Qué Es Esto de Los DDHH - APDH - 2012
Qué Es Esto de Los DDHH - APDH - 2012
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Si su esposo o compaero/a:
Se burla de usted o la ridiculiza
La insulta o le grita
La culpa de todos los problemas de la familia
La amenaza con maltratar a los hijos o con quitrselos
La critica como madre, como amante o como trabajadora
La amenaza con matarla o con suicidarse
La asla impidindole salir o tener visitas
La acusa de infdelidad
Nunca le da amor ni cario
Si establece un ambiente de miedo en el hogar
Destruye a propsito bienes materiales ya sean de ambos o solamente suyos
Entonces, usted esta sufriendo maltrato emocional
Si su esposo o compaero/a:
La pellizca, la empuja, le da patadas, le da puetazos, le tira del pelo o la abofetea
Intenta herirla o la hiere con cualquier objeto, armas punzantes o de fuego
Le ha causado un aborto u otro tipo de lesin en su cuerpo a consecuencia de los golpes
Entonces, usted esta sufriendo maltrato fsico
Si su esposo o compaero/a:
La obliga a tener relaciones sexuales cuando usted no quiere
La maltrata durante el acto sexual
Pretende obligarla a que usted tenga relaciones con otras personas o en posiciones que
usted no quiere
Entonces, usted esta sufriendo maltrato sexual
La discriminacin por orientacin sexual, identidad y expresin de gnero constitu-
ye una de las formas de intolerancia mediante la cual las mujeres ven multiplicada
su situacin de opresin general. La lesbofobia
56
constituye un ejemplo contun-
dente de cmo la sociedad oprime, discrimina y castiga a quienes no se someten
a los mandatos del poder dominante. Es verdad que los varones homosexuales
tambin padecen un alto grado de violencia social, pero como lo explicramos en
relacin a casos como el de la servidumbre o la esclavitud, el odio hacia las mujeres
lesbianas o bisexuales se ve suplementado, justamente, por su condicin de muje-
res, es decir, de objetos de una violencia sistemticamente extendida. Si un varn
gay padece recurrentemente agresiones basadas en conductas discriminatorias, el
grado de esa violencia social se ve incrementado en el caso de las lesbianas por el
mero hecho de pertenecer, adems, al colectivo ms oprimido en toda la huma-
nidad, el de las mujeres. Vale tambin notar que la discriminacin en los varones
gay se ve exacerbada cuando stos exhiben caractersticas, comportamientos o
cualquier otra marca considerada tpica de la mujer. Esto es, se los discrimina por
parecer mujeres.
El movimiento que lucha por los derechos humanos y civiles de las personas
56- Odio generalizado hacia las mujeres que no acatan la heterosexualidad obligatoria instaurada por el poder patriarcal.
CAPTULO 4 | Las mujeres y los derechos humanos
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Qu es esto de los derechos humanos?
lesbianas, gays, bisexuales, intersexuales, transexuales, transgneros y travestis, y
el movimiento de mujeres muchas veces han debido coincidir y cooperar en sus
reclamos en virtud de ser tanto uno como otro expresiones de la dominacin y
explotacin a la que han sido sometidos los sectores subordinados culturalmente
por el sistema patriarcal reinante.
Cabe sealar que el 17 de mayo de 1990 la Asamblea General de la Organiza-
cin Mundial de la Salud (OMS) suprimi la homosexualidad de la lista de las enfer-
medades mentales. Con este hecho se busc poner punto fnal a casi un siglo de
homofobia mdica y discriminacin sistemtica contra lesbianas, gays y bisexuales.
Es importante recordar siempre que la libertad, la salud psico-fsica y la identi-
dad, entre muchos otros, son derechos humanos que deben ser respetados siem-
pre, sin ningn tipo de excepciones. Justamente son derechos como stos los que
hacen imprescindible comprender que el respeto a la orientacin sexual, la identi-
dad y la expresin de gnero de las personas son indispensables para que se vean
protegidos sus derechos humanos fundamentales.
La violencia laboral se manifesta en el abuso de poder para doblegar la voluntad del
otro mediante el empleo de la fuerza fsica, psicolgica, econmica y poltica. En este
sentido, las mujeres aparecen como las ms afectadas y vulnerables a esta agresin
57
.
Es un acto de violencia laboral toda accin ejercida en el mbito del trabajo que
manifeste abuso de poder por parte del empleador, del personal jerrquico, de
quien tenga la funcin de mando, de un tercero vinculado directa o indirectamen-
te con l o de quien tenga infuencias de cualquier tipo sobre la superioridad. Tal
accin es ejercida sobre el/la trabajador/a, atentando contra su dignidad, integri-
dad fsica, sexual, psicolgica o social, mediante amenazas, intimidacin, maltrato,
persecucin, menosprecio, insultos, bromas sarcsticas reiteradas, discriminacin
negativa, desvalorizacin de la tarea realizada, imposicin, inequidad salarial, tras-
lados compulsivos, acoso y el acoso sexual
58
. La discriminacin laboral tambin es
una forma de violencia en el trabajo. La inequidad salarial es uno de sus modos: hom-
bres y mujeres con idntica responsabilidad, en igualdad de condiciones y que, sin em-
bargo, no reciben la misma remuneracin.
Tambin puede ocurrir que la mujer sea relegada a la ejecucin de tareas que no se
derivan de su posicin jerrquica ni de su funcin especfca y que se la obligue a cum-
plir actividades de menor responsabilidad a la que correspondera.
Especialmente son las mujeres las ms afectadas por la violencia laboral, debido a
que en su mayora ocupan puestos no jerrquicos o de menor califcacin. Pero, an en
puestos jerrquicos, suelen no tener poder de decisin
59
.
La discriminacin educativa reviste caractersticas similares a los modos discrimina-
torios ya analizados.
Debido a los estereotipos sociales en vigencia, muchas nias y mujeres se ven pri-
vadas de un acceso equitativo al sistema educativo, an en los niveles inferiores de es-
colarizacin.
57- Fuente: Instituto Social y Poltico de la Mujer. http://www.ispm.org.ar
58- Ver anexo digital material complementario: formas y acciones habituales de maltrato laboral.
59- Ver anexo digital material complementario: formas y consecuencias de la violencia laboral.
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El trato desigual registrado en las dems instancias sociales suele repetirse en
el mbito de la educacin media y superior, donde las mujeres deben, muchas
veces, postergar sus aspiraciones intelectuales para abocarse a tareas que les son
impuestas culturalmente, tales como el trabajo domstico o la crianza de los ni-
os y nias. Por otra parte, an logrando altos niveles de formacin profesional
y en igualdad de posicin acadmica que sus maridos, muchas mujeres deben
postergar su ascenso profesional en benefcio del de aquellos.
La discriminacin religiosa comprende dos realidades paralelas: por un lado,
la gran mayora de las religiones otorga roles de sumisin y subordinacin a las
mujeres que asumen funciones eclesisticas; por el otro, las doctrinas divulgadas
por esas organizaciones religiosas contribuyen a convalidar las situaciones de
opresin, violencia y discriminacin que padecen las mujeres en todo el mundo.
La violencia poltica contra las mujeres se produce a travs de acciones tole-
radas o perpetradas por los Estados. Algunas de las formas en las que se verifca
son las siguientes
60
:
60- Fuente: Organizacin de las Naciones Unidas.
61 - Fuente: Organizacin Mundial de la Salud (OMS).
Entre los tipos de violencia tolerados por los estados podemos mencionar
las prcticas tradicionales que violan los derechos humanos de las mujeres. Una
de las mayores crueldades que ejemplifcan tales violaciones es el hecho de que
ms de 100 millones de nias y mujeres han sido objeto de alguna forma de mu-
tilacin genital y padecen sus secuelas fsicas y psicolgicas. La mayora de estas
vctimas viven en Asia y frica aunque cada vez se registran ms casos entre las
familias de inmigrantes o refugiados en Europa y Norteamrica
61
.
CAPTULO 4 | Las mujeres y los derechos humanos
Violencia contra la mujer detenida: la ejercen contra la mujer quienes se supone deberan prote-
gerla, los funcionarios de los rganos encargados de hacer cumplir la ley y del sistema de justicia
penal. Las mujeres institucionalizadas suelen ser objeto de abuso o torturas fsicas, psquicas o
sexuales.
Violencia contra la mujer en situaciones de conficto armado: la violacin ha sido utilizada como
arma de guerra cuando estallan confictos blicos entre distintos bandos. Se ha empleado en Chia-
pas (Mxico), Colombia, Hait, etc. Las mujeres y las nias a menudo son vctimas de violaciones en
banda perpetradas por soldados pertenecientes a todas las partes de un conficto y el objetivo que
esa prctica persigue es pisotear la dignidad humana.
Violencia contra las mujeres refugiadas y desplazadas: las mujeres y las nias constituyen la gran
mayora de las poblaciones de refugiados en todo el mundo y son especialmente vulnerables a la
violencia y la explotacin. En los campamentos de refugiados, militares y funcionarios de inmigra-
cin, grupos de bandidos, hombres refugiados y grupos tnicos rivales las violan y las agreden.
Tambin se las obliga a ejercer la prostitucin.
196
Qu es esto de los derechos humanos?
Normativas internacionales vigentes
La Carta Internacional de Derechos Humanos se conforma a partir de la Declara-
cin Universal de Derechos Humanos, y adquiere poder legal a partir de la ratifca-
cin por parte de los Estados del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos
y Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, conformando
estos tres documentos el ncleo central de todas las convenciones posteriores.
La Convencin sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin contra
la mujer (CEDAW) y su Protocolo Facultativo surgieron merced a la necesidad de pro-
teger los derechos de sujetos vulnerables a violaciones sistemticas de los mismos,
como lo son las mujeres, y tambin deben ser ratifcados por los Estados.
La Convencin Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia con-
tra la mujer -Belem Do Par- es, hasta ahora, el nico tratado internacional sobre
violencia contra las mujeres y el ms exitoso en cuanto al nmero de ratifcaciones,
aunque, paradjicamente, es de los menos aplicados.
Es importante tener en cuenta estos instrumentos internacionales que, junto a los
derechos y garantas constitucionales y la Ley Nacional 26.485 de proteccin integral
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los mbitos en
que desarrollen sus relaciones interpersonales del ao 2009, conforman la base de
sustento para la lucha en pos del respeto a la plena igualdad para varones y mujeres.
Tambin debemos sealar la Ley de identidad de gnero (Ley 26743) que se desa-
rrolla ntegramente en el captulo siguiente y que fuera sancionada en mayo de 2012.
ACTIVIDAD 5
Eje temtico:
Violencia contra las mujeres.
Propsitos:
Tomar conciencia de la existencia y extensin de los modos de violencia y maltrato
hacia las nias y mujeres.
Desnaturalizar esos modos de violencia y maltrato.
Destinatarios/as:
Nios y nias a partir de 12 aos y adolescentes.
Materiales:
Fotocopias del cuadro Verdadero - Falso para todos y todas las integrantes del curso.
Copia del texto de Roberto Bolao (una para cada grupo).
Tiempo estimado:
2 horas.
Primer momento
Consigna:
Completar el cuadro Verdadero - Falso
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Desarrollo:
Se entrega a cada participante una copia del cuadro Verdadero - Falso para com-
pletar de manera individual y annima (en no ms de 5 minutos).
Terminada esta tarea, la coordinacin los recoge y los guarda hasta el fnal de la
actividad.
Se avisa al grupo que luego se retomarn (al fnal del encuentro o en el encuentro
siguiente).
Segundo momento
Consignas:
Leer y analizar el texto en subgrupos. Responder las siguientes consignas por escrito:
1. Enumerar los distintos tipos de agresiones enunciados en las bromas del polica
Gonzlez.
2. Qu caractersticas se resaltan de las mujeres en esas bromas?
3. De acuerdo a los chistes: Por qu las mujeres merecen la violacin y la muerte?
4. Cmo creen Uds. que surgen este tipo de chistes? Quin creen que los invent?
Con qu objetivos? Por qu creen que se difunden?
5. Consideran que estos policas estn en condiciones de resolver los crmenes co-
metidos contra las mujeres? Por qu?
Desarrollo:
Se invita a los/las participantes a formar subgrupos de cuatro o cinco personas, y se
les entrega el fragmento de la novela de R. Bolao para su lectura y las consignas
para el anlisis.
Luego del trabajo en subgrupos, se realiza la puesta en comn. Cada grupo lee las
respuestas sobre el texto analizado.
La coordinacin guiar el debate, procurando en primer trmino la expresin de
cada opinin.
Luego abrir la discusin, marcando las diferencias entre las respuestas y repregun-
tando o pidiendo mayores argumentos sobre determinadas opiniones.
Podr introducir la conceptualizacin de los diferentes tipos de violencia:
Violencia fsica:
Empujones, cachetadas, ataques con objetos o armas, tirones de pelo, rasguos,
golpes.
Violencia sexual:
Comentarios y gestos sexuales no deseados, exigencias sexuales bajo presin o amena-
za, burlas acerca del cuerpo de la pareja, agresiones sexuales con armas u objetos.
Maltrato durante el acto sexual, obligacin de mantener relaciones sexuales.
Violencia emocional:
Amenazas, insultos, burlas, gritos, sobrenombres descalifcadores, humillaciones,
interrogaciones, sustraccin de dinero, amenazas de herir o atacar a seres queri-
dos, destruccin de objetos importantes, autoritarismo o cualquier otro comporta-
miento que mantenga al otro miembro de la pareja en permanente tensin.
CAPTULO 4 | Las mujeres y los derechos humanos
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Qu es esto de los derechos humanos?
Tambin se sugiere como apoyo para realizar la sistematizacin de los aportes los
desarrollos tericos sobre discriminacin que se presentan en este captulo.
Tercer momento
Consigna:
Analizar las respuestas del cuadro Verdadero Falso del inicio del encuentro: Ha-
ran algn cambio a las respuestas? Cules? Por qu?
Desarrollo:
Al fnalizar el encuentro, o bien al inicio del encuentro siguiente, se retoman las
respuestas annimas de Verdadero - Falso.
La consigna de este tercer momento se puede realizar en subgrupos (entregando
a cada grupo la cantidad de cuadros equivalente a la cantidad de integrantes del
subgrupo) o bien en el grupo total, repartiendo al azar un cuadro por participante.
Se espera que algunos/as integrantes del grupo modifquen algunas de las res-
puestas o bien incluyan argumentaciones nuevas a partir de los conceptos desa-
rrollados en la puesta en comn del segundo momento.
Es importante que la coordinacin realice una devolucin, marcando las tenden-
cias o porcentajes de las respuestas iniciales (para poder hacer esto, es recomenda-
ble realizar este momento en un encuentro posterior).
A continuacin se dividen en subgrupos de cuatro o cinco personas, y se les
entrega el siguiente fragmento de texto para su lectura y posterior discusin:
Los hombres que maltratan a sus parejas estn enfermos
Si una mujer maltratada no abandona a su pareja es porque le gusta que le peguen.
Los hombres pegan a sus mujeres porque stas han hecho algo malo, se lo buscaron.
Cuando una mujer dice NO quiere decir NO.
Las mujeres que usan minifaldas, remeras ajustadas o escotadas se visten as para pro-
vocar a los hombres.
Culpar a la vctima, es defender al agresor.
Los hombres que maltratan a sus parejas son adictos y alcohlicos.
El maltrato se da en todos los estratos sociales.
La violencia que ocurre dentro de la familia es problema de la familia. Nadie tiene por
qu meterse ni denunciar.
Una mujer no puede ser violada: si no se defende es porque le gusta.
Los gritos e insultos son una forma de violencia.
V F
Fragmento de la novela 2666 en la que Roberto Bolao (1953-2004) -novelista, ensayista y poeta
chileno - mezcla realidad y fccin.
Los personajes buscan a un enigmtico escritor, en su peregrinaje les dicen que el escritor fue visto en la
ciudad de Santa Teresa (trasunto de Ciudad Jurez), en la frontera de Mxico con Estados Unidos, all se
dirigen y se enteran de que la ciudad viene siendo, desde hace varios aos, escenario de una larga y atroz
cadena de crmenes de mujeres (feminicidio). En los vertederos de la ciudad aparecen constantemente
cadveres de mujeres jvenes, muchas de ellas adolescentes, con seales de haber sido salvajemente vio-
199
CAPTULO 4 | Las mujeres y los derechos humanos
ladas, torturadas y fnalmente asesinadas. En la ciudad se cometen ms de dos mil delitos sexuales cada
ao. Son pocos los crmenes resueltos, la mayora quedan archivados; los policas a cargo de la investiga-
cin estn reunidos en una cafetera y son protagonistas de este fragmento.
A esa misma hora los policas que acababan el servicio se juntaban a desayunar en la cafetera Trejos,
un local oblongo y con pocas ventanas, parecido a un atad. All beban caf y coman huevos a la
ranchera o huevos a la mexicana o huevos con tocino o huevos estrellados. Y se contaban chistes. A
veces eran monogrfcos. Los chistes. Y abundaban aquellos que iban sobre mujeres. Por ejemplo,
un polica deca: cmo es la mujer perfecta? Pues de medio metro, orejona, con la cabeza plana,
sin dientes y muy fea. Por qu? Pues de medio metro para que te llegue exactamente a la cintura,
buey, orejona para manejarla con facilidad, con la cabeza plana para tener un lugar donde poner tu
cerveza, sin dientes para que no te haga dao en la verga y muy fea para que ningn hijo de puta
te la robe. Algunos se rean. Otros seguan comiendo sus huevos y bebiendo su caf. Y el que haba
contado el primero, segua. Deca: por qu las mujeres no saben esquiar? Silencio. Pues porque en
la cocina no nieva nunca. Algunos no lo entendan. La mayora de los polis no haba esquiado en su
vida. En dnde esquiar en medio del desierto? Pero algunos se rean. Y el contador de chistes deca:
a ver, valedores, defnanme una mujer. Silencio. Y la respuesta: pues un conjunto de clulas mediana-
mente organizadas que rodean a una vagina. Y entonces alguien se rea, un judicial, muy bueno se,
Gonzlez, un conjunto de clulas, s, seor. Y otro ms, ste internacional: por qu la Estatua de la
Libertad es mujer? Porque necesitaban a alguien con la cabeza hueca para poner el mirador. Y otro:
en cuntas partes se divide el cerebro de una mujer? Pues depende, valedores! Depende de qu,
Gonzlez? Depende de lo duro que le pegues. Y ya caliente: por qu las mujeres no pueden contar
hasta setenta? Porque al llegar al sesenta y nueve ya tienen la boca llena. Y ms caliente: qu es ms
tonto que un hombre tonto? (se era fcil.) Pues una mujer inteligente. Y an ms caliente: por qu
los hombres no les prestan el coche a sus mujeres? Pues porque de la habitacin a la cocina no hay
carretera. Y por el mismo estilo: qu hace una mujer fuera de la cocina? Pues esperar a que se seque
el suelo. Y una variante: qu hace una neurona en el cerebro de una mujer? Pues turismo. Y entonces
el mismo judicial que ya se haba redo volva a rerse y a decir muy bueno, Gonzlez, muy inspirado,
neurona, s, seor, turismo, muy inspirado. Y Gonzlez, incansable, segua: cmo elegiras a las tres
mujeres ms tontas del mundo? Pues al azar. Lo captan, valedores? Al azar! Da lo mismo! Y: qu
hay que hacer para ampliar la libertad de una mujer? Pues darle una cocina ms grande. Y: qu hay
que hacer para ampliar an ms la libertad de una mujer? Pues enchufar la plancha a un alargue. Y:
cul es el da de la mujer? Pues el da menos pensado. Y: cunto tarda una mujer en morirse de un
disparo en la cabeza? Pues unas siete u ocho horas, depende de lo que tarde la bala en encontrar
el cerebro. Cerebro, s, seor, rumiaba el judicial. Y si alguien le reprochaba a Gonzlez que contara
tantos chistes machistas, Gonzlez responda que ms machista era Dios, que nos hizo superiores.
Y segua: cmo se llama una mujer que ha perdido el noventa y nueve por ciento de su cociente
intelectual? Pues muda. Y: qu hace el cerebro de una mujer en una cuchara de caf? Pues fotar. Y:
por qu las mujeres tienen una neurona ms que los perros? Pues para que cuando estn limpiando
el bao no se tomen el agua del water. Y: qu hace un hombre tirando a una mujer por la ventana?
Pues contaminar el medio ambiente. Y: en qu se parece una mujer a una pelota de squash? Pues
en que cuanto ms fuerte le pegas, ms rpido vuelve. Y: por qu las cocinas tienen una ventana?
Pues para que las mujeres vean el mundo. Hasta que Gonzlez se cansaba y se tomaba una cerveza y
se dejaba caer en una silla y los dems policas volvan a dedicarse a sus huevos. Entonces el judicial,
exhausto de una noche de trabajo, rumiaba cunta verdad de Dios se hallaba escondida tras los chis-
tes populares. Y se rascaba las verijas y pona sobre la mesa de plstico su revlver Smith & Wesson
modelo 686, de un kilo y casi doscientos gramos de peso, que haca un ruido seco, como el de un
trueno odo en la lejana, al chocar contra la superfcie de la mesa, y que lograba atraer la atencin
de los cinco o seis policas ms cercanos, quienes escuchaban, no, quienes divisaban sus palabras,
las palabras que el judicial pensaba decir, como si fueran espaldas mojadas perdidos en el desierto
y divisaran un oasis o un poblado o una manada de caballos salvajes. Verdad de Dios, deca el judi-
cial. Quin chingados inventar los chistes?, deca el judicial. Y los refranes? De dnde chingados
salen? Quin es el primero en pensarlos? Quin el primero en decirlos? Y tras unos segundos de
silencio, con los ojos cerrados, como si se hubiera dormido, el judicial entreabra el ojo izquierdo y
deca: hganle caso al tuerto, bueyes. Las mujeres de la cocina a la cama, y por el camino a madrazos.
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Qu es esto de los derechos humanos?
O bien deca: las mujeres son como las leyes, fueron hechas para ser violadas. Y las carcajadas eran
generales. Una gran manta de risas se elevaba en el local oblongo, como si los policas mantearan a
la muerte. No todos, por supuesto. Algunos, en las mesas ms distantes, refnaban sus huevos con
chile o sus huevos con carne o sus huevos con frijoles en silencio o hablando entre ellos, de sus cosas,
aislados del resto. Desayunaban, como si dijramos, acodados en la angustia y en la duda. Acodados
en lo esencial que no lleva a ninguna parte. Ateridos de sueo: es decir de espaldas a las risas que
propugnaban otro sueo. Por contra, acodados en los extremos de la barra, otros beban sin decir
nada, no ms mirando el borlote, o murmurando qu jalada, o sin murmurar nada, simplemente
fjando en la retina a los mordelones y a los judiciales.
ACTIVIDAD 6
Eje temtico:
Violencia a las mujeres. El insulto como agresin.
Propsitos:
Tomar conciencia acerca de la signifcacin de los insultos.
Evidenciar la desvalorizacin que estos producen.
Elaborar propuestas para impedir el desarrollo de estas agresiones.
Destinatarios/as:
Nios y nias a partir de 10 aos y adolescentes.
Materiales:
Papel afche, tijeras, goma de pegar, revistas y diarios para recortar, grabador.
Tiempo estimado:
90 minutos a 2 horas.
Primer momento
Consignas:
1. Clasifcar los insultos de acuerdo a su destinatario (varones o mujeres) y segn
su dureza.
2. Encuentran diferencias entre los insultos utilizados para los chicos y los utiliza-
dos para las chicas?
3. Qu sienten cuando los/las insultan?
4. Cmo se sentiran los chicos si los insultaran como a las chicas? Y a la inversa?
5. Por qu creen que se utilizan como insulto palabras que aluden a la condicin
sexual de las personas?
6. Qu solucin proponen ante el insulto?
Segundo momento
Elaborar una campaa publicitaria de concientizacin sobre la violencia de gnero:
El insulto es una agresin con palabras.
(A cada grupo se le asignar un formato diferente para la campaa: un spot televi-
sivo, un afche publicitario y una serie de slogans para radio).
Qu es esto de los derechos humanos?
201
Primer momento
Desarrollo:
La coordinacin pide al grupo total que diga insultos a manera de lluvia de ideas: de-
bern mencionar lo primero que se les ocurra, sin pensar. Se registran en el pizarrn
o sobre un papel afche.
Se arman subgrupos de 4 5 personas y se les entregan las consignas.
Cada grupo expone sus conclusiones y se comparan los aportes de cada uno. La co-
ordinacin guiar el debate partiendo del supuesto de que todos y todas, sin darnos
cuenta, hacemos dao con las palabras. Debe hacerse hincapi en que el insulto es
una forma de maltrato. Pueden introducirse otros interrogantes para discutir en el
grupo total: Por qu tienen tantas consecuencias personales los insultos?, todas las
personas responden de la misma manera a los mismos insultos?, qu sucede con
los vocablos dichos al azar, sin detenerse en su signifcado, insultos como conchuda
y boludo? A travs del anlisis de los insultos, se procurar identifcar aquellos que
ponen en evidencia una relacin de dominio, discriminacin y desvalorizacin, por
ejemplo, de los hombres sobre las mujeres. Se introduce la nocin de gnero y su
relacin con la universalidad de los derechos humanos. Se puede retomar la proble-
mtica de la discriminacin
62
.
Puede compartirse con el grupo total el siguiente texto:
LA CULTURA DEL TERROR/2
La extorsin,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrn,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la comida obligatoria,
la prohibicin de salir,
la prohibicin de decir lo que se piensa,
la prohibicin de hacer lo que se siente y
la humillacin pblica.
son algunos de los mtodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida
de la familia.
Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradicin fami-
liar perpeta una cultura del terror que humilla a la mujer, ensea a los hijos a
mentir y contagia la peste del miedo.
- Los derechos humanos tendran que empezar por casa -, me comenta, en Chi-
le, Andrs Domnguez
Galeano E. (1989). El libro de los abrazos. Editorial Siglo XXI, Madrid
62- Para ampliar, ver captulo 6 de este libro y la publicacin de APDH (2010) Discriminacin: Un abordaje didctico desde
los derechos humanos. Disponible en: www.apdh-argentina.org.ar
CAPTULO 4 | Las mujeres y los derechos humanos
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Qu es esto de los derechos humanos?
Segundo momento
Desarrollo:
Se propone al grupo formar 3 subgrupos y disear una campaa publicitaria bajo
el nombre El insulto es una agresin con palabras. El contenido de la campaa
incluir: un spot televisivo, un afche publicitario y una serie de slogans para radio.
Luego del trabajo en subgrupos, cada uno muestra su produccin. El grupo total
evala si lo producido transmite el mensaje adecuado con claridad. Si es necesario,
se incorporan las modifcaciones sugeridas. El nombre de la campaa puede variar
a partir de lo producido por los participantes. La campaa puede difundirse luego
a travs de Internet, radios y peridicos locales.
Bibliografa
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204
Qu es esto de los derechos humanos?
Derechos humanos y diversidades sexuales
Vivir plena y libremente la orientacin sexual e identidad y expresin de gnero
es un derecho de todas las personas. El respeto de las diversidades sexuales debe ser
garantizado en el marco de la vigencia de todos los derechos humanos.
Analizaremos, a continuacin, los fundamentos que hacen de dicho respeto un
elemento fundamental para la consolidacin de un sistema social cada vez ms justo
y democrtico.
A travs de la historia, la sexualidad ha sido construida culturalmente en base a
creencias mtico-religiosas que han originado regulaciones morales que pretenden
defnir lo que debe aceptarse como normal y vlido, y aquello que no
1
.
El sistema hegemnico contemporneo ha sido heterosexista, es decir, ha san-
cionado como nica experiencia sexual vlida a la heterosexualidad. De tal modo, la
sociedad patriarcal se ha esmerado a lo largo de los siglos en reprimir, ocultar, negar,
mutilar y castigar las mltiples expresiones de la diversidad sexual. Tal poder regu-
lador y opresor del deseo se ha dirigido preferencialmente hacia las mujeres, cuya
sexualidad ha sido relegada a la mera reproductividad. En concordancia, las personas
lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transgnero, transexuales e intersexuales han
sido estigmatizadas y discriminadas, ya que sus cuerpos, experiencias y deseos no
siempre tienen como fnalidad la reproduccin.
En varias culturas de la antigedad (tales como la egipcia, griega, romana o chi-
na) la homosexualidad y el lesbianismo
2
eran manifestaciones de la sexualidad, sin
especial relevancia. La era moderna y el discurso religioso (judeocristiano y musul-
mn) fueron instaurando la idea de una sexualidad heterosexual como normativa
y construyendo la concepcin de la homosexualidad como pecado y enfermedad,
castigndola, censurndola y prohibiendo su expresin.
An hoy, no menos de 85 Estados miembros de Naciones Unidas siguen crimi-
nalizando, anacrnicamente, los actos sexuales consensuados entre personas adul-
tas del mismo sexo. Todo esto pese a que, ya en 1973, la Asociacin Americana de
Psiquiatra -merced al surgimiento de nuevos paradigmas cientfcos que plantean
los procesos humanos como construcciones culturales, entre los que se incluye la
sexualidad- retir a la homosexualidad de la lista de trastornos mentales e indic
que se rechazaran las legislaciones que discriminan a las personas gays y lesbianas,
hecho que fue cabalmente ratifcado cuando, el 17 de mayo de 1990, la OMS (Orga-
nizacin Mundial de la Salud) elimin a la homosexualidad de la lista de patologas
psiquitricas.
Sin embargo, algunas corrientes reaccionarias y fundamentalistas de la medicina
y las psicoterapias todava intentan someter bajo su gida la vigilancia y el control de
1- Vese: Gonzlez Gmez, Yaneris Heterosexismo, homolesbofobia y Violencias. Julio de 2007.
2- Cabe aclarar que, en el presente trabajo, se utilizan estos conceptos para aludir a prcticas erticas y amorosas no
heterosexuales, aunque sin embargo son trminos que surgieron con posterioridad: la categora homosexual, por
ejemplo, es una construccin cultural que no se acu sino hasta principios del siglo XX.
205
la homosexualidad, el lesbianismo, la transgeneridad, transexualidad, intersexuali-
dad y el travestismo.
A nivel jurdico, los debates legislativos actuales han contemplado y ampliado el
reconocimiento expreso de derechos antes vedados a las sexualidades disidentes,
aunque resta todava un importante camino para situar estos avances a la par de
otras convenciones internacionales ratifcadas para la proteccin de derechos huma-
nos, como la de los derechos del nio (que debiera haberse llamado de los dere-
chos de nios, nias, adolescentes y jvenes), los derechos sexuales y reproductivos,
los derechos de las mujeres y las legislaciones antidiscriminatorias en general.
En el presente captulo abordaremos el tema del respeto a la diversidad sexual de
las personas, en el marco de la plena vigencia de los derechos humanos, algunos de
los cuales (como el derecho a la vida, a la integridad fsica, a la libertad y a la salud) se
relacionan ntimamente con la posibilidad de vivir plena y libremente la orientacin
sexual e identidad y expresin de gnero. La convivencia libre, pacfca y democrtica
de las sociedades debe estar fundada en asegurar el respeto de todos los derechos y
garantas individuales.
Los DD.HH. no pueden supeditarse al mandato heteronormativo, pertenecen a
todas las personas ms all de cualquier diversidad y disidencia sexual.
Defnamos algunos conceptos importantes.
Qu entendemos por DISIDENCIA SEXUAL?
Disidentes sexuales son aquellas personas que viven experiencias del deseo no sub-
sumidas a la heterosexualidad
3
.
Por qu se critica el uso de trminos como MINORAS SEXUALES?
Histricamente se ha califcado como minoras a numerosos grupos sociales cu-
yas experiencias y valores vitales (culturales, sexuales, polticos, etc.) se diferenciaban
de los valores dominantes.
En el presente, esta denominacin es cuestionada (desde numerosas corrientes
flosfcas, sociolgicas, polticas, antropolgicas, etc.) por remitir a un criterio mera-
mente cuantitativo que atenta contra muchos de los reclamos basados en el respeto
a los DD.HH.
Por todo esto, es que actualmente hablamos de Diversidad Sexual (e incluso de
Diversidades Sexuales), y no ya de Minoras Sexuales, para referirnos a la plurali-
dad y a las variaciones respecto de orientaciones sexuales e identidades de gnero,
eliminando la carga peyorativa que conlleva el uso del trmino minoras, el cual slo
remite a criterios numricos y sustrae el verdadero sentido que perseguimos en la
bsqueda de la igualdad de derechos para todas las personas.
3- La categora de disidencia sexual retoma los planteos feministas de la decisin sobre el cuerpo propio, el derecho al
placer, el derecho a la libertad sexual y a la exploracin de formas no mercantilizadas ni coercitivas de la sexualidad. Al
respecto puede consultarse la bibliografa citada en el captulo sobre los derechos humanos de las mujeres.
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
206
Qu es esto de los derechos humanos?
Discriminacin: Qu es la Homo-Lesbo-Transfobia?
Homofobia es el miedo o la aversin hacia la homosexualidad y/o hacia los ho-
mosexuales, que conlleva la discriminacin, el odio, la hostilidad o la desaprobacin
hacia dichas personas.
Lesbofobia, de modo anlogo al concepto anterior, es el odio y/o aversin y el trato
discriminatorio hacia las lesbianas.
Transfobia es el miedo, la aversin y discriminacin hacia las personas transexuales
y/o transgnero.
Las personas bisexuales, quienes tambin padecen habitualmente similar hosti-
lidad y discriminacin social, suelen quedar subsumidas dentro del comportamien-
to homolesbofbico, sumando as un plus discriminatorio por ser invisibilizada su
orientacin sexual al no ser ni siquiera distinguida de las otras mencionadas.
La homo-lesbo-transfobia es la combinacin de los comportamientos discrimina-
torios antes explicitados.
Para entender mejor todos estos conceptos debemos diferenciar entre sexo,
orientacin sexual e identidad de gnero y expresin de gnero.
Qu se quiere decir con el trmino Sexo?
Por sexo nos referimos a la distincin que culturalmente hemos efectuado entre
varones y mujeres, a partir de criterios de tipo biolgico (genticos, genitales, hormo-
nales, etc.)
4
.
La intersexualidad es la condicin de las personas que presentan de forma simult-
nea caractersticas sexuales correspondientes a mujeres y varones, en grados variables.
No slo se puede ser varn o mujer, la intersexualidad es la prueba que evidencia
esa diversidad
5
.
La medicina actual clasifca el sexo de las personas por sus rganos genitales, por
sus cromosomas, gnadas, hormonas y por su aparato reproductor interno. Sin em-
bargo, stos no siempre son indicadores sufcientes para determinar el sexo. Todo ser
No es lo importante cuntos seres humanos son, por ejemplo, cristianos o judos, moro-
chos o pelirrojos, altos o bajos, hispanoparlantes o angloparlantes, homosexuales o hete-
rosexuales, lo esencial es que todas y cada una de las personas tienen derechos humanos
cuyo respeto siempre debemos exigir. Por eso no hablamos de minoras o mayoras, sino
de RESPETO A LA DIVERSIDAD.
4- Los Estudios sobre las Mujeres y de Gnero, desde los valiosos aportes de las escuelas flosfcas, histricas y pol-
ticas han puesto nfasis, durante las ltimas dcadas, en analizar crticamente trminos como el de minora, con los
que el sistema dominante ha intentado circunscribir y controlar las luchas de numerosos colectivos oprimidos. Como
ejemplo, basta recordar que hasta hace no mucho tiempo los sectores ms conservadores aludan a la discriminacin
de gnero sufrida por todas las mujeres sealando a dicho sector social -es decir, a la mayora absoluta de toda la
poblacin humana- como una minora.
5- Al respecto puede consultarse la informacin provista por la Sociedad Intersexual de Norteamrica http://www.
isna.org/espanol y por la Organizacin Internacional de Intersexuales, http://oii-espana.blogspot.com
207
humano nace con una combinacin nica de esos factores. As, las combinaciones
posibles son innumerables y la asignacin del sexo puede ser, en muchos casos una
mera suposicin, una conjetura que podr luego ser ratifcada o refutada.
Es preciso recalcar, una vez ms, que todos los seres humanos nacen libres e igua-
les en dignidad y derechos. Sin embargo, las personas intersexuales no son tratadas
con dignidad. Sus derechos son violados recurrentemente: cuando se las mutila y
se las priva de la capacidad para disfrutar de su vida sexual. Cuando se las priva del
derecho a negarse a cirugas mutiladoras superfuas y asignaciones de sexo errneas.
Cuando se les realizan cirugas puramente estticas, cercenando sus cuerpos y con-
dicionando sus vidas, para hacer que otros sientan aliviados sus nimos al adjudicar
arbitrariamente uno de los dos nicos sexos culturalmente construidos y aceptados,
desconociendo la riqueza, diversidad y pluralidad existente en la naturaleza
6
.
Qu se entiende por ORIENTACIN SEXUAL?
Con orientacin sexual se hace referencia a la heterosexualidad, homosexuali-
dad, lesbianismo y bisexualidad de los seres humanos, en referencia a las caracters-
ticas de las personas que constituyen el objeto del deseo amoroso, ertico o sexual
de las mismas.
Lesbianas y gays son mujeres y varones que aman y se relacionan sexualmente
con personas de su mismo sexo, en tanto las personas bisexuales lo hacen con am-
bos y las heterosexuales con las del sexo opuesto.
Qu es la IDENTIDAD DE GNERO?
La identidad de gnero se refere al conjunto de conductas, valores y estereotipos
que culturalmente han construido la fgura de lo masculino y lo femenino. La flosofa,
la teora poltica y la sociologa contemporneas han comenzando hace tiempo a
hablar de gneros, pluralizando el dualismo conservador para incluir otras variantes
(por ejemplo el travestismo y la transexualidad) evidenciando el carcter de cons-
truccin social de lo aceptado como masculino y femenino.
En relacin al travestismo es necesario distinguir entre las travestis -quienes han
adoptado una identidad genrica femenina sin modifcar su genitalidad- y los tra-
vestis -quienes adoptan el gnero masculino sin modifcar su genitalidad-.
No debemos confundir travesti con transformista, ya que ste ltimo trmino
alude a las personas que adoptan una expresin de gnero femenina o masculina
slo como tcnica de actuacin.
A diferencia de lo que ocurre en el travestismo, las personas transexuales asumen
su identidad como varones o mujeres modifcando adems su genitalidad mediante
intervenciones quirrgicas y/o tratamientos hormonales.
6- Tales cirugas son efectuadas a instancias de la presin estatal por clasifcar binariamente a la ciudadana segn dos
sexos nicos, con el consentimiento de los progenitores de las personas intersexuales, quienes en general no reciben
informacin adecuada y completa de los sistemas de salud, sean pblicos o privados. Puede verse como material ilus-
trativo el largometraje argentino XXY, dirigido por Luca Puenzo y protagonizado por Ricardo Darn, que testimonia
un caso excepcional por su respeto a la singularidad de las personas.
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
208
Qu es esto de los derechos humanos?
El trmino transgnero es utilizado para referirse a las personas que adoptan la
identidad genrica masculina o femenina con o sin intervencin quirrgica de por
medio.
Cabe sealar que las/los travestis y transexuales no son necesariamente homo-
sexuales, ya que la identidad de gnero no est ligada a una orientacin predeter-
minada.
Las prcticas discriminatorias hacia la diversidad sexual constituyen productos
culturales, como todo acto de discriminacin: ningn ser humano nace siendo ho-
mo-lesbo-transfbico, sino que aprende a serlo segn va creciendo
7
.
Tal comportamiento discriminador de las sociedades y de la ciudadana tiene un
efecto directo, muchas veces devastador, sobre la vida de las personas no hetero-
sexuales, adems de obstaculizar la implementacin de estrategias de educacin,
prevencin y sensibilizacin en torno del respeto a la diversidad sexual
8
.
La discriminacin hacia personas homosexuales, lesbianas y trans opera en
distintos niveles:
En el mbito personal se manifesta cuando una persona tiene la creencia de que,
por ejemplo, los gays y las lesbianas merecen odio o lstima por no poder controlar
sus deseos, por estar perturbados/as, por ser genticamente defectuosos/as, inmo-
rales, anormales e inferiores a los/as heterosexuales.
A nivel interpersonal se expresa cuando los mencionados prejuicios personales se
transforman en actitudes discriminatorias que afectan la relacin entre las personas
en mbitos como el familiar, laboral y social. Algunos ejemplos son:
Los apodos o chistes cuyo propsito es insultar o difamar.
La agresin fsica o verbal y otras formas de violencia.
El retiro de apoyo, el rechazo, el abandono por parte de amigos, compaeros, cole-
gas de trabajo, familiares, etc.
La negativa de propietarios a alquilar departamentos, de comerciantes a prestar
servicios, de aseguradoras a ampliar su cobertura, de patrones a contratar, basndo-
se en una identidad sexual real o atribuida, entre muchas otras conductas discrimi-
natorias.
A nivel institucional remite al modo en que organismos gubernamentales, empre-
sariales, profesionales, educativos o religiosos discriminan sistemticamente a las
personas por su orientacin sexual o identidad y expresin de gnero. A veces esta
discriminacin se refugia en leyes, cdigos o reglamentos y a menudo opera para
legitimar la homo-lesbo-transfobia interpersonal.
Desde el punto de vista cultural contempla las normas o cdigos sociales de con-
ducta que, sin estar expresados en una ley o reglamento, funcionan colectivamente
legitimando la opresin, manifestndose en la negacin de la diversidad, la invisibi-
7- Vese: ILGA (Asociacin Internacional de Lesbianas y Gays), Homofobia de Estado, Abril 2007. http://www.ilga.org/
statehomophobia/Homofobia_de_Estado_ILGA_07.pdf
8- Vese: En profundidad. http://www.choike.org/nuevo/informes/980.html
Qu es esto de los derechos humanos?
209
lizacin de discursos e imgenes no heterosexuales en los medios de comunicacin,
los productos culturales, la historia ofcialmente contada, el aislamiento y la segrega-
cin, la utilizacin de denominaciones despectivas y estereotipos, la ridiculizacin
masiva, etc.
Aunque no sean vctimas directas de violencia, es inevitable que la lucha constan-
te contra un entorno discriminador tenga secuelas, a veces devastadoras, en perso-
nas no heterosexuales.
El vivir bajo la presin de tener que fngir que no se es gay o lesbiana, por ejem-
plo, temiendo que la homofobia destruya sus relaciones familiares, su amor propio y
hasta sus mismas vidas, tiene un alto costo. La opresin social y el miedo al rechazo
pueden llevar a la depresin, al abuso de drogas y al suicidio. Casi todos los grupos
tradicionales de apoyo a las personas jvenes (la familia, las agrupaciones religiosas,
las escuelas) rechazan, condenan o niegan la existencia de la juventud gay y lesbiana.
Sin un sistema de apoyo, muchos de estos jvenes se convierten en vctimas de la
sociedad. Estudios realizados evidencian que hay mayor nmero de suicidios entre
personas jvenes gays y lesbianas que entre las heterosexuales.
Se citan a continuacin, algunos datos estadsticos que ponen de manifesto es-
tas realidades. Lamentablemente, no contamos en nuestro pas con datos ofciales
referidos a estas causales de discriminacin
9
:
Segn estudios de los Servicios de Salud de Estados Unidos, la juventud gay y les-
biana se suicida de dos a tres veces ms que el resto de las y los jvenes. El 30% de
todos los suicidios entre la juventud se relacionan con padecimientos ligados a la
identidad sexual
10
.
Un estudio australiano reciente ha indicado que el 25% de las jvenes lesbianas y el
40% de los jvenes gays han tenido tentativas de suicidio.
El 45% de los gays y el 20% de las lesbianas afrmaron haber experimentado agre-
siones verbales y/o violencia fsica durante la escuela secundaria como resultado de
su orientacin sexual.
El 33% de los gays y el 34% de las lesbianas afrmaron haber sufrido violencia fsica
a manos de algn miembro de su familia como resultado de su orientacin sexual.
Un estudio psicolgico realizado entre 484 estudiantes de seis universidades esta-
dounidenses diferentes seala que el 18% de los varones entrevistados admitieron
haber proferido amenazas verbales y/o violencia fsica contra personas que parecan
ser gays o lesbianas.
El 28% de los y las estudiantes gays y lesbianas del nivel secundario en EE.UU. expe-
rimentan bajo rendimiento acadmico debido a las agresiones sufridas en referencia
a su orientacin sexual.
El 80% de la juventud gay, lesbiana y bisexual padece problemas de aislamiento
severo a nivel social, emocional y cognoscitivo.
9- Ver datos estadsticos recopilados en: http://www.gayfamilysupport.com
10- Gibson, P. Suicidio de la juventud gay y lesbiana. En Feineib, M. (Ed.), Prevencin del suicidio en la juventud (Vol.3),
Washington D.C., 1989.
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
210
Qu es esto de los derechos humanos?
El 53% de los y las estudiantes afrma haber padecido comentarios homofbicos
hechos por el personal de las escuelas.
Los y las jvenes gays y lesbianas padecen cuadros depresivos cuatro a cinco veces
ms que sus pares heterosexuales.
Segn un estudio realizado en 1987 por el Ministerio de Justicia de EE.UU., los ho-
mosexuales son probablemente las vctimas ms frecuentes de los llamados crme-
nes de odio.
El activismo LGBTI
11
Gran parte de los prejuicios contra las personas homosexuales lesbianas o trans
son resultantes de la ignorancia y el miedo, abonados por las herencias de los viejos
imperios coloniales, y la consecuencia de legislaciones conformadas de acuerdo a
interpretaciones fundamentalistas de textos o creencias religiosas. As, las leyes ho-
mfobas promocionan de manera institucional una cultura del odio y la violencia,
obligando a un segmento de la ciudadana a esconderse, por miedo, del resto de la
sociedad, a permanecer invisibles y a negar su identidad.
La lucha por el respeto de la diversidad debe ser una lucha de toda la sociedad.
En tal sentido, la igualdad de todas las personas y el reconocimiento y respeto de
todos los derechos humanos resulta esencial para el aprendizaje y la convivencia de-
mocrtica.
Por ello, es objetivo de las organizaciones LGBTI, que luchan por los derechos de
las personas gays, lesbianas, bisexuales, trans e intersexuales, lograr que se reformen
esas leyes discriminatorias y que se aprueben otras que protejan explcitamente la
libertad de orientacin sexual e identidad y expresin de gnero. Como ya se ha
mencionado, la vigencia formal no se traduce en vigencia real de manera inmediata.
Las reformas legislativas por s solas no resolvern las situaciones de discriminacin y
violencia basadas en la homofobia social generalizada, la cual no slo opera a travs
de las leyes.
Es preciso un cambio cultural para modifcar el comportamiento discriminador
de las sociedades y es la educacin, desde sus etapas ms tempranas, la va para pro-
mover la conformacin de una ciudadana ms justa, democrtica y libre.
En procura de ese cambio, las organizaciones que trabajan por el respeto a los de-
rechos de las personas no heterosexuales desarrollan distintas tareas para combatir
la discriminacin:
Realizan estudios sobre las distintas expresiones de la homo-lesbo-transfobia.
Analizan la incidencia de la homo-lesbo-transfobia en la sociedad.
Denuncian la desproteccin en la que el Estado deja a las personas en lo referente
a garantizar la igualdad de derechos a gays, lesbianas y trans ante la ley, y su rol en
legitimar y hasta en promover la homo-lesbo-transfobia.
Tratan de incidir en mbitos internacionales donde se defnen las obligaciones de
los Estados con respecto a los derechos de las personas.
11- Ver en anexo digital algunas de las Organizaciones LGTTTBI (Lesbianas, Gays, Transgneros, Travestis, Transexuales,
Bisexuales e Intersexuales) ms representativas en Argentina y a nivel mundial.
211
Reciben las denuncias de las vctimas de discriminacin y de violencia.
Documentan las discriminaciones que sufren las personas no heterosexuales en
distintos mbitos.
Realizan campaas concientizadoras para promover los comportamientos no-
discriminatorios.
Llevan adelante programas de contencin y socializacin para personas LGBTI.
Efectan acciones para fortalecer la visibilidad social de las identidades LGBTI,
favoreciendo la inclusin de aquellas personas que, por encontrarse aisladas so-
cialmente, no encuentran imgenes LGBTI de identifcacin positiva.
Realizan campaas considerando las especifcidades LGBTI, generalmente relega-
das en los programas sanitarios pblicos y privados.
Organizan eventos de reclamos socio-polticos y de reivindicacin colectiva, tales
como las Marchas del Orgullo LGBTI.
Participan junto a otros movimientos sociales en acciones de reclamo y reivindica-
cin del respeto a los DD.HH., como manifestaciones, marchas, petitorios, presen-
tacin de proyectos de ley, etc.
Dado que tanto la penalizacin como la invisibilidad legal de las relaciones
sexuales afecta el derecho de gays y lesbianas a la igualdad de trato y de oportuni-
dades, y al acceso igualitario al empleo, la vivienda, los servicios pblicos, las pen-
siones, los benefcios de salud, la educacin, etc., las organizaciones LGBTI sealan
que no slo son necesarias profundas transformaciones socio-culturales sino que,
adems, son indispensables, las reformas que eliminen la legislacin discriminato-
ria e introduzcan nuevas normativas para defender explcitamente la libertad de
orientacin sexual.
Numerosos pases (entre los que cabe destacar a Sudfrica, Ecuador y Fiji dentro
del hemisferio sur) han incluido ya en su Constitucin la orientacin sexual como
una categora expresamente protegida contra la discriminacin.
Un antecedente internacional importante lo constituye la denuncia presenta-
da, en 1994, por un ciudadano australiano ante el Comit de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas (ONU) contra una ley que penalizaba el sexo consensua-
do entre varones adultos en Tasmania, Australia. El Comit declar que tales leyes
violan el derecho a la privacidad y a estar libre de discriminacin, y agreg que la
referencia a sexo en las clusulas no-discriminatorias del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Polticos (PIDCP), (artculos 2(1) y 26), se debe entender como
abarcativa de la orientacin sexual. Es decir, los derechos defnidos en el PIDCP no
se pueden negar a ninguna persona por su orientacin sexual.
Sin embargo, an no existe ningn tratado internacional que consagre explci-
tamente la no discriminacin de las diversidades sexuales. Ms all de que, como
en el mencionado caso, mediante la interpretacin y aplicacin analgica resulte
tendencioso no reconocer tales derechos.
Slo merced a la intensa presin internacional de sectores reaccionarios y/o
fundamentalistas como la Organizacin de la Conferencia Islmica (OCI), los sec-
tores jerrquicos de la Iglesia Catlica, la derecha cristiana evanglica y la derecha
juda se ha venido impidiendo el dictamen de una resolucin sobre orientacin
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
212
Qu es esto de los derechos humanos?
sexual y Derechos Humanos, ante la Comisin de Derechos Humanos de las Nacio-
nes Unidas.
En Argentina son numerosas y diversas las organizaciones que trabajan por los
derechos humanos de las personas no heterosexuales, y la historia del activismo
LGBTI es una de las ms ricas del continente.
A continuacin incluimos un listado con algunas de las organizaciones que tra-
bajan por el respeto a las diversidades sexuales y los derechos humanos de las
personas no heterosexuales en Argentina:
Federacin Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Trans
Tels.: (011) 4383-7413 / Mvil: 15-6370-1200
[email protected] / www.lgbt.org.ar
VOX Argentina Asociacin Civil
Entre Ros 1791PA - S2000CRS - Rosario - Urquiza 2192, ofcina 5 -
S3000FFD, Santa Fe / [email protected] / www.wix.com
La Fulana
Centro Comunitario para Mujeres Lesbianas y Bisexuales
Av. Corrientes 1785 2 C- CABA - Tel. (011) 4383-7413/ 1565489542
[email protected] / www.lafulana.org.ar
CHA (Comunidad Homosexual Argentina)
Toms Liberti 1080 CABA - Tel./fax: (011) 4361-6382
[email protected] / www.cha.org.ar
Asociacin Travestis Transexuales Transgnero Argentinas
Corrientes 2763 - 4 Piso Dto. 11 - (1046) CABA - Tel: (011) 4963-2474
[email protected] / www.attta.org
Padres, Familiares y Amigos de Gays y Lesbianas
Tel.: (011) 4744-2929/ 4567-7815 / [email protected]
www.familiaresdegays.org
Club de Osos de Buenos Aires (Asociacin Civil)
Humberto 1 1662/4 - CABA / [email protected]
www.ososdebuenosaires.com
Grupo NEXO
Av. Callao 339, Piso 5 (C1022AAD) - CABA / Tel.: (011) 4374-4484 [email protected]
www.nexo.org
Fundacin Buenos Aires Sida
Av. Juan Bautista Alberti 2509 - CABA / Tel.: 4637-4472 (Lun. a Vier. de 11 a 16 hs.)
[email protected] / www.fbas.org.ar
213
Visibilidad y reivindicacin de derechos
Las Marchas del Orgullo LGBTI
Estas marchas se realizan en numerosas ciudades de Argentina y del mundo, re-
presentan instancias plurales donde la afrmacin de la propia identidad, la reivin-
dicacin de los derechos y la visibilizacin pblica de las diversidades confuyen en
multitudinarias concentraciones colectivas.
En nuestro pas, la marcha se celebra todos los aos, un sbado del mes de noviem-
bre, conmemorando la creacin de Nuestro Mundo, el primer grupo gay que funcio-
n en Argentina en 1967, y en recuerdo de los denomi-
nados Sucesos de Stonewall.
El 28 de junio de 1969, un bar gay llamado Sto-
newall Inn del barrio de Greenwich Village en New
York, EE.UU., fue allanado por la polica. En esa opor-
tunidad, travestis, gays y lesbianas no respondieron
con sumisin. Decidieron rebelarse ante la injusticia, la
humillacin, el maltrato y el atropello a sus derechos
cvicos.
Se escuch por primera vez: Estoy orgulloso de ser
gay/ de ser lesbiana/ de ser travesti. Tres das de revuel-
tas populares se sucedieron en las calles del barrio.
La polica, fnalmente, tuvo que retroceder. Un ao
despus, unas diez mil personas se congregaron fren-
te a las puertas del Stonewall, en la calle Christopher, y marcharon espontneamente
por la Quinta Avenida, hasta el Central Park.
Esa fue la Primera Marcha LGBTI de la historia. Desde entonces, centenares de
ciudades en el mundo entero se han ido sumando a esta jornada de lucha y festejo.
As, desde 1992, gays, lesbianas, travestis, transexuales, transgneros e intersexuales
marchan en Buenos Aires, recordando esta movilizacin inicial, desde la propia his-
toria, cada noviembre
12
.
17 de Mayo - Da Internacional contra la Homo-Lesbo-Transfobia.
El 17 de mayo de 1990, la Asamblea General de Organizacin Mundial de la Salud
(OMS) suprimi, defnitivamente, a la homosexualidad de su lista de enfermedades
mentales. No fueron razones cientfcas las que haban llevado a la consideracin de
la homosexualidad como una enfermedad, sino los prejuicios y actitudes irracionales
que permitieron, a algunos sectores sociales, justifcar la discriminacin y la intole-
rancia hacia las personas LGBTI.
En nuestros das, las organizaciones LGBTI de todo el mundo luchan para que el
Alto Comisionado y la Comisin de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ratif-
quen esa fecha como jornada mundial contra la homo-lesbo-transfobia.
12- Respecto de la Historia de la Marcha del Orgullo, citamos aqu el relato que fgura en la pgina ofcial de tal evento:
http://www.marchadelorgullo.org.ar
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
214
Qu es esto de los derechos humanos?
Educar en el respeto de la diversidad
Histricamente no se ha permitido a la sexualidad humana poder desarrollarse
como un asunto privado que se practica en la intimidad. Ha sido siempre objeto de
intervencin para los ms variados actores polticos, quienes se han arrogado el po-
der de controlar el comportamiento de la ciudadana.
Los Estados, las religiones, la medicina, el sistema educativo, los medios de co-
municacin y las dems instituciones han dado lugar a prcticas sistematizadas es-
pecfcas como, por ejemplo, la confesin, la escolarizacin, el encarcelamiento, la
informacin, la hospitalizacin, el tratamiento psiquitrico, etc.
Cotidianamente muchas prcticas, usos y costumbres siguen discriminando a
quienes no tienen la orientacin sexual hegemnica o a quienes su identidad de g-
nero les hace diferentes de su gentica o su genitalidad.
Consideramos que un cambio profundo y valioso hacia el respeto y la integracin
debe partir del sistema educativo y de campaas comunicacionales, lo cual debe
acompaarse de las reformas legislativas pertinentes, tales como admitir que la ope-
racin quirrgica de adecuacin de sexo a la identidad de gnero no confgura delito,
permitir la adecuacin de la documentacin segn la identidad de gnero, respetar
y regular la igualdad civil de las personas no heterosexuales, proteger a las parejas
del mismo sexo en materia previsional y de seguridad social, asegurar la igualdad del
matrimonio, unin civil y concubinato entre personas del mismo sexo y la posibilidad
de la adopcin de nias, nios y adolescentes por cualquier adulto o pareja, con inde-
pendencia de la consideracin de su orientacin sexual. Todos estos avances jurdicos,
respetuosos de la diversidad de las personas y de los derechos humanos, no podrn
consolidarse si los cambios culturales y educativos necesarios no se implementan, res-
petando el deseo de libertad y democracia que nuestra sociedad se merece.
Es preciso formar ciudadanos y ciudadanas capaces de convivir respetando la
diversidad afectivo-sexual. Para ello resulta indispensable garantizar a las personas
LGBTI el derecho a recibir educacin en un ambiente de respeto y afecto, que con-
temple con equidad todas las orientaciones sexuales, las diferentes identidades de
gnero y los modelos familiares plurales. Prevenir el acoso homo-lesbo-transfbico
y erradicarlo de las instituciones educativas, modifcar los planes de estudio para re-
fejar de forma positiva las diversidades sexuales humanas y promover la autoestima
positiva de estudiantes y docentes LGBTI, as como de sus familias, todo ello impli-
ca desterrar del sistema educativo formal la percepcin errnea de las diversidades
como realidades fuera de lo normal.
Es imperativo eliminar de los planes de estudio cualquier concepcin que sos-
tenga planteos discriminatorios o de odio hacia lesbianas, gays, bisexuales o perso-
nas trans e intersexuales. Si se plantean los espacios educativos para el respeto a
la diversidad, como mbitos donde la problematizacin es permanente, podremos
pensar en desnaturalizar prejuicios rompiendo con los mitos arcaicos en los que se
fundamentan. Desde el inicio del trnsito por el sistema educativo formal, las perso-
nas aprehenden y construyen una visin del mundo, de las relaciones afectivas y fa-
miliares: cuntas veces los educadores y educadoras hemos cuestionado nuestro rol
215
en esta construccin? a travs de qu prcticas ayudamos a naturalizar prejuicios?,
mediante qu otras experiencias podramos contribuir al desarrollo de nuevos pa-
radigmas sociales de las relaciones afectivas y familiares, mostrando, aceptando y
respetando la diversidad de las personas?
Es la educacin para y desde el respeto a la diversidad, la que podr romper los mitos arcaicos en los
que se ampara la ignorancia que genera prejuicios. A partir de la ms temprana escolarizacin, los y
las docentes tienen la valiosa funcin de contribuir al desarrollo de nuevos paradigmas sociales de
las relaciones afectivas y familiares, aceptando, respetando, mostrando y protegiendo la diversidad
de las personas.
Diversidades sexuales y legislacin en Argentina
Nuestra Constitucin Nacional ya consagraba la igualdad ante la ley desde 1853
y la Ley Antidiscriminatoria N 23.592 condena, desde 1988, todo acto u omisin que
impida, obstruya, restrinja o menoscabe el pleno ejercicio de los derechos y garan-
tas fundamentales sobre bases igualitarias
13
.
Sin embargo, no han sido muchos los avances para integrar en la legislacin, en
la jurisprudencia de los tribunales y en las polticas pblicas la consideracin del res-
peto a la diversidad sexual de las personas.
La reforma constitucional de 1994 perdi una nueva oportunidad de consagrar
expresamente con ese rango la no discriminacin por razn de orientacin sexual,
omisin que no se remedia totalmente por la va de la incorporacin de los tratados
internacionales en materia de derechos humanos, puesto que si bien muchos de
ellos pueden ser interpretados en forma armnica o analgica en defensa de esa
causa, ninguno de ellos postula explcitamente dicho principio.
En la Constitucin de 1996 de la Ciudad de Buenos Aires, fnalmente, se incluy,
en el artculo 11, no slo la idntica dignidad de las personas y su igualdad ante la
ley, sino tambin el derecho a ser diferente y a la no discriminacin por razones
de gnero u orientacin sexual. Tambin se derogaron los nefastos edictos policia-
les y se suprimi la detencin preventiva en materia contravencional, todos ellos
instrumentos frecuentemente utilizados para la persecucin y castigo ilegtimo de
la diversidad sexual (Art.14). Se consagraron adems, por primera vez en la historia
argentina, los derechos sexuales, libres de coercin y violencia, como derechos hu-
manos bsicos, distinguindolos de los derechos reproductivos (Art.37).
El 12 de diciembre del ao 2002, la Legislatura de la Ciudad Autnoma de Bue-
nos Aires sancion la Ley de Unin Civil entre personas de igual o diferente sexo, lo
que para muchos sectores constituy un paso adelante en el reconocimiento jurdi-
co y social hacia los derechos de las personas no pertenecientes al sistema hetero-
normativo imperante
14
.
13- Nos basamos para este punto en: Lubertino, Mara Jos El compromiso poltico con la diversidad sexual en la Argen-
tina. ISPM, Buenos Aires, noviembre de 2000.
14- Ver Anexo digital, material complementario: Texto de la Ley de Unin Civil de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires.
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
216
Qu es esto de los derechos humanos?
A esta renovacin legal se sum tambin la Ley de Unin Civil de la Provincia de
Ro Negro y los diversos proyectos de ley en igual sentido presentados en nume-
rosos distritos del pas como, por ejemplo, los de Crdoba, La Pampa, Neuqun y
Mendoza.
As, en la bsqueda de la plena igualdad jurdica que consagran la legislacin
argentina y todos los tratados de derechos humanos, muchas organizaciones LGBTI
continuaron las acciones tendientes a promover una Ley de Matrimonio respetuosa
de las diversidades sexuales, a semejanza de lo alcanzado en numerosos estados del
mundo. Precisamente, en los pases en los que se ha aprobado, el matrimonio entre
personas del mismo sexo simplemente ha implicado la extensin de la institucin
del matrimonio, manteniendo su naturaleza, requisitos y efectos, lo que incluye lo
relativo a herencia, pensin, obra social y adopcin.
La Federacin Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) presen-
t en el Congreso Nacional un Proyecto de Ley para permitir el casamiento entre
personas del mismo sexo, el cual fue elaborado por el diputado socialista santafesino
Eduardo Di Pollina y por Marcela Rodrguez del ARI, avalado con la frma de legisla-
dores de un variado origen partidario, y la suma de numerosas adhesiones.
Tal proyecto no buscaba crear nuevas instituciones, distintas del matrimonio ac-
tual, sino que se limitaba a modifcar dos artculos del Cdigo Civil:
El 172, que prescribe que es indispensable para la existencia del matrimonio el
pleno y libre consentimiento expresado personalmente por hombre y mujer ante la au-
toridad competente. La propuesta modifca los trminos hombre y mujer por los
contrayentes e incluye el concepto de que el consentimiento exige iguales requisitos
y produce idnticos efectos, sean los contrayentes del mismo o de diferente sexo.
El 188, que establece el famoso los declaro marido y mujer. El texto, en la parte
pertinente, reza as: En el acto de la celebracin del matrimonio, el ofcial pblico leer
a los futuros esposos los artculos 198, 199, y 200 de este Cdigo, recibiendo de cada uno
de ellos, uno despus del otro, la declaracin de que quieren respectivamente tomarse
por marido y mujer, y pronunciar en nombre de la ley que quedan unidos en matri-
monio. El proyecto cambia la frase tomarse por marido y mujer por constituirse en
cnyuges.
Por lo dems, el resto de los artculos que propona modifcar implicaban dicha
adecuacin a la norma principal, es decir, cambiar siempre los trminos que impli-
casen gnero por conceptos neutros como cnyuge, contrayente o persona, por-
que lo que se busca es la igualdad ante la ley y la no discriminacin, avalada por la
Constitucin Nacional que establece, tanto en su texto como en los tratados interna-
cionales incorporados, que todas las personas tienen derecho a casarse y fundar una
familia, no habiendo en la Carta Magna ninguna defnicin de familia que la limite a
la unin entre un hombre y una mujer ni que prohba el matrimonio entre personas
del mismo sexo.
El proyecto enumeraba los casos internacionales en los que el matrimonio en-
tre personas de igual sexo se haba implementado con anterioridad, como en Ho-
217
landa, Blgica y Espaa, dado que un argumento
recurrente de las posturas discriminatorias soste-
na que el concepto de familia y de matrimonio
eran, universalmente, la unin de un varn y una
mujer, pese a que en muchas partes del mundo,
existen conceptos de familia y matrimonio ms
abarcativos.
En igual sentido, el 16 de octubre de 2007,
fue presentado en el Senado Nacional el Proyec-
to de Ley modifcatorio del Cdigo Civil respecto
a la institucin del matrimonio para personas del
mismo sexo, y otras cuestiones conexas, por la
senadora Vilma Ibarra.
Argentina hacia una sociedad ms justa y democrtica
Ley de Matrimonio Igualitario: El ao 2010 ha marcado un hito en el mbito
legislativo de nuestro pas, ya que se han alcanzado conquistas de ndole normativa,
instalando el debate tanto social, como parlamentario. Su profunda incidencia en la
calidad de vida de los ciudadanos y las ciudadanas ha comenzado a producir cam-
bios centrales en el respeto a la dignidad de las personas y a la igualdad de derechos
ante la ley, en lo referido a las diversidades sexo-genricas.
La sancin y promulgacin de la Ley 26.618, tambin llamada Ley de Matrimonio
Igualitario, la media sancin de la Cmara de Diputados de la Nacin a la reforma de
la Ley Antidiscriminatoria y los Proyectos de Ley de Identidad de Gnero y de Aten-
cin Sanitaria para la Reasignacin de Sexo, constituyen un salto cualitativo en la
bsqueda de una sociedad ms justa, ms democrtica e igualitaria. Con el decidido
impulso del Gobierno Nacional encabezado por la presidenta Cristina Fernndez y
el apoyo mayoritario de legisladoras y legisladores, tanto del Frente para la Victoria,
como del Socialismo, el progresismo de centro-izquierda y diversos sectores polti-
cos de origen radical, esta reforma del Cdigo Civil abri una nueva instancia de am-
pliacin de derechos. Algunos ejemplos son: el derecho a la herencia, a la asistencia
recproca, la adopcin conjunta, la patria potestad compartida, el goce de licencias
laborales en igualdad de condiciones con los matrimonios heterosexuales, etc.
La sancin de la Ley de Matrimonio Igualitario, que modifc el Cdigo Civil ar-
gentino y reconoci el derecho al matrimonio en igualdad de condiciones para con-
trayentes de igual o distinto sexo, ha colocado a nuestro pas a la vanguardia de los
Estados, cuyas legislaciones incorporan progresivamente a los sectores sociales que
han sido histricamente marginados y oprimidos, tambin desde el punto de vista
normativo
15
.
15- Ver anexo digital, material complementario: Ley 26.618 Matrimonio civil.
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
218
Qu es esto de los derechos humanos?
Reforma de la Ley Antidiscriminatoria: En ese mismo ao, 2010, la Cmara de
Diputados de la Nacin dio media sancin al proyecto que modifca la Ley de Pe-
nalizacin de Actos Discriminatorios y que incorpora la inclusin de la orientacin
sexual e identidad de gnero en el listado de los argumentos discriminatorios pu-
nibles, proveyendo los elementos necesarios para la lucha contra la discriminacin.
Dicho Proyecto, cuya autora pertenece a la Diputada Nacional Marcela Rodrguez
(CC-ARI), fue apoyado por Diputadas y Diputados de todos los bloques con repre-
sentacin parlamentaria y logr dictamen de las comisiones de Derechos Humanos
y Legislacin Penal, sin disidencias ni observaciones.
Ley 26.743, Identidad de Gnero: El proyecto por el cual el Estado garantiza el
respeto a la identidad de gnero y profundiza en las polticas antidiscriminatorias
fue convertido en Ley por el Senado el da 9 de mayo de 2012. De aqu en ms las
personas trans no slo podrn solicitar el cambio de nombre, foto y sexo en su DNI,
sino que las obras sociales y prepagas debern costear la reasignacin de sexo cuan-
do sta sea requerida por la afliada o afliado.
El texto aprobado defne como identidad de gnero a la vivencia interna e indi-
vidual del gnero tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no
con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal
del cuerpo. Ello puede involucrar la modifcacin de la apariencia o la funcin cor-
poral a travs de medios farmacolgicos, quirrgicos o de otra ndole, siempre que
ello sea libremente escogido. Tambin incluye otras expresiones de gnero, como la
vestimenta, el modo de hablar y los modales. Podrn modifcar sus datos registrales
las personas mayores de 18 aos sin necesidad de judicializar el pedido, excepto en
los casos de ser menores de edad cuyos padres estn en contra. En este caso la Ley
incorpora la novedosa fgura del abogado del nio que est en consonancia con la
Ley de proteccin integral de la niez y la adolescencia.
A su vez, las prestaciones mdicas contempladas en la ley formarn parte del
Plan Mdico Obligatorio. El INADI cuenta con una lnea gratuita para asesoramiento
0800-999-2345.
Cmo trabajar estos temas en espacios educativos?
16
El ocultamiento y la negacin de la existencia de personas lesbianas, gays, bi-
sexuales y trans promueven el prejuicio y genera fobias colectivas.
Muchos adolescentes suelen rechazar sus sentimientos de deseo y/o afecto ha-
cia personas del mismo sexo, debido a la internalizacin de dichas fobias instaladas
culturalmente; piensan no quiero ser as, no quieren formar parte de ese grupo al
que se le atribuyen connotaciones negativas.
Las instituciones y educadores/as deben atender las necesidades especfcas de
los y las adolescentes LGBTI para asegurar su desarrollo en un espacio de libertad y
respeto a la diversidad.
16- Derechos Humanos y Diversidad Afectivo-Sexual. (Junio 2006) Informe organizado y realizado por Am-
nista Internacional Secretariado Estatal. www.es.amnesty.org; COGAM www.cogam.org; COLEGA, www.co-
legaweb.org
219
Algunas recomendaciones.
La agresin verbal.
Maricn! tortillera! trabuco!: insultos homo-lesbo-transfbicos, como tan-
tos otros, pronunciados por un estudiante. A menudo las y los educadores reprimen
verbalmente este tipo de insultos; en ocasiones ni siquiera se llama la atencin a
quienes los proferen. No es habitual que se aproveche la ocasin para explayarse en
la signifcacin del epteto y en su erradicacin.
En el aula u otros espacios educativos, puede haber muchas personas esperando
una adecuada reaccin del profesorado: estudiantes no heterosexuales, y/o familia-
res y amigos de los mismos. Mediante el silencio slo se estar legitimando la homo-
lesbo-transfobia en las instituciones educativas y en la sociedad.
Por ello, es preciso comprender que sancionar sin explicar es siempre insufciente,
puesto que los prejuicios de quien agrede no son sometidos a la crtica pertinente.
El sexismo y la homo-lesbo-transfobia.
Abordar el tema de las diversidades sexuales en un espacio educativo no es tarea
fcil. Los comportamientos discriminatorios aprendidos, los condicionamientos de
la religin, los propios prejuicios del profesorado o de la direccin, todo ello obsta-
culiza dicho abordaje.
Una accin bastante sencilla y efcaz es colocar un afche con datos sobre orga-
nizaciones que trabajan estos temas en la cartelera de la institucin (ver recuadro
precedente en el apartado ACTIVISMO LGBTI). Esto proporcionar informacin a j-
venes con inters en la temtica, evitndoles adems tener que recurrir a un adulto.
La diversidad sexual en la planifcacin de diferentes asignaturas.
A menudo los conceptos relativos a la sexualidad se incluyen en la planifcacin
de materias tales como Biologa, Educacin para la Salud o afnes, considerndola
tan slo una herramienta para la reproduccin de las personas.
En cambio, muy pocas veces se asocia con la afectividad y con el placer de una
relacin compartida.
La sexualidad tiene mltiples manifestaciones, es un fenmeno complejo, diver-
so y culturalmente conformado que no se reduce al sistema reproductor.
Centrndonos en el nivel medio del sistema educativo formal, los programas de
estudio pueden abordar temas referentes a la sexualidad, incluyendo la especifci-
dad LGBTI, no slo en Ciencias Naturales, sino tambin en otras materias.
Historia:
Las deportaciones nazis a homosexuales y lesbianas durante la Segunda Guerra
Mundial, muy a menudo silenciadas en los libros de texto.
Abordaje de las historias privadas de Ricardo Corazn de Len, Alejandro Mag-
no o Adriano sin connotaciones prejuiciosas.
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
220
Qu es esto de los derechos humanos?
Inclusin de la lucha por los derechos de personas LGBTI entre los movimientos
sociales contemporneos.
Las investigaciones de Magnus Hirschfeld sobre las mltiples variedades de
sexualidad.
La revuelta de Stonewall.
La supresin de las leyes que penalizaban el sexo entre personas adultas del
mismo sexo.
tica, Legislacin, Educacin Cvica:
Derechos Humanos y libertades: el derecho a la diversidad.
Igualdad ante la Ley.
Matrimonio, parejas de hecho y derechos civiles (herencia, guarda, custodia).
Derecho a la adopcin.
Derechos de las personas transexuales. Adecuacin de nombre en los docu-
mentos de identidad.
Cultura clsica, Literatura, Artes:
Relaciones amorosas no heterosexuales en la Antigedad Clsica grecorromana.
Mitos de Aquiles y Patroclo, Apolo y Jacinto, Zeus y Ganmedes, Safo.
Al tratar textos de autores presuntamente no heterosexuales (Federico Garca
Lorca, Oscar Wilde, Arthur Rimbaud, William Shakespeare, Christopher Marlowe, Sor
Juana Ins de la Cruz, Walt Whitman, Virginia Woolf, Truman Capote, etc.), sealar
cmo muchos libros de texto toman partido al dar esta informacin de forma par-
cial, mencionando amistades tumultuosas, asociando sus relaciones amorosas con
inestabilidades emocionales, o no mencionando su orientacin sexual en absoluto.
Plstica:
Interpretacin de las obras de Caravaggio, Francis Bacon, David Hockney, etc.
Anlisis de las diferentes miradas sobre el cuerpo humano que ha dado la his-
toria del arte.
En general en todas las materias:
Seleccionar textos que no sean sexistas.
Realizar lecturas crticas con el grupo para identifcar el sexismo de algunos li-
bros de texto y manuales escolares.
Evitar el sexismo en la prctica de deportes: desmitifcar que algunos deportes
sean slo para las mujeres (gimnasia rtmica, baile, hockey) y otros slo para los va-
rones (ftbol, rugby). Cuestionar el prejuicio que establece que si un chico quiere
bailar, entonces es gay y que si una chica quiere jugar al ftbol, entonces es lesbiana.
Aqu es donde el papel de los educadores es fundamental para romper con estas
prcticas discriminatorias habituales, fomentando el ejercicio de los diferentes de-
portes por parte de las y los estudiantes segn sus preferencias.
221
Una sancin puntual como consecuencia de insultos o agresiones sexistas y/u
homo-lesbo-transfbicas representa un primer paso en el reconocimiento de las
prcticas discriminatorias hacia las personas LGBTI.
Sin embargo, esto no resulta sufciente puesto que no forma parte de un mar-
co normativo explcito que el estudiantado deba tener en cuenta. Por este motivo
es necesario incluir en el reglamento o Cdigo de Convivencia de la institucin, el
riesgo de sanciones por comentarios discriminatorios respecto de las orientaciones
sexuales, identidades y expresiones de gnero. Esta inclusin, permite legitimar el
reclamo de quien sufre la discriminacin.
Al momento de discutir y defnir el reglamento interno, sera interesante cuestio-
nar: Qu normas estn sancionando la libre exteriorizacin de la orientacin sexual,
la identidad y expresin de gnero? Qu se est prescribiendo al impedir demos-
traciones afectivas, cierto tipo de vestimenta y accesorios? Por qu los reglamentos
deben excluir toda norma que sancione dichos comportamientos?
ACTIVIDAD 1
Eje temtico:
Diversidades sexuales, discriminacin y prejuicios hacia las personas LGBTI.
Propsito:
Refexionar sobre la naturalizacin de los prejuicios hacia las personas LGBTI.
Destinatarios/as:
Adolescentes y adultas/os
Materiales:
Fotocopias del texto Cada nia, cada nio
17
para cada participante.
Tiempo estimado:
80 minutos.
Consignas:
1. Leer el texto. Discutir y refexionar sobre el sig-
nifcado de cada frase (consultar a la coordina-
cin si es necesario).
2. Cmo se sienten los nios y las nias que apa-
recen mencionados en el texto? Por qu?
3. Qu comparaciones pueden establecer entre
el texto y el cuadro que completamos al inicio
de la actividad?
17- Laura Newburn/ J. T. Bunnell/ Nancy R. Smith. Syracuse Cultural Workers. Este material fue proporcio-
nado por la agrupacin Desalambrando ([email protected]). Tambin se encuentra en el
anexo digital.
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
222
Qu es esto de los derechos humanos?
4. Qu consecuencias puede generar pensar que hay cosas que slo deben o pue-
den hacer los chicos y otras cosas que slo deben o pueden hacer las chicas?
Desarrollo:
Primer momento
Se le pregunta al grupo total si ellos u otras personas que conozcan suelen decir o pensar
que hay cosas que corresponden a las mujeres y otras que corresponden a los varones.
De acuerdo al grupo, se les puede pedir que cada integrante complete el cuadro
que sigue de manera annima (y luego se vuelca a un afche o pizarrn), o bien,
esta actividad puede realizarla el grupo total.
COSAS DE CHICAS COSAS DE CHICOS
Segundo momento
A continuacin, se forman grupos de no ms de 4 integrantes y se le entrega a cada
equipo el texto Cada Nia, Cada Nio y las consignas arriba enunciadas.
Se le pide a los grupos que registren las respuestas por escrito. Luego se realiza la
puesta en comn, siguiendo el orden de las preguntas.
El propsito en primer lugar es poder refexionar y cuestionar lo que consideramos
natural y esperable como comportamiento por ser hombre o mujer.
Es previsible que como respuesta a la pregunta 4, los grupos indiquen que las conse-
cuencias pueden ser la burla, el aislamiento, la discriminacin, etc.
Segn que opiniones se viertan, la coordinacin puede consultar al grupo sobre los
motivos de esta discriminacin. Luego puede preguntar por ejemplos que el grupo
haya vivenciado en diferentes espacios (escuela, casa, trabajo, etc.). Es importante re-
gistrar los modelos mencionados para tomar casos signifcativos en futuros encuen-
tros o actividades con el mismo grupo.
A partir de estos ejemplos, se sealarn cules de ellos corresponden a actitudes
sexistas y homo-lesbo-transfbicas, introduciendo con claridad estos conceptos.
Puede tomarse como apoyo para la devolucin el texto de este captulo.
Finalmente, la coordinacin invita a cada subgrupo a modifcar el cuadro inicial de
manera que deje de tener contenidos discriminatorios.
Cada subgrupo expone su produccin, y el resto del grupo evala si consigui o no
el propsito.
223
ACTIVIDAD 2
Eje temtico:
Diversidades sexuales y discriminacin. Exigibilidad.
Propsitos:
Identifcar situaciones cotidianas de discriminacin por orientacin sexual.
Conocer y construir estrategias para exigir el respeto por la diversidad sexual.
Destinatarios/as:
Adolescentes, jvenes y adultos/as.
Materiales:
Para la devolucin:
Constitucin Nacional (y tratados incluidos en ella), Ley Antidiscriminatoria N
23.592. Direccionario de organizaciones LGBTI.
Tiempo estimado:
60 minutos.
Consignas:
Escribir una historia en la cual su protagonista haya sido discriminado/a por su
condicin sexual o identidad de gnero. (La historia puede referirse a una o ms
personas).
En la construccin del relato, considerar:
En qu mbito sucedieron los hechos?
De qu forma fue discriminada/o?
Quines lo/a agredieron?
Si hubo testigos, qu actitud tuvieron?
Qu sintieron los personajes?
Qu hicieron frente a ese hecho?
Desarrollo:
Se divide al grupo en subgrupos y se entregan las consignas.
En la puesta en comn, cada equipo lee su historia. La coordinacin registra algu-
nos aspectos de cada una en el pizarrn o afche. Luego se inicia un anlisis de los
relatos con los siguiente interrogantes como gua: qu diferencias existen entre
las historias? qu similitudes? qu tipo de discriminacin relataron?
Es esperable que, en algunas de las historias, se encuentren actitudes o hechos
tendientes a exigir la no discriminacin.
La coordinacin podr retomar estas estrategias y propiciar un anlisis sobre su
viabilidad.
A su vez, se le puede pedir al grupo total que piense en otros modos de resol-
ver todas las historias. Ser apropiado introducir los argumentos pertinentes y las
fuentes legales: la igualdad presente en la Constitucin Nacional, el principio de
no discriminacin de la normativa internacional y la Ley de Actos Discriminatorios.
CAPTULO 5 | Derechos humanos y diversidades sexuales
224
Qu es esto de los derechos humanos?
A continuacin, se comenta la existencia de diferentes organizaciones que traba-
jan por el respeto a las diversidades sexuales y los derechos humanos de las perso-
nas no heterosexuales en Argentina (ver apartado El Activismo LGBTI). Se entrega
a cada participante un direccionario con esta informacin.
Bibliografa
Asociacin Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA). (2007). Homofobia de Esta-
do. Disponible en: http://www.ilga.org/statehomophobia/Homofobia_de_Esta-
do_ILGA_07.pdf
Butler, J. (2001). El gnero en disputa. El feminismo y la subversin de la identidad.
Mxico: Paids.
Collin, F. (1999). El diferendo entre los sexos. Las teoras contemporneas. Travesas.
N 8, pp. 7-21. Buenos Aires: CECYM.
Comisin Internacional de los Derechos Humanos para Gays y Lesbianas. (2006).
Defensa de los derechos sexuales en contextos fundamentalistas. Buenos Aires: IGLHRC.
Comunidad Homosexual Argentina. (2006). Informe de la situacin jurdica y de ciu-
dadana de la comunidad gay, lsbica, travesti, transexual, bisexual e intersexual. Dispo-
nible en: http://www.cha.org.ar/articulo.php?art=247&cat=41
Mafa, D. (compiladora). (2003). Sexualidades migrantes. Gnero y transgnero.
