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La pollera panamea

Nuestra pollera es entre los vestidos tpicos del mundo uno de los ms brillantes y selectos. La pollera tiene sus orgenes en Espaa, fue el vestido de la espaola del siglo XVI o XVII que vino con su compaero en la conquista del nuevo mundo. Era el vestido de diario, normalmente blanco con 2 3 zcalos con sobrepuestos o bordados florales. Es la herencia espaola de la conquista, especialmente de Sevilla y Andaluca por eso decimos que en su totalidad como se usa hoy en da es una mezcla del vestido usado por las espaolas a lo largo de toda la pennsula Ibrica, es decir de la pollera montuna o de diario se nos indica que era de uso en climas suaves y estaciones estivales de climas duros como en Andaluca, pero no tienen parecido con las usadas por las bailadores de flamenco. El traje de la mujer cordobesa no se diferencia del traje panameo, segn modelo existente en el museo del Pueblo Espaol. Podemos concluir diciendo que nuestro traje nacional es la mezcla del vestido de la espaola de distintas regiones de Espaa, que se acopl con el clima, posicin geogrfica del Istmo de Panam y que ha ido evolucionando desde la poca de la colonizacin a nuestros das. La palabra pollera es definida por el diccionario como el vestido de la cintura abajo con muchos pliegues y vuelos. La vestimenta de la mujer espaola consista en la pollera que era la falda, la enagua, falda interior y la basquia. pero en el Istmo de Panam se le llama pollera al conjunto de camisa y pollern.

HISTORIA DE LA POLLERA A TRAVES DE LOS AOS Ao 1650: En esa poca podemos mencionar dos clases de polleras: (a ) Pollera de Tab, segn el diccionario era una tela de seda con labores ondeadas, la basquia era de raso con adornos. (b) Pollera de Espoli, segn el diccionario era una tela floreada con unas labores y urdimbres parecidas al brocado. Ao 1730: se describe el vestido como una camisa Holanda y una falda de mucho vuelo bordado en hilo morado. Este hilo era teido por ellas mismas. Ao 1814: En el mes de julio con motivo de la Restauracin de Fernando VII, para la celebracin de este importante acontecimiento de coloco el retrato del Rey en un carro decorado y fue tirado hasta Santa Ana por 30 mujeres vestidas con polleras. Ao 1821: Sabemos que para la celebracin de la independencia el vestido que usaron las mujeres se ha descrito como una enagua de algodn, blanca y ligera, adornada con uno o mas volantes estampadas con algunas guirnaldas de colores chillones. Los corpios de mangas cortas con tres guarniciones parecidas estos corpios eran tan descotados que generalmente llevaban el pecho y la espalda descubiertos. Ao 1879: A la empollerada se le vea con sombrero y pao. Segn informacin recabada este era el vestido usado por las mujeres del pueblo, la clase humilde. Las cocineras y lavanderas utilizaban pollern de zaraza de tintes morados y camisa blanca. A pesar que en sus comienzos la pollera slo era utilizada por las mujeres del pueblo en la actualidad es llevado por igual tanto por mujeres del pueblo como por las mujeres de una posicin alta y en todas ellas luce las riquezas de nuestro pas.

La danza folklrica
Los bailes y las danzas se han considerado siempre como manifestaciones propias del sector que encara las artes rtmicas y coreogrficas, tan atractivas en todas las regiones del mundo, que llegan a monopolizar gran parte de la atencin humana. Esta atraccin que ellas ejercen sobre los pueblos, ha sido la causa para que la mayora de las personas las piensen como la nica manifestacin folklrica y se olviden de otras manifestaciones tan importantes como stas que estamos mencionando, relativas al folklore de una regin. Hablar de baile parece algo fcil; es, adems, lo ms conocido dentro y fuera de cada pas por la facilidad con que pueden trasladarse los grupos de un sitio a otro para que puedan ser admirados por esos pblicos que muchas veces tienen que presenciar una muestra nada cabal. "El baile, la msica y el canto, estn al comienzo de toda civilizacin; en la necesidad de exaltar el trance del espritu anegado por la

emocin religiosa, o por la exaltacin de potencias vitales como el amor, la alegra, la guerra, el conjuro simplemente, o el entusiasmo que es el frenes de las bacantes en las fiestas de Dionysos", nos dice Adolfo Salazar en su obra LA DANZA Y EL BALLET. Con el transcurso del tiempo, evolucionando, han llegado en la actualidad a ser simples manifestaciones de alegra en las diversiones populares, o demostraciones tradicionales en la celebracin de algunas fiestas, ya sean las del carnaval o las de las fiestas religiosas. Voces, instrumentos, coreografas, se renen en un conjunto esttico de gran emotividad; esto es tan fuerte, que si contemplando desde lejos el baile, aisladamente, nuestra memoria auditiva tender a cantar dentro de nosotros mismos, los ritmos del baile. Si lo que ocurre es lo contrario, es decir, omos la msica, nuestro cuerpo tiende a reproducir los movimientos propios del baile que corresponde a la meloda. Entre nosotros, muchos de los bailes folklricos, aaden a la msica, voces; coros que les son imprescindibles, como es el caso de las TUNAS, los TAMBORITOS y las CUMBIAS ms primitivas.

Poema La ltima Gaviota de Ricardo Mir


Como una franja temblorosa, rota del manto de la tarde, en raudo vuelo se esfuma la bandada por el cielo buscando, acaso, una ribera ignata. Detrs, muy lejos, sigue una gaviota que con creciente y pertinaz anhelo va de la soledad rasgando el velo por alcanzar la banda ya remota. De la tarde surgi la casta estrella, y hall siempre volando a la olvidada, de la rauda patrulla tras la huella. Historia de mi vida compendiada, porque yo soy, cual la gaviota aquella, ave dejada atrs por la bandada.

Vespertina Las tardes son iguales hace treinta y seis aos: el mismo sol cansado de tanto caminar por los cielos profundos y los mismos rebaos de nubes sonrosadas viajando sobre el mar. Hay tardes nebulosas, hmedas y otoales; hay tardes encendidas que inspiran slo el bien; pero treinta y seis aos hace que son iguales. Yo, que las amo tanto, lo recuerdo tan bien...! En cada tarde hay una femenina ternura de paloma, de garza, de manantial, de flor, donde toda alegra se hace serena y pura, donde se santifica todo humano dolor. Pero esta tarde tiene una melancola tan honda, tan callada, tan sincera, tan cruel, tan acremente amarga que hasta se pensara que alguien volc en los cielos una copa de hiel. Ricardo miro

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