conseguir, concibi mortal odio e indignacin contra Dios, que de la nada le haba criado, y contra todas sus criaturas. n. 86 De aqu se originaron la desobediencia, presuncin, injusticia, infidelidad, blasfemia y un casi alguna especie de idolatra, porque dese para s la

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adoracin y reverencia debida a Dios. Blasfem de su divina grandeza y santidad, falt a la fe y lealtad que deba, pretendi destruir todas las criaturas y presumi que podra todo esto y mucho ms; y as siempre su soberbia sube y persevera, aunque su arrogancia es mayor que su fortaleza, porque en sta no puede crecer y en el pecado un abismo llama a otro abismo. El primer ngel que pec fue Lucifer, como consta del captulo 14 de Isaas, y este indujo a otros a que le siguiesen; y as se llama prncipe de los demonios, no por naturaleza, que por ella no pudo tener este ttulo, sino por la culpa. Y no fueron los que pecaron de slo un orden o jerarqua, sino de todas cayeron muchos. n. 87 Y para manifestar, como se me ha mostrado qu honra y excelencia fue la que con soberbia apeteci y envidi Lucifer, advierto que, como en las obras de Dios hay equidad, peso y medida, antes que los ngeles se pudiesen inclinar a diversos fines determin su providencia manifestarles inmediatamente despus de su creacin el fin para que los haba criado de naturaleza tan alta y excelente. Y de todo esto tuvieron ilustracin en esta manera: Lo primero, tuvieron inteligencia muy expresa del ser de Dios, uno en sustancia y trino en personas, y recibieron precepto de que le adorasen y reverencias en como a su Criador y sumo Seor, infinito en su ser y con alguna diferencia; porque los ngeles buenos obedecieron por amor y justicia, rindiendo su afecto de buena voluntad, admitiendo y creyendo lo que era sobre sus fuerzas y obedeciendo con alegra; pero Lucifer se rindi por parecerle ser lo contrario imposible. Y no lo hizo con caridad perfecta, porque dividi la voluntad en s mismo y en la verdad infalible del Seor; y esto le hizo

que el precepto se le hiciese algo violento y dificultoso y no cumplirle con afecto lleno de amor y justicia; y as se dispuso para no perseverar en l: y aunque no le quit la gracia esta remisin y tibieza en obrar estos primeros actos con dificultad, pero de aqu comenz su mala disposicin, porque tuvo alguna debilidad y flaqueza en la virtud y espritu y su hermosura no resplandeci como deba. Y a mi parecer, el efecto que hizo en Lucifer esta remisin y dificultad fue semejante al que hace en el alma un pecado venial advertido; pero no afirmo que pec venial ni mortalmente entonces, porque cumpli el precepto de Dios; mas fue remiso e imperfecto este cumplimiento y ms por compelerle la fuerza de la razn que por amor y voluntad de obedecer; y as se dispuso a caer. n. 88 En segundo lugar, les manifest Dios haba de criar una naturaleza humana y criaturas racionales inferiores, para que amasen, temiesen y reverenciasen a Dios, como a su autor y bien eterno, y que a esta naturaleza haba de favorecer mucho; y que la segunda persona de la misma Trinidad santsima se haba de humanar y hacerse hombre, levantado a la naturaleza humana a la unin hiposttica y persona divina, y que a aquel supuesto hombre y Dios haban de reconocer por cabeza, no slo en cuanto Dios, pero juntamente en cuanto hombre, y le haban de reverenciar y adorar; y que los mismos ngeles haban de ser sus inferiores en dignidad y gracias y sus siervos. Y les dio inteligencia de la conveniencia y equidad, justicia y razn, que en esto haba; porque la aceptacin de los merecimientos previstos de aquel hombre y Dios les haba merecido la gracia que posean y la gloria que poseeran; y que

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para gloria de El mismo haba sido criados ellos y todas las otras criaturas lo seran, porque a todas haba de ser superior; y todas las que fuesen capaces de conocer y gozar de Dios, haban de ser pueblo y miembros de aquella cabeza, para reconocerle y reverenciarle. Y de todo esto se les dio luego mandato a los ngeles. n.89 A este precepto todos los obedientes y santos ngeles se rindieron y prestaron asenso y obsequio con humilde y amoroso afecto de toda su voluntad; pero Lucifer con soberbia y envidia resisti y provoc a los ngeles, sus secuaces, a que hicieran lo mismo, como de hecho lo hicieron, siguindole a l y desobedeciendo al divino mandato. Persuadiles el mal Prncipe que sera su cabeza y que tendran principado independiente y separado de Cristo. Tanta ceguera pudo causar en un ngel la envidia y soberbia y un afecto tan desordenado, que fuese causa y contagio para comunicar a tantos el pecado. n.90 Aqu fue la gran batalla, que san Juan dice sucedi en el cielo; porque los ngeles obedientes y santos, con ardiente celo de defender la gloria del Altsimo y la honra del Verbo humanado previsto pidieron licencia y como beneplcito al Seor para resistir y contradecir al dragn, y les fue concedido este permiso. Pero sucedi en esto otro misterio: que cuando se les propuso a todos los ngeles que haban de obedecer al Verbo humanado, se les puso otro tercero precepto, de que haban de tener juntamente por superiora a una mujer, en cuyas entraas tomara carne humana este Unignito del Padre; y que esta mujer haba de ser su Reina y de todas las criaturas y que se haba de sealar y aventajar a todas, anglicas y humanas,

en los dones de gracia y gloria. Los buenos ngeles, en obedecer este precepto del Seor, adelantaron y engrandecieron su humildad y con ella le admitieron y alabaron el poder y sacramentos del Altsimo; pero Lucifer y sus confederados, con este precepto y misterio, se levantaron a mayor soberbia y desvanecimiento; y con desordenado furor apeteci para s la excelencia de ser cabeza de todo el linaje humano y rdenes anglicos y que, si haba de ser mediante la unin hiposttica, fuese con l. n.91 Y en cuanto al ser inferior a la Madre del Verbo humanado y Seora nuestra, lo resisti con horrendas blasfemias, convirtindose en desbocada indignacin contra el Autor de tan grandes maravillas; y provocando a los dems, dijo este dragn: Injustos son estos preceptos y a mi grandeza se le hace agravio; y a esta naturaleza, que t, Seor, miras con tanto amor y propones favorecerla tanto, yo la perseguir y destruir y en esto emplear todo mi poder y cuidado. Y a esta mujer, Madre del Verbo, la derribar del estado en que la prometes poner y a mis manos perecer tu intento. n.92 Este soberbio desvanecimiento, enoj tanto al Seor, que humillando a Lucifer le dijo: Esta mujer, a quien no has querido respetar, te quebrantar la cabeza y por ella sers vencido y aniquilado. Y si por tu soberbia entrare la muerte en el mundo, por la humildad de esta mujer entrar la vida y la salud de los mortales; y de su naturaleza y especie de estos dos gozarn el premio y coronas que t y tus secuaces habis perdido. -Y a todo esto replicaba el dragn con indignada soberbia contra lo que entenda de la divina voluntad y sus decretos;

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amenazaba a todo el linaje humano. Y los ngeles buenos conocieron la justa indignacin del Altsimo contra Lucifer y los dems apstatas y con las armas del entendimiento, de la razn y verdad peleaban contra ellos. cap 8, n. 103 Y fue vista en el cielo otra seal: vise un dragn grande y rojo, que tena siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en sus cabezas; y con la cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo y las arroj en la tierra. Despus de lo que est dicho, se sigui el castigo de Lucifer y sus aliados. Porque a sus blasfemias contra aquella sealada mujer, se sigui la pena de hallarse convertido de ngel hermossimo en dragn fiero y fesimo, apareciendo tambin la seal sensible y exterior figura. Y levant con furor siete cabezas, que fueron siete legiones o escuadrones, en que se dividieron todos los que le siguieron y cayeron; y a cada principado o congregacin de stas le dio su cabeza, ordenndoles que pecasen y tomasen por su cuenta incitar y mover a los siete pecados mortales, que comnmente se llaman capitales, porque en ellos se contienen los dems pecados y son como cabezas de los bandos que se levantan contra Dios. Estos son soberbia, envidia, avaricia, ira, lujuria, gula y pereza; que fueron las siete diademas con que Lucifer convertido en dragn fue coronado, dndole el Altsimo este castigo y habindolo negociado l, como premio de su horrible maldad, para s y para sus ngeles confederados; que a todos fue sealado castigo y penas correspondientes a su malicia y a haber sido autores de los siete pecados capitales. n. 104 Los diez cuernos de las cabezas son los triunfos de la iniquidad y malicia del

dragn y la glorificacin y exaltacin arrogante y vana que l se atribuye a s mismo en la ejecucin de los vicios. Y con estos depravados afectos, para conseguir el fin de su arrogancia, ofreci a los infelices ngeles su depravada y venenosa amistad y fingidos principados, mayoras y premios. Y estas promesas, llenas de bestial ignorancia y error, fueron la cola con que el dragn arrastr la tercera parte de las estrellas del cielo; que los ngeles estrellas eran y, si perseveraran, lucieran despus con los dems ngeles y justos, como el sol, en perpetuas eternidades; pero arrojolos el castigo merecido en la tierra de su desdicha hasta el centro de ella, que es el infierno, donde carecern eternamente de luz y de alegra. cap 9, n. 106 Y sucedi en el cielo una gran batalla: Miguel y sus ngeles peleaban con el dragn, y el dragn y sus ngeles peleaban. Habiendo manifestado el Seor lo que est dicho a los buenos y malos ngeles, el santo prncipe Miguel y sus compaeros por el divino permiso pelearon con el dragn y sus secuaces. Y fue admirable esta batalla, porque se peleaba con los entendimientos y voluntades. n.107 Con estas armas peleaban San Miguel y sus ngeles y combatan como con fuertes rayos al dragn y a los suyos, que tambin peleaban con blasfemias; pero a la vista del santo Prncipe, y no pudiendo resistir, se deshaca en furor y por su tormento quisiera huir, pero la voluntad divina orden que no slo fuese castigado sino tambin fuese vencido, y a su pesar conociese la verdad y poder de Dios; aunque blasfemando, deca: Injusto es Dios en levantar a la humana naturaleza sobre la anglica. (...) Pero San Miguel le replic: Quin hay que se

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pueda igualar y comparar con el Seor que habita en los cielos? libro I, cap 9, n110 El que en su pensamiento hera a las gentes, fue trado a los infiernos, como dice Isaas, captulo 14, a lo profundo del lago, y su cadver entregado a la carcoma y gusano de su mala conciencia; y se cumpli en Lucifer todo cuanto dice en aquel lugar el profeta Isaas, captulo 14.

Existe un segundo texto, del profeta Isaas, al que le sucede lo mismo que al primer texto aducido. Los versculos se aplican mejor a otra figura del mundo demonaco que al prncipe babilnico al que iban dirigidos: Cmo has cado del cielo astro rutilante, hijo de la aurora, has sido arrojado a tierra, t que vencas a las naciones? T dijiste en tu corazn: el cielo escalar, por encima de las estrellas de Dios elevar mi trono. (...) Por el contrario, al seol has sido precipitado. Is 14, 12-15 Si nos fijamos en estos dos textos de Isaas y Ezequiel nos daremos cuenta de que ocultamente se nos est hablando de Satn (en el de Ezequiel) y de Lucifer (en el de Isaas). Por eso en el segundo texto se nos dice que era un astro rutilante, hijo de la aurora, pues Lucifer significa Estrella-de-la-maana. Normalmente la tradicin ha identificado la figura de Satn y Lucifer, sin embargo, algunos exorcistas han advertido (entre ellos el padre Amorth) que son dos demonios distintos, los dos demonios ms altos en la jerarqua demonaca. En apoyo de esta distincin entre el Diablo y Lucifer vendran los textos del libro de Job referidos al Leviatn y al Behemoth. La tradicin juda y patrstica siempre entendi que Leviatn era figura que representaba a Satn. Pero entonces quin era Behemoth? La figura de Lucifer entendida no como sinnimo del Diablo sera la respuesta. Para ver tales diferencias coloco a continuacin el texto de Job 40, 15-41, 26 referido a tales seres. He aqu el Behemot, que yo cri contigo; hierba cual buey come. Ve, pues su fuerza en sus riones, y su vigor en los msculos de su vientre. Atiesa su cola

Apndice 2
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El Leviatn y el Behemot

ay un texto de la Sagrada Escritura que los Santos Padres han aplicado a Satn. El texto del profeta Ezequiel, est dirigido contra el Principe de Tiro, pero el lector enseguida se dar cuenta de que esos versculos se aplican mejor a Satn que a un ser humano: Tu eras el sello de la perfeccin, lleno de sabidura y acabada belleza; en el Edn, jardn esplndido, habitabas; toda suerte de piedras preciosas eran tu vestido (...) T eras un querubn consagrado como protector, Yo te haba establecido tal; estabas en la montaa santa de Dios y te paseabas en medio de piedras de fuego, hasta que se descubri en ti la iniquidad. (...) Se engri tu corazn por tu belleza, echaste a perder tu sabidura por tu esplendor. (...) He hecho brotar un fuego de en medio de ti, que te ha devorado. Ez 28, 12 y siguientes

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como un cedro, los nervios de sus muslos estn entrelazados. Sus huesos son tubos de bronce, sus miembros como barras de hierro. Es la obra maestra de Dios; dile su espada su Hacedor como presente; pues tributo le aportan las montaas, as como todas las bestias salvajes que all retozan. Bajo los lotos se tumba, en escondrijo de caas pantanosas. Los lotos le recubren de sombra, rodanle los sauces del torrente. Si el ro est bravo, l no se conmueve, tranquilo est aunque salte el Jordn hasta su boca. Se le prender acaso por sus ojos? Se le taladrar con espinas la nariz? Pescars con anzuelo al Leviatn y con cordel sujetars su lengua? Por su nariz hars pasar un junco y con gancho taladrars su quijada? Multiplicar l hacia ti sus ruegos? Te hablar lisonjas? Celebrar alianza contigo? Lo tomars por servidor perpetuo? Jugars t con l cual con un pjaro y lo atars como a uno de tus gorriones? Traficarn con l tus asociados? Se le repartirn entre los mercaderes? Acribillars de dardos su piel, y con el arpn de peces su cabeza? Pon sobre l tu mano: piensa ya en el combate, no volvers a hacerlo! He aqu que su esperanza queda burlada, con solo su vista es derribado. No es cruel cuando se le despierta? Y quin es el que ante l se mantendr? Quin me ha adelantado algn servicio para que yo le pague? Cunto hay bajo todos los cielos, mo es! No silenciar sus miembros, ni lo que al vigor respecta y la gracia de su estructura.

Quin ha alzado la delantera de su vestido? En su doble coraza, quin penetra? Las puertas de su boca, quin abri? En derredor de sus dientes hay espanto. Su espalda son hileras de escudos, clausurada cual por sello de piedra: estn aproximados uno a otro y ni un soplo pasa entre ellos; cada cual a su compaero est pegado, forman bloque y no se separan. Su estornudo hace brillar la luz, y son sus ojos cual los prpados de la aurora. De su boca brotan antorchas, chispas de fuego se escapan. De sus narices sale humareda, cual de caldero encendido e hirviente. Su aliento enciende los carbones y una llama emerge de su boca. En su cuello asintase la fuerza y ante l brinca la violencia. Las papadas de su carne son compactas; se le presiona y no se mueve. Su corazn es duro cual piedra y duro como piedra molar inferior .Su erguimiento temen los adalides y ante las fracturas se retiran. A quien da alcance la espada nada supone, ni la lanza, ni el arma arrojadiza, ni la punta de saeta; considera el hierro como paja, al bronce cual madera carcomida. No le pone en fuga el disparo del arco, pajilla le resultan las piedras de la honda. Cual pajilla reputa el arma arrojadiza, y se burla del silbido del venablo. Debajo de s lleva puntas de teja, un trillo imprime sobre el lodo. Hace hervir el abismo como olla, trueca el mar en pebetero. Tras s va dejando vereda luminosa: una melena cana dirase el abismo! No hay en la tierra parejo suyo; l, creado impvido!A todo ser altivo mira de frente, es rey sobre todas las bestias feroces!

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Como se ve, la Biblia dedica casi ntegros dos captulos a la descripcin de los dos seres ms grandiosos creados por la mano de Dios. Yahveh no tendr inconveniente alguno en elogiar en su Libro Santo la grandeza de la naturaleza de la criatura que su mano cre. Estamos hablando ni ms ni menos de la obra que coronaba su Creacin visible e invisible, en cuanto a la naturaleza, no en cuanto a la gracia. Ahora, sin embargo, es otra la criatura que ha sido coronada. Ellos ex natura nacieron como prncipes de la Creacin, y sin embargo, otra criatura, una sierva, ha sido coronada como reina de los ngeles ex gratia. Hecha esta salvedad y volviendo al captulo 40 y 41 de Job, Dios est ah hablando de la obra creada ms sublime, de la culminacin, de su Creacin. De una de ellas se dice que es la obra maestra. Es tradicin, extrabblica, afirmar que se rebel el ms bello de los ngeles. De todas maneras, aunque la Palabra de Dios elogia el podero que les confiri y la grandeza que poseen, las describe como monstruos, como seres malignos, dignos de temor, seres de los que hay que alejarse. Estas dos naturalezas anglicas, Satn y Lucifer, las describir bajo la apariencia de dos figuras mitolgicas preisraelticas, dos gigantescas figuras procedentes del Caos inicial, dos figuras que ya aparecan en la mitologa ugartica de la mitad del segundo milenio antes de Cristo. Leviatn (Satn, la Serpiente Antigua, el Dragn) aparece bajo la forma de un monstruo martimo, habitante del Abismo. Behemot (Lucifer) nos es descrito como un engendro gigantesco que, aunque habita las profundidades de las cinagas, es un formidable monstruo terrestre. Expresamente se nos dice de l que es "la obra maestra de Dios". Es posible que aunque Satn fuera el que acab siendo el ms maligno de todos los ngeles que se

rebelaron, el que se hizo el ms perverso de todos, sin embargo, Lucifer puede que fuera superior en naturaleza. El nombre de Estrella de la maana parece indicar esta preeminencia de naturaleza, y la aseveracin de que Behemoth, y no Leviatn, fuera la obra maestra del Creador de nuevo parece confirmar esta hiptesis.

i comparamos estos textos referidos al Leviatn y el Behemoth con los de Ezequiel e Isaas sacamos varias conclusiones. El Diablo fue el sello de la perfeccin, un querubn, consagrado como protector, sabio y bello. Mientras que Lucifer fue la obra maestra de Dios, al cual le dio una espada, su nombre hace referencia a la luz, luego brillaba con una luz especial y nica en el firmamento de las naturalezas anglicas. La tradicin presenta a Satn como el ms perverso y el que lider la rebelin, pero Lucifer es la Estrella de la maana. Esta existencia de dos grandes figuras infernales, en vez de una sola, rompe la fcil idea de pensar que Satn es como el Dios del lado maligno. Pues le guste o no a Satn, lo dicho indicara que a pesar del liderazgo del Diablo, las turbas infernales tienen dos grandes figuras demonacas. Este tipo de dualidades en la cspide siempre son una mortificacin para los soberbios. No deja de tener algo de gracia el que ni en esto el Diablo haya podido tener todo a su gusto.

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ras las siguientes consideraciones teolgicas no me resisto a tratar de hacer una exegesis espiritual del texto de Job. De Behemoth se nos habla de su fuerza, de su vigor, de los msculos de su vientre. Se nos dice que posee una cola que es como un cedro, bien es sabido que un simple cocodrilo con su cola poda no slo matar a un hombre, sino partir una barca sin

problema. La cola en un cocodrilo es un arma formidable, cuajada de msculos, incontenible ni entre muchos hombres, ni cuerdas. Se nos dice que su estructura es como de bronce y hierro. Y se aade que el Creador le dio su espada. La espada slo se da a un guerrero. Un espritu anglico slo puede hacer la guerra de un modo intelectual. De modo que esa espada era una espada intelectual. El versculo tributo le aportan las montaas, as como todas las bestias salvajes que all retozan. Se podra entender de la siguiente manera: las montaas son smbolo de los ms elevados y grandiosos espritus anglicos, que como montaas se elevan sobre el resto. Todos reconocen la grandeza que Dios derram en l, ese es el tributo. Las bestias salvajes son smbolo de los demonios, espritus que se han transformado en seres bestiales. Siendo tan poderoso que nada le conmueve, sin embargo, vive en escondrijos y pantanos. Se le prender acaso por sus ojos? Se le taladrar con espinas la nariz? Dado que el ojo es smbolo del conocimiento, este versculo se puede interpretar que ni con el conocimiento ni por la fuerza se le puede dominar. Del Leviatn se dice que vive en el "tehom", el Ocano originario. El mar en el Apocalipsis se dice que simboliza la multitud de las gentes. En medio de ese "mar" el Leviatn se mueve y bucea. No es posible pescarlo, ni atraparlo, ni atarlo no es posible sujetar su lengua. Jams te rogar, es altivo y soberbio. No es posible hacer un pacto, ni alianza con l, se trata de un ser bestial que slo busca devorarte. No es posible traficar con l, l no sirve a tus fines, acabas al final en sus garras. Acribillars de dardos su piel, y con el arpn de peces su cabeza? Es imposible atravesar su piel, pero la Mujer ha aplastado su cabeza.

Pon sobre l tu mano: no volvers a hacerlo! No se puede decir de un modo ms grfico que no se puede jugar con el demonio. El que enrede o pacte con el demonio comprobar que con l no se juega, que jams se le invoca en vano. He aqu que su esperanza queda burlada, con solo su vista es derribado. A la vista del poder, fuerza y furor de Satn se pierde la esperanza de la salvacin. Slo con verlo uno queda desalentado, sin esperanza de sobrevivir al combate. Los testimonios de todos los santos que han sufrido las tentaciones del Diablo en la noche oscura son concordantes. Sin Dios que le pusiera coto, el combate de un alma con l sera tan desigual que no habra posibilidad de resistir sus embates. Y quin es el que ante l se mantendr. Dios slo permite a Satn tentar a un alma cuando sta ya est muy curtida en la lucha asctica y fortalecida por la gracia. Y slo con la ayuda de Cristo sale victoriosa el alma. Este combate del que se habla es espiritual. Pero Dios le pone lmites a su accin en el alma y en el cuerpo. Pues su naturaleza anglica de la ms alta jerarqua le permitira provocar enfermedades, accidentes, desastres y, en definitiva, matar a voluntad. Por eso dice la Biblia: No es cruel cuando se le despierta? Los que le despiertan son aquellos que le invocan. Los que le invocan no saben qu fuerzas estn despertando. Quin me ha adelantado algn servicio para que yo le pague?Cunto hay bajo todos los cielos, mo es! Este versculo es una intervencin de Satn. El se pregunta que a quin debe pagarle algo, pues cree que no debe nada a nadie. En su soberbia afirma que cuanto hay bajo los cielos es suyo por razn del pecado, adems es el Prncipe de este mundo. Sabe que los cielos son de Dios, pero reclama que ha conquistado la tierra

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con sus seducciones, sembrando el pecado, el odio, la guerra. Pero a pesar de todo este engreimiento, a Dios no le duelen prendas a la hora de elogiar la culminacin de su Creacin que es l y por eso dice Yahveh: No silenciar sus miembros, ni lo que al vigor respecta y la gracia de su estructura. Quin ha alzado la delantera de su vestido? En su doble coraza, quin penetra? Las puertas de su boca, quin abri? En derredor de sus dientes hay espanto Su espalda son hileras de escudos, clausurada cual por sello de piedra: estn aproximados uno a otro y ni un soplo pasa entre ellos; cada cual a su compaero est pegado, forman bloque y no se separan. Esta referencia a los escudos nos da idea de sus dimensiones, cada escama es del tamao de un escudo. Cuando dice que ni un soplo pasa entre ellos podemos recordar que soplo (en latn spiritus) se puede interpretar como que en Satn el Espritu Santo con sus inspiraciones no puede penetrar. Est hermticamente cerrado (forman bloque, no se separan), nada ya entra en l. Su estornudo hace brillar la luz, y son sus ojos cual los prpados de la aurora. De su boca brotan antorchas, chispas de fuego se escapan. De sus narices sale humareda, cual de caldero encendido e hirviente. Su aliento enciende los carbones y una llama emerge de su boca. Esta figura mtica exhala llamas de su boca como un dragn. De hecho este es el Dragn del que se habla en el Apocalipsis. Su corazn es duro cual piedra y duro como piedra molar inferior. Este versculo se refiere a su fortaleza, pero tambin a su corazn duro e inmisericorde.

lgunos exegetas contra la tradicin ininterrumpida del pueblo hebreo, han afirmado que el Leviatn es el cocodrilo. Es sorprendente cmo los exegetas mantienen sus teoras aferrndose ellas, y despreciando todo lo que en el texto no les encaja. El texto afirma claramente, de un modo que no es oscuro, cosas que no encajan con el cocodrilo: se dice que vive en el mar, que exhala llamas de su boca, que hace hervir el abismo como olla. Eso son detalles concretos, pero el texto entero indica que se est hablando de algo ms que un mero animal. Hecho este inciso para los exegetas, prosigamos con el anlisis del pasaje. A todo ser altivo mira de frente, es rey sobre todas las bestias feroces! Antes se ha elogiado mucho al Behemoth, pero en ningn momento se le ha llamado rey. Lucifer es la obra maestra de Dios, pero Satn es el rey sobre todas las bestias feroces. Creo que estos pasajes de Job dejan claro que uno es superior en naturaleza y otro en perversidad y maldad. A quien da alcance la espada nada supone, ni la lanza, ni el arma arrojadiza, ni la punta de saeta; considera el hierro como paja, al bronce cual madera carcomida. Hay hombres soberbios y poderosos que se creen invulnerables. Y no saben que si una naturaleza anglica maligna quiere matar a alguien (y Dios se lo permite) ni los muros podrn evitar que entre donde quiera, ni las armas ni los guardaespaldas le contendrn, ni todo el poder del mundo podr evitar que haga su dao. Debajo de s lleva puntas de teja, un trillo imprime sobre el lodo. Cuando uno ve los terribles paisajes de ruinas de las guerras, poticamente es como si por all hubiera pasado este monstruo con su vientre como un trillo, arrasndolo todo. Adems, ya hemos dicho que el mar simboliza la multitud de

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los pueblos, de manera que l, el sembrador de la guerra y la muerte, hace hervir el abismo como olla, trueca el mar en pebetero. l instiga para que el mar de los pueblos se inflame con el fuego del odio y la guerra. Tras s va dejando vereda luminosa: una melena cana dirase el abismo! Esta melena, es decir, esta estela (como la que dejan los barcos) son las vidas de los hombres que arrastra y destruye a su paso por las gentes. No hay en la tierra parejo suyo; l, creado impvido! S, eso lo he comprobado en los exorcismos, el Diablo aparenta no temer a nadie, ni a Dios. Puedo asegurar que no parece que exista en l temor de Dios, slo odio. Pero existe en l un cierto conocimiento de que Dios lo puede todo y le puede castigar, lo que sucede es que no quiere pensar en ello porque tal pensamiento le tortura. En cierto modo se puede decir que habla con furia de Dios, y hasta blasfema de l, pero aunque no quiere temerlo y habla como si no le temiera, en realidad, su inteligencia le dice que El es omnipotente. El Diablo teme a Dios aunque no quiera reconocerlo, ni pensar sobre ello. Pero su hasta su inteligencia deformada le recuerda una y otra vez que debe temerle pues al final de los tiempos ser arrojado al lago de fuego y azufre. Smbolo del sufrimiento eterno que le producir su propia iniquidad soportada por los siglos de los siglos. Pienso que ese lago no ser otra cosa ms que smbolo de ese sufrimiento. No ser por supuesto nada fsico, sino ni siquiera algo creado por Dios para producir sufrimiento. Si el mar simboliza la multitud de los pueblos, de ese mar slo se condenara un lago que ser de fuego y remordimiento.

El demonio y las Reglas de San Ignacio de Loyola

cerca del modo de actuar el demonio a la hora de tentar un alma transcribimos las profundas palabras de San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales, cuando en las Reglas para discernir espritus escribi: 1 regla. En las personas que van de pecado mortal en pecado mortal, acostumbra comnmente el enemigo proponerles placeres aparentes, hacindoles imaginar deleites y placeres de los sentidos, para conservarlos y hacerlos crecer ms en sus vicios y pecados. 2 regla. En las personas que van intensamente purgando sus pecados, y de bien en mejor subiendo en el servicio de Dios nuestro Seor, sucede de contrario al de la primera regla; porque entonces es propio del mal espritu morder (con escrpulos), entristecer y poner obstculos, inquietando con falsas razones para que no pase adelante. 12 regla: El enemigo (...) es dbil ante la fuerza y fuerte ante la condescendencia. (...) De la misma manera es propio del enemigo debilitarse y perder nimo, huyendo sus tentaciones, cuando la persona que se ejercita en las cosas espirituales pone mucho rostro contra las tentaciones del enemigo, haciendo lo diametralmente opuesto. Y por el contrario, si la persona que se ejercita comienza a tener temor y perder nimo en sufrir las tentaciones, no hay bestia tan fiera sobre la faz de la tierra como el enemigo de la naturaleza humana, cuando intenta realizar su daina intencin con tan crecida malicia.

Apndice 3
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14 regla. Se comporta como un caudillo para conquistar y robar lo que desea; porque as como un capitn y caudillo de un ejrcito en campaa, asentando su campamento y mirando las fuerzas o disposiciones de un castillo le combate por la parte ms dbil, de la misma manera el enemigo de la naturaleza humana, rodeando mira en torno todas nuestras virtudes teologales, cardinales y morales. Y por donde nos haya ms dbiles y ms necesitados para nuestra salvacin eterna, por all nos combate y procura tomarnos.

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Manual
del exorcista
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seran los siguientes: 1.-Ante lo sagrado o lo religioso se da una gama de sensaciones que van, segn el sujeto, desde el fastidio hasta el horror, desde la leve expresin de molestia hasta la manifestacin de ira y furia. 2.-En estos casos ms extremos, el horror lleva a accesos de furia, acompaados normalmente de blasfemias o insultos dirigidos hacia el objeto religioso que se ha situado en la proximidad. 3.-El poseso en los episodios agudos de manifestacin de ira furiosa, pierde la consciencia. Cuando vuelve en s no recuerda nada. La amnesia es total y absoluta. Sin embargo, aunque no recuerde nada el sujeto durante el episodio ha padecido un cambio de personalidad mientras ha durado esa crisis de furia. Durante esa crisis una segunda personalidad emerge. 4.-Esa segunda personalidad siempre tiene un carcter maligno. Es frecuente que durante esos momentos las pupilas se vuelvan hacia arriba, o hacia abajo, dejando los ojos en blanco. Los msculos faciales se ponen frecuentemente en tensin. Tambin las manos muestran crispacin. En esos momentos de crisis, la persona articula la voz llena de odio y rabia. 5.-Acabada la crisis furiosa, la persona vuelve lentamente a la normalidad, el trnsito de vuelta a la normalidad es prcticamente similar en cuanto al tiempo y al modo al trnsito que se observa de la vuelta del estado de hipnosis al estado normal de conciencia. 6.-Fuera de las crisis furiosas en que emerge la segunda personalidad, la persona lleva una vida completamente normal, sin que esta patologa afecte para

CaptuloI La posesin

En orden a evitar equvocos y confusiones, la numeracin de las cuestiones del Manual continua la numeracin del Tratado de demonologa. Tanto el Tratado como el Manual forman una unidad temtica. Si bien el Tratado aborda cuestiones tericas, relativas a la esencia de las cosas. Mientras que el Manual aborda ms bien el tema de los fenmenos.

Cuestin 96 Qu es la posesin?

osesin es el fenmeno por el que un espritu maligno reside en un cuerpo y en determinados momentos puede hablar y moverse a travs de ese cuerpo sin que la persona pueda evitarlo. El espritu maligno no reside en el alma, sta en toda circunstancia sigue siendo libre e incapaz de posesin alguna. Slo el cuerpo es susceptible de sufrir posesin.

Cuestin 97 Cules son las caractersticas esenciales para diagnosticar una posesin?

os criterios diagnsticos que debera presentar un sujeto para que sospechramos de posesin

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nada ni a su trabajo ni a sus relaciones sociales. El sujeto aparece como una persona perfectamente cuerda. En todo momento distingue perfectamente entre la realidad y el mundo intrapsquico, no observa una conducta delirante. 7.-En algunos casos s exponen cosas que parecen alucinaciones sensoriales (concretamente exponen que, espordicamente, ven sombras, sienten una difusa sensacin extraa en alguna parte concreta del cuerpo u oyen crujidos). Por el contrario no oyen voces internas, ni sienten que algo les corre bajo la piel.

Cuestin 98 Consideraciones
(* )
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psiquitricas

l explicar este fenmeno a psiquiatras a estos siete criterios habra que aadir que no se puede considerar dentro de este campo de la posesin los casos en que el sujeto meramente dice sentir una presencia. En la mayor parte de los casos estos fenmenos de posesin se producen tras participar en algn tipo de rito esotrico: ouija, prctica de espiritismo, santera afrocubana, macumba, vud, etc. Este tipo de personas, tal como se ha mencionado en el punto 7, sufren alucinaciones sensoriales siempre con una temtica muy precisa (la referida en el citado punto) pero no se ven afectadas por ningn tipo de delirio. Por el contrario hay una total ausencia de construccin patolgica de conjuntos de ideas que puedan justificar ese tipo de trastornos explicados en los ocho puntos anteriores. El paciente mantiene un razonamiento claro, y se muesta
7

sumamente crtico respecto a los sntomas que l mismo describe al mdico. Es muy frecuente que comience su exposicin al especialista mdico o al sacerdote con las palabras "va a pensar que estoy loco", "no me va a creer " o "no s por donde empezar". El mismo poseso es el primero en reconocer que su discurso va a resultar poco digno de crdito. El poseso sita perfectamente en el tiempo el inicio de sus trastornos. Y suele referir como causa de ellos la participacin de ese rito esotrico. Cuando se dice de alguien que es un psictico caben varias definiciones, la definicin ms limitada de psictico se restringe a ilusiones o alucinaciones notables, con las alucinaciones teniendo lugar con ausencia de conocimiento de su naturaleza patolgica" 8 . Como se ve no acaba de encajar este tipo de pacientes en el concepto de psictico ya que mantienen una continua conciencia crtica respecto a los trastornos que refieren. Podramos decir que la posesin tiene algn ligero aspecto en comn con la esquizofrenia paranoide. Dado que la caracterstica esencial de una esquizofrenia de tipo paranoide es la presencia de notables ilusiones o alucinaciones en el contexto de una relativa preservacin de la funcin cognitiva y afectiva 9 . El punto 7 (expuesto anteriormente) dara la impresin de que este tipo de pacientes entraran en la clasificacin para este tipo de enfermedad. Aunque hay que hacer notar que ese tipo de alucinaciones en estos casos mantendrn una temtica
8

Esta cuestin est redactada para psiquiatras, el lector no versado en esa materia puede saltrsela.

DSM IV, pg 273. En este libro, las citas de la obra Diagnostical and Statiscal Manual of Mental Disorders de la American Psychiatric Association, se harn siguiendo la edicin norteamericana de 1994.
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DSM, pg 287.

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constante. Aunque transcurran varios aos, las alucinaciones no cambiarn de temtica, ni tampoco variarn en su frecuencia. Frecuencia tan irrelevante que no llevarn a catalogar al que las padece de persona esquizoide. En este tipo de enfermos esta patologa alucinatoria en ningn caso deriva hacia el delirio. Lo verdaderamente relevante, el factor predominante, ser el hecho de que en los momentos de mayor furia en los que emerge esa segunda personalidad da todos signos el paciente de sufrir un desorden disociativo de la personalidad. La presencia de una identidad distinta que toma control sobre la conducta de la persona entra plenamente en la descripcin de esta patologa de la disociacin. Esta segunda identidad siempre aparece con unos rasgos muy fijos: hablar con rabia, con ira, exponiendo un gran odio hacia todo lo relativo a la religin, y hablar adems con la expresin facial manifestando una gran tensin. En unos pacientes esta segunda identidad es locuaz en cuyo caso manifiesta una gran procacidad en su vocabulario y expresiones blasfemas. En otros pacientes esta segunda identidad es casi muda, hablando en contadas ocasiones y de un modo extremadamente lacnico, sus intervenciones cargadas de odio y tensin tienen en comn con el tipo anterior en que la voz cambia por efecto de esa ira contenida. Hablando de la generalidad de las patologas de personalidad disociada, en estos casos el paciente asume un segundo rol de modo inconsciente, y fruto de la profunda asimilacin inconsciente de esa segunda personalidad puede venir la prontitud y coherencia de las respuestas adecuadas. Pero hay que hacer notar que en los enfermos de posesin esta segunda identidad siempre presenta los mismos rasgos, aunque dividida en esos dos tipos citados (personalidad locuaz o muda). Cuales

son esos rasgos? Esa segunda personalidad exclusivamente se manifiesta en los momentos de furia que producirn la amnesia de lo dicho y realizado durante esa crisis. Esa segunda personalidad siempre es maligna. Y, por ltimo, manifiesta una terrible aversin a todo lo sagrado (personas, objetos o palabras). El horror que sienten los posesos hacia todo lo sagrado, no supone ninguna fobia especfica. Ya que incluso si apareciera como sntoma aislado completamente desligado a todo el cuadro de sntomas que acompaan a este sndrome aparecera claro que ese rechazo no es que provoque ansiedad, sino una reaccin automtica de ira. El poseso no manifiesta una ansiedad provocada por una exposicin a cualquier objeto, persona o palabra sagrada. Sino que esa exposicin es causa de emergencia de la segunda personalidad. Al no existir fobia tampoco ese rechazo provoca ningn desorden obsesivocompulsivo, ni tampoco ese rechazo da lugar a ningn tipo de ritual de evitacin (usada aqu la palabra ritual en su sentido psiquitrico; dado el tema que tratamos la aclaracin no es ociosa). El pensamiento en todo momento (salvo en los momentos de trance) es claro, y esa es otra caracterstica que suele llamar la atencin de los especialistas que atienden a estos pacientes: la claridad de pensamiento, la capacidad de autocrtica, coexistiendo con los otros rasgos patolgicos que por su gravedad deberan conllevar una evolucin hacia una profunda desestructuracin de la personalidad y el raciocinio. Recapitulando, si un psiquiatra no supiera nada de posesiones, los sntomas que observara en un poseso tpico le llevaran a ver en l un desorden disociativo de la personalidad que provoca alucinaciones sensoriales

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(escasas), una aversin aguda a lo sagrado, junto con agitaciones propias de una crisis histeriforme. Como se ve un complejo conjunto de sntomas, todos ellos en un mismo sujeto y manifestndose con simultaneidad. Ello nos lleva a rechazar las clasificaciones simplistas de aquellos que, sin haber visto un caso real, sentencian que se trata de tal o cual enfermedad mental. El cuadro sintomatolgico aqu definido refleja un sndrome tan especial que no se lo puede encuadrar sin ms en tal o cual apartado de la patologa psiquitrica. Hay que admitir que nos encontramos no ante un desorden mental simple, sino ante un sndrome para el que hay que buscar un lugar especfico dentro de la catalogacin mdica. Y digo un sndrome porque es un conjunto de signos y sntomas que existen a un tiempo y definen un cuadro morboso determinado. Cuadro morboso que se repite de un modo milimtrico en los pacientes que lo padecen y cuya simultaneidad en la concurrencia de esos rasgos (antes descritos) llevan a la perplejidad a los especialistas que los atienden. Por lo tanto, es totalmente inadecuado hablar de este hecho como esquizofrenia, psicosis, y mucho menos como epilepsia, porque el cuadro entero no encaja en la catalogacin de cada una de estas enfermedades. Este sndrome slo encaja en pequeas partes de la sintomatologa de esas otras patologas. Pienso que el mejor trmino, puesto que hay que crear una denominacin ex profeso, sera sndrome demonoptico de disociacin de la personalidad. El DSM, en el Apndice I, ofrece un glosario de sndromes relacionados con culturas tnicas detrminadas10, en la pg 849 aparece el trmino zar al que se da la siguiente definicin descriptiva:
10

DSM, pg 849.

Un trmino general de Etiopia, Somalia, Egipto, Sudn, Irn y otras sociedades del Medio Oriente aplicado la experiencia de espritus poseyendo a una persona. Las personas posedas por un espritu puede experimentar episodios disociativos que pueden incluir gritos, risas, golpes de la cabeza contra la pared, cantos o llantos. Las personas pueden mostrar apata y apartamiento, rehusando comer o el llevar a cabo las tareas diarias, o pueden desarrollar una relacin a largo plazo con el espritu que los posee. Pero mucho ms importante que ese trmino, que haba que resear ya que esa obra hace mencin, el DSM en el apartado 300.15 dedicado a los desrdenes no especificados de otra manera (pg 490) trata de un modo confuso y mezclado con otros desrdenes, el cuadro que aqu se ha presentado de un modo detallado. Ese apartado trata este tema de un modo sumario esta cuestin, y ya advierte que hay casos en que la caracterstica predominante es un sntoma disociativo (...) y que [sin embargo] no concuerdan con los criterios de ningn desorden especfico. Es interesante observar lo categricos que se muestran algunos especialistas en clasificar el sndrome que he descrito (y de los que ellos slo han tenido referencias) como una mera y simple disociacin, cuando el mismo DSM, ante la evidencia de casos conocidos de primera mano, advierte claramente que hay casos que escapan a los criterios de la misma clasificacin que acaba de hacer. Y de modo expreso el DSM menciona la posesin (al final del punto 4 del apartado 300.15) como un tipo de trance en el que la caracterstica predominante es esa disociacin de la personalidad pero cuyas caractersticas no coinciden con los criterios dados para ningn tipo de desorden de disociacin. Lo denominemos como lo

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denominemos hay que convenir que clasificarlo en otra de las categoras hasta ahora existentes es podar el fenmeno de muchos de sus elementos especficos. Por eso es ms adecuado crear un trmino especfico para una realidad especfica. No basta con decir que es una patologa demonoptica pues son muchos los desrdenes psiquitricos en los que el enfermo cree ser un demonio, o que la persona con la que convive se ha transformado en un demonio, o que oye voces de demonios, etc. Tampoco basta con decir que es una mera disociacin de la personalidad, porque la disociacin aqu descrita presenta un cuadro demasiado sui generis en las caractersticas que la acompaan (vg. fase convulsiva sin prdida de conciencia, una fobia exacerbada en medio de una crisis de apariencia histeriforme). Sin embargo, esa disociacin de la personalidad, con ser slo un sntoma diagnstico ms, es el ms especfico de la posesin. As que por ello creo que psiquiatricamente el trmino ms adecuado sera, como ya he dicho antes, sndrome demonoptico de disociacin de la personalidad, incluyendo en la palabra sndrome todas las fobias especficas y los otros aspectos de los que he hablado. Creo que de todos los trminos es el ms descriptivo de sus caractersticas esenciales. El adjetivo demonoptico no aparece en vano, ya que designa el tema con el que cursa la enfermedad, y es necesario mencionarlo parra evitar confusiones con el trmino desorden de trance de disociacin que se menciona en el DSM (apartado 300.15, punto 4, pg 490) y que se prestara a confusin con otros casos, puesto que hay trances (por ejemplo, los hipnticos) en los que se puede producir esa disociacin temporal e inducida y que nada tienen que ver con el cuadro aqu descrito. El que se aada el trmino de disociacin de personalidad tambin es necesario. Pues adems de ser la

caracterstica ms patente y predominante en esta enfermedad, nos ayuda a no confundir esta patologa con otras en que el enfermo cree estar poseso pero cuyo cuadro es claramente esquizoide. El esquizoide presentar quiz un cuadro histrinico, un cuadro obsesivo y su pensamiento aparecer desestructurado, caractersticas estas radicalmente diferentes al cuadro que presentan los afectados del sndrome ya descrito.

Cuestin 99 El demonio tambin posee el alma del poseso?

o, como se ve es un fenmeno que afecta al cuerpo. El alma puede estar en gracia de Dios. El raciocinio y la voluntad siguen pensando y decidiendo con libertad. Si un poseso muere, y est en gracia de Dios, el alma ira al cielo. Por todo lo dicho, tambin le es lcito comulgar. En unos casos esto ser posible, en otros no le ser posible ni entrar en el templo. Pero el poseso no es responsable, moralmente hablando, de lo que haga o diga durante los trances de posesin. Por el contrario, el poseso es perfectamente libre y por tanto responsable de lo que haga fuera de esos trances.

Cuestin 100 Cul es el modo ms prctico para saber si alguien est poseso?

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ablar con el supuesto poseso para que nos explique lo que le pasa es importante, pero hay que recordar que el enfermo mental puede haberse ledo todos los libros sobre el tema e imitar perfectamente los signos que ha ledo. Por eso lo mejor es que el supuesto poseso nos explique lo que le

pasa con gran brevedad y despus sin ms prembulos orar sobre l. Es la oracin la que dar la seguridad si se trata de una posesin o no. Si la persona est posesa al bendecirla durante unos momentos, comenzar a crispar las manos, la tensin se ir reflejando en su rostro. Cerrar los ojos, si se le levantan los prpados el sacerdote ver que estn en blanco. Si se sigue insistiendo en la oracin, el poseso puede comenzar a gritar o a hablar, con una voz maligna. En otros casos comienza una risa maligna, o a bufar. Hay casos en que no se observa trance, sino que el poseso al momento abre los ojos y habla. Su voz es maligna y angustiada, y habla para ordenar que pare, que detenga la oracin. Aunque no se observe trance, al volver en s no recordar nada. En otros casos lo que no se observa es que emerja esa segunda voluntad. Lo nico que se percibe externamente es que la persona pone los ojos en blancos y no se mueve. A veces, como mucho, puede agitar un poco las manos o el cuerpo, pero levemente. Estos son los demonios mudos. Mudos porque no hablan. Pero aunque no hablen durante mucho tiempo ya comenzado el ritual exorcismo, la persona entra en trance.

Cuestin 101 Qu argucias puede usar el demonio para ocultar su presencia en el poseso?

sta cuestin debe ser leda muy atentamente por aquel que se vaya a dedicar al ministerio del exorcismo de forma continuada, pues se trata de un tema capital. Tan importante que el demonio por aqu s que engaar a no pocos exorcistas hacindoles creer que alguien no est poseso.

Dos son las argucias que pueden usar algunos demonios para no ser descubiertos, dependiendo si son demonios clausi o aperti. Ms adelante se explica qu tipo de demonios son stos. Si es un demonio de los denominados clausi, tratar primero de ocultarse, de no manifestarse. Algunos pueden resistir sin manifestarse durante cinco minutos incluso y hasta ms. Por eso es importante hablar con el supuesto poseso antes de bendecirle, para ver si el caso es verosmilmente de posesin o no. Pues si la posesin parece verosimil hay que insistir ms tiempo en la oracin de bendicin. El demonio que es de los clausi cuando no resiste ms el poder de la oracin hace entrar en trance al poseso, el cual cierra los ojos y los pone en blanco bajo los prpados. Pero sin moverse, sin llamar la atencin. Si el sacerdote dejara de bendecirle y no le hubiera levantado los prpados, el poseso volvera inmediatamente en s, sin recordar nada, y el sacerdote quedara engaado creyendo que no tiene nada. Si es un demonio de los aperti har justo lo contrario que lo explicado con los clausi. Abrir los ojos y dir que lo que tiene es psicolgico, se reir del sacerdote mientras reza, le preguntar qu tontera est recitando, que si le est tratando de convencer de que est poseso. Pero curiosamente, cuando vuelva en s, si el sacerdote le pregunta qu por qu le ha dicho tal o cual cosa concreta, ver que no recuerda nada. Cuando el sacerdote ora por una persona para discernir si est posesa, y comienza este comportamiento burln o despreciativo, al acabar el sacerdote debe preguntarle que por qu le ha dicho eso o lo otro, porque en el espacio de tiempo en el que ha orado sobre la persona es un intervalo de tiempo en blanco que pasa completamente desapercibido para el poseso. Suele ser normal en este tipo de demonios que durante la oracin para

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discernir, el poseso se ra de lo que est haciendo el sacerdote. Despus, incluso, le pide perdn: perdone, pero es que me hace mucha gracia lo que est haciendo, me parece una tontera. El poseso ya est en trance, habla con voz completamente normal, con gestos y reacciones que dan a entender que es ella. Pero el sacerdote debe sospechar de que si l ha venido a verle motu proprio para ver si est poseso, por qu de pronto al rezar todo le hace gracia, por qu no se puede aguantar la risa y le comenta que cree que todo lo que le pasa en realidad es psicolgico? Todo eso le debe hacer sospechar, y si no recuerda nada de lo dicho ya todo est claro: es posesin. Y cuando se proceda al exorcismo se ver todava ms claro.11 A veces esta estratagema el demonio la usa incluso durante el exorcismo. Es gracioso que incluso despus de haber entendido oraciones en latn y haber mostrado acerva repulsin a todo objeto sagrado, hace un desesperado intento de convencer a todos los presentes con voz normal de que en realidad lo suyo es una enfermedad mental y que le dejen marchar. Pero si el exorcista insiste, vuelve a manifestarse como lo que es, como un demonio.

Cuestin 102 Qu son los demonios ocultos?

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os demonios abditi u ocultos son los que se esconden en el interior del poseso sin manifestarse de ningn modo. La persona nota un cambio en su vida, siente cosas extraas que le hacen sospechar que hay una fuerza externa que ha entrado en ella, incluso hasta puede experimentar fenmenos preternaturales. Pero para su
En ocasiones he observado que esa hilaridad, esas dudas, proceden de una tentacin intensa del demonio, sin necesidad de entrar en trance, con perfecta consciencia.

desgracia cuando el sacerdote ora, el demonio resiste y no da ningn signo de estar all. En esos casos el que tiene ese tipo de demonio lo que ha de hacer es orar mucho, el mismo poseso, durante semanas o meses. Oracin en general, no hace falta ninguna en concreto, ni tampoco es necesaria una oracin especfica contra el demonio. Basta con que cada da rece el rosario, vaya a misa, y hable con Dios un rato. A esos demonios ocultos la oracin es lo que les hace salir cada vez ms hacia afuera del poseso. Pues es como si al principio estuvieran muy en el interior de la persona, y poco a poco fueran siendo sacados hacia fuera. Por eso cualquier persona a la que se le haya dicho por parte de un exorcista que no tiene nada demonaco, tiene el derecho a que se le examine de nuevo pasado un mes. E incluso, con brevedad, a que se ore por ella ms de tres y cuatro veces, dejando un mes entre oracin y oracin. En este sentido ha habido posesos cuyos demonios se han ocultado de forma tan absoluta que ningn exorcista hubiera detectado su presencia por mucha ciencia y experiencia que tuviera. Casos, sin embargo, en los que haba sucedido algo preternatural con presencia de varios testigos. Y que tras mucha insistencia, el demonio no pudo ms y se manifest con toda su rabia, con todo el despliegue de signos que se puede dar en un poseso. Incluso ha habido casos de demonios abditi que han podido resistir ms de dos horas de exorcismo sin dar el ms leve signo de estar all. Y as he conocido casos en los que durante la sesin de exorcismo, la persona no se notaba ni si quiera ligeramente mal. Pero el exorcista y familiares estaban seguros de que el demonio estaba por las cosas de las que haban sido testigos en ocasiones precedentes. Sin embargo, por ms que

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se resista, cuando un demonio abditus no puede ms y revela su presencia, lo hace como todos los demonios en los posesos. No obstante, un exorcista no debe insistir tanto tiempo exorcizando a una persona sin signos salvo que no haya la menor duda por algo que se ha visto de que se trata de un caso de posesin. En este sentido el exorcista puede afirmar sin la menor duda que alguien est poseso. Pero afirmar lo contrario no es igual de fcil. En cierto modo lo que se puede aseverar es que la persona no da signos de posesin. Sin embargo, como norma general, a la gente hay que dejarla tranquila y conviene ser rotundo al decir: usted no tiene nada. Obrar de otra manera sera dejar en una continua intranquilidad psicolgica a todas las personas que vienen a vernos. Pero la rotundidad al decir a alguien que no tiene nada, no est reida con aceptar volver a ver a alguien si ste lo pide. Recuerdo un caso de una persona que afirmaba que haba visto unas luces entrar en su casa por la ventana. Yo le examin y no vi signo de posesin alguno. El problema era que toda la familia haba visto aquel fenmeno, incluida una nia pequea. Todos los integrantes de la familia estaban presentes delante de m y confirmaron la historia. As que mi respuesta fue: 1. Si no hubiera habido ms testigos de lo que usted me dice estara seguro de que lo suyo es meramente psicolgico. 2. Pero dado que hay ms personas que abalan su historia, tengo mis dudas. 3. Por otro lado usted no da signos de posesin. 4. As que haga lo siguiente. A. Tome la medicacin que le ha dado el psiquiatra y siga todas sus indicaciones.

B. Al mismo tiempo ore, rece el rosario, vaya a misa. Si lo suyo es un problema psiquitrico, ya est poniendo el remedio. Si lo suyo es un problema que tiene que ver con el demonio, la oracin Dios la escuchar y le ayudar. Y por supuesto puede volverme a ver dentro de un mes o dos o medio ao. He segmentado todos los elementos de la respuesta porque esta respuesta valdr para todos los casos en los que el dictamen no est claro, y cada punto de la respuesta tiene su razn de ser. Al cabo de un tiempo volvi y se vio claro que era un problema de posesin. Casos como estos desafortunadamente se dan. Y digo desafortunadamente porque ojal que todo estuviera ms claro, que todo fuera ms sencillo. Pero este tema tiene el nivel de complejidad que Dios ha querido. Ni ms, ni menos. Por tanto, hay demonios abditi que pueden resistir diez minutos, veinte, una hora, dos... Y los hay que estn tan dentro de la persona que necesitarn meses para que la por fin la oracin del sacerdote no la puedan resistir y tengan que manifestarse. Reconozco que este tipo de demonios abditi introducen un nivel de indeterminacin en nuestros diagnsticos que para m, personalmente, me resulta muy desagradable. Pero las cosas son como son. Y este tipo de demonios, lamentablemente, existen. La demonologa es como es, no se trata de una cuadrcula que haya creado un telogo y en la que todo sea tan fcilmente delimitable que nos movamos con la ms perfecta de las seguridades a la hora de dar un dictamen.

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Cuestin 103 Qu oracin se debe hacer para saber si alguien est poseso?

asta con que el sacerdote bendiga a la persona, bien sea con oraciones ya hechas o improvisadas. Al cabo de un rato se pueden intercalar las siguientes frases fciles de memorizar: In nomine Iesu, exorcizo te. In nomine Iesu, dic nomen tuum. In nomine Iesu, si es hic, manifesta te. Al dirigirse al demonio hay que hacerlo con autoridad. Al demonio no se le pide nada, se le ordena. Hacerlo en latn ayudar a que la persona no sepa en qu momento nos estamos dirigiendo al demonio y hemos dejado de bendecirla. Si la persona no da ningn signo ni de trance, ni de que emerja esa segunda personalidad, entonces es que no est posesa. De todas maneras hay demonios que se esconden mucho, que con todas sus fuerzas resisten la oracin. Por eso, conviene insistir un poco. Normalmente no es necesario insistir ms all de tres o cuatro minutos. En el 95% de los casos de posesin, el demonio suele manifestarse en muy pocos segundos. Pero como hay muchos tipos de demonios conviene que el sacerdote se encomiende a Dios para que le ilumine, y que haga caso de la intuicin. Si algo le hace sospechar que all hay un demonio, puede insistir ms. Aunque ms de cuatro minutos normalmente no habr necesidad. Durante ese tiempo en que est bendiciendo a la persona, es muy importante que el sacerdote se concentre mucho en la oracin. Cuanto ms se concentre ms fuerza tendr su oracin y ms obligar al demonio a manifestarse. Es muy conveniente que el sacerdote cierre los ojos para no distraerse mirando

a la persona. Pero conviene que haya alguien ms atento al poseso por si el ste tratara de abalanzarse sobre el sacerdote mientras est con los ojos cerrados concentrado en la oracin. El sacerdote aunque est concentrado en la oracin si en algo ha de fijarse tras un rato es en los ojos. Pues en unos casos los ojos se cierran para entrar en trance. O en otros casos el demonio mira a travs de ellos, y el demonio tiene una mirada especial, maligna. Si ve esa mirada, al insistir se acabar manifestando si est dentro.

Cuestin 104 Cules son las causas de la posesin?

as causas que siempre se han dado para explicar por qu se han producido una posesin son las siguientes: 1. El pacto con el demonio. 2. Asistir a sesiones espiritistas, a cultos satnicos o a ritos esotricos. 3. Que un hijo haya sido ofrecido por su madre a Satans. 4. El maleficio. Nunca se contagia la posesin. Vivir con un poseso no supone ningn peligro de que se pegue algo de este tipo. Como se ve queda poseso el que abre una puerta al demonio. La gente piensa que los pecados provocan la posesin, pero no, hay que abrir expresamente una puerta al demonio para que entre. Una cosa es el pecado y otra la posesin. Lo uno no lleva a lo otro. De la misma manera que uno puede abrir la puerta al demonio aunque no sea demasiado malo, as tambin uno puede ser muy malo y no quedar poseso. Puede parecer lgico que quede poseso el que voluntariamente haya abierto una puerta al demonio, pero puede parecer ms extrao que alguien quede poseso por un maleficio. Es decir por alguien que haya hecho un rito para

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que quede poseso o para matarle. Pero no nos olvidemos que la posesin slo afecta al cuerpo, no al alma. Con lo cual no hay ningn problema respecto a la justicia divina. Pues del mismo modo que alguien puede ir a la mafia para encargar la muerte de alguien, tambin Dios permite a veces este mal con respecto al cuerpo. La posesin slo se producir si Dios lo permite. No importa los ritos que se hagan para que alguien muera o quede poseso, si Dios no lo permite no pasar nada. Y por supuesto, cuanta ms vida espiritual y de oracin lleve la persona ms protegida estar contra todas estas influencias del maligno. De todas maneras, que gente inocente y hasta en gracia de Dios quede posesa sin culpa no es una teora, es algo comprobado una y otra vez desde hace siglos. Dios lo permite porque muchas veces los males del cuerpo son una fuente de bendiciones muy grande para el alma. Y tras una posesin la persona queda mucho ms agradecida a Dios y con una vida espiritual mucho ms fuerte para toda la vida. Por otro lado hay que decir que las personas que practican maleficios contra la salud de otras personas o para que queden posesas, no suelen hacerlo durante mucho tiempo, ya que este tipo de personas suelen encontrar el castigo divino muy pronto. Pocas cosas atraen tanto el castigo divino como practicar maleficios contra otros. Este tipo de personas pueden practicar sus malas artes por poco tiempo antes de que Dios les reclame la vida y los llame a su juicio terrible.

entonces por qu posee? Adems, la posesin no supone un desenmascaramiento del demonio? No le resultara ms provechoso mantenerse completamente oculto? Indudablemente al demonio le resultara ms conveniente no poseer a nadie. Pero posee por una nica y simple razn: hacer sufrir. El busca hacer sufrir y en la posesin puede hacerlo de un modo directo. La posesin a largo plazo supone un perjuicio para los planes del Maligno, pues se descubre a s mismo, pero a corto plazo obtiene el sufrimiento de la persona. Y el demonio no se resiste a obtener algo seguro aqu y ahora. Lo que se ha dicho antes acerca de por qu el demonio no se resisti a tentar al Hijo de Dios es igualmente vlido para esta materia. Resistir la tentacin requiere virtud, y no podemos pedir virtud al demonio. Por eso l busca siempre el beneficio aqu y ahora. La Iglesia piensa a largo plazo, pero el demonio es impulsado por sus propias pasiones. Aunque parezca un contrasentido, el demonio es juguete de sus propias pasiones e impulsos que no controla.

Cuestin 106
Por qu Dios permite que existan posesiones? ios permite este extrao fenmeno por cuatro razones: 1. se muestra la verdad de la religin catlica. 2. es castigo de los pecadores, 3. es provecho espiritual de los buenos, 4. produce saludables enseanzas para los hombres. Si Dios permite la enfermedad, ms razones tiene para permitir algo cuya existencia es una verdadera razn para creer. Un fenmeno en el que se comprueba el poder de Dios, el poder de Cristo y el poder de la Iglesia. La posesin es como una ventana abierta por la que podemos asomarnos al mundo de odio y sufrimiento demonaco. Una

Cuestin 105 Por qu posee el demonio?

i el demonio sabe que poseer a alguien supone el riesgo de que al final esa posesin produzca bienes mayores para el alma de la persona,

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ventana abierta por la que podemos atisbar algo del poder invisible de las naturalezas anglicas. Y el bien que viene de presenciar todo ello redunda en los presentes y familiares normalmente para toda la vida. Digo "normalmente" pues presenciar un exorcismo no significa que todas las personas que presencian tal fenmeno a partir de entonces tengan fe. Hay quienes despus de ser testigos de un exorcismo, todo lo achacan a causas naturales o, al menos, desconocidas. Si hubo quien no crey en Jess habiendo presenciado las curaciones y milagros que realizaba, no podemos extraarnos de que esto otro suceda. Hemos de comprender que veamos lo que veamos (un milagro, un exorcismo, lo que sea) lo que nos hace creer es la gracia. Si libremente decidimos resistir a esa invitacin interior e invisible, no importa que veamos la multiplicacin de los panes y los peces. Aunque se abrieran los cielos y Dios no hablara desde lo alto entre las nubes, pensaramos que se trata de una alucinacin. No es lo que vemos, sino la gracia, la que enciende en el interior de nuestra alma inmortal la llama de la fe.

En la enfermedad no hay fenmenos extraordinarios, en la posesin en ocasiones s que los hay.

Cuestin 108 Qu fenmenos extraordinarios se dan en la posesin?

Cuestin 107 Qu diferencia hay entre el desdoblamiento de personalidad y la posesin?

asta que haya trance o la aparicin de la personalidad demonaca para que hablemos de posesin. Hay casos de posesin en que no habr manifestacin de fenmenos extraordinario alguno. Pero los fenmenos ms frecuentes son: El demonio entiende cualquier lengua, incluidas las lenguas muertas. Obedecer las rdenes que se le den en latn, griego, hebreo u otros idiomas al momento, con independencia de la edad o inteligencia del sujeto poseso. Aunque no suele ser frecuente, algunas veces los posesos hablan otros idiomas, aunque suelen ser idiomas desconocidos. Muestran una gran fuerza, a veces durante muchas horas. Y alguna vez incluso fuerza fsica claramente imposible, pudiendo levantar a varias personas a la vez. Tambin se puede dar conocimiento de cosas ocultas. Pero el hecho ms extraordinario de todos, y el ms infrecuente, es la levitacin.

a enfermedad de desdoblamiento de la personalidad tiene una causa natural, la posesin tiene su causa en el demonio. La enfermedad aparece por causas psiquitricas, la posesin normalmente por participar en ritos esotricos. La enfermedad slo se cura con la ciencia psiquitrica, la posesin slo desaparece con exorcismo.

Cuestin 109 En el Evangelio no podra ser la posesin un mero smbolo de la liberacin del mal?

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egar la realidad de las posesiones y afirmar que son slo un mero smbolo de liberacin del mal es una afirmacin hertica. Tal afirmacin es contraria a la tradicin constante de la Iglesia. Los Santos, los doctores de la Iglesia, los Santos Padres, la prctica constante de la

Iglesia en Oriente y Occidente a travs de toda su historia, es unnime en afirmar que la posesin es ese domino del demonio sobre el cuerpo. Los evangelios distinguen de forma muy clara entre enfermedad y posesin. La distincin entre ambas realidades nunca deja lugar a dudas en ningn evangelista. Siempre se se deja claro que la posesin esta causada por un ente malfico espiritual. Es un fenmeno ste de la posesin tan sui generis que se usa un verbo especial cuando Jess va a expulsar esos daimonia, el verbo ser exorkizo (conjurar), las personas no sern llamadas enfermas sino daimonizomenoi. La posesin no se cura, el poseso es liberado. Este grupo de personas que iran apareciendo en los cuatro evangelistas gritarn, tendrn crisis de agitacin. Jess se dirigir a esos daimonia imperativo, dando rdenes sin mostrar compasin alguna.

18,10 donde se afirma que "un espritu malo de Dios se apoder de Sal, el cual se puso arrebatado en medio de la casa. (...) y Sal blandi la lanza pensando: Clavar a David en la pared! En la poca del Antiguo Testamento, por supuesto, tambin hubo casos de posesin, aunque no hayan quedado consignados en la Biblia. All donde ha habido prctica de brujera e invocacin a fuerzas malignas, all ha habido posesiones.

Cuestin 111 Por qu ahora hay menos casos de posesin que en la poca del Evangelio?

Cuestin 110 Hubo posesiones en la poca del Antiguo Testamento?

n el Antiguo Testamento slo aparece testimoniado un caso de posible posesin que es el siguiente y que aparece en el libro 1 de Samuel: El espritu de Yahveh se retir de Sal y le agit un mal espritu suscitado por Yahveh. Los servidores de Sal le dijeron: He aqu que te agita un mal espritu enviado por Dios.Y sucedi que cuando aquel espritu de Dios asaltaba a Sal, tomada David el arpa y taa con su mano. Esto daba a Sal alivio y le sentaba bien, pues se retiraba de l el mal espritu (1Sam 16, 14 y 15 y 23). Este texto parece un testimonio de posesin, pues se habla de un mal espritu que lo agitaba, que lo asaltaba y ms adelante incluso se dice que se apoderaba de l. Esto aparece en I Sam

s frecuente or que despus que Cristo derram su sangre en el Calvario el poder del Diablo sobre el mundo qued quebrantado y que por eso hay hoy da menos casos de posesin. Bien, se trata de una afirmacin bastante difcil de probar. Porque ni de una poca ni de otra, poseemos estadstica alguna. De todas maneras, eran infinidad los ritos de la Edad Antigua en los que se invocaba a espritus y dioses de un modo que era casi a una sesin espiritista, favorecan la posesin. De ah que es evidente que fuera ms frecuente la posesin en la Babilonia pagana que en al Europa de Carlomagno. No fue la Redencin de Cristo, sino la extensin de la Iglesia y el abandono de ese tipo de ritos de invocacin de espritus malignos los que causaron que la posesin fuera algo verdaderamente excepcional. Porque aunque Cristo nos haya redimido, si se invoca a los demonios, se producen posesiones. Por eso no es el hecho de la Redencin lo que ha disminuido el nmero de posesos, sino la erradicacin de esas prcticas de conjuracin de fuerzas malignas al implantarse el cristianismo.

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Cuestin 112

Qu tipos de demonios aparecen en las posesiones?

Cuestin 113 Qu sucede si un poseso muere antes de que salga el demonio?

ay dos grandes tipos de demonios que provocan dos tipos distintos de posesin. Los clausi y los aperti. Los demonios clausi hacen que el poseso cierre los ojos al entrar en trance, bajo los prpados los ojos estn en blanco. Los demonios aperti provocan una posesin en cuyos trances el poseso est con los ojos abiertos, mirando con furia y odio y hablando locuazmente. Los aperti son locuaces y violentos, y hay que sujetarlos entre varios de los presentes. Los clausi slo gritarn al cabo de un rato y siempre sin abrir los ojos. Los clausi al cabo de un rato de oraciones hablan, pero otros son completamente mudos, entran en trance pero no dicen nada. Un tercer tipo de demonios seran los demonios abditi, es decir, los ocultos. Se sabe que estn ah, dentro del cuerpo de los posesos, porque alguna vez se han manifestado indubitablemente. Pero despus algunos se ocultan sin dar la menor sea de su presencia. Estos demonios abditi una vez que se manifiesten, lo harn como demonios clausi o aperti. He dicho antes que son distintos tipos de demonios, pero en realidad, para ser precisos, habra que decir que los calificamos as segn sea su modo de reaccionar durante el exorcismo. Los calificamos as segn su reaccin, pero sin llegar a penetrar en la esencia de lo que les distingue. Aunque sean distintos tipos de demonios el modo de proceder del sacerdote con ellos, al comienzo ser el mismo, sea el tipo que sean. Despus ya se ir viendo que es lo que atormenta a cada uno de un modo ms especfico y se insistir en ello especialmente.

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ucha gente cree que si muere estando poseso, ir al infierno. Eso es un error. Si la persona est en gracia de Dios, ir al cielo. La posesin slo afecta al cuerpo. Y muerta la persona, el demonio sale y no entra en otra.

Cuestin 114 Pueden las almas de los condenados poseer?


, en mi opinin las almas de los condenados pueden poseer exactamente igual que un demonio. Algunos posesos en trance insisten durante las sesiones de exorcismo en que no son demonios, sino difuntos. La pregunta que se hacen algunos exorcistas es si no estarn mintiendo y por eso sta es una cuestin debatida entre exorcistas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que por ms que se les ordene en el nombre de Jess que digan la verdad, no ceden en esta afirmacin. Cedern en todo (besarn la cruz, alabarn a Dios, etc), pero no cedern en la afirmacin inicial de que no son demonios, sino personas humanas condenadas al infierno. Si obedecen en todo, pero se mantienen firmes slo en tal afirmacin, es un indicio ms que razonable para creer que dicen la verdad.

Cuestin 115 Puede un poseso matarse?

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ado que el demonio toma posesin de un cuerpo y puede moverlo y hablar a travs de l, muchas personas se preguntan si en tal estado podra llegar a matar. La experiencia demuestra que el poseso en estado de trance puede hacer muchas

cosas: quedarse quieto con los ojos en blanco, convulsionarse, gritar, etc. Pero normalmente no suele hacer cosas contra s o contra otros por la sencilla razn de que Dios no se lo permite. El demonio que posee quiere hacer todo el mal que pueda, pero Dios con su voluntad pone lmites que l no puede traspasar. De todas maneras si el poseso tiene un espritu de suicidio, entonces s que existe un peligro real de que en ese estado de trance el demonio le impulse a tirarse desde una ventana o a clavarse algo, etc. Los posesos que estn posedos de un espritu de suicidio deben ser vigilados y los permisos episcopales para proceder a su exorcismo deben tramitarse con la mayor urgencia.

Cuestin 116 Puede un poseso matar?

unque algunos posesos en estado de trance pueden mostrarse agresivos contra alguien en concreto, es muy raro que puedan hacer algn tipo de dao. La experiencia demuestra que el poseso grita contra alguien, le puede mirar con odio o poner las manos como garras y cosas por el estilo. Pero es muy raro que trate de golpearle o de agredirle con algo. Y normalmente cuando en algn rarsimo caso trata de hacerlo, al final todo queda en un intento. Como si una fuerza le impidiera llevar a cabo su deseo. Pero estos intentos de agresin slo ocurren muy rara vez y, repito, sin llegar a tener xito.

Cuestin 117 Los asesinos en serie que cometen crmenes horribles son posesos?

ucha gente sencilla se pregunta si determinados asesinos en serie que

comenten crmenes espantosos, horribles y casi impensables, no estarn en realidad posesos. La respuesta es sencilla, unos son meros enfermos mentales, alguno puede estar poseso, otros ni estn enfermos ni posesos. Es cierto que hay casos extraordinariamente inusuales -y que suelen aparecer en los peridicos- de crmenes horrendos y que revisten aspectos que hacen pensar en la posesin. Son los delitos cometidos por ejemplo por miembros de sectas satnicas o determinados asesinos en serie en los que no es fcil diferenciar la raya de lo hecho consciente e inconscientemente. En estas personas desalmadas y al mismo tiempo posesas no resulta sencillo delimitar la raya de lo cometido en estado consciente e inconsciente pues han realizado cosas tan horrendas, sin arrepentimiento alguno, que despus esa distincin no es sencilla. Normalmente las descripciones de este tipo de casos suelen hablar de que el hecho horrendo comenz de forma consciente y de que poco a poco el agresor pareca entrar en un frenes en el que ya no pareca tener dominio de sus actos. Son crmenes cometidos por personas ya verdaderamente malignas en estado consciente y que al mismo tiempo estn posesas. Personas en las que es difcil distinguir donde acaba lo dicho o hecho voluntariamente y donde comienza lo dicho o hecho en estado de posesin. Desde luego si al orar por un asesino en serie se descubriera que est poseso eso no cambiara su situacin de responsabilidad ante la Ley. La ley no puede eximir a alguien de su responsabilidad penal por el hecho de la posesin. En todo caso se puede equiparar, a efectos legales, la posesin a la enfermedad enajenante. Pero lo que no se puede es dejar impunes las faltas bajo la excusa de una causa invisible. Introducir tal eximente supondra una

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inseguridad jurdica inaceptable que ningn legislador cuerdo podra aceptar.

CaptuloII

El exorcismo y el exorcista

Cuestin 118 Qu es el exorcismo?

xorcismo es el rito por el que se ordena al demonio salir del cuerpo de un poseso. La esencia del exorcismo es la conjuracin, es decir, la orden dada al demonio en el nombre de Jess para que abandone ese cuerpo. El rito eclesistico del exorcismo contiene muchos ritos menores (la letana de los santos, liturgia de la Palabra, rezo de la oracin dominical, etc), pero su verdadera esencia es la conjuracin del demonio. Las oraciones dirigidas a Dios son deprecativas, es decir, se le suplica. Mientras que al demonio nunca se le pide nada, sino que se le conjura, esto es, se le ordena. Y se le ordena por el poder sacerdotal o por el poder inherente en el mismo nombre de nuestro Redentor. Si en un exorcismo no hubiera conjuracin, no habra verdadero exorcismo. El rasgo definitorio y especfico del exorcismo es la conjuracin. De hecho, la palabra griega exorkizein significa justamente eso conjurar. Pongo a continuacin dos ejemplos tomados del Ritual de Exorcismos de 1998. Frmula de oracin deprecativa a Dios: Dios, creador y defensor del gnero humano, vuelve tus ojos sobre este siervo tuyo [Nombre del poseso] al

que formaste a tu imagen y al que llamas a tu amistad. El viejo adversario lo atormenta cruelmente, lo oprime con aspera fuerza, lo turba con fiero terror. Enva sobre l a tu Espritu Santo que lo fortalezca en las tristezas, que le ensee a suplicar en la tribulacin y que lo custodie con su poderosa proteccin. Escucha, Padre Santo el gemido de la Iglesia que te suplica. No permitas que tu hijo sea posedo por el Padre de la mentira. No permitas que tu siervo al que tu Hijo redimi con su sangre, sea retenido en la cautividad del Diablo. No permitas que que el templo del Espritu Santo sea habitado por un espritu inmundo. Escucha, Dios misericordioso, las splicas de la dichosa Virgen Mara, el Hijo de la cual muriendo en la Cruz quebrant la cabeza de la Serpiente Antigua y confi a a todos los hombres como hijos a Ella, como madre. Que brille en este siervo la luz de la verdad, que entre en l el gozo de la paz, que le posea el Espritu de santidad y que morando en l le torne sereno y puro. Formula de conjuracin al demonio: Te conjuro, Satn, enemigo de la salvacin human, a que reconozcas la justicia y bondad de Dios Padre, el cual con justo juicio conden tu soberbia y envidia. Aprtate de este siervo [Nombre del poseso] al que el Seor hizo a su imagen, al que embelleci con sus dones y al que adopt como hijo de misericordia. Te conjuro, Satn, Prncipe de este mundo, a que reconozcas el poder y fuerza de Jesucristo. El cual te venci en el desierto, te derrot en el huerto, te despoj en la Cruz, y resucitando del

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sepulcro llev consigo tus trofeos al Reino de la Luz. Retrocede de esta criatura [Nombre del poseso] a la que naciendo la hizo hermano suyo y muriendo la adquiri con su sangre. Te conjuro, Satn, seductor del gnero humano a que reconozcas al Espritu de verdad y gracia. El cual repelli tus insidias y confundi tus mentiras. Sal de esta criatura de Dios [Nombre del poseso] a la que El sell con el sello celestial. Retrocede de este hombre al que con la uncin espiritual Dios lo hizo templo sagrado. Retrocede pues, Satn, en el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espritu Santo +. Retrocede por la fe y la oracin de la Iglesia. Retrocede por el signo de la santa cruz de Nuestro Seor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amn.

Cuestin 119 Cul es el modo ideal de organizar este ministerio del exorcistado?

o ideal es que este ministerio se organice muy bien con suficiente nmero de personas bien capacitadas para la misin que se les va a encomendar. Si para ello se considera que es mejor concentrar el ministerio en la capital de la archidicesis mejor que en cada dicesis, brese de esa manera. Desde luego no es obligatorio que en cada dicesis haya un exorcista. El modo que voy a exponer de organizar este ministerio est pensado par una gran archidicesis que posea una gran afluencia de casos a examinar. La parte ms delicada de este ministerio no es el exorcismo, sino el discernimiento. Pues si nos equivocamos y decimos que no est posesa una persona que s lo est le estaremos

infligiendo por omisin un dao terrible que puede tener que llevar a cuestas toda una vida. Pero por otro lado, si le decimos que est posesa y no lo est, la Iglesia quedar muy desprestigiada. Un slo resbaln en este sentido puede tener psimas consecuencias, pues la prensa slo se fijar en el error y no en los xitos. Por eso conviene concentrar experiencia en pocas personas y no ir comenzando cada vez con cada caso. Y si los especialistas en discernir deben estar slo en archidicesis no pasara nada dadas las facilidades de comunicacin que hay hoy da. Una vez que se comprobara que el caso es verdadero, el especialista podra dar las indicaciones oportunas para que en la dicesis donde reside el poseso un sacerdote autorizado proceda al exorcismo. Aunque cada caso es suficiente con que lo vea una persona, conviene que sean tres las personas integrantes de ese equipo de discernimiento. Tres personas de distintas edades para que si muere una no se vaya todo el conocimiento con l, sino que por el contrario el conocimiento se vaya poniendo en comn. Por ms que esta ciencia del discernimiento se ponga por escrito, nada podr suplir en esta materia a la experiencia. Por eso el que el exorcista joven sea enseado por el de ms edad es muy beneficioso. Despus, comprobado que un caso es de autntica posesin y conseguida la autorizacin, lo ideal es que el exorcista tenga un equipo de laicos que le ayuden durante el exorcismo. Laicos que sujeten al poseso y que recen durante el acto litrgico. Pueden ser entre cinco y diez. Diez pueden parecer muchas personas, pero si estn ah rezando, entonces no estorba ese nmero, pues la oracin se suma. La oracin de este equipo de laicos que asisten a las sesiones no son algo sin mucha importancia. Por el contrario el poder de

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la oracin de un grupo es muy superior al de un sacerdote solo. No necesariamente el equipo de sacerdotes que disciernen tienen que ser los que despus hagan los exorcismos. Como se ha dicho ya el exorcismo es una operacin ms fcil de hacer que la accin de recibir a la persona y discernir. Pues para el exorcismo basta con seguir el manual. Y si hay dudas pueden consultar con alguien del equipo de discernimiento. Pero ningn manual puede dar la experiencia necesaria para discernir los casos verdaderos de los falsos. Es en esa labor de discernir, donde ms conviene que se acumule la experiencia y por tanto que las personas sean fijas, siempre las mismas, sin cambios. Por otro lado, exorcizar, si se hace con mucha frecuencia, es un ministerio muy pesado, y aunque parezca paradjico es una funcin de una gran monotona y que suele cansar mucho por ser siempre lo mismo. Por eso, discernir es una labor y exorcizar otra. No necesariamente deben ir unidas ambas. Con lo cual, resumiendo, lo ideal es que el ministerio en las grandes archidicesis con atencin de muchos casos se organice con tres tipos de personas: los consultores encargados del discernimiento los exorcistas encargados de llevar a cabo el exorcismo los asistentes el equipo de laicos que asisten con su oracin y ayuda en los exorcismos Entre los asistentes podra haber laicos ms fijos en este ministerio que se encargaran del acompaamiento espiritual de los posesos y sus familias. Los posesos en la mayor parte de los casos precisan de una verdadera catequesis para acercarse a Cristo. Algunos de estos asistentes con los aos pueden acumular tal experiencia

que alguno de ellos podra llegar a ser alguno de los consultores. Si este laico es adems psiquiatra, su juicio parecer ms justo a la hora de discernir los casos. Pero digo parecer, porque en mi experiencia nada es tan valioso como el sentido comn y la vida espiritual.

Cuestin 120 Es obligatorio un informe psiquitrico para proceder al exorcismo?

o, la idea de que es preceptivo un informe psiquitrico antes de proceder al exorcismo no aparece en ningn texto normativo sobre esta materia. Si un obispo espera que un psiquiatra le diga: este hombre est poseso, normalmente no se har ningn exorcismo aunque se presentara all el mismo endemoniado de Gerasa que tena una legin dentro. El informe psiquitrico slo va a hablar de posibilidades. Si el exorcista est seguro de que est poseso para qu necesita un informe psiquitrico? Adems, en varias ocasiones ya me ha ocurrido que en un poseso la enfermedad psiquitrica coexista con una verdadera posesin. De qu hubiera servido un informe en ese caso? Desde el momento en que puede coexistir una enfermedad psiquitrica con la posesin qu sentido tiene un informe psiquitrico? Es que si est enfermo no puede estar poseso?

Cuestin 121 Por qu se necesita permiso del obispo para exorcizar?

A
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l principio, en la Iglesia primitiva no se necesitaba permiso del obispo. Este ministerio se ejerca cuando se crea oportuno. Sin embargo, muy pronto se impuso la norma de que nadie lo ejerciera

sin autorizacin del obispo. As consta ya en el ao 416, ao en el que el Papa Inocencio I le escribe una carta al obispo Gubbio en la que se dice: Debes tener solicitud caritativa por estos bautizados, que despus del bautismo son posedos por el demonio, a causa de algn vicio o pecado. Y a tal efecto, puede ser designado algn presbtero o dicono. Ya que realizar lo cual [el exorcismo] no les es lcito si no es con el mandato del obispo12. Por qu la Iglesia impuso esta normativa? La Iglesia se dio cuenta de que este campo requera de una especial prudencia. Prudencia para evitar que iluminados y visionarios obraran por su cuenta. Adems, era un campo lo suficientemente delicado como para que una actuacin imprudente de un clrigo hiciera un dao especial a los supuestos posesos, y al prestigio de la Iglesia en general. Por eso se opt por establecer una especial vigilancia a este ministerio. Vigilancia que se concret en la restriccin que aparece ya en el siglo V en la carta antedicha. Es interesante aadir que en Oriente este ministerio se ejerci como una actividad carismtica que no requera de autorizacin expresa del obispo.

que se peda expresamente a Dios su gracia para ejercer este ministerio. Despus, aunque haban recibido esta orden menor no podan ejercer ese ministerio sin permiso de su obispo. Con el documento Ministeria Quaedam Pablo VI suprimi esta orden menor. Algunos consideraron que esto supona la prdida de un arma de lucha contra el demonio. Pero no era as. La misma orden menor fue totalmente desconocida en los primeros tiempos de la Iglesia. Tal orden menor no era un sacramento, sino un sacramental creado por la Iglesia. El poder exorcstico est incluido en el poder del sacramento del orden. El sacramental de aquella orden menor era una mera bendicin en la que se le peda a Dios su gracia para ejercer bien ese ministerio, slo era eso. Por lo tanto, aunque se haya suprimido esa orden menor, el poder exorcstico no queda reducido en nada, ni en lo ms mnimo. La potestad de orden y la fe y oracin del presbtero sern las fuentes de su poder sobre los demonios.

Cuestin 123 Qu hacer en caso de absoluta ausencia de exorcista?

Cuestin 122 Qu era la orden menor del exorcistado?

L
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a orden menor del exorcistado era una bendicin que la Iglesia daba a travs de un rito litrgico en el

De his vero baptizatis, qui postea a demonio, vitio aliquo aut peccato interveniente, ARRIPIUNTUR, est sollicita dilectio tua, si a presbytero vel diacono possint aut debeant designari. Quod hoc, nisi episcopus praeceperit non licet. PL XX, 557-558

lguna que otra vez me han preguntado qu se deba hacer si haba una absoluta ausencia de un sacerdote por encontrarse por ejemplo en territorio de misin. Al principio trataba de capear la pregunta con respuestas del tipo: hay que conseguir llegar hasta un sacerdote. Pero los aos han presentado ante m situaciones que me han dado a entender que efectivamente hay situaciones en las que no hay posibilidad alguna de hacer llegar al poseso hasta un sacerdote. Y situaciones en que si el sacerdote llega, va a tener trabajo acumulado de aos como para dedicar horas y horas a un exorcismo.

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Para esos casos completamente excepcionales en los que se de una absoluta imposibilidad de poder obtener una ayuda ordinaria de la Iglesia, los cristianos que haya all deben reunirse y rezar la siguiente oracin, el siguiente exorcismus missionalis: Seor, Dios todopoderoso, misericordioso y omnipotente, Padre, Hijo y Espritu Santo, expulsa de l toda influencia de los espritus malignos. Padre, en el nombre de Cristo te pido que rompas toda cadena que los demonios tengan sobre esta persona. Derrama sobre l la preciossima sangre de tu Hijo. Que su sangre inmaculada y redentora quebrante toda atadura que exista sobre su cuerpo y su mente. Todo esto te lo pedimos por intercesin de la Santsima Virgen Mara. San Miguel arcngel, intercede, ven en su ayuda. En el nombre de Jess ordeno a todo demonio que pueda tener alguna influencia sobre l, que salga para siempre. Por su flagelacin, por su corona de espinas, por su cruz, por su sangre, por su resurreccin, ordeno a todo espritu maligno que salga. Por el Dios verdadero, por el Dios santo, por el Dios que todo lo puede, te ordeno demonio inmundo que salgas en el nombre de Jess, mi Salvador y Seor. Amn. Esta oracin debe ser repetida cada da, durante un tiempo que puede variar de unos minutos a un cuarto de hora o media hora o incluso ms tiempo. Las oraciones a Dios pdanse con humildad, el mandato al demonio hgase con el tono de una orden. Gritar no tiene

ms efecto. Si el demonio no se agita al repetirla, rcese el rosario all en grupo en voz alta. Acabado el rosario vulvase a repetir la oracin durante un rato. Si vuelve a no dar signos de agitacin, vulvase a rezar otro rosario. Lo ideal es proseguir as durante mucho tiempo. Esta oracin, junto al rezo del rosario, tiene la ventaja de ser una oracin breve unida a un sistema sencillo de exorcizar que se puede usar tambin, haciendo ligeras acomodaciones, para los casos de infestaciones. Incluso, si no es un caso de posesin, la persona lo puede usar para liberarse de influencias que provengan del demonio. Pero no es una oracin de proteccin, sino de expulsin. Y por tanto debe ser usada slo por personas que sin ninguna duda tengan ese tipo de disturbios para los que est pensada. En cada caso habr que hacer en la oracin los cambios pertinentes. Por ejemplo, donde se dice expulsa de l toda influencia de los espritus malignos, habr que decir expulsa de esta casa toda influencia... Hay que repetir que esta oracin est pensada para los lugares de misin, para no dejar desamparados a aquellos posesos para los que la aplicacin de las normas generales supondra una desproteccin del fiel cristiano. Alguien puede ver este exorcismus missionalis como una puerta abierta para que cualquiera comience a practicar exorcismos. Creo que he insistido bastante en las condiciones en las que debe ser utilizado: absoluta imposibilidad de acceder a ministros sagrados durante meses. No es propio de la caridad dejar a esa gente sin nada. Por poner una comparacin, todo medicamento debe ser dispensado con receta mdica, ahora bien, qu hay que hacer si un enfermo de clculos en el rin est en un lugar sin mdico y sin hospitales a la redonda. As que creo que

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en conciencia algo haba que decir para esta gente desamparada. Aun a riesgo de que lo que se diga para ellos sea aplicado por aquellos que no estaban en esa situacin. Pero el que exista el riesgo evidente de haya gente que no se someta a las normas cannicas y haga los exorcismos cuando le de la gana, no significa que no se deba decir algo para los casos de fieles hijos de la Iglesia que se encuentren en esa penosa situacin.

Cuestin 124 Puede exorcizarse a un no catlico?

, los no bautizados o los bautizados en otras confesiones pueden ser exorcizados. El exorcismo supondr una magnfica ocasin de acercamiento a Dios y a la Iglesia. A los que pertenecen a confesiones monotestas no se les exigir el abandono de su religin. As por ejemplo, si un musulmn pide el exorcismo, no se le exigir la fe en Cristo para ser exorcizado. Bastar por un lado con que aumente su fe en el nico Dios verdadero, Creador de todo y Juez de vivos, y por otro que lleve una vida justa y adecuada la ley natural. S que se le puede pedir que aumente su tiempo de oracin, la oracin a Dios, sin exigirle que ore ni a la Virgen ni a los santos. Aunque s que se puede sugerir. Sin embargo, a alguien que est en una religin politesta se le debe exigir como condicin para comenzar los exorcismos que abandone su falsa creencia en dioses y acepte a Dios.

Cuestin 125 Pueden ser animales?

infestados

los

a posesin de animales, objetos u lugares se llama infestacin. La posesin de lugares es un

fenmeno comn, pero la de animales es extrasima. Prcticamente no ocurre nunca. Si ocurriera, sacrificando al animal saldra el demonio y no pasara nada ms. Es decir, el demonio al abandonar al animal (porque ha muerto) ya no posee ni perjudica a nadie ms. Me han sido referidos muy pocos casos de infestacin de animales. En un caso de infestacin de una casa, fue un sacerdote a realizar el exorcismo del lugar. Desde ese da la casa qued liberada pero el perro, un perro bastante voluminoso, comenz a tener el siguiente comportamiento extrao: cada vez que abran la puerta de la verja se iba corriendo hacia una carretera muy transitada y se tumbaba en medio del asfalto. Pocas veces tuvieron que sacarlo de ah, ya que pronto muri arrollado por un coche. La infestacin de la casa puede ocurrir cuando en esa casa se ha practicado de forma continuada espiritismo, ritos satnicos, santera o cualquier otra forma de esoterismo. La infestacin de un objeto (segn el sentir de la mayora de los exorcistas) slo ocurre si ese objeto se ha usado en un rito de maleficio o hechizo. Que un determinado objeto est infestado lo sabramos porque ese objeto provoca fenmenos demonacos all donde est, normalmente lo que provoca es una influencia externa. Es decir, all donde est ese objeto se mueven cosas, hay ruidos inexplicables, olores desagradables, etc. Lo que hay que hacer es quemarlo. De todas maneras, aunque he explicado aqu el sentir casi unnime de los exorcistas, tengo serias dudas de que un objeto pueda sufrir una infestacin. Considero que es dificilsimo probar la relacin entre un objeto y una influencia externa. Los demonios poseen cuerpos o estn en lugares, pero no veo tan claro que se liguen a objetos. No veo ningn

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problema teolgico en ello, pero s que veo difcil probar que existe esa relacin. Hoy por hoy soy escptico, y no creo que exista ningn objeto que tenga influencias malficas, ni que las cree alrededor. Los demonios en los exorcismos siempre estn hablando de que poseyeron a esa persona gracias al concurso de tal o cual objeto sobre el que se haba hecho un maleficio, pero veo muy difcil que se pueda probar esa relacin.

Cuestin 126 Es cierto que el demonio se venga de los exorcistas?

l demonio ya trata de hacer todo el mal que puede. Si pudiera hacer ms mal, lo hara. Si el sacerdote reza el rosario cada da y le pide a Dios que le proteja contra toda asechanza del Maligno, nada debe temer. El poder de Dios es infinito, el del demonio no. De todas maneras San Pablo nos dice: Vestos la armadura de Dios, para que podas resistir las estratagemas del Diablo. Y San Juan dice: Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el que naci de Dios el Unignito lo guarda, y el Malo no puede tocarle. 1Jn 5, 18-20 Y Jess nos dijo: Mirad os he dado poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y autoridad contra toda fuerza del enemigo, y nada podr daaros. Lc 10, 17-19. Las palabras de Jess son taxativas: nada podr daaros. Para un cristiano temer al demonio est completamente injustificado, la fe en Dios rechaza todo temor. Santa Teresa de Lisieux antes de entrar en el Carmelo, siendo nia tuvo una vez un delicioso sueo: Una noche so que sala a dar un paseo sola por el jardn. Al llegar a la

escalera haba que subir para llegar a l, me par sobrecogida de espanto. Delante de m, cerca del emparrado, haba un barril de cal, y sobre aquel barril bailaban con agilidad sorprendente, a pesar de las planchas que arrastraban sus pies, dos horribles diablillos. De repente, fijaron en m sus encendidos ojos, y luego, en aquel mismo instante, mostrndose mucho ms espantados que yo, saltaron del barril y fueron a esconderse en la ropera, que estaba enfrente. Vindoles tan poco valientes, quise saber lo que iban a hacer, y me acerqu a la ventana. Los pobres diablillos estaban all, corriendo sobre las mesas, sin saber qu hacer para huir de mi vista. A veces, se acercaban a la ventana, mirando con recelo para ver si yo segua all; y al verme, empezaban a correr de nuevo como desesperados. Este sueo nada tiene, ciertamente, de extraordinario. Creo, sin embargo, que Dios ha permitido que lo recuerde siempre para demostrarme que un alma en estado de gracia nada tiene que temer de los demonios, que son cobardes, capaces de huir ante la mirada de un nio. (Santa Teresa de Lisieux, Historia de un alma, captulo I). Y santa Teresa de Jess escribi en el Libro de su Vida: Pues si este Seor [Dios] es poderoso como veo que lo es y s que son sus esclavos los demonios y de esto no hay que dudar pues es fe-, siendo yo sierva de este Seor y Rey, qu mal me pueden ellos hacer a m? por qu no he yo de tener fortaleza para combatirme con todo el infierno? Tomava una cruz en la mano y pareca verdaderamente darme Dios nimo, que yo me vi otra en un breve tiempo, que no temiera tomarme con ellos a brazos, que me pareca fcilmente con aquella cruz los venciera a todos; y ans dije: ahora venid todos, que siendo sierva del Seor, yo quiero

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ver me podis hacer. Es sin duda que me pareca me havan miedo, porque yo qued sosegada y tan sin temor de todos ellos que se me quitaron todos los miedos que sola tener hasta hoy; porque aunque algunas veces los va, como despus, no los he havido ms casi miedo, antes me pareca ellos me le havan a mi. Quedome un seoro contra ellos, bien dado del Seor de todos, que no se me da ms de ellos que de moscas. Parcenme tan covardes que, en viendo que los tienen en poco, no les queda fuerza. No saben estos enemigos derecho acometer, sino quien ven que se les rinde, o cuando lo primite Dios para ms bien de sus siervos que los tiente y atormenten. Plugiese a su Majestad temisemos a quien hemos de temer y entendisemos nos puede venir mayor dao de un pecado venial que de todo el infierno junto, pues es ello ans; que espantados nos train estos demonios porque nos queremos nosotros espantar. (...) Esta es gran lstima, ms si todo lo aborrecemos por Dios y nos abrazamos con la cruz y tratamos de servirle de verdad, huye l de estas verdades como de pestilencia. Es amigo de mentiras y la mesma mentira, no har pacto con quien anda en verdad. (...) No entiendo estos miedos: demonio, demonio!, adonde podemos decir: Dios, Dios!, y hacerle temblar. S, que ya sabemos que no se puede menear si el Seor no lo primite. Qu es esto? Es sin duda que tengo ya ms miedo a los que tan grande le tienen a el demonio que a l mesmo; porque l no me puede hacer nada. (Santa Teresa de Jess, Libro de su vida, cap 25, n 19-22). El cardenal Ratzinger escriba a este respecto: El misterio de la iniquidad se inserta as en la perspectiva cristiana fundamental, es decir, en la perspectiva de la Resurreccin de Jesucristo y de su victoria sobre el Poder del Mal. En esta ptica, la libertad del

cristiano y su tranquila confianza que rechaza el miedo (1 Jn 4, 18) toma toda su dimensin: la verdad excluye el miedo y as permite reconocer el poder del Maligno. (palabras del Cardenal Ratzinguer en el libro del cardenal Joseph Suenens, Renovacin y poder de las tinieblas. Como se ve, nuestra fe nos ensea que el demonio existe, pero tambin nos ensea que existe dentro de la construccin teolgica de la fe en Dios nuestro Seor. Y la fe en Dios es incompatible con el miedo, la fe en Dios destruye todo miedo. Nota A. De todas maneras, la experiencia me ha enseado que es muy frecuente que a los laicos que participan en exorcismos ayudando al sacerdote, al acostarse ese da, el demonio les despierte en mitad de la noche. Al principio al or cosas as pensaba que se deba a la preocupacin subconsciente. Pero al cabo de unos aos v que no, que ciertamente el demonio rabioso por el bien que eso haca a sus almas, les despertaba sbitamente esa misma noche. A algunos incluso un par de noches. En todos estos aos, slo una nica vez la cosa ha ido un poco ms lejos. Uno de los laicos que asisti era una persona que no crea mucho en todas estas cosas, de hecho no era practicante. Asisti ms bien por curiosidad. Le invit porque saba que eso iba a hacerle un gran bien al alma. Y as fue, aquello le supuso un gran beneficio para su vida espiritual. El problema fue que al da siguiente su hija a la 1.00 de la noche en su casa, comenz a presentar los mismos sntomas de un poseso durante dos horas. El marido preocupadsimo le deca a su mujer que l no saba lo que era un poseso, pero que aquello que vea en su hija era lo mismo que haba visto el da anterior en la iglesia. La nia llor inconsolable durante dos horas seguidas.

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Sin ninguna causa, sin que nada se pudiera hacer que parara en sus lloros que eran como nunca los haban visto en ella. Incluso en un momento dado comenz a hablar con voz ronca. Se pusieron a rezar y en dos horas, aquella nia de seis aos volvi a la normalidad. Es un caso que demuestra lo furioso que le pone al demonio verse descubierto. Y esto demuestra como trata de vengarse, aunque esa venganza no pueda llegar ms all de despertar a alguien en medio de la noche. Lo que he dicho de la nia es una excepcin, en este campo a veces las excepciones pasan. Nota B. A m, personalmente, lo nico que me ha pasado de naturaleza extraordinaria ha sido que por la noche, acostado, se me encendiera la luz pocos minutos despus de acostarme. Slo me ha ocurrido una vez. Conozco a ms sacerdotes que se dedican a estas cosas que lo mismo que a m no les ha ocurrido nunca nada, o algo tan intrascendente como eso. Pero al igual que la excepcin de la nia descrita en la nota1, tambin hubo un exorcista al que el demonio en un exorcismo le dijo que le incendiara el coche y tal cosa sucedi mientras conduca unos das despus. Como se ve en esta materia hay cosas excepcionales que a veces suceden. Desafortunadamente despus hay quien piensa que eso es lo normal.

En muchas ocasiones he comprobado que distintos demonios habiendo podido haber revelado pecados mos ciertos, no los rebelaron porque Dios proteje la fama de los sacerdotes y no le permiti hablar de ellos. De la misma manera, en un exorcismo el poseso le dijo a un chico presente que morra dentro de un mes en un coche blanco. Y no le pas nada. El demonio locuaz miente, slo es fiable aquello que se le pregunta en nombre de Jess. Y aun esto slo es fiable si se insiste en la orden de que diga la verdad en nombre de Jess.

