Lazarillo de Tormes
Lazarillo de Tormes
1. EL AUTOBIOGRAFISMO.
a/ Solamente vamos a tener un único punto de vista, el de Lázaro, que nos cuenta
su vida como un viaje por diferentes lugares y junto a diferentes amos.
2. ESTRUCTURA.
La obra se compone de un prólogo y siete tratados, que dan como consecuencia una
estructura poco frecuente y no uniforme. Si decimos que la estructura es poco frecuente es por
dos razones principales:
2.1. El prólogo.-
c/ La conciencia del autor de haber escrito una obra que se presta a diferentes
lecturas.
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2.2. Los tratados.-
b/ Espectador: en el tratado V.
Las distintas fases de la vida de Lázaro no están tratadas con la misma extensión y
detalle. En los últimos tratados es muy acusada la desproporción entre el amplio espacio de
tiempo que transcurre y la corta extensión del texto.
En consecuencia, podemos decir que los tratados IV, V y VI son de transición, y su única
función es la de acercarnos al Lázaro adulto. Muestra de ellos es que en el tratado III quede
interrumpida la evolución de la personalidad de Lázaro, que no continuará hasta el tratado VI, en
el que se considera ya en situación de emprender una nueva vida.
Sabemos por el prólogo que el autor, sirviéndose del presente, dirige su obra a un
desconocido "vuestra merced" al que volverá a aludir en el tratado VII. En cambio, el Lázaro
personaje, presenta un proceso que sigue una secuencia lineal a través de los sucesivos tratados.
Solamente dos rasgos formales alteran esa linealidad:
a/ Por un lado, el recuerdo que en diversas ocasiones tiene Lázaro de su vida con
amos anteriores.
b/ Y por otro, la "profecía del vino" que hace el ciego en el tratado I y que se
cumplirá en el VII, cuando Lázaro trabaje de pregonero de los vinos del
Arcipreste.
Los tratados pueden considerarse totalmente independientes entre sí, pero para darles
una cierta cohesión, el autor ha establecido una serie de nexos de enlace entre las diferentes
partes de la novela:
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a/ Nexos temáticos y argumentales.- Se van a repetir durante toda la obra los
mismos temas secundarios (la escala de valores, el hambre, la soledad, el
desarraigo, etc...) y los mismos motivos (el viaje, el servicio, las calabazadas,
etc...).
3. LOS PERSONAJES.
Los personajes del Lazarillo cobrarán vida a través de sus actos, de manera que el autor
los presentará siempre por medio de sus gestos, palabras o ademanes.
Los diferentes personajes de la obra se van a emparajar con el protagonista en una
relación de antagonismo. En las sucesivas escenas, Lázaro se enfrentará a un único antagonista,
que es el amo de turno. Con ello, se van a plantear dos perspectivas diferentes de la realidad, la
encarnada por Lázaro y la encarnada por su antagonista; aunque en realidad se trate de un único
punto de vista, ya que el pensamiento de los amos, su forma de ver el mundo, lo conocemos por
medio de las palabras del Lázaro narrador.
El autor va a caracterizar a sus personajes como arquetipos de una clase o grupo social al
ser necesario para ejercer la crítica social. Sin embargo, Lázaro no es un arquetipo, sino que es
un carácter que va evolucionando a lo largo del relato.
Los personajes aislados actúan de una forma muy individualista y consideran la vida
como una lucha continua por la supervivencia en la que está permitido el engaño, la avaricia, el
robo, el fraude, etc... Por el contrario, el personaje colectivo del pueblo llano, es presentado
como inocente, crédulo y solidario.
3.1. Lázaro.-
3.2. El ciego.-
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3.4. El escudero.-
4. EL ESTILO.
4.1. La verosimilitud.-
4.2. Economía.-
Aparte de la narración en tercera persona, encontramos algunos pasajes en los que aflora
el pensamiento del autor. Estas intervenciones aparecen en presente y son, normalmente, críticas
o irónicas.
Por su parte, Lázaro se va a expresar, principalmente, a través del monólogo, que puede
ser de dos tipos: