CAMINO DEL INCA - Red Vial Incaica en La Region Sur Del Ecuador
CAMINO DEL INCA - Red Vial Incaica en La Region Sur Del Ecuador
Loja-Ecuador
2009
Contenido
INTRODUCCIN
El marco de la investigacin
Las fuentes de informacin
LOS CAMINOS REALES DE LOS INCAS EN EL SIGLO XVI
El camino de la sierra
El camino de la costa
Los asentamientos a lo largo de los caminos
Los caminos transversales
Los puentes
Las fortalezas o pucars
La construccin de los caminos incaicos
EL CAMINO DE LOS INCAS EN LA REGIN SUR
Segn Pedro Cieza de Len
Segn Juan de Salinas Loyola
EL ESTUDIO DEL CAMINO INCAICO DE FRESCO
Del ro Oa a Tambo Blanco
De Tambo Blanco al ro Catamayo
Del ro Catamayo a Macar
EL ESTUDIO DEL CAMINO INCAICO DE CAILLAVET
En cuanto al camino incaico del ro Oa al valle de Cusibamba
En cuanto al valle de Changacaro, los chaparras y garrochambas
En cuanto al cacique Chungacaro
En cuanto a las lenguas indgenas y los mitimaes
En cuanto al valle de Cangochamba
En cuanto a la provincia de Calvas
En cuanto a la ubicacin de La Zarza
En cuanto al camino de La Zarza a Caxas
En cuanto a paltas y guayacundos
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INTRODUCCIN
El marco de la investigacin
A partir del ao 2003, con la creacin del Centro de Investigacin y Apoyo al
Desarrollo Local - Regional, CIADL-R, la Universidad Nacional de Loja, en
cumplimiento de su misin institucional como Universidad pblica, busca articular
esfuerzos para la construccin de una imagen futura y compartida de la Regin
Sur del Ecuador. La elaboracin de esta imagen implica recoger y tomar en cuenta
los diversos puntos de vista y perspectivas de los actores sociales y polticos. Con
este propsito se han suscitado varios encuentros buscando, primero elaborar
una imagen compartida de esta regin, segundo debatir en torno al desarrollo de
una de sus provincias, Loja, luego articular los planteamientos de las localidades
y de la regin a los procesos nacionales, inalmente generar propuestas de orden
acadmico e investigativo que contribuyan a crear conocimientos que enriquezcan
el debate poltico (Universidad Nacional de Loja, 2004, 2008 a, b, c, Jos Poma,
Lorena Salcedo, Trotsky Guerrero, 2007).
En este marco, la presente investigacin busca aportar a la construccin de una
historia regional, indispensable para entender el presente y proyectar el futuro.
Enfocar la historia del territorio desde el punto de vista de la evolucin de la red
vial, fue el punto de vista inicial de nuestra investigacin. Una red vial se compone
de rutas de diversas importancias que responden a diferentes intereses y que se
abren y mantienen bajo la responsabilidad de distintos niveles de gobierno. En un
primer momento decidimos estudiar las redes viales concebidas desde un poder
centralizado, que obedecen a objetivos claramente deinidos, identiicables en un
contexto histrico especico.
La eleccin del tema implica tambin la opcin por un momento en la historia de
la Regin Sur. Antes del incanato no tenemos datos sobre los caminos, adems
los grupos tnicos autctonos, de ailiacin jbaro, no tenan una organizacin
centralizada, por lo que sus territorios no estaban integrados. Nos ubicamos
entonces en el tiempo del incanato. Para esta poca s tenemos acceso a un conjunto
de informaciones, datos arqueolgicos, textos coloniales tempranos y estudios
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sigue el camino real de los incas en los Andes septentrionales (Crnica del Per,
Primera parte, Ed. 1984, Introduccin: XXII-XXIII, cap. XLI: 135). Cieza
avanza hacia el Sur por las alturas de la cordillera, por lo que llama el propio
camino real de la sierra (Ed. 1984, cap. LVIII: 183) y se reiere repetidas veces
a esta obra cuya construccin y mantenimiento lo asombra. Veamos algunas de
sus observaciones:
De Ypiales se camina hasta llegar a vna prouincia pequea, que ha por
nombre Guaca: y antes de llegar a ella se vee el camino de los Ingas tan
famoso en estas partes; como el que hizo Anbal por los Alpes, quando abax
a la Italia. (ed.1984, cap. XXXVII: 121).
Ms adelante seala que:
Podrase comparar este camino a la calada que los Romanos hizieron, que
en Espaa llamamos camino de la plata. (Ed. 1984, cap. XL: 131).
Comparando este camino de Anbal en los Alpes con el real de los incas en los
Andes aade:
Y puede ser ste tenido en ms estimacin, ass por los grandes aposentos
y depsitos que aua en todo l: como por ser hecho con mucha diicultad
por tan speras y fragosas sierras: que pone admiracin verlo.(ed.1984, cap.
XXXVII: 121).
Cuando Cieza inicia su descripcin y traa del reyno del Per: que se
entiende desde la cuidad de Quito hasta la villa de la Plata. (Ed. 1984, cap.
XXXVI: 117), saliendo de Quito, escribe que:
Aua en el tiempo de los Ingas, vn camino real hecho a mano y fueras de
hombres, que sala de esta ciudad, y llegaua hasta la del Cuzco: de donde sala
otro tan grande, y soberbio como l, que yua hasta la prouincia de Chile: qu
esta del Quito ms de mill y dozientas leguas. (Ed. 1984, cap. XL: 131).
En los quales caminos aua a tres y a quatro leguas muy galanos y hermosos
aposentos, o palacios de los seores, y muy ricamente aderezados. (ed. 1984,
cap. XL: 121).
El Diccionario de autoridades (1726-1737, Ed. 1963, XII: 380) deine la legua
como la distancia que uno puede caminar normalmente en una hora, pero
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tambin dice que la legua vara segn las naciones y que los espaoles la haban
estandarizado al equivalente de 17,50 leguas por grado de la circunferencia
mayor de la tierra. Por lo tanto, como un grado equivale a 110 kilmetros, una
legua tendra cerca de 6,2 kilmetros (Hyslop 1992: 172). De hecho Cieza cuenta
17,9 leguas por grado:
Desta lnea hazia la parte del Polo Artico est el trpico de Cncer
quatrocientas y veynte leguas de ella en veynte y tres grados y medio... Y por
el consiguiente desciende hasta el trpico de Capricornio otras quatrocientas
y veynte leguas: y est en los mismos veynte y tres grados y medio (Ed.1984,
cap. XLVI: 152).
En la segunda parte de su crnica, que trata del seoro de los incas, Cieza dedica
todo un captulo a la descripcin de cmo se hazan los edeiios para los
seores y los caminos reales para andar por el reyno (Cieza Ed. 1985, cap.
XV: 40). En cuanto al camino real reconoce que:
Una las cosas de que yo ms me admir contemplando y notando las cosas
deste reyno fue pensar cmo y de qu manera se pudieron hazer caminos tan
grandes y sobervios como por l vemos y qu fueras de hombres bastaron
a lo poder hazer y con qu herramientas y estrumento pudieron allanar los
montes y quebrantar las peas para hazerlo tan anchos y buenos como estn
porque me paree que si el Enperador quisiese mandar hazer otro camino real
como el que va del Quito a Cuzco sale de Cuzco para yr a Chile, ciertamente
creo con todo su poder para ello no fuese poderoso ni fueras de honbres lo
pudieran hazer, si no fuese con la horden tan grande que para ello los Yngas
mandaron que oviese. Porque si fuera camino de inquenta leguas o de iento
o de dozientas es de creer que aunque la tierra fuera ms spera no se tuviera
en mucho con buena diligenia hazerlo; mas stos eran tan largos que ava
alguno que tena ms de mill y ien leguas, todo echado por sierras tan agras
y espantosas que por algunas partes mirando abaxo se quita la vista y algunas
destas sierras derechas y llenas de pedreras, tanto que era menester cabar
por las laderas en pea viva para hazer el camino ancho y llano: todo lo qual
hazan con fuego y con sus picos. Por otros lugares ava suvidas tan altas y
speras que hazan desde lo baxo escalones para poder subir por ellos a lo ms
alto, haziendo entre medias dellos algunos descanos anchos para el reposo
de la jente. En otros lugares ava montones de nieve que era ms de temer y
esto no en un lugar sino en muchas partes, y no as como quiera, sino que no
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El camino de la costa
Es sabido que paralelo al camino inca de la sierra, hasta Tumbes en el extremo
Norte peruano, corra el camino real de la costa que Cieza tambin describe en
varias ocasiones. Pasando el ro Catamayo y dejando de tratar de la sierra para
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las prouincias vnos palacios sumptuosos para los reyes, y hecho tenplo [sic]
del sol: adonde estauan los sacerdotes, y las Mamaconas vrgenes ya dichas: y
mayores depsitos que los ordinarios: y en estos estaua el gobernador y capitn
mayor del Inga con los indios mitimaes, y ms gentes de seruicio. Y el tiempo
que no aua guerra, y el seor no caminaba por aquellas partes, tena cuydado
de cobrar los tributos de su tierra y trmino: y mandar bastecer los depsitos,
y renouarlos a los tiempos que conuena, y hazer otras cosas grandes. Porque
como tengo apuntado, era como cabea de reyno o de obispado. Era gran cosa
vno destos palacios: porque aunque mora vno de los reyes: el sucessor no
ruynaba ni deshaza nada, antes lo acrecentaua, y paraua ms illustre: porque
cada vno haza su palacio, mandando estar el de su antecessor adornado como
l lo dex.
Estos aposentos famosos de Thomebamba, que (como tengo dicho) estn
situados en la de los Caares que eran de los soberuios y ricos que ouo en todo
el Per; y adonde aua los mayores y ms primos ediicios. Y cierto ninguna
cosa dizen destos aposentos los Yndios, que no vemos que fuese ms, por las
reliquias que dellos han quedado. (Ed. 1984: cap. XLIIII: 144).
Los puentes
Cieza ofrece tambin informaciones sobre los puentes que permitan cruzar las
quebrabas, que cargan muchas aguas en tiempos de lluvias, y los ros:
Ay en todo lo ms deste camino ros pequeos, y algunos medianos, y pocos
grandes todo de agua muy singular: y en algunos ay puentes para pasar de
vuna parte a otra.(Ed. 1984cap. XLIII: 143).
Fresco, citando a Uhle, describe el camino que de Cuenca baja a Tumbes:
En numerosos puntos se reconocen todava los estribos de los puentes, por
medio de los cuales el camino pas a nivel igual los cortes naturales del terreno
algo ms de 6 metros de ancho. (Fresco 1983: 122).
tener por importante esta prouincia de los Paltas, se hiciesen esos Tambos;
los cuales fueron grandes y galanos y labrados poltica y muy primamente.
La cantera con que estauan hechos y assentados en el nacimiento del ro
de Tmbez: y junto a ellos muchos depsitos ordinarios, donde echauan los
tributos y contribuciones que los naturales eran obligados a dar a su rey y
seor, y a sus gouernadores en su nombre. (Ed. 1984, cap. LVII: 179).
Luego que parten del aposento de las piedras comienza una montaa no
muy grande, aunque muy fra, que dura poco ms de diez leguas, al in de
la cual est otro aposento, que tiene por nombre Tamboblanco. De donde el
camino real va a dar al ro llamado Catamayo. A la mano diestra cerca deste
mismo ro est asentada la ciudad de Loxa: la cual fund el capitn Alonso de
Mercadillo, en nombre de su Majestad ao del seor de mill y quinientos y
cuarenta y seys aos. (Ed. 1984, cap. LVII: 180).
De la prouincia de los Caares a la ciudad de Loxa (que es la que tambin
nombran la ara) ponen diez y siete leguas: el camino todo fragoso y con
algunos cenagales. Est entre medias la poblacin de los Paltas, como tengo
dicho. (Ed. 1984, cap. LVII: 180).
Notemos, porque lo necesitaremos recordar ms adelante, Cieza escribe que el
camino va a dar al ro llamado Catamayo, hasta all no indica que cruza el ro
y punto seguido aade A la mano diestra cerca deste mismo ro est asentada
la ciudad de Loxa, siempre sin mencionar que cruza el ro. Considerando que
Cieza viene del Norte, la ciudad de Loja fundada en La Zarza, estara ubicada en
la margen derecha de este ro.
Resumiendo, de estas citas se entiende que viniendo del Norte y dejando el
territorio de los indios caares el camino incaico entra en el de los indios paltas,
que atraviesa desde el asentamiento llamado de las Piedras hasta donde est
asentada la ciudad de Loja en La Zarza, a lo largo de unas 17 leguas. Es decir
que esta cuidad se fund al extremo Sur de la provincia de Paltas, lo que Cieza
justiica de inmediato:
El sitio de la ciudad es el mejor y ms conveniente que se le puedo dar para
estar en la comarca de la provincia. (Ed. 1984: 183-184).
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fuertes y seguros y que lo estuviesen las gentes que dejaba en las dichas
provincias, hasta domesticarlos y subjetarlos del todo; a las cuales fuerzas
llaman en su lengua pucarais. Y despus los naturales de las dichas provincias
se han aprovechado en las guerras civiles, contienda que han tenido unos con
otros, de hacer lo propio, fortaleciendo algunas sierras de las que haba de
ms comodidad en sus poblaciones, para recogerse y mampararse en ellas
cuando no podan resistir a sus enemigos. Y de estas fuerzas dichas habr
hasta seis u ocho; pero son de ningn efecto ni lo pueden ser ms de indios
contra indios. (Ed. 1965: 299-300).
En la Relacin y descripcin de la ciudad de Loxa de Salinas Loyola se pueden
encontrar tambin ms informaciones sobre la fundacin de Loja en La Zarza,
mencionada por Cieza, y sobre su traslado, poco tiempo despus, en el valle de
Cusibamba. En el prrafo 1 de esta relacin se declara que:
La ciudad de Loxa se pobl en el camino real que va de la cuidad de Quito
a la del Cusco, a causa destar desviados los naturales de aquella provincia
de las dems ciudades pobladas, y hicieron muchos robos y mataban los
espaoles que pasaban por el camino, de suerte que no se poda caminar sino
era cantidad despaoles juntos; y a esta causa se pobl por el capitn Alonso
de Mercadillo, en in del ao de cuarenta y seis, o en principio del de siete;
con que se paciicaron y quietaron los naturales, questaban alterados por los
daos que haban hecho. (Jimnez de la Espada Ed.1965: T.II, 184: 291).
En el prrafo 88 se menciona que: En trminos desta ciudad no ha habido ms
pueblos del dicho; ms de que se ha mudado de otras partes adonde agora est,
por ser ms cmodo y ocurir las partes necesarias para su permanescimiento.
(Jimnez de la Espada Ed.1965: T.II, 184: 296).
En el prrafo 93 se indica el nombre de la ciudad y el del valle donde se reubic:
que llama Loxa, y en el sitio y valle donde est poblada, en lengua de indios,
Puxibamba que quiere decir llano alegre.(Jimnez de la Espada Ed.1965:
T.II, 184: 297).
En el prrafo 96 se informa que:
Poblse la dicha Loxa al principio del ao de cuarenta y siete, como est
dicho y por quien, en el valle dicho de Quixibamba, donde agora est. Primero
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se haba poblado en otro asiento y valle que es dicho Cangochamba, y por ser
tierra algo caliente y no tan frtil como el valle donde agora est, se mud
y reidiic en l. Hubo poca diferencia de tiempo del uno al otro. Pobl el
capitn Alonso de Mercadillo con nmero de hasta cien soldados, poco ms o
menos (Jimnez de la Espada Ed.1965: T.II, 184: 297).
En otro documento de Salinas Loyola que lleva el ttulo de Descubrimientos,
conquistas y poblaciones de Juan de Salinas Loyola se lee:
En la dicha ciudad de Loxa [] quest poblada y asentada al pie de la dicha
cordillera y puerto en un frtil y abundoso valle, sano y de muy buen temple,
pasa por medio dl el camino real que hicieron los Seores naturales del Pir,
llamados Ingas, que va de la ciudad de Quito a la del Cuzco. (Jimnez de la
Espada 1965: Tomo III, 185: 197).
Esta informacin indica, sin lugar a duda, que el camino real de los incas
pasaba por la ciudad de Loja, asentada en el valle de Cusibamba donde se ubica
actualmente.
Veamos ahora las propuestas de reconstrucciones del trazo del camino real de los
incas.
Diagrama 1:
Lista de Tambos,
Felipe Guamn Poma de Ayala
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Diagrama 2:
Camino Inca, Antonio Fresco
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las cercanas del casero de Tambo Viejo. Estas ruinas contienen todos los
ediicios que hemos considerado caractersticos de un tambo importante: una
hilera de almacenes cuadrados adosados lateralmente, una gran kallanka, y
una kancha, de cuatro habitaciones rectangulares y patio cuadrado; a unos
cientos de metros existe una pequea laguna circular que pudo servir de
aprovisionamiento de agua (ig.II). Este tambo no es citado en documentos
coloniales, pero debe corresponder al que Guamn Poma (1936: 1086) incluye
en su Lista de Tambos con el nombre de Cazacuno. (Fresco 1983: 116, Fig.
II y Plano 1).
Una primera advertencia, el sistema de tambos fue restablecido en parte por las
autoridades espaolas, como lo indica en 1543 Vaca de Castro (Ed. 1908). Los
tambos coloniales por lo general fueron las mismas estructuras que usaron los
incas, aunque no siempre. La lista de tambos de Guamn Poma de Ayala es la
colonial y nos parece, en ciertos casos, arriesgado atribuir el nombre de uno de
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son dos adosadas, con corrales anexos y algunas estructuras menores. El sitio
pudo corresponder, adems de a un tambo, a un pequeo centro administrativo
incaico (Fig. 13). Este tambo ya es denominado Tambo Blanco por Cieza de
Len 1947: 410 y 1984: 179), que lo visit a ines de 1546 o principios de 1547;
y hay una referencia indirecta a l en la Relacin y descripcin de Loxa (Ro
de Tambo Blanco escrita por Juan de Salinas a su regreso a Espaa en 1571 o
1572 (1965: 291). En la Lista de Tambos de Guamn Poma debe corresponder
a Cocha (Fresco 1983: 116-117, Planos 2 y 3).
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Diagrama 3:
Camino inca y grupos
tnicos, Chantal Caillavet
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Diagrama 4:
garrochambas, chaparras al
norte del ro Catamayo
los mindalaes en Quito (Hocquenghem 1998, cap. I: 126-133). Los incas habran
instalado, entre los chaparras y garrochambas paltas propensos a rebelarse, un
grupo de mitimaes caares, los ambocas, ieles al incanato. Hasta ahora, entre El
Cisne y Chuquiribamba, los campesinos, por sus maneras de hablar y vestirse, se
parecen a los cuencanos, es de notar la relacin entre la poblacin del Cisne y la
de Cuenca en torno a la iesta de la Virgen del Cisne (Diagrama 4).
Antes de la conquista espaola los chaparras no eran muy amigos de los caares.
Estos segn la Relacin de 1582:
en aquel tiempo traan guerra contra otra provincia que llaman Chaparra,
questa veinte leguas deste pueblo de Caaribamba. (Jimnez de la Espada
1965: 238, Caillavet 2000: 227).
Otros mitimaes instalados por los incas fueron los saraguros quienes, segn
Caillavet:
[] a pesar de estar incluida en la mitad Hanan Caar, se muestra sin embargo
hostil a las dems etnias de esta misma mitad (Caaribamba y Leoquina),
ya que despus de la llegada de los espaoles, viene a ser la nica etnia que
resiste a la conquista espaola, mientras que los caari para deshacerse del
dominio incaico forman alianza con los espaoles (Oberem 1976, Jmenez
de la Espada 1965: 279: Traan guerra con una provincia llamada Saraguros,
questa siete y ocho leguas desta tierra; la causa, porquestos eran amigos
despaoles, y ans les dieron la obediencia a los espaoles, y estos Saraguros
no, sino que antes mataban en celadas y en caminos muchos espaoles y daban
guerra a estos y a Caaribamba, porque no sirviesen a los espaoles.
Esto podra llevar a la conclusin de que los Saraguro constituyen entonces
un grupo profundamente inca, en tierra colonizada. (Caillavet 2000: 227).
Los mitimaes saraguros, como los chaparras, no fueron muy amigos de los caares
y suponemos que los incas los implantaron al norte del valle de Cusibamba para
controlar a la vez, hacia e Sur los rebeldes chaparras y hacia el Norte los potentes
aliados caares. Entendemos entonces la curiosa alianza, bajo el mando del
cacique Chungacaro, entre indios autctonos paltas, chaparras y garrochambas, e
indios mitimaes saraguros, en contra de los espaoles quienes tenan como aliado
los caares (Diagrama 4).
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hazia el catamayo las cien fanegas de tierra y la huerta que yo avia dexado
y aseme respondido que lo yvan a ver ello es muy lejos que son siete leguas
de esta ciudad y asi ninguno no quiere yr alla y digo que el asiento de la
estancia es siete leguas desta ciudad poco mas o menos en una quebrada de
tierra yunga que esta frontero de la poblacin de los yndios de Gonamana y
cerca de un camino que por alli llegan los propios yndios al pueblo y las tierras
estan en otra quebrada que esta ms ac casi una legua hazia Chapamarca a
correr de la tierra el ro arriba a mano izquierda la mayor parte de ella, junto
a un pucara de tierra alta blanca que all est (Caillavet 2000: 217).
Caillavet escribe:
Esta descripcin permite concluir que las tierras de Cangochamba se sitan
entre el Gonzanam autctono (antes de la reduccin colonial) y Chapamarca
(atestiguado en el mapa de 1750 de Maldonado). Se trata del alto valle del
Catamayo, en la parte que corresponde hoy da al ro Chinguillamaca, ro
Catamayo arriba y abajo del ro Solanda (Hojas topogricas del IGM. Mapa
1/50.000. Nambacola CT. Hoy da se encuentra referencia a una hacienda
Chapamarca, al norte de El Tambo). Esta situado a 1400 m de altura lo que
conirma que es un valle ms clido que el de la Loja actual. (Caillavet 2000:
218).
Esta investigadora considera que el valle de Cangochamba, donde se fund Loja
en La Zarza, es el del Chinguilamaca. Veremos ms adelante que no estamos
totalmente de acuerdo.
Chapamarca aparece de hecho en el mapa de 1750 de Maldonado en la margen
derecha del ro Catamayo (Mapa 2). La quebrada de Chapamarca igura en el
mapa de 1996-2000 de la provincia de Loja, es un aluente de la margen derecha del
ro Catamayo que desemboca en ste al Norte del Boquern (Hoja al 1/50.000 de
Nambacola). En este mapa se puede tambin notar que Chinguilamaca, as escrito
en esta hoja y en el mapa de la provincia de Loja, es una de las denominaciones del
ro Catamayo que nace en el nudo de Sabanilla y lleva diferentes nombres desde su
nacimiento, La Tuna, Palmira, Piscobamba, Solanda, Chinguilamaca, inalmente
Catamayo y llega al mar como ro Chira. Este ro se llama Chinguilamaca entre
las quebradas de Canchilamaca, aguas arriba Sasaco, y de San Miguel, aguas
arriba Purunuma, sus aluentes de margen izquierda (Hojas de Nambacola y
Gonzanam al 1/50.000, Mapa de la Provincia de Loja).
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Culanga
Tierras Blancas
La Pea
A Gonzam
Muyo Muyo
A Plaza del Inca
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A Malacatos
citar, para que quede claro que la provincia de Calvas es territorio guayacundo,
un interesante documento publicado por Waldemar Espinoza Soriano la
Informacin sobre la ascendencia, liniaxe y servicios al rey de Don Diego de
Figueroa Caxamarca, cacique de los mitimas guayacundos en Quito y Alcalde
mayor de los naturales de la misma ciudad, contiene la siguiente pregunta:
3. Si saben, etc... que los dichos padre y abuelo del dicho don Diego de
Figueroa Caxamarca, antes y despus que los ingas los sujetasen, sus
antepasados y ellos fueron seores y mandaban los dichos pueblos, y especial
el dicho Apaguacall, abuelo del dicho don Diego de Figueroa Caxamarca, y
era seor desde la puente de Ichogan o Yanamayo que es en el Pir, hasta el
ro Catamayo, que es mucha tierra, ms ac y todos son guayacundos. Digan
etc... (1975: 382)
Las respuestas airmativas de los testigos Alonso Misagua y Juan Guayna, son
las que nos permiten pensar que, al Sur del ro Catamayo, la provincia de Calvas
era territorio guayacundos hasta el ro Calvas (Hocquenghem s.f. [1989]: 46,
1998, cap.4). El puente de Ichocan o Yanamayo debiendo haber estado entre el
hito fronterizo actual de Ceibal y el de Anchalay conluente de la quebrada de
Chocn, tambin conocida como de Sicches, que baja de las alturas del macizo de
Ayabaca en el Per al ro Calvas (Hocquenghem s.f. [1989]: 46).
Por otra parte Cabello Valboa informa que en tiempos de Topa Inca entre Poechos,
en el valle del ro Piura y la sierra de Huancabamba, es decir en la provincia de
Caxas, se ubican tierras que son as mismo de indios guayacundos:
Del valle de Pohecho (como dicho queda) se apartaron de su Principe los
Capitanes valerosos, que hasta all auian seguido su fortuna y compaa
estos fueron Auqui yupangui, y Tillcayunpangui Tios del Ynfante Topa Ynga
porque Topa capac su hermano bastardo fue acompaando siempre su
Rey y hermano, y suuiendose con la mitad de su exercito por la tierra de los
Guayacundos tomaron lo alto de la gran cordillera por la parte de Guanca
bamba [] (ed. 1951, ch. 18: 331).
La informacin de Cabello Valboa se ve conirmada por el ttulo de una visita
publicada junto con otros documentos relativos a los guayacundos por Espinoza
Soriano (2006):
Uisita de los Guayacundos de la provincia de Caxas en los trminos de
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la cibdad de Sant Miguel de Piura destos reinos del Pirv, en lo que caue
al repartimiento de Gonzalo de Grijera. Aos 1557 y 1558. Fecha por el
licenciado Diego de Pineda, corregidor e justicia mayor de la dicha cibdad e
sus trminos y juridicin.
Si son guayacundos los indios de la provincia de Calvas al Norte y los de la
de Caxas al Sur, deben haberlos sido tambin los de la provincia de Ayabaca
al centro y pensamos que fueron tres las provincias incaicas establecidas en
territorio guayacundos.
Guayacundo, como palta, sera una denominacin genrica que debe referirse
a diversos grupos tnicos de ailiacin jbaro (Hocquenghem s.f. [1989]: 45-49,
1998: cap.4). Y en este caso no estamos de acuerdo con Caillavet quien concluye,
tratando de los diferentes grupos tnicos del Sur del Ecuador:
Si todos estos grupos tnicos pertenecen al conjunto palta, entonces no
encuentra validez histrica la divisin administrativa ecuatoriana actual entre
Cantn Palta y Cantn Calva (Caillavet 2000: 234).
Segn nuestras investigaciones, los paltas y los guayacundos son dos grupos
tnicos diferentes y la actual divisin poltica-administrativa tiene validez
histrica, corresponde a una frontera tnica preincaica. Es de notar que los incas,
con la introduccin de poblaciones mitimaes controladas por sus delegados,
complejizaron el cuadro tnico creando provincias multitnicas. Esto s cada
grupo tnico, conformndose a la poltica incaica que los mantenan divididos
para reinar, sea autctono o forastero conservaba, sus costumbres e idiomas, de
hecho su propia identidad. Tomando esto en cuenta se pueden explicar diversas
reacciones y alianzas difciles de entender a primera vista que notamos frente a
los espaoles.
Reconocemos que si discrepamos con algunas conclusiones de Caillavet, su
artculo sobre los grupos tnicos prehispnicos del Sur del Ecuador y las
informaciones que en ste presenta es fundamental para quienes, como nosotros,
tratan de vislumbrar lo que ha sido el pasado de la Regin Sur. Sus estudios
pioneros deberan incitar a los jvenes historiadores a seguir buscando en los
archivos documentos inditos sobre la Loja colonial.
58
los tristes tiempos del gobierno de Fujimori. Sin pensarlo dos veces, los tcnicos
encargados de este proyecto mandaron utilizar como canteras los asentamientos
incaicos, los muros fueron desbaratados y las piedras reutilizadas para construir
andenes. Lo que paso en Piura con esta institucin se dio a escala nacional.
Otro problema, cuando se descubren sitios arqueolgicos que podran atestiguar
el paso de un camino prehispnico, se necesitan excavaciones para determinar su
antigedad, lo que implica conseguir recursos inancieros consecuentes antes de
poder saber si se trata de un camino incaico o preincaico.
Tambin una diicultad, los mapas a veces no estn de acuerdo en cuanto a los
nombres de las poblaciones, que van cambiando con el tiempo y en algunos
casos no corresponden exactamente con las actuales denominaciones locales.
As mismo, de un mapa al otro varan los nombres de las cordilleras y los ros,
que cierto van cambiando de por s con el transcurso del tiempo, segn el punto
de observacin y quienes ofrecen informaciones. Trataremos en la medida de lo
posible de utilizar las denominaciones que iguran en las Hojas al 1/50.000.
Con esto solamente tratamos de indicar que la ubicacin de las huellas y la
reconstruccin de los trazos de los caminos incaicos no es tarea fcil, requiere
trabajo tanto en el campo como en los archivos y bibliotecas y muchas veces, a
medida que avanza el estudio, el investigador junta ms preguntas que certezas.
62
Samanga
Ayabaca
Ecuador
San Miguel
Chocn
Culucn
Olleros
Aypate
65
Pasarela
Loma Picuanga
Portete
Potrerillos
Lapanuma
El Ahuaca
Chalacanuma
El Toldo
Quesera
Tierras Coloradas
San Miguel
Aypate
67
Lo que logramos ubicar son las huellas de un importante camino antiguo, ancho de
unos cinco metros, profundo en algunos tramos al menos de dos metros. Sube por
la margen izquierda de ro Pindo, por Tierras Coloradas, donde los campesinos lo
sealan como empedrado. Cruza este ro en la conluencia del Tambillo. Se alza
luego hacia Quesera, por los 1600 metros de altura, por el Este de la cuchilla del
cerro Huachingue y se dirige hacia el Norte por El Toldo y Chalacanuma, por los
2000 metros de altura. En medio da de camino se llegara del ro Pindo cerca de
Cariamanga.
Este camino avanza por el Este del cerro Ahuaca, ubicado al Noreste de
Cariamanga. En la reduccin de Cariamanga existe un grupo Collana lo que
atestiguara una presencia incaica en esta zona (Caillavet 2000: 226). Sigue hacia
Changaimina, pasando un kilometro al Este de este pueblo y sube a Lapanuma,
donde los campesinos lo llaman Camino Real, por los 2300 metros de altura
(Foto 2). Desciende por Potrerillos, por los 1800 metros de altura y el Portete de
Nambacola a la misma altura. En Nambacola, como en Cariamanga, un grupo
Collana indicara una presencia incaica, Caillavet (2000: 225-226). Otro medio
da de Camino permitira llegar de Cariamanga cerca de Nambacola.
El camino remonta por los 2200 metros de altura, pasa por la Loma Picuanga,
divisoria de las aguas que hacia el Oeste van a la Quebrada Grande y al Este la
68
de Los Fondos. Llega a una pasarela sobre el ro Catamayo, a los 1100 metros de
altura, un kilometro aguas arriba de su conluencia con la Quebrada Grande (Mapa
5, Hojas de Amaluza, Ro Calvas, Cariamanga y Nambacola al 1/50.000).
69
De Gualel, a unos 2600 metros de altura, el camino se eleva pasando por el cerro
Viejo hasta las inmediaciones de la laguna Sarihuia en el nudo de Guagrahuma,
a 3700 metros de altura. Llegando a la laguna presenta, segn los campesinos,
gradas empedradas. Bordea la laguna de Sarihuia y pasa el Fierro Urco por el
Oeste. Esto sera otro medio da de camino (Mapas 5 y 6).
Es de notar que a partir de San Pedro de la Bendita el camino avanza en el
territorio de los ambocas, quienes vimos fueron mitimaes caares, lo que atestigua
una presencia incaica en esta zona.
Chiquero
Puente Inca
Selva Alegre
Celn
Laguna Sarihuia
Rodeo
El Ari
La Ramada
El Cisne
Pueblo Viejo
Las Chinchas
71
Tomebamba
Baos
Puente Inca
Chiquero
Selva Alegre
Celn
73
Cochapata, por Tambo Viejo y Fresco ofrece un plano de este importante sitio
(1983: 116, Fig. II, Plano 1).
Lo que indica Cieza es que, dejando el territorio de los indios caares y entrando
en el de los paltas, lleg al asentamiento que denomina de Las Piedras. Adems
informa que el nombre de este sitio se debe al hecho que all se vieron muchas y
muy primas piedras. (Ed. 1984, cap. LVII: 180)
En 2007 habamos observado en la plaza de Saraguro unas piedras, de unos 45
por 45 y 38 centmetros, con un bellsimo tallado incaico. Habran servido de base
para los horcones de una casa y se encontraban arrimadas a un lado de la vereda
(Foto 5). El alcalde nos haba indicado vagamente que provenan de un sitio en
direccin al Noreste, hacia Oa, donde estaban amontonadas piedras similares.
En febrero de 2009 nos fuimos a Oa para ubicar el camino incaico que, viniendo
de Tomebamba, entraba en la provincia de Paltas. Lo que nos interesaba era
encontrar el sitio que Cieza denomina los aposentos de Las Piedras.
En la Hoja de Nabn al 1/50.000 igura, a dos kilmetros al Sureste de Oa y a
unos 2600 metros de altura, un sitio denominado Las Piedras que atrajo muestra
atencin. Al llegar nos topamos con un camino que viene del Noreste, baja de la
74
loma Zhinin y se dirige hacia el Sur. Este camino es empedrado, mide unos cinco
metros de ancho y lo bordean muros de ms de un metro de alto. Una acequia
corre a lo largo de esta va pasando de un lado al otro a travs de alcantarillas.
Ubicamos una de estas obras formada por dos grandes piedras rectangulares de
ms de un metro de largo sobre unos 70 centmetros de ancho y 40 centmetros
de altura. Hasta ahora esta alcantarilla cumple su funcin, conduce el agua de la
acequia por debajo del camino e impide que sta dae el camino (Fotos 6 a, b, c,
d, e). Por su ubicacin, orientacin y caractersticas constructivas, esta obra es
obviamente el camino incaico que viene del tambo de Dumapara.
En este sitio, cerca del camino no hay evidencias de piedras labradas y muy bellas,
por lo tanto, a pesar de su nombre actual, no debe haber sido el aposento llamado
Las Piedras por Cieza. Lo que s indicara la existencia de un tambo inca asociado
al camino en este lugar es la denominacin, Paredones, de un poblado ubicado a
pocos metros hacia el Norte. Pensamos que Paredones podra haber sido el tambo
de Marivia, que Idrovo ubica al Sur del tambo de Dumapara y que estara a
medio da de camino de este ltimo. A primera vista no encontramos huellas visibles
de este tambo, pero se debera llevar a cabo investigaciones arqueolgicas (Mapa
8).
75
Tomebamba
Dumapara
Marivia
Caaro
Villacmarca
78
79
que viven en este lugar, en direccin a las ruinas que llaman Ciudadela, a unos
2700 metros de altura, denominadas por Uhle Tambo Blanco (Plano 3). Est
a medio da de camino de Villacmarca y se ubica en la margen izquierda de la
quebrada de Ingapirca. Es de notar que el camino no entra en este sitio que, segn
83
Dumapara
Marivia
Villacmarca
Ingapirca
Tambo Blanco
Santa Brbara
Rastros de Camino
Los guabos
La chonta
Huancapamba
Virgenpamba
Cusibamba
85
86
Es de notar que el camino incaico pasa a unos seis kilmetros al Oeste del valle
del ro de Tambo Blanco que marcara, en esta zona, la frontera entre el incanato
y los territorios de los indios de ailiacin jbaro rebledes al Inca. En la margen
izquierda del ro Zamora, a unos cuatro kilmetros ms abajo de La Chonta,
en Los Guabos, ubicamos a unos 2100 metros de altura, el pucar de Tambo
Blanco que defendera el camino inca y la parte alta del ro Zamora, pues se sita
en el punto donde ste rompe la cordillera que se extiende desde las alturas del
Carboncillo al Norte hasta el nudo de Sabanilla al Sur (Foto 14, Hoja de Loja
Norte al 1/50.000 y Mapa 9).
87
89
Cusibamba
Yambananga
La Pea
Muyo Muyo
Cabuyos
Plaza del Inca
San Antonio de las Aradas
Hacia Usaime
El Sango
Condur - Ayro
Cuchicorral
Machay
Puente del Aliso
Mapa 10: Del puente del Inca al puente del Aliso
94
95
cual se observa el valle de Cangochamba, hoy Catamayo (Foto 20). Don Luis
Briceo, un campesino de Las Lagunas, nos cont que en este sitio hay como
una zanja cubierta, o un tnel en el cual entr, pero que no sigui porque no
haba suiciente luz. Esto atrajo nuestra atencin, podra haber sido parte de una
estructura asociada al camino incaico, luego nos dimos cuenta que deba haber
sido ste el lugar donde se refugiaron, desde La Zarza, los soldados de Mercadillo
96
y se fortiicaron durante las guerras civiles (Caillavet 2000: 225). Es cierto que La
Zarza en el camino entre Piura y Loja no ofrece seguridad desde una perspectiva
estratgico militar, por lo que Mercadillo, para protegerse y poder observar los
movimientos de los espaoles del partido adverso, no poda haber elegido mejor
ubicacin que Yambananga en el camino incaico.
Luego el camino incaico pasa al pie de la loma del Portete, conocida por los
campesinos como Muyo Muyo, desde la cual pudimos observar que mantiene
su anchura y conserva sus muros. En esta loma, se encuentran los vestigios
arqueolgicos que nos mostr Don Luis Briceo y que quedan por investigar. El
camino sigue hacia Las Lagunas a 2400 metros de altura en la margen izquierda
de la quebrada de Purunuma. Dejando al Oeste Las Lagunas este camino pasa,
por lo que fueron las tierras de Cristbal Rodrguez, al pie de La Pea que es un
pucar donde pudimos observar, en la cima, parte de un muro defensivo (Foto
21, Hoja de Gonzanam al 1/50.000, Mapas 3 y 10).
El extracto de la transcripcin de Anda Aguirre, del documento del 8 de octubre
de 1564, ofrece una descripcin de las tierras de Cristbal Rodrguez, redactada
de manera algo confusa, pero ms completa que la de Caillavet:
Es una quebrada que lleva un buen golpe de agua desde una punta que hace
una pea tosca, junto a la propia quebrada el agua arriba, a mano izquierda,
97
de Solanda, con pinos al pie de los cuales nada crece. Obviamente cuando pasaba
por esta zona el camino incaico el paisaje era totalmente diferente. No resistimos,
para mostrar el contraste, en retomar una descripcin de Don Joaqun Aasco
quien en 1808, siguiendo una orden del Virrey de Nueva Granada de 1807,
contesta para la zona de Gonzanam a un formulario de encuesta que se envi a
todos los pueblos del virreinato:
En las quebradas que bajan del cerro de Santa Ana, que se llama Sanango
asia el occidente, hay cedros de excelente calidad, corpulencia y elevacin; y
en stas y otras varias sotas, gualtacos, arupos, chaquinos; todas maderas inas
incorruptibles: tambin hay durasnillo, laurel, espino, yunsur, upaco, y aliso
que sirven para techos. Todas son abundantes, pero bastante retiradas, y de muy
difcil extraccin. Las plantas medicinales son verbena, culantrillo, doradilla,
moradilla, la leche reina del paltn, la del ygueron, y la del subo, que dicen ser
buenas para consolidar toda quebradura. Tambien hay ycamanche de piedra,
que es escrercencia que forma el agua de varias quebradas sobre las piedras
donde corren. Los frutos silvestres, son arrayansillo, languapos, lusumbes,
sotas, huayabas, fruto del ygueron, sacas, joyapas, anonas, huanabanas, tunas
blancas, coloradas y verdes, que son muy buenas, sorocas blancas, amarillas
y coloradas, pitayas coloradas yindicocas, y chirimoyas, que es lo mejor de
todos. (Caillavet 1983: 466-467).
A partir de Los Cabuyos el camino inca habra seguido en direccin Sur, unos
siete kilmetros, hasta Plaza del Inca, por una cuchilla de la cordillera de Solanda,
divisoria de las aguas entre el ro Catamayo y el Chiriyacu.
En el ao 2007 llegamos a Plaza del Inca a unos 2700 metros de altura, donde
la cuchilla de la cordillera de Solanda, tambin llamada de Quilanga o Santa
Rosa, se topa con el Filn de Taranza. Es un pucar, con al menos dos cercos de
muros de piedras, situado en una abra desde la cual se puede controlar hacia el
Oeste el valle del ro Chiriyacu y hacia el Este el valle del ro Piscobamba (Hoja
de Las Aradas al 1: 50.000). Por el Este bajan al Piscobamba el ro Chonta y las
quebrada de Huatuchi, por el Oeste al Chiriyacu las nacientes de la quebrada
Los Alisos, hacia el Suroeste se puede divisar a lo lejos el macizo de Ayabaca y
en direccin al Noreste Malacatos, Vilcabamba y ms al Este Quinara (Foto 22,
Mapa 10).
99
El Sango
Cuchicorral
Machay
Aypate
Caxas
Jicate
Huancabamba
Mapa 11: Del puente del Aliso a Huancabamba
103
Antes de pasar ms adelante es necesario recalcar que, segn los estudios de los
arquelogos del Proyecto Caminos Inkaicos, el tramo del camino que sigui
Cieza por las alturas de los pramos del Azuay, luego a Tambo Blanco y ms al
Sur al ro Catamayo, no es un antiguo camino reacomodado y utilizado por los
incas, sino un nuevo camino abierto por estos (Hyslop 1992: 133).
Si los incas abrieron este camino, slo lo pudieron hacer cuando controlaban los
territorios de los guayacundos de Calvas, de los paltas y de los caares. Es decir
que debera haber sido Huayna Capac, despus de haber vuelto a poner orden
y reorganizado los territorios de los indios sometidos por su padre, quien habra
ordenado la construccin de este camino (Hocquenghem s.f. [1989], cap. II y III:
35-66, 1998: cap. 4).
Cusibamba
Cajanuma
Malacatos
Vilcabamba
Huatuchi
Plaza del Inca
Quinara
Filn de Tarazana
106
llega al camino que viniendo del puente del Inca se dirige a Aypate. Entre Cusibamba,
Plaza del Inca y San Antonio de Las Aradas se necesitara un da y medio de camino
(Hojas de Loja Sur, Vilcabamba y Gonzanam al 1/50.000 y Mapa 12).
Por Plaza del Inca pasan dos caminos incaicos que vienen de Cusibamba, el
propio camino de la sierra como lo llama Cieza, el que pasa por el puente del
Inca, abierto por Huayna Capac al extremo oriental del territorio de los paltas y
el que acabamos de describir que atraviesa el territorio de los malacatos (Mapas
10 y 12). Vimos que este grupo tnico de ailiacin jbaro, ubicado al Este del
territorio de los paltas, parece no pertenecer a este conjunto (Caillavet 2000: 218).
Los incas podran haber sometido a los malacatos despus de los guayacundos y
paltas. En este caso, podramos pensar que el camino entre Cusibamba y Plaza del
Inca fue abierto por Huayna Capac, con posterioridad al que pasa por el puente
del Inca, cuando logr controlar los malacatos y consolidar la frontera oriental
del incanato en la vertiente occidental de la cordillera de los Andes, al Norte del
nudo de Sabanilla. Del otro lado de esta frontera se extendan los territorios de
los grupos tnicos de ailiacin jbaro insumisos al incanato.
Palanda
Sural
Zapalache
Huancabamba
108
los enmaraados bosques de las tierras del mismo nombre situadas, en 1777,
en las nacientes de los ros Samaniego y Blanco que bajan al Canchis (Ramrez
1966: 124-132). El ro Canchis, aluente de la margen derecha del ro Mayo
marca la actual frontera peruano-ecuatoriana y a partir de su conluente con
este ro, el Mayo, cambia de nombre y se conoce como ro Chinchipe hasta su
conluente con el Maran. En estas selvas altas de muy difcil acceso, y de esto
podemos atestiguar porque por all anduvimos buscando, como muchos, el mtico
asentamiento de Chicuate. Esto porque pensbamos que podra ubicarse no lejos
del pucar que Topa Inca hubiera dejado hecho para pavor y espanto de toda
aquella tierra, segn cuenta Cabello Valboa.
Lo que s es una realidad, al Noreste de Zapalache, donde ubicamos en 1988
evidencias de cermica inca, es la huella del gran camino incaico, empedrado y
muy bien marcado, que entra en un complejo arquitectnico denominado Sural.
Este sitio fue ubicado en 1998 por nuestras amigas y compaeras de trabajo en
Piura, las arquelogas Rosa Palacios y Lorena Ziga quienes escriben:
El camino real de la sierra ha concitado la atencin de muchos investigadores
algunos de los cuales han intentado seguir su rumbo sin haberlo conseguido
el tramo del Camino Real de la Sierra reconocido se ubica entre las laderas
de los cerros Pico de Loro y Sural de la comunidad de Cajas-Shapaya de la
provincia de Huancabamba. Se trata de una gran estructura construida de
piedra de aproximadamente 1000 m, de largo. Presenta un ancho de 6-7 m
aproximadamente, con dos muros o paredes laterales, el del lado W alcanza
una altura de 1.50 y el muro del lado E 0.90 m. El camino es empedrado con
canto rodado y en algunos tramos presenta piedra laja o piedra labrada.
En Sural el tramo del camino cruza el sector 1 del complejo arquitectnico de
norte a sur, en un tramo de aproximadamente 500 m de largo internndose
hacia el sur en el bosque con posible direccin hacia el casero El Carmen.
Los incas acondicionaron la roca natural para levantar algunos tramos de la
pared lateral que corre paralela al camino. (Palacios y Ziga, 1998.).
110
furiosos que pasar y cayan muchas aguas del ielo. Todo no fue parte para que
el Inga dexase de allegar adonde los naturales por muchas partes puestos en
sus fuertes les estauan aguardando, desde donde le mostravan sus vergenas,
afendole su venida; y comenaron la guerra unos y otros y tantos de los
brbaros se juntaron, los ms desnudos sin traer ropas, a lo que se airma que
el Ynga determin de se retirar y lo hiz sin ganar nada en aquella tierra. Y
los naturales della que lo sintieron, le dieron tal priea que a paso largo, a
vezes haciendo rostro, a tienpos enbiando presentes, se descavull dellos y
bolvi huyendo a su reyno airmando que se ava de vengar de los rabudos;
lo qual deza porque algunos trayan los maures largos que les colgava[n] por
ensima de las piernas (ed. 1985, cap. LXV: 189-190).
Es claro que otra vez fracas el intento de penetracin inca en el territorio de los
bracamoros y no solamente porque estos les mostraron sus vergenzas.
[] lo qual puso luego por obra Pingo Ximi, con harto mas diligencia que
ventura, y hauiendo pasado la gran cordillera (con trauajos estraos) vino a
hallar un Valle llamado Palanda, y hauiendo tenido con sus naturales, algunas
escaramuzas liuianas, le vinieron de paz y con fauor de estos se atrevio
acometer a los Pacamoros, que no muy lexos de alli comenzaban sus tierras, y
ganando algunas liuianas Victorias, le fue cebando la fortuna asta ponerlo en
lo alto de una cuchilla, llamada Cumayoro: y alli fabrico una fortaleza hecha
de repente, de Cespedes y ramas. A esta llamaron los naturales Moronoma:
[] (Ed. 1951, cap. 29: 439).
Pingo Ximi, obedeciendo las rdenes pas con diicultad la cordillera. En 1989
subir a las alturas de Zapalache para pasar de la vertiente occidental a la oriental
de la cordillera de los Andes era una de las caminatas ms duras que se podan
hacer en la sierra piurana, y esto sin nieve, pero es cierto con lluvias. Dirigindose
por la margen derecha del ro Chinchipe los incas pasaron las nacientes del ro
Canchis, por las tierras de Chicuate y, por las alturas de lo que es hoy Zumba,
llegaron al valle de Palanda. Los palandas, cuyo territorio deba extenderse del
valle del ro Palanda al del ro Valladolid, se sometieron sin diicultad, eligiendo
aliarse con los incas antes que con sus vecinos bracamoros. Con el apoyo de
los palandas, y quizs porque los astutos bracamoros los dejaron avanzar en un
terreno donde saban que podan vencerlos, los incas subieron a lo alto de una
cuchilla, pensamos en el nudo de Sabanilla, donde se fortiicaron.
[] y apenas estuvieron dentro, quando acudieron todos aquellos Valles, a
castigar en ellos tan temerario acometimiento, trayan por su General, a un
Cacique de los Pueblos de Guanbuco, llamado Murunduro, el qual con su
gente cerco las trincheras que los Cuzcos tenian hechas admirado y quejoso
se hallaua el cercado Pingo Ximi, viendo la mucha y daosa tardanza de su
General Guanca Auqui, el qual se hauia detenido mas de lo que pensaua ni
quisiera a causa de las muchas lluvias, que en su camino subcedieron:[]
(Ed. 1951, cap. 29: 439).
Los incas apenas fortiicados en el pucar, armado rpidamente de paja y ramas
en donde pensaban esperar a Guanca Auqui, fueron cercados por los bracamoros.
Y en este cerco participaron diferentes grupos tnicos bracamoros aliados bajo el
mando del cacique de los guambucos.
115
Cusibamba
Vilcabamba
Yangana
Callanga
Moronoma
Palanda
119
120
121
Ingapirca
A Tumbes
Loma Ramos
Laguna Sarihuia
123
concuerdan con el hecho que unos espaoles hubieran sido mandados desde
Tumbes hacia Quito. Si as fue, deberieron seguir el camino incaico transversal
que suba de Tumbes hasta la laguna de Sarihuia y de all, por el camino de Topa
Inca hasta Tomebamba.
126
Gonzanam
Chiriguala
Colaisaca
Ahuaca
127
Sozoranga
Utuana
Macar
Chirinos
Suyo
128
Colaisaca
Macar
Chirinos
Suyo
Las Lomas
Tambo Grande
A Piura la Vieja
129
territorio al cual llegaban varios caminos. Adems, sabemos por Salinas Loyola,
que los caminos de los incas no entraban en los pueblos de indgenas, por lo tanto
suponemos que los autctonos tenan otros caminos que conducan a los tambos,
ubicados a lo largo de los caminos incaicos, donde llevaban el tributo (Taylor
1986, 1991, Taylor y Descola 1981, 1986, Hocquenghem, [1989], cap. VI: 125135, 1998 cap. IV: 178-186, Taylor y Landazri 1994, Caillavet 2000: 220-224,
Jimnez de la Espada Ed.1965: T.II, 184: 296).
PERSPECTIVAS DE INVESTIGACIN
En cuanto investigacin
Ms all de lo que se denomina Capac an o Camino del Inca, a partir del
estudio de la red vial incaica constatamos la integracin, durante el incanato, del
territorio de la actual Regin Sur (Mapa 20). Percibiendo la importancia histrica
de esta red vial, llegamos a considerarla como parte de un patrimonio cuyos
vestigios estn desapareciendo rpidamente, lo que demanda, si visualizamos
la importancia de conservarla, impulsar iniciativas que superen inventariar
y catalogar rastros de caminos como elementos sueltos descontextualizados
temporal y espacialmente.
132
Tomebamba
A Pun
Puente Inca
Dumapara
Marivia
Caaro
Villacmarca
Laguna Sarihuia
Ingapirca
A Tumbes
Rastros de Camino
El ari
Santa Brbara
El Cisne
Cusibamba
Paredones del Inga
Puente del Inca
Culanga
Lapanuma
Huatuchi
Macar
Hacia Usaime
Tierras Coloradas
San Miguel
Filn de Tarazana
Plaza del Inca
Toro del Inca
Moronoma
Condur - Ayro
Tambo Grande
A Piura la Vieja
Caxas
Jicate
Sural
Zapalache
Huancabamba
133
oro de esta zona. Por otro lado abandonan el camino incaico de la sierra entre
Loja, Aypate, Caxas y Huancabamba, que pierde su importancia. De hecho el
trnsito de los productos entre Cuenca, Loja y Piura hacia Lima o Paita pasa por
el camino transversal colonial. Asimismo, el puerto incaico de Tumbes siendo
reemplazado por el colonial de Paita, el camino incaico que lo una con Cuenca
deja de tener inters
Podramos tambin considerar y tratar de entender los ltimos cambios en la red
vial, a partir de la irma de los acuerdos de paz entre Ecuador y Per en 1998.
Insertados en el marco de la iniciativa para la Integracin de la Infraestructura
Regional Suramericana IIRSA se vislumbran como una respuesta a intereses
globalizados, ms que nacionales (Hocquenghem y Durt 2006, Mapa 21).
Esta investigacin conducira a analizar, de otro lado, el carcter y alcance de
las respuestas locales en funcin de las necesidades y recursos de la poblacin,
as como de las capacidades y responsabilidades de sus representantes, esto a
sabiendas que la pertinencia y eicacia de estas respuestas dependern del nivel
de organizacin y de legitimidad que alcancen.
En otra perspectiva, el estudio de la red vial incaica, implic considerar la
organizacin territorial que responde a la organizacin socio-econmica y poltica
de los grupos tnicos de ailiacin jbaro. Percibimos que estas jefaturas, poco
jerarquizadas, si bien compartan una misma cultura, se mantenan independientes
y en competencia los unos con los otros, esto s con la capacidad de aliarse frente
a un comn enemigo, como en el momento de la conquista incaica. Sometidos
los guayacundos, paltas y malacatos, constatamos como los incas, centralizados
y jerarquizados, reestructuran el territorio imponiendo, sobre la diferenciacin
autctona, una diversidad socio-econmica, poltica y cultural, implantando
grupos tnicos forneos, incas y mitimaes provenientes del los Andes centrales,
mitimaes caares y seguramente de otras regiones que hasta ahora desconocemos,
pero que se debern identiicar. Obviamente con la conquista espaola se complica
este cuadro que continua complejizndose durante el periodo republicano hasta
la actualidad, lo cual conduce a plantearnos la pertinencia de una relexin en
cuanto a la identidad regional que, por un lado, se necesita fortalecer a sabiendas
de que sin conciencia de una identidad regional no se lograr conformar una
regin, en este caso la Regin Sur, pero que, por otro lado, al revelar las diferentes
facetas de esta identidad arriesga dividir antes de unir.
135
136
AGRADECIMIENTOS
No quisiramos poner un punto inal a esta etapa de nuestra investigacin sin
agradecer al rectorado de la Universidad Nacional de Loja, al Dr. Max Gonzlez
Merizalde ex- rector, al Centro de Geomtica Ambiental, CINFA, al Centro
de Investigacin y Apoyo al Desarrollo Local-Regional, CIADL-R, y a todos
los colegas de esta institucin que nos acompaaron en nuestros recorridos en
busca de los caminos incaicos, en particular al seor Miguel Inga. As mismo a
los funcionarios de las Parroquias de El Cisne, Purunuma, Nambacola y Gualel,
quienes nos recibieron con mucha amabilidad y contestaron nuestras preguntas,
a los responsables de las direcciones de Cultura y Turismo de las Municipalidades
de Saraguro y Oa, quienes nos acompaaron para ver las huellas de los caminos
incas que conocan. Tambin a los miembros del Instituto del Bien Comn, IBC,
quienes nos ofrecieron, en su local de Oxapampa en la selva central del Per, el
espacio agradable y tranquilo que se requiere para poner orden en los cuadernos
de notas de campo, relexionar sobre los mapas, organizar las ideas, antes de
iniciar la redaccin de estas pginas. Finalmente debemos reconocer los aportes
y la paciencia de nuestras amigas y amigos, Flor Eras, Lieve Coppin, Diego
Ramn, Emilio Aguilar, Luis Pineda, Javier y Julio Guayllas, Francisco Guamn,
Alejandro Cabrera, Franco Muoz y Staln Paladines, que enriquecieron y
facilitaron nuestro trabajo.
137
BIBLIOGRAFA
Anda Aguirre, Alfonso, 1980 - El Adelantado Don Juan de Salinas Loyola y su
Gobernacin de Yaguarzongo y Pacamoros. Casa de la Cultura de Quito. Quito.
Annimo, 1766 (ms) - Diario de Viaje a Guachucal en la Provincia de los Pastos hasta
la Ciudad de Cuenca y Quito, y desde Cuenca a la Ciudad de Lima capital de todo
el Imperio de los Ingas. Transcripcin de J. Castro y Velzquez). Biblioteca Real de
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