Cuestin 128 Quin puede ser exorcista?

Cuestin 127 Es cierto que durante el exorcismo el poseso revela los pecados de los presentes?

s cierto que los demonios aperti suelen con frecuencia decir pecados de personas presentes. Sin embargo, lo que dicen es pura invencin y eso a pesar de que dicen muchos detalles acerca del lugar y tiempo de tales pecados.

ormalmente se ha insistido mucho en que debe ser un hombre muy virtuoso. Indudablemente que lo ideal es sea cuanto ms virtuoso sea mejor. Pero cualquier sacerdote puede hacer el rito del exorcismo, cualquiera. Incluso sacerdotes no muy edificantes pueden expulsar a los demonios sin mayor problema. Necesitarn ms tiempo que los virtuosos, pero lo lograrn. Y aunque esto que voy a decir puede escandalizar a alguien, puedo asegurar que incluso un sacerdote en pecado mortal podra realizar un exorcismo y expulsar al demonio. Por qu? Pues porque el exorcismo es una oracin litrgica de la Iglesia. En el exorcismo se manifiesta el poder de la oracin, el poder del sacramento sacerdotal y el poder del nombre de Jess. La santidad del sacerdote ayuda, pero no es una condicin necesaria. Y considerar que el exorcismo es una accin peligrossima para el sacerdote es un grave error. Como lo es considerar que para exorcizar poco menos que se necesita un don especial. El nico don que se necesita es el don del sacerdocio.

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Si la santidad no es imprescindible para ejercer este ministerio, lo que s que es necesario es que el exorcista sea una persona de sentido comn. El sentido comn es lo nico que no puede ser suplido por la Iglesia. Insisto, una de las pocas cosas que la Iglesia no suple es el sentido comn. Este sentido o se tiene o no se tiene. Los iluminados y visionarios deben ser apartados de este ministerio. Curiosamente este tipo de personas sentirn una entusistica inclinacin a ejercerlo. Signo evidente de que se les debe apartar de l. En esto sucede como en el episcopado. El que manifiesta un inters entusistico e irreprimible por ser obispo, posee todos los signos de no estar llamado a ejercer tal funcin. Pero adems de sentido comn, si va a ejercer este ministerio de forma usual debe ser una persona que est dispuesta dedicar tiempo, inters y cario en el desempeo de esta funcin. Ya que si tiene mucha ciencia y virtud, pero va con prisas o sin mucho inters a la hora de atender a la gente que dice estar posesa, entonces mal cumplir esta funcin. Es preferible en esos casos un sacerdote menos virtuoso pero con ganas de ayudar a este tipo de personas.

condiciones para su validez. As normalmente el bautismo lo realizan de forma vlida todas las confesiones cristianas. Como el Redentor saba el gran sufrimiento que iba a causar la posesin en aquellos que la padecieran, no quiso poner condiciones muy estrictas para que los exorcismos fueran efectivos. En el mbito ortodoxo los exorcismos son muy parecidos a los del ritual catlico. En el mbito protestante pentecostal el exorcismo suele consistir en un grupo de fieles que se reunen para alabar a Dios y, en medio de esas alabanzas, ordenar una y otra vez al demonio a que salga en el nombre de Jess. Y la fe y el poder de ese nombre logran que salga. Desafortunadamente fuera del mundo pentecostal, el resto de ramas protestantes normalmente han perdido la tradicin acerca del modo de proceder en caso de posesin y suelen derivar los casos hacia iglesias catlicas o pentecostales. No deja de ser curioso que seguidores de Cristo (luteranos, anglicanos, episcopalianos, etc) ya no sepan qu hacer con casos de opresin del Maligno. Una vez que la tradicin experimenta un corte de siglos los mtodos no pueden ser inventados de la nada.

Cuestin 129 Hay exorcismos fuera de la Iglesia Catlica?

Cuestin 130 Existan exorcismos antes de Cristo?

, hay verdaderos y efectivos exorcismos en las distintas confesiones cristianas. Por un lado las ramas ortodoxas mantienen la apostolicidad, con lo cual sus sacerdotes tienen un verdadero poder. Por otro lado las ramas protestantes tienen el nombre de Jess y la fe en El. Y en el nombre de Jess y en su fe se puede expulsar al demonio. A las cosas ms necesarias Dios no ha querido ponerles demasiadas

n aquellos tiempos, exista gente que deca exorcizar. Pero el poder de expulsar a los demonios lo dio Cristo a sus seguidores. De manera que no haba exorcismos vlidos antes de Cristo. Ni tampoco los hay en la actualidad fuera del mbito cristiano. Hoy da hay muchos brujos y magos que dicen exorcizar, pero sus exorcismos son completamente ineficaces. De todas maneras, antes de Cristo tampoco podemos excluir taxativamente el que alguna persona muy

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santa que viviera antes de Cristo pudiera recibir algn don de Dios para ejercer este ministerio. Hubo santos antes de Cristo, hombres justos que buscaron a Dios. Es perfectamente posible que alguna de estas contadas personas justas, dedicadas a la oracin y de vida asctica, pudiera expulsar demonios en el nombre del Dios nico y verdadero.

Cuestin 131 Por qu algunos exorcismos se prolongan mucho en el tiempo?

naturalezas anglicas que pertenecan a los ms altos coros, son ms difciles de sacar de un cuerpo. Satn y Lucifer son los ms difciles de exorcizar. Por muy santo que sea el exorcista este tipo de exorcismos requieren su tiempo. Cada operacin requiere un tiempo por su propia naturaleza (un parto, que un hueso se suelde, etc), as tambin cada exorcismo requiere su tiempo y no hay que impacientarse.

so ya ocurra en los tiempos de Jess y aparece en el pasaje de Mc 9,17-18. Los apstoles no pudieron expulsar a un demonio y le preguntaron a Jess: Por qu nosotros no pudimos expulsarlo? La respuesta la encontramos en la distincin entre potestad y autoridad: Convocando a los Doce, les dio poder y autoridad sobre todo gnero de demonios. Lc 9,1. Los Apstoles y sus sucesores haban recibido plena autoridad para expulsar demonios, pero no todo el poder. Cuando los Apstoles no pudieron expulsar a aquel demonio, la respuesta de Jess no fue aumentarles la autoridad, que ya era plena, sino que les dijo: esta clase slo sale con ayuno y oracin. Es decir, la autoridad no puede ser aumentada, se tiene o no se tiene, pero el poder s que es susceptible de ser aumentado. La santidad de la persona aumenta ese poder. Y as en Mc 9,38 aparece que: Maestro, hemos visto a uno expulsando demonios en tu nombre y hemos tratado de impedrselo, porque no era de los que nos seguan. Aqu vemos a una persona que no tena ninguna autoridad, pero s que tena potestad sobre los demonios. De todas maneras no todos los demonios tienen el mismo poder, pues no todos son de la misma jerarqua. Los ms altos en la jerarqua, es decir aquellas

Cuestin 132 Es preferible seguir hasta el final en una sesin o hacer varias sesiones?

s preferible hacer varias sesiones para as dar tiempo a la persona a que avance ms en la vida espiritual. La vida de oracin y el descubrimiento de Jess deben ir a la par con las sesiones. De lo contrario, tras la salida del demonio, si la persona vuelve a su vida anterior de pecado, el demonio puede volver a entrar. De todas maneras hay sesiones en que se ve claro que el demonio est a punto de salir. Como es lgico no tiene sentido detener la sesin cuando se ve que puede salir de un momento a otro. He conocido casos de sesiones que se han prolongado seis y siete horas. Pero no conozco a nadie que se dedique a este ministerio de forma continuada que dedique ms all de una hora en cada sesin. El que dedica seis horas en cada sesin acabar agotndose en este ministerio y pidiendo ser relevado. Este ministerio si se va a ejercer durante aos debe ser realizado de un modo relajado y dentro de un gran orden. Cada sesin debe ser de una hora o dos como mximo. Despus hay que parar y dar cita para la prxima semana. Las sesiones de una hora sern cada semana o cada dos semanas.

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El exorcista no debe agotarse. Si recibe muchos casos, no debe dedicar ms de la mitad del da a este ministerio. Y preferiblemente no ms de tres o cuatro das a la semana. Es bueno que el exorcista tenga otras funciones parroquiales. Los bautizos, confesiones, despacho, bodas y el resto de labores que conlleva la vida en la parroquia suponen una variacin continua que son un enriquecimiento de su sacerdocio. Dedicarse slo a este ministerio del exorcistado sera un empobrecimiento. Si son muchos los casos debe formar a otros, pero no tratar de llevarlo todo sobre sus hombros. En esto cabe que al exorcista le entre una cierta soberbia con los aos, considerndose a s mismo una especie de hombre providencial de forma que no acabe de encontrar a nadie idneo para formarle y que le ayude en este ministerio. El exorcista deber siempre estar en guardia contra las asechanzas del demonio que le tentar de soberbia. Quiz la soberbia sea el mayor peligro del exorcista.

4. Al demonio slo se debe dirigir el exorcista. Aunque el demonio se dirija a alguien, el laico no debe ni contestarle, ni preguntarle, ni increparle. No porque haya ningn peligro en tal cosa, sino porque permitir este tipo de intervenciones significara que el rito caera en el desorden. 5. El rosario tiene un poder excepcional para debilitar al demonio. El demonio puede no obedecer en nada al exorcista, pero tras el rezo de un rosario besar el crucifijo, mirar una imagen de la Virgen o har cualquier otra cosa que le mande el exorcista. Y si no obedece tras un rosario, lo har tras el segundo, o sino tras el tercero. Cuando el demonio comienza a obedecer es que ya est muy debilitado por el poder de la oracin. Y una vez que se debilita, su salida est ya ms cerca. 6. Cuando comienza a decir cosas tales como asesinos, me estis matando, no puedo ms... es que su salida es ya inminente. 7. Es muy til preguntarle: en el nombre de Jess qu es lo que te va a hacer salir? Si uno le pregunta qu es lo que le atormenta, o lo que ms le atormenta, a veces dice una cosa. Pero ante la pregunta de qu es lo que te va a hacer salir, a veces la respuesta es otra. Aunque como es lgico se resiste mucho ms a responder aquello que es ms importante. 8. Cuando el demonio debilitado se cierra en banda a responder qu es en concreto lo que le va a hacer salir, entonces uno puede invitar a los presentes a rezar juntos un avemara para que responda. Rezar con fe y concentracin es esencial. 9. A veces, se haga lo que se haga, los demonios no responden y llegan a salir antes que responder.

Cuestin 133 Consejos prcticos para el exorcismo.


1.El sacerdote ha de comenzar con el ritual y una vez que llega al final de ste, debe continuar con aquello que vea que ms atormenta al demonio. 2. El sacerdote puede retirarse a hacer otras ocupaciones, mientras el grupo de laicos reza el rosario en voz alta por la liberacin de la persona. As el sacerdote puede descansar rezando el breviario, dndose un pequeo paseo, etc. 3. El ritual de exorcismos puede ser interrumpido en cualquier momento en medio de su transcurso para insistir en aquello que se vea que tiene ms efecto.

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10. Conviene recorrer en crculo y asperger con agua bendita el lugar donde se va a exorcizar para pedir a Dios Padre que derrame la santa sangre de su Hijo sobre ese lugar para que evite el que los demonios de fuera puedan comunicarse con los de dentro o ayudarles. Ya que durante el exorcismo a veces los demonios llaman a otros demonios para que les ayuden. 11. Es muy til dar a beber agua bendita al demonio durante el exorcismo. Pero debe hacerse cuando obedezca. De lo contrario si se le introduce a la fuerza la escupir y no servir de nada. 12. Es de suma utilidad dar de comulgar al poseso durante el exorcismo. Por supuesto debe estar en gracia de Dios el poseso. No debe drsele la comunin a la fuerza, sino cuando obedece. Entonces el mismo poseso a la orden del sacerdote abrir la boca y no profanar la Eucarista. El consejo nmero 2 en que se deca que el exorcista puede retirarse a hacer otras ocupaciones en mitad de la sesin mientras el grupo de laicos reza el rosario es muy importante. Porque con slo media hora de descanso, el exorcista llega fresco y descansado, mientras que el demonio est ya todava ms agotado y debilitado, pues l no ha tenido descanso. Este tipo de interrupciones pueden repetirse varias veces, permitiendo al exorcista dedicarse a actividades completamente ajenas al exorcismo y en otra parte de la parroquia o, incluso, en la rectora. Cuando vuelva, encontrar al demonio ms dbil por la fuerza de la oracin, mientras que el exorcista comenzar otra vez con nuevo entusiasmo. No obstante, hay demonios a los que el mero rezo del rosario en grupo no

les afecta, de manera que el poseso sale del trance. Si esto ocurre un miembro del equipo de laicos debe ir a por el sacerdote para que retorne a exorcizarlo. Pues si el poseso sale del trance no pasa nada, no sucede nada malo, pero eso significa que el rezo del rosario no mortifica al demonio y que el exorcismo queda interrumpido en tanto en cuanto no vuelva el sacerdote y reemprenda sus oraciones. Hay algunos sacerdotes que se dedican al ministerio del exorcismo que poseen la gracia carismtica del don de lenguas, un don concedido por el Espritu Santo. Claro que se trata de un don que no se puede aprender, lo concede Dios. Si el sacerdote tiene este don de lenguas muy desarrollado, siempre ser ms til el uso de este don que el ritual de exorcismo. Pero insisto en que ha de tener este don carismtico muy desarrollado. Si es as, puede comenzar directamente orando en lenguas tras rezar la letana de los santos y pedir a Dios su bendicin y proteccin. Que toda la sesin est bajo la direccin del sacerdote que tiene el permiso para ese exorcismo. De manera que si un laco u otro sacerdote presente desobedece sus indicaciones que sea expulsado del lugar sin contemplaciones y de inmediato. Por ejemplo, si un presbtero presente se pusiera a increpar o a preguntar al demonio contra la voluntad del que dirige la sesin.

Cuestin 134 Cmo se sabe cuando ha salido el ltimo demonio?

D
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ado que en un poseso puede haber varios demonios, surge la cuestin de saber cundo ha salido el ltimo. Pues cada vez que sale un demonio la persona queda en paz, recobra la conciencia y abre los ojos. Incluso siente alegra espiritual. El

sistema para saberlo es sencillo, se trata de orar por la persona durante dos o tres minutos ms. Si todava queda un demonio dentro, la persona entrar en trance o volver ponerse furiosa. Pero si la persona sigue consciente, se le ha de preguntar si siente algo. Si contesta que no, entonces es el momento de dar gracias a Dios. Aconsejo que todos se pongan de rodillas hacia el sagrario y agradezcan al Seor la liberacin del demonio, y a todos los santos y ngeles su ayuda. Si el sacerdote no supiera nada de todo esto, y al salir un demonio y volver a la consciencia el poseso, pensara que ya haba acabado todo cuando no es as. Tampoco sucedera nada, pues la persona le llamar diciendo que todava tiene algunos de los sntomas que le llevaron a pedir el exorcismo. As que simplemente tendra que reemprender las oraciones para sacar al ltimo demonio, o a los que queden.

Cuestin 135 Puede volver a quedar poseso el que ha sido exorcizado?

sta pregunta la hacen con bastante desesperacin los posesos y sus familiares durante el proceso de liberacin. Hay que contestarles tajantemente que no, que no volvern a quedar posesos. Si la persona vive en gracia de Dios, reza, se confiesa, va a misa, no tiene nada que temer. Pues estar acorazado y el mal no podr penetrar. Si la persona liberada, por el contrario, vuelve a su anterior vida de pecado, podra quedar posesa de nuevo. Y si queda posesa, quedar posesa por ms y peores demonios. Pero hay que dejarles muy tranquilos dicindoles que si la persona lleva una vida cristiana, aunque el demonio quiera entrar no podr. Es ms,

hay que tranquilizarles dicindoles que el demonio no entrar de nuevo ni siquiera aunque cometan un pecado mortal o ms. Slo podr entrar si vuelven a un estado de pecado. Es decir, si retornan a una situacin estable de alejamiento de Dios. Cmo ejemplo de que un demonio no puede retornar al cuerpo de un liberado recuerdo el caso de una seora que qued liberada de todos sus demonios. Me llam pocos das despus dicindome que se senta mal, que volva a sentir una opresin en el pecho y algunos de los sntomas que le haban llevado a pedir el exorcismo. Me extra muchsimo porque estaba seguro de que todos los demonios haban salido, y la seora me aseguraba que desde que fue liberada haba rezado mucho, ledo la Biblia y otras cosas. Le impuse las manos y or sobre ella. No entr en trance, pero comenz a sentir ms y ms fuerte esa opresin sobre el pecho, despus fue cediendo y cediendo. Conforme avanzaba la oracin que no dur ms all de cinco minutos, esa opresin fue debilitndose hasta desaparecer por completo. Ya nunca ms volvi a tener problemas. Qu haba sucedido en este caso? Pues era un caso de influencia. El demonio haba salido, pero trataba de volver a entrar. No pudo poseerla porque ella llevaba la armadura de la vida espiritual. Pero el demonio no la pudo poseer, pues por ms que or no entr en trance. La oracin del sacerdote rompi esa mera influencia que ejerca el demonio sobre ese cuerpo y alej para siempre a ese espritu que ya no volvi nunca ms a molestarla. Este es el caso en que he visto ms claro el esfuerzo de un demonio por querer retornar a un cuerpo y no poder. La vida espiritual, aunque no la veamos, supone una verdadera y autntica coraza que nos protege.

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Cuestin 136 Qu sucede si en un exorcismo los demonios no salen?

determinado, por eso probar con otro exorcista ms experimentado puede ser til.

i los meses pasan y ni un solo demonio sale eso puede deberse a que la persona posesa no est cumpliendo los consejos del exorcista. El exorcista le debe haber aconsejado antes de empezar la primera sesin, que vaya a misa, que ore, que se confiese, que cumpla los diez mandamientos. Hay gente que viene al exorcista como el que va al mdico, piensan que esto es como tomar una medicina y que uno puede seguir con la vida que llevaba antes. Pero si uno quiere ser exorcizado, debe cambiar de vida y cumplir todo lo que Jess nos ensea. De lo contrario el demonio que sale volvera a entrar. Y en algunos casos ni llega a salir, porque tiene donde agarrarse. Si la persona no est dispuesta a abandonar el pecado, el sacerdote debe interrumpir las sesiones de exorcismo hasta que el poseso decida obedecer sus indicaciones. Por ejemplo, si alguien est conviviendo en una unin ilcita, la persona debe tomarse un tiempo para entender las razones por las que debe poner en orden su vida. Pero si los exorcismos comienzan antes de que tome la decisin que debe tomar, los exorcismos sern ineficaces. Aqu no vale la buena intencin, la ley de Dios es objetiva. Si el demonio tiene donde agarrarse, no sale. En estos casos de oculta desobediencia del poseso a las indicaciones del exorcista suele estar la causa de los casos de exorcismo que se prolongan ms all de lo lgico. Pero si el exorcista ve que la persona es sincera y que no parece que haya ninguna causa oculta, no habr otra solucin que insistir o probar con otro sacerdote a ver si l tiene ms xito. Un exorcista en sus primeros casos puede hacer cosas que son ineficaces para con un demonio

Cuestin 137 Qu es lo que hace que un demonio salga de un cuerpo en un exorcismo?


Tres cosas son las que pueden hacer que un demonio salga de un cuerpo: 1. el mismo demonio que decide salir 2. el poder sacerdotal que le obliga 3. un ngel enviado por Dios En los casos de demonios ms dbiles, son ellos mismos los que salen. Las cosas sagradas y la oracin les torturan y llega un momento en que deciden salir para no seguir sufriendo. En ocasiones, al marchar dicen cosas como: salgo, no me expulsas sino que salgo yo por mi voluntad. Otros demonios son ms fuertes que estos primeros, y por ms que sean torturados se quedan como pegados a la persona. Sufren, pero no se sueltan del cuerpo del poseso. El exorcismo de estos demonios se prolonga ms, pero finalmente la orden del poder sacerdotal hace que salgan. Con el exorcismo se han ido debilitando, y acaban siendo expulsados arrastrados por ese poder de la oracin. Otros demonios, los de mayor rango, asimismo sufren terriblemente en el exorcismo, pero tiene que venir un ngel y echarlos de ese cuerpo. Son tan poderosos por su naturaleza anglica que es la oracin deprecativa a Dios la que cuando alcanza la medida que Dios tiene prevista, enva a su ngel. Y es entonces cuando al final del exorcismo, repentinamente, se produce como una lucha invisible. El poseso mira a un lugar concreto y trata como de araar y golpear. Es entonces cuando se producen

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las peores agitaciones y gritos. Aunque el sacerdote calle, el ngel est ya all y la liberacin se produce por obra de esa lucha invisible.

Cuestin 138 Qu es ms importante la confesin o el exorcismo?

como obsesin, obsesos por el demonio, exorcismo mayor y menor, pblico y privado por poner slo algunos ejemplos, hay que tratar de evitarlas para no dar lugar a equvocos, en lugar de estos trminos tan polismicos se ofrece el siguiente glosario:

os seres humanos somos nios, y nos encandilamos con lo que es ms espectacular a nuestros ojos. La confesin es menos espectacular, su obra es ms discreta, ms silenciosa. Sin embargo, la confesin es un don divino mucho ms grande que el del exorcismo. El exorcismo slo saca al demonio del cuerpo, la confesin saca el mal de nuestro espritu. La confesin destruye nuestras ataduras con la iniquidad. Y no slo eso, nos concede gracia santificante. La confesin no slo perdona, sino que repara nuestra alma y la llena de luz.

Posesin es el fenmeno por el que un


espritu maligno reside en una persona y en determinados momentos puede hablar y moverse a travs de ella sin que sta pueda evitarlo.

Influencia es el fenmeno por el que


un demonio ejerce cierta influencia sobre el cuerpo o la mente de una persona, pero sin llegar a poseer su cuerpo. La influencia puede ser interna o externa..

Influencia interna:

Cuestin 139 Glosario

l glosario que aparece a continuacin es un intento de poner orden en todo el conjunto de trminos y expresiones que han ido apareciendo en la literatura exorcstica. La necesidad de un glosario que unifique y racionalice es evidente, pues cada autor usa los trminos dndoles el significado que cree conveniente. Y as muchas veces el campo que delimita un trmino no se sabe muy bien ni donde empieza ni donde acaba. Hasta la misma palabra exorcismo tiene un significado distinto en algunas pginas de unos autores respecto a otros. Si eso ocurre con un palabra tan clara, el desconcierto es mayor en otros trminos ms complejos. As que el glosario que aparece a continuacin supone un intento de racionalizar y unificar este lxico, evitando polisemias que den lugares a equvocos. Palabras

En la influencia interna, el demonio ejerce su influencia desde dentro del cuerpo de la persona. Y as, sta puede sentir intensas y persistentes tentaciones que se prolongan durante semanas o meses. O tambin puede sufrir problemas en su salud, cuyo origen est en ese demonio.

Influencia externa:

En la influencia externa, el demonio ejerce su influencia desde fuera del cuerpo. La persona puede ver sombras, sufrir terribles pesadillas y sobre todo tentaciones, pero todo est fuera de ella, pues dentro no tiene ningn mal espritu. En la influencia interna no puede haber testigos, pues todo sucede de un modo interno. En la influencia externa se pueden percibir ruidos, olores, o movimiento de cosas, es decir hechos que ocurren fuera de la persona. Aunque, la inmensa mayora de las veces, la influencia externa se reduce a tentar de un modo insistente.

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Infestacin: es el fenmeno por el


cual los signos de una presencia demonaca se manifiestan no en una persona, sino slo en un lugar, objeto u animal.

Dimicatio: es el conjunto de oraciones


hechas para alejar al demonio, no de una persona, sino de una comunidad, de un apostolado o de un lugar amplio tal como una ciudad o una regin. Todo este glosario ha sido elaborado con la idea de crear trminos tcnicos que eviten el tener que usar otras palabras que se prestaban a errores de sentido. Y por esta razn en este glosario cada trmino tiene un significado y slo uno. Por eso la palabra obsesin, en adelante, deber ser usada siempre en su sentido psiquitrico. De lo contrario nunca estamos seguros de cuando se usa en su significado de perturbacin mental y cuando se usaba en el sentido latino de asedio. En la literatura de siglos pasados siempre que se hablaba de una persona que sufra una obsesin diablica, lo que queran decir era que sufra un asedio demonaco. El trmino no poda ser ms propicio a confusiones. La expresin posesin local es preferible que sea designada como infestacin, reservando la palabra posesin slo para la posesin personal. De lo contrario, cada vez que hablamos de posesin siempre queda la duda si lo dicho vale tambin para la posesin de un lugar. Exorcismo mayor, exorcismo solemne, exorcismo pblico, son expresiones que conviene que sean sustituidas por exorcismo a secas. Y si se quiere resaltar el hecho de que se us el ritual, diremos que fue un exorcismo ritual. Pues de lo contrario, los trminos son tan amplios y admiten tantas combinaciones que se puede dar realmente y sin faltar a la verdad un verdadero exorcismo menor pblico, o un exorcismo mayor privado, etc, etc. Lo que antes se designaba como exorcismo no solemne, menor o privado se denominar ahora como mandatum,

Maleficio: es aquella operacin que se


hace para daar a otro con el concurso de los demonios

Hechizo: es aquella operacin que se


hace para obtener algo bueno pero con el concurso de los demonios

Exorcismo: es el rito por el que se


ordena al demonio salir del cuerpo de un poseso.

Exorcismo ritual: es el exorcismo


que se hace siguiendo el Ritual de Exorcismos

Exorcismo no ritual: es el
exorcismo que se logra con oraciones privadas y no litrgicas

Conjuro: es la orden dada al demonio


en el nombre de Jess para que abandone ese cuerpo

Mandatum: cuando alguien


privadamente y de modo puntual ordena al demonio en el nombre de Jess a que se aleje

Oracin de liberacin : es la oracin


que se hace para acabar con la influencia del demonio en una persona

Demonopata: toda patologa


psiquitrica que cursa con una temtica demonaca.

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oracin de liberacin, o exorcismo no ritual, segn lo que sea en cada caso. La palabra opresin suele usarse por muchos exorcistas para significar influencia. En esta obra se ha preferido usar el trmino influencia. Tal preferencia ha tenido como razn meras cuestiones de matiz. Pero ambas son vlidas.

CaptuloIII

Fenomenologa demonaca

Cuestin 140 Cul es la demonaca?

fenomenologa

La fenomenologa demonaca, por variada que sea, se puede encuadrar en el siguiente esquema.

La influencia es interna es el fenmeno por el que un demonio ejerce cierta influencia sobre el cuerpo, la mente o el espritu de una persona. Mientras que en la influencia externa, el demonio al actuar desde fuera tiene menos poder. Desde fuera es muy difcil poder actuar sobre el cuerpo, como mucho se suelen producir sensaciones: escalofros, sensacin de tener algo pegado al cuerpo, cosas as, pero no enfermedades. Sobre la mente s que la influencia externa puede ser grande, pues el demonio puede tentar con recuerdos, imaginaciones y razonamientos. Pero desde fuera es mucho ms difcil influir en el espritu de la persona, infundindole esa sensacin de desesperacin tan caracterstica de las personas que sufren una influencia interna. La posesin es el fenmeno por el que un demonio en determinados momentos posee el cuerpo de una persona pudiendo moverlo o hablar a travs de l. En cierto sentido, la posesin es una influencia interna que ha llegado a su mximo grado, ya no slo influir, sino dominar el cuerpo en ciertos momentos. Pero obsrvese que ese dominio se produce en ciertos momentos. El demonio, ni siquiera en la posesin, puede hacer lo que quiera con el cuerpo en cualquier momento. Debemos observar que en la tentacin el demonio va y viene, viene y se va. Mientras que en la influencia externa, el demonio est una y otra vez al lado de la vctima, pero fuera de la persona. En la influencia interna est dentro, pero no posee

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ese cuerpo. Mientras que en la posesin se lleva a la consumacin el poder que un demonio puede tener sobre una persona, habiendo una verdadera posesin del cuerpo.

De tal manera es una posesin del cuerpo, que la persona o pierde la consciencia cuando el demonio la mueve o habla a travs de ella, o si est consciente el poseso ve lo que hace con su propio cuerpo sin que pueda hacer nada.

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El demonio clausus es el que no habla, el apertus es el que habla y se manifiesta abiertamente. El demonio abditus es el que est dentro pero no da ningn signo de estar. Cmo sabemos entonces que est dentro un demonio abditus? Pues porque en algn momento ha manifestado su presencia, dando pruebas de que lo que padeca esa persona era de naturaleza demonaca. Para cada fenmeno demonaco que pueda acaecernos, hay un tipo de oracin especfica: Para la tentacin, est el mandatum. Para la influencia interna, est la oracin de liberacin. Para la posesin, est el exorcismo. Para la infestacin, est el exorcismo de la casa Para la influencia externa, el nico remedio es el aumento de la vida de oracin. Siempre que seamos tentados, podemos ordenar al demonio que se marche en el nombre de Dios. Pero si la influencia es externa porque un demonio nos asedia, lo nico que podemos hacer es aumentar nuestra vida espiritual, para que la oracin, la gracia, y la luz de la que se llene nuestra alma, le alejen a ese demonio. Para complementar esta cuestin y tener una visin general, he aadido en la pgina anterior el esquema completo de todos los fenmenos extraordinarios que pueden suceder: Mientras que todos los fenmenos anglicos que pueden suceder se encuadran en el esquema de la columna siguiente: Hay que hacer notar que el mundo anglico y sus fenmenos es mucho ms bello que el demonaco. Pero entender bien el mundo demonaco, supone entender el mundo anglico. Pues un demonio es ngel cado.

Cuestin 141 Qu es la influencia externa?

a influencia externa es la situacin en la que un demonio asedia de forma continuada a una persona. Este asedio puede durar das, semanas o meses. En la influencia externa, si mueve cosas en el lugar donde est la persona, o provoca ruidos u olores, esto puede ser percibido por otros testigos y no slo por la persona que sufre ese asedio. En la influencia interna, el demonio provoca visiones o sensaciones pero que slo son vistas o sentidas por la persona que sufre esa influencia. Contra la influencia externa la propia oracin del interesado es sumamente eficaz y muchas veces basta para acabar con este fenmeno. Cuanto ms asista a misa, vaya a la iglesia, use de agua bendita y haga actos de piedad, ms insufrible har al demonio el estar a su lado. Si bien hay casos en que esta influencia externa es usada por Dios

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como instrumento para la santificacin, y el demonio vuelve por ms que uno ore.

Cuestin 142 Qu es la influencia interna?

a influencia en general es el fenmeno por el que un demonio ejerce cierta influencia sobre el cuerpo, la mente o el espritu de una persona. En este tipo de ataque demonaco el mal espritu no llega a poseer el cuerpo de la persona, de forma que no habla a travs de l. Y si llega a mover algo el cuerpo durante las oraciones (por ejemplo las manos), la persona est consciente. Pero cuando hay una influencia interna el movimiento del cuerpo, si lo hay, es ligero: la persona se pone rgida, agita los brazos, pone caras extraas, pero no pasa de estos signos externos. La influencia interna puede ser sobre el cuerpo provocando determinadas enfermedades. O sobre la mente, provocando una influencia del demonio sobre las potencias del alma induciendo de forma obsesiva a determinados vicios o pensamientos obsesivos. Cuando se ora por una persona que tiene una influencia la reaccin es distinta a la de la posesin. La persona siente un malestar general que acaba concretndose en un lugar concreto del cuerpo. O bien la persona acaba no pudiendo controlar la tensin que le provoca la oracin, y hace movimientos extraos con los miembros, pero sin perder la consciencia. En otras ocasiones la influencia se manifiesta por la tremenda crispacin que se manifiesta en manos o cara, crispacin que suele ser la fase previa a la manifestacin de la posesin, pero que en estos casos nunca se pasa de esta fase previa, es decir, nunca se llega a producir el trance. Y no se produce el trance porque no hay

posesin del cuerpo, sino slo una influencia sobre ste. Para los casos de influencia interna, la persona tiene que recibir oracin de liberacin. Bien sea hecha por el sacerdote para que le libere de esa influencia, o bien sea hecha por un grupo de laicos que oren por l. Siempre es preferible la oracin comunitaria a la de una sola persona, pues el poder de la oracin se suma. Hay que aadir que cuanto ms leve es la influencia del demonio sobre una persona ms difcil es discernir si hay de verdad algo demonaco o no. Pues en materia de discernimiento de las influencias demonacas, es donde el sacerdote suele estar ms a expensas de lo que le diga el que las sufre. La posesin suele tener una manifestacin ms clara, ms perceptible. La influencia demonaca mucho menos. Y cuanto ms leve, ms difcil. Cuando alguien me viene a ver para consultarme qu es lo que tiene y veo que como mucho hay slo una influencia demonaca, y que hasta esto no est claro, suelo decirle: mire, en materia de posesin hablo con seguridad, si le digo que est poseso es que lo est, pero cuando slo hay una influencia no puedo dictaminarlo con la misma seguridad, porque yo slo juzgo por lo externo. Tras eso le doy consejos espirituales y le digo que cuanto ms se fortalezca en la vida espiritual menos poder tendr el demonio sobre l. No obstante, en otros casos la influencia demonaca sobre el cuerpo o la mente de una persona es patente e inequvoca a juzgar por los datos que he dado antes. En esto, como en el discernimiento de la posesin, la experiencia lleva a poder dictaminar con total seguridad en los casos en que ese nivel de certidumbre es posible. No siempre es posible esa seguridad, pues la posesin supone eso: una posesin sobre

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el cuerpo. Mientras que la influencia interna supone tan solo una influencia, mayor o menor, ms o menos segura segn veamos los signos que se producen cuando se ora por la persona. Antes he dicho que la influencia interna puede influir sobre el cuerpo, la mente o el espritu. Algunos se sorprendern de que el demonio pueda influir directamente en el espritu, sin pasar por la mente, pero es as. El demonio puede influir en el cuerpo (produciendo sensaciones e incluso enfermedades), en la mente (poniendo imgenes, razonamientos, palabras, etc) o en el espritu haciendo que la persona sienta desesperacin. ste es el sentimiento ms frecuente, una tristeza que parece superar a la persona, que no sabe de dnde le viene, pero que la siente fortsima. En otros casos, menos frecuentes, siente ira, ansiedad o temor.

Cuestin 143 Cul es la diferencia entre influencia externa e interna?

onsidero que sta es una distincin en la que conviene profundizar y distinguir bien. Pues en este campo de las influencias se hallan la mayor parte de las personas que atiende un exorcista. Casos de posesin hay pocos, pero casos de influencias muchos. En la influencia externa el demonio est fuera, en la influencia interna el demonio est dentro. Esa es la diferencia radical entre ambos fenmenos. En un caso de influencia externa la persona nunca dar ningn signo. Ni entrar en trance, ni se sentir mal, ni nada, porque est fuera. En la influencia interna s que hay signos, porque est dentro. Es decir, cuando el sacerdote ora por la persona, sta siente que se le mueven los parpados, se le ponen los ojos en blanco, o se le mueven las manos,

o comienza eructar, o tiene ganas de vomitar, o siente dolor en una parte del cuerpo. Se le llama influencia interna, porque al mal espritu se le siente dentro cuando se ora por esa persona. Y adems, cuando es liberada, siente a ese espritu que va subiendo y que sale por la boca. La influencia externa la puede padecer un santo. Ejemplo de influencia externa es el cura de Ars arrastrado por el demonio por el suelo de la habitacin. Y no slo santos, por ejemplo una persona que ve que las cosas se mueven, o las puertas que se abren. Cambia de lugar y el fenmeno le persigue. Ejemplo de influencia externa, es la noche oscura del espritu que sufren las personas que se dedican a la oracin, o una crisis de escrpulos que puede durar meses, o terribles tentaciones de desesperacin a pesar de una intensa vida espiritual. Mientras que en la influencia el demonio est dentro, pero sin poseer. La influencia en el cuerpo produce enfermedades, la influencia en la mente es una persistente idea, temor o impulso que el demonio que est dentro introduce en la mente de la persona. Si el demonio estuviera fuera sera una tentacin. Pero cuando est dentro la influencia es mucho ms intensa y persistente que cuando est fuera. Es mucho ms fcil acabar con la influencia externa que con la influencia interna. En la influencia externa con pocas oraciones, del tipo que sean, el demonio se ve obligado a alejarse. A no ser que sea una influencia externa que Dios permite para edificacin del alma, como es el caso de la noche oscura. En los casos en los que la influencia externa es permitida como parte de una etapa de la evolucin espiritual de la persona, las oraciones no acabarn con esa influencia externa. Para muchos sacerdotes, incluso dedicados a este campo, estos tres fenmenos (posesin, influencia externa

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e interna) forman un magma en el que no acaban de distinguir lo uno de lo otro. Pero si se ven muchos casos, las caractersticas de cada fenmeno aparecen perfectamente delimitadas.

Cuestin 144 Qu es la oracin de liberacin?

a oracin de liberacin es la oracin que se hace para acabar con la influencia del demonio en una persona. Suele realizarse por parte de un sacerdote slo o por un grupo de laicos (con o sin un sacerdote) que oran a Dios para la persona sea liberada de toda influencia demonaca. Si en el exorcismo uno conjura al demonio, en la oracin de liberacin, por el contrario, la oracin va dirigida a Dios. Si se trata de un grupo de la Renovacin Carismtica ser utilsimo que el grupo ore en lenguas. Si alguien del grupo quisiera dirigirse al demonio directamente, esa persona debera tener autorizacin del obispo del lugar para hacer tal cosa. Para la oracin de exorcismo se requiere una autorizacin para cada caso. Pero para que un grupo pueda hacer oracin de liberacin basta un permiso general del obispo para los casos que se presenten. Habiendo dejado claro el tema de los permisos episcopales, hay que decir que aunque haya algn momento en que se ordene al demonio salir de una persona, no es un exorcismo. No es un exorcismo primero porque no hay una posesin, segundo porque no se dirige uno al demonio en ningn momento, slo se ora a Dios para que le libere de cualquier mala influencia. Aun en el caso de que se tenga ese permiso para dirigirse al demonio y ordenarle que salga, no es un exorcismo ni litrgica ni jurdicamente hablando. Sino que se trata de una oracin de liberacin en la que se insertan unas rdenes al demonio. Pero si el grupo (o el que dirige ese grupo) carece de tal autorizacin episcopal, bastar orar a Dios para que sea l el que destruya el poder del demonio sobre ese sujeto. Las oraciones de liberacin a veces logran su efecto en pocos minutos,

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pero en ocasiones pueden ser necesarias muchas sesiones. La influencia lejos de ser algo leve, puede ser un fenmeno muy persistente y con graves consecuencias en la salud de la persona. Por eso puede haber casos en que lo mejor sea que el sujeto se pase por uno de estos grupos una vez a la semana para que oren por l unos cuantos minutos cada vez: cinco minutos, diez o quince. En los casos de influencia el incremento de la vida de oracin de la persona puede romper esas ataduras del demonio sobre su cuerpo y su alma. El exorcismus missionalis que aparece en esta obra puede ser rezado por la misma persona cada da, lo cual constituira una oracin de autoliberacin. Los grupos de oracin de liberacin deben ensear a los que se dirijan a ellos pidiendo ayuda, a realizar estas oraciones de autoliberacin. Pues ocurre con cierta frecuencia que estas personas piden toda la liberacin de estos grupos, pero el interesado no suele esforzarse demasiado. En los casos de influencia, el interesado puede hacer tanto por su liberacin como el grupo.

podramos hacer para que llueva o para encontrar aparcamiento. Sapientsimas palabras, nunca en toda esta materia de la lucha contra el demonio debemos poner nuestra confianza en las cosas, sino en Dios. Y adems, el que no exista una oracin determinada y especfica para la liberacin da la libertad de adaptarse en cada caso con lo que se crea ms adecuado. De todas maneras, sugiero aqu como organizar este ministerio de la liberacin de las influencias del demonio: 1. Todos de rodillas, pueden comenzar con una peticin personal en silencio a Dios para que les ayude a llevar a cabo ese ministerio. 2. El que dirija el grupo, pedir a Dios en esa oracin personal silenciosa que le inspire lo que deba hacer, que ayude a discernir y que no permita que se caiga en el error en el tratamiento de ese caso. 3. Si se cree conveniente, el que dirija el ministerio que haga una oracin en voz alta improvisada. 4. Invocar a todos los santos con la letana. 5. Rezar un salmo o leer un pasaje de la Sagrada Escritura. Siempre es bueno pedir a Dios con sus mismas palabras o escuchar lo que l nos tiene que decir. 6. Oracin deprecativa a Dios, pidiendo que libre de toda influencia maligna a esa persona. 7. Insistir en las oraciones deprecativas, en las rdenes, alternndolas con cantos, rosarios, oracin en lenguas, etc, segn el criterio que vea conveniente el que dirija el rato de oracin.

Cuestin 145 Cmo hacer liberacin?

la

oracin

de

o existe un ritual determinado para este tipo de oracin. Aunque el Ritual de exorcismos ofrece en el Apndice II unas oraciones bajo el ttulo Splicas que privadamente pueden ser usadas por los fieles en la lucha contra los poderes de las tinieblas. El buen padre Orfila, sacerdote de la dicesis de Gibraltar, con experiencia en el tema de la liberacin me escribi en cierta ocasin: No existe una oracin especfica para la liberacin. Oramos por la liberacin del mismo modo que lo

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He dicho antes que haba que pedir en esa oracin personal silenciosa a Dios que le inspire lo que deba hacer. Eso es muy importante, porque tanto el exorcismo como la oracin de liberacin supone una autntica lucha con entes espirituales. Y de ah que debamos pedir a Dios que nos ilumine en esa batalla. Batalla en la que nosotros atacamos y ellos slo resisten. Al recitar la letana de los santos pedimos a nuestros ejrcitos que vengan en nuestra ayuda. La oracin dirigida a Dios (sin dar rdenes al demonio, ni dirigirse a l para preguntarle nada) es una medicina sin ninguna contraindicacin. Es una pena que la Iglesia tenga ese tesoro de oraciones y a veces quede infructuoso. Incluso si la persona no tiene ninguna influencia demonaca, esas oraciones supondrn no slo un aquietamiento psicolgico para la persona que busca desesperadamente ayuda, sino una verdadera efusin de gracia por parte de Dios. Si pedimos, la accin real de Dios actuar benficamente tanto sobre el que padece un influjo del demonio, como sobre el que padece un problema de sugestin o miedo patolgico. Ofrezco a continuacin algunas de oraciones del Apndice II del Ritual de Exorcismos. Todas ellas pueden utilizarse en la oracin de liberacin o por la propia persona que necesita ayuda.

pueblo la fuerza. Por Cristo nuestro Seor. Amn.

Invocaciones
a nuestro Seor Jesucristo ................................................................... ............. Jess, Hijo del Dios vivo, ten misericordia de m. Jess, imagen del Padre, Jess Sabidura eterna, Jess, esplendor de la luz eterna, Jess, Hijo de la Virgen Mara, Jess Dios y hombre, Jess, Sumo Sacerdote, Jess, heraldo del reino de Dios, Jess, camino, verdad y vida, Jess, pan de vida, Jess, vid verdadera, Jess, hermano de los pobres, Jess, amigo de los pecadores, Jess, mdico del alma y del cuerpo, Jess, salvacin de los oprimidos, Jess, consuelo de los abandonados, T que viniste a este mundo, ten misericordia de m T que liberaste a los oprimidos por el Diablo, T que pendiste de la Cruz, T que moriste por nosotros, T que yaciste en el sepulcro, T que descendiste a los infiernos, T que resucitaste de entre los muertos, T que ascendiste a los cielos, T que enviaste al Espritu Santo a los Apstoles, Tu que te sientas a la derecha del Padre, T que has de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Por tu encarnacin, lbrame, Seor por tu nacimiento, por tu bautismo y tu santo ayuno, por tu Cruz y tu Pasin, por tu muerte y resurreccin, por tu admirable ascensin, por la efusin del Espritu Santo,

Oracin
................................................................... ............. Dios omnipotente, que a los abandonados los haces habitar en tu casa, y concedes la felicidad a los cautivos, mira mi afliccin, y ven en mi auxilio, vence al enemigo inicuo, de modo que superada la presencia del adversario, mi libertad alcance su descanso y restituido a la tranquila devocin pueda confesar que eres admirable y que concediste a tu

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por tu gloriosa venida, Slvame, Cristo Salvador, por la fuerza de tu Cruz + [el fiel puede signarse]. T que salvaste a Pedro en el mar, ten misericordia de m. Por el signo de la Cruz +, lbranos de nuestros enemigos, Dios nuestro. Por tu Cruz + slvanos, Cristo redentor, que muriendo destruiste nuestra muerte y resucitando restauraste la vida Honramos tu Cruz +, Seor. Recordamos tu gloriosa Pasin. Ten compasin de nosotros, tu que padeciste por nosotros. Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu santa Cruz + redimiste al mundo.

Invocaciones
a la dichosa Virgen Mara ................................................................... ............. Bajo tu proteccin nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desoigas nuestras splicas. Antes bien lbranos de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita. Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros. Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros Concdeme alabarte, Virgen sagrada. Dame fuerza contra tus enemigos. Madre ma, confianza ma. Virgen madre de Dios, Mara, suplica a Jess en favor mo

Cuestin 146 Qu es la infestacin?

provocar ruidos u olores. La infestacin nunca provoca la posesin de ninguna de las personas que viven en ese lugar. La causa de infestacin suele ser que en ese lugar se hayan practicado con frecuencia ritos esotricos o satnicos. Para acabar con la infestacin de un lugar hay unas oraciones especficas en el ritual de exorcismos. El sacerdote no sea fcil en creer los testimonios acerca de lo que ocurre en una casa, salvo que haya testimonios concordes de al menos dos testigos. As como cuando un poseso viene a ver al sacerdote se puede orar y comprobar la manifestacin del demonio, en el caso de la infestacin no ocurre nada cuando el sacerdote ora en ese sitio infestado. De forma que en todo depende de lo que le digan. Por eso no hay forma alguna de alcanzar seguridad acerca de si hay una verdadera infestacin o todo es sugestin. La nica forma de alcanzar alguna seguridad es que haya varios testimonios coincidentes acerca de los hechos extraordinarios que se refieren. En esos casos el sacerdote puede orar una vez en la casa y despus animar a la familia a que cada da se rena cada da para orar todos juntos. Pueden rezar el rosario, leer la Biblia unidos, echar una vez al da agua bendita por las habitaciones, reunirse ante una imagen sagrada y suplicar su proteccin, etc. En estos casos las familias piden al sacerdote que lo haga todo, pero el sacerdote debe hacer entender a sus inquilinos que ellos mismos pueden hacer lo que le piden a l. La oracin unida de una familia puede perfectamente quebrantar el poder del demonio sobre ese lugar si perseveran orando juntos durante semanas o meses.

a infestacin es el fenmeno por el que un demonio posee un lugar. El demonio al poseer un lugar puede mover cosas a voluntad o

Cuestin 147 Existen los fantasmas?

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na vez que uno distingue bien entre posesin e infestacin, aparece un tercer fenmeno distinto de los otros dos: los fantasmas. Los fantasmas son apariciones de personas que estn en el purgatorio. Las caractersticas de estas apariciones son siempre las mismas y muy distintas de la infestacin: 1.el alma se aparece con forma humana 2. no dice nada 3.se aparece con carcter amenazante y terrorfico Nunca mueve objetos, ni produce ruidos. Cuando se aparece se queda mirando, con cara de pocos amigos, y despus desaparece sin ms. Sabemos que no es un demonio porque adems de que el fenmeno nunca va a ms, desaparece si se dicen misas y oraciones por su alma. Esas apariciones son un modo de llamar la atencin para que se rece por ella.

espiritual. La tentacin purifica y fortalece, y podemos tener la plena seguridad de que Dios no permitir que seamos tentados ms all de nuestras fuerzas. La tentacin es un combate espiritual, somos soldados de Cristo, y estas luchas invisibles son parte de nuestra prueba sobre la tierra. Los demonios tuvieron su prueba y nosotros tenemos la nuestra. Podemos evitar el pecado, pero no hay forma de evitar la tentacin.

Cuestin 149 Qu son los demonios ncubos y scubos?

Cuestin 148 Qu es el mandatum?

andatum es la orden dada privadamente y de modo puntual ordenndole al demonio en el nombre de Cristo a que se aleje. Cuando una tentacin se prolonga y es de una gran intensidad, cualquier persona en silencio, en su interior, puede dar la orden al demonio de lujuria, de tentacin contra la esperanza, o contra la fe, etc, que se aleje. Por poner un ejemplo basta con que mentalmente le ordene: en el nombre de Jess, espritu de rencor aljate. Ese mandatum practicado una sola vez y con fe, suele dar resultados tan inmediatos como sorprendentes. Pero aunque el mandatum aleja al demonio de forma automtica, posteriormente puede volver. Y la persona debe entender que la tentacin forma parte integrante de su evolucin

xiste una tradicin literaria segn la cual a algunos varones se les apareceran demonios scubos con los cuales podran mantener relaciones sexuales. Mientras que a las mujeres se les apareceran demonios ncubos, demonios adecuados para que pudieran mantener relaciones con las fminas. Incluso la tradicin literaria deca que los demonios scubos tendran la finalidad de recoger la semilla del hombre, para despus a travs de un demonio ncubo poder dejar embarazada a la mujer. La idea de la existencia de embarazos demonacos es una idea completamente literaria y ficticia, no conozco ningn caso real ni en el presente, ni en la Historia. Aunque, materialmente es evidente que sera posible. Es decir, materialmente no habra problema alguno en que un demonio recogiera la semilla de un hombre por este medio y la depositara en la mujer a travs de un ncubo. Pero, repite, no se ha dado ningn caso que haya tenido un mnimo viso de credibilidad. Dejando claro esto hay que s existen espritus ncubos, es decir, los

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que tienen relaciones con mujeres. Y, en mucha menor medida, espritus scubos, los que tienen relaciones con hombres. Si estos espritus son demonios o almas de seres humanos que no entraron en el Cielo, es algo difcil de saber. Lo que refieren las personas que han sufrido este fenmeno es que los sienten con cuerpo, aunque no pueden verlos. Al principio pensaba que los demonios ncubos eran una ficcin, hasta que me lleg un caso de una seora que me cont un caso de un fenmeno demonaco muy curioso que por sus caractersticas concretas no haba ledo yo nunca. Como estaba seguro de que aquella mujer era seria y cuerda, tom buena nota del caso pero no le di mayor importancia. Hasta que al cabo de un ao me apareci un segundo caso. Ya el segundo caso me dej muy pensativo pues los detalles concordaban perfectamente con el primer relato. Pero cuando me encontr con el tercer caso concordante, me di cuenta de que efectivamente poda existir este fenmeno demonaco. Las tres mujeres refirieron que sintieron que alguien les tocaba, incluso que les penetraba. Pero que no podan moverse, que queran gritar, pero que no podan. Aun estando el marido al lado en la cama esa noche, no pudieron ni siquiera hacer un gesto que pudiera despertarle. El relato de estas mujeres (y de las muchas ms que he escuchado en los aos siguientes) no abundaba en ms detalles, no ofreca ninguna referencia visual, no eran relatos barrocos, sino muy sobrios. Conocer en profundidad a estas mujeres y estar seguro de su cordura fue lo que me hizo pensar que haba algo ms que un fenmeno literario. Este tipo de fenmeno es una influencia externa, no tiene por qu ser signo inequvoco de una posesin. Una mujer puede sufrir esto una vez en la vida y no repetirse nunca ms. Si el demonio

ncubo aparece con frecuencia, habr que examinar cuidadosamente a la persona orando por ella, para averiguar si se trata de una influencia o de una posesin. El espritu scubo es mucho ms infrecuente que el ncubo, es decir, es ms infrecuente que este tipo de espritus sean sentidos 13 por hombres que por mujeres. Aun as escuch, por citar slo un ejemplo, el caso un sacerdote que siendo seminarista, una noche, sufri este fenmeno. Nunca ms lo volvi a sufrir, pero est totalmente cierto de que lo que sucedi esa noche fue real. Sinti una presencia sobre su cama, notaba que era una mujer, poda palparla, se trataba de una mujer exuberante. El seminarista que siempre haba sido completamente casto, se qued quieto pero dej que esta mujer se acercara. Boca arriba sinti como ese espritu se le una. Nunca ms volvi a sufrir esta experiencia.

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Obsrvese que no utilizo el verbo aparecerse sino el verbo sentir.

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CaptuloIV

Casos

os casos de posesin que aparecen en la mayora de los libros sobre el demonio tienen el problema de no haber sido presenciados directamente por aquel que finalmente los puso por escrito, sino que se basan en testimonios. Y por lo tanto siempre plantean el problema de la fiabilidad, hasta qu punto sucedieron las cosas tal como las cuentan los testigos? Mi experiencia es que en este campo los impresionados testigos suelen magnificar las cosas, ya no digamos nada si entre el hecho y su puesta por escrito han pasado algunos aos. Por eso el valor de esta parte del libro es que yo puedo dar fe de lo que aqu se cuenta, ya que estos casos los he conocido y tratado yo personalmente. En la relacin que har de cada persona tratada siempre distinguir claramente entre lo que la persona me cuenta y aquello de lo que fui testigo directamente. Evidentemente slo puedo dar fe de lo que he visto, acerca de lo que me cuentan ni yo mismo a veces puedo hacer un juicio claro. Creo que para los especialistas (tanto exorcistas como psiquiatras) ser de utilidad por fin disponer por escrito de un buen nmero de casos seguros y que reflejen la variedad de tipos de posesos que pueden llegar a un departamento diocesano de atencin a supuestos posesos. Por otro lado, la utilidad tambin de esta recopilacin de casos que ha durado aos, est en dar a entender a los exorcistas que la inmensa mayora de los

casos que llegan a nosotros son casos que estn muy lejos de cualquier tipo de espectacularidad. Y que, por el contrario, requieren de los que los atendemos de una gran paciencia por lo tediosos que son, teniendo que ver muy a menudo ms con una labor de confesionario o de asesoramiento psicolgico que con labores que tienen que ver ms con guiones de cine que con la realidad diaria de nuestro trabajo. Hay casos espectaculares, pero son pocos. Incluso en los casos en los que hay una accin demonaca invisible influyendo, en la mayor parte de esos casos su accin es tan invisible y sutil que no tienen nada de extraordinario. Sin duda, conocer en detalle el da a da de este ministerio a travs de estos casos, va a quitar mucho misterio a esta labor, pero haba que plasmar lo ms fielmente posible la realidad, por muy desmitificadora que sea sta. Los casos que pongo a continuacin tratan de mostrar con la mayor amplitud posible la gama de fenmenos demonacos que puede tener que atender el exorcista, la gama de casos que llamarn a su puerta pidiendo su consuelo y ayuda. En la recopilacin que sigue hay casos extraordinarios y sorprendentes, casos que s que seran adecuados para una pelcula, pero que no se equivoque el futuro exorcista: son casos recopilados aqu son tantos por haber sido reunidos despus de aos de atender a muchas personas, casos que no constituirn la labor ordinaria del que se dedique a este ministerio. Esta lista de casos que sigue trata de ser representativa, no omnicomprensiva de todo lo que me ha llegado en estos aos. Transcribir aqu todos mis archivos acerca de casos hubiera sido tedioso y sin duda repetitivo. He preferido simplemente mostrar la gama de hechos que pueden llegar a suceder.

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Caso 1

l caso ms importante que he tenido en mi vida ha sido el de una chica a la que he dado en llamar Marta. Un caso por el que llevo rezando ya cinco aos, y al que se sum otro sacerdote orando conmigo a partir del tercer ao. Entre los dos rezamos tres horas y media cada semana. Este caso, inconcluso todava, es tan largo y prolijo de detalles, que aqu slo va a poder ser resumido en sus lneas ms generales. Una explicacin cabal requerira un libro slo para explicar este caso. Marta era una universitaria en la que aparecieron signos de posesin: trances, convulsiones, perfecto entendimiento de lenguas por ella desconocidas, hablaba lenguas extraas, mostraba aversin a lo sagrado, etc. En ocasiones conoca cosas completamente ocultas que yo a nadie haba comentado. Por supuesto entenda el latn cuando le hablaba en ese idioma. Incluso en tres ocasiones lleg a levitar, una de ellas encima de un silln. Yo no fui testigo de ninguna de estas levitaciones, pero s del resto de fenmenos aqu descritos. Cinco aos de oraciones, a razn de ms de tres horas semanales como media, es algo que acaba con la paciencia de cualquiera. Pero ni su madre, ni yo, albergamos la menor duda acerca el carcter sobrenatural de lo que ella padece. En las sesiones han salido muchos demonios, pero la razn de que el caso haya sido tan largo, al principio, radicaba en que exista un chico obsesionado por ella (obsesionado por obtenerla sexualmente) y el cual perteneca a una secta satnica. Los demonios a travs de ella, en las sesiones de oracin, nos decan que ese joven segua invocando al demonio para conseguirla. La secta entera, en ocasiones, invocaba al demonio con ese propsito, habindose planteado l este

asunto como un reto. Nosotros exorcizbamos a los demonios, pero el chico obsesionado con ella volva a invocarlos para que entraran. As semana tras semana. El Seor nos dio a entender, por medio de la misma posesa, que el nico modo de acabar con esa situacin era orar por el miembro de la secta satnica para que se convirtiera. Si no se convirtiera, Dios mismo pondra solucin a esta situacin. El caso se haba alargado tanto para dar tiempo al miembro de la secta satnica a que se arrepintiera, antes de que la justicia divina cayera sobre l con todo su peso de eternidad. Aunque tambin se nos dijo muy a menudo, que el caso era tan largo porque el Seor por sus sufrimientos estaba ayudando a muchos otros casos a lo largo y ancho del mundo. Es decir, la idea de corredencin, La idea cristiana de que nuestros sufrimientos (si son recibidos con amor o, al menos, con resignacin cristiana) son transformados en gracias que ayudan a otros seres humanos. El nombre del chico dej de aparecer en las sesiones, y este segundo aspecto, el del valor sobrenatural de la perseverancia en el sufrimiento, pareca que era la nica razn para que Dios permitiera una duracin tan prolongada. En este caso, a travs de ella, en ocasiones, los ngeles nos hablaron, dndonos aliento, movindonos a la fe y el amor a Dios. A veces, olimos perfumes en una parte concreta del aire de la capilla. Seguimos orando por ella con la tranquilidad de que ninguna oracin es infructuosa y que la obediencia a los planes de Dios obtendr su premio.

Caso 2

L
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a noche de Halloween, un nio de once aos not que una sombra se le acercaba. Yo le pregunt a la familia si ese da el nio haba hecho algo especial. Se me dijo que ese da, su hijo no haba hecho nada de especial

relevancia, salvo disfrazarse de calavera con un machete y con una bola de la que surga sangre. Era un disfraz para la fiesta del colegio que desagrad a su madre por lo excesivamente sangriento que era, pero ya estaba comprado. Yo no vi claro que el disfraz tuviera relacin con el hecho de que una presencia se le manifestara. Lo cierto es que esa noche fue cuando se dio el primer sntoma de todos: la aparicin de la primera figura humana. A los dos o tres das comenzaron para el nio las pesadillas, temblores y mucho miedo, vea ms figuras humanas por la casa, especialmente por un pasillo. De la habitacin de su dormitorio a la cocina haba que llevarlo en brazos tapada la cabeza con una manta porque era tal el pnico que las figuras del pasillo le daban, que se negaba a pasar por ah. Pues en un lugar concreto del pasillo vea a personas que le queran agredir. Comenzaron las noches en las que hasta las 2 o 3 de la maana no poda dormir el nio por el miedo terrible que le provocaba la visin de esos hombres. l vea hombres, no algo parecido a hombres, sino hombres normales que le decan cosas, le insultaban y amenazaban. Esos hombres llevaban un machete. El nio refera que a uno de ellos le vea con sangre, y con la cara tapada con algo negro. Tambin aparecieron en sueos, uno de le persegua para matarlo Estos sntomas fueron agudizndose. As que los padres decidieron consultar a una tarotista, por probar. La seora dijo que ella poda solucionar ese problema. Les cobr 300 euros y le dijo a su padre que se marchara a casa que ella esa noche a solas hara lo que tena que hacer. El padre haba ido a consultar solo sin llevar al nio. No se sabe qu hizo ese da aquella pitonisa, pero lo cierto es que ese mismo da por la noche fue cuando el

nio queda poseso. El nio por primera vez ya no es que vea hombres a su alrededor, sino que un ser maligno habla a travs del nio y lo mueve furioso por la casa, como si el demonio le hubiera entrado dentro. En los das siguientes comenzar un comportamiento que les va a acompaar durante cinco largos e inacabables meses. A veces el nio se autolesionaba con cristales o hierros. Desde que queda poseso no podrn comer con l en la cocina, porque se diriga hacia los cuchillos y los agarraba para tratar de matarse. Durante meses tendr que hacer todas sus comidas slo con cuchara y tenedor, pero nunca con cuchillo. Pues ante la presencia de una hoja afilada la agarra y trata de clavrsela o amenaza a la familia con ella. En otras ocasiones se produce la prdida de su voz y slo puede susurrar. Otras veces no puede tragar nada y se tiene que pasar medio da o un da sin comer ni beber absolutamente nada. Una vez llegar a estar da y medio sin comer ni beber. Como es lgico, a los pocos das de comenzar esta conducta, los padres llevaron al nio al mdico de la Seguridad Social, el mdico los deriv de inmediato al psiquiatra. Despus de hacer todas las pruebas, se le diagnostic un cuadro de alteracin de conducta de inicio brusco. Durante el medio ao de tratamiento, el nio no mejorar. Tras varios meses, despus de probarlo todo, la psiquiatra acabar por recetarle slo tranquilizantes. Y algo despus, finalmente, la especialista reconocer su impotencia para curarlo y se limitar a ordenar que el nio ya no puede perder ms clases y que por tanto ha de ir al colegio en ese estado. La madre insisti en que el nio formara un espectculo tremendo en la clase cada da. Pues que lo encierren en una sala del colegio con llave hasta que se calme, fue la respuesta. La madre intent hacerle comprender que

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slo en una sala rompera algn cristal para clavrselo. Pero la psiquiatra fue tajante. El colegio de ningn modo acept que el nio en ese estado asistiera a las clases. Los profesores, despus de deliberar, decidieron una medida excepcional que en ciertos casos se practicaba y que consista en que el Ministerio de Educacin le enviara un profesor particular a su casa para que hiciera lo que pudiera. Fue en esta situacin cuando los padres que nunca haban sido practicantes en materia de religin y que incluso tenan muchos prejuicios contrarios a la Iglesia y los sacerdotes, decidieron ir a consultar a un sacerdote. Ese sacerdote los hizo venir a mi parroquia. La historia que me cont la familia entera (los padres y un hermano de dieciocho aos, ms el nio) es la que he relatado aqu. Meses despus les ped que me trajeran los informes del hospital para ver con exactitud que sntomas haba provocado la posesin en ese nio. Cada posesin provoca unos sntomas determinados, el informe clnico del ingreso en el hospital lo transcribo aqu literalmente, todo lo dice el informe ms las anotaciones posteriores. Informe clnico de ingreso . Esta siendo visto en este centro por un cuadro de miedos nocturnos, insomnio de conciliacin y alucinaciones visuales de tipo histeriforme y ansiosas. El diagnstico que consta en la historia clnica es de SINTOMATOLOGA DISOCIATIVA Y SOMATIZACIN (en mayscula y subrayado). (f45.0 y f44.0) Actualmente sin causa orgnica que lo justifique (eeg y tac craneal normal). A consecuencia de dichos sntomas requiere un ingreso hospitalario para

estudio y se pauta un tratamiento psicofarmacolgico con evolucin positiva pero lenta. La mejora clnica es positiva pero lenta. Dada la incapacidad que ahora posee el nio, sera recomendable un apoyo escolar en casa. A los padres, a lo largo de los meses siguientes, les ped varias veces que me volvieran a describir el comienzo de todo el cuadro y sus sntomas. En una de esas veces, les ped que se fijaran slo y exclusivamente en los sntomas de tipo fsico. De la conversacin con toda la familia presente (menos el nio) hay que hacer las siguientes aclaraciones externas al informe presentado antes. El nio tres meses antes de este informe, en el mismsimo comienzo de todo, comenz a sentir punzadas en la tripa, tan fuertes que dej de comer progresivamente. El dolor era tal que ante la vista de sus padres se doblaba de dolor y no poda ni moverse. Para andar trechos largos y evitar estas punzadas haba que tomarlo a cuestas. Ante esta situacin fue ingresado durante diecisiete das en un hospital en el que se le diagnostic anemia e irritacin en el ilen14. Estas punzadas se fueron reduciendo cuando empezaron las primeras manifestaciones del demonio y las crisis de furia. Desde la redaccin del informe psiquitrico arriba transcrito hasta que vinieron a verme a m, transcurrieron dos meses. Slo estuvo ingresado en la planta de psiquiatra un fin de semana. Despus su caso fue seguido desde el hospital, pero viviendo en casa con su familia. El nio fue tratado por el jefe de la planta de psiquiatra. E incluso fue

14

El ilen es una parte del intestino.

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caso de estudio para todo el equipo de psiquiatras por lo interesante que era.

inalmente tras dos meses de tratamiento, como el nio deca ver figuras humanas y demonios, consideraron el trastorno como una obsesin que alguien le hubiera inducido. Considerando el caso como un trastorno lmite de la personalidad. Aunque en el informe transcrito se dice que hay una evolucin positiva pero lenta, los padres lo niegan totalmente. No hubo ningn tipo de mejora por pequea que fuera. Desafortunadamente, el demonio que tena dentro poda elegir los momentos para manifestarse y los momentos en que saba que deba permanecer oculto. Y as nunca se produjo ni una sola crisis (una de las diarias crisis en que la otra personalidad emerga) cuando estaba el presente el mdico, ni una sola vez. Incluso cuando estaba ingresado en el hospital si se produca una crisis de furia y llamaban a la enfermera para que avisara al psiquiatra, el nio volva en s antes de que llegara el mdico, y despus la voz les deca que les iban a tomar por locos a ellos y no a l. Las crisis nunca las vio el mdico, pero como yo comprob s que fueron testigos de ellas los dos padres y su hermano de dieciocho aos. Estos fueron los hechos que me refirieron acerca del caso cuando lleg por primera vez a mi parroquia. Aquella primera vez que vinieron a verme, cuando el coche de los padres aparc delante de mi iglesia el padre me pregunt que dnde llevaba al nio, pues desde que haban aparcado delante del templo el nio no poda andar, ni apenas hablar, salvo con un susurro. El padre carg al nio sobre sus espaldas y lo baj a la cripta donde hacamos las oraciones. Una vez dentro de la capilla, el comportamiento de aquel nio cambi

radicalmente: la voz era horrible, spera y grosera, como de alguien adulto, profera insultos soeces, me escupa continuamente, se rea de mis oraciones, repeta despectivamente que no serviran para nada. La fuerza del nio en aquella primera sesin de oracin era sorprendente. Su padre (un hombre muy fuerte) y su hermano de dieciocho aos (muy aficionado a las artes marciales) tuvieron que emplearse a fondo para mantenerlo tumbado sobre la colchoneta. Pero el nio se escurra, inasequible al desaliento. Rezamos por l una hora, despus les di a los padres los consejos habituales de las oraciones que deban aconsejar al nio que hiciera cada da.

n la segunda sesin, el nio volvi a escupir a la imagen de la Virgen, al sagrario. Repeta gritando el nombre de Shambal, como si fuera el nombre de un demonio que pudiera venir a ayudarle. El demonio que hablaba a travs del nio, siempre se mostraba despreciativo. Llevbamos rezando un buen rato por el pequeo poseso, cuando sent en mi interior que deba abrazar al nio. El nio slo manifestaba odio, as que sent de un modo muy profundo que el abrazo amoroso sera algo que desarmara al odio. Los padres presentes me preguntaron incrdulos si estaba seguro de que yo quera que lo soltaran para darle un abrazo. La verdad es que interiormente tuve que resistir al miedo, porque el nio pegaba todo tipo de golpes a los que le sujetaban y les agreda con una rabia y ferocidad increbles. Acercarme a l sin que dos personas le sujetaran supona arriesgarme a que mis gafas salieran volando varios metros del primer puetazo que me propinara. El nio era ciertamente muy peligroso, a que fsicamente poda provocar daos muy serios. Pero internamente senta que haba que hacer eso, as que le ped

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internamente a San Miguel que fuera l el que lo sujetara, que yo me concentrara en hacer un acto interno de caridad hacia esa persona atribulada. Aunque tuve que repetir varias veces la orden de que lo soltaran, al final obedecieron. Ante mi sorpresa, el abrazo y el acto interior mo de gran amor hacia ese nio no pareci perturbar lo ms mnimo al demonio que haba dentro de ese cuerpecito. El espritu maligno con el mismo descaro e imperturbabilidad se ri de esa nueva medida. Curiosamente aunque trat por todos los medios de que no lo abrazara, una vez que lo hice se vio imposibilitado de huir de mis brazos que apenas tuvieron que hacer fuerza para sujetarlo. Gracias a Dios, no me arranc el pelo. Varias veces agarr un mechn de mi cabeza con sus manos y framente me dijo: y ahora vas a ver como lo arranco de un tirn entero. Sin embargo, una fuerza invisible, en el ltimo instante, le detena, pues al cabo de medio minuto soltaba el mechn. Durante los tres cuartos de hora que le tuve abrazado, tem la posibilidad real de que de pronto viera en su mano un gran mechn de mis pelos arrancado, tem por mis gafas, por mis ojos, por mi nariz que me la hubiera podido romper sin lugar a dudas. Estar abrazado a este nio diablico era estar abrazado a alguien que quera hacerte el mayor dao posible y te tena a mano y que haba demostrado ser difcilmente controlable por dos adultos fuertes. Sin embargo, por alguna razn, tena la seguridad de que en esa fase del exorcismo lo nico que se poda hacer era eso: dar amor a travs de ese abrazo. Pero el mismo Dios que no permiti que me hiciera ninguna herida grave, permiti que me diera golpes con la palma de su mano sobre mi calva y sobre mi nuca. Los golpes eran muy fuertes, con toda su fuerza. Y adems antes de drmelo, sdicamente, con

detenimiento, sin ninguna prisa, sealaba con el ndice el lugar donde me iba a pegar. Y despus con voz burlona me deca cosas del estilo: huy, que pena, el dao que te voy a hacer, preprate porque ste s que va a ser fuerte. Y acto seguido me golpeaba all con todas sus fuerzas. Despus, burlonamente, me preguntaba: te ha dolido? Como yo no contestaba a ninguna de sus preguntas, aada: bueno, no importa, el siguiente va a ser peor. Y efectivamente, volva a sealarme otro lugar de la calva o la nuca y tras unos comentarios jocosos, descargaba la palma de su mano con todas sus fuerzas que eran muchas. Aquello estuvo todo el tiempo al borde de mi resistencia. Pero resist porque me di cuenta de que para liberar al nio, no poda yo hacer nada mejor que ofrecer mi sufrimiento. Me vena el pensamiento de que si Jess haba no slo orado por liberarnos, sino que tambin haba ofrecido al Padre sus padecimientos fsicos, as tambin convena que yo no slo orara, sino que ofreciera sufrimientos. Y as yo estaba all sufriendo por mano de ese demonio a travs de ese cuerpo que dominaba, para liberar a ese mismo cuerpo de ese demonio. En un momento dado, fue como si yo sintiera el amor de Dios hacia ese nio y fue entonces cuando el poseso pudo, por primera vez, repetir frases de alabanza a Dios que le dije. Debo decir que las repiti tranquilo, sin odio. se era el fruto de ese tiempo de oracin intensa unido a mi sufrimiento corporal: los lazos del demonio sobre ese cuerpo se haban debilitado. Aunque ese debilitamiento slo se nos mostrara durante algunos momentos breves que apenas llegaban a un minuto. Algo ms de una hora despus del comienzo, dimos por terminada la sesin. Externamente pareca que no habamos logrado casi nada. Pero aunque no viramos mucho progreso, el demonio

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sin duda estaba perdiendo poder sobre ese cuerpo, aunque se cuid muy mucho de manifestar nada que nos diera la ms mnima esperanza. En aquella segunda sesin habamos visto al nio menos furioso y haba ofrecido menos resistencia fsica, haba comenzado el declive del espritu, y ese debilitamiento se iba a ir acentuando sesin tras sesin: cada vez ejerca menos fuerza, cada vez sus crisis eran menos furiosas. Insist a los padres en que tenan que lograr que el nio rezara algo, aunque fuera slo con la boca sin prestar mucha atencin. Tambin logramos que su prroco le diera la comunin a solas, con la iglesia vaca, para que no hiciera ningn escndalo en la misa.

beber por ms que trataran de hacerle beber un poco de lquido con una cuchara, era una situacin angustiosa no slo para la madre sino tambin para m. Yo le insista una y otra vez que rezaran con mucha intensidad para que pudiera volver a tragar, pero que se pusieran un lmite claro ms all del cual lo llevaran a las urgencias de algn hospital. Les dije que, en cualquier caso, por ninguna razn dejaran pasar ms de un da sin que el nio bebiera. Eso en verano era mucho tiempo. Unas horas angustiosas que parecan transcurrir lentamente para todos y en las que no veamos el fruto de las oraciones hasta que el nio por fin beba algo por poco que fuera.

urante los das siguientes, el mayor problema, verdaderamente preocupante, fue la alimentacin del nio. El demonio no le dejaba ni comer ni beber. Ante una llamada desesperada de la madre, angustiada por este asunto, le dije que si pasaba ms de un da entero sin beber que lo llevara a urgencias al hospital. Hubiera yo rezado por l antes de llevarlo a un hospital, para intentar que comiera, pero vivan a muchas horas de distancia de mi dicesis. En ese momento no lo saba, pero ahora s que mi oracin a distancia hubiera hecho tambin efecto. No tanto como si hubiera estado presente, pero lo hubiera tenido. Aunque en ese tipo de situaciones, la oracin de los familiares poda forzar al demonio a que finalmente pudiera comer, como ocurri muchas veces durante ese periodo de tiempo angustioso que dur varias semanas. El demonio hubiera querido dejarlo morir deshidratado, pero la oracin le forzaba a no poder hacer eso ms que durante una tarde o un da entero como mucho. Cuando la madre me llamaba para decirme que llevaba tanto o cuanto tiempo sin poder ni comer ni

na semana despus, tuvo lugar la tercera sesin. El nio no estaba en la capilla tan agresivo. Hizo lo mismo que las dos sesiones anteriores, pero con menos intensidad. Despus de orar un rato, volv a abrazar al nio haciendo yo lo mismo que la sesin anterior. El nio me agredi menos. Si la primera vez lo que daba eran golpes con la palma de la mano, esta vez eran mordiscos en el cuello o las mejillas. Dios no le permiti que llegara a cerrar la boca arrancndome un trozo de carne, pero s que me dej varias dentelladas superficiales. Dios no le permiti que fuera ms all. Al abrazarle, senta que deba hacer eso, oraba yo en silencio muy concentrado, sujetndole abrazado a l, el chico de pie y yo sentado. Mientras, senta yo internamente que a travs de m era Jess el que le abrazaba transmitindole amor. Pienso que exista en una inspiracin interna a hacer eso, una teologa del cuerpo en la que la accin de Dios se transmita no slo por la oracin, sino tambin por la manifestacin del amor de Dios a travs del cuerpo. El demonio muestra su odio a travs de una corporalidad (el cuerpo del poseso), y nada poda ser ms torturador

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para ese espritu maligno que recibir cario de un modo visible y tangible en esa misma corporalidad sobre la que ejerca su despotismo. El amor era como si le atase primero y despus penetrase en l. Aun as, atado y desarmado ese espritu (aunque no de forma completa), la sesin acab con el demonio rindose y repitindonos que no habamos logrado nada. El demonio haca eso para desalentarnos, pero bien saba l que cada sesin debilitaba ms su poder. Aunque si le echbamos agua bendita, para desmoralizarnos cantaba como si estuviera en la ducha. Si le acercbamos un crucifijo, deca con toda calma: bah, eso no me hace nada. Si le exorcizbamos del modo ms solemne y fervoroso, nos despreciaba y me deca con tranquilidad: no tienes ningn poder sobre m. Tras la semana que sigui a la tercera sesin, en su casa, se dio un extrao cambio. El nio comenz a comportarse como un perro. Durante un cuarto de hora o media hora, el nio andaba a cuatro patas, olfateaba todo, lama cualquier cosa por sucia que estuviera y ladraba. En esos momentos, no haba posibilidad de hablar con l pues slo responda con ladridos. En la cuarta sesin, no hubo nada reseable, salvo un mordisco que me dio en el cuello y que me dej una marca grande. Creo que fue por la ayuda de Dios el que esa marca no continuara horas ms tarde cuando tena que dar una conferencia sobre los cnclaves. Era tiempo de sede vacante, la sede vacante que llevara al cardenal Ratzinger al solio pontificio. Dar la conferencia con un mordisco en el cuello, por encima del alzacuellos, hubiera sido embarazoso.

ubo tres o cuatro sesiones de exorcismo en su propia parroquia, ya que el sacerdote

recibi por fin permiso del obispo para exorcizar al nio. No hubo nada nuevo, salvo que el nio cada vez estaba ms calmado en las sesiones. Entre la tercera sesin y la cuarta ocurri otro hecho verdaderamente peculiar. Al salir un da de la parroquia del exorcista de su dicesis, despus de una sesin de oracin que el prroco haba hecho por l, encontraron un perrillo, un cachorro de pocos meses todava. El animal sin dueo, muy simptico, de color negro, les sigui carioso. El nio se encaprich con el animalillo y les pregunt a sus padres si poda quedrselo. Los padres se lo permitieron. En los das siguientes descubrieron que cuando el nio estaba en trance, odiaba al perro y le pegaba hasta que hua. Pero con sorpresa observaron que si el perro era colocado sobre el pecho del nio, el demonio se iba, el trance se acababa y el nio retornaba a la normalidad. Este hecho era para m algo inusitado, impensable y ante lo que no supe qu decir. Pero yo mismo comprob que era as y que los padres no haban exagerado lo ms mnimo. En los peores momentos del exorcismo, si se le colocaba encima al perrillo, el nio volva a ser l. Si bien en el exorcismo, el trance se reiniciaba en medio minuto o en un minuto. El perro era de una dulzura sorprendente. No hua del nio a pesar de que durante sus crisis le pegara. Se dejaba mover por un extrao como yo con una docilidad extraa. Del mismo modo que en la Biblia aparece como a Tobas le acompa durante un viaje un ngel en forma humana, y por lo tanto comiendo y bebiendo, llegu a tener la certeza de que Dios haba enviado ese perro para ayudar al pobre nio que durante tantos meses llevaba sufriendo todo tipo de opresiones diablicas. Durante las ltimas semanas de la posesin, el nio coma ya cada da, pero lo haca en un estado alterado de

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conciencia, hablando con otra voz y comiendo con las manos como un verdadero salvaje o mejor dicho, como una bestia. El nio se hallaba en continuo estado anormal. Se comportaba como si fuera una persona maligna y de ms edad. El verdadero yo del nio deba estar inconsciente, como el de alguien dormido o en coma. Pues despus cuando fue liberado no recordaba nada. Lo curioso es que el nio ya no tena momentos en que el espritu se manifestase y momentos de normalidad, sino que el espritu hablaba y se manifestaba a travs del nio durante todo el da. Da tras da, por varias semanas, comprobaron con terror como la personalidad del nio haba quedado sustituida por el yo de otra persona de ms edad. El nio durante semanas habl con otra voz, comi con avidez y mostrando unos psimos modales en la mesa.

a liberacin tuvo lugar unos cuatro meses despus de iniciada la primera sesin. Nada, absolutamente nada, nos haca suponer que esa sesin iba a ser la definitiva. El nio, su familia y el exorcista de su dicesis estaban en mi parroquia. Ese da bamos a rezar por una chica posesa de unos treinta aos. La chica llevaba viniendo a mi parroquia durante varios meses y ella ya se comportaba fuera de los exorcismos de forma normal, de manera que la chica y la familia del nio hablaron en las escaleras de entrada a la iglesia durante un rato. Los padres estaban interesados por conocer otro caso con un problema de posesin como el de su hijo, y lo mismo suceda en la chica, que tena inters por conocer detalles de alguien que estaba pasando por el mismo calvario. Se trataba de una curiosidad lgica. As que les dej hablar todo el tiempo que quisieron.

Horas despus, los padres estaban comentando entre ellos que se iba a exorcizar a esa chica aquella tarde, cuando fueron escuchados por su hijo, el cual dijo con conviccin que l poda ayudar a ese otro caso. Cmo dices?, le pregunt su padre. Que yo puedo ayudar a esa chica, repiti sin dudarlo. La seguridad del hijo sorprendi al padre, nunca antes le haba hablado de esa manera, ni haba manifestado ningn inters por esos temas. El padre me coment lo que haba pasado y me pregunt si quera que el nio orase por la chica durante el exorcismo. No hace falta decir que me qued boquiabierto ante esta inesperada peticin. Era lo ltimo que me poda imaginar que sucediese. Nunca pens que en toda mi vida me encontrase con una situacin tan intrincada como la que se me estaba ofreciendo. Pero no tuve que meditar mucho la respuesta. Mire, le dije, yo no le pido que su hijo asista al exorcismo. Pero si usted quiere que asista, yo no lo voy a impedir. Pero que quede claro que yo no se lo pido. As que cuando comenz el exorcismo, el nio estaba all sentado en un banco a dos metros de una posesa furiosa tumbada en una colchoneta. Haba habido personas adultas que haban pasado noches sin dormir impresionadas por lo que haban visto en los exorcismos. Si alguna vez me hubieran preguntado que me pareca permitir la asistencia de un nio a un acto as, hubiera contestado que una temeridad inexcusable. Pero por alguna razn tambin yo estaba tranquilo, como si supiera que no tena que preocuparme y que iba a suceder algo que estaba en los planes de Dios. Y efectivamente nada ms comenzar el exorcismo, y a pesar de la manifestacin furiosa del demonio a travs de la posesa, el nio poseso se

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movi por la capilla con toda tranquilidad, pidiendo que le dejaran poner sus manos sobre el cuerpo de la posesa y dirigindose al demonio ordenndole que saliera, recordndole que no tena ningn poder y que reconociera la majestad de Dios. Fue todo un espectculo ver a un tierno nio exorcizar a la posesa furiosa como si lo hubiera hecho toda la vida. Adems el nio saba exactamente qu tena que hacer. Aun as el exorcismo se prolong durante ms de dos horas, con un calor espantoso, era julio. La cripta al principio estaba muy fresca situada bajo tierra, pero all haba en total unas doce personas y, sin ventanas, la temperatura fue elevando de forma sofocante. Al cabo de media hora, todos estbamos completamente empapados de sudor desde la cabeza hasta los pies. Pero despus de dos horas la chica comenz a agitarse tremendamente y con un gran grito el demonio sali. El nio brevsimos minutos despus, igualmente comenz a agitarse y qued liberado. Es difcil olvidar la maravillosa escena nocturna de un padre saliendo de una iglesia con sus dos hijos (el de dieciocho aos y el nio liberado) y dicindole a su mujer: nuestro hijo est liberado! Apenas pudo pronunciar esas palabras, pues emocionado comenz a llorar. Los padres se abrazaron, lloraron, los hijos se unieron a los padres. La pesadilla haba acabado. El proceso del exorcismo no slo haba salvado la vida fsica y mental de su hijo, sino que la familia, muy poco religiosa hasta que comenz el proceso de liberacin, haba cambiado totalmente y ya a partir de entonces comenzaron una vida de verdaderos creyentes en Cristo. Al doctor que haca un ao le haba diagnosticado un cuadro de alteracin de conducta de inicio brusco, habra que haberle dicho irnicamente

que el exorcismo haba logrado un cuadro de restauracin de conducta de final brusco. Dado que he sido testigo de todos los hechos que aqu se cuentan, debo hacer una precisin. Despus de dos horas de oracin, estaba cansado y me haba marchado a cenar solo, a una habitacin que tena en la torre de la iglesia. De forma que no fui testigo de esta liberacin. Despus de meses orando tanto por el nio, como por la chica, no vi la liberacin de los dos. Hago esta matizacin a la historia pues de todas las sesiones de oracin he sido testigo directo. Lamentablemente, de las dos horas y media que dur la sesin, no estuve presente justo en el momento de la liberacin, pero haba all doce testigos que me refirieron la escena. Llegu cuando estaban dando gracias a Dios. El nio volvi a la ms completa normalidad, si bien en ste como en otros casos hubo todava que rezar por l una cuantas veces ms en su parroquia. Pues algunos posesos, una vez liberados, experimentan como el demonio una vez que sale trata de entrar de nuevo durante algunas semanas. Y as algunas personas liberadas sufren durante el mes siguiente pequeas posesiones, que se acaban con breves sesiones de diez o quince minutos. Estas posesiones son cada vez ms breves, cada vez menos intensas, hasta que no se vuelven a producir. Yo las denomino posesiones-eco, pues son como un eco de la gran posesin inicial.

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Caso 3

n este caso la posesin dur cinco aos y el exorcismo casi medio ao. Proceso de exorcismo que const de doce sesiones repartidas durante esos cinco meses. Una vez que qued liberada le ped que pusiera por escrito su experiencia para ayuda de otras personas que se encontraran en su misma situacin. Aqu transcribo el relato de su posesin y exorcismo narrado en primera persona, tal como lo vivi ella misma. Doy fe de que todo lo que narra ella es veraz. Respecto al texto yo slo me he limitado a incluir algunas notas explicativas. La larga carta que me envo comenzaba as: Era el ao 2000, tena veinticinco aos, haba emigrado con casi toda mi familia a los Estados Unidos y estbamos comenzando una nueva vida. Mi vida transcurra de forma normal, con das buenos y malos como cualquier otra persona, tena un trabajo, estaba estudiando ingls y me adaptaba poco a poco a mi nueva situacin. Quiero aclarar que jams he consumido ningn tipo de droga, ni bebidas alcohlicas, ni tengo a nivel personal y familiar antecedentes de problemas mentales. Llevaba slo cinco meses en tierra americana, y de un momento a otro, comenc a experimentar cambios en mi comportamiento; cambios que le atribu a mi nueva situacin. Me despertaba muy angustiada y pensamientos suicidas revoloteaban por mi mente de forma regular, algo que no me haba pasado nunca, sin embargo, pens que se trataba de una depresin, debido a la ruptura de una relacin meses atrs, que yo crea superada. Senta que algo en m no funcionaba como siempre, mis comportamientos cambiaron, la angustia aumentaba da a da, y algo me deca que

tena que abandonar ese sitio. Tom entonces la decisin de regresar a mi pas por un par de meses y luego viajar a Europa, pensando que as mi infierno se acabara, pero no fue as. Al llegar a mi pas, la misma angustia me persegua y por primera vez maldije la existencia de Dios. Mi vida ya no era vida, tena la idea de estar en una pesadilla interminable de la cual no era capaz de salir. Estuve viajando por varios sitios exticos, pensando que unas vacaciones en el Caribe me sentaran muy bien. Sin embargo, dentro de m un infierno se estaba desatando, no me encontraba bien en ningn lugar por bueno que fuera, sola o acompaada siempre estaba presente el mismo agobio, absolutamente nada me haca feliz, senta cada vez ms esa angustia, cualquier episodio negativo por tonto que fuera me haca pensar en el suicidio, slo poda pensar en las cosas que me hacan dao, las cosas positivas perdan valor y notaba que me costaba ms superar cualquier inconveniente que se me presentaba. Era como si algo dentro de m slo quisiera que me quitara la vida, una voz no se cansaba de repetirme en la cabeza que tena que morir, que era un estorbo. Me aferraba a la nica ilusin que me quedaba, que era conocer Madrid y de nuevo comenzar una nueva vida, tena la idea de que al llegar a Espaa todo lo que estaba viviendo desaparecera. Con la novedad de llegar a un pas que siempre haba querido conocer, tuve una tregua de dos das, pero al tercer da de estar en Madrid, la angustia comenz, y ahora con ms fuerza. La certeza de que algo en mi cabeza no marchaba bien me asustaba, pero no tena ni idea de lo que realmente me estaba pasando, siempre le echaba la culpa al lugar, a cualquier tontera que me pasaba o a lo que me rodeaba. Me matricul en una escuela madrilea para pedir la visa de estudiante

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y me fui haciendo a un grupo de amigos con los que sola salir de marcha, pero an as me senta totalmente desdichada. Despus de vivir unos meses en Madrid y conocer algunos lugares de Espaa, tom la decisin de irme a las Islas Canarias, pens que el clima insular y una cultura parecida a la ma me vendra muy bien, supuestamente sera un cambio positivo. Una vez en Tenerife, comenc a estudiar, consegu mi primer trabajo y una nueva relacin lleg a mi vida, pero nada de esto me haca feliz, mi vida ya era un infierno, haba perdido mucho peso y senta una angustia permanente. Le menta constantemente a mi madre hacindole creer que era feliz, pero el sufrimiento era una constante, a la cual no le encontraba una razn lgica. Mi relacin con Dios y la Iglesia era nula desde haca varios aos, adems not que haba perdido totalmente la fe, de hecho pas, de creer en la existencia de Dios, a pensar que era solo una creacin del hombre para no sentirse tan solo. Le perd todo respeto a las tradiciones catlicas, y no dejaba escapar oportunidad para discutir su existencia con personas creyentes, odiaba ver imgenes religiosas y rabiaba porque otros podan creer en Cristo. Le fui abriendo la puerta al demonio, ya que una vez que te has alejado de Dios, te encuentras totalmente vulnerable a cualquier presencia maligna por medio del pecado. Pese a notar este cambio con respecto a la religin que profes hasta mi adolescencia, atribu tal cambio a la madurez y al hecho de encontrarme en un pas menos creyente que el mo.

olv a mi pas, y tena la ilusin de pasar unos das sin aquella pesadilla, pero las cosas seguan igual. Al regresar a Espaa, decid viajar con mi novio de nuevo a los Estados Unidos para pasar las Navidades con mi

familia. Pero se convirtieron en las peores de mi vida, ya que tan pronto pis tierra americana perd el apetito, no dorma, me despertaba con el corazn acelerado y nauseas. Experiment unos escalofros durante todas las noches que nunca haba sentido, era un fro extrao que no se quitaba con nada, me despertaba durante la noche con sobresaltos, tena la idea de que algo me oprima el pecho, cada minuto era un verdadero infierno y una sensacin de vaco se convirti en parte cotidiana de lo que ya era una pesadilla. Cada vez era ms fuerte aquella voz que me deca que me suicidara, que era un estorbo y que me fuera de all, estaba tan desesperada que quera tirarme a un coche, pero algo me detena. Haba entrado en un estado agnico, s que suena fuerte, pero lo que yo padeca en ese momento era un total infierno. Fui invitada a dos bodas en este periodo, de una de ellas tuve que salir corriendo porque un deseo de suicidarme me empujaba a una laguna cercana a la iglesia. Mi madre que se encontraba conmigo no entenda nada, y yo estaba convencida de que esa actitud no era normal. Mi vida se me haba ido fuera de control, me estaba volviendo literalmente loca, slo pensaba en volver a Espaa y ponerme en manos de un psiclogo. Al regresar a Espaa, y todava con la esperanza de salir de esa pesadilla, comenc a buscar ayuda especializada y me somet a un tratamiento psicolgico durante ocho meses, pero no obtuve ningn resultado, la psicloga lleg a la conclusin de que se trataba de una depresin. Estuve sometida a un tratamiento farmacolgico antidepresivo muy fuerte, tambin me prescribieron pastillas para dormir, y la verdad es que el hecho de tener que tomar pastillas antidepresivas me causaba una angustia peor, sobre todo porque nunca haba presentado sntomas como estos a lo

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largo de mi vida. Cada da era angustioso, soaba con la idea de poder detener mi existencia, pasaba el da analizando cada detalle de mi suicidio, quizs esa idea era lo nico que callaba esa voz que martilleaba mi cabeza constantemente. Minuto a minuto pensaba en la forma de suicidarme, pero algo dentro de m no lo quera hacer. Era una lucha constante entre tener que hacerlo y no querer hacerlo.

egres de nuevo a los Estados Unidos y empeor, llegu a la conclusin de que algo quera que me alejara de ese pas, ya que al llegar all los sntomas eran ms fuertes. Me senta totalmente sola con este problema y haba programado suicidarme una vez que llegara a Espaa. Lo tena todo planeado, tena claro en ese momento que estaba loca y nadie poda ayudarme, ni los especialistas, ni los medicamentos lograban una mejora, y de ningn modo deseaba pasar mis ltimos das de vida en un manicomio, pensaba que llegara el da en que no tuviera la cabeza lo suficientemente lcida como para poder planear mi muerte, por lo que mi suicidio tena que ser lo ms pronto posible. Gracias a Dios, uno de los das en que peor estaba, mi madre que se encontraba preocupadsima con mi comportamiento, me pidi que le acompaara a su trabajo, ya que tema que cometiera alguna locura, de hecho ya haba pretendido suicidarme dos das antes en los Estados Unidos, quiz el acompaarle ese da me salv la vida. Ya haba buscado por varios medios llevar a cabo mi deseo de abandonar este mundo. Primero trat de engaar a un veterinario, hacindole creer que mi perro se estaba muriendo y que me facilitara una inyeccin para no prolongar ms su agona, pero me exigi que le llevara al perro. Luego trat de engaar a un

farmacutico para que me vendiera un medicamento, pero tuve que salir corriendo de all porque iba a llamar a la polica. Una hermana de mi madre, aprovechando un descuido de ella, me llev a dar un paseo, y me dijo que tena idea de lo que me pasaba, que ella y su manager me ayudaran. Me pregunt si crea en cosas que no se podan ver, y yo inmediatamente supe a lo que se refera, me re de lo que me deca, pero por respeto, acept su ayuda con la idea de que ya no era la nica loca en la familia, ya ramos dos. Mi ta lo haca a espaldas de mi madre, porque mi madre nunca haba credo en ese tipo de cosas. Al da siguiente lleg mi ta a casa acompaada de una Biblia, y aprovechando de nuevo que mi madre se encontraba dormida, me pidi que furamos a orar. Despus de algunas oraciones y un paseo en el que hablbamos de lo que me pasaba, de un momento a otro empec a sentir un escalofro, y una especie de hormigueo que corra por todo mi cuerpo, mi voz cambi y estaba perdiendo el control fsico, de lo nico que me acuerdo es de mis manos y pies, que en un momento dado los mir y estaban totalmente encogidos, como en forma de garra, me asust mucho, no entenda qu me pasaba y solo repeta el nombre de una chica que en ese momento viva con el que fuera mi pareja al llegar por primera vez a los Estados Unidos. No recuerdo mucho lo que pas, slo gritos, a mi madre de rodillas en la cama en donde result tumbada, a mi ta con la Biblia en una mano leyendo en voz alta y con la otra sujetndome la ma, y ese hormigueo, que hasta mi ta pudo sentir. Poco a poco sal de ese trance y me di cuenta de lo que realmente haba pasado en mi vida durante esos aos, pero eso slo era el comienzo de lo que sera finalmente la solucin a esta pesadilla.

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egres a Espaa, con la alegra de saber cual era la causa de mis males y un alivio espordico que me dio lucidez para buscar la ayuda que realmente necesitaba. Mi ta haba logrado una tregua a mi tormento, pero la recada fue atroz, los sntomas se hicieron ms fuertes, no tena paz ni al dormir, me di cuenta que haba dejado de vivir durante mucho tiempo, ya que durante la tregua que tuve, mi vida dio un giro total, era como volver a nacer, sala a la calle y todo lo vea diferente, quizs suene raro, pero hasta el color del cielo y de los rboles era diferente, era como si una sombra hubiera cubierto mi vida los ltimos aos, lo ms extrao, es que al volver a lugares que yo ya haba conocido, al verlos de nuevo los vea diferente, quizs esto slo lo podemos entender las personas que lo hemos experimentado, pero era como haber estado en otra realidad oscura y triste. La cruz no la llevaba sola, mi familia tambin la pasaba muy mal, sobre todo por la distancia y por el hecho de luchar contra algo que nos era desconocido. Lo peor es que una vez que se sinti descubierto lo que llevaba dentro, no perdi segundo en mostrarme su infierno, se percat en darme a conocer cada uno de sus sufrimientos, maldeca todo lo que haca, experiment la angustia que se siente al odiar a Dios, pero con la certeza de que nada de lo que haga har que deje de existir. Religiosos, amigos y familia comenzaron a orar fuertemente para sacarme de ese abismo, fue horroroso lo que tuve que pasar. No poda entrar a una Iglesia porque la angustia era aterradora, y en casa cuando estaba sola golpeaba y escupa las imgenes religiosas de mis compaeras de piso, senta un odio hacia Dios inexplicable, lo vea cmo a un enemigo, producindome alivio la idea de pensar que el mundo sin l era mejor.

Pero, Cmo eliminarlo? Eso es lo que ms atormentaba a lo que estaba dentro de m. Regres a mi pas y decid suicidarme. Con un nombre y datos falsos logr comprar mi tan anhelado cianuro, haba soado tanto tiempo con tenerlo en mis manos, ya que en Estados Unidos y en Europa me fue imposible obtenerlo, pero cuando ya tena todo preparado, algo no me permiti llevar a cabo mi plan, me oblig a devolverlo y pasar una gran vergenza. Con la ayuda de familiares y amigos, encontr dos sacerdotes catlicos que me realizaron varios exorcismos, pero mi residencia permanente era en Espaa y no pude permanecer en mi pas natal el tiempo suficiente para mi liberacin. Mi suerte en ese momento estaba en manos de Dios, yo no poda hacer ms por m, nadie poda hacer ms por m. A pesar de todo esto, segua trabajando, y renda de forma normal en la universidad, de hecho saqu mi carrera sin problema, pienso que Dios siempre estuvo ah, dndome fuerza, a pesar de que yo dudaba de su existencia, al igual que de la Virgen Mara, la cual ha sido fundamental en mi liberacin. Nunca permitieron que lograra suicidarme.

na vez en Espaa, recorr varias Iglesias Catlicas de Tenerife en busca de ayuda, pero slo encontr incomprensin, incredulidad y a veces hasta burla. Comenc entonces a asistir a otra religin con personas muy buenas, pero que en nada podan ayudarme, adems no tenan a la Virgen como referente, y yo saba que algo muy importante faltaba. Pero segu luchando, algo en m no me permita dejar de seguir buscando mi liberacin. Un da de octubre estaba viendo la televisin, y me detuve a ver un programa sobre exorcismos, justo all vi por primera vez al Padre Fortea, me

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sorprendi como describa lo que padece un posedo y era exactamente lo que yo estaba padeciendo. Entonces me entregu intensamente a la tarea de buscarlo. Aunque ya varias personas, entre ellos sacerdotes, me haban asegurado que lo mo era una posesin, el juicio del padre Fortea sera mi prueba definitiva. Vale la pena decir que yo no crea en nada de estas cosas, ni siquiera en Dios, quizs mi posesin fue la prueba que l me ofreci para comprender su existencia, Cristo se vale hasta de Satans para mostrarnos su gran poder y su infinito amor.

an pronto localic al Padre Fortea le ped que me ayudara, me hizo algunas preguntas y posteriormente me dio como primera cita el da 5 de noviembre del 2004. Pero antes de que llegara ese da la pas muy mal, no dorma, y aunque lograra conciliar el sueo, tambin sufra. La angustia y el desasosiego eran permanentes, en el fondo tena la esperanza de que todo esto llegara a su fin, pero mi inquilino tambin lo saba y me transmita todo su sufrimiento las 24 horas del da. El fin de semana antes de entrevistarme con el padre, los sntomas se agudizaron, algo me deca que l era el que me sacara de este infierno, pero lo que yo tena dentro tambin lo saba, porque lo que viv das antes del viaje a Madrid no se compara ni con todo lo que haba sufrido en los cuatro aos y cuatro meses que llevaba arrastrando con esa pesadilla. Es difcil explicar lo que padec en esos das previos a la cita, solo puedo decir que si los seres humanos tuvieran una mediana idea de lo que es el infierno, no pecaran, adems no slo sufra de forma espiritual, sino tambin fsicamente. El 5 de noviembre 2004 me present en la iglesia de la Virgen de Zulema, eran las siete de la tarde, fue

empezar a subir la carretera que lleva a la puerta del templo cuando comenc a temblar, un miedo aterrador me consuma, tena una sensacin extraa, por un lado pensaba en mi liberacin, pero por otro lado tena pavor a lo que pudiera suceder. Tan pronto como entr en la iglesia los sntomas se agudizaron, las piernas me temblaban, las senta pesadsimas, slo recuerdo que me dirig directamente al padre, temblando, con nauseas y a punto de desmayarme, le dije mi nombre, nada ms verme l me pregunt si me senta mal, comenc a llorar. Me pidi que me sentara en un banco y lo esperara (debi marchar a buscar ms gente para sujetarme), pero enseguida ca al suelo y de ah en adelante mis recuerdos son muy vagos, no s realmente cuanto tiempo transcurri, solo recuerdo que al despertar estaba en brazos de una mujer que me transmita mucha paz, estbamos justo al lado de una imagen de la Virgen, no recuerdo cmo llegu hasta ese sitio, slo s que me encontraba muy tranquila, la angustia haba desaparecido y poco a poco me incorporaba. Esa mujer que formaba parte del equipo del padre Fortea me dio un mensaje en una lengua que yo desconoca, pero ella no tuvo que traducirla, pude comprender lo que me deca. Su voz era suave, y pude darme cuenta que ese mensaje vena de Cristo. La mujer se dirigi al Padre y comenzaron a hablar en ingls, notaba que hablaban de m, y por sus expresiones algo no marchaba bien. Poco tiempo pas, el padre y aquella mujer se retiraron a hablar en el despacho, yo me qued tratando de orar con dos seoras que se encontraban en la iglesia, de un momento a otro comenc a sentir rabia, mucha rabia, quera salir de all, pero algo me lo impeda, comenc a gritar, y otra vez perd el control de mi cuerpo, recuerdo que trat de salir, de hecho al

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volver en s, me encontraba cerca a la salida, no recuerdo bien lo que ocurri durante aquel tiempo, quizs gritos, lenguas desconocidas, imgenes del padre Fortea acercndose, de otras personas y de aquella mujer sostenindome de nuevo en sus brazos. Sent de nuevo paz, estaba muy tranquila, en el fondo saba que lo que tena dentro estaba dbil, pero permaneca conmigo.

l da siguiente el mero hecho de retornar a la parroquia fue todo un reto, algo no me dejaba, la angustia se apoder de m, estaba desesperada. Al llegar a la Iglesia observ que varias personas se encontraban afuera, pero cuando vi al padre Fortea perd el control fsico, no s que pas, cuando menos lo pens, en un instante, unos hombres me introdujeron en la capilla, que est justo debajo de la iglesia.

Nota: Ella no lo recuerda porque estaba


en trance. El coche aparc y ella al verme entr en la fase previa a una crisis de furia. Aunque de momento slo me miraba silenciosa, como un animal agazapado, acorralado que no sabe qu hacer. Saba que si me pona a hablar con ella, se pondra a gritar. Aunque estaba sentada en el asiento trasero del coche que la haba trado, mi equipo estaba perfectamente entrenado para manejar este tipo de situaciones. Me acerqu como a saludarla y antes de que pudiera decir ni una palabra cuatro hombres en lo que tarda un suspiro la agarraron. Cada uno de los cuatro tena asignada una parte del cuerpo: un brazo concreto, una pierna concreta. De forma que en un segundo se encontr fuera del coche, siendo llevada en el aire hacia la cripta de la iglesia. Esto puede parecer una operacin sencilla, pero les aseguro que sacar de un coche a una posesa y llevarla en volandas escaleras abajo hasta cerrar la puerta de los salones parroquiales slo se logra con un equipo con mucha experiencia.

Una vez dentro de la cripta, vi de nuevo a aquella mujer, al verla lo que yo tena dentro se revolcaba, una voz masculina hablaba a travs de m, gritaba, maldeca y no s que otras cosas deca. Algunas personas que estuvieron presentes me contaron algunas cosas de las que pasaron, yo no estaba muy consciente. Algo que me sorprendi muchsimo fue la prdida de la conciencia del tiempo, para m fueron cinco minutos o menos, pero para los que estaban realizando el exorcismo transcurrieron aproximadamente dos horas. ste era solo el comienzo de mi liberacin, por lo menos doce exorcismos ms tuve que pasar para ser liberada, y me considero afortunada, pues en la parroquia vi que hay personas que pasan varios aos antes de ser liberadas. Contar con detalle cada exorcismo es muy difcil, sobre todo porque en muchas ocasiones no eres consciente de lo que pasa, y si las personas que se encuentran presentes no te comentan nada al acabar, no llegas a saber a ciencia cierta lo que pas. Recuerdo la angustia que me transmita Satans cada vez que estaba cerca de la iglesia o nombraban el nombre de Jess o de la Virgen. Tambin tengo imgenes del padre y de aquella mujer que le ayudaba, la cual fue tan importante fue dentro de mi liberacin, orando en lenguas para m desconocidas. Nota: La identidad de la mujer a la que se menciona en varios lugares de este relato, no aparece por deseo suyo. Se trata de una mujer perteneciente al equipo de la parroquia y que pasaba muchas horas de oracin ante el Santsimo. Despus de medio ao, tuvo que regresar a su pas, Estados Unidos.

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Aprend a saber cuando el demonio hablaba a travs de m, y a distinguir cuando eran mis pensamientos y cuando su voz, de hecho se mova por mi cuerpo y se manifestaba dentro de m, adems en algunas ocasiones mova partes de mi cuerpo a su merced. Recuerdo que en una ocasin sostena un rosario, y mi mano empez a moverse sola y a golpear la pared, pretenda que soltara el rosario, me haca dao, comenc a orar y se tuvo que detener. Cada vez que terminaba un exorcismo, me llenaba de paz, me senta ms fuerte, y saba que Satans se debilitaba. De los exorcismos slo tengo imgenes de varias personas a mi alrededor, la luz tenue de la cripta, yo tumbada en el suelo, varios hombres sostenindome, tentaciones sexuales, y lo ms importante para m: la presencia de la Virgen Mara, que muchas veces la vi representada en la mujer que siempre estaba en mis exorcismos. Tambin recuerdo que siempre me tenan que hacer entrar a la capilla forzada entre varias personas, porque lo que tena dentro se negaba a entrar all, adems adquira una fuerza fsica inexplicable. Dos meses antes de mi liberacin, comet un error garrafal, tuve compasin con el demonio, algo me impuls a desear que se quedara conmigo un tiempo ms pensando que me dejara tranquila, aquello se convirti en una especie de pacto. Oraba por l con la idea de que as me hara menos dao y este pacto le dio ms fuerza. Fuerza que aprovech para usarla en mi contra, sin embargo nada de eso impidi mi liberacin, la cual tuvo lugar el da 14 de marzo del 2005, era el tercer da consecutivo que me realizaban exorcismos. Ya en ese momento era consciente de muchas cosas durante las sesiones de exorcismo. Lo que ms recuerdo es que un hormigueo corra desesperado por todo mi cuerpo, y con

mis manos lo iba sacando de m, era como si me estuviera limpiando mi espritu, senta una paz, una tranquilidad indescriptible. Ese da fue muy especial para m, sent la presencia de la Virgen con mucha fuerza.

as antes de mi liberacin, un sacerdote que estuvo presente en algunos exorcismos, me coment que el demonio dijo algunas cosas en latn, coment algo sobre un mensaje de la Virgen, la cual sin duda estuvo presente en todos mis exorcismos. Algo muy importante fue la ayuda de este sacerdote15, de hecho estuvo conmigo el da de mi liberacin, y fue crucial en el final de esta historia. El da de mi liberacin sal a hacer una caminata con l por los alrededores de la parroquia, y en medio de la pequea excursin de una hora entr en trance, el sacerdote en el lugar solitario hasta donde habamos llegado, en un rincn de aquella montaa boscosa, comenz a decir oraciones exorcsticas y me hizo renunciar expresamente al hecho de tenerle compasin al demonio, all renunci a esa especie de pacto que haba realizado con l, y la verdad es que ya en ese momento sent que el demonio estaba muy debilitado, que ejerca menos influencia sobre m e, incluso, que mientras l se manifestaba yo ya poda orar en mi interior. Mi liberacin era un hecho, sin embargo el padre Fortea consider conveniente que regresara para certificarla, para asegurarnos de que no quedaba nada dentro. Y as el da 5 de mayo de 2005 pude entrar por mi propio pie a la iglesia, slo sent paz dentro de

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El nombre del sacerdote queda silenciado en este escrito por deseo suyo, ya que por el momento cree ms prudente silenciar su identidad para que pueda ejercer su ministerio de prroco con tranquilidad.

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ella y pude orar en voz alta con todos los presentes. Nota: En la ltima sesin, aquella realizada para asegurarnos de que no quedaba nada maligno dentro de ella, efectivamente vimos que no haba nada dentro, que haba salido todo. Pero ella todava durante unos minutos sinti la presencia del maligno en su cuerpo, pero fuera de ella, no dentro. Sinti como la oracin la limpiaba de esa presencia. Y una vez que qued liberada sinti una gran paz y amor, una verdadera efusin de gracia en su corazn. Por culpa de quin y el por qu yo qued posesa, no deseo ni comentarlo, lo nico que me importa ahora es que puedo entrar a las iglesias con total tranquilidad, que creo en Dios y le amo, la idea sobre el suicidio desapareci, puedo desechar todo pensamiento que no sea positivo para m, experimentar momentos de paz y felicidad como cualquier otro ser humano, y sacar provecho hasta de las cosas no tan positivas, tanto de mi pasado, cmo de mi presente. En pocas palabras, volv a ser la de antes, pero con un firme testimonio de la accin de Cristo y de la Virgen Mara. Gracias a Dios, gracias Virgen Mara, gracias padre Fortea, gracias padre (nombre), gracias (otro nombre), gracias colaboradores del padre, gracias a mi familia y a todos aquellos que de alguna u otra manera me han devuelto a la vida.

Caso 4

leg una mujer de unos cuarenta aos acompaada por el que me present como su marido. La mujer me refiri los tpicos sntomas de aquellos que pueden ver espritus. La impresin de verosimilitud de su relato vena reforzada por el hecho de que su

bisabuela y su abuela tambin podan almas de difuntos. Pero el problema por el que vino a consultarme haba comenzado cuatro aos antes, cuando no slo vea esas almas, sino que comenzaron a agarrarle por el brazo y a ordenarle que le siguieran. Me puse a orar por ella y en seguida se vio la fase previa al trance. Senta ella como una incomodidad, tambin fro a pesar de que disfrutbamos de una agradable temperatura veraniega. Pero a pesar de que esos sntomas persistan, nada se manifestaba a travs de ella. Tras ms de media hora de oracin, lo nico que (a juzgar por los sntomas) pareca haber quedado patente era que dentro de ella haba un espritu al que le molestaba mi imposicin de manos y mis oraciones. Me march a rezar vsperas, dejando al marido y a otra persona rezando el rosario. Entonces, nada ms empezar el rosario, s que comenz la mujer a dar gritos en trance, aunque sin perder la consciencia a pesar de no poder hablar. Los gritos cada vez eran ms fuertes. Tres cuartos de hora, en una situacin que iba in crescendo de malestar y gritos, vomit una masa de trozos de carne. Lo curioso es que ella no haba ingerido nada en ocho horas, la comida haba sido ligera y tampoco se haba sentido pesada tras el almuerzo. El vmito de aquella carne a pesar del estmago vaco era la prueba de que ciertamente esa mujer padeca algo preternatural y no quejaba por mera sugestin u otros problemas mentales. Slo haba tenido un vmito parecido cuatro aos antes, y tambin entonces haba estado en ayunas durante ms de doce horas a pesar de lo cual haba vomitado algo semejante. Fue entonces cuando la mujer comenz a explicar una parte de la historia que haba callado en la conversacin previa a las oraciones. El

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que estaba all a su lado, en realidad, no era su marido. Ese hombre estaba casado con otra mujer, pero mantena una relacin con ella, la presente. Su esposa al descubrir esa relacin haba reaccionado con odio, llamando a la amante por telfono para insultarla y cosas semejantes. Quin hizo el maleficio no lo sabamos, aunque era lgico sospechar que la esposa engaada llena de odio hubiera podido encargar eso a un brujo. Lo cierto era que desde que la esposa descubri la infidelidad y comenzaron las llamadas, fue cuando la amante comenz no slo a ver las almas, sino tambin a sentirlas corporalmente, a notar cmo le agarraban queriendo llevrsela. A eso sigui el primero de cuatro abortos no provocados, los nios de la amante se le moran antes de nacer. Dado que el primer vmito con el estmago vaco coincidi con la muerte del primer nio que llevaba en su seno, era razonable conjeturar sobre la posibilidad de que el maleficio hubiera provocado esas muertes. Les expliqu a ambos, a la amante (a la que a partir de ahora llamar Vanessa) y al esposo infiel (al que a partir de ahora llamar Vctor), que deban poner en orden su vida. Lo cual resultaba ms fcil por el hecho de que el esposo adltero viva con su esposa, as que con tacto y delicadeza, fui tajante en lo referente a que haba que dejar esa relacin ilcita de inmediato. Por los nios muertos antes de nacer no deba atormentarse ya que habran ido junto a Dios. Pero ella deba comenzar una vida de ms oracin, una vida dentro de los Mandamientos de Dios. Sentado en el banco de la capilla, el marido infiel escuchaba todos mis consejos sin decir nada. Se mostraba conmovido y dispuesto a dar ese cambio tambin. Haba habido una sucesin de hechos malos: la pasin haba llevado a

la infidelidad, la infidelidad al sufrimiento de la esposa, el sufrimiento al odio, el odio al maleficio. El pecado haba dado sus frutos malos. Pero todo haba sido para bien. Pues al ver estos frutos, tan claros, tan patentes, eso deba llevarles a abrazar una vida totalmente contraria. Todo mal es permitido para un bien mayor, les expliqu. Sin esos frutos malos (los abortos, el maleficio) ellos no se hubieran percatado de cuan errado era su camino y se hubieran encontrado con todo el da del Juicio Final. Dios en su misericordia haba permitido que el mal llegara a una situacin en la que quedara patente para provocar un cambio de vida. Quedaron ambos impresionados por mis palabras y estuvieron un rato delante del Santsimo Sacramento haciendo oracin. Vinieron dos semanas despus, Vanessa y Vctor otra vez. Oramos por Vctor que no padeca ninguna influencia. Y volvimos a orar por Vanessa. Ella sinti mareos en cuanto or por ella, tuvo que echar la cabeza hacia atrs y apoyarla en el banco. Sali de ella un espritu. Qued con la mujer para que una semana ms tarde volviera para continuar las oraciones por ella. Eso s, le advert que haba hecho muy mal en venir de nuevo con Vctor. Si haba cortado con l, no deba dar lugar a que la relacin continuara de ningn modo, y ms siendo lo dbil que ella era para romper esta situacin de adulterio. Le dije que tena que elegir entre seguir con aquella relacin ilcita o seguir a Jess. En otros casos doy ms tiempo a la persona para que se fortalezca en el amor a Dios y vea su pecado. Pero en este caso la debilidad afectiva de ella era tal, que poda pasarse un lustro en esa situacin sin cortar con ese hombre casado, que segua viviendo con su legtima mujer. Cual fue mi sorpresa al enterarme un mes despus, que a pesar de todo lo visto, de todo lo sufrido, la mujer decidi seguir con su amante. No volvi a pedir

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cita. Qu ms tena que pasar para que ella y l abrieran los ojos? Otros pecan sin saber, sumidos en la ignorancia. Pero ellos haban visto bien a las claras, cules eran las consecuencias de sus actos contrarios a la Ley Divina. Aun as, haban decidido conscientemente seguir el mal camino. Es interesante observar que Vctor trataba bastante mal a su amante, sin cario, slo para satisfacer sus apetitos y sin pensar, ni por asomo, en abandonar a su esposa. Y, sin embargo, Vanessa prefiri aquella relacin sin afecto, sin amor, aquella pasin carnal por parte de aquel hombre que la abandonara en cuanto ella envejeciese, antes que escoger el amor infinito de Jess. Si l hubiera sido un hombre extraordinariamente atractivo, me hubiera ayudado a entender un poco esa situacin. Pero ni l ni ella estaban en la juventud de la vida, ninguno de los dos estaban dotados de belleza corporal. Por qu preferan aquello a Dios? Parece una locura, un sinsentido supremo, pero me encontrado ms casos en los que ni la enfermedad provocada por una posesin evidente, hacen que las personas abandonen una relacin en la que ni ellos se sienten a gusto. Pero en se, como en otros casos, aqul con el que conviven les va minando la voluntad semana tras semana con la repeticin de la idea de que podran probar con otra persona: he odo hablar bien de un vidente, me han contado de una mujer que impone la manos, ese padre es demasiado rgido, hay otros ms humanos

n par de meses despus de no venir por la iglesia me acord que tena su direccin electrnica y le enve este e-mail: Hola, soy el padre Fortea: Como no te he visto venir por aqu, me ha entrado el temor de que hayas decidido no cortar con la vida

de pecado. En fin, slo te escriba por eso. Hasta pronto. No recib respuesta en varias semanas, hasta que cerca de las navidades me contest: Hola padre agradezco de corazn por toda la ayuda que me brind y por todo el tiempo que me dedic. Esta experiencia me ha acercado mucho ms a Dios, ms de lo que yo siempre haba querido. Estoy muy contenta por eso. Contino leyendo el Nuevo Testamento y sigo yendo a misa casi todos los das. Por cierto, le que mientras uno tenga a Dios en su corazn ser perdonado de todos los pecados y recibido en el Cielo a la hora de la muerte. A m me pareci muy severo lo que usted me dijo, muy radical y no comparto su opinin al respecto. () Pretenda intimidarme?, se lo digo con todo el respeto que me merece. Gracias por todo que tenga una feliz Navidad Cre que el caso, en lo que a m respecta, estaba concluido. Estaba equivocado. Varios meses despus, apareci de nuevo por mi parroquia. Vanessa, era cierto, haba continuado yendo a misa. Al ir a misa, al no romper su relacin con Dios, eso le llev a asistir a un grupo de oracin carismtico. En ese grupo, una seora (que por cierto era marquesa) le pidi que le contara su historia y ella, durante varios meses, hizo una verdadera labor de amiga, aconsejndole, llevndole poco a poco al camino del arrepentimiento. Cuando lleg a mi parroquia, estaba dispuesta a dejar a Vctor y a vivir en gracia de Dios. Di por supuesto que el caso iba a ser largo, dados los antecedentes. Me equivoqu. En dos sesiones ms, fue liberada. En la segunda sesin, cay al suelo delante del altar, grit, se agit y en unos veinte minutos qued liberada. Los que all estbamos, pudimos oler un perfume en esa parte de la Iglesia, signo de la presencia de algn ngel. De rodillas, Vanessa muy

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emocionada agradeci a Jess su liberacin. En los meses siguientes, a pesar de todo lo sucedido!, iba a seguir siendo difcil que cortara todo contacto telefnico con el marido adltero, que comenz a acosarla con llamadas y hasta llamando al timbre de su casa desde la calle. Le insist una y otra vez que en cuanto oyera su voz, colgara el telfono. Que no tena que darle ninguna explicacin, que no tena comenzar ninguna conversacin por breve que fuera, ya que ella segua siendo dbil para cortar. El demonio le tent mucho a Vanessa con la idea de que tena que ayudarle a l, que no deba cortar toda comunicacin, porque deba hacer una labor de apostolado con l para bien de su alma. Esta ceguera sigui en ella durante varios meses, aunque el que ella sufriera algn tipo de pequea influencia demonaca por la que hubo que orar, acab por abrirle los ojos. Tambin ayud el que le dijera claramente que era la ltima vez que rezaba por ella: o cortaba o que se fuera a buscar otro sacerdote.

ort, s, finalmente cort. Pero Dios le iba a dar una extraordinaria forma de purificarse de sus pecados y hacer penitencia. Despus de vivir una temporada completamente liberada, feliz y viviendo sin ningn tipo de disturbio preternatural, el Seor permiti que pudiera sufrir por las almas del purgatorio. En ella entraban almas errantes que tenan que purificarse para entrar en el Cielo. Almas que no estaban condenadas al infierno, pero que por sus muchos pecados estaban en las moradas inferiores del purgatorio, almas que vagaban penando sobre la tierra. Cuando entraban en ella, Vanessa senta su tristeza. Su sufrimiento, sus oraciones y mis oraciones, hacan que finalmente

esas almas (de las que ya nadie se acordaba de rezar en la tierra) pudieran ir hacia la Luz. Cuando esas almas salan de su cuerpo, Vanessa se senta complemente bien y feliz. Dios le permita unos das de descanso, y despus permita que otra alma entrara en ella. As, en esta penitencia, lleva varios aos. Externamente tiene una vida normal en cuanto a trabajos, amigas, etc. Pero internamente su vida est completamente centrada en la oracin y la expiacin. Una vez cada semana o dos semanas, oro por ella. No es el nico caso que he atendido en estos aos, en que este mismo fenmeno se ha dado, idntico en todos sus detalles. Hay personas que tienen la capacidad de ayudar a las almas del purgatorio, concretamente a las que ms abajo estn, aquellas que pueden estar siglos y siglos penando, olvidadas de todos. Es como si Dios las destinara a ciertas madres que por el sufrimiento y la oracin las llevarn de nuevo hacia la Luz. Si algo he aprendido de todos estos casos que tienen que ver con el purgatorio, es que la Justicia de Dios es algo muy serio, algo que nadie debera tomarse a broma.

Caso 5

e llama el capelln de un hospital. Me dice que hay una nia que va a ser trasladada de hospital, porque los mdicos no saben qu es lo que tiene ni como curarla. La nia lleva tres das internada porque no deja de llorar y de decir horrorizada que se le aparece un demonio que le asusta y le dice cosas. Antes de ser internada haba sido una nia completamente normal, mentalmente sana, que nunca se haba preocupado malsanamente por lo religioso y menos por lo demonaco. Desde luego la preocupacin por el demonio no se la haba inculcado su familia, puesto que sus padres no eran

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nada religiosos. Baste como muestra de ello que ni siquiera haban bautizado a la nia.

os psiquiatras no acababan de entender el caso, pues la nia deca que vea un demonio, pero no se haba dado, en modo alguno, evolucin en ella, aquello haba aparecido de modo brusco y repentino. Por otro lado, el pensamiento de la nia permaneca perfectamente claro y lgico. El nico problema era esa aparicin que deca ver y las cosas que le deca esa figura demonaca. La nia una y otra vez insista en que el demonio le hablaba de todo tipo de aberraciones sexuales: le invitaba a que lo hiciera con un perro, con un caballo, etc. Los psiquiatras comprobaron que la medicacin no haca ningn efecto, ni siquiera los tranquilizantes. Fue espantoso para los padres comprobar como una nia poda pasarse tres das llorando parando slo de rato en rato. Incluso hubo que sacar de la habitacin a su acompaante, otro nio, porque el estado de continuo pnico de ella lo asustaba. La nia tena que estar con sus padres en una habitacin de hospital llorando todo el da y con la nica enfermedad reconocida de afirmar que vea a un demonio. Los psiquiatras se rindieron, ya haban decidido su traslado a otro hospital a pesar de que la estaban tratando varios catedrticos de la facultad que daban clases de psiquiatra en la cercana universidad. Fue ante esta situacin, cuando los padres decidieron probar con un cura. No era lo que hubieran deseado, pero ya que la nia hablaba de algo que tena que ver con la temtica religiosa y estaban desesperados, optaron por hacer la prueba. Fue entonces, tras una semana de internamiento, cuando fui llamado por el capelln del hospital para examinar el caso.

Propuse a los padres que mi primer acercamiento a su hija fuera de la siguiente manera. Me vest como un mdico, con bata blanca y sin nada que me identificara como sacerdote. Entr en la habitacin como un doctor que le va a hacer una prueba psicolgica, una ms de las tantas que ya se le haban practicado. Al entrar en la habitacin vi a una nia encantadora tranquila, sentada en la cama. Me puse a hablar con ella amigablemente. Al cabo de un minuto, la nia seal horrorizada hacia un punto de la habitacin y se abraz a su madre llorando. El llanto era verdaderamente terrible pues no se trataba de un sollozo de tristeza, de indignacin u otro tipo al que estamos acostumbrados, sino un lloro producido por el pnico. Cost un rato lograr que la nia saliera de ese estado de pavor. Ya calmada, le dije a aquella nia dulce, que cerrara los ojos mientras yo, sin que ella lo supiera, musitaba en otra lengua una oracin exorcstica, poniendo sumo cuidado de que por el tono no la identificara como oracin. Para que no sospechara que yo iba a recitar oraciones, le dije que la prueba consista en que ella tena que ir diciendo letras del alfabeto y nmeros por orden, mientras yo le iba a hablar, pero ella no tena que prestar atencin a lo que yo dijera. Pues le expliqu que la prueba consista en ver si lograba no desconcentrarse de aquella sucesin de nmeros y letras. Mientras ella recitaba aquello, yo le hablaba. Tard casi dos minutos en decir algo que fuera una oracin, para que la nia no sospechara nada. Fue en ese momento cuando en medio de todo lo que yo estaba diciendo introduje una sola orden en latn. Mi sorpresa (y la de los padres) fue mayscula cuando nada ms decir yo la frase, la rubia nia de once aos me dijo: el demonio me dice que le ests preguntando su nombre. Era cierto.

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Desde ese momento tanto los padres como yo no tuvimos duda de cul era el origen del problema de la nia. Me desped de la familia concertando hora al da siguiente para darle una sntesis de la catequesis bautismal y proceder a administrarle el sacramento. Pero bast la oracin desde casa, esa noche, por la nia, oracin a distancia pidiendo a Dios por ella, para que el demonio se alejara de la pobre vctima. En realidad, no fui yo el que rez por ella esa noche, sino que fue una seora la que rez al menos un rosario por ella. Al da siguiente, la nia estaba completamente normal, por primera vez en cinco das. Y sigui normal en adelante. No hizo falta hacer ningn tipo de oracin ms por ella. El demonio no estaba dentro de ella, sino que la acosaba, sa fue la razn de que todo acabara de un modo tan fcil. Ante la evidente mejora, fue dada de alta al da siguiente, tras tenerla en observacin veinticuatro horas. Los meses pasaron y segu el caso de cerca, la nia no volvi a ser molestada por el demonio. Tampoco mostr signo de trauma alguno por la experiencia, pues la madre me mostr un dibujo que haba hecho, para mostrar la apariencia del monstruo que ella vio durante aquella semana de pesadilla. Delante del dibujo, la nia haba comentado la apariencia de esa figura maligna sin temor ninguno. Tal como observ en los aos siguientes, sta es una pauta general: los posesos, una vez liberados, no reflejan signo alguno de trauma por el recuerdo de la experiencia por la que han pasado. Lo que sufra esta nia no era el fenmeno de la posesin. El demonio estaba fuera, rondando a la nia y por eso el demonio no tena, digmoslo as, donde agarrarse. Eso s, nunca supe, por ms que pregunt, qu pudo provocar este ataque demonaco. Ya que nadie de

la familia haba tenido el ms mnimo contacto con lo esotrico.

Caso 6

ecib la llamada de un prroco del sur de Espaa. Quera contarme que en su parroquia un grupo de jvenes entre los 28 y los 35 aos hacan espiritismo cada semana. Me dijo que ese grupo de unas ocho personas contactaban con un ser desde haca aos. Se haba establecido una relacin muy profunda entre ellos y ese espritu despus de tantas conversaciones espiritistas. El extrao ser afirmaba ser un extraterrestre de otra galaxia, les haba comunicado su nombre y otras muchas cosas acerca de s mismo. Asimismo les haba explicado muchos aspectos del mundo espiritual. Tambin les haba dado buenos consejos tales como que deban ir a misa. En una ocasin les advirti que deban ir a cierta hora exacta, a un lugar concreto, para evitar un mal a una persona. Y as fue, cuando llegaron al lugar, a esa hora, fue para descubrir que justamente all estaban atracando a una mujer. La llegada de estos jvenes puso en fuga a los atracadores. Las cosas que les deca este ser, unas coincidan con la fe cristiana, otras no. A veces les deca cosas buenas acerca de los sacerdotes, pero en otra ocasin le dijo a una chica que abortara porque el nio que tena era hijo de Satans y no del chico con el que haba tenido relaciones. La chica abort. El prroco estaba totalmente seguro de la veracidad de estos contactos, porque ese ser le haba enseado a uno de los chicos del grupo a hacer viajes astrales. Y el chico le dio detalles concretos al sacerdote de que lo haba visto a l en tal sitio y a tal hora, y que lo haba visto llorando a solas por un asunto que slo el chico del viaje astral y el sacerdote conocan. Sea dicho de paso, la fuente que tengo de este episodio es el

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mismo sacerdote, as que de este punto estoy completamente cierto.

l cabo de un par de meses, me desplac a esa dicesis a dar una conferencia. Circunstancia que aprovech para encontrarme con el grupo entero que participaba de esas sesiones espiritistas. Despus de escuchar de boca de los participantes los hechos que me haba contado su prroco, or uno por uno por cada miembro del grupo. Ante mi sorpresa y estupefaccin nadie mostraba sufrir ninguna influencia. Cmo haba sido esto posible? Unas horas despus lo iba a descubrir. Por el momento me limit a darles los consejos espirituales pertinentes y a decirles que no volvieran a comunicarse con ese ser sino queran sufrir fenmenos nada deseables por parte de los demonios. Despus de ese encuentro, tena la conferencia en esa ciudad. Sea dicho de paso, la conferencia tena que haber sido en la catedral. Pero el obispo consider que un tema as no era conveniente tratarlo en un marco catedralicio. As que tuve que dar mi charla en un templo pequeo y anodino situado en el extrarradio. Si algn da llego a cardenal, pienso meditar con cuidadosa perfidia algn tipo de desagravio en ese mismo marco del que fui excluido. Tras la conferencia, fui a casa del chico que haca de mdium con ese ser. Pues en el grupo era siempre un mismo chico a travs del que se manifestaba, y si no estaba ese chico no podan comunicarse. Antes tambin haba yo orado por ese chico sin que se apreciara manifestacin maligna alguna. Me haba desplazado a la casa de este chico a bendecirla. Y fue all donde vi que, aunque no era una persona practicante, era alguien muy sencillo de corazn que tena un gran amor a la Virgen Mara. Cada da al pasar por la

escalera le daba un sentido beso a una imagen de Nuestra Seora. Vi claro, que Ella le haba protegido de quedar posedo. El amor a la Virgen, haba sido su escudo. Aunque claramente le dije que si hasta ahora se haba comunicado con ese ser sin pensar que hubiera nada malo en ello, a partir de ahora ya lo saba, estaba advertido y no poda contar con la proteccin del Cielo de forma indefinida. Si sigues teniendo esas comunicaciones, le advert, acabars poseso o con influencias antes o despus. El grupo despus de meditar mi advertencia y parlamentar, decidi interrumpir para siempre esas sesiones.

Caso 7

s como hay casos largos, los hay que con que se ore una sola vez es suficiente. Uno de estos casos breves fue el de una seora que se resolvi en dos sesiones, aunque espaciadas a lo largo de un ao. Cuando me vino a ver, me dijo que estaba segura que una persona en concreto le haba hecho un maleficio. Cmo est tan segura?, le pregunt. Pues porque yo tena empleada a una chica, me contest, a la que un da en un rincn escondido del lugar de trabajo le encontr muchas velas negras as como otros objetos de los que se emplean para realizar magia negra. Lo tir todo, me dijo, y le re a esta empleada. Al cabo de unas semanas, la desped. Entonces fue cuando la chica despedida me dijo por telfono que me iba a hacer magia negra. Concretamente le dijo: Te voy a hundir. Te voy a poner gorda como una vaca. Desde entonces la empleadora comenz a tener pasin por los dulces y a engordar muchsimo. Tambin desde ese momento comenz a sufrir los siguientes sntomas: no poda dormir, sufra constantes pesadillas en las que soaba con sangre, con muertes y teniendo relaciones sexuales con la chica que le haba hecho

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el maleficio, a pesar de que ella nunca haba tenido tendencias lesbianas. Adems, desde que despidi a aquella chica, notaba en s unos inexplicables deseos de hacer dao. Por si fuera poco, a veces se le nublaba la vista, llegando a caer al suelo. Despus volva en s sin ms problemas, aunque quedaba muy cansada. Los mdicos pensaron que poda sufrir de vrtigos. Cabe la posibilidad de que cuando se le nublaba la vista y se caa, lo que sufriera en realidad fueran eran los trances de una posesin. Dado que ella perda la consciencia no saba lo que haca tras ese momento en que dejaba de ver. La fase con estos sntomas tan fuertes en muchos casos no suele durar ms all de unos das o semanas, despus los sntomas van menguando. Y como suele suceder en muchos casos, finalmente no qued posesa, sino que slo sufri influencia. Es curioso que cuando se hace un maleficio, a veces, la persona sufre los sntomas de una posesin durante unos das, aunque despus slo quede en ella una influencia. En la primera vez que vino a mi parroquia, or sobre ella durante casi media hora. La nica manifestacin que hubo fue la de quedarse en un estado como de sopor en cuanto comenc las oraciones. Como no hubo ms manifestaciones, le recomend lo usual: que orara cada da, que cambiara de vida convirtindose sinceramente a Dios y que observara si mis oraciones de ese da y las suyas cotidianas haban acabado con esa influencia o si lo iban haciendo de forma progresiva. A partir de aquel da la mujer not una clarsima mejora. El cambio fue tal que se dio por completamente curada. Pero me volvi a pedir cita casi un ao despus, porque la chica que le haba hecho el maleficio, le llam para insultarle y amenazarle. Lo curioso fue

que por telfono, la chica, le haba dicho que le iba a hacer dao donde ms le iba a doler y que iba a ser en la cara. Y efectivamente, al da siguiente amaneci con una marca roja alargada en la cara, como si de una gran cicatriz se tratara. La marca desapareci en un par de das, pero me mostr la foto que haba hecho de su cara la maana en la que apareci. Haba pedido cita conmigo en cuanto tras la llamada apareci esa marca en su piel. Vino a la parroquia y or de nuevo por ella. Nada ms empezar a orar, la mujer sinti malestar, vomit saliva. Digo que vomit saliva porque las arcadas que sufra eran de vmito, aunque lo nico que echaba por la boca era saliva y poco ms. Finalmente fue sintindose mejor, hasta sentirse completamente bien. Haba quedado liberada del maleficio. Le aconsej despus que no tuviera ningn miedo a los maleficios de su enemiga. Ella invocaba al poder de las tinieblas, pero el poder de la Luz era superior sin punto de comparacin. Tuve contacto con ella aos despus, pero ya nunca volvi a sufrir de ningn tipo de influencia.

CaptuloV

Historia del exorcismo en el cristianismo

A
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comienzos de la era cristiana, en el mbito del Imperio Romano exista el espiritismo practicado en diversas formas. Esas formas de espiritismo, as como los ritos iniciticos de sacerdotes o sacerdotisas que a toda costa queran entrar en

contacto y comunicacin con las divinidades y genios, de por s eran provocadoras de posesin. Este tipo de ritos conjuratorios de invocacin de divinidades para que usasen al sacerdote (y ms frecuentemente a la sacerdotisa) como medium estn muy documentados tanto en Roma, Grecia y Egipto. Por todo esto poseemos abundantes textos de los primeros siglos del cristianismo que nos muestran como el ministerio del exorcismo era muy frecuente en esa poca. Ministerio cristiano, pues el exorcismo (eficaz) es un hecho tpica y especficamente cristiano. Los ritos invocatorios de entidades desconocidas fueron desapareciendo en el entorno del Imperio Romano y tambin la prctica del exorcismo fue decreciendo. Pero el exorcismo se sigui practicando en los territorios de misin en el norte de Europa. El fenmeno de la posesin era referido por los misioneros que trabajaban entre brbaros. Poco a poco, el ministerio del exorcismo va siendo relegado paulatinamente hacia regiones ms norteas, en la zona de contacto con paganos conversos. El avance del cristianismo supone la desaparicin de la brujera y la invocacin pagana de este tipo de seres invisibles. La desaparicin de estas prcticas fue casi absoluta, y por ello la posesin desapareci tambin. Quedaron supersticiones y elementos culturales paganos en los pueblos que haban abrazado la nueva religin, pero la brujera fue practicada de un modo muy aislado y espordico. Y cuando se practicaba, ms que como invocacin de seres ocultos, se trataba ms bien de una brujera de frmulas mgicas: en orden a recuperar la salud, el amor, una buena cosecha. De ah, que la poca magia que se se segua practicando en la Europa cristiana tena que ver ms con pcimas que con invocaciones. Era una magia de

frmulas de utilizacin de sustancias eficaces, no una magia de invocacin de espritus. Por eso la posesin desapareci totalmente de la Europa Cristiana. Se trataba de un hecho desconocido y tan slo se recordaba como un hecho portentoso de la poca evanglica recordado por las Sagradas Escrituras. Esa era tnica general, aunque con excepciones, por supuesto. Alguna que otra vez apareca en cualquier lugar de la Cristiandad la posesin como resultado de brujas que iban ms all de la magia de frmulas, y pasaban de usar meramente pcimas a invocar esas fuerzas desconocidas. Pero es evidente que la posesin era ya un hecho excepcional. La aparicin de una bruja o un grupo de brujas eran sucesos nada ordinarios que conmocionarn a los cronistas. Y respecto a su solucin no se haca ningn problema, el ritual de exorcismos estaba a mano y cuando aparecan casos de posesin se aplicaba ese ritual y el fenmeno desapareca. Desde la completa cristianizacin de Europa y el consiguiente desarraigo de las prcticas de invocacin a espritus, se puede decir que la posesin casi enteramente dej de existir en Europa. Tan era as, que a partir del siglo XVIII se va a asentar ms y ms en el mundo intelectual la idea de que nunca existi la posesin. Este estado de cosas sigue as hasta la dcada de los 70 en el siglo XX. En ese momento muchos eclesisticos sucumben a teoras teolgicas que afirmaban abiertamente ya que el demonio era slo un smbolo, pero que en realidad no exista. Desde 1970 hasta la dcada de los 90, en la mayor parte de las dicesis del mundo no se practicar ni un slo exorcismo y todos los casos de supuesta posesin no sern examinados, envindolos directamente al psiquiatra. Sea dicho de paso, la dicesis de Roma ser una de las pocas excepciones en la

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que este ministerio se sigui practicando sin interrupcin durante los peores aos de la desmitologizacin. Curiosamente el auge del esoterismo en Occidente har que cada vez abunden ms los casos de posesin. Sin embargo, durante la dcada de los 90 comenzar un proceso en el este ministerio se practicar progresivamente con mayor frecuencia. Hoy en da son pases enteros donde este ministerio se practica sin mayores problemas (Italia y Polonia entre otros). Mientras que en otros pases este ministerio sigue encontrando graves dificultades.

n los pases donde no ha llegado todava el cristianismo hay posesiones, si hay invocacin de espritus malignos, pero no hay exorcistas. Es decir, s que hay brujos que dicen poder liberar o controlar a esos espritus malignos que poseen a alguien. Pero evidentemente no logran nada. El exorcismo que ellos practican es un exorcismo mgico. Tratan de controlar esas entidades por sus propios poderes personales o por medios materiales. El resultado es nulo. Esta descripcin tan general es vlida para todos los lugares y pocas del mundo extracristiano. Sin embargo, la posesin es un mal tan duro para el que lo padece, que Dios -que siempre es misericordiosopuede conceder a algunas personas el don de expulsar demonios. Y as, en ciertos lugares de Marruecos, por citar un ejemplo, hay personas itinerantes que van de pueblo en pueblo y se dedican a cazar serpientes y a liberar a los posesos de los malos yin que los poseen. Son todos embaucadores, absolutamente todos? No, es posible que alguno tenga un don de Dios para alivio de sus hijos, los hijos de Dios. Yo he visionado alguna filmacin acerca del modo de obrar de este tipo de personas. No son personas

santas, son evitadas por los dems, ellos afirman simplemente haber recibido este tipo de carisma. Desde luego s que liberan los pueblos a donde van de las serpientes venenosas. Su capacidad para cogerlas con sus propias manos es portentosa, va ms all de lo concebible. Sus exorcismos son una especie de reunin del pueblo donde se toca msica y se dirigen al yin maligno ordenndole que salga del poseso. La eficacia de tales prcticas es ms que dudosa pues no se trata de actos que en s tengan ninguna fuerza para hacer salir al demonio. Pero, insisto, Dios concede verdaderos carismas tambin fuera del cristianismo. Adems, en el mbito de las religiones monotestas, los fieles oran al nico Dios verdadero para que les ayude en sus necesidades. Es ms lgico, que en ese mbito, Dios escuche esas splicas y conceda con ms abundancia este tipo de dones a algunas personas.

n el mbito del protestantismo, el verdadero creyente s que tiene armas para hacer salir al demonio: su fe y la Palabra de Dios. Pero carece de otras como son el leo sagrado, las imgenes bendecidas, las frmulas del exorcismo y de otras oraciones (por ejemplo, a la Virgen), carecen tambin de poder pedir la intercesin a los santos. Todo esto supone que emprenden una batalla con el demonio con menos armas. Pero la fe todo lo puede y aunque precisen de ms tiempo, pueden sacar al demonio. Adems, esta carencia de medios suele ser subvenida por el hecho de que en confesiones pentecostales suelen los exorcismos ser practicados en medio de celebraciones de oracin con mucha gente asistiendo. La oracin de tanta gente reunida (orando, cantando, pidiendo) es una fuerza muy poderosa, invisible pero poderossima. Las iglesias ortodoxas cuentan con las mismas armas exorcsticas que

161

los catlicos (las oraciones a la Virgen, los sacramentales, el poder sacerdotal, todo). Suele ser practicado sobre todo en monasterios. Los sacerdotes que lo hacen se preparan durante una semana antes con oracin y ayuno. Y despus los ritos los suelen hacer varios sacerdotes a la vez. Sin embargo, la gran especialista en la materia del demonio y del exorcismo es la Iglesia Catlica. No slo tiene misma la fe en Cristo que puedan tener los protestantes, no slo tiene las mismas armas que los ortodoxos, sino que adems Dios le ha concedido los ms profundos conocimientos teolgicos que existen en el mundo acerca del demonio. La Escolstica (y especialsimamente la angelologa de Santo Toms de Aquino) supusieron un despegue en el conocimiento de la naturaleza de los espritus anglicos absolutamente desconocido para nuestros hermanos separados. Unos hermanos se quedaron anclados en la Biblia, otros se quedaron anclados en los Santos Padres, slo la Iglesia avanz en la profundizacin del conocimiento de ese ser cado.

ni la persona dice que siente nada. Sufre algo de naturaleza demonaca esa persona o no? El exorcista tiene que decirle que no aprecia signos de ninguna influencia extraordinaria. se sera el grado 0, de all pasaramos a los distintos grados de influencia para ir llegando poco a poco a los distintos grados de posesin. La gradacin que aparece en esta escala se basa slo en las reacciones que el exorcista observa en la persona cuando ora por ella. Se trata por tanto una escala basada en la reaccin, dado que lo invisible no se puede observar. Los grados de la escala SD son los siguientes:

1.

Influencia externa: La persona

cuando se reza por ella siente que le tocan, o escalofros, o presencias. Pero nada dentro de su cuerpo.

2.

Influencia interna: La persona siente

CaptuloVI

Escala SD de grados de posesin e influencia

en su interior opresin (frecuentemente en el pecho o en la cabeza), o nota que se mueve algo, o dolor en un miembro determinado. Es decir, la persona, cuando el sacerdote ora por ella, nota algo dentro de su cuerpo. Porque lo nota dentro, por eso decimos que la influencia es interna.

3. Se le mueven slo los prpados, de


arriba abajo, con rapidez. Si el sacerdote le levanta con cuidado los prpados, observa que los ojos o estn en su posicin normal o si estn vueltos hacia arriba o hacia abajo, al momento vuelven a la posicin normal en cuanto el sacerdote le ha levantado el prpado. La persona est consciente.

n elemento muy til a la hora de describir en un informe los grados de posesin, es la escala que se presenta a continuacin. La escala comenzara en el grado 0 en el que la persona refiere que le suceden hechos en la vida ordinaria que achaca al demonio, pero al rezar ni el exorcista observa nada,

4. Cuando levanta los prpados observa


que los ojos estn en blanco bajo los prpados. Sin que al levantar el prpado,

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la pupila vuelva a colocarse en su sitio. La persona aun teniendo los ojos en blanco, est consciente.

5. Cuando se presentan los signos


descritos en el grado 4, pero se aade el que est inconsciente. El exorcista le habla, pero no responde y al acabar la oracin no recuerda nada.

6. Se mueven ligeramente las manos, la


cabeza o alguna parte del cuerpo. Se produce como un temblor involuntario de esos miembros.

7. La persona grita, gime o solloza, pero


no habla. A veces se agita en silencio pero sin que haya necesidad de sujetarla.

pasar de un grado a otro a lo largo de las distintas sesiones. Avanzando hacia arriba en la escala, o por el contrario ir bajando poco a poco en la escala conforme avanzan los das. Asimismo, uno puede ser el grado que se observa al hacer el informe ante el obispo, y otro grado el que se manifieste durante el exorcismo. Tngase en cuenta que una posesin del grado 8 puede acabar mucho antes, con muchas menos sesiones, que una posesin del grado 10. Incluso personas sufriendo un grado de influencia 6 pueden ser necesitar de un proceso mucho ms largo de oracin, que una persona del grado 10. Por si es de alguna utilidad, aadimos un esquema sencillo de los grados de tentacin, ya que a los exorcistas les llegan muchos casos de personas muy tentadas: 1. tentacin normal 2. tentacin muy insistente 3. tentacin obsesiva 4. noche del espritu El sacerdote puede orar a Dios para que l aleje al demonio de una persona muy atribulada por la tentacin. Tambin por su poder sacerdotal, puede ordenar a un demonio que se aleje de alguien al que est tentando. Ciertamente esa orden tiene una autoridad sacramental que produce un efecto. Lo cual no significa que ms adelante, ese demonio pueda volver a acercarse a esa persona para tentarla. En la noche del espritu, la persona sufre una verdadera agona en su alma. El sacerdote puede prestarse a hacer este tipo de oraciones a Dios para que aleje a un demonio, o dar rdenes al demonio para que se aleje, aunque el alma, en definitiva, tendr que sufrir esa prueba para su purificacin.

8. La persona habla en trance. El


espritu puede agitar a la persona en algunos momentos.

9. La persona se agita fuertemente. Si


son demonios mudos, pueden estar en silencio, pero el cuerpo se mueve con violencia.

10. la persona grita con todas sus


fuerzas, alla, hay que sujetarla entre varias personas. Esta escala se ha elaborado tras examinar a centenares de personas en distintos pases del mundo. Los grados de transicin entre la influencia y la posesin son siempre los mismos sea cual sea el pas o la religin de la persona examinada. Hay que advertir tambin que la posesin se dara a partir del grado 8. La posesin se da slo cuando el espritu puede mover a voluntad ese cuerpo. Advirtase tambin que durante un proceso de exorcismo, una persona puede

163

CaptuloVII

Suplementos

Suplemento 1
................................................................................ .

Los casos especiales de posesin

a habido varios casos especiales de posesin, como son los casos de posesin de grupos y los casos permitidos por Dios como signo. Como caso de posesin de grupos es famossimo el caso de Salem, Massachusets, en el que en medio de una comunidad de puritanos se produjo la posesin de varias nias a causa de una mujer negra que les inici en la invocacin de distintas entidades. La comprobacin de la intervencin del Maligno en esas nias dio lugar a un caso de histeria colectiva que produjo la condena a muerte de mucha gente inocente. Por citar otro caso de posesin de un grupos podemos simplemente mencionar el reciente de Chamanga (Ecuador) en 2003 en el que ms de una docena de chicas entre catorce y veintitrs aos quedaron posesas. Los casos dados como signo son mucho ms interesantes pues implican un plan de Dios alrededor de ellos. Son casos permitidos por Dios para concienciar a la gente. Slo tenemos constancia de dos casos dados como signo: el de Mount Rainier (Estados Unidos) en 1949 y el Loudun (Francia) en 1632.

En el caso de Loudun se produjo la posesin de un nutrido grupo de monjas del convento de las ursulinas de esta ciudad. La posesin se produjo por causa del capelln del convento, Urban Grandier, un clrigo licencioso y libertino, que practic la brujera. A finales de septiembre de 1632 las monjas comenzaron a ver extraos fenmenos en el convento. Despus comenzaron a decir que un espectro con la figura de Urbain Grandier recorra los corredores del convento por la noche. Despus ms y ms monjas comenzaron a padecer convulsiones y a hablar con extraas voces. Incluso un pastor protestante como Nicols Aubin escribi: Que las monjas golpeaban con sus cabezas sus propios pechos y espaldas, como si tuvieran sus cuellos rotos y con inconcebible rapidez. Que retorcan sus brazos en las articulaciones del hombro, del codo o de la mueca, dndoles vueltas tres o cuatro veces. Que se tumbaban sobre sus vientres mientras se agarraban con sus manos a las plantas de sus pies. Que sus caras eran aterradoras, que sus ojos podan permanecer abiertos sin parpadear. Que proferan gritos como nunca antes haba odo. Que hacan uso de expresiones tan indecentes que hubieran avergonzado al ms depravado de los hombres, mientras se exponan a s mismas invitando a conducta lujuriosa. Siete fueron las monjas posesas, adems de cuatro mujeres laicas y muchas otras que padecan otros fenmenos. La lista de nombres de demonios que fueron expulsados de ellas son: Asmodeus, Zabuln, Isacaaron, Astaroth, Gresil, Amand, Leviatn, Behemot, Beherie, Easas, Celsus, Acaos, Cedon, Alex, Naphthalim, Cham, Ureil y Achas. Los exorcismos realizados en la ciudad fueron terribles, pues las contorsiones, las voces extraas, impresionaron mucho a toda la ciudad.

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Todos estos ritos se realizaron en una iglesia con asistencia de pblico. Y constituyeron un verdadero signo para su poca en toda Francia, pues mostraron (entre otras cosas) la fuerza inherente en los ritos catlicos contra lo que decan los protestantes. A los exorcismos asistieron muchas dignidades, el prncipe Lus de Borbn entre otros. Uno de los demonios, Leviatn, revel en mayo de 1634, en un exorcismo, a travs de la voz de la monja Juana de los Angeles que Urban Grandier haba realizado un pacto con el demonio. El documento se encontr en el lugar indicado durante el exorcismo. En un exorcismo anterior el demonio Asmodeo haba dicho que se haba firmado con la sangre de Grandier. Una investigacin posterior descubri una cicatriz en su mano. La acumulacin de pruebas contra el capelln condujo a que fuera sentenciado a morir quemado vivo. Sin embargo, algunos demonios permanecieron en unas cuantas monjas posesas durante todava ms meses, aunque en 1634 con la intervencin del exorcista Surn el caso de Loudum acab.

uy distinto fue el famoso caso estadounidense de posesin de Mount Rainier en 1949 tuvo un final muy distinto al que aparece en la pelcula. Un final tan extraordinario que se opt por no ponerlo ya que se consider que nadie lo iba a creer. La liberacin del demonio en la ltima sesin fue as: El demonio que hablaba a travs del nio con una voz horrible llena de odio dijo: No me ir hasta que sea pronunciada cierta palabra, pero el nio jams la dir. (...) No es suficiente, debe decir una gran palabra, me refiero a una gran palabra. Nunca dir esa palabra, nunca dir esa palabra. El exorcismo prosigui y de pronto el chico hablo con una voz en un

tono claramente autoritario y al mismo tiempo digno. El poseso dijo: Soy San Miguel y te ordeno Satn que abandones el cuerpo en el nombre de Dominus, inmediatamente, ahora, ahora. Dominus en latn significa Seor. Se oy un sonido que describieron como una detonacin muy fuerte y que escucharon muchas personas en el hospital de los hermanos de San Alejo en San Louis, personas que no saban que se estaba practicando un exorcismo, trabajadores que incluso estaban en las oficinas del hospital. En ese momento el poseso qued liberado y volvi en s. El chico no se acordaba de nada pero s que recordaba una visin de San Miguel luchando con Satans. Curiosamente, ese mismo da a esa misma hora en que sali el demonio, esa misma visin fue vista al otro lado de la ciudad, en la iglesia de San Francisco Javier por varios sacerdotes jesuitas, los cuales afirmaron haber visto sbitamente una intensa luz que ilumin el altar principal y la bveda sobre el altar, y en la que se vea a San Miguel luchando con Satn. Por qu sali justo al decir esa palabra y por qu tena que ser en latn? La nica razn fue porque as lo dispuso Dios. La palabra Seor seguro que la haban mencionado en las frmulas de los exorcismos, pero al demonio se le haba dicho (por parte de un ngel, santo o Dios) que cuando se dijera esa palabra l saldra. Aunque lo que le ech fue la lucha con San Miguel. Lo nico que saba el demonio era que la palabra supona que haba llegado ya su hora. Pienso que ese caso de Mount Rainier que fue un caso con muchos fenmenos extraordinarios y que tuvo un gran impacto en la prensa de su tiempo, fue permitido por Dios para concienciar a esa generacin de la veracidad de este fenmeno de la posesin. Cuando pareca que la posesin era algo ya superado,

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algo medieval, apareci ese caso. Y de ser algo arcaico pas a ser algo totalmente actual. Y si tuvo mucho impacto el caso real, mucho mayor lo fue el de la pelcula. Considero que tal obra ha logrado lo que no hubieran logrado ni miles de sermones. El caso de Mount Rainier fue un caso dado como signo. Es decir, un caso que sirviera para abrir los ojos a muchos y sembrar, al menos, la duda en millones de personas y ms all de una generacin. Un signo que sirviera para concienciar en primer trmino a la sociedad de su poca acerca de la realidad de la existencia del demonio y el poder del exorcismo. Y en segundo trmino, para concienciar de la existencia de Dios, de la posibilidad de condenarse, de lo que es el pecado, del poder de la Iglesia. Aunque la pelcula El Exorcista acaba con la muerte del sacerdote, cosa que no ocurri en la realidad, no tengo la menor duda de que la novela primero y sobre todo la pelcula fueron instrumentos que entraban en el plan de Dios para dar un mensaje que El quera dar.

relativo a esta materia que es el canon 1172 dividido en dos pargrafos: canon 1172. pargrafo 1. Sin licencia peculiar y expresa del Ordinario del lugar nadie puede realizar legtimamente exorcismos sobre los posesos. pargrafo 2. El Ordinario del lugar conceder esta licencia solamente a un presbtero piadoso, docto, prudente y con integridad de vida. En los Praenotanda del Ritual de Exorcismos de 1998 se ofrecen muchos consejos pero con voluntad de mandar o prohibir slo aparece lo que que se dice en los puntos 13, 19, 37 y 38. En el punto nmero 13 se repite palabra por palabra lo dicho en el canon 1172 del Codigo pero aade que "la licencia debe concederse slo al sacerdote [...] que est preparado para este oficio de modo especfico". No se explica ms. De todas maneras, aunque no lo expliquen los Praenotanda lo que evidentemente significa esa aadidura es que ese sacerdote debera formarse con el exorcista de otra dicesis antes de tomar sobre s el ejercicio de ese ministerio. En el punto nmero 19 se dice que tanto antes como mientras se lleva a cabo el exorcismo que no se de lugar a la intervencin de los medios de comunicacin social. Y que una vez que se ha llevado a cabo, tanto el exorcista como los que han estado presentes no divulguen lo sucedido, guardando la debida discrecin. El punto nmero 37 dice que las Conferencias Episcopales pueden adaptar si lo creen necesario o til signos y gestos a la cultura y carcter de su pueblo. En el punto nmero 38 dice tambin que las Conferencias Episcopales pueden aadir al Ritual un

Suplemento 2
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Legislacin Cannica

asta el da de hoy, toda la legislacin que existe vigente hoy en da sobre la materia del exorcismo y el exorcista se reduce a tres fuentes: el Cdigo de Derecho Cannico, los Praenotanda del Ritual de Exorcismos y una comunicacin de 1985 de la Congregacin para la Doctrina de la Fe. Adems de los textos normativos que voy a poner a continuacin hay consejos, recomendaciones y sugerencias, pero no legislacin que se limita a lo que sigue: En el Cdigo de Derecho Cannico aparece un nico canon

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Directorio pastoral sobre el uso del exorcismo mayor.16

Suplemento 3
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todo lo dicho hay que aadir una carta fechada el 29 de septiembre de 1985 enviada por la Congregacin para la Doctrina de la Fe a todos los obispos diocesanos para recordar las normas vigentes respecto a los exorcismos. La carta dice que: a) Nadie puede legtimamente pronunciar los exorcismos sobre los endemoniados si no ha obtenido licencia especfica y expresa del obispo diocesano del lugar. b) No es lcito que los fieles usen la frmula del exorcismo contra Satans y los ngeles rebeldes, tomada de aquella que se ha hecho de derecho pblico por disposicin del Sumo pontfice Len XIII. c) Incluso en los casos en los que, aunque no se trate de posesin diablica propiamente dicha, parece que se manifiesta algn influjo diablico, aquellos que no tienen la debida licencia que no guen las reuniones en que se usan oraciones para obtener liberacin, en el curso de las cuales se dirigen directamente a los demonios y se esfuerzan en conocer sus nombres. Hay que hacer notar que en ningn texto normativo se afirma que sea preceptivo un informe psiquitrico. Slo se dice que en el punto 17 de los Praenotanda del Ritual que en la medida que se vea que sea necesario se consulte a los expertos en medicina y psiquiatra que tengan sentido de las cosas espirituales.

La medalla de San Benito

ada la gran difusin que tiene entre los exorcistas de la medalla de San Benito voy a explicar su simbolismo e historia. La medalla presenta, por un lado, la imagen del Santo Patriarca, y por el otro, una cruz, y en ella y a su alrededor unas letras que son las letras iniciales de una oracin, que dice as: Crux Sancti Patris Benedicti Cruz del Santo Padre Benito Crux Sacra Sit Mihi Lux Mi luz sea la cruz santa, Non Draco Sit Mihi Dux No sea el demonio mi gua Vade Retro Satana Aprtate, Satans! Numquam Suade Mihi Vana No sugieras cosas vanas, Sunt Mala Quae Libas Pues maldad es lo que brindas Ipse Venena Bibas Bebe t mismo el veneno. La difusin de esta medalla comenz a raz de un proceso por brujera en Baviera, en 1647. En Natternberg, unas mujeres fueron juzgadas por hechiceras, y en el proceso declararon que no haban podido daar a la abada benedictina de Metten, porque estaba protegida por el signo de la Santa Cruz. Se busc entonces en el monasterio y se encontraron pintadas antiguas representaciones de esta cruz, con la

16

Tanto el punto 37 como el 38 contienen algunas normas ms pero ya de carcter tcnico, normas acerca de la publicacin del Ritual.

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inscripcin antes explicada, la que siempre acompaa a la medalla. Pero esas iniciales misteriosas no pudieron ser interpretadas, hasta que, en un manuscrito de la biblioteca, iluminado en el mismo monasterio de Metten en 1414 y conservado hoy en la Biblioteca Estatal de Munich, se vio una imagen de San Benito, con esas mismas palabras. Un manuscrito anterior, del siglo XIV y procedente de Austria, que se encuentra en la biblioteca de Wolfenbttel, parece haber sido el origen de la imagen y del texto. En el siglo XVII J. B. Thiers, erudito francs, la juzg supersticiosa, por los enigmticos caracteres que la acompaan, pero el Papa Benedicto XIV la aprob en 1742 y la frmula de su bendicin se incorpor al Ritual Romano.

El Mal
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SeccinI

Cuestiones sobre el Mal

Prefacio.

Esta parte de la obra (salvo los anexos finales) analiza el mal slo desde el punto de vista de la filosofa. Trata de considerar el mal slo a partir de la razn, con independencia de toda religin. Aunque s que se habla de Dios, puesto que Dios es un concepto filosfico. La idea de un Ser Infinito Omnipotente es un concepto filosfico con el que puede trabajar intelectualmente hasta un ateo. Y si Dios existe, existe por tanto retribucin post mortem. Al hablar del mal, pero incluyendo a Dios, la salvacin y la condenacin, puede parecerle a alguno que estamos haciendo teologa, pero este segmento de la obra tiene una firme voluntad de reflexionar sobre el concepto del mal en abstracto, sin apelar a otros elementos que la mera razn.

Cuestin 150 Qu es el mal?

l mal es la carencia de un bien debido. Esta es la definicin ya clsica de Santo Toms de Aquino. Llegar a esta definicin requiri de muchas generaciones. Alcanzar una objetiva y perfecta definicin de este concepto no es algo que se haya conseguido en un momento, sino que por el contrario ha sido necesario el pensamiento consecutivo de muchos intelectuales a lo largo de siglos para dar con una frmula tan exacta como precisa, adems de breve. Por lo tanto, el mal no

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es algo que tenga existencia en s mismo, sino algo que existe en un ser.

Cuestin 151 Existe el mal?

a primera cuestin en la que debemos reparar es si existe el mal. No podra ser que el bien y el mal lo ponemos nosotros con nuestra mirada? No puede ser que se trate de un aspecto completamente subjetivo? Lo que consideramos bien y mal no depender de un mero aprendizaje cultural? Lo que es malo aqu puede ser bueno en otro esquema de valores. Quiz lo bueno para nosotros, es lo reprobable para otros. No puede ser que los enteros esquemas de bondad y maldad no tengan ms fundamento que un cdigo de educacin en la mesa al comer? No puede ser que todo sea neutro y sea, en definitiva, nuestra mente la que es enseada desde pequea para verlo bajo un aspecto u otro.? Quiz son nuestros padres los que desde pequeos nos ensean que es el bien y el mal al decirnos una y otra vez: esto malo, esto bueno, mal!, muy mal, bien, muy bien! La primera cosa que debemos saber es que el mal y el bien son objetivos; aunque a veces nos equivoquemos en nuestros juicios acerca del bien y del mal. Pero el hecho que nos podamos equivocar y de que de hecho nos equivoquemos no afecta para nada a la objetividad intrnseca del bien y del mal. La enfermedad, el asesinato, la mutilacin, el odio, la miseria, la guerra, el dolor... son males, autnticos y verdaderos males. La lista podra continuar alcanzando a centenares, a miles de aspectos. Nunca lograramos una lista completa. Incluso los ms entusiastas defensores de que el bien y el mal no son conceptos objetivos sienten tambalearse sus esquemas cuando contemplan los campos de Auswitch.

Cuando uno ve las filmaciones de la poca con esos barracones cobijando a seres humanos, uno comprende que el mal existe por encima de todo condicionamiento cultural, de toda concepcin filosfica. Al ver esos barracones uno comprende que no importan las razones que les llevaran a cometer esos crmenes, no importa el tanto por ciento de personas que en la retaguardia refrendaran esas acciones, no importan los fines por los que creyeran justificadas esas nefandas acciones, aquello fue malo por encima de cualquier opinin, por encima de cualquier consideracin. Uno de los ms fatdicos y terribles errores de la cultura postmoderna ha sido la superacin del concepto de bien y de mal. Ya no existen el bien y el mal objetivos. Hay cosas que me convienen y cosas que no, hay cosas que van mal a los dems y otras que no, pero el bien y el mal han dejado de existir. Ese ha sido el ms trgico error de nuestra cultura. Una vez que todo es neutro, una vez que nada es realmente malo en s mismo, hemos creado un humus perfecto para que germine cualquier aberracin. Si todo es relativo, hasta el mismo concepto de aberracin es relativo tambin. Donde ya no existe el bien ni el mal, ya no hay tampoco nada que sea una aberracin. La destruccin de la objetividad del mal nos puede parecer innatural, pero si nos detenemos a reflexionar en la razn ltima por la que puede existir un bien y un mal, encontraremos que esa razn ltima slo puede ser Dios. Sin Dios no podran existir el bien y el mal objetivos. Por qu? Pues, por ejemplo, porque no tendra sentido sacrificar la propia vida en aras de la justicia, si no existe una justicia despus de la vida. El herosmo extremo sera una insensatez. Perder la nica vida si no hay nada despus, supondra perderlo todo frente a

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la mera posibilidad de un bien de otros. El mundo por tanto no sera justo. Y si el mundo no es justo, qu sentido tiene sacrificarlo todo por un mundo que en s mismo no es justo. Sin un garante ltimo del bien, sin una justicia absoluta e infinita, todo est sujeto a opinin. Sin una vida despus de sta, este mundo por s mismo es injusto. No es justo que un chico muera sufriendo terribles dolores a los diecisis aos, y otro a los ochenta habiendo gozado de ptima salud. No es justo que uno viva en la miseria y otro en la mayor de las riquezas. No es justo que a uno le salgan bien todas las cosas, y en otros se cebe la adversidad de un modo continuo. Si el mundo ha de explicarse por s mismo, si no hay nada ms que el mundo para explicar al mundo, hemos de concluir que el mundo es injusto. Y no valdra la pena sacrificar la entera existencia, la vida, por un mundo que no es bueno, sino malo e injusto, aunque en l haya cosas buenas. El sacrificio, la propia inmolacin, seran una necedad. El egosta sera el sabio. El egosta, el vividor, el que disfrutase al mximo de su existencia sera el ms inteligente. Esto ya lo comprendi San Pablo al afirmar si Cristo no ha resucitado somos los ms necios de los hombres. Como se ve, hasta en los mismos textos fundacionales del cristianismo aparece la idea de que la lucha hasta la inmolacin por los ms altos valores slo tiene sentido si existe una retribucin post mortem. Sin esa retribucin, el mundo sera injusto. Sin esa retribucin, el epicreo sera el ms inteligente de todos. Y el sanguinario sera tan slo un personaje ms de la variada fauna humana. Pero tendra sentido parar los pies al hombre sanguinario si he de hacerlo a costa de poner en peligro mi vida? Tendra sentido tal cosa si el mundo entero no es ms que una selva regido por las leyes de la selva? Querer cambiar esas leyes sera una tarea vana.

Un mundo as sera un mundo irredimible por su propia naturaleza. La idea de construir una tica desde la concepcin de que todo acaba en este mundo, slo se podra sustentar en que la vaga idea de que cuando se hace el bien uno se siente bien consigo mismo. Pero que pasa si uno se siente bien siendo un perfecto egosta? Habra que convenir en que bien y mal son relativos y sujetos a mil opiniones diversas. Por eso el bien y el mal slo pueden ser objetivos si hay un garante final, si hay una justicia infinita y perfecta. En definitiva, slo existe el bien y el mal, si existe Dios. Slo Dios garantiza la objetividad e intangibilidad de estos dos conceptos de bondad e iniquidad. Claro que la aceptacin de que existe un bien y un mal objetivos, tiene mucho que ver con la idea de si es posible conocer la verdad. Ese es otro de los nefastos frutos del postmodernismo, pensar que ya no existe la verdad. En un mundo donde no existe la verdad, sino miles de opiniones, no puede existir un bien y un mal objetivos. Pero aqu, como antes, slo puede existir la verdad objetiva si existe un garante de la verdad. El nico garante de la verdad slo puede ser Dios. Sin una Divinidad viviramos en un universo donde nunca se podra estar completamente cierto de que hasta nuestros ms seguros esquemas y fundamentos no estn equivocados. Y si resulta que nuestras verdades ms absolutas estn equivocadas? El proceso de duda acerca de la verdad, e incluso acerca de si existe la verdad, puede ser llevado al infinito. Slo la existencia de un ser que sea el fundamento definitivo de la verdad puede poner fin a ese proceso infinito de duda. Slo El puede proveer de un sostn definitivo a los fundamentos de la verdad, a los fundamentos de la posibilidad de la verdad.

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Cuestin 152 Cules son los tipos de mal?

a variedad posible del mal es infinita. El lienzo La Gioconda es un bien, mientras que es un mal ese mismo lienzo con una vandlica rasgadura en pleno rostro. El lienzo sigue siendo un bien, la rasgadura es un mal, el mal existe en un bien, en un ser. Un rostro feo es un mal. El rostro es un bien, pero es un mal que sea feo. La sequa que provoca hambruna, un incendio forestal, la desaparicin de una especie animal, un vertido de petrleo en el mar, una enfermedad... la lista de males posibles es infinita. Hay infinitos males posibles. Podemos imaginar infinitos seres posibles, pues bien, cada ser admite infinitas posibilidades de deformacin, infinitos grados de degradacin. Pero el mal por antonomasia, el peor mal de todos, es el mal moral, es decir, cuando el hombre hace el mal moral, cuando el hombre a sabiendas decide hacer el mal. El mal que sucede por culpa de la naturaleza, el mal que sucede por un error, por una imprevisin, es un mal inculpable. El peor mal, el mal cualitativamente distinto de todos los males inculpables, es el mal que se produce cuando un ser libre decide asumir sobre s la culpa de cometer el mal.

Cuestin 153 Es el mal un concepto religioso?

a sido mi propsito al escribir las reflexiones anteriores construir un sistema acerca del bien y del mal vlido para cualquier persona con independencia de sus creencias y convicciones. Y he querido que la construccin de razonamientos fuera vlida para todos porque la lgica si est bien construida debe ser vlida para todos. Ahora bien, sin concepto de

Divinidad no existe justicia infinita. En un universo sin justicia no existira el bien, y por tanto tampoco el mal. Luego el concepto de mal es un concepto tico. Sin Dios, la tica es slo una declaracin de buenas intenciones. La tica sin Dios sera como un coche de bomberos en medio de un incendio de dimensiones csmicas. El concepto de bien y de mal no requiere del concepto cristiano de Redencin, pero s que precisa del concepto de Dios. El ateo y el agnstico pueden ser buenas personas, un honrado ciudadano, un buen padre de familia, pero en el momento en el que se le coloque en una situacin heroica, en una situacin lmite, se plantear qu sentido tiene no sucumbir al mal, se plantear si tiene sentido el no sucumbir al mal si las cosas son llevadas al extremo. Hasta qu punto el bien sigue siendo un bien si su defensa me provoca un mal mximo? Si yo juez, s que por emitir una sentencia correcta, me van a matar a mi mujer e hijos, hasta qu punto el bien que hago no se convierte, en realidad, en un mal para m? Slo una retribucin post mortem da sentido al bien. Sin esa retribucin, el ejercicio heroico del bien se convierte en una injusticia para el que lo practique. Se convertira en un acto heroico en pro de un mundo sin sentido. En un acto generoso en pro de un mundo de egostas. Sin una Justicia Infinita, la prctica del bien heroico se convierte en algo muy loable, tan loable como carente de razn. Si Dios no existe, todo es lcito. Si todo es lcito, slo admitir como norma para m mis criterios de conveniencia. Si todo es lcito, nada es malo. Y si algo es malo, te fastidas. Este razonamiento puede resultar cruel, pero impecable desde un punto de vista sin Dios, sin retribucin, sin justicia definitiva.

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Por el contrario en la visin cristiana, musulmana, budista, platnica, masnica, etc, etc, existe una visin del cosmos como orden. Por el contrario sin Dios, sin posibilidad de conocer la verdad, sin la existencia de conceptos objetivos, el universo no es un orden. En esta selva csmica no habra posibilidad alguna de pedir cuentas a nadie, no podemos invocar una razn superior para hacer o no hacer algo. En la ley de la selva, todo est permitido. La ley de la selva es el triunfo de la voluntad. El triunfo de la voluntad frente a la filosofa clsica que es el triunfo de la razn, el orden de la razn. En el orden de la razn, el mal es un mal porque es malo. En el orden de la mera voluntad (la voluntad como razn ltima), el mal deja de ser un mal si lo deseo como bien.

Cuestin 154 Hasta dnde puede llegar el mal?

contradiccin en s mismo. Pero el concepto de mal, puesto que es una carencia, no puede existir de un modo infinito. Reflexionando sobre esta cuestin al escribir estas pginas me pregunt algo que nunca se me haba planteado: lo mismo que existe un Ser Infinito, no podra existir un Ser Infinito pero que se hubiera deformado infinitamente? Slo un Ser Infinito admitira una deformacin infinita, una infinita degradacin de todo su ser ilimitado. Eso es as. El problema es que para degradarse ese Ser Infinito debera desear algo desordenado. Y el Ser Infinito al tener toda la plenitud del Ser nada puede desear fuera de s. Luego para Dios es imposible la tentacin. Dios no puede pecar, porque nada puede atraerle hacia el mal. Dios no puede desear nada fuera de s. As que la posibilidad de una carencia infinita en un ser infinito sea metafsicamente imposible.

l mal no tiene lmite. Por mala que sea una persona, todava puede degradarse ms. No existe un fondo, no existe un punto en el que no pueda caerse ms bajo. Uno todava puede encontrar modos de hacer ms dao al prjimo, modos de hacer sufrir ms a una persona.

Cuestin 156 Esta Dios por encima del bien y del mal?

Cuestin 155 No existe el mal infinito?

o, el mal siempre se asienta en un ente, siempre se trata de la degradacin de un ser concreto. El mal no existe en s mismo como ente. No existe la esencia del mal como ser. No existe el mal en estado puro. El mal existe siempre en una medida, la medida de la deformacin, y por tanto siempre es limitado. Por eso es imposible que exista un Dios del Mal. El concepto de Ser Infinito puede existir, no tiene

i Dios est por encima del bien y del mal. Ni Dios est por encima de la verdad. Las cosas son buenas no porque Dios lo haya dicho, sino porque son buenas. Y son malas, porque son malas en s mismas. La justicia, la misericordia, la caridad, la paciencia.... son buenas en s mismas. Dios no poda haber dicho: he decidido que el egoismo, la mentira, la traicin, los celos... sern vuestras virtudes. Dios no es quien decide lo que es la verdad. La verdad es en s misma. Que 1+1=2 es algo que ni Dios puede cambiar, porque es as. Nada ni nadie est por encima del bien ni del mal. La lgica es algo objetivo, es una especie de matemticas

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de los conceptos, nadie est por encima de esas matemticas conceptuales.

Cuestin 157 Cul es el mayor mal?

in duda el odio. El odio puede descargarse contra cuatro objetos: Dios, los hombres, lo que nos rodea, uno mismo. Hay quien llega a odiar esas cuatro cosas con todas sus fuerzas. Es el grado final de la mayor degradacin moral.

Cuestin 158 Es el pecado religioso?

un

concepto

fectivamente, sin Dios no habra pecado. Si Dios no existe, todo es lcito, escribi Dostoyevsky. Y tena razn. Sin Dios ya no hay ni arriba ni abajo, nos repetir Nietzsche. Sin Dios no slo no hay pecado, sino que tampoco habra la posibilidad de recibir el perdn de un pecado. Quin podra perdonar el pecado? Quin podra perdonar el concepto de iniquidad radicado en una persona? Bajo qu autoridad se podra perdonar el reato de culpa? Si yo hago un mal a una persona, y esa persona me perdona, esa persona me perdona su sentimiento de venganza, me perdona sus malos sentimientos hacia m, pero no puede perdonar la mancha que hay en mi ser al haber hecho el mal. El concepto de perdn de un pecado supone borrar la mancha que se produce en el interior del ser de una persona por haber hecho el mal. El perdn del ofendido se puede producir aunque el verdugo se carcajee del mal que ha producido en su vctima. El perdn del ofendido en nada borra el pecado, en todo caso enaltece a la vctima, pero nada ms. Al verdugo se le puede ocurrir el hacer todo el bien que pueda desde ese

momento para reparar el mal cometido. Pero si uno ha asesinado a miles de judos en campos de concentracin, qu puede hacer para remediar lo ya hecho? Qu se puede dar a cambio de truncar el futuro, los sentimientos y proyectos de centenares de nuestros semejantes? Eso nos hace comprender que existen pecados cuya posibilidad de reparacin resulta imposible para las fuerzas humanas, ni siquiera en toda una vida. De ah que la capacidad de cometer ciertos males supone, indudablemente, la capacidad de cometer males irremediables que implican una culpa, por tanto, imposible de borrar con medios humanos. Ms que hablar, como algunos hacen, de una culpa infinita deberamos decir irreparable. Es decir, hay males tan espantosos cuya reparacin escapa totalmente a nuestras manos. Hay males tan crueles, tan aberrantes, cuya comisin est en manos de nuestra libertad, pero cuya reparacin perfecta escapa a nuestra libertad. Somos libres de cometer un dao que sabemos que nunca podremos reparar con ningn acto nuestro o con los actos de toda nuestra vida. De esto a la comprensin de la necesidad de una Redencin slo hay un paso.

Cuestin 159 Hay algn mal imperdonable?

or pura lgica, sin necesidad de que Dios nos lo haya revelado, se puede comprender que es imposible que exista un mal que por s no pueda ser perdonado por un Ser Infinito. El mal siempre ser finito. Ahora bien, desde el momento que existe la libertad, el libre albedro puede mantenerse en una postura de no-arrepentimiento. El Creador del libre albedro respeta ese libre albedro, de lo contrario no lo hubiera creado. Adems, hay pecados que requieren de una justicia infinita. Hay

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pecados de tal gravedad que exigen una restitucin del orden quebrantado. El orden del universo, el orden de las cosas, la armona de todas las cosas que existen, requiere que una violacin grave, consciente, pertinaz y sin arrepentimiento de ese orden sea reparado. Por eso la eterna exclusin de la bienaventuranza para el que voluntariamente se ha convertido en un inicuo y no se arrepiente, es una consecuencia lgica del ser de las cosas. No poda ser de otra manera. El infierno no es una creacin de Dios, es una consecuencia lgica del ser de las cosas, una justa reparacin del orden violado.

libertad manteniendo un estado de noarrepentimiento de tales acciones Si estos dos factores se dan simultneamente, cualquier mente humana puede comprender que, con independencia de toda religin, la exclusin de la bienaventuranza sera una consecuencia lgica. La alternativa a esta condenacin sera la de un Dios que crea la libertad, pero destruye la libertad cuando no sale lo que El quiere.

Cuestin 161 Slo se condenan los que quieren?

Cuestin 160

Con la sola razn sabramos que existe la condenacin eterna?

esde el momento en que consideramos que puede existir un Ser Infinito, desde el momento en que sabemos que existe el mal, es inevitable pensar que puede existir un estado de mal perpetuo que excluira de la felicidad eterna. La cuestin acerca de la existencia de una condenacin eterna no es algo que necesariamente tenga que provenir del contexto de revelaciones religiosas. Basta la mera razn natural para que la cuestin surja. Adems, que existe el infierno sobre la tierra es un hecho evidente, utilizando la palabra infierno de un modo lato. Infiernos personales indudables son los espritus de los hombres que viven carcomidos por el odio y la agresividad. La cuestin es si este estado de infierno personal puede prolongarse de un modo indefinido o necesariamente en todos tiene un final. Se mire como se mire, la condenacin eterna sera la consecuencia lgica de dos factores simultneos: 1. la comisin de pecados muy graves, 2. la

adie quiere condenarse voluntariamente, son nuestras acciones las que nos excluyen de la bienaventuranza. De la misma manera que nadie quiere pasar sus aos de vida sobre la tierra sumido en el odio y el deseo del mal al prjimo (pero de hecho hay gente as), de la misma manera tambin hay gente que ser excluida no porque quiera excluirse, sino porque sus propias acciones le excluyen.

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Cuestin 162 Puede uno condenarse por pequeos pecados?

ndudablemente no. La condenacin eterna es algo tan terrible, tan espantoso, que slo por graves pecados puede uno perder el fin ltimo de la existencia. Ahora bien, cada pecado por pequeo que sea, es un paso hacia otro pecado mayor. Cada pecado por nfimo que sea, es un paso en direccin a la condenacin. Nadie puede decir: pecar slo una vez y despus no lo volver a hacer. Cada pecado debilita la voluntad, cada falta oscurece un poco ms nuestra inteligencia. Los grandes pecados no existiran sin los pequeos. Cada pecado por leve que sea, es una locura. Supone un paso hacia el precipicio. Da la sensacin de que la lucha contra los pequeos pecados sea una cruzada propia de celosos curas y devotas monjas. Y que por el contrario, la gente normal pudiera vivir en una alegre inconsciencia, en una feliz libertad, eso s, abstenindose de lo grave. Eso es un error. Todos desde el momento en que somos conscientes de que existe la Divinidad, debemos ser conscientes de que existe la posibilidad de la eterna exclusin del goce de esa Divinidad. Y por tanto, desde ese momento debemos recapacitar de que lo pequeo nos prepara para lo mayor. Cada paso en s mismo considerado es muy pequeo, pero si hay un precipicio detrs un pequeo paso hacia ese abismo es un peligro muy grave. Cada pecado no slo debe ser considerado en s mismo, sino adems como un peligro para males mayores.

Cuestin 163 Dnde est la raya divisoria entre el mal realizado en grado sumo y la locura?

a pregunta surge espontneamente al analizar casos como el de Hitler, Nern, Pol-Pot u otros personajes menos importantes pero que hacen que nos cuestionemos si eran hombres inicuos o ms bien enfermos mentales. Lo primero de todo hay que tener clara la distincin entre desorden mental y pecado. En el mal moral una persona opta por hacer el mal. En la patologa mental la capacidad de raciocinio se ve alterada y la mente llega a conclusiones errneas. En la enfermedad la razn llega a conclusiones errneas sin querer. El enfermo busca alcanzar la verdad a travs de la razn, y la razn le lleva al error. En el mal moral, la persona llega a una conclusin correcta: esto es malo. Pero desea hacer el mal, bien sea porque considera que est justificado, bien por beneficio propio, o por otro motivo. El enfermo tiene un problema con la razn. El inicuo tiene un problema con la voluntad. Ambos pueden hacer el mal, pero uno hace el mal porque se equivoca, el otro porque quiere. Insisto, el que hace el mal porque quiere lo puede hacer por dinero, por sufrir un chantaje, por amor a la patria, por lo que sea, pero sabe que hace el mal. La distincin entre ambas realidades es ntida y clara. El problema es que el mal llevado a sus peores lmites, conlleva una deformacin de la razn. Es decir, la razn es lentamente deformada por la voluntad. Al final, los razonamientos de la mente estn oscurecidos, deformados, degradados. La persona est firmemente convencida de estar haciendo lo que debe, o de que es inocente, o de que su acto es neutral, etc. Esos casos extremos, cuando son

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llevados a juicio, se plantea la cuestin: estamos ante un enfermo o ante un criminal? La maldad consumada hasta sus mximos extremos lleva a tal deformacin del razomiento que exteriormente se asimila en muchos aspectos a una patologa. En mi opinin, el modo de salir de este nudo gordiano es analizar si esa deformacin del razonamiento se ha producido como fruto de un proceso libre y deliberado en el que la persona se ha ido acostumbrando a ir cometiendo maldades cada vez mayores, o si por el contrario desde el comienzo todo fue fruto de un indeliberado mal funcionamiento de la mente que se fue agudizando. Este creo que es el verdadero quid de la cuestin: analizar el proceso por el que la persona lleg a hacer lo que hizo. Puede parecer que haber tocado esta cuestin acerca de un personaje tan concreto tenga un inters ms histrico que espiritual, pero por el contrario es una cuestin de ndole estrictamente espiritual cuya conclusin es evidente: el mal llevado a sus extremos parece una locura. Ya he dejado claro ms arriba que el enfermo mental no es responsable de sus acciones, o no lo es plenamente. Pero hay pocos enfermos mentales. Con lo cual hay que recordar a la gente que el mal no es fruto de la inadaptacin social, traumas de la infancia, problemas subconscientes o condicionamientos sociales, sino que ante todo es fruto de una decisin libre. Si quiero hago el mal, si no quiero no lo hago. Es as de sencillo. Y as de complicado.

Cuestin 164 Qu significa que Dios sondea los abismos?


(*17) En la Sagrada Escritura (Dan 3,55) se nos ofrece este magnfico versculo: Bendito eres t, que sentado sobre querubines sondeas los abismos: a ti gloria y alabanza por los siglos. Qu significado puede tener esta afirmacin de que El est sentado si es espritu? Qu necesidad tiene de sondear nada? Evidentemente el lenguaje es antropomorfo. Dios lo conoce todo perfectamente y no necesita sentarse en ningn sitio. De ah que hay un significado interno en estas palabras, un
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Estrictamente hablando esta cuestin debera ir en el grupo de las cuestiones relativas a la Sagrada Escritura, y no en el grupo de cuestiones relativas al mal en abstracto. Sin embargo, expresamente el autor escogi esta cuestin para coronar el edificio teolgico de este tratado. Algunos se han preguntado si tiene algn simbolismo el que haya 164 cuestiones en el libro, si simboliza algo este nmero. No significa nada. Si al menos fueran 165 cuestiones, entonces s. Pues 1+ 6 + 5 = 12, nmero bblico por excelencia. Pero falta una cuestin para alcanzar ese nmero. Todava ando buscando esa cuestin. Quiz esa es la gran cuestin que me falta. [aadidura a esta nota] Hay que explicar que esta cuestin 164 era la cuestin final con que acababan las anteriores ediciones de este tratado. Tras sta no haba ninguna ms. Como posteriormente se han aadido nuevas cuestiones, la razn de ser de la nota superior ha quedado un poco... difusa. Y digo "difusa" por no decir "sin sentido". Tambin cabe la posibilidad de que algunos consideren ahora a la nota cargada de un sentido superior.

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significado que va ms all de las mismas palabras. En mi opinin lo que quiere expresar es que Dios est rodeado del amor de sus querubines y serafines. Querubn vendra a significar poderoso. Serafn significara ardiente. Yahveh rodeado el inmenso y poderoso ardor del amor de sus serafines y querubines sondea los abismos. No un abismo, sino los abismos. El abismo del amor y el abismo del odio. El conocimiento de Dios contempla una y otra vez hasta donde ha llegado el poder de la luz y la bondad, hasta que simas ha descendido la iniquidad. Por toda la eternidad, por los siglos de los siglos, ante El, ante su trono, estn ante su vista ambas simas. Una sima la ha llenado a rebosar con su agradecimiento. La otra sima es un abismo de tinieblas donde reina la muerte. Que Dios se apiade de nosotros. Kyrie eleison.

*El MAL es la carencia de un bien debido en un ser. Si combinamos ambos conceptos formamos una composicin que en apariencia parece imposible por contradictoria. O estudiamos qu es el mal, o estudiamos qu es la esttica. Pero si mezclamos ambos elementos conceptuales, se anulan. O por lo menos eso parece a primera vista. Pero en realidad no se anulan, se combinan. Lo que surge de la combinacin es, digmoslo as, un engendro; un engendro lgico. Pero en el mundo existen engendros. De momento, creo que podramos aventurarnos a dar una tercera definicin, fruto de las dos previas. *La ESTETICA DEL MAL sera la parte de la Filosofa que estudia el concepto de belleza deformada, y analiza las reglas de la belleza que subyacen en la deformacin de la belleza. La belleza supone la perfeccin, el mal supone imperfeccin, deformacin. En la medida en que una obra bella albergue un mayor grado de deformacin en esa misma medida sera menos bella. De lo cual se deduce que el Mal Absoluto (metafsicamente imposible) sera absolutamente feo. Desde luego sera completamente imposible una Esttica del Mal Absoluto. Es posible, por tanto, una Esttica del Mal? Es posible una racionalizacin filosfica de la Belleza de la Deformacin? No existir quiz nicamente una esttica del bien, y la esttica del mal ser tan slo un concepto de lo inexistente, como lo es el Mal Absoluto? Bien, el problema est planteado. Y no es poca cosa plantear un problema tan enrevesado. Hay de decir antes de nada que para tratar de resolver tal problema usar de los conceptos metafsicos aristotlicos. Sin esos

Seccin II

Esttica del Mal

s posible una esttica del mal? 18 Existe una belleza no slo en el mal, sino del mal, una belleza del mal? La respuesta, sin duda, es complicada donde las haya. Definamos antes los conceptos.

E
18

*La ESTETICA es la parte de la Filosofa que estudia el concepto de la belleza y las reglas que rigen a la belleza.

Quede advertido el lector que este anexo 1 es la parte ms complicada de entender de todo este libro. Un pozo (confiemos que con fondo) situado en las lindes finales de la obra.

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conceptos (llammoslos platnicos, aristotlicos o tomistas) en la misma base de esta reflexin, todo este asunto se tornara un laberinto del que nunca saldramos. Ya que desde otras filosofas, si la belleza es algo absolutamente relativo, si el bien y el mal son algo completamente cultural, entonces nunca podramos avanzar en esta reflexin. Ya sera bastante, con esos presupuestos, ponernos de acuerdo en si existe o no la esttica, en si existe o no el mal. Un relativismo absoluto en los conceptos supondra problematizar la cuestin hasta el infinito. As que toda esta construccin mental acerca de la esttica del mal quede claro que la levanto desde los sillares de aquel admirable estagirita y de aquel admirable dominico. Antes me he preguntado si existe una esttica del mal, quiz el modo ms adecuado de ir respondiendo a esta pregunta es inquirir qu es lo que lleva a alguien a representar el mal. Por qu representar el mal en vez del bien, lo feo en vez de lo bello, lo deforme en vez de lo proporcionado? Cuando aqu hablo del mal, hablo del mal metafsico y no slo del moral, que slo es un tipo de mal. Por qu pudiendo representar lo bueno, lo bello, lo armonioso, representamos lo que no lo es? Que hacemos eso, desde luego, es un hecho, hay obras artsticas que buscan y pretenden la representacin del mal. Hay obras en que el mal (la deformacin) no es un elemento ms de la representacin sino el elemento esencial. Hay obras en que el verdadero objeto de la representacin no es el objeto representado, sino la deformacin que padece el objeto.

que todo esto de lo que he hablado hasta ahora parece extraordinariamente abstruso, pero ahora voy a descender a ejemplos concretos que comenzarn a clarificar de

qu estamos hablando. Cualquiera que haya dado un paseo por la parte superior de Notre Dame de Pars, habr observado que fuera del alcance de la vista de los viandantes, hay toda una ptrea poblacin de moradores infernales. Alguien con buena intencin podra tratar de explicar toda aquella variada fauna demonaca alegando que lo que se pretenda tan solo era recordar el artculo de fe referente a los demonios, la plasmacin integral del conjunto de la fe. Y el que dijera tal cosa no estara errado, tal era tambin su pretensin. Ahora bien, asimismo hay que reconocer que en esa catedral como en centenares de catedrales de la entera Cristiandad, la abundancia de grgolas, mnsulas, capiteles, misericordias de coros y periferias de tmpanos representando lo malo y lo deforme muestran un verdadero deleite en crear aquellas formas. S, no hay duda alguna que hubo un especial inters en representar al mal, al Maligno, a los pecados, a la sinrazn. Aquello no era mera pedagoga. Cualquiera que conozca en profundidad la iconografa medieval no podr evitar darse cuenta de que aquellos talladores de bloques e iluminadores de pergaminos no se limitaron a plasmar el mal con repugnancia e incomodidad. Sino que por el contrario, en esa plasmacin del mal hallaremos una experimentacin esttica que no encontramos en la representacin coetnea de la nobleza y la hermosura. No supone ningn desdoro para la fe de aquellos creadores artsticos afirmar que en ellos hubo un verdadero deleite al intentar plasmar las formas ms torcidas de la Creacin, incluso de crear las que no existan. Pero este fenmeno no es especficamente medieval, ni siquiera especficamente occidental. Encontramos esta misma experimentacin en los campos de la esttica del mal en todas las

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culturas. Y lo hallamos sin excesiva difilcultad porque adems la representacin del mal es algo muy fcilmente identificable. No hace falta tener ningn conocimiento de los contenidos de la cultura occidental judeocristiana para reconocer la deformacin, el mal, en las grgolas de Notre Dame, como tampoco necesitar conocimientos tnicos especiales cualquiera que contemple los seres bestiales y demonacos de la religin hind, o a los asuras de la religin indoirania, o al Emma-O y sus demonios en la iconografa japonesa. Cualquier nefito sabr muy bien que representan al mal aunque no tenga ninguna instruccin acerca de esas mitologas. Por supuesto que podra aportar yo tambin excepciones de representaciones cuya ambiguedad podra parecer que pone en tela de juicio esta afirmacin general Pero me parece a m que la representacin deliberada de lo maligno tiene unos mecanismos de creacin que son bastante reconocibles. Especialmente la hibridacin bestial con caras terrorficas que aparece en esos personajes citados supone un lenguaje universal. La representacin de un hombre bestial con rostro que infunde terror, es un significante cuyo significado la inteligencia interpreta de inmediato. o dicho parece muy circunscrito slo a la representacin de un tipo de iconografa, pero la universalidad de estos mecanismos de representacin del mal es vlida para cualquier arte. Por ejemplo, cuando Franz Listz compuso su Tottemhaum o Danza Macabra us la armona musical, pero la usa de modo que el oyente perciba que est escuchando algo maligno. Y adems, sea dicho de paso, en este caso lo logra de un modo impresionante y vigoroso. Y lo transmite slo con notas musicales, ni una palabra aparece en la partitura. Usa la armona

para expresar el mal. La desarmona no hubiera logrado el mismo efecto. La desarmona hubiera nicamente expresado fealdad. Tottemhaum, a travs de las parfrasis del tema del Dies Irae, expresa el mal, no la desarmona. Lo mismo se puede decir de Danny Elfman en los temas de la banda sonora Sleepy Hollow. Tampoco necesita Jerry Goldsmith de palabras en el tema principal de La Profeca. Despus nos enteramos que el ttulo de ese tema es Ave Satani, pero no hubiera sido necesario que Goldsmith nos hubiera revelado el ttulo, ni poner letra a esa msica, para que el oyente hubiera reconocido ese pentagrama como una armona que expresa malignidad. Como se ve hay la esttica del mal no es algo privativo de las grgolas y similares. No slo la pintura, sino hasta la literatura o las notas pueden expresar el carcter de perversidad. Hay tambin otros aspectos ms sutiles en la creacin artstica que podran entrar dentro de esta calificacin de una esttica del mal. Por ejemplo, por citar un caso claro, cuando Tim Burton filma sus pelculas sabe muy bien que slo un perito exegeta bblico podr percibir en los dilogos ciertas alusiones crpticas que son satnicas. Alusiones sutilsimas, perfectamente ocultas al ojo del espectador normal, pero inequvocas para el experto. Adems, sea dicho de paso, los malos en sus pelculas tienen ms inters y son ms simpticos que los buenos. En sus pelculas el mal es ms atractivo que el bien. En la trama de cualquier obra literaria es comprensible que el mal al principio sea ms poderoso, que predomine, eso da inters al guin. Pero hay obras, y las de Tim Burton son un ejemplo de manual, en las que la representacin del mal eclipsa a la representacin del bien, obras en las que el discurso en pro del mal resulta ms convincente que el del bien, obras

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construidas para que el mal resulte ms fascinante que el bien. Son obras en las que nos preguntamos acerca del sentido del bien esa creacin. No ser el bien un mero elemento para exaltacin del mal? Tambin esto supone una cierta ramificacin de una cierta esttica del mal. Si estos mensajes ocultos e implcitos forman parte de la intencin del artista a la hora de representar el mal, hay otras obras en que el mal aparece de un modo extraordinariamente explcito, por ejemplo en el cine gore. En la serie de pelculas de Pesadilla en Elm Street, como en tantas otras del cine gore, el mal sangriento es el objeto de repugnancia/delectacin. La representacin del mal cuanto ms brutal, cuanto ms salvaje, cuanto ms sdico, pasa a ser el fin del filme. Y no slo su fin, sino tambin su tema y argumento. Todo el arte del cine gore pasa a ser la plasmacin de aquello que no es bello en s, sino absolutamente rechazable e inhumano. En cierto modo el cine gore es la mera filmacin de la tortura y el sufrimiento para el asco/goce del espectador. Dado que la gente paga la entrada para ver eso, es indudable que la gente se inquieta/disfruta visionando ese tipo de escenas. Pongo la barra inclinada entre los dos verbos porque unas personas no disfrutan nada, salen horrorizadas, aunque ven una secuela tras otra. Se horrorizan, pero pagan y hacen cola por volver a sentase en la butaca. Otras personas, las menos, gozan viendo aquello, sin la menor sombra de turbacin. Quiz esta vertiente de la representacin de lo malo, la del cine gore, pueda parecer muy burda. Pero la esttica del mal puede ramificarse por campos insospechados, y algunos de ellos nada burdos. Y as cuando el nacionalsocialismo puso tanto nfasis en la elaboracin de una esttica, era muy

consciente de que slo la esttica poda hacer aceptable un mensaje de por s inaceptable. l nazismo es una muestra perfecta de como los fautores del mal tenan plena conciencia de que un mensaje horrible deba ser mezclado con grandes dosis de belleza. Mientras dur aquel rgimen se le peda a la poblacin que renunciara a su libertad, a sus derechos, a cambio de belleza. De la belleza de un ideal social plasmado en imgenes y palabras. La fealdad de aquella doctrina deba ser ineludiblemente unida en la mente de las personas a la impresin de orden y fuerza que las coreografas militares representaban esmeradamente en las calles y en los noticiarios. Hitler personalmente supervisaba cosas tales como el diseo de estandartes, uniformes y muchas otras cosas. Quiz ningn rgimen ha sido tan conscientemente esttico. La poblacin normal jams hubiera aceptado el discurso nacionalsocialista sin los estandartes, los uniformes, los proyectos neoclsicos de la nueva arquitectura de Berln, y todo el resto de la imperial parafernalia de un nuevo orden. El Rgimen mostraba en los noticiarios cinematogrficos las colosales estatuas que deban colocarse en las fronteras de la Gran Alemania para que el resto del mundo supiera quienes eran los amos de esas tierras. La entrada triunfal del Fuehrer en Danzing fue un ejemplo nico de puesta en escena cinematogrfica. Las convenciones de Nuremberg son autnticos cuadros, visiones artsticas de cmo plasmar el poder, el orgullo y la fuerza de una nacin. Toda la esttica del rgimen nazi es una esttica del mal, una esttica al servicio del mal, una esttica que representaba el mal, pero eso s de un modo muy bello. Tambin la representacin de la fuerza y el orden son partes de la esttica. Si alguien piensa

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que slo una montaa suiza con ovejas pastando es bella, y no lo es El Triunfo de la Voluntad de Leni Riefenstahl mostrando durante ms de dos horas la concentracin del partido nacionalsocialista en Nuremberg, est muy equivocado. La belleza es muy variada, tambin existe una esttica de la fuerza y el poder. Cuando hoy da muchos socilogos se preguntan acerca de las causas que subyacen en el crecimiento de los grupos neonazis europeos, siempre se dan muchas razones que considero completamente vlidas. Pero siempre se les olvida una que es esencial: visionar en televisin una y otra vez aquellos desfiles de la Alemania nazi, sus uniformes y todo lo dems, provoca en algunos jvenes un hechizo esttico. A los socilogos se les olvida que por mucho que los reportajes televisivos sean antinazis y que en las pelculas de Hollywood siempre ganen los aliados, la esttica de fuerza y poder posee una fuerza inherente que se les queda grabada en el subconsciente. La visin de esos documentales de poca, con escenas de propaganda hitleriana, producen un efecto nocivo en una porcin de la sociedad aunque vayan acompaados de una explicacin antifascista. Para esa pequea porcin, estadsticamente irrelevante, esas escenas son nocivas diga lo que diga la voz en off. La esttica habla por s misma. La esttica es ya de por s un discurso.

l poder de la esttica es tan fuerte, tan arrollador, que hasta las mismas construcciones filosficas pueden ser desbordadas como una riada por el discurso de la belleza. La obra de Nietzsche es una muestra sobresaliente de esto. A la hora de exaltar al superhombre sin conciencia, a la hora de defender sin pestaear la eliminacin de todos los seres dbiles, de promulgar

la fuerza y la guerra como el medio para mantener la superioridad del nuevo hombre, a la hora de hacer todo eso Nietzsche no nos da ninguna razn. De hecho a la razn la llama la prostituta razn. Sin embargo, a pesar de no dar razones, porque l ya no cree en la razn, escribe un discurso tan lleno de fuerza, literariamente tan encandilador que bast la belleza arrasadora de la forma literaria para esparcir su pauprrimo contenido por todo el mundo. La Historia de la Filosofa se vio contagiada de su mensaje por mor de la belleza literaria de sus pginas. Sin esa belleza, su mensaje se podra resumir en media pgina, y visto as, al desnudo, es bastante pobre. En Nietzsche todo es forma, todo es esttica, frases lapidarias, contundentes. Pero bast el Nietzsche literato, no el pensador, para irrumpir en las mentes de miles de pensadores y producir fascinacin en ellos. No deja de ser apasionante observar como los silogismos de las mentes de toda una generacin centroeuropea, no pudieron contener la fuerza que habitaba en la belleza de algunas de sus pginas. Como se ve, el campo de la esttica del mal es amplio. Va desde la iconografa demonaca, a la representacin romnica de los pecados, desde la esttica nazi al cine gore. Sin embargo, no forma parte del estudio de la esttica del mal el estudio de la esttica del error. Una cosa es representar el mal y otra muy distinta realizar obras que llevan incluido en su contenido el error. As por ejemplo, las antiguas pelculas de indios en las que ellos siempre son los malos, cuando eran los indios los que estaban siendo exterminados, eso no entra a formar parte de una esttica del mal. Por qu? Pues porque en esas pelculas los indios aparecen como malos y por eso son aniquilados, en la pelcula se aniquila el mal. Mientras que en los noticiarios del III Reich aparece un

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enaltecimiento del mal que se presenta como tal. En los noticiarios se exalta la superioridad aria, se insulta y escarnece a los judos, se promueve la eutanasia de los deficientes. Es decir el mal aparece como tal, es una apologa artstica del mal. All radica la diferencia. Una cosa es el error-en-laesttica y otra la esttica del mal. Cualquiera de nosotros disparara a unos indios que fueran de verdad como los de las pelculas. Pero en la esttica del mal el artista te presenta el mal, y te dice malo.

ampoco hay que confundir la esttica del mal con la esttica del desorden. La gente pensaba en los aos 70 que el futuro tena que ser como 2001, Odisea del espacio o como La Guerra de las Galaxias, es decir la belleza de lo limpio, de lo ordenado, la luz reinando en todas partes. Ridley Scott mostr en su Blade Runner que la plasmacin del desorden, la suciedad y la pobreza podan conformar una obra de arte cinematogrfico mucho ms interesante que la plasmacin de lo que en s era mejor o ms impresionante. Blade Runner como obra artstica es ms bella que otras obras que representan mundos bellos y perfectos. Por lo tanto la representacin de la imperfeccin, puede ser mucho ms bella que la representacin de la perfeccin. Es posible componer una obra de arte ms bella con la fealdad que con la belleza. Es posible crear ms belleza representando la fealdad de la Guerra de Vietnam que mostrando el paraiso. Al fin y al cabo, hay mucha ms belleza en la representacin del infierno de El Jardn de las Delicias de El Bosco, que en la banal representacin de un rostro de una mujer hermosa. El desorden, el caos, tienen infinitas posibilidades de plasmacin. Pero el desorden en s mismo no es

objeto de la esttica del mal. Por qu? Pues porque imperfeccin en s no implica mal, mal moral. Y por tanto la esttica de la imperfeccin no forma parte de la esttica del mal. El caos que reina en Sopa de Ganso de los Hermanos Marx no es maligno. Mientras que el civilizado, educado y suave Hannibal Lecter en El silencio de los corderos, s que es una impactante plasmacin del mal. Tampoco hay que confundir la esttica del mal con la obra de arte inmoral. Pues para empezar hay que recordar que la representacin del mal, por atractiva que sea, puede ser tremendamente moral. Y por otro lado la representacin del bien puede ser inmoral. La Biblia al fin y al cabo es un buen catlogo de pecados, centenares de representaciones de todo el mal posible en todas sus variantes. Y, sin embargo, es una obra que trata de incitar al bien. Uno al leer todo ese inventario de pecados contenidos en las pginas de la Biblia, despus de leer todas las pginas (con su recopilacin de la iniquidad humana) un lector objetivo, no influido previamente, siente el impulso de detestar el mal y hacer el bien. Por el contrario un novelista puede hacer que en su novela triunfe el bien, pero defender la bondad de un modo tan deliberadamente chapucero, tan conscientemente burdo, que en el fondo los lectores se sientan ms inclinados al lado tenebroso. Es ms, hay libros en los que por debajo de una aparente lectura moralista, puede subyacer una segunda lectura slo visible para los ms inteligentes que sea demoledora de lo que aparentemente se diga en la primera lectura aparente. S, en la Biblia ciertamente hay mucho pecado, pero la obra lleva al bien. En otras obras puede no haber nada de pecado sino, por el contrario, una apasionada defensa de la virtud, y, sin embargo, incitarnos a todo

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lo opuesto. De ah que esttica del bien no sera la expresin del bien, y esttica del mal la mera expresin del pecado. Hay obras con mucho pecado que son buenas, como se ha dicho. Y obras en las que aparentemente hay mucha virtud y slo virtud, y que, no obstante, son inicuas.

n esta catalogacin de las obras que pertenecen o no al objeto de estudio de la esttica del mal, mencin aparte merecen los grupos de personas en los que existe ya una disfuncin insana en la percepcin de la belleza. Existen muy reducidos grupos de jvenes, los llamados siniestros, que cultivan la fealdad como forma mxima de la belleza. Se visten de negro de manera completamente desarreglada, se maquillan de forma que parezcan ms ttricos (labios de negro, maquillaje que dibuje ojeras oscuras, orejas asaeteadas por infinidad de piercings, labios y narices atravesados por barras metlicas, etc), gustan de lugares adornados con calaveras, manos disecadas, sepulcros, en fin, un macabro y largo etctera. Esto s que entra dentro de la esttica del mal, pero dentro de la insana e ilgica esttica del mal. Hay que entender que la esttica del mal sigue unas reglas lgicas. Y que tanto el que participa de unas ideas como de otras puede compartir la admiracin por la obra de arte digna de de alabanza. Cualquiera comprende la belleza de las grgolas, admira los valores meramente estticos del III Reich, gusta de la pelcula La semilla del Diablo. Pero qu se puede encontrar en esta corriente de los as llamados siniestros? Una cosa es valorar la plasmacin esttica del mal, y otra muy distinta cultivar la fealdad en s misma. Sin ninguna duda, este tipo de manifestaciones de la esttica del mal son manifestaciones insanas, grupos sociolgicamente replegados sobre s mismos en los que se cultiva una

deformacin de la percepcin mental de la belleza. Tales grupos son como una variante de la coprofilia. La Filosofa (y por tanto la Esttica) estudia la realidad a travs de la lgica, ya inductivamente o deductivamente. Pero comportamientos de ese tipo no responden a ninguna lgica. Por tanto slo cabe el estudio sociolgico de la evolucin de cada grupo. O el estudio psiquitrico de cada sujeto. En conclusin dir que como se ve la representacin del mal abarca todas las artes (incluida la arquitectura). Abarca la plasmacin poltica del mal, la contemplacin del sufrimiento como deliberado objeto del arte, la voluntaria deformacin literaria de las construcciones filosficas, y un sinfn de primitivas hibridaciones entre bestias y hombres-bestias. La esttica del mal abarca un mundo infinito de posibilidades puesto que las posibilidades de combinacin son infinitas. La esttica del mal, por tanto, abarca un campo que va desde los vampiros y los licntropos, hasta el Hannibal Lecter o el Jefe del bufete de abogados de Pactar con el Diablo (Devils Advocate en el ttulo original). Las reglas de la belleza del mal son utilizadas por unos para llevar al bien, por otros para llevar al mal. El mal ha sido retratado tanto por fray Anglico como por Polansky. Pero lo caracterstico de esta materia es que tanto los unos como los otros parecen usar unas reglas innatamente universales que permiten identificar al mal como mal. espus de haber reflexionado acerca de las distintas posibilidades de la esttica del mal, queda un punto sobre el que podramos reflexionar: por qu nos deleitamos en la bella deformacin de la belleza? Qu mecanismos existen en la mente humana para que no prefiramos siempre, en todo momento, la

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representacin del bien y no la del mal? Por qu la esttica en ocasiones escoge premeditadamente como objeto el mal, para hacer del mal, de la carencia, de la deformacin, un objeto bello? No hace falta repasar la temtica de las novelas, ni del cine, para percatarse de que las siete Musas parecen estar ms interesadas en lo pecaminoso, en lo sangriento, en lo torcido que en contarnos vidas de santos. Por qu, si la esttica es belleza, tantas veces el objeto de la esttica son materias torcidas? En mi opinin eso se debe a los mecanismos gnoseolgicos normales insertos en la naturaleza humana. Me explico, el ansia natural de conocer tiende a extenderse a todos los campos y materias. Cuanto ms desconocido y fuera de lo normal es algo, tanto ms se apetece su conocimiento. Porque de su aprensin intelectual nace esa fugaz y placentera sensacin que es la sorpresa. Un cordero recin parido con dos cabezas no es algo precisamente bello, pero si alguien se asoma afuera del establo y nos grita que acaba de nacer ese engendro, correremos para acercarnos a verlo. En abstracto una oveja normal es portadora de ms belleza que ese parto bicfalo, pero nuestro conocimiento busca lo extra-ordinario. Y con gusto dejaremos de seguir contemplando una verde campia con ovejas pastando, por ver un ser deforme. Lo mismo pasa en el arte. La inmensa mayora suele preferir visionar El silencio de los corderos a ver una pelcula feliz y moralizante. La inmensa mayora prefiere leer los asesinatos de El nombre de la Rosa, en vez del buclico Platero y yo. Independientemente del juicio de cada cual acerca de estas obras, el gusto de la inmensa mayora esta fuera de toda duda: no veo en los escaparates de las libreras muchas vidas de santos. Todo esto lo nico que significa es que la obra de arte es, a fin de cuentas,

un objeto de nuestro afn cognoscitivo. Y que el hombre gusta ms de conocer lo extraordinario que lo cotidiano. Le estimula ms acercarse al cordn policial tras un accidente, que seguir contemplando el buclico parque por el que paseaba. Si Ulises se hubiera quedado en su casa haciendo feliz a su Penlope, la obra que narrara su vida no hubiera sido un best seller de la Antiguedad. Por el contrario, Polifemo devorando crudos a varios marineros, Circe convirtiendo en puercos a seres humanos, y un largo etctera, ofreci a las mentes de su tiempo objetos cognoscibles que aquellos hombres labradores y ganaderos no tenan ante sus ojos en su vida cotidiana.

oco a poco el arte ha tenido que ir buscando nuevos mbitos de donde extraer objetos cognoscibles sorprendentes. El arte ha ido agotando las posibilidades creativas de la deformidad. Se comenz ingenuamente a hibridar hombres y bestias. Despus se comenz a explorar las capacidades del mal del hombre. Despus las capacidades patolgicas del hombre para obrar el mal. El arte ha explorado todas las posibles amenazas para nuestro mundo, todos los horrores personales y colectivos. Todas las aberraciones han sido exploradas en el campo de la creacin artstica. Todos los infiernos han sido ya pintados. Aunque siempre se nos ocurren subespecies de infiernos o combinaciones de varios de estos. Desde luego aunque nunca hubiera existido el III Reich, alguien lo habra imaginado como tema literario, como motivo esttico. Se ha colocado al malo en todos los mbitos posibles: en lo preternatural, en lo poltico, en lo meramente delictivo... Esto no indica que estemos enfermos, ni que nuestra esttica se haya desviado, no somos masoquistas por contemplar eso, ni

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sdicos por crear esas obras. La esttica se ha limitado a tantear todos los campos posibles del bien y del mal, de la belleza y del horror. Mas todo esto no es una esttica del mal. Repito como al principio que la esttica del mal es la parte de la filosofa que estudia el concepto de la belleza deformada, y las reglas de la belleza que subyacen en la deformacin de la belleza. Por lo tanto, todo el mal acumulado en siglos en el arte no constituye materia de la esttica del mal, en ese caso hablaramos del mal en la esttica. Sin embargo, desde que un hombre primitivo en Grecia delante de un nfora decidi por primera vez no pintar al hombre o a la mujer cuanto ms bellos mejor, sino empezar a mezclar especies zoolgicas y crear monstruos, entonces aquel pintor de nforas dio los primeros pasos hacia la esttica del mal. Cuando apareci la primera arpa, la primera Gorgona, ese arte comenz a ser no una obra bella que haba salido mal, sino una obra que renunciaba a representar la belleza y pasaba a representar la bestialidad. No era un animal lo que se representaba, no era una batalla, era la bestialidad como concepto. Desde aquellas cermicas pintadas hemos ya visto, ledo y odo muchas cosas, muchas creaciones del intelecto, pero la nica limitacin que todava conoce (y para siempre) la esttica del mal es la impotencia de representar al Mal Absoluto. Plasmemos sobre el lienzo lo que plasmemos, construyamos la novela que construyamos, el Mal Absoluto seguir siendo slo posible representarlo nicamente bajo la combinacin de dos conceptos: mal + absoluto. En su brevedad, casi de combinacin qumica, se nos presenta el umbral imposible de alcanzar. Qu impotencia tantas representaciones del mal, y no poder plasmar eso.

Seccin III

El Mal en el cristianismo

n el cristianismo no hay una lucha entre Dios y el mal, sino entre las fuerzas de la Luz y las de las tinieblas. Dios ayuda a las fuerzas de la Luz, pero no lucha, porque la voluntad del Todopoderoso es omnipotente, no habra posibilidad de combate, a un simple mandato de Dios el mal y todas sus criaturas desaparecera. El mal no es una fuerza impersonal, el mal es el pecado. El mal no es una especie de magma etreo y oscuro, sino las malas acciones concretas y tambin, por supuesto, los seres personales que se han convertido ellos mismos en portadores del pecado. En la Sagrada Escritura hay personajes que es como si encarnaran el pecado por haberse encauzado hacia l de un modo permanente e intenso. No slo los demonios, no slo los hombres condenados en el ms all, sino que tambin sobre la tierra ya hay hombres que encarnan el mal, hombres que parecen petrificados en el pecado. El concepto de Redencin no es un concepto simple que se explique en una palabra. Al final hasta la misma Palabra ha venido a explicarnos qu es la Redencin. Nos la explic y la llev a cabo. Podramos decir, quodammodo, que la entera Biblia es la explicacin de ese concepto. El concepto de redemptio supone un rescate, el pago de un rescate para ser liberado, la cantidad que deba satisfacerse por un esclavo para ser liberado de su estado de esclavitud. En el

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cristianismo, Dios paga esa cantidad. Eso implica la concepcin del pecado como una especie de deuda objetiva, deuda que es personal. Pero la suma de todas las deudas personales, la suma de todos los pecados (pasados, presentes y futuros) de la humanidad forma una deuda que debe ser satisfecha. Una autntica y verdadera deuda. Una deuda objetiva que nos ata. Los pecados de toda la humanidad suponen una cadena que atan a sus culpables, una cadena que los ata a la culpa, que los ata a la obligacin de satisfacer, de reparar. Esa cadena es quebrantada por Cristo, la losa que oprima a la humanidad es corrida por el Mesas en la Cruz. Ya no importa lo que hayamos hecho, ya no importa lo que podamos hacer, TODO HA QUEDADO BORRADO. Borrado y perdonado siempre que aceptemos las condiciones que se nos imponen para quedar libres. Hay unas condiciones, el perdn de Dios no es incondicional. La Redencin no supone la abolicin del bien y del mal, es la satisfaccin de la deuda por el mal. El ser humano deber reconocer el orden divino, aceptar su culpa y enmendarse. La Redencin no es una oportunidad para seguir pecando sin miedo al castigo. La necesidad de la enmienda (o al menos del sincero deseo de la enmienda) es insoslayable, lo contrario supondra no haber entendido que el concepto de redencin precisamente lo que subraya, lo que deja muy claro, es el caracter objetivo de la iniquidad, el carcter objetivo que supone el desorden moral en la armona y orden del universo. Ese mal es tan objetivo, tan grave, que la Divinidad dispuso de los complicados y arduos mecanismos de la Redencin para extinguir la deuda.

Seccin IV

El III Reich y el Mal

e han realizado muchos estudios acerca de la Alemania nacionalsocialista, estudios polticos, econmicos, sociales, militares... pero si hay un anlisis de esa realidad que es imprescindible e insoslayable es el anlisis religioso. En mi opinin, la alemania hitleriana es el ejemplo ms claro de como el mal puede aduearse no ya de individuos, sino de una sociedad entera, e iniciar un proceso de descomposicin moral cada vez ms acelerado, cada vez ms aberrante. Ha habido otras sociedades en las que el mal ha tomado las riendas, pero el III Reich es entre todas ellas la versin ms acabada de una nacin entera sumida en las tinieblas de la iniquidad. Hay que dejar claro que para que el mal tome las riendas de una sociedad ya sin traba alguna, ni dique que lo contenga, no es preciso que todos los ciudadanos participen de ese mal. Basta con que un cierto tanto por ciento de esos ciudadanos se envilezcan totalmente para que se alcance una, digamos, masa crtica cuya fuerza arroje a esa sociedad al abismo. Por ejemplo, basta que el 25% de los habitantes de una nacin sea completamente subyugada por el mal, para que esa cuarta parte de la poblacin consiga convencer a otra cuarta parte de que les apoyen, y contamine con bastantes de sus ideas a otra cuarta parte. Nunca una sociedad va a sucumbir al 100%. La parte de los totalmente envenenados por una doctrina ser siempre muy inferior a la de los

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parcialmente intoxicados. Y la parte de los que callarn ser incluso superior. Siempre que se habla de la Alemania Hitleriana se est hablando de una situacin geogrfica y temporal, incluso en el momento del apogeo nacionalsocialista fueron innumerables los que nunca apoyaron el programa nacionalsocialista. Conviene recordar que antes de Hitler llegara al poder, nunca logr alcanzar ms del 37% de los votos en unas elecciones libres. Pero alcanzada cierta masa crtica, como desgraciadamente sucedi, el 63% de la poblacin restante (queriendo o no queriendo) se vio en los aos siguientes arrastrada al abismo.

echas estas matizaciones creo que la sociedad hitleriana supuso un triunfo mucho mayor del mal que la Unin Sovitica. El marxismo siempre fue una doctrina ms benigna que el nacionalsocialismo. Marx siempre fue mejor que Nietzche. Al menos Marx buscaba el bien de los pobres, una sociedad justa. El nacionalsocialismo, doctrina verdaderamente demoniaca, nunca busc eso. Desde el principio nunca ocult que la sociedad del futuro que pretenda era una sociedad en la que unos pueblos someteran a otros pueblos, un Nuevo Orden en el que las lites dominaran incluso sobre el resto de la poblacin alemana. Una sociedad militarista en la que las capas ms dbiles de la poblacin deberan sucumbir por el bien de un nuevo orden deificado al que se someta todo. El nacionalsocialismo promovi el ocultismo dentro de las SS, inici una verdadera y autntica idolatra del Fhrer, ense a la poblacin a conculcar los valores de la religin como valores burgueses, despreci los Diez Mandamientos como las cortapisas de una mentalidad dbil. Si el marxismo supuso una terrible opresin, una

espantosa persecucin, desde el punto de vista intelectual, el nacionalsocialismo fue una doctrina que pareca extrada del mismo infierno y enseada por los mismos demonios. De hecho los campos de concentracin no fueron otra cosa que la construccin de infiernos en miniatura donde hombres-demonio destruan al hombre modelado a imagen de Dios, destruan la imagen de Dios en el hombre. El que los uniformes de las SS fueran completamente negros, el que tuvieran una calavera en sus gorras y una nueva cruz (que no era la cristiana) en sus brazaletes no son casualidades para los creyentes. Los integrantes de las SS, la que iba a ser la lite de ese Nuevo Orden, aprendices de asesinos, aprendices de brujos, enemigos feroces del cristianismo, estaban bajo las rdenes de ese archidemonio que era Heinrich Himmler. Aunque si uno lee las biografas de ambos hombres, Hitler y Himmler, claramente se descubre como ste hombre todava estaba por debajo de la maldad de su Fhrer que ejerci algo parecido a un verdadero encantamiento, a un hechizo, que subyug con los lazos de la mentira a almas de toda condicin. En los ojos de Hitler se atisban los destellos indudables de una iniquidad como pocas veces se ve. Su boca se transform en la boca a travs de la que hablaba el mal. En las filmaciones se le puede ver acariciando a un nio, sonriendo ante una joven que le entrega un ramo de flores, pero detrs de esa sonrisa se ve un rostro y una mirada en la que reinan la soberbia, el odio, la crueldad, la ira, la mentira, el rechazo de Dios, todos los pecados capitales. Podemos ver una porcin de todo eso en un Stalin, en un espantoso Pol-Pot, podemos entrever un bosquejo del III Reich en el terror de la Revolucin Francesa, en el fuego y sangre de las columnas de decenas de miles de

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hombres enviados a la muerte por la gloria de la Francia Napolenica. Pero el modelo ms acabado de ese dominio del mal lo encontramos entre 1933 y 1945 en Alemania. Un mal que no fue obra de un solo hombre, sino fruto de una locura colectiva que desgraciadamente la construyeron hombres cuerdos. se imperio perfecto del mal, todo lo "perfecto" que ese imperio puede llegar a ser en este mundo, tuvo unos protagonistas que conocidos de cerca nos ofrecen todava ms informacin de como el III Reich fue ante todo y sobre todo una cuestin moral, religiosa, espiritual. Peter Padfield, en su mgnfica biografa de Himmler, daba comienzo a su libro de 840 pginas imaginando al pequeo futuro fundador de las SS haciendo de monaguillo en un santuario de Baviera. Y escriba: Pens el joven Heinrich Himmler cuando los nios del coro se unieron a la procesin. Llevaban tnicas blancas y tenan los ojos muy serios. (...) Cuando era un joven de diecinueve aos, haba escrito en su diario: "Pase lo que pase, siempre amar a Dios, le rezar y le obedecer y defender a la Iglesia Catlica, aun en el caso de ser expulsado de ella". Lo cierto es que muy pronto encontr otra fe opuesta a la Iglesia y se expuls l solo y luego la atac con todas sus fuerzas declarando que los sacerdotes eran el mayor cncer que poda sufrir un pueblo.19 El interrogante no hay forma de evitarlo: qu ha sucedido para que un nio bueno se transforme en un demonio? La respuesta est repetida una y otra vez durane dos mil aos en los libros de espiritualidad y moral de la Iglesia. Quiz esta apelacin a los

elementos de la cosmovision cristiana para entender el III Reich pueda parecer a algunos que se trata de una deformacin del autor de estas lneas que es un sacerdote. Pero muy por el contrario, lejos de ser esos elementos un aadido que deforman nuestra visin objetiva del tema, suponen unos elementos imprescindibles para comprender lo que realmente tenan en mente los autores de ese Nuevo Orden. Y para ello, entre los ilimitados ejemplos que podra ofrecer, voy a aporar slo un botn de muestra.

l 12 de septiembre de 1944, cuando la guerra ya se vea perdida y los ejrcitos retrocedan, Kersten, el mdico personal del Jefe Supremo de las SS, "le hizo una peticin de clemencia para un grupo de veintisiete sacerdotes. En el curso de la discusin, Himmler le confes el error que haban cometido los nazis en atacar a la Iglesia. haba quedado patente que era era ms fuerte que ellos, el Partido, epro se preguntaba si a pesar de todo lo que haban hecho en su contra, todava quedara sitio para ellos dentro de ella. Se mostrde acerudo con liberar al grupo y le pregunt: "cundo est muerto, rezarn los sacerdotes tambin por mi alma?"20 Que esa pregunta saliera de la boca justamente de ese jerarca nazi pareca la irona ms grande que poda deparar la Historia. Pero no era slo l, Canaris al final del Rgimen pasaba horas y horas en iglesias catlicas rezando. Por el contrario, a Hitler se le vio en alguna ocasin paseando furioso y echando espuma por los labios 21. En 1943. dos semanas despus de la cada de Stalingrado, el grupo denominado La Rosa Blanca imprimi
20

19

Peter Padfield, Himmler, pg 3 (Editorial La Esfera de los Libros, 2003, Madrid).

Peter Padfield, Himmler, pg 678. Los datos han sido tomados de A. Besgen, Der stille Befehl, (12.9.1944) Munich, 1960, pg 35. 21 Peter Padfield, Himmler, pg 642.

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miles de panfletos y los tir en el patio de la Universidad de Munich. La Rosa Blanca era un grupo cristiano que actu en esa universidad como una muestra ms de esos millares de hroes alemanes que conformaban la mejor y ms noble parte de esa Alemania que nunca apoy a Hitler. Ese grupo escribi en esos panfletos, panfletos que leyeron miles y miles de alemanes, las siguientes palabras que son la sntesis ms lcida que yo he ledo nunca acerca de lo que es nacionalsocialismo: "Quin ha contado los muertos, Hitler o Goebels? Con toda seguridad, ninguno de los dos. (...) El dolor penetra en las casas de campo, en la madre patra, y no hay nadie que enjuge las lgrimas de las madres, pero Hitler miente a aquellos a quienes ha arrebatado su tesoro ms preciado y a quienes ha conducido a una muerte sin ningn sentido. Todas las palabras que salen de la boca de Hitler son mentiras. Cuando dice "paz" se refiere a la guerra y si de la forma ms sacrlega usa el nombre del Todopoderoso, se refiere al poder del mal, al ngel Cado, a Satn. Su boca es la hedionda puerta del infierno y su poder est envilecido. Ciertamente tenemos que librar una batalla en contra del terror del Estado Nacional Socialista con todos los medios racionales que tengamos a nuestro alcance, pero cualquier que abrigue todava alguna duda sobre la existencia de los poderes demonacos ha malinterpretado absolutamente el trasfondo metafsico de esta guerra. Detrs de lo concreto, detrs de las percepciones materiales, detrs de todas las consideraciones expositivas y lgicas se oculta lo irracional, es decir, la batalla contra el demonio, contra los emisarios del anticristo."22
22

Peter Padfield, Himmler, pg 538 .

, en esa guerra que se estaba librando en Europa y otras partes del mundo haba muchas luchas menores, pero la sntesis de todo, el trasfondo de todo, estaba en esa guerra entre el bien y el mal, entre los seguidores del rbol de la Vida y los seguidores del rbol de Conocimiento del Bien y del Mal. El contenido de aquel panfleto que les vali la muerte tras terribles torturas a sus autores, dos hermanos, fue la sntesis ms lcida de todo lo que estaba pasando en Centroeuropa. La raz de todo aquello era de esencia moral, el resto eran cuestiones accidentales. Detrs de lo concreto, detrs de los personajes, detrs de las razones menores, estaba la lucha entre dos cosmovisiones: la visin cristiana o la visin de un mundo sin Dios ni moral. En medio de esta lucha no caban medias tintas, no caban neutralidades, una de las dos visiones del mundo y de la historia prevalecera sobre la otra en el Viejo Continente. El silencio sera culpable. La Historia no perdonara los silencios. Gracias a Dios la ms perniciosa semilla fue erradicada a base de mucha sangre, pero la Historia hubiera podido ser diferente si unos pocos hombres en diversos pases hubieran optado por condescender, por no oponerse, por no luchar cuando ya no qued ms remedio que luchar. Si Estados Unidos se hubiera inhibido del problema, si el Reino Unido hubiera pactado una paz "honorable", si unos pocos hombres influyentes hubieran optado por la va ms cmoda, por el bien a corto plazo, entonces una nueva mentalidad hubiera echado sus races en la misma tierra que vio erigir catedral tras catedral. El que una nacin civilizada y culta como la Alemania pre-hitleriana, defensora de los valores de la razn, cultivadora del legado clsico, cayera de

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repente bajo la oscuridad, nos recuerda que cualquier sociedad que se aleje del camino del Bien, en cualquier momento puede caer presa de los hechizos de la iniquidad. El III Reich es un aviso, un recuerdo, de que lo que les sucedi a ellos nos puede volver a suceder a nosotros. Somos muy condescendientes con el mal de la sociedad cuando ste se vuelve generalizado. No nos damos cuenta de que cada cesin, cada renuncia a lo que es el recto camino de la Ley Natural, nos acerca un poco ms a esa situacin de una nacin debilitada en su conciencia que como un cuerpo enfermo, puede sucumbir a la enfermedad, a una nueva noche. Seccin V

La Ciudad de Dios y la Ciudad del hombre

a Civitas Dei y la Civitas Hominis23 , no son la Ciudad del Bien y la Ciudad del Mal. Sera muy sencillo si fuera as, si todo estuviera concentrado, agrupado y delimitado. Pero el mundo es algo ms complejo e intrincado de lo que puede parecer a primera vista. Y no slo ambas ciudades estn entremezcladas, sino que ni todo lo que hay en la Civitas Hominis es malo, ni es bueno todo lo que est en la Civitas Dei, ciudad de fundacin divina pero todava administrada por hombres de la tierra. Viendo a lo lejos ambas ciudades no podemos dejar de pensar lo bello que
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La Ciudad de Dios y la Ciudad del Hombre.

es este mundo. S, la relacin entre ambas ciudades ha generado una apasionante historia de lucha, conocimiento, amor y herosmo. Y nos damos cuenta, una vez ms, agradecidos, que Dios eligi permitir este mundo real entre todos los mundos posibles. Asimismo, Dios eligi este mundo concreto para que naciramos; t, lector, y yo, autor. Aunque l slo quisiera lo bueno que ha habido y hay, y nicamente permitiera lo malo, el conjunto de decisiones divinas configuraron la Creacin tal cual existe hoy con todo lo que contiene. l slo permiti lo que quiso, lo que vio que era conveniente. Podando una y otra vez innumerables sucesiones de causas y efectos que hubieran hecho de este mundo un lugar no tan bueno. Maravilloso ajedrez digno de ser jugado por una mente celestial. Un ajedrez digno de ser jugado por l, pero en el que l no juega. Dios contempla nuestras jugadas. No hay contrincante para el Ser Supremo. Es cierto que las fichas se vuelven oscuras slo si ellas quieren. Es cierto que l slo coloca fichas blancas en el tablero. Pero no es un mero espectador. De vez en cuando, si el mal llega muy lejos, pone un dique a las olas y se inmiscuye permitiendo tal o cual hecho que como una maquinaria implacable desbarata todos los proyectos inicuos. A veces la mejor de todas las jugadas, el ms inevitable de todos los planes queda truncado, cae en el vaco de la nada, por una sola y nica clula cancergena que comienza a reproducirse insensible a los planes de ese jugador. Otras veces ante los ojos del Espectador derrapa un coche en una curva o tiembla la tierra en el grado 8 de la escala de Richter. Dios no juega, pero sus hijos estn en el tablero, las reglas las ha hecho l y ante un tema tan serio como la eternidad si hace falta derrumba parte del tablero, lo incendia o las fichas caen a millones presas de una

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peste que los mdicos (que siguen curando con sangras) achacan a viciada toxicidad de los aires ptridos. Por si el lector no lo ha notado, nuestros mdicos, los de nuestra poca, ante l, ante su ciencia infinita, siguen siendo como los de las sangras. El gran juego que se juega sobre la tierra no es el de los imperios o el de los poderes econmicos, sino el de las almas. Es cierto que sobre el tablero tambin se juega un juego de imperios y coronas, de Poder, reinos y repblicas. Pero ese juego geopoltico est subordinado al bien de las almas. Cada ficha es un alma. S, ste es un juego en el que a cada ficha le es dado no ser vencida, salvo que se deje ganar. Puede ser retirada del tablero, pero no se pasar al otro bando (el del Mal) salvo que se deje derrotar. Es el placer del juego, sin la tristeza de la derrota. Y todo porque hace dos mil aos, en una parte de la cuadrcula del tablero, fue plantada la Cruz redentora. Desde entonces ha quedado patente a todos que en este combate entre el Bien y el Mal, pierde el que quiere. Desde entonces la Ciudad de Dios y la Ciudad del hombre mueven sobre el tablero sus fichas. Desde hace dos mil aos las reglas del Gran Juego Universal han sido explicadas, en Palestina. Hasta que llegue el jaque mate definitivo. todava podemos admirar el panorama de ambas ciudades en la llanura de la Historia. Y no nos sentiremos abrumados ante el mal que pulula ante nuestros ojos si nos percatamos de que la lista de males posibles es infinita. No s si se han dado cuenta (los que se quejan de lo mal que va todo) de que esa lista no tiene fin. La deformacin posible de todos los bienes, la combinacin de tales degradaciones, supone un listado sin principio ni fin. Slo Dios conoce toda esa lista. Slo l la conoce en toda su extensin, en todos

sus detalles, tipos y subtipos. Bajo esa perspectiva (la perspectiva de lo que podra ser) la contemplacin de las dos ciudades resulta casi agradable. Nunca todo va tan mal como podra ir. Una de las dos ciudades la cre la conversio ad creaturas 24 . La otra fue fundada como una conversio ad Deum25. Hay muchos apologistas hoy da de la Ciudad Humana, apologistas de una ciudad meramente humana y solo humana, en la que la religin ya que no puede hacerse desaparecer queda relegada al mbito personal relegndola de todo el mbito pblico. Los defensores de esta ciudad humana y slo humana desconocen plenamente la naturaleza de la partida en la que se hayan inmersos. Creen que lo importante es la economa, el poder de su nacin, una victoria de un partido poltico, la cultura, el arte. Pues bien, piensen lo que piensen ellos, en medio del tablero est suelta la Serpiente Antigua, el Gran Dragn, y no va en busca de ninguna otra cosa ms que de almas. Y es la Bondad Suprema la que permite que est suelto semejante monstruo y tantos otros engendros menores, muchos de ellos humanos? Pues s. Dios quiere permitir el mal. No olvidemos que la paciencia de los mrtires supone la persecucin de los tiranos. La medida del odio del verdugo nos da la medida del amor en la paciencia de la vctima que sufre por amor a Dios. Lo terrible es que uno ser verdugo y otro vctima, que uno gana el cielo y el otro el infierno. Pero cada uno elige su papel en esta vida. Lo que es cierto es que no es posible la vida del len sin la destruccin de otros animales. No es posible el bien de la existencia del len sin el mal de la destruccin de otros seres buenos. Y
24 25

Vuelta a las criaturas. Vuelta a Dios.

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como dijo Journet "es muy verosmil que nadie haya trabajado tanto como el Diablo en favor de la santidad de Job, aunque nadie la haya deseado menos". Algunos se preguntarn: necesitaba el plan divino que el mal desplegara tanto poder? Despus de contemplar con la mente las infinitas posibilidades del mal, respondo: slo hemos ledo unos prrafos del primer captulo de la enciclopedia del mal posible. No nos debemos quejar, debemos dar gracias.

aravillosa inteligencia de un Ser Supremo que permite dentro de su orden que se transgreda ese orden. Dios permite que se le ofenda. Dios permite que se le blasfeme. Dios permite el error. Dios permite todo lo que es bueno que sea permitido. Dios conoce la medida perfecta en la que es bueno que el mal sea permitido, y la medida ms all de la cual es malo que ese mismo mal contine siendo permitido. Ninguna criatura, ni la ms rebelde, traspasa esa medida ms all del orden de Dios. Solemos conocer esa medida como "la paciencia de Dios", pero en realidad Dios no pierde la paciencia. Todo est controlado y nada va ms all de donde debe ir. La Justicia de Dios no llega ni demasiado tarde para los que la piden, ni demasiado pronto para los que la temen, sino en su momento justo. Esta sublime aseveracin de Dante nos ayuda a comprender las reglas de este juego csmico en el que estamos involucrados. Si entendemos esas reglas, todas y no slo algunas, comprenderemos porqu no es verdad que Dios sea demasiado bueno para que exista un infierno. Sino que ms bien entenderemos que Dios no sera bueno si no existiera el infierno. Ante determinados abismos de maldad con una voluntad que ya ha tomado su decisin

definitiva e irrevocable, slo cabe una posibilidad. El infierno no es una posibilidad ante millones de posibilidades, sino que es la nica posibilidad lgica, justa y humana. Pues el amor no se impone. Sera inhumano agarrar por el cuello a alguien que no te ama, y gritarle: mame. Pues as de terrible sera mostrar el Sol de Amor que es la Faz de Dios, ante aqul que quiere alejarse de l. Un Dios bueno, requiere que pueda existir un infierno porque el amor de Dios en el Cielo sera la mayor de las torturas para aquellos que se quieren apartar de su presencia. Una ms profunda comprensin del abismo del mal requiere y conlleva una ms elevada idea de la excelsitud de Dios. Seccin VI

Enfermedad psiquitrica y vida cristiana

Patologa psiquitrica: -bioenfermedades -psicoenfermedades -pnemoenfermedades Aunque ya antes en dos cuestiones he abordado el tema de la psiquiatra, en una cuestin en relacin al demonio, y en otra en relacin al poseso, ahora acabada toda la obra he visto la utilidad de decir algunas cosas ms en relacin a la vida cristiana. No creo que sea muy necesario insistir en que una cosa es la enfermedad mental y otra distinta la vida espiritual. Uno puede ser una persona muy religiosa y, sin embargo, sufrir una enfermedad

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mental. Uno puede llegar a ser un santo y a pesar de ello comenzar a sufrir una patologa psiquitrica. O incluso santificarse en la enfermedad. Dejando claro, por tanto, desde el principio la diferencia que hay entre la mente y el espritu, quiero al mismo tiempo profundizar algo ms en la relacin tan ntima que existe entre la vida espiritual y la salud mental. La vida espiritual cristiana influye del modo ms benfico que nos podamos imaginar sobre la salud mental. La obediencia a los diez mandamientos, la sumisin de la voluntad a las mortificaciones que la Iglesia ha dispuesto para sus fieles, la prctica de la mortificacin y de la penitencia suponen una verdadera escuela de fortalecimiento de la voluntad. La voluntad se fortalece, se acostumbra a imponerse sobre los movimientos desordenados que subyacen en todo ser humano. Esas pasiones desordenadas abandonadas a s mismas, sin una voluntad que las controle, son la semilla de pulsiones que pueden arrastrar a la psique a verdaderas patologas que con el tiempo se vuelven incontrolables. En el momento que los enfermos llegan al despacho del psiquiatra, esas pulsiones s que son fuerzas ya ingobernables para el sujeto que las padece. sa es la razn de que el que las sufre pida ayuda al mdico: la imposibilidad de un dominio. Pero al principio, aos antes, s que en la mayor parte de los casos esas mismas pulsiones (antes de llegar a serlo) haban sido tendencias controlables a travs del consejo del sacerdote en el confesonario y de la accin de la gracia del sacramento del perdn. Todos los sacerdotes que ejercemos el sagrado ministerio de la confesin sabemos que hay penitentes que si durante aos y aos no hicieran continuos actos de arrepentimiento, si no estuviera la voluntad de ellos

conteniendo da tras da esas bajas inclinaciones, si se abandonaran a esos instintos, esas pasiones se transformaran en fuerzas destructoras de la persona en la que radican. Pero gracias al esfuerzo y a la accin de la gracia, lo que con el tiempo se hubiera transformado en una fuerza obsesiva se queda en una mera tendencia contra la que el sujeto lucha semana tras semana. Teniendo la impresin de no avanzar, de no vencer, desmoralizndose a veces, pero inconsciente de lo que hubiera sido su futuro sin ese esfuerzo y esa lucha. Muy por el contrario de lo que afirma una buena parte de los psiquiatras, la represin de las pasiones no es fuente de enfermedad sino el medio por el que se fortalece la voluntad. La voluntad, como un msculo, debe ser robustecida y consolidada a travs de repeticin de actos en todo ser humano. Las pasiones, cualquiera de ellas y muy especialmente la sexual, sin control, se trasforman en fuente creciente de insatisfaccin. La insatisfaccin no nace de la represin, sino de la pasin. Uno podra pensar que cuanto ms satisfagamos una pulsin ms aquietado quedar ese apetito. Pues no. Todo lo contrario. Cuanto ms exacerbado e incontrolado sea un impulso, mayor ser la insatisfaccin, con independencia de que ese impulso obtenga ms o menos veces la consecucin de sus fines. Eso ser indiferente. Cuanta mayor es la pasin, mayor es la insatisfaccin. Por ejemplo, cuantas ms medidas de seguridad toma un paciente con pnico a las araas, ms miedo siente a ellas. La insatisfaccin de haber logrado una seguridad aceptable est en relacin directa y proporcional a las medidas que tome. Cuantos ms medios disponga para protegerse de las araas, ms insatisfecho estar de su seguridad. Cuanto ms ceda a esa pulsin, ms aumentar esa insatisfaccin. Por mentar otro campo

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mucho ms comn en el mundo psiquitrico, el ms insatisfecho sexualmente, paradjicamente, ser no el clibe, sino el ninfmano. Este mismo mecanismo de la psique se puede trasladar a todo tipo de pulsiones. Desde el desaforado impulso de proteger en el sndrome de Munchausen por poderes, al impulso de huir de determinados espacios en la agorafobia o al impulso a satisfacer las fantasas sexuales de dominacin. Pues la, aparentemente, ms inofensiva pasin, miedo o impulso es una semilla de desequilibrio sin una voluntad que la controle. Por lo tanto el fortalecimiento de la voluntad es la primera tarea del psiquiatra a la hora de controlar los impulsos, y tambin es la primera tarea de todo sacerdote en la direccin de las almas. La practica de la penitencia corporal (ayunos, cilicios, disciplinas) supone el triunfo de la voluntad sobre las partes rebeldes de nuestra psique. La cruz frente a la insatisfaccin. La cruz es la medicina que cura la no resignacin, que sana la no aceptacin de la situacin real, que somete a la persona a sufrir por amor a Dios lo que sea, a aceptarse uno con todas sus propias limitaciones y a luchar contra esas partes negativas de un modo progresivo, optimista y continuado.

norma de salud psquica: la confesin oral de los pecados con su nmero y especie. Cuanto ms le cuesta a alguien desvelar esas intimidades, ms necesitado est de su valor teraputico. Y si insisto en hablar de la confesin o los mandamientos o la penitencia corporal desde un punto de vista natural (y no sobrenatural), es para mostrar como las prcticas y enseanzas de la Iglesia lejos de ser antinaturales, son el correctivo ms adecuado para nuestra naturaleza, Pero como ya he dicho, adems, est el aspecto de la gracia, mucho ms importante. Para los creyentes, la oracin y los sacramentos son fuente invisible, diaria y poderosa de correccin de esos aspectos de nuestra naturaleza mental que se pudieran desvar. Y entre todos los medios con los que cuenta la Iglesia, sin duda, la comunin diaria, la recepcin del Cuerpo de Cristo, es la medicina ms grande que existe para la salud mental de cualquier persona sea cual sea su enfermedad. Si el contacto de Jess sanaba a todo tipo de enfermos, tambin estos enfermos, los mentales, deben acercarse a Jess en busca de la salud de su mente. Aunque la enfermedad tuviera un origen meramente qumico, Jess es mdico de toda enfermedad.

l mero hecho de tener que confesar los pecados es una fuente de higiene mental. El tener que confesar lo que ms averguenza, los secretos ms oscuros de la mente, supone un proceso de autoeducacin desde la infancia en orden a desnudar nuestra psique para someterla al juicio ajeno. Ya s que la confesin es ante todo y sobre todo una gracia. Pero Dios poda haber otorgado esa gracia sin necesidad de confesar los pecados, como sucede en el bautismo. Mas el Redentor, conocedor perfecto de la mente humana y sus mecanismos, dispuso esta sansima

uestro Redentor sigue sanando todo tipo de patologas. Pero lo explicado y el hecho de que l sane, no significa que el origen de la enfermedad est en lo espiritual. Los remedios espirituales cristianos (sacramentos, oracin, buenas obras) nos merecen premio para la vida eterna, pero adems constituyen una medicina para la mente. Lo cual no significa que esos remedios espirituales curen todo, ni mucho menos, ni que sustituyan a la psiquiatra, ni que las patologas psiquitricas tengan su origen en el pecado o en el debilitamiento de la

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voluntad. No es eso lo que se ha dicho. A veces una afirmacin es cierta, pero su reverso no lo es. Si es cierto que los sacramentos son fuente de salud, no es cierto que todo se cure con ellos. Si es cierto que el fortalecimiento de la voluntad es beneficioso para la psique, no es cierto que la debilidad de la voluntad sea la causa de todas las patologas psiquitricas, por supuesto. Uno es el campo de la enfermedad y otro el campo de la virtud. El santo puede volverse loco, el pecador puede estar sano como una manzana, psiquitricamente hablando. Son campos distintos y diversos, aunque tampoco estn incomunicados, sino por el contrario muy interconexionados. Esta conexin (y tambin su desconexin) queda patente si observamos que hay tres grupos de enfermedades si atendemos a su origen: FISIOENFERMEDADES MENTALES: aquellas de origen qumico o biolgico Son aquellas enfermedades que tienen un origen material y meramente material, no olvidemos que el cerebro es un rgano. Un desequilibrio qumico o biolgico de esas clulas basta para estropear esa mquina de producir pensamientos y que el pensamiento que produzca desde entonces est viciado. Sin duda, por citar un solo ejemplo, la esquizofrenia paranoide sera una enfermedad tpica de este apartado PSICOENFERMEDADES MENTALES: aquellas de origen psquico Son aquellas cuyo causa en vano la buscaremos en el rgano fsico, sino en el inmaterial funcionamiento de la mente. Por ejemplo, un trauma que genera una fobia es una enfermedad tpica de este apartado.

PNEMOENFERMEDADES MENTALES:26 aquellas de origen espiritual Son aquellas que tienen su origen en una pasin desordenada. Es decir, su origen est en algo que nada tiene de patolgico y cuya carcter morboso reside en haberse impuesto lentamente sobre la voluntad de un modo tirnico. Se trata de algo de una etiologa que no tiene ningn misterio desde el punto de vista de la psiquiatra y que es un mero y simple acto ticamente desordenado. Pero sta repeticin de actos, sin una voluntad que oponga resistencia, llega a mostrar carcter patolgico. Un ejemplo de esto es el ludpata o el obseso sexual. Ni que decir tiene que buena parte de las psicoenfermedades mentales se atenuaran muchsimo con una vida espiritual que sera una fuente de salud mental y de contencin de los aspectos desordenados de esa psique. El origen de las psicoenfermedades mentales puede radicar exclusivamente en la psique (con total independencia de la vida espiritual de la persona), pero esa vida cristiana supone el mejor escenario mental para regular de nuevo esos aspectos psquicos desordenados. Incluso las personas que padecen una bioenfermedad mental sobrellevaran con mucha ms paz y resignacin esa cruz si fueran personas fervientemente religiosas. Por ejemplo, un paranoico, aun delirando, podr recurrir al apoyo de un Dios Padre que le protege frente al enemigo que est conspirando. Incluso el esquizofrnico frente a la imagen alucinatoria de una serpiente suelta en su casa, podr recurrir a la idea confortadora de una plegaria a la Virgen Mara que le proteger.

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El trmino "pnemoenfermedad" se contrapone al trmino "psicoenfermedad", el "pneuma" (espritu) frente a la psique.

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Las pnemoenfermedades mentales tienen su origen y causa inicial en un campo meramente espiritual, en un vicio por hablar claro, tambin estos enfermos encontrarn no slo ayuda en la psiquiatra, sino que en la mayor parte de los casos ser necesaria esa intervencin de especialistas psiquitricos, pero al fin y al cabo hay que poner orden en ese alma. Y mientras no se ponga orden, el origen de ese desorden mental permanecer. Y ese orden tiene que ver ms con la paciente y artesanal labor de un confesonario (aunque la haga un psiquiatra), que con la fra labor de un mdico-tcnico que aplica un frmaco o que pone en prctica una terapia experimental recin trada de una universidad de Helsinki.

algo menos vistoso que la fronda. Lo malo de las enfermedades psiquitricas, es: 1) Que en estos casos las ramas, una vez formadas, tienen vida propia aunque cortramos el tronco. 2) Que nunca queda muy claro donde acaba una rama y empieza un tronco. Por el contrario todo parecen ramas interconectadas sin tronco alguno. Por ejemplo, una persona decide no poner ninguna traba a la bsqueda de la satisfaccin sexual, en esto no hay nada patolgico. Pero al cabo de unos aos no slo se abandona sin restriccin ninguna a una bsqueda del placer sexual sino que comienza a buscarlo de modo desaforado. En un tercer paso esa bsqueda del placer le lleva a buscar objetos cada vez ms extraos que sacien ese ansia. La bsqueda de objetos cada vez ms retorcidos, cada vez ms alejados de la razn natural, comienza a presentar desviaciones ya muy innaturales. Esas desviaciones van comprometiendo otros mbitos de contencin moral, comienza a nacer un sentimiento de culpa cada vez ms daino. No es la culpa que lleva al arrepentimiento y a la enmienda, sino que es la autoinculpacin cada vez ms intensa, cada vez ms lesiva del que se siente irreformable. El sentirse irreformable le lleva a tener una concepcin de s mismo cada vez peor, cada vez ms infame, nace otra ramificacin patolgica de la enfermedad troncal. La enfermedad troncal al mismo tiempo le lleva a temer ser descubierto, ese temor cada vez ms incontrolable desemboca en otra nueva enfermedad, una fobia social que se manifiesta ante situaciones muy especficas en las que se siente descubierto por los dems en la otra faceta oculta de su ego oscuro, ya

l origen de la enfermedad mental siempre es uno de estos tres, no puede haber ms orgenes. No obstante, hay que tener en cuenta que una pnemopatologa mental en la medida es que sea ms profunda ir implicando ms desrdenes de otro tipo en el campo de la psicopatologa mental. Dicho de otro modo, un vicio cuanto mayor es, si llega a constituirse en enfermedad mental (pnemopatologa), acaba produciendo psicoenfermedades mentales. Es decir, una pnemoenfermedad se va ramificando hacia otras partes de la psique y mostrando nuevos rasgos que nada tienen que ver con el origen espiritual de la patologa que desencaden el proceso de desestructuracin de la psique. Al final todo est enmaraado y es difcil discernir dnde comienzan las ramas y dnde el tronco. Pero en las pnemoenfermedades el tronco fue un desorden de carcter inicialmente moral. Tambin en la consulta de un psiquiatra lo que ms puede llamar la atencin puede ser una fobia o un complejo, pero como en el que caso de las ramas de un rbol la enfermedad troncal puede ser

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tenemos una fobia adems de un patolgico sentimiento de culpa. De la combinacin de la autoinculpacin con esa fobia especfica puede nacer la imposibilidad de ver fotos de cuando era nio porque ve en esa imagen inocente una reprensin hacia su actual forma de ser, etc, etc.

l mundo de las ramificaciones patolgicas es casi infinito. Esto slo era un ejemplo. Hay patologas que se originan a pesar de la vida que uno lleve. Pero hay otras muchas, la mayora, que atajadas desde el principio el efecto domin subsiguiente hubiera quedado abortado. Hemos de entender que no es negar la ciencia psiquitrica el afirmar que con una vida moral sana la mayor parte de las enfermedades se quedaran en meras tendencias contra las que el sujeto debera luchar y nada ms. Hay que aceptar que la mayor parte de las patologas mentales en su origen y principio (antes de consolidarse como verdaderas patologas) no requieren de complicados mtodos, ni terapias conductuales, ni de nada especial, para reprimir estas semillas peligrosas de la psique. Por supuesto que cuando el enfermo llega al psiquiatra ya no puede resistir aunque quiera, pero en un principio s que poda. Dicho de otro modo, la enfermedad no se desarrolla no porque no pueda resistir, sino que no puede resistir porque ha dejado que se consolide como enfermedad. Como se ve si tuviramos que resumirlo todo diramos que los viejos manuales de confesores contenan una ciencia psicolgica muy profunda, eran verdaderos manuales de salud mental. Mientras que Freud con su verborrea revisti de trminos cientficos y complejidad lo que desde el principio haba sido mucho ms sencillo de lo que

imaginaron. Porque el austriaco no entendi que lo que l crea que era causa de la patologa, en realidad era efecto de un desorden espiritual. La pulsin no es la causa de la patologa sino el efecto de un desorden anterior. Por lo tanto el especialista psiquitrico en no pocos pacientes no ha de pasarse la vida apagando los fuegos de esas pulsiones, volvern a encenderse, sino que lo que debe tratar es de poner en orden toda la vida moral de la persona. Vida moral que forma como un edificio armnico, proporcionado, en el que todas las partes se sujetan entre s. Vida moral en la que la persona refuerza su voluntad y se llena de alegra de vivir, vida moral sana en la que pide perdn de sus faltas, se siente perdonado y se esfuerza bajo una curativa direccin espiritual en luchar por acrecentar sus virtudes. Esto que he dicho no anula las consecuciones de la ciencia psiquitrica acerca del poder farmacolgico sobre las patologas, ni lo que hoy da sabemos sobre el subconsciente, ni dejo de aceptar la verdadera complejidad que supone tener que bucear a menudo en la psique de la persona por sus pliegues y repliegues en busca de la combinacin de causas que han desencadenado una morbilidad especfica. No, yo no niego las consecuciones de la ciencia psiquitrica. Lo nico que digo es que esas consecuciones, esos esquemas, deben encajarse dentro de este otro esquema, deben encajarse dentro de esta panormica general que he descrito. Esos mismos logros de la ciencia psiquitrica pueden enfocarse de un modo y de otro. Y hasta los psiquiatras ms materialistas, aquellos que sean ms dados a no aceptar la tesis de una lnea objetiva separadora del bien y del mal, deben aceptar que la posicin de la moral cristiana es una enseanza no slo propiciadora de la salud mental, sino incluso totalmente terapetica.

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Por hablar de un modo ms concreto, a m que recibo muchos casos de supuestos posesos, cuando me llega un caso de esquizofrenia paranoide le digo claramente y sin ambages de ningn tipo que debe que ir al psiquiatra, que la solucin a su caso debe esperarla en el campo mdico. Pero al mismo tiempo que les explico que es necesario que continen tomando sus medicinas, tambin les recomiendo que ellos mismos oren y den principio a una vida ms cristiana, y acto seguido les doy consejos prcticos y concretos de qu hacer para empezar esa vida religiosa. Nunca pienso que la religin les va enmaraar ms su paranoia. Quiz a alguien el mundo de lo religioso pueda suponer un poco de pbulo para su paranoia, un poco, pero tambin tendr efectos salutiferos que compensarn ampliamente los problemas de la irrupcin de una nueva temtica psictica en su ya trastornada vida. Si la enfermedad tuvo un origen espiritual, pero ya ha derivado en otras patologas psiquitricas, tambin les digo que vayan al psiquiatra. Porque aunque su origen al principio lo hubiera podido atajar un confesor, al final precisar de confesor y psiquiatra. No es fcil encontrar un confesor que sepa de psiquiatra. Pero s que es ms fcil que algunos psiquiatras hagan el paciente papel de director espiritual, y lo hagan bien. Y en las enfermedades cuyo origen es fsico les animo a que sobrelleven esa cruz. La vida es un tiempo de prueba antes de ver a Dios, "acepte esta prueba que el Seor ha permitido en su peregrinaje sobre la tierra", les digo. Un enfermo mental puede llegar a la santidad. Es ms, la enfermedad mental muchas veces supone una terrible pasin. Los enfermos mentales aunque su responsabilidad quede atenuada tienen

vida moral. Y as hay enfermos mentales muy profundos que son muy buenos y los hay tambin malos, e incluso muy malos. Lo escrito aqu es fcil de simplificar, lo que he dicho est lleno de matices. Ojal que el mundo de la psiquiatra fuera simple, pero no, es complicado como la enfermedad misma que se trata de curar o paliar. Pero sin duda, hasta los ms ateos de los psiquiatras, hasta aquellos que niegan de un modo ms rotundo la objetividad de las normas morales, debern reconocer que la claridad y sencillez del esquema de las enseanzas cristianas poseen un carcter curativo, simplificador, tranquilizador y afianzador en medio de todas las complicaciones en las que se mueve todo desorden mental. Seccin VII

Cuestiones quolibetales

El problema (y la alegra) de un libro que se escribe a lo largo de aos y se sigue mejorando en los aos siguientes es que se va desarrollando como un organismo vivo. O, por seguir la comparacin con que comienza la introduccin de este libro, como una estructura arquitectnica a la que se van adosando otros bsides, nuevos transeptos, ms contrafuertes. A esta edicin de Summa Daemoniaca se aaden unas cuantas cuestiones ms. Por tan pocas nos ha parecido bien no descolocar la numeracin de las ediciones anteriores. As que hemos colocado aqu agrupadas todas las nuevas cuestiones. Algn da

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(tal vez) irn colocadas en sus apartados respectivos a lo largo de este libro, de momento forman una especie de apartado de cuestiones quolibetales.
.

Cuestin 165

Un hombre Condenado en el infierno puede seguir queriendo a su madre?

a cuestin que se nos plantea aqu es si un condenado puede albergar algn tipo de afecto o cario hacia algn ser querido del pasado. La respuesta, siguiendo las leyes de la lgica, no puede ser otra que afirmar que eso depender del grado de corrupcin moral que albergue el corazn de ese condenado. Es difcil imaginar que uno pueda odiar a Dios que es tan bueno, y no odiar a un ser querido que, sin duda, es menos bueno que Dios. Pero esta situacin ilgica se da en la tierra. Es decir, alguien puede odiar al Creador y, sin embargo, amar a su madre o a un hijo. Lo mismo sucede en el ms all. No obstante, si la corrupcin del condenado es tanta, se llega a una situacin en la que cada vez quedan menos cosas que se odien. Sin llegar a los estadios peores de degradacin, fcilmente se encontrar que uno odia a todos, incluyendo el cosmos, e incluyndose a s mismo. La desesperacin del infierno es tal, que no es fcil que ese odio no se haga universal. Aun as, no hay ninguna contradiccin en que uno est condenado y ame a alguna persona en particular, a una o a varias.

tener un cierto dolor por un ser querido condenado para siempre. Los dos sentimientos no son contradictorios entre s. Pues aunque el amor procedente de Dios y el amor dirigido a Dios colme de felicidad al bienaventurado, eso no quita nada del amor que una madre siente por un hijo. La madre en el cielo ser feliz, enteramente feliz, pero cada vez que se acuerde de su hijo, aun entendiendo que es justa su condena, aun entendiendo que ya nada se puede hacer, no podr evitar dolerse de ese mal. Aunque cada vez que se acuerde, su voluntad estar tan conforme con la de Dios, tan conforme con el orden de las cosas, que ser como una pequea nube que se deshace de inmediato en medio de un cielo azul.

Cuestin 167 Qu significa y descendi a los infiernos?

Cuestin 166 Sufre una madre en el cielo, viendo que su hijo sufre la condenacin eterna?

a respuesta es paralela, slo que a la inversa, a la de la cuestin anterior. Uno puede ser enteramente dichoso, enteramente feliz, y

l infierno es un estado. Cristo en el abandono de la Cruz sufri el sufrimiento del infierno pero sin dejar de amar a Dios Padre. Su espritu se sumi, especialmente en esas tres horas que pendi de la Cruz, en el estado de abandono de Dios, sinti plenamente, con toda intensidad, que le haba dejado el Padre. Jess no haba abandonado nunca a su Padre, y ahora ste desertaba. Sin duda Satn le dijo una y otra vez que haba vivido engaado. Que l era slo un hombre, un hombre que se haba credo Dios, pero que era slo humano. Los milagros, todo lo que crea haber hecho, era fruto de su locura. Estaba abandonado porque en realidad Dios era fruto de su imaginacin. La realidad era esa: Roma, el poder de los oligarcas de Jerusaln, las bajas pasiones de la plebe. El resto era una fantasa. Cristo en esos momentos experiment lo que los santos sufren en un periodo de su vida: la noche del espritu. All en la Cruz, se le concedi

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apurar el cliz del sufrimiento humano tambin en esa dimensin. No dej de amar, no dej de ser fiel, no hizo ningn reproche, pero no minti cuando exclam: El, El, lam sabactan. l, la Verdad Suprema, no minti, all en la Cruz sufri el abandono. Y no slo padeci una carencia, sino tambin una presencia: la carencia de Dios Padre, la presencia del infierno en pleno. Todos los demonios, todos y cada uno de ellos, todos los ngeles cados, estaban all, presentes, disfrutando como piraas sedientas de sangre de aquella escena horripilante de un hombre sangrante, asfixindose, cubierto de heridas abiertas. Los padecimientos espirituales fueron mucho peores que los corporales: el cliz de la Redencin se estaba llenando. A travs de sus sufrimientos toda la iniquidad del mundo, toda su perversidad, todos los pecados, hasta los ms inimaginables, quedaran barridos como si una ola expansiva los arrastrara y fulminara como paja seca frente a una explosin nuclear. El mal, todo el mal del mundo quedaba vencido sobre aquel madero. 27 El mal de miles de aos pretritos y miles de aos venideros, sera ya para siempre incomparablemente menor que el amor. Hasta aqu se ha explicado el sentido espiritual de ese descenso a los infiernos. Pero tambin tiene otro sentido, escatolgico. Y este segundo sentido es el primordial. En este sentido escatolgico significa que el espritu de Jess fue a la morada de ultratumba donde estaban los justos para anunciarles
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la Buena Nueva y abrirles las puertas del Cielo.

Cuestin 168 Cules fueron las moradas de los infiernos a los que descendi Jess tras morir?

nfierno es "lo que est debajo". Con razn se dice en el Credo que Jess descendi "a los infiernos" y no "al infierno", pues los infiernos a los que descendi Jess fueron las moradas que estaban por debajo del cielo. Qu moradas son stas? Son las siguientes:

-el seno de Abraham,

donde estaban las almas de los justos purificados de pena temporal, pero sin ver la esencia de Dios todava. Esta morada ya no existe.

-el purgatorio,

donde estaban las almas de los que se purificaban de su reato de culpa

-el limbo de las almas perdidas


donde estaban los que haban muerto alejndose de la Luz, pero sin rechazar a Dios

-el infierno de los condenados,


donde estn los rprobos por toda la eternidad Alguien podra preguntarse si el alma de Jess descendi tambin al infierno de los condenados. La respuesta queda clara si entendemos que estas moradas de ultratumba no son lugares fsicos, sino estados. Es decir, Jess anuncia a los difuntos, a todos los difuntos, la Redencin. l no hace distinciones, ama a todos y habla a todos los que murieron. Lo que sucede es que los que han rechazado a Dios se alejan de l, no quieren escucharle. Pero lo mismo que la predicacin de la Buena Nueva aqu en la tierra se ofreci a todos los que

Por qu entonces si la victoria ha sido plena sigue existiendo el pecado y los pecadores? Pues porque, siguiendo el smil anteriormente propuesto, si uno recoge esa paja y se guarece en una gruta profunda para que esa onda expansiva de amor no fulmine esos pecados, entonces esa paja permanece inclume. Pero en cuanto uno deje de proteger ese material y lo entregue al amor de Cristo, quedar barrido completamente.

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quisieron escucharle, as tambin la proclamacin de la Redencin en el ms all es universal, aunque los que tomaron una decisin definitiva de rechazo contra Dios, sin duda, se alejaron.

Cuestin 169 Cmo protegerse de los ataques del demonio?

a se ha dicho que la oracin, las buenas obras, la vida espiritual es lo que protege como una armadura, como una coraza, contra los ataques del Maligno. En este sentido no es necesaria una oracin especfica, sino cualquier oracin. La gente a veces busca oraciones muy determinadas (y a veces repetidas de un modo preciso) como trasplantando la mentalidad mgica a la relacin con Dios. En realidad, estrictamente hablando, y aunque yo siempre aconsejo oracin, hay que tener claro que ni siquiera es la oracin la que protege: es Dios quien lo hace. De forma que la prctica de la limosna, las obras de misericordia, todo aquello que nos llena de esa luz espiritual que llamamos la gracia de Dios, la gracia santificante, es lo que mueve a Dios a que derrame ms bendiciones sobre nosotros, adems de hacernos al mismo tiempo ms desagradables nosotros mismos como morada al demonio. Por supuesto que ante un peligro determinado que tenga que ver con este campo demoniaco, invocar a San Miguel es sumamente efectivo. Con llamarle una sola vez con fe, l viene siempre. Y viene a protegernos. Pero aunque San Miguel haya recibido un enargo especial de Dios con respecto al demonio, uno puede llamar al ngel custodio, a otro santo o a Dios directamente. Vuelvo a insistir en que en este tema de la lucha con el demonio lo importante es lo esencial, no lo accidental. Aunque tampoco haya que despreciar lo accidental.

Afortunadamente hay que considerar tambin que al lado de personas muy alejadas de Dios, hay muchas veces una madre o una abuela que ora a Dios cada da por ese hijo o ese nieto. Esas madres o abuelas hacen la funcin de Virgen Mara en esa familia. Extienden su manto de oracin sobre todos los miembros de esa casa. Son como la Virgen Mara de esa familia. La misma misin que hace la Madre de Dios sobre toda la Iglesia, la hacen ellas sobre esos pocos familiares. Digo "ellas" pues casi siempre son mujeres. A las personas que quieren protegerse de los ataques de los demonios tambin quisiera recordarles algo que decimos en la misa cada da al comulgar: Seor, no soy digno de que entres en mi casa. Fuera de la misa, si oramos a Jess, ste nos escucha. Pero en la misa, al comulgar, Jess penetra en nuestra morada corporal. Es como si el cuerpo fuera una casa, donde l entra. No hace falta decir que es la contraposicin perfecta de la posesin. Nada es tan quebrantador de las ataduras de la posesin o de la influencia demoniaca como la recepcin del Cuerpo de Cristo. Bajo las alas de nuestro ngel custodio, bajo el manto de Nuestra Bendita Madre, con Jess entrando cada da en nuestro corazn, quin teme al demonio?

Cuestin 170 Se conden Judas Iscariote?

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sta cuestin parece balad, pero encierra una profunda y terrible enseanza. La Iglesia ha afirmado de muchos que se han salvado, pero nunca ha afirmado de nadie que se hubiera condenado. Sin embargo, muchos telogos consideran que Judas es una excepcin, pues Jess dijo de l ms le hubiera valido no haber nacido y tambin lo llama hijo de la perdicin.

Qu enseanza se esconde detrs de estos dos versculos de la Palabra de Dios? Ningn versculo es intil, todos contienen una enseanza. Aqu, en mi opinin, Jess nos quiere advertir que la condenacin eterna no es slo una hipottica posibilidad tan remota como casi imposible, sino algo que desgraciadamente sucede. Si Judas se salv, le vali la pena haber nacido. La nica posibilidad por la que a alguien no le vale la pena haber nacido, es la de la condenacin. Por ms vueltas que se le de a este silogismo, no tiene salida. Si Judas se salv, vali la pena que naciera. Judas estuvo muy cerca de Jess. Jess charlara muchas veces con l a solas, tocndole el corazn, advirtindole, pidindole que rectificara. Pero Judas resisti en el mal. Y acab robando, tal cosa est contenida implcitamente en el Evangelio cuando se dice que protest por un dinero dado a los pobres y el evangelista aade "No deca esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrn, y como tena la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella" (Jn 12, 4-6). Muchos han querido hacer de Judas un hroe, un verdadero creyente que cometi su traicin para que Jess se manifestara, que le entreg slo con la ilusin de que l se desvelara por fin con todo su poder. Un mrtir para que asumi el oprobio de la traicin para que el Mesas se manifestase. Desgraciadamente podemos razonablemente pensar que sus fines fueron ms viles, era un ladrn. Deberemos obviar el hecho de que adems lo entrega por dinero? Judas Iscariote es el recuerdo para todos los sacerdotes de que no se puede ofender una y otra vez al Seor pensando que l est obligado a perdonar. Del nico que afirma Jess que ms le valiera no haber nacido, es justamente de uno de los que estuvieron ms estrechamente ligado al que traa la

salvacin. Judas es el recuerdo perpetuo de que estar ms estrechamente ligado al servicio de Dios conlleva una mayor responsabilidad.

Cuestin 171 Por qu los demonios usan los sentidos corporales cuando poseen a alguien?

obre este asunto no tengo respuesta y me limito a constatar el hecho. Esta es una cuestin en la que ofrezco una pregunta, pero no la respuesta. El hecho es que un demonio dentro de un poseso siente, por ejemplo, que el sacerdote le est aproximando un crucifijo, pero cuando le tortura es cuando se lo coloca sobre su cuerpo. Por qu la reaccin se produce al colocarlo sobre el cuerpo y no antes? Por qu un demonio que es un ser espiritual, incorpreo, siente que el agua bendita le atormenta cuando sta es rociada sobre la corporalidad del poseso, y no por el hecho de estar cerca? Por qu el demonio se retuerce de horror y brama cuando se le ordena que mire una imagen de la Virgen Mara, y no siente ese horror cuando tiene los ojos cerrados? Hemos comprobado infinidad de veces que el demonio siente la tortura de las cosas sagradas a travs de los sentidos corporales del poseso: al oler el incienso bendito, al tocar algo, al or algo, al ver de improviso algo que no esperaba. Incluso aadir que si se provoca un fuerte dolor imprevisto en el cuerpo del poseso, hay muchos posesos (no todos) que salen del trance al momento. Si los mocos le caen de la nariz, o le pica una parte de cuerpo, algunas veces el poseso en medio del exorcismo se limpiar esa parte del cuerpo o se rascar como si no hacerlo le pusiera nervioso. Es como si el demonio al usar esa corporalidad, sintiera a travs del sistema

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sensitivo de ese cuerpo, y lo que molestara a ese cuerpo le molestara a l. No es frecuente esto de que un poseso se limpie o se rasque, pero a veces en casos indudables de posesin en mitad del exorcismo ha sucedido. A esto habra que aadir, por qu los espritus salen muchas veces con una expiracin por la boca o la nariz? Al no tener cuerpo deberan poder salir por cualquier parte del cuerpo. Y, sin embargo, muchos es evidente que salen de ese modo. Que los demonios usan el cuerpo de la persona para sentir parece claro. Pero es interesante obervar que tambin usan ese cuerpo para manifestar los sentimientos. Es decir, involuntariamente en medio del exorcismo el demonio que posee ese cuerpo manifestar su dolor, su ira, su alegra a travs de gritos, lgrimas o risas malignas. Yo pensaba que esto poda ser slo un medio voluntario de expresin; pero no. Por ejemplo, el demonio (quiera o no quiera) llora a travs del poseso. El demonio puede no querer manifestar su presencia, y sin embargo al final del exorcismo acaba manifestando su sufrimiento a travs de la corporalidad de ese poseso. Incluso se le escapan frases tpicas como "ya no puedo ms", "me marcho". La respuesta a este hecho constatado lamento no poder ofrecerla.

Cuestin 172 Odia el demonio a los judos?


l demonio odia a los judos 28. La razn de esto es muy simple, los ngeles cados odian todo aquello que es sagrado y todo aquello que tiene una relacin con la religin. El pueblo judo fue fundado por Dios directamente. Es un pueblo creado por el Altsimo para

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Hago notar que el pueblo judo no es el Estado de Israel. Yo en estas lneas hablo del pueblo, no de un pas concreto.

entregar su revelacin al mundo. Y aunque segn nosotros las bendiciones del pueblo de la segunda alianza (el pueblo cristiano), son superiores al pueblo de la primera (los judos), no por eso les han sido arrebatadas las bendiciones con que Dios les dot. Todas esas bendiciones siguen presentes, por eso all donde van prosperan. Siempre perseguidos pero siempre prosperando. La razn de que vayan a donde vayan sean siempre perseguidos est en el furor del demonio que siempre est presto a crear a incitar el odio contra ellos. Pero nadie podr contra ellos, es un pueblo destinado a pervivir hasta el fin del mundo. Ellos son el recuerdo viviente de la alianza de Dios con los hombres representados en Abraham. Son indudablemente un pueblo elegido. Siempre combatidos, pero nunca vencidos. La razn de esta persecucin constante es que la valla que protega a este pueblo se ha levantado desde la muerte de Cristo en la Cruz. Desde ese da, las bendiciones siguen, pero la valla que les protega contra el furor del demonio ya no est alrededor de ellos. Por eso tras la muerte de Nuestro Seor, Jerusaln fue arrasada, el Templo destruido y el pueblo judo vendido como esclavo y dispersado por todo el imperio romano. Estn condenados a sufrir las insidias del demonio hasta el fin de los tiempos, pero no sern vencidos. Estn condenados a sufrir la persecucin, pero vayan donde vayan prosperarn porque las bendiciones de los patriarcas continan sobre ellos. Lamentablemente algunos cristianos sufren de una mana visceral a los judos, ellos no lo saben pero esa mana es una semilla plantada por el sembrador de la iniquidad. Muchos escudan esa mana a ese pueblo con la excusa de que se debe a la poltica del

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Estado de Israel. Pero no se dan cuenta de que hay algo ms. Unas veces se les ha tenido mana por su prosperidad econmica, otras porque sus costumbres eran distintas, ahora es por el Estado de Israel. El antisemitismo no es una reaccin espontnea a algn hecho, es una constante incitacin diablica que si pudiera los barrera de la faz de la tierra. Porque ellos, su mera existencia, da tras da, le recuerdan una y otra vez esa alianza, esas bendiciones, esa imposibilidad de poder vencer los designios de Dios. La mera existencia de la progenie de Abraham en medio de la humanidad es el recuerdo constante del Antiguo Testamento a todos los hombres.

Cuestin 173 No hay peligro de soberbia para el exorcista?

que lo hay y muy grande. Es un ministerio que si se practica de forma habitual se ejerce en medio de la admiracin generalizada, del agradecimiento ms profundo por parte de los liberados y de la visin manifiesta del poder del Altsimo a travs de los ritos. Por otro lado, el ejercicio continuado de este ministerio da un conocimiento del demonio muy especializado, muy profundo, que no se puede aprender en ningn libro, ni escuela, ms que en la escuela de la lucha directa con el demonio. Para compensar esto, Dios suele permitir que el ejercicio habitual de este poder vaya acompaado de la incomprensin de muchos ordenados in sacris. Y as el exorcista tendr que trabajar toda su vida en el justo medio entre dos puntos: entre la admiracin y el agradecimiento ms profundo de unos, y el desprecio y la persecucin ms agria por parte de otros. Cada exorcista tiene a muchos sacerdotes que le consideran un loco, un

iluminado, un visionario, un peligro para la fama e imagen de la Iglesia. Y desgraciadamente no conozco a ningn exorcista que no haya tenido que padecer durante un tiempo de su vida (a veces aos) el empeo de grupos de sacerdotes empeados en hablar con quien sea, en mover todos los hilos que haga falta, para detener ese "escndalo". Adems, los que te atacan lo hacen "por el bien de la Iglesia". Y no se piense el que sea nombrado para ejercer esta misin que esa persecucin durar slo un tiempo hasta que vean los frutos y la sensatez con que actua. No importa la sensatez con que se ejerza. La persecucin vendr movida por Satans sin necesidad de causa alguna. Quiero insistir en que la burla e, incluso, la persecucin de los exorcistas, no es algo que sucede alguna vez, sino en cada uno de los nombrados para esta funcin. Dios quiere que este ministerio se ejerza siempre desde la cruz29. Si uno no est
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Esto es as incluso en los grandes exorcistas ms reconocidos por todos. Si alguno piensa que, por ejemplo, el exorcista de Roma, el padre Gabriele Amorth, por el hecho de ser el exorcista de la dicesis del Santo Padre, est a salvo de esta persecucin est equivocado. No hay excepciones. Los santos exorcistas fueron admirados por todos slo despus de muertos, en vida por todos no. Un exorcista ser perseguido tanto por los enemigos de la fe, como por sus hermanos sacerdotes. Y ms cosas podra decir sobre esta persecucin que me callo. Pero tambin quiero dejar claro que por ms que algunos persigan, bramen y allen, y se muevan poderosas fuerzas jerrquicas para detener la accin del hombre de Dios, al final el Altsimo hace que todo se quede en mero ruido y sufrimiento del exorcista. El exorcista sufre, pero el ministerio contina ao tras ao. Adems, una vez que se abre en una dicesis la puerta a este ministerio ya contina hasta la muerte del exorcista. En este ministerio, una vez que se abre la puerta, ya no se cierra.

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dispuesto a sobrellevar esa carga, que no tome sobre s este ministerio.

Cuestin 174 Algn da habr un nmero suficiente de exorcistas?

uchos se desesperan ante la carencia de exorcistas. Los que se desesperan consideran que vivimos un tiempo excepcional en que la falta de fe ha provocado esta situacin de increble escasez. Dos milenios de existencia de la Iglesia han dejado claro que este ministerio no slo se ejerce de modo excepcional, sino desgraciadamente en una mnima parte de los casos que necesitaran de este ministerio. La mayor parte de los posesos viven y mueren posesos. Y eso fue as antes de Cristo y tambin despus. Los posesos o pueden sobrellevar una vida normal, o quedan aislados en casa atendidos por familiares o han acabado en centros psiquitricos a lo largo de la historia o se han suicidado. Cristo entreg este poder y esta autoridad sobre los demonios, pero su ejercicio siempre ha sido excepcional, muchas menos veces de lo que hubiera sido preciso. Pero ello no por culpa de nadie, normalmente, sino porque salvo en los casos muy claros y patentes son muy pocos los sacerdotes que pueden llegar discernir cuando algo tiene o no una invisible causa demoniaca. Adems, el ejercicio de este poder sobre los demonios suele venir unido a una persona. Es decir, slo los sacerdotes que alcanzan un determinado nivel de conocimientos sobre los demonios son los que exorcizan de forma habitual. Si nos fijamos en las vidas de los santos, veremos que en cualquier
Una vez que muera el anciano exorcista, el que sigue ve las cosas de otra manera, ya no tiene tanto tiempo, tiene ms ocupaciones, etc, etc. Hay que aceptar que las cosas son as

siglo y lugar apenas haba exorcismos, pero que alrededor de los santos s que afluan los casos de posesin. Parece como si los posesos instintivamente se encaminaran en busca de los hombres de Dios que puedan liberarles de su mal. Pero no es el instinto, es Dios quien los encamina. Pero muerto el santo su puesto en el ministerio no es reemplazado por otro. Esa ha sido la triste realidad. As que en los siglos futuros suceder como en los pretritos, muy de vez en cuando se seguir exorcizando en cualquier lado los casos patentes. Pero el ejercicio continuado de este ministerio estar unido a personas determinadas, cuya ciencia morir con ellos. La experiencia, la caridad con los posesos y los dones sobrenaturales morirn con el exorcista. He dicho dones sobrenaturales porque cuando uno ejerce este ministerio durante decenios, no es infrecuente que Dios conceda gracias que constituyen verdaderas armas para luchar esta batalla invisible. Pero esto depende de la voluntad de Dios, unos reciben esas gracias y otros no aunque se dediquen muchos aos.

Cuestin 175 Qu hacer si un obispo se opone a este ministerio?

na de las preguntas que ms me formulan de muchos lugares del mundo es qu hay que hacer si un obispo no quiere ni or hablar de este tema. Pues en esos casos hay que hacer tres cosas: -orar por que Dios abra los ojos al obispo -someterse a su autoridad -oraciones privadas por el supuesto poseso Si oramos por un poseso, por qu no vamos a orar porque Dios abra los

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ojos al prelado sobre este punto concreto en que puede haber un obstculo interior personal o teolgico. Hay gente que est dispuesta a emplear las horas que haga falta porque un poseso sea liberado, pero no esa misma gente no suele ser tan proclive a usar tiempo en la oracin para que se comience este ministerio en una dicesis. Los comienzos siempre suelen ser problemticos por las personales concepciones que cada sacerdote tiene del tema. Despus de orar por la jerarqua, hay que someterse a su autoridad. El momento de Dios llegar. A veces llega meses despus, a veces tras aos. Mientras tanto se puede llamar a la puerta de otra dicesis. Mientras no se logra nada ni en la propia dicesis, ni en otra, a veces pasa mucho tiempo. As que un grupo de laicos pueden reunirse a rezar oraciones privadas estando presente el poseso. Se puede rezar el rosario, leer la Biblia, incluso pedir a Dios en voz alta que ayude a la persona en lo que l vea que ella est necesitada. Haciendo esto, la hora de Dios llegar, sin duda. Sea dicho de paso, el que un obispo consciente y deliberadamente niegue el exorcismo a un fiel que lo necesita es una omisin que supone pecado mortal natura sua. Negar este derecho es una accin malvada, pues es una accin muy grave que se toma framente y no por debilidad. Y aunque ese obispo haya construido muchas parroquias, levantado seminarios y se haya desgaitado predicando miles de horas, su malvada accin le estar esperando hasta el da del juicio. Y aquel da, Cristo le dir: "yo estaba en ese poseso". Y aunque ese prelado confundido responda que ha levantado muchos tempos, predicado en muchos lugares y gobernado grandes archidicesis. Cristo le podr responder con toda justicia que

esas cosas se pueden hacer para la propia gloria.

Cuestin 176 No podra Dios amnistiar a los condenados al infierno como un acto de mera gracia?

a amnista se ha dado ya, el ao de gracia ya ha sucedido y est sucediendo. Hace dos mil aos se concedi un Ao de Redencin cuyos efectos se derraman sobre el pasado y el futuro. Los condenados son los que no han aceptado al final ni siquiera la amnista. Es decir, cada ser humano al morir ha podido beneficiarse de los efectos de esa Redencin de sus culpas, a travs de las gracias que llevan al arrepentimiento. La amnista no ha llegado a los que no han pedido perdn ni siquiera al recibir esas gracias de contricin que les mereci el Salvador con su dolorosa pasin. En este caso de la salvacin personal, la amnista no poda ser algo meramente externo, deba ser aceptada, porque el pecado no es algo externo, sino una deformacin de la voluntad. No se puede conceder ese perdn si la voluntad no lo acepta. El perdn de Dios requiere ser aceptado. Se trata de una amnista que requiere de aceptacin para poder ser aplicada. Aunque la amnista se gan en un momento dado de la historia, sus efectos se aplican incluso a los que vivieron antes de Cristo. Efectos recibidos en forma de gracias al morir. Pero como se ha dicho, las gracias ganadas en la Cruz deben ser aceptadas. Y algunos no la han aceptado no con un acto puntual, sino con un inamovible estado de la voluntad. Hay que considerar que son ellos los que no quieren ver a Dios. El cielo no est rodeado de muros. Los espritus se trasladan a la velocidad del pensamiento sin que obstculo pueda detenerlos, no

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hay muros en el cielo. El abismo que separa cielo e infierno es el abismo que hay en los espritus rprobos: un abismo de odio. Arrojar ese abismo de odio en medio de la presencia de Dios supondra como arrojar a un poseso en medio del agua bendita y ponerlo en contacto con crucifijos bendecidos. Sera como arrojar un tmpano de hielo en el centro del sol. La amnista se produjo ya y, sin embargo, ellos optaron por la oscuridad. Slo el propio yo puede autorreformarse con la ayuda de la gracia. El mal de esos seres personales no es como una perla dentro de una ostra. Sino que es un modo de ser que transe todas sus potencias intelectuales y volitivas configurando una personalidad, un yo propio e induplicable. Antes he dicho que hacer contemplar a la fuerza a un condenado la esencia de Dios sera como arrojar un tmpano de hielo en el centro del sol. El problema de ese de hacer eso, hipotticamente, es que un rprobo es un trozo de hielo eterno. La contemplacin eterna por parte de un rprobo de aquello que odia con todas sus fuerzas sera un acto de tortura, slo le hara sufrir. Cmo el bien puede producir sufrimiento? Esto es como la situacin del rencoroso y vengativo que odia con todas sus fuerzas, si esa persona recibe un bien, un acto sincero de caridad, de parte de aquel al que odia, ese acto de amor todava le llena de ms rabia. Ms actos de amor no le haran cambiar, porque lo que ha de cambiar es un estado permanente y desordenado de su voluntad. Ver la esencia de Dios sera una tortura, sera como caer en medio del fuego del amor para los que ya slo son hielo eterno y desean seguir sindolo.

Cuestin 177 No podra Dios acabar con la existencia de los condenados por un acto de su divina misericordia?

na vez que hemos examinado la posibilidad de mantener el ser y quitar la pena, nos queda por examinar si sera preferible quitar directamente el ser. Por su omnipotencia podra hacerlo. Pero por amor no lo hace. Alguien podra decir que es mejor dejar de sufrir que sufrir toda la eternidad. Pero los condenados tampoco sufren de modo intenso en todos y cada uno de los momentos del evo, en todos y cada uno de los actos de su voluntad y entendimiento. S que existe un sufrimiento continuo, como un sufrimiento sordo, proveniente del desorden de su ser. Pero el sufrimiento ms o menos intenso procedente de los actos de su entender y su querer, experimenta altibajos y en ocasiones no sufren. El ser siempre es un bien, aunque se sufra en muchos momentos. Quitarles el ser sera quitarles el poco bien que poseen. Un bien unido a muchos males, pero bien al fin y al cabo. He dicho "poco bien que poseen", pero eso no es del todo exacto porque existir siempre es un bien inmenso. Sin duda alguna existir de un modo finito, es un bien finito. Pero existir indefinidamente, supone un bien infinito. Un bien finito en cada momento, pero infinito en su totalidad. Parece increble, pero Dios concede un bien infinito in quantitate a los condenados. Por eso Dios no les quita lo poco que tienen, esto es, el ser. Tal cosa es "poco" si lo comparamos con los bienaventurados, "mucho" si lo comparamos con la nada. Como se ve, Dios es extraordinariamente generoso con todas sus criaturas, incluso con los condenados. No es un Dios que se recrea

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en la contemplacin de su infinita justicia, no es un Creador que mantiene en el ser el sufrimiento en estado puro. Meditmoslo y nos daremos cuenta de que un sufrimiento perfecto, constante y puro no valdra la pena ser mantenido en el ser. Pero porque tambin los condenados al infierno gozan de las satisfacciones naturales de las potencias inherentes en su ser, son mantenidos en la existencia 30.

Cuestin 178 Si se arrepintiera ahora mismo el demonio sera perdonado?

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in duda, por qu no podra ser perdonado? Podra hacer una intensa penitencia de millones de

Cmo se conjuga esto con las palabras de Jess en que dice de Judas que "ms le valiera no haber nacido"? Pues francamente no lo s. Para m esto ha sido como un problema matemtico al que todava le sigo buscando la solucin. Metafsicamente est claro que ms vale existir sufriendo que no existir. Adems, Dios no mantendra en el ser algo si no valiera la pena. La existencia de condenados despus del Juicio Final ya no sirve ni de enseanza moral o teolgica a los viadores, pues ya no habr viadores. Los bienaventurados viven ya inmersos en el gozo de Dios y de l pueden aprenderlo todo sin necesidad de que otros sufran eternamente para enseanza de los justos. Para qu entonces mantenerlos en el ser? La nica solucin es la anteriormente explicada: el existir es un bien preferible al no existir.

aos para purificarse de su mal. Dios lo puede perdonar todo. No hay pecado que no pueda perdonar. El problema de la condenacin es un problema de la voluntad. La condenacin es eterna porque la voluntad ya se ha determinado de forma eterna. Por eso habla el Redentor de un pecado entre todos los pecados que no se puede perdonar. Y una vez que eso sucede ya no hay marcha atrs. Y es absolutamente imposible esa marcha atrs porque Dios despus de muchos intentos ya no sigue enviando ms gracias para evitar que siga endurecindose ms y ms en el mal. Si le siguiera enviando esas gracias, ellas le produciran un remordimiento. Y cada vez que se resiste un remordimiento (un remordimiento adecuado a la medida del endurecimiento que se ha de superar) se desciende otro grado en el camino del mal. Por eso Dios cuando ya pierde la esperanza sobre el destino eterno de alguien, no sigue enviando ms gracias. Para evitar que siga descendiendo ms y ms en la escala de ese abismo. De manera que se puede aseverar con toda verdad que nada impide el arrepentimiento de cualquier demonio, por malo que sea, salvo su propia voluntad. Pero tambin es cierto que nunca, jams, por ninguna razn, ningn demonio ni alma condenada se arrepentir. Pues sin gracia es imposible el ms pequeo arrepentimiento. Y ellos no recibirn esa gracia pues ya han tomado su decisin. Como se ve el crculo se cierra, se cierra alrededor del infierno que es cada espritu maldito por la eternidad.

Cuestin 179 Toda la ciencia sobre el demonio se contiene en este tratado?

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o creo que sea aventurado afirmar, con toda prudencia, que quiz, tal vez, puede que no. Tal podra, me imagino, ser la dlfica

respuesta de un espritu cado. Yo, con anglica ingenuidad, y no habiendo probado -o si los prob, no con fruicinlos frutos del rbol del Conocimiento del Bien y del Mal no puedo menos de seguir considerando que soy un hombre imperitus, ignarus et inscius31.

Cuestin 180 Dios conoce todo mal?

, Dios conoce en toda su profundidad e intensidad no slo el mal, sino tambin la experiencia que los inicuos tienen del mal. Dios sabe perfectamente como experimenta el sufrimiento del mal cada ser eternamente reprobado. Sabe en cada momento cuanto sufre Satn y cada condenado. Incluso su omnisciencia conoce todas las infinitas posibilidades de sufrimiento, sin que ello le haga sufrir lo ms mnimo.

lugar (donde estn los cuerpos de los resucitados destinados a la reprobacin) como estado. Es decir, tambin es testigo de los pensamientos de cada uno de los eternamente malditos. Pero aunque Dios est en el infierno, como en todas partes, los demonios no lo sienten, al contrario, se sienten totalmente alejados de l. Y Dios les deja en esa sensacin para no atormentarlos. Sin embargo, aunque los demonios no quieran pensar en ello y traten de olvidarlo, no hay ningn lugar, ningn ser, que pueda estar fuera del alcance de Dios: ni de su visin, ni de su poder.

Cuestin 182 Ya para siempre existir el mal?

Cuestin 181 Est Dios en el infierno?

, Dios tambin est en el infierno: en su centro, en sus lmites, en todos sus intersticios y en sus ms profundos, terribles y oscuros abismos. Aunque no nos olvidemos que el infierno es, ante todo, un estado. No hay ningn lugar, ningn ser, donde no est Dios. El Creador Conocedor de todas las cosas est en lo ms profundo de cada alma condenada. Todo es conocido por l desde toda la eternidad, todo es mantenido en el ser por l. Los demonios no se libran de la presencia de Dios ni en el infierno. Por ms que un demonio quiera alejarse de Dios, siempre estar condenado a estar en Dios. El Todopoderoso est en el infierno considerado ste tanto como
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, sin ninguna duda. Desde el momento en que sabemos que existen seres espirituales reprobados para toda la eternidad, ese mal existir indefinidamente. Y ni todo el bien del mundo, ni todo el bien posible, ni un bien infinito, pondrn fin a ese mal que quiere persistir en el mal. El mal existir sin fin dentro de esos ngeles cados. En todo el cosmos se instaurar el orden divino de modo perfecto. Pero en el interior de esos seres de la oscuridad arder el fuego eterno del infierno. Los demonios ya estn condenados a un evo sin esperanza donde un segundo puede ser como un ao, y muchos aos como un segundo.

Cuestin 183 Existir el mal por los siglos de los siglos?

Todas estas palabras significan ignorante. Hay quien afirma que ya que el autor se llama a s mismo ignorante, hacerlo en latn y de tres formas distintas mitiga, en cierto modo, la dureza de la afirmacin.

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quienes tienden a imaginar la eternidad como un xtasis en el que el tiempo deja de existir y perdemos la consciencia, debemos decirles que eso es un error. Tanto si

estamos en el cielo como en el infierno, seremos nosotros mismos. Y despus de la resurreccin, las almas seremos reincorporadas al tiempo. Tras la resurreccin, el tiempo y el espacio sern como ahora. Y pasar una hora y otra, un da, un ao... Lo terrible de la condenacin, lo espantoso de ella, es que pasar un ao, cien aos, mil aos, un siglo y otro siglo, y sabremos que tras mil siglos habr otros mil siglos. Y tras un milln de siglos, otro milln de siglos. Hay una comparacin que me parece impresionante: Si un pjaro se posase sobre la tierra y con su ala rozara levemente el suelo, y despus echara a volar. Y tornara a regresar al cabo de un siglo. Y volviese a rozar levemente el suelo otra vez. Y ese pjaro retornara slo una vez cada siglo. Cuntos siglos, cuantos milenios, necesitara para que ese rozamiento desgastara todas las montaas, todas las rocas, todos los suelos del planeta? Pues eso sucedera y el primer segundo de la eternidad no habra hecho ms que dar comienzo? Hermano que compartes conmigo el tiempo, que vives sobre la tierra y lees este libro, tmate en serio la eternidad, porque ni siquiera despus de leer este libro hasta la ltima de sus cuestiones, hasta la ltima de sus lneas y de sus letras, sabes lo que es la condenacin. 32
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Pareca lgico comenzar esta obra preguntndose por el origen del mal y acabar toda la obra preguntndose al final del tratado si al final de los tiempos seguir existiendo el mal. Tambin parece lgico preguntarse si hay algn simbolismo o mensaje en el nmero 183. Y s, el mensaje es muy claro: con el simbolismo de los nmeros no hay que pasarse. Hacer cbalas con los nmeros es una deformacin de la recta razn y al final es como unir con lneas las estrellas del cielo. Uno puede acabar viendo todo tipo de figuras donde slo hay puntos brillantes.

Aun as, mi secretario Adso no ha resistido la tentacin de pasarme una nota en la que aparece la siguiente anotacin: 183 1+8+3=12 (nmero de los Apstoles) 1+2=3 (smbolo de la Trinidad) As que, ironas del destino, acabamos esta obra no resistiendo una tentacin. Si acabamos una obra sobre el demonio no resistiendo una tentacin, parecera lgico comenzar una obra sobre los ngeles sucumbiendo a un acto de virtud.

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Conclusin

Dios

es lo nico que importa. El demonio slo nos sirve para aprender cosas sobre aspectos de Dios. El mundo demonaco es como el mundo abisal. La zoologa de los fondos abisales donde no llega jams la luz del sol, ni la ms dbil, es un ejemplo especialmente adecuado para comprender el mundo demonaco. Un mundo de silencio y oscuridad, de formas monstruosas. Y, sin embargo, esa zoologa lejana y oculta a nuestros ojos tambin muestra una faceta de la sabidura divina. Dios no hizo ese mundo demonaco, pero su voluntad ha permitido su existencia. Y su existencia manifiesta el poder de la mano omnipotente de Dios, su terrible justicia. El mundo infernal es una prueba continua de que las sentencias de Dios pueden ser eternas. El submundo infernal es una prueba de que con Dios no se juega, de que tras la ltima oportunidad ya no hay perdn de Dios. El conocimiento de estas tinieblas exteriores, del lugar donde el gusano nunca muere, nos tiene que llevar a nosotros los sacerdotes a valorar ms el amor de Dios. Digo sacerdotes porque soy consciente de que esta obra ser leda sobre todo por sacerdotes. Al recordar estas pginas que habis ledo meditad que somos hombres de Dios, que debemos proclamar a los hombres que

hemos sido redimidos. Pero que todo hombre puede condenarse eternamente. El mensaje de Cristo es un mensaje de esperanza, de amor, de confianza, de Redencin. Pero ese mismo mensaje nos recuerda esta espantosa posibilidad: algunos de nosotros nunca vern a Dios. Acabo esta obra pidiendo a la Santsima Virgen Mara que nos proteja siempre, que nos cubra con su protector manto de amor. San Benito, San Jorge, San Miguel, proteged a este pobre autor de estas pobres pginas. Pginas sobre el demonio escritas a la mayor gloria del Creador. Que el Seor reine en nuestros corazones y que podamos alabarle por toda la eternidad cantndole un cntico de alabanza siempre nuevo. Cantando alrededor del trono del Cordero, en compaa de todos los santos mientras contemplamos las miradas de ngeles.

A l todo el honor y la gloria por los siglos de los siglos.


Amn.

En medio del trono y alrededor del trono haba cuatro seres vivientes repletos de ojos delante y detrs. (...) Los cuatro seres vivientes, cada uno de ellos con seis alas, alrededor y por dentro estaban repletos de ojos, y da y noche repetan sin descanso: "

Santo, Santo, Santo


Ap 4, 8

es el Seor Dios todopoderoso, el que era, el que es y que va a venir".

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Jos Antonio Fortea Cucurull, nacido en Barbastro, Espaa, en 1968, es sacerdote y telogo especializado en demonologa.

Curs sus estudios de Teologa para el sacerdocio en la Universidad de Navarra. Se licenci en la especialidad de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teologa de Comillas.

Pertenece al presbiterio de la dicesis de Alcal de Henares (Madrid). En 1998 defendi su tesis de licenciatura El exorcismo en la poca actual, dirigida por el secretario de la Comisin para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Espaola.

Actualmente vive en Roma, donde realiza su doctorado en Teologa, dedicado a su tesis sobre el tema de los problemas teolgico-eclesiolgicos de la prctica del exorcismo.

Ha escrito distintos ttulos sobre el tema del demonio, la posesin y el exorcismo. Su obra abarca otros campos de la Teologa, as como la Historia y la literatura. Sus ttulos han sido publicados en cinco lenguas y ms de nueve pases.

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