Buenos Aires: Feminaria.
Rich, A. (1980). La heterosexualidad obligatoria y la existencia lesbiana. Disponible
en: http://www.rebelion.org/hemeroteca/mujer/030524rich.htm
226
Qu es esto de los derechos humanos?
Derechos de los pueblos originarios
y migrantes
Para que pueda ser he de ser otro,
salir de m, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia.
Octavio Paz
En el desarrollo del presente captulo se abordarn los conceptos de discrimi-
nacin, estereotipos, prejuicios, xenofobia y racismo a la luz de ciertos sucesos his-
tricos y hechos que tienen lugar en nuestra realidad cotidiana y que forman parte
de la historia argentina, a partir de dos grupos sociales que hacen a la identidad de
nuestro pas: pueblos originarios y migrantes
1
. La seleccin de analizar las concep-
ciones que giraron en torno, y que algunas persisten an, a ambos grupos tiene
que ver, fundamentalmente, con que:
Se trata de sujetos que fueron conceptualizados por la historia argentina y
sus diversos puntos de vista como un Otro, con caractersticas y modos de vida
particulares.
Se trata de grupos que fueron y son protagonis-
tas de hechos histricos importantes, tales como la
mal llamada Conquista del Desierto, los debates so-
bre los primeros gobiernos patrios, la conformacin
del Estado Nacin, la Ley de Residencia, la Semana
Trgica, entre otros.
En este sentido, resulta fundamental el estudio
pormenorizado de grupos que, en los diversos con-
textos histricos, les fueron asignadas caracters-
ticas, se los identifc con ciertos modos de vida y
de hacer y se los estigmatiz, invisibiliz, discrimin,
hasta el punto de pretender su exterminacin: El ra-
cismo y la posibilidad de torturar y matar sin mayores
remordimientos tiene que ver con eso que la literatura
especializada en las ltimas dcadas ha llamado `la invencin del otro
2
y siguiendo con
cmo se conceptualiza a ese otro: La necesidad de consolidar la territorialidad del Es-
tado Nacional lleva a presentar al otro como una amenaza, como fuente del mal...
3
.
1- Cabe recordar que la Secretara de Educacin de la APDH ya ha realizado una publicacin donde aborda tales cues-
tiones; de todos modos nos resulta importante volver a profundizar en las mismas, pero esta vez desde la perspectiva
de los migrantes y de los pueblos originarios en particular, debido a las frecuentes situaciones de discriminacin que
sufren da a da y brindando las herramientas necesarias para la proteccin de sus derechos.
2- Bayer, Osvaldo y otros. El Terrorismo de Estado en la Argentina. Apuntes sobre su historia y sus consecuencias, Instituto
Espacio para la Memoria, Buenos Aires, 2010..Pag 21
3- Bayer, Osvaldo y otros. El Terrorismo de Estado en la Argentina. Apuntes sobre su historia y sus consecuencias, Instituto
Espacio para la Memoria, Buenos Aires, 2010..Pag 232
227
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
Resulta importante entonces plantear la situacin de los pueblos originarios
desde antes de la Conquista de Amrica hasta la actualidad, para presentar una
mirada alternativa a lo que comnmente se conoce como Descubrimiento de
Amrica, intentando as develar presupuestos fuertemente arraigados en el senti-
do comn que ocultan prcticas discriminatorias, xenfobas y racistas hacia estos
grupos.
Otro hecho signifcativo es la situacin de las personas inmigrantes que llegaron
a Argentina a fnes del siglo XIX y principios del XX y de las minoras migratorias de las
ltimas dcadas con el objetivo de reconocer las situaciones de dominacin, abuso
y subordinacin a las que son sometidas las diferentes comunidades que conviven
en nuestro pas.
Luego de presentar un desarrollo terico de algunas temticas esenciales suge-
rimos propuestas de actividades y recursos para trabajar sobre ello en espacios edu-
cativos.
A partir del anlisis y la refexin colectiva de estas cuestiones, buscamos el re-
conocimiento, aceptacin y respeto de la diversidad en todas sus formas y, en parti-
cular, de las diferentes comunidades tnicas que fueron silenciadas y an hoy conti-
nan luchando por ser escuchadas.
Pueblos Originarios
Hace ms de 500 aos, cuando llegaron los primeros espaoles, Amrica estaba
habitada por diversas y numerosas comunidades, las cuales se encontraban en todas
las regiones del continente, desde las mesetas ridas, hasta la selva tropical y desde
las punas y valles, hasta las costas de mares y ros. Sin embargo, para quienes arriba-
ron a nuestro continente esto no era un dato relevante; ms bien, la existencia de
una humanidad distinta a las conocidas, no entraba en su universo de sentido. Junto
con Eduardo Galeano (2003) nos podemos preguntar: Cristbal Coln descubri
Amrica en 1492? O antes la descubrieron los vikingos? Y antes de los vikingos?
Los que all vivan no existan? A partir de esta refexin podemos deducir que el
denominado Descubrimiento de Amrica ha venido a negar las culturas y civiliza-
ciones existentes. Es as como comenz una etapa dolorosa para las comunidades
nativas, signada por el exterminio fsico-cultural, la opresin poltica, la explotacin
econmica y la apropiacin de sus recursos.
Con su llegada, los espaoles denominaron a todos de una misma manera: in-
dios, a pesar de que los pueblos que habitaban en Amrica no eran iguales entre
s, sino que se diferenciaban en su lengua, su organizacin social, su tecnologa y su
modo de concebir el mundo. Con la palabra indio o india, se los consider idn-
ticos entre s, homogneos, por encima de las diferencias, teniendo en cuenta una
nica caracterstica que compartan: la de no ser europeos. Este prejuicio y estereo-
tipo del indio o india contena la idea que prevaleca entre los colonizadores: los
habitantes originarios del continente americano eran considerados seres inferiores
228
Qu es esto de los derechos humanos?
y sin alma. Pero por sobre todas las cosas, ms que la condicin de no-europeos,
esta categorizacin dio cuenta de la relacin de dominio de la situacin colonial. Las
comunidades que poblaron y pueblan el territorio de Amrica tuvieron algo en co-
mn: todas, quedaron bajo una relacin colonial. Por ello, la palabra indio designa,
justamente, la relacin de desigualdad y de dominacin en la que estuvieron y estn
dichas comunidades.
Coln incluye, en su diario de viaje, a las comunidades originarias como parte de
su descripcin de la fauna y fora encontradas. Adems, sus primeras palabras ben-
volas para los seres que habitaban estas tierras fueron ... conoc que era gente que
mejor se librara y convertira a nuestra Santa Fe con amor que no por la fuerza [...]
Yo placiendo a Nuestro Seor, llevar de aqu al tiempo de mi partida seis a V.A. para
que deprendan fablar
4
. Queda claro as, cules eran sus intenciones: que adoptaran
costumbres europeas, imponer su religin y constituirse en dueos de ellos como si
fueran objetos.
Estas ideas marcaron el principio de un largo perodo de colonizacin y some-
timiento bajo el argumento de una supuesta superioridad que signifc la impo-
sicin de pautas culturales y que oblig, a las comunidades nativas, a transformar
sus modos de vida tradicionales, originando grandes cambios en sus organizaciones
socio-culturales.
A fnes del siglo XVI se dio un proceso de colonizacin que implicaba poblar el
territorio, organizar el trabajo para extraer la riqueza que haba que enviar a Espaa,
gobernar y administrar las tierras. Las actividades econmicas de la Colonia depen-
dan en gran medida de los pobladores indgenas, que fueron violentamente some-
tidos a regmenes de trabajo forzado.
En el caso de las minas, como la de plata en Poto-
s, los espaoles organizaron lo que se llam la mita.
Era un sistema por el cual cada nacin indgena esta-
ba obligada, por turnos, a ceder individuos para tra-
bajar en las minas. Los indgenas moran por miles y
eran reemplazados por otros.
En las zonas donde se desarrollaba la agricultura
y la ganadera, los indgenas que vivan all, fueron
sometidos a un sistema llamado de encomienda.
Los espaoles consideraban que los territorios que
haban descubierto les pertenecan y que quienes
habitaban all eran sbditos del rey, por lo tanto, es-
taban obligados a prestarle servicio.
El cacique deba proveer a un encomendero es-
paol la mano de obra necesaria para el cultivo de las tierras y para la obtencin de
alimentos que satisfaca la necesidad de los colonizadores y de quienes trabajaban
en las minas. A cambio de esto, los encomenderos se comprometan a cuidar a las personas
4- Coln, Cristbal, Los cuatro viajes del almirante y su testamento, Espasa Calpe, Madrid, 1997.
229
entregadas por el cacique y convertirlas al catolicismo.
Mediante el yanaconazgo quienes se rebelaban contra el maltrato de los espao-
les eran obligados a trabajar como esclavos de algn seor espaol.
Las misiones, que eran establecimientos de rdenes religiosas de la Iglesia Cat-
lica, vinieron a cumplir el objetivo principal de evangelizar a los pueblos originarios,
es decir, convertirlos al catolicismo. En ellas se procuraba agrupar a los nativos en un
sitio fjo, instruirlos en los conocimientos de los europeos y acostumbrarlos a la disci-
plina y a las tcnicas del trabajo occidental. Las misiones, entonces, mitigaron la vo-
racidad de quienes slo queran esclavizarlos, sin importarles sus vidas. Sin embargo,
tambin ellas se benefciaban del trabajo aborigen y, en muchos casos, contribuye-
ron a sujetar por va pacfca a aquellos grupos que no haban podido ser sometidos
por la fuerza militar.
Cabe mencionar el importante papel que jug la fgura del fray Bartolom de
Las Casas, en tanto el principal oponente a las crueldades que se ejercan sobre los
nativos.
Durante la convivencia con estas personas, vio que los hombres perecan en las
minas, las mujeres eran abusadas, ancianos y nios moran de hambre y familias en-
teras se suicidaban para escapar de la brutal explotacin por parte de los conquista-
dores. Comenz a denunciar ante la corona que la conquista y la esclavitud estaban
acabando con quienes habitaban el territorio, por lo que solicitaba que se realizaran
reformas, algunas de ellas tan lamentables como el sistema al que se opona. De Las
Casas sugera la esclavitud de los pueblos africanos para reemplazar la mano de obra
india.
Su persistente intervencin dio lugar, en el ao
1530, a una ley que prohibi la esclavitud de los in-
dios. A pesar de estos intentos, el maltrato a los ha-
bitantes originarios en las tierras de Amrica perdur.
Queda claro que tanto el exterminio directo de mi-
llones de indgenas, las malas condiciones de trabajo,
las enfermedades como neumonas, convulsiones y
parlisis
5
, la disminucin de la natalidad, la destruc-
cin del tejido social y del sistema econmico, junto
a la desvalorizacin del patrimonio cultural, fueron las
principales causas de la mayor mortandad de los pueblos originarios, lo que consti-
tuye un verdadero genocidio.
En el caso especfco de nuestro pas, a principios del siglo XIX y tras la indepen-
dencia de la Corona Espaola, no se produjo ningn cambio profundo en la concep-
cin que se tena sobre las comunidades nativas; no fue reconocida su condicin de
persona e, incluso, se llevaron a cabo campaas para erradicar su presencia.
La regin pampeana estuvo habitada desde tiempos de la conquista, tanto por
5- Eduardo Galeano (2003) en su libro Las venas abiertas de Amrica Latina relata la situacin de los mineros de Minas
Gerais, de los cuales muchos eran esclavos de origen africano trados a trabajar en nuestro continente. Dice Galeano:
La enfermedad era una bendicin del cielo que aproximaba la muerte. Los capitales do mato de Minas Gerais cobra-
ban recompensas en oro a cambio de las cabezas cortadas de los esclavos que se fugaban.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
230
Qu es esto de los derechos humanos?
personas indgenas como blancas. Las zonas de predominios de unos y otros esta-
ban separadas por una lnea de fortines. El rea que permaneca al margen de la ci-
vilizacin fue denominada por la poblacin blanca: desierto. Debido al desarrollo
del comercio internacional, el gobierno de Buenos Aires impuls peridicos avances
para incorporar tierras para la explotacin ganadera. Con ello se aumentaba la pro-
duccin de cueros y carnes saladas, al mismo tiempo que se apaciguaban los ataques
aborgenes a la zona fronteriza. En 1833, Rosas emprendi la llamada Campaa del
Desierto con el objeto de anexar los territorios al norte del ro Negro y eliminar y/o
expulsar a las tribus enemigas, a las que se expropiaron las tierras tras el asesinato
de sus miembros.
El consenso generalizado respecto de estas prcticas ideadas por la clase diri-
gente e implementadas por el ejrcito, vienen a demostrar el proyecto de Nacin
que albergaba en su mente la lite ilustrada. Esto implicaba que la tierra deba ser
habitada por inmigrantes europeos que representaban la civilizacin, mientras que
los autctonos (indgenas y gauchos) representaban la barbarie. Este cuerpo doctri-
nario dio forma a lo que algunos autores denominaron el proyecto de la generacin
del 80, proyecto conformado por pensadores y estadistas, entre cuyos representan-
tes podemos mencionar a Domingo F. Sarmiento, Bartolom Mitre, Juan Bautista Al-
berdi, Nicols Avellaneda, Dalmacio Vlez Sarsfeld, Julio Argentino Roca. Todos ellos
pugnaron por reorganizar el pas con criterios modernos y pticas de signo liberal.
Sarmiento
6
se preguntaba: Hemos de cerrar voluntariamente la puerta a la in-
migracin europea que llama con golpes repetidos para poblar nuestros desiertos,
y hacernos, a la sombra de nuestro pabelln, pueblo innumerable como las arenas
del mar?.
La presencia indgena fue sistemticamente eliminada, negada e invisibilizada
por las lites gobernantes ansiosas de poblar el territorio de la Nacin que se bus-
caba construir, con poblacin europea. Las instituciones sociales de los llamados
brbaros o salvajes fueron demonizadas.
Con el tiempo, la herencia de quienes habitaban originariamente el continente
americano sera negada, invisibilizada, exterminada. La expansin de la frontera te-
rritorial con la Campaa del Desierto -organizada por J. A. Roca en el ao 1879- y las
leyes de puertas abiertas a la inmigracin europea implementadas por los sucesi-
vos gobiernos, ocasionaron que la historia fuera relatada a partir de dichos aconteci-
mientos. Es decir, no slo desplazaron a los pueblos originarios de sus propiedades,
sino que sus voces fueron tambin desplazadas y/o silenciadas de la Historia que
cuentan los libros.
En la actualidad, las actitudes y prcticas discriminatorias persisten aunque en un
contexto diferente. La mita y el yanaconazgo han dejado de funcionar como formas
de explotacin de estas comunidades; pero en su lugar aparecieron otras formas de
abusos y dominacin no menos denigrantes. Mientras Julio A. Roca posee monu-
mentos a lo largo de todo el pas, las poblaciones originarias siguen siendo despo-
6- Sarmiento, Domingo Faustino: Facundo Editorial Atlntida, Buenos Aires, 1973, pgina 54.
231
jadas de sus dominios bajo otros argumentos. Se los acusa de usurpar tierras que
fueron vendidas por sus propios gobernantes, cuando la realidad indica que ellos
habitaban tales territorios desde muchos aos antes de la conquista. Hace mucho
tiempo que las distintas comunidades vienen trabajando por un mayor reconoci-
miento de sus derechos.
La situacin en que se encuentran hoy los pueblos indgenas de Amrica Latina
es muy diversa. Deben seguir enfrentando variados obstculos; primordialmente,
en relacin con sus tierras, de las que fueron separados. Fueron, adems, llevados
a la pobreza, explotacin y marginacin. A su vez, en su relacin desigual con la so-
ciedad occidental, se han visto y se ven inmersos en una modifcacin dinmica de
sus prcticas, normas y valores culturales. Las polticas de conservacin cultural y
medioambiental, la tala, la expansin de la agricultura y la industria y los diferentes
cambios polticos los afectan negativamente. Frente a dichas situaciones, las diversas
comunidades toman distintas posturas polticas. Algunas resisten la incorporacin
de prcticas culturales y econmicas occidentales, buscando mantener, resignifcar
y desechar determinadas prcticas tradicionales que los/las ayuden a posicionarse
favorablemente en las disputas de territorio y de autonoma. Otros/as buscan el cam-
bio. Algunos/as no encuentran opcin. As, por voluntad u obligacin, por necesidad
y/o eleccin, muchos/as se trasladan a zonas urbanas, mientras otros/as se mantie-
nen en sus territorios. Todos/as, en cada lugar, se ven afectados/as por relaciones
desiguales, todos/as padecen los cambios, todos/as se adaptan, todos/as resisten, y
todos/as se adaptan en resistencia.
El proyecto nacional de homogenizacin que se intenta aplicar desde el Estado
es el principal obstculo para la participacin de los pueblos originarios, tanto a nivel
econmico como social. En la prctica existe una negacin implcita de sus derechos
que atenta contra la diversidad tnica y cultural.
Formalmente s existe un reconocimiento:
En este inciso se procura dar respuesta a algunos de los reclamos realizados por
los pueblos originarios a travs de los siglos. Pero en la realidad estos derechos no se
respetan en su totalidad.
Tenemos que tener en cuenta que la vigencia formal es importante porque la
existencia de una ley permite organizarse para exigir que se cumpla.
Artculo 75 inciso 17 de la Constitucin Nacional: Reconocer la preexistencia tnica y cul-
tural de los pueblos indgenas argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educacin bilinge e intercultural;
reconocer la personera jurdica de sus comunidades, y la posesin y propiedad comu-
nitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y
sufcientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas ser enajenable transmisible ni
susceptible de gravmenes o embargos. Asegurar su participacin en la gestin referida
a sus recursos naturales y a los dems intereses que los afecten. Las provincias pueden
ejercer concurrentemente estas atribuciones.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
232
Qu es esto de los derechos humanos?
Desde la conformacin de los estados-nacin hasta la actualidad, los reclamos
que fueron realizando las distintas comunidades, lograron un avance en las leyes
provinciales, nacionales e internacionales
7
.
En septiembre de 2007, se logr la aprobacin de la Declaracin de Naciones Uni-
das Indgenas sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas, que se suma a la apro-
bacin del Convenio N 169 sobre Pueblos Indgenas y Tribales de la Organizacin
Internacional del Trabajo, que es parte de la legislacin argentina desde el ao 1994.
Sin embargo nada de todo esto signifca que la exigibilidad de sus derechos haya
fnalizado, sino que la lucha permanente de las distintas comunidades aborgenes es,
an hoy, algo permanente.
ACTIVIDAD 1
Eje temtico:
Diferentes puntos de vista respecto del Descubrimiento de Amrica.
Propsitos:
Expresar libremente preconceptos y nociones sobre el llamado Descubrimiento de
Amrica.
Conocer la existencia de legislacin especfca en materia de derechos de los pue-
blos originarios.
Destinatarios/as:
A partir de los 12 aos.
Materiales:
Texto de Eduardo Galeano, pizarrn, tizas, artculo 75, inciso 17 de la Constitucin Na-
cional, Declaracin de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas
y el Convenio 169 de la OIT.
7- El INADI (Instituto Nacional contra la Discriminacin, la Xenofobia y el Racismo) present el 10 de octubre de 2007
un Proyecto de Decreto para que el feriado nacional del 12 de Octubre sea denominado Da de la Diversidad Cultural
Americana y se transforme en una jornada de valorizacin de las identidades tnicas y culturales y de refexin hist-
rica, efectundose las modifcaciones necesarias para incorporar el cambio en los calendarios escolares y en las curr-
culas de capacitacin a docentes. Segn el proyecto de decreto, la denominacin de la efemride del 12 de Octubre
como Da de la Raza es inadecuada ya que la Convencin Internacional sobre la Eliminacin de Todas las Formas de
Discriminacin Racial (proclamada por la ONU en 1963) determina que toda idea o doctrina de superioridad basada
en la diferenciacin racial es cientfcamente falsa, moralmente condenable y socialmente injusta. El proyecto agrega
que la utilizacin del trmino `raza, predominante en los siglos XVIII y XIX, ha sido abandonada en la actualidad, tanto
por su carencia de sustento cientfco (la biologa no ha podido demostrar la existencia de estructuras genticas de
`raza) como por razones polticas y culturales como ser los genocidios y actos discriminatorios en los que ha servido
de supuesta justifcacin o pretexto. La propuesta del INADI est en consonancia con la recomendacin n 84 del Plan
Nacional contra la Discriminacin, que indica transformar el 12 de octubre en un da de refexin histrica y de dilogo
intercultural y considera imprescindible revalorizar las culturas originarias de Amrica, tanto en su faz histrica como
presente, reconociendo la diversidad cultural y sostiene que el cambio en el signifcado del feriado implicar armo-
nizar la legislacin nacional con el derecho de los pueblos indgenas, consagrando y reconociendo que los derechos
humanos tienen los caracteres de universalidad, indivisibilidad e interdependencia. Resulta oportuno resaltar que el
artculo 75, inciso 17 de la Constitucin Nacional reconoce la preexistencia tnica y cultural de los pueblos indgenas
argentinos, garantizando el respeto a su identidad y el derecho a una educacin bilinge e intercultural. PRENSA INADI
233
Tiempo estimado:
80 minutos aproximadamente.
Consignas:
Para el trabajo en subgrupos:
1. Leer el texto de Eduardo Galeano.
2. Qu est cuestionando el autor?
3. Comparar las ideas presentadas por el autor con las ideas registradas en el pizarrn:
existen diferencias? a qu se deben estas diferencias?
Desarrollo:
Escribir en el pizarrn o papel afche Descubrimiento de Amrica, Da de la Raza y con la
tcnica del torbellino de ideas, anotar las palabras o frases que surjan de los participantes.
La coordinacin puede preguntar: cmo fue el encuentro entre las dos culturas?
Luego, dividir al grupo en subgrupos y entregar una copia del texto de E. Galeano para
leer y las consignas con las cuales trabajar sobre l. Cada grupo registra por escrito las res-
puestas.
Se realiza la puesta en comn de lo refexionado en los subgrupos. Algunas preguntas
para orientar la discusin fnal pueden ser: qu concepciones tenemos sobre los pueblos
originarios? Dnde las lemos, escuchamos o conocimos? Comparar con las ideas surgi-
das en el pizarrn; por qu creen que surgieron esas diferencias; y si creen que alguna de
las versiones que circulan en los distintos libros escolares infuyen en el escaso inters que
se les da a las cuestiones indgenas hoy.
La coordinacin podr brindar informacin acerca de estas cuestiones o proponer que
sean indagadas por los participantes. Tambin se podr indagar sobre la existencia de dis-
tintas versiones sobre un mismo hecho o distintos puntos de vista.
Es importante recalcar que la lucha (de ms de 500 aos) de las poblaciones originarias ha
llevado tambin a la conquista del reconocimiento de sus derechos, tanto a nivel nacional
como a nivel internacional, a travs de la organizacin conjunta de diferentes naciones y
pueblos.
Se puede presentar la legislacin vigente para dar cuenta de esto
8
.
8- Para ampliar su informacin, ver el captulo 5: Los Pueblos Originarios en la publicacin Discriminacin. Un abordaje
didctico desde los derechos humanos. (APDH-2010)
Fuente: Eduardo Galeano en revista Caras y Caretas N 2191, Octubre de 2005, pg. 34,
35 y 36.
Cristbal Coln descubri Amrica en 1492? O antes que l, la descubrieron los vikingos?
Y antes que los vikingos? Los que all vivan, no existan?
Cuenta la historia ofcial que Vasco Nez de Balboa fue el primer hombre que vio, desde
una cumbre de Panam, los dos ocanos. Los que all vivan, eran ciegos? Quines pusie-
ron sus primeros nombres al maz y a la papa y al tomate y al chocolate y a las montaas y
a los ros de Amrica? Hernn Corts, Francisco Pizarro? Los que all vivan, eran mudos?
Nos han dicho, y nos siguen diciendo, que los peregrinos del Mayfower fueron a poblar
Amrica. Amrica estaba vaca? Como Coln no entenda lo que decan, crey que no
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
234
Qu es esto de los derechos humanos?
saban hablar. Como andaban desnudos, eran mansos y daban todo a cambio de nada,
crey que no eran gentes de razn. Y como estaba seguro de haber entrado al Oriente por
la puerta de atrs, crey que eran indios de la India.
Despus, durante su segundo viaje, el almirante dict un acta estableciendo que Cuba era
parte del Asia.
El documento del 14 de junio de 1494 dej constancia de que los tripulantes de sus tres
naves lo reconocan as; y a quien dijera lo contrario se le daran cien azotes, se le cobrara
una pena de diez mil maravedes y se le cortara la lengua.
El notario, Hernn Prez de Luna, dio fe. Y al pie frmaron los marinos que saban frmar.
Los conquistadores exigan que Amrica fuera lo que no era. No vean lo que vean, sino
lo que queran ver: la fuente de la juventud, la ciudad del oro, el reino de las esmeraldas,
el pas de la canela. Y retrataron a los americanos tal como antes haban imaginado a los
paganos de Oriente.
Cristbal Coln vio en las costas de Cuba sirenas con caras de hombre y plumas de gallo,
y supo que no lejos de all los hombres y las mujeres tenan rabos.
En la Guayana, segn sir Walter Raleigh, haba gente con los ojos en los hombros y la boca
en el pecho.
En Venezuela, segn fray Pedro Simn, haba indios de orejas tan grandes que las arras-
traban por los suelos.
En el ro Amazonas, segn Cristbal de Acua, los nativos tenan los pies al revs, con los
talones adelante y los dedos atrs, y segn Pedro Martn de Anglera las mujeres se muti-
laban un seno para el mejor disparo de sus fechas.
Anglera, que escribi la primera historia de Amrica pero nunca estuvo all, afrm tam-
bin que en el Nuevo Mundo haba gente con rabos, como haba contado Coln, y sus
rabos eran tan largos que slo podan sentarse en asientos con agujeros.
El Cdigo Negro prohiba la tortura de los esclavos en las colonias francesas. Pero no era
por torturar, sino por educar, que los amos azotaban a sus negros y cuando huan les
cortaban los tendones.
Eran conmovedoras las leyes de Indias, que protegan a los indios en las Colonias espao-
las. Pero ms conmovedoras eran la picota y la horca clavadas en el centro de cada Plaza
Mayor.
Muy convincente resultaba la lectura del Requerimiento, que en vsperas del asalto a cada
aldea explicaba a los indios que Dios haba venido al mundo y que haba dejado en su
lugar a San Pedro y que San Pedro tena por sucesor al Santo Padre y que el Santo Padre
haba hecho merced a la reina de Castilla de toda esta tierra y que por eso deban irse de
aqu o pagar tributo en oro y que en caso de negativa o demora se les hara la guerra y ellos
seran convertidos en esclavos y tambin sus mujeres y sus hijos. Pero este Requerimiento
de obediencia se lea en el monte, en plena noche, en lengua castellana y sin intrprete,
en presencia del notario y de ningn indio, porque los indios dorman, a algunas leguas de
distancia, y no tenan la menor idea de lo que se les vena encima.
Hasta no hace mucho, el 12 de octubre era el Da de la Raza. Pero, acaso existe semejante
cosa? Qu es la raza, adems de una mentira til para exprimir y exterminar al prjimo?
En el ao 1942, cuando Estados Unidos entr en la guerra mundial, la Cruz Roja de ese pas
decidi que la sangre negra no sera admitida en sus bancos de plasma. As se evitaba que
la mezcla de razas, prohibida en la cama, se hiciera por inyeccin.
Alguien ha visto, alguna vez, sangre negra?
Despus, el Da de la Raza pas a ser el Da del Encuentro. Son encuentros las invasiones colo-
niales? Las de ayer, y las de hoy, encuentros? No habra que llamarlas, ms bien, violaciones?
Quizs el episodio ms revelador de la historia de Amrica ocurri en el ao 1563, en Chile.
235
El fortn de Arauco estaba sitiado por los indios, sin agua ni comida, pero el capitn
Lorenzo Bernal se neg a rendirse. Desde la empalizada, grit: -Nosotros seremos cada
vez ms!
-Con qu mujeres? -pregunt el jefe indio.
-Con las vuestras. Nosotros les haremos hijos que sern vuestros amos.
Los invasores llamaron canbales a los antiguos americanos, pero ms canbal era el Cerro
Rico de Potos, cuyas bocas coman carne de indios para alimentar el desarrollo capitalista
de Europa.
Y los llamaron idlatras, porque crean que la naturaleza es sagrada y que somos hermanos
de todo lo que tiene piernas, patas, alas o races.
Y los llamaron salvajes. En eso, al menos, no se equivocaron. Tan brutos eran los indios que
ignoraban que deban exigir visa, certifcado de buena conducta y permiso de trabajo a
Coln, Cabral, Corts, Alvarado, Pizarro y los peregrinos del Mayfower.
ACTIVIDAD 2
Eje temtico:
Discriminacin: prejuicios, estereotipos.
Propsitos:
Reconocer que tenemos internalizados prejuicios y estereotipos.
Introducir el concepto de discriminacin y su relacin con las nociones anterior-
mente mencionadas.
Destinatarios/as:
A partir de los 12 aos.
Materiales:
Fotos, lpiz y papel y la Ley Nacional antidiscriminatoria N 23.592 (ver anexo y/o DVD).
Tiempo estimado:
80 minutos aproximadamente.
Consigna:
Inventar una historia para cada una de las personas fotografadas, que contenga:
nombre, nacionalidad y ocupacin o qu hace para vivir.
Desarrollo:
Antes de comenzar la actividad, es pertinente no comentar al grupo el tema espe-
cfco a tratar para evitar condicionamientos en la produccin.
Se forman grupos al azar. Se recomienda que el nmero de subgrupos no sea in-
ferior a 3 ni superior a 5. Se le entrega a cada equipo una hoja con las fotografas
y se explica la consigna, aclarando que se debe evitar la utilizacin de nombres y
referencias de compaeros del grupo.
Una vez que los participantes escribieron las historias, se contina con la puesta
en comn.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
236
Qu es esto de los derechos humanos?
Los voceros de cada subgrupo leen alternadamente las historias del primer per-
sonaje. La coordinacin registra en el pizarrn/afche en una misma columna las
caractersticas atribuidas al personaje. Se procede de la misma manera con los dos
personajes restantes, de manera tal que el registro permita una comparacin con
las producciones de los subgrupos.
Finalizada la exposicin de los subgrupos, la coordinacin presenta a los persona-
jes haciendo hincapi en las diferencias y semejanzas. Luego se le pregunta al gru-
po total por los elementos que los llevaron a escribir estas historias Por qu creen
que pensaron cosas parecidas para todas las fotos? Se introducen los conceptos
de estereotipo y prejuicio, a partir de los aportes del grupo, as como tambin se
reconstruye la nocin de discriminacin.
La coordinacin puede traer a cuento algunos hechos de discriminacin de este
tipo y/o compartir artculos periodsticos en los que se hable de ellos. Tambin para
desmitifcar las concepciones discriminatorias fundadas en los prejuicios sobre un
determinado estereotipo, se pueden mencionar personajes famosos que supues-
tamente lo encarnen: Mercedes Sosa, Rigoberta Mench Tum, Victor Heredia, Mi-
guel ngel Asturias, etc.
Para fnalizar, es fundamental que se d a conocer el organismo que penaliza la dis-
criminacin (INADI), la existencia de una ley que penaliza los actos discriminatorios
(N 23.592) y la legislacin nacional y provincial vigente en defensa de los derechos
de los pueblos originarios (ver texto en DVD)
9
.
9- Sugerimos visitar el sitio del INADI: www.inadi.gob.ar
Domitila Barrios de Chngara
Indgena nacida en Pulacayo, zona minera de Bolivia. Al morir su padre tuvo que hacerse cargo de sus
cinco hermanas porque su madre estaba muy enferma. Con el correr del tiempo comenz a preocupar-
se por la situacin social que vivan las comunidades mineras. El 1952, se cas con un trabajador minero
y empez a participar activamente en el Comit de Amas de Casa
del Distrito Minero Siglo XXI, del que la nombran Secretaria General.
Su testimonio dio a conocer la masacre de San Juan, en 1967, cuan-
do el dictador Ren Barrientos mand al ejrcito contra las comuni-
dades mineras de Catavi y Llalagua. Tras la matanza, ella, que estaba
embarazada, fue apresada y torturada hasta que perdi a su hijo.
Posteriormente ayud en la lucha contra la dictadura del general
Hugo Banzer. En la Navidad de 1978, en La Paz, junto a otras cuatro
mujeres mineras y veinte nios inici una huelga de hambre con-
tra la dictadura. A ellas se sum un sacerdote y en poco tiempo se
sumaron ms de mil quinientas personas. Con el correr de las horas
los huelguistas se multiplicaron por miles. Veintitrs das despus
de que las mujeres comenzaron la huelga de hambre, las calles de
las distintas ciudades de Bolivia fueron invadidas por la gente. Otro
gobierno militar se haba terminado. Los libros en los que se recopi-
lan los testimonios de Domitila son: Si me permiten hablar y Las
mujeres tienen la palabra, que fueron traducidos a varios idiomas. En 1980, se produce un nuevo
golpe de Estado, y ella debe exiliarse. Desde 1996 vive en Bolivia junto a cuatro de sus siete hijos.
237
Juan Evo Morales Ayma
Naci el 26 de octubre de 1959 en Isayavi, Oruro. Es de origen amerindio y su lengua y su etnia es la
aymar. Se cri en el seno de una familia indgena, productora de papa y criadora de llamas. De nio
trabaj la tierra y fue pastor de llamas.
A los 13 aos, se traslad a Oruro, para hacer la secundaria. Mientras
estudiaba trabaj como ladrillero y panadero. Sin embargo, no lleg a
terminar la secundaria. Con 17 aos hizo el servicio militar y al termi-
narlo se gan la vida tocando la trompeta en una banda de msica.
En 1979 en Chapare, Cochabamba, se convirti en recolector de hojas
de coca y a principios de la dcada del 80 se contact con la vida
sindical. En cuanto a la coca vale aclarar que su cultivo, en las culturas
indgenas tradicionales, no tiene nada que ver con el narcotrfco; por
lo tanto, coca no es sinnimo de cocana. Fue tambin fundador de un
partido poltico, el Movimiento al Socialismo (MAS). En 1997, Morales
inici su carrera hacia la presidencia. Ese ao lleg a la Cmara de los
Diputados con un respaldo masivo.
En enero de 2002, Evo fue expulsado del Parlamento por encabezar
protestas contra la erradicacin del cultivo de la coca, siendo acusado
de terrorista.
Pero a mediados de ese mismo ao, retorn con nuevas fuerzas y ms
popularidad que nunca para las elecciones generales; su partido, el MAS, obtuvo el segundo lugar. En
el ao 2003 lleg a la presidencia de su pas, Bolivia.
Luisa Calcumil
Luisa Calcumil naci en 1945 en un barrio perifrico de General Roca, Ro Negro. Miembro de la
comunidad mapuche y actriz notable, se ha convertido en portavoz insomne de su pueblo. A los
23 aos ingres al taller de un precursor del teatro independiente que se haba instalado en el Sur
y fue ganando experiencia hasta consagrarse como actriz frente
al gran pblico nacional y extranjero con la pelcula Gernima.
Luchando contra las difcultades que se iban presentando (no
slo por pertenecer al grupo indgena, sino tambin al sector tra-
bajador que vive alejado del centro urbano), comenz a buscar
textos y estructuras dramticas que respondieran al sentir de su
gente y de s misma. En sus obras refeja la transculturacin y los
actos discriminatorios a los indgenas. Luisa, adems de haber fl-
mado tres pelculas: Gernima, Amor a Amrica e Hijo del ro,
tiene cuatro espectculos teatrales. Ellos son: Es bueno mirarse
en su sombra, Alma de maz, Ecos de la gente de la tierra y La
tropilla de Ruperto. El primero fue representado con gran xito
en Madrid y Santiago de Compostela, siendo invitada a repetirlo
en el festival de Cdiz, con el que gan, en 1990, el premio Leni-
das Barletta a la mejor actriz. Nada de esto le ha hecho perder el
hablar prudente, pese a que daba conferencias en los cursos de una Universidad de Espaa y en el
mismo ao inauguraba un teatro en Santiago de Compostela.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
238
Qu es esto de los derechos humanos?
ACTIVIDAD 3
Eje temtico:
Estereotipos, prejuicios y discriminacin.
Propsitos:
Refexionar acerca de los estereotipos que existen sobre los pueblos originarios.
Reconocer la discriminacin implcita en esos estereotipos.
Destinatarios/as:
A partir de los 10 aos.
Materiales:
Pizarrn y tiza o afches y lpices.
Tiempo estimado:
50 minutos aproximadamente.
Consigna:
Realizar dibujos en subgrupos a partir de diversas coordenadas que la coordina-
cin dar, para que otro subgrupo adivine de qu se trata ese dibujo y luego deba-
tir sobre los motivos, prejuicios y elementos que llevaron a identifcar de tal o cual
manera lo realizado por cada uno.
Desarrollo:
Se divide al grupo en dos equipos. La distribucin de los participantes ser al azar
y se procurar que los dos equipos resultantes no sean grupos establecidos previa-
mente (que ya estn armados de antes).
La coordinacin dar, oportunamente, a cada grupo las fguras que, por turnos,
debern dibujar ante el resto del curso. El equipo que no dibuja intentar adivinar
de qu personaje se trata y luego fundamentar con qu elementos cont para
resolver la adivinanza.
Posibles representaciones:
1.
a
ronda (profesiones): un mdico, un juez, un docente y un albail.
2.
a
ronda (nacionalidades): espaol, alemn, japons y venezolano.
3.
a
ronda (miembros de comunidades originarias): un mapuche, un wichi, un toba
y un tehuelche.
Las primeras rondas de representaciones servirn para romper el hielo y crear un
clima de confanza. En la segunda parte de la actividad se trabajar con pueblos
originarios y se les pedir que realicen esas representaciones o dibujos. Mientras
tanto la otra parte del curso intentar adivinar de qu se trata. Cada vez que un
participante diga un concepto, deber argumentar por qu le parece el correcto,
qu rasgos del dibujo sostienen ese concepto. Que fue lo que los llev a darse
cuenta de quin era.
La puesta en comn va a estar dirigida hacia dos cuestiones: por un lado estereoti-
pos y comunidades originarias, (que podrn ser abordadas conjuntamente o si se
quiere, optando por alguna de ellas) y estereotipos y xenofobia, por otro.
.
a
239
Qu es esto de los derechos humanos?
En el caso de la tercera ronda posiblemente algunas representaciones sean simila-
res y el personaje adivinado sea indio o indgena, pero no la comunidad a la que
pertenecen. A partir de este momento se trabajar en la puesta en comn. Resul-
tar interesante preguntar al grupo: qu fue lo que los llev a identifcar a cada
uno de los personajes representados? qu caractersticas parecen defnitorias de
esa persona y por qu? creen que existe un estereotipo para los pueblos origi-
narios? es discriminatorio el estereotipo? hay alguna relacin entre la falta de
conocimiento o informacin respecto de costumbres, lenguajes, tradiciones, etc.,
y la discriminacin?
ACTIVIDAD 4
Eje temtico:
Resistencia - Exigibilidad Solidaridad
Propsito:
Reconocer la organizacin colectiva como uno de los medios existentes para lo-
grar el cumplimiento de los derechos establecidos en la Constitucin Nacional.
Destinatarios/as:
Adolescentes y adultos.
Materiales:
Artculos periodsticos, Artculo 75, Inciso 17 de la Constitucin Nacional (Ver Ac-
tividad 1)
Tiempo estimado:
80 minutos aproximadamente.
Consignas:
1. Leer el artculo.
2. Identifcar qu derechos no se cumplen.
3. Sealar qu organismos actan como intermediarios entre los pueblos origina-
rios y el Estado como garante de los DD.HH., velando por el cumplimiento de los
mismos.
Desarrollo:
Presentar las caractersticas de los derechos humanos. Resaltar la exigibilidad y la
organizacin para lograr un fn determinado. (Sugerimos realizar esta actividad
luego de las actividades sugeridas en el captulo 1 que apuntan a trabajar el con-
cepto de los derechos humanos).
Se divide al grupo total en subgrupos, y se reparte a cada uno un artculo periods-
tico diferente junto con las consignas para que trabajen sobre ellas.
Luego se pondr en comn lo que cada subgrupo elabor. Es importante que, du-
rante esta instancia, puedan mencionarse otras formas de concrecin de derechos,
240
Qu es esto de los derechos humanos?
a travs de la organizacin colectiva, as como tambin, sealarse organismos exis-
tentes que se hayan conformado con tal fn, al mismo tiempo que se dan conocer
las leyes, tratados o convenciones que garanticen esos derechos.
Fuente: Diario Pgina/12 12 de enero de 2010
Sociedad: Una familia mapuche, ancestral propietaria de sus tierras en Neuqun, fue de-
salojada a tiros.
CMO BARRER LA HISTORIA CON MUNICIONES
Villa La Angostura originalmente fue una parcela de la Colonia Nahuel Huapi, cuyas tierras fue-
ron reconocidas a una familia mapuche por el gobierno argentino, ya en 1902. En diciembre,
un inversor norteamericano ech a sus descendientes y destruy sus casas.
Por Daro Aranda
El gobierno nacional entreg en 1902, a los pobladores ancestrales Jos Mara Paichil
e Ignacio Antriao el lote nmero 9 de la por entonces Colonia Nahuel Huapi, en la Pa-
tagonia.
