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LA GUACA Y EL DUENDE

Creo que tena 9 aos de edad; para entonces la abuela me cont


una historia que le ocurri a mi mam en su poca de quinceaera.
Definitivamente siempre me han gustado aquellas ancdotas o
cuentos en que los actores principales son los seres que ms
quiero; en este caso Cecilia, a quien siempre me dirijo como Maaa!

Mis abuelos vivan con toda la prole en su finca LA GATA, ubicada
en la vereda de Buenavista que desde mi infancia siempre he
asociado con la poblacin de Vegalarga, un corregimiento de la
Ciudad de Neiva, Huila. Ya para ese entonces Maa y mis tos
conocan de un montecito que inclua un bello guadual que nadie
tocaba, y es que la razn era muy interesante. Para ese entonces

la guambera cuenta ser testigo fiel de lo que se contaban del lugar.
En ciertos momentos y especialmente hacia semana santa, en el
montecito algo resplandeca y cambiaba de lugar s alguien se
acercaba. Todos desde tiempo atrs sabemos que es La Guaca,
creemos que brillan las piedras preciosas y los objetos en oro que
se encuentran all; pero hasta la fecha nadie ha logrado encontrarla
y obtener riqueza.

Hasta entonces hasta ah iba la historia; pero una experiencia
sobrenatural ocurrida a Maa! Agreg interpretaciones a la posible
razn de no ser posible encontrar La Guaca.

La hija mayor, Ceci, tena quince aos y era la jovencita ms
hermosa de la zona, cabellera abundante y larga, una sonrisa
encantadora entre otras cualidades. Un anochecer de luna llena
(de esas que son como mgicas), mi abuela envi a Maa a una
finca cercana con un pequeo encargo, en su caballo sin ninguna
prevencin particular (pues se dice que eran buenos tiempos en ese
momento all en Buenavista).

Maa sali de La Gata por un camino que en un momento
determinado, deba de bordear aquel montecito especial. Cerca al
monte observ un conejito que sali a su encuentro de forma
particular y la segua, lo cual le agrad. Mientras tanto en la finca
los abuelos empezaron a inquietarse, hasta que mi abuelo que se
llamaba Modesto, angustiado exclam: - Cecilia est en peligro!
rpidamente tom su machete y corri en su caballo tras ella. No
tard mucho en que su mirada encontrara a Maa y como contaba
l: Una cosa blanca, como una sombra, una sbana ya iba a
tomarla por la espalda para llevrsela o hacerle quien sabe qu?!
Y a la distancia levantando el machete grit: Cecilia, hija! E
instantneamente esa cosa extraa desapareci. Se olvidaron de
aquel encargo y volvieron a la finca (como se imaginaran) con
todos las sensaciones que les produjo aquella extraa experiencia.


Maa cuenta que aquel conejito bonito a medida que avanzaba su
paso y le segua, ste iba aumentando de tamao, lo cual
automticamente la impresion, la asust y llev acelerar sin mirar
atrs. Hasta cuando lo vio senta que ya era como un perro blanco
y a medida que aceleraba se imaginaba un tigrillo o quin sabe qu,
que sin lugar a dudas le produjo la sensacin que le cubra su
espalda para agarrarla.

Esta historia fue compartida con la familia y todos los habitantes de
la Vereda. Y para entonces algunos concluyeron que aquella cosa
blanca, ese espectro como diramos ahora, es un Duende que vive
en el montecito de La Guaca y que hasta la fecha no se haba dado
a conocer. l sera el encargado de esconder la Guaca a sus
buscadores, para as mismo como acostumbran los duendes
molestar las muchas bonitas y atesorarlas como el oro y las piedras
preciosas que albergan las Guacas.

Hoy diramos que es el Tunjo de Oro, luego de escuchar varias
historias similares ocurridas en diferentes zonas rurales del Huila.




DENIER YESID RAMIREZ PENAGOS
Autor

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