Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2

DESARROLLOS CURSO


La métrica renacentista
El siglo XVI significó una de las mayores revoluciones dodecasílabos, y no es fácil adaptar la lengua a una
poéticas producidas en la literatura castellana. A partir nueva música.
de 1526, en que Boscán es invitado a probar «en len- El heptasílabo genera problemas semejantes: no se tra-
gua castellana sonetos y otras artes de trovas usadas ta de disminuir una sílaba al verso, sino de adaptar una
por los buenos autores de Italia», el endecasílabo, el so- nueva armonía rítmica.
neto y el espíritu petrarquista entrarán con pujanza en
la lírica española.
El soneto
Los primeros intentos se realizaron ya en el siglo XV, pe- La composición poética más típica del arte petrarquista
ro quienes los llevaron a cabo –Santillana, Imperial– no es, sin duda, el soneto. Se trata de una composición es-
lograron superar las dificultades que también encontró trófica de versos endecasílabos formada por dos cuar-
Boscán en los poemas «por ser muy artificiosos y tener tetos (ABBA) y dos tercetos que permiten una mayor
muchas particularidades diferentes». Sin embargo, no libertad en la rima (CDE CDE; o también CDC DCD,
fue Boscán sino Garcilaso el que logró asentar la calidad u otras combinaciones posibles).
de esta revolución poética.
Hermosas ninfas, que en el río metidas,
Boscán y Garcilaso encontraron, además, la oposición contentas habitáis en las moradas
declarada de los poetas tradicionales, que satíricamente de relucientes piedras fabricadas
los acusaban de pertenecer a la nueva «herejía» petrar- y en columnas de vidrio sostenidas,
quista. Cristóbal de Castillejo escribe largas composicio- ahora estáis labrando embebecidas
nes en reprensión a esta tendencia italianizante y al o tejiendo las telas delicadas,
abandono de las tradiciones castellanas. ahora unas con otras apartadas
contándoos los amores y las vidas:
Endecasílabo y heptasílabo dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
La variación del número de sílabas, tanto en el arte ma- y no os detendréis mucho según ando,
yor (de doce sílabas a once) como en el menor (de que o no podréis de lástima escucharme,
ocho sílabas a siete), puede parecer un problema no o convertido en agua aquí llorando,
muy complejo para quien no esté familiarizado con la podréis allá despacio consolarme.
escritura poética y quedar reducido a la disminución de GARCILASO DE LA VEGA
una sola sílaba tanto en uno como en otro caso. En rea-
lidad las diferencias son muy notables: el verso de do- Las estrofas
ce sílabas del siglo XV castellano tiene, por lo general,
cuatro acentos rítmicos (2.ª, 5.ª, 8.ª y 11.ª) y una fuerte El estilo renacentista aporta variados tipos de estrofa que
cesura en 6.ª sílaba; mientras que el endecasílabo no enriquecen la lírica española; las más importantes son la oc-
lleva cesura y suele tener sólo tres acentos rítmicos. El tava real, el terceto encadenado, la silva, la estancia y la lira.
cambio musical que esto comporta es quizás la mayor
dificultad que deben resolver los poetas del siglo XVI. La octava real
Compárense estos versos: Es una estrofa de ocho versos endecasílabos con un es-
Al muy prepotente, don Juan el segundo, quema de rima ABABABCC.
aquel con quien Júpiter tuvo tal celo Cerca del Tajo, en soledad amena,
JUAN DE MENA (Siglo XV)
de verdes sauces hay una espesura,
toda de hiedra revestida y llena,
En tanto que de rosa y azucena que por el tronco va hasta la altura,
se viste la color en vuestro gesto y así la teje arriba y encadena,
GARCILASO DE LA VEGA (Siglo XVI) que el sol no halla paso a la verdura;
el agua baña el prado, con sonido
Como se puede comprobar, la música de los endecasí- alegrando la vista y el oído.
labos es más delicadamente armoniosa que la de los GARCILASO DE LA VEGA
SECUNDARIA 2000 Lengua y Literatura 3º
El terceto encadenado La estancia
El terceto es una estrofa compuesta de tres versos en- Es una estrofa compuesta por versos heptasílabos y
decasílabos. Estas estrofas se disponen en series que se endecasílabos dispuestos de forma libre y de rima con-
ligan mediante la rima con el siguiente esquema: ABA sonante. Se diferencia de la silva en que repite su es-
BCB CDC, etc. De ahí el nombre de terceto encade- quema en todas las estrofas de una composición po-
nado. ética larga.
En medio del invierno está templada Si ya la nieve fría
el agua dulce desta clara fuente, al rayo que amanece odiosa ofende,
y en el verano más que nieve helada. y contra el claro día
las alas oscurísimas extiende,
¡Oh claras ondas, cómo veo presente,
no alcanza lo que emprende,
en viéndoos, la memoria de aquel día
al fin desaparece,
de que el alma temblar y arder se siente!
y el sol puro en el cielo resplandece.
En vuestra claridad vi mi alegría
Este esquema (aBaBbcC) es utilizado por Fray Luis de
oscurecerse toda y enturbiarse;
León, repetido en siete estrofas en un poema dirigido a
cuando os cobré, perdí mi compañía.
don Pedro Portocarrero.
GARCILASO DE LA VEGA
La lira
La silva
Fue introducida por Garcilaso de la Vega en su canción
Estrofa de versos heptasílabos y endecasílabos dispues- quinta: «Oda a la flor de Gnido»; recibe el nombre de
tos libremente, con rima consonante, pero que no se lira por ser la última palabra del primer verso de esta
repite ya en el mismo poema. Suele emplearse, entre composición (Si de mi baja lira...). Consta de cinco ver-
otras composiciones, en el madrigal, como en éste de sos heptasílabos y endecasílabos, de rima consonante
Gutierre de Cetina (aBBcDdCcaA): (aBabB). Con esta estrofa, Fray Luis de León y San Juan
de la Cruz escriben algunos de sus mejores poemas.
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados, El aire se serena
¿por qué, si me miráis, miráis airados? y viste de hermosura y luz no usada,
Si cuanto más piadosos, Salinas, cuando suena
más bellos parecéis a aquel que os mira, la música extremada
no me miréis con ira, por vuestra sabia mano gobernada.
porque no parezcáis menos hermosos. FRAY LUIS DE LEÓN
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

ACTIVIDADES

1. Analiza el esquema métrico de las siguientes estrofas y explica a qué tipo pertenecen.
Buscando mis amores, Divina Elisa, pues agora el Cielo
iré por esos montes y riberas; con inmortales pies pisas y mides,
ni cogeré las flores, y su mudanza ves, estando queda,
ni temeré las fieras, ¿por qué de mí te olvidas, y no pides
y pasaré los fuertes y fronteras. que se apresure el tiempo en que este velo
rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
«Elisa soy, en cuyo nombre suena y en la tercera rueda
y se lamenta el monte cavernoso, contigo mano a mano
testigo del dolor y grave pena busquemos otro llano,
en que por mí se aflige Nemoroso, busquemos otros montes y otros ríos,
y llama: ¡Elisa!... ¡Elisa!, a boca llena; otros valles floridos y sombríos,
responde el Tajo, y lleva presuroso donde descanse, y siempre pueda verte
al mar de Lusitania el nombre mío, ante los ojos míos,
donde será escuchado, yo lo fío.» sin miedo y sobresalto de perderte?
■ Responde a las siguientes preguntas:
• ¿Cómo se llama esta última estrofa si aparece una sola vez en el poema?
• ¿Cómo se llama esta estrofa si se repite como esquema constante en todo el poema?

También podría gustarte