Sobre esa misma parcela indgena hoy se erige el casco urbano de Villa La Angostura, la
exclusiva y turstica ciudad neuquina. Durante todo el siglo XX creci la ciudad y, al mis-
mo tiempo, les fue arrebatada la casi totalidad de su territorio a las familias mapuches.
Hace un mes, la comunidad Paichil Antriao descendiente directa de esos primeros po-
bladores padeci otro despojo: parte de la comunidad fue nuevamente desalojada y
tres viviendas destruidas. La oleada represiva continu los das siguientes con intimida-
ciones, detenciones y la ocupacin policial del cerro en disputa. Parece una zona mili-
tarizada. Un estado de sitio permanente, denunci la comunidad mapuche, que alert
sobre la violacin de legislacin nacional e internacional que protege sus derechos. El
desalojo se da en un contexto de creciente criminalizacin de los pueblos indgenas y
una campaa meditica que cuestiona sus reconocidos derechos.
El mapa es antiguo, casi ilegible, y est fechado en 1902. Casa Paisil, seala en letra
antigua. Da cuenta de los primeros pobladores en lo que recin dcadas despus sera
Villa La Angostura, en Neuqun. Figura en el reciente y completo libro Historias de las
familias Mapuche Paichil Antriao y Quintriqueo (compilado por la Biblioteca Popular
Osvaldo Bayer), donde antroplogos, historiadores y pobladores locales abordan el pa-
sado negado de la regin sur de la provincia. Segn consta en la Cancillera, el histrico
mapa fue utilizado como prueba por el Gobierno de su Majestad Britnica para consi-
derar e informar sobre las diferencias en la frontera entre Chile y Argentina.
No es la nica prueba documental. La portada del expediente de la Divisin Tierras y
Colonias es amarillenta, tiene olor a papel aejo y data de 1903. Da cuenta de Entrega
lotes Colonia Nahuel Huapi, lo que dcadas despus sera la provincia de Neuqun.
Los dos primeros benefciarios son Don Ignacio Antriao y Jos Mara Paisil. El antiguo
expediente confrma que son habitantes del lugar desde antes de 1899, indgenas, ar-
gentinos y ambas familias fguran sobre el lote 9, parte del casco urbano de la actual
Villa La Angostura.
Ninguna prueba sirvi el 2 de diciembre, cuando setenta policas (incluso efectivos del
temido Departamento Especial de Servicios Policiales Despo) llegaron a las 8 al cerro
Belvedere y comenzaron a desarmar las viviendas de la comunidad. Los medios locales
flmaron el accionar. Se observa a los uniformados, pero tambin a un grupo de civiles
que patean las paredes de las humildes viviendas, cortan con motosierras los tirantes y
241
sonren satisfechos cuando las casas yacen destruidas. La orden parti del juez Jorge Vi-
dela, del Juzgado Multifueros, que rechaz hablar por telfono con este diario (explic
que slo acepta entrevistas en persona).
En todo el pas est vigente la ley 26.160 (Ley de Emergencia de Propiedad Comuni-
taria), que prohbe el desalojo de comunidades indgenas y solicita un relevamiento
territorial de las parcelas correspondientes a los pueblos indgenas. La ley 26.160 es
criticada por el gobierno neuquino, sobre todo luego de que el Instituto Nacional de
Asuntos Indgenas (INAI) frmara un convenio con la Universidad Nacional del Comahue
para implementar el mapeo de tierras en la provincia.
Este diario pidi una entrevista con una autoridad poltica de la provincia, pero la Sub-
secretara de Informacin Pblica no respondi los llamados ni correos electrnicos. El
gobernador Jorge Sapag s habl con el diario Ro Negro: Nacin y el INAI tienen que
entender que no puede tener acciones unilaterales. En la medida que las tengan en
Neuqun, en el nico lugar que discutiremos ser en Tribunales. Hemos recurrido al jefe
de Gabinete, Anbal Fernndez, y a la ministra Alicia Kirchner, de quien depende el INAI.
En noviembre pasado, el Congreso prorrog la vigencia de la ley para que se puedan
completar los relevamientos (que estn muy retrasados). Los legisladores neuquinos
fueron los nicos que votaron en contra de la prrroga.
Segn la Confederacin Mapuche de Neuqun, el rechazo provincial a la ley tiene una
explicacin: el relevamiento catastral podra evidenciar la usurpacin de tierras que
histricamente fueron ocupadas por mapuches.
El desalojo se produjo sobre un predio reclamado por el ciudadano estadounidense
William Henry Fisher. La comunidad utiliz histricamente ese predio para pastoreo de
animales y tambin hay un rewe, sitio sagrado utilizado para ceremonias.
El Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indgenas, que acaba de publicar
un extenso trabajo sobre la situacin actual en Neuqun, resumi: El juicio entre el
norteamericano Fisher contra el Lof Paichil Antriao estuvo plagado de irregularidades.
Por este hecho la causa se encuentra, desde 2008, con una denuncia y con un pedido
de medida cautelar en curso en la Comisin Interamericana de Derechos Humanos. El
desalojo violento que sufri el Lof determina una violacin grave a los derechos huma-
nos de los pueblos indgenas.
El lonko Ernesto Antriao denunci que no se cont con la posibilidad de defensa por-
que la comunidad no fue notifcada del desalojo. De saberlo, habra apelado y frenado
la accin judicial. Tampoco se tuvo en cuenta el Convenio 169 de la Organizacin In-
ternacional del Trabajo (OIT), tratado internacional al que Argentina adhiri en 2001 y
tiene rango superior a las leyes locales.
La comunidad Paichil Antriao est conformada por 25 familias, la mayor parte ubicada
en el cerro Belvedere y sobre las costas del lago Correntoso, zona deseada para nego-
cios inmobiliarios. En diciembre pasado, la polica no avanz sobre todas las viviendas
porque corresponden a distintas causas judiciales. Sin embargo, la comunidad haba
advertido que se estaba en el comienzo de la escalada represiva.
Tres semanas despus, el 21 de diciembre, tres jvenes mapuches de la comunidad
fueron detenidos por la polica. Segn los efectivos, hubo resistencia a la autoridad y
portacin ilegal de armas. Muy distinta es la versin indgena: Integrantes de la co-
munidad fueron emboscados por el estadounidense William Henry Fisher, policas y
efectivos de Grupos Especiales. Tres de nuestros hermanos fueron brutalmente balea-
dos, golpeados, detenidos y procesados. El Poder Poltico y Judicial intenta realizar un
montaje adjudicando falsas pruebas.
El 2 y 3 de enero nuevamente hubo disparos, denuncia de abuso de autoridad y acusa-
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
242
Qu es esto de los derechos humanos?
ciones cruzadas. La versin policial indic ataques con bombas molotov y piedras de un
grupo de personas con la cara tapada. La comunidad desminti el hecho y acus a los
efectivos de hostigamiento permanente y mantener sitiado el cerro. Desde el gobierno
provincial apoyaron la versin policial, aunque descartaron que hayan sido integrantes
de la comunidad indgena. Igualmente movilizaron efectivos de Junn de los Andes y
Zapala hacia Villa La Angostura. El cerro Belvedere ya cuenta con la presencia de 75
policas.
Desde el viernes pasado hasta el domingo, la comunidad Paichil Antriao convoc a un
futa chrawun (gran parlamento). Es necesario avanzar en los procesos de recupera-
cin y resistencia sin dejar de lado el contexto de militarizacin, represin, desalojos,
despojo de nuestra cultura y engaos a nuestros mayores para quitarnos el territorio,
explica la convocatoria, que resalta el actual escenario de criminalizacin y represin
sistemtica.
El Parlamento mapuche se da en la turstica y selecta Villa La Angostura, que tiene el
privilegio de ser la localidad con mayor criminalizacin indgena: las comunidades lo-
cales cuentan con diez causas de las 32 que el pueblo mapuche enfrenta en toda la
provincia. Vernica Huilipn, vocera y referente de la Confederacin Mapuche, resumi
la situacin: Estamos viviendo un proceso de cacera de mapuches.
Fuente: Diario Pgina/12 22 de abril de 2010
Sociedad: Lorenzetti recibi a dirigentes indgenas
RECLAMO ABORIGEN ANTE LA CORTE
Representantes de distintos pueblos originarios denunciaron ante el presidente de la
Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, que carecen de efcacia los programas que se apli-
can en el Chaco para resolver los problemas alimentarios que, desde hace dcadas,
sufren esas comunidades. Los programas son inefcientes, no se resolvi lo del agua
potable para decenas de comunidades y la mortalidad infantil contina igual. Tam-
bin persiste la mala distribucin de los bolsones de alimentos, dijo el dirigente toba
Leonardo Lorenzo, oriundo de Villa Ro Bermejito. Otro de los temas planteados fue la
continuidad de los desmontes en Salta, a pesar de la resolucin dictada por la Corte na-
cional, en diciembre de 2008, para que se suspenda de inmediato la tala indiscriminada.
Eso sigue igual, dijo el wich Dino Sala, en referencia a los desmontes. Los representan-
tes aborgenes estuvieron reunidos una hora con el titular de la Corte. Adems de los
reclamos, Lorenzetti recibi la declaracin emitida en Buenos Aires por las comunida-
des que participaron de la Semana de los Pueblos Indgenas 2010 y un informe sobre el
cuadro de situacin de los derechos aborgenes en el Gran Chaco Americano.
El encuentro fue muy cordial, se trataron todos los temas que nos interesaban, pero
se hizo foco en el tema del hambre en la provincia del Chaco y los desmontes en Salta,
los dos casos en los que intervino la Corte, inform Rodrigo Sol, abogado de la Pas-
toral Aborigen. Tambin particip del encuentro el guaran de Bolivia Quintn Valeroso,
quien le dijo a Lorenzetti que tanto la deforestacin como el hambre se dan en todo el
Chaco Americano. El presidente de la Corte se comprometi a seguir trabajando para
tomar todas las medidas que estn a su alcance para defender los derechos de los
pueblo originarios y el medio ambiente.
243
Fuente: Diario Pgina/12 11 de septiembre de 2010
Sociedad: Pueblos originarios y asambleas en marcha contra la actividad extractiva
PARA QUE NO VUELVA LA FIEBRE DEL ORO
Desde la polmica por la mina de oro en Esquel, Chubut tiene una ley que prohbe la minera,
pero avanza un proyecto en el centro de la provincia. Asambleas socio-ambientales y comu-
nidades indgenas marchan hoy para reclamar que no se concrete.
Por Daro Aranda
La explotacin minera no es la nica alternativa de desarrollo. Todos estos aos hemos vivi-
do sin minera, hemos vivido de nuestro trabajo y animales. La explotacin minera nos dejar
ms pobres, explican con frmeza las comunidades originarias de la meseta de Chubut, que
hoy realizarn una marcha de antorchas por las calles de Gan Gan, en el centro geogrfco
de la provincia, donde la compaa canadiense Pan American Silver impulsa la extraccin
de plomo y plata, a pesar de la negativa de los pueblos originarios y una ley que prohbe la
actividad extractiva. Tambin se movilizarn asambleas socio-ambientales y organizaciones
sociales de los extremos de la provincia, cordillera y la costa este, que alertan sobre las con-
secuencias sociales y ambientales de la megaminera metalfera, con enormes consumos de
agua, en la zona ms pobre y desrtica de la provincia.
En marzo de 2003, y luego de un proceso de movilizacin y consulta popular, la comunidad
de Esquel rechaz la instalacin de una mina de oro a diez kilmetros de la ciudad.
Fue el puntapi para lograr que la Legislatura provincial sancionara la Ley 5001, que pro-
hbe en toda la provincia la minera metalfera a gran escala, con uso de sustancias txicas.
Marcharemos hacia los pueblos de Gan Gan, Gastre, Lagunita Salada y Telsen, la meseta de
Chubut, la regin que el gobierno pretende declarar zona de sacrifcio para entregarla a las
empresas mineras sin importar la tierra y el agua, denunci el Foro Ambiental desde la zona
cordillerana (Esquel, Lago Puelo y El Bolsn) y tambin del Este (Puerto Madryn, Trelew, Raw-
son, y Comodoro Rivadavia).
El yacimiento Navidad es uno de los depsitos de plomo y plata ms grandes del mundo
an sin explotar. En 2002 se detectaron reservas por 3000 millones de dlares, pero la ltima
estimacin, realizada por la empresa Aquiline Resource en 2008, fjaba un piso de minerales
por diez mil millones de dlares.
A pesar de que Chubut y Ro Negro cuentan con leyes que limitan la minera a gran escala, la
compaa canadiense Pan American Silver adquiri, en diciembre de 2009, dos yacimientos:
Calcatreu (Ro Negro) y Navidad. Compaa lder del sector, explota en Santa
Cruz el yacimiento de oro Manantial Espejo y cuenta con otros seis proyectos en Mxico,Per
y Bolivia. El gerente de Relaciones Institucionales para Argentina, Fernando Muratore, sea-
l que la empresa respeta todas las leyes, no se avanzar mientras exista la prohibicin y
confrm que la etapa de factibilidad terminara en el primer trimestre de 2011. En cuanto
el gobierno d luz verde, nosotros arrancaremos con la construccin, es nuestra decisin y
hemos invertido 600 millones de dlares para que el proyecto entre en produccin, afrm
Muratore, que prefri no opinar sobre la posible derogacin de la ley.
El Foro Ambiental y la Asamblea de Esquel acusan al gobernador, Mario Das Neves, de querer
modifcar la Ley 5001. Pgina/12 consult al Ministerio de Ambiente de Chubut, pero pref-
rieron no referirse al tema. S habl el director ejecutivo de la compaa, Geof Burns, el 19
de agosto pasado.
Brind una conferencia de prensa en Canad, luego de reunirse con Das Neves. El gobierno
provincial est completamente al tanto de nuestros progresos y solicitudes para el desarro-
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
244
Qu es esto de los derechos humanos?
llo del proyecto Navidad. Estoy absolutamente confado en que la enmienda necesaria a la
actual ley minera, que nos permitir proseguir, ser introducida antes de fnes de este ao,
sincer.
En la meseta de Chubut viven desde hace ms de cien aos nueve comunidades indgenas
que rechazan el avance minero sobre sus territorios. Cuentan con leyes especfcas que le dan
la legitimidad: el artculo 75 de la Constitucin Nacional y el Convenio 169 de la OIT (pacto
internacional al que Argentina suscribi) legislan sobre la obligacin de asegurar la partici-
pacin indgena en la gestin de sus recursos naturales.
El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) de Chubut realiza desde hace tres aos
un relevamiento anual sobre la situacin del pueblo mapuche y tehuelche. En la provincia
se vulneran sistemticamente los derechos de autodeterminacin, participacin y consen-
timiento previo, libre e informado, todos derechos que los Estados deben hacer respetar,
denunci.
Muchos aos vivimos sin minera y no vamos a dar el brazo a torcer. Vamos a defender la tie-
rra, advirtieron ayer, en un comunicado conjunto, las comunidades Laguna Fra, Los Pinos y
Malln de los Cual y explicaron que Navidad pretende ser la primera de una serie de mineras
a instalarse.
El 20 de mayo ltimo las comunidades indgenas de la meseta se movilizaron hasta Rawson.
Llevaban escrito su rechazo a la minera y su reclamo por el reconocimiento efectivo de las
tierras que habitan desde hace generaciones. Ancianos y nios, hombres y mujeres, todos
marcharon por las calles y esperaron siete horas frente a la casa de gobierno una entrevista
con Das Neves, pero no fueron recibidos. Las nueve comunidades de la meseta difundieron
una carta abierta: Al gobernador y los legisladores les exigimos que respeten y hagan efec-
tivos nuestros derechos. No permitiremos que invadan y contaminen nuestros territorios.
ACTIVIDAD 5
Eje temtico:
Derecho a la identidad.
Propsito:
Tomar conciencia sobre las implicancias del derecho a la identidad.
Destinatarios/as:
Adolescentes y adultos.
Materiales:
Artculos N 1 y 2 de la Convencin Internacional sobre la Eliminacin de todas las
formas de Discriminacin Racial; artculo periodstico.
Convencin Internacional sobre la Eliminacin de todas las Formas de Discrimina-
cin Racial
Parte I
Artculo 1
1. En la presente Convencin la expresin discriminacin racial denotar toda distincin,
245
exclusin, restriccin o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen na-
cional o tnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconoci-
miento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y liberta-
des fundamentales en las esferas poltica, econmica, social, cultural o en cualquier otra
esfera de la vida pblica.
2. Esta Convencin no se aplicar a las distinciones, exclusiones, restricciones o preferencias
que haga un Estado parte en la presente Convencin entre ciudadanos y no ciudadanos.
3. Ninguna de las clusulas de la presente Convencin podr interpretarse en un sentido
que afecte en modo alguno las disposiciones legales de los Estados partes sobre naciona-
lidad, ciudadana o naturalizacin, siempre que tales disposiciones no establezcan discri-
minacin contra ninguna nacionalidad en particular.
4. Las medidas especiales adoptadas con el fn exclusivo de asegurar el adecuado progreso
de ciertos grupos raciales o tnicos o de ciertas personas que requieran la proteccin que
pueda ser necesaria con objeto de garantizarles, en condiciones de igualdad, el disfrute o
ejercicio de los derechos humanos y de las libertades fundamentales no se considerarn
como medidas de discriminacin racial, siempre que no conduzcan, como consecuencia, al
mantenimiento de derechos distintos para los diferentes grupos raciales y que no se man-
tengan en vigor despus de alcanzados los objetivos para los cuales se tomaron.
Artculo 2
1. Los Estados partes condenan la discriminacin racial y se comprometen a seguir, por
todos los medios apropiados y sin dilaciones, una poltica encaminada a eliminar la discri-
minacin racial en todas sus formas y a promover el entendimiento entre todas las razas,
y con tal objeto:
a) Cada Estado parte se compromete a no incurrir en ningn acto o prctica de discrimi-
nacin racial contra personas, grupos de personas o instituciones y a velar por que todas
las autoridades pblicas e instituciones pblicas, nacionales y locales, acten en confor-
midad con esta obligacin;
b) Cada Estado parte se compromete a no fomentar, defender o apoyar la discriminacin
racial practicada por cualesquiera personas u organizaciones;
c) Cada Estado parte tomar medidas efectivas para revisar las polticas gubernamentales
nacionales y locales, y para enmendar, derogar o anular las leyes y las disposiciones re-
glamentarias que tengan como consecuencia crear la discriminacin racial o perpetuarla
donde ya exista;
d) Cada Estado parte prohibir y har cesar por todos los medios apropiados, incluso, si lo
exigieran las circunstancias, medidas legislativas, la discriminacin racial practicada por
personas, grupos u organizaciones;
e) Cada Estado parte se compromete a estimular, cuando fuere el caso, organizaciones y
movimientos multirraciales integracionistas y otros medios encaminados a eliminar las
barreras entre las razas, y a desalentar todo lo que tienda a fortalecer la divisin racial.
2. Los Estados partes tomarn, cuando las circunstancias lo aconsejen, medidas especia-
les y concretas, en las esferas social, econmica, cultural y en otras esferas, para asegurar
el adecuado desenvolvimiento y proteccin de ciertos grupos raciales o de personas per-
tenecientes a estos grupos, con el fn de garantizar en condiciones de igualdad el pleno
disfrute por dichas personas de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.
Esas medidas en ningn caso podrn tener como consecuencia el mantenimiento de de-
rechos desiguales o separados para los diversos grupos raciales despus de alcanzados
los objetivos para los cuales se tomaron.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
246
Qu es esto de los derechos humanos?
Tiempo estimado:
60 minutos.
Consignas:
1. Leer el artculo y responder a las preguntas.
2. Hacer una breve sntesis del texto y un comentario.
3. Qu relacin encuentran con el nombre que llevan todas las personas y el de-
recho a la identidad?
4. Se incumple algn derecho cuando el Registro Civil no permite que una perso-
na sea anotada con determinado nombre?
Desarrollo:
Se inicia la actividad preguntando al grupo acerca del origen de sus nombres. Al-
gunas preguntas para comenzar la actividad: Cul es el signifcado de sus nom-
bres? De dnde provienen? Conocen a algn personaje de la historia que lleve
ese nombre? Luego se realizar una lluvia de ideas alrededor del tema del derecho
a la identidad. Se pedir al grupo que se separen en 4 5 subgrupos y se les entre-
gar una copia del artculo periodstico.
Una vez ledo y contestadas las preguntas, se har una puesta en comn sobre las
apreciaciones de lo ledo.
Las preguntas que guen la puesta en comn podran ser: Qu piensan de esta
nueva moda? Tiene que ver con las reivindicaciones culturales de las comunida-
des? Ayuda a mantener viva la memoria y respeto hacia los pueblos originarios?
Se puede sugerir una frase como disparador del debate como por ejemplo: Cada
vez hay ms cantidad de personas que utilizan nombres de pueblos originarios
y cada vez los pueblos poseen menos tierras. La idea sera poder discutir con el
grupo acerca de esta ambivalencia existente entre utilizar nombres propios de los
pueblos originarios y su discriminacin como sujetos de derechos.
Fuente: Diario Pgina/12 6 de enero de 2007
Sociedad: MODA O REIVINDICACIN, CADA VEZ MS NIOS USAN NOMBRES ABORGENES
Segn el INAI, durante 2006 se aceptaron 250 nuevos nombres, con lo que la lista se increment
en un 10 por ciento. Mapuches y aymaras son los ms elegidos, especialmente en Buenos Aires.
Desde el punto de vista occidental, el nombre es uno de los rasgos que defne la identidad
del sujeto, una forma de incluir al nio en el mundo de lo simblico. Para la mirada de los
pueblos originarios, en cambio, el nombre es la expresin mxima del espritu, el sonido del
alma. Un relevamiento del Programa de Nombres del Instituto Nacional de Asuntos Indge-
nas (INAI) indica que durante 2006 se incorporaron a la lista aceptada por el Registro Nacio-
nal de las Personas 250 nuevos nombres que provienen de culturas originarias. La mayora
de los pedidos no proviene de las comunidades aborgenes sino de familias radicadas en el
rea metropolitana.
Se trata de una moda o de una identifcacin con los pueblos indgenas? Lo cierto es que,
con este crecimiento, el listado del INAI cuenta hoy con dos mil quinientas designaciones
que se fueron incluyendo en los registros civiles de toda la Argentina.
247
Los nombres ms populares son los de origen mapuche y aymara, destac Wenceslao
Villanueva, coordinador del programa y descendiente de familia colla. La preferencia por
estos nombres se da porque estos pueblos tuvieron un mayor protagonismo en la histo-
ria, lo que los hace ms conocidos, explic para luego refexionar: Lo que para la comu-
nidad en general es una moda, para nosotros es una reivindicacin.
Uno de los ltimos nombres de origen aymara registrados es Uma, que signifca en una
primera lectura agua, pero en una interpretacin ms acabada refere a la sabidura y
la fuerza de una persona que facilita la vida de los dems, explica Villanueva. Kiney, en
tanto, es una designacin que utilizaban los mapuches que fue aceptada para nombrar a
una nia y que, simplemente, signifca hermosa.
La tradicin cuenta que en las comunidades mapuches, la persona ms anciana era la
encargada de elegir los nombres de los nios por nacer. Los nombres surgan de sus pro-
pios sueos.
En la era de la tecnologa y de la supremaca del ingls como lenguaje universal, algunos
padres optaron tambin por nombres que en su momento crearon los pueblos origina-
rios que habitaron la Argentina como los tobas, los quichuas o los wich. Los que ms
solicitan aval para hacer uso de estos nombres son ciudadanos del rea metropolitana
por una razn muy simple: tienen la posibilidad de acercarse hasta la sede del INAI en la
ciudad de Buenos Aires. Se trata de padres que estn vinculados directamente con co-
munidades originarias o de otros que no tienen contacto pero que sienten la necesidad
de reivindicarnos, evalu Villanueva.
A estos pedidos se suman los reclamos de comunidades descendientes de diferentes et-
nias del interior del pas. Uno de ellos fue el presentado en forma conjunta por siete pue-
blos de Salta para que se reconozcan los nombres indgenas. En ambas situaciones, los
padres pueden sortear las barreras burocrticas que se encuentran en los registros civiles.
Sus pedidos estn amparados por el artculo 1 de la Convencin Internacional sobre eli-
minacin de todas formas de discriminacin racial, en el cual se seala que no autorizar
la inscripcin de un nombre indgena basada en razones lingsticas o de costumbres
tiene como resultado lesionar la identidad cultural de una persona.
El conficto se inicia cuando el registro civil se niega a anotar al nio con nombre aborigen
argumentando desconocimiento. Ante esta negativa, los padres pueden realizar una
queja ante el INAI y ste acta enviando una carta a la dependencia fundamentando el
origen del nombre. De esta forma se logra destrabar la inscripcin y se habilita para incluir
la designacin en la lista de nombres que tiene cada organismo. Este trmite se resuelve
en el lapso de 45 das. Durante el 2006 se labraron 170 notas dirigidas a los registros civi-
les para justifcar la veracidad de los nombres, destac Villanueva.
Con este reconocimiento de la sociedad hacia las comunidades originarias, adems, se
podra terminar con una prctica vieja entre los pueblos originarios: tener un nombre
bien visto por la ley y otro nombre, el verdadero, entre sus pares, el que defne su esencia.
El nombre tiene que ver con nuestra identidad y nuestra espiritualidad, es el sonido del
alma, el que nos acompaa toda la vida y ahora empezamos a recuperarlos, destac Vi-
llanueva.
Informe: Elisabet Contrera
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
248
Qu es esto de los derechos humanos?
ACTIVIDAD 6
Eje temtico:
Exigibilidad de derechos.
Propsito:
Reconocer leyes y mecanismos nacionales existentes para la exigibilidad de dere-
chos de los pueblos originarios.
Destinatarios/as:
A partir de 12 aos.
Materiales:
Artculo 75 de la Constitucin Nacional, Declaracin de Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indgenas (Ver Actividad 1), artculos periodsticos, dia-
rios, revistas, fotos, etc.
Tiempo estimado:
50 minutos.
Consignas:
1. Leer el artculo periodstico y luego el Artculo 75, Inciso 17 de la Constitucin
Nacional.
2. Buscar en diferentes diarios, revistas, artculos, Internet, etc., ejemplos donde los
derechos de los pueblos originarios sean violados.
Desarrollo:
Se les pedir a los participantes que traigan diarios, revistas, etc., relacionados con las
diferentes comunidades originarias. (O pueden ser aportados por la coordinacin. Se
sugieren varios a continuacin).
Cada subgrupo tendr que resolver las consignas e intentar debatir acerca de la exi-
gibilidad de los derechos. Si existe una legislacin que garantiza los derechos espe-
cfcamente de los pueblos originarios, cmo se hace para que sean efectivamente
cumplidos?
Es necesario dejar en claro la idea del Estado como el nico garante de los derechos
humanos; por lo tanto es al Estado a quien deber recurrirse para el reclamo por los
derechos violados. Se trabajar tambin acerca de las instituciones creadas para la de-
fensa de los derechos como por ejemplo el INAI, INADI, etc.
Por ltimo deber mencionarse la idea de la organizacin social como un medio efcaz
para el logro de los reclamos. Tambin es importante no perder de vista las caractersti-
cas de integralidad y universalidad de los derechos humanos: en muchos casos, las de-
claraciones relativas a las poblaciones originarias remarcan la existencia de un derecho
ya reconocido en convenciones anteriores para todas las personas. Lo que ha sucedido,
por el desarrollo histrico que hemos descrito, es que los derechos de ciertos sectores
de la poblacin se encuentran particularmente ms vulnerados que otros.
En el DVD se podr encontrar la Declaracin de Naciones Unidas sobre los Derechos de
los Pueblos Indgenas y en el anexo, artculos periodsticos relacionados.
249
Fuente: Diario Pgina/12 12 de octubre de 2010
El pas: Pueblos originarios y campesinos ganan protagonismo en la escena social
LOS NUEVOS ACTORES POLTICOS
Movilizaciones, cortes de ruta, recuperacin de tierras y presentaciones judiciales. Pueblos
originarios y campesinos se hacen cada vez ms visibles a travs de los confictos por sus
derechos. Las dos marchas de este ao.
Por Daro Aranda
Plaza de Mayo fue testigo, este ao, de dos masivas e inditas movilizaciones para el pai-
saje porteo. La multitudinaria marcha indgena de mayo pasado, donde medio centenar
de comunidades de todo el pas viajaron durante diez das y fueron recibidos por la Pre-
sidenta.
En septiembre ltimo, el Primer Congreso del Movimiento Campesino Indgena (MNCI)
con comunidades y organizaciones de diez provincias, que culmin tambin con una ma-
siva marcha sobre la plaza. En el ao del Bicentenario, los pueblos indgenas avanzan en
organizacin, visibilizacin y fortalecimiento de su principal reclamo: territorio.
Enfrentan, y les ganan, a empresas mineras, petroleras, sojeras y tursticas. A medida que
el modelo extractivo pretende expandirse en Argentina, los pueblos originarios se erigen
en actores protagnicos de la resistencia. La accin directa marchas, piquetes se com-
plementa con la va poltica y judicial. Se suma la recuperacin de tierras, con legislacin
internacional que la avala.
La Red Agroforestal (Redaf ), en su relevamiento de confictos, seala como hecho posi-
tivo que en el 98 por ciento de los casos existe protagonismo de los propios afectados,
campesinos e indgenas, donde se identifca la conformacin de un sujeto colectivo or-
ganizado que resiste y lucha por sus derechos. En paralelo, explica que las disputas terri-
toriales no se resuelven ni fcil ni rpidamente. Y concluye: Estamos ante el comienzo de
un largo proceso de confictividad en torno al territorio de los campesinos e indgenas.
La minera a gran escala, con grandes consumos de agua y uso de sustancias txicas,
creci en la ltima dcada de manera exponencial. Un centenar de asambleas socio-am-
bientales naci en rechazo a la actividad, y tambin creci la organizacin de los pueblos
indgenas. Ingeniero Jacobacci (Ro Negro), Campana Mahuida y Loncopu (Neuqun) y
Tilcara (Jujuy) son lugares donde comunidades indgenas lograron frenar proyectos mi-
neros mediante presentaciones en el Poder Judicial.
Tambin la accin directa, un corte de ruta que lleva tres meses, es la accin de visibili-
zacin del conficto en Formosa de la Comunidad La Primavera, 850 familias qom que
reclaman las 2042 hectreas donde siempre vivieron. Estn cercadas por empresarios so-
jeros y ganaderos, y por otros dos actores de peso. El gobierno provincial y los jueces que
no respetan nuestros derechos. No nos gusta cortar la ruta, nos amenazan, nos mandan
matones civiles y policas a golpearnos, denunci Flix Daz.
Contra el modelo agropecuario y sus consecuencias tambin se organizan y resisten
comunidades de Chaco, Santiago del Estero y Salta. Cortan caminos, el caso del pueblo
wich de Tartagal, y recurren a la Justicia, como el caso de las siete comunidades que, en
diciembre de 2008, lograron que la Corte Suprema de Justicia detuviera los desmontes.
Tambin frente a la soja, las comunidades de Santiago del Estero cuestionan el modelo
agropecuario. All tambin se da otra forma de resistencia: familias ancestrales que inte-
gran el Movimiento Campesino de Santiago (Mocase - Va Campesina) comienzan a reco-
nocer sus races, enfrentan la histrica discriminacin y se auto-reconocen como pueblos
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
250
Qu es esto de los derechos humanos?
lule-vilela, guaicur, diaguita, sanavirn y tonocot. En los ltimos aos se recuper la
identidad de unas treinta comunidades. Y sin duda es una forma de lucha, de comenzar a
recuperar la historia, afrm Angel Strapazzn, del Mocase - Va Campesina. All el Estado
contabilizaba a inicios de 2000 a slo diecinueve pueblos indgenas. A partir de la organi-
zacin ahora se reconoce la existencia de 31 pueblos originarios.
En Misiones no hay soja, pero otro monocultivo: el forestal, con el pino para plantas de
celulosa a la cabeza. La comunidad guaran Alecrn cuenta con 14.300 hectreas en el
municipio de San Pedro, 170 kilmetros al sur de Puerto Iguaz. Una empresa forestal
ingres en 2007, volte bosque nativo y arras la chacra de la comunidad. Tena como
objetivo talar el bosque nativo para sembrar pinos. Nuevamente la organizacin de la
comunidad indgena impidi que los expulsaran de sus tierras y que el Estado aplicara la
Ley 26.160, que suspende desalojos y ordena un catastro de tierras.
El pueblo mapuche impulsa una accin directa que es referencia para otras etnias: recu-
perar territorio que le fue arrebatado. Agotadas las instancias administrativas, y con leyes
que los protegen, volvieron a 250 mil hectreas en Chubut, Ro Negro y Neuqun.
Nunca afectaron a pequeos productores, siempre a empresas o grandes estancieros.
El peligro de perder lo que tenemos y el tomar conciencia de nuestros derechos permite
que exijamos lo que nos corresponde. Es un proceso lento, pero irreversible, explica con
paciencia Mario Quinteros, dirigente de la Unin de los Pueblos de la Nacin Diaguita
(UPND), una de las organizaciones que ms creci en los ltimos aos.
A un ao del asesinato del cacique Javier Chocobar, el 12 de octubre de 2009, la nacin
diaguita convoca hoy junto a organizaciones sociales a marchar por justicia: los jueces
an no elevaron la causa a juicio y los acusados estn en libertad. Chocobar fue asesina-
do por defender su territorio. Hay pruebas contundentes, incluso flmaciones, pero la ley
no se cumple, como tampoco se cumple la ley respecto de nuestros territorios, se enoja
Quinteros, hace un silencio largo y avisa: Como los pueblos indgenas de todo el pas
no obtenemos justicia, nos organizamos, movilizamos y luchamos poniendo el cuerpo,
como Chocobar, aunque nos cueste la vida.
Fuente: Diario Pgina/12 2 de noviembre de 2010
Sociedad: Investigacin sobre las difcultades de los pueblos originarios para acceder a la
justicia
CUANDO LOS OJOS ESTN DEMASIADO VENDADOS
La falta de peritos especializados, la distancia de los servicios judiciales y los prejuicios culturales
fueron detectados como los principales obstculos para el acceso a los tribunales.
En el camino hacia la Justicia, las comunidades originarias se pueden topar con varias
difcultades. Muchas veces deben lidiar con la falta de peritos especializados, la distancia
entre los servicios judiciales y sus hogares, y la imposicin de la cultura hegemnica no
indgena en mbitos estatales. Estos aspectos fueron detectados en una investigacin
de la Defensora General de la Nacin y la Direccin General de Cooperacin Interna-
cional del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre aspectos procesales, estructurales,
culturales y simblicos que impiden a estos pueblos el acceso a la Justicia. Adems, he-
cha luz sobre nuevos caminos: Una recomendacin muy fuerte es educar y sensibilizar
a todos los operadores judiciales sobre la problemtica de las comunidades indgenas,
dijo a Pgina/12 Stella Maris Martnez, defensora general de la Nacin. Y asegur que hay
251
que tener una mente ms abierta y empezar a obligar al Poder Judicial a que deje los
palacios y se acerque a la gente. Acceso a la Justicia de los Pueblos Indgenas es el ttulo
de la investigacin sobre los obstculos detectados por los actores involucrados comu-
nidades, abogados, organismos del Poder Judicial en la proteccin de los derechos de
los indgenas, cuando piden la intervencin de la Justicia. En nuestro pas, a pesar de las
leyes que reconocen esos derechos, todava hay bolsones de incomprensin e injusticia,
dijo Martnez, en la presentacin de la investigacin, en el marco del Programa de Apoyo
a Dilogos sobre Polticas fnanciado por la Unin Europea. En el Palacio San Martn, la
funcionaria exhort a construir puentes para superar esas barreras y as lograr que los
derechos abandonen el papel y se hagan realidad. El resultado fue la identifcacin de
las difcultades de las comunidades al momento de iniciar una accin judicial y llevarla
adelante o de responder frente a un requerimiento judicial. Como obstculos procesa-
les, se detect la falta de peritos especializados y traductores o intrpretes de lenguas
indgenas, seal Paula Barberi, integrante del programa sobre Diversidad Cultural de la
Defensora. Otros factores son la extensa duracin de los procesos, la escasez de aboga-
dos especializados, la complejidad de los confictos y las difcultades en el cumplimiento
efectivo de las sentencias.
Entre los impedimentos estructurales se identifc la distancia entre los servicios de Jus-
ticia y el lugar adonde viven las comunidades, la falta de recursos, transporte y caminos
adecuados y la inexistencia de tribunales con especializacin en materia indgena. En-
contramos que el mayor impedimento se genera por la imposicin de la cultura hege-
mnica no indgena, asegur Barberi, sobre los aspectos culturales y simblicos de las
comunidades, que constituyen impedimentos para el acceso. Adems, se detect la com-
plejidad de los trminos jurdicos, la falta de sensibilidad de algunos actores del sistema
judicial y los tiempos para dar respuesta a los reclamos. Estos aspectos representan un
conjunto de situaciones que no son comprendidas muchas veces por las comunidades,
cont Barberi.
Durante la presentacin, adems, se hicieron recomendaciones: una de ellas fue a los
operadores judiciales para considerar las costumbres de los pueblos a la hora de juz-
gar sobre el derecho de una comunidad e incluir su cosmovisin. Tambin se aconsej
promover mecanismos de resolucin alternativos de confictos y la visibilizacin de los
confictos indgenas, entre otras sugerencias.
La presentacin cont con la participacin de Marco Aparicio Wilhelmi, de la Universidad
de Girona, Espaa, y de Marina Pecar, directora del programa Apoyo a Dilogos sobre
Polticas del Ministerio de Relaciones Exteriores. Por otra parte, Sebastin Tedeschi, secre-
tario letrado de la Defensora, seal que hay quienes conocen la normativa de derechos
indgenas, pero no saben cmo articularla con el derecho privado, civil, criminal. Y puso
el ejemplo de la ley nacional 26.160, que suspende los desalojos en territorios indgenas:
La ley es clara. Sin embargo, continuaron, dijo.
En la investigacin no slo se habla de las difcultades sino que se subrayan las acciones
positivas, como las sentencias o medidas cautelares para la proteccin de los derechos de
estos pueblos. Lorena Gutirrez Villar, abogada y miembro del equipo de trabajo, seal
que el trabajo pretende ser vehculo para que las buenas prcticas que han sido exitosas
sean compartidas y replicadas en otros mbitos.
Informe: Soledad Arrguez Manozzo.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
252
Qu es esto de los derechos humanos?
Migrantes
En esta segunda parte del captulo haremos una aproximacin respecto a la situa-
cin de los inmigrantes en Argentina y las polticas diseadas por el Estado, as como
tambin aquellas que han sido elaboradas por diferentes organismos internacionales.
Nos interesa refexionar sobre los derechos humanos de las personas inmigrantes
que viven en nuestro pas no slo por las continuas situaciones discriminatorias, sino
tambin por la falta de garantas mnimas para que se respeten sus derechos.
En nuestro pas, pese a la reforma realizada en 1994, encontramos en el propio tex-
to constitucional sustento para las prcticas discriminatorias. El Art. 25 de nuestra Cons-
titucin Nacional plantea que El Gobierno federal fomentar la inmigracin europea:
y no podr restringir, limitar, ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio
argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las indus-
trias, e introducir y ensear las ciencias y las artes.
Es claro que en 1853, momento en el
que fue concebido el artculo, nuestro pas
alentaba la llegada de nuevos habitantes
provenientes de distintas regiones europeas.
De este modo se transformara a la sociedad
argentina modifcando su herencia.
Pero los inmigrantes que llegaron duran-
te los siglos XIX y XX no fueron precisamen-
te del norte de Europa como imaginaron
Sarmiento y Alberdi, sino que venan de las
regiones ms pobres, expulsados del pro-
ceso de modernizacin europea. Muchos
de ellos traan consigo ideas estrechamente
relacionadas con el anarquismo y el socialis-
mo, ideologas que se hacan cada vez ms fuertes en Europa. Al enfrentarse con las
situaciones laborales de nuestro pas comenzaron a reivindicar sus derechos a travs
de numerosas huelgas y confictos laborales, que llevaron a que el inmigrante fuera
visto como un factor potencialmente peligroso para la sociedad. Sus ideas se oponan
a las polticas liberales establecidas en la Constitucin Argentina de 1853. De acuerdo
con esta realidad se fue conformando una idea de la inmigracin con connotaciones
negativas. Esto fue plasmado en todas las instituciones sociales, entre ellas en el sis-
tema educativo: Los chicos rubios de las ciudades, hijos de familias asentadas desde
algunas generaciones atrs, tenan un destino educacional exitoso, en tanto los hijos
de los recientes inmigrantes deban luchar para no quedar marginados por ser galle-
gos, gringuitos o rusos, y los descendientes de los criollos apenas alcanzaban a leer y
escribir en las miserables escuelitas rurales
10
.
10- Puiggros, Adriana. Qu pas en la educacin: Breve historia desde la Conquista hasta el presente. 1ra Edicin, Buenos
Aires: Galerna, 2003.
253
El orden social impuesto afrm la posibilidad de seleccionar y disciplin -sojuz-
gando, eliminando o expulsando, segn el caso- tanto a los gringos brbaros como
a los indgenas, mestizos o negros. Como muestra de ello, en el ao 1902, durante la
presidencia del General Roca, los confictos sociales llegaron a un punto crtico que de-
riv en la sancin de la Ley 4.144, ms conocida como Ley de Residencia, la cual haba
sido presentada ya en 1899 como proyecto por el entonces senador Miguel Can. Esta
norma permita la expulsin de las personas extranjeras califcadas como indeseables,
principalmente militantes sindicales. A partir de este momento, los sucesivos gobiernos
comenzaron a poner en tela de juicio las polticas de puertas abiertas iniciadas en 1880
y avaladas por el artculo 25 de la Constitucin Nacional.
A pesar de dichos intentos, el fujo migratorio no slo no se detuvo, sino que ade-
ms, se hizo difcil su control. Las Guerras Mundiales, las persecuciones ideolgicas y/o
polticas, las crisis econmicas mundiales y las dictaduras militares, obligaron a los in-
dividuos a exiliarse en las tierras americanas, en busca de un bienestar que no siempre
encontraron a causa de las polticas y los modos de vida de los pases receptores o del
sentimiento de desarraigo y de descontento propio de la situacin.
En Argentina, a partir de la dcada del 30, con la ampliacin del proceso de urbani-
zacin se producen migraciones internas de trabajadores provenientes de las provincias
ms pobres del pas, quienes fueron recibidos por los residentes de la ciudad de Buenos
Aires con el despectivo mote de cabecitas negras.
Una caracterstica particular que se observa en las distintas migraciones que se su-
cedieron en nuestro pas, sobre todo en las ms cercanas en el tiempo, est dada por
el origen de los inmigrantes que pasaron de ser en su mayora europeos a inmigrantes
latinoamericanos -fundamentalmente de los pases limtrofes- y tambin, aunque en
menor medida, del Lejano Oriente.
En el imaginario colectivo se idealizan las virtudes de la inmigracin europea en
funcin de una supuesta superioridad tnica y cultural, que importantes sectores de la
sociedad argentina fueron internalizando y naturalizando a lo largo del tiempo.
Al mismo tiempo, se instalaron concepciones marcadamente xenfobas de los inmi-
grantes de origen latinoamericano, a quienes se design, de manera peyorativa, como
bolitas, paraguas, brasucas, negros, yoruguas segn su pas de origen; todo lo cual
muestra cmo la sociedad estigmatiza a todas aquellas personas que pertenecen a co-
munidades diferentes.
A partir de la dcada de 1990, como consecuencia de la implementacin de las po-
lticas neoliberales y la igualacin del peso argentino con el dlar (Plan de Convertibi-
lidad), se hizo ms notorio el fujo inmigratorio de pases limtrofes. Su insercin en el
mercado laboral siempre se dio en los sectores ms desfavorecidos, cubriendo la de-
manda de los trabajos ms duros, peligrosos o poco saludables.
Con el aumento de la tasa de desocupacin que, en el ao 1990 era del 6% y pas
a 14,7% en octubre de 2000, habiendo alcanzado un pico en 1996, de 18,8%
11
, se co-
mienza a estigmatizar al inmigrante, como el responsable directo de la desocupacin,
11- Izaguirre Ins, Miembro directivo de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Informe sobre la situacin
de los Derechos Humanos en Argentina 2004 (Diciembre 2004)
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
254
Qu es esto de los derechos humanos?
como apropiador ilegtimo de servicios sociales, culpables del aumento de los ndices
de delito relacionados con el trfco de drogas y el empleo de armas.
Al extranjero o extranjera, a quienes se los ve como diferentes, no se los considera
como sujetos de derecho. Y por ello, son sometidos a detenciones arbitrarias, vejaciones,
maltrato, extorsin, despojo, extrema explotacin y hasta la expulsin. Ejemplo de ello
es el trabajo que realizan en algunos talleres textiles clandestinos: se los somete a largas
jornadas de trabajo, duermen en forma hacinada, no existen condiciones de higiene,
etctera.
Culpar a los inmigrantes por los efectos del ajuste econmico, la epidemia de clera,
el dfcit habitacional, la proliferacin de la pobreza, el continuo aumento de la desocu-
pacin o la ocupacin ilegal de inmuebles, constituye una forma de rechazo, xenofobia
y prcticas injustas que se retroalimentan y reproducen la discriminacin, el odio y la
violencia.
Enrique Oteiza, Susana Novick y Roberto Aruj sealan que estos inmigrantes son
vctimas de una situacin contradictoria. Por un lado constituyen un sector laboral f-
cilmente sometido a la sobreexplotacin, lo que contribuye a la baja de salarios y, por
el otro, son vctimas de la segregacin social, la marginalidad, la xenofobia y de todo
tipo de abusos por parte del Estado y de los empleadores. Este tipo de inmigracin es
el que carga con culpas, propias, ajenas o inventadas, para disfrazar defciencias sociales
en donde los responsables no son precisamente ellos
12
.
En materia de legislacin existen documentos internacionales que hoy son parte de
nuestra Constitucin y leyes nacionales que penalizan la discriminacin as como orga-
nismos creados especfcamente para la resolucin de esta problemtica. Vigencia for-
mal que da la oportunidad de organizarse para volverla real, es decir universal.
12- Oteiza, E.; Novick, S. y Aruj, R., Inmigracin y discriminacin. Polticas y discursos. En Pgina 12. Grandes debates
nacionales, Migraciones, racismo, xenofobia. Los que siguieron llegando. Pg. 123.
ACTIVIDAD 7
Eje temtico:
Discriminacin: prejuicios, estereotipos.
Propsitos:
Reconocernos como portadores de prejuicios y estereotipos.
Introducir el concepto de discriminacin y su relacin con las nociones de prejuicio
y estereotipo.
Destinatarios/as:
A partir de los 12 aos.
Materiales:
Papel, lpiz, pizarrn/afche.
255
Tiempo estimado:
80 minutos aproximadamente.
Consigna:
Inventar para cada una de las nacionalidades presentadas 5 ms caractersticas
que las defnan o identifquen.
Nacionalidades:
Argentino/a:
Espaol/a:
Paraguayo/a:
Alemn/a:
Chino/a:
Boliviano/a:
Desarrollo:
Antes de comenzar la actividad es pertinente no comentar al grupo el tema espe-
cfco a tratar, para evitar condicionamientos en la produccin.
Se forman grupos al azar. Se recomienda que el nmero de subgrupos no sea in-
ferior a tres ni superior a cinco. Se le entrega a cada equipo una hoja con las nacio-
nalidades y se explica la consigna, aclarando que se debe evitar la utilizacin de
nombres y referencias a compaeros del grupo.
Terminada esta primera etapa se realiza la puesta en comn. Un vocero por cada
subgrupo lee los adjetivos que su equipo eligi para la primera nacionalidad. La co-
ordinacin registra en el pizarrn/afche en una misma columna las caractersticas
atribuidas. Se procede de igual forma con las otras nacionalidades, de manera tal
que el registro permita una comparacin entre las producciones de los subgrupos.
Tras esta exposicin de los subgrupos, la coordinacin pregunta a los integrantes
del grupo total por los elementos que los llevaron a escribir esas caractersticas.
Por qu creen que pensaron cosas parecidas? Se introducen los conceptos de es-
tereotipos, prejuicios, raza a partir de los aportes del grupo, as como tambin se
reconstruye la nocin de discriminacin y sus tipos.
Una vez introducidos los conceptos en cuestin se le puede preguntar al grupo
acerca de hechos de discriminacin que hayan vivenciado: en qu situaciones se
sienten discriminados? Qu estereotipos reconocen en la vida cotidiana? etc.
La coordinacin puede mencionar hechos de discriminacin, como as tambin
mostrar artculos periodsticos y presentar fotos (anexo) para contrarrestar los este-
reotipos instalados. Para fnalizar es fundamental que se d a conocer el organismo
que penaliza la discriminacin (INADI), la legislacin vigente, etc.
ACTIVIDAD 8
Eje temtico:
Discriminacin, xenofobia.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
256
Qu es esto de los derechos humanos?
Propsito:
Refexionar sobre el concepto de xenofobia y sus implicancias directas con el con-
cepto de discriminacin.
Destinatarios/as:
Nias y nios a partir de los 12 aos.
Materiales:
Constitucin Nacional Art. 20, Ley Antidiscriminatoria 23.592 (Ver Actividad 2) y art-
culos periodsticos. Caso hipottico.
Tiempo estimado:
80 minutos aproximadamente.
Desarrollo:
Dividir al curso en dos subgrupos. La coordinacin contar el siguiente caso hipottico:
Una familia, por razones de falta de trabajo y de oportunidades de bienestar en su pas,
decide trasladarse a otra nacin en busca de mejores condiciones de vida. En dicho lugar
consiguen un trabajo que les permite sobrevivir, pero contrarrestando esto, la gente del
lugar cree que ellos los estn invadiendo, utilizando sus servicios pblicos y usurpando
sus puestos de trabajo. Ante esto se les da un trato inferior y son discriminados.
Uno de los subgrupos deber asumir una posicin a favor de la gente que emigra a
otro pas; y los otros sern quienes estn totalmente en contra de esa posicin. Dos
o tres personas tendrn el rol de jueces/moderadores del debate y sern quienes,
al fnal, emitan un juicio sobre lo acontecido. Ambos grupos podrn contar con
algn material de apoyo para sus argumentos. Al fnal del debate, los moderado-
res expondrn sus juicios y tratarn de aportar una solucin al conficto. Tras lo
cual, el coordinador contar al grupo que esta situacin se corresponde con casos
similares sobre argentinos que, durante el ao 2002, debieron emigrar junto a su
familia a otros pases. Se pueden tomar los artculos siguientes como ejemplo o
elegir otros.
La puesta en comn abordar cuestiones como la xenofobia y discriminacin. A
quin corresponde garantizar el derecho al trabajo? Integralidad de los derechos
humanos. Qu dice el artculo 20 de la Constitucin Nacional respecto a los inmi-
grantes? Conocen personas que se hayan mudado a vivir a otro pas o que hayan
venido a nuestro pas? Saben cmo fue su experiencia?
Mencionar que la discriminacin es un delito y que existe una ley que prohbe dis-
criminar por cualquier motivo. Presentar la Ley N 23.592.
Para complementar la actividad se puede consultar el libro Discriminacin. Un abor-
daje didctico desde los Derechos Humanos. APDH, 2005.
257
Fuente: Diario Pgina/12 4 de abril de 2010
El Mundo: El gobierno britnico idea qu hacer con los inmigrantes
UN PLAN PARA ECHAR A LOS SIN TECHO
El gobierno britnico anunci ayer un plan piloto por el cual los inmigrantes de Europa
del Este sin techo que no encuentren trabajo sern deportados a sus pases de origen.
Los inmigrantes econmicos que no consiguen trabajo no pueden permanecer en Gran
Bretaa y enfrentarn ser deportados, declar el ministro de Inmigracin, Phil Woolas.
Este plan fue califcado como sin sentido y xenfobo por los grupos defensores de
derechos humanos.
La gente tiene que trabajar, que estudiar o ser autosufciente, y cuando se no es el
caso, esperamos que regresen a sus pases. Este plan para deportar a europeos que no
estn empleados busca sacarlos de las calles y regresarlos a sus propias naciones, de-
clar Woolas. La Agencia de Fronteras britnica (UKBA) defendi la decisin alegando
que pretende reducir el nmero de inmigrantes provenientes de Europa del Este que
viven en tiendas de campaa y viviendas precarias, muchas veces en parques o zonas
descampadas.
El plan piloto se centrar principalmente en la ciudad inglesa de Peterborough, donde
agentes de la Alcalda del Constabulario de Cambridge y de UKBA ya advirtieron a unos
27 inmigrantes que deben abandonar el pas, entre ellos un grupo que vive en una
reserva natural. Las autoridades britnicas informaron a los inmigrantes que bajo las le-
yes europeas, en caso de no haber conseguido trabajo en los ltimos tres meses, sern
deportados a sus pases de origen. Keith Best, director ejecutivo del grupo Inmigration
Advisory Service, que trabaja con inmigrantes en el Reino Unido, sostuvo que la medi-
da tomada por el gobierno no tiene ningn sentido. Los trabajadores comunitarios se
movilizan adonde existe el empleo. Si no lo encuentran buscan en otro sitio. Obligarlos
a irse porque no encuentran trabajo, es incomprensible. Muchos inmigrantes de Eu-
ropa del Este ya volvieron a sus pases porque aqu tenemos una gran recesin y hay
escasez de empleos, agreg Best.
Por su parte, el Consejo para el Bienestar de los Inmigrantes (JCWI) sostuvo que el plan
del gobierno tiene un tinte xenfobo. No tener trabajo ni vivienda no puede ser mo-
tivo para exigirles que regresen a sus pases. El plan piloto debera consistir en ayudas y
sostn para estas personas, no lo contrario, afrm.
Fuente: Diario Pgina/12 8 de diciembre de 2008
Sociedad: Los argentinos que fueron expulsados de Espaa sin motivos aparentes
CUANDO LA DEPORTACIN ES UN DEPORTE
Se trata de viajeros que se presentaron como turistas. Un msico planeaba visitar a unos amigos.
Una mujer de 66 aos fue desnudada y obligada a baarse. Un matrimonio inici una causa en
la Justicia Federal. La Cancillera muestra preocupacin.
Por Gustavo Veiga
Todo comenz en noviembre con una cadena de contactos entre argentinos residentes
en Espaa. Se alarmaron con las detenciones y el maltrato a compatriotas recin llega-
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
258
Qu es esto de los derechos humanos?
dos a Madrid o Barcelona. En los correos que intercambiaron se informaba sobre casos
de viajeros que aducan tener los papeles correspondientes en regla, el dinero para la
estada o una invitacin verifcable de algn familiar, pese a lo cual se les impeda el in-
greso en los aeropuertos. Algunos fueron a parar a Centros de Internamiento de Extran-
jeros (CIE), como el joven Leandro Steps o, en un trmite ms expeditivo an, a Adela
Jess Gonzlez, de 66 aos, la encerraron en una habitacin con otras doce personas,
le quitaron la ropa, la hicieron baar y la deportaron al da siguiente. En la Cancillera le
admitieron a Pgina/12 que estn ocurriendo situaciones que motivaron una reaccin
del gobierno nacional en el ms alto nivel.
Estos hechos sucedieron a fnes del mes pasado, aunque se vienen repitiendo durante
todo el ao. Hay argentinos que sugieren, aunque sin pruebas para demostrarlo, que el
Estado espaol se estara vengando por la expropiacin de Aerolneas Argentinas. Con
todo, la fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores reconoci que hubo un incre-
mento en las deportaciones, a las que califc como rechazos seriales y califc ciertos
casos como muy delicados y sensibles.
Un canal de televisin cataln consigui entrevistar al joven msico Steps en uno de los
CIE. El video con el reportaje puede observarse en Internet. Con una mirada incrdula y
la barba crecida por los das de detencin, el muchacho cont: Me tuvieron encerrado
en un calabozo de dos por dos unas cinco horas y despus tuve apenas cinco minutos
para explicarle a una jueza mi situacin. Me hizo cuatro preguntas y nada ms. Quera
explicarle que yo no tena ningn inters en quedarme en Espaa.
El dilogo entre Steps y el cronista que lo entrevistaba (por el acento, se percibe que
tambin es argentino) fue interrumpido de manera abrupta por una voz femenina que
exigi: No se pueden hacer fotos, eh. El joven llevaba retenido 24 horas en un CIE de
Barcelona y habra estado cinco das ms hasta su regreso a la Argentina. En la flmacin
aparece ante la cmara detrs de un vidrio tipo blindex, que tiene pequeos orifcios
para permitir escuchar al detenido desde el exterior y una reja de seguridad que disua-
de de cualquier intento de escape. Steps asegur que haba arribado al aeropuerto con
1500 euros, 600 dlares, tarjeta de crdito, la carta de invitacin de un amigo y un da
de reserva en un hotel. La aventura del msico, que prevea tocar de manera informal,
recorrer la Costa Brava y visitar, en Pars, a otro amigo, fnaliz con la deportacin.
El 20 de noviembre pasado, Adela Jess Gonzlez, de 66 aos, domiciliada en Villa Go-
bernador Glvez, Santa Fe, lleg al aeropuerto de Madrid con el objetivo de visitar a su
sobrino Guido, quien reside en Palma de Mallorca. La seora que tena todo en regla a
excepcin de la carta de invitacin (argument que en un Consulado espaol de nues-
tro pas le informaron que era innecesaria) fue introducida en una habitacin junto a
otras doce personas, la obligaron a baarse, le cambiaron la ropa, le retuvieron objetos
personales y al da siguiente la devolvieron a la Argentina.
En la Cancillera aseguran que se reciben de manera permanente informes sobre los
argentinos que tienen difcultades y el servicio consular funciona las 24 horas. Lo que
no todos los viajeros saben es que, cuando llegan a Madrid, tienen derecho a comuni-
carse con el consulado para que un funcionario intervenga si estn en problemas y se
les aseguren los requisitos exigidos para el ingreso a Espaa. La fuente agreg que nos
agraviamos cuando advertimos que algn argentino cumpli con todos los trmites y
sufre las consecuencias de maltrato igual. No estamos hablando de delincuentes. Que-
remos que se respeten los derechos humanos.
El anteltimo fn de semana de noviembre, los argentinos residentes en Espaa estima-
ron que hubo unos dieciocho demorados entre El Prat (el aeropuerto de Barcelona) y
Barajas (Madrid), una cifra muy alta si se toma en cuenta que muchos poseen el pasa-
259
porte de ese pas. Este ao hubo muchos ms ejemplos de maltrato a los turistas, pero
slo se difundieron mediante las cadenas de correos entre emigrados y las instituciones
que renen a los argentinos en la pennsula. Los medios, en cambio, amplifcaron otros.
El 2 de mayo, las autoridades consulares intervinieron y consiguieron destrabar la situa-
cin de una joven cordobesa, Beatriz Alfonso, quien haba sido demorada en Madrid
por espacio de 36 horas cuando intentaba reencontrarse con sus hermanos y conocer
a su sobrina.
Yo estaba presa ah adentro, me dieron comida fra, me trataron mal, declar. Peor lo ha-
ban pasado hace poco ms de un ao el msico de la orquesta del teatro San Martn de
Crdoba Walter Ricardo Vergara y la bailarina Mara Silvia Alvarez, quienes haban viajado
para la boda de un pariente. En El Prat los detuvieron por no tener profesin alguna, ni
medios de vida ni lugar para alojarse en Espaa, as como tampoco dinero para retornar
al pas, adujeron los dos.
Vergara y Alvarez llevaron su caso a la Justicia Federal a principios de 2008, donde deman-
daron al Estado espaol y reclamaron un resarcimiento econmico. Denunciaron maltra-
to (dijeron que fueron llamados varias veces sudacas por la polica de Migraciones) y
que los retuvieron arbitraria e ilegalmente durante 48 horas antes de ser deportados.
En Espaa, mientras tanto, se sigue proyectando la construccin de Centros de Inter-
namiento de Extranjeros. El ltimo se decidi levantarlo en la provincia de Zaragoza y
ya funcionan los restantes en Madrid, Barcelona, Valencia, Mlaga, Cdiz, Murcia, Santa
Cruz de Tenerife, Algeciras y Fuerteventura, todas localidades costeras, excepto la capi-
tal espaola. El CIE madrileo se edifc en terrenos de la antigua crcel de Carabanchel.
Un estudio que realiz este ao la consultora Steps Consulting Social a pedido del Par-
lamento Europeo, concluy que los centros espaoles tienen condiciones similares a
las de una crcel, donde los reos estn confnados casi todo el tiempo a una celda, con
posibilidades limitadas a realizar actividades al aire libre. Adems de los CIE, donde se
vive en condiciones de hacinamiento, sin atencin mdica adecuada y en un hbitat
semejante al de una prisin, hay ms centros que no son considerados como aqullos,
pero donde igual se retiene a extranjeros en condiciones puntuales.
La comunidad argentina no hace distinciones entre unos y otros, aunque a los CIE van a
parar, por lo general, los inmigrantes africanos que cruzan el Mediterrneo en precarias
pateras. La inquietud por este tipo de instalaciones es compartida por la Cancillera,
ya que los centros crecen da a da en las distintas naciones de la UE. Hay un espritu
restrictivo en la Europa de hoy, concluy el funcionario que pidi mantener su nombre
en reserva.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
ACTIVIDAD 9
Eje temtico:
Discriminacin hacia personas provenientes de pases limtrofes.
Propsitos:
Pensar acerca del rol que desempean los medios de comunicacin en la socie-
dad como formadores de opinin.
Desmitifcar ciertos mitos instalados en nuestra sociedad.
260
Qu es esto de los derechos humanos?
Tomar conciencia sobre el fenmeno de la discriminacin que sufren los inmi-
grantes de pases limtrofes.
Destinatarios/as:
Adolescentes y adultos.
Materiales:
Artculo periodstico y Constitucin Nacional (Prembulo, artculo 16 y 20).
Tiempo estimado:
80 minutos.
Consigna:
Comparar los artculos de la Constitucin Nacional con el artculo periodstico.
Desarrollo:
Trabajar en subgrupos.
Comentar qu es lo que piensa el grupo sobre lo ledo.
Por qu creen que se publican este tipo de artculos?
Se puede mostrar el otro artculo periodstico llamado Adis al prejuicio de la in-
vasin de inmigrantes del cono sur.
Fuente: Revista La Primera De La Semana. N 3. Buenos Aires, 4 de abril 2000.
INVASIN SILENCIOSA
Por Luis Pazos
Los extranjeros ilegales ya son ms de dos millones en el pas. Utilizan escuelas y hospitales p-
blicos. Les quitan el trabajo a los argentinos. Algunos se vuelcan a la delincuencia para no ser
deportados. No pagan impuestos. Y los polticos miran para otro lado.
Llegaron para quedarse. Los extranjeros ilegales que invaden en silencio la Argentina ya
son ms de 2 millones.
A diferencia de la inmigracin que soaron Sarmiento y Alberdi, no vienen de las capi-
tales de Europa. Llegaron de Bolivia, Per, Paraguay. Son el sueo hecho realidad de los
Idelogos de la izquierda setentista. Son parte de lo que Pern llam la Patria Grande y
Menem la Amrica Morena.
Cuntos son en total? La investigacin realizada por el Centro de Estudios para la Nueva
Mayora, la encuestadora de Rosendo Fraga, estableci que en la Argentina hay 3.300.000 in-
migrantes de pases limtrofes y Per. Otras fuentes consultadas en una investigacin exclusiva de
LA PRIMERA, que incluy a funcionarios y ex funcionarios reconocen que la cifra en verdad llega a
los 4 millones y que aumenta da a da. La mitad son ilegales.
Cmo se compone la cifra de Fraga? 1.500.000 son bolivianos, 700.000 paraguayos, 500.000
uruguayos, 300.000 peruanos y 300.000 chilenos y brasileos. Sin contar la inmigracin de otras
latitudes.
El viento impiadoso de la extrema pobreza trajo a los indocumentados de La Paz, Lima o
Asuncin.
Llegaron dispuestos a hacer lo que fuera necesario para sobrevivir, y lo hicieron.
Hoy utilizan nuestros hospitales, y escuelas, toman plazas y casas, ocupan veredas, y les
quitan el trabajo a los argentinos.
261
Los que tienen una entrada fja les envan parte del sueldo a sus familiares, vivan donde
vivan. Segn Hugo Franco, ex director de la Direccin General de Migraciones, cada ao
salen del pas 100 millones de dlares.
Los que cruzaron la frontera como falsos turistas no realizaron los trmites de radicacin
o no tienen documentos, son estafados por organizaciones mafosas que a cambio de
dinero les ofrecen un documento y trabajo que jams conseguirn.
Al mismo tiempo, muchos de ellos legales y documentados, le devuelven todo al pas
con su trabajo y su esfuerzo. Estn agradecidos de ser aceptados. Y lo estarn ellos, sus
hijos, los hijos de sus hijos, porque en medio de tantas dudas tienen una certeza absoluta:
llegaron para quedarse.
Trampean para obtener la ciudadana argentina.
El 26 de enero de 1999, Manfredo Kempf, ex embajador de Bolivia en nuestro pas, de-
clar al diario La Razn de La Paz, que del milln de bolivianos que vivan en la Argentina
500.000 eran ilegales. Las razones que esgrimen los ilegales para serlo, son dos: la prime-
ra, no pueden pagar el costo del trmite. La tasa migratoria cuesta 200 pesos, a los que
hay que agregar los honorarios del escribano: entre 100 y 200 pesos ms. La segunda, las
autoridades de la Direccin Nacional de Migraciones cajonean los trmites.
Sea cual fuere la verdad, utilizan cinco trucos para obtener la ciudadana argentina para
ellos y sus hijos: llegan a Buenos Aires a punto de parir y dan a luz en un hospital pblico.
En el caso de nacimiento en territorio argentino de un hijo de extranjeros, la norma de Mi-
graciones determina que con el DNI y la partida de nacimiento del hijo los padres tienen
derecho a obtener la radicacin.
Se casan con un argentino/a.
Cometen un delito menor excarcelable. Por ejemplo: robo sin violencia, comer en un
restaurante e irse sin pagar, o insultar a un polica en la va pblica. Al ser procesados, la
propia justicia argentina les impide salir del pas. (En los pases desarrollados, un inmi-
grante ilegal que comete un delito, es expulsado inmediatamente.)
Ingresan como falsos turistas. Juan Anllelini, administrador de la empresa peruana de
transportes Cruz del Sur, asegura que ingresan a la Argentina 2.000 peruanos por mes.
El viaje dura cuatro das y cuesta 190 pesos. 200 pasajeros lo hacen con permiso de radi-
cacin o contrato de trabajo; 200 usan a Buenos Aires como puente para seguir viaje al
Uruguay o al Brasil; 600 regresan al Per; 1.000 se quedan ilegalmente en la Argentina.
Apelan a gestores que son autnticos trafcantes de personas.
En Migraciones se recibieron 370 denuncias y fueron procesados dos estudios jurdicos.
No hay vacantes para argentinos.
En la escuela Juan Andrs de la Pea (Anbal P. Arbeletche 1052) el 80 % de los alumnos
son inmigrantes de los pases limtrofes, en 1998 la Secretara de Educacin del Gobierno
de la Ciudad hizo pblica una estadstica de los extranjeros que asisten a establecimien-
tos educativos:
Jardines de Infantes pblicos: el 34,8% eran bolivianos; 18,43% paraguayos; 17,04% pe-
ruanos; 7,03% uruguayos; 2,30% chilenos; 2,24% brasileos; 18,13% de otras nacionali-
dades.
Escuelas primarias: 30,17% eran brasileos; 30,16% bolivianos; 13.46% paraguayos;
8.9% peruanos; 5,96 uruguayos; 1,55% chilenos; 9,76% otras nacionalidades.
Escuelas secundarias: 11,72% eran uruguayos; 9,71% bolivianos; 8,34% paraguayos;
6,97% brasileos; 4,46% chilenos; 3,27% peruanos; 55,5 % otras nacionalidades.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
262
Qu es esto de los derechos humanos?
Institutos terciarios: 33,65% eran uruguayos; 8,65% brasileos; 8,41% bolivianos; 8,17%
paraguayos; 2,88% peruanos; 31% otras nacionalidades.
Promiscuos, conviven 35 en una pieza.
Los ilegales viven en pensiones y hoteles miserables de Constitucin y Once, en villas
miseria y en las 10.000 casas tomadas que hay en Buenos Aires. Segn Enrique Mathov,
secretario de seguridad de la Nacin, las 8.000 que son del Estado y las 2.000 particulares
albergan a 150.000 personas. Las pensiones que no limitan el nmero de personas por
pieza cuestan entre 45 y 60 pesos por mes. En la avenida Pueyrredon casi esquina Co-
rrientes se abre una puerta de color verde que deja ver un cuarto de 7 x 6 m. Del techo
cuelgan cortinas divisorias que funcionan como paredes. Yolanda de la Cruz, 34 aos,
peruana, empleada domstica, dice: Somos 35 en la misma pieza. Ahora entramos bien.
El ao pasado, en cambio, llegamos a ser 46, pero los que consiguieron trabajos mejores
se fueron a otra pensin. Yo quiero ahorrar y volver al Per con mi familia. Para ellos, el
inferno es el paraso.
En los hospitales pblicos los inmigrantes les quitan el turno a los argentinos.
A las 2 de la maana comienzan a formar une fla que a las 6 es un ro de hombres y
mujeres de todas las edades. Es el momento exacto en que obtienen un turno para ser
atendidos en hospitales pblicos como el Piero, el Argerich, el Penna, el Santojanni o
la maternidad Sarda. Despus de ser atendidos sin tener que pagar un peso, muchos de
ellos vuelven a sus casas de Buenos Aires. Otros, en cambio, viajan directamente en sus
pases de origen. Son los que viajaron en el chrter que llega cada semana a Buenos Aires
con mujeres embarazadas y hombres que necesitan ser operados.
En las caras aindiadas de los que continan en la cola no hay dolor, ni pena, ni enojo. Las
que estn enojadas son las mams argentinas. A las 7 de la maana, cuando comienza la
atencin a los pacientes, para muchas de ellas ya no hay turnos. sta, sin embargo, no es
la queja mayor. Todas coinciden en que cuando venimos a buscar leche para nuestros
hijos las bolivianas, que llegan muy temprano, ya se llevaron de dos a tres litros y no-
sotras tenemos que volver al da siguiente.
El 35% de todos los pacientes que se atienden en los hospitales pblicos son inmigrantes
de los pases limtrofes.
A esta estadstica, hay que agregarle un dato: los doctores Abel Cittodina y Juan Do-
mingo Argento, subdirector del Ramos Meja y director de la maternidad Sarda respec-
tivamente, establecieron que cada da se tratan en sus hospitales 6 pacientes bolivianos
y peruanos que carecen de documentos. Esta situacin no ocurre solo en Buenos Aires,
en las provincias de frontera como Salta, Jujuy y Misiones, los pecientos extranjeros son
el 50% del total.
Todos somos argentinos
(Vctor Ramos. Presidente del Instituto Nacional contra la Discriminacin, la Xenofobia y
el Racismo).
Desde los inicios de nuestra vida poltica autnoma incorporamos al torrente revolucio-
nario doctores, militares, funcionarios y artistas que, fusionados con los nacionales se
transformaron en patriotas diligentes. Jams apartamos de algn cargo o funcin tras-
cendente a quien no fuera oriundo de la regin. En los momentos culminantes de la pri-
mera etapa poltica del pas, hombres del Alto y Bajo Per enaltecieron con su conducta
aquellas circunstancias. En la revolucin de mayo, Cornelio Saavedra asumi la conduc-
263
cin de la Junta y puede ser considerado nuestro primer presidente. A raz de la accin
poltica del general lvarez Thomas se convoco al Congreso de 1816 y el pas adquiri la
mayora de edad al declararse independiente.
Estos dos hombres, los primeros en la formacin de nuestra nacionalidad, fueron bolivia-
no y peruano, respectivamente. Les estamos infnitamente agradecidos.
Se educan en las escuelas pblicas, haciendo que desaparezcan las vacantes.
En los barrios donde se instalan, los porteos se convierten en extranjeros. Los expul-
san de su propia ciudad el mal olor, la basura y las peleas callejeras.
Los vecinos del Bajo Flores, Floresta y Parque Avellaneda estn hartos de hacer denun-
cias que nadie escucha. All est hoy, el mayor asentamiento boliviano de la Capital Fede-
ral. El resultado: veredas cubiertas de latas de cerveza, cartones de vino, restos de comida,
paales y preservativos usados. El olor es insoportable.
Testimonio de la vecina Elsa Leal: Somos rehenes de los bolivianos. Ellos hacen lo que
quieren y despus dicen que nosotros los discriminamos. Toman cerveza, fuman mari-
huana y salen a pelear con los vecinos.
Testimonio del vecino Luciano Migliavacca: Despus que se van los bolivianos, el Par-
que Avellaneda es un basura A la tarde es imposible salir a pasear con los chicos, porque
estn todos borrachos! Yo viv ac toda mi infancia. Por qu tengo que soportar que
defequen y orinen en medio del parque a cualquier hora?
Testimonio del vecino Omar (se neg a dar su apellido por miedo a represalias). Los
bolivianos salen de las bailantas borrachos y empiezan a insultar a todo el mundo. Si al-
guien reacciona, rompen las botellas de cerveza y lo atacan con los picos cortados. Una
noche cortaron a un pibe de 13 aos, que no se muri de milagro. (Las bailantas estn en
la avenida Lacarra 1388, 1521 y 1660).
Como en Per: cebiche en las calles.
En la zona del Abasto esta el mayor asentamiento de peruanos. En la esquina de Bulnes
y Corrientes el olor penetrante a comida se siente a partir de las 11 de la maana. Un ma-
trimonio construye una mesita con dos cajones de fruta, la forran con bolsas de residuos
apoyan cacerolas oxidadas y comienzan a preparar el cebiche, pescado crudo sazonado
con limn, aji, cebolla, y perejil.
Cuesta 3 pesos la racin y se acompaa con un vaso de chicha (jugo de maz rosado)
previo pago de 50 centavos. Como los peruanos comen parados, parte de la comida cae
sobre la vereda.
Para un inmigrante de los pases limtrofes, la Polica es el diablo. La aparicin de un patru-
llero en el Bajo Flores o en el Abasto los hace entrar en pnico.
Agachan la cabeza para ocultar la cara, la mirada se vuelve huidiza, desaparecen como
por arte de magia.
El motivo es obvio: no tienen documentos. Los otros diablos ms temidos son los perio-
distas.
Sacan fotos y hacen preguntas. Para los invasores, un periodista es un testigo de cargo.
Inmigracin y selectividad
(Vicente Massot. Doctor en Ciencias Polticas).
En la Argentina nunca hubo un rechazo generalizado a los bolivianos y paraguayos. No se
integraron, pero coexisten. Slo que han cambiado las condiciones del pas y lo que hace
veinte aos resultaba benfco, hoy no lo es. No por un brote de xenofobia, sino porque
los problemas que tenemos los argentinos -todos de resolucin imposible en el corto pla-
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
264
Qu es esto de los derechos humanos?
zo- no son como para abrir las puertas de par en par a los vecinos, sabiendo de antemano
que no encontrarn trabajo y entonces caern en la delincuencia. O sern subcontratados
en condiciones miserables de trabajo, a expensas de algn trabajador nativo. Sin contar
que recibirn atencin gratuita del Estado, lo cual supone un gasto innecesario.
Toda inmigracin debe ser hoy selectiva por necesidad y no por xenofobia. Debe ser li-
mitada por la falta de recursos y de oportunidades de trabajo de los argentinos y no por
racismo. La inmigracin hoy no nos hace falta y hasta puede ser contraproducente.
Albailes que perjudican a los obreros en blanco.
Silenciosos, obedientes, infatigables, los hombres trabajan en quintas o se convierten en
albailes. En las obras, realizan las tareas que nadie quiere realizar. La ms dura de todas:
cortar ladrillos. Aceptan trabajar todas las horas por da que sea necesario y por el sa-
lario que ofrecen. Su objetivo: comer y tener un lugar donde dormir. Hoy, no slo son
parte de los 120.000 albailes que trabajan en Buenos Aires: las empresas constructoras
los preferen a los argentinos.
Competencia desleal de vendedoras ambulantes.
Las mujeres, que fueron las primeras en llegar y son mayora, sobreviven como emplea-
das domsticas y vendedoras ambulantes. Como los albailes, las sirvientas trabajan por
lo que les dan. Jams protestan, porque en el lugar donde viven, para ellas no hay nada.
Las vendedoras, en cambio, compiten con los comercios locales. Instaladas en las veredas,
mientras amamantan a sus bebs venden verduras y lencera a precios ms bajos, porque
no pagan impuestos, no alquilan locales y no tienen empleados.
Ser libres para trabajar como esclavos.
De lunes a viernes a las 7 de la maana, entre 500 y 1000 invasores se renen en la esqui-
na de Cobo y Curapalige. Hasta all llegan, en camiones y mnibus, empresarios corea-
nos y taiwaneses. En ese momento, los que hace horas o das que estn esperando, saben
si van a sobrevivir o no.
Los seleccionados son llevados a talleres clandestinos donde se confecciona ropa.
(Cinco de los cuarenta que se conocen estn en la calle Mariano Acosta en los nmeros
1147, 1184, 1316, 1349 y 1350). Trabajan de 7 de la maana a 2 de la maana 6 das a
la semana, no les permiten hablar entre ellos, les pagan 25 centavos por prenda, comen
arroz, duermen en el suelo, sobre colchonetas.
En el caso de las mujeres, si son jvenes o menores de edad, atractivas y blancas, las indu-
cen a ejercer la prostitucin.
Investigacin: Mara Contartese, Facundo Pastor, Jorge Garca, Sol Alonso, Roco Ferraro,
Laura Ballota, Carolina Rossomando. Fotos: Senarega Salinas.
Fuente: Diario Clarn, Suplemento Zona, 11 de Abril de 2004
Reveladores datos del indec y de la direccin de migraciones
ADIS AL PREJUICIO DE LA INVASIN DE INMIGRANTES DEL CONO SUR
En 130 aos, la inmigracin limtrofe nunca super el 3% del total de argentinos. Adems, no
afecta el empleo: son slo unos 650 mil sobre 15 millones que trabajan.
Mara Seoane.
Los argentinos comparten pacfcamente el pas con 191 colectividades del mundo. Pero
su relacin con los inmigrantes del Cono Sur es contradictoria. Por datos frescos suminis-
265
trados por el Instituto Nacional de Estadstica y Censos (INDEC) y por la Direccin Nacional
de Migraciones (DNM), ahora se sabe que esa relacin est teida de algunas creencias
falsas, que expresan un vergonzante sentimiento de discriminacin, no pocas veces ati-
zado desde el poder. Las ms comunes son: Cada vez hay ms paraguayos, bolivianos y
peruanos. O: Ellos nos quitan el trabajo. Una encuesta realizada por el Centro de Estu-
dios de la Opinin Pblica (CEOP) a fnes de 2003 revel que la mayora de los argentinos
creen que la inmigracin de ayer -la europea- contribuy a levantar el pas y que la de
hoy es la que contribuye al desempleo.
Es verdad que los inmigrantes limtrofes son cada vez ms? La Argentina tiene hoy el
5% de su poblacin extranjera, o sea cerca de 1.600.000 almas. Se sabe que una regla de
la inmigracin en el mundo es que la ms numerosa corresponde siempre a la de pases
limtrofes. Por lo tanto, no es excepcional que en la Argentina, de cada 5 extranjeros 3
correspondan a pases limtrofes. Lo que seguramente no se sabe es que desde 1869, y
con relacin a la poblacin total del pas, el porcentaje de inmigrantes del Cono Sur nunca
super el 3% a lo largo de 130 aos, segn inform este verano el INDEC, que conduce
Lelio Mrmora. Desde aquel ao del siglo XIX, entonces, el porcentaje medio nunca su-
per entre el 2,4 y 2.9%.
La pregunta es por qu y cundo se instal el prejuicio de la invasin extranjera limtrofe.
El socilogo Jos Nun sostiene que esa percepcin se debe a su presencia en los grandes
centros urbanos. Pero es una falsedad indicadora de un espritu discriminatorio. La socie-
dad argentina se precia en general de no ser racista, pero primero habl de los cabecitas
negras y despus de los bolitas o paraguas. Hay que demoler esa falsedad. Y decir, por
ejemplo, que una de las barbaridades de la que es responsable (Domingo) Cavallo es que
utiliz a los inmigrantes limtrofes como chivos expiatorios de la desocupacin. Cavallo
es doblemente responsable porque era consciente no slo de que estaba diciendo una
mentira, sino que era una mentira peligrosa. El segundo prejuicio es que esos inmigran-
tes vecinos contribuyen a aumentar el desempleo. Popularmente no se sabe que hoy
existen ms de 15 millones de trabajadores nativos que forman la Poblacin Econmica-
mente Activa (PEA). Y que los vecinos del Cono Sur, ms los de Per que tienen empleo,
son apenas un 4,5% de la PEA, es decir, unas 650.000 personas. Los empleos que tienen
son, en general, el domstico, la construccin, la zafra o las huertas.
Si bien es verdad que a partir de 1980 producto de la poltica econmica de la dictadura,
y ms tarde, por efecto de la convertibilidad comenz a producirse un cambio en la
relacin entre la histrica cantidad de extranjeros provenientes del Cono Sur y aquellos
provenientes de Europa o Asia. Pero esto no modifc nunca la cantidad de inmigrantes
limtrofes en relacin a la poblacin argentina. Lo que s produjo fue una sensacin de
presencia masiva que foment el prejuicio. As, segn se pudo medir a partir de 2001,
tanto los inmigrantes peruanos (cerca de 100.000) que casi quintuplicaron su presen-
cia en la ltima dcada, bolivianos (unos 230.000), paraguayos (unos 325.000), chilenos
(cerca de 200.000) y brasileos (unos 35.000) superaron en nmero al medio milln de
extranjeros de origen europeo.
La sociloga Susana Torrado analiza una de las razones que llevaron al prejuicio de la
invasin conosurea. En 1994 95, cuando fue el primer pico de la suba de la desocu-
pacin, Cavallo les ech la culpa a los inmigrantes limtrofes. En realidad era una manio-
bra poltica porque estaba desnudndose la desocupacin inherente a la convertibilidad.
Otro tema que golpe ms es que se traan trabajadores limtrofes porque les pagaban
menos que a los argentinos. Se usaba esa mano de obra para bajar costos.
Fue uno de los dramas del modelo de pas Primer Mundo.
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
266
Qu es esto de los derechos humanos?
ACTIVIDAD 10
Eje temtico:
Discriminacin y xenofobia.
Propsito:
Poder reconocer actos discriminatorios en algunos ejemplos de la legislacin argentina.
Destinatarios/as:
A partir de los 14 aos.
Materiales:
Extracto de las diferentes leyes, Ley Antidiscriminatoria 23.592, Constitucin Nacio-
nal Prembulo, Art. 16, Art. 20 (Ver Actividad 9).
Tiempo estimado:
50 minutos.
Consignas:
1. Comparar qu artculos de la ley de Actos Discriminatorios o de la Constitucin
Nacional no son cumplidos.
2. Reelaborar algn artculo de los citados de forma tal que no implique un acto dis-
criminatorio.
Desarrollo:
La actividad podr ser trabajada en grupos o en forma individual.
Se reparte a cada grupo diferentes extractos de leyes que discriminan segn el ori-
gen geogrfco.
Debern comparar las mismas con la Ley de Actos Discriminatorios y con la Constitu-
cin Nacional. Luego reelaborarn esa norma de forma tal que no sea discriminatoria.
En la puesta en comn se expondr lo trabajado por cada grupo tratando de poner en
debate la cuestin de la xenofobia. Se podrn brindar datos actuales sobre la inmigra-
cin en Argentina. Es importante trabajar con el grupo la cuestin de la exigibilidad
como una de las caractersticas de los derechos humanos. Cules son los mecanis-
mos existentes para el cumplimiento? Se podr mencionar la existencia del INADI.
Fuente: www.cels.org.ar/common/documentos/leyes_discriminacion_nacionales_
extranjeros.pdf
LEYES NACIONALES Y PROVINCIALES DISCRIMINATORIAS POR EL ORIGEN NACIONAL
En este apartado, transcribiremos algunos ejemplos de normativas vigentes en la Rep-
blica Argentina (de carcter nacional o provincial) que prohben el acceso a diversos de-
rechos, empleos o profesiones en razn de la nacionalidad de la persona, vulnerando, de
esta manera, el principio de no discriminacin (el cual, segn la Corte Interamericana de
Derechos Humanos
13
, es una norma de jus cogens).
13- Corte IDH, Opinin Consultiva OC-18/03, del 17 de septiembre de 2003, San Jos, Costa Rica.
267
a. Radiodifusin. Decreto Nacional 1005/1999
El decreto que reglamenta la Ley Nacional de Radiodifusin, dispone que para el otorga-
miento de una licencia a una persona fsica, se requiere ser argentino nativo o naturaliza-
do (cfr. Decreto 1005/1999, Art. 45, del 10 de septiembre de 1999).
b. Rgimen Nacional de Pensiones no Contributivas.
El artculo 9 de la Ley 13.478 (cfr. leyes 15.705, 16.472, 18.910, 20.267, 23.746 y 24.241)
garantiza una pensin inembargable a toda persona sin sufcientes recursos propios, no
amparada por un rgimen de previsin, de 70 ms aos de edad o imposibilitada para
trabajar. En los hechos, esta pensin consiste en la retribucin mensual y vitalicia de 101
$ (ciento un pesos) y la inmediata afliacin a la Obra Social PROFE (Programa Federal de
Salud, actualmente dependiente del Ministerio de Salud de la Nacin) a mayores de 70
aos, a personas con discapacidad mayor al 76 %, y a madre de 7 ms hijos, cuando no
cuenten con recursos propios o se vean imposibilitadas de trabajar.
b.1. Pensiones por Vejez. El Decreto 582/2003, dictado el 12 de agosto de 2003, establece
en su Anexo (Art. 1, inc. d), que respecto a las pensiones por vejez, los extranjeros debern
acreditar una residencia mnima continuada en el pas de CUARENTA (40) aos.
b.2. Pensiones por Discapacidad. El Decreto 432/1997 establece que para acceder a dicha
pensin Los extranjeros debern acreditar una residencia mnima continuada en el pas
de VEINTE (20) aos.
El Art. 1, inc. e del decreto 432/1997 expresa: Podrn acceder a las prestaciones instituidas
por el Artculo 9 de la Ley 13.478 modifcado por las Leyes N. 15.705,16.472, 18.910, 20.267 y
24.241, las personas que cumplan los siguientes requisitos: (...) e) Los extranjeros debern acre-
ditar una residencia mnima continuada en el pas de VEINTE (20) aos. La condicin de tal
residencia ser demostrada con la presentacin del Documento Nacional de Identidad para
Extranjeros. La fecha de radicacin que fgura en el documento de identidad hace presumir la
residencia continuada en el mismo, a partir de dicha fecha El inciso d) del mismo artculo
establece que los ciudadanos argentinos naturalizados ... debern contar con una residen-
cia continuada en el mismo de por lo menos cinco (5) aos anteriores al pedido del benefcio.
c. Estatuto Docente de la Provincia de Buenos Aires (Ley 10.579, Anexo)
ARTICULO 57: Para solicitar ingreso en la docencia como titular, el aspirante deber reunir los
siguientes requisitos: a) Ser argentino nativo, por opcin o naturalizado, en este ltimo caso,
haber residido cinco (5) aos como mnimo en el pas y dominar el idioma castellano.
b) Poseer aptitud psicofsica y una conducta acorde con la funcin docente. c) Poseer ttulo do-
cente habilitante para el cargo u horas-ctedra a desempear.
d. Ciudad de Buenos Aires, Ley 668 (Estatuto Docente).
Modifcase el inciso a) del Artculo 14 de la Ordenanza N 40.593, el cual quedar redacta-
do de la siguiente manera: a) Ser argentino nativo, por opcin o naturalizado. En estos dos
ltimos casos dominar el idioma castellano. En el rea de Educacin Superior podrn admi-
tirse extranjeros cuando razones de idoneidad as lo requieran, debindose fundamentar tal
circunstancia en el acto de designacin.
En este caso el aspirante deber acreditar: 1- la existencia de ttulo sufciente que lo habilite
para el ejercicio de la actividad de que se trate; 2- el cumplimiento de los requisitos previstos
por la Ley Nacional de Migraciones para su residencia en el pas; 3- la autorizacin de la Di-
reccin General de Migraciones para prestar servicios remunerados; y 4- A los efectos de esta
ley, podrn ser equiparados a los argentinos nativos los hijos de por lo menos un progenitor
argentino nativo, que circunstancialmente hubieran nacido en el exterior con motivo del exilio
o radicacin temporaria de su familia, y tuvieran pendiente la tramitacin para la obtencin
de la ciudadana.
e. A fn de inscribirse al Registro nico de la Provincia de Jujuy de Desocupados y Subocupa-
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
268
Qu es esto de los derechos humanos?
dos, la legislacin pertinente exige ser argentino nativo o por opcin (cfr. Ley 5210, Art. 5,
inc. 1., publicada el 21 de mayo de 2001).
g. En la provincia de Jujuy, en la Ley Orgnica del Notariado, se requiere ser argentino
nativo o por opcin, con residencia en la provincia no inferior a cinco (5) aos para poder ser
escribano titular o adscripto (cfr. Ley 5.295, promulgada el 28 de diciembre de 2001, Art.
78, inc. 1).
h. El Registro de la provincia de San Juan sobre Expendedores de Bebidas Alcohlicas,
establecido por el Decreto 1.399/2002 (del 22 de diciembre de 2002), dispone que para ser
Director o Jefe de dicho registro se necesita ser argentino nativo o naturalizado con diez
aos de ejercicio de la ciudadana (Art. 1).
i. En la provincia del Chaco, la Ley 3.276 (Investigaciones Privadas, sancionada el 4 de
diciembre de 1991) exige que las empresas de seguridad, vigilancia, investigaciones e in-
formaciones privadas estarn a cargo de un director tcnico que no representar simultnea-
mente a ms de una empresa, debiendo reunir las siguientes condiciones: 1) Ser argentino na-
tivo o por opcin. En este ltimo caso deber tener dos (2) aos como tal (Art. 6).
j. La Ley de Radiodifusin de la Provincia de Neuqun (Ley 2.057, promulgada el 17 de
marzo de 1994), dispone un sistema de permisos precarios a fn de encuadrar legalmente
a las emisoras de frecuencia modulada de hasta trescientos varios de potencia irradiada
localizados en la provincia.
Dichos Permisos Precarios Provisorios Provinciales (PPPP) podrn ser otorgados a personas
fsicas o jurdicas que renan los siguientes requisitos: Personas fsicas: a) Ser argentino, nativo
o naturalizado... (Art. 6).
k. En Tucumn, los interesados en habilitar una empresa de seguridad, vigilancia y/o inves-
tigaciones privadas, o los integrantes de la sociedad formada al respecto, debern reunir las
siguientes condiciones: a) Ser ciudadano argentino, nativo o naturalizado... (cfr. Art. 14 del
Decreto 1855/99 (del 14 de septiembre de 1999).
l. En la provincia de Corrientes se requiere ser argentino nativo con no menos de dos (2)
aos de residencia inmediata en la provincia para ejercer el cargo de Contador o Tesorero
de la Provincia (cfr. Decreto Ley 221/01 modifcatorio de la Ley de Contabilidad 3.175,
del 10 de diciembre de 2001, Art. 1, inc. a).
m. La provincia de Tucumn ha creado un Rgimen destinado al otorgamiento de becas a
alumnos de escuelas, colegios y otras instituciones educativas de nivel primario.
Segn lo dispuesto en el artculo 17 del Decreto 604/92 (del 24 de abril de 1992), a fn
de solicitar becas es requisito indispensable, ser ciudadano argentino, nativo o por opcin o
naturalizado.
n. El Programa de la Provincia de San Luis de Formacin de Profesionales (Becas para Nuevos
Talentos), dispone que para aspirar a alguno de sus benefcios se debe ser argentino, nativo de
la provincia, o con dos aos de domicilio en la misma (cfr. Decreto 2822/99, del 27 de agosto
de 1999, Anexo II, inc. a).
. La carrera profesional hospitalaria de la provincia de Entre Ros
14
slo est habilitada
para los ciudadanos argentinos. En efecto, la Ley de Salud Pblica 9190 (promulgada el 24
de noviembre de 1998) establece que para ingresar a la carrera profesional hospitalaria se
14 La carrera profesional hospitalaria que comprende a los profesionales universitarios que presten servicios en los
establecimientos asistenciales dependientes del organismo central de Salud Pblica de la provincia de Entre Ros, en
cualquiera de sus modalidades: centralizados, descentralizados, de autogestin, etc. Los profesionales universitarios
incluidos en el rgimen de la presente ley son los siguientes, a saber: Bioingenieros, Bioqumicos, Dietista, Nutricionista
o Licenciado en Nutricin, Farmacuticos, Fonoaudilogos, Kinesilogos, Mdicos, Odontlogos, Obstetricias, Psic-
logos, Psicopedagogos, Podlogos, Terapistas Ocupacionales, y Asistentes Sociales o Licenciados en Servicio Social o
Trabajo Social (Art. 1, Ley 9.190).
269
requerir: a) Ser argentino, nativo o por opcin (Art. 3).
o. En la provincia de Formosa tambin se requiere ser argentino nativo o naturalizado a
efectos de acceder a la funcin notarial, sea como titular, adscripto, suplente o interino (cfr.
ley 1219, Art. 3, inc. a, del 13 de noviembre de 1997).
p. La ley del Notariado de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires exige ser argentino nativo
o naturalizado con no menos de diez aos de naturalizacin, a fn de poder inscribirse en
la matrcula profesional (cfr. ley 404, Art. 8, inc. a, del 15 de junio de 2000).
q. La provincia de La Pampa, en el Estatuto del Trabajador de la Educacin, establece que
uno de los requisitos para el ingreso como titular, es ser argentino nativo o naturalizado
(cfr. ley 1940, Art. 11, inc. a, promulgada el 13 de julio de 2001).
r. La provincia de Ro Negro, en la Ley Orgnica del Poder Judicial (Ley 2.430, promulga-
da el 4 de enero de 1991), establece el requisito de ser argentino nativo o naturalizado
con tres aos de ejercicio de la ciudadana como mnimo, para desempear los siguientes
empleos: perito calgrafo (Art. 118, inc. c), perito balstico (Art. 120, inc. c), jefe del Depar-
tamento Tcnico, Administrativo y Contable (Art. 139, inc. c), empleado del Poder Judicial
(Art. 122, I, inc. c) y empleado de servicio y maestranza (Art. 122, II, inc. c; en este caso no se
exigen los 3 aos de ciudadana como mnimo).
s. La ley 3.273 de la Provincia de Misiones dispone que a fn de ejercer el cargo de Director
General de Educacin, se debe ser argentino nativo, por opcin o naturalizado con diez
(10) aos de ejercicio de la ciudadana (Art. 2, inc. a).
ACTIVIDAD 11
Eje temtico:
Discriminacin y xenofobia.
Propsito:
A travs de la comparacin de las leyes, lograr el reconocimiento del inmigrante
como sujeto de derecho.
Destinatarios/as:
Adolescentes y adultos.
Materiales:
Ley nacional 22.439 (artculos: 12, 30, 31) Ley de migraciones 25.871 artculos 3 inc.
f, h, 5, 6, 7, 13) y artculo periodstico.
Tiempo estimado:
60 minutos.
Consignas:
Comparar las dos leyes sobre inmigracin. Analizar cmo se ve al inmigrante en cada
una de ellas. Se lo considera como sujeto de derecho? Qu derechos se le reconoce?
Desarrollo:
El coordinador entregara a cada uno, una seleccin de los artculos ms relevantes
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
270
Qu es esto de los derechos humanos?
de las leyes elegidas junto a la consigna de la actividad.
Una vez que los grupos hayan terminado de discutir y elaborar la respuesta en
forma escrita, se procede a una puesta en comn de las mismas. Se toma nota en el
pizarrn de las conclusiones obtenidas.
A continuacin se les entrega el artculo periodstico, para comparar las conclusio-
nes por ellos elaboradas y las que analiza la noticia.
A modo de cierre, se propone que los participantes cuenten situaciones reales,
como para ver si lo que la nueva ley propone, se hace vigente. El coordinador pue-
de reforzar esta idea brindando artculos periodsticos que narren casos concretos
de violaciones a los derechos de los inmigrantes.
Fuente: Diario Clarn, Opinin, 5 de enero de 2004
LEY DE MIGRACIONES: LOS DERECHOS DE TODOS.
La derogacin de la ley de la dictadura y la sancin de una nueva norma es un paso ade-
lante para la democracia y la integracin social.
Por Pablo Ceriani Cernadas y Diego Morales
Hace pocos das, el Congreso Nacional sancion una nueva Ley de Migraciones.
Desde 1983 la democracia argentina mantena una grave deuda con el estado de de-
recho: continuaba vigente la ley de la dictadura, N 22.439, conocida como Ley Videla.
El problema de la ley de facto no slo estaba en su cuestionable origen, sino -y sobre
todo- en su mensaje y contenido, en tanto consideraba al inmigrante como un peli-
gro para la seguridad nacional y el orden pblico, estableca un mecanismo de control al
margen del derecho y negaba el acceso a derechos fundamentales garantizados por la
Constitucin Nacional a todos los habitantes del pas.
La ley derogada, mediante una lgica propia de esa dictadura militar, habilitaba a la Direc-
cin de Migraciones y su polica auxiliar a ordenar y ejecutar detenciones y expulsiones
de extranjeros, sin ningn tipo de intervencin o control del Poder Judicial, vulnerando
las garantas procesales bsicas.
Esta situacin se agravaba por la obligacin que impona aquella ley a todos los funcio-
narios y empleados pblicos, de denunciar a los inmigrantes que no tuvieran residencia
legal. Esta exigencia generaba una condicin de grave vulnerabilidad de los migrantes
sin residencia, en tanto los disuada a no presentarse ante jueces, docentes, mdicos y
otras dependencias administrativas, ante el riesgo de ser expulsados del pas.
Asimismo, la ley negaba expresamente el acceso a derechos esenciales como educa-
cin, salud y vivienda a quienes no contaban con residencia legal en el pas. Ello, sin te-
ner en cuenta que las principales causas de la irregularidad migratoria eran las trabas
impuestas por la propia ley, los altos costos del trmite de radicacin y los numerosos
obstculos burocrticos que impona la Direccin Nacional de Migraciones.
La derogacin de la Ley Videla representa tambin el fn de una etapa en la cual la de-
mocracia argentina hizo caso omiso a la gravedad de este problema ya que permiti no
slo la vigencia de la norma sino su continua y efectiva aplicacin. Ello implica que los
gobernantes de estas dos ltimas dcadas legitimaron el sistema establecido por aqulla.
Incluso, durante los 90, el Poder Ejecutivo profundiz la lgica y el espritu de la norma-
tiva migratoria, mediante el dictado de sucesivos decretos, particularmente a travs del
Reglamento de Migraciones sancionado en 1994. Esta poltica se vio a su vez acompa-
271
ada por un fuerte discurso ofcial que, recurriendo a criterios discriminatorios, pretenda
endilgar a los migrantes la responsabilidad por la precarizacin total de las condiciones
socioeconmicas de gran parte de la poblacin, generadas por las polticas de ajuste im-
plementadas en esa etapa.
Entre las ms graves consecuencias de la aplicacin de la ley se destacan la separacin de
familias, la negacin a la atencin del VIH/sida, la privacin del acceso a la educacin de mi-
les de nios y las numerosas detenciones arbitrarias y expulsiones de extranjeros llevadas a
cabo sin respeto por las garantas fundamentales.
La pervivencia de este tipo de leyes constituye una muestra clara de las difcultades del
proceso de transicin democrtica atravesado por nuestro pas. Por ello, la sancin de la
nueva legislacin migratoria representa un avance hacia la consolidacin del estado de de-
recho en Argentina y el pleno respeto de los derechos humanos de todos sus habitantes.
ACTIVIDAD 12
Eje Temtico:
Discriminacin y xenofobia.
Propsitos:
Comprender los requisitos necesarios para ingresar a un pas ya sea como turista
o como residente permanente.
Vivenciar las difcultades que atraviesan los inmigrantes y pensar en posibles al-
ternativas que faciliten la cuestin.
Destinatarios/as:
A partir de los 14 aos.
Materiales:
Papel, lpices, pizarrn o afche y formulario con requisitos necesarios para ingre-
sar al pas.
Tiempo:
80 minutos.
Consignas:
Leer el documento de requisitos para el ingreso y elaborar un listado de los incon-
venientes que pueden atravesar quienes emigran a otro pas.
Desarrollo:
Leer el documento de requisitos para ingresar a un pas, en este caso, Argentina
(tambin se puede buscar otros documentos que referan a otros pases). Que cada
subgrupo escriba un listado de los posibles inconvenientes que puede encontrar
un inmigrante cuando llega a otro pas. (Idioma, conocer los lugares donde recurrir,
ubicacin de los mismos en la ciudad arribada, traslados, etc.) Una vez realizado
esto, poner ese listado en comn y unifcarlo en el pizarrn o en un afche. A partir
de all se debern pensar algunas alternativas institucionales, gubernamentales,
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
272
Qu es esto de los derechos humanos?
etc., viables que sirvan de ayuda para quienes llegan a nuestro pas. La persona
coordinadora de la actividad podr indagar en el grupo sobre los sentimientos que
podran surgir en cada uno de ellos si tuvieran que atravesar la situacin.
Fuente: http://www.mininterior.gov.ar/tramites/migraciones/tramMIGReqResidencias.
php?idName=tram&idNameSubMenu=tramMigraciones&idNameSubMenuDer=tram
MIGRedResidencias
Por este trmite se solicita el ingreso y permanencia de extranjeros residentes en el exterior.
La Direccin Nacional de Migraciones emite un Permiso de Ingreso que debe ser presen-
tado por los ingresantes ante el consulado argentino con jurisdiccin sobre su habitual
lugar de residencia.
Con dicho permiso, se gestiona ante el consulado la visa para poder ingresar al pas, en la
categora migratoria autorizada. Una vez tramitada la visa y producido el ingreso al pas
de los extranjeros, quedan automticamente radicados, debiendo tramitar en caso de
corresponder su DNI ante el Registro Nacional de las Personas, en el plazo de sesenta
(60) das hbiles de producido el ingreso.
Toda la documentacin deber presentarse en original y copia simple o con copia certi-
fcada por escribano (si el escribano no es de Ciudad Autnoma de Buenos Aires, la frma
de ste deber encontrarse legalizada por el Colegio de Escribanos de la provincia que
corresponda).
Toda documentacin emitida en el exterior deber presentarse visada por el consulado
argentino del pas emisor o con sello de Apostilla de la Convencin de La Haya.
Toda la documentacin emitida en idioma distinto del espaol deber presentarse tra-
ducida por traductor pblico nacional, con frma certifcada por el colegio de traductores
(Av. Corrientes 1834 C1022AAC Buenos Aires -Tel/Fax: 4373-7173)
Tasa migratoria MERCOSUR $300, NO-MERCOSUR $600
Quedan exceptuados del pago de esta tasa:
- Los menores de 16 (diecisis) aos que se radiquen conjuntamente con sus padres
- Los asilados o refugiados
- Los que acrediten su estado de pobreza, debiendo acompaar el correspondiente cer-
tifcado de indigencia expedido por autoridad competente (Registro Civil, Juzgado de
Paz, etc.)
- Los que inicien trmite en razn de su condicin de miembros del Clero Secular y los
Ministros religiosos reconocidos por la autoridad competente (conforme Art. 2 inc. b) del
Decreto 231/2009).
- Se realiza personalmente en los Consulados y por apoderado en la Sede Central de la
Direccin Nacional de Migraciones y delegaciones del interior del pas.
- Horario Sede Central: Avda. Antrtida Argentina N 1355 de 08:00 hs a 13:30 hs (Se en-
tregan nmeros slo hasta las 11:00 hs)
- En todos los casos adems de la documentacin especfca deber presentarse fotoco-
pia simple del pasaporte completo del extranjero. (octubre de 2010).
273
Conclusin
La idea de este captulo fue realizar una invitacin a refexionar y debatir acerca
de la discriminacin que, como se puede observar, se trata de un fenmeno que
est en los orgenes de la conformacin del Estado Nacional y que sigue presen-
te en nuestros das. As lo demuestran varios indicadores alarmantes que fueron
presentados por el Instituto Nacional contra la Discriminacin, la Xenofobia y el
Racismo (INADI) en diferentes medios de comunicacin. Casi cuatro de cada diez
personas fueron discriminadas alguna vez. Ms de la mitad vio que le suceda a
otro. Pero el 60 por ciento de unos y otros no hizo nada. El 80 por ciento cree que en
la sociedad argentina hay muchas y bastantes prcticas discriminatorias, pero a
su vez un buen porcentaje avala ciertas opiniones y actitudes prejuiciosas
15
.
De acuerdo con el sondeo realizado, en el ranking de las discriminaciones su-
fridas o presenciadas fguran en los primeros cinco lugares las ocurridas en funcin
de la nacionalidad de la vctima, de su nivel socioeconmico, del color de la piel, de
la obesidad o sobrepeso o de una discapacidad.
La propuesta es ofrecer distintas herramientas que permitan comprender y va-
lorar las diversas culturas, para favorecer la transformacin de los comportamien-
tos discriminatorios y promover el desarrollo de actitudes basadas en la solidari-
dad, igualdad de derechos y el respeto por la diversidad. Brindar la posibilidad de
un acercamiento a los documentos legales que avalan y defenden el derecho a
no ser discriminado, tambin dar a conocer que se est cometiendo un delito al
incurrir en un hecho discriminatorio.
15- Andrs Osojnik Los nmeros del prejuicio y la segregacin 26 de febrero del 2007. Pgina 12.
Anexo
Inmigracin / Xenofobia
Canciones/Pelculas sugeridas:
Contamname. Disco: Golosinas. Pedro Guerra. (1995)
Clandestino. Disco Clandestino - Esperando la ltima ola. Manu Chao. (1998)
Planeta Eskoria. Disco: Los queremos vivos. SKA-P. (2001)
Bisabuelo. Disco: Botanika. Kapanga.(2002)
xodo Ska. Disco Antihumano. Ataque 77. (2003)
De igual a igual. Disco 15 aos de m. Len Gieco. (2006)
Cdigo de Honor (School Ties). Direccin: Robert Mandel. Protagonizada por:
Brendan Fraser y Matt Daemon (1992).
American History X. Direccin: Tony Kaye. Protagonizada por: Edward Norton,
Edward Furlong y Faruza Balk.(1998)
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
274
Qu es esto de los derechos humanos?
Crash (Vidas cruzadas). Direccin: Paul Hagis. Protagonizada por: Sandra Bullock,
Matt Dillon, Brendan Fraser. (2006)
Vientos de Agua. (Serie televisiva) Dirigida por: Juan Jos Campanella. Protagoni
zada por Eduardo Blanco, Hctor Alterio y Pablo Rago. (2006)
Nos-otros. Documental. Direccion: Daniel Raichijk. Argentina. (2009)
Mi nombre es Khan. Direccin: Karan Johar. Protagonizada por: Shahrukh Khan,
Kajol Devgan. India. (2010)
Artculos Periodsticos sugeridos:
Denuncia de autoservicios chinos a Carrefour por discriminacin. http://www.pa
gina12.com.ar/diario/elpais/1-63669-2006-02-28.html
SOS Discriminacin presentar una denuncia ante la justicia federal por Discrimi-
nacin y xenofobia hacia los ciudadanos chinos.
Bolivianos, xenofobia y agricultura. www.discriminacin.org/xenofobia/argentina
Coreanos y chinos buscan disear aqu su propio destino. Clarn, Entrevista: Corina
Courtis, antroploga, 5 de diciembre de 2004.
Ley de Migraciones: los derechos de todos. Clarn, Opinin, 5 de enero de 2004.
La mentira de la invasin silenciosa. Pgina/12, Dilogos, 18 de septiembre de 2006.
Alq. depto joya no apto p/judos. Pgina/12, Sociedad, 24 de octubre de 2006.
La pelota de la discordia. Clarn, Conexiones, 23 de noviembre de 2006.
Ropa infantil con manchas legales. Pgina/12, El pas, 16 de enero de 2007.
Huelga de los inmigrantes en Italia contra la xenofobia y el racismo. Clarn, 3 de
marzo de 2010.
Macri habl de inmigracin descontrolada y recibi acusaciones de xenfobo.
Clarn, 10 de diciembre de 2010.
Datos versus prejuicios. Pgina/12, Sociedad, 12 de diciembre de 2010.
La discriminacin, segn Zafaroni. Tiempo Argentino, 13 de diciembre de 2010.
Discriminacin descontrolada. Pgina/12, Suplemento NO, 3 de febrero de 2011.
La eliminacin de la discriminacin racial. Pgina/12, 21 de marzo 2012.
Orgulloso de ser hijo de una mucama paraguaya. Clarn, Sociedad, 14 de abril de 2012.
Prejuicios contra los pases vecinos?. Clarn, Sociedad, 20 de abril de 2012.
Legislacin vigente:
Constitucin Nacional Argentina. Prembulo, artculo 16, artculo 20 y artculo 25
Ley Nacional N 25.871. Ley de Migraciones. Sancionada en diciembre de 2003 y
promulgada en enero de 2004. Modifcaciones 3 de mayo de 2010.
275
Convencin Internacional sobre la Eliminacin de la Discriminacin Racial de la
ONU (Adoptada y abierta a la frma y ratifcacin por la Asamblea General en su
resolucin 2106 A (XX), de 21 de diciembre de 1965. Entrada en vigor: 4 de enero
de 1969, de conformidad con el artculo 19)
Ley Nacional N 23.592/88, ley antidiscriminatoria.
Convencin Internacional de Naciones Unidas sobre la proteccin de los Dere-
chos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares. Adoptada por la
Asamblea General en su resolucin 45/158, de 18 de diciembre de 1990 y ratifcada
por el gobierno argentino en el ao 2006.
Organismos para la exigibilidad de derechos:
Instituto Nacional contra la Discriminacin, la Xenofobia y el Racismo (INADI)
Moreno 750 1 Piso - (C1091AAP)
www.inadi.gob.ar
Conmutador: 4340-9400
Asistencia gratuita las 24 horas: 0800 999 2345
[email protected]
Organizacin Internacional para las Migraciones (OIM)
Ofcina Regional OIM Buenos Aires
Avda. Callao 1033, Piso 3 (C1023AAD)
Ciudad Autnoma de Buenos Aires Repblica Argentina
Tel.: (54-11) 4815-5194
Mail: [email protected]
Direccin Nacional de Migraciones (DNM)
Av. Antrtida Argentina 1355 C1104ACA. (CABA) : www.ministerio.gov.ar
[email protected]
LINEAS ROTATIVAS: (O11)4317-0234.
http://www.migraciones.gov.ar
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH)
Callao 569, 3 cuerpo, 1 Piso, Of. 15. (1022). Ciudad de Buenos Aires.
www.apdh-argentina.org.ar
[email protected].
Tel: (011) 4372-8594. Fax: (011) 4814-3714.
Pueblos Originarios
Canciones/Pelculas:
El Quinto Centenario. Disco: Vasos Vacos. Los Fabulosos Cadillacs. (1993)
Chacarera del exilio. Disco: Paisano vivo. Raly Barrionuevo. (2006)
Pal Norte. Disco: Residente o visitante. Calle 13. (2007)
Nana Para Un Nio Indgena. Disco: Sueos de un hombre despierto. Ismael Serrano. (2007)
CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
276
Qu es esto de los derechos humanos?
Nia mapuche. Disco: Cuando salga el sol. Arbolito. (2007)
Latinoamrica. Disco: Entren los que quieran. Calle 13. (2011)
Hijo del ro. Direccin: Ciro Capellari. Protagonizada por: Norman Brisky y Luisa
Calcumil. Argentina (1991).
La nave de los locos. Direccin: Ricardo Wullicher. Protagonizada por: Miguel
ngel Sol e Ins Estvez. Argentina (1995).
Bolivia. Direccin: Adrin Caetano. Protagonizada por Freddy Flores, Rosa Snchez
y Oscar Bertea. Argentina (2001).
La quimera de los hroes. Direccin: Daniel Rosenfeld. Protagonizada por Eduardo
Rossi. (2003).
Ro arriba. Documental. Direccin: Ulises De la Orden. Argentina. (2004)
Abuela Grillo. Corto animado producido en The Animation Workshop en Viborg,
Dinamarca, por The Animation Workshop, Nicobis, Escorzo, y la Comunidad de
Animadores Bolivianos, con apoyo del Gobierno de Dinamarca. (2009)
Tambin la lluvia. Direccin: Icar Bollan. Protagonizada por: Gael Garca Bernal y
Luis Tosar. Espaa. (2010)
Awka Liwen. Documental. Guin y libro cinematogrfco de Osvaldo Bayer. Direc-
cin: Mariano Aiello y Kristina Hille. Argentina. (2010)
Los olvidados. Mapuches: una historia de resistencia. Documental elaborado por
la productora de programas del Principado de Asturias, Espaa, en colaboracin
con Axencia Asturiana de Cooperacin al Desarrollo. (2010)
Artculos Periodsticos:
Un juicio pblico al general Roca que apunta a remover su monumento. Pgina/12,
Sociedad, 21 de mayo de 2004.
La tierra fue para Benetton. Pgina/12, Sociedad, 1 de junio de 2004.
Mapuches. Pgina/12, Sociedad, 16 de julio de 2004.
Adonde conduce el camino del indio. Pgina/12, El pas, 12 de octubre de 2004.
Un da para el contrafestejo. Pgina/12, El pas, 12 de octubre de 2004.
De que raza hablamos. Pgina/12, El pas, 12 de octubre de 2004.
Fue el comienzo del mayor genocidio. Pgina/12, Sociedad, 13 de octubre de 2004.
Vecinos contra un magnate que acumula tierras y agua potable. Pgina/12, Socie-
dad, 26 de marzo de 2006.
La disputa por la propiedad de las tierras. Pgina/12, El pas, 28 de agosto de 2006.
Tolerancia cero con los vecinos del sur del pas. Pgina 12, El pas, 28 de agosto
de 2006.
El da del descubrimiento del otro. Clarn, Enfoques, 1 de octubre de 2006.
277
Viaj 2 das a caballo para defender sus tierras y un juez le pidi perdn. Pgina/12,
Sociedad, 4 de octubre de 2006.
La resistencia del aborigen. Pgina/12, Sociedad, 13 de octubre de 2006.
Comunidades originarias recuperan tierras. Pgina/12, ltimas noticias, 29 de di-
ciembre de 2006.
Moda o reivindicacin, cada vez ms nios usan nombres aborgenes. Pgina/12,
Sociedad, 6 de enero de 2007.
La Reconquista del Desierto. Pgina/12, Sociedad, 22 de abril de 2007.
Benetton, denunciado por usurpacin. Pgina/12, Sociedad, 22 de mayo de 2007.
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CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
278
Qu es esto de los derechos humanos?
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Trabajo. Ratifcacin del gobierno argentino en julio del ao 2000
Ley N 26.160 Ley de Emergencia en materia de Posesin y Propiedad de las
Tierras. Decreto Presidencial 1122/2007.
Organismos para la exigibilidad de derechos:
Instituto Nacional de Asuntos Indgenas (INAI) perteneciente al Ministerio de De-
sarrollo Social de la Nacin Argentina.
San Martn 451, entrepiso. (C1004AAI) Ciudad Autnoma de Buenos Aires.
(011) 4348-8434 / 71 / 72 - 0800-999-4624 [email protected]
Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indgenas. ODHPI. E-Mail: info@
odhpi.org / [email protected] Tel/Fax: 0054-0299-448-62-94
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CAPTULO 6 | Derechos de los pueblos originarios y migrantes
280
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282
Qu es esto de los derechos humanos?
Derechos de los Nios, Nias y Adolescentes
El siguiente captulo tiene como propsito realizar un acercamiento a los dere-
chos de los nios, nias y adolescentes. Se utilizan como material bsico las tres leyes
que protegen los derechos de la infancia en la ciudad de Buenos Aires, dos de las
cuales velan por los derechos de chicos y chicas en todo el pas:
Ciudad de Buenos Aires: Ley de Proteccin Integral de los Derechos de Nios,
Nias y Adolescentes (Ley 114).
Nacional: Ley de Proteccin Integral de los Derechos de Nios, Nias y Adoles-
centes (Ley 26.061).
Internacional: Convencin sobre los Derechos del Nio.
Los temas del captulo se desarrollan a travs de actividades y un fundamental
contenido terico que la coordinacin podr utilizar en sus talleres, adaptndolas
segn su necesidad y las caractersticas del grupo con el que se trabaje.
El primer conjunto de actividades retoma la nocin de nios, nias y adolescen-
tes como sujetos de derecho y permite realizar un acercamiento inicial a las tres leyes.
El segundo conjunto de actividades recorre una seleccin breve de los numero-
sos derechos que protegen a la infancia. Esta seleccin es arbitraria ya que deja mu-
chos derechos sin trabajar. Insistimos en nuestra idea de entender a los nios, nias
y adolescentes como sujetos de derecho y replantearnos desde esta mirada nuestra
prctica diaria.
Este captulo no pretende agotar la temtica sino dar informacin e ideas que, con-
famos, sern ampliadas por la curiosidad, conocimientos y prctica de quien lo lea.
Del Patronato a la Proteccin Integral de los Derechos
de Nios, Nias y Adolescentes
El siguiente texto explica brevemente dos paradigmas -ideas, modos de pensar
y actuar en una cultura- que se refejan en leyes e instituciones. Estos paradigmas
son histricos y por eso se construyen, inclusive, a partir de nuestra prctica diaria.
Los paradigmas no son estticos, se hallan en constante movimiento, se superpo-
nen y pugnan por ser aceptados en la sociedad.
En la actualidad podemos encontrar dos paradigmas acerca de la niez y ado-
lescencia, uno ms antiguo, el llamado Patronato de Menores y otro producto del
movimiento de derechos humanos, el llamado de Proteccin Integral de Nios, Ni-
as y Adolescentes. Han estado conviviendo y superponindose durante el ltimo
siglo. Ambos lograron ser recogidos en leyes nacionales. La de ms larga data se
plasm en nuestro pas en la Ley de Patronato de Menores (1919) y la segunda,
en la Ley de Proteccin Integral de los Derechos de Nios, Nias y Adolescentes
(2005).
283
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
La Ley de Patronato tuvo un claro destinatario: la infancia pobre
1
. Intent solu-
cionar el problema de qu hacer con el alto porcentaje de nios y nias que con-
sider en situacin de abandono material o de peligro moral suspendiendo el
derecho de los padres y las madres al ejercicio de la patria potestad, derecho que
pasaba a ejercer el juez, quien tomaba las medidas que a su criterio consideraba
necesarias para tutelar a los nios, nias y adolescentes que entraban en esas ca-
tegoras
2
.
La Ley de Patronato le otorgaba al juez facultades arbitrarias. Poda ordenar la
privacin de la libertad del acusado por tiempo indeterminado. La categora de
abandono moral o material que poda padecer un nio o nia era tan impreci-
sa que le otorgaba al juez una enorme cuota de discrecionalidad, le posibilitaba
el ejercicio de poder casi omnmodo y lo autorizaba a disponer del menor hasta
cumplir la mayora de edad, hubiera cometido un delito o no
3
.
Mediante la legislacin de menores de esa poca, los nios, nias y adolescen-
tes pobres que salan a la calle en bsqueda de la supervivencia diaria fueron reclui-
dos en instituciones, asilos y reformatorios, es decir, separados de su familia y de la
escuela, los espacios adecuados para su desarrollo personal.
El Estado segregaba as a la niez y adolescencia pobre, la separaba del resto
de la sociedad para evitar los males que podran causar estos nios y nias in-
adaptados, futuros delincuentes que las condiciones sociales vigentes producan.
Ver y escuchar a estos nios, nias y adolescentes pobres y necesitados pondra al
descubierto las defciencias de toda la estructura social.
La Ley de Patronato olvidaba que los problemas que motivaban la internacin
de estos nios y nias en institutos, a veces por muchos aos, afectaban a todo
el grupo familiar, ya que sus padres y madres soportaban situaciones de extrema
pobreza con derechos tales como trabajo, vivienda y salud negados por el Esta-
do. Hubo una tendencia a patologizar situaciones de origen estructural. Las viejas
leyes de menores sirvieron para condenar a la incapacidad a nios, nias y ado-
lescentes y familias que vivan hacinadas o con grandes difcultades de brindar
contencin material y otorgaron capacidad omnmoda al Estado para intervenir
en sus vidas privadas ante situaciones de irregularidad nunca bien defnidas (...)
convertan en irregular al nio y a su familia en vez de ver la irregularidad en la falta
de oportunidades
4
.
1- AA.VV., Colectivo de ONGs de Infancia y Adolescencia. Informe de ONGs argentinas sobre la aplicacin de la Conven-
cin de los Derechos del Nio. Buenos Aires, febrero 2002, pgs. 17-20.
2- Art. 21 de la Ley de Patronato: (...) se entender por abandono material o moral, o peligro moral, la incitacin por los
padres, tutores o guardadores a la ejecucin por el menor de actos perjudiciales a su salud fsica o moral; la mendicidad
o la vagancia por parte del menor, su frecuentacin a sitios inmorales o de juego o con ladrones o gente viciosa o de
mal vivir, o que no habiendo cumplido los 18 aos de edad, vendan peridicos, publicaciones u objetos de cualquier
naturaleza que fueren, en las calles o lugares pblicos, o cuando en estos sitios ejerzan ofcios lejos de la vigilancia de
sus padres o guardadores o cuando sean ocupados en ofcios o empleos perjudiciales a la moral o a la salud.
3- Documento Base del Encuentro sobre Polticas de Infancia y Adolescencia (Secretara de Desarrollo Social y otros)
citado en AA.VV., Colectivo de ONGs de Infancia y Adolescencia. Informe de ONGs argentinas sobre la aplicacin de la
Convencin de los Derechos del Nio.
4- Marta Mauras, ex Directora Regional de UNICEF para Amrica Latina y el Caribe, Panel de Apertura, Encuentro Fede-
ral de Polticas de Infancia y Adolescencia, Mendoza, agosto 1997, (Secretara de Desarrollo Social y otros, marzo 1998).
284
Qu es esto de los derechos humanos?
Un estudio elaborado por la Secretara de Derechos Humanos y UNICEF y pu-
blicado en el 2006 arroj como resultado que el 87 por ciento de los nios, nias
y adolescentes recluidos en nuestro pas lo estaban por causas asistenciales (slo
el 13 por ciento estaba detenido por hechos delictivos). El trabajo informaba que
la institucionalizacin fue la respuesta generalizada que dio el Estado desde las
polticas pblicas a los chicos y chicas abandonados, abusados o vctimas de
otros delitos. Chicos y chicas con causas asistenciales compartan el mismo esta-
blecimiento con menores con causas penales. La separacin de los nios y nias
de sus familias y su consecuente institucionalizacin, lejos de evitar problemas,
constituyeron el camino hacia la carrera delictiva. Los institutos y reformatorios,
adems de violar los derechos de los nios y nias internos han sido verdaderas
escuelas de delitos, seala el informe ofcial
5
.
La Convencin sobre Derechos del Nio que en nuestro pas obtiene validez
de ley en 1994, propone una doctrina de proteccin integral. Declara que no hay
diferencia entre los nios y nias, ni por su posicin econmica, situacin so-
cial, sexo, religin, o nacionalidad. El nio o nia no se concibe como un mero
receptor o benefciario de asistencia social, sino como sujeto de derecho frente
al Estado, una persona a la que se le reconoce el derecho de ser protegido en su
desarrollo y frente a situaciones de irregularidad nunca bien defnidas.
La situacin socioeconmica precaria no es motivo para separar al nio o nia
de su familia. El Estado interviene mediante organismos especfcos de niez en
casos de necesidad de asistencia. Cuando constata la falta de recursos econ-
micos debe apoyar a la familia con programas de salud, vivienda y educacin. El
Poder Judicial interviene, evala y decide, slo cuando se trata de problemas de
naturaleza jurdica y, en esos casos, el juez a cargo tiene la obligacin de escuchar
a los nios o nias.
Ya no se trata de corregir cada irregularidad encontrada en los nios y nias,
sino de generar polticas y prcticas que modifquen las situaciones que generan
la exclusin de la niez pobre de los mbitos y espacios que deberan ser comu-
nes a todos los nios, nias y adolescentes
6
. La Convencin genera otra ruptura
en el concepto tradicional de infancia. La Ley de Patronato haba considerado a
los nios y nias como seres menores con respecto a los adultos (los denominaba
menores), seres incompletos, incapaces, que precisaban de la instruccin de
los adultos para llegar al estado de completitud y madurez, fjado en los 18 aos.
La Convencin ya no considera a la niez como una etapa de preparacin para
la vida adulta. La infancia y la adolescencia son formas de ser persona y tienen
igual valor que cualquier otra etapa de la vida. Tampoco la infancia es concep-
tualizada como una fase de la vida defnida a partir de las ideas de dependencia
5- Los presos de la pobreza, Pgina/12, viernes 14 de julio de 2006.
6-Artculo 27 de la Convencin sobre los Derechos del Nio: 1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo nio
a un nivel de vida adecuado para su desarrollo fsico y mental, espiritual, moral y social. 3. Se adoptarn medidas
apropiadas para ayudar a los padres y a otras personas responsables por el nio a dar efectividad a este derecho y, en
caso necesario, proporcionarn asistencia material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la nutricin,
el vestuario y la vivienda.
285
o subordinacin a los padres u otros adultos. La infancia es concebida como una
poca de desarrollo efectivo y progresivo de la autonoma personal, social y ju-
rdica
7
.
Ser nio o nia no es ser menos adulto. La Convencin permite que el nio
y la nia dejen de ser considerados como objeto de tutela y se constituyan en
sujetos de derecho. El nio y la nia tienen derechos y se les reconoce la capaci-
dad de ejercerlos por s mismos, desarrollndola progresivamente. De esta forma
se supera el argumento tradicional de sentido inverso: que los padres tienen po-
deres sobre la niez, debido a que los nios y las nias carecen de autonoma
8
.
Los poderes de los padres y madres no son poderes ilimitados, sino funciones
jurdicamente delimitadas hacia un fn: el ejercicio autnomo progresivo de los
derechos del nio, que en casos califcados de incumplimiento, deben ser asumi-
dos por el Estado
9
.
Al Estado le corresponde respetar las responsabilidades, los derechos y los
deberes de los padres asumiendo el principio de no injerencia arbitraria en la
vida familiar. Ni el inters de los tutores, ni el del Estado pueden ser considerados
el nico inters para la satisfaccin de los derechos del nio, nia y adolescente:
la infancia tiene derecho a que su inters se considere prioritario en el diseo de
las polticas.
En la Argentina, la reforma constitucional de 1994, incorpor a la Constitucin
Nacional los tratados internacionales, entre ellos la Convencin sobre los Dere-
chos del Nio.
En 1999 fue promulgada la Ley 114 de la Ciudad de Buenos Aires, de Protec-
cin Integral de los Derechos de Nios, Nias y Adolescentes. En 2005 fue san-
cionada la Ley Nacional 26.061 de Proteccin Integral de los Derechos de Nios,
Nias y Adolescentes, ley que respeta el espritu de la Convencin.
En la Constitucin de la Ciudad de Buenos Aires, en el Captulo 10, Art. 39
Nias, Nios y Adolescentes se lee: La Ciudad reconoce a los nios, nias y ado-
lescentes como sujetos de derecho, les garantiza la proteccin integral y deben
ser informados, consultados y escuchados. Se respeta su intimidad y privacidad.
Cuando se hallen afectados o amenazados pueden por s requerir intervencin
de los organismos competentes.
7- Miguel Cillero Bruol, Infancia, autonoma y derechos: una cuestin de principios. Boletn del Instituto Interamericano
del Nio, N 234, Montevideo. P.1., 1997
8- Miguel Cillero Bruol Op. Cit.
9- Miguel Cillero Bruol Op. Cit.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
286
Qu es esto de los derechos humanos?
Nios, nias y adolescentes. Iniciativas internacionales
Un largo proceso fue necesario para llegar a la promulgacin de la Convencin sobre los
Derechos del Nio
10
.
1919. Creacin del Comit de Proteccin de la Infancia por la Sociedad de Naciones (SDN).
Los Estados no son ms los nicos soberanos en materia de derechos de nios, nias y
adolescentes.
1923. Save the Children Fund y la Unin Internacional de Auxilio al Nio formulan la De-
claracin de los Derechos del Nio, conocida igualmente como Declaracin de Ginebra.
Compuesta de cinco principios que buscaban asegurar a todo nio las condiciones esen-
ciales para el pleno desarrollo de su persona.
1924. Adopcin de la Declaracin de los Derechos del Nio por la SDN.
1946. Al fnalizar la segunda guerra mundial, un movimiento universal a favor de los nios,
nias y adolescentes se manifesta en la creacin, por las Naciones Unidas, del Fondo Inter-
nacional de Auxilio a la Infancia (FISE -UNICEF).
1948. Declaracin Universal de los Derechos Humanos. Los derechos y libertades de los
nios, nias y adolescentes estn implcitamente incluidos.
1959. Adopcin por unanimidad, el 20 de noviembre, por parte de las Naciones Unidas, de
la Declaracin de los Derechos del Nio, compuesta por 10 grandes principios. Este texto
no tiene sin embargo fuerza de ley.
1979. Proclamacin del Ao Internacional del Nio por las Naciones Unidas, para celebrar
el vigsimo aniversario de la Declaracin de los Derechos del Nio y alentar a su aplicacin.
1983. Naciones Unidas incorpora al grupo de trabajo que formular y redactar la Conven-
cin a ONGs de la comunidad internacional.
1986. UNICEF comienza a tomar parte en el trabajo de dar a conocer el borrador de la futu-
ra Convencin a los pases miembros de la ONU, y apoya iniciativas regionales de debate.
1989. Las Naciones Unidas aprueban la Convencin sobre los Derechos del Nio.
1990. Entrada en vigor de la Convencin sobre los Derechos del Nio.
1994. Se incorpora a la Constitucin Nacional de nuestro pas, la Convencin Internacional
sobre los Derechos del Nio.
2000. Argentina frma el Protocolo Facultativo de la Convencin sobre los Derechos del
Nio relativo a la participacin de los nios en Confictos Armados cuya entrada en vigor
se produce en el ao 2002.
2002. Firma del Protocolo Facultativo de la Convencin sobre los Derechos del Nio relati-
vo a la venta de nios, la prostitucin infantil y la utilizacin de nios en la pornografa cuya
entrada en vigor se produce en el ao 2003.
2005. Promulgacin de la Ley Nacional 26.061 de Proteccin Integral de los Derechos de
las Nias, Nios y Adolescentes.
2011. Protocolo facultativo de la Convencin sobre los Derechos del Nio relativo a un
procedimiento de comunicaciones. Hasta mayo de 2012, Argentina no ha frmado dicho
documento.
10- El siguiente cuadro est basado en la informacin disponible en el siguiente link http://www.iin.oea.org/breve_cro-
nologia_de_algunos_hechos.htm
287
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
PATRONATO DE MENORES O DOCTRINA
DE LA SITUACIN IRREGULAR
PROTECCIN INTEGRAL DE NIOS, NIAS
Y ADOLESCENTES
Menores Nias, Nios y Adolescentes
CONCEPCIN
Objeto de tutela, correccin, rehabilitacin,
control y subordinacin
Sujetos de derechos
SISTEMA
MECANISMO DE INTERVENCIN
Tutelar, paternalista Garantista
Internacin como primera opcin, judicializacin. Proteccin integral e internacin como
ltima opcin
Equiparacin del menor abandonado, vctima
y delincuente.
Judicializacin de todas las situaciones.
El juez debe intervenir en caso de peligro moral
y material (Ley 10903).
Menores como seres incapaces, incompletos,
inimputables que se intenta proteger controln-
dolos.
Polticas predominantemente asistencialistas,
intervenciones fragmentadas y violatorias de
garantas administrativas.
No permite privar de la libertad por causas asis-
tenciales.
Sistema de promocin y proteccin de dere-
chos polticos y sociales, implementacin de
programas y servicios sociales.
Sistema de proteccin municipal y provincial.
No judicializacin ni criminalizacin de la po-
breza.
En caso de conficto con la ley, los nios, nias
y adolescentes deben ser escuchados y estar al
tanto de su situacin.
Cuadro comparativo
ACTIVIDAD 1
Eje temtico:
Derecho de nias, nios y adolescentes.
Propsitos:
Establecer un primer contacto con los derechos de nios, nias y adolescentes.
Conocer el saber previo de los estudiantes.
Realizar una introduccin sobre los derechos de los nios, nias y adolescentes.
Conocer la Convencin sobre los Derechos del Nio.
Destinatarios/as:
Nios y nias a partir de 10 aos, adolescentes y jvenes.
Materiales:
Convencin sobre los Derechos del Nio, dividida segn la cantidad de subgrupos.
Primer momento
288
Qu es esto de los derechos humanos?
ACTIVIDAD 2
11
Eje temtico:
Vigencia real de los derechos de la infancia.
Destinatarios/as:
Nios y nias a partir de 10 aos, adolescentes y jvenes.
11- Se recomienda realizar esta actividad con quienes ya hayan trabajado el contenido de la Convencin sobre los
Derechos del Nio. Puede hacerse a continuacin de la actividad 1.
Tiempo estimado:
15 minutos.
Consigna:
Uno de los participantes comenzar con la siguiente frase: Los nios, nias y ado-
lescentes tienen derecho a...
Sucesivamente cada integrante repetir lo que dijo el participante que lo precede
y agregar una palabra o frase que crea pertinente. Si algn integrante del grupo
olvida lo que se dijo hasta el momento en que le corresponde participar, el siguien-
te comenzar nuevamente con Los, nios, nias y adolescentes tienen derecho a...
Desarrollo:
Los/las estudiantes se sentarn en semicrculo. La ronda comenzar con la frase
que debern continuar para que se pueda conocer lo que saben sobre el tema
trabajado. La coordinacin anotar en un lugar visible los derechos que los/las in-
tegrantes mencionen.
Segundo momento
Tiempo estimado:
40 minutos.
Consignas:
1. Leer la parte que corresponda de la Convencin sobre los Derechos del Nio.
2. Refexionar sobre el fragmento y hacer una breve sntesis para contar al grupo total.
Desarrollo:
Se forman subgrupos de 4 6 integrantes. Se divide el documento en tantas partes
como subgrupos.
Cada subgrupo leer el fragmento del documento y refexionar sobre lo ledo.
Los/las participantes realizarn una sntesis de lo trabajado para leer en el grupo
total al realizar la puesta en comn. En ella, un/a vocero/a de cada subgrupo leer
el trabajo y as todos/as tendrn una idea de la versin completa del documento.
Una vez realizada esta puesta en comn se pedir a los/las integrantes del grupo
total una comparacin entre lo expresado en el primer y el segundo momento.
289
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
Primer momento
Propsito:
Diferencia entre vigencia real y vigencia formal.
Tiempo estimado:
80 minutos.
Materiales:
Un papel afche por cada subgrupo y fbrones. Texto completo de la Convencin
sobre los Derechos del Nio (Ver Actividad 1).
Consigna:
Qu derechos se cumplen o no se cumplen en la vida cotidiana? Ordenarlos en
dos columnas en papel afche para exponerlos en la puesta en comn.
Desarrollo:
Los integrantes de los distintos subgrupos refexionan y luego escriben en el papel
afche textos ordenados en dos columnas. En una los derechos que no se cumplen
y en la otra los que s se cumplen. Se encabezar cada una de ellas con los siguien-
tes ttulos: Vigencia Real y Vigencia Formal. La coordinacin explicar el signifcado
de los trminos si lo cree necesario.
Una vez expuestos los afches se comentar entre todos/as los/las participantes
la vigencia real y la vigencia formal de los derechos. Se destacar la importancia
del documento escrito (vigencia formal) para reclamar los derechos no cumplidos
(para lograr la vigencia real). Una de las preguntas guas podra ser Cmo hace-
mos para llegar de esta vigencia formal a la vigencia real?.
Segundo momento
Propsitos:
Refexionar a partir de lo trabajado y poder confrontar con la realidad cotidiana te-
niendo en cuenta que todo documento puede modifcarse ante nuevas necesidades.
Hallar las diferencias entre derechos y comodidades de consumo.
Tiempo estimado:
80 minutos.
Consigna:
Qu quitaran o agregaran al texto de la Convencin? Por qu?
Desarrollo:
Se trabaja en subgrupos. Refexionan sobre la consigna y luego escriben una sn-
tesis para comentar a los/las compaeros/as en la puesta en comn. En ella cada
subgrupo expone el resultado de su discusin.
Si bien la Convencin sobre los Derechos del Nio es una de las ms aceptadas
por sus caractersticas, puede resultar interesante debatir en esta actividad cmo
est tratado el tema de gnero en el documento, situacin que ya se explicita en el
mismo nombre de la Convencin.
290
Qu es esto de los derechos humanos?
Tambin puede resultar importante al trabajar con chicos y chicas de menor edad,
mostrar las diferencias entre aquello que es realmente necesario (derechos) y
aquello que puede ser comodidades de consumo.
ACTIVIDAD 3
Eje temtico:
Derechos de nios, nias y adolescentes.
Propsito:
Realizar un primer acercamiento a algunos de los derechos de los nios, nias y
adolescentes.
Destinatarios/as:
Nios y nias desde 10 aos, adolescentes y jvenes.
Primer momento
Materiales:
Ocho tarjetas con imgenes y ocho tarjetas con textos que corresponden a esas
imgenes. Las tarjetas se encuentran al fnal del captulo.
Tiempo estimado:
20 minutos.
Consigna:
Disponer dos hileras de ocho tarjetas cada una, boca abajo sobre la mesa. Cada ju-
gador descubre dos tarjetas. Si coincide el texto con la imagen correspondiente se
queda con ellas y tiene derecho a jugar nuevamente. En caso contrario las vuelve a
la posicin anterior. Gana el que logra ms pares de tarjetas.
Desarrollo:
Juego Memotest: Se trabaja en subgrupos de cuatro participantes.
Cada subgrupo recibe un juego de tarjetas con distintas imgenes y textos de los
diferentes derechos de nios, nias y adolescentes correspondientes a las imgenes.
Segundo momento
Consigna:
Conversar entre los/las cuatro participantes de cada subgrupo para realizar una
produccin colectiva.
Pueden elegir un cuento, una historieta, una cancin, una representacin, etc. cuyo
eje sean los derechos trabajados.
Desarrollo:
Es importante que los/las participantes se expresen libremente. Se pondrn de
acuerdo para realizar, a partir del juego con las tarjetas, un cuento, una historieta o
una cancin para mostrar al grupo total en la puesta en comn.
291
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
ACTIVIDAD 4
Eje temtico:
Derechos de nios, nias y adolescentes.
Propsito:
Vivenciar los derechos de los nios, nias y adolescentes.
Destinatarios/as:
Nios, nias, adolescentes y jvenes.
Materiales:
Fotos o dibujos que ilustran derechos (ejemplos: derecho a la salud, a jugar, a la
educacin, etc.). Hay imgenes disponibles en el DVD. Pizarrn o papel afche y
tizas o fbrn.
Primer momento
Tiempo estimado:
15 minutos.
Consigna:
Qu derecho le corresponde a esa imagen?
Desarrollo:
Se divide a los/las participantes en subgrupos y se le entrega una imagen a cada
subgrupo. Los/las participantes refexionan sobre qu derecho le corresponde a la
imagen recibida.
Segundo momento
Tiempo estimado:
40 minutos.
Consigna:
Pensar una situacin a partir de la imagen para luego dramatizarla.
Desarrollo:
Los/las participantes piensan una situacin que represente el derecho correspon-
diente a la imagen que les ha tocado para luego dramatizarla. Cada subgrupo dra-
matiza la situacin pensada. El resto de los/las compaeros/as intentar reconocer
el derecho dramatizado. La coordinacin anotar todos los derechos que surjan,
en el pizarrn o papel afche, tengan o no relacin con la imagen. El grupo total
evaluar las dramatizaciones realizadas. Se leern nuevamente los derechos ano-
tados por la coordinacin que preguntar si se puede agregar otro derecho, para
completar con aquellos que no se mencionaron.
292
Qu es esto de los derechos humanos?
ACTIVIDAD 5
Eje temtico:
Derechos de nios, nias y adolescentes.
Propsito:
Interiorizarse en los paradigmas de infancia y compararlos.
Destinatarios/as:
Adolescentes, jvenes y adultos.
Tiempo estimado:
60 minutos.
Materiales:
Texto Del Patronato a la Proteccin Integral de los Derechos de Nios, Nias y Ado-
lescentes.
Consignas:
1. Leer el texto Del Patronato a la Proteccin Integral de los Derechos de Nios,
Nias y Adolescentes. Sealar las diferencias entre los dos paradigmas.
2. Construir un cuadro agrupando de un lado las caractersticas de un paradigma y
del otro las del otro paradigma.
Desarrollo:
El trabajo se realiza en subgrupos de no ms de cuatro integrantes. Luego de con-
testadas las consignas, en la puesta en comn cada grupo mostrar su produccin.
Se sistematizarn todas las producciones en un cuadro en el pizarrn. En la devo-
lucin es importante tener en cuenta la integralidad de los derechos y aclarar las
dudas que surgieran sobre los dos paradigmas.
ACTIVIDAD 6
Eje temtico:
Derechos de nios, nias y adolescentes.
Propsitos:
Refexionar sobre la situacin de los derechos de los nios, nias y adolescentes
en situacin de calle.
Introducir en la prctica del conocimiento de los sistemas de Proteccin Integral
y el Patronato.
Destinatarios/as:
Adolescentes, jvenes y adultos.
Tiempo estimado:
40 minutos.
293
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
Materiales:
Artculo periodstico de Carlos Prieto, Clarn, 4-10-2003 Lo consideran tentativa
de robo, cuadro comparativo de Patronato y Proteccin Integral, Ley N 10.903
del Patronato de Menores y Ley N 26.061 de Proteccin Integral de los Derechos
de Nios, Nias y Adolescentes.
Lo consideran tentativa de robo
Ir a juicio un chico que intent llevarse dos pesos de una propina.
Resumen del artculo periodstico de Carlos Prieto, Clarn, 4 de octubre de 2003.
Fue en un bar de Belgrano. El chico tena 16 aos y estaba pidiendo en el local. Discuti
con un mozo por la propina que estaba sobre una mesa. Aunque la dej, lo detuvieron
porque sali corriendo.
Poco despus de la medianoche, Pedro, de 16 aos, entr en un bar para pedirles di-
nero a los clientes. El mozo le dijo que se fuera porque consider que la presencia del
chico indigente molestaba a los clientes.
El adolescente sigui pidiendo. Un cliente que haba recibido un vuelto de tres pesos,
le dio uno a Pedro y dej los otros dos pesos sobre la mesa. El mozo le dijo al cliente
no es necesario, como frmula de cortesa.
Despus de escuchar al mozo, Pedro exclam Ah, no la quers?, y puso su mano
sobre los dos pesos, pero el mozo lo vio y le advirti que dejara el dinero donde estaba.
Pedro solt los dos pesos, escupi al mozo y sali a la calle corriendo.
El mozo corri detrs de l, y lo alcanz veinte metros despus. Enseguida se sumaron
dos policas que, luego de algunos forcejeos, lograron detener al muchacho.
Uno de los agentes, segn declar, haba visto entrar a Pedro al bar y se haba quedado
en la zona como precaucin porque le pareci sospechoso. Al menor, segn el expe-
diente, le secuestraron una pistola de plstico.
En su dictamen, la fscal solicit que el adolescente vaya a juicio por intento de robo,
ya que consider que en el hecho existi intento de robo y ejercicio de la fuerza para
lograr la impunidad.
El defensor ofcial se opuso al pedido, ya que entendi que no hubo robo, pues el acu-
sado dej el dinero cuando se lo ordenaron.
En su presentacin, el defensor argument que en un chico de su condicin social,
el rechazo de la propina por parte del mozo lo llev a creerse con derecho a ser el
benefciario.
En otro tramo de su defensa, opin que pretender contener la indigencia con la pena-
lizacin de conductas sociales que no constituyen delito, es un camino reido con los
principios bsicos de la Constitucin Nacional.
La resolucin de enjuiciamiento de la jueza fue apelada por la defensa del adolescen-
te, pero la Cmara ratifc la resolucin de primera instancia.
La Sala VII de la Cmara, consider que no tena nada que ver que (el acusado) sea un
indigente, ya que le estaba intentando sustraer dinero a otra persona que trabaja y
cuya situacin econmica es ms que factible que no sea foreciente.
294
Qu es esto de los derechos humanos?
Consignas:
1. Lectura del resumen del artculo del diario.
2. Actuar como acusador/a o defensor/a del nio que el artculo del diario describe.
Desarrollo:
Se propone la lectura del artculo de diario de manera grupal o individual, segn
lo considere mejor la coordinacin del taller. Si los participantes son nios y nias
menores de 12 aos, se puede realizar antes una pequea lectura compartida para
asegurarse que el relato de lo sucedido ha sido comprendido por todos/as.
La actividad simula un juicio donde se divide al grupo en dos subgrupos que de-
bern tomar el papel de fscal y defensor del nio cuya historia se relata. Se deben
dar algunos minutos a los subgrupos para que discutan entre todos/as cules sern
los argumentos. Asimismo pueden separarse dos o tres participantes en calidad de
jueces o mediadores. Primero hablar uno de los subgrupos exponiendo sus razo-
nes, luego el segundo y as sucesivamente hasta que los argumentos ya no sean
ms originales. Los jueces o mediadores debern tomar una decisin en funcin
del juicio o debate presentado exponiendo las razones de dicha resolucin.
La puesta en comn de la actividad consiste en relacionar estas dos posturas dife-
rentes con los paradigmas del Patronato y de la Proteccin Integral. Puede tenerse
en cuenta el contenido del cuadro comparativo como gua. A su vez ser importan-
te identifcar el modo en que actan las personas implicadas en el caso, en relacin
con cada paradigma, y hacer hincapi en aquellos contenidos que no fueron men-
cionados durante la discusin.
Con grupos de mayor edad puede complejizarse la actividad dndoles las leyes o el cua-
dro comparativo a cada uno de antemano para que puedan tener ms argumentos.
Adems pueden designarse a algunas personas para que acten como periodistas
y pedirles que preparen un informe al fnal del juicio como reporteros de distintos
canales de TV con sus distintos estilos y tendencias. Esto dar lugar a una refexin
sobre el papel que juega la prensa en estas situaciones.
ACTIVIDAD 7
Eje Temtico:
Los dos paradigmas
12
de la infancia.
Propsito:
Detectar en un caso real la convivencia de los dos paradigmas.
Materiales:
Artculo periodstico de Carlos Prieto, Clarn, 4-10-2003 Lo consideran tentativa de
robo (Ver Actividad 6), cuadro comparativo de los dos paradigmas y Convencin
sobre los derechos del nio (Artculos 2, 12, 27, 31 y 37).
12- Para hacer esta actividad es necesario que el grupo conozca los paradigmas y sus caractersticas.
295
Artculo 2
1. Los Estados Partes respetarn los derechos enunciados en la presente Convencin
y asegurarn su aplicacin a cada nio sujeto a su jurisdiccin, sin distincin alguna,
independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religin, la opinin po-
ltica o de otra ndole, el origen nacional, tnico o social, la posicin econmica, los
impedimentos fsicos, el nacimiento o cualquier otra condicin del nio, de sus padres
o de sus representantes legales.
2. Los Estados Partes tomarn todas las medidas apropiadas para garantizar que el
nio se vea protegido contra toda forma de discriminacin o castigo por causa de la
condicin, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o sus
tutores o de sus familiares.
Artculo 12
1. Los Estados Partes garantizarn al nio que est en condiciones de formarse un
juicio propio el derecho de expresar su opinin libremente en todos los asuntos que
afectan al nio, tenindose debidamente en cuenta las opiniones del nio, en funcin
de la edad y madurez del nio.
2. Con tal fn, se dar en particular al nio oportunidad de ser escuchado, en todo
procedimiento judicial o administrativo que afecte al nio, ya sea directamente o por
medio de un representante o de un rgano apropiado, en consonancia con las normas
de procedimiento de la ley nacional.
Artculo 27
1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo nio a un nivel de vida adecuado
para su desarrollo fsico, mental, espiritual, moral y social.
2. A los padres u otras personas encargadas del nio les incumbe la responsabilidad
primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios econmicos, las con-
diciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del nio.
3. Los Estados Partes, de acuerdo con las condiciones nacionales y con arreglo a sus
medios, adoptarn medidas apropiadas para ayudar a los padres y a otras personas
responsables por el nio a dar efectividad a este derecho y, en caso necesario, propor-
cionarn asistencia material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la
nutricin, el vestuario y la vivienda.
4. Los Estados Partes tomarn todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de
la pensin alimenticia por parte de los padres u otras personas que tengan la respon-
sabilidad fnanciera por el nio, tanto si viven en el Estado Parte como si viven en el
extranjero. En particular, cuando la persona que tenga la responsabilidad fnanciera
por el nio resida en un Estado diferente de aquel en que resida el nio, los Estados
Partes promovern la adhesin a los convenios internacionales o la concertacin de
dichos convenios, as como la concertacin de cualesquiera otros arreglos apropiados.
Artculo 31
1. Los Estados Partes reconocen el derecho del nio al descanso y el esparcimiento, al
juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la
vida cultural y en las artes.
2. Los Estados Partes respetarn y promovern el derecho del nio a participar ple-
namente en la vida cultural y artstica y propiciarn oportunidades apropiadas, en
condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artstica, recreativa y de es-
parcimiento.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
296
Qu es esto de los derechos humanos?
Artculo 37
Los Estados Partes velarn por que:
a) Ningn nio sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o
excarcelacin por delitos cometidos por menores de 18 aos de edad;
b) Ningn nio sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detencin, el
encarcelamiento o la prisin de un nio se llevar a cabo de conformidad con la ley y
se utilizar tan slo como medida de ltimo recurso y durante el perodo ms breve
que proceda;
c) Todo nio privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que merece
la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las
necesidades de las personas de su edad. En particular, todo nio privado de libertad
estar separado de los adultos, a menos que ello se considere contrario al inters su-
perior del nio, y tendr derecho a mantener contacto con su familia por medio de
correspondencia y de visitas, salvo en circunstancias excepcionales.
d) Todo nio privado de su libertad tendr derecho a un pronto acceso a la asistencia
jurdica y otra asistencia adecuada, as como derecho a impugnar la legalidad de la
privacin de su libertad ante un tribunal u otra autoridad competente, independiente
e imparcial y a una pronta decisin sobre dicha accin.
Tiempo estimado:
80 minutos.
Primer momento
Consignas:
1. Leer el artculo y el cuadro. Detectar qu argumentacin utiliza cada uno de los
actores sociales.
2. Ordenar los distintos actores sociales, segn sus argumentos, de un lado u otro
del cuadro de los dos paradigmas.
Desarrollo:
Se divide la clase en subgrupos. Los/las participantes leern el artculo periodstico
y el cuadro de los dos paradigmas.
Puesta en comn: construir en el pizarrn un cuadro armado con los aportes de
cada grupo.
Es importante que la coordinacin recalque el rol del Estado como garante de los
derechos humanos.
Segundo momento
Consignas:
1. Leer los artculos de la Convencin sobre los Derechos del Nio seleccionados.
2. Qu derechos se le respetan a Pedro y cules no?
Desarrollo:
La coordinacin repartir los artculos mencionados para relacionarlos con el caso.
Los/las participantes deben pensar si Pedro tiene estos derechos garantizados. Es
importante retomar aqu la vigencia formal y la vigencia real de los derechos.
297
El derecho de nios, nias y adolescentes a ser escuchados
El nio, la nia y los/las adolescentes tienen derecho a ser escuchados/as y a que
sus opiniones sean tenidas en cuenta y puedan infuir en la toma de decisiones de
una familia, una escuela y una comunidad. Este derecho no es un regalo que le pue-
dan hacer algunos/as adultos/as en ciertas ocasiones, sino un derecho legislado por
la Convencin sobre los Derechos del Nio, de validez universal:
El Artculo 12 expresa:
Los Estados Partes garantizarn al nio que est en condiciones de formarse un
juicio propio el derecho de expresar su opinin libremente en todos los asuntos que
afectan al nio, tenindose debidamente en cuenta las opiniones del nio, en fun-
cin de la edad y madurez del nio. Con tal fn, se dar en particular al nio oportu-
nidad de ser escuchado, en todo procedimiento judicial o administrativo que afecte
al nio ()
El mismo derecho tambin se encuentra legislado en la ley nacional (Ley 26.601
13
)
y en la ley de la Ciudad de Buenos Aires de Proteccin Integral de los Derechos de las
Nias, Nios y Adolescentes, Ley 114
14
. Estas tres leyes consideran al nio, la nia y al
adolescente como sujeto activo ms que mero observador. No indican un mnimo de
edad para que el nio, la nia o el adolescente exprese sus puntos de vista, el lmite
es la capacidad de formular su opinin. No bien el nio, la nia o el adolescente pue-
de expresar su preferencia sobre un tema de su inters, tiene derecho a formarse una
opinin y de expresarla a los dems.
El derecho a ser escuchado est interrelacionado estrechamente con otros dere-
chos y ste no puede garantizarse si no se garantizan aquellos.
Por ejemplo, no existe el derecho a ser escuchado sin el derecho a la libertad de
expresin, a la libertad de pensamiento, conciencia y religin, a la libertad de asocia-
cin, al acceso a la informacin y a la activa participacin democrtica.
No se trata slo de que los nios, nias y adolescentes sean capaces de expre-
sarse, sino tambin de la capacidad de los adultos de escuchar lo que dicen (hasta
dnde estn dispuestos a revisar sus propias opiniones y actitudes en relacin a los
reclamos de los nios, nias y adolescentes).
El derecho de nios, nias y adolescentes a ser escuchados no signifca que las
opiniones de los chicos y chicas sean aceptadas automticamente. Expresar una
opinin es diferente de tomar una decisin, pero la capacidad de opinar pierde su
sentido si no es capaz de infuir en las decisiones. El dilogo y el intercambio de infor-
macin precisa, debe ser alentado.
La participacin en la familia, la escuela y la comunidad desde edades tempranas
13- Artculo 24: DERECHO A OPINAR Y A SER ODO. Las nias, nios y adolescentes tienen derecho a:
a) Participar y expresar libremente su opinin en los asuntos que les conciernan y en aquellos que tengan inters;
b) Que sus opiniones sean tenidas en cuenta conforme a su madurez y desarrollo.
Este derecho se extiende a todos los mbitos en que se desenvuelven las nias, nios y adolescentes; entre ellos, al
mbito estatal, familiar, comunitario, social, escolar, cientfco, cultural, deportivo y recreativo.
14- Artculo 17: Derecho a ser odo. Los nios, nias y adolescentes tienen derecho a ser odos en cualquier mbito
cuando se trate de sus intereses o al encontrarse involucrados personalmente en cuestiones o procedimientos relati-
vos a sus derechos.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
298
Qu es esto de los derechos humanos?
es fundamental para el desarrollo personal. Fortalece las habilidades comunicati-
vas y la confanza, estimula los intereses en temas polticos, refuerza el sentimien-
to de pertenencia a la comunidad y motiva a tomar decisiones responsables. La
participacin construye democracia. Un nio, nia o adolescente que vive bajo
tutela 17 aos no puede actuar democrticamente en la vida adulta de un da
para el otro, al cumplir 18 aos.
El aprendizaje de la ciudadana debe incluir el ejercicio de los derechos.
Dice Daniel ODonnel: Ya no se trata ahora de ensear para el ejercicio futu-
ro, sino de ensear para el ejercicio presente o, visto de otra manera, aprender
en el ejercicio. No hay otra forma de aprender una conducta democrtica que
practicndola. La escuela no puede ensear la democracia sin vivir la democracia
() Los procesos de participacin de nios y adolescentes deben originarse en
la construccin colectiva de las normas que regularn dicha participacin. El tr-
mino construccin colectiva alude, en concreto, a que los nios pueden y deben
contribuir y opinar sobre las reglas del juego con las cuales participarn. Esta acti-
vidad debe estar guiada por el principio del ejercicio progresivo de los derechos,
de tal manera que se pida y d a los nios, nias y adolescentes lo que pueden
dar y necesitan recibir segn su grado de madurez. Construir colectivamente las
normas permite que todos los participantes (nios, nias, adolescentes y adul-
tos) las internalicen, valoren su funcin y se co-responsabilicen del proceso y de
los resultados que se quieren lograr. La escuela debera ser el mbito privilegiado
para este trabajo
15
.
15- Daniel ODonnell. La Convencin sobre los Derechos del Nio. Estructura y contenido. Disponible en http://www.iin.
oea.org/iin/cad/sim/pdf/mod1/Texto%202.pdf (junio- 2007)
ACTIVIDAD 8
Eje temtico:
El derecho a ser escuchado.
Propsitos:
Comparar situaciones cotidianas en el aula y percibir dos modalidades de relacin
y comunicacin entre docentes y alumnos.
Observar cmo fue cambiando la comunicacin entre maestros y estudiantes.
Destinatarios/as:
Nios, nias, adolescentes y adultos/as.
Tiempo estimado:
40 minutos.
Materiales:
Dos dibujos correspondientes a dos situaciones, en una misma clase, pero en dis-
299
tinto tiempo; por ejemplo, uno en 1920 y otro en la actualidad. Las imgenes estn
en el anexo del captulo y en el DVD.
Consignas:
1. Observar detenidamente los dos dibujos.
2. Qu diferencias encuentran entre uno y otro? Qu similitudes? Redactar un
dilogo que tenga lugar entre los personajes para cada uno de los dibujos.
Desarrollo:
La coordinacin forma subgrupos que no deben ser ms de tres para evitar que la
actividad sea muy larga y se torne aburrida. Cada subgrupo recibir ambos dibujos.
Cuando los participantes observan los dibujos y comienzan a distinguir similitudes
y diferencias, se recomienda sugerirles que vayan tomando nota, para tenerlas en
cuenta a la hora de armar los dilogos. Estos dilogos sern los que dramatizarn.
En los grupos de menor edad es muy importante asistir a los subgrupos, para la
redaccin y la dramatizacin. La frustracin de alguno de los subgrupos, por ejem-
plo, no animarse a actuar por vergenza, pueden perjudicar la tarea del resto de
los/las participantes. Se recomienda practicar la secuencia por lo menos una vez
antes de representarla ante el grupo total.
Cada uno a su turno, los subgrupos actan su escena. Al fnal de cada una de ellas
es necesario dialogar entre todos/as para asegurar que las dramatizaciones han
sido comprendidas.
Una vez terminadas todas las dramatizaciones es importante recapacitar entre to-
dos/as sobre las similitudes y diferencias que se hubieran representado, y pregun-
tar al grupo acerca de sus vivencias al respecto. Rastrear la situacin de escucha
o no escucha es uno de los ejes de esta devolucin al grupo y ver el cambio en
la concepcin de infancia a lo largo del tiempo puede resultar interesante en los
grupos de mayor edad.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
300
Qu es esto de los derechos humanos?
ACTIVIDAD 9
Eje temtico:
Derecho a ser escuchado.
Propsito:
Conocer los artculos 12 y 13 de la Convencin sobre los Derechos del Nio.
Destinatarios/as:
Nios, nias, adolescentes y adultos/as.
Tiempo estimado:
30 minutos.
Materiales:
Artculos 12 y 13 de la Convencin sobre los Derechos del Nio.
Artculo 12
1. Los Estados Partes garantizarn al nio que est en condiciones de formarse un juicio
propio el derecho de expresar su opinin libremente en todos los asuntos que afectan al
nio, tenindose debidamente en cuenta las opiniones del nio, en funcin de la edad y
madurez del nio.
2. Con tal fn, se dar en particular al nio oportunidad de ser escuchado, en todo proce-
dimiento judicial o administrativo que afecte al nio, ya sea directamente o por medio de
un representante o de un rgano apropiado, en consonancia con las normas de procedi-
miento de la ley nacional.
Artculo 13
1. El nio tendr derecho a la libertad de expresin; ese derecho incluir la libertad de
buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin consideracin de fronte-
ras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma artstica o por cualquier otro medio
elegido por el nio.
2. El ejercicio de tal derecho podr estar sujeto a ciertas restricciones, que sern nica-
mente las que la ley prevea y sean necesarias:
a) Para el respeto de los derechos o la reputacin de los dems; o
b) Para la proteccin de la seguridad nacional o el orden pblico o para proteger la salud
o la moral pblicas.
Consignas:
1. Leer los artculos.
2. Apropiarse de los artculos reescribindolos con palabras sencillas y en primera
persona.
Desarrollo:
La coordinacin entregar a los participantes los artculos 12 y 13 de la Convencin
sobre los Derechos del Nio para que los lean y pregunten si encuentran alguna
difcultad.
Una vez comprendido el texto, redactarn los artculos con sus propias palabras
301
y en primera persona para sentir que les pertenecen. Puede realizarse en forma
individual o en subgrupos, en este ltimo caso podrn usar la primera persona
del plural. En una puesta en comn se leern los trabajos realizados y se les puede
pedir que digan qu sintieron al hacerlo. En cuanto al tiempo necesario para esta
actividad hay que tener en cuenta la lecto-comprensin del grupo.
ACTIVIDAD 10
Eje temtico:
El derecho a la identidad.
Propsito:
Estimar y refexionar sobre el valor del derecho a la identidad en cada persona,
nio/a, joven o adulto/a.
Destinatarios/as:
Nias y nios mayores de 10 aos, adolescentes y adultos/as.
Tiempo estimado:
60 minutos.
Materiales:
Afches y marcadores o pizarrn y tizas. Artculos periodsticos, discursos, casos
reales de violacin al derecho a la identidad. Artculos nmero 7, 8 y 9 de la Conven-
cin Internacional sobre los Derechos del Nio y artculos 12 y 13 de la Ley 114 de
Proteccin Integral de los Derechos de Nios, Nias y Adolescentes de la Ciudad de
Buenos Aires y artculo nmero 11 de la Ley 26.061. Ley N 1.161: Da del Derecho a la
Identidad de las nias, nios y adolescentes en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires.
Convencin sobre los Derechos del Nio
Artculo 7
1. El nio ser inscripto inmediatamente despus de su nacimiento y tendr derecho des-
de que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a
conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos.
2. Los Estados Partes velarn por la aplicacin de estos derechos de conformidad con su
legislacin nacional y las obligaciones que hayan contrado en virtud de los instrumentos
internacionales pertinentes en esta esfera, sobre todo cuando el nio resultara de otro
modo aptrida.
Artculo 8
1. Los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del nio a preservar su iden-
tidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con
la ley sin injerencias ilcitas.
2. Cuando un nio sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad
o de todos ellos, los Estados Partes debern prestar la asistencia y proteccin apropiadas
con miras a restablecer rpidamente su identidad.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
302
Qu es esto de los derechos humanos?
Artculo 9
1. Los Estados Partes velarn por que el nio no sea separado de sus padres contra la
voluntad de stos, excepto cuando, a reserva de revisin judicial, las autoridades com-
petentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal
separacin es necesaria en el inters superior del nio.
Tal determinacin puede ser necesaria en casos particulares, por ejemplo, en los casos
en que el nio sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus padres o cuando stos
viven separados y debe adoptarse una decisin acerca del lugar de residencia del nio.
2. En cualquier procedimiento entablado de conformidad con el prrafo 1 del presente
artculo, se ofrecer a todas las partes interesadas la oportunidad de participar en l y de
dar a conocer sus opiniones.
3. Los Estados Partes respetarn el derecho del nio que est separado de uno o de am-
bos padres a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres de
modo regular, salvo si ello es contrario al inters superior del nio.
4. Cuando esa separacin sea resultado de una medida adoptada por un Estado Parte,
como la detencin, el encarcelamiento, el exilio, la deportacin o la muerte (incluido el
fallecimiento debido a cualquier causa mientras la persona est bajo la custodia del Es-
tado) de uno de los padres del nio, o de ambos, o del nio, el Estado Parte proporcio-
nar, cuando se le pida, a los padres, al nio o, si procede, a otro familiar, informacin
bsica acerca del paradero del familiar o familiares ausentes, a no ser que ello resultase
perjudicial para el bienestar del nio. Los Estados Partes se cerciorarn, adems, de que la
presentacin de tal peticin no entrae por s misma consecuencias desfavorables para
la persona o personas interesadas.
Ley Nacional N 26.061
Artculo 11
DERECHO A LA IDENTIDAD. Las nias, nios y adolescentes tienen derecho a un nombre,
a una nacionalidad, a su lengua de origen, al conocimiento de quines son sus padres, a
la preservacin de sus relaciones familiares de conformidad con la ley, a la cultura de su
lugar de origen y a preservar su identidad e idiosincrasia, salvo la excepcin prevista en
los artculos 327 y 328 del Cdigo Civil.
Los Organismos del Estado deben facilitar y colaborar en la bsqueda, localizacin u ob-
tencin de informacin, de los padres u otros familiares de las nias, nios y adolescentes
facilitndoles el encuentro o reencuentro familiar. Tienen derecho a conocer a sus padres
biolgicos, y a crecer y desarrollarse en su familia de origen, a mantener en forma regular
y permanente el vnculo personal y directo con sus padres, aun cuando stos estuvieran
separados o divorciados, o pesara sobre cualquiera de ellos denuncia penal o sentencia,
salvo que dicho vnculo, amenazare o violare alguno de los derechos de las nias, nios y
adolescentes que consagra la ley.
En toda situacin de institucionalizacin de los padres, los Organismos del Estado deben
garantizar a las nias, nios y adolescentes el vnculo y el contacto directo y permanente
con aqullos, siempre que no contrare el inters superior del nio.
Slo en los casos en que ello sea imposible y en forma excepcional tendrn derecho a vi-
vir, ser criados y desarrollarse en un grupo familiar alternativo o a tener una familia adop-
tiva, de conformidad con la ley.
303
Buenos Aires, 30 de octubre de 2003
La Legislatura de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires sanciona
con fuerza de Ley
Artculo 1.- Establcese el 22 de octubre de cada ao como Da del Derecho a la Identi-
dad de las nias, nios y adolescentes en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires.
Artculo 2 .- Comunquese, etc.
Cecilia Felgueras
Juan Manuel Alemany
LEY N 1.161
Sancin: 30/10/2003
Promulgacin: De Hecho del 24/11/2003
Publicacin: BOCBA N 1828 del 28/11/2003
Primer momento
Consignas:
1. Lluvia de ideas sobre identidad.
2. Construir entre todos/as una defnicin de identidad.
Desarrollo:
Se pone la palabra identidad en el pizarrn o afche y se le pide a los/las participan-
tes que digan todas las palabras que esa palabra les sugiere, pueden ser conceptos,
sentimientos, dudas, etc. Cuando ya el grupo total no propone nuevas palabras se les
pide que armen una defnicin de identidad que ser anotada a la vista de todos/as.
Segundo momento
Consignas:
1. Leer los artculos periodsticos, discursos, etc.
2. Teniendo en cuenta el artculo ledo, le haran algn cambio a la defnicin de
identidad que armaron entre todos/as?
Desarrollo:
Se arman subgrupos de no ms de cuatro personas cada uno y se reparte a cada
subgrupo un artculo de diario, discurso o caso real para que lea. En ocasiones los
artculos no son lo sufcientemente claros si no se cuenta con alguna informacin
adicional. Por ello, es importante que la coordinacin acompae la lectura para el
caso en el que surjan dudas.
Una vez terminada la lectura, cada subgrupo rever la defnicin de identidad que
han construido entre todos/as y le har los cambios necesarios para ajustarla a la
nueva informacin que les aport el caso.
La puesta en comn se realiza en semicrculo y cada subgrupo comenta lo que ha
ledo y los cambios que ha introducido en la defnicin de identidad. La coordina-
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
304
Qu es esto de los derechos humanos?
cin va tomando nota de los distintos cambios y aportando datos sobre los distintos
casos.
Al terminar todos los subgrupos, se intentar retocar la defnicin primera para ar-
mar una nueva que contenga los distintos aportes. Finalmente se leer la defnicin
de identidad en las distintas leyes, all se ver que la defnicin no es esttica, sino
que ha ido cambiando con el tiempo como resultado normal de la historicidad de
los derechos.
Se podr destacar el papel que las Abuelas de Plaza de Mayo han jugado en lograr
la aprobacin de la Convencin sobre los Derechos del Nio para introducir el dere-
cho a la identidad y cmo la historia de nuestro pas ha resignifcado este derecho.
Para cerrar se puede hacer la lectura del artculo nmero 11 de la Ley 26.061 Ley
de Proteccin Integral de los Derechos de Nios, Nias y Adolescentes. (Ver pgina
302). O bien mencionar el Da del Derecho a la Identidad de las nias, nios y ado-
lescentes en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires. (Ver pgina 303).
Un Da del Nio en la alta montaa
Las comunidades indgenas Amaicha del Valle e India Quilmes, con el apoyo de Unicef
Argentina, organizaron un encuentro por el Da del Nio para sostener las tradiciones
de sus pueblos. La iniciativa surgi entre los jvenes de ambas comunidades.
Soledad Arrguez Manozzo, Pgina/12, 4 de octubre de 2010.
Una leve brisa soplaba entre los cerros tucumanos. Los rayos despuntaban y jugaban a
mover los perfles de las casitas, dispersas en la montaa. En el juego de luces y sombras,
decenas de chicos bajaron, por los senderos de tierra y ripio que se abren sobre las la-
deras, como lo hacen cada da, para recorrer kilmetros desde la alta montaa hacia la
escuela. Esta vez el motivo fue distinto: compartir un da de juegos con otros cientos de
nios de las comunidades del pueblo diaguita calchaqu y as revitalizar sus tradiciones
ancestrales que se transmiten de padres a hijos. A pesar de las distancias, los chicos de
las localidades de Anchillos, Colalao del Valle, El Infernillo, Salas y Talapazo, entre otras,
participaron entre tmperas y barriletes del Da del Nio de la Montaa, organizado por
la Comunidad Indgena Amaicha del Valle y la Comunidad India Quilmes, con el apoyo de
Unicef Argentina.
Apenas lleg al festejo, Luciano no dud en sumarse, con la energa de sus doce aos,
al torneo de ftbol que recin tena unos minutos de juego. Y poco despus, luego de
un chocolate caliente, busc a un amigo para el equipo de bsquet. Como l, cientos de
chicos de comunidades indgenas se movan de un lado para otro como parte de una
rueda nutrida de juegos. Las sonrisas se multiplicaron con el paso de las horas en el Club
Deportivo Amaicha, a 164 kilmetros de la capital provincial, San Miguel de Tucumn. Y
esas postales cargadas de diversin se repitieron al da siguiente en la Casa de la C.I. Quil-
mes. En grupos de amigos, de la mano con hermanos y algunos incluso en los brazos de
sus padres, se divirtieron con otros chicos.
En el cronograma de actividades del evento no faltaron los talleres de armado de tteres
con papeles de colores, donde los chicos luchaban en cada recorte de color contra el
viento que trataba de llevarse las bolsas convertidas en personajes. Otros se alegraban
del impulso que reciban de la naturaleza para remontar sus barriletes armados con caa,
maderas, hilo y bolsas. En medio de la geografa andina fotaban los nombres estampa-
305
dos en los juguetes caseros hasta que por la falta de viento caan al pasto. Con sus manos
aplastaban la plastilina de colores y creaban lugares de fantasa en el taller de plstica. Y
los trazos de colores sobre el papel refejaban la identidad cultural de las comunidades,
como los dibujos de cerros, animales, plantas y las apachetas (montculos de piedras le-
vantados en honor a la naturaleza). Los elementos del lugar estaban presentes tambin
en las obras de teatro y en proyecciones de pelculas.
La iniciativa fue impulsada por los propios jvenes de las comunidades ante la escasez de
lugares de encuentro y esparcimiento de los nios que viven en esa geografa dispersa.
En lo alto del cerro no llegan las imgenes de la televisin. All, los chicos juegan, a dife-
rencia de los que viven en centros urbanos, con los elementos que encuentran en la natu-
raleza. En la alta montaa estn muy vinculados con sus familias a travs de los quehace-
res cotidianos. La vida de un nio en el cerro pasa mucho por las actividades productivas
de la familia: ayudan con la cra del ganado, el pasteo, las esquilas. Es una vida distinta,
dijo a Pgina/12 Mario Quinteros, uno de los coordinadores de la actividad.
Entonces, muchas veces, el espacio ldico queda relegado.
La idea es compartir los juegos tradicionales y los propios de la vida en ciudad. Quere-
mos que se complementen, cont Eduardo Nievas, cacique de la comunidad indgena
Amaicha del Valle. El festejo adems busc dar valor a sus tradiciones: La identidad es un
objetivo. Hubo una introduccin muy fuerte de la cultura occidental y hace que se aplaste
nuestra cultura, refexion Francisco Solano Chaile, cacique de la Comunidad India Quil-
mes, que realiz el festejo por tercer ao consecutivo.
La espiritualidad qued marcada en ambos festejos por la ceremonia ancestral a la Pa-
chamama.
Los chicos participaron con entusiasmo de las ofrendas de maz, leche, agua, tabaco y
membrillo para la naturaleza. Cada elemento a su vez transportaba un agradecimiento,
un nuevo pedido, un deseo. Esta es una de las tradiciones que se transmiten de gene-
racin en generacin y que las comunidades no quieren perder ante el avance de un
mundo globalizado.
Por eso, favorecer la identidad cultural, junto con educacin y salud intercultural, fue una
de las prioridades fjadas por las comunidades en los talleres de Unicef para el fortale-
cimiento de los derechos de nios y adolescentes. En ese sentido, durante el evento se
inform sobre el mal de Chagas. Hay que actuar urgente, porque dentro de las enferme-
dades olvidadas, el Chagas est a la cabeza, dijo a este diario Zulma Ortiz, especialista en
Salud de Unicef Argentina.
Tras horas de juegos, el cierre de la celebracin fue con la entrega de juguetes. Los ojos
de los chicos brillaban con cada obsequio en sus manos cuando intentaban descubrir el
contenido de cada paquete.
Falsifcacin de documento
Un drama que ya lleva ms de 3 aos.
Liliana Caruso, Clarn, 23 de julio de 2007
La pesadilla del hombre al que un secuestrador le rob la identidad
Fernando Pittari tiene 40 aos y trabaja en el Automvil Club. Tiene pedido de captura
porque el cerebro de la banda que se llev al joven Cristian Schaerer en Corrientes usa su
nombre para escapar de la Polica.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
306
Qu es esto de los derechos humanos?
Tras sobreponerse al accidente domstico de un familiar cercano, Fernando Pittari (40) es-
peraba como un blsamo las vacaciones que haba planeado en Punta del Este. Prepar
las valijas y se fue a Aeroparque con su familia sin imaginar que ese 6 de marzo de 2004
comenzara un calvario que sigue padeciendo an hoy.
Seor, usted no puede viajar. Figura que est en Paraguay. Usted tiene un pedido de cap-
tura internacional, fueron las palabras que retumbaron en la cabeza de este empleado del
Automvil Club Argentino. Fernando se qued mudo.
Cuando reaccion encontr slo malos tratos y ni siquiera lo dejaron tomar sus remedios
para la presin. Yo soy empleado, tengo mi DNI de siempre, debe haber una confusin,
tengo a mi familia conmigo, hay un error, trat de explicarle a la Polica. Los agentes le
dijeron que jueces de Corrientes y Resistencia pedan su detencin.
Finalmente le dieron el permiso para viajar, aunque ya en Uruguay sinti que estaba preso.
Me llamaron hasta de Interpol al hotel para decirme que me vigilaban. Nadie le explicaba
el por qu de la persecucin hasta que un amigo de Buenos Aires escribi su nombre en
Internet y hall un aviso: una recompensa por la captura de Fernando Pittari o Ricardo Jos
El Ruso Lorhman, uno de los hombres ms buscados de la Argentina por el secuestro
extorsivo de Cristian Schaerer, ocurrido en Corrientes.
Cuando el verdadero Pittari oy la novedad no lo poda creer. Lorhman le haba robado la
identidad. Cuando volvi de Uruguay, en Aeroparque otra vez una comitiva lo aguardaba.
A mi me esperaba un grupo SWAT y al delincuente todava no lo encontraron, se queja
Pittari. De ah se lo llevaron directo a declarar a Delitos Complejos de la Federal. Estuvo
cuatro horas y de all a la provincia de Corrientes. Yo me tuve que pagar el viaje y contra-
tarme un abogado all, nadie me ayud y por ahora nadie me devolvi nada de todos los
gastos que esto me gener. Ya en Corrientes, segn la vctima, el juez reconoci que no era
la persona que andaban buscando y corrobor sus datos, dnde viva y dnde trabajaba.
Al otro da Pittari no slo tena un doble que usaba su nombre y era buscado por la Polica
del mundo sino que pasara de ah en ms a ser un hipertenso crnico, a sufrir ataques de
pnico, a no dormir nunca ms en tres aos una noche entera. Despus de penar un ao,
lo recibieron en el Ministerio del Interior y le advirtieron que nada se poda hacer hasta que
el delincuente no fuera capturado. Se puso el apellido de su mam y hasta debi revalidar
su casamiento y partidas de nacimiento...
El robo de identidad -falsifcar documentos a nombre de otra persona real para estafar o pe-
dir crditos a su nombre- es un delito ms frecuente de lo que parece. Se denuncian cuatro
casos por da, segn datos de la Procuracin General de la Nacin. La adulteracin de docu-
mento tiene una pena de hasta 8 aos, pero apenas un 7 por ciento de los casos llega a juicio.
No s por qu ni cmo Lohrman me eligi a m. Creo que mi peor castigo es haber sido un
tipo limpio toda mi vida. Eso lo benefci y a m me tortur, asegura Pittari a Clarn. Pittari
asegura que mientras El ruso anda suelto, l vive en una crcel. Y lo argumenta: no puede
salir del pas porque lo detienen en Migraciones; no maneja por temor a que lo paren en
un control policial; tiene licencia en el trabajo por los problemas de salud; no puede pedir
prstamos y no puede votar. Y no sale sin llevar en el bolsillo cinco fotocopias selladas por
el Ministerio del Interior donde dice que Pittari es en verdad Pittari y no Rodolfo Lorhman
ni Jos Lorhman o Rodolfo Lorhman Krentz.
307
El discurso de H.I.J.O.S.
Pronunciado el 24 de marzo de 2004 por Mara Isabel Prigione y Emiliano Hueravillo de
la Regional La Plata de H.I.J.O.S. Nacidos ambos en la ESMA.
El 24 de marzo, nunca es una fecha en la que las palabras surjan con facilidad. Por lo menos
no desde hace 28 aos. Los sentimientos que estn presentes todos los das de nuestras
vidas, se condensan en este da y hacen trampas en la garganta a la hora de decir lo que
queremos decir. Pero hagamos el intento. En esta casa del terror que estamos hoy mirando
tan de cerca se destruyeron una enorme, inconmensurable cantidad de seres amados. En
esta Escuela de Mecnica de la Armada, la Armada ense a sus mejores alumnos su me-
cnica. La mecnica del terror.
Pero eso, seres amados, no fue lo nico que destruy. Destruy tambin eso intangible
del amor. Todo aquello que no se puede tocar, pero se ve, se siente. Lo que hace que un
hombre y otro hombre y otra mujer y otra mujer y otro hombre y otra mujer, sean mucho
ms que eso y se conviertan en un huracn que a la vez sacude y sostiene: un proyecto en
comn. Lo que hay entre un grupo de personas y otro grupo de personas, que hacen dis-
tintas cosas pero se saben juntos, ms tarde o ms temprano. Eso que no se puede tocar,
eso que no se puede acariciar como la piel de los que no estn, pero que se ve, se siente,
como si fuera una caricia de los que no estn.
No, la piel, la mirada, la risa, los abrazos en mitad de la noche, eso, no se puede recuperar.
Los aos perdidos para la cotidianeidad para los que la ruleta del espanto los puso entre
rejas durante aos, tampoco volvern. No volvern nunca esos aos donde hubo que vivir
en un pas extrao. Pero lo intangible, lo que esas manos moldearon, la forma de expresar
el amor que ellos tuvieron, eso s est en nosotros. Y est vivo para siempre.
Porque estamos ac, porque estamos desde hace un montn de aos, porque estn otros.
Porque nunca perdimos la capacidad de organizarnos para luchar por un pas diferente.
Y organizarse y luchar es la forma que ellos tenan de amar, de expresar su amor.
Por eso este lugar todava contiene el horror y el espanto, pero tambin la enorme dig-
nidad de los que han muerto por amor. Por amor a los compaeros, por amor a la patria
grande, por amor al pueblo, por amor a ese pas que la lucha de ellos estaba construyendo.
Y por amor a nosotros, sus hijos.
Hoy, nosotros, en este da, llenos de ese amor a esas mismas cosas, queremos dejar muy
claro qu es lo que queremos. Nosotros queremos que vayan presos, a una crcel comn,
con condena perpetua todos y cada uno de los torturadores, asesinos, secuestradores,
apropiadores de bebs. Y que vayan presos tambin los instigadores, los benefciarios y los
planifcadores del genocidio. Nosotros queremos que todos los que fueron arrancados de
sus madres que parieron en cautiverio para ser apropiados por militares o regalados a sus
amigos recuperen su verdadera identidad.
Si las abuelas han encontrado hasta ahora a 77 nietos y nietas, qu no podra hacer el
Estado si se lo propusiera.
Han pasado ms de 20 aos desde la cada de la Junta Militar. Ms de 20 aos hemos
perdido los hermanos y hermanas, las abuelas, los abuelos, las tas, los primos. Ms de 20
aos han perdido ellos. Porque ellos viven desde que nacieron presos sin saberlo, y todo
gobierno que no los busque, que no les devuelva la libertad de saber quines son y qui-
nes fueron sus madres y sus padres son gobiernos que sostienen y avalan la desaparicin
forzada de personas.
Nosotros queremos que se abran todos los archivos, que se sepa absolutamente todo lo
que pas. Quines los secuestraron, quines los torturaron, quines los asesinaron, qui-
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
308
Qu es esto de los derechos humanos?
nes robaron sus hijos, nuestros hermanos, dnde estn sus cuerpos, dnde estn.
Por nosotros, por nuestras familias, pero por sobre todo por este pas.
Ningn pas puede crecer sobre la mentira. Sabemos que esos archivos existen, sabemos
que se pueden abrir, sabemos que depende de la voluntad poltica de quienes gobiernan
que la verdad siga sepultada o salga a la luz.
Nosotros queremos que as como el congreso anul las leyes de impunidad, anule los in-
dultos y que el poder judicial declare que son inconstitucionales todas las normas que
hagan que un genocida sea perdonado o ni siquiera juzgado.
Nosotros queremos que todos los lugares que funcionaron como Centros Clandestinos de
Detencin durante la dictadura sean lugares preservados, para que se pueda investigar
primero y para que todos sepan que ah se tortur y asesin a personas, que ningn edito-
rialista de La Nacin pueda darse el lujo de poner en duda la veracidad de los hechos. Pero
queremos tambin que en esos lugares se recuerde y se diga por qu los mataron, quines
eran, por qu luchaban, cul era su proyecto de pas.
Nosotros queremos que se les d solucin a las protestas. Trabajo a los que luchan por
trabajo, vivienda a los que luchan por vivienda, salarios dignos a los que luchan por sus
sueldos.
Las protestas no se paran con causas judiciales, las protestas se terminan con soluciones.
No queremos que se criminalice la protesta. No queremos que se enjuicie a los que luchan.
Nosotros queremos que no se pague ni un solo centavo de la deuda externa.
Porque es ilegtima, inmoral y fraudulenta. Ilegtima porque no fue contrada por el pueblo
argentino. Inmoral porque se paga con el hambre de nuestros nios. Fraudulenta porque
es el producto de una estafa. Pero si no se paga la deuda y la riqueza sigue llenando los
bolsillos de los ricos y vaciando el de los pobres no nos sirve para nada. Queremos que la
deuda no se pague y que la riqueza se distribuya equitativamente. Nosotros queremos
que se desmantele el aparato represivo, porque los represores de la dictadura son lo que
en democracia asesinan chicos con la excusa del gatillo fcil. Pero queremos tambin que
todos los polticos que sostuvieron las atrocidades cometidas y, que como buenos cama-
leones se reciclaron en democracia paguen por lo que hicieron. No slo que dejen de ocu-
par cargos en los gobiernos, sino que sean castigados con la pena que se merecen. Qu
pena se merece quien haya frmado este decreto en 1975: las Fuerzas Armadas bajo el
Comando Superior del presidente de la Nacin, que ser ejercido a travs del Consejo de
Defensa, procedern a ejecutar las operaciones militares y de seguridad que sean necesa-
rias a los efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio
del pas. Pues fue frmado por Carlos Ruckauf y Antonio Cafero, entre otros. Y esos son slo
dos botones de muestra. Estamos rodeados de Bussis, de Pattis, de Ricos, de Cavallos, slo
es cuestin de buscar, depurar, juzgar y castigar. Porque los que avalaron el genocidio en
su momento siguen haciendo lo suyo en democracia. Slo para dar un ejemplo, durante
el gobierno de Ruckauf, los servicios de inteligencia de la polica de la provincia de Buenos
Aires, investigaron a H.I.J.O.S. tan exhaustivamente que llegaron a detallar hasta una talla-
rinada que compartieron nuestros compaeros de Mar del Plata.
Todo eso queremos. Y cuando nosotros decimos queremos quiere decir que no dejaremos
de luchar hasta conseguirlo, como lo hemos hecho hasta ahora, como no dejaremos de
hacerlo. Porque nosotros hoy, ac, hemos venido a hacer lo mismo de siempre. Hemos
venido a luchar contra la impunidad, contra el olvido, contra el silencio.
No hemos venido a la entrega de un predio, aunque la entrega de este predio nos da ms
fuerza para seguir, como nos dio fuerza la nulidad de las leyes de impunidad en el Con-
greso.
No hemos venido a recibir ningn reconocimiento. Porque reconocer nuestra lucha, la de
309
las Madres, la de las Abuelas, la de los Familiares, la de los Ex detenidos no es otra cosa que
meter presos a los culpables, recuperar la identidad de todos los jvenes apropiados du-
rante la dictadura, que nos entreguen toda la verdad sobre nuestros seres queridos y que
el proyecto de pas por el que luchaban nuestros padres y nuestras madres se convierta
en realidad.
Mi nombre es Emiliano Hueravillo, nac aqu en la Esma. Aqu, mi mam, Mirta Mnica
Alonso me trajo al mundo. Como ella, de todos los centros clandestinos de detencin la
zona sur de Buenos Aires, cientos de mujeres valientes trajeron a sus hijos al mundo entre
mdicos torturadores. A todos nuestros hermanos y hermanas que han nacido aqu y que
no fueron entregados a sus familias como yo, sepan que los estamos buscando, los esta-
mos esperando, estamos deseando contarles que sus madres los amaban, que sus padres
los amaban y que fueron parte de lo mejor de una generacin que se jug por entero por
dejarnos un pas mejor.
Compaeros, compaeras: no somos quienes para decir cul es el mejor homenaje, cada
quien sabr. Nosotros, elegimos estar juntos, elegimos pelear por lo que creemos justo,
aunque nos digan que es imposible, que no es el contexto, que no estn las condiciones;
elegimos discutir entre todos cul es la mejor manera de pelear, y aceptar el desafo de
escucharnos y escuchar, an cuando somos muy distintos y venimos de lugares diferen-
tes. Nosotros elegimos hacer de esta lucha una lucha de todos los das.
Hasta cundo? Hasta la victoria, qu duda cabe.
Crcel comn, perpetua y efectiva para todos los genocidas y sus cmplices.
Restitucin de la identidad de nuestros hermanos apropiados.
Reivindicamos la lucha de nuestros padres y sus compaeros por un pas justo y solidario.
ACTIVIDAD 11
Eje temtico:
Trabajo infantil.
Propsito:
Refexionar sobre el trabajo infantil.
Destinatarios/as:
Nios, nias y adolescentes.
Materiales:
Distintas fotos de nios trabajando. Pizarrn y tizas o papel afche y fbrn.
Hay fotos disponibles en el DVD.
Primer momento
Tiempo estimado:
40 minutos.
Consignas:
1. Observar la fotografa.
2. Describir lo observado.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
310
Qu es esto de los derechos humanos?
Desarrollo:
La coordinacin forma subgrupos de 4 a 6 integrantes. Distribuye distintas foto-
grafas de nios/as que trabajan. Pide a los participantes una descripcin de las
fotografas.
En una puesta en comn cada subgrupo describe y muestra la fotografa con la que
trabaj.
Segundo momento
Tiempo estimado:
40 minutos.
Consignas:
1. Decir una palabra o frase sobre el trabajo infantil.
2. Defnir trabajo infantil.
Desarrollo:
Mediante una lluvia de ideas se les pide que digan una palabra o frase sobre el
trabajo infantil.
Estas se escriben en el pizarrn o en papel afche. Vuelven al subgrupo para defnir
trabajo infantil a partir o no, de las ideas o palabras anotadas. En una puesta en
comn se cierra el segundo momento leyendo las defniciones.
Tercer momento
Tiempo estimado:
40 minutos.
Consignas:
1. Cuntas horas penss que trabajan?
2. Cunto dinero ganan?
3. Por qu penss que realizan ese trabajo?
4. Pueden asistir a la escuela?
5. Tienen tiempo para jugar?
6. Si tuvieras que realizar ese trabajo, qu cosas de tu vida cotidiana no podras hacer?
7. Qu artculos de la Convencin se violan cuando un/a nio/a trabaja?
Desarrollo:
La coordinacin formar subgrupos, pueden ser los mismos de la primera parte o
si lo cree conveniente los puede modifcar.
Una vez fnalizada la actividad harn una puesta en comn donde cada subgrupo
leer lo realizado. La coordinacin tratar de hacer una devolucin uniendo el re-
sultado de todas las partes de la actividad.
311
ACTIVIDAD 12
Eje temtico:
El trabajo infantil.
Propsitos:
Conocer la organizacin de Nios y Adolescentes Trabajadores y OIT - C138 Con-
venio sobre la edad mnima, 1973 (fragmento).
Refexionar sobre el trabajo infantil.
Destinatarios/as:
Adolescentes y adultos.
Materiales:
Informe de NATs, Convencin sobre los Derechos de los Nios y Convenio 138 de la
OIT (fragmento), pizarrn y tiza o papel afche y fbrn. La Convencin, el Convenio
y el Informe estn disponibles en el DVD.
Tiempo estimado:
80 minutos.
Consignas:
1. Leer con atencin el texto dado.
2. Tomar apuntes de lo que crean ms importante para compartir en la puesta en
comn.
3. Qu derechos se mencionan y cules son vulnerados?
4. Qu posicin adoptaran de las que aparecen enfrentadas? Argumenten por
escrito por qu la eligieron.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
312
Qu es esto de los derechos humanos?
Informe
El movimiento de Nios y Adolescentes Trabajadores (NATs) lleg a la Argentina. Obliga-
dos a trabajar por razones econmicas, sus integrantes luchan por mejores condiciones
laborales. Polmica entre ONGs dedicadas a la niez.
Elisabeth Contrera, Pgina 12, Sociedad, 07 de enero de 2007.
El movimiento de Nios y Adolescentes Trabajadores se extendi por Amrica latina.
Ellos preferen autodenominarse NATs. En realidad, es la sigla de un movimiento social en
pleno auge en pases del Tercer Mundo, que nuclea a Nios y Adolescentes Trabajadores.
Aunque la Argentina se integr tarde a esta corriente, con fuerte presencia de Per o
Chile, en la actualidad unos 200 chicos de entre 6 y 18 aos de todo el pas se unieron al
movimiento para luchar por mejores condiciones laborales. Este fue el motor que impul-
s a pibes y pibas de Mar del Plata, y casi al mismo tiempo a los de Crdoba y Jujuy, a crear
este espacio donde se reconocen como nios trabajadores. Para algunas organizaciones,
digerir esta realidad es imposible ya que es contraria a la ley que defende los derechos
del nio. No podemos combatir el trabajo infantil dando al nio un mameluco y un cas-
co, sostienen. Para otras ONG, que colaboraron en el surgimiento de la organizacin, la
sindicalizacin de los chicos es una herramienta necesaria para acceder a una fuente de
trabajo digna.
Ariel Zapana es representante del Movimiento NATs en Jujuy y delegado por la Argentina
en el Movimiento Latinoamericano de Nios Trabajadores (Molacnat). Es consciente de la
contradiccin que encierra la consigna que los aglutina. Sin embargo, se resigna al saber
que los principios que rezan en la Convencin Internacional por los Derechos del Nio,
por ejemplo, se convierten en letra muerta ante las penurias cotidianas. Somos cons-
cientes de eso. Pero lo que ustedes no ven quiz es la situacin que se vive en mi barrio,
en mi casa. Tengo que trabajar para ayudar a mi familia porque existe una necesidad, se
justifc.
l se gana la vida desde los 7 aos. Empez limpiando vidrios y botas en San Salvador
de Jujuy y hoy, con 18 aos, es artesano. Con lo que gana, Ariel puede colaborar con su
familia. Ellos viven en Belgrano, uno de las barrios ms pobres de la ciudad. Hoy ya no es
un integrante ms del movimiento sino un educador, tarea a la que lo habilita sus 18 aos
recin cumplidos.
Estamos reclamando por algo justo. Queremos trabajar y no queremos ser explotados,
sostiene Ariel. Ahora queremos difundir en todo el pas lo que somos. Esto nos permite
conocer nuestros derechos, la situacin de otros chicos de la Argentina. Nos da las he-
rramientas para hacernos escuchar, agrega el chico, que es uno de los encargados de
organizar el encuentro nacional que se realizar a fnes de febrero en su ciudad natal.
Desarrollo:
La coordinacin formar subgrupos de 4 participantes. Les entregar el informe
de NATs y el fragmento del Convenio 138 de la OIT. Una vez realizado el trabajo, en
una puesta en comn cada subgrupo expondr ante el resto de los compaeros el
trabajo realizado. Se escribirn en el pizarrn o en papel afche los puntos sobresa-
lientes de la produccin de cada subgrupo.
Luego se sealarn las coincidencias y divergencias para continuar la refexin jun-
tos. Si no conocieran la Convencin sobre los Derechos de Nio, se les har entrega
de algunos artculos o de la totalidad del documento.
313
OIT - C138 Convenio sobre la edad mnima, 1973
Convenio sobre la edad mnima de admisin al empleo (Nota: Fecha de entrada en vigor:
19:06:1976.)
Lugar: Ginebra
Fecha de adopcin: 26:06:1973
Sesin de la Conferencia: 58
Sujeto: Eliminacin del trabajo infantil y proteccin de los nios y de los adolescentes.
Estatus: Instrumento actualizado. Este instrumento hace parte de los convenios funda-
mentales.
Con esta organizacin, la Argentina se suma a un movimiento con fuerte crecimiento en
Amrica latina. La cuna de la corriente es Per, donde hay 14 mil menores organizados.
Tambin est presente en Paraguay, Chile, Venezuela y Colombia.
En Mar del Plata, la ONG Centro de Resiliencia replic lo que haban aprendido en un
encuentro de NATs realizado en Bolivia en 2001. Aunque desde la organizacin acla-
raron que no promueven el trabajo infantil sino que capacitan a nios en diferentes
habilidades.
Es bastante difcil la organizacin del movimiento, pero esto es parte de nuestra cultura.
En pases como Per esto es aceptado por la sociedad. Es ms, el movimiento est enco-
lumnado detrs de los gremios. En la Argentina todava causa dolor y espanto y los gre-
mios se encolumnan con la OIT en lucha por la erradicacin del trabajo infantil, compar
Alejandra Murillo, integrante del centro.
No escandalizarse ante el trabajo infantil es un tarea de sinceramiento que debe hacer
la sociedad, sostuvo. La realidad es que todos los das se ve a nios saliendo a cartonear
con sus padres, a otros limpiando parabrisas. Por ello, creemos que el primer derecho
que hay que cumplir es el derecho a la vida y si ellos no salen a trabajar no pueden vivir
ni estudiar, enfatiz. La asociacin Conciencia coincide en que para resolver este pro-
blema hay que prevenir y concientizar a travs de la educacin. Es una problemtica muy
compleja que requiere de una agenda pblica, enfatiz Susana Finger, directora del Pro-
grama Porvenir, que busca erradicar la explotacin de nios en la actividad tabacalera de
Salta y Jujuy.
Otras organizaciones rechazan esta forma de organizacin. Basan su posicin en los prin-
cipios establecidos en la Convencin por los Derechos del Nio y en el Convenio 138 de
la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) que establece que la edad mnima de em-
pleo es de 14 a 18 aos. A un chico que trabaja y que tiene sus derechos vulnerados no se
lo ayuda dndole un mameluco y casco sino reclamando que se garantice su derecho a la
educacin, asever Susana Santomingo, representante de la Coordinadora de Centrales
Sindicales del Cono Sur integrada por la CGT y CTA.
La dirigente acus a las ONG, que propician la incorporacin de los chicos al movimien-
to, y a un sector de la Iglesia de capitalizar la condicin de vulnerabilidad de los nios
para acceder a fnanciamiento de organismos internacionales y de esa forma mantener
la situacin de pobreza. Aceptar que los chicos se organicen no slo naturaliza el trabajo
infantil sino que adems no obliga al Estado a gastar energas en cumplir su rol, sostuvo.
Desde el otro sector rechazaron las acusaciones. Son los mismos chicos los que quieren
luchar por un trabajo digno, responde Esteban Ricci, educador en Mar del Plata.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
314
Qu es esto de los derechos humanos?
La Conferencia General de la Organizacin Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administracin de la Ofcina Internacional del Tra-
bajo, y congregada en dicha ciudad el 6 junio 1973 en su quincuagsima octava reunin.
Despus de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas a la edad mnima
de admisin al empleo, cuestin que constituye el cuarto punto del orden del da de la
reunin.
Teniendo en cuenta las disposiciones de los siguientes convenios: Convenio sobre la edad
mnima (industria), 1919; Convenio sobre la edad mnima (trabajo martimo), 1920; Con-
venio sobre la edad mnima (agricultura),1921; Convenio sobre la edad mnima (paole-
ros y fogoneros), 1921; Convenio sobre la edad mnima (trabajos no industriales), 1932;
Convenio (revisado) sobre la edad mnima (trabajo martimo), 1936; Convenio (revisado)
sobre la edad mnima (industria), 1937; Convenio (revisado) sobre la edad mnima (traba-
jos no industriales), 1937; Convenio sobre la edad mnima (pescadores), 1959, y Convenio
sobre la edad mnima (trabajo subterrneo), 1965.
Considerando que ha llegado el momento de adoptar un instrumento general sobre el
tema que reemplace gradualmente a los actuales instrumentos, aplicables a sectores eco-
nmicos limitados, con miras a lograr la total abolicin del trabajo de los nios, y despus
de haber decidido que dicho instrumento revista la forma de un convenio internacional,
adopta, con fecha veintisis de junio de mil novecientos setenta y tres, el presente Conve-
nio, que podr ser citado como el Convenio sobre la edad mnima, 1973:
Artculo 1
Todo Miembro para el cual est en vigor el presente Convenio se compromete a seguir
una poltica nacional que asegure la abolicin efectiva del trabajo de los nios y eleve
progresivamente la edad mnima de admisin al empleo o al trabajo a un nivel que haga
posible el ms completo desarrollo fsico y mental de los menores.
Artculo 2
1. Todo Miembro que ratifque el presente Convenio deber especifcar, en una declara-
cin anexa a su ratifcacin, la edad mnima de admisin al empleo o al trabajo en su terri-
torio y en los medios de transporte matriculados en su territorio; a reserva de lo dispuesto
en los artculos 4 a 8 del presente Convenio, ninguna persona menor de esa edad deber
ser admitida al empleo o trabajar en ocupacin alguna.
2. Todo Miembro que haya ratifcado el presente Convenio podr notifcar posteriormen-
te al Director General de la Ofcina Internacional del Trabajo, mediante otra declaracin,
que establece una edad mnima ms elevada que la que fj inicialmente.
3. La edad mnima fjada en cumplimiento de lo dispuesto en el prrafo 1 del presente
artculo no deber ser inferior a la edad en que cesa la obligacin escolar, o en todo caso,
a quince aos.
4. No obstante las disposiciones del prrafo 3 de este artculo, el Miembro cuya economa
y medios de educacin estn insufcientemente desarrollados podr, previa consulta con
las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas, si tales organizaciones
existen, especifcar inicialmente una edad mnima de catorce aos.
5. Cada Miembro que haya especifcado una edad mnima de catorce aos con arreglo a
las disposiciones del prrafo precedente deber declarar en las memorias que presente
sobre la aplicacin de este Convenio, en virtud del artculo 22 de la Constitucin de la
Organizacin Internacional del Trabajo:
a) que an subsisten las razones para tal especifcacin, o
b) que renuncia al derecho de seguir acogindose al prrafo 1 anterior a partir de una
fecha determinada.
315
Artculo 3
1. La edad mnima de admisin a todo tipo de empleo o trabajo que por su naturaleza
o las condiciones en que se realice pueda resultar peligroso para la salud, la seguridad
o la moralidad de los menores no deber ser inferior a dieciocho aos.
Artculo 6
El presente Convenio no se aplicar al trabajo efectuado por los nios o los menores
en las escuelas de enseanza general, profesional o tcnica o en otras instituciones de
formacin ni al trabajo efectuado por personas de por lo menos catorce aos de edad
en las empresas, siempre que dicho trabajo se lleve a cabo segn las condiciones pres-
critas por la autoridad competente, previa consulta con las organizaciones interesadas
de empleadores y de trabajadores, cuando tales organizaciones existan, y sea parte
integrante de:
a) un curso de enseanza o formacin del que sea primordialmente responsable una
escuela o institucin de formacin.
b) un programa de formacin que se desarrolle entera o fundamentalmente en una
empresa y que haya sido aprobado por la autoridad competente; o
c) un programa de orientacin, destinado a facilitar la eleccin de una ocupacin o de
un tipo de formacin.
Artculo 8
1. La autoridad competente podr conceder, previa consulta con las organizaciones de
empleadores y de trabajadores interesadas, cuando tales organizaciones existan, por
medio de permisos individuales, excepciones a la prohibicin de ser admitido al em-
pleo o de trabajar que prev el artculo 2 del presente Convenio, con fnalidades tales
como participar en representaciones artsticas.
2. Los permisos as concedidos limitarn el nmero de horas del empleo o trabajo obje-
to de esos permisos y prescribirn las condiciones en que puede llevarse a cabo.
Artculo 9
1. La autoridad competente deber prever todas las medidas necesarias, incluso el esta-
blecimiento de sanciones apropiadas, para asegurar la aplicacin efectiva de las disposi-
ciones del presente Convenio.
2. La legislacin nacional o la autoridad competente debern determinar las personas res-
ponsables del cumplimiento de las disposiciones que den efecto al presente Convenio.
(El articulado sigue. Seleccionamos este fragmento por considerarlo en directa relacin
con las consignas de la actividad).
ACTIVIDAD 13
Eje temtico:
Derecho al juego.
Propsito:
Ejercitar el derecho al juego.
Destinatarios/as:
Nios y nias de 7 a 9 aos o adolescentes, jvenes y adultos.
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
316
Qu es esto de los derechos humanos?
Convencin sobre los derechos del nio
Artculo 31
1. Los Estados Partes reconocen el derecho del nio al descanso y el esparcimiento, al
juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la
vida cultural y en las artes.
2. Los Estados Partes respetarn y promovern el derecho del nio a participar plenamen-
te en la vida cultural y artstica y propiciarn oportunidades apropiadas, en condiciones
de igualdad, de participar en la vida cultural, artstica, recreativa y de esparcimiento.
Primer momento
Consigna:
Ir marcando la letra a medida que sale de la bolsa y es dicha en voz alta para todos/as.
Desarrollo:
La coordinacin reparte a cada participante uno de los cartones con los distintos
juegos.
Es importante tener en cuenta cules son los juegos que los nios y nias a quien va
dirigida la actividad suelen jugar. Esto lo puede rastrear la coordinacin en encuen-
tros anteriores.
A la hora de confeccionar los cartones hay que tratar que sean todos diferentes.
La coordinacin saca de la bolsita las distintas letras, una por vez, y las va diciendo en
voz alta esperando que todos/as puedan marcarlas en su cartn. Gana aquel/la que
complete su cartn.
Una variacin interesante pueden ser letras que sean para pintar en cada cartn. En
este caso el juego lleva ms tiempo.
Luego la coordinacin lee o adapta, para la comprensin de los/las participantes,
el artculo 31 de la Convencin. Es importante no slo leer el artculo, sino tambin
conversar sobre este derecho con los/las participantes.
En los grupos de mayor edad se podrn utilizar otra clase de juegos, deportes o ac-
tividades de esparcimiento (teatro, palabras cruzadas, ajedrez, damas, escrabel, etc.)
Tiempo estimado:
80 minutos.
Materiales:
Cartones para la lotera con distintos juegos y letras en una bolsita para la lotera.
Art. 31 de la Convencin sobre los Derechos del Nio.
Afche u hojas para dibujar, lpices de colores y/o fbras.
F
P
H
M
U
L
A
A
T
A
M
N
B
Y
A
C
O
S
C
H
L
T
A
A
A
S
S
T I O N
317
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
Bibliografa
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Patronato de Menores y Convencin Internacional sobre los Derechos del Nio. Discusio-
nes sobre dos culturas que se contraponen. Trabajo realizado por el equipo de ctedra
Segundo momento
Consigna:
Hacer un dibujo individual o un afche grupal sobre el juego que ms les guste
(para los de menor edad). Hacer un afche, una cancin o una frase que promueva
el derecho al juego para ser expuesto ante el grupo (para los de mayor edad).
Desarrollo:
Cada participante realizar un dibujo individual o grupal, segn desee, sobre el
juego que ms le guste. Se les puede pedir que escriban en las hojas el derecho
del que se trata. Luego se hace la puesta en comn, mostrando todos los trabajos
realizados que pueden quedar expuestos en el lugar de trabajo.
318
Qu es esto de los derechos humanos?
de la materia de Derecho I dictada en la Escