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magia8 y otros 4espiritistas8 y concentrarse en el desarrollo de sus ricas
posibilidades narrativas! %n 4Bdio desde la otra vida8, por otra parte, la idea de
4fatalidad8 "ue en el modernismo estaba asociada, en muchos casos, con una in"uietud
4mstica8
7@
y, podra decirse, tambi$n espiritual se despo/a de esas orientaciones y
termina funcionando 'nicamente como procedimiento "ue se beneficia de lo cristalizado
del tpico para la constitucin de un relato fantstico!
+odo esto vincula los tetos de Arlt, con resoluciones del fantstico argentino de
fines del siglo X.X y principios del XX, ms precisamente, con los cuentos fantsticos
de Leopoldo Lugones y :oracio ^uiroga! 0iertas constantes y continuidades entre las
ficciones fantsticas de Arlt y algunos relatos de Lugones son notables( 4Bdio desde la
otra vida8, por e/emplo, con/uga una historia amorosa con materiales ocultistas como El
+n"el de la sombra, de &52K, aun"ue sin la ertica sentimental "ue atraviesa el teto de
Lugones!
7?
9ernando est 4fatalmente8 atado por un odio ancestral "ue atraviesa las
sucesivas reencarnaciones y lo une y lo separa a la vez de su novia LucaJ la eperiencia
sobrenatural por la cual el persona/e ingresa al 4plano astral8, le permite, en un via/e en
el tiempo por el cual se introduce en un pasado ms legendario "ue real, comprobar 4la
continuidad de su odio8 con LucaJ 9ernando, gracias a esta eperiencia, huye de ella
para siempre!
Si bien muchas de las ficciones fantsticas de Arlt, como las de Lugones, son la
puesta en forma de hiptesis ocultistas y espiritistas, pseudocientficas y_o
sobrenaturales "ue se vinculan con las tendencias del modernismo y el decadentismo, el
inter$s de Arlt no se centra en la teosofa, el espiritismo o la pseudociencia de la misma
manera! Arlt no pretende probar estas hiptesis, ni discutirlas cosa "ue s haca en
77
%sto se da, sobre todo, en al caso de 4:istoria del se#or Hefries y <assin el %gipcio8, cuando
el narrador asesina al doctor en magia por miedo de 4perderse para siempre8! Por este motivo,
seg'n Hos$ Amcola, el cuento contin'a la crtica a la "ue Arlt haba sometido el ocultismo en
&523! Para ms detalles, v$ase, Amcola, Hos$! 4Los magos del mal8, en .a 1a4n$Cultura,
domingo & de septiembre de &5F?, 1uenos Aires, pp! K6>!
7@
:enr"uez ;re#a la define en este sentido! :enr"uez ;re#a, *a! #reve :istoria del
modernismo, *$ico, 90%, &5?@, p! &K!
7?
Para un anlisis de El +n"el de la sombra, v$ase( )ramuglio, *ara +eresa! 8%studio
preliminar8, en Lugones, Leopoldo! El +n"el de la sombra, 1uenos Aires, Losada, &55@! -$ase,
tambi$n( =almaroni, *iguel! 4La espada y el pu#al Esobre el pen'ltimo LugonesG8, en 8na
rep?blica de las letras% .u"ones, 1o,as, 2a(r% Escritores ar"entinos ( Estado, Rosario, 1eatriz
-iterbo editora, 233K, pp! 2&76223!
&@@
4Las ciencias ocultas en la ciudad de 1uenos Aires8, ni proponerlas en tanto "ue
formas de imponer y sostener un su/eto de enunciacin fuerte y poderoso, como sucede
en el caso de Lugones, cuyos tetos fantsticos sustentan una 4/erar"ua espiritual y
social del poeta COD "ue lo hace depositario y administrador de un saber superior,
oculto o secreto!!!8!
7K
%n Arlt, las doctrinas teosficas y los tpicos del fantstico
modernista constituyen el argumento ficcional de sus narraciones fantsticasJ el
espiritismo, lo oculto y lo sobrenatural operan en tanto "ue tpico literario y
procedimiento narrativo para la construccin del fantstico! La preocupacin cientfica
y tambi$n esot$rica "ue ocup en los veinte un espacio preferencial en sus relatos
como estrategia de compensacin de su lugar en la sociedad de acuerdo a las
hiptesis de 1eatriz Sarlo
7>
se transmuta en estos tetos en la eleccin selectiva de
una serie de tpicos narrativos ya convencionales "ue se toman para escribir un relato
fantstico!
%sto puede verse, por e/emplo, si consideramos otros tetos de Arlt "ue sugieren
un acercamiento a la po$tica del fantstico de Lugones! ;no de los rasgos "ue Huan 1!
Ritvo describe, a propsito de esa po$tica y en relacin con el imaginario decadente y la
pasin por el ocultismo de Lugones, es la confusin de los rdenes all presente
mineral, vegetal, animal, y 4la proliferacin de mezclas aberrantes y de cascadas
combinatorias "ue cercenan los lmites8, las relaciones /err"uicas, causales, y de clase
del aristotelismo!
7F
Para Ritvo, los relatos ms notorios de .as *uer4as e6tra7as
4describen con precisa fruicin cataclismos y horrores cuya causa es la confusin
indebida de los g$neros, la sodomizacin de la naturaleza, el acercamiento trasgresor de
etremos "ue deberan haber conservado su elegante e"uidistancia8!
75
%sto "ue, seg'n
Ritvo, est en la base de la composicin de muchos de los tetos de Lugones como 4Los
caballos de Abdera8 caballos humanizados, 4La lluvia de fuego8 4amores
monstruosos de fieras(8( lagartos con cisnes, monos y focas, etc!, o 4La estatua de
sal8, vida y muerte con/ugados, tambi$n funciona en tanto "ue procedimiento para
7K
=almaroni, *iguel! 4%l fantstico de Lugones y ^uiroga en el proceso de emergencia del
Vcampo intelectualW8, &55K, mimeo!
7>
-$ase, Sarlo, 1eatriz! .a ima"inacin t5cnica, Bp! cit!, p! &3
7F
Ritvo, Huan 1autista! 4Lugones( el esplendor soberano8, en 2arado6a, ;niversidad <acional
de Rosario, A#o ?, nS@_?, &553, p! @7! -$ase tambi$n para esta cuestin( Ritvo, Huan 1autista!
4&FF?( La irrupcin del decadentismo8, en 2arado6a, A#o X, nS F, &55K, pp! 5765>
75
Ritvo, Huan 1autista! 4Lugones( el esplendor soberano8, BP! 0it!, p! @@!
&@?
la constitucin de algunos de los relatos fantsticos de Arlt! %n efecto, 4Los hombres
fieras8 E&5@3G configura su efecto fantstico a trav$s de una serie de episodios de
metamorfosis por los cuales los hombres se convierten en animales y asesinan inocentes
en la noche de la selva! %l cuento se preocupa casi eclusivamente por ficcionalizar y
poner en escena el efecto narrativo de esa transformacin( el tema de la metamorfosis,
entonces, es un recurso para escribir lo fantstico y de esta manera se introduce algo
totalmente novedoso en la literatura de Arlt! Por otra parte, adems de "ue 4Los
hombres fieras8 remite, en alg'n punto, a la pare/a hombre6bestia "ue con/uga Lugones
en cuentos como 4;n fenmeno ineplicable8, puede decirse "ue retoma a su vez, un
tpico "ue, ms all de estar inscripto en la cultura popular a trav$s de la imagen del
hombre lobo, funda algunas de las primeras narraciones fantsticas de :oracio ^uiroga!
Pensamos, sobre todo, en 4%pisodio8, teto "ue tambi$n relata la metamorfosis de
hombres en bestias, y con recursos epresivos seme/antes!
@3
%n relacin con estas cuestiones, cabe mencionar tambi$n 4La luna ro/a8, el
cuento "ue Arlt publica en El o"ar en &572 y luego reedita en el libro El ,orobadito!
%sta historia, si bien es bastante anterior a las "ue se han estudiado y se ale/a de estos
@3
4Los hombres fieras8 pone en escena la metamorfosis de hombres en bestias de la siguiente
manera( 4)an se retir velozmente, y encogiendo el labio superior se "ued mostrndome los
dientes como una fiera "ue "uiere morder C!!!D recuerdo perfectamente "ue no sent ning'n
desagrado por ese gesto bestial, sino, ri$ndome tambi$n, yo frunc los labios, mostrndole los
dientes al canbal! %ntonces )an apoy las manos en el suelo y comenz a andar gilmente a
cuatro pies, rozndome las pantorrillas con el flancoJ yo eperiment$ un sobresalto terrible, me
precipit$ a la puerta, la cerr$ con llave, y apoyando las manos en el suelo, tambi$n me puse a
caminar como una fiera! N el ni#o lanzaba gru#idos y yo le imitaba y ambos parecamos dos
fieras "ue no se resuelven a re#ir8! -$ase( Arlt, Roberto! 4Los hombres fieras8, en Cuentos
completos, Bp! 0it!, p! ?25! %n 4%pisodio8 Efechado entre &F55 y &53&G, el relato de ^uiroga,
encontramos la narracin de un suceso similar de un modo seme/ante( hay un progresivo
abandono de la condicin humana y un aprendiza/e de la conducta salva/e y animal a partir de la
imitacin! All, leemos( 4N empec$ a rerme mirndole y el me miraba y se rea sin "uitarme la
vista, y cada vez nos reamos ms fuerte, y sus u#as se ponan lvidas, y sus cabellos se erizaban
y mis cabellos se erizaban, y su cuerpo se alargaba poco a poco, y mi cuerpo se alargaba poco a
poco, y vi "ue se arrastraba sigilosamente por los rincones y sent "ue me arrastraba torpemente
por los rincones y la noche comenz a entrar en el escritorio ya oscurecido, en el "ue nos
replegbamos y nos etendamos, aullando, mo/ando las paredes, babeando todo el piso por el
"ue nos arrastrbamos entremezclados!!!8! Puede consultarse( ^uiroga, :oracio! 4%pisodio8, en
Cuentos completos, -olumen ., %dicin al cuidado de Alfonso Llambas de Acevedo,
*ontevideo, %diciones de la Plaza, &5>5, p! 2K! %n relacin con estos problemas y aun"ue la
cuestin ecede los lmites del presente traba/o, podra indagarse tambi$n, de "u$ modo lo
analizado por Ritvo para el caso de Lugones se aplica a ciertos cuentos de :oracio ^uiroga!
As, adems de 4%pisodio8 podran considerarse, entre otros, por e/emplo, 4Para una noche de
insomnio8 E&F55G "ue eplora los lmites entre la vida y la muerte, y tetos de metamorfosis de
hombres en bestia como 4%l lobisn8 E&53KG!
&@K
problemas al evidenciar como preocupacin central el peligro inminente de la guerra,
interesa por"ue pone en escena un episodio fantstico, el de la muerte del mundo, "ue es
frecuente en los tetos modernistas! %n ese episodio, por el cual una multitud
hipnotizada por la luna ro/a avanza adormecida ante el 4etra#o suceso8, aparecen del
mismo modo "ue en los cuentos de Lugones, el desorden, la ruptura de los lmites y
de la individuacinJ los hombres, las mu/eres y las bestias, confundidos, igualados y
mezclados( 4=e pronto un hombre sinti "ue le tiraban de una manga insistentemente
C!!!D encendi un fsforo y descubri el achatado rostro de un mono grande "ue con o/os
medrosos pareca interrogarlo acerca de lo "ue suceda! Btro identific varios tigres
confundidos en la multitud! C!!!D!!!era difcil discernir los rostros femeninos de los
masculinos! +odos aparecan igualados y ensombrecidos por la angustia del esfuerzo
"ue realizaban!!!8!
@&
4%l cazador de or"udeas8 E&575G es otro de los cuentos "ue puede leerse en este
sentido y "ue adems permite considerar de "u$ manera lo "ue podra denominarse para
el caso de Arlt como un fantstico modernista y decadente, convive en algunos de los
relatos de los a#os treinta con rasgos tpicos de su literatura( 4el hombre de Arlt8 y sus
problemas, el cuestionamiento de la sociedad burguesa, los deformes y /orobados, la
traicin, el dinero, la 4literatura bandoleresca8, etc! %n este teto de aventuras,
)uillermo, el cazador de or"udeas, emprende con el narrador una epedicin en busca
de la misteriosa 4or"udea negra8, 4ese monstruo8 4hermoso y repelente8, esa 4flor
hist$rica y caprichosa, "ue la ver$is ba/o la forma de un andra/o gris permanecer muerta
durante meses en el fondo de una ca/a, hasta "ue un da, bruscamente, se despierta, se
despereza y comienza a reflorecer, colorendose con las tintas ms vivas8!
@2
La empresa
del persona/e, aun"ue remite en alg'n punto a las ocupaciones raras y pasatiempos
tpicos del h$roe decadente )uillermo gasta sus das por el mundo en busca de los
e/emplares ms eticos, resulta ms bien una aventura "ue lleva a cabo un ladrn
desenfadado movido casi eclusivamente por el dinero( 4%stbamos envenenados de
codicia8, dice el teto! =espu$s de atravesar una selva misteriosa, hiperblica y
laberntica, "ue tiene, como la flor buscada, todas las caractersticas "ue toma lo vegetal
en el imaginario decadente,
@7
encuentran la lu/osa y artificial or"udea negra( 4una
estrella de picos fruncidos, tallada en un te/ido de terciopelo negro bordeado de un
@&
Arlt, Roberto! 4La luna ro/a8, en Cuentos completos, Bp! 0it!, pp! &F@6&F?!
@2
Arlt, Roberto! 4%l cazador de or"udeas8, en Cuentos completos, Bp! 0it!, p @K>!
&@>
festn de oro8, de cuyo 4cliz lnguido, inmenso como una sombrilla de geisha8,
emerge 4un bastn de plata!!!8!
@@
%n ese momento muere el ni#o tuerto "ue los guiaba y,
en una reiteracin de lo "ue sucede desde los primeros tetos de Arlt, por e/emplo en
4%l /orobadito8, donde los 4deformes8 conducen a los persona/es al infortunio el
amigo del narrador es obligado a comer, por una venganza "ue le impone el to de la
vctima, la preciada flor(
0uando )uillermo termin de comerse el 'ltimo pedacito de
terciopelo y oro, +aman sali del tabuco en silencio, y )uillermo se
desmay!
%stuvo dos meses enfermo del estmago, y cuando creyeron
"ue se haba curado, una peste curiossima, manchas negras con borde
bronceado, le comenz a cubrir la piel en todas partes del cuerpo, y
aun"ue varios m$dicos sospechan "ue es una afeccin nerviosa,
ninguna autoridad sanitaria le permite al primo )uillermo abandonar la
isla donde 4se comi su fortuna8!
@?
%l fragmento muestra fundamentalmente dos cuestiones! %n primer lugar, el
efecto fantstico del relato se produce en torno a una cualidad decadente por la cual lo
vegetal aparece con caractersticas humanas y se cubre de connotaciones in"uietantesJ la
flor le transmite al primo del narrador una enfermedad "ue al cubrirle de manchas
negras y doradas el cuerpo, la contin'a en el tiempo! La venganza de la 4flor hist$rica8
sobre el profanador de lo vegetal L"ue nos lleva a una botnica fantstica y a la 4flor
triunfante8, tal como la describe Pierrot
@K
, remite claramente al decadentismo y
tambi$n, de cierta manera, a la -iola Acherontia de Lugones,
@>
marcando una clara
distancia de la flor de cobre de %rdosain y los %spila, ligada al saber tecnolgico! %n
@7
Atraviesan una 4planicie cristalina oscura8, verde "ue es terciopelo, una nube de esta#o, etc!
%n 4Accidentado paseo a *oIa8 E&575G tambi$n aparece una flora misteriosa, hiperblica,
laberntica, peligrosa, y lo vegetal como amenazante y macabro, lo "ue escapa a la restriccin
"ue las leyes naturales imponen!
@@
Arlt, Roberto! 4%l cazador de or"udeas8, en Cuentos completos, Bp! 0it!, p! @>2!
@?
Arlt, Roberto! 4%l cazador de or"udeas8, en Cuentos completos, Bp! 0it!, p! @>@!
@K
Pierrot, Hean! .BAma"inaire &5cadent (1CC0-1900), Paris, P!;!9!, &5>>!
@>
Si bien son tetos muy diferentes, es necesario destacar, en este marco, "ue 4%l cazador de
or"udeas8 presenta una serie de cuestiones "ue se conectan con 4-iola Acherontia8 de
Lugones! As, est en los dos cuentos la b's"ueda de la flor negra, la idea de desafiar los lmites
de la naturaleza y el castigo "ue supone esa trasgresin!
&@F
segundo lugar, la cita enfatiza los cruces est$ticos( el clma final del cuento se
constituye en torno a la cuestin del dinero, una de las preocupaciones centrales de Arlt
desde sus primeros tetos! =e este modo, se mezclan y combinan a"u el tema
decadente con elementos tan claros en la po$tica arltiana del 4cross8 como la
preocupacin por el dinero, la descripcin estilizada de la flor con el lengua/e plebeyo y
r'stico del narrador, y todo esto en el marco de un relato de aventuras!
@F
%l rasgo decadente de la naturaleza como amenaza y de lo vegetal in"uietante y
monstruoso, aparece, con otros matices, tambi$n en 4La venganza de +utanIamn8,
relato publicado en -undo !r"entino! %ste teto retoma muy tardamente, en &57F, el
mtico tema de la maldicin de los faraones, traba/ado ya por Lugones en los a#os
veinte en los Cuentos *atales, pero sobre todo en uno de los relatos de ese libro, 4%l
vaso de alabastro8! %n el caso de Arlt, es el via/e el "ue sirve de marco al suceso por el
cual el se#or Almstrong,
@5
violador de sepulturas y acompa#ante de Lord 0arnavon en
su empresa, hace partcipe al narrador del caso por el cual en poco tiempo y a causa de
haber tenido contacto con un etra#o hongo, su cuerpo se cubrira de manchas 4color
verdeazul con ligeras motas amarillas en la periferia8 y 4hervira de muerte vegetal8!
?3
%l cuento tambi$n pone en escena una de esas mezclas y con/unciones de las "ue gusta
el decadentismo( la simbiosis de hombre y vegetal, pare/a trgica "ue lleva al se#or
Almstrong a la muerte! 0omo en 4%l cazador de or"udeas8, es la cualidad decadente lo
"ue organiza lo fantstico en este cuento, y de la misma manera "ue en el anterior, ese
universo est$tico y la descripcin estilizada del paisa/e se combina a"u, con grotescas
descripciones de los persona/es y un tono desenfadado "ue en todo sentido opuesto al
spleen modernista domina la narracin!
4%l aprendiz de bru/o8 E&575G, finalmente, es otra de las ficciones "ue permiten
mostrar la convivencia del modernismo6decadentismo con rasgos narrativos del Arlt de
los veinte! %l cuento escenifica, de modo seme/ante a 4Bdio desde la otra vida8, una
entrada al plano astral! Se trata de la historia "ue cuenta uno de los via/eros de un barco,
testigo de los sucesos acaecidos! 1orodin, individuo dedicado durante alg'n tiempo a
@F
%sta con/uncin muestra, adems, una zona de contacto entre el Arlt de los treinta y ciertas
vertientes de la literatura popular y el folletn de aventuras!
@5
%specie de doble de Arlt "ue el relato sugiere cuando se refiere a la 4curiosa coincidencia8
"ue hace "ue Almstrong Ea"uel individuo "ue tiene un 4maldito8 y 4complicado8 nombreG le
refiera al narrador6via/ero, alter ego de Arlt, su suicidio ante la muerte inminente!
?3
Arlt, Roberto! 4La venganza de +utanIamn8, en Cuentos completos, Bp! 0it!, p! 7>7!
&@5
las prcticas de la magia negra con el ob/eto de da#ar 4a una mu/er "ue lo haba hecho
sufrir8, narra en lo "ue se transmuta en una historia de educacin, su aprendiza/e de
bru/o! Su maestro, Arsenio Anyelico, es "uien 4lo insta al maleficio8, a realizarse
cuando ambos, alumno y maestro, hayan ingresado en el mundo astral! =icho maleficio
consiste en torcerle para siempre la cara al hi/o de la mu/er de la "ue se "uera vengar!
%l persona/e prefiere morir antes de de/arse llevar por el 4demonio8 de Anyelico, y, en
una prueba ficcional de la eistencia del plano astral "ue funciona como la flor de
Tells, el relato finaliza cuando ambos vuelven al cuerpo fsico y 1orodin comprueba
"ue a Arsenio Any$lico se le ha deformado el rostro( una fuerza "ue se ad/udica a la
4/usticia divina8 y "ue, se asegura, toma revancha por sus maldades es la "ue ha
provocado el prodigio! =e este modo, el cuento presenta, por un lado, una distancia
crtica del narrador sobre los magos y epertos en ocultismo, "ue, contin'a, en alg'n
punto, la pol$mica de Arlt en 4Las ciencias ocultas en la ciudad de 1uenos Aires8,
?&
?&
0abe considerar "ue tanto en el caso de los relatos "ue reescriben temticas de las ciencias
ocultas, como en el de ciertos cuentos fantsticos surcados de elementos "ue pueden
relacionarse con el imaginario decadente o modernista, se contin'a el tratamiento Mvaloracin
est$tica y crtica, literaturizacin y poetizacin, y distanciaM a "ue es sometida la teosofa en
4Las ciencias ocultas en la ciudad de 1uenos Aires8! ;n caso paradigmtico, en este sentido,
"ue inaugura esta perspectiva en los relatos, lo constituye 4%l tra/e del fantasma8! A"u, el
narrador persona/e )ustavo 1oer describe la 4memoria de los sucesos etraordinarios8 Ep! KFG
"ue ha padecido, con el ob/eto de desvincularse de un delito cometido intentando pasar por
demente, tal como nos asegura la nota final 4del autor8! La serie de sucesos fantsticos "ue son
relatados, surge desde un narrador situado en un estado "ue oscila entre la vigilia, el sue#o y el
delirio! =e este modo, a partir de esta visagra, realidad6alucinacin o realidad6sue#o, introduce
al lector en el interior de su sub/etividad, y a partir de $sta, en un via/e imaginario "ue facilita la
evasin de un tiempo y un espacio reales! %s sabido "ue, en el imaginario decadente y
modernista el sue#o, las eperiencias con estupefacientes, el refinamiento de las sensaciones,
son los medios privilegiados para apartarse de lo inmediato y lo concreto, y los puentes "ue
llevan al idealismo como reino de lo sub/etivo! %n el teto aparece la narracin y descripcin
deleitosa de 1oer de geografa, espacios, y seres imaginarios( la 4ciudad de las orillas8, la selva
habitada por una flora fantstica, de dimensiones asombrosas y caractersticas antropomrficas
Elo cual tambi$n es acorde a esa sensibilidadG, los animales parlantes, etc! 0on respecto a la
perspectiva sobre lo representado "ue se perfila en este cuento, puede decirse "ue esta ficcin en
s misma e/emplifica un doble movimiento, pues, si por un lado implica la puesta en escena de
un gusto por lo fantstico, una preocupacin estilstica y un privilegio de lo sub/etivo, tambi$n
se presenta, a la vez, una distancia ideolgica respecto de estos elementos representados! %sto
puede verse, principalmente, en esa nota 4del autor8 "ue el teto introduce en el final, ya "ue
con su presencia se aten'a y cuestiona lo fantstico y, sobre todo, se lo reduce a la lgica
realista, moral y legal del policial( )ustavo 1oer ha cometido un delito y los sucesos narrados
intentan ser su /ustificacinJ adems, por"ue los elementos representados aparecen no slo en
boca de un narrador "ue es un criminal "ue va a ser condenado Elo "ue indica distancia
imaginaria respecto del narradorG, sino "ue tambi$n constituyen la 4mentira8 "ue remedara una
falta, "ue por otra parte no consigue su ob/etivo! -$ase( Arlt, Roberto! 4%l tra/e del fantasma8,
en Cuentos Completos, Bp! 0it!
&?3
aun"ue ya no se discutan las ideas y temas de la teosofa y se privilegie, sobre todo, su
ficcionalizacin! Por otro lado, puede decirse "ue el argumento de este relato es la
prueba ficcional y la puesta en t$rminos narrativos de la tesis arltiana reiterada, de
distintas maneras, en muchas de sus obras de los veinte( 40udate de los se#alados por
=ios8! Se trata, como se sabe, de un refrn del saber popular "ue en El ,u"uete rabioso
entra en palabras de la madre de Silvio Astier, "uien trasmite la doa popular!
<uevamente podemos ver a"u la alta productividad "ue en Arlt tienen los saberes
populares en todas sus formas! As, la obra de Arlt en los treinta, a la vez "ue se orienta
a lo fantstico y modifica de esta manera su proyecto creador, introduce algunas de las
normas ms cristalizadas de su literatura previa y en ese movimiento tambi$n
transforma las tendencias situadas de la tradicin modernista "ue retoma y reescribe!
!. Exotismo y fantstico-maravilloso en los c"entos africanos
Nunca como :o( el sue7o de los pases e6ticos :a sido tan intenso entre
nuestros :ombres%
?2
Roberto Arlt
Btro aspecto singular de lo fantstico en la literatura de Roberto Arlt puede
leerse si se enfoca el eotismo de algunas de sus ficciones! 0omo se se#al en el
captulo anterior, despu$s de su eperiencia como cronista via/ero en *arruecos, Arlt
escribe una serie de tetos africanos, muchos de los cuales recopil en El criador de
"orilas! Na en los a#os treinta, en 4%l tra/e del fantasma8, Arlt haba incorporado ciertos
espacios eticos y remotos "ue se oponan a los escenarios ciudadanos, pe"ue#o
burgueses, tecnolgicos y futuristas de sus novelas! Los cuentos africanos contin'an lo
iniciado con 4%l tra/e del fantasma8 por"ue ponen en su centro la representacin de un
espacio etico y a/eno "ue los aproima al orden de lo maravilloso, y no siempre al de
?2
Arlt, Roberto! 4^uieren huir de su propia sombra8, en El -undo, & de septiembre de &57F! Al
margen del cable!
&?&
lo fantstico! =e alguna manera, esta oscilacin entre lo fantstico y lo maravilloso
pareciera ser la forma ms apropiada para ficcionalizar `frica por"ue, como Arlt afirma
en una de sus aguafuertes espa#olas, el orden de 4la fantasa8 de las historias orientales
revela y es efecto de un tipo de cultura y de una clase de sociedad! La primaca de la
4fantasa8 en los cuentistas rabes Lepresa el propio ArltL 4refle/a en la trama de sus
hilos de oro y plata8 el "uietismo y 4la vida casi inmvil de sus creadores8 y es por ello
"ue 4Las *il y una <oches, es el calco perfecto de las actividades ps"uicas de los
pueblos de Briente8!
?7
%n este sentido, 4Los bandidos de ;ad =/uari8 permite caracterizar los valores
"ue, de un modo general, son atribuidos al espacio africano en los tetos de El criador
de "orilas! La historia narra la puesta en escena y produccin de un evento ficccional en
lo 4real8! %l relato, como se#albamos en el captulo anterior, refiere un secuestro
apcrifo "ue sufren dos via/eros por unos bandidos de ficcin "ue intentaban, con su
disfraz, 4emocionarles ClosD y proporcionarles una aventura "ue gustosamente podran
narrar en su hogar8!
54
%n sus formas de enunciacin y en los /uicios puestos en escena
sobre lo representado, este teto condensa ciertas constantes "ue se reiteran a lo largo de
todo el libro! Por una parte, entonces, tal como lo sugiere la narracin de los hechos "ue
viven los persona/es, ese territorio es el lugar propicio y el "ue permite 4eplotar la
emocin8 de una aventuraJ una zona "ue genera tramas inslitas y es terreno adecuado
para crear una literatura donde la accin Llo "ue privilegia Arlt en su intervencin
ensaystica sobre la novelaL sea el componente fundamental! Por otra parte, los
espacios tambi$n activan otras valoraciones y sentidos(
53
-$ase 4%l mercader oriental y las mil y una noches8, en Arlt, Roberto! !"ua*uertes
espa7olas, 1uenos Aires, +alleres )rficos Argentinos L!H! Rosso, &57K! All, adems, Arlt
agrega, sobre .as mil ( una noc:es( 4%n esta inactividad voluntaria, la imaginacin del cuentista
rabe se ha desarrollado escogiendo la lnea de menor resistencia, es decir, la de la fantasa, a su
anto/o y capricho Cy por e/emploD se deleita imaginando "ue puede encontrarse en presencia de
las ri"uezas ms fabulosas, mediante el 'nico, sencillsimo, cmodo y simple traba/o de
pronunciar dos palabras( 4S$samo, brete8 Epp! &3>6&&3G!
?@
La historia apcrifa del secuestro "ue pone en escena el relato, tambi$n acerca a los via/eros
turistas protagonistas del cuento una eperiencia cercana a la de muchos libros de via/es sobre
`frica y tambi$n sobre %spa#a, donde se esperan, entre otras cosas, historias de aventuras y
encuentros con bandidos! %sto aparece claramente, por e/emplo, en el libro de +h$ophile
)autier sobre su via/e a %spa#a y en los via/es de Sarmiento, "uien, por lo dems, cuestiona esta
tradicin! -$ase( )autier, +h$ophile! Dia,e por Espa7a, *adrid, %spasa calpe, &57@J y
Sarmiento, =omingo 9austino! Dia,es por Europa, +*rica ( !m5rica, *adrid, Archivos, &557!
&?2
!!!ese rincn, a pesar de su etraordinaria suciedad, con su arco
lobulado y un chorrito de agua escapando de la fuente ba/o el faroln
morisco, tena tal *uer4a po5tica, "ue muchas veces Arsenia y yo nos
preguntbamos si al otro lado del arco tapiado no se encontrara el
paraso de -a:oma%
N digo "ue tenamos tal impresin, por"ue Arsenia Spoil,
estudiante de ar"uitectura, tambi$n estaba de acuerdo en "ue la belle4a
de a"uel rincn estaba determinada por el faroln de bronce! C!!!D
!!!9ez nos entusiasmaba por"ue en cada calle/uela de la milenaria
ciudad africana encontrbamos ardientes motivos de ensue7o.
55
As, el mbito oriental, tal como lo construye este teto, es el lugar de la fuerza
po$tica, de la belleza sutil, la zona de lo imaginario, del ensue#o, del misterio y del
placerJ pero adems, y si tenemos en cuenta lo "ue sucede en el relato unas lneas ms
adelante, cuando el ni#o ofrece a los dos via/eros ir a 4la 0asa de la )ran Serpiente8 "ue
devora todos los das un cabrito, el espacio etico posee una potencialidad tal "ue
suscita la aparicin de un tipo de acontecimiento imposible de eplicar, o "ue se escapa
de las leyes del mundo familiar! Los persona/es, aun"ue dudan sobre la realidad de la
propuesta, asumen un pacto de creencia ante lo inverosmil, deciden aceptar otras reglas
de funcionamiento del mundo y atendiendo a su inclinacin por 4las ideas romnticas8,
se de/an llevar! Lo inslito y lo "ue nunca se haca presente en otros lados, puede ocurrir
en esos escenarios! Adems, varios cuentos anuncian "ue van a relatar las 4aventuras
ms etraordinarias8! =e modo "ue las leyes del territorio etico y de la zona a/ena y
oriental, diferentes de las "ue en el imaginario construyen lo cercano, resultan las
condiciones de posibilidad para la manifestacin de lo maravilloso y lo sobrenatural y
llegan a ser el mbito "ue la literatura y la po$tica del escritor asignan para el
advenimiento de lo fantstico! %l suceso e6traordinario "ue tanto esperan los persona/es
arltianos tiene su lugar en un mundo ale/ado, en el sitio donde, como en varias
manifestaciones del eotismo,
56
se proyectan los deseos e ideales "ue se contraponen a
la realidad!
%s en este sentido, entonces, "ue 4Los bandidos de ;ad6=/uari8 y otros tetos de
El criador de "orilas se ale/an de lo "ue puede considerarse fantstico en t$rminos
??
Arlt, Roberto! 4Los bandidos de ;ad6=/uari8, en Cuentos completos, Bp! 0it!, p! @22! %l
subrayado es nuestro!
?K
+odorov, +vetan! 4Lo etico8, en Nosotros ( los otros, *$ico, Siglo XX., &55&!
&?7
estrictos
57
y constituyen un fantstico6maravilloso o un tipo de relatos "ue por introducir
cierta forma de eotismo se aproiman ms resueltamente a lo maravilloso! Por"ue, en
efecto, como dice Rosemary HacIson 4el mundo "ue lo fantstico representa es de una
clase diferente del universo "ue imagina lo maravilloso8! 4%l movimiento hacia un
mbito maravilloso transporta al lector o al espectador a un mundo alternativo8, un
4cosmos secundario8 "ue es 4relativamente autnomo y tiene una relacin tangencial
con lo PrealQ8( sus valores slo se cuestionan en forma alegrica o retrospectivaJ en el
caso de lo fantstico, en cambio, es central ese cuestionamiento de lo PrealQ, por"ue 4lo
fantstico es un modo de escritura "ue introduce un dilogo con lo PrealQ e incorpora ese
dilogo como parte de su estructura esencial8!
58
B como eplica ms adelante HacIson
retomando las descripciones de S! Leain en &e otros mundos( hay un contraste
marcado entre 4visitar regiones etra#as en busca de belleza, asombro o terror, "ue no
se pueden hallar en el mundo real8 y 4la irrupcin ms transgresiva del fantstico
moderno en los escritos seculares "ue presentan la etra#eza y la otredad en este
mundo8!
59
0iertamente, algunos relatos epresan puntualmente esa interconein entre
eotismo, fantstico y maravilloso, "ue hace "ue un espacio con esas caractersticas
genere ficciones "ue se ale/an de los modos de representacin realistas! As, en
?>
Rosemary HaIson prefiere considerar el *antas( no como un g$nero sino como un modo
literario "ue se desarrolla entre los modos de lo maravilloso y lo mim$tico, tomando elementos
de ambos! Los rasgos especficos de lo fantstico estaran dados, entre otras cosas y
fundamentalmente, por un tipo de tetos "ue introduce en el centro de sus preocupaciones el
cuestionamiento de los rdenes de verdad y realidad y cuyos efectos perturban( 4La narrativa
fantstica confunde elementos de lo maravilloso y de lo mim$tico! Afirma "ue es real lo "ue
est contando Llo cual se apoya en todas las convenciones de la ficcin realistaL y entonces
procede a romper ese supuesto de realismo, al introducir lo "ue Len esos t$rminosL es
manifiestamente irreal! Arranca al lector de la aparente comodidad y seguridad del mundo
conocido y cotidiano, para meterlo en algo ms etra#o, en un mundo cuyas improbabilidades
estn ms cerca del mbito normalmente asociado con lo maravilloso! %l narrador no entiende
C!!!D %sta inestabilidad narrativa constituye el centro de lo fantstico como modo8! -$ase(
HacIson, Rosemary! /antas(0 literatura ( subversin, Bp! 0it!, p! 72! A este respecto, tambi$n
afirmaba +odorov( 4Sea como fuere, no es posible ecluir de un anlisis de lo fantstico, lo
maravilloso y lo etra#o, g$neros a los cuales se superpone! Pero tampoco debemos olvidar "ue,
como lo dice Louis -a Pel arte fantstico ideal sabe mantenerse en la indecisinQ8! +odorov,
+zvetan! Antroduccin a la literatura *ant+stica Bp! 0it!, p! 75! %s decir, para +odorov, cuando
los hechos se ale/an de las leyes del mundo familiar y reciben una eplicacin sobrenatural,
caen en el terreno de lo maravilloso, si reciben, en cambio una eplicacin racional, en el de lo
etra#oJ lo fantstico se da en el momento en "ue no puede optarseJ se duda y el teto no se
resuelve por ninguna de entre esas posibilidades!
?F
HacIson, Rosemary! /antas(0 literatura ( subversin, Bp! 0it!, pp! 77, 75 y @3!
?5
HaIson, Rosemary! /antas(0 literatura ( subversin, Bp! 0it!, p! ?F
&?@
4Accidentado paseo a *oIa8 E&575G se traba/an las connotaciones a la vez paradisacas
e in"uietantes "ue tiene la selva! %l escenario africano, como en el teto anterior, es el
"ue permite "ue una aventura etraordinaria tenga lugar, y en ese sentido, es el motor de
la narracin y produce una historia "ue se resuelve en un via/e imaginario al pasado en
el "ue un narrador testigo recibe de boca de un persona/e la evocacin de una aventura
"ue ha sucedido en un momento en el "ue seg'n su visin E*rica era E*ricaJ pero
tambi$n a"u se inscribe uno de esos mundos de lo maravilloso "ue construyen
realidades alternativas! La escena del cuento es un 4paisa/e8 "ue e6tasa y tambi$n,
entre otras cosas, 4un paraso de helechos, en cuyo centro una fuente de agua hirviente
de/aba escapar vapores venenosos8 y 4emanaciones de ido de carbono8, un sitio
proclive a la aparicin de 4genios malignos8 y una zona "ue se corre de la restriccin de
las leyes de lo natural!
K3
%s decir, el lugar de lo bello y placentero, pero a la vez, de lo
siniestro y de lo misterioso, de lo amenazante y macabro, de lo inslito y lo "ue roza el
orden de lo irreal! %n 4%l cazador de or"udeas8, por lo dems, la selva en su cualidad
de etica, salva/e y artificial constituye, en este mismo sentido, el mbito "ue genera y
del "ue nace el prodigio( 4la flor hist$rica8, la bella y aterciopelada or"udea negra
capaz de vengarse de su profanador y trasmitirle la ineplicable enfermedad "ue la
contin'a en el tiempo Lrecordemos "ue el primo del narrador ha debido devorar la flor
y las manchas de su piel reiteran las particularidades del vegetalL! Por otra parte, este
carcter antinatural del paisa/e oriental africano L"ue ya apareca en 4%l tra/e del
fantasma8 aun"ue esta narracin no se sit'e en un sitio especificado geogrficamente,
pero s en un escenario etico y ale/adoL, puede verse claramente tambi$n en 4%l
cazador de or"udeas8 si se tiene en cuenta la euberancia y lo hiperblico de los
espacios fsicos y de la naturaleza botnica tal como son descriptos y representados en
este relato!
A su vez, en 4Los hombres fieras8 E&5@3G, el espacio hace posible y produce el
surgimiento del suceso inverosmil y singular! %ste teto se inicia cuando un 4sacerdote
negro8 es interrogado por el doctor =enis, 4un negro americano llegado haca poco de
:arlem a la 0osta de *arfil8 acerca de si debe e/ecutar o no a un ni#o antropfago! =e
este marco surge un relato por parte del sacerdote donde se describen las metamorfosis
en bestia "ue sufri otro etran/ero de color incitado por un ni#o 4salva/e8 al "ue
K3
Arlt, Roberto! 4Accidentado paseo a *oIa8, en Cuentos completos, Bp! 0it!, pp! @736@7&!
&??
decidi no ahorcar! %sta es una historia maravillosa "ue se asume como e/emplar(
intenta eplicar la realidad e insin'a un tiempo cclico y una circularidad en los
acontecimientosJ de este modo conduce a pensar "ue, sobre otras posibilidades,
prevalece la de "ue esos hechos se reiteren en el tiempo, ya "ue un primitivismo
asociado al espacio los genera! As le dice el sacerdote al doctor(
6<osotros hemos conceptuado siempre un error nombrar negros
nacidos en tierras etra#as para regir los destinos del pas de una
manera u otra!!!
6No he sostenido siempre "ue el hombre de color etran/ero en este
pas, est+ desvinculado del clima de la selva ( de la tierra% N cuanto
menos lo espera, se encuentra enganchado por el engrana/e del
misterio bestial "ue en todos nosotros ha puesto el demonio, siempre
en acecho del alma animal de estos pobrecitos salva/es!
61
La selva y la tierra son las "ue despiertan el misterio bestial "ue estos hombres
de alma animal tienen dormido mientras residen en otros lugares! %s por eso "ue el
espacio etico con su clima, sus leyes diversas y su primitivismo no slo es el mbito
en "ue suceden las metamorfosis, sino tambi$n el "ue introduce el misterio y lo
etraordinario y el "ue, potencialmente, es capaz de originar hechos "ue se escapan de
lo natural, de lo humano y de lo convencionalmente aceptado para el orden de lo real!
=e esta manera, al mismo tiempo "ue estos escenarios suscitan por momentos
una apertura a otro orden, en crisis con lo conocido, habitual y familiar, en muchos
casos lo verosimilizan y eclipsan e impiden "ue se produzca ese 4efecto perturbador8
"ue las ficciones fantsticas son capaces de generar! %fectivamente, los tetos vinculan
toda una serie de suposiciones, asociaciones, ficciones etra#as y hechos inslitos Les
decir, hechos "ue en otro escenario seran fantsticos, pero "ue en el espacio etico son
maravillososL a los lugares "ue tienen "ue ver con lo otro y con lo "ue no es familiar
por estar ale/ado de lo propio! +ambi$n, por"ue muchas de las narraciones introducen
cierto imaginario occidental sobre `frica "ue se asimila a lo esperado por el lector( en el
orden de lo culturalmente inscripto esos territorios son, entre otras cosas, los sitios
apropiados en los "ue se ha ubicado el primitivismo y el surgimiento del acontecimiento
K&
Arlt, Roberto! 4Los hombres fieras8, en Cuentos completos, Bp! 0it!, p! ?2K! %l subrayado es
nuestro!
&?K
singular, imposible, etra#o y perverso! %s decir, los espacios eticos, ms "ue otros,
son los "ue en la cultura occidental Ly tambi$n en la tradicin o los comienzos del
g$neroM aparecen como propicios para la emergencia de este tipo de eventos y por eso
neutralizan el efecto "ue esos hechos por s mismos son capaces de producir! %sto hace
"ue en los relatos se ponga en escena un mecanismo de aceptacin de lo etraordinario
"ue se distancia del "ue introducen las narraciones fantsticas en las "ue se consigue un
verdadero giro en las epectativas del lector,
62
y se presente en muchos casos, un
4fantstico6maravilloso8 "ue linda, por lo dems, con la tradicin del cuento de horror,
y, tal como lo analizamos previamente, con algunas resoluciones del modernismo en la
Argentina!
%n este sentido, cabe considerar nuevamente 4:istoria del se#or Hefries y <assin
el %gipcio8 E&57FG, "ue relata, como vimos, un supuesto caso de sugestin hipntica por
el "ue Huan Hefries, el narrador protagonista, desentierra el cadver de una /ovencita, a
instancias de una orden "ue $l atribuye a la atraccin sugestiva "ue ha e/ercido sobre su
4sensibilidad8 el mago <assin! Hefries, temiendo 4perderse para siempre8 ba/o el
dominio del otro, le hace estallar la cabeza al final de la historia! %l cuento presenta,
/unto con los elementos del imaginario modernista y decadente comentados ms arriba,
la construccin imaginaria de una escenografa de terror y la introduccin en ella de
ciertos elementos "ue lindan y remiten indefectiblemente a lo gtico( una de las
acciones principales se desarrolla en el cementerio, el persona/e desentierra un ata'd
con el cadver de una muchacha, se describen 4candelabros de tres brazos8, 4cirios
negros8, al egipcio con una 4estola negra8, una bola de cristal, etc! Asimismo, la
atraccin hipntica "ue e/erce el mago sobre el persona/e remite al imaginario del
cuento de horror, adems de vincularse, como vimos, a un fenmeno com'n dentro del
con/unto de temas de las ciencias ocultas "ue era central en la est$tica modernista y en
el fantstico argentino de autores como Lugones y ^uiroga! %ste teto es e/emplar para
mostrar, por otra parte, una zona de la cuentstica de Arlt donde se mantiene cierta
oscilacin entre lo fantstico y lo maravilloso! Por"ue si bien 4la etraordinaria
aventura8 "ue acontece al su/eto de la narracin se desarrolla en un espacio alternativo
como es +nger, el relato no resuelve si es el resultado de una mente afiebrada, o un
suceso sobrenatural Ly, en este sentido se sostendra la 4incertidumbre8 propia de lo
K2
-er( RabIin, %riI S!! ':e /antastic in .iterature, Eespecialmente, 0hapter &G Princenton,
Princenton ;niversity Press! &5>>!
&?>
fantstico o la duda a la "ue se refiere +odorovL! %l principio del cuento abre, adems,
un dilogo entre lo "ue ha acaecido en el espacio etico y es motivo del relato y lo "ue
tambi$n podra irrumpir en el mundo familiar(
<o eagero si afirmo "ue voy a narrar una de las aventuras ms
etraordinarias "ue pueden haberle acontecido a un ser humano, y ese
ser humano soy yo, Huan Hefries! C!!!D :istoria esta "ue ya haba
olvidado si no reactivara su recuerdo una pelcula de 1oris baroff,
titulada .a momia, "ue una noche vimos y comentamos con varios
amigos!
Se entabl una discusin en torno de 1oris barloff y de la
inverosimilitud del asunto del film, y a ese propsito yo record$ una
terrible historia "ue me enganch en +nger a un drama oscuro y les
sostuve a mis amigos "ue el argumento de .a -omia poda ser
posible, y sin ms, achacndosela a otro, les cont$ mi aventura!!!
63
=e esta manera, despu$s de presentar un marco de la narracin donde se
enuncian las leyes supuestas de lo com'nmente aceptado como 4real8, el cuento discute
los parmetros habituales de verosimilitud, realidad y verdad y afirma "ue esa historia
4etraordinaria8 bien 4podra ser posible8 y verdadera, y "ue podra acontecer, tambi$n,
en el mundo cotidiano y familiar!
4Bdio desde la otra vida8 relata, igual "ue el teto anterior, una eperiencia
ocultista y, como veamos antes, el efecto fantstico se produce por la apertura de un
espacio( 4una entrada en el plano astral8! %n este caso, aun"ue se duda sobre la
naturaleza de los sucesos acaecidos, el cuento se resuelve en la narracin de una historia
"ue, elocuentemente, se acerca a los rasgos de lo maravilloso! %l 4plano astral8, al cual
9ernando puede acceder por la prctica ocultista, para comprobar el odio "ue lo ata a su
novia Luca a trav$s de sucesivas reencarnaciones, resulta una zona "ue oscila entre el
sue#o, la vigilia y lo imaginario! %s, adems, un espacio donde aparece otra
temporalidad, una fatalidad misteriosa gobierna el azar y la incertidumbre, y el
persona/e "ue deviene en un oriental La diferencia de lo "ue ocurra en el inicio del
tetoL, tiene una eperiencia singular y sobrenatural seme/ante a las historias de .as
mil ( una noc:es! +odo ello permite pensar "ue el pasa/e a esa zona astral es casi un
recurso narrativo para generar un desplazamiento a otro orden cronolgico y a un
K7
Arlt, Roberto! 4:istoria del se#or Hefries y <assin el %gipcio8, Bp! 0it!, p! &K7!
&?F
mundo alternativo, para relatar una aventura "ue tiene su desarrollo en lo etico y
maravilloso de un Briente legendario!
Arlt# lo maravilloso y Las mil y una noches. Un caso pec"liar
.a ?nica aventura todava se re*u"ia en la "eo"ra*a
F4
Robert
o Arlt
;n caso especficamente revelador "ue muestra las particularidades de la
oscilacin entre lo maravilloso y lo fantstico en las ficciones de Arlt, puede observarse
cuando sus relatos se acercan a .as mil ( una noc:es y reiteran algunas de sus an$cdotas
y rasgos de!
K?
*uchos de estos cuentos se proponen como orientales, incorporan las
mismas modulaciones en la narracin, frmulas de cortesas, permanentes invocaciones
a Al y crticas a los 4perros cristianos8,
KK
as como retoman el fraseo de muchos de sus
K@
Arlt, Roberto! 4<o por amor visitar *ac =onald a *ad Hadfi8, en El -undo, ? de enero de
&5@3! Al margen del cable!
K?
%s sabido "ue Arlt haba ledo .as mil ( una noc:es% A este respecto, su hi/a *irta sostiene(
40uando estbamos /untos nuestro "uehacer se vinculaba con el /uego, el traba/o y el humor(
estudibamos ingl$s con una vie/a inglesa "ue llegaba en los atardeceresO COD Leamos
sentados ante una mesa cuadrada en el dormitorio6escritorio de mi padre! <uestro libro de
lectura era .as mil ( una noc:es y se completaba con el !ppletonGs NeH )panis: &ictionar(8!
Arlt, *irta! 4La locura de la realidad en la ficcin de Arlt8, en Pellettieri, Bsvaldo E%d!G!
1oberto !rlt% &ramatur"ia ( 'eatro Andependiente, 1uenos Aires, )alerna_9undacin Roberto
Arlt, 2333, p! &@! %n un testimonio oral *irta Arlt nos refiere, adems, "ue la edicin con "ue
estudiaban ingl$s en &57K era de tapas duras con ilustraciones en color y de unas &?3 pginas!
Seguramente, una seleccin de las historias rabes aun"ue no una edicin infantil! Agradezco a
*irta Arlt por estos datos!
KK
As, por e/emplo, en 4%l octavo via/e de Simbad el marino8, aparecen afirmaciones como las
siguientes( 4=urante varios meses navegamos escrupulosamente todo el ancho mar "ue media
entre las costas del pas de los perros cristianos y el de los piadosos musulmanes, hasta "ue
llegamos al gran oc$ano donde el misterio es infinito y el temor del creyente grande y
&?5
ttulos( 4:istoria del se#or Hefries y <assin el %gipcio8, 4:istoria de <azra, Namil y
9arid8, pareceran remedar el encabezamiento de los tetos de .as mil ( una noc:es,
donde prevalece, entre otras formas, la estructura 4:istoria de8, o un e"uivalente,
seguido del nombre propio del persona/e y alg'n atributo, gentilicio o cualidad!
K>
%ntre
m'ltiples e/emplos, pueden citarse( 4:istoria de :ar'n ar6Rashid y Al el persa8,
4:istoria de [obeida, la mayor de las doncellas8, 4:istoria del visir <ureddin, de su
hermano el visir 0hamseddin y de :assn 1adreddin8!
;n cuento clave es, en este sentido, 4%l octavo via/e de Simbad el marino8,
KF
"ue
narra una continuacin de las aventuras de Simbad, una de las historias de .as mil ( una
noc:es "ue, /unto con la de Aladino y Al 1ab Ear"uetipos de la aventura, la fantasa y
el delito, respectivamenteG alcanzaron ms celebridad y popularidad en el mundo
occidental, y cuyas figuras se incorporaron a la tradicin narrativa de Bccidente desde el
siglo X-..., a partir de la traduccin de Antoine )alland!
K5
Arlt narra el octavo via/e L
aun"ue, como es sabido, las aventuras de Simbad terminan en el s$ptimo de sus via/es
LJ omite la presencia de Shehrezad
>3
y en las primeras lneas aparece un narrador "ue
encabeza y da el marco a la historia y "ue luego, como en .as mil ( una noc:es, de/a la
palabra a Simbad, para retomarla al final, despu$s de "ue el marino cierre su relato!
%l cuento mantiene el registro de .as mil ( una noc:es estableciendo as la
posibilidad de confundirse con el teto original! Particularmente, retoma muchos de los
rasgos "ue se reiteran en las distintas variantes de las an$cdotas "ue involucran los
duradero8J y, ms adelante( 4<uestros remeros tuvieron harto traba/o en ale/arse de los islotes,
cuyos surtidores de chispas, gracias a la benevolencia de !l+, no alcanzaron nuestros
velmenes8! Arlt, Roberto! 4%l octavo via/e de Simbad el marino8, Bp! 0it!, pp! 75& y 757! %n
muchos cuentos se repite, insistentemente, la frmula( 4%n nombre de Al el clemente, el
*isericordioso8 y tambi$n el saludo 4La paz en ti8, como en 4:alid *a/id el achicharrado8,
4La aventura de 1aba en =imish esh Sham8, y 4Rahutia la bailarina8! -$ase( Arlt, Roberto!
Cuentos completos, Bp! 0it%
K>
%sta estructura de los ttulos se reitera en las distintas ediciones y versiones de .as mil ( una
noc:es, aun"ue en algunas es ms reiterativa "ue en otras!
KF
%l cuento se publica en El o"ar el 7 de /unio de &57F y nunca se edit en libro hasta la
edicin de Piglia y Bmar 1orr$ de Cuentos completos%
K5
-$ase, a este respecto! Sagarzazu, *ara %lvira! 4.ntroduccin8, en .as mil ( una noc:es,
+raduccin seleccin, notas e introduccin *ara %lvira Sagarzazu, 1uenos Aires, 0olihue
0lsica, 233K, pp! X- y X-.! 0abe destacar "ue en dos notas 4Al margen del cable8 al retoma
a su vez estos persona/es de .as mil ( una noc:es% Se trata de 4%l novio y los cuarenta ladrones8
Een El -undo, 2 de octubre de &57>! +iempos PresentesG y 4Simbad el marino pero al rev$s8 Een
El -undo, 2@ de noviembre de &57>! Al margen del cableG!
>3
+ranscribimos as el nombre de Shehrezad atendiendo al hecho "ue se#ala Sagarzazu en su
introduccin a .as mil ( una noc:es, de "ue $sta grafa acerca ms el nombre a la pronunciacin
del rabe! Sagarzazu, *ara %lvira! 4.ntroduccin8, Bp! 0it!
&K3
via/es de Simbad! Por"ue, efectivamente, aun"ue pueden se#alarse diferencias
tangenciales entre las diversas ediciones y versiones de esa historia,
>&
hay algunas
constantes, caractersticas y rasgos "ue pueden mencionarse en los distintos tetos,
muchos de los cuales tambi$n se encuentran en el resto de los cuentos del libro rabe!
;no de los caracteres "ue definen la estructura de la saga de 4Simbad el marino8, "ue se
mantiene de versin en versin y "ue contribuye su configuracin peculiar, es el modo
en "ue se organizan las acciones y la forma en "ue con ellas se involucran los
persona/es! Se trata, la mayora de las veces, de una sucesin de hechos con escaso
encadenamiento causal, donde la fatalidad, el azar, la magia o 4la voluntad de Al8 son
los mviles "ue determinan la aparicin de los conflictos o su solucin! %n este caso
puntual un es"uema simple via/e martimo, catstrofe, naufragio, aventura y
conflictos, solucin de los conflictos y regreso con ri"uezasencadena los hechos "ue
se repiten en cada caso y el acento est puesto en el modo en "ue el marino escapa a
diferentas incidentes en distintos escenarios, o, dicho de otro modo, en las diversas
eperiencias del su/eto referidas a un espacio a/eno a lo real, maravilloso o ficcional!
Las situaciones se modifican sin esfuerzo y hay cambios de suerte repentinos "ue slo
se eplican por esas fuerzas como el azar, Al, la magia, la casualidad o la fatalidad "ue,
muchas veces, es la "ue gobierna los hechosJ por ello hay poca responsabilidad e
in/erencia de los persona/es en el curso de la accin! %n este sentido, +odorov
refiri$ndose a .as mil ( una noc:es, sostiene "ue en el teto no eiste el desarrollo
psicolgico del h$roe, "ue cada uno pasa por su historia 4ya hecho8, sin cambiar de
principio a fin!
>2
=e manera "ue, a#ade Sagarzazu, siguiendo a +odorov, si el persona/e
no determina necesariamente el curso de la accin, se crean ar"uetipos, persona/es
despersonalizados y la personalidad de los h$roes de .as mil ( una noc:es surge por un
>&
Para este punto del traba/o y por la diversidad "ue ofrecen las distintas ediciones de .as mil (
una noc:es, y la historia de Simbad el marino en particular y sobre todo el s$ptimo de sus
via/es, E"ue, como demuestra Richard 1urton al incluir en su traduccin dos versiones de ese
via/e, es el "ue presenta mayor divergenciaG, hemos consultado las siguientes ediciones( .es
-ille et 8ne Nuits% Contes !rabes% +raduits par Antoine )alland, $dition $lectroni"ue c partir
du libre .es -ille et 8ne Nuits% 0ontes arabes traduits par )alland, Rdition de )aston Picard,
Paris, Rditions )arnier fr$res! Site aeb( http(__clasi"ues!u"ac!ca_ J ':e #ooI o* ':e ':ousand
Ni":ts and a Ni":t% A Plain and Literal +ranslation of +he Arabian <ights %ntertaiments!
+ranslated and Annotated by Richard 9 1urton! Teb edition( http(__etet!library!adelaide!edu!arJ
.as mil ( una noc:es, +raducin directa literal del rabe por el =r! H! 0 *ardrus, -ersin en
espa#ol de -icente 1lasco .b#ez, 1uenos Aires, **-.J y .as mil ( una noc:es, +raduccin
seleccin, notas e introduccin *ara %lvira Sagarzazu, 1uenos Aires, 0olihue 0lsica, 233K!
>2
+odorov, +zvetan! Jram+tica del &ecamern, *adrid, %diciones 1, &5>7, pp! &K? &F>!
&K&
mecanismo opuesto( surge de la accin!
>7
Btras constantes "ue se retoman en las
distintas versiones de los via/es de Simbad son la aparicin de animales monstruosos, la
apelacin a la hip$rbole y al lu/o como uno de los modos de la construccin de lo otro,
escenas de reconocimiento, el final feliz, la fortuna y la ri"ueza como corolarios de cada
via/e, el muestreo de distintos lugares, y la presencia de Al!
>@
Si nos atenemos a la cercana entre el cuento de Arlt y .as mil ( una noc:es, lo
cierto es "ue el relato acent'a los vnculos entre este octavo via/e y los dems, y
numerosas afirmaciones del teto buscan esos enlaces! %spacio de la hip$rbole como en
las ficciones sobre los siete via/es de Simbad "ue aparecen en el libro rabe, la versin
de Arlt introduce 4monstruos marinos8, 4gigantescas ballenas8, lu/o y pedrera al final
de la travesa, prodigios como una isla de papel y desenlaces inesperados! %l desarrollo
de la trama, por lo dems, sigue la misma secuencia via/e martimo, catstrofe,
naufragio, aventura y conflictos, solucin de los conflictos y regreso con ri"uezas! =e
esta manera, el cuento va de peripecia en peripecia, con una temporalidad acelerada, y si
bien Arlt no introduce la magia como resolucin de los problemas a los "ue se enfrenta
Simbad M"ue primero es atrapado por unos navegantes, luego llevado a una isla donde
est a punto de ser comido por un gobernante antropfagoM, tambi$n el azar y la
fatalidad, como en .as mil ( una noc:es, operan sobre el destino de los persona/es y
determinan la sucesin de las acciones! Por e/emplo, en el clima del cuento, un
terremoto repentino Everdadero deu6 e6 mac:inaG salva a Simbad de la isla donde
estaban a punto de comerlo vivo y vuelve rico del via/e! As, la poca in/erencia del
h$roe en su accionar, mero nudo conductor de las acciones, como sostena +odorov a
propsito de las 4noches rabes8, se repite en el octavo via/e de Arlt y el teto no
construye tampoco en este caso una sub/etividad activa! =e esto deriva en el relato,
Mpero tambi$n en otros del fantstico orientalista de Arlt y en sus ficciones policiales y
de espiona/e, como veremosM un tipo de persona/e nuevo en su literatura, muy
diferente al de sus novelas, apoyados en su psicologa!
Aventura de via/eros, pues via/ero por antonomasia es Simbad, con este cuento
se actualiza la presencia del via/e en la obra de Arlt y la historia del marino le permite al
>7
Sagarzazu, *ara %lvira! 4.ntroduccin8, Bp! 0it!, p!XX-..!
>@
%n la edicin de )alland las invocaciones a Al aparecen hechas a =ios! Se dice, por e/emplo
en su teto( 4He me resigneu a la volont$ de =ieu8! %n 1urton, en cambio, reaparece Al y las
invocaciones se suceden en cada prrafo, como por e/emplo( 41y AllahZ8, 4+here is no *a/esty
and there is no *ight save in Allah, the )lorious, the )reat8, 4Praised be AllahZ8!
&K2
escritor narrar haza#as en el mar y en mundos maravillososJ el relato propone, de esta
manera, una nueva eperiencia espacial "ue permite con/urar mundos perdidos y lugares
le/anos, sitios "ue garantizan y demarcan cierto ale/amiento de la realidad!
%fectivamente, si el libro rabe funcion como un muestreo del mundo para los rabes
>?
donde se narraban historias curiosas y hechos prodigiosos, la versin de Arlt contin'a
en la misma b's"ueda de lo etico a partir de lo cual el entramado de .as mil ( una
noc:es surge como un mapa de ecentricidades, estereotipado pero de todos modos
curioso, para el lector occidental! 0iertamente, la sola presencia de Simbad invoca lo
etico como tpico y, como en .as mil ( una noc:es y en los cuentos anteriormente
analizados de Arlt, el relato garantiza una brecha temporoespacial con el orden de lo
real donde se multiplica el lmite de los posibles y aventuras y prodigios sorprendentes
se suceden! Se instala, as, un acercamiento a lo maravilloso! Lo narrable resulta ser,
entonces, ya no una historia capaz de vincularse de alguna manera con el presente crudo
de la sociedad, como en las novelas de Arlt y sus primeras ficciones y crnicas, sino los
avatares, las peripecias, y las aventuras etraordinarias "ue se suceden en la vida de un
persona/e en un tiempo recortado de la cronologa y de la historia Eun recorte en el
entramado de lo real "ue orienta lo narrado a una zona cercana a lo maravillosoG! Lo "ue
es evidente finalmente, en el cuento de Simbad es el modo en "ue lo fantstico6
maravilloso de Arlt se entrete/e de una forma peculiar, como en las ficciones de El
criador de "orilas, con el g$nero aventuras!
Por otro lado, en la historia marco una voz autorizada presenta el espacio etico
"ue rodea la escena en "ue el persona/e se dispone a narrar su historia,
>K
y describe
>?
-$ase el 4Prlogo8 a la edicin de 0olihue! %n este teto, dice Sagarzazu( 4%n tiempos en "ue
los via/es y la instruccin "uedaban fuera del alcance de la gente com'n, los narradores de
oficio constituyeron una perdurable institucin del mundo arabizado8, y, tambi$n, 4!!!no todo es
fantstico en las Noc:es, y para incontados orientales estos cuentos fueron una fuente de
informacin, el 'nico contacto con el mundo real "ue haba ms all de su aldeaJ slo a trav$s
de estas historias recibiran alguna noticia sobre asuntos ocurridos fuera de su entorno y
escucharan hablar de comarcas "ue /ams conoceran por otro medio! +odo esto, condimentado
con refleiones, picarda, sordidez y sensualidad, hizo de esta coleccin un compendio informal
y entra#able de la vida en una ancha fran/a del globo8! Bp! 0it!
>K
As aparece constituida la escena en el cuento( 4%staba Simbad el *arino sentado a la
cabecera de la mesa "ue, a muy poca altura del suelo, permita a sus invitados comer sentados
en cuclillas sobre las preciosas esteras "ue cubran el mosaico! -enerable barba le ba/aba hasta
el ombligo y un turbante de razonable grandor rodeaba su cabeza! =aba testimonio de cun
grande se#or era $l y "u$ innumerables sus ri"uezas, un diamante prendido en la seda sobre su
misma frente8! Subrayamos las marcas de lo oriental y lo etico! Arlt, Roberto! 4%l octavo
via/e de Simbad el marino8, Bp! 0it!, p! 753!
&K7
cmo 4los comensales, mirando el devastado rostro de Simbad, aguardaban a "ue el
marino diera comienzo a otro de sus relatos, pues ninguno se consolaba "ue CsicD sus
aventuras terminaran en a"uel s$ptimo y famossimo via/e, en el cual Simbad se dedic
a la caza de elefantesO8! %n una postura irreverente "ue se acerca al gesto borgeano de
asumir un derecho propio sobre cual"uier tradicin, incluida la oriental, el narrador
a#ade(
0omprendi$ndolo as C"ue ninguno se consolaba en "ue sus
aventuras terminaran en el s$ptimo via/eD, el marino, despu$s de
recibir de un mancebillo "ue estaba de pie a sus espaldas un frasco
de agua de rosas, y de salpicarse con ella la barba y tambi$n la barba
de sus invitados, comenz el relato de su octavo via/e, "ue no s$ por
"u$ razones ninguno de sus cronologistas ha insertado en 4Las mil y
una noches8! N lo hizo con estas mismas palabras(O
N hacia el final del cuento sostiene(
N as termin la historia del octavo via/e de Simbad, "ue no es
tampoco el 'ltimo sino el ante'ltimo!
>>
=e esta manera, el cuento acerca el octavo via/e de Arlt, un episodio imaginario
en la saga de Simbad, al registro de lo real cuando asegura "ue no sabe por "u$ los
cronologistas no introdu/eron esta an$cdota en el teto rabe, y tambi$n e"uipara en esta
afirmacin, la historia inventada Ey falsaG, escrita por Arlt, a las ficciones sobre los
via/es del marino efectivamente contenidos en el libro oriental! Arlt afirma, de esta
manera, su derecho a reescribir .as mil ( una noc:es y su reescritura del teto rabe se
aproima, a la postura borgeana de la literatura "ue propone un /uego con la versin Mo
a la idea del cuento como derivacin de una ficcin previa y continuacin de otro
tetoM y con los lmites entre lo apcrifo y lo genuino, presente en 1orges desde
istoria 8niversal de la in*amia%
>F
>>
Arlt, Roberto! 4%l octavo via/e de Simbad el marino8, Bp! 0it!, pp! 753 y 75>
respectivamente!
>F
Para estas cuestiones v$anse, entre otros, los traba/os de 1eatriz Sarlo, Sylvia *olloy, AnnicI
Louis e .sabel Stratta! ESarlo 1eatriz! #or"es, un escritor en las orillas, 1uenos Aires, Ariel,
&557, y de la misma autora( 4;na po$tica de la ficcin8, Bp! 0it!J *olloy, Sylvia! .as letras de
#or"es ( otros ensa(os, Rosario, 1eatriz -iterbo %ditora, 2333J Louis, AnnicI! Kor"e .uis
#or"es0 oeuvre et manoeuvre, Paris, LQharmattan, &55>J y Stratta, .sabel! 4=ocumentos para
una po$tica del relato8, Bp! 0it!
&K@
%n este sentido, cabe destacar "ue el inter$s Arlt por .as mil ( una noc:es
concuerda, en un punto, con el "ue despiertan en 1orges las 4noches rabes8 "uien,
como se sabe escribi un ensayo al respecto en istoria de la eternidad, dos notas en la
1evista -ulticolor de los )+bados y artculos afines en otras publicaciones de la $poca
como El o"ar%
>5
N si bien su esmerado acercamiento, su erudicin y el tono de su
reflein estn le/os de la reescritura arltiana, debe al menos observarse cierta
coincidencia ente los dos escritores Een la lectura y apropiacin del teto rabeGJ "uizs,
tambi$n una marca y tendencia de $poca en esta atencin por .as mil ( una noc:es, en
el gusto por lo oriental y por las historias a/enas Ey a su vez por lo variado y lo diversoG,
tal como se inscriben en el 'ltimo Arlt, en sus narraciones africanas y tetos 4Al margen
del cable8,
F3
y aparecen claramente en 1orges tambi$n en las ficciones de istoria
universal de la in*amia, publicadas por primera vez en el suplemento cultural del diario
Crtica dirigido por el propio 1orges y ;lyses Petit de *urat desde el &2 de agosto de
&577 al K de octubre de &57@, revista en la "ue tambi$n otros escritores abordaron temas
orientales!
F&
%l cruce entre maravilloso y fantstico o el eotismo oriental constituyen sin
>5
0omo es sabido, en &57K aparece en istoria de la eternidad, 4Los traductores de Las mil y
una noches8! E1orges, Horge Luis! istoria de la eternidad, %mec$, 1uenos Aires, &5F5G!
Algunos de los tetos de 1orges sobre .as mil ( una noc:es "ue aparecen en el perodo, entre
otros "ue pueden mencionarse son( 1orges, Horge Luis! 4%l puntual *ardrus8, en Crtica%
1evista -ulticolor de los )+bados, 7 de febrero de &57@, versin anterior a 4%l doctor *ardrus8
"ue se publica en istoria de la eternidadJ 1orges, Horge Luis! 4Las &33& noches8, Crtica%
1evista -ulticolor de los )+bados, 7 de febrero de &57@J 1orges, Horge Luis! 4':e !rabian
Lni":t, de Seton =earden8, en El o"ar, F de enero de &57>! Reproducido en #or"es en %l
:ogar! 193M-19MC, 1uenos Aires, %mec$ %ditores, 2333J 41orges, Horge Luis! 4;na leyenda
arbiga8, en El o"ar, &K de /unio de &575! Recopilado en( 'e6tos cautivos% 3bras Completas,
1uenos Aires, %mec$, &55K! %ntre los tetos posteriores de 1orges sobre .as mil ( una noc:es,
pueden mencionarse, entre otros( 1orges, Horge Luis! 40ansinos y las mil y una noches8!
'e6tos recobrados, &5>K6&5FK y tambi$n los prlogos a las traducciones al espa#ol de las
versiones de .as mil ( una noc:es de Richard 1urton y Antoine )alland!
F3
-olveremos con ms profundidad a estas cuestiones en los captulos @ y ?!
F&
Para citar algunos e/emplos, pueden destacarse, entre otros artculos "ue se publican(
4Rebelin de los leprosos8, de ;lyses Petit de *urat Een Crtica% 1evista -ulticolor de los
s+bados, nS &, &2 de agosto de &577, p!2G, 4Antiguas penas8, de A!:! Een Crtica% 1evista
-ulticolor de los s+bados, nS ?, 5 de septiembre de &577, p! ?G, 4Relatos chinos8 EAnnimo, en
Crtica% 1evista -ulticolor de los s+bados, nS &3, &@ de octubre de &577, p! FG, 4%l sabio
califa8, de Alberto <in 9ras Een Crtica% 1evista -ulticolor de los s+bados, nS &2, 2F de
octubre de &577, p! KG, 4Los escalones ensangrentados8 de Remy Saint6*aurice Een Crtica%
1evista -ulticolor de los s+bados, nS &7, @ de noviembre de &577, p! 2G, 4La leyenda de los
duendes descabezados8, de Lafcadio %ran Een Crtica% 1evista -ulticolor de los s+bados, nS &F,
5 de diciembre de &577, p! KG!
&K?
duda zonas de la literatura de Arlt "ue cuestionan de modo ms acabado sus reglas
previas! As, cuando estos cuentos rescriben algunos de los tpicos provenientes del
modernismo y del imaginario decadente ya incorporados hasta la saturacin en
4Hehov8, ya discutidos con cierta distancia en 4Las ciencias ocultas en la ciudad de
1uenos Aires8 e introducidos aisladamente en la literatura 4del cross8se produce un
cambio en la trama narrativa "ue las tendencias del modernismo, con los sentidos "ue
activan, orientan hacia lo fantstico, aun"ue tambi$n producen una tensin por la
convivencia de estos elementos con rasgos anteriores de la po$tica del escritor! Se trata,
sin duda, de un fantstico anmalo, ya "ue no slo Arlt retoma anacrnicamente una
est$tica con rasgos evidentes en la literatura argentina anterior y marcas "ue tambi$n
aparecen, por e/emplo, en autores como Lugones, sino "ue adems lo fantstico se
acerca a lo maravilloso por su apelacin a lo etico del espacio oriental africano!
%otismo y fantstico, maravilloso modernista, via/es aventureros y prodigiosos, estos
cuentos finales de Arlt a la vez "ue modifican de modo claro su proyecto creador, se
vinculan, en forma comple/a y problemtica con los contetos de su emergencia y
constituyen un espacio clave para pensar su tetualidad en el perodo!
&KK
&K>
4
Ficcin y crnica periodstica
Una figura en las letras argentinas cuya trayectoria est ligada desde los
comienzos de su produccin a su labor como periodista, Roberto Arlt desarroll una
parte muy importante de su obra y consigui visibilidad y reconocimiento como escritor
y entre el pblico lector, por su participacin en diarios y revistas de la poca. Como es
bien sabido, en !"# Arlt se incorpora al staff de redaccin de El Mundo, un matutino
renovador, de formato tabloid y destinado a la clase media, donde publica sus conocidas
$aguafuertes porte%as&.
'u traba(o en El Mundo contina )asta el momento de su
muerte, no obstante lo cual su columna period*stica va variando a lo largo de los a%os,
como cuando Arlt publica te+tos sobre cine, cuando via(a a distintos puntos del pa*s ,el
litoral argentino, la -atagonia, 'antiago del .stero/, de Amrica latina ,Uruguay, C)ile,
0rasil/, de .spa%a y del norte de 1frica, desde donde env*a sus impresiones como
corresponsal del diario.
2nteresa considerar, en este punto, sus crnicas publicadas desde !34 )asta
!5", un momento en el 6ue ya no aparecen en El Mundo sus aguafuertes porte%as.
.fectivamente, cuando Arlt vuelve en !37 del via(e por .spa%a y 8arruecos, su
columna cambia de t*tulo y desde el " de marzo de !34 empieza a denominarse
$9iempos presentes& y, a partir del # de octubre de ese mismo a%o, $Al margen del
cable&.
"
Una miscelnea 6ue incluye curiosidades para los lectores del diario,
e+centricidades $novelescas& e+tra*das de los cables de noticias, breves relatos sobre el
:ase para estas cuestiones, 'a*tta 'ylvia. El escritor en el bosque de ladrillos. Una biografa
de Roberto Arlt, 0uenos Aires, 'udamericana, ";;;, y los prlogos a sus ediciones de
aguafuertes. 9ambin puede consultarse, entre otros, 'croggins, <aniel. Las aguafuertes
porteas de Roberto Arlt, 0uenos Aires, .diciones culturales argentinas, 'ecretar*a de cultura
de la =acin, !#> y :arela, ?abina, 2ns. $Aguafuertes porteas: 9radicin y traicin de un
gnero&, en Revista de Literaturas Modernas, Universidad =acional de Cuyo, ?acultad de
?ilosof*a y @etras, 2nstituto de @iteraturas 8odernas, nA 3", 8endoza, ";;".
7#
mundo del )ampa y de la criminalidad, despliegue de la noticia perdida y la nota
marginal, interpretaciones ,y breves ensayos, ocasionalmente/ sobre los sucesos de la
guerra y el clima blico, narraciones desde el punto de vista de los protagonistas de los
)ec)os 6ue aparecen en la prensa, biograf*as de singulares persona(es, estos te+tos se
originan en la informacin internacional 6ue Arlt lee en diversos peridicos de la poca
,Te Ti!es, United "ress y tambin El Mundo, o publicaciones como "rensa Libre de
#an $os% de &osta Rica, entre otras y muc)as fuentes 6ue menciona/ y en los sucesos
ms o menos relevantes de pol*tica u otros asuntos provenientes del e+terior 6ue
llegaban a la direccin del diario en los cables de noticias. @as notas resultan, por lo
dems, un nuevo gnero en su periodismo y difieren, ya desde el t*tulo, de las
aguafuertes anteriores.
.ste cap*tulo estudia los modos en 6ue se constituyen estas crnicas, y analiza
de 6u manera, con 6u procedimientos y recortes incorporan el registro del presente.
Asimismo, considera cmo, a partir de la ficcin 6ue generan los cables y las noticias,
Arlt refle+iona sobre la guerra inminente, sus implicancias, agentes y consecuencias, y
los modos en 6ue estos art*culos se transmutan, reiteradamente, en te+tos de aventuras y
relatos ligados al policial, a la trama de espiona(e y a la criminalidad, es decir, a formas
narrativas vinculadas con el tipo de cuentos 6ue Arlt estaba publicando en ese momento,
algunos de ellos recopilados en El criador de gorilas y otros editados pstumamente en
El cri!en casi perfecto.
3
-or otra parte, en este cap*tulo se considera el modo en 6ue, a
partir de la noticia, Arlt despliega en muc)os casos breves piezas teatrales con
persona(es, dilogo y notacin dramtica y se e+amina, por ltimo, cmo se inscribe
a6u* un cruce particular entre ficcin y crnica, periodismo y literatura.
"
Cabe destacar 6ue la seccin $Al margen del cable& ya se )ab*a inaugurado en el diario El
Mundo en un momento previo a la intervencin de Arlt, y 6ue, por e(emplo, el "3 de agosto de
!34 aparece una nota de Bos -. 'adi, $0arcos )undidos por submarinos&, ba(o el t*tulo $Al
margen del cable&. @as 6ue Arlt publica en esta seccin y en $9iempos presentes& son ms de
"C; crnicas ,6ue se )an considerado en su totalidad para esta investigacin/, y ms de 4;
estn inditas en libro en la actualidad. .n la bibliograf*a del final se introduce la lista completa
de esos te+tos.
3
Arlt, Roberto. El cri!en casi perfecto, 'eleccin y noticia de Dmar 0orr, 0uenos Aires,
Clar*nEAguilar, !!5.
7!
1. Crnica arltiana y periodismo
Los cablegra!as cru'an el %ter silenciosa!ente. A veces las infor!aciones ocupan una
lnea, dos lneas, tres lneas. () qui%n da i!portancia a tres lneas* "ero...
+
Roberto Arlt
@as notas de Arlt en $9iempos presentes& y $Al margen del cable& surgen a
partir de los cables de noticias y dan cabida, casi e+clusivamente, a la informacin
internacional.
C
.n la reelaboracin y reescritura de la noticia period*stica, los te+tos de
Arlt muestran el enfrentamiento entre distintas formas de referir los sucesos y diferentes
modos de enfrentarse e interpretar los )ec)os 6ue se inscriben en la prensa del
momento.
7
.sto sucede, entre otras cosas, como tambin analiza 'ylvia 'a*tta,
4
cuando
Arlt rescata lo perdido de las pginas de los diarios mediante el despliegue y, en muc)os
casos la literaturizacin de la noticia marginal. .n efecto, uno de los rasgos ms
llamativos en la lectura de estas crnicas es su carcter de aleatoriedad, de reescritura de
la informacin anecdtica y secundaria ,la 6ue incluso, a veces, ni si6uiera se desarrolla
5
Arlt, Roberto. $.l subsuelo del diablo&, en El Mundo, C de abril de !34. 9iempos -resentes.
C
Fay algunas crnicas sobre el mbito local, pero lo evidente es 6ue, como dice 'ylvia 'a*tta,
cuando Arlt vuelve del via(e a .spa%a $...un a%o transcurrido afuera del pa*s, el contacto con
otra cultura y otra realidad repercuten en su labor cotidiana G...H 9odo pareciera suceder en otro
lado y el an)elo de ser testigo, ya no de su ciudad, sino del mundo 6ue parece derrumbarse
irremediablemente& lo lleva a sus notas de $9iempos -resentes& y $Al margen del cable&.
,:ase, a este respectoI 'a*tta, 'ylvia. $@a ltima pieza 6ue faltaba del mecanismo&, en El
escritor en el bosque de ladrillos, Dp. Cit., p. #C/. @os te+tos sobre el mbito local son los
referidos a la se6u*a en 'antiago del .stero, titulados $.l infierno santiague%o&, del 4 al 4 de
diciembre de !34> tres art*culos ,del !," y "" de agosto/ sobre $.l problema )ospitalario& y
las crnicas dedicadas a $@os problemas del <elta& del " al ; de diciembre de !5. :ase,
asimismo, para una consideracin de las crnicas $Al margen del cable&I Corral, Rose.
$2ntroduccin&, en Arlt, Roberto. Al !argen del cable. &r,nicas publicadas en El -acional,
M%.ico, /012, /0+/, Recopilacin, introduccin y notas de Rose Corral, 0uenos Aires, @osada,
";;.
7
.n las primeras crnicas es reiterada la informacin de diarios y revistas en ingls y su inters
est inclinado )acia los sucesos acaecidos en el mbito estadounidense. @uego, el impacto de las
noticias desv*a su inters )acia .uropa y los grandes y pe6ue%os )ec)os 6ue se vinculan, de
alguna manera, con el clima previo a $la catstrofe& y el conte+to blico. 'ylvia 'a*tta menciona
en su biograf*a 6ue Arlt estaba estudiando ingls tres veces por semana y esto parece influir en
la eleccin de las noticias y en la cantidad de trminos en esa lengua 6ue desplazan a los del
lunfardo. 'a*tta, 'ylvia. El escritor en el bosque de ladrillos, Dp. Cit.
4
'a*tta, 'ylvia. $@a ltima pieza 6ue faltaba al mecanismo&, Dp. Cit., pp. #CJ";C.
4;
en El Mundo/ y de los )ec)os curiosos, particularidad 6ue liga en un punto estos te+tos
arltianos a la tradicin de la cronique period*stica francesa de mediados del siglo K2K,
especialmente el fait divers de Le 3igaro, cuyos precursores )abr*an sido en Amrica
latina 8anuel Lutirrez =(era y Bos 8art*.
#
Ciertamente, parte del ob(etivo de estas
notas es e+playarse sobre lo presumiblemente trivial, restituir y reponer para el pblico
de El Mundo lo 6ue en apariencia resulta irrelevante en las publicaciones de la poca,
desplegar y dar espacio a la informacin fortuita y circunstancial. <e esta manera,
adems de las crnicas 6ue discuten, ensayan, polemizan y narran a partir de cuestiones
referidas a la 'egunda Luerra o a su inminente estallido, es decir a partir de los grandes
asuntos y tpicos de la pol*tica internacional, paralelamente con stas, se encuentran
art*culos sobre los ms variados temas. -or6ue, como puede leerse en uno de estos
te+tos, $.l -olo =orte no est ms en el -olo =orte&,
!
Arlt decide rescatar lo 6ue se
supone marginal del vrtigo 6ue en el periodismo significa $una noticia ms&, $cuatro
l*neas& y $una foto&, vrtigo 6ue fomenta y acompa%a, para l, $el )orror de la presente
civilizacin&> de ese modo se distancia de la perspectiva de la prensa de ese entoncesI
MNu le(os estamos )oy de a6uellos tiempos de -eary y CooO cuyo
simultneo descubrimiento del -olo =orte determin 6uerellas en los
peridicos, de violencia tal, como pocos acontecimientos mundiales lo
alcanzaron en la misma poca. G...H
FDP
$Ayer, a las y 3C de la ma%ana, despus de volar sobre el -olo
=orte, aterriz a veinte Oilmetros de all* el aviador sovitico
:odopyanoff. Una e+pedicin cient*fica& G...H 0ien. .l con(unto de la
noticia no ocupa ms de diez cent*metros en las columnas de cual6uier
peridico. G...HUna noticia ms. =ada ms. Una noticia ms. G...H
Foy...un telegrama. Cuatro l*neas. Cuatro nombres. Una fec)a. $'top&.
Fan cambiado los tiempos. M:aya si )an cambiadoQ G...H
#
@a cronique, como el fait divers de Le 3igaro de -ar*s, era el lugar de los )ec)os curiosos y
de las variedades, de los asuntos sin la relevancia suficiente como para aparecer en las secciones
$serias& del peridico, y destinada ms al entretenimiento 6ue a la bs6ueda de informacin.
Como retoma 'usana RotOer, a propsito de la crnica latinoamericana, esta especie de
$ar6ueolog*a del presente& 6ue se $dedica a los )ec)os menudos&, tiene a Lutirrez =(era y a
8art* como $sus precursores en Amrica latina&, 6uienes $no se conformaron con la escritura
como mero entretenimiento sino 6ue le imprimieron al espacio de la crnica un vuelco
literario&. :aseI RotOer, 'usana. La invenci,n de la cr,nica, 0uenos Aires, .diciones @etra
0uena, !!", p. ;7. -uede consultarse, tambin, 4istoire de la presse fran5aise, -aris, -resses
Universitaires de ?rance, !7!.
!
Arlt, Roberto. $.l -olo =orte no est ms en el -olo =orte&, en El Mundo, C de (unio de !34.
9iempos -resentes.
4
Una noticia. 9res l*neas. Una foto. Un nombre...y a otra cosa. '*, a otra
cosa
$.sa otra cosa& a pesar de su aparente ingenuidad, se%ala con precisin
terror*fica el grado de nuestra progresiva insensibilizacin. =o
reaccionamos ante nada. ;;.;;; c)inos se mueren de )ambre en
cual6uier provincia. MAl diablo con la provincia de nombre
impronunciableQ ,@o 6ue interesa es un nombre simplificado, cmodo,
rpido, para escribir a m6uina. Nue no le provo6ue a uno l*os con el
corrector y l*os con el director afanoso de la precisin/. G...H
'i nosotros pudiramos e+traer con una pinza, de su sepultura, a un
)ombre del siglo pasado y situarlo en el medio de este vertiginoso
remolino, donde nuestros o(os permanecen impasibles y nuestros o*dos
acondicionados a lo 6ue nos conviene escuc)ar, al )ombre as*
transportado a este caos, sentir*a 6ue el cerebro se le ra(aba como una
sand*a frente a un )orno.
;
8u(eres 6ue ganan la loter*a, aventuras en el -olo, $ciudades deba(o del mar&,
reminiscencias de @a Atlntida, curiosidades sobre astrlogos y $adivinas
embaucadoras&, ancdotas como la del truco de la mu(er cortada en pedazos y del
)ombre 6ue escribi 4".53 cartas de amor, )istorias de aventuras, de buscadores de
tesoros, e+ploradores, esp*as y contrabandistas, intrigas sobre el mundo del )ampa y de
la criminalidad, ,como la serie de notas sobre Al Capone/, ficciones sobre e+tra%os y
desconocidos persona(es ,a veces, infames, 6ue recuerdan las de 0orges/,
referencias
sobre sitios paradis*acos, $sin ruido de automviles&, en muc)os casos se trata de narrar
,y mostrar/ lo marginal, como en sus aguafuertes de los veinte, pero tambin lo e+tico
y lo a(eno. 'i, como dice 'a*tta, $...uno de los movimientos de estas notas es precisamente
otorgar densidad a cables de noticias despo(ados de todo tipo de dramaticidad& mediante
;
Arlt, Roberto. $.l -olo =orte no est ms en el -olo =orte&, Dp. Cit.. Un caso curioso en este
sentido, donde Arlt insiste nuevamente en el despliegue de la noticia marginal es $Regala diez
millones de dlares y oculta su nombre& ,en El Mundo, "# de (ulio de !34. 9iempos -resentes.
Reproducida enI Arlt, Roberto. Al !argen del cable. &r,nicas publicadas en El -acional,
M%.ico, /012, /0+/, Recopilacin, introduccin y notas de Rose Corral, 0uenos Aires, @osada,
";;, pp. 3!J5"/. All* Arlt reescribe la informacin de 6ue un individuo annimo )a donado
diez millones de dlares a Pale para investigar el cncer mediante un dilogo 6ue imagina entre
el $<octor Angell&, de Pale, y un $<esconocido&. Antes de la escenificacin del dilogo de los
persona(es se afirma, de un modo bastante similar al caso de $.l -olo =orte no est ms en el
-olo =orte&I $@a noticia ocupa 6uince cent*metros de columna. =ada ms. .n cual6uier pgina
de los peridicos norteamericanos del d*a "3 de (unio G...H -ero lo ms notable del caso es 6ue
los peridicos norteamericanos )an recibido la noticia y la )an publicado sin mayores
comentarios. .s una noticia. M=ada msQ&. ,p. 3!/
.sta cuestin se analiza en el cap*tulo siguiente
4"
$la e+pansin narrativa del te+to de la noticia&,
"
en reiteradas oportunidades Arlt
selecciona, asimismo, a6uella informacin cuyos rasgos permiten ese despliegue narrativo
y ficcional. Abundan en este sentido los art*culos en los 6ue se asocian $las tres l*neas del
cable& a referencias literariasI $Fe recordado a Anderson y Ripling leyendo ayer una
noticia perdida entre espesas columnas de tragedia internacional&,
3
o crnicas 6ue se
desarrollan a partir del carcter $novelesco& 6ue Arlt atribuye y encuentra en la
informacin de la prensa, como $Un gitano ladrn y un caballo aprovec)ado&.
5
.ste
te+to, de enunciacin espa%olizada y arcaizante y una perspectiva (ocosa sobre los
gitanos y sus robos frecuentes, promete $contar la )istoria& $ver*sima como GsuH G...H
propia e+istencia& ya 6ue $la calegrafi la United -ress&, del robo de un caballo de circo
por unos gitanos.
C
@a noticia de 6ue el caballo )ab*a sido finalmente recuperado por los
due%os del circo cuando caminaba en dos patas, resulta para Arlt una $)istoria 6ue
merec*a GsicH estar en un relato de BacO @ondon&, o 6ue tambin $)ubiera merecido
figurar en un relato de Apuleyo&, pues, como se dice al final del te+to 6ue se )a narrado,
en una interpelacin al lector, Sy es insistente en esta y muc)as de sus crnicas el uso
de verbos como $narrar&, $relatar&, $contar& para referirse al asunto 6ue est tratandoS,
$es digno de novela su relato&.
Cabe referir, adems, 6ue en ciertos casos lo circunstancial y presumiblemente
poco trascendente en 6ue se detienen y e+playan con frecuencia las notas, es utilizado
para referirse a los sucesos ms candentes del presente y e+ponerlos en su modo ms
brutalI entonces la informacin marginal 6ue Arlt desarrolla lo es slo de modo
aparente. $Dtro via(e milagroso de la :irgen =egra&,
7
por e(emplo, se centra en la
descripcin de los episodios 6ue, a travs de los siglos, muestran la devocin de los
polacos por la :irgen =egraI el santuario 6ue le construyen, la peregrinacin a BasnaJ
Lora, la milagrer*a de la imagen 6ue sus creyentes suponen tallada por el mismo Bos.
"
'a*tta, 'ylvia. $@a ltima pieza 6ue faltaba al mecanismo&, Dp. Cit., pp. #!J!;.
3
Arlt, Roberto. $@a ciudad sumergida en el bos6ue&, en El Mundo, # de (unio de !34.
9iempos -resentes. Reproducida en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., p. "4.
5
Arlt, Roberto. $Un gitano ladrn y un caballo aprovec)ado&, en El Mundo, # de octubre de
!34. Al margen del cable.
C
<ice el cronista, e+actamente, en este caso, con un tono espa%olizanteI $Nue esta )istoria 6ue
cuento es tan ver*sima como mi propia e+istencia y la calegrafi la United -ress&. Arlt, Roberto.
$Un gitano ladrn y un caballo aprovec)ado&, Dp. Cit.
7
Arlt, Roberto. $Dtro via(e milagroso de la :irgen =egra&, en El Mundo, 4 de septiembre de
!3!. Al margen del cable. .ste te+to se reproduce en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp.
Cit., pp. !#J ";; con el t*tulo de $.l via(e de la :irgen =egra&.
43
Facia el final del te+to, se e+plica el $otro via(e milagroso del t*tulo& cuando Arlt refiere
la noticia, nada anecdtica, por cierto, del telegrama del 6ue parte su crnicaI la $:irgen
milagrosa& se )a trasladado a :arsovia, los soldados nazis entraron a caballo en el
santuario. <e esta manera, en un paralelismo 6ue e6uipara las tropas de Fitler con los
b6rbaros de la )istoria de los cuales se )ab*a salvado la imagen S$siempre zarandeada
por la barbarie de los siglos&S, Arlt e+presa elocuentemente en la comparacin, el
terror del presente ,los nazis son igualados en !3! a los e(rcitos de Ferodes, =ern,
los verdugos bizantinos y los trtaros/, pues es el momento en 6ue, como se sabe, con la
invasin de Fitler a -olonia, )a comenzado la 'egunda Luerra 8undial. Como se
e+presa en la notaI $T@a imagen de la :irgen milagrosa de Basna ULora )a llegado a
:arsovia y fue escondida por los mon(es en un lugar seguroV. Dtro via(e ms G...H Dtra
aventura ms. Una vez fue salvada de los mercenarios de Ferodes, despus de los
legionarios de =ern, ms tarde de las garras de los verdugos bizantinos, despus de
entre los dientes de los trtaros. Dtro via(e ms. Dtra aventura.& P a%ade )acia el finalI
$@os cables notifican 6ue los soldados nazis entraron a caballo en el santuario,
profanando con sus potros el altar...&>
4
lo anecdtico del inicio del te+to pasa a
vincularse, de este modo, con un )ec)o candente y central en las preocupaciones del
momento.
Adems de detenerse en relatos au+iliares a los grandes sucesos de la
conflagracin internacional y de dar espacio, en otros casos, a la noticia e+pl*citamente
marginal, algunas de las crnicas presentan un tipo de enunciacin literaturizada> como
en $.l subsuelo del diablo&, una de las primeras notas de $9iempos -resentes&, donde
aparece una descripcin del espacio portuario cercana a lo potico, 6ue apela al ritmo de
la enumeracin y la anforaI
<i6ue 5, di6ue 3, di6ue "...
0arcos panzudos, sucios. Dficiales con cara de fora(idos. .n los
entrepuertos, grumetes de rapada cabeza y sorprendida mirada. Cargan
trigo.
0arcos de proa alta, afilada, la pintura arrugada, como la conc)a de
un galpago, en el casco.
Flices 6ue aun conservan el fango de la rada. Cargan trigo.
4
Arlt, Roberto. $Dtro via(e milagroso de la :irgen =egra&, Dp. Cit., p. ";;.
45
@anc)ones, al pie de los gigantes, descargan trigo. 'on gras.
Cargan trigo...
/7
.stas formas de e+presin, como en muc)os otros e(emplos 6ue pueden
mencionarse a propsito de las crnicas finales de Arlt, se contraponen a los modos
enunciativos de las aguafuertes previas. Como es sabido, en las notas period*sticas de
los primeros a%os, Arlt defiende $.l )ermoso idioma popular& por considerarlo,
$verdadero& $vivo&, $coloreado por matices e+tra%os& y $comprensible para todos&, y
entabla una polmica con 6uienes lo acusan de $reba(ar& sus art*culos $al cieno de la
calle&.
/0
.sta operacin se refuerza por6ue, no slo introduce en las aguafuertes Wy
tambin por supuesto en las novelas y primeros cuentosW reiteradas e+presiones del
lunfardo o de la lengua colo6uial, sino por6ue tambin, en muc)os casos, lo )ace de un
modo provocativo, polmico e irrespetuoso de los lugares establecidos, como por
e(emplo cuando en medio de un discurso $acorde a la gramtica& aparece un parntesis
en el 6ue se aclaraI $me estoy portando bien, no uso trminos del lunfardo ni meto la
pata )asta el garrn&.
89
.n el transcurso entre las primeras aguafuertes y las ltimas
notas 6ue publica en El Mundo, y en un proceso 6ue es *ndice de los cambios en las
concepciones y en la esttica de Arlt )acia el final de su produccin, esto se modifica y
se efecta un borramiento de las marcas lingX*sticas de lo 6ue el escritor llamaba la
lengua popular. As*, se encuentra un progresivo abandono del fuerte discurso polmico
6ue defend*a ese l+ico y, adems, en los te+tos $Al margen del cable& se suprimen las
e+presiones de la lengua $de la calle& y de la lengua popular, a la vez 6ue se
incrementan los intentos orientados a la elaboracin de un discurso $ms cuidado&, y la
incorporacin de recursos literarios, como por e(emplo, el uso de la metfora y del
sistema comparativo, entre otros rasgos.
-or otra parte, interesa ver el modo en 6ue estas crnicas finales cuestionan
algunas de las formas de la escritura y la enunciacin period*stica 6ue comentan>
ciertamente, los art*culos confrontan distintas maneras de referir los sucesos e informar,
#
Arlt, Roberto. $.l subsuelo del diablo&, Dp. Cit.
!
Arlt, Roberto. $YCmo 6uieren 6ue les escribaZ&, en El Mundo, 3 de septiembre de !"!.
Recopilada en Arlt, Roberto. Aguafuertes porteas: cultura : poltica, 'eleccin y prlogo de
'ylvia 'a*tta, 0uenos Aires, @osada, !!5, pp. 3;J35.
";
Arlt, Roberto. $-ersianas metlicas y c)apas de doctor&, en El Mundo, # de octubre de !3;.
Recopilada enI Arlt, Roberto. Aguafuertes porteas, 0uenos Aires, @osada, !C#.
4C
y variados modos de $certeza& y $realidad&. .n este sentido, tambin $.l subsuelo del
diablo& indaga acerca de los $cablegramas& e $informaciones& $6ue cruzan el ter
silenciosamente& y sobre las $MCuntas cosas 6ue se escriben y pueden no ser
verdadQ&.
8/
.l te+to, aparecido en abril de !34, una poca en la 6ue Arlt ya comienza a
se%alar, con insistencia, cmo puede leerse en los avatares de ese presente la cercan*a de
otra posible devastadora y pr+ima guerra mundial, se inicia con la mencionada
descripcin enumerativa y estilizada del espacio del puerto de 0uenos Aires en el
momento en 6ue los barcos cargan trigo para el e+tran(ero. @uego de la descripcin,
inmediatamente, se plantea y desarrolla una preguntaI $YNu sucede en el planetaZ&,
interroga Arlt, cuando todos $los o(os se )an vuelto )acia el campo argentino&I
MCuntas palabras diversas se )an escrito para e+plicar las
razones por6ue la vie(a .uropa, compra frenticamente nuestros
cerealesQ A6u* una (ustificacinI Australia cosec)ar trigo inferior al
del a%o pasado G...H All* se )a escritoI $el alza de nuestros cereales se
debe a 6ue la pr+ima cosec)a de invierno en Canad )a sufrido
muc)o a consecuencias de la )umedad&. @os canadienses, frente los
encendidos troncos de sus estufas, meditarn leyendo la 0iblia.
MCuntas cosas se escriben 6ue pueden no ser verdadQ G...H
YNu pasaZ Y8iedo a la guerraZ G...H .l signo de los tiemposI el
pan se guardar en la ca(a de )ierro.
Cierto es 6ue en Canad esto, 6ue en Australia a6uello[
Aparte de estas realidades un poco dbiles, )ay otra, la
R.A@2<A< del presenteI miedo a la guerra. Al Fambre de la
Luerra.
""
Como puede verse, el fragmento enuncia y contrapone dos versiones de los
)ec)os y, por ello, dos versiones de $la realidad&I la de los cablegramas 6ue cruzan el
ter y 6ue escriben lo 6ue aparentemente $es cierto&, y la interpretacin de Arlt de la
informacin referencial. A partir de un traba(o con la cita de las (ustificaciones y
e+plicaciones 6ue a la pregunta de por 6u se e+porta tanto trigo se presentan como
seguras S$las realidades un poco dbiles&, de las 6ue se )abla en la citaS, la
perspectiva de la enunciacin las enfrenta a lo 6ue se se%ala como la $R.A@2<A< del
presente& 6ue clamaI $miedo a la guerra. Al Fambre de la Luerra&. 'i como el propio
"
Arlt, Roberto. $.l subsuelo del diablo&, Dp. Cit.
""
Arlt, Roberto. $.l subsuelo del diablo&, Dp. Cit.
47
Arlt e+presa irnicamente en $.l bacilo de la neutralidad en .scandinavia&,
"3
$...no se
)a inventado e+presin period*stica de ms infinita utilidad...& 6ue $cierto es 6ue&,
muc)as de sus notas interrogan lo 6ue presumiblemente $es cierto& en la prensa y lo
transforman en aparente> se muestra entonces, otro modo de la verdad 6ue
desenmascara lo 6ue e+pone superficialmente la rasa e $impersonal informacin
cablegrfica& y algunas noticias. Como puede verse, asimismo, en esta crnica sobre
$.scandinavia&, Sdonde se pone en evidencia la forma en 6ue estos pa*ses 6ue
aseguran tener deseos de paz y neutralidad, se $arman )asta los dientes&S, Arlt copia
fragmentos e+tra*dos de los diarios y de esta manera plantea dudas sobre lo 6ue se
presume certeroI $Cierto es 6ue... ,no se )a inventado e+presin period*stica de ms
infinita utilidad 6ue sta/, cierto es 6ue muc)os suecos ponen sus esperanzas en
=oruega...pero cierto es 6ue =oruega es un pastel te%ido con diferente anilina&,
"5
sostiene, por e(emplo, el cronista. As*, el $cierto es 6ue& aparece como una verdad del
lengua(e capaz de encubrir $otra realidad&, una e+plicacin 6ue la escritura torna
veros*mil pero 6ue se ale(a, a veces, de lo 6ue para Arlt constituye, ms precisamente, la
certeza y la verdad.
"C
Un caso curioso, en este sentido, en el 6ue aparecen modos opuestos de
referencialidad, es $.l sepulcro de acero&,
"7
un art*culo sobre el )undimiento del
submarino norteamericano $'6ualus&. .n principio y luego del t*tulo, el cronista
transcribe el breve cable de noticias fuente de la nota, sin indicar su procedencia S$.n
-ortsmout) se )undi un submarino con sesenta )ombres&S y luego dise%a un te+to
6ue, por sus caracter*sticas, se opone a la ob(etividad period*stica y ta6uigrfica de lo
reproducido. <e esta manera, al copiar el cable, como en muc)as de sus crnicas, Arlt
establece un dilogo con ese tipo de informacin y muestra, como se ver, una
operacin diferente con la noticia. -ero adems, en la misma pgina de El Mundo en
"3
Arlt, Roberto. $.l bacilo de la neutralidad en .scandinavia&, en El Mundo, ! de abril de !34.
9iempos -resentes. Reeditado en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., pp. !J"".
"5
Arlt, Roberto. $.l bacilo de la neutralidad en .scandinavia&, Dp. Cit., pp. ";J".
"C
Dtro art*culo donde se retoma y polemiza acerca de una nota en la prensa de la poca y se la
muestra en su carcter de versin parcial de $la realidad& Uel te+to dice, e+pl*citamente, $la
realidad, es otraS es $.l rompecabezas amarillo&. 'e trata de un dilogo sobre C)ina y Bapn
6ue se desarrolla entre dos su(etosI el $Caballero escptico& y el $Caballero respetable&, y a
travs del cual la enunciacin pareciera invitar y preparar a los lectores en el cuestionamiento de
los editoriales y la discusin de la noticia. Arlt, Roberto. $.l rompecabezas amarillo&, en El
Mundo, 3 de agosto de !34. 9iempos -resentes.
"7
Arlt, Roberto. $.l sepulcro de acero&, en El Mundo, "5 de mayo de !3!. Al margen del
cable.
44
6ue se encuentra el te+to de Arlt, tambin se desarrolla, en un lengua(e impersonal y
descriptivo, una nota de la redaccin sobre el mismo )ec)o, tituladaI $-eligran C!
)ombres encerrados en un submarino en el fondo del mar&.
"4
'e inscribe, entonces, en
las pginas de El Mundo, el enfrentamiento y contraposicin entre diferentes modos de
$contar lo real&> por6ue lo 6ue en la enunciacin period*stica aparece en un registro
someramente ob(etivo y centrado en la informacin sobre la cronolog*a y el orden de los
sucesos, ,los datos, las cifras y las acciones de salvata(e a realizar/, en el caso de Arlt se
literaturiza y la noticia ad6uiere otras connotaciones. -or ello su crnica marca una
enftica diferencia tanto del cable 6ue al principio reproduc*a, como de la informacin
aparecida en la misma pgina del diarioI
.s largo como una ballena el $'6ualus&. @argo como una
ballena negra, fino y suave, los costados lacerados de o(os redondos,
la torrecilla del periscopio gallarda como una )ermosa doncella G...H y
por6ue se parec*a a una ballena negra, lustrosa y acerada, nunca el
espectculo de la muerte result ms simtrico y posible...G...H A)ora
G...H el $'6ualus& reposa en el fondo del mar. G...H .n un lec)o de
arena limpia. @os peces resbalan y ondulan en torno de l, tropiezan
su )ocico en la fr*a superficie del metal y el agua mece dulcemente el
monstruo esbelto de acero. Adentro, en el vientre de la ballena de
acero, sesenta )ombres se miran a la cara mientras les crece la barba.
G...H
A)ora el )ombre 6ue pensaba en abrazar a su madre, a)ora el
)ombre 6ue pensaba recibir un beso apretado, a)ora el )ombre 6ue
pensaba en su $boy&, a)ora los sesenta )ombres estn en el fondo del
mar, mirndose los unos a los otros a la cara...G...H P los peces de tres
)ileras de dientes, y los peces 6ue parecen cintas de plata y
esmeralda, ondulan en torno del $'6ualus& G...H =o es conveniente
de(ar crecer el miedo dentro del alma, piensa cada uno, y todos se
miran ligeramente plidos...
"#
"4
$-eligran C! )ombres encerrados en un submarino en el fondo del 8ar&, en El Mundo, "5 de
mayo de !3!. @a nota tiene un subt*tulo 6ue diceI $Fllase a #; metros de profundidad y se
)acen esfuerzos por salvarlos&. @uego, se se%alaI $-DR9'8DU9F ,=ueva Famps)ire/, "3
,U-/.J <ebido a un desperfecto de una vlvula de lastre 6ue imposibilit su ac)i6ue,
encuntrase )undido en el mar, a unos oc)enta metros de profundidad y a unos veinte
Oilmetros de distancia de este puerto, el submarino estadounidense T'6ualusV, uno de los ms
modernos de la Armada, del mismo tipo 6ue el T'argoV, 6ue visit recientemente 0uenos Aires
y otros puertos sudamericanos&. @os subt*tulos 6ue siguen desarrollan los siguientes temasI
$8anifiestan plena confianza en la salvacin&, $9raba(ar una docena de buzos&, $'ern usadas
cmaras de salvamento&, $@ocalizan al T'a6ualusV&, $Capacidad de las cmaras&, $:arios
barcos acuden a su au+ilio&.
"#
Arlt, Roberto. $.l sepulcro de acero&, Dp. Cit.
4#
Ciertamente, $.l sepulcro de acero&, a partir del cable sobre el )undimiento
transcripto al comienzo, pone la noticia en trminos literarios. .l te+to, construido con
un lengua(e estilizado 6ue enfoca la escena como un espectculo esttico 6ue se produce
en el fondo del mar, ,por eso el submarino aparece como una ballena/, tambin retoma
tpicos del libro de Bons, 8elville, la literatura popular, infantil y de aventuras ,como
el estar atrapados en las fauces de un monstruo marino/. .n una reiteracin anafrica
6ue acenta el dramatismo de la situacin ,$a)ora el )ombre&, $a)ora los sesenta
)ombres&/, el cronista despliega los avatares posibles en torno a la angustiosa
sub(etividad y los dilogos 6ue pueden imaginarse entre estos marinos encerrados en el
fondo del mar. <e esta manera, los sesenta )ombres del $'6ualus& se acercan a los
persona(es de una narracin, aspectos, 6ue, no de(an de enfatizar el carcter
$novelesco&, y si se 6uiere truculento de la reescritura del contenido de la informacin
,puede suponerse 6ue este te+to resultar*a af*n a los gustos de un potencial lector
popular, como el pblico del diario El Mundo, a 6uien Arlt tanto conoc*a/.
2. Crnica, ficcin y representacin
(&ontesten si no es digno de novela el relato*
29
Roberto Arlt
.n algunas notas, Arlt retoma y pone en trminos narrativos y literarios el
conte+to y los persona(es 6ue imagina a partir de la breve informacin cablegrfica y de
las notas period*sticas. Como sostiene 'a*tta, son $tres las operaciones 6ue Arlt realiza
sobre el cable de noticias&I e+pande narrativamente las l*neas del cable, imagina la vida
6ue se esconde detrs de un nombre y $describe algunas de las fotos 6ue llegan a la
redaccin& para llenar $de contenido lo 6ue la imagen sugiere&.
30
.n esta e+pansin
narrativa de la informacin internacional, Arlt incorpora los mismos procedimientos
literarios, gneros y tpicos 6ue caracterizan su narrativa de finales de los a%os treinta y
"!
Arlt, Roberto. $Un gitano ladrn y un caballo aprovec)ado&, Dp. Cit.
3;
'ylvia 'a*tta sostiene, adems, 6ue frecuentemente Arlt convierte $...un nombre propio
desconocido en un persona(e 6ue bien podr*a )aber sido protagonista de cual6uiera de sus
ficciones&. 'a*tta 'ylvia, $@a ltima pieza 6ue faltaba del mecanismo&, Dp. Cit., pp. !;J!
4!
comienzos de los cuarenta. @as crnicas devienen entonces en te+tos de aventuras,
)istorias de espiona(e y tramas ligadas al policial y a la criminalidad, as* como tambin
en breves piezas teatrales. .n este sentido, estos escritos podr*an pensarse como un
lugar de e+perimentacin literaria donde Arlt ensaya, por una parte, los modos de su
narracin, Sya 6ue, por e(emplo, los cuentos de espiona(e y los de aventuras son muy
tard*os en su literatura
31
S y tambin, como un espacio donde reaparece la mirada del
dramaturgo y las in6uietudes de la representacin.
'e analizan en este apartado, entonces, distintos procedimientos de
ficcionalizacin, y se estudia cmo a partir de estas formas literarias se reescriben las
noticias. Asimismo, se indaga de 6u manera se introducen a6u* rasgos y constantes en
la obra de Arlt, y el modo en 6ue, en muc)os casos, desde la narracin o la puesta en
trminos dramticos las crnicas e+asperan y e+ponen cr*ticamente al lector de El
Mundo el presente cruento de la guerra.
$.l cartero y el tigre&,
3"
es un e(emplo muy elocuente para analizar algunos de
estos aspectos. Arlt parte de las $dos l*neas de linotipo&, reproducidas te+tualmente al
principio y al final de su nota, 6ue informan en Te Ti!es el )ec)o de 6ue $5.;;;
TrunnersV sirven a pie los caminos de la 2ndia, corriendo riesgos innumerables&
33
y 6ue
$Fa sido despedazado por un tigre el TrunnerV 6ue )ac*a el servicio postal entre <el)i y
0ombay&.
35
'i bien la noticia transcripta tiene un carcter bastante indeterminado, vago
y general, Arlt la particulariza en la descripcin del espacio y en los variados incidentes
6ue introduce en su te+to y ste ad6uiere rasgos 6ue lo acercan decididamente a un
relato. <e esta manera, la crnica de Arlt tiene un comienzo resueltamente ficcional 6ue
narra el encuentro del runner con un mendigo ciego, )arapiento y musulmnI $...cierto
)orrible cadver viviente, l*vido como el yeso an )medo, con dos rayas negruzcas por
o(os, las ce(as repeladas por una eczema y todo arrebu(ado en un manto como un
3
@os cuentos de espiona(e y los relatos policiales de Arlt 6ue remiten al modelo de las
ficciones de enigma y al policial ingls, son te+tos 6ue, como se ver en detalle en el cap*tulo
siguiente, rondan los a%os cuarenta, del mismo modo 6ue sus narraciones de aventuras.
3"
Arlt, Roberto. $.l cartero y el tigre&, en El Mundo, " de mayo de !3!. Al margen del cable.
Reproducida en Arlt Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., pp. 74J4;.
33
Arlt, Roberto. $.l cartero y el tigre&, Dp. Cit., p. 74.
35
Arlt, Roberto. $.l cartero y el tigre&, Dp. Cit., p. 4;. <ice el cronista sobre el cable de
noticias, mostrando nuevamente su predileccin por la informacin marginalI $.l telegrama va
de <el)i a 0ombay> de 0ombay a @ondres> de @ondres a la direccin de Te Ti!es. <os l*neas
de linotipo. =ada ms, y un nuevo cartero trotador en la l*nea 6ue va de la ciudad antigua a la
selva perpetua&. Arlt, Roberto. $.l cartero y el tigre&, Dp. Cit., p. 4;.
#;
leproso, 6ue suplicaba al pie de un baobab&.
3C
.l mendigo, ante la repulsin e
indiferencia del cartero, le lanza una supuesta maldicin y, segn lo 6ue la nota sugiere,
esta ser*a la causa de su encuentro posterior con el tigre en el camino a @o)eru.
Atravesado por algunos de los tpicos del imaginario orientalista, venganza, )ec)izo y
maldicin, se relata el encuentro del cartero con el tigre y el modo en 6ue el animal lo
asec)a y lo mata por el influ(o del maleficio o del $mal demonio& al 6ue se refiere el
te+to.
37
A su vez, la nota reincorpora escenarios e+ticos, e+tra%os persona(es y
curiosidades 6ue vislumbra el corredor en su via(e, las mu(eres de $anillos de cobre en
los dedos& y $u%as de gato engastadas en di(es de plata G...H para defenderse de los malos
esp*ritus&, misteriosas $calle(uelas de un vie(o poblado&, $un buey sagrado&, $ptreas
mu(eres desnudas terminadas en cola de pescado&, $bueyes con tentculos de pulpos& y
$tigres cubiertos con conc)as de caracol& de un templo en ruinas, 6ue remiten al
e+otismo de sus cuentos orientales.
.n estas crnicas se mantiene entonces el inters por $lo otro& y por $el
entramado oriental&, y las noticias de la guerra despuntan, frecuentemente, en ocasiones
propicias para la representacin de lo e+tico y la construccin de lo a(eno. .n estos
casos, los art*culos internacionales se detienen en la descripcin de una urbe le(ana, en la
vestimenta de algunos individuos, en el costumbrismo localista y t*pico de los espacios 6ue
se focalizan. @a percepcin se concentra, as* en el escenario oriental, africano, c)ino,
rabe, (apons> el )orizonte selvtico y desconocido de los lugares ignotos, las ciudades y
pintorescos paisa(es de la $ardiente& .uropaI -ar*s, los castillos gticos de @u+emburgo,
0reslau, las calle(uelas ondulantes del :ie(o Continente, y, tambin en los mundos
ale(ados, como el -olo 'ur y la 2sla Caimn, entre otros.
$Y<e 6u lado se pondr*a el profetaZ&,
34
es un te+to 6ue si bien parte del conflicto
internacional Sel enfrentamiento entre dos l*deres del mundo musulmnS, es la e+cusa
para describir lo e+tico y detenerse en la representacin del ambiente orientalI
3C
Arlt, Roberto. $.l cartero y el tigre&, Dp. Cit., p. 74.
37
As* se inscribe ese encuentro en el te+toI $<e pronto, el cartero Uun mal demonio )a nublado
sus o(osJ vacila, 6uiere agarrarse a una rama y pesadamente se desmorona...G...H Un grito, una
fiera encogida e+cavando en el vientre de un )ombre y tres d*as despus un telegramaI TFa sido
despedazado por un tigre el TrunnerV 6ue )ac*a el servicio postal entre <el)i y 0ombayV& Arlt,
Roberto. $.l cartero y el tigre&, Dp. Cit., p. 4;.
34
Arlt, Roberto. $Y<e 6u lado se pondr*a el profetaZ&, en El Mundo, 4 de abril de !3!. Al
margen del cable. Reproducida en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., pp. CJC5.
#
?inas alfombras cubren el suelo, sus flecos escarlatas ondulan por
las gradas deba(o de los soportes de un silln americano. A un costado,
un modesto escritorio de roble. G[H 8s atrs, paredes encaladas y
persianas, por donde el ardiente sol de Arabia filtra su resplandor
enceguecedor y sus neblinas de arenilla.
'obre el silln americano, sentado un )ombre descalzo. <e la
cabeza del )ombre descalzo cae una especie de gran pa%uelo a cuadros
negros y blancos, su(eto a su cabeza por un o(al de oro. .ste pa%uelo
recuadra un rostro largo y amarillento G...H .l )ombre est revestido de
una c)ilaba. 'u mirada es tierna y falsa, como la de una mu(er. 'u astucia
infinita. ?rente a l se inclina otro )ombre descalzo. Un (efe del desierto.
@os labios gruesos de ese )ombre estn entreabiertos, su mirada, con
atenta e+pectativa, se fi(a en su interlocutor. =adie al verle dir*a 6ue este
)ombre, a comienzos del siglo, con menos de treinta ganapanes
montados en menos de treinta camellos sarnosos, se apoder de Ar
Riyad).
Fay 6uien afirma 6ue este )ombre G...H 6ue es )oy rey de Arabia, es
un pol*tico cndido e ingenuo. <ebe serlo cuando sus admiradores lo
afirman. -ero M-or AlQ 6ue os (uro 6ue preferir*ais encontraros con el
mismo <iablo, antes 6ue tropezar con su moralla de Burez mercenarios
fanticos G...H 6ue a bordo de los camellos sarnosos con6uistaron Ar
Riyad).
...a travs de Arabia, durante ms de veinte a%os, Abdul Azis Abdur
Raman ?aisal 9urOi Abdula) 8o)amed 2bn 'aud, )a recorrido el pa*s
candente, y sus manos tintas de sangre )asta el codo impusieron la paz y
la avenencia.
3#
.l te+to de la cita se refiere a uno de los dos l*deres entre los cules, el t*tulo de la
crnica se pregunta, $cul elegir el profeta& ,el otro es Aga R)an/. 'e trata de un
comienzo decididamente ficcional donde se describe detallada y minuciosamente la escena
6ue rodea al su(eto en cuestin. Camellos, alfombras de $flecos escarlatas&, c)ilaba,
paredes encaladas, $ardiente sol de Arabia&, $mercenarios fanticos&, las menciones
recorren los lugares comunes del orientalismo asociados a ese espacio, como tambin la
caracterizacin pormenorizada del persona(e, vinculada a tpicos como la astucia y la
traicin ,impl*cita en la falsedad de la mirada del rabe/. <esde una enunciacin 6ue
pretende confundirse con los modos de e+presin del mundo figurado, S$M-or AlQ 6ue
os (uro 6ue preferir*ais encontraros con el mismo <iablo, antes 6ue tropezar con su moralla
de mercenarios fanticos G...H 6ue a bordo de los camellos sarnosos con6uistaron Ar
Riyad).&S ingresa otro lengua(e en estas notas 6ue se distancia sobremanera del )abla de
3#
Arlt, Roberto. $Y<e 6u lado se pondr*a el profetaZ&, Dp. Cit., pp. CJC".
#"
las aguafuertes porte%as y se acerca al de las ficciones africanas de los tard*os a%os treinta.
As*, la crnica construye un narrador cercano 6ue no slo narra, sino 6ue tambin, desde la
mencin del nombre ,Abdul Azis Abdur Raman ?aisal 9urOi Abdula) 8o)amed 2bn
'aud/ satura de e+tico lo representado. <e esta manera, el marco de la guerra 6ue da pie
al relatoEcrnica de Arlt sobre los dos l*deres del mundo rabe, resulta, en este caso, casi
una e+cusa para contar lo otro y literaturizarlo.
.fectivamente, como en muc)as otras notas, la informacin referencial se recorta
en el inters de Arlt en los espacios e+tra%os, las sociedades secretas, las )istorias de esp*as
y aventuras y las cartograf*as imaginadas 6ue se refieren como vistas.
3!
Un caso
interesante, en este sentido, es $<ic)oso a6uel 6ue tiene su casa a flote&
5;
por6ue adems
de poner en escena una geograf*a e+tica y ale(ada, relata una aventura mar*tima 6ue nos
remite a sus narraciones posteriores Srecurdese 6ue la ltima ficcin 6ue Arlt public es
$Un via(e terrible& ,!5/, un te+to inspirado en $Un descenso al 8aelstr\m& de .dgar
-oeS. As*, la apelacin a la aventura 6ue es central en esta y otras crnicas $Al margen
del cable&, tambin aparece, con matices diferentes en $Un via(e terrible& y en los ltimos
cuentos de Arlt.
$<ic)oso a6uel 6ue tiene su casa a flote& se abre con una descripcin
literariamente elaborada de un panorama de guerra 6ue muestra a C)ina en llamas.
.nseguida, narra los avatares del via(e por el mar, de dos estadounidenses y dos c)inos
6ue se escapan de ')angai atravesando el Dcano en una embarcacin precaria, S$un
(unco fugitivo de masacres&S para llegar, luego, a California. 'e trata, sin duda, de una
aventura mar*tima, 6ue le permite a Arlt, como propon*a en uno de sus art*culos
publicados en !5, la narracin de acciones y el relato $con aventuras&,
5
en este caso
la traves*a de los cuatro fugitivos en el -ac*fico. .s importante el cromatismo y la
estilizacin sobre el lengua(e 6ue aparece en algunas escenas. .n principio, en la
3!
.ntre los te+tos de Arlt 6ue permiten estudiar esta cuestin pueden mencionarse, por e(emploI
$<os fantasmas 6uieren luc)ar por ?rancia& ,en El Mundo, 3 de septiembre de !3!. Al margen
del cable/, $]an UC)ingJ ]ei se frota alegremente las manos&, ,en El Mundo, "3 de septiembre de
!3!. Al margen del cable/, $@a gran du6uesa Carlota )ace preparar sus bales& ,en El Mundo, 5
de octubre de !3!. Al margen del cable/ y $9error nazi entre los moroc)os de @iberia& ,en El
Mundo, ! de diciembre de !3!. Al margen del cable/.
5;
Arlt, Roberto. $<ic)oso a6uel 6ue tiene su casa a flote&, en El Mundo, ! de octubre de !3#.
Al margen del cable.
5
:ase, a este respecto $Aventura sin novela y novela sin aventura&, ,en El Mundo, 3 de
agosto de !5. Reeditado en Arlt, Roberto. Aguafuertes porteas: cultura : poltica, Dp. Cit./
donde Arlt propone la vuelta a la aventura.
#3
descripcin inicial del puerto de ')ang)ai, pues, desde la perspectiva de un narrador
testigo, y de un modo seme(ante a algunas de las formas de representacin e+presionista
del espacio 6ue aparecen en sus novelas, se muestran los estertores y efectos de la
guerra en la visin de la ciudad oriental.
5"
.ntonces aparece una apelacin a los
contrastes de color cielo azul 6ue se opone al ro(o de los dragones, a las mscaras
ro(as y negras de los diablos, al agua sucia y al )umo espeso de las c)imeneas 6ue
enturbian el aire, y una simplificacin de ciertas zonas del cuadro representado
mediante la figuracin geomtrica y las formas singulares en algunos casos, como en
las novelas de Arlt, a las l*neas rectas, $amenazadoras& e $incisivas& I
53
los )ombres
son nueve l*neas de cascos de acero 6ue se parapetan tras las fran(as constituidas por las
bolsas de arena, )ay letreros verticales, los incendios son manc)as. .ntonces, el fuerte
cromatismo de la escena 6ue en otras notas se buscaba como muestra de e+otismo y
e+altacin de lo t*pico y el color local, ac describe los contrastes violentos y el colorido
funesto del puerto en llamasI
@a ribera de la ciudad de siete mil colores con sus escalonados
edificios de veinte pisos, con sus soldados de cantimplora a la cintura
y las fac)adas desprendiendo letreros verticales sembrados de
alfabticas cu%as doradas, pone en el crepsculo la manc)a de sus
incendios. A lo largo de las grises naves de guerra, zampanes con
c)inos rapados y marineros blancos G...H A veces zumba un avin en el
espacio, mientras con sus pa(arracos dorados en la proa, con sus
5"
@a cita completa del te+to diceI $-uerto de ')angai. Rostros monglicos enmarcados por
cascos de acero levantan guardia en la pasarela gris de las naves de guerra. @as c)imeneas
ensucian el aire de rulos de )umo espeso. .n el fondo de las calles de bamb, multitudes de pies
desnudos, con cr*os en los brazos y colc)ones sobre las cabezas. =uevas l*neas de cascos de
acero, parapetados tras de fran(as de bolsas de arena. Cielo azul, dragones ro(os, agua sucia. @a
ribera de la ciudad de siete mil colores con sus escalonados edificios de veinte pisos, con sus
soldados de cantimplora a la cintura y las fac)adas desprendiendo letreros verticales sembrados
de alfabticas cu%as doradas, pone en el crepsculo la manc)a de sus incendios.
A lo largo de las grises naves de guerra, zampanes con c)inos rapados y marineros blancos,
cuyas gorras parece almidonados budines re6uintados. Custodian ca(ones de e+plosivos. A
veces zumba un avin en el espacio, mientras con sus pa(arracos dorados en la proa, con sus
diablos enmascarados en ro(o y negro, nacidos de las aguas, aplastados en las aguas, avanzan
los (uncos 6ue vienen y parten de todos los puertos de Bapn )acia C)ina.
8uestran velmenes monstruosos, diez veces ms altos en su mstil de bamb, 6ue la carga 6ue
estiban a flor de agua. :aseI Arlt, Roberto. $<ic)oso a6uel 6ue tiene su casa a flote&, Dp. Cit.
53
<enominacin de 8arise Renaud, cuando analiza el espacio e+presionista arltiano. :ase,
Renaud, 8arise. $Los siete locos : Los Lan'alla!as: audacia y candor del e+presionismo&, en
Arlt, Roberto. Los siete locos;Los Lan'alla!as, .dicin cr*tica, Coleccin Arc)ivos, 8ario
Loloboff coordinador, ?rancia, A@@CA KK, Universit -aris K, ";;;, p. 43.
#5
diablos enmascarados en ro(o y negro, nacidos de las aguas G...H
avanzan los (uncos...&.
55
2nteresa, igualmente el modo en 6ue Arlt describe el paisa(e mar*timoI $=ubes
de masas de ncar&, $relmpagos violceos 6ue iluminan la noc)e al soslayo&, $cresta
de lec)e de las olas verdosas&. @a enunciacin revela un lengua(e estetizado 6ue remite
a las formas en 6ue, con un acercamiento a rasgos del modernismo, aparece el estilo alto
en otros te+tos de Arlt.
5C
-eripecias en el mar, intrigas sobre buscadores de tesoros, Scomo el te+to 6ue
relata un conflicto en Costa Rica entre dos grupos 6ue se disputan un bot*nS,
57
barcos
fantasmas, e+cursiones por los espacios selvticos y el -olo y conflictos de piratas,
muc)os art*culos parten de la noticia internacional y retoman temas y motivos
recurrentes en las obras de aventuras> otros, adems, refle+ionan con un tono cercano al
del ensayo sobre los modos de construccin de este tipo de formas de la ficcin.
54
.n
reiteradas oportunidades, a su vez, las aventuras se vinculan al mundo del espiona(e y de
la criminalidad y, frecuentemente, en las notas previas a septiembre de !3!, el clima de
la guerra o el de su inminente estallido constituye el mbito del 6ue surgen estas
narraciones. .s el caso de )istorias como la de los $'oldados de cera&,
5#
un te+to 6ue,
originado en torno de a los conflictos ms o menos marginales 6ue suscita la pr+ima
guerra, resulta muy cercano a los cuentos 6ue Arlt publica por ese entonces y los 6ue
edita )acia los a%os cuarenta, como el relato posterior $.l )ombre del turbante verde&.
5!
Ciertamente, $'oldados de cera&, 6ue presenta una trama de aventuras ligada al mundo
del crimen por la cual un contrabandista de 0reslau, .ric 8Xler, esconde los ob(etos 6ue
trafica en el interior de mu%ecos de cera 6ue l mismo manda a fabricar con ese fin y
cuyo aspecto simula el de soldados muertos, parecer*a el punto de partida desde el cual
55
Arlt, Roberto. $<ic)oso a6uel 6ue tiene su casa a flote&, Dp. Cit..
5C
:ase el cap*tuloI 3 $@os modos de lo fantstico&.
57
Arlt, Roberto. $Fay 6ue ser millonario y c)iflado&, en El Mundo, 5 de abril de !5;. Al
margen del cable.
54
:aseI Arlt, RobertoI $Fay 6ue ser millonario y c)iflado&, Dp. Cit. 9ambin, puede
consultarse, entre otros, Arlt, Roberto. $@a lgica diablica de la tempestad&, en El Mundo, ;
de diciembre de !3#. Reproducido en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., y $.l
continente seductor&, en El Mundo, 3 de noviembre de !34. 9iempos -resentes. 'obre la
modalidad ensay*stica en la escritura period*stica de Arlt vase el cap*tulo 7.
5#
Arlt, Roberto. $'oldados de cera&, en El Mundo, C de febrero de !3#. Al margen del cable.
Reeditado enI Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., pp. #5J#7.
5!
.l 5 de abril de !3! Arlt publica en El 4ogar $.l )ombre del turbante verde&, 6ue se
incluye, luego en El criador de gorilas, editado en C)ile en !5.
#C
Arlt construye $.l )ombre del turbante verde&. -or6ue este te+to, una narracin de
enigma policial clsico cuyo argumento reescribe $la carta robada& de .dgar -oe, pone
en trminos ficcionales cmo el )ombre del turbante verde descifra el misterio 6ue logra
pasar inadvertido ante los o(os de todos, y mediante el cual se trafican armas en
cadveres disfrazados de pordioseros.
A este respecto, cabe referir 6ue si bien las zonas del mundo del )ampa y de la
criminalidad son afines a la labor period*stica de Arlt desde las aguafuertes porte%as, en
el caso de las crnicas 6ue nos ocupan encontramos nuevos matices 6ue las separan de
las anteriores y las vinculan con el tipo de relatos policiales y de espiona(e 6ue Arlt
escribe )acia el final de su produccin> y recordemos 6ue Arlt es uno de los pocos
escritores por los 6ue las tramas de espiona(e ingresan en la literatura argentina, otro es
0orges. -or6ue si algunas de estas notas, como sus aguafuertes porte%as, se detienen en
la descripcin de la psicolog*a del criminal, las aguafuertes de los veinte tienden a la
delimitacin de tipos sociales y conductas )abituales, rasgos costumbristas 6ue ya no
aparecen en la intervencin period*stica de Arlt de finales de los treinta y los primeros
cuarenta,
C;
adems de 6ue en esta oportunidad se )ace fuerte )incapi, como vimos, en
la narrativizacin y puesta en trminos literarios de la informacin y los cables.
Un caso singular, en este sentido, son las notas 6ue refieren narraciones de
esp*as, te+tos bastante novedosos en las letras argentinas, y 6ue aparecen en los ltimos
relatos publicadas por Arlt en El 4ogar y Mundo Argentino. .n efecto, los asuntos de
espiona(e y del crimen internacional ocupan una zona muy significativa en las crnicas
$Al margen del cable& y redefinen, en este momento, algunos de los aspectos 6ue
)ab*an sido centrales en la novel*stica de Arlt. -ersona(es 6ue conspiran, sociedades
secretas como la $Fermandad de la sangre&,
C
venganza, crimen y traicin, son temas
6ue, muy recurrentes en las novelas de Arlt, el conte+to de la guerra reafirma, reorienta
y ve)iculiza en un cruce con los argumentos 6ue le proveen las noticias. Ciertamente,
Arlt encuentra en las )istorias $novelescas& 6ue puede leer a partir de la informacin
internacional, materiales propicios para la e+pansin narrativa 6ue se anan con su
preocupacin por el conflicto europeo. -or6ue para Arlt, 6uien tambin observa y
analiza la literatura ,y la evolucin literaria/ desde el presente de la guerra, el clima
C;
'obre estas cuestiones se indagar en detalle en el cap*tulo C.
C
Arlt, Roberto. $Fermandad de la sangre&, en El Mundo, ! de noviembre de !3!. Al margen
del cable.
#7
blico resulta el 6ue origina y motiva estas )istorias y el 6ue e+ige, adems, nuevos
modos de escritura y nuevas formas de narrar y novelarI
C"
$...cmo pintar )oy, S
sostiene en un art*culo de los a%os cuarentaS, con la conveniente negrura de eclipse,
con el conveniente tono ro(izo de lluvia de sangre, el )orror de este momento
catastrfico&.
C3
D, como afirma en $@a vela encendida al sol&, la guerra y el derrumbe
econmico y social de ese presente infortunado, es el conte+to 6ue e+ige una nueva
definicin del gnero novela, pues si la novela ya no es el lugar donde el )ombre va a
reconocerse, la aventura y la accin de los persona(es son los recursos 6ue, a su (uicio,
deben suplir esa carencia.
C5
<e esta manera, si nos detenemos particularmente en las crnicas de espiona(e ,y
en las de aventura, por6ue sus argumentos se cruzan/, un e(emplo elocuente es $@a
eterna partida&,
CC
una de las ltimas notas publicadas por Arlt en El Mundo. 'e trata de
una )istoria 6ue, si consideramos los procedimientos, el espacio africano representado y
las formas de la narracin, bien podr*a )aber ingresado en su libro El criador de
gorilas. .l te+to refiere el paso de una caravana de mercaderes afganos montados en
camellos 6ue, encomendados a $Ala& y atravesando e+ticos para(es, se dirigen a
<aOOa. .nseguida relata el enfrentamiento de este grupo con unos soldados del rey de
Afganistn, 6uienes los capturan y descubren 6ue los mercaderes eran, en realidad,
$esp*as del 'ervicio 'ecreto alemn&. Con un tono 6ue enfatiza el e+otismo del sitio
representado y una trama 6ue se organiza en procura de la intriga del lector en torno a
los persona(es, esp*as y aventureros, )acia el final del cuento, como en muc)as de las
notas de Arlt, la crnica se remite a la noticia de la 6ue parte la ficcinI $<e all* 6ue )oy
en las desiertas zonas de Driente, ba(o el control del .(e, nada es ms vigilado 6ue los
movimientos de las caravanas de mercaderes, cuyos bultos son constantemente
revisados por las patrullas de soldados&.
C7
A su vez, entre otros art*culos 6ue, a
propsito de la cuestin, cabe considerar, Arlt refiere las intrigas sobre la presunta
actividad pes6uera en 8+ico, 6ue resulta, en realidad, un e(ercicio de esp*as
C4
y las
$:idas novelescas& del $general <oina)ara, conocido por el apelativo del T@a^rence de
C"
Como veremos en el cap*tulo 7.
C3
Arlt, Roberto. $@a tintorer*a de las palabras&, en El Mundo, C de (unio de !5;. Recopilada
en Arlt, Roberto. Aguafuertes porteas: cultura : poltica, Dp. Cit., p. ""4.
C5
Arlt, Roberto. $@a vela encendida al sol&, en El Mundo, 3 de abril de !5. Aparece en el
diario sin t*tulo. Reproducida en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit.
CC
Arlt, Roberto. $@a eterna partida&, en El Mundo, " de (ulio de !5". Al margen del cable.
C7
Arlt, Roberto. $@a eterna partida&, en El Mundo, Dp. Cit.
#4
8anc)uriaV y la princesa Pisico Ra^a(ima&, Tla 8ata Fari (aponesaVI $aventureros
(aponeses& y $especialistas en espiona(e&, como se refiere en el te+to.
C#
-ero adems de los relatos de espiona(e, de las )istorias de aventuras y de las
narraciones sobre el mundo del delito y la criminalidad 6ue se separan del impersonal e
informativo registro period*stico, aparece una cantidad de te+tos como $Contrabandistas
de su propia fortuna&
C!
6ue pone en trminos dramticos una trama tambin ligada,
)asta cierto punto, al policial y a la aventura. .l marco de la guerra es, nuevamente el
detonante de los sucesos representados, pues el drama surge en la 2talia de 8ussolini y
en la dificultad de un grupo de persona(es para $resguardar su fortuna&. .l te+to,
dividido en dos partes ,una 6ue se desarrolla en Roma y otra en la frontera/, describe, al
comienzo, lo 6ue se denomina el $.scenario&> es decir, un espacio del te+to en el 6ue,
como en las obras de teatro, se dan las indicaciones escnicas anteriores al dilogo.
7;
Con un subterfugio por el cual la inteligencia de los 6ue aparecen con vestimenta blanca
supera la barbarie de los innominados $Camisas negras&, el (oven y el anciano vestidos
de blanco logran atravesar la frontera *talofrancesa con $dos millones de liras en los
guardabarros de oro macizo&. Aun6ue en este caso la dramatizacin refiere, sin duda, un
)ec)o $novelesco& y circunstancial, seguramente imaginado por Arlt, se muestra en un
cruce con el gnero teatral una situacin 6ue remite al presente cruento de la guerra. .n
otras crnicas, adems, es sobremanera evidente la puesta en escena del contenido del
cable o de la informacin internacional. 'e trata, entonces, de la dramatizacin de la
noticia, no slo a travs de la estructura del dilogo, sino a partir de la escritura de
breves piezas de teatro, con detalladas indicaciones escnicas, notacin dramtica y
separacin en escenas ,en algunas crnicas )ay ms de tres/. Como en el caso de
C4
Arlt, Roberto. $-esca y no de peces&, en El Mundo, "C de noviembre de !3#. Al margen del
cable.
C#
Arlt, Roberto. $:idas novelescas de aventureros (aponeses&, en El Mundo, 5 de enero de
!3!. Al margen del cable. Reproducida en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., pp.
37J3#. Dtros te+tos a considerar para el tema del espiona(e, adems de los mencionados son,
por e(emploI $@os persiguen... Mpero los necesitanQ&, en El Mundo, "; de marzo de !3# y $Dtro
@ondres para el mismo Carol&, en El Mundo, C de noviembre de !3#.
C!
Arlt, Roberto. $Contrabandistas de su propia fortuna&, en El Mundo, C de octubre de !3#.
Reproducida en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., pp. ;!J".
7;
As* se describe la escenaI $.scenarioI Una casa de campo de Roma. Confundido entre los
rboles, un garage. .l garage con su cortina metlica ba(ada. .l interior, revestido de azule(os
blancos, violentamente iluminados. 'obre una mesa rstica, un crisol elctrico. G...H 'entado en
la punta de la mesa, un caballero anciano con las mangas de la camisa arremangadas. Algunos
pasos ms all, un (oven, tambin de camisa blanca...&. :aseI Arlt, Roberto. $Contrabandistas
de su propia fortuna&, Dp. Cit., p. ;!.
##
$YNuin fue el delator del sindicato de la muerteZ&.
7
.ste te+to, centrado en algunas de
las peripecias 6ue Arlt imagina a partir del crimen norteamericano, es una reelaboracin
de un cable sobre la captura de una $banda de ?iladelfia 6ue cometi doscientos
asesinatos&. 'e trata de una breve pieza de teatro dividida en tres escenas ,con
descripciones escnicas precisas e indicaciones sobre los persona(es/, en la 6ue Arlt
representa, como en El <uguete rabioso, la delacin de un traidor> en este caso,
=eumayer 6uien denuncia a -aul -etrillo, el italiano l*der del grupo, ante el
<epartamento de -olic*a de ?iladelfia. Con este te+to, entonces y como )ab*a sucedido
en su pieza dramtica El fabricante de fantas!as ,!37/ en relacin a otros persona(es
de su obra anterior ,la Co(a, el Borobado/, Arlt redefine en trminos teatrales la figura
del delator 6ue, con 'ilvio Astier, aparec*a en su primera novela.
Ciertamente, el teatro, el espiona(e, los te+tos de aventuras y las ficciones
ligadas al policial y a la criminalidad son gneros y temas 6ue se disputan el inters de
Arlt en estas notas y 6ue, tambin, se inscriben en su literatura de ese entonces, pero
interesa sobre todo la construccin de estas breves piezas teatrales por6ue, en algunos
casos, el )orror de la guerra presente o por venir se dramatiza para )acerlo ms
elocuente ,en los dos sentidos del trmino, se )ace dramtico y se escribe en las formas
del drama teatral/. .s el caso de $8scaras en el colegio de .ton&,
7"
una crnica a partir
de la cual Arlt nos )ace espectadores de un dilogo entre dos ingleses ,los innominados
y por ello paradigmticos $_l&, y $.lla/ 6ue deliberan sobre el )ec)o de 6ue $se )an
reunido doce tcnicos& para estudiar si los ni%os de .ton resistirn las mscaras de gases
6ue se planean entregar si fueran necesarias, en una futura escena blica. 'e trata de un
dilogo ficticio 6ue se detiene en la descripcin del )orror y a la vez lo denuncia, pues
la falta de asombro de los interlocutores y la apat*a acerca de lo comentado no )acen
ms 6ue evidenciar el espanto 6ue estos persona(es, individuos $anestesiados&, no
pueden ver frente a la catstrofe de una pr+ima guerra.
73
7
Arlt, Roberto. $YNuin fue el delator del sindicato de la muerteZ&, en El Mundo, # de (unio
de !3!. Al margen del cable. Reproducida en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., pp.
#4J!;.
7"
Arlt, Roberto. $8scaras en el colegio de .ton&, en El Mundo, "7 de octubre de !34. Al
margen del cable. Reproducida en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., pp. C4J7;.
73
.n este sentido, afirma $.lla&I $SFe visto una fotograf*a G...H sumamente curiosa. GUnH ni%o
con una careta de gases enc)ufada en el rostro, (ugaba con un oso G...H 'entada (unto a l estaba
la criada y su perfil me recordaba el leonino perfil de una leprosa, desfigurada por la mscara
G...H&. P ms adelante, a%ade fr*amenteI $SYResistirnZ Gla caretaH&. :ase. Arlt, Roberto.
$8scaras en el colegio de .ton&, Dp. Cit., p. C#.
#!
.n otras ocasiones y en un procedimiento similar al utilizado con el gnero
dramtico, se pone en trminos narrativos el )orror y de esta manera se logra 6ue
aparezca ms elocuente en tanto 6ue intento de apelacin al lector. Como en $.sp*ritu
guerrero en los ni%os pe6ue%os&,
75
una nota 6ue, escrita en !34, como la comentada
sobre las $8scaras en el colegio de .ton&, augura y denuncia los desastres ,morales,
materiales, )umanos/ de una futura guerra. @os dos te+tos se focalizan, por lo dems, en
los ni%os y el dramatismo de lo e+presado resulta ms cruento. .n este caso, se parte de
un )ec)o 6ue se refiere sin detallesI $en un pa*s, Sno importa dnde G...HS el gobierno
se )a propuesto& un plan de estudios cuyo prembulo $gira constantemente en torno a la
militarizacin infantil&. .nseguida la crnica relata lo 6ue imagina un posible lector
6ue, como Arlt, $de(a abandonado el diario& ante esta noticia y $rueda en un torbellino
gris&. A partir de una divisin mani6uea entre buenos y malos, una alteracin de los
rdenes de belleza y verdad, y una simplificacin )acia lo concreto 6ue tambin puede
leerse en la sinta+is reiterativa de lo e+presado, el te+to narra cmo un maestro entrena a
los ni%os $de o(os entornados, sin malicia& para despertar su esp*ritu guerreroI $@es
e+plica 6u )ermosa es la guerra. Cun )ermosa es la guerra. Nu placer encuentra en
ella un )ombre 6ue con una granada en la mano le arranca medio cuerpo a otro )ombre.
.s lo mismo 6ue descuartizar vivo a un pa(arito&. P en la crnica se a%adeI $YP los
aeroplanosZ =ada )ay ms bonito 6ue un aeroplano. G...H @os aeroplanos llevan tambin
bombas, bombas grandes. @as bombas son como racimos de uvas. @as bombas se tiran
sobre ciudades 6ue estn llenas de ni%os malos y malas mu(eres y malos vie(os y malos
padres. @os ni%os buenos, en los aeroplanos tiran bombas sobre las ciudades y destruyen
a los ni%os malos&.
7C
.n otras circunstancias, la posicin de la enunciacin 6ue organiza, en muc)os
te+tos, la deriva escrituraria, es la 6ue revela ese )orror. .fectivamente, el punto de vista
del cronista, cuando se mezcla y confunde con el orden de lo representado, resulta el
6ue pone en evidencia el terror del presente y muestra el plan siniestro 6ue rodea a los
l*deres del poder. .s el caso de $T'e%oresI soy el =oble de FitlerV&,
77
firmado en el
diario, $-or la copia, Roberto Arlt&. .n el lugar donde )abitualmente Arlt reproduce el
75
Arlt, Roberto. $.sp*ritu guerrero en los ni%os pe6ue%os&, en El Mundo, 4 de octubre de
!34. Al margen del cable.
7C
Arlt, Roberto. $.sp*ritu guerrero en los ni%os pe6ue%os&, Dp. Cit..
77
Arlt, Roberto. $'e%oresI soy el doble de Fitler&, en El Mundo, 5 de diciembre de !3!. Al
margen del cable.
!;
cable de noticias se e+presa, en cambio y, )umor*sticamenteI $Carta escapada a la
censura alemana&. .n efecto, se trata de una ep*stola 6ue cruza el )umor con el )orror, y
a partir de la cual Arlt crea la ilusin de presentar a Fitler desde la mirada de 6uien se
)alla realmente en el escenario y forma parte de lI en este caso, su dobleI
9odos los 6ue rodeamos al ?X)rer, a corto o largo plazo nos
sabemos condenados a muerte. G...H <espus, o 6uizs antes de
Rannenberg Gel cocinero de FitlerH, el primer condenado a muerte en
el Reic) soy yo, segundo $doble& de Fitler. G...H
...un d*a un compa%ero m*o G...H me di(oI
J:aya 6ue te pareces al ?X)rer G...H
Algunos d*as despus me e+amin un caballero co(o y flaco, de
sonrisa perversa, en 6uien reconoc* al se%or Loebels. G...H y me di(oI
J<e a6u* en adelante traba(ars de $doble& de Fitler. 'i te
niegas, te suprimiremos.
2nmediatamente me nombraron un profesor de urbanidad> me
ense%aron a comer G...H a inclinar la cabeza, a saludar al modo nazi,
G...H a darles palmaditas en las me(illas a los ni%os 6ue me traen un
ramo de flores. G...H 8i profesor de urbanidad era un caballero con
instrucciones precisas, de manera 6ue en cuanto yo me e6uivocaba una
vez ms de lo normal, me condenaba a recibir 6uince azotes en las
nalgas. .ste sistema punitivo no tard en surtir sus efectos y pronto
aprend* a parodiar a nuestro ?X)rer, 6ue tiene un repertorio de setenta
y cinco gestos G...H
-or supuesto, los 6ue me rodean, ignoran casi siempre 6ue yo
soy el $doble& de Fitler. 8uc)os de ellos no lo )an visto (ams al
?X)rer. Po mismo, )ablando francamente, no )e estado nunca en
presencia del Amo. ' 6ue l e+iste, 6ue yo e+isto.
74
Como puede verse en la cita, es la posicin de la enunciacin 6ue se confunde
con el referente e+presado la 6ue revela y da cuenta del )orror del rgimen nazi. <e esta
manera el nazismo aparece como una suerte de gestualidad monstruosa y una serie de
conductas automticas y aprendidas. 'i por un lado es una $escuela de urbanidad&, por
el otro se transmuta en el $e(ercicio del terror&I $8i profesor de urbanidad era un
caballero con instrucciones precisas, de manera 6ue en cuanto yo me e6uivocaba una
vez ms de lo normal, me condenaba a recibir 6uince azotes en las nalgas. .ste sistema
punitivo no tard en surtir sus efectos y pronto aprend* a parodiar a nuestro ?X)rer, 6ue
tiene un repertorio de setenta y cinco gestos&. Asimismo, el te+to refuerza y enfatiza la
74
Arlt, Roberto. $'e%oresI soy el doble de Fitler&, Dp. Cit. 'e corrigi en la cita la e+presin
$?X)rer&, 6ue no aparec*a de modo )omogneo en El Mundo.
!
relacin $Amo& y esclavo y describe lo apcrifo y lo falso 6ue rodea al nazismo y lo
resguarda de sus enemigosI ni el propio Fitler es tal, Fitler no es uno sino varios, es
evidente una proliferacin y duplicacin despre(uiciada en torno de la figura de Fitler.
Dtro enfo6ue interesante respecto de la enunciacin se presenta en $-od*a )aber
preferido un ca%oncito&,
7#
por6ue a6u* las noticias internacionales son le*das desde una
)ipottica mirada )istrica 6ue se pone en escena en un dilogo teatral. .l te+to presenta
un (uego con la perspectiva )istoriogrfica a partir del cual se simula una distancia
temporal 6ue no e+iste y los )ec)os del presente son reconstruidos por una conversacin
entre dos persona(es ,Fistoriador A e Fistoriador "A, situados en el siglo KK222/, 6ue
estudian y analizan las $amarillentas pginas& de los diarios del pasado.
7!
Atravesado
por un fuerte tono refle+ivo, el dilogo imaginario 6ue se transcribe gira en torno de la
noticia de una subasta de libros 6ue se )a realizado en -ar*s ,en !3#, el momento de la
enunciacin de la crnica/, para demostrar el descreimiento del )ombre de ese entonces
$ante la catstrofe 6ue se avecina& y la fuerza de la literatura en medio del te!blor : la
sangre de las !ucedu!bres. <e esta manera la perspectiva e+plicativa ,lcida y
reconstructiva/ de los dos )istoriadores 6ue, figurativamente aparecen distanciados del
a%o !3# para analizarlo, se confunde con la del cronista y coincide con lo 6ue Arlt
e+presaba en muc)as de sus notas. @a ficcin vuelve elocuente, entonces, ese presenteI
F2'9DR2A<DR A. S.s toda una civilizacin 6ue se precipita
)acia el suicidio> pero con una particularidad notable. G[H[nadie cree
en la pr+ima catstrofe, a pesar de 6ue la auguran todos los d*as.
F2'9DR2A<DR "A. S'u afirmacin podr*a resultar audaz a
muc)os estudiosos.
F2'9DR2A<DR A. S8ire> la fotograf*a de este suelto del a%o
!3# aparecida en diversos peridicos demostrar*a 6ue mi tesis es
menos audaz de lo 6ue usted piensa. G...H 'e combate en diversos
pa*ses, mueren millares y millares de personas todos los d*as> en las
crceles se e(ecutan a )ombres culpables de ser )onestos y amar a sus
pr(imos> las elementales normas de piedad )an desaparecido entre los
partidos, se+os, clases, razas. G...H P en estos momentos, en 6ue el
suelo de .uropa tiembla y sangra y muc)edumbres G...H emprenden
7#
Arlt, Roberto. $-od*a )aber preferido un ca%oncito&, en El Mundo, "3 de marzo de !3#. Al
margen del cable. Reproducida en Arlt, Roberto. Al !argen del cable, Dp. Cit., pp. #4J!;.
7!
A este respecto, el cronista, antes de poner en escena la voz parlante de los )istoriadores,
sostiene $@os nietos de nuestros biznietos revisarn los arc)ivos de las bibliotecas G...H y se les
ver menear desconcertados la cabeza y fruncir las narices en alarde de pintoresca perple(idad.
Fasta me parece G...H escuc)ar un dilogo 6ue podr*a desenvolverse de esta manera...&. Arlt,
Roberto. $-od*a )aber preferido un ca%oncito&, Dp. Cit., p. ##.
!"
terror*ficos +odos, en estos momentos, el se%or -aul :oute, remata
algunos libre(os... G...H y los libros no slo encuentran comprador sino
6ue su costo alcanza proporciones de pe6ue%as fortunas. Un libro de
poemas de Carlos 0audelaire... G...H
F2'9DR2A<DR "A. S.stos )ombres ostensiblemente se )ab*an
acostumbrado a la catstrofe y en consecuencia no la percib*an.
F2'9DR2A<DR A. S'in embargo debemos admirarnos y
felicitarnos de 6ue en un minuto del relo( de los tiempos, el libro de
Carlos 0audelaire )aya costado en una subasta tanto como un pe6ue%o
ca%n de campa%a...
4;
A propsito de la perspectiva )istrica, un caso curioso, aun6ue en un sentido
contrario al anterior, se presenta en la crnica titulada $Cmo se lo comieron a
Drlando&, de (ulio de !3!.
4
.n esta oportunidad, la amenaza de Fitler a -olonia y el
apoyo de Lran 0reta%a a los polacos ,en abril del V3! -olonia y Lran 0reta%a )ab*an
firmado un pacto de ayuda mutua/ se evala desde una narracin )istrica por la 6ue
Arlt ficcionaliza sobre el momento en 6ue $los Cuatro Lrandes& firmaron en !! el
9ratado de :ersalles. Una vez ms, entonces, Arlt se refiere al presente de modo
sesgado, y es a partir de esa relectura del pasado 6ue se interpretan los sucesos
internacionales ms candentes del momento, por6ue, como es sabido, en septiembre de
!3!, con la invasin de Fitler a -olonia comienza la 'egunda Luerra 8undial. .l te+to
parte de la mirada irrespetuosa de un narradorJcronistaJtestigo 6ue describe como una
puesta escenogrfica el $cuadro plstico& 6ue compon*an los $Cuatro Lrandes&, @loyd
Leorge, Drlando, Clemenceau y ]ilsonI $Buro 6ue era un espectculo gustoso de ver.
M:aya si lo eraQ&, afirma irnicamente la perspectiva del cronista. 'i como sostiene
?ernando A*nsa, refirindose a la $nueva novela )istrica latinoamericana&, el relato
)istrico supone muc)as veces una postura irreverente frente al pasado donde la )istoria
se relee en funcin de las necesidades del presente, en la breve nota arltiana, muy
anterior a los te+tos considerados por A*nsa, encontramos procedimientos similares a
estos se%alados.
4"
<e esta manera, la construccin de los persona(es )istricos revela
4;
Arlt, Roberto. $-od*a )aber preferido un ca%oncito&, Dp. Cit., pp. #!J!;.
4
Arlt, Roberto. $Cmo se lo comieron a Drlando&, en El Mundo, ! de (ulio de !3!. Aparece
sin t*tulo en el diario.
4"
:aseI A*nsa, ?ernando. $@a reescritura de la )istoria en la nueva narrativa latinamericana&
,&uadernos A!ericanos, =ueva _poca n. "#, 8+ico, U=A8/. A*nsa, sostiene, en este sentido
y refirindose a la $nueva novela )istrica& surgida en las ltimas dcadas del siglo viente, 6ue
all* la )istoria se relee en funcin de las necesidades del presente y 6ue en estos te+tos se )a
eliminado la $distancia )istrica& gracias a diversos recursos como la narracin en primera
!3
una distancia de la enunciacin 6ue los acerca al mundo de la marginalidad y el delito, y
evidencia los intereses particulares 6ue despre(uiciadamente y calculadamente
sosten*an. 'e dice de ellos, entre otras cosas, 6ue son $fora(idos&, $optimistas sobre los
dividendos de la masacre&, 6ue Leorge tiene $o(itos de bo+eador venta(ero&,
Clemenceau $fac)a de buen vividor&, 6ue ]ilson es $pudoroso como una institutriz
anglosa(ona& y posee $una estremecedora pudibundez de rigurosa virgen de cincuenta
a%os&, y 6ue $el benemrito Drlando& es $alegre, caviloso y sombr*o, como un tratante
de 6uesos&. 9ambin Arlt lee en este episodio, ,lo 6ue el discurso de la )istoria luego )a
analizado/ el modo en 6ue la salida de la catstrofe de la -rimera Luerra 8undial sign
las tensiones para el comienzo de una nueva escena blica> o, ms precisamente, cmo
de los pretendidos esfuerzos de paz surgen las guerras. -or6ue no slo el reparto de
tierras de( descontento a Drlando y a 2talia, y de eso naci el fascismo, segn Arlt> las
discusiones sobre el $corredor polaco& 6ue este te+to refiere entre Leorge y
Clemenceau, el inters de Leorge de de(ar a Alemania esta tierra para 6ue se recupere
econmicamente, ,y es sabido 6ue Alemania era cliente importante para los productos
britnicos/,
43
la negativa de Clemenceau 6uien sostiene 6ue el territorio debe ser para
-olonia ,como finalmente sucedi/, muestra no slo el descreimiento de Arlt sobre los
tratados de paz, sino tambin, la inconsistencia y fragilidad de las alianzas y propuestas
de 6uienes detentan el poder, como sostiene la crnica al final, en un puente con la
situacin de la actualidadI $@loyd Leorge sac, lentamente, la pipa del bolsillo de su
sacoI mir, sonriendo cac)azudamente a Clemenceau, y comenz a cargarla de tabaco.
Fab*a perdido la partida Gsobre el corredor polacoH, 6ue la 2nglaterra del a%o !3!
defender*a como si la )ubiera ganado&.
45
persona entre otros 6ue mencionaI $@a nueva novela )isttica )a abolido la Tdistancia picaV
,8i(ail 0a(tin/ de la novela )istrica tradicional G...H .n las descripciones de la intimidad de los
)roes se los )ace ba(ar de su pedestal&, sostiene, entre otras cosas 6ue analiza y 6ue pueden
pensarse en relacin con Arlt.
43
:ase, para estas cuestionesI Fobsba^n, .ric. 4istoria del siglo veinte, @ondres, Routledge,
!!5> tambin, ')arp, Alan. Te >ersailles #ettle!ent: "eace!a?ing in "aris, /0/0, =e^ PorO,
't. 8artinVs -ress, !!.
45
Arlt, Roberto. $Cmo se lo comieron a Drlando&, Dp. Cit.. .l te+to completo de la discusin
sobre el corredor polaco entre Leorge y Clemenceau diceI $@os dos fora(idos se reunieron,
como de( contado, en la casa de Clemenceau. G...H -erfectamente. :olvamos a nuestra )istoria,
6ue 6ued anclada en la biblioteca.
?elicit @loyd Leorge a su compinc)e por la )ermosa tierra 6ue ten*a. @uego sentse (unto a
una entrante de la ondulada mesa, y clavando sus o(illos celestes de bo+eador venta(ero en la
c*nica fac)a del otro vie(o di(o a boca de (arroI
SYNu )acemos con -oloniaZ
!5
<e esta manera, las notas de Arlt en $9iempos -resentes& y $Al margen del
cable& no slo parten de las noticias internacionales y los cables de noticias y enfrentan
la enunciacin period*stica al desplegar otras formas de referencialidad, y cuestionar,
as*, algunos de los modos de la certeza y la verdad de la prensa> tambin construyen
te+tos 6ue se acercan, en sus temas, gneros y tpicos a la literatura de Arlt del
momento. -or6ue en estas notas, las narraciones de aventuras, los te+tos de espiona(e y
las ficciones del mundo de la criminalidad se reparten el inters arltiano con breves
piezas de teatro. Relatos marginales, circunstanciales, fortuitos, en algunos casos> en
otros, la ficcionalizacin o la puesta en trminos dramticos de los grandes sucesos de la
pol*tica internacional, permiten una lectura del presente donde el )orror de la guerra se
revela en su elocuencia y se e+pone de modo evidente, monstruoso y brutal. -eriodista
escritor, literato cronista, estas notas manifiestan dos zonas de la produccin de Arlt
cuyo entramado se entrete(e con los mismos gneros, rasgos y procedimientos en los
a%os finales de la dcada del treinta y los primeros cuarenta.
Clemenceau carraspe, escupi a la c)imenea, y se 6ued mirando al otro, 6ue continuI
S8i gobierno cree 6ue vamos a tener dificultades futuras si desposeemos a los alemanes de su
ruta terrestre )asta -rusia del .ste.
Clemenceau de( vagar una sonrisa burlesca por su fac)a de buen vividor, y di(oI
SY<e manera 6ue para 2nglaterra son importantes el milln y medio de alemanes 6ue viven en
la -rusia del .steZ
.l otro contestI
S'*, lo son.
S-ues no olvide, el se%or ministro, 6ue ms importante es para los 3; millones de polacos 6ue
viven en -olonia tener libre acceso al mar 0ltico, 6ue para un milln y medio de alemanes de
la -rusia del .ste, tener una continuidad territorial al territorio nacional alemn.
SYP las e+plotaciones de madera de los alemanesZ
'i @loyd Leorge era brutal, Clemenceau no lo era menos. .stall furibundoI
SAl diablo las e+plotaciones de madera. @os alemanes de la -rusia del .ste transportarn su
madera por el mar. Y-ara 6u 'atans necesitan el corredorZ .l corredor pertenece a -olonia, y,
adems, los alemanes no podrn construir ningn TcorredorV a travs del TcorredorV polaco.
@loyd Leorge sac, lentamente, la pipa del bolsillo de su sacoI mir, sonriendo
cac)azudamente a Clemenceau, y comenz a cargarla de tabaco. Fab*a perdido la partida, 6ue
la 2nglaterra del a%o !3! defender*a como si la )ubiera ganado&. Arlt, Roberto. $Cmo se lo
comieron a Drlando&, Dp. Cit.
!C
!7
!4
5
Historias infames y ficciones criminales
Desde fines del siglo XIX hasta los aos treinta puede decirse que en la
Argentina la cuestin de la criminalidad aparece en diferentes discursos como tema
(literario, ensaystico, periodstico, de conocimiento cientfico y legal) y como
problema A las teoras de la ciencia y a las pr!cticas "urdicas que, con fuerte impronta
y hegemona positi#ista, tratan de e$plicar y controlar el sentimiento de inseguridad
pro#ocado por la inmigracin y el #ertiginoso aumento de la poblacin,
%
se suma el
&$ito de las historias de bandidos y las crnicas policiales de los diarios 'omo anali(a
)ila 'aimari, el fin de siglo *es el momento de florecimiento de un periodismo del
crimen cuyos rasgos #enan perfil!ndose desde haca al menos dos d&cadas+ ,s m!s, en
los aos #einte, cuando se inicia la *era de la prensa popular urbana+, las
potencialidades del periodismo sensacionalista alcan(aron su m!$ima reali(acin ,n
este sentido, *el diario que emblemati(a esa era es 'rtica+
-
, una publicacin de fuerte
tono amarillista y popular, que *hi(o del crimen y del delito uno de los e"es centrales en
la construccin de un nue#o modelo de crnica periodstica+
.
/ambi&n desde la prensa,
diferentes escritores y periodistas inscriben distintas representaciones del delincuente en
%
0ensamos, entre otros e"emplos que pueden mencionarse, en libros de 1os& Ingenieros como
Criminologa, La simulacin de la locura, La simulacin en la lucha por la vida; tambi&n, La
neurosis de los hombres clebres, Las multitudes argentinas, La locura en la historia y Los
simuladores de talento de 1os& 2ara 3amos 2e"a, y te$tos como Locura y crimen de
Ale"andro 4orn
-
5&ase6 'aimari, )ila *0asiones puniti#as y denuncias "usticieras )a prensa y el castigo del
delito en 7uenos Aires (%89:;%9%:), ponencia presentada en el <imposio *'onstrucciones
impresas Diarios, peridicos y re#istas en la formacin de los ,stados nacionales en Am&rica
)atina y ,stados =nidos (%8-:;%9-:)+, organi(ado por la =ni#ersidad de <an Andr&s, el %> y
%? de mayo de -::-, p -@ y, de la misma autora6 Apenas un delincuente. Crimen, castigo y
cultura en la Argentina, 188!1"##, 7uenos Aires, <iglo XXI editores, -::A, p %99 <obre el
diario Crtica y la presencia del delito en sus p!ginas, #&ase, <atta, <yl#ia *0or el mundo del
crimen+, en $egueros de tinta. %l diario 'rtica en la dcada de 1"&, 7uenos Aires, ,ditorial
<udamericana, %998, pp %89;-:9
%9?
la sociedad, como por e"emplo, los te$tos de Bray 2ocho (pseudnimo de 1os& <
Cl#are(), antecedentes, en muchos sentidos, de las aguafuertes de Arlt ,n este marco,
las respuestas al problema de la delincuencia difieren y tambi&n las estrategias
discursi#as y literarias que ensayan los diferentes actores de ese proceso
,l mundo del delito es propio a la literatura de 3oberto Arlt desde los comien(os
de su produccin /iene un precedente en el traba"o que Arlt reali(a durante %9-? como
cronista de la p!gina de policiales de Crtica <e trataba, como Arlt afirmar! despu&s de
un tiempo, de redactar para una seccin de policiales *la nota carnicera y truculenta+6
*'rimen, fractura, robo, asalto, #iolacin, #engan(a, incendio, estafa y hurto que se
cometa, y all estaba yo Incluso estaba obligado a hacer un drama de un simple e
inocuo choque de colecti#os DA lo que obliga a uno la necesidad del pucheroE+
A
Desde
%9-8, con su ingreso al diario %l 'undo, toda una (ona de las aguafuertes porteas se
concentra en torno a algunas de las conductas sociales ligadas a la delincuencia urbana
en 7uenos Aires6 estafadores, *coimeros+, *pungistas+, facinerosos, son tipos
identificables que recorren los te$tos
F
,n esta oportunidad, es a partir de una
e$ploracin y deri#acin del cuadro de costumbres como g&nero que las crnicas
bosque"an el mapa ciudadano y social y efectGan, al mismo tiempo, una crtica de esa
misma sociedad que se disea Binalmente, debe mencionarse que tambi&n en las
no#elas, y ya desde %l (uguete rabioso, la primera de ellas, se manifiesta, como se sabe,
una tendencia similar hacia la representacin del mundo del delito, de la criminalidad y
la marginalidad@ sus persona"es, asimismo, (,rdosain, Astier, el Astrlogo, el 3ufi!n
2elanclico, Haffner), indi#iduos *e$c&ntricos+, locos, re#olucionarios, fascistas,
conspiradores, farsantes, torturados, traidores, asesinos, delirantes, in#entores, est!n en
muchas oportunidades al margen de la sociedad, contra la sociedad y en los lmites
borrosos de una ley que los cuestiona y, frecuentemente, ellos mismos buscan
cuestionar A esto se debe, en ciertos casos, la potencia de la literatura de Arlt, una
literatura del delito
>
.
<atta, <yl#ia *)os traba"os y los das+, en %l escritor en el bos)ue de ladrillos. *na biogra+a
de $oberto Arlt, 7uenos Aires, <udamericana, -:::, p F.
A
Arlt, 3oberto *2ana fotogr!fica+, en %l 'undo, -F de agosto de %9.: 3eeditado en6 Arlt,
3oberto Agua+uertes porte,as- cultura y poltica, 7uenos Aires, )osada, %99-, pp 9A;98
F
=na serie de notas muy significati#as al respecto son las recopiladas en6 Arlt, 3oberto
.ratado de la delincuencia. Agua+uertes inditas. 3ecopilacin y prlogo de <yl#ia <atta,
7uenos Aires, 7iblioteca 0!ginaI%-, %99>
%98
,ste captulo describe una serie de pasa"es en su prosa (periodstica y ficcional)
en torno a la delincuencia ya que, si bien el mundo del delito ha sido una constante de la
ficcin de Arlt, en los aos treinta se reformulan sus modos de representacin en las
notas de */iempos 0resentes+ y *Al margen del cable+ y en los relatos policiales y de
espiona"e que aparecen hacia el final de su produccin Jo se trata, ciertamente, de
te$tos cuya presencia, como los cuentos fant!sticos, resuena en abierta di#ergencia con
su literatura anterior a %9.-, pero s de nue#os rasgos y modalidades que en el perodo
que nos ocupa introducen una forma in&dita en el tratamiento de esos temas y
materiales
,n efecto, dentro del e$tenso corpus de las crnicas *Al margen del cable+, en
ese subgrupo que constituye las notas ligadas al policial, al espiona"e y a la criminalidad
al que nos referimos someramente en el captulo anterior, interesa refle$ionar sobre las
que podran considerarse en muchos sentidos historias infames@ es decir, crnicas
narrati#as sobre delincuentes singulares, persona"es del delito, que curiosamente se
acercan a las biografas de la /istoria universal de la in+amia de 7orges
?
,n las
re#istas %l /ogar y 'undo Argentino, en cambio, Arlt publica cuentos de criminales y
de espas, m!s cercanos al policial y a la literatura de espiona"e desde el punto de #ista
de los modos de narrar y de los rasgos gen&ricos, in&ditos en su produccin anterior, que
>
5&anse, para la cuestin de la e$centricidad en Arlt6 <arlo, 7eatri( *3oberto Arlt, e$c&ntrico+
)iminar de Arlt, 3oberto Los siete locos!Los lan0allamas, edicin crtica coordinada por 2ario
Koloboff, 2&$ico, B',, 'oleccin Archi#os, -::: <obre el fascismo en la obra de Arlt6
Amcola, 1os& Astrologa y +ascismo en la obra de Arlt, 7uenos Aires, Leimar ediciones, %98A
/ambi&n puede consultarse el traba"o de ,lsa Drucaroff, quien considera que algunos te$tos de
Arlt sostienen el orden de clases y el orden de g&nero impuesto por la sociedad6 Drucaroff, ,lsa
Arlt, pro+eta del miedo, 7uenos Aires, 'at!logos, %998 0ara otros de estos aspectos en las
no#elas de Arlt6 2asotta, Mscar 1e2o y traicin en $oberto Arlt, 7uenos Aires, 'orregidor,
%998@ Kuerrero, Diana Arlt. %l habitante solitario, 7uenos Aires, 'at!logos ,ditora, %98>@
Aira, '&sar *Arlt+, en 3arado2a. Literatura45iloso+a, nN ?, 3osario, 7eatri( 5iterbo ,ditora,
%99.@ y, finalmente, las apreciaciones de 1osefina )udmer en su libro %l cuerpo del delito. *n
manual, 7uenos Aires, )ibros 0erfil, %999
?
,s bien sabido que los cuentos que integran /istoria universal de la in+amia se editan
primero en la $evista 'ulticolor de los 16bados, el suplemento cultural del diario Crtica
que dirigan 7orges y =lyses 0etit de 2urat y que, con ciertas diferencias, aparecen en
libro en %9.F, en la coleccin 2eg!fono (una coleccin de biografas), de la popularsima
editorial /or, un sello cuyo desprestigio se basaba en la mala calidad de sus ediciones ,n
%9FA, con moti#o de sus obras completas, 7orges publica nue#amente el libro con algunas
#ariantes <obre el pasa"e y le reelaboracin de estos te$tos de un *soporte a otro+, #&ase el
cuidadoso estudio de AnnicO )ouis6 )ouis, AnnicO 7orge Luis 8orges- oeuvre et
manoeuvre, 0aris, )Pharmattan, %99?5&ase, asimismo, la edicin en 'D de esta re#ista6
Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados. 1"99!1"9:, ,dicin a cargo de Jicol!s Helft,
7uenos Aires, Bondo Jacional de las Artes, %999
%99
ponen en "uego nue#as formas del relato
8
,n el captulo se indaga, entonces, este
despla(amiento en el Arlt de los treinta, sus diferencias con los te$tos pre#ios y los
modos de representacin del crimen y la delincuencia en la &poca
1. Historias infames
Leedme con atencin. ;oy a narrar una sabrosa historia
9
3oberto Arlt
<i un rasgo diferencia ya desde la primera lectura las *aguafuertes de la
delincuencia+ y algunas de las crnicas de */iempos presentes+ y *Al margen del
cable+ #inculadas con el crimen y con la infamia, es que en el internacionalismo de
estas Gltimas no aparecen, como en las notas sobre 7uenos Aires, tipos urbanos y
sociales identificables definidos desde una crtica irnica, incisi#a, desenfadada y
morda( ,s el *costumbrismo crtico+ de las crnicas porteas,
%:
el que se des#anece en
estos nue#os artculos arltianos@ una clase de te$tos en los que los tipos descriptos del
submundo del delito en la ciudad incitaban, adem!s, una lectura cuestionadora de la
sociedad en general
%%
'iertamente, a diferencia de las aguafuertes, toda una (ona de las
notas de */iempos 0resentes+ y *Al margen del cable+, se e$playa en *historias
sabrosas+ en torno al delito que se construyen a partir del cable de noticias@ la materia a
narrar por la crnica resulta, entonces, un asunto inesperado y sorprendente sobre el
mundo del crimen que se des#incula, ya que el referente de"a de ser 7uenos Aires, del
8
Algunos de estos cuentos fueron recopilados en %99A en el libro titulado con el nombre de uno
de los relatos6 %l crimen casi per+ecto, donde se recogen te$tos que #an desde %9.? a %9A:
Arlt, 3oberto %l crimen casi per+ecto, ,dicin de Mmar 7orr&, 7uenos Aires, 'larn;Aguilar,
%99A
9
Arlt, 3oberto *7atallita na#al por un cabaret florante+, en %l 'undo, -8 de septiembre de
%9.9 Al margen del cable
%:
5&ase, a este respecto6 5arela, Babina, In&s *Agua+uertes porte,as- /radicin y traicin de un
g&nero+, en $evista de Literaturas 'odernas, =ni#ersidad Jacional de 'uyo, Bacultad de
Bilosofa y )etras, nN .-, 2endo(a, -::-
%%
'omo sostiene <yl#ia <atta, esa lectura que cuestiona a la sociedad en su con"unto en muchos
casos tiende a desdibu"ar el lmite (l!bil para Arlt) que separa a los *pilletes+ y *malandras+ de
las *personas honradas+ 5&ase6 <atta, <yl#ia *0rlogo+, en Arlt, 3oberto %scuela de la
delincuencia, <eleccin y prlogo de <yl#ia <atta, 2onte#ideo, ,diciones de la 7anda
Mriental, pp ?;%:
-::
localismo de la crtica social Qque no tiene sentido cuando las an&cdotas trascurren en
otros escenariosQ, y cuyo ancla"e temporal es, en muchos casos, slo el punto de
partida de la e$pansin ficcional <on historias de impostores, asesinos profesionales,
contrabandistas, estafadores, traidores, conspiradores que se cuentan con algGn
sensacionalismo y sin truculencia@ casos;relatos donde el hecho delicti#o, *llamati#o o
curioso+ y, muchas #eces, anecdtico y circunstancial les da car!cter de pertenencia (en
la perspecti#a que asume el cronista) para ser historias a contar
,l parentesco con /istoria universal de la in+amia es claro 0or una parte,
porque como 7orges, Arlt escribe un tipo de te$tos cercano al +ait divers, y 7orges
tambi&n ro(a, aunque e$cede el +ait divers desmont!ndolo y despleg!ndolo hacia la
historia
%-
(una historia peculiar la que se propone, por cierto, de hombres infames, y de
ah su ruptura, que lo distancia sobremanera en este punto de Arlt) ,s claro, asimismo,
el parentesco tem!tico6 simuladores e impostores, traidores, gangsters norteamericanos
y orientales, asesinos a sangre fra, los infames recorren los te$tos de Arlt, y sus
crnicas tambi&n internacionales o uni#ersales (en Arlt porque muchos de sus asuntos
despuntan del conflicto b&lico mundial) aparecen, reiteradamente, cercanas a la
biografa6 se trata de sucintas y caricaturescas biografas narradas, una #ida en pocos
tra(os
De todas maneras cabe aclarar que la biografa y, especialmente, la biografa y
los escritos histrico ficcionales o de curiosidades sobre criminales, parece ser un tipo
de te$to de cierto inter&s en la &poca
%.
As puede #erse, por e"emplo, en un recorrido
por la $evista 'ulticolor de los 16bados, el suplemento cultural del diario Crtica;
aunque, claro est!, esto tambi&n puede ser atribuible a las inclinaciones y gustos
personales de 1orge )uis 7orges, uno de los directores de la publicacin ,n sus p!ginas
no slo se encuentran las biografas de las ;idas imaginarias de 2arcel <choRb, que el
%-
'omo anali(a AnnicO )ouis, los te$tos de /istoria *niversal de la in+amia, publicados en
Crtica ro(an, aunque e$ceden, el +ait divers 5&ase6 )ouis, AnnicO 7orge Luis 8orges- oeuvre
et manoeuvre, Mp 'it 0uede consultarse, tambi&n6 <arlo, 7eatri( 8orges, un escritor en las
orillas, 7uenos Aires, Ariel, %99.6 y, de la misma autora, *7orges6 crtica y teora cultural+ y
*)a literatura de crmenes+, en %scritos sobre literatura argentina, 7uenos Aires, <iglo XXI
editores, -::?
%.
'omo sostiene )ila 'aimari, ya desde fines del siglo XIX es frecuente la aparicin en el
periodismo argentino del *caso c&lebre+, g&nero de larga tradicin en Brancia que opera en ese
entonces como difusor de maneras modernas de representar al criminal 5&ase6 'aimari, )ila
*2alhechores ocultos y perseguidores modernos+ (%88:;%9%:), en Apenas un delincuente, Mp
'it
-:%
propio 7orges y la crtica acusaron como fuente de sus relatos infames,
%A
sino que esta
especie gen&rica tambi&n es muy recurrente en los artculos, cuentos y dem!s
inter#enciones aparecidos all Historias de criminales, g!ngsters norteamericanos,
asesinos, delitos e$cepcionales y temas sorprendentes, muchos relatos de este tipo se
inscriben en los distintos nGmeros en t&rminos de biografas narradas y, en reiteradas
oportunidades, con un tono seme"ante al de los cuentos de 7orges ,s el caso de algunos
te$tos donde se cru(a la ficcin y la historia, como en *3ebelin de los leprosos+ de
=lyses 0etit de 2urat, (centrado en el clima de conspiracin y #andalismo de 7aOG,
pre#io al comunismo), un escrito annimo sobre *=n auto de fe+, y, entre otros, por
e"emplo, *,spas en la 3oma imperial+, de 1os& /untar, ficcin que enfoca el Imperio
3omano desde la delacin y el espiona"e
%F
/ambi&n es el caso de aquellos que se
detienen en persona"es del delito internacional o local (pero sobre todo internacional),
que se destacan por alguna particularidad infrecuente (bandidos, contrabandistas,
asesinos, impostores),
%>
narraciones biogr!ficas entre las que pueden mencionarse las
*A#enturas de 2organ el #ie"o+ de 3aGl Kon(!le( /un, *<iete generaciones de
canallas+ y *Buga de dos gra#es sotanas+, de 'arlos 0&re( 3ui(@ *,l 7orbn a#enturero+
de H&ctor Delcobre, *JJ ,l artillero+, de 2iche 1acoby y algunos te$tos que,
f!cilmente asimilables a los gustos impulsados por el diario Crtica, aparecen
atra#esados por un fuerte tono sensacionalista, como el referido *al criminal m!s
famoso de los Gltimos cincuenta aos+, 1acO el destripador, y el dedicado a *7aOer, el
ambicioso de la silla el&ctrica+, entre otros que pueden destacarse
%?
%A
)os te$tos de 2arcel <choRb que se publican en la $evista 'ulticolor de los 16bados son los
siguientes6 *)os <eores 7urOe y Hare (Asesinos)+ (nN A, - de septiembre de %9.., p %), *,l
capit!n 4id+ (nN %-, -8 de octubre de %9.., p F), *)a muerta que escuch la que"a de la
hermana enamorada+ (nN -%, .: de diciembre de %9.., p ?), *,l incendiario+ (nN -F, -? de
enero de %9.A, p 8) y *0etronio no se abri las #enas+ (nN .., -A de mar(o de %9.A, p ?) 0ara
un an!lisis de las operaciones que en la introduccin de estos te$tos se reali(an en la $evista
'ulticolor de los 16bados, 5&ase6 )ouis, AnnicO *)a destruction dPun recueil+, en 7orge Luis
8orges- oeuvre et manoeuvres, Mp 'it, pp %.%;%A:
%F
5&ase6 0etit de 2urat, =lyses *3ebelin de los leprosos+, en Crtica. $evista 'ulticolor de
los 16bados, nN %, %- de agosto de %9.., p -@ Annimo *=n auto de fe+, en Crtica. $evista
'ulticolor de los 16bados, nN 8, .: de septiembre de %9.., p -@ y /untar, 1os& *,spas en la
3oma imperial+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN %F, %8 de no#iembre de
%9.., p .
%>
7aOer, *el ambicioso de la silla el&ctrica+, se destaca, por e"emplo, por participar de un
*puesto de honor en el templo del crimen+@ #&ase6 )arsen, )uis L *7aOer, el ambicioso de la
silla el&ctrica+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN %A, %% de no#iembre de %9..,
p %
-:-
5ol#iendo a Arlt, ya desde las primeras notas de la seccin */iempos
0resentes+, y en coincidencia con los te$tos de 7orges de su *historia uni#ersal+, puede
leerse cierto inter&s en las singularidades y en la *capacidad de in#enti#a+ en torno al
delito <e trata de *,l chanta"e en los restaurantes norteamericanos+ y *'a(adores de
ambulancias+, dos artculos #inculados con el crimen en ,stados =nidos, un tema al que
las crnicas #uel#en una y otra #e( ,n efecto, Arlt escribe sobre Al 'apone, su captura,
su liberacin, sobre el fiscal /homas DeRey, el *Cngel 7ueno+, y sobre las distintas
bandas de criminales de Jue#a SorO y sus cabecillas, muchos #inculados, en mayor o
menor medida, con los *asuntos+ de 'apone6 2ster 1ames 1 Hines, /ony <tralla,
Arthur Blegenheimer *Diamond+, en *pequeo Augie+, Dutch <chult( y )ouis
7ouchalter, entre otros
%8
/oda esta serie de te$tos, que recuerda, en algunos casos, y
tiene un #nculo tem!tico con *,l pro#eedor de iniquidades 2onO ,astman+, el relato
borgeano sobre *las pandillas de Jue#a SorO+,
%9
se inicia con *,l chanta"e en los
%?
)as notas en cuestin son6 Kn(!le( /un, 3aGl *A#enturas de 2organ el #ie"o+, en
Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN %, %- de agosto de %9.., p -@ 0&re( 3ui(,
'arlos *<iete generaciones de canallas+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN -, %9
de agosto de %9.., p -@ 0&re( 3ui(, 'arlos *Buga de dos gra#es sotanas+, en Crtica. $evista
'ulticolor de los 16bados, nN ., -> de agosto de %9.., p -@ Delcobre, H&ctor *,l 7orbn
a#enturero+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN 8, .: de septiembre de %9.., p
>@ 1acoby, 2iche *JJ ,l artillero+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN FF, -.
de agosto de %9.A, p A@ 0reston, 1uan 7 *1acO el destripador+, en Crtica. $evista 'ulticolor
de los 16bados, nN %%, -% de octubre de %9.., p 8@ y )arsen, )uis L *7aOer, el ambicioso de la
silla el&ctrica+, Mp 'it 'abe destacar que en la $evista 'ulticolor de los 16bados, tambi&n
aparecen biografas de escritores, de directores de cine y de #ariados persona"es no #inculados a
la infamia 0ueden mencionarse, entre otros e"emplos6 *1acO Dempsey ntimo+ de 1im /ully (nN
F, 9 de septiembre de %9.., p 8) y los te$tos de =lyses 0etit de 2urat *,l fro delirio de
)autreamont+ (nN ?, -. de septiembre de %9.., p F), *)a muerte de 0oe+ (nN %-, -8 de octubre
de %9.., p .), *)a muerte de 0roust+ (nN %8, 9 de diciembre de %9.., p 8) y *)a muerte de
7audelaire+ (nN -A, -: de enero de %9.A, p -) 0ara un estudio sobre la re#ista #&ase6 <atta,
<yl#ia *3ecorrido+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, ,dicin completa con 'D;
3om, Mp 'it
%8
)as crnicas a las que nos referimos son6 *Del imperio del crimen+ (en %l 'undo, -: de
no#iembre de %9.?. Al margen del cable), *,st! loco o se hace el loco Al 'apone+ (en %l
'undo, %- de febrero de %9.8 Al margen del cable), *)os defendidos de 2ister 'larence+ (en
%l 'undo, %? de mar(o de %9.8 Al margen del cable), *A que no se le escapa+ (en %l 'undo, A
de septiembre de %9.8 Al margen del cable), *TUu& #as a hacer ahora, Al 'aponeV+, (en %l
'undo, .% de mar(o de %9.9 Al margen del cable 3eeditada en6 Arlt, 3oberto Al margen del
cable. Crnicas publicadas en %l <acional, '2ico, 1"9=, 1":1, 3ecopilacin, introduccin y
notas de 3ose 'orral, 7uenos Aires, )osada, -::%, pp %A?;%F:), *7atallita na#al por un cabaret
flotante+ (Mp 'it), *TDnde comprar! los tomates )ouis 7ouchalterV+ (en %l 'undo, %. de
octubre de %9.9 Al margen del cable), *3eunin familiar en casa de Al 'apone+ (en %l 'undo,
%? de no#iembre de %9.9 Al margen del cable) 5ol#eremos sobre algunas de estas notas
%9
7orges, 1orge )uis *,l pro#eedor de iniquidades 2onO ,astman+, en /istoria universal de la
in+amia, 7uenos Aires, ,mec&, %9FA
-:.
restaurantes norteamericanos+
-:
Aunque cabe aclarar que, si bien hay un parentesco
tem!tico en el inter&s de 7orges y Arlt por el crimen norteamericano (y en el gusto por
las biografas infames, como decamos antes), la cronologa en los dos autores es
diferente 2ientras que en 7orges se retrotrae al pasado, y de all la historia se
construye, en Arlt tiene que #er con el registro del presente /ampoco al narrador
borgeano lo entusiasma Al 'apone, como puede leerse en *,l atro( redentor )a(arus
2orell+, cuando lo opone a su e$cepcional persona"e6 *Al 'apone y 7ugs 2oran operan
con ilustres capitales y con ametralladoras ser#iles en una gran ciudad, pero su negocio
es #ulgar <e disputan un monopolio, eso es todoW+
-%
,n *,l chanta"e a los restaurantes norteamericanos+, entonces, la primera de las
dos crnicas que interesa considerar aqu, Arlt se propone describir la *redonda
perfeccin+ *geom&trica+ que alcan(a *la industria del crimen y deri#ados+ en *el
territorio de la =nin+ ,l artculo, que pone el &nfasis en el cuidado y la *originalidad+
del procedimiento y la *in#encin+ delicti#a, relata, luego, en un arco temporal que #a
desde %9-9 (cuando ese acto fue cometido por primera #e( por un *caballero de
honorable aspecto+) hasta %9.? (el presente de Arlt), los modos en que opera la estafa
de los *claims racOet+@ es decir, los estafadores de los restaurantes, esa *fauna
ro(agante+ que para recibir una compensacin econmica, in#enta, en *originalXesY
formas de acti#idad criminal+ haber descubierto *en las sopas, en las tortas, en los
guisos, en las cremas y en las #erduras de los restaurantes toda clase de ob"etos
e$traos6 tachuelas, peda(os de #idrio, tro(os de cuero, ratones y cucarachas+ Algo
similar aparece en *'a(adores de ambulancias+6
Das pasados, o"eando el *,squire+, correspondiente al mes de mar(o
de %9.? XWY encontr& una caricatura genial ,sta caricatura representa
una c!fila de bribona(os cuarentones de caras de blisteca, el
sempiterno cigarro colgando del #&rtice de los labios y la galera
requintada sobre la frente XWY /odos yacen apretu"ados y orondos en
el interior de una ambulancia XWY
He aqu frente a una banda de *ambulante chasers+, es decir, de
ca(adores de ambulancias, ttulo tan e$trao y nue#o, que me impuls
a estudiar el asunto y tratar de reducirlo a una especie de artculo en el
-:
Arlt, 3oberto *,l chantage en los restaurantes norteamericanos+, en %l 'undo, %F de mar(o
de %9.? /iempos 0resentes
-%
7orges, 1orge )uis *,l atro( redentor )a(arus 2orell+, Mp 'it
-:A
cual historiar uno de los m!s recientes aspectos de la criminalidad
"udicial de los ,stados =nidos
--
0caros que orondos yacen en la ambulancia, tema sorprendente a *estudiar+ e
*historiar+, este artculo, como el anterior sobre los restaurantes, se refiere a una estafa
inusual que es materia y tema para la crnica;narracin de Arlt@ en este caso, el engao
que grupos de abogados *a la ca(a+ de accidentes en la calle infligen a las compaas
aseguradoras por daos ine$istentes De esta manera, los dos te$tos ponen el acento en
el procedimiento delicti#o y su originalidad6 es la capacidad de in#enti#a y la
*perfeccin geom&trica+ de la acti#idad criminal lo que seduce a un cronista bastante
complaciente con la picarda y la suspicacia de los estafadores retratados 'abe destacar,
asimismo, que la eleccin arltiana de la curiosidad en torno al delito, como tema o
asunto de una historia sabrosa a contar, se acerca de alguna manera al gesto de 7orges
en *,l espantoso 3edentor )!(arus 2orell+ y en sus otros te$tos infames 0orque, como
sostiene el narrador en el relato borgeano, lo que #uel#e al *espantoso 3edentor+ digno
de figurar en una historia uni#ersal es su m&todo singular, su inteligencia del delito6
*)os caballos robados en un ,stado y #endidos en otro fueron apenas una digresin en
la carrera delincuente de 2orell, pero prefiguraron el m&todo que ahora le aseguraba su
buen lugar en una Historia =ni#ersal de la infamia ,ste m&todo es Gnico+
-.
,n este
sentido, AnnicO )ouis sostiene, a propsito de los cuentos de 7orges6 *Il ne sPagit pas d
Pune re#endication morale ou esth&tique du crimen, son int&rZt porte sur ce qui est
susceptible de de#enir po&tique, ou plut[t, ce qui peut de#enir su"et de r&cit+
-A
,sto
Gltimo que )ouis encuentra en los cuentos de 7orges, es decir, el inter&s en lo que puede
#ol#erse tema de un relato, es pertinente, asimismo, para el caso de Arlt
'iertamente, y adem!s, Arlt promete, como #eamos en el epgrafe, *historias
sabrosas+ ,n *7atallita na#al por un cabaret flotante+,
-F
un cronista e$hortati#o
Q*)eedme con atencin+Q interpela a su lector, con un uso curioso del #osotros que
ya no utili(aba en sus aguafuertes porteas,
->
e instala en las primeras lneas la
--
Arlt, 3oberto *'a(adores de ambulancias+, en %l 'undo, %8 de mar(o de %9.? /iempos
0resentes
-.
7orges, 1orge )uis *,l atro( redentos )!(arus 2orell+, Mp 'it, p -.
-A
)ouis, AnnicO 7orge Luis 8orges- oeuvre et manoeuvre, Mp 'it, p A8
-F
Arlt, 3oberto *7atallita na#al por un cabaret flotante+, Mp 'it
->
,n este uso del #osotros, como en la reutili(acin del modernismo en la literatura de Arlt en
los treinta, su po&tica parece #ol#er hacia atr!s o retroceder en relacin con lo que el propio Arlt
-:F
e$pectati#a de un relato que promete deleitar6 *5oy a narrar una sabrosa historia+
Inmediatamente, el te$to se refiere a /ony 'ordero <tralla, *flor del hampa
neoyorquina+@ de modo que lo sabroso de la historia a narrar, se resuel#e en la biografa
y el relato sobre este #illano singular6 e$ contrabandista de alcohol, "ugador profesional,
prohombre de la escuela de 'apone+, que *se cri poco menos que en un muladar y
entre tachos de basura transcurri su tierna infancia+ (seme"ante al 7illy de 4id
borgeano) ,l su"eto, refugiado ahora (en el presente de la crnica) en las *doradas
arenas de <anta 2nica+, ha instalado en el mar un cabaret flotante y recha(a de modos
inusitados *los asaltos+ de la inter#encin de la autoridad "udicial (*pio"osa pandilla de
piratas+, segGn <tralla) que lo mue#e a retirarse de all y *ha sitiado+ su buque ,ste es
el ancla"e del te$to en la noticia que Arlt reescribe a partir de una nota leda en Li+e, y la
escena cmico;picaresca (y *sabrosa+) que el cronista presenta como una *batallita
na#al+, lo es por la inadecuacin entre la situacin referida y la perspecti#a de la
enunciacin que la equipara (humorsticamente) a una accin b&lica
<i una historia resulta sabrosa es *)a #ida e$traa de )ilian 5alerie <mith que
simulaba ser un coronel brit!nico+
-?
<e trata de una de las primeras biografas que
aparecen en la columna de */iempos 0resentes+ y una de las m!s significati#as en
relacin con las historias infames@ es la #ida de una impostora ,l te$to se remonta a un
pasado cercano y comien(a con la descripcin de una foto del coronel )eslie 7ligh
7arOer en medio de la alta sociedad6 un *gentleman+ que luce en su tra"e *las
condecoraciones de dos rdenes del imperio brit!nico+ y que participa en la cacera del
(orro *Jadie sospechaba \agrega el cronista; que el coronel 7arOer no es coronel y
tampoco hombre+ )uego de la trascripcin narrati#a de la imagen fotogr!fica, referida
como #ista (*So he #isto una foto del coronel+), Gnica descripcin, indirecta y
metonmica, del persona"e,
-8
la nota se centra casi e$clusi#amente en el relato de las
sucesi#as escenas de la impostura y slo al final aparece una referencia del te$to al
presente del cronista6 el coronel ha sido nue#amente encarcelado De este modo el
artculo construye, como el anterior sobre /ony 'ordero <tralla, una presentacin
ya haba hecho como cronista y narrador
-?
Arlt, 3oberto *)a #ida e$traa de )ilian 5alerie <mith que simulaba ser un coronel
brit!nico+, en %l 'undo, -9 de mar(o de %9.? /iempos 0resentes
-8
<on palabras de <il#ia 2olloy quien sostiene que en las historias infames de 7orges la
descripcin de los persona"es es *indirecta y metonmica+ y que por eso sus h&roes siempre son
m!scaras de s mismos 5&ase6 2olloy, <yl#ia Las letras de 8orges y otros ensayos, 3osario,
7eatri( 5iterbo ,ditora, -:::, p .A
-:>
e$terna del persona"e que desconoce y de"a de lado la psicologa@ importan, sobre todo,
los distintos momentos de la simulacin de 7arOer o de <mith ,s la historia de una #ida
aglutinada en pocos rasgos y en circunstancias similares que se repiten en el tiempo
Asimismo, le"os de cualquier crtica social, y muy le"os, por cierto, de alguna
representacin realista, cmo las primeras aguafuertes de Arlt, este te$to, de impacto
sensacionalista, pareciera construirse en torno al inter&s por relatar una historia que
sedu(ca *'urioso destino el suyo y repetido+ refiere el cronista hacia el final del
artculo, a propsito del coronel 7arOer o )eslie <mith, y, para e$plicar tal repeticin, su
relato se despla(a, reescribe e intercala una narracin (otra biografa bre#e) sobre una
nue#a mu"er, tambi&n simuladora6 se trata en esta ocasin del persona"e *que la historia
conoce ba"o el nombre de ],l alf&re( Doa 'atalina de ,rausoP+ S si bien su #ida es,
segGn Arlt, *m!s rica en episodios de bra#ura+, la crnica equipara y ni#ela en la
impostura y en la simulacin, los dos casos6 la an&cdota *e$traa+ y *curiosa+ de la
<mith y las a#enturas le"anas en el tiempo de un alf&re(;mu"er que #i#i por el %>::
-9
Mtro persona"e que el cronista presenta como un impostor se encuentra en una
historia situada en Mriente, un espacio pri#ilegiado por Arlt para la aparicin de
conspiradores, espas,
.:
traidores
.%
y simuladores, como lo muestra su recurrencia en las
crnicas *Al margen del cable+ <e trata del su"eto *de conducta inquietante+ que se
piensa *ascender! al trono+ como el nue#o Dalai;)ama de /ibet, *el peligrossimo
a#enturero hGngaro Ignacio /imoteo /rebistch )incoln (el )incoln es agregado+) \dice
-9
'abe destacar que /homas De Uuincey escribi una #ersin de la #ida de la llamada *2on"a
Alf&re( 'atalina de ,rauso+ (%F9-;%>F:) de quien se publican sus memorias en 0ars mucho
tiempo despu&s de su muerte, en %8-9
.:
5&ase, a este respecto, entre otros te$tos6 Arlt, 3oberto *5idas no#elescas de a#entureros
"aponeses+, en %l 'undo, %A de enero de %9.9 Al margen del cable 3eeditada en6 Arlt,
3oberto Al margen del cable, Mp 'it, pp %.>;%.8
.%
5&ase6 Arlt, 3oberto *,l enemigo nGmero uno de 'hiang;4ai <heO+, en %l 'undo, %> de
mayo de %9.9 Al margen del cable ,n este caso Arlt apela a la ficcin biogr!fica para hacer
patente algunos aspectos de la situacin internacional6 la traicin de unos a otros (*traicin y
contratraicin+), las intrigas, secretas, las luchas de poder, el enfrentamiento entre Lang
'hing^;Lei y 'hiang 4ai;<heO ,l biografiado es Lang 'hing;Lei, el e$ ministro chino que el
te$to presenta como *uno de los m!s conspicuos traidores de 'hina+ en la red de alian(as que se
te"en en relacin con el conflicto mundial ,n pocos rasgos, como en el caso de *la <mith+, se
condensa su #ida Lang 'hing;Lei, que *se educ en el 1apn+ y particip de las pandillas de
terroristas chinos, se *inici en la carrera poltica intentando, en el ao %9:9, asesinar al
prncipe regente de 'hina@ a#enturero, re#olucionario, *guerrillero general de bandidos+, en el
presente, *fascista notorio, decidido partidario del 1apn, amigo de Alemania, *resueltamente+
est! decidido *a entregar 'hina a 1apn+
-:?
Arlt;, *que #i#e hoy ba"o el nombre de abate 'hao;'hung+
.-
)a noticia despunta, de
este modo, en la biografa sucinta de este *pcaro+ que la crnica presenta como un
simulador6 Ignacio /imoteo /rebisth, *=n pillastre de siete suelas+ que en *el /ibet
misterioso+ ha hecho conspicuo su nombre+, es un *"udo con#erso al catolicismo+ que
*ha hecho un #ia"e rotario por casi todas las religiones hasta terminar fundando un
centro budista en <hangai+ As, tambi&n en este caso, Arlt lee en los *inslitos+ hechos
del presente la seme"an(a con un captulo de no#ela donde se ocultan intereses de poder
=n "uego de conspiraciones y maniobras polticas que se te"e en el /ibet colocara a
*/imoteo+ en ese espacio estrat&gico en el marco de la conflagracin mundial
*'erremos &ste que parece y no es un captulo de no#ela+, sostiene al final el cronista
2!s all! del smil tem!tico a propsito de los te$tos sobre impostores y
simuladores (que reen#a a *,l impostor in#erosmil /om 'astro+ y *,l tintorero
enmascarado H!Oim de 2er#+, de 7orges), de los g!nsters norteamericanos y orientales
y de los *asesinos desinteresados+, que tambi&n recorren las notas *Al margen del
cable+, como se #er!, los artculos de Arlt comparten #arios rasgos con las ficciones
borgeanas, y puede leerse alguna simetra en ciertos aspectos de la narracin 3elatos
despersonali(ados y *sin inter&s psicolgico+, los te$tos de 7orges presentan caricaturas
de persona"es, escenas emblem!ticas y pictricas que pri#ilegian una historia a narrar y
*condensan una #ida+ en pocos rasgos, como sostiene el prologuista@
..
a"enos al
realismo, asimismo, los cuentos de 7orges toman distancia, segGn sostiene AnnicO
)ouis, de dos formas de la relacin entre delincuencia y literatura en la &poca6 el relato
como delacin que implica una condena implcita o e$plicita del delincuente, y el
estudio psicolgico
.A
<i consideramos, finalmente, la perspecti#a de la enunciacin
sobre los persona"es, por momentos pardica, como bien anali(a <yl#ia 2olloy@
.F
en
otros, el registro irnico y la instauracin de una distancia literaria ante lo real,
.>
la
resuel#e en un gesto de humor y cierta simpata hacia los criminales de su historia
.-
Arlt, 3oberto *,l /ibet tiene un nue#o )ama+, en %l 'undo, -% de febrero de %9A: Al
margen del cable
..
7orges, 1orge )uis *0rlogo la primera edicin+, en /istoria universal de la in+amia, Mp 'it
0ara Daniel 7alderston esta condensacin y perspecti#a pictrica tiene que #er con el influ"o de
la literatura de <te#enson en la obra de 7orges 5&ase6 7alderston, Daniel *,l cuento bre#e
<eleccin, e$ageracin, caricatura+, en %l precursor velado- $.L. 1tevenson en la obra de
8orges, 7uenos Aires, <udamericana, %98F
.A
)ouis, AnnicO 7orge Luis 8orges- oeuvre et manoeuvre, Mp 'it, p %AA
.F
2olloy, <yl#ia Las letras de 8orges, Mp 'it
.>
Alonso, Amado *7orges narrador+, en 1ur, n N %A, 7uenos Aires, no#iembre de %9.F
-:8
uni#ersal que tambi&n se reencuentra en las crnicas arltianas, pocos aos posteriores
7orges cuestiona as los lmites del delito, y esto tambi&n, con otros matices, se retoma
en Arlt
.?
Adem!s de pcaros a los que se les atribuye la inteligencia en el crimen (de
*pillastres+ *interesantsimos+, esa *fauna ro(agante+
.8
en la que se admira el
procedimiento criminal), interesa indagar la perspecti#a del cronista de las notas *Al
margen del cable+ en relacin con la representacin de los persona"es del delito ,n
*Dnde comprar! los tomates )ouis 7ouchalter+
.9
el enfoque es claro ,l te$to,
centrado en el caso de 7ouchalter, reali(a, en el comien(o, un recorrido por todos los
cabecillas del crimen norteamericano y su #ida efmera como tales, desde *el bueno de
Al+ y su *relumbrante efigie+ (por Al 'apone) *que haba matado a dos compinches
suyos despu&s de haber cenado con ellos+, y mister Hines6
)o encarcelaron a 'apone y sobre#ino el reino de los cielos hasta
que el *pequeo+ Augie comen( a traba"ar por su cuenta en
7rooOlyn Beneci el *pequeo+ y sobre el cielo ro"o de Jue#a SorO
brill efmeramente la estrella del piernudo Diamond, largo y
elegante /an elegante que en su banda contaba con un "o#en de
buena familia
Arthur Blegenheimer *Diamond+, no solo aspiraba a comerciali(ar
el contrabando de seda, alcohol y cocana, sino que soaba con
imponer en su banda una especie de espritu mon!stico, como el que
se poda descubrir en la hermandad de los 'aballeros /eutones en
los ae"os tiempos del medioe#o 'omo era lgico, el piernudo
Diamond feneci tambi&n, como la blanca margarita
.?
'omo se sabe, los cuentos de /istoria universal de la in+amia, en tanto que reescritura de
historias a"enas tambi&n ponen en escena el problema de la creacin literaria, la cuestin de la
originalidad, el "uego con la #ersin, la lectura como reescritura, el cruce de g&neros y sus
lmites porosos, aspectos no desarrollados aqu porque no se #inculan directamente con las
hiptesis de este traba"o 5&ase, a este respecto, adem!s de la bibliografa mencionada6 <arlo,
7eatri(6 *=na po&tica de la ficcin+, en <atta, <yl#ia (directora) %l o+icio se a+irma. /istoria
crtica de la literatura argentina (dirigida por Jo& 1itriO), 7uenos Aires, ,mec&, -::A@ y, de la
misma autora6 8orges, un escritor en las orillas, Mp 'it Asimismo, tambi&n puede anali(arse
en este libro de 7orges el cruce entre la cultura uni#ersal y la criolla, o, m!s precisamente, el
acriollamiento de la tradicin uni#ersal en las historias de bandidos internacionales, y la
uni#ersali(acin de lo criollo en *Hombre de la esquina rosada+ 0ara ello, puede consultarse6
Mlea Branco, 3afael *Hacia una nue#a est&tica+, en %l otro 8orges. %l primer 8orges, 7uenos
Aires, B',, %99.
.8
Arlt, 3oberto *,l chanta"e a los restaurantes norteamericanos+, Mp 'it
.9
Arlt, 3oberto *TDnde comprar! los tomates )ouis 7ouchalterV+, Mp 'it
-:9
Despu&s de Diamond apareci en el mercado Dutch <chult(
Dutch <chult( lo de" tuerto a 1oe 3ocO y para indemni(arlo del o"o
perdido le de" a 3ocO el rengln del contrabando de aguardiente,
mientras &l se reser#aba el de la cer#e(a+
A:
=n recorrido por nombres que proliferan (Arthur Blegenheimer *Diamond+)
como prolifera el delito,
A%
el fragmento citado, que Arlt compara con una *historia+ *de
los patriarcas de un Jue#o testamento+ (*7ueno, _sostiene_, parece que uno estu#iera
historiando el orden de todos los patriarcas de un Jue#o testamento+) est! atra#esado
por la irona y se despega en mGltiples connotaciones, sugerencias y guios al lector
atento6 Al es bueno, pero su cualidad est! en matar, la #ida efmera de un maleante se
compara como una flor blanca, el &$ito del bandido *Diamond+ lo hace brillar como
una estrella en el cielo ro(o de Jue#a SorO ,nseguida la crnica se concentra en el
su"eto;tema de la noticia que origina este artculo, de la que slo se dan los datos al
final6 la polica de los ,stados =nidos busca a )ouis 7ouchalter, prfugo desde hace
dos aos6
Despu&s de <chult( XY #inieron muchos hombres
,n esos mismos tiempos hubo un hombre que personalmente iba al
mercado de su barrio casi todas las maanas y escoga sus tomates y
*spaguettis+ 2uchas #eces le acompaaba su esposa, que tambi&n
era prudente en la seleccin de la mercadera con que ornamentaba
su mesa `l era un hombre serio, al que probablemente Dios deba
mirar con buenos o"os, porque no perda sus noches en dancings, ni
se embriagaba, y en cuanto a hablar, se morda la lengua antes de
pronunciar una palabra inGtil ,ra tan persuasivo, sin embargo, que
en Jue#a SorO, entre el gremio de los panaderos y fabricantes de
ropa, hubiera sido dificultoso encontrar, a partir del ao %9->, un
auda( artesano que se atre#iera a no pagarle un impuesto misterioso a
nuestro ciudadano embellecido con el sonoro nombre de )ouis
7ouchalter
,liminado el piernudo y mon!stico Diamond, )ouis, el casero y
dom&stico ciudadano, se interes por el contrabando de narcticos XY
Hubo muchos hombres que quisieron dedicarse a este honorable
comercio, pero todos perecieron #iolentamente
A-
A:
Arlt, 3oberto *TDnde comprar! los tomates )ouis 7ouchalterV+, Mp 'it
A%
/ambi&n proliferan otros nombres en las crnicas *Al margen del cable+ como el de Ignacio
/imoteo /rebitch )incoln, que tambi&n #i#e ba"o el nombre de *abate 'hao; 'heng+
A-
Arlt, 3oberto *TDnde comprar! los tomates )ouis 7ouchalterV+, Mp 'it `nfasis nuestro
-%:
)a cita est! atra#esada por la irona, y es por lo que el discurso irnico insinGa
pero no dice acerca de 7ouchalter que el te$to refiere su car!cter de criminal y de
asesino Asimismo, lo no dicho, pero sugerido con humor irnico, instala y mantiene en
la perspecti#a de la enunciacin cierta simpata hacia el persona"e, enfoque que se
repite en muchas de estas notas )ouis 7ouchalter, un *ciudadano+ que se dedica a un
*honorable comercio+, resulta un su"eto *muy persuasi#o+, tanto que no hay quien se
niegue a su *impuesto misterioso+@ todas estas, e$presiones su"etas, como se #e
claramente, a una doble #aloracin Hombre *serio+, asimismo, la crnica tambi&n
introduce en su discurso (y parodia) la #o( del otro6 *probablemente Dios deba
mirarXloY con buenos o"os, porque no perda sus noches en dancings, ni se embriagaba,
y en cuanto a hablar, se morda la lengua antes de pronunciar una palabra inGtil+ 0ero
si un rasgo sobresale en esta presentacin del delincuente es su #inculacin con el
aspecto inusitado que da ttulo a la nota y desdibu"a, al mismo tiempo, en tanto que
cualificacin inslita e inesperada, su imagen de criminal6 )ouis 7ouchalter, casero y
dom&stico, el hombre que selecciona cuidadosamente los tomates y los spaguettis
,n efecto, en casi todas las *sabrosas historias+ del mundo criminal, la
enunciacin oscila entre dos mo#imientos6 por una parte, una #isin irnica hacia el
maleante y su acti#idad delicti#a (el *bueno de Al+ es quien haba matado a dos
compinches,
A.
el *amigo y comprensi#o /ony+ se *sacrifica+ por sus seme"antes
instalando un cabaret al que asiste una *distinguida clientela+ donde se ofrece droga,
mu"eres, alcohol y "uegos clandestinos,
AA
una *honorable matrona+ estafa a un
restaurante,
AF
Deibler y ,lliot, *e$celentes tipos de pequeos burgueses, afectos a la
A.
*Arlt, 3oberto *TDnde comprar! los tomates )ouis 7ouchalterV+, Mp 'it
AA
Dice el cronista, al respecto6 *0ara trasladarse al 3,X, una lancha a motor, P1uanitaP, por
mdica tarifa los conduca hasta el cabaret flotante XY en cuya entrada poda leerse este
pitagrico aforismo6 P0ay your dollar ald taOe your choiceP
,n el interior del saln se descubran hasta cuarenta mesas para "ugar a la ruleta y a los dados y
si usted no era aficionado a despilfarrarse los dlares poda arriesgar unos euproniqueles al
"uego de Pel bandido con un bra(oP u otras inocentes desplumaderas <lidos malandrinos con
#isera de hule #erde, cuidaban del orden y la armona
0ero all no se "ugaba slo DAdmiremos al comprensi#o /onyE <i a su cliente no le gusta el
"uego, /ony le ofrece muchachas eficientes, si al cliente no le gustan las muchachas, /ony le
ofrece licor, y si finalmente, no le gusta el licor, le ofrece cocana De manera que hay que ser
muy e$igente o sumamente inmoral para no encontrarse a gusto a bordo del *3,X+ Arlt,
3oberto *7atallita na#al por un cabaret flotante+, Mp 'it
AF
Arlt, 3oberto **,l chanta"e en los restaurantes norteamericanos+, Mp 'it
-%%
sacrosanta costumbre del ahorro+, son temibles #erdugos y asesinos,
A>
etc)@ por otra
parte, y, paralelamente, un enfoque que desestabili(a y desarticula una imagen
coherente del delincuente y su condicin criminal al #incularlo con una acti#idad o un
aspecto inusual, e$trao e inesperado de su biografa /ony <tralla que instala un
cabaret flotante y resiste a la autoridad qui"otescamente (segGn la enunciacin de la
nota, como hemos #isto), 7ouchalter *dom&stico+ interesado en la seleccin de sus
tomates y spaguettis, los #erdugos 2onsieur Deibler, *profesional de la guillotina+ y
mster ,lliot, *t&cnico de la silla el&ctrica+, ambos conspicuos asesinos y *abastecedores
del infierno+ que, con *gustos seme"antes+ eran aficionados igualmente a la floricultura
y culti#adores *concien(udos+ de su "ardn
A?
,s claro, en este sentido, *,l bandido y la mariposa+,
A8
pues el su"eto de la nota,
adem!s de ser un asesino fugiti#o de la Isla del Diablo, caracteri(ado por su aspecto
monstruoso y semi;lombrosiano (ac! reaparece otro de los monstruos de Arlt) se
distingue por ca(ar mariposas y este es el rasgo inusitado que lo singulari(a y entra en
tensin con su cualidad de monstruo;bandido en tanto que representacin inicial del
persona"e que el te$to retoma, e$pone y desarticula 'omo en muchos otros casos que se
reiteran en las notas *Al margen del cable+, la crnica biogr!fica comien(a con la
A>
Arlt, 3oberto *<e necesita un par de #erdugos+, en %l 'undo, . de enero de %9A: Al margen
del cable ,sta nota biogr!fica es escrita por Arlt a partir de la noticia de la muerte de 2onsieur
Deibler y 2ster ,lliot, dos famosos #erdugos, y tambi&n est! atra#esada por la irona, como se
#e en los siguientes fragmentos6 *,#identemente, tenan gustos seme"antes XY Ambos eran
#erdugos oficiales de dos grandes pases@ ambos, paralelamente, podran ser propuestos como
e"emplos de costumbres morigeradas A pesar de que la literatura picaresca situ siempre a los
#erdugos en los m!s nfimos cuchitriles y code!ndose con la m!s rufianesca de las sociedades,
los caballeros de quienes me ocupo, monsieur Deibler y mister ,lliot constituan e$celentes
tipos de pequeos burgueses, afectos a la sacrosanta costumbre del ahorro XY
)a Gnica diferencia que e$ista entre Deibler profesional de la guillotina, y ,lliot, t&cnico de la
silla el&ctrica, consista en que ,lliot "am!s #ea al condenado P<oy un electricistaP, alegaba el
buen hombre al embolsar en su faltriquera los ciento cincuenta dlares que le reportaba cada
e"ecucin XWY <us mdicas entradas se #ieron aumentadas con los ingresos que le
proporcionaban otros ,stados donde era in#itado a e"ercer su profesin, pues se le reconoca su
eficiente mano XWY
A m!s simp!tico se lle#aba la #enta"a monsieur Deibler XWY tena m!s estampa de
conferenciante de la <orbona que de cortador de cabe(asWXWY
2ister ,lliot, criado desde "o#encito en el temor de Dios, perteneca a la congregacin religiosa
de su parroquia ,l conocimiento de las ciencias fsicas, a tra#&s de la electricidad, no haba
llegado a con#encerlo al punto de considerar letra muerta la palabra de los profetas S aunque
diferente del secretamente soberbio monsieur Deibler, ambos se encontraban en una pasin6 el
amor a las flores+ 5&ase6 Arlt 3oberto *<e necesita un par de #erdugos+, Mp 'it
A?
Arlt, 3oberto *<e necesita un par de #erdugos+, Mp 'it
A8
Arlt, 3oberto *,l bandido y la mariposa+, en %l 'undo, .: de mar(o de %9.8 Al margen del
cable
-%-
descripcin de una fotografa de 3en& 7elbenoit, quien despu&s de permanecer das en
el territorio de *la =nin+, ha reunido dinero con la #enta de sus *mara#illosos insectos+
y, como un a#enturero, se ha escapado ,ste es el #nculo del te$to con el presente de la
noticia ,n la fotografa, el bandido resulta un monstruo cercano a la imagen
cinematogr!fica de BranOenstein6 *obser#!ndole, se le encontraba cierto siniestro
parecido con 7oris 4arloff, el 7oris 4arloff de ]BranOensteinP, la misma cara larga y
populosa, con el mentn terminado en punta de higo, y el pelo alto sobre la frente ancha
y la boca die(mada y como sumida en un silencio contagiado por las sepulturas+@ y el
retrato de este hombre, *el penado A>>.F+, que un fotgrafo a#enta"ado tom
*enmarcado+ con un fondo de biblioteca, es equiparada por el cronista a un cuadro
*modernista+ de su admiracin6 *,l bandido y la paloma+
,l resto de la nota, atra#esada por oposiciones (monstruo;biblioteca, *finas
manos del entomlogo+;garras #iolentas del asesino+, bandido;mariposa, asesinato y
*oficio dulce y pinturero+), tiende a desestabili(ar esta primera caracteri(acin del
monstruo;delincuente y a asimilar la noticia con el cuadro que el cronista recuerda del
bandido y la paloma
A9
<i tenemos en cuenta que desde fines del siglo XIX y de la mano
de teoras positi#istas como la de )ombroso, que circularon en la Argentina, se tiende a
identificar al criminal con una fisonoma particular,
F:
y que la utili(acin periodstica
A9
Arlt establece la comparacin entre el cuadro sobre el bandido y la paloma y el caso de 3en&
7elbenoit, como puede #erse en el siguiente fragmento6 *=n fotgrafo a#enta"ado retrat el
busto de este hombre, denominado el nGmero A>>.F, sobre un fondo de biblioteca@ y la re#ista
parisiense *5=+ le XsicY present como el primer bandido que consigui fugarse de la Isla del
Diablo =n bandido cuya cabe(a se recorta sobre el lomo redondo y cuadrado de libros
diferentes, es un cuadro singular /an singular que me recuerda otro cuadro que admir& en un
!lbum de pintores modernistas titulado6 ],l bandido y la palomaP ,ra sobre un fondo ca#ernario
de cemento armado, un presidio tit!nico ,n un fondo rectangular, una cabe(a monglica, dos
manos tremendas y asesinas, musculosas y #astas como las races de un !rbol 0ertenecen al
asesino S las manos del asesino, nudosas, inmensas, acarician con ternura la cur#a de cobalto
del cuello de una paloma ,l espectador se queda ca#ilando /ambi&n esta cabe(a del penado
A>>.F de boca desdentada, de frente alta, de pelo renegrido sobre unas ore"as saltonas, y un
pauelo de cuadros escoceses cru(ado sobre el pescue(o flaco, esta cabe(a de asesino
condenado a ?F aos de presidio, enmarcada por una biblioteca y con una reminiscencia de
BranOenstein, le de"a a uno bara"ando pensamientos 5&ase6 Arlt, 3oberto *,l bandido y la
mariposa+, Mp 'it
F:
,n la Argentina, el discurso cientfico de fines del siglo XIX y principios de los aos #einte se
propone una descripcin y clasificacin del criminal y tiene incidencia en la literatura de la
&poca ,n este sentido, sostiene Mscar /er!n6 *<obre bases positi#istas y darRinianas, y en la
encruci"ada de la frenologa y la psiquiatra, el lombrosismo haba creado en el Gltimo cuarto del
siglo XIX una *naturale(a delicti#a+ como criterio pre#enti#o contra la delincuencia )a teora
se refera a la e$istencia de caracteres fsicos, morfolgicos y som!ticos que permitiran definir
el tipo cl!sico del criminal nato, constituido por un indi#iduo cuyos estigmas apareceran
-%.
del lombrosismo (que estaba desacreditada en el mundo acad&mico), aunque se #ol#i
m!s permisi#a, sobre#i#i en la prensa de los aos %9-: y %9.:,
F%
es interesante
destacar que este tipo de representacin, que se reitera en la figuracin de Arlt, se
muestra all como insuficiente )a descripcin fsica del monstruo se combina con otra
cosa@ el hecho de ca(ar y ofrecer mariposas, es la accin e$traordinaria del delincuente
que lo con#ierte en su"eto del comentario;relato;biografa de Arlt6 3en& 7elbenoit *con
la delicade(a de un gorila tuberculoso+ *abra las tapas de su ca"a m!gica+ y ofreca
algo *precioso+ y *fant!stico+, *D2ariposasE 2ariposas e$traas de los trpicos
2ariposas que &l, durante meses y meses, de su fuga por la sel#a ecuatorial, coleccion
para #ender en la ciudad+ De esta manera, si bien su fisonoma es la de un criminal, el
&nfasis de la crnica en su accin inesperada apunta a desdibu"ar o parciali(ar esa
condicin delicti#a (de la cual el te$to sostiene un curioso silencio, luego de la primera
descripcin) y, tambi&n cuestiona, as, indirectamente, algunos de los par!metros
fsicos, culturales y periodsticos para referirse al criminal6
F-
3en& 7el#enoir, a#enturero
en tierras le"anas, el bandido que est! "unto a la mariposa se define en el te$to por ese
*oficio dulce y pinturero+
De esta manera, por sobre cualquier crtica irnica, se impone cierta
complacencia de la enunciacin sobre los su"etos del enunciado, un acercamiento a lo
pintoresco de los antih&roes y sus particularidades e$traordinarias ,sto marca una
cristali(ados en rasgos antropomrficos y fisiognmicos P,l delincuente \haba escrito
)ombroso; ofrece frecuentes asimetras craneales y faciales, sobre todo en los #ioladores y en
los ladrones XY@ y comparado con los locos y los seres sanos, tiene la cara m!s larga, un mayor
desarrollo de los apfisis (igom!ticos y de la mandbula, la mirada sombra, el cabello espeso y
negro, sobre todo en los salteadores de caminosP+ /er!n, Mscar *,studio preliminar+, en 7os
ingenieros- pensar la nacin. Antologa de te2tos, 7uenos Aires, Alian(a bolsillo, %98>, p F%
,l te$to de )ombroso citado por /er!n es6 )ombroso, ' L>/omme criminel, 0aris, %89F, pp
->:;->%
F%
5&ase6 'aimari, )ila *)adrones y policas, %9-: y %9.:+, en Apenas un delincuente, Mp 'it
,n este traba"o sostiene, adem!s 'aimari6 *a diferencia de la crnica ro"a de %89:, las notas del
perodo son mucho m!s policiales que criminolgicas 0ero de #e( en cuando XWY el periodista
apelaba al latente sentido comGn lombrosiano del lector XWY ,s que la hiptesis del rostro
humano como cla#e interpretati#a sobre#i#i en la prensa me"or que ninguna otra idea cientfica
sobre la especificidad del delincuente XWY 1ustamente porque la idea del rostro y del cr!neo era
cuestionada y haba perdido respetabilidad en el mundo cientfico, su utili(acin periodstica se
#ol#i m!s permisi#a+ (p -:F)
F-
A este respecto, cabe destacar que en *)os defendidos de 2ster 'larence+, un te$to sobre un
abogado que defiende a terribles delincuentes y, entre ellos, a Al 'apone, el que se describe
desde el aspecto fisonmico como un criminal es el abogado ,ste resulta as, el infame que con
apariencia de honesto e hipocresa se atre#e a afirmar que *lo importante es la moral+ 5&ase,
Arlt, 3oberto *)os defendidos de 2ster 'larence+, Mp 'it
-%A
diferencia con las aguafuertes porteas, tambi&n socarronas e irnicas@ porque si bien
por momentos el humor y la irona sugieren cierta simpata con los tipos retratados, las
notas sobre 7uenos Aires se #uel#en siempre una crtica aguda del espacio social del
que surgen
F.
Asimismo, y, en tanto cuadros de costumbres que tienden a la delimitacin
y a la identificacin de la acti#idad delicti#a en la ciudad, funcionan, en un punto,
indirecta o directamente, como instrumentos de delacin, lo que implica cierta condena
(implcita o e$plcita) del delincuente y de la sociedad@ hay all, entonces, en las
aguafuertes, una #eta realista en Arlt Ji crtica realista, ni psicologa6 como en 7orges,
son los *sabrosos+ delitos internacionales los que se elige narrar en las notas *Al
margen del cable+, son los su"etos;criminales descriptos sucintamente y en pocos
rasgos, en cuya simpata recae la enunciacin, los que, por un rasgo e$c&ntrico que los
particulari(a resultan dignos de una crnica ficcional o de una sucinta biografa
FA
F.
=na aguafuerte significati#a, a este respecto es *,l crimen en el barrio+ ,n este te$to el
crimen *diluye el aburrimiento de esas almas sin distracciones+, y por ello, es un hecho
e$traordinario que saca a los su"etos de la ciudad del lugar en donde est!n <uceso mo#ili(ador,
el crimen le permite al cronista caracteri(ar la psicologa de distintos indi#iduos de 7uenos
Aires, en tanto se muestran los efectos, las reacciones y las miserias de estos persona"es del
barrio ante el hecho *e$cepcional+ 5&ase6 Arlt, 3oberto *,l crimen en el barrio+, en %l
'undo, -F de enero de %9-9 3ecopilada en6 Arlt, 3oberto .ratado de la delincuencia, Mp
'it, pp --;-A
FA
'abe destacar, que en el marco de las notas internacionales de Arlt, hay una serie de
biografas y biografiados donde el #nculo crnica, relato y delincuencia implica una fuerte
delacin, aunque ya no referida a ciudadanos porteos sino a los grandes sucesos de la
conflagracin mundial <on los te$tos sobre los *5iolentos persona"es de hoy+ ,n este caso las
historias no son *sabrosas+ ni la enunciacin simpati(a con los persona"es ,fecti#amente, estas
biografas distan de la complicidad del cronista;narrador y, por su tem!tica #inculada a la
#iolencia de los sucesos de la conflagracin mundial, no se relacionan con las borgeanas <e
trata del delito en relacin con la guerra y el espiona"e internacional De este modo, para Arlt,
en este momento, el su"eto criminal y la destruccin, aparecen, sobre todo, ligados a la guerra
'abe destacar como las m!s significati#as6 una crnica sobre el creador del )an(allamas, *)a
muerte de Kabriel <(aOatch+ (en %l 'undo, -F de 1ulio de %9.? /iempos 0resentes 3eeditada
en Arlt, 3oberto Al margen del cable, Mp 'it) y *,l Doctor 0a#elitch emulo de 3ocambole+
(en %l 'undo, -- de "ulio de %9A- Al margen del cable), un te$to donde la poltica
internacional y el presente son ledos a tra#&s del biografiado, su"eto de la nota (0a#elitch) como
una intriga folletinesca, in#erosmil, al estilo de 3ocambole /ambi&n #inculadas con estas
crnicas, pueden mencionarse6 *5iolentos persona"es de hoy+ (en %l 'undo, ? de "ulio de %9A-
Al margen del cable), *,ste es otro 3ashid+ (en %l 'undo, 9 de enero de %9A- Al margen del
cable), *,l pesador de monedas+ (en %l 'undo, %. de mar(o de %9.? /iempos presentes), *<e
necesita un par de #erdugos+ (en %l 'undo, . de enero de %9A: Al margen del cable),
*2onsieur Deibler, el #erdugo galante+ (en %l 'undo, %% de no#iembre de %9.? Al margen del
cable), *Uu& hacemos con tanto poder y tanta plata+ (en %l 'undo, %: de abril de %9A: Al
margen del cable)
-%F
2. Ficciones criminales
El policial de Arlt en los aos treinta
,n la d&cada del cincuenta, 3odolfo Lalsh fi"a el inicio de la narrati#a policial
en la Argentina en %9A-, con 1eis problemas para don ?sidro 3arodi
FF
Die( aos antes,
Alfonso 3eyes, en una resea sobre el mismo libro, anticipaba esta periodi(acin y
situaba ese inicio tambi&n hacia %9A:
F>
,n estudios m!s recientes, 1orge )afforgue y
1orge 3i#era parten de esta datacin pero para recuperar *otras instancias anteriores y
posteriores+, tambi&n configuradoras en el caso de la Argentina, en un traba"o que
rastrea cuidadosamente publicaciones y testimonios #inculados al policial
F?
,n efecto,
si bien es en la d&cada del cuarenta cuando aparecen cuentos como *)a muerte y la
brG"ula+ y *,l "ardn de senderos que se bifurcan+, es decir los te$tos ficcionales m!s
representati#os de 1orge )uis 7orges,
F8
1eis problemas para don ?sidro 3arodi, de
7orges y Adolfo 7ioy 'asares en colaboracin, los relatos de 2anuel 0eyrou, la no#ela
policial de Adolfo 7ioy 'asares y <il#ina Mcampo, Los )ue aman, odian, y las
colecciones *prestigiosas+ del *,l s&ptimo crculo+, entre otros hitos que es preciso
FF
Lalsh, 3odolfo *Joticia sobre cuentos policiales argentinos+, en @ie0 cuentos policiales
argentinos, 7uenos Aires, Hachette, %9F. 3eproducido en, )afforgue, 1orge y 3i#era, 1orge 7
Asesinos de papel. %nsayos sobre narrativa policial, 7uenos Aires, 'olihue, l99>, pp -A?;-A8
F>
,n la resea sobre 1eis problemas para don ?sidro 3arodi, 3eyes escribe6 *'on este libro, la
literatura detecti#esca irrumpe definiti#amente en Hispanoam&rica, y se presenta ata#iada en el
dialecto porteo+ 5&ase6 3eyes, Alfonso *,l argentino 1orge )uis 7orges+, en Abras
completas, 2&$ico, B',, %9F9, tomo IX, p .:8 ,l artculo de 3eyes apareci por primera #e(
en un peridico en %9A. (0ara m!s datos #&ase6 Bern!nde( 5ega, 1os& *=na campaa est&tica
7orges y la narrati#a policial+, en ;ariaciones 8orges, nN %, %99> 3eproducido en
http6IIborgesuioReduIftpIub%Ipolicialpdf 'abe destacar que tambi&n Donald Sates coincide
en la periodi(acin de 3eyes y de Lalsh 5&ase6 Sates, Donald */he <panish American
Detecti#e <tory+, 'odern Lengua(e 7ournal, 2ay %9F>
F?
5&ase6 )afforgue, 1orge y 3i#era, 1orge 7 Asesinos de papel. %nsayos sobre narrativa
policial, 7uenos Aires, 'olihue, l99> 0uede consultarse, asimismo6 )afforgue, 1orge
*0rlogo+, en Cuentos policiales argentinos, <eleccin y prlogo de 1orge )afforgue, 7uenos
Aires, Alfaguara, %99?, pp %%;--
F8
,n contra de los que dicen que la incursin borgeana en el g&nero es espor!dica, <ergio
0astormerlo sostiene que lo #erdaderamente importante es la operacin crtica (y de la crtica)
de 7orges sobre el policial, que se desarroll durante dos d&cadas y que sus ficciones son un
dato m!s 5&ase, a este respecto6 0astormerlo, <ergio *Dos concepciones del g&nero policial
=na introduccin a la narrati#a policial borgeana+, en Literatura policial en la Argentina.
Baleis, 8orges, 1aer, <erie ,studios e in#estigaciones, nN .-, Bacultad de Humanidades y
'iencias de la ,ducacin, =J)0, %99?
-%>
mencionar, es en los aos pre#ios cuando se preparan y establecen las condiciones para
ese ad#enimiento, y por ello el perodo resulta, adem!s, un momento que cobra
rele#ancia para el estudio del g&nero en la Argentina6 en los treinta el policial se
constituye en una (ona donde confluyen y se intersectan de un modo peculiar el circuito
popular masi#o, las lecturas e intereses de la clase popular y del nue#o pGblico
ampliado y, ciertas operaciones sobre el g&nero que, de la mano de 7orges, se inscriben
tambi&n en la alta cultura literaria y tienen en el perodo una funcin central 0orque
ciertamente, es en este momento que 7orges lee y resea cuentos policiales, escribe
notas sobre el g&nero en las re#istas 1ur y, con profusa asiduidad, en %l /ogar, dirige el
suplemento del diario Crtica, con fuerte impronta de relatos policiales, como se #er!, y
publica en %9.> *,l acercamiento a Almot!sim+, Qel que ha sido considerado su
primer te$to policialQ@ todas ellas, inter#enciones que no pueden des#incularse de lo
que sucede en su obra y en su crtica en los aos cuarenta
F9
Inscripto entonces entre dos
circuitos de circulacin, promocin y difusin que en ese tiempo aparecen m!s o menos
imbricados entre s, el culto y el popular,
>:
el policial en los aos treinta debe pensarse
en sus #nculos y relaciones con distintas (onas y conte$tos que intentaremos delimitar
de modo somero para anali(ar las ficciones policiales de 3oberto Arlt
0orque "ustamente, como otros autores nacionales que tambi&n incursionan en
el g&nero,
>%
entre los aos %9.? y %9A-, Arlt publica en las re#istas %l /ogar y 'undo
Argentino una serie muy #ariada de relatos policiales que describen un pasa"e o un arco
F9
,n efecto, como sostiene <ergio 0astormerlo, es muy fuerte el gesto de ruptura borgeano al
pasar del m!s prestigioso de los g&neros, la poesa, que haba e"ercido en sus primeros libros, a
uno sin prestigio literario6 *'uando 7orges se introdu"o en el policial en los primeros aos de la
d&cada del .: estaba entrando en un g&nero cuyo prestigio literario en la Argentina no era dudoso6
era e#identemente nulo+ S aade6 *7orges abandon la m!s legtima de las pr!cticas literarias
para entrar en un g&nero que estaba ubicado, segGn las creencias y los #alores literarios de la
&poca, en una especie de subsuelo de la legitimidad literaria \el infierno de la *subliteratura+, slo
que *e"erci la ruptura+ *como si no hubiera ruptura+ 0astormerlo, <ergio 8orges crtico,
7uenos Aires, B',, -::?, pp >9;??
>:
0odra decirse que gracias a la inter#encin borgeana, esos circuitos, en los cuarenta, aparecen
separados
>%
<i nos atenemos a la produccin nacional deben sealarse, adem!s de los te$tos de 3oberto
Arlt y de las *rei#indicaciones borgeanas del g&nero+, de los que nos ocuparemos m!s adelante,
%l enigma de la calle arcos, la *primera gran no#ela argentina de car!cter policial+ que aparece
publicada como folletn en el diario Crtica, ba"o el pseudnimo de <auli )ostal, los cuentos de
,nrique Anderson Imbert y )eonardo 'astellani en La <acin, las ficciones de 5ctor Kuillot,
2anuel 0eyrou y Jicol!s Mli#ari, y los te$tos pardicos de 'onrado Jal& 3o$lo 5&ase6
)afforgue, 1orge y 3i#era 1orge Asesinos de papel. Mp 'it Asimismo, para un estudio de %l
enigma de la calle arcos, puede consultarse6 <atta, <yl#ia *Informe sobre %l enigma de la
calle Arcos+, en Asesinos de papel, Mp 'it, pp -.F;-A>
-%?
entre dos modos de narrar@ desde ficciones asociadas, en un principio, a la
representacin de una hiptesis psicolgica que se organi(a alrededor de los mGltiples
interrogantes generados por un delito, como *)a pista de los dientes de oro+ (%9.?) o
*,l resorte secreto+ (%9.?),
>-
se pasa, luego, en los te$tos m!s cercanos a la d&cada del
cuarenta, a una tendencia donde predomina la narracin de las peripecias, a#enturas y
acontecimientos generados en torno a un acto delicti#o (trama policial y de a#enturas), y
la puesta en t&rminos ficcionales de la in#estigacin, al modo de la no#ela problema y
del policial ingl&s cl!sico, como en *,l crimen casi perfecto+ (%9A:), *,l enigma de las
tres cartas+ (%9.9) y dos cuentos que retoman tpicos cl!sicos del g&nero6 *1abulgot el
farsante+ (%9A:) que traba"a el enigma del cuarto cerrado y *,l hombre del turbante
#erde+ (%9.9) que reescribe *)a carta robada+ de ,dgar 0oe /ambi&n en este perodo, y
en esos mismos circuitos de publicacin, aparecen sus cuentos de espiona"e6 *)a doble
trampa mortal+ (%9.?), *)a cadena del ancla+ (%9.8) y *,spiona"e+ (%9.8), para
mencionar los m!s significati#os ,ste corpus enfrenta a la crtica con una (ona
tangencial en la produccin de 3oberto Arlt, cru(ada por constantes que se inscriben
desde el comien(o de su obra y, a la #e(, atra#esada por caractersticas que se #inculan
con los procesos que aparecen en su literatura despu&s de %9.-, como se anali(a en las
sucesi#as p!ginas
)os aos treinta son, por lo dem!s, un momento de auge y difusin del policial
en la Argentina )uis Alberto 3omero afirma, en este sentido, que despu&s de la primera
guerra mundial comien(a una &poca que #a hasta mediados de los aos cuarenta en que
en las colecciones populares se #a a pri#ilegiar el entretenimiento y la e#asin
>.
,s
m!s, como sostienen )afforgue y 3i#era en la Argentina del perodo, el policial y los
te$tos de a#enturas son g&neros que se #enden en puestos de re#istas y peridicos,
porque es durante esos aos el momento en que *se afian(a y consolida en nuestro
>-
As *)a pista de los dientes de oro+ (%9.?) o *,l resorte secreto+ (%9.?), funcionan en este
sentido y son te$tos que adem!s de centrarse en la figura del criminal, pueden pensarse como la
puesta en narracin de una con"etura acerca los m#iles sub"eti#os de la accin criminal o
delictuosa ,n *,l resorte secreto+ obser#amos tambi&n una separacin de la idea de buscar lo
positi#o en la mente de un delincuente, es decir, una separacin de algo que recorre muchos de
los primeros te$tos de Arlt como las aguafuertes de la delincuencia y algunos relatos pre#ios,
*,l gran Kuillermito+ (%9..), por e"emplo ,n el cuento se constata una distancia irnica del
discurso del persona"e y de su psicologa, que se e#idencia como monstruosa
>.
3omero, )uis Alberto *=na empresa cultural6 los libros baratos+, en )eandro H Kutierre( y
)uis Alberto 3omero 1ectores populares cultura y poltica. 8uenos Aires en la entreguerra,
7uenos Aires, <udamericana, %99F
-%8
medio un #asto pGblico afecto tanto a la lectura de relatos detecti#escos como a los
no#elones de accin y de intriga+
>A
,n relacin con estos semanarios y colecciones
populares de #enta en los Oioscos que se lan(an al mercado por esos aos, deben
mencionarse, entonces, entre los m!s significati#os, el 'aga0ine 1e2ton 8laCe, una
publicacin quincenal impulsada a partir de %9-9 por la popularsima editorial /or, de
1uan 'arlos /orrendel, que combina la trama de a#enturas y la intriga policial@ y,
tambi&n, la c&lebre coleccin *2isterio+, de 1 ' 3o#ira ,ditor, (que distribuy
igualmente la ,ditorial /or), donde se publican las no#elas del *#eterano y talentoso
,dgar Lallace+, modelo y paradigma del tipo de escritores en que se centraba esa
coleccin y que *tu#ieron un &$ito notable en nuestro medio+
>F
1aime 3est seala,
adem!s, que la guerra espaola despla( hacia 7uenos Aires la acti#idad de la editorial
,l 2olino, donde se inici a finales de la d&cada, la publicacin de *Hombres audaces+
y la *7iblioteca de Mro+, dos colecciones que di#ulgan los modelos de la ficciones de
a#enturas, la primera, y de los maestros de la no#ela problema, como Agatha 'hristie y
,arl Derr 7iggers, la Gltima Aunque la inscripcin del policial en sus p!ginas no es
central en la d&cada del treinta, cabe mencionar, asimismo, Leopl6n, el *plan de lectura+
que surge en %9.A
>>
>A
5&ase6 )afforgue, 1orge y 3i#era 1orge Asesinos de papel, Mp 'it, p %:? 0odra suponerse
que hacia fines de la d&cada del treinta ese pGblico ya se encuentra del todo constituido ,sta
suposicin est! basada en el hecho de que las publicidades sobre los programas radiales o los
filmes cinematogr!ficos que aparecen en los diarios de la &poca, se apoyan en el presupuesto de
que el pGblico es *propenso a los temas de accin, intriga policial y a#enturas+ ,sto es claro en
muchos a#isos que aparecen, por e"emplo en el diario %l 'undo durante el ao %9.9, donde se
inscriben, reiteradamente, apelaciones a un lector;espectador de este tipo
>F
)afforgue, 1orge y 3i#era 1orge Asesinos de papel. Mp 'it, p %F ,n este sentido, sostiene
1aime 3est6 *tal como obser# alguna #e( 7orges, el pGblico argentino tenda a confundir el
g&nero detecti#esco con el Destern, que disfrutaba por aquel entonces de su apogeo
cinematogr!fico /al #e(, la conciencia de que este tipo de relato posea sus propios lectores y
sus propias con#enciones y, por ende, que era un fenmeno literario autnomo, slo llega a
afian(arse a partir de %9.:, cuando la ,ditorial /or lan(a su 'oleccin misterio, serie de
#olGmenes semanales que se #endan en los puestos de re#istas y peridicos al precio de treinta
centa#os el e"emplar y tenan inconfundibles cubiertas en colores dibu"adas por )uis 2acaya ,l
puntal de la 'oleccin 2isterio fue ,dgar Lallace, cuya copiossima produccin se alternaba
con relatos de 1 < Bletcher, 3ufus 4ing, y < < 5an Dine ,l &$ito de esta coleccin estimul a
los imitadores y durante algunos aos proliferaron las empresas an!logas 5&ase6 3est, 1aime
*Diagnstico de la no#ela policial+, en Crisis, nN %F, 7uenos Aires, 1ulio de %9?A, p .9
>>
'omo sostienen )affforgue y 3i#era, Leopl6n es la primera re#ista que incorpor en cada
entrega una no#ela completa, entre las que se contaron las de ,llery Uueen, aunque en sus
primeros aos brinda *=na atencin fragmentaria a los relatos detecti#escos+ y desde %9A> *los
ir! incorporando con creciente asiduidad+6 )affforgue y 3i#era Asesinos de papel, Mp 'it, p
%9
-%9
'iertamente, si el policial en este perodo debe pensarse, entonces, en
correlacin con este sector popular de los lectores de la &poca que consuma literatura
de e#asin, criminal, de a#enturas detecti#escas y de entretenimiento en ediciones
baratas de Oiosco, entre las que se destacan los *no#elones+ de ,dgar Lallace, los
relatos policiales de Arlt indudablemente deben #incularse, por una parte, con este
circuito ,n los te$tos reaparece, entonces, como en el teatro, la preocupacin
persistente del escritor por el mercado y su manifiesto inter&s aque ya se inscribe en las
primeras obras como %l (uguete rabiosoE en mantener un pGblico amplio <i
consideramos algunas inter#enciones de Arlt en las notas de %l 'undo, son sus propias
afirmaciones las que lo relacionan, en un principio, con algunas de esas #ersiones
populares de la literatura que circulaban en la Argentina, m!s e$plcitamente, con ,dgar
Lallace ,n una aguafuerte publicada en %9.?, donde Arlt compara un persona"e real,
/orriglia, un antih&roe del delito, con los *protagonistas de ,dgar Lallace+, el cronista
e$presa6
Hay gente que se a#ergben(a de confesar que lee al no#elista policial
,dgar Lallace 'reen que constituye un signo de inferioridad mental
o, cuanto menos, de puerilidad Ignoro si se ha escrito algGn estudio
sobre el hombre que se "actaba de *tener una mente criminal+ 0or mi
parte, creo que es uno de los no#elistas m!s e$traordinarios que ha
producido la humanidad <u ciencia y estilo de construccin no han
sido igualados por ningGn escritor del g&nero 'onoca, como pocos
hombres, los caracteres humanos, sus reacciones, y efecti#amente, no
dudo que poseyera una mente criminal Haba en &l una indulgencia
festi#a hacia los #ioladores de la ley en determinadas direcciones, y
"am!s ningGn hombre, imaginariamente, se atre#i a tanto, como lo
hi(o Lallace Imprime un giro nue#o a la no#ela policial, humani(a
sus persona"es
>?
*3eencarnacin de 0onson du /errail, el creador de 3ocambole+ (alter ego de
Arlt, por su parte, porque *produca como una cone"a+, y como Arlt, *un libro tras
otro+),
>8
Lallace es defendido en su literatura policial frente a las acusaciones de
>?
Arlt, 3oberto *=n protagonista de ,dgar Lallace+, en %l 'undo, -. de "ulio de %9.?
3ecopilada en6 Arlt, 3oberto Agua+uertes porte,as- cultura y poltica, 0rlogo y seleccin de
<yl#ia <atta, 7uenos Aires, )osada, %99-, pp -:F;-:8
>8
5&ase, al respecto6 Arlt, 3oberto *5idas paralelas de 0onson du /errail y ,dgar Lallace+, en
%l 'undo, -: de agosto de %9A: 3ecopilada en6 Arlt, 3oberto Agua+uertes porte,as- cultura y
poltica, Mp 'it, pp -A:;-A-
--:
*puerilidad+ a las que se somete su lectura 'omo puede #erse en el fragmento, Arlt se
enfrenta a estos pre"uicios y, en un gesto de impudor intelectual y de defensa del gusto
de ese pGblico lector al que se dirigan las obras de Lallace, no muy ale"ado,
seguramente, del lector de las aguafuertes de Arlt, elogia su insolencia *criminal+ (*el
m&rito de Lallace ainsiste m!s adelantea fue haberse atre#ido a imaginar cantidades
prodigiosas de delitos que hubieran hecho retroceder a otro no#elista+), su *ciencia+ y
su *estilo de construccin+ S si bien la narrati#a de Arlt empie(a a separarse, como
#eremos, de la introspeccin psicolgica en la construccin de sus h&roes del delito,
>9
la
crnica #alora igual y parad"icamente, la composicin y el tipo de caracteres de
Lallace, la e$ploracin de la *mente criminal+ y la *humanidad+ de sus persona"es
,sta admiracin manifiesta por Lallace, contrasta con la crtica de 7orges en las
p!ginas de %l /ogar y 1ur, aunque en uno de sus escritos muy tempranos sobre el
policial, 7orges se haba referido elogiosamente a Lallace6
Ambas pasiones ;la de las a#enturas singulares, la de la inmaculada
legalidad; hallan satisfaccin en la narracin policial ,dgar Lallace,
tengo entendido, era uno de los m!s conocidos artfices de ese g&nero
literario Jo he ledo su obra )amento esa omisin y tengo el
propsito de corregirla, porque no soy de los que misteriosamente
desdean las tramas misteriosas 'reo, al contrario, que la
organi(acin y la aclaracin, siquiera mediocre, de un suculento
asesinato o de un doble robo, e$igen un traba"o intelectual que es muy
superior a la f&tida emanacin de sonetos sentimentales o de di!logos
entre persona"es de nombre griego o de poesas en forma de 'arlos
2ar$ o de ensayos siniestros sobre el centenario de Koethe o de
meritorios estudios sobre el problema de la mu"er, Mriente y
Mccidente, la &tica se$ual, el alma del tango, y otras inclinaciones de la
ignominia ,spero que nuestra literatura argentina merecer! tener,
algGn improbable da, su ,dgar Lallace
?:
>9
/ambi&n Arlt se separa, como anali(amos en el captulo %, de sus lecturas del folletn
?:
*,dgar Lallace+, en %dgar Ballace, 7uenos Aires, 3o#ira, 'oleccin 2isterio, nc ?F, %9.-
3ecogido en .e2tos recobrados 1"91!1"##, 7uenos Aires, ,mec&, -::% 'abe aclarar que este
te$to de 7orges sobre el policial aparece en el #olumen ?F de la coleccin 2isterio, que
contiene la autobiografa de Lallace )as dos p!ginas finales de ese #olumen dedican un
espacio donde di#ersos escritores argentinos opinan sobre el autor ingl&s, y uno de ellos es
7orges A diferencia de esta nota, en te$tos posteriores, aparecidos en %l /ogar y 1ur, 7orges
critica enf!ticamente las narraciones de Lallace
--%
De todas maneras, Arlt toma de Lallace cierta combinacin particular del
policial con los sucesos de a#enturas@ en lo dem!s, sus relatos no entran en sintona y
difieren diametralmente de los modos de la narracin detecti#esca del autor ingl&s y de
la resolucin de sus enigmas, lo que diferencia, en este caso, el gusto de Arlt como
lector y su reelaboracin o utili(acin posterior de los materiales que ley
?%
,n primer
lugar, porque Arlt escribe cuentos y Lallace largas no#elas@ luego, porque en las
no#elas de Lallace, a diferencia de las ficciones de Arlt, lo dominante es la tensin de
la intriga y del misterio, la a#entura que se te"e a su alrededor y la siempre dilatada y
poco creble resolucin de un enigma que se difiere y retarda en mGltiples e
innumerables episodios resueltos bastante poco ingeniosamente en el final 2odelo de
narracin hiperblica y acumulati#a, las historias policiales de Lallace no nos reen#an
sino muy lateralmente a las esquem!ticas an&cdotas de los cuentos de Arlt, y es slo la
combinacin de narracin detecti#esca y rasgos de a#enturas lo que permite pensar en
cierta sintona con estas publicaciones de #enta masi#a en la cultura popular, segGn lo
que puede constatarse acerca de la popularidad de Lallace en los aos treinta )o que s
se comprueba es la permanente asociacin de Arlt entre el policial, el pGblico y el
mercado As, en *=n protagonista de ,dgar Lallace+, /orriglia, el ladrn de cad!#eres
con los que estafaba a las compaas de seguros y que tiene una *imaginacin
no#elesca+ seme"ante a la de Lallace, debera escribir no#elas policiales, segGn el
cronista, como forma de prosperidad econmica e intelectual6
/orriglia, que se pas la #ida embaucando y estafando, tiene la
posibilidad de ganar dinero sin necesidad de meterse en tantos los y
cementerios, y su chance consiste en escribir no#elas policiales
/orriglia cuenta con una e$periencia delictuosa que
puede constituir un capital literario <i en #e( de poner en pr!ctica los
proyectos que le sugiere su e$uberante imaginacin y mentalidad
criminal, se limita a escribirlos y publicarlos, entretendranse as los
innumerables desocupados de #ida tranquila y espritu apocado que
aman las emociones #iolentas
?-
?%
'abe destacar, no obstante, que en los cuentos de Arlt resuenan, por momentos, los episodios
y procedimientos de algunas obras de Lallace 0or e"emplo, en *)a cadena del ancla+ (%9.8)
aparece un suceso similar al que se presenta en %l ar)uero verde, no#ela en la que, del mismo
modo que en el relato de espiona"e de Arlt, una mu"er es escondida y atrapada en la cadena del
ancla de un trasatl!ntico
?-
Arlt, 3oberto *=n protagonista de ,dgar Lallace+, Mp 'it
---
Mbras de entretenimiento, de impacto emocional y #iolento sobre el espectador,
el policial aparece aqu como un g&nero de mercado para Arlt cuyo inter&s se #incula en
tanto que posibilidad, atracti#a y segura, de obtener un capital econmico y literario
Asociado con el dinero, insiste, de este modo, en la narrati#a de los aos treinta, con una
de las obsesiones m!s persistentes de Arlt6 la literatura como mercanca, el arte que se
funda en el beneficio del intercambio monetario
*=n argentino entre los gangsters+ (%9.?), uno de los primeros relatos policiales
de Arlt, en tanto que escritura orientada a una demanda pree$istente, apela, "ustamente,
a la satisfaccin de las e$pectati#as y deseos de ese pGblico lector y consumidor de
*entretenimientos+, tan agudamente descrito y detectado por el cronista en la aguafuerte
sobre /orriglia ,l te$to relata la historia de un argentino e$cepcional, Humberto
)aca#a, ingeniero a quien *los gentleman de la autom!tica+, un grupo de gangsters
norteamericanos bastante cercanos a cualquiera de los monstruos de Arlt,
?.
haban
secuestrado para que se ocupara del in#ento de una ruleta *con trampa+, un dispositi#o
que fuera capa( de detenerse en cualquiera de los nGmeros que pudieran ser solicitados
al a(ar 'on )aca#a reaparece aqu, por lo tanto, otro de los temas y tpicos arltianos6 la
in#encin cientfico t&cnica y el persona"e in#entor@
?A
aunque en este caso no se trata,
desde ya, del in#ento del aficionado, sino de un argentino ingeniero al que se le presenta
la *oportunidad+ que tanto esperan los primeros persona"es de Arlt )aca#a, a diferencia
de lo que sucede en las no#elas,
?F
cumple el sueo arltiano de encontrarse ante un
suceso e$cepcional 6 *Hay muchos hombres que se lamentan de que nunca les ha sido
concedida una oportunidad XWY Josotros le ofrecemos la oportunidad+, le dice al
argentino uno de los gangsters A su #e(, el relato est! orientado a pro#ocar la
identificacin y complicidad de ese lector !#ido de *emociones #iolentas+ que, en la
aguafuerte, Arlt delineaba, y refiere, entonces, la a#entura en la que este sudamericano
?.
0or e"emplo, BranO )ombardo, *especialista en acciones #iolentsimas+ tiene una *ro"i(a cara
de bull;terrier+, y /ony es un homicida de pie desni#elado, un co"o, un deforme como muchos
persona"es de Arlt 5&ase6 Arlt, 3oberto *=n argentino entre los gangsters+, en Cuentos
completos, ,dicin a cargo de 3icardo 0iglia y Mmar 7orr&, 7uenos Aires, <ei$ 7arral, %99>, p
-F:
?A
5&ase6 <arlo, 7eatri( La imaginacin tcnica, 7uenos Aires, Jue#a 5isin, %99-
?F
2asotta sostiene que los persona"es de Arlt son hombres determinados por la sociedad en que
#i#en y no hay cambio posible@ lo real es lo inmutable y los hombres est!n condenados a ser lo
que son6 humillados 0or eso, para 2asotta, si Arlt hace luchar a los persona"es y los hace
esperar un acontecimiento mara#illoso que nunca se concreta, es para que terminen frustrados e
instauren, de ese modo, un desacomodo entre lo que quieren ser y lo que pueden ser 2asotta,
Mscar 1e2o y traicin en $oberto Arlt, Mp 'it
--.
de 0alermo, del que /ony 7erman (uno de los gangsters) *no poda esperar ningGn
dao+, prepara astutamente un plan que se sostiene en la astucia y en la inteligencia
aprendida en 7uenos Aires y (por el que logra desembara(arse de los gangsters)6
Humberto )aca#a no hablaba <e acordaba de 7uenos Aires, el
barrio de 0alermo, al tiempo que obser#aba a los tres hombres entre
sus p!rpados medio cerrados /ony 7erman "am!s debi secuestrar a
hombre seme"ante para lograr sus propsitos 0ero /ony no era
perfecto Adem!s, Tqu& dao podan esperar de este sudamericano,
delgado, de cinco pies de estatura, que entre las yemas de los dedos se
esturaba pensati#amente el labio inferiorV XY
3ecordaba su casa de 0alermo, sus hermanas T<e imaginaran que
estaba en esos momentos secuestrado por una banda de gangstersV
=na rabia fra se desenrosc en su cora(n XY
Jo tena prisa Aguardaba su oportunidad 'uando la ruleta
funcionara correctamente, ellos le XsicY mataran XY 'on la ruleta
el&ctrica emprenderan una estafa a gran escala, y Gnicamente un
ingenuo poda soar en su pr$ima liberacin S &l no estaba
acostumbrado a tra(ar c!lculos sobre buenas intenciones <u infancia,
transcurrida en los arrabales porteos, le haba cargado de una
socarronera fra y #igilante@ no sera el humorismo de /ony *el
0aticorto+@ pero s otro humor que probablemente les pondra a ellos
los pelos de punta
?>
,l narrador in#oca los conocimientos sociales y geogr!ficos de su lector (*la
socarronera fra y #igilante+ de un habitante de los suburbios porteos), y sugiere, en
complicidad, las cla#es para el desarrollo de la a#entura y la intriga policial en la que un
argentino se impone a los gangsters6 el cuento termina con el asesinato que )aca#a ha
planeado framente para sus captores, que mueren electrocutados alrededor de la ruleta
mientras &l escapa con el dinero De esta manera *el humorismo+ mencionado en la cita
que, en un guio al lector, anticipa que *probablemente les pondra a ellos Xa los
gangstersY los pelos de punta+, hace que, efecti#amente, en el final y por efecto de la
corriente el&ctrica los *atl&ticos asesinos+, *parali(ados+ y con *o"os aterrori(ados+ no
puedan *despegarse de la mesa y sus cabellos se ericenXeri(abanY ba"o la creciente ola
de la quemadura que los echaba hacia atr!s+ ,n esta instancia el in#entor y a#enturero
?>
Arlt, 3oberto *=n argentino entre los gangsters+, en Cuentos completos, Mp 'it, pp -F-;
-F.
--A
argentino )aca#a *les soslay una r!pida mirada@ subi corriendo a su dormitorio
/om la maleta con los #einte mil dlares y sali+
??
<i puede sealarse, entonces, una preocupacin por el mercado y suponerse que
ciertas (onas del policial de Arlt se inscriben en torno a un inter&s comercial y apelan al
pGblico lector de policiales de circulacin masi#a en 7uenos Aires, sus ficciones, que
reiteradamente ponen en e#idencia sus interte$tos, inter#ienen, adem!s, como los te$tos
de 7orges, sobre los modelos gen&ricos y tipificados y reformulan algunas de sus reglas
As, en muchas oportunidades los cuentos presentan una distancia pardica sobre lo
narrado y tambi&n cuestionan la figura del detecti#e ra(onador =n relato curioso, en
este sentido es *)a pista de los dientes de oro+ /e$to sensacionalista, policial y
melodram!tico, retoma ciertos lugares comunes de la literatura criminal y la retrica
sentimental
?8
y los lle#a al e$tremo de la crtica, la caricatura y la parodia ,l cuento
narra el crimen de )auro <pron(ini y el modo en que el asesino ha burlado a la prensa y
a la polica con el recurso de una pista falsa6 los dientes de oro que no han sido sino una
pelcula met!lica colocada sobre su dentadura ,n este caso, y en una reiteracin de
rasgos tradicionales del g&nero _que ya aparecen en 0oe_, el discurso periodstico entra
en la ficcin y la narracin se distancia del sensacionalismo de sus modos de
representacin6 *)a primera plana de los diarios reproduce el cuarto del hotel en el
espantoso desorden que lo ha encontrado la polica ,l respaldar de la silla apoyado en
la tabla de una puerta@ el ahorcado colgando del aire por el cuello, y la s!bana anudada
en dos partes, amarrada al picaporte de la puerta %s el crimen b6rbaro )ue ansa la
mentalidad de los lectores de dramones espelu0nantes+
?9
S si bien el asesino no es
descubierto nunca por la polica, Diana )ucerna, una odontloga que encuentra un
partcula met!lica en el diente de <pron(ini, transmutada en una especie de herona
sentimental, decide no delatar al asesino, en un final que cristali(a hasta la parodia la
resolucin policial en cruce con la intriga amorosa en el que se resuel#e el relato6
??
Arlt, 3oberto *=n argentino entre los gangsters+, en Cuentos completos, Mp 'it, p -F> )ila
'aimari seala que el impacto del cine era tan fuerte que, en muchas oportunidades las crnicas
de los diarios en los aos #einte y treinta trataban de asimilar los sucesos acaecidos en 7uenos
Aires, con episodios de gangsters y ametralladoras tal como se #ean en el cine ,sto permite
pensar que el cuento de Arlt entronca de este modo con fantasas populares de a#enturas en
torno al crimen norteamericano que tambi&n se registran en la prensa 'aimari, )ila Mp 'it
?8
5&ase, a este respecto6 <arlo, 7eatri( %l imperio de los sentimientos, 7uenos Aires, Jorma,
-:::
?9
Arlt, 3oberto *)a pista de los dientes de oro+, en Cuentos completos, Mp 'it, p -.? `nfasis
nuestro
--F
)auro sale y Diana se queda sola en su consultorio, fro de
cristales y nqueles, mirando abstrada por los #isillos de una #entana
las techumbres de las casas de los alrededores )uego, bruscamente
inspirada, #a y busca los diarios de la maana )os elementales datos
de la filiacin e$terna coinciden con ciertos aspectos fsicos de su
cliente XWY <i en este mismo momento se re#isara la dentadura de
todos los habitantes de la ciudad no se encontrara en los dientes de
ninguno de ellos ese sospechossimo tro(o de pelcula Jo le queda
duda6 &l es el asesino6 &l es el asesino y ella debe denunciarlo
DebeW
=na congo"a dulce se desenrosca sobre el cora(n de Diana, con
tal frenes hambriento de proteccin y curiosidad, que derrota toda la
fuer(a estacionada en su #oluntad moral
Debe denunciar al asesinoW0ero el asesino es un hombre que le
gusta )e gusta ahora con un deseo tan #iolentamente dirigido, que
su cora(n palpita con m!s #iolencia que si &l tratara de asesinarla S
se aprieta el pecho con las manos
8:
Mtros te$tos de Arlt desarticulan ciertas constantes y estereotipos del g&nero,
como *,l misterio de los tres sobretodos+ que pone en cuestin los modos de la
deduccin y el ra(onamiento policial ,l cuento se sitGa en un ambiente pequeo
burgu&s muy afn a muchos de los relatos de Arlt (sobre todo a la serie del no#ia(go que
aparece en %l (orobadito) De esta manera, el *enigma de la oficina+ por el que se trata
de descubrir al ladrn de tres sobretodos, un cinturn sin hebilla, un reta(o de seda,
*bagatelaXsY que, como asume el narrador, *terminaXnY por re#estir un contorno
cruento+, sucede en la casa Xenius, *una ropera de hombres y mu"eres+ y en el crculo
de los empleados de una tienda ,n este misterio, *intrascendente+ para la polica y que
por ello no se ha llegado a descifrar, se ponen en "uego las deducciones de ,rnestina
Qun persona"e tambi&n cercano a los estereotipos de insatisfaccin pequeo burguesa
de las mu"eres en ArltQ cuyo ra(onamiento de no#ela y cine policial (recordemos que
,rnestina es una mu"er asidua al cine, como las heronas de 2anuel 0uig) se muestra en
el relato como impreciso, peligroso (porque son las deducciones las que la lle#an al
crimen) y fala(6
'asi todas las empleadas lle#aban a la tienda el caf& con leche en
un termo ,rnestina haba obser#ado que cuando no tena ganas de
8:
Arlt, 3oberto *)a pista de los dientes de oro+, en Cuentos completos, Mp 'it, p -.9
-->
comerse las *medialunas+ y las de"aba en el ca"n de su escritorio,
para comerlas al da siguiente, una mano misteriosa que haba re#isado
el ca"n, se haba lle#ado las *medialunas+
Ahora bien6 aunque ,rnestina no hi(o ningGn comentario al respecto,
dedu"o6
%N ,l ladrn de la tienda no era ni empleado ni empleada, porque
ningGn empleado ni empleada se quedaba despu&s de la hora de la
salida y, adem!s, ninguno de ellos le hubiera robado a su compaero
una o dos *medialunas+ para tomar con el caf& con leche
-N 0or lo tanto, el ladrn de las *medialunas+ era un hombre que
merodeaba por las oficinas despu&s que ellos salan
.N =n hombre que es capa( de re#isar un ca"n y robarse una
*medialuna+ es un ser humano sin sensibiblidad, con la "usta
mentalidad para robarse un cinturn sin hebilla, un metro de seda o los
tres sobretodos
AN ,n consecuencia, el ladrn de las *medialunas+ era el ladrn de
las prendas anteriores, y actuaba en el comercio e$clusi#amente por la
noche
8%
<i en el policial, como sostiene 0ierre 7oileau,
8-
el ra(onamiento es fala( y no
responde a la lgica porque parte de premisas falsas, Arlt lle#a al e$tremo esta consigna
y la desmonta en tanto que procedimiento engaoso, peligroso y sub"eti#o6 ,rnestina
una mu"er que "uega a deducir como un detecti#e de policial, mo#ida por la
*indignacin+ pequeo burguesa de quien se siente robada en sus narices (siendo *mas
pobres que las ratas+), en#enena una medialuna para comprobar si la hiptesis sostenida
en su ra(onamiento resulta certera As se descubre, con su muerte, que el sereno era el
culpable De esta manera, son las deducciones de ,rnestina, las que mo#idas por la
sub"eti#idad y la indignacin, no slo se muestran como insuficientes e imprecisas sino
que adem!s la lle#an a la "ustificacin de la accin criminal que es la que, en definiti#a,
permite identificar que el sereno era el culpable, y no el efecto del ra(onamiento como
en muchos te$tos policiales ,n este sentido, otro cuento de Arlt, *,l enigma de las tres
cartas+ es muy elocuente ,l te$to cuestiona la figura del detecti#e ra(onador y muestra
el car!cter dudoso, equ#oco y engaoso de ese mecanismo6 el que cumple ese papel y
que finge ser un in#estigador pri#ado es un estafador
8.
'on la representacin de este
8%
Arlt, 3oberto *,l misterio de los tres sobretodos+, en Cuentos completos, ..9;.A:
8-
5&ase6 7oileau;Jarce"ac (0ierre 7oileau y /homas Jarce"ac) La novela policial, 7uenos
Aires, 0aids, %9>8
8.
Mtros cuentos, como *,l crimen casi perfecto+, discurren en torno a la poca #erosimilitud de
los problemas y soluciones que plantea el policial ,n este caso, tambi&n se discute el enigma de
un asesinato en un cuarto cerrado por dentro, y uno de los persona"es dice6 *Wy si alguien haba
--?
estafador, entonces, cuyo ra(onar de detecti#e en un principio mara#illa a 0erolet, otro
de los persona"es, Q*,l seor 0erolet mo#a la cara asintiendo embobado /ena la
impresin de encontrarse frente al m!s lgico de los hombres Uu& simple y profundo
era todoE+Q
8A
, el cuento pone en e#idencia y problemati(a esos persona"es ra(onadores
tan afines a la narrati#a policial
8F
,ste hecho, indudablemente, nos reen#a nue#amente a 7orges y a sus ficciones,
y a las obras de 7orges y 7ioy 'asares en colaboracin que, como es sabido, tambi&n
cuestionan la figura del detecti#e ra(onador en las humorsticas deducciones del
parodiado 0arodi
8>
0ero adem!s nos reen#a a otros te$tos de la $evista 'ulticolor de
los 16bados que, seleccionados seguramente a partir de las preferencias del propio
entrado en el departamento de la #iuda rompiendo un #idrio de la #entana, y colocando otro
despu&s que coloc el #eneno en el #asoV ,ra una fantasa de no#ela policial, pero con#ena
#erificar la hiptesis+ 5&ase6 Arlt, 3oberto *,l crimen casi perfecto+, en Cuentos completos,
Mp 'it, p FAF
8A
Arlt, 3oberto *,l enigma de las tres cartas+, en Cuentos completos, Mp 'it, pp F%F;F%>
8F
,l te$to atra#esado por la irona y la parodia, refiere el caso por el cual 0erolet, persona"e
temeroso, que solamente *se senta peligroso en el interior de su casa+, es acusado de ser un
espa y recibe tres cartas con amena(as de muerte ,n una de ellas, una aparente bomba que no
resulta ser sino una *bomba de chocolate+@ lo que establece un guio humorstico al lector y
propone un ale"amiento de los terribles crmenes que se narran en el policial As, lo que en un
principio se supone como una broma que logra, en su insistencia, aterrori(ar a 0erolet, se
resuel#e como un engao organi(ado por un estafador que, ra(onador efica(, se abusa del miedo
que las misi#as generan en sus #ctimas, propensas a los ataques cardacos, para obtener el
beneficio econmico de los ser#icios de in#estigador que &l ofrece 'omo e$plica, en el final del
relato, el inspector6 *Q<eor 0erolet6 tengo el gusto de comunicarle que hemos descubierto a su
misterioso enemigo y a uno de los g&neros de estafa m!s h!biles que pueda imaginarse ,ste
hombre, Kirolamo )enescu, rumano de nacimiento y #agabundo internacional, estu#o empleado
durante cierto tiempo en una compaa de seguros ,n dicha compaa tu#o oportunidad de
informarse de todas las solicitudes que eran recha(adas por estar los candidatos enfermos del
cora(n ,ntonces in#ent el ardid de la persecucin y de la ]agresin indirectaP, ofreciendo sus
ser#icios de detecti#e pri#ado a las mismas personas a quienes pre#iamente atemori(aba con sus
seudoatentados 'laro est! que sus vctimas, al escuchar las interpretaciones lgicas )ue este
hombre haca de los seudoatentados, crean encontrarse +rente a un e2traordinario
investigador, y no tenan inconveniente de abonarle su servicio )ue en el +ondo era una esta+a+
Arlt, 3oberto *,l enigma de las tres cartas+, en Cuentos completos, Mp 'it, pp F%>;F%?
`nfasis nuestro
8>
,n %9A- aparece 1eis problemas para don ?sidro 3arodi 5&ase, a este respecto, entre otros
traba"os, adem!s de las apreciaciones de )afforque y 3i#era y de los artculos ya citados6
A#ellaneda, Andr&s *1orge )uis 7orges y Adolfo 7ioy 'asares =n modelo para descifrar+, en
%l habla de la ideologa, 7uenos Aires, <udamericana, %98., pp F?;>9@ *Dossier 1eis
problemas para don ?sidro 3arodi de /. 8ustos @omec)+, ;ariaciones 8orges, nN >, Aahus,
%998@ )afon, 2ichel *Algunos e"ercicios de escritura en colaboracin+, en <atta, <yl#ia
(directora) %l o+icio se a+irma. /istoria crtica de la literatura argentina (dirigida por Jo&
1itriO), 7uenos Aires, ,mec&, -::A
--8
7orges sobre el policial, fueron publicados all y circulaban en la &poca
8?
,n este
sentido, interesa detenerse en las p!ginas de esta publicacin, ya que resulta un punto de
confluencia, pr&stamos (futuros) e interseccin entre el circuito culto que 7orges
impulsa en ese momento y el popular
88
A este respecto, si en el diario Crtica, como
anali(a <atta,
89
el relato del crimen ocupa un lugar central, es curioso obser#ar el modo
en que el policial ingresa a las p!ginas de la re#ista
,n efecto, en relacin con los te$tos ficcionales que all se publican, adem!s de
los asuntos orientales y de los cuentos fant!sticos *que pueden ser ledos como
interte$to de la literatura borgeana+,
9:
hay dos lneas muy marcadas en la $evista
'ulticolor desde el comien(o@ una, que se da en torno a los relatos criollistas y de temas
localistas@ otra que, intensific!ndose a mediada que se suceden los nGmeros, se organi(a
en torno del policial 'iertamente, si ya desde el principio aparecen te$tos de sangre,
ficciones #inculadas al delito, biografas (infames), historias sobre crmenes y
criminales m!s o menos c&lebres y te$tos de delincuentes cercanos al +ait divers, como
los que describimos en las p!ginas anteriores Qy que, en algunos casos, se
corresponden con una inclinacin del diario que la re#ista retoma y reorgani(aQ, desde
el nGmero diecisiete la inclusin del policial como un g&nero que se identifica como tal
es contundente ,n este caso, "unto con *,l mensa"e en el relo" de sol+ de 1 7ell,
9%
aparece un recuadro editorial que promete al lector que */odos los nGmeros Crtica
$evista 'ulticolor publicar! un gran cuento policial+ Desde este momento
(primeramente en la p!gina -, y luego, alternati#amente, en otras) se editan en las
sucesi#as apariciones aportes *notables en el g&nero+, con un rtulo en el margen
superior i(quierdo (en letras ro"as o algGn car!cter llamati#o o de f!cil
8?
<e ha discutido bastante acerca de la mayor o menor in"erencia de 7orges en la re#ista As,
mientras 3i#era considera tmida la participacin de 7orges en la publicacin, su"eta a un grupo
de nombres y g&neros de su predileccin, AnnicO )ouis discute estas y otras apreciaciones y
anali(a de qu& manera se #en las marcas de 7orges como director 5e!se6 3i#era, 1orge 7 *)os
"uegos de un tmido 7orges en CrticaF, en Crisis, nN .8, mayo;"unio de %9?>@ y )ouis, AnnicO
*Instructions pour apprendre d trou#er 7orges dans la *3e#ista 2ulticolor de los <!bados++, en
7orge Luis 8orges- oeuvre et manoeuvre, Mp 'it, pp >9;%-:
88
)a re#ista constituye una (ona que permite detenerse, tambi&n, y anali(ar las primeras
apro$imaciones borgeanas al g&nero
89
<atta, <yl#ia *0or el mundo del crimen+, Mp 'it
9:
<atta, <yl#ia *3ecorrido+, Mp 'it A este respecto, puede decirse que la tendencia a lo
fant!stico se intensifica con los sucesi#os nGmeros 'abe destacar, asimismo, que en la re#ista
se da cierto espacio a la representacin de la miseria
9%
7ell, 1 1, *,l mensa"e en el relo" de sol+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN
%?, - de diciembre de %9.., p A
--9
indi#iduali(acin) para la r!pida identificacin del lector De esta manera, a la #e( que
se discrimina este espacio del resto de lo publicado en la re#ista \ gesto que slo se
repite muy ocasionalmente el caso de *'uentos de ambiente argentino+;, se marca, de
este modo, la presencia enf!tica de *=J '=,J/M 0M)I'IA)+ ,ntre los te$tos que
all aparecen, pueden mencionarse6 *1er#ison, el millonario que muri de hambre+, de
3onald 4no$, *,l muerto de la casa del pa#o real+ y *)a profeca del perro+ de K 4
'hesterton, *,l en#enenador de <ir Lilliam+, de Anthony 7erOeley, *Ha desaparecido
una perla+ de 1uan ,rf"ord, *)as muertes eslabonadas+ de 1acO )ondon, *,l seor
)eggalt de"a su tar"eta+ de 1ohn Bletcher y *,l #iernes a las seis, un ahorcado+ de Hanns
,Rers Hein(
9-
,ntre los autores nacionales, cabe destacar6 *)os dos bala(os+, *,l robo
en la sala III+, *2uerte encerrada+ y *A treinta pasos+ de 'arlos 0&re( 3ui(, *,l
misterio de los tres suicidas+ de 5ctor Kuillot y *,l crimen de la <afo de terracota+ de
Berrari Amores
9.
,n %9A., algunos de estos relatos ser!n reeditados por 7orges y 7ioy
'asares en la seleccin de los me"ores cuentos policiales que sale a la #enta por
,mec&,
9A
lo que pone en e#idencia, de modo cabal, la presencia e inter#encin de las
preferencias de 7orges en esta seleccin de autores y ttulos
9-
5&ase, a este respecto6 4no$, 3onald *1er#ison, el millonario que muri de hambre+, en
Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN %8, 9 de diciembre de %9.., p -@ 'hesterton, K4
*,l muerto en la casa del pa#o real+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN -%, .: de
diciembre de %9.., pp %;-@ y, *)a profeca del perro+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los
16bados, nN A:, %- de mayo de %9.A, p -@ 7erOeley, Anthony *,l en#enenador de <ir
Lilliam+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN -:, -. de diciembre de %9.., p -@
,rf"ord, 1uan *Ha desaparecido una perla+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN
.?, -% de abril de %9.A, p%@ )ondon, 1acO *)as muertes eslabonadas+, en Crtica. $evista
'ulticolor de los 16bados, nN .8, -8 de abril de %9.A, p A@ Bletcher, 1ohn < *,l seor )eggalt
de"a su tar"eta+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN A., - de "unio de %9.A, p -@ y
Hein( ,Rers, Hanns *,l #iernes a las seis, un ahorcado+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los
16bados, nN AF, %> de "unio de %9.A, p A
9.
0&re( 3ui(, 'arlos *)os dos bala(os+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN A., -
de "unio de %9.A), *,l robo en la sala III+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN A8,
? de "ulio de %9.A, p -, *2uerte encerrada+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN
F-, A de agosto de %9.A, p >, y *A treinta pasos+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los
16bados, nN F>, % de septiembre de %9.A, p F@ Kuillot, 5ctor *,l misterio de los tres suicidas+,
en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN %9, %> de diciembre de %9.., p -@ y Berrari
Amores *,l crimen de la <afo de terracota+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN
.:, . de 2ar(o De %9.A, p .
9A
7orges, 1orge )uis y 7ioy 'asares, Adolfo Los me(ores cuentos policiales, 7uenos Aires,
,mec&, %9A. )os te$tos reeditados son6 *1er#ison, el millonario que muri de hambre+ de
3onald 4no$ (Mp 'it), *,l en#enenador de <ir Lilliam+, de Anthony 7erOeley (Mp 'it),
*)as muertes eslabonadas+, de 1acO )ondon (Mp 'it), y el te$to del argentino 'arlos 0&re(
3ui(, *A treinta pasos+ (Mp 'it)
-.:
<i se consideran estos te$tos y el marco de su publicacin, es preciso atender al
modo en que las notas editoriales que los acompaan (en recuadro y en color llamati#o,
ro"o o negrita, la mayora de las #eces) interpelan al pGblico lector de distintas formas
(que no resultan muy ale"adas de las que se promo#an en el diario Crtica), y buscan su
colaboracin acti#a en la resolucin de los enigmas /ambi&n se promociona el cuento o
los autores que se publicar!n en el nGmero siguiente y, en reiteradas ocasiones, se
destaca su singularidad, su originalidad (la nota sobre 'hesterton, por e"emplo, es de las
m!s e$tensas)
9F
y se anticipan algunas de las cla#es para la resolucin del problema que
cada te$to plantea
9>
,n algunos casos, como por e"emplo, en el nGmero A? donde se
publica *2atando de sobremesa+, de Mscar 0eyrou, ese procedimiento se lle#a a un
e$tremo cercano a la parodia
9?
Aqu, a partir del dibu"o esquem!tico de die( persona"es
(die( sospechosos) la nota editorial impele al lector a elegir al asesino y solicita, como
en un "uego de nios, su diligente participacin en el desarrollo del cuento6 *,li"a =d su
asesino ,s uno de estos die( persona"es+ 1uegos de la inteligencia, literatura como
"uego, relatos problemas, reiteradamente en la inter#encin editorial se promue#e un
di!logo que suscita la colaboracin y la complicidad del lector, en un gesto tambi&n
#anguardista y, por momentos pardico en tanto lle#a al e$tremo y cristali(a modos de
participacin cercanos a los que procuraba Crtica.
98
9F
,l te$to editorial sobre 'hesterton dice6 *Kilbert 4 'hesterton, ha reno#ado la t&cnica del
cuento policial 0rimero hi(o c&lebre a su persona"e, el sacerdote catlico padre 7roRn, siempre
incr&dulo de la e$plicacin sobrenatural de los crmenes y descubridor de una e$plicacin
racional aGn m!s mara#illosa Ahora ha creado un nue#o detecti#e, el distrado Kabriel Kale,
h&roe de la espl&ndida no#ela corta que hoy aparece por primera #e( en castellano en Crtica,
$evista 'ulticolor. 5&ase6 Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN -%, .: de diciembre
de %9.., p -
9>
,n el nGmero diecisiete aparece en recuadro6 */odos los nGmeros Crtica $evista 'ulticolor
publicar! un gran cuento policial T<e suicid o fue asesinado el millonario 1er#isonV )ea en el
pr$imo nGmero el relato de este caso misterioso por 3onald 4no$+ (en Crtica. $evista
'ulticolor de los 16bados, nN %?, - de diciembre de %9.., p A) M, en otra oportunidad, puede
leerse6 *,l pr$imo nGmero de Crtica $evista 'ulticolor publicar! un gran cuento policial de
Antonio 7erOeley =n detalle impre#isto aclara el asesinato perfecto+ (en Crtica. $evista
'ulticolor de los 16bados, nN %9, %> de diciembre de %9.., p -)
9?
<egGn AnicO )ouis, *X7orgesY Il a probablement une id&e du public qui achete le "ournal, dans
la mesure of ceci est possible d lP&poque@ en tout cas, il ne peut ignorer que celui;ci sPadresse d
un public large@ un public dont la caract&ristique la plus importante est quPil est habitu& d un
certain type de "ournalisme )es directeurs du suppl&ment connaissaient les caract&ristiques du
Crtica et cette connaissance leur a permis de transformer lPespace du suppl&ment en un lieu de
refle$in sur les pratiques du "ournal, qui #a "usquPd la parodie )ouis, AnnicO 7orge Luis
8orges- oeuvre et manoeuvre, Mp 'it, pp 9.;9A
98
5&ase, a este respecto <atta, <yl#ia $egueros de tinta, Mp 'it
-.%
0ueden obser#arse, asimismo, en un recorrido por la re#ista, ciertas
particularidades en torno al policial Adem!s de alguna presencia de te$tos
sensacionalistas que apelan a la efusin de sangre y al impacto dram!tico y
espelu(nante sobre el pGblico,
99
Qque reaparece en algunos te$tos de espiona"e de Arlt,
que se detienen, igualmente, en el derramamiento de sangreQ, en sintona con las
tendencias del diario, puede decirse que pre#alecen los relatos del tipo del policial
ingl&s, y, por e"emplo, el enigma del cuarto cerrado, o intrigas similares a la de *)a
carta robada+ de ,dgar Allan 0oe se rescriben una y otra #e( ,n algunas oportunidades,
asimismo, los relatos cuestionan los estereotipos y cristali(aciones del g&nero y
discurren en torno a las formas tipificadas y sus modos de operar ,s el caso de *,l
crimen en la casa del pa#o real+, de 'hesterton y *,l detecti#e magnfico+ de 5ctor
Kuillot, que narra, de un modo crtico seme"ante al que aparece en el relato de Arlt
sobre el enigma de las tres cartas, la historia del fracaso de un detecti#e ra(onador, el
momento en el que a su *mentalidad ultrapotente+ se le niega el &$ito con su deduccin,
la primera equi#ocacin de quien era una *especie de sobrenatural demiurgo,
misteriosamente oculto en un sitio #elado y recndito, desde donde su mentalidad XWY
desentraaba los m!s complicados problemas de la delincuencia con slo eslabonar en
su cerebro la serie #ertiginosa de sus ra(onamientos, partiendo del trapecio que le
armaban los datos concretos+
%::
0or lo dem!s, si el policial, los cuentos criollistas (campesinos y localistas) y los
relatos fant!sticos son muy frecuentes en la publicacin, sugesti#amente, en la re#ista se
combinan esas lneas y aparecen te$tos que (como *Hombres de las orillas+,
de 7orges, #ersin pre#ia, como se sabe, de *Hombre de la esquina rosada+)
constituyen su originalidad en torno a esa confluencia =n caso singular, a este respecto,
lo constituye el *,l misterio de los tres suicidas+, porque aqu, a la #e( que se
problemati(an los estereotipos habituales, y aparece el *ambiente argentino+ en un
99
'omo e"emplo, pueden mencionarse, entre otros *7aOer, el ambicioso de la silla el&ctrica+
(M 'it), *1acO el destripador+ de 1uan 0reston (Mp 'it) y *,l b!rbaro crimen del tren nN >-A+,
de ,mmanuel 'ourter ('ourter, ,mmanuel, *,l b!rbaro crimen del tren nN >-A+, en Crtica.
$evista 'ulticolor de los 16bados, nN --, > de enero de %9.A, p -) 0uede decirse que el
car!cter sensacional de algunas historias se somete a discusin en uno de los Gltimos nGmeros,
porque se promociona un relato policial cuya peculiaridad y #irtud est!, "ustamente, en no
mostrar el derramamiento de sangre <e trata del cuento de 1ohn Bletcher, te$to que se anuncia
como *un policial sin efusin de sangre+ 5&ase6 Bletcher, 1ohn < *,l seor )eggalt de"a su
tar"eta+, Mp 'it, p -
%::
Kuillot, 5ctor *,l detecti#e magnfico+, Mp 'it
-.-
relato policial,
%:%
se construye una intriga cuya resolucin sugiere lo sobrenatural,
aunque no se agota en lo sobrenatural6 un caso de hipnosis habra producido los tres
suicidios y, como sostiene uno de los persona"es6 *0or mucho que se haga para
interpretar racionalmente los hechos, siempre queda flotando un tr!gico ambiente de
misterio alrededor de aquello+
%:-
De manera tal, este cuento y otros que all se publican,
Qen un gesto que podra muy f!cilmente #incularse a los interesen borgeanos, pero
tambi&n a algunos relatos de Arlt, que, como #eremos, combinan el hipnotismo y el
policialQ, desdibu"an los lmites gen&ricos (entre el policial y el fant!stico, en los casos
m!s reiterados@ entre el policial, lo fant!stico y las tramas de ambiente local, en el
asunto puntual de Kuillot) y deshacen las fronteras l!biles entre ellos ,ntre los m!s
significati#os a este respecto, tambi&n pueden mencionarse, *,l enigma de los o"os en la
pared+ de 3icardo <etaro,
%:.
y *,l #iernes a las > un ahorcado+, de Hanns Hein( ,Rers,
un te$to cuyos rasgos puede decirse que se retoman en la po&tica de <il#ina Mcampo
De un modo seme"ante a lo que aparece en la re#ista y en confluencia o
continuacin con los intereses de 7orges como director, estos caracteres nos reen#an
directamente al policial borgeano, a sus inter#enciones crticas y a sus te$tos en
colaboracin ,n efecto, las notas de 7orges en %l /ogar y algunos artculos de la
re#ista 1ur est!n atra#esados por el cuestionamiento sobre los modos adecuados para
presentar el problema, o el enigma, policial, y sobre los mecanismos apropiados para su
solucin /ambi&n se discute la posible confluencia del policial y el fant!stico6 como
sostiene 0astormerlo, *cuando a principios de la d&cada del .: 7orges se inicia en la
narrati#a y se introduce en el g&nero policial (estos dos comien(os son, en realidad, uno
solo), recurre a la figura tutelar de 'hesterton "ustamente por la me(cla de policial y
fant!stico que proponan sus relatos 7orges y 7ioy 'asares prefirieron atender a las
similitudes ente estos g&neros y ol#idarse de las diferencias+
%:A
, y mucho de su po&tica,
%:%
,l te$to completo del recuadro de la editorial que aparecen en el nGmero anterior
promocionando este cuento policial que aparecer! en el siguiente dice6 */odos los nGmeros
Crtica $evista 'ulticolor publicar! un cuento policial )ea el pr$imo s!bado el caso de la
sospechosa cone$in de tres misteriosos suicidios, en un relato de ambiente argentino que firma
5ctor Kuillot+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los 16bados, nN %8, 9 de diciembre de %9.., p
-
%:-
Kuillot, 5ctor *,l misterio de los tres suicidas+, Mp 'it, p -
%:.
<etaro, 3icardo *,l enigma de los o"os en la pared+, en Crtica. $evista 'ulticolor de los
s6bados, nN %., A de no#iembre de %9.., p %
%:A
Afirma, adem!s, en este sentido <ergio 0astormerlo6 *esta fecunda confusin de g&neros (el
policial y el fant!stico, el policial y la ciencia ficcin) es la que define la narrati#a del cuarenta
de 7ioy 'asares6 La invencin de morel, 3lan de evasin, *,l per"urio de la nie#e+
-..
de la po&tica de ambos, se basa en ese cruce *,dgar Allan 0oe \afirma 7orges;
escribi cuentos de puro horror fant!stico o de pura bi0arrerie@ ,dgar Allan 0oe fue
in#entor del cuento policial ,llo no es menos indudable que el hecho de que no
combin "am!s los dos g&neros XY 'hesterton, XY e"ecuta, siempre, ese tour de +orce.
0resenta un misterio, propone una aclaracin sobrenatural y la reempla(a luego, sin
p&rdida, con otra de este mundo
%:F
,sta es, a "uicio de 7orges la solucin adecuada,
pues lo sobrenatural no debe estar en la solucin del problema o del enigma policial,
sino en su desarrollo 'omo afirma en una de sus notas publicada en %l /ogar6
0uedo recomendar a los amateurs de la no#ela policial XY
este Gltimo libro de ,llery Uueen 0uedo afirmar que cumple con los
primeros requisitos del g&nero6 declaracin de todos los t&rminos del
problema, economa de persona"es y de recursos, primaca del cmo
sobre el qui&n, solucin necesaria y mara#illosa, pero no sobrenatural
(,n los relatos policiales, el hipnotismo, las alucinaciones telep!ticas,
los eli$ires de mal&fica operacin, las bru"as y los bru"os, la magia
#erdadera y la fsica recreati#a, son una estafa) ,llery Uueen "uega
con lo sobrenatural, como 'hesterton, pero de un modo lcito6 lo
insinGa para mayor misterio en el planteo del problema, lo ol#ida o lo
desmiente en la solucin
%:>
)as ficciones policiales de 7orges responden m!s o menos a estas consignas,
como tambi&n algunas de las que escribe en colaboracin con Adolfo 7ioy 'asares, los
relatos del parodiado ra(onador 0arodi 'abe sealar, sobre todo, en *)as doce figuras
del mundo+ (%9A%), donde el mecanismo racional desentraa y proporciona una
e$plicacin de lo que, en un principio, se atribua a la magia y lo sobrenatural
%:?
0astormerlo, <ergio *Dos concepciones del g&nero policial =na introduccin a la narrati#a
policial borgeana+, Mp 'it
%:F
7orges, 1orge )uis *<obre 'hesterton+, en Atras ?n)uisiciones, Abras Completas, 7uenos
Aires, ,mec&, %99>, p ?-
%:>
7orges, 1orge )uis */al+!Bay /ouse, de ,llery Uueen+, en .e2tos Cautivos, Abras
Completas, 7uenos Aires, ,mec&, %99>, p -%>
%:?
De todas maneras las ficciones policiales de 7orges #an m!s all!, ciertamente, de cualquier
dec!logo o caracteri(acin esquem!tica y se centran, sobre todo, en la resolucin de un
problema intelectual y se constituyen como una propuesta narrati#a 0orque, como sostiene
Daniel 7aldeston 7orges #e al policial m!s all! de sus con#enciones6 *,l ]cdigoP que 7orges
propone para el cuento policial es interesante, entonces, por el &nfasis que pone en la creacin
de un problema riguroso y econmico para el intelecto, y por sus omisiones+ S aade6 *el
relato policial no es para &l un g&nero con#encional su"eto a frmulas, sino un e$perimento
constante con toda la gama de lo posible, en que un relato deber! siempre ser "u(gado por el
-.A
0uede decirse entonces, que la inter#encin de Arlt sobre los modelos del
policial y las formas de la distancia crtica que aparecen en sus te$tos se acercan, en
algunos sentidos, a las lecturas, re#isiones, y operaciones reali(adas por 7orges, a sus
reali(aciones ficcionales y a la labor de 7ioy 'asares y 7orges en colaboracin, y
tambi&n es equi#alente a algunas de las reelaboraciones del policial como las que
aparecen en la $evista 'ulticolor. ,n este sentido, si la me(cla y confusin de los
g&neros, como el policial y el fant!stico, caracteri(a, segGn se refiri, algunas de esas
(onas del policial Qse inscribe en algunas ficciones de la re#ista, en las teori(aciones y
relatos de escritores como 7orges y tambi&n 7ioy 'asaresQ, los cuentos de Arlt
coinciden con estos problemas
,fecti#amente, aunque de modo diferente al que se presenta, por e"emplo en la
est&tica borgeana Qcon sus enigmas filosficos y el car!cter abstracto de los problemas
que se proponen en ese "uego de la ra(n y del intelecto que plantean sus te$tosQ,
%:8
en
reiteradas ocasiones, tambi&n se desdibu"an en Arlt los lmites de los g&neros (el policial
y el fant!stico) y sus cuentos se constituyen en la interseccin fluctuante del enigma
rigor y la economa de los problemas que plantea+ Antirrealismo, rigor intelectual, me(cla de
g&neros, parodia y car!cter abstracto son algunos de los rasgos que pueden #erse, entonces, en
el policial borgeano en tanto que po&tica de la narracin 7alderston, Daniel *,l asesinato
considerado como una de las bellas artes+, en %l precursor velado- $.L. 1tevenson en la obra de
8orges, Mp 'it ,n un sentido similar, <ergio 0astormerlo opone a una concepcin *restricta
del policial+, preocupada por la *uniformidad+ de los te$tos que se incluyen en el g&nero, una
concepcin amplia (la de 7orges y 7ioy 'asares), que es aquella que *se interesa en el g&nero
como abstraccin, como matri( de posibilidades+ 5&ase6 0astormerlo, <ergio *Dos
concepciones del g&nero policial+, Mp 'it, pp ->;-? 0ara un estudio detallado sobre 7orges y
el policial, #&ase, adem!s de los te$tos mencionados a lo largo del traba"o, el artculo de 1os&
Bern!nde( 5ega, *=na campaa est&tica 7orges y la narrati#a policial+, Mp 'it /ambi&n
puede consultarse el artculo de Anala 'apde#ila referido a la pol&mica entre 7orges y 'aillois
en torno al policial 5&ase6 'apde#ila, Anala *=na pol&mica ol#idada 7orges contra 'aillois
sobre el policial+, en 8orges ocho ensayos, 3osario, 7eatri( 5iterbo, %99F
%:8
*,l "ardn de senderos que se bifurcan+, presenta, como es sabido, dos enigmas )a historia
de espiona"e, que es una narracin de perseguidor y perseguido por la que se tiene que indicar el
nombre de un lugar, constituye la primera incgnita que el te$to plantea hasta el final y se sitGa
en un tiempo cronolgico preciso@ en segundo lugar, el enigma del laberintoIlibro de /sPui 0Zn,
que en su concepcin infinita y circular del tiempo, termina por in#olucrar a la a#entura policial
y de espiona"e ,s, de esta manera, entonces, que las dos historias se imbrican y se cru(an en
una trama que combina el espiona"e y policial con el relato fant!stico6 la an&cdota del espa Su
/sun est! contenida en el tiempo circular del libroIlaberinto de su antepasado /s^ui 0Zn, como
puede #erse en la cita6 *,n la obra de /sPui 0en Qsostiene el sinlogo AlbertQ, todos los
desenlaces ocurren@ cada uno esel punto de partida de nue#as bifurcaciones Alguna #e(, los
senderos de ese laberinto con#ergen@ por e"emplo, usted llega a esta casa, pero en uno de los
pasados posibles usted es mi enemigo, en otro mi amigo+ 7orges, 1orge )uis 5icciones, en
Abras completas, 7uenos Aires, ,mec&, %989, p A?8
-.F
policial con algunas resoluciones cercanas al fant!stico, al fant!stico cientfico
%:9
y al
fant!stico t&cnico De esta manera, tanto estos escritores #inculados a 1ur, como Arlt,
que escribe desde otro lado, presentan en sus distintos te$tos una propuesta que se basa
en la indeterminacin y en la me(cla de g&neros *1abulgot el farsante+ (%9A:), uno de
los Gltimos relatos que Arlt public, es Gtil para esta cuestin ,l cuento retoma el
enigma del cuarto cerrado que, desde *)os crmenes de la calle 2orgue+ de ,dgar 0oe,
es parte de la tradicin de la literatura policial, sucesi#amente reescrito ,n este caso, y
con los comien(os m!s tpicos del g&nero, la historia se inicia cuando ,rnestina
7rauning acude a la casa del detecti#e con la sospecha de que han *asesinado a su to+
pues, encontr!ndose en su dormitorio con la *puerta cerrada por dentro+, nadie contesta
)a sospecha se confirma <u to es encontrado muerto, y si bien el in#estigador lo
atribuye en principio a un suicidio, las deducciones de ,rnestina Qque es quien en
#erdad ra(ona en este cuentoQ, terminan re#elando un sofisticado y tambi&n fant!stico
mecanismo por el que se ha perpetrado el crimen en una habitacin cerrada6 un
*poderoso electroim!n+ que su primo 1abulgot, estudiante de ingeniera, habra ideado
para encubrir su delito De esta manera, el te$to de Arlt opta, entre otras soluciones, por
una solucin que apela a la fantasa cientfica o t&cnica6 el electroim!n del que
descreera 7orges, y es as que introduce para la resolucin del enigma elementos
cercanos al fant!stico en un trama policial, de un modo que, en buena medida, se
distancia de las prescripciones borgeanas Debemos destacar, por lo dem!s, que el relato
se muestra consciente de sus interte$tos6 cuando se discuten las posibles respuestas al
misterio del cuarto cerrado, aparece una cita de Lallace y se caracteri(a su solucin
como imposible6 *,ra aquella una operacin embara(osa Jadie se hubiera arriesgado a
cometer un asesinato fiado en esa imposible treta+@
%%:
tambi&n, en alusin a 0oe y en una
operacin por la cual Arlt muestra no desconocer los antecedentes m!s prestigiosos del
g&nero, se atribuyen hipot&ticamente las causas del hecho a un mono ;*Ty si el asesino
hubiera trado un mono domesticadoV ;T0or dnde sali el monoV Aqu no hay conducto
de chimenea+;, y, nue#amente se descarta esa solucin, de la misma manera que la de
Lallace, por consider!rsela impropia 0ero adem!s de esto, cabe referir que tambi&n en
esta historia se cuestiona el modo de ra(onamiento de ,rnestina, una #erdadera
%:9
,n La invencin de 'orel, por e"emplo, se inscribe la imprecisin y el "uego con una
solucin cientfica t&cnica o de ciencia ficcin, como se ha traba"ado, repetidamente
%%:
Arlt, 3oberto *1abulgot el farsante+, en Cuentos completos, Mp 'it, p F.A
-.>
ra(onadora como en las m!s tpicas no#elas de enigma Al final del cuento nos
encontramos con que el asesino es la propia ,rnestina, quien con su re#elacin de los
mecanismos del crimen, intentaba inculpar a 1abulgot@ sus deducciones, por tanto, no
sir#en para re#elar al culpable, sino para encubrirlo
Mtro cuento de Arlt que muestra la confluencia del policial y el fant!stico es *)a
#engan(a del mono+ (%9.?) )edo de atr!s para adelante, el cuento de#ela un enigma
que se plantea al final6 *g<e busca al cmplice que despu&s del robo mat a Bligtebaud,
pues se ha encontrado su galera araada y mordida )a particularidad de este doble
homicidio preocupa a los in#estigadores^+
%%%
,n efecto, el cuento refiere, en las
primeras p!ginas, los pormenores y el misterio de ese interrogante Bligtebaud es *casi+
un *perfecto asesino+ que roba y mata a un anciano que tena un mono a su cuidado
'uando #a a dar por terminado su delito y ya tiene en su poder los ob"etos robados, el
mono se apodera de su galera y huye6
,l mono pareca un demonio que se burlaba del asesino XY 'on
la cola tiesa como la de un gato, a#an(aba ahora a lo largo de un
pequeo muro ,l asesino, posedo de la misma fatiga que e$perimenta
un durmiente en el transcurso de una pesadilla, trep a la pared XY
Aquello era una persecucin fant!stica y dolorosa XY ,l hombre no
e$perimentaba el m!s mnimo #&rtigo Hubiera podido correr a lo
largo de una cornisa, porque ya accionaba como un son!mbulo <e
dira que la maldita beste(uela le haba hipnoti(ado, porque
in#oluntariamente &l repeta sus mo#imientos, apresur!ndolos o
retard!ndolos, segGn el ritmo con que el mono a#an(aba por las alturas
De pronto el animalito se detu#o XY de" la galera XY y a
grandes saltos desapareci en las tinieblasXY Bligtebaud
ansiosamente entr en la sombra profunda que proyectaba un
rascacielo XY =n cru"ido estall a sus pies, y die( puntas de cristales
rotos le desgarraron los muslos, y por el agu"ero que su cuerpo abri
en una claraboya de #idrio se desplom en el #aco
%%-
A partir de este fragmento, del sonambulismo del perseguidor, de la supuesta
hipnosis pro#ocada en el ladrn asesino por la *beste(uela+, el te$to no resuel#e y de"a
abierta la posibilidad \reafirmada por el ttulo; de que sea el hechi(o del mono lo que
produce la muerte de Bligtebaud y, por lo tanto el segundo asesinato que los
%%%
Arlt, 3oberto *)a #engan(a del mono+, en Cuentos completos, Mp 'it, p -??
%%-
Arlt, 3oberto *)a #engan(a del mono+, en Cuentos completos, Mp 'it, p -?>
-.?
in#estigadores no *pudieron hallar "am!s+ As, el relato conduce la lectura para el lado
de lo fant!stico y con este episodio que remite en algGn punto a *,l gato negro+ de 0oe,
el enigma de los dos asesinatos se e$plica, entonces, por un argumento que cru(a y
entrela(a el policial con una trama m!s o menos asimilable a las costumbres m!s
habituales de los siempre difcilmente encasillables aspectos de lo fant!stico
,s de esta manera cmo, en los cuentos de Arlt, a la #e( que resuenan los ecos
del que, "unto con 0onson du /errail era, para el escritor, uno de los *hombreadores de
la literatura+, es decir, algunos de los rasgos de la po&tica de ,dgar Lallace, tambi&n se
marca en ellos una confluencia con los problemas que, en los treinta y los primeros
cuarenta 7orges y otros escritores ligados a 1ur, estaban discutiendo y promo#iendo6 los
cruces entre el policial y el fant!stico, las coe$istencia de ambos g&neros, sus
posibilidades narrati#as y tambi&n sus lmites, sus caricaturas, sus con#enciones m!s
cristali(adas
Narracin policial y aventuras sobre espas
%n +in, parodiando a Guevedo, es cosa de decir )ue la mitad de %uropa vigila a la otra
mitad. %l padre espa al hi(o y el esposo denuncia a la esposa. Los ciudadanos
conspicuos no saben (am6s si el pariente a+ectuoso )ue les trata es un (udas )ue le
apu,alar6 por la espalda. H )ue conste )ue estos no son conceptos +rvolosF
%%.
3oberto Arlt
Aunque Arlt confirma en el policial y en las ficciones de espiona"e su persistente
preocupacin por el mercado y por un pGblico amplio, sus te$tos inscriben de una forma
bastante contundente una narrati#a diferente de la que aparece en las no#elas y relatos
%%.
Arlt, 3oberto *Imprudencia del 5i(conde o qui&n espa a qui&n+, en %l 'undo, -> de
septiembre de %9.9
-.8
iniciales ,n principio, puede decirse que estos cuentos modifican algunos aspectos de
la idea sobre la literatura y de la imagen de escritor que haba definido en sus primeros
te$tos ,n los aos #einte, el persona"e de s mismo construido por Arlt se caracteri(aba
por ser un *autor instinti#o+, un impro#isado en las letras argentinas que escriba *as
nom!s+
%%A
y que aborreca cualquier m&todo de traba"o, no tra(aba un plan estricto para
su obra, al modo de Dostoie#sOi <e trataba de una imagen que parta de la idea de una
literatura impro#isada, organi(ada alrededor de instintos e impulsos siempre
espont!neos, a(arosos, fortuitos y desordenados del escritor y de los requerimientos de
sus h&roes, antes que de los de la trama
%%F
,sta concepcin de escritor y del traba"o
literario Qque se corresponde m!s o menos acertadamente con los modos de la
narracin efecti#os de las no#elasQ se desdibu"a en el giro a la cuentstica policial6 las
ficciones policiales no slo no se proponen como una literatura #iolenta sobre lo social
(o, en t&rminos de Arlt, con la #iolencia de un cross a la mandbula)@ tampoco se
presentan como una escritura *as nom!s+ porque el g&nero impone reglas y
con#enciones que, en m!s de un sentido, el *an!rquico+ 3oberto Arlt esta #e( acata
'omo se sabe, el policial e$ige una construccin rigurosa, que implica que el autor,
desde la primera lnea del relato, cono(ca su final@ es *un producto de laboratorio+ que
requiere *un escritor capa( de escribir una historia al re#&s, capa( de imaginar el final
%%A
Arlt, 3oberto *T'mo quieren que les escribaV+, en %l 'undo, . de septiembre de %9-9
3ecopilada en Arlt, 3oberto Agua+uertes porte,as. Cultura y poltica, compilacin, notas y
prlogo de <yl#ia <atta, 7uenos Aires, )osada, %99-
%%F
Arlt, 3oberto *'mo se escribe una no#ela+, en %l 'undo, %A de Mctubre de %9.%
3ecopilada en Arlt, 3oberto Abra Completa, /omo -, 7uenos aires, 'arlos )olh&, %98% ,n
esta nota, ba"o el subttulo *'odos de escribir una novela+, Arlt deca6 *Hay autores que tra(an
un plan estricto y no se apartan de &l ni por broma
,"emplo6 Blaubert Mtros nunca pueden establecer si su novela terminar6 en una carnicera o
en un casamiento ,"emplo6 0irandello =nos son tan ordenados que, fi"an en su plan datos de
esta categora6
g,l persona"e estornudar! en la p!gina 9-, rengln ?^@ y otros ignoran todo lo )ue har6n ,s lo
que le pas a Dostoie#sOi, cuya no#ela %l crimen y el castigo fue en principio un cuento para
una re#ista ?nsensiblemente el cuento se trans+orm en una no#ela XY ,l no#elista gpur sang^
aborrece cordialmente el mtodo Iaun)ue lo acepteJ, los planes y todo aquello que signifique
su"ecin a una determinada conducta
,scribe de cualquier manera lo que lle#a adentro+S m!s adelante, afirma cu!les son los
*0roblemas de autor+6 *,n el no#elista instinti#o, los persona(es proporcionan sorpresas de
seres #i#ientes XY A m me pas un caso curioso en Los lan0allamas X....Y 0roblemas as, se
presentan a montones en el autor instinti#o ,n #e( de autor deba ser denominado secretario de
persona(es invisibles. /ace lo )ue ellos le mandan.F (Mp 'it, pp -F>;-F?, &nfasis nuestro) ,n
el fragmento anterior Arlt opone y di#ide a los no#elistas entre aquellos que tienen un plan
estricto, y lo cumplen y aquellos que, como &l, autor de Los Lan0allamas, ignoran todo lo )ue
har6n y que son sorprendidos por el destino de sus persona"es
-.9
antes que el comien(o Jo sentir los acontecimientos a tra#&s de los persona"es@
configurar a los persona"es de acuerdo a los acontecimientos+
%%>
A su #e(, en estos
te$tos se inscriben otro tipo de persona"es en su literatura ,n una aguafuerte aparecida
a propsito de su no#ela Los siete locos, Arlt sostena en %9-96 *0ara m no tienen
ningGn inter&s las acciones de un delincuente, si estas acciones no #an acompaadas de
una #ida interior dislocada, intensa, angustiosa+,
%%?
afirmacin que propone, como se #e,
la primaca de lo sub"eti#o sobre las acciones )os relatos policiales y los te$tos de
espiona"e contradicen este tipo de proposiciones y, tambi&n, los modos de
representacin de los h&roes del delito en las no#elas de Arlt ,n este caso, por el
contrario, se pri#ilegia la accin por sobre la introspeccin de los persona"es y las
narraciones de"an poco margen o casi ninguno para la indagacin del plano interior y
sub"eti#o ,fecti#amente, la incursin arltiana *por el mundo del crimen+ muestra un
despla(amiento que se corrobora en la distancia entre sus primeros cuentos, aguafuertes
aparecidas en la prensa sobre el mundo de la delincuencia, y sus no#elas, por un lado, y
los modos en que en las ficciones posteriores se presenta el *caso delicti#o+ As, si en
las no#elas, su perspecti#a estaba centrada en los impulsos, ca#ilaciones, especulaciones
y delirios de la *mente criminal+ (o de los locosImonstruos de Arlt, sub"eti#idades en
conflicto que en algunos casos se proponan, adem!s, *ser a tra#&s del crimen+) y, en las
aguafuertes el acento se pona en los tipos urbanos identificables en la &poca hlos
*coimeros+, facinerosos, *punguistas+, estafadoresh, los relatos policiales y las
narraciones de espiona"e empie(an a pri#ilegiar en tanto que m#iles principales de una
historia a narrar, el accionar de los persona"es, el e"ercicio del delito o la acti#idad
conspirati#a, y las a#enturas de los h&roes cuyo modo de figuracin y cuyo
desen#ol#imiento efecti#o constituyen las formas principales en torno a las que gira la
trama narrati#a ,n todos estos casos, Arlt no construye ficciones psicologistas del
criminal, ni sub"eti#idades cuya tensin es el centro de la historia@ hay una preocupacin
por la trama y narra historias situadas en un espacio;tiempo poco identificable, importan
los hechos, la accin, la acti#idad de los persona"es en funcin de la trama, no los
%%>
7oileau; Jarce"ac La novela policial, Mp 'it
%%?
Arlt, 3oberto *)os siete locos+, en %l 'undo, -? de no#iembre de %9-9 3ecopilada en6 Arlt,
3oberto Abras Completas, Mp 'it
-A:
persona"es como espacio de e$ploracin del su"eto, ni la indagacin del plano interior
%%8
)os cuentos de espiona"e lle#an a un e$tremo la caracteri(acin anterior
0ersona"es funcin, en estas ficciones cada h&roe parece tener su lugar asignado segGn
el espacio que ocupar! en los m#iles de la narracin@ relatos sin psicologa y sin
*intensidad descripti#a+ en cuanto a la representacin de los protagonistas, su
participacin consiste en desempear simplemente uno de los resortes de la accin en la
historia de espas 0ersona"es sin personalidad, pie(as annimas y fichas de la *Kran
0artida+, con ellos Arlt desmonta algunos de los mecanismos de la poltica mundial y la
escenifica6
T'mo se llamanV T0ara qui&nes traba"anV TDe dnde salenV
TA donde #anV TDe dnde #ienenV
Jo importa <on peones, pie(as de la Kran 0artida que el
demonio del dinero y de la poltica "uega sobre los continenetes del
planeta Audaces, fros, resueltos, la #ida suspendida de un hilo,
especiali(ados, sabios, ine$orables, asesinos, intelectuales
Al ser#icio del espiona"e Al ser#icio del contraespiona"e
Bros, eruditos, educados, organi(ados, sabiendo que les aguardan
tormentos horribles en celdas oscuras, misteriosos, creados por el
ritmo del dnamo y el a#in cada #e( asoman con m!s frecuencia a los
hori(ontes de los pequeos pases infernales europeos <on figuras de
una fiere(a que estremecera aun hombre fabricado con pie(as de
acero Junca ,uropa les ha necesitado tanto como ahora S nunca
,uropa se ha defendido de ellos tanto como ahora
%%9
,fecti#amente, si hay un tenor poltico y de denuncia en los relatos finales de
Arlt esto se da en torno de la situacin internacional, e indefectiblemente los te$tos
responden al hori(onte de e$pectati#as del pGblico de entreguerras ,n este sentido, si,
como dice Arlt en la crnica *Al margen del cable+ que transcribimos en el epgrafe,
Q*la mitad de ,uropa #igila a la otra mitad+Q, las narraciones reelaboran, desde el
clima de tensin mundial (que est! presente en todos los cuentos de espiona"e de Arlt)
un tpico de su obra como es la traicin, que se re#iste, de esta manera, de nue#as
connotaciones ,l conflicto b&lico, en tanto que marco de enunciacin del que los
%%8
,ste par accinIintrospeccin, se #incula con las teori(aciones de Arlt a propsito de la
no#ela que anali(amos en el captulo siguiente
%%9
Arlt, 3oberto *)os persiguenWD0ero los necesitanE+, en %l 'undo, -: de mar(o de %9.8 Al
margen del cable
-A%
cuentos parten y que reelaboran en distintos sentidos, despunta, entonces en un tipo de
narraciones que pone en e#idencia la inestabilidad y la mutacin de la identidad de los
su"etos y la ambigbedad de las apariencias (nada es lo que parece)@ la traicin, de esta
manera, le da forma a los #nculos de los persona"es Historias de la guerra, de hombres
en guerra o de tensiones mundiales que implican (y anuncian) la guerra, cada persona"e
se transforma en su contracara, su m!scara y su contrario, y, en muchas oportunidades
los relatos se refieren a la trama secreta que se oculta detr!s de la imagen e$terna Balsas
identidades, identidad oscilante e inaprensible, 3oberto Arlt, Qcomo tambi&n 7orges
en cuentos m!s o menos cercanos cronolgicamente como son *)a forma de la espada+,
*,l "ardn de senderos que se bifurcan+ y */ema del traidor y del h&roe+, para nombrar
los m!s significati#osQ
%-:
muestra las m!scaras que re#elan que nadie es quien parece,
que cada indi#iduo es tambi&n su opuesto =n relato paradigm!tico, en este sentido es
*,spiona"e+ ,l te$to, enmarcado en una situacin b&lica que no se llega a precisar,
relata el modo en que cada persona"e es la contracara de s mismo6 el hi"o traiciona al
padre, y la me"or espa (una bella y seductora muchacha muy cercana al estereotipo de
las historias de espiona"e), se transmuta en la que lle#a a cabo la delacin6 los su"etos se
confunden y los protagonistas *no saben "am!s si el pariente afectuoso que les trata es
un "udas que le apualar! por la espaldaW+ De esta manera, en la inestabilidad del yo
representado, donde los su"etos son funciones a la accin que los incluye y supera, las
ficciones de espiona"e ponen el foco en las tensiones de la guerra pr$ima, cercana, y
manifiesta
Historias de a#enturas y con cierto inter&s comercial, asimismo, los relatos de
espiona"e son narraciones que tambi&n nos enfrentan con cierta dosis de
sensacionalismo y fatalidad (muchas son narraciones sangrientas, como la que aparece
en *)a cadena del ancla+ y *,spiona"e+, que no escatiman los detalles truculentos)
%-%
%-:
5&ase, a este respecto6 )ouise, AnnicO *7orges #a a la guerra+, en 8orges ante el +ascismo,
en prensa Agrade(co a AnnicO )ouise por permitirme consultar su traba"o antes de que &ste sea
publicado
%-%
As, por e"emplo, en *,spiona"e+ se describe con detalles truculentos una escena de tortura
por la cual el persona"e se confiesa como espa y se *#uel#en blancos sus cabellos+ 5&ase6 Arlt,
3oberto *,spiona"e+, en Cuentos completos, Mp 'it ,n *)a cadena del ancla+, asimismo, se
narra, con apelacin a lo sangriento, el modo en que una espa escondida en el hueco donde se
repliega la cadena del ancla en desuso, muere cuando el capit!n del barco decide utili(ar esa
cadena que no se empleaba desde haca tiempo, como puede #erse en la cita6 *]3echinaron las
palancas, una columnita de humo se escap de los cilindros o$idados, comen( a girar un
tambor, y de pronto un grito agudsimo cru( los aires sobre la superficie del mar@ todos se
miraron al rostro sin poder especificar de dnde parta aquel grito@ luego estall otro m!s agudo
-A-
3elatos estereotipados, como el policial, las a#enturas de espas Qpor e"emplo, *)a
doble trampa mortal+ y *,spiona"e+Q presentan figuras y funciones tipificadas que
responden a los modelos gen&ricos6 el detestable traidor, la bella espa, la imagen
(maquia#&lica, a #eces), del espa "efe o del #ie"o espa
%--
y, tambi&n, el su"eto corriente
o a"eno a las acti#idades secretas que se #e inmerso en una a#entura conspirati#a
%-.
,fecti#amente, si hay un tpico de la literatura de espiona"e retomado muy
insistentemente, es el del ciudadano honesto y comGn que se #e arrastrado en un
episodio de espas, tema que, en un cruce con el e$otismo de los relatos africanos
aparece en *)a a#entura de 7aba en Dimish esh <ham+ ,s el caso de la *historia
hermosa+ que ha protagoni(ado el *desarrapado deshilachoso+ 7aba el ciego, un *"efe
de con#ersacin+, quien narra sus an&cdotas ante un auditorio admirado en la puerta del
ioco ,n el relato, 2arbruO ben Hassan, *el hombre de la limosna+ para 7aba, un su"eto
que *perteneca a las sociedades secretas que reacti#an el mo#imientos musulm!n+ y
haba traicionado a su familia y al sult!n de Be( Qla traicin filial, del hi"o contra el
padre, tema del epgrafe sobre el que Arlt #uel#e una y otra #e( en sus cuentos de
espiona"eQ, in#olucra a 7aba el 'iego en una trama de conspiraciones, asesinato,
traicin y delaciones, al intentar escapar de sus perseguidores mediante el artilugio de
confundirse con el mendigo, un yo opuesto a su yo en la percepcin de los dem!s para
2arbruO ben Hassan
%-A
y cargado de horror, las cadenas rechinaban en los escobetes y no #ol#i a escucharse nada
])as anclas entraron en el agua agitada@ de pronto, un pescador XWY e$clam6
]QD=na pierna sale por el escob&nEXWY
]Del o"o de acero, por donde se haba desli(ado la cadena, colgaba una pierna de mu"er Hilos
de sangre se coagulaban en el acero del cascoP+ Arlt, 3oberto *)a cadena del ancla+, en
Cuentos completos, Mp 'it, pp .8%;.8-
%--
,n este sentido, por e"emplo, en *)a doble trampa mortal+, ya desde el primer p!rrafo se
presentan los tpicos persona"es de las historias de espas y, a su #e(, el ambiente europeo de
tensa confrontacin donde se suceden los hechos6 *QHe aqu el asunto, teniente Berrain6 usted
tendr! que matar una mu"er bonita
,l rostro del otro permaneci impasible <us o"os desteidos, a tra#&s de las #idrieras, miraban
el tr!fico que suba por el bule#ar Krenelle hacia el bule#ar Karibaldi ,ran las cinco de la tarde,
y ya las luces comen(aban a esconderse en los escaparates ,l "efe del <er#icio de
'ontraespiona"e obser# el ceniciento perfil de BerrainW+ Arlt, 3oberto *)a doble trampa
mortal+, en Cuentos completos, Mp 'it
%-.
5&ase, para la descripcin de algunos de estos rasgos6 5eraldi, Kabriel La novela de
espiona(e, 2&$ico, B',, %98., p -:
%-A
Interesa en el cuento, a su #e(, el modo en que la admiracin de la concurrencia que rodea a
7aba el 'iego y escucha su historia se implica (como sucede en el teatro) en el desarrollo los
hechos que sobre#endr!n en la narracin (en el *qu& pas+, o en las acciones) y solicitan al
narrador que no se detenga en la descripcin del plano interior6 *]So estaba atemori(ado TUu&
ira a ocurrirmeV 0ensaba que siempre haba cumplido mis deberes para con el 0rofetaWP XWY
-A.
<i como decamos en el segundo captulo, la e$periencia del #ia"e a ,spaa y
Cfrica en %9.F le proporciona a Arlt materiales Gtiles para una reformulacin de su
proyecto creador y muchos de los aspectos por los que su literatura cambia se relacionan
con ella, los te$tos de espiona"e (y sobre todo los que se lle#an a cabo en el espacio de
2arruecos) se constituyen tambi&n en relacin con el saber adquirido en esa e$periencia
Qque no es ni documental, ni cientfico; t&cnico como en las obras anterioresQ
%-F
Sa
desde la entrada a Cfrica, el cronista #ia"ero que aparece en las aguafuertes de %l
'undo describe *la pesadilla de espiona"e+, las complicaciones que supone su entrada
en /!nger y, en Algeciras, con la polica internacional, y el *ambiente traidor, turbio
desagradable+, donde en cada persona"e parece encubrirse un espa
%->
,fecti#amente, el
#ia"e hace depositario a Arlt, o m!s precisamente, a la enunciacin de los relatos de
espiona"e de Arlt, de un saber oculto, secreto y clandestino y muchos de los te$tos
QAbre#ia Qgrit una #o(Q6 Jo nos cuentes la historia de tus deberes religiosos sino lo que
ocurri dentro de la casa+ Arlt, 3oberto *)a a#entura de 7aba en Dimish esh <ham+, en
Cuentos completos, Mp 'it, p -A?
%-F
'abe destacar que el e$otismo est! en la tradicin de los te$tos de espiona"e, ya desde 3uyard
4ipling 5&ase, para m!s datos6 5eraldi, Kabriel *BolOlore oriental de la gran no#ela de
espiona"e ingl&s, desde 4ipling a 7uchan+, en La novela de espiona(e, Mp 'it
%->
5&ase6 Arlt, 3oberto *'omplicaciones a causa de mi apellido ; )a pesadilla de espiona"e ; ,l
agente nc 8: ; j0uede embarcarsej, en %l 'undo, -> de "ulio de %9.F All, Arlt refiere6
*Mficialmente, la entrada a /!nger es factible para cualquier ciudadano del mundo, cuyos papeles
est&n en orden@ pero, pr!cticamente, no llega a /!nger sino aquel a quien la polica internacional de
la (ona permite entrar 5igilancia e$trema controla a los #ia"eros@ mi apellido alem!n resulta
sospechoso, y en la 'ompaa de Ja#egacin /rasmediterr!nea, cuando quiero comprar el pasa"e,
me indican la con#eniencia de con#ersar pre#iamente con el agente de la polica internacional,
nGmero 8:, que hace el ser#icio de #igilancia entre Algeciras y /!nger
,n una nota pr$ima narrar& el episodio que me ocurri con un agente, tambi&n de polica,
no s& si al ser#icio de Inglaterra, Brancia o ,spaa, al #ol#er de Kibraltar 0ero #ol#amos ahora a
Algeciras
Algeciras es ,spaa, pero una ,spaa cuyas caractersticas se nos aparecen completamente
trastocadas
<us hoteleros ofrecen aqu una catadura enigm!tica, sospechosa )os hombres
ser#iciales y bondadosos que nos acogen cordialmente en las ciudades espaolas, y que
encienden una #ela a la 5irgen en los #estbulos de sus hospeda"es han desaparecido Aqu, cada
hotelero, tiene la prestancia de un agente de in#estigaciones@ mirada en la que chispea la
incredulidad@ palabras donde se bifurca lo capcioso de la pregunta 'asi todos ellos son e$
agentes de polica internacional, y aun dentro de la piel del posadero deben prestar sus pequeos
ser#icios a la polica y recibir remuneraciones y propinas ,l ambiente es traidor, turbio,
desagradable@ la (ona internacional re#ela su pro$imidad equ#oca )a )nea, pueblo de
contrabandistas de sedas y tabacos, se encuentra a un paso de Algeciras )os tiroteos son
frecuentes entre contrabandistas y poli(ontes del 2onopolio de /abaco )a polica poltica no se
queda atr!s en el meneo de riones Africa es traba"ada intensamente por los agitadores
profesionales de di#ersas tendencias polticas )os alemanes, fascistas o antifascistas no pueden
entrar a 2arruecos Adem!s, se trata de e#itar la infiltracin del comunismo, que le interesa a
los "#enes !rabes )a #igilancia es intensa, reiterada+
-AA
ficcionali(an ese conocimiento adquirido por el #ia"e y porque se #ia"a ,n este sentido,
en algunos cuentos se hace presente un narrador que propone una confusin con el
cronista;#ia"ero (y con Arlt) y que cuenta la historia como testigo directo de lo que
refieren los protagonistas de los hechos (como en la historia de *)a cadena del ancla+),
o que delega el relato de los hechos en la #o( de un su"eto ficticio oriental (como en el
caso de 7aba el 'iego) ,n este sentido, si muchas de las obras de espiona"e suponen un
enunciador y un autor que conoce el funcionamiento de lo ser#icios secretos, o ha
tenido algGn contacto con ellos,
%-?
con el #ia"e Arlt torna creble su enunciacin, su
conocimiento y la e$presin de lo presumiblemente oculto y secreto
%-8
)a pretendida
#erosimilitud de este narrador que se acerca a Arlt cronista y #ia"ero es e#idente en *)a
cadena del ancla+6
'uando a fines del ao %9.F visit 2arruecos, el tema general de las
con#ersaciones giraba en torno a las acti#idades de los espas de las
potencias e$tran"eras /!nger se haba con#ertido en una especie de
cuartel general de los di#ersos <er#icios <ecretos ,n Algeciras
comen(aba ya esa atmsfera de turbia #igilancia y contra#igilancia
que se e$tiende por toda Cfrica costera al 2editerr!neo
,ntre las verdicas historias y a#enturas de espas )ue me +ueron
narradas, &sta que se titula *)a cadena del ancla+ es la que conceptGo
la m!s terrible
%-9
=n narrador que se confunde con el cronista que haba referido hechos similares
en el diario, el yo de la enunciacin se acerca a Arlt y de este modo construye, con el
#ia"e, cierto fundamento de #erdad y #erosimilitud gen&rica para la historia de espiona"e
que se narra6 la a#entura por la cual una espa que #ia"aba escondida en la cadena del
ancla de La <uit muere despeda(ada cuando el capit!n del barco decide ba"ar las dos
anclas
%-?
'omo refiere Kabriel 5eraldi, el nacimiento de la no#ela de espiona"e es una historia de
espiona"e en s misma, y muchos de los autores que participaron en el g&nero formaron parte,
por e"emplo de los ser#icios secretos 5&ase, 5eraldi, Kabriel6 La novela de espiona(e, Mp 'it
%-8
0ara la cuestin del espiona"e en los te$tos de )eopoldo )ugones, #&ase6 Dalmaroni, 2iguel
*)a espada y el pual (sobre el penGltimo )ugones)+, en *na repKblica de las letras. Lugones,
$o(as, 3ayr. %scritores argentinos y %stado, 3osario, 7eatri( 5iterbo editora, -::>, pp -%.;
--:
%-9
Arlt, 3oberto *)a cadena del ancla+, en Cuentos completos, Mp 'it, p .?F
-AF
De esta manera puede #erse cmo el cronista de curiosidades *sabrosas+ sobre el
crimen, el cuentista policial y el escritor de a#enturas de espiona"e internacional,
introduce en sus te$tos finales sobre el delito las preocupaciones y problem!ticas que
asume la literatura de Arlt en los aos treinta, a la #e( que reinscribe ciertas
preocupaciones que aparecen desde los comien(os de su obra As, una serie de pasa"es
en su prosa (periodstica y ficcional) pueden describirse en torno a la delincuencia que
haba sido una constante en su literatura y en los aos treinta se reformulan sus modos
de representacin Dentro del e$tenso corpus de las crnicas *Al margen del cable+, en
ese subgrupo que constituye las notas ligadas al policial, al espiona"e y a la
criminalidad, se e$aminaron las que podran considerarse en muchos sentidos historias
infames@ es decir, crnicas narrati#as sobre delincuentes singulares, persona"es del
delito, que se acercan a las biografas de la /istoria universal de la in+amia de 7orges
0or otra parte, en los cuentos de criminales y de espas que Arlt publica en %l /ogar y
'undo Argentino, m!s cercanos al policial y a la literatura de espiona"e desde el punto
de #ista de los modos de narrar y de los rasgos gen&ricos, se ponen en "uego nue#as
formas del relato ,n este caso, adem!s de cierta adscripcin de Arlt a las #ertientes de
circulacin masi#a en la &poca cuyo paradigma era ,dgar Lallace, puede leerse en sus
ficciones criminales un cuestionamiento de los moldes gen&ricos en torno a la narrati#a
detecti#esca y un cruce del policial con tramas fant!sticas que nos reen#a nue#amente a
los te$tos de 7orges y 7ioy 'asares, a sus obras en colaboracin y a algunos de los
relatos que se publicaron en la $evista 'ulticolor de los s6bados
-A>
6
Arlt y el ensayo sobre la novela
1
Una de las preguntas fuertes que recorren la segunda mitad de los aos treinta y
el comienzo de la dcada del cuarenta en la literatura argentina es la de pregunta acerca
de cmo narrar y es en los debates e intervenciones publicados en diarios y revistas que
escritores e intelectuales dan cuenta de los cambios que revolucionan las formas
narrativas ensayadas hasta entonces.
2
Como una de las tantas respuestas y
aproximaciones a esa pregunta pero tambin como una de las ms importantes
contribuciones al debate y a la transformacin de la narrativa!" a principios de la
dcada del cuarenta y con la presencia de su autor en la #rgentina"
$
se discuten las
%&deas sobre la novela' que (os )rtega y *asset hab+a publicado en su libro La
deshumanizacin del arte en ,-2..
/
0l ms conocido oponente de )rtega es" como se
,
0ste cap+tulo surgi despus de un debate desarrollado en el seminario de doctorado dictado en
la U123 por el 4r. (os #m+cola en torno al ensayo en la literatura argentina" a quien agradezco
sus comentarios oportunos y sus sugerencias.
2
3ara esta cuestin cons5ltese6 *ramuglio" 7ar+a 8eresa. 93osiciones" transformaciones y
debates en la literatura9 en Crisis econmica, avance del Estado e incertidumbre poltica (1930-
193!" tomo :&& de la "ueva #istoria $r%entina dirigido por #le;andro Cattaruzza" <uenos
#ires" =udamericana" 2>>,. :ase tambin6 *ramuglio" 7ar+a 8eresa. %7omentos del ensayo
de interpretacin nacional. ,-,>?,-$>'" en &oletn'10( )el centro de Estudios de *eora +
Crtica literaria, @acultad de Aumanidades y #rtes" Universidad 1acional de Bosario" Bosario"
4iciembre de 2>>2" pp. $C?.>. :ase" asimismo" la nota nD , del cap+tulo $ de la presente tesis.
$
(os )rtega y *asset realiz tres via;es a la #rgentina y el tercero de ellos" desde ,-$- a ,-/2.
:ase" a este respecto6 #guilar" *onzalo y =isEind" 7ariano. %:ia;eros culturales en la
#rgentina F,-2G?,-/2H'" en *ramuglio" 7ar+a 8eresa FdirectoraH" El imperio realista( #istoria
crtica de la literatura ar%entina Fdirigida por 1o (itriEH" <uenos #ires" 0mec" 2>>2" pp. $IC?
$-,.
/
Cabe destacar que esta polmica sobre la novela que se produce en la #rgentina es eco del
debate sobre el gnero que se estaba realizando en 0uropa desde la dcada del veinte y al que
responde" entre otras cosas" el texto de )rtega. 8ambin son de los aos treinta" por e;emplo" y
para citar algunos casos" la mayor+a de los ensayos de *eorg 2uEcs sobre el realismo y el
naturalismo" cuyas repercusiones" como se ver" pueden rastrearse en algunos de los autores
locales.
2/G
sabe" (orge 2uis <orges" que expone su posicin en el citado prlogo a La invencin de
,orel de #dolfo <ioy Casares" libro editado en ,-/>. #dems de <orges y con
respuestas dis+miles pero igualmente enfrentadas a las ideas de )rtega" tambin
intervienen Boger Caillois" el ;oven socilogo francs vinculado a -ur" el intelectual
comunista Actor #gosti y Boberto #rlt" quien dedica al tema una serie de art+culos
publicados en El ,undo.
2a respuesta de #rlt reviste particular inters. =e trata de un con;unto de notas
aparecidas en ,-/," sin t+tulo" que ocupan el espacio dedicado a su columna %#l margen
el cable'. Consideramos que estas notas !que se analizarn a continuacin! se
inscriben ba;o ciertas %formas del ensayo'
.
que" como tal" las convierte en el lugar de
una b5squeda y en el espacio donde definir una nueva potica de la narracin y una
propuesta sobre el arte dramtico. # su vez" estudiaremos los modos en que #rlt
polemiza y discute algunas de las definiciones e ideas sobre la novela sostenidas por
)rtega" acercndose as+ a otras opiniones contemporneas.
1. Arlt ensayista.
0n El cuarto en el recoveco, uno de los libros que estudian los alcances y
manifestaciones del ensayo en la #rgentina" (aime Best dedica un cap+tulo al anlisis de
las aguafuertes porteas de Boberto #rlt. 2a intencin del texto es clara6 el autor parte
de la tesis de que es el periodismo uno de los %veh+culos naturales' de la %difusin' y
%proliferacin' del ensayo" e incluye" siguiendo a <onamy 4obre y Aarold 7erriam" el
art+culo de costumbres como una de las formas en que" con el avance de la prensa
moderna y la alfabetizacin" se generalizaron y se diversificaron las caracter+sticas de
.
2os art+culos de #rlt a considerar son6 %2a vela encendida al sol'" en El ,undo" ,$ de abril de
,-/,J %#ventura sin novela y novela sin aventura'" en El ,undo" ,$ de agosto de ,-/,J
%Confusiones acerca de la novela'" en El ,undo, 22 de agosto de ,-/,J %*aler+a de retratos'"
en El ,undo" I de septiembre de ,-/,J %1ecesidad de un diccionario de lugares comunes'" en
El ,undo, ,. de septiembre de ,-/,J %&rresponsabilidad del novelista sub;etivo'" en El ,undo,
2 de octubreJ %#ccin" l+mite de lo humano y lo divino'" en El ,undo, C de octubre de ,-/,J
%2iteratura sin hroes'" en El ,undo, ,$ de octubre de ,-/,J %Aace falta una escuela para
novelistas'" en El ,undo" , de noviembre de ,-/,. # excepcin de %Aace falta una escuela
para novelistas' y %2a vela encendida al sol'" las restantes estn publicadas en #rlt" Boberto.
$%ua.uertes porte/as0 cultura + poltica" =eleccin y prlogo de =ylvia =a+tta" <uenos #ires"
2osada" ,--/.
2/-
este gnero.
I
0sto le permite a Best considerar %...la funcin del art+culo period+stico en
el cuadro general de nuestro ensayo...' y determinar %...a travs de la obra de #rlt" la
importancia que pose+a en su intento de indagar las manifestaciones de la vida
urbana...'.
C
4e este modo" en la prensa peridica" el gnero se inscribe tambin en los
medios de circulacin masiva y la consideracin de #rlt posibilita al autor leer las
aguafuertes porteas como el testimonio de <uenos #ires convertida en ciudad
cosmopolita" pues %en el e;ercicio de esta forma particular del ensayo que es el art+culo
period+stico" #rlt logr trazar un intrincado y minucioso cuadro de la realidad portea
en un per+odo clave de nuestra evolucin contempornea'.
G
=i bien la admisin de las aguafuertes en el contexto del ensayo podr+a
;ustificarse para un n5mero limitado de sus esbozos porteos preferentemente textos
como %0l idioma de los argentinos'" los que defienden la lengua %de la calle'" o
aquellos en que se sostiene una tesis sobre las conductas habituales y se delinean
caracter+sticas del ciudadano de <uenos #ires"
-
para mencionar algunos casos resulta
por lo menos problemtica y bastante discutible esta caracterizacin para el resto de las
aguafuertes. K esto es as+" en principio" porque el ensayo si bien supone una
aproximacin preliminar y un saber de carcter inacabado y tentativo que ofrece" como
en 7ontaigne %una experiencia inconclusa' y sub;etiva"
,>
implica asimismo y
necesariamente la exposicin de ideas y goza de una determinada propensin
intelectual. )" tal como lo afirma el propio Best" un ensayo no puede ser meramente
informativo" descriptivo o anecdtico" sino que a partir de %tales ingredientes tiende
hacia una meta en la que finalmente debe resplandecer cierta idea acerca de algo" acerca
de alguien'. L...M %su intencin es persuadirnos de la validez de cierta nocin. 0s" en
definitiva" una v+a literaria de aproximacin a L...M LunM conocimiento de +ndole
conceptual'.
,,
3or lo dems" cabe destacar que en la perspectiva de 8heodor #dorno" el
ensayo" en tanto ensamble conceptual" tambin supone alguna pretensin de verdad y
I
Best" (aime. El cuarto en el recoveco, <uenos #ires" C0#2" ,-G2" pp. ,-?2>.
C
Best" (aime. El cuarto en el recoveco, )p. Cit." p. C$.
G
Best" (aime. El cuarto en el recoveco, )p. Cit." p. IG.
-
0sta es una zona de las aguafuertes de #rlt que" aunque con algunas diferencias" podr+a
relacionarse con los ensayos de =calabrini )rtiz de El hombre 1ue est2 solo + espera, texto de
,-$,(
,>
3ara la cuestin de los or+genes del trmino ensayo y sus alcances en 7ontaigne" vase"
=tarobinsEy" (ean. %N0s posible definir el ensayoO'" en Cuadernos #ispanoamericanos, nP .C."
mayo de ,--G.
,,
Best" (aime. El cuarto en el recoveco, )p. Cit." p. ,C.
2.>
este es el rasgo que marca su separacin del mundo del arte. %0l ensayo se diferencia
por su medio" los conceptos" y por su aspiracin a la verdad'"
,2
sostiene" en el ya clsico
traba;o sobre el tema y en oposicin a la visin de 2uEcs"
,$
quien percib+a el ensayo
como %forma art+stica'J #dorno" en cambio" se centra en los alcances del territorio
intermedio y fronterizo que la %forma' ensayo ocupa a mitad de camino" para l" entre la
ciencia y el arte.
,/
=i bien algunas de las crnicas estudiadas por Best responder+an parcialmente a
las consideraciones sealadas" parecer+a poco admisible sostener el com5n denominador
de ensayo para todos los casos o para la mayor+a de las aguafuertes porteas de #rlt"
publicadas por el autor en el diario El ,undo desde ,-2G hasta ,-$." momento en que
via;a a 0spaa y escribe desde all+ sus art+culos de via;ero.
,.
3orque las aguafuertes
porteas" como lo dice #rlt en reiteradas oportunidades" son textos bien coyunturales"
surgidos en muchos casos de la premura de la columna cotidiana6
:eo que estoy macaneando" y en grande...K todo porque debo escribir
esta nota en veinticinco minutos L...M N1o es trgico esto de tenerse que
escribir una nota en veinticinco minutosO L...M N4ar el su;eto del
trombn tema de nota para ochocientas palabrasO Q7aldito sea el
trombnR 3odr+a haber tomado el argumento de otro asuntoJ por
e;emplo" Nqu e;emploO ... L...M 0n verdad que a m+ hoy me importa un
ardite el hombre del trombn. 0scribo sobre eso como podr+a escribir
,2
#dorno" 8heodor. %0l ensayo como forma'" en "otas de literatura, <arcelona" #riel" ,-I2" p.
,$.
,$
:ase6 *eorg 2uEcs" %0sencia y forma del ensayo'" en Eco( 3evista de la Cultura de
4ccidente, <rechholz" <ogot" 0nero de ,-IC. =obre la cuestin del ensayo y del ensayo
argentino" en particular" puede consultarse6 #rias =aravia" 2eonor" La $r%entina en clave
meta.rica( 5n itinerario a trav6s del ensa+o" <uenos #ires" Corregidor" 2>>>J &oletn ' 10 del
Centro de Estudios de *eora + Crtica literaria" n5mero dedicado a %3ol+ticas del ensayo'"
diciembre de 2>>2J <orello" Bodolfo" %0l ensayo. ,-$>?,-C>' en Cap+tulo" #istoria de la
literatura ar%entina" tomo /" <uenos #ires" C0#2" ,-G>S,-GIJ @laTi de @ernndez" 1ilda" El
ensa+o ar%entino, 1900-1970" 8ucumn" &nstituto de &nvestigaciones 2ingU+sticas y 2iterarias
Aispanoamericanas" ,-GGJ *iordano" #lberto. ,odos del ensa+o( )e &or%es a 8i%lia, Bosario"
<eatriz :iterbo" ,--,J *onzlez" Aoracio" 3estos pampeanos( Ciencia, ensa+o + poltica en la
cultura ar%entina del si%lo 99" <uenos #ires" Colihue" ,---J Bosa" 1icols FeditorH" #istoria
del ensa+o ar%entino( :ntervenciones, coaliciones, inter.erencias" <uenos #ires" #lianza" 2>>$.
,/
Cabe aclarar que el propio Best ubica el ensayo en %la mansin de la literatura'" en ese
%cuarto en el recoveco' que permanece casi %olvidado y en penumbras'. Best" (aime. )p. Cit."
p. ,$.
,.
0n la bibliograf+a sobre las aguafuertes predomina lo incierto sobre su denominacin. 0n
muchos casos tambin se las denomina ensayos y se intercambia el trmino alternativamente
con el de art+culos de costumbres. 0ste hecho puede relacionarse con las imprecisiones que
rodean la utilizacin del concepto de ensayo.
2.,
sobre cualquier otra cosa" pero el tiempo urgeJ el dibu;ante reclama la
nota para ilustrarla.
,I
4e esta manera" as+ como el contexto de enunciacin de estos textos resulta en
muchos casos bastante ale;ado de una presunta pretensin de verdad" tambin su
contenido es muy distante" en reiteradas ocasiones" del ensamble conceptual y el
desarrollo de ideas" y es por ello problemtica la denominacin de ensayos para el
con;unto de estas crnicas.
)tro es el caso de los art+culos que #rlt publica en El ,undo entre abril y
noviembre de ,-/, para participar de la polmica sobre la novela que se estaba
desarrollando en el campo intelectual argentino. Cuando #rlt discute sobre la novela
tambin lo hace sobre las distintas maneras de narrar y representar" asumiendo as+ las
%formas del ensayo' de un modo considerablemente ms claro y convincente. 0n
principio" se parte de una situacin de enunciacin bastante diferente" porque es
indudable que estas notas no se originan en el abatimiento y la premura de la columna
cotidiana. #rlt" que en ese momento no publicaba en El ,undo un art+culo diario" como
hasta entonces" sino que sus colaboraciones se limitaban casi exclusivamente a los
sbados" escribe las notas sobre la novela en su espacio del peridico" sucesiva e
ininterrumpidamente desde agosto a noviembre de ,-/," lo que evidencia" un claro
inters del escritor en el tema.
,C
#dems" los escritos en cuestin implican" a diferencia
de las aguafuertes porteas" una incuestionable discusin de ideas" pues parten" como en
el ensayo" de un saber predeterminado que es reorganizado" revisado y
resistematizado.
,G
0n esa reformulacin predomina el despliegue conceptual y la
,I
#rlt" Boberto. %Una excusa6 el hombre del trombn'" en El ,undo, 2- de enero de ,-$>.
Becopilada en #rlt" Boberto. $%ua.uertes porte/as, <uenos #ires" 2osada" ,--I" p.C,.
,C
Aay slo dos breves parntesis. 0l primero" despus del art+culo publicado el ,$ de abril de
,-/," %2a vela encendida al sol'. 0ste texto" al mismo tiempo que marca una continuidad con
las crnicas arltianas %#l margen del cable' porque su asunto es la guerra" inicia la discusin
sobre la novela. 4espus de esta nota" #rlt publica algunas reflexiones sobre otros asuntos y la
serie sobre la novela se retoma el ,$ de agosto de ,-/," cuando aparecen %#ventura sin novela
y novela sin aventura' y" sucesivamente" las otras siete intervenciones sobre el tema Fvase nota
. de este cap+tuloH. =lo un art+culo" intercalado entre estos textos mencionados" %1ecesidad de
un diccionario de lugares comunes' Fdel ,. de septiembre de ,-/,H" se refiere a una cuestin
a;ena a la de la novela" pero se trata de una corta interrupcin que no rompe la continuidad de
los argumentos" pues" en la colaboracin siguiente que se edita en El ,undo, se retoman
nuevamente los trminos planteados en la discusin del problema.
,G
#dorno y 2uEcs coinciden en que el ensayo es siempre revisin de algo ya dado y
preformado culturalmente. 0n este sentido afirma 2uEcs muy elocuentemente6 %...el ensayo
2.2
discusin de otras nociones existentes sobre el tema que se vuelven a interpretar y
ordenar en el mismo momento en que %el pensamiento se est haciendo'.
,-
3orque en el
ensayo" como afirma <eatriz =arlo refirindose al ensayo de los escritores" los
argumentos se dispersan y los textos %escriben y describen una b5squeda'. )" ms
precisamente" el momento en que un texto %se piensa mientras se escribe'.
2>
4e all+
viene el carcter indagatorio que tienen las reflexiones de #rlt6 implican una
exploracin" donde a la vez que #rlt define y ensaya las v+as posibles y los ingredientes
que a su ;uicio %necesita' la novela" tambin procura delinear y proyectar los itinerarios
y los lineamientos de su propia produccin.
0s por ello que estos art+culos tienen un innegable componente sub;etivo. 0n
efecto" si algo caracteriza al ensayo es la presencia del su;eto que enuncia y el carcter
de experiencia de lo enunciado6 %;e sui moy?mesmes la matiere de mon livre'" dec+a
7ontaigne.
2,
0n este sentido" =ilvio 7attoni sostiene que %el ensayo ser+a el gnero
donde las pasiones se convierten en saber" donde lo intransmisible del estilo procura
alcanzar la transmisibilidad de los conceptos y a travs de ellos la verdad de un ob;eto"
en cuya eleccin tal vez aparezca la verdad 5nica de cada ensayista" su distincin" su
especificidad" su enseanza'.
22
)" como afirma el mismo autor siguiendo a @oucault" de
manera particular para el caso de los escritores" %el ensayo" ms que una simplificadora
apropiacin de otros para los fines de la comunicacin" debe entenderse como Vun tanteo
modificador de uno mismo en el ;uego de la verdadW L...M Vuna ascesis" una e;ercitacin
de uno mismo en el pensamientoWJ vale decir" ascesis imprevisible donde el escritor se
escribe a s+ mismo" se modifica" se sopesa" se dispone a escribir'.
2$
K es precisamente
este inter;uego entre lo sub;etivo y lo ob;etivo
2/
el que puede leerse cuando #rlt
habla siempre de algo ya formado" o por lo menos de algo que en alguna otra ocasin ha sidoJ
corresponde a su esencia no sacar de la nada nuevos ob;etos" sino solamente ordenar de nuevo
los que en alguna ocasin tuvieron existencia. K por limitarse a esta nueva ordenacin" sin crear
de lo informe nada nuevo" est obligado a expresar continuamente la VverdadW sobre ellos" y a
buscar la manera de exteriorizar su esencia'. 2uEcs" *eorge. %0sencia y forma del ensayo'"
)p. Cit." p. 2IC?2IG.
,-
:ase al respecto6 =arlo" <eatriz. %4el otro lado del horizonte'" en &oletn'9. )el Centro de
Estudios de *eora + Crtica Literaria, Bosario" 4iciembre de 2>>,.
2>
=arlo" <eatriz. %4el otro lado del horizonte'" )p. Cit." pp. ,I?,C.
2,
:ase6 %#u lecteur'" en 7ontaigne. Essais, 8ome &" Xditions *arnier @rYres" 3aris" ,-I2.
22
7attoni" =ilvio. %0l gnero'" en 7attoni" =ilvio. Las .ormas del ensa+o en la $r%entina de
los a/os ;70" Crdoba" Universitas" 2>>$" pp. ,-?2>.
2$
7attoni" =ilvio. Las .ormas del ensa+o en la $r%entina de los a/os ;70, )p. Cit." p. /2.
2/
:ase. 7attoni" =ilvio. Las .ormas del ensa+o en la $r%entina de los a/os ;70, )p. Cit." pp.
$-?/>.
2.$
examina la novela para pensar las condiciones de su literatura y los caracteres singulares
de su experiencia de escritor. 0stos textos que persuasivamente argumentan desde el
lugar del lector"
2.
estn hablando al mismo tiempo de circunstancias concretas de su
obra y de su prctica de autor teatral y narrador6 #rlt discurre sobre novela" y ensaya y
define los criterios de valor de su propia produccin.
4e esta manera" la presencia del ensayo o de este con;unto de sus rasgos
distintivos en estas notas finales de #rlt" introduce en los aos cuarenta algo bastante
novedoso en su escritura period+stica. 0s ms" esta intervencin polmica sobre la
novela" desplazada en la escritura hacia el registro ensay+stico" se diferencia" por su
aspecto programtico y su entramado conceptual" de otros modos de la polmica que
aparec+an en textos como el prlogo a Los Lanzallamas o en su columna de El ,undo
en aos anteriores" y se constituyen en una zona muy elocuente para pensar su
escritura.
2I
1o es casual" por lo dems" que #rlt publique estos art+culos en ,-/," en un
momento en que tiene una posicin ganada en el campo literario y entre los lectores del
diario6 como afirma 2iliana Zeinberg" %el punto de encuentro entre un ensayista y su
p5blico se debe" en buena medida" a que el lector se reconoce y con.a en quien escribeJ
el ensayista no es un descastado" un paria ni un recin llegado al sistema literario6 ocupa
ya un lugar estratgico en el campo intelectual'.
2C
0s por eso muy significativo" en este
caso" pensar el lugar del que enuncia y la construccin del nombre propio en relacin
con los enunciados expresados y en sus v+nculos con el posible lector.
2. Los trminos de la polmica
2.
#lgunos aspectos relacionados con el carcter polmico del ensayo y su apelacin al lector se
desarrollarn en las pginas que siguen" cuando se estudie ms precisamente el contenido de la
intervencin arltiana y los trminos de su discusin.
2I
0stos rasgos pueden vincularse" asimismo" con los textos que #rlt escribe para otras
publicaciones en los aos treinta" como &andera 3o<a o la revista $ctualidad. 4e este modo"
estos caracteres" inditos dentro de su columna del diario El ,undo" no lo son en su trayectoria
como periodista o intelectual.
2C
=on palabras de =a+tta" =ylvia. %7odos de pensar lo social. 0nsayo y sociedad en la #rgentina
F,-$>?,-I.H" en @ederico 1eiburg y 7ariano 3lotEin FeditoresH" :ntelectuales + e=pertos( La
constitucin del conocimiento social en la $r%entina, <uenos #ires" 3aids" 2>>/" pp. ,>C?,/I.
0l texto de 2iliana Zeinberg al que se hace referencia es6 Zeinberg" 2iliana. En ensa+o, entre
el paraso + el in.ierno" 7xico" @ondo de Cultura 0conmica" 2>>," p. 22.
2./
0n ,-$-" y con motivo de la guerra civil espaola y la inminente guerra mundial"
(os )rtega y *asset via;a por tercera vez a la #rgentina y permanece en el pa+s hasta
,-/2. 0n sus dos visitas anteriores" realizadas en ,-,I y ,-2G" hab+a pronunciado sus
exitosas conferencias con las %impresiones' del via;ero que gozaron de gran repercusin
y rplicas en esos d+as. =i bien su obra era bien conocida y algunos de sus textos hab+an
sido editados ms de una vez en la #rgentina" es sabido que en el tercer via;e empieza a
tener ciertas diferencias con algunos c+rculos intelectuales argentinos" como es el caso
de la revista -ur.
2G
0ste pensador espaol" que hab+a inspirado con su 3evista de
4ccidente ese proyecto editorial tal como lo asegura la misma :ictoria )campo"
directora de la publicacin" en el homena;e que -ur le hace en el momento de su
muerte"
2-
se ale;a en ,-$- del Comit de Colaboracin. Como afirma 7ar+a 8eresa
*ramuglio" su ale;amiento %parece haber coincidido con un cierto acercamiento de
)rtega a la derecha nacionalista' y" si bien sus relaciones con los totalitarismos y el
franquismo todav+a suscitan controversias" otras versiones aseguran que motiv esa
separacin su posicin demasiado neutral y su indecoroso silencio en esos d+as ante
@ranco y la *uerra 7undial.
$>
3orque en ese momento en que el entramado pol+tico era
el que decid+a muchas de las adhesiones y rechazos" el caso de )rtega resultaba" por lo
menos" bastante incmodo frente a la postura pacifista" antifascista y contraria a los
reg+menes totalitarios que expl+citamente defendi -ur0 %[nadie puede permanecer
moralmente neutral. 1osotros no somos neutrales'" dec+a :ictoria )campo en el
n5mero editorial sobre la guerra titulado6 %1uestra actitud'.
$,
2G
=eg5n 8zvi 7edin" )rtega regres a la #rgentina para su tercera visita con un reconocimiento
mundial mayor del que ten+a durante su via;e anterior" hab+a publicado su libro ms famoso" La
rebelin de las masas" traducido al ingls" al francs" y al alemn" entre otros idiomas. =in
embargo" en #rgentina" )rtega fue marginado por los n5cleos acadmicos" profesionales e
intelectuales como es el caso de la revista -ur " no se le otorg ninguna ctedra en la
Universidad y tuvo serias dificultades para poder mantenerse. 8zvi 7edin. 4rte%a + >asset en
la cultura hispanoamericana" 7xico" @ondo de Cultura 0conmica" ,--/.
29
:ase6 -ur" nD 2/," ;ulio y agosto de ,-.I.
$>
*ramuglio" 7ar+a 8eresa. 93osiciones" transformaciones y debates en la literatura9" )p. Cit."
p. $.,?$.2. Con respecto al ale;amiento de -ur, tambin se menciona como uno de los motivos
determinantes" su desacuerdo con una nota muy incisiva e irnica titulada %Capricho espaol'
en contra de -ol + Luna" la revista de la derecha nacionalista" que hab+a aparecido en la seccin
%Calendario' de -ur y que aunque no estaba firmada se supone escrita por <orges. =eg5n 8zvi
7edin" cuando este incidente lleg a los o+dos de )rtega" ste avis de inmediato que retiraba
su nombre del Comit de Colaboracin de -ur.
$,
:ictoria )campo" %1uestra actitud'" en -ur" nP I>" <uenos #ires" septiembre de ,-$-" p. G.
2..
0s bastante sintomtico por cierto" que en ese momento se discutan tambin sus
ideas estticas sobre la novela" escritas quince aos antes" en La deshumanizacin del
arte( #ll+ )rtega ve+a a la novela como un gnero que hab+a ca+do en decadencia" del
mismo modo que %una especie zoolgica'.
$2
%Creo que el gnero novela" si no est
irremediablemente agotado expresaba en su traba;o de ,-2." se halla" de cierto" en
su per+odo 5ltimo y padece de tal penuria de temas posibles" que el escritor necesita
compensarla con la exquisita calidad de los dems ingredientes necesarios para integrar
un cuerpo de novela'.
$$
#hora bien" esos %ingredientes' o" en otros trminos" el
entramado de elementos que determinaba cul era una %buena novela' y no una que por
reiterativa y previsible ocasionaba el aburrimiento y el %embotamiento de la facultad de
impresionarse' del exigente lector en que pensaba )rtega" supone la eleccin
indefectible de un %arte de figuras' frente a un %arte de aventuras' y el predominio de la
%contemplacin' sobre la %accin'. %7s bien que inventar tramas por s+ mismas
interesantes' cosa prcticamente imposible para )rtega" quien considera que lo
esttico del gnero no est dado por su trama y que no responde a una %sensibilidad
superior' el inters por las acciones" conviene a la novela %idear personas atractivas'.
3or otra parte" esto es lo que viene sucediendo" seg5n la opinin del autor" en la
evolucin del gnero6 la novela %actual'" a diferencia de la %primitiva' y en oposicin al
follet+n" el cuento o el melodrama tiene como fin %referirnos lo que el persona;e es6 hace
falta que lo veamos con nuestros propios o;os'J
$/
en ella prevalece" lo %descriptivo'" lo
%presentativo'" y lo %directo'"
$.
como en la obra de 3roust que" de todos modos" implica"
a su ;uicio" una puesta en extremo de ese mtodo.
$I
$2
)rtega se opone a la idea de Croche que niega la existencia de los gneros art+sticos" y
sostiene que %8oda obra literaria pertenece a un gnero" como todo animal a una especie' L...M
%K lo mismo el gnero art+stico que la especie zoolgica significan un repertorio muy limitado
de posibilidades'. )rtega y *asset" (os. %&deas sobre la novela'" en )rtega y *asset" (os.
,editaciones del ?ui<ote e :deas sobre la novela" Bevista de )ccidente" 7adrid" ,-I$" p. ,/$.
$$
)rtega y *asset" (os. %&deas sobre la novela'" )p. Cit." p. ,/..
$/
)rtega y *asset" (os. %&deas sobre la novela'" )p. Cit." p. ,/C.
$.
8rminos estos que describen a su ;uicio" los modos en que la novela procura apropiadamente
una presencia inmediata del hroe y de su atmsfera" sin definiciones intermedias" ni el relato de
acciones y sucesos que previamente lo revelen. F)rtega y *asset" (os. %&deas sobre la novela'"
)p. Cit." p. ,.-H
$I
=i bien para )rtega la )bra de 3roust indica el %camino a seguir por la novela'" ella adolece
de una falla que es la total ausencia de accin6 %0n 3roust" la morosidad" la lentitud llega a su
extremo... L...M 2a trama queda casi anulada y se borra el postrer resto de inters dramtico. L...M
1otamos que le falta el esqueleto" el sostn r+gido y tenso" que son los alambres en el paraguas.
L...M 3or esta razn" he dicho antes que aunque la trama o accin posee un papel m+nimo en la
2.I
2a novela" entonces" debe detenerse en el hroe" en su %atmsfera' y revelar su
psicolog+a" pues en eso consiste la %morosidad del persona;e'" tan af+n al autor6 %1o en
la invencin de VaccionesW" sino en la invencin de almas interesantes veo yo el porvenir
del gnero novelesco.'
$C
#dems" es preciso que sea %tupida' o que apele a una
%plenitud de detalles'. 0s la descripcin" por lo tanto" la que constituye un recurso
ineludible en la construccin de este tipo de hroe pero tambin en la creacin de
unSotro mundo" paralelo al real" en la novela. 3orque para )rtega" %al ser LstaM un
gnero Vrealista\ por excelencia resulta incompatible con la realidad exterior' y es por
eso que debe crear un microcosmos %hermtico'" %Una cuasi realidad perfecta' L...M" que
no se la perciba como tal novela.
$G
0s decir" que no se evidencie su carcter de
convencin" artificial que es" por e;emplo" uno de los cuestionamientos que le hace el
autor en este traba;o a la obra de <alzac.
$-
0n s+ntesis" decadencia del gnero" ausencia
de temas" centralidad de la psicolog+a del persona;e" escasez de trama que debe
reducirse %a un simple esqueleto'" y %plenitud de detalles'" son los e;es principales
sobre los que se basa y discurre la propuesta esttica del ensayo de )rtega.
<orges discute algunas de estas ideas en el %3rlogo' a La invencin de ,orel"
de ,-/>" y lo hace para rebatir los argumentos de )rtega *asset y" a su vez" fi;ar su
posicin con respecto a la literatura de 0duardo 7allea" el escritor favorito de -ur en
esos aos.
/>
=e trata entonces de una ms de las variadas operaciones con las que <orges
y otros escritores que formaban un subgrupo con <orges" como el propio <ioy
novela actual" en la novela posible no cabe eliminarla por completo y conserva la funcin"
ciertamente no ms que mecnica" del hilo en el collar de perlas" de los alambres en el
paraguas'. )rtega y *asset" (os. %&deas sobre la novela'" )p. Cit." p. ,II.
$C
)rtega y *asset" (os. %&deas sobre la novela'" )p. Cit." pp. ,-,?,-2.
$G
)rtega y *asset" (os. %&deas sobre la novela'" )p. Cit." pp. ,G/ y ,I..
$-
4ice )rtega" a propsito de <alzac6 %<alzac" le+do hoy" nos despierta de nuestro ensueo
novelesco en cada pgina" porque nos golpeamos contra su andamia;e de novelista' Fp. ,I.H. K"
en otro lugar" afirma de un modo totalmente contrario a las perspectivas que sostendrn entre
otros sobre todo <orges y 7acedonio @ernndez6 %2a verdad es que" salvo uno o dos de sus
libros" el gran <alzac nos parece hoy irresistible. 1uestro aparato ocular" hecho a espectculos
ms exactos y autnticos" descubre" al punto" el carcter convencional" falso" de @ peu prAs, que
domina el mundo de la Comedia humanaB F)rtega y *asset" (os. %&deas sobre la novela'" )p.
Cit." p. ,/IH.
/>
=eguimos aqu+ las consideraciones de 7ar+a 8eresa *ramuglio" 93osiciones"
transformaciones y debates en la literatura9" )p. Cit." p. $$-. :ase tambin" para esta cuestin6
(ohn ]ing" -ur( Estudio de la revista ar%entina + de su papel en el desarrollo de una cultura(
1931-19C0" 7xico" @ondo de Cultura 0conmica" ,-->. (udith 3odlubne traba;a la oposicin
de <orges a 7allea en esta polmica F3odlubne" (udith. %Cap+tulo &&'" *esis doctoral, en
preparacin" mimeo'H.
2.C
Casares y =ilvina )campo promociona el relato fantstico y las tramas elaboradas de
los textos de aventuras y el policial. 0sta intervencin de <orges crea un espacio para la
lectura y la recepcin tanto de su obra como de la de su grupo y se suma a sus notas
publicadas en El #o%ar !sobre todo las editadas entre ,-$I y ,-$-
/,
y a la tarea de
director de la 3evista ,ulticolor de los -2bados" en ,-$$ y ,-$/. Como se seal en
cap+tulos anteriores" en esta revista <orges efect5a una tarea de divulgacin de obras y
autores desconocidos para el p5blico masivo del diario e imprime a la revista sus
preferencias literarias en torno al policial y al relato fantstico.
#hora bien" es entonces en el entramado de esta doble polmica contra las
ideas de )rtega y contra las tendencias realistas y psicolgicas de la literatura argentina
del momento que el %3rlogo' de <orges define por oposicin los criterios estticos
en los que debe basarse la ficcin narrativa a principios de los aos cuarenta. 0l primer
movimiento de este breve texto es quitar autenticidad al pensamiento de )rtega y
revelarle un origen anglosa;n6 %=tevenson" hacia ,GG2" anot que los lectores
britnicos desdeaban un poco las peripecias y opinaban que era muy hbil redactar una
novela sin argumento" o de argumento infinitesimal" atrofiado. (os )rtega y *asset
La deshumanizacin del arte" ,-2. trata de razonar el desdn anotado por
=tevenson y estatuye en la pgina -I" que Ves muy dif+cil que hoy quepa inventar una
aventura capaz de interesar a nuestra sensibilidad superiorW. #lgunos escritores Fentre
los que me place contar a #dolfo <ioy CasaresH creen razonable disentir'.
/2
<orges se
enfrenta entonces a la novela psicolgica y se muestra a favor de los textos de
aventuras. 8al prioridad se basa" en principio" en que este tipo de obras pone en
evidencia su convencionalidad o %su carcter de artificio verbal'" !%la novela
psicolgica quiere ser tambin novela realista L...M 2a novela de aventuras" en cambio"
no se propone como una trascripcin de la realidad6 es un ob;eto artificial'" en el
poder de la invencin que ellas implican" y en el %intr+nseco rigor de la novela de
peripecias'. 0stos argumentos ;ustifican" por lo dems" la preferencia por las obras de
%imaginacin razonada'" por la literatura fantstica y por las %ficciones de +ndole
/,
0se per+odo fue el que <orges estuvo a cargo de la seccin %2ibros y autores extran;eros'.
:ase6 <orges" (orge 2uis. &or%es en 0l Aogar. 1937-197D, <uenos #ires" 0mec" 2>>>.
/2
<orges" (orge 2uis. %3rlogo' en <ioy Casares" #dolfo. La invencin de ,orel, <uenos
#ires" 0mec ,-.." p. ,,.
2.G
policial'.
/$
#simismo" ante la ausencia de temas y la decadencia tan mentada del gnero
anunciados por )rtega" tambin apela <orges a las ficciones cient+ficas y fantsticas y"
en un movimiento en el que ubica a <ioy Casares en la tradicin universal" y arma una
genealog+a prestigiosa para su novela Fdonde adems se menciona a Chesterton"
=haEespeare y CervantesH asegura %que ninguna otra poca posee novelas de tan
admirable argumento como *he *urn o. the -creE" como )er 8rozess" como Le
vo+a%eur sur la *erre, como esta que ha logrado en <uenos #ires" #dolfo <ioy
Casares.
//
4e este modo" ms all del pretendido dominio de todas las lenguas Fingls"
alemn" francsH que le permite al prologuista" como sostiene =arlo" apropiarse de la
tradicin de la literatura universal"
/.
se propone La invencin de ,orel como
continuacin en la lengua espaola de estas grandes obras y es de este modo" sobre
todo" que el texto piensa su valor y su originalidad.
/I
)tra perspectiva es la que sostiene el ensayista y socilogo francs Boger
Caillois" uno de los colaboradores extran;eros de la revista -ur, que permanec+a en esos
d+as en la #rgentina. 0n ,-$- hab+a via;ado a <uenos #ires invitado por :ictoria
)campo para dar unas conferencias y el estallido de la =egunda *uerra 7undial
/$
0n un sentido similar" #dolfo <ioy Casares" en la resea de El <ardn de senderos 1ue se
bi.urcan, de <orges" tambin recalca %la importancia de la construccin' y el ideal de la
invencin como el aporte del gnero policial en la historia de la literatura. :ase" <ioy Casares"
#dolfo. %(orge 2uis <orges" El <ardn de senderos 1ue se bi.urcan'" en -ur, nD -2" mayo de
,-/2.
//
<orges" (orge 2uis. %3rlogo'" )p. Cit." p. ,$.
/.
=arlo" <eatriz. &or%es, un escritor en las orillas, <uenos #ires" #riel" ,--$.
/I
0n este sentido" afirma el prologuista6 %0n espaol" son infrecuentes y a5n rar+simas las obras
de imaginacin razonada. 2os clsicos e;ercieron la alegor+a" las exageraciones de la stira y"
alguna vez" la mera incoherencia verbalJ de fechas recientes no recuerdo sino alg5n cuento de
La .uerzas e=tra/as y alguno de =antiago 4above6 olvidado con in;usticia. La invencin de
,orel L...M traslada a nuestras tierras y a nuestro idioma un gnero nuevo.' F<orges" (orge 2uis.
%3rlogo'" )p. Cit." pp.,/?,.H. #s+" <orges seala la necesidad de lo nuevo en %nuestras tierras'
y %nuestro idioma' y plantea a la novela de <ioy Casares y a su modelo de la narracin
como lo que viene a llenar un lugar vac+o en el campo intelectual. La :nvencin de ,orel, y
la renovacin que ella implica seg5n lo que se asevera en el prlogo cumplir+a" por ello" una
funcin indita en las letras argentinas" que a diferencia de otras literaturas" es pobre en %obras
de imaginacin razonada'. 0s as+ como el breve ensayo borgeano al mismo tiempo que formula
estas prescripciones generales para la narrativa" tambin define" el lugar de <orges como
narrador y los ;uicios que autorizan y ;ustifican su propia potica para la escritura de ficcin.
3ara estas cuestiones puede consultarse" entre otros traba;os el art+culo de &sabel =tratta"
%4ocumentos para una potica del relato' en =ylvia =a+tta FdirectoraH" El o.icio se a.irma" tomo
- de la #istoria crtica de la literatura ar%entina" <uenos #ires" 0mec" 2>>/J sobre la labor
cr+tica y ensay+stica de <orges6 3astormerlo" =ergio. &or%es crtico, <uenos #ires" @C0" 2>>C"
especialmente" el apartado %Bupturas'" pp. I-?CC.
2.-
impidi que regresara a @rancia hasta ,-/..
/C
=u produccin sobre el tema es bastante
copiosa. 0n una de las cartas que asiduamente env+a a :ictoria )campo" fechada en
abril de ,-/," Caillois refiere las l+neas generales del libro que est preparando sobre la
novela. 0ste texto retoma sus ensayos anteriores al respecto y es editado al ao siguiente
por =ur con el t+tulo de -ociolo%a de la novela(
/G
Ka hab+a aparecido en ,-/, en Lettres
.ranFaises %2e Boman 3olicier'" el estudio sobre el policial que gener la famosa
polmica con <orges"
/-
y el ,C de agosto de ,-/, se publica en La "acin %0l suicidio
de la novela'" un breve art+culo que retoma algunos de los tpicos de la discusin del
momento6 el psicologismo actual del gnero" la introspeccin e individualismo" su
%suicidio'" antes que la decadencia.
3or lo dems" cabe decir que la posicin de Caillois" y su explicacin" tambin
contraria a las ideas de )rtega" es la del socilogo6 %la novela nace en un verdadero
vac+o en la sociedad. =iempre impulsa al individuo a separarse de la sociedad y a
volverse sobre s+ mismo. 3ero debilita la sociedad" acrecienta el %vac+o'. 3ronto no hay
ms que vac+o6 sin moral" sin energ+a" sin nada6 entonces la novela" para ser fiel a s+
misma" debe proponer hroes que pretendan reconstruir la sociedad6 esto llega y la
novela desaparece L...M ...la novela es el arte individualizante. 1o renacer sino cuando
el %vac+o' se haya introducido nuevamente en la sociedad'.
.>
3ero adems de las teorizaciones de Caillois" tambin puede detectarse en las
pginas de la revista -ur de ese entonces una preocupacin marcada por la cuestin de
/C
0n el exilio" dirigi una revista cultural" Lettres Granaises, que era financiada por -ur y que
apareci regularmente durante toda la guerra. 8ambin es conocido como el primer traductor de
<orges al francs y por su tarea de difusin de la literatura latinoamericana como director de la
coleccin %2a croix du =ud'" cuando volvi a @rancia.
/G
:ase al respecto6 Caillois Boger y )campo" :ictoria. Correspondencias (1939-19CD!,
<uenos #ires" =udamericana" ,---. 0n una carta fechada el $> de abril de ,-/," Caillois
describe a )campo el plan de su libro. K en una carta fechada el 2, de abril de ,-/," Caillois
afirma6 %<ianco ha cre+do conveniente pasarme las :deas sobre la novela de )rtega6 imposible
no escribir entonces una pequea nota para mostrar hasta qu punto las ideas susodichas estn
en desacuerdo con los hechos. 2a he redactado con la mxima cortes+a posible.' Fp. ,>.H. 0s
posible que aqu+ Caillois haga referencia al art+culo publicado posteriormente en La "acin(
/-
2os textos de la polmica aparecidos ambos en el n5mero -, de -ur son el de (orge 2uis
<orges en la =eccin %2os 2ibros' F<orges" (orge 2uis. %Boger Caillois" Le roman policierB,
-ur" nD -," abril de ,-/2" pp. .I?.CH y un art+culo de Caillios F%Bectificacin a una nota de
(orge 2uis <orges'" -ur" nD -," abril de ,-/2" pp. C,?C2H. 3ara la polmica ente <orges y
Caillois vase6 Capdevila" #nal+a. %Una polmica olvidada. <orges contra Caillois sobre el
policial'" en &or%es ocho ensa+os, Bosario" <eatriz :iterbo" ,--." y 3astormerlo" =ergio.
%Bupturas'" en &or%es crtico, )p. Cit." pp. I-?CC.
.>
Caillois" Boger y )campo" :ictoria. )p. Cit." p. ,>G
2I>
la novela" que coincide" de ms est decirlo" con un debate sobre el tema que se da en
otros puntos del planeta y del que -ur se hace eco. #s+" por e;emplo" ms all del texto
elogioso de 0duardo *onzlez 2anuza sobre 5na novela 1ue comienza de 7acedonio
@ernndez" que es ya de por s+ una toma de posicin en torno del problema"
.,
cabe
destacar dos art+culos que aparecen en la seccin %Calendario'" sin firma de autor. 0l
primero de ellos es una %&nvitacin a la novela' y reproduce reflexiones de )ctavio 3az
que" si bien se refieren a la situacin en 7xico" igualmente %3ueden aplicarse" en
general" a L...M todos los pa+ses sudamericanos'. 3ara 3az" %1uestro tiempo ha mutilado
a la novela'" que resulta" por ello" o bien un pretexto para opinar" o queda reducida a un
monlogo interior. 4e esta manera" su destino es volver %...a lo que ha sido desde su
nacimiento6 pica pura'.
.2
0l segundo" titulado %2a novela actual'" reproduce un
art+culo de la revista inglesa %3urpose' e inscribe la preocupacin de la guerra como el
contexto que incita a reflexionar sobre el gnero. 4el mismo modo que el anterior" aqu+
tambin se critica el psicologismo y se busca una vuelta a %la accin'6 %1o veo ning5n
futuro para la novela que se mantiene en el pequeo cauce de la pequeez individual" en
esa larga y estancada corriente de la introspeccin. L...M 2a accin y la pasin tendrn
que regir la novela'.
.$
4e ms est decir que estos textos aparecidos en -ur coinciden en
sus lineamientos con las posiciones de <orges y <ioy Casares comentadas
anteriormente.
./
3ero tambin desde otros sectores hay ecos y respuestas a esta polmica. Una
mirada desde la izquierda intelectual y ligada al 3artido Comunista #rgentino es la de
Actor #gosti" disc+pulo de #n+bal 3once. 0ntre ,-$G y ,-//" #gosti pronuncia una
serie de conferencias y escritos sobre el tema" recopilados en ,-/. en su )e.ensa del
realismo.
..
Una de esas conferencias" proferida en Bosario el 2, de septiembre de ,-/>
y titulada %2os problemas de la novela'" es central para nuestro inters porque entabla
.,
0duardo *onzlez 2anuza" %7acedonio @ernndez6 5na novela 1ue comienza'" en -ur, nD C-"
abril de ,-/,. 7acedonio @ernndez es" como se sabe" quien se opone a la novela realista"
pretende y programa un tipo de texto donde el carcter convencional de la ficcin es puesto en
evidencia a cada momento.
.2
%&nvitacin a la novela' FCalendarioH" en -ur, nD I." febrero de ,-/>" pp. ,,G?,,-.
.$
%2a novela actual' FCalendarioH" en -ur, nD IG" mayo de ,-/>" pp. G2?G/.
./
3or el tono y los temas expuestos" podr+a suponerse que es (orge 2uis <orges el encargado de
introducir estos art+culos en la seccin %Calendario' de -ur" quien por lo dems se sabe que
hab+a escrito algunas de las notas all+ publicadas.
..
#gosti" Actor 3. )e.ensa del realismo, 7ontevideo" 3ueblos Unidos" ,-/..
2I,
una verdadera discusin con las ideas de )rtega.
.I
3ara #gosti" el vaticinio pesimista de
)rtega con respecto a la decadencia del gnero" es %insolvente' en los trminos en que
ste lo ha enunciado" y la %inteligencia est colocada ante dos posibilidades6 o renunciar
a sus funciones cr+ticas" sometindose a la clase dominante'" lo cual implica renegar del
realismo y de;ar paso %al anlisis y a la descripcin" como es" por e;emplo" el caso de
3roust'" que lleva a %una literatura de la decadencia social" sin trama" sin nervio" sin
sangre" sin accin'" L...M %o bien reasumir sus funciones cr+ticas y revolucionarias'.
.C
3ara que esto segundo suceda" es necesario %reivindicar'" seg5n #gosti" un nuevo curso
del realismo que sea superacin del anterior. 2a novela debe ser" entonces" ms que
%refle;o' de su entorno" %instrumento de comprensin transformadora'" y tambin debe
ofrecer una poderosa %tonalidad romntica' en el sentido que #gosti toma de *orEi6 %el
romanticismo revolucionario Wes el seudnimo del realismo socialista" cuyo destino es"
sobre todo" el de ayudar a consolidar lo que se ha obtenido revolucionariamente en el
presente e iluminar los elevados fines del porvenir socialistaW'.
.G
4e esta manera" con
una argumentacin actualizada que retoma las l+neas del debate de la izquierda sobre el
realismo socialista y las estticas de la poca donde se apela por e;emplo a las
teorizaciones de *eorge 2uEcs" a quien el texto cita reiteradamente"
.-
#gosti
tambin responde a principio de los cuarenta a la polmica suscitada por el texto de
)rtega.
3. El ensayo arltiano sobre la novela
.I
8ambin aparece una polmica con las ideas expuestas por Boger Caillois en su -ociolo%a de
la novela. Como en este traba;o estudiamos el contexto de la discusin para pensar la propuesta
de #rlt" no nos ocuparemos de textos posteriores a ,-/2.
.C
#gosti" Actor 3. )e.ensa del realismo, )p. Cit." p. ./.
.G
#gosti" Actor 3. )e.ensa del realismo, )p. Cit." p. .C.
.-
#gosti cita a 2uEcs sin referir expl+citamente un texto en particular. 3or lo que se ve"
traducciones de 2uEcs parecen haber circulado por <uenos #ires. 2o que s+ puede constatarse
es que en el n5mero , de la revista )ial6ctica" publicacin dirigida por #n+bal 3once que sale
en ,-$I" se edita un art+culo suyo titulado 9^ola y el realismo9. =ylvia =a+tta me pas
gentilmente este dato" a quien agradezco la informacin. 3ara las revistas de izquierda en el
per+odo" vase6 =a+tta" =ylvia. %0ntre la cultura y la pol+tica6 los escritores de izquierda' en
Crisis econmica, avance del Estado e incertidumbre poltica (1930-193!" 8omo :&& de la
1ueva Aistoria #rgentina" dirigido por #le;andro Cattaruzza" <uenos #ires" =udamericana"
2>>,.
2I2
Hla novela moderna ha tratado de determinar los m2s .inos movimientos
atmicos del alma de los persona<es 1ue permanecan casi inmviles en el espacio de la
vida novelesca( IHJ La novela actual carece de aventuras por1ue el novelista
pro.esional, aun1ue parece una parado<a, carece de pro.esin( IHJHla aventura IHJ
realidad maravillosa desconocida hasta ho+ por los .abricantes de sue/os de
aventuras(
I>
Boberto #rlt
7ar+a 8eresa *ramuglio considera muy significativo pensar la actividad literaria
de la dcada infame y hasta aproximadamente ,-/." sobre todo en relacin con la
revista -ur, pues all+ se encuentran %las grandes l+neas que articularon la literatura culta
en el per+odo'.
I,
*ramuglio se est refiriendo espec+ficamente a las definiciones en
torno a la narrativa que comentbamos ms arriba" un contexto en que es preciso
reflexionar los modos en que #rlt" al mismo tiempo que discute las ideas de )rtega y
retoma los trminos de una polmica instalada en el campo literario" tambin intenta
hacerse un lugar en las letras argentinas. 4e esta manera" como se analiza en las pginas
que siguen" parece atinado suponer que cuando #rlt se enfrenta al realismo tradicional"
critica las realizaciones de la novela psicolgica y propone una literatura en la que
prime la accin y la %reaccin' de los persona;es" su intervencin" a la vez que delimita"
relee y proyecta los criterios de su propia obra que en ese momento se centraba" como
vimos" en el teatro" en el cuento de aventuras" el fantstico y el policial se aproxima a
las definiciones de <orges" <ioy Casares y este grupo de escritores argentinos que
estaban prescribiendo con operaciones muy fuertes en el campo literario y desde -ur los
nuevos moldes para la ficcin narrativa.
Una de las primeras cuestiones que surgen en los art+culos de #rlt" y que da
marco a todas sus reflexiones" es el contexto de la guerra y la preocupacin sobre cmo
escribir cuando el mundo est en llamas6 %...cmo pintar hoy" con la conveniente
negrura de eclipse" con el conveniente tono ro;izo de lluvia de sangre" el horror de este
momento catastrfico'.
I2
#rlt da inicio a su intervencin con %Una vela encendida al
I>
#rlt" Boberto. %#ventura sin novela y novela sin aventura'" )p. Cit." pp. 2//?2/..
I,
*ramuglio" 7ar+a 8eresa. 93osiciones" transformaciones y debates en la literatura9" )p. Cit."
p. $/2.
I2
#rlt" Boberto. %2a tintorer+a de las palabras'" en El ,undo, ,. de ;unio de ,-/>. Becopilada
en #rlt" Boberto. $%ua.uertes porte/as0 cultura + poltica" =eleccin y prlogo de =ylvia =a+tta"
<uenos #ires" 2osada" ,--/" p. 22C
2I$
sol'" un ensayo sobre la guerra y el derrumbe econmico y social de ese presente
infortunado que exige entonces una nueva definicin del gnero novela.
I$
3ara #rlt" en
quien resuenan los ecos de algunos de los planteos del debate internacional de la
izquierda intelectual" %la novela era una relacin con un estado particular propio de la
burgues+a que se desl+e en el cido n+trico de las econom+as catastrficas'"
I/
incapaces
de generar ya %verdaderos persona;es'6
0l persona;e L...M fue tal en un momento" que se lleg a considerarle
como una de las formas intelectuales ms perfectas para comprender la
vida. 0ra la poca en que la guerra entre continentes no pasaba de ser una
fantas+a verniana. L...M 0n esa feliz edad el 3ersona;e sobreviv+a a la
miseria de las relaciones humanas" la novela su conductora" aspiraba a
ser gu+a espiritual L...M" el teatro ten+a pretensiones de educativo L...M
...muchos vivieron una vida dentro de la piel del persona;e
=obrevinieron las catstrofes econmicas. 2a burgues+a aprendi sin
titubeos que el persona;e estaba constituido de aire y vientoJ y que el
hroe ms insigne en el mundo" pod+a ser aniquilado en un instante por el
ms miserable de los %squadristas'.
Con este fenmeno bsico de la destruccin del hroe la novela
pierde su significacin de gu+a espiritual. 2a intensidad de su accin
dramtica queda oscurecida ba;o el sol como una vela encendida. Q8an
candentes son las catstrofes que amontona la realidadR
K nunca como ahora la novela se hizo ms voluminosa en palabras
y ms vac+a en accin. L...M ...el hroe degenera en un contemplativo. 2a
novela languidece de anemia" se desvitaliza.
I.
0l fragmento muestra el modo en que #rlt lee histricamente la evolucin de la
novela y explicita la forma en que los persona;es son %...despo;ados de la frmula de la
vida magistral de la accin'. 2a guerra y las econom+as catastrficas han
desenmascarado la cualidad convencional del persona;e que" revelado en tanto que %aire
y viento'" muestra su condicin de artificio literario. 3or ello ya no puede ser
%arquetipo'" ni modelo de conducta y es incapaz de confundirse con %las ensambladuras
de un mundo cuyo andamia;e cru;+a ya'. 4e esta manera" que evidencia la imposibilidad
I$
2uego de esta primera intervencin y de un breve intervalo temporal" se publican ya sin t+tulo
e ininterrumpidamente todos los dems art+culos a los que nos referimos al comienzo del traba;o
y que desarrollan en detalle la polmica sobre la novela.
I/
8ambin #gosti afirma" siguiendo las teorizaciones de *eorges 2uEcs" el hecho de que %la
novela es el gnero inherente a la sociedad burguesa'. :ase6 #gosti" Actor. )e.ensa del
realismo, )p. Cit." p. .,.
I.
#rlt" Boberto. %2a vela encendida al sol'" )p. Cit." pp. 2/I?2/C.
2I/
efectiva de algunas de las prescripciones sobre el gnero como la de )rtega" Fpara quien
el persona;e deb+a ser en la novela moderna" como en el teatro francs" un gu+a
espiritualH" #rlt insin5a y" de una manera solapada tambin propone otros estilos
posibles de narrar para evitar la %decadencia'.
K" en efecto" estas ideas son las que el escritor desarrolla en la serie de notas
publicadas entre agosto y noviembre de ,-/, donde entabla" sin mencionarlo de modo
expl+cito" un dilogo y una discusin con las tesis de )rtega sobre la novela" y tambin
con sus respuestas.
II
# este respecto" #rlt se ocupa" preferentemente" de la tan
deliberada cuestin de la decadencia del gnero y su supuesta ausencia de temas" del
abuso de la introspeccin psicolgica" el sub;etivismo y la descripcin %realista' de la
%novela contempornea' y del problema de la ausencia de %accin'" de aventuras y
peripecias.
Como afirma el escritor en %2a vela encendida al sol'" si la novela ya no es el
lugar donde el hombre va a reconocerse" la aventura y la accin de los persona;es son
los recursos que" a su ;uicio" deben suplir esa carencia. #s+" y de un modo equiparable
en un punto a la idea borgeana de que algunos de los grandes argumentos del siglo son
ficciones cient+ficas y textos de aventuras" _en ese momento en que para )rtega" la
novela carec+a de argumentos_" #rlt encuentra en las %aventuras' que provee el mundo
de la f+sica y la ciencia moderna %una realidad maravillosa' y %desconocida' L..M que
%ning5n novelista ha conseguido describir a5n" ni ha intentado novelar'6 %la aventura
mediante la cual estos ;venes inventaron aparatos para bombardear f+sicamente un
tomo no ha sido descripta por ning5n novelista'.
IC
4e esta manera" en un gesto que
lo separa de sus premisas anteriores para la ficcin novelesca" ocupadas de %la sociedad
que se desmorona'" #rlt propone nuevos temas que de;an de lado la idea de una
literatura cuyos referentes" persona;es y conflictos deban servir necesariamente al
reconocimiento del lector" y exige una novela en la que prime la accin6 %0xisten a5n
autores que se preguntan si la accin dramtica puede coexistir en las actuales
condiciones ba;o una forma apasionadamente novel+stica' expone #rlt retomando
polmicamente la idea de )rtega" %QClaro que existeR 2o que ocurre es que el noventa
II
3ara la discusin de #rlt con )rtega vase6 Capdevila" #nal+a. %#rlt contra )rtega FUna
polmica sobre la novelaH'" en &oletn'D, Centro de 0studios de 8eor+a y Cr+tica 2iteraria"
Bosario" 2>>>.
IC
#rlt" Boberto. %#ventura sin novela y novela sin aventura'" )p. Cit." p. 2//.
2I.
y nueve por ciento de los novelistas contemporneos carecen de sensibilidad expresiva
para traducir dicha accin dramtica" bifurcada en las diferentes corrientes de la vida
actual'
IG
L...M %3ero trate alguien de narrar cmo se violenta una ca;a de hierro" cmo se
fabrica una fortuna especulando en la bolsa" cmo se fabrica una ;oya" cmo se escribe
una novena sinfon+a" y cuntelo exactamente y con todas las tremendas dificultades que
el suceso presuponeJ y entonces habr hecho una novela'.
I-
K es por ello que se opone a la novela psicolgica y a esos textos que" centrados
en los procesos sub;etivos" describen %los ms finos movimientos atmicos del alma de
los persona;es que permanecen casi inmviles en el espacio de la vida novelesca'.
3orque para #rlt Fy aqu+ es presumiblemente clara la referencia a )rtegaH" %2os tericos
confunden" generalmente" la decadencia de la novela con la decadencia de la capacidad
de reaccin del persona;e novelesco' y %lo que diferencia un persona;e novelesco de
otro persona;e novelesco es la carga de accin puesta en ;uego" y' L...M %la carga de
accin potencial de un persona;e de =tendhal es completamente diferente a la carga
potencial de un persona;e de 3roust'.
C>
3ara esclarecer esto #rlt utiliza uno de los
frecuentes recursos retricos del ensayo" como es el e;emplo" en trminos de =arlo"
C,
y
acude a un paralelo con la qu+mica6 el persona;e medio de la novela sub;etiva es como el
helio" un gas inerte y %est5pido'" que no act5a %ni reacciona en presencia de otros
cuerpos'. 0l carbono" en cambio" presente en todas las combinaciones de la qu+mica"
e;emplifica %uno de los ms activos y novelescos persona;es que pudieran imaginar
7anzoni o ]ipling.'
C2
=i bien esto es as+" #rlt responde polmicamente otra vez y retomando las ideas
de )rtega y la polmica es otro de los recursos retricos del ensayo"
C$
%ciertos
tericos suponen que Vl persona;e act5a sobre el lector por simple presencia" sin
necesidad de accionarW'J
C/
tesis que tambin es errnea para #rlt y que" nuevamente"
intenta desestabilizar con la lgica del e;emplo6
IG
#rlt" Boberto. %*aler+a de retratos'" )p. Cit." p. 2.>.
I-
#rlt" Boberto. %2iteratura sin hroes'" )p. Cit." pp. 2I>?2I,.
C>
#rlt" Boberto. %Confusiones acerca de la novela'" )p. Cit.."pp. 2/.?2/I.
C,
3ara <eatriz =arlo" %1o hay ensayo sin escritura" por eso se puede hablar de una retrica del
ensayo" cuando slo en un sentido dbil conviene hablar de una retrica del tratado'. Uno de
esos recursos que menciona es el e;emplo. :ase6 =arlo" <eatriz. %4el otro lado del horizonte'"
)p." Cit." p. ,-.
C2
#rlt" Boberto. %Confusiones acerca de la novela'" )p. Cit." p. 2/I.
C$
=arlo" <eatriz. %4el otro lado del horizonte'" )p." Cit." p. ,-.
C/
#rlt" Boberto. %Confusiones acerca de la novela'" )p. Cit." p. 2/I.
2II
=upongamos que tenemos el poder de reunir a tres hombres famosos
en un tablado. Aemos situado all+ a 0instein" @ord y =talin. (unto a
ellos en el mismo tablado" ubicamos a otros tres seores absolutamente
desconocidos. 1i el sabio" ni el pol+tico" ni el industrial" accionan de
manera algunaJ L...M 4e pronto" uno de los tres seores desconocidos"
que permanec+a sentado frente a @ord" 0instein y =talin" se levanta y
toma a bofetadas a otro de los caballeros desconocidos. L...M
Cuando =talin" @ord y 0instein localizaban la atencin de la masa en
el tablado" actuaban por lo que eran capaces de hacerJ cuando uno de
los tres desconocidos le propin un excelente par de bofetadas al otro
desconocido" %la accin de presencia' qued anulada por %la accin
presente'" y esto es perfectamente lgico" incluso desde el punto de
vista mecnico" ya que la accin presente es cinemticamente mucho
ms poderosa que la energ+a potencial" representada en aquellos
momentos por los tres hombres famosos cruzados de brazos.
C.
0l fragmento" que evidencia la mirada del dramaturgo" pone en escena un cuadro
teatral que lee especialmente los mecanismos de la recepcin del espectculo y el
impacto de los hechos sobre un posible espectador. Una vez ms" #rlt toma un e;emplo
constituido en paralelo con la ciencia Fo la f+sica mecnica" para ser ms precisosH para
graficar el efecto pragmtico que una obra o un persona;e son capaces de producir en el
p5blico lector o en un auditorio teatral.
CI
0sta preocupacin por el p5blico que el texto
explicita" muestra" asimismo" una preferencia por la llamada %accin presente' frente a
la %energ+a potencial'J o" en otros trminos" la eleccin para la novela Fy tambin para la
dramaturgia y la ficcin en generalH de la representacin de acciones concretas de los
persona;es frente a las m5ltiples y posibles actividades que un hroe novelesco puede
e;ecutar o con;etura y suea realizar" pero no realiza. 0sta opcin" describe como en
todo ensayo donde la construccin del ob;eto revela al su;eto" por lo dems" el propio
pasa;e y movimiento de su obra narrativa6 desde una literatura dominada en un principio
por las potencialidades de la accin y centrada en los procesos sub;etivos y %proyectos
extraordinarios' que" inscriptos en la imaginacin de los hroes nunca se llegaban a
concretar" pinsese en Los siete locos-Los lanzallamas" a una produccin ahora ya
propiamente centrada en la narracin de %la accin'J como es el caso de sus ficciones
C.
#rlt" Boberto. %Confusiones acerca de la novela'" )p. Cit." p. 2/C.
CI
=obre este aspecto volveremos ms adelante.
2IC
policiales y de espiona;e" los relatos fantstico?maravillosos y los textos de aventuras
que aparecen hacia el final de su labor de escritor.
Una aguafuerte anterior !%2os siete locos'" de ,-2-! muestra la diferencia
entre el proyecto que #rlt esboza en ,-/> y sus concepciones sobre la novela en los
aos veinte. 0n esa nota" #rlt reflexionaba sobre su propia novela caracterizndola por
tres aspectos6 %uno psicolgico" otro policial" otro de fantas+a'. 1o obstante" en el curso
de su crnica #rlt se ocupa del primero de los tres aspectos mencionados en el apartado
acerca de la %:ida interior' de los persona;es6
3ara m+ no ofrecen absolutamente ning5n inters las acciones de
un delincuente" si estas acciones no van acompa/adas de una vida
interior dislocada, intensa, an%ustiosa. L...M Aombres y mu;eres" en el
curso de la historia citada" viven el horror de su situacin. 4e ah+ la
extensin de la novela6 trescientas cincuenta pginas. -acando cien
p2%inas de accin el resto del libro no hace ms que detallar lo 1ue
piensan estos anormales, lo 1ue sienten, lo 1ue su.ren, lo 1ue sue/an(
CC
#qu+ aparece una clara predileccin por el componente psicolgico frente a la
accinJ seg5n el autor" el libro est destinado fundamentalmente y de un modo
dostoievsEiano" a reproducir las sub;etividades exacerbadas de sus persona;esJ es por
esta razn que" deliberada y expl+citamente" el escritor de;a poco margen para el
accionar del hroe que en s+ mismo no interesa y slo importa casi como una excusa
para poner en escena una %vida interior' %dislocada" intensa" LyM angustiosa'. 0stos
persona;es son" entonces" y para retomar los trminos del ensayo de ,-/," muy
prol+ficos en %energ+a potencial' pero escasos de acciones presentes" como los
protagonistas de 4ostoievsEi" a quien )rtega incluye" por lo dems" en la l+nea
psicologizante de la novela. 3or todo esto puede sostenerse que no slo en sus
teorizaciones cambia su nfasis sobre la accin que deben cumplir los persona;es"
tambin se modifica su funcionamiento efectivo en la ficcin" al momento en que #rlt
introduce desde ,-$2 otros gneros en su literatura y otros modos de representacin.
CC
#rlt" Boberto. %2os siete locos'" en El ,undo, 2C de noviembre de ,-2-. Beproducida en
#rlt" Boberto. Las a%ua.uertes porte/as de 3oberto $rlt, =eleccin y prlogo de 4aniel
=croggins" <uenos #ires" 0C#" ,-G," p. ,/,. 0l subrayado es nuestro.
2IG
#s+" la actividad de los persona;es que en muchas de sus primeras obras quedaba en el
orden de lo imaginario o en los proyectos extraordinarios que ideaban 0rdosain" el
#strlogo y los dems hroes novelescos" en sus cuentos policiales" de espiona;e y en
los textos fantsticos y de aventuras finales" es" en cambio" concreta y sobre esas
acciones se construyen y giran los vericuetos de la narracin.
3ero la cr+tica de #rlt a la novela contempornea contin5a. # su ;uicio" se ha
convertido en una %galer+a de retratos'" constituida por obras que" a falta de %asunto'
sustituyen la accin por una sucesin de %procesos mentales cr+ticos' y cuyos
persona;es nos %producen el efecto de una coleccin de fotograf+as'" figuras aisladas
carentes de %conflictos dramticos' y sin hilo conductor.
CG
Auxley %nos obsequia por
ello una novela fastidiosa' y 3roust" que tan %desaforado aburrimiento le produ;o'" es el
responsable de que no se salga de un %proceso mental'" %3ienso y luego no obro
parecer+a ser su consigna'.
C-
K as+ como <orges dec+a en el %3rlogo' a La invencin
de ,orel que %...hay cap+tulos de 3roust que son inaceptables como invenciones a los
que" sin saberlo" nos resignamos como a lo ins+pido y ocioso de cada d+a'"
G>
#rlt acusa
%...la frecuencia de este proceso' L...M en razn directa de la falta de imaginacin del
autor'.
G,
3orque el novelista sub;etivo es para l un %escritor irresponsable'" %un
profesional que carece de profesin' y que por desconocer la ;urisdiccin del hroe" es
CG
#rlt" Boberto. %*aler+a de retratos'" )p. Cit." p. 2/G. 2a cita completa de este art+culo de #rlt"
es la siguiente6 %0n la novela contempornea" salvo excepciones" los persona;es nos producen el
efecto de una coleccin de fotograf+as" colgadas en la galer+a. 0l autor llama novela a la galer+aJ
y accin dramtica" al simple proceso de comunicar estos retratos con el hilo de sus dilogos.
0sto nos har+a suponer que los autores contemporneos desprecian la accin dramtica que
dimana del conflicto...L...M 0n la novela contempornea" la accin ha sido sustituida por
sucesiones de procesos mentales cr+ticos. L...M )tras veces se hace girar el paisa;e en torno del
protagonista" y lo que se busca entonces es producir una ilusin de accin dramtica por el
simple movimiento del marco.' Fpp. 2/G?2/-H. 0s interesante observar que *eorge 2uEcs
afirma" coincidentemente" en un traba;o de ,-$I" una imagen similar para describir la novela
sub;etiva y el estilo descriptivo de autores como ^ola6 %4esaparece en el estilo descriptivo toda
conexin pica. L...M 2a conexin pica no consiste en la sucesin de distintos momentos. =i los
cuadros o cuadritos individuales que se describen se disponen en una serie temporal" no se logra
crear la conexin pica. L...M 2a sucesin de impresiones sub;etivas LtambinM es insuficiente
para proporcionar la conexin pica. L...M en ambos casos se obtienen cuadros que estn
ubicados uno ;unto al otro" aislados" desde el punto de vista art+stico" como los cuadros de un
museo'. :ase" 2uEcs" *eorge. %N1arrar o describirO" en *oldmann" 0scarpit" Aauser y otros.
Literatura + sociedad, <uenos #ires C0#2" ,-CC" pp. .I?.C.
C-
0n la novela clsica" sostiene #rlt" la consigna era pienso" luego obro" y el pensamiento %era
el trampol+n desde donde el protagonista se lanzaba a la accin'. :ase" #rlt" Boberto.%*aler+a
de retratos'" )p. Cit." p. 2/-.
G>
<orges" (orge 2uis. %3rlogo'" )p. Cit." p. ,2.
G,
#rlt" Boberto. %*aler+a de retratos'" )p. Cit." p. 2/-.
2I-
incapaz de %traducir la accin dramtica seg5n las distintas corrientes de la vida actual'6
%Como las complicaciones de los tiempos han diferenciado ms y ms las profesiones y
la tcnica para describirlas" los autores" con diferencia cultural y creadora" componen
sus ;uegos con persona;es h+bridos" que suplen cualquier accin con discontinuas
emisiones de procesos sub;etivos' L..M %#l revs y mediante el auxilio de procesos
sub;etivos" es que la mayor+a de los deficientes novelistas y dramaturgos modernos
tratan de eludir la responsabilidad que implica analizar a un tipo a travs de sus
actuaciones" ya que es evidente que los actos Fy no los pensamientosH estn +ntimamente
ligados con la constante profesional'.
G2
#rlt atribuye entonces al novelista y a su falta de idoneidad el estado de la
novela del momento. 0s por eso que 0dgar Zallace en tanto es capaz de escribir seg5n
lo que l llama %la constante profesional' o la cualidad que predetermina las acciones
del hroe y su coherencia como en el caso del tigre" su profesin es matar y poco
importa otra cosa"
G$
resulta %uno de los novelistas ms extraordinarios que ha
producido la humanidad'. K si bien %hay gente que se avergUenza en confesar que lee al
novelista policial 0dgar Zallace'" L...M su estilo no ha sido superado por otros cultores
del gnero.
G/
#s+" tambin #rlt" como <orges y <ioy Casares" encuentra en el gnero
policial un e;emplo de los modos adecuados y exitosos en que la novela puede
funcionarJ aunque en su caso se trata" como ve+amos en el cap+tulo anterior" del
reconocimiento de uno de los autores ms vendidos entre los que circulaban por ese
entonces en el circuito de literatura popular y en las ediciones de Eiosco.
G.
G2
#rlt" Boberto. %&rresponsabilidad del novelista sub;etivo'" )p. Cit." pp. 2.$?2.I.
G$
4ice #rlt" en relacin con la constante profesional6 %2a profesin del tigre es matar. L...M
&mporta poco que el tigre sea grande o pequeo" que se alo;e en una caverna o que se gane la
carne en un circo.... L...M cuando nosotros examinamos a un tigre" en realidad remiramos al que
mata. L...M 2o que el tigre piensa de las estrellas" no puede influir en el destino del ciervo en el
momento en que el ciervo cae ba;o las garras del tigre. Correctamente entonces" podemos
definir que el carcter potencial de una bestia" de un hombre o de un persona;e novelesco" es
definible por su profesin. L...M 0n consecuencia" la profesin es anterior a la accin y la accin
es una consecuencia de la profesin' en #rlt" Boberto. %&rresponsabilidad del novelista
sub;etivo'" )p. Cit." pp. 2.$?2./..
G/
#rlt" Boberto. %Un protagonista de 0dgar Zallace'. Becopilada en #rlt" Boberto. $%ua.uertes
porte/as0 cultura + poltica" =eleccin y prlogo de =ylvia =a+tta" <uenos #ires" 2osada" ,--/"
p. 2>..
G.
:ase6 2afforgue" (orge y Bivera (orge. $sesinos de papel( Ensa+os sobre narrativa policial,
<uenos #ires" Colihue" ,--I.
" pp. ,>C y ,." respectivamente.
2C>
3or todo ello" #rlt estima el porvenir de la novela" o de %las leyes que rigen la
vivencia de un relato'" en los nuevos temas que proveer+a" en parte" la ciencia" en la
capacidad de imaginacin del novelista y" sobre todo" en la narracin de %acciones' y
%conflictos presentes' que hagan de los hroes de la novela %persona;es interesantes'.
3orque a diferencia de )rtega que insist+a en la %construccin de almas interesantes
con la prescindencia y la casi nulidad de la trama" #rlt sostiene que es la accin la
que hace interesante al persona;e y que %por lo general" no hay conflictos sin inters"
sino persona;es ininteresantes'.
GI
#s+" mientras <orges y <ioy Casares y los escritores que formaban con ellos
un subgrupo en -ur" reprochaban a la introspeccin psicolgica su falta de
rigurosidad" la debilidad de sus tramas y la escasez de invencin" #rlt de un modo
bastante equiparable" critica el sub;etivismo de la novela de caracteres" la construccin
de persona;es estticos e inmviles y culpa al escritor a su incapacidad" falta de
idoneidad" escasez de imaginacin y falta de profesin! por generar %cierto gnero de
monstruo' L...M %de escas+simo inters vital'. 0n suma" si bien el ensayo arltiano no
apela a la rigurosidad de la trama" y la particularidad de su propuesta se ale;a en varios
aspectos de la que defend+an los escritores de -ur Fcomo veremos a continuacinH" es
inexpugnable admitir simetr+as en el modo en que se conciben los criterios pertinentes
para la narracin de ficciones. 3orque para #rlt" poco importan tambin las diferencias
genricas. %1ovela" relato" follet+n'" dice en %Confusiones acerca de la novela'" %Va
grosso modoW son definiciones de un solo gnero e informan ms diferencias
cuantitativas que cualitativas'.
GC
3or lo dems" lo mismo sucede con el gnero
dramtico" pues #rlt mezcla alternativamente" novelista y dramaturgo" ficcin y
representacin" p5blico lector y espectador.
0n relacin al teatro" uno de los puntos clave en los que #rlt disiente con las
tesis de )rtega !no mencionados por <orges" <ioy Casares o Boger Caillois pero
tambin cuestionados por Actor #gosti! es la respuesta a la pregunta sobre cul es la
causa de la desafeccin del lector en la novela contempornea. 0ste tema" estrechamente
emparentado con la preocupacin por los efectos de lo narrado o lo representado" pone
en evidencia la influencia del teatro en su perspectiva" o" en otros trminos" los modos
GI
#rlt" Boberto. %#ccin" l+mite de lo humano y lo divino'" )p. Cit." p. 2.G.
GC
#rlt" Boberto. %Confusiones acerca de la novela'" )p. Cit." p. 2/..
2C,
en que #rlt lee o piensa sobre todo como dramaturgo la cuestin de las relaciones y el
impacto de las representaciones simblicas sobre el receptor.
0n la mirada de )rtega la decadencia del gnero era lo que ocasionaba %el
embotamiento de la facultad de impresionarse del lector'J de ah+ la exigencia cada vez
mayor para el novelista" que deb+a evitar lo reiterativo y previsible" detenerse en los
detalles en torno a la vida y %el alma' del persona;e y construir un mundo imaginario"
capaz de abolir la realidad circundante" motivos estos 5ltimos que hac+an esencial e
imprescindible la descripcin. 1ada ms a;eno" por cierto a la opinin de #rlt. 3ara l"
del mismo modo que Actor #gosti aunque sin la %irresponsabilidad' social que le
confiere este 5ltimo"
GG
es el sub;etivismo" el exceso de la descripcin y la ausencia de
conflictos y de acciones" lo que causa el hast+o y tambin la ira del p5blico lector y del
espectador6
...lo importante de la accin dramtica es la tensin nerviosa que
origina. 0s evidente que cuando un persona;e no reacciona" no suscita
contra s+ la resistencia del medio" y la falta de accin y reaccin es lo
que determina la ausencia de suceso dramtico y sus secuelas" la
conmocin nerviosa(
Aoy" los autores tratan de ;ustificar la omisin dramtica"L...M
pero lo evidente es que el lector se aburre y arro;a la novela o se
levanta de su butaca + se marcha maldiciendo( L...M
0l drama y la novela contemporneos ofrecen esta
caracter+stica negativa. =i decimos que es una caracter+stica negativa"
no lo hacemos en nombre de la esttica ni de la moral" sino en nombre
de una de.raudacin de 1ue hemos sido vctimas en nuestro car2cter
de lectores o espectadores. L...M
0l espectador ha ido a la novela o a la butaca para su.rir en un
camino desconocido" la presin de una aventura que presupone
in1uietante. =i esa condicin se cumple" el espectador de;a de ser
espectador para convertirse" mediante el procedimiento ms inofensivo
del mundo" en ;uez y parte. 0ste proceso subconsciente le
proporcionar una emocin que ser tanto ms intensa cuanto que el
espectador sienta que su propia existencia moral" pol+tica o econmica
est en ;uego de peligro. 0s decir" que tanto en la novela como en el
GG
Actor #gosti concuerda con #rlt en el hecho de que la falta de accin y el paso %al anlisis y
la descripcin' es lo que genera el aburrimiento del lector" pero adems agrega que %...gran
parte de la novel+stica contempornea es incapaz de dar respuesta a las angustiosas
interrogaciones del presente.'. 2a novela ha ca+do" por ello" %en un intrascendente ;uego de
metforas para huir de la VpeligrosaW realidad'. #gosti" Actor. )e.ensa del realismo," )p. Cit."
p. ./?...
2C2
drama" el conflicto cuando est correctamente delineado" se desarrolla
al mismo tiempo en el escenario y en el espectador.
G-
2a nota describe" ms all de las reminiscencias de la concepcin de la catarsis
aristotlica" una singular teor+a de las relaciones entre arte y recepcin y clarifica en qu
sentido #rlt piensa los efectos de la literatura y el teatro sobre el lector y el espectador.
=eg5n esta teor+a" es preciso el accionar del persona;e" pues" slo el despliegue de
%acciones' y %reacciones'" de %conflictos' y %sucesos dramticos' es capaz de generar
lo que l llama %conmocin nerviosa'. =e trata" en definitiva" como se analiz a
propsito del teatro en el primer cap+tulo" de que el espectculo provoque una tensin"
un efecto de simpat+a" un ;uego %inquietante' de identificacin" para permitir la
participacin %emocional' del receptor en los acontecimientos narrados o representados
_su condolencia" su intervencin" su ;uicio" etc._. 4e esta manera" y si bien el texto
surge de una polmica sobre la novela" el con;unto de los trminos utilizados y los
contenidos de la argumentacin" sugieren que el fragmento puede leerse en s+ mismo y"
fundamentalmente" como una explicitacin del proyecto del teatro arltiano o de los
modos en que #rlt piensa toda su produccin" en ese momento" preferentemente desde
una ptica ubicada en el gnero dramtico. Cabe destacar" adems" que aqu+ se muestra
la manera en que #rlt tambin argumenta persuasivamente como lector. Construido en
la primera persona del plural" el art+culo se ubica en la perspectiva del que se presume
un destinatario de esas notas y se identifica con los posibles intereses y gustos promedio
del supuesto p5blico del diario" ya conocido y familiar para #rlt" en ese entonces. =e
instaura as+" un acercamiento y b5squeda de reconocimiento e identificacin entre el
nombre propio del que escribe y su potencial receptor.
Cuando estas notas se refieren al aburrimiento del lector" pueden leerse" adems"
dos aspectos singulares. 0l primero de ellos es el inters persistente de #rlt por el
mercado" una preocupacin que se reitera desde sus primeros textos6 %... alg5n d+a se
lograr definir matemticamente la constante de accin de un persona;e novelesco
dividiendo el n5mero de ediciones de los libros en que el persona;e ha figurado" por el
n5mero de aos que demoraron en venderse'" afirma #rlt en uno de los art+culos de
G-
#rlt" Boberto. %#ccin" l+mite de lo humano y lo divino'" )p. Cit." pp 2.C?2.G. 0l subrayado
es nuestro.
2C$
,-/,.
->
4e esta manera" se mantiene un valor fuerte que el escritor defiende
insistentemente desde los aos veinte y a todo lo largo de su produccin6 la
consagracin o legitimacin por el mercado" por el xito y las ventas entre el p5blico.
3or otra parte" tambin es causa de la desafeccin del p5blico" el realismo y sus excesos6
%la median+a9. 0n efecto" la median+a o" lo que es lo mismo" la profusin de los detalles
y el abuso de la descripcin `algo" recurdese muy valorado por )rtega! %...constituy
y es la piedra angular del realismo" pero su frecuencia dentro de la novela
contempornea _sostiene #rlt_" es una peste que torna insoportable la lectura de los
libros que hora tras hora invaden los escaparates.' 3or ello" y en tanto %...el realismo no
es un gnero sino una tcnica que se limit a describir lo que se hallaba deba;o de sus
narices con fidelidad de pantgrafo'"
-,
la novela y el teatro contemporneo han ca+do en
manos de autores que" como %albailes en disponibilidad. =aben mane;ar la cuchara" el
nivel" la plomada" pero no tienen edificio que construir'.
-2
4e esta manera" le;os de ser
recursos para la composicin de una novela que intente asimilarla al orden m5ltiple y
minucioso de lo real" lo sub;etivo y la descripcin slo tienen sentido en la visin
arltiana" _y de un modo coincidente con algunas teorizaciones de esos d+as como las de
*eorge 2uEcs"
-$
a quien" como vimos" tambin cita #gosti_" si se los vincula con el
%espectro magntico del hroe' y sus acciones y conflictos.
#hora bien" en la discusin de #rlt sobre el realismo" lo primero que sorprende
es la ausencia de referencias a la cuestin social. 0fectivamente" si consideramos que a
partir de ,-$2 #rlt colabora en publicaciones vinculadas a la izquierda como &andera
3o<a y $ctualidad, e interviene en algunos emprendimientos pol+tico?culturales ligados
al 3artido Comunista como la formacin de la Unin de 0scritores 3roletarios
impulsada por l y Castelnuovo"
-/
y si nos atenemos a lo que expresaba en muchas de
->
#rlt" Boberto. %Confusiones acerca de la novela'" )p. Cit." p. 2/I.
-,
#rlt" Boberto. %2iteratura sin hroes'" )p. Cit." p. 2.-.
-2
#rlt" Boberto. %2iteratura sin hroes'" )p. Cit." p. 2I,.
-$
#s+" 2uEcs expone" en el mismo sentido6 %0n la literatura no existe una %poes+a de las cosas'
independiente del hombre y de las vicisitudes humanas. L...M Cada cosa que tenga una funcin
efectiva en la accin de un hombre" que despierte en nosotros un inters potico" se vuelve
significativa desde el punto de vista potico por su nexo con la accin. 2uEcs" *eorge. )p.
Cit." %N1arrar o describirO" )p. Cit." p. .-. K #rlt expresa en su texto de ,-/,6 %Una fea lmpara
humosa cobra valor esttico cuando ilumina el rostro de un hroe. 1o importa que la existencia
de este hroe determine un peligro dado. =u capacidad de accin" por profundidad" le presta a la
lmpara un relieve desusado. :ase6 %2iteratura sin hroes'" )p. Cit." p. 2.-.
-/
=a+tta" =ylvia. %C. 0;ercicio de artiller+a'" en El escritor en el bos1ue de ladrillos( 5na
bio%ra.a de 3oberto $rlt, <uenos #ires" =udamericana" 2>>>" pp.,>.?,$..
2C/
sus aguafuertes" donde se defin+a como uno de esos escritores ocupados de %la miseria y
de la angustia de los hombres argentinos'
-.
y a lo que expon+a en sus conocidas palabras
preliminares a Los Lanzallamas %...me atrae ardientemente la belleza... L...M 7as hoy"
entre los ruidos de un edificio social que se desmorona inevitablemente" no es posible
pensar en bordados'!"
-I
llama la atencin en este ataque al realismo" su silencio sobre
las relaciones del arte y su compromiso con lo social.
# diferencia de la postura de #gosti" que criticaba la descripcin y el
sub;etivismo por su desentendimiento de la realidad" #rlt obvia la discusin sobre el
realismo socialista y" en contraposicin a muchos de sus textos previos" no menciona en
ning5n momento la pretensin de que las obras de %contenido social'" para l" en ese
momento %prdigLasM en contradicciones'"
-C
deban ser las que primen en la %novela
actual'. K si bien #rlt sostiene en estas notas de ,-/>" que un conflicto situado fuera del
presente F%nuestro tiempo' y %nuestro espacio' es la expresin que utilizaH puede
adolecer de falta de inters" tambin afirma" en el mismo movimiento del ensayo" que
es" como di;imos" pensamiento que se va haciendo mientras se est pensando" que
%casi siempre cuando el asunto queda ms all del alcance del espectador" se debe a que
el autor no domina la tcnica de su especializacin'" ya que %no hay conflictos sin
inters'.
4e esta manera" en los aos cuarenta no slo #rlt de;a de lado en su intervencin
en El ,undo la idea seg5n la cual el arte debe vincularse al presente crudo de la
sociedad" sino que adems propone una literatura y un teatro que no remita de modo
imperioso a las preocupaciones del lector o espectador pero s+ que suscite"
ineludiblemente" su emocin catrtica y lo vincule %emocionalmente' en tanto que
representacin.
0s ms" en la 5ltima de sus intervenciones sobre la novela" %Aace falta una
escuela para novelistas'" tambin expresa una preocupacin por la belleza que lo ale;a"
-.
#rlt" Boberto. %0l conventillo de nuestra literatura'" en El ,undo, 2, de diciembre ,-2G.
Becopilado en #rlt" Boberto. $%ua.uertes porte/as0 cultura + poltica, )p. Cit." p. .>. :ase a
este respecto" adems" %Un poco ms sobre la sociedad de escritores'" El ,undo, ,/ de enero de
,-2-" publicada en #rlt" Boberto. $%ua.uertes porte/as0 cultura + poltica, )p. Cit." p. I>.
-I
#rlt" Boberto. %3alabras del autor'" en #rlt" Boberto. Los siete locos( Los lanzallamas,
0dicin cr+tica coordinada por 7ario *oloboff" Coleccin #rchivos" @rancia" #22C# aa"
Universit 3aris a" 2>>>" p. 2G..
-C
:ase al respecto6 #rlt" Boberto. %0scritores ;venes de la #mrica hispana'" en El ,undo,
22 de mayo de ,-/,.
2C.
nuevamente" de algunas de las declaraciones ms fuertes del prlogo a Los lanzallamas
citadas con anterioridad6 %...me ocurre que la creciente exigencia de material de lectura
en la humanidad determinar la organizacin de una escuela para novelistas" donde el
alumno estudiar cient+ficamente los procedimientos para emplear con mayor provecho
posible los elementos susceptibles de producir belleza al combinarse'.
-G
3ara ello" y a
seme;anza del teatro cuyas unidades" actos" escenas y tiempos son mensurables _hecho
que prueba" adems" que #rlt piensa la novel+stica y redefine los trminos del debate
desde su mirada como dramaturgo_" propone instaurar %l+mites' que no sean %la
resultante del capricho de alguien'" sino el resultado de un anlisis matemtico y
estad+stico que en %una serie de obras que el consenso humano ha calificado como
maestras a travs de todos los tiempos'" sea capaz de establecer reglas. 0stos criterios"
como %tablas estad+sticas' permitirn ilustrar sobre %la calidad de ad;etivos y metforas
empleados' en el estilo" la %longitud de dilogos'" el %n5mero de conflictos" n5mero de
paisa;es" etc.'. #s+" adems de que #rlt se muestra como un escritor conciente de su
oficio" y desdibu;a con esto la imagen" construida en muchos de sus textos previos" de
un escritor improvisado y %as+ noms'"
--
tambin se evidencia una preocupacin por el
estilo" una valoracin de los clsicos y del traba;o tcnico de la escritura que" en tanto
que %especializacin racional'" el genio" seg5n sus palabras" de todas maneras" se
apresurar2 a olvidar(
,>>
-G
#rlt" Boberto. %Aace falta una escuela para novelistas'" en El ,undo, , de noviembre de
,-/,. 0l subrayado es nuestro.
99
#rlt" Boberto. %NCmo quieren que les escribaO'" en El ,undo, $ de septiembre de ,-2-.
Beproducida en #rlt" Boberto. $%ua.uertes porte/as0 cultura + poltica, )p. Cit. :ase" adems"
#rlt" Boberto. %Cmo se escribe una novela'" en El ,undo, ,/ de )ctubre de ,-$,. Becopilada
en #rlt" Boberto. 4bra Completa" 8omo 2" <uenos #ires" Carlos 2olh" ,-G,. 0stos aspectos
han sido desarrollados en6 (urez" 2aura. %2as aguafuertes de Boberto #rlt6 el itinerario de un
desplazamiento en la imagen de escritor y en la potica de la novela'" en :zquez" 7ar+a Celia
y 3astormerlo" =ergio Fcomp.H Literatura ar%entina( 8erspectivas de .in de si%lo, #ctas del a
Congreso 1acional de 2iteratura #rgentina" <uenos #ires" 0udeba" 2>>," pp. 2G$?2-2.
,>>
4ice #rlt" ms espec+ficamente %0ste traba;o L...M permitir confeccionar +ndices curiosos
pero sumamente instructivos. =abremos el n5mero de ad;etivos que empleaba @laubert" la
longitud media del paisa;e en la novela de 4W#nnunzio" el n5mero de conflictos dramticos que
se producen cada cinco mil palabras en una obra de 4icEens 4ostoyeTsEy" la duracin media
del dilogo en 4reisser LsicM o =tendhal. L...M 0ntonces recin se podr confeccionar un +ndice
de proporciones" y en consecuencia bocetar una tcnica para una especializacin racional" de la
que el genio se apresurar a olvidarse cuando abandone la escuela' #rlt Boberto. %Aace falta
una escuela para novelistas'" )p. Cit.
2CI
=i" como dice <eatriz =arlo %Aay algo de propagand+stico en el ensayo" la
decisin de defender o atacar una posicin desde la escritura" haciendo de la escritura el
argumento principal donde se articula toda otra argumentacin'"
,>,
puede verse
entonces" el modo en que estos art+culos" a la vez que ensayan sobre la novela" estn
perfilando las l+neas de validez de la labor literaria de Boberto #rlt. 2as notas
analizadas" a la vez que polemizan con las ideas que circulaban en el campo intelectual"
se distancian de concepciones previas del autor y de los modos concretos de su ficcin
novelesca anteriores al giro de ,-$2" a la vez que se acercan a las posiciones
prestigiosas de escritores como <orges y <ioy Casares e intentan delimitar" en ese
movimiento" nuevos criterios para la narracin.
,>,
=arlo" <eatriz. %4el otro lado del horizonte'" )p. Cit." p. ,-
2CC
2CG
Recapitulacin y conclusiones
Me atrae ardientemente la belleza. Cuntas veces he deseado trabajar una
novela que, como las de Flaubert, se compusiera de panormicos lienzos!
1
Roberto Arlt
Dos ideas inscriptas de modo ms o menos solapado en el rutilante y agnico
prlogo a Los lanzallamas, la admiracin de Arlt por el estilo de Flaubert y su atraccin
enftica y ardiente por la belleza, pueden ser repensadas si se enfocan sus obras de
los aos treinta ideas eclipsadas, por otra parte, por las imgenes fuertes del escritor
torturado, !ue escrib"a mal, el artista fracasado e incomprendido y ocupado por la
sociedad !ue se desmorona#
$
%or!ue efecti&amente, en el per"odo de diez aos !ue se
inicia en 1'($, cuando Arlt de)a de escribir no&elas, se &uelca al teatro e introduce en
sus obras nue&os modos de representacin *lo fantstico, lo mara&illoso, el relato de
&ia)es y a&enturas, el policial y las narraciones de espiona)e+, sus te,tos se redefinen y
reestructuran, ensayan otras formas de legitimacin y buscan ubicarse en posiciones
ms prestigiosas, !ue las !ue ofrec"a el periodismo o el autodidactismo# -n este sentido,
la tesis indag una zona de la .istoria cr"tica y literaria !ue no .ab"a sido e,plorada
suficientemente/ cmo cambia la literatura de Arlt en los aos treinta y las distintas
maneras en !ue puede &erse un intento de )erar!uizacin en las obras de esta 0poca#
%or lo tanto, el primer cap"tulo estudi el proyecto dramtico de Arlt y su
inscripcin en el 1eatro del %ueblo de 2enidas 3arletta !ue surge en 3uenos Aires
como una &erdadera empresa cultural a tra&0s de la cual 3arletta fund un espacio
1
Arlt, Roberto# %alabras del autor, en Los siete locos-Los Lanzallamas, -dicin cr"tica,
4oleccin Arc.i&os, 5ario 6oloboff coordinador, Francia, A224A 77, 8ni&ersit0 %aris 7,
$999, p# $:;#
$
5uc.as de estas conceptualizaciones en torno a la figura de Roberto Arlt, !ue el libro de
<yl&ia <a"tta cuestiona y desestabiliza, aparecen cristalizadas en la biograf"a de Ra=l 2arra,
oberto !rlt, el torturado. >0ase# 2arra, Ra=l# 2arra, Ra=l# oberto !rlt, el torturado, 3uenos
Aires, 1alleres grficos 4adel, l';?#
$$
com=n !ue supo con&ocar a escritores !ue pro&en"an de diferentes zonas del campo
intelectual de la iz!uierda# <us integrantes, en oposicin al denominado en ese entonces
teatro comercial o teatro profesional, se propusieron realizar, seg=n su acta de
fundacin, e,periencias de teatro moderno para sal&ar el en&ilecido arte teatral y lle&ar
a las masas el arte en general, con el ob)eto de propender a la ele&acin de nuestro
pueblo#
(
-n s"ntesis, teatro para el pueblo y teatro con contenido social, teatro de
di&ulgacin de los clsicos o teatro de arte, desinter0s econmico y,
fundamentalmente, educacin popular, son los n=cleos centrales de su propuesta
cultural y art"stica# <i bien Arlt representa todas sus obras en el 1eatro del %ueblo *a
e,cepcin de "l #abricante de #antasmas+, se inscribe en este mbito con algunas
disidencias pues sus piezas teatrales no buscan educar al espectador, como propon"a el
ideal pedaggico de 3arletta, sino !ue procuran, ms espec"ficamente, la participacin y
la simpat"a emocional del p=blico y su reaccin en relacin con las acciones !ue
se ponen en )uego sobre el escenario# A su &ez, a diferencia del optimismo de 3arletta y
su confianza en la dramaturgia como escuela de la .umanidad, en el teatro de Arlt se
cuestiona la incidencia social del teatro, la literatura y el arte en general# Finalmente, en
el caso de las obras de contenido ideolgico y pol"tico, o a!uellas en !ue es clara la tesis
realista@social, el teatro de Arlt entabla una discusin con el realismo y sus formas de
representacin/ .ay una apertura .acia lo fantstico y los te,tos combinan una b=s!ueda
est0tica con una intencin ideolgica#
-l segundo cap"tulo analiz el &ia)e de Arlt a -spaa y Africa, un &ia)e !ue
marca sin duda un !uiebre en su escritura y lo diferencia de los rasgos predominantes en
sus no&elas y relatos anteriores# Desde entonces, aparecen en su obra nue&as maneras de
narrar, se construye otra espacialidad, se pone en e&idencia cierta b=s!ueda por un estilo
ms ele&ado, caracter"sticas ya presentes en -l tra)e del fantasma y 2a luna ro)a# -n
su crnicas Arlt critica los modos de representacin ms t"picos del relato de &ia)es y de
la tar)eta postal no obstante lo cual sus aguafuertes espaolas no sortean las trampas de
lo e,tico, lo t"pico y lo pintoresco y retoman algunas de las frmulas con&encionales
de la escritura de &ia)ero, como puede &erse en la representacin de la <emana <anta en
<e&illa, en las &istas de 1oledo, en las fiestas de 6ranada, en la gitaner"a andaluza, en el
espectculo@cuadro de la mu)er se&illana y en las corridas de toros# Adems de las
(
>0ase/ 5arial, Bos0# -l 1eatro del %ueblo en "l teatro independiente, 3uenos Aires, Alpe,
1';;, p# ?1#
$(
escenas de color local, con el &ia)e a -spaa ingresa, tambi0n, la mirada paisa)"stica en
la literatura de Arlt *la mirada del e,iliado, del !ue conoce su e,traeza radical con las
cosas y adems es siempre una mirada est0tica !ue surge de una relacin armnica
Cy de cierto dominio y seguridadC entre el o)o !ue obser&a y el mundo
representado+#
D
<e trata de la e,periencia de un nue&o su)eto y una perspecti&a
distanciada y a)ena a la del .ombre agobiado y en crisis con un mundo de cambios y
tensiones de su obra pre&ia# De esta manera, puede decirse !ue si un tono se impone en
los pasa)es espaoles ese tono es el elogio, la fascinacin por lo otro y la construccin
de un mundo paralelo y diferente, alternati&o al orden de la e,periencia &ital/ E sonr"o
gozando este pedazo de mi &ida !ue es un sueo# Farrador gozoso y &ia)ero a&enturero
!ue se deleita en lo di&erso, Arlt se presenta en estos te,tos escindido entre el de)arse
lle&ar !ue propone la a&entura del &ia)e y el compromiso de ser un testigo &eraz y un
cronista pol"tico de los .ec.os# 8na nue&a perspecti&a y tambi0n un nue&o tipo de
su)eto, las aguafuertes espaolas introducen as" postales iluminadas y cuadros de
color, ciudades cordiales, mundos alternati&os y paisa)es de ensueo#
4on respecto a la narracin del &ia)e a Africa, se analiz el e,otismo oriental !ue
tambi0n incorpora formas narrati&as no&edosas en la literatura de Arlt# -sas nue&as
formas desmienten, de alguna manera, las cr"ticas !ue el escritor .ab"a recibido a
propsito del estilo# 1anto en las aguafuertes africanas como en las ficciones de
temtica oriental !ue escribe despu0s de su &ia)e, el traslado en el espacio significa
tambi0n un &ia)e en el tiempo# Gay una separacin enftica y contundente del espacio@
tiempo de la modernidad por!ue Arlt borra las .uellas de lo moderno y slo describe
a!uellas zonas africanas !ue la &inculan con el pasado, como si lo pintoresco o lo
e,tico de los espacios en muc.os casos fuera fundamentalmente la temporalidad# De
este modo, Africa no slo resulta ser el lugar de la belleza y el deseo, el escenario
elegido para el deleite est0tico y para el &uelo y la e&asin imaginati&os, sino sobre
todo, el sitio !ue conduce a un mundo primiti&o de libertad y placer, donde se .acen
presentes distintas reglas de funcionamiento del mundo social# -n este uni&erso
narrati&o ya no tienen cabida los persona)es anteriores, atrapados por el engrana)e de la
m!uina infernal de la sociedad# %or otra parte, tambi0n aparece en los te,tos africanos
una mirada diferente sobre los espacios/ la perspecti&a reemplaza a la &isin de
D
<il&estri, 6raciela y Aliata, Fernando# "l paisaje como ci#ra de armon$a, 3uenos Aires,
-diciones Fue&a >isin, $991, p# 19#
$D
contacto, fragmentaria y deformada de sus obras pre&ias, y el colorismo oriental supone
un cambio de estilo y una HestetizacinH# 2os te,tos inscriben as" cierta b=s!ueda de la
belleza, una construccin escenogrfica del sitio africano y formas de enunciacin !ue
saturan de e,tico lo representado e introducen un saber literario !ue remite al
modernismo y al imaginario decadente# -n conclusin, el espacio de lo a)eno .ace
posible !ue la literatura de Arlt se ale)e del edi#icio social que se desmorona presente en
sus primeras obras, para con&ertirse en la zona en !ue se puede pensar en bordados para
realizar el deseo de componer un te,to al estilo de Flaubert#
$;
-ntre este con)unto de nue&os rasgos, g0neros y procedimientos, el tercer
cap"tulo se centr en la cuent"stica, por ser el mbito en el !ue ingresan ms claramente
las preocupaciones de Arlt en los aos treinta# -n ese sentido, el anlisis de los modos
de lo fantstico y de lo mara&illoso, son centrales para considerar cmo su obra se
redefine, modifica y reestructura# As", si bien es sabida la preeminencia de las ficciones
fantsticas en la literatura argentina y en la produccin del R"o de la %lata, el fantstico
en la narrati&a de Arlt no .ab"a sido suficientemente analizado ni en s" mismo ni en
relacin a su conte,to de emergencia# 2os relatos !ue Arlt escribe a mediados de la
d0cada del treinta y en los primeros cuarenta coinciden con el momento de
consolidacin de ese g0nero en la literatura argentina y se caracterizan por incorporar
procedimientos y tpicos pro&enientes del modernismo y del imaginario decadente, !ue
los acerca a relatos fantsticos de la literatura argentina bastante anteriores, como los de
2eopoldo 2ugones# -stos rasgos decadentistas y modernistas se cruzan y con&i&en en
los aos treinta con elementos !ue remiten a las constantes ms t"picas de la ficcin de
Arlt en este cruce de tendencias Arlt reestructura su obra a la &ez !ue toma distancia y
cuestiona algunas de las formas cristalizadas en la tradicin literaria del modernismo@
decadentismo# Asimismo, y teniendo en cuenta !ue insistentemente el escenario
africano es el mbito donde se ubican estos relatos, y !ue lo fantstico se desarrolla
preferentemente en un espacio e,tico y ale)ado, se analiz cmo la con)uncin de
e,otismo y fantstico genera cierto tipo de narraciones !ue se arpo,iman en muc.os
casos al orden de lo mara&illoso# De esta manera, si bien el fantstico acerca los relatos
de Arlt a las narraciones policiales, fantsticas y de a&enturas de 3orges, 3ioy 4asares y
<il&ina Icampo, la reincorporacin de tpicos y procedimientos modernistas torna
conflicti&a y problemtica su inscripcin en el conte,to de emergencia#
-l cap"tulo cuatro indag la columna period"stica de Roberto Arlt desde 1'(J a
1'D$, per"odo en el !ue las notas de 1iempos %resentes y Al margen del cable
reemplazan el espacio !ue las Aguafuertes %orteas ten"an en "l Mundo# <e trata de
te,tos miscelneos !ue incluyen curiosidades para los lectores del diario,
e,centricidades no&elescas e,tra"das de los cables de noticias, bre&es relatos sobre el
mundo del .ampa y de la criminalidad, despliegues de la noticia perdida y la nota
marginal, interpretaciones de los sucesos de la guerra, biograf"as de singulares
persona)es# 4ada uno de ellos, se origina en la informacin internacional !ue Arlt lee en
$?
di&ersos peridicos de la 0poca y en los sucesos ms o menos rele&antes de pol"tica u
otros asuntos pro&enientes del e,terior !ue llegaban al diario en los cables de noticias#
%or lo tanto, estas notas conforman un nue&o g0nero period"stico !ue incorpora el
registro del presente y reelabora la noticia mostrando, a su &ez, distintas formas de
referir los sucesos y diferentes modos de interpretar los .ec.os !ue se escriben en la
prensa del momento# As", adems de detenerse en relatos au,iliares a los grandes
sucesos de la conflagracin internacional y dar espacio a la noticia e,pl"citamente
marginal, las crnicas cuestionan algunas de las formas de la escritura y la enunciacin
period"stica y confrontan los distintos modos de construir la noticia# Arlt escribe en
t0rminos literarios el conte,to y los persona)es !ue imagina a partir de la bre&e
informacin cablegrfica y de las notas period"sticas en una e,pansin narrati&a de la
informacin internacional !ue .ace uso de los mismos procedimientos literarios,
g0neros y tpicos !ue caracterizan su narrati&a de esos aos# 2as crnicas de&ienen
entonces en te,tos de a&enturas, .istorias de espiona)e y tramas ligadas al policial y a la
criminalidad, as" como tambi0n en bre&es piezas teatrales#
-l cap"tulo cinco se centr en cuentos y crnicas !ue .acen de la delincuencia su
tema principal ya !ue, si bien el mundo del delito siempre estu&o presente en su obra, en
los aos treinta sus modos de representacin son otros/ Arlt incorpora tpicos y
procedimientos del relato policial clsico, de la no&ela de espiona)e y de las .istorias de
.ombres infames# As", un con)unto importante de crnicas de Al margen del cable
ligadas al policial, al espiona)e y a la criminalidad, cuentan .istorias de delincuentes
singulares y persona)es del delito !ue se aseme)an a las biograf"as de %istoria universal
de la in#amia de 3orges# <imuladores e impostores, traidores, &an&sters
*norteamericanos y orientales+, asesinos a sangre fr"a, los infames aparecen en los
cuentos y las crnicas internacionales de Arlt a tra&0s de sus biograf"as, sucintas y
caricaturescas, !ue narran una &ida en pocos trazos# Aun!ue el tiempo de la accin de
las biograf"as de 3orges y Arlt es diferente C3orges las ubica en el pasado mientras
Arlt las registra en el presenteC, en ambos puede leerse un inter0s en la singularidad y
capacidad de in&enti&a en torno al mundo criminal y una perspecti&a similar sobre los
persona)es !ue, a tra&0s de la iron"a y la parodia desestabiliza los lugares establecidos y
cuestiona los l"mites del delito# A su &ez, los cuentos de criminales y de esp"as !ue Arlt
publica en las re&istas "l %o&ar y Mundo !r&entino, incorporan rasgos del relato
$J
policial clsico y de la literatura de espiona)e, in0ditos en su produccin anterior, !ue
ponen en )uego nue&as formas narrati&as# -n este caso, adems de cierta adscripcin de
Arlt a las &ertientes de circulacin masi&a en la 0poca cuyo paradigma era -dgar
Kallace, puede leerse en sus ficciones criminales un cuestionamiento de los moldes
gen0ricos de la narracin detecti&esca y un cruce del policial con tramas fantsticas !ue
nos reen&"a nue&amente a los te,tos de 3orges y 3ioy 4asares, a sus obras en
colaboracin y a algunos de los relatos !ue se publicaron en la evista Multicolor de los
'bados# 4on el espiona)e, la literatura de Arlt le da nue&a forma a la traicin e
introduce el conflicto b0lico como motor narrati&o de .istorias en las cuales predominan
persona)es funcin, su)etos despersonalizados, resortes de la gran partida !ue )uegan
las naciones en llamas#
A partir de un saber aprendido en la propia prctica narrati&a y teatral, Roberto
Arlt comienza una refle,in ms sistemtica sobre el !ue.acer literario en una serie de
notas !ue publica en "l Mundo desde agosto a no&iembre de 1'D1, y !ue se analiz en
el =ltimo cap"tulo# %or su tono y su estructura, estas notas adscriben a ciertas formas
del ensayo en tanto ensamble conceptual y desarrollo de ideas# -n ellas, aun!ue sin
mencionarlo de modo e,pl"cito, se entabla un dilogo y una discusin con las tesis de
Irtega y 6asset sobre la no&ela, y tambi0n con las respuestas a esas apreciaciones !ue
circulaban en los aos cuarenta en la Argentina, entre las !ue se destacan la r0plica de
3orges en el %rlogo a La invenci(n de Morel, y las apreciaciones de Roger 4aillois y
G0ctor Agosti# 2os art"culos de Arlt se ocupan, en este sentido, de la tan deliberada
cuestin de la decadencia del g0nero no&ela y su supuesta ausencia de temas, del abuso
de la introspeccin psicolgica, el sub)eti&ismo y la descripcin realista de la no&ela
contempornea y del problema de la ausencia de accin, de a&enturas y peripecias#
5ientras Arlt discute las ideas de Irtega y retoma los t0rminos de una pol0mica
instalada en el campo literario, tambi0n intenta .acerse un lugar en las letras argentinas
y se distancia de sus concepciones sobre la no&ela !ue aparec"an antes de 1'($# De esta
manera, cuando Arlt se enfrenta al realismo tradicional, critica las realizaciones de la
no&ela psicolgica y propone una literatura en la !ue prime la accin y la reaccin de
los persona)es su inter&encin, a la &ez !ue delimita, relee y proyecta los criterios de su
propia obra se apro,ima, a su &ez, podr"a decirse estrat0gicamente, a las definiciones de
3orges, 3ioy 4asares y este grupo de escritores argentinos !ue estaban prescribiendo
$:
con operaciones muy fuertes en el campo literario y desde 'ur los nue&os moldes para
la ficcin narrati&a# 2os te,tos sobre la no&ela manifiestan, en suma, los lineamientos
principales de su propuesta dramtica, su particular concepto de la prosa narrati&a, los
modos adecuados de la relacin !ue Arlt buscaba entre el arte y el p=blico lector o
espectador y tambi0n, permiten leer los posibles argumentos para la legitimacin de la
tarea del escritor, !ue Arlt esboza, imagina y proyecta en estos bre&es ensayos
period"sticos, en una reestructuracin de su obra y consecuentemente con las nue&as
modalidades y g0neros !ue ingresan a su produccin desde los aos treinta#
De esta manera, se .a buscado !ue la tesis contribuya al debate de la cr"tica y la
.istoria de la literatura argentina en su e,ploracin de la etapa, los te,tos, los g0neros
literarios y discursi&os menos transitados de la obra de Roberto Arlt y !ue permita
repensar el lugar del teatro, lo fantstico, el policial y las .istorias criminales y de
espiona)e en el per"odo, aspectos !ue en los estudios literarios y en las in&estigaciones
.istricas no se .an e,aminado a=n de modo definiti&o# -scritor y periodista, cuentista
y dramaturgo, sus te,tos de los aos treinta permiten acercarnos a otro Arlt !ue se
ale)a del !ue suelen presentarnos algunas de las imgenes ms cristalizadas sobre su
obra y su figura# 4olorismo oriental, paisa)es de la mirada, imaginacin e,otista, relatos
fantsticos, piezas teatrales, crnicas de delitos, ficciones criminales y asuntos de
esp"as, son formas !ue, de distintos modos, dan curso a la literatura de Arlt en los aos
treinta, la redefinen y resignifican#
A la &ez, y como se .a tratado de sugerir, parece razonable suponer !ue las
conclusiones en torno de la obra y la carrera de Arlt a !ue a!u" se .a arribado, conducen
a re&isar y posiblemente a completar el estudio cr"tico de algunos tpicos de la .istoria
literaria argentina del siglo 77/ las pol0micas sobre la no&ela, y sobre las est0ticas de
jue&o o de e&asin la .istoria de algunos g0neros cla&e en la literatura argentina,
como el fantstico y el policial las di&ersas y &ariadas posiciones de los escritores e
intelectuales en torno de los desaf"os !ue les planteaba la guerra europea los conte,tos
y &oces parcialmente consonantes !ue Lcomo la de Arlt@ pod"an escuc.arse en los
alrededores de 'ur .ablando en buena medida de los mismos temas los aos treinta
como otro de esos territorios y momentos m&iles y porosos en !ue las prcticas
culturales concretas desdibu)an las fronteras entre po0ticas pedaggicas, aspiraciones
$'
art"sticas de los escritores, alianzas y tensiones entre firmas fuertes y prensa peridica,
literatura social, narrati&as populares de mercado y formas distinguidas del gusto#
(9
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es$a,olas.
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es$a,olas.
**** "Ku> son cA2o se or%aniCan los "8asos" en la ?e2ana ?anta de ?evilla", en El Eundo, ()
de abril de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El es$lendor de ArabiaD la o$ulencia del AsiaL tal la ?e2ana ?anta en ?evilla", en El Eundo,
05 de abril de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "M8asosN" co+rad#as G Rivalidades G El anecdotario de la ?e2ana ?anta", en El Eundo, ' de
2ao de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
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de 2ao de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
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de 2ao de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
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es$a,olas.
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es$a,olas.
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es$a,olas.
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A%ua+uertes es$a,olas.
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es$a,olas.
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**** "El color, consecuencia de la ciudad", en El Eundo, 0 de 3unio de ')0=. A%ua+uertes
es$a,olas.
**** "La cer.2ica de -riana G El 9risto lla2ado MEl 9ac!orroN", en El Eundo, 7 de 3unio de ')0=.
A%ua+uertes es$a,olas.
**** "9alle de la Euerte", en El Eundo, 1 de 3unio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "FiveCa criolla sinceridad !is$ana", en El Eundo, ) de 3unio de ')0=. A%ua+uertes
es$a,olas.
**** "La o+renda de Al2anCor a Al.", en El Eundo, '5 de 3unio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "La Andaluc#a Eusul2aniCante", en El Eundo, '( de 3unio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
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es$a,olas.
**** "El 3ard#n de 9er.2ica G Ina +iesta $er2anente de color", en El Eundo, '7 de 3unio de ')0=.
A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El Arenal es la 9orte de los Eila%ros de Andaluc#a", en El Eundo, '= de 3unio de ')0=.
A%ua+uertes es$a,olas.
**** "La cabeCa del Re Bon 8edro", en El Eundo, '< de 3unio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "La Feria de ?evilla", en El Eundo, '6 de 3unio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Ante las ruinas de It.lica", en El Eundo, (' de 3unio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El $roble2a a%rario es$a,ol (8ri2era $arte)", en El Eundo, (< de 3unio de ')0=.
A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El $roble2a a%rario es$a,ol (continuaciAn)", en El Eundo, ' de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes
es$a,olas.
**** "El $roble2a a%rario es$a,ol -ercera $arte", en El Eundo, 7 de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes
es$a,olas.
**** " Los %itanos en la +eria", en El Eundo, = de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "La individualidad es$a,ola", en El Eundo, '5 de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "QKu#tate de all#R, Faliente", en El Eundo, '0 de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El toro los toreros", en El Eundo, '7 de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "MEl ;i,o de las 8al2as" las Banderillas", en El Eundo, '1 de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes
es$a,olas.
**** "Fiestas de 9or$us en Granada G Bes%racia con suerte G Besenca3onando los toros", en El
Eundo, '6 de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Ina +iesta de ale%r#a G Evocaciones $intorescas de la anti%ua Granada", en El Eundo, ') de
3ulio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "9or$us 9!risti en Granada", en El Eundo, (' de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El s>$ti2o d#a de +iesta en Granada G La incontenible ale%r#a del al2a es$a,ola", en El
Eundo, (( de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "9on Blas In+ante, l#der del andalucis2o G El sentido de la a2istad en Es$a,a G Fisita de
des$edida G Ee vo al @+rica", en El Eundo, (7 de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Be ?evilla a Al%eciras G 8asa2os $or Alcal. de los GaCules G 9irco, toros %ente
do2in%uera", en El Eundo, (= de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "9o2$licaciones a causa de 2i a$ellido G La $esadilla de es$iona3e G El a%ente nS 65 G M8uede
e2barcarseN", en El Eundo, (1 de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "El 8e,An de Gibraltar G La ciudadela G Ina ciudad so2br#a li2$ia", en El Eundo, (< de
3ulio de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "8olic#a $ol#tica G Ina cadena de a%entes vi%ila a los via3eros G I2$erialis2o co2unis2o",
en El Eundo, () de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "El a%ente ;S 65 su substituto G Bos 2alandrines que se reverencian G 9ada turista $uede ser
el 2endru%o de un c!ivato", en El Eundo, 05 de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "El -.n%er G Eartirolo%io del turista G 8la%a de %u#as G 8ersecuciAn siste2.tica !asta el tercer
d#a", en El Eundo, 0' de 3ulio de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "En el Toco Grande de -.n%er G Eercaderes ca2$esinos G I,as $intadas tatua3es G MFlirtN
sin trascendencia", en El Eundo, ' de a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "UBAnde est. la $oes#a orientalV G Las desdic!adas 2u3eres del Isla2 G Eu%re !os$italidad",
en El Eundo, ( de a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "El narrador de cuentos G Abuso de in%enuos $iadosos G 8recursores del teatro", en El
Eundo, 0 de a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "El traba3o de los ni,os las 2u3eres", en El Eundo, = de a%osto de ')0=. A%ua+uertes
a+ricanas.
**** ";oviaC%o 2oro en Earruecos en el a,o ')0=", en El Eundo, 1 de a%osto de ')0=.
A%ua+uertes a+ricanas.
**** "Boda 2usul2ana en -.n%er G Ee +altA cora3e $ara usar el 2a%nesio -a2bores, tro2$etas la
novia en la 3aula G UFiesta o sacri+icioV", en El Eundo, < de a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "Esclavitud del 2atri2onio G Beseo terror de la civiliCaciAn euro$ea", en El Eundo, 6 de
a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "La vida ca2$esina en la +icciAn en la realidad G Las 2u3eres, bestias de car%a G -reinta Wilos
$or cincuenta WilA2etros", en El Eundo, '( de a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "-etu.n, ciudad de doble $ersonalidad G Ee interno en el Barrio Eoro G Re2iniscencias
cine2ato%r.+icas", en El Eundo, '0 de a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "El arrabal 2oruno G Eis a2i%os los tenderos G ?aludos, %enu+le"iones $ar.sitos G In
re+u%io de $aC tranquilidad", en El Eundo, '6 de a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "Fisita a la escuela 2usul2ana G 4a que saber el 9or.n de 2e2oria G El $al2etaCo es en la
$lanta de los $ies G Indi+erencia $aternal $or los conoci2ientos $aternales", en El Eundo, ') de
a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "?alida de -etu.n G 4a que irse o enredarse G R32o, la de los o3os de 2iedo G La tristeCa de la
$artida", en El Eundo, (' de a%osto de ')0=. A%ua+uertes a+ricanas.
**** "En el Toco Grande de -.n%er G Eercaderes ca2$esinos G I,as $intadas tatua3es G "Flirt"
sin trascendencia", en El Eundo, ' de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "UBAnde est. la $oes#a orientalV G Las desdic!adas 2u3eres del Isla2 G Eu%re !os$italidad",
en El Eundo, ( de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El narrador de cuentos G Abuso de in%enuos $iadosos G 8recursores del teatro", en El
Eundo, 0 de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El traba3o de los ni,os las 2u3eres", en El Eundo, = de a%osto de ')0=. A%ua+uertes
es$a,olas.
**** ";oviaC%o 2oro en Earruecos en el a,o ')0=", en El Eundo, 1 de a%osto de ')0=.
A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Boda 2usul2ana en -.n%er G Ee +altA cora3e $ara usar el 2a%nesio -a2bores, tro2$etas la
novia en la 3aula G UFiesta o sacri+icioV ", en El Eundo, < de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Esclavitud del 2atri2onio G Beseo terror de la civiliCaciAn euro$ea", en El Eundo, 6 de
a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "La vida ca2$esina en la +icciAn en la realidad G Las 2u3eres, bestias de car%a G -reinta Wilos
$or cincuenta WilA2etros", en El Eundo, '( de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "-etu.n, ciudad de doble $ersonalidad G Ee interno en el Barrio Eoro G Re2iniscencias
cine2ato%r.+icas", en El Eundo, '0 de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El arrabal 2oruno G Eis a2i%os los tenderos G ?aludos, %enu+le"iones $ar.sitos G In
re+u%io de $aC tranquilidad", en El Eundo, '6 de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Fisita a la escuela 2usul2ana G 4a que saber el 9or.n de 2e2oria G El $al2etaCo es en la
$lanta de los $ies G Indi+erencia $aternal $or los conoci2ientos $aternales", en El Eundo, ') de
a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "?alida de -etu.n G 4a que irse o enredarse G R32o, la de los o3os de 2iedo G La tristeCa de la
$artida", en El Eundo, (' de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Be 9euta a E.la%a G ;oc!e de $erros G ;o esto $ara $aisa3es G Asalto al Pnico turista", en El
Eundo, (( de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "-ortones de al%arrobo contra el 2areo G 9uestas Ci%Ca%s G El encanto del $aisa3e", en El
Eundo, (0 de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "An>cdota de Al2anCor G 4o%ares %raneros de la Fe%a Granadina G ?e a$rovec!an de las
bendiciones de la tierra", en El Eundo, (= de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "El 2a%netis2o de Es$a,a", en El Eundo, (< de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "-ro%loditas en Granada G Re2iniscencias de MEl a2or bru3oN" G Fisitas de cortes#a a las casas
cavernas G Ina silla a%ua +resca", en El Eundo, (6 de a%osto de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "-rato de visitar a Falla G FortaleCa ine"$u%nable G In dra%An, dos, tres dra%ones G MFuelva
2a,ana le recibir.N ", en El Eundo, ' de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "9on el 2aestro Falla G 9onvalecencia G El 2artirio de los ruidos 2olestos G El terror a los
rece$tores de radio", en El Eundo, ( de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "8ro2esas i2$osibles de cu2$lir G Ear#a 9ar2en es 2.s locuaC que el 2aestro G Betalles de
la vida de un %ran 2Psico", en El Eundo, de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "-uris2o standard M8atoN G 8l.tica diaria con las bordadoras G Galanter#as $ara Ear#n", en
El Eundo, 7 de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Gitanas del ?acro Eonte G 8ura esceno%ra+#a $ara encandilar a los turistas G Lo +also lo
verdadero", en El Eundo, = de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Lluvia de 2endi%os G Los !a de toda cate%or#a G La M2an%aN no es $alabra $orte,a G U4a
quienes co2en uosV ", en El Eundo, 1 de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "8sicolo%#a de la 2asa es$a,ola", en El Eundo, < de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes
es$a,olas.
**** "El bosque de la Al!a2bra G Ensue,os su%erencias", en El Eundo, 6 de setie2bre de ')0=.
A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Be cA2o trab> a2istad con los %itanos del ?acro Eonte G 9on La Golondrina un >"ito
+oto%>nico se 2e abren las $uertas", en El Eundo, ) de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "9on los %itanos del ?acro Eonte", en El Eundo, '5 de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes
es$a,olas.
**** "Fida de los %itanos del ?acro Eonte", en El Eundo, '' de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes
es$a,olas.
**** "Bi.lo%o e"traordinario con Lola la 9!ata", en El Eundo, '( de setie2bre de ')0=.
A%ua+uertes es$a,olas.
**** "La cueva de la %itana rica", en El Eundo, '7 de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "4istoria de MLa 9!ataN G La %itana anal+abeta lee !ace cuentas G ?e va a casar con un noble
ale2.n arruinado", en El Eundo, '1 de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "?ensibilidad %itana", en El Eundo, '< de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "Fi%o, ciudad G Gente cordial, seria re+le"iva G In contraste con Andaluc#a", en El Eundo,
') de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
**** "A lo lar%o del Ei,o G Recuerdo a los %alle%os de Buenos Aires G 8aisa3es $uros, suaves
$l.cidos", en El Eundo, (5 de setie2bre de ')0=. A%ua+uertes es$a,olas.
9rAnicas de "-ie2$os $resentes" "Al 2ar%en del cable"
?e detallan aqu# las crAnicas de "-ie2$os $resentes" "Al 2ar%en del cable" in>ditas en libro.
Arlt, Roberto. "Oro ne%ro en R#o 9uarto", en El Eundo, '( de 2arCo de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "El $esador de 2onedas", en El Eundo, '0 de 2arCo de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "El c!anta3e de los restaurantes nortea2ericanos", en El Eundo, '= de 2arCo de ')0<.
-ie2$os $resentes.
**** "9aCadores de a2bulancias", en El Eundo, '6 de 2arCo de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "9uatro $residiarios a la deriva", en El Eundo, (5 de 2arCo de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** ";o saben cA2o resolver en Estados Inidos el $roble2a de la neutralidad", en El Eundo, (7
de 2arCo de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "La vida e"tra,a de Lilian Falerie ?2it! que si2ulaba ser un coronel Brit.nico", en El
Eundo, () de 2arCo de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "8obreCa del escritor euro$eo", en El Eundo, '' de abril de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "UKu> !ar.n los de$endientes de al2ac>nV", en El Eundo, '0 de abril de ')0<. -ie2$os
$resentes.
**** "El subsuelo del diablo", en El Eundo, '= de abril de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "Las 2adres del 2undo 2iran escuc!an", en El Eundo, (6 de abril de ')0<. -ie2$os
$resentes.
**** ";o se quede en casa, se,or", en El Eundo, (0 de 2ao de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "Roosvelt ase%ura la tranquilidad de (6 2illones de ancianos", en El Eundo, () de 2ao de
')0<. -ie2$os $resentes.
**** "U8or qu> la intendencia no contrata un +lautistaV", en El Eundo, 0' de 2ao de ')0<.
-ie2$os $resentes.
**** "El 8olo ;orte no est. 2.s en el 8olo ;orte", en El Eundo, = de 3unio de ')0<. -ie2$os
$resentes.
**** "'55 a,os $or cabeCa", en El Eundo, ) de 3unio de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** ";ada 2.s que )<5 +usilados", en El Eundo, '' de 3unio de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "En Xansas las 2u3eres se $onen los $antalones", en El Eundo, '7 de 3unio de ')0<. -ie2$os
$resentes."
**** "Ina adivina con '=5.555 $esos", en El Eundo, (= de 3unio de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "Los rees sus rencillas do2>sticas", en El Eundo, '' de 3ulio de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "La bPsqueda de A2elisa Ear!art", en El Eundo, '( de 3ulio de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "9o2$re re$uestos $ara su cerebro", en El Eundo, '1 de 3ulio de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "In $rota%onista de Ed%ar Yallace", en El Eundo, (0 de 3ulio de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "El ro2$ecabeCas a2arillo", en El Eundo, 0 de a%osto de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "La $errita 2adrile,a", en El Eundo, (5 de a%osto de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "ULa %uerra breveV...ULa %uerra lar%aV...", en El Eundo, ( de se$tie2bre de ')0<. -ie2$os
$resentes.
****"La !ora de lo MdesconocidoN", en El Eundo, '0 de se$tie2bre de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "9uando un !o2bre de nP2eros se a$asiona", en El Eundo, < de octubre de ')0<. -ie2$os
$resentes.
**** "In %itano ladrAn un caballo a$rovec!ado", en El Eundo, 6 de octubre de ')0<. Al 2ar%en
del cable.
**** ";o nos ria2os de Lui%i Gabbi", en El Eundo, ) de octubre de ')0<. Al 2ar%en del cable.
**** "U8ara qu> irritaste a los Bioses, ?usana Buvernois", en El Eundo, '7 de octubre de ')0<. Al
2ar%en del cable.
**** "Es$#ritu %uerrero en los ni,os $eque,os", en El Eundo, '< de octubre de ')0<. Al 2ar%en
del cable.
**** "El ladrAn en el 2useo de Lei$Ci%", en El Eundo, '6 de octubre de ')0<. Al 2ar%en del cable.
**** "Q<(70' cartas de a2orR", en El Eundo, (5 de octubre de ')0<. Al 2ar%en del cable.
**** "4uendo del diablo a trav>s del in+ierno", en El Eundo, (= de octubre de ')0<. Al 2ar%en
del cable.
**** "Au%usto /ae%er, el 4o2bre de las rosas", en El Eundo, (< de octubre de ')0<. Al 2ar%en del
cable.
**** "9asca3os a su $eso en oro", en El Eundo, 05 de octubre de ')0<. Al 2ar%en del cable.
**** "?ue,o de a2or en 8ra%a", en El Eundo, 0 de novie2bre de ')0<. Al 2ar%en del cable.
**** "Eonsieur Beibler, el verdu%o %alante", en El Eundo, '' de novie2bre de ')0<. Al 2ar%en
del cable.
**** "El continente seductor", en El Eundo, '0 de novie2bre de ')0<. -ie2$os $resentes.
**** "Bel i2$erio del cri2en", en El Eundo, (5 de novie2bre de ')0<. Al 2ar%en del cable.
**** "?i2bad el 2arino, $ero al rev>s", en El Eundo, (7 de novie2bre de ')0<. Al 2ar%en del
cable.
**** "U;o se i2a%inA as# a 9ubaV", en El Eundo, 1 de enero de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "9asualidades necesarias de la vida", en El Eundo, '6 de enero de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "La $ata de $alo del +ondero", en El Eundo, (' de enero de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "U8or qu> en la ;uecaV GYied2ann no lo e"$lica", en El Eundo, (1 de enero de ')06. Al
2ar%en del cable.
**** "UKu> le traer. la ci%Ze,a a la 8rincesa 3ulianaV", en El Eundo, ) de +ebrero de ')06. Al
2ar%en del cable.
**** "La ballena $risionera", en El Eundo, ) de +ebrero de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "UEst. loco o se !ace el loco Al 9a$oneV", en El Eundo, '( de +ebrero de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "A la derivaG 9uatro !o2bres un t>2$ano", en El Eundo, '1 de +ebrero de ')06. Al 2ar%en
del cable.
**** "9onversando con el tie2$o", en El Eundo, (5 de +ebrero de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "El +inal de Eonta,a de Gon%onColaN", en El Eundo, (( de +ebrero de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "E2ile...Q?e te +ue la 2anoR", en El Eundo, (0 de +ebrero de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** " Ina !erencia <555 $leitantes", en El Eundo, ' de 2arCo de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "9uando 8ardi viv#a en el +ondo del 2ar", en El Eundo, 7 de 2arCo de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "Otra veC el %as 2isterioso", en El Eundo, 6 de 2arCo de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "El si2$.tico caballero E2il BlatC", en El Eundo, '' de 2arCo de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "Los de+endidos de Eister 9larence", en El Eundo, '< de 2arCo de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "Los $ersi%uen...Q$ero los necesitanR", en El Eundo, (5 de 2arCo de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "9avilaciones del arCobis$o de 9!el2s+ord", en El Eundo, (6 de 2arCo de ')06. Al 2ar%en
del cable.
**** "El bandido la 2ari$osa", en El Eundo, 05 de 2arCo de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "Los dra%ones a+ilan sus dientes en las Isinas", en El Eundo, = de abril de ')06. Al 2ar%en
del cable.
****"Q8obre se,or RoosveltR Lo co2$adeCco", en El Eundo, ') de a%osto de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "Oc!enta a,os de abundancia U des$u>sV", en El Eundo, (1 de a%osto de ')06. Al 2ar%en
del cable.
**** "Kuieren !uir de su $ro$ia so2bra", en El Eundo, ' de se$tie2bre de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "UA que no se le esca$a...V", en El Eundo, 7 de se$tie2bre de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "Al borde del %ran 2isterio", en El Eundo, '( de se$tie2bre de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "UBAnde se encuentra !o el BarAn de Fon 8o$enV", en El Eundo, (7 de se$tie2bre de ')06.
Al 2ar%en del cable.
**** "8reludios de 2oviliCaciAn", en El Eundo, () de se$tie2bre de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "Bic!oso aquel que tiene su casa a +lote", en El Eundo, ) de octubre de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "UA!ora le toca a ?c!usc!nin%%V", en El Eundo, (5 de octubre de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "8ara e"orciCar a los 2alos es$#ritus...", en El Eundo, (6 de octubre de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "En el c#rculo de la blancura eterna", en El Eundo, ' de novie2bre de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "In 2undo sin so,adores", en El Eundo, ) de novie2bre de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "Otro Londres $ara el 2is2o 9arol", en El Eundo, '= de novie2bre de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "El truco de la 2u3er cortada en dos $edaCos", en El Eundo, (0 de novie2bre de ')06. Al
2ar%en del cable.
**** "8esca no de $eces", en El Eundo, (= de novie2bre de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "El vie3o tallador de dia2antes", en El Eundo, (< de novie2bre de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** "La sequ#a de 9eil.n", en El Eundo, ( de dicie2bre de ')06. Al 2ar%en del cable.
**** ";ueva ediciAn de las $inturas de Goa", en El Eundo, = de dicie2bre de ')06. Al 2ar%en
del cable.
**** "-er2ina un a,o terrible...U el que vieneV", en El Eundo, '< de dicie2bre de ')06. Al
2ar%en del cable.
**** "La eterna actualidad del Greco", en El Eundo, (5 de dicie2bre de ')06. Al 2ar%en del
cable.
**** "El a,o ')06 a trav>s de los astrAlo%os. UJ el ')0)V", en El Eundo, ' de enero de ')0). Al
2ar%en del cable.
**** "QFeliC a,o nuevoR", en El Eundo, (( de enero de ')0). Al 2ar%en del cable.
**** "Eonta,a des$ierta", en El Eundo, ' de +ebrero de ')0). Al 2ar%en del cable.
**** "El suave 2orir de Eonsieur Beibler", en El Eundo, 0 de +ebrero de ')0). Al 2ar%en del
cable.
**** "La $ersonalidad del 3e+e del MIntelli%ence ?erviceN", en El Eundo, '( de +ebrero de ')0). Al
2ar%en del cable.
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**** "UKu> le !abr. contestado el ti%re", en El Eundo, '( de abril de ')0). Al 2ar%en del cable.
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del cable.
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del cable.
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2ar%en del cable.
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2ar%en del cable.
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**** "ErAstato visita a un irres$onsable", en El Eundo, (7 de dicie2bre de ')0). Al 2ar%en del
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cable.
**** "?e necesita un $ar de verdu%os", en El Eundo, 0 de enero de ')75. Al 2ar%en del cable.
**** ";o $or a2or visitar. Eac Bonald a Ead /ad+i", en El Eundo, = de enero de ')75. Al 2ar%en
del cable.
**** "UFolver. a ser reele%ido el din.2ico $etisoV, en El Eundo, '< de enero de ')75. Al 2ar%en
del cable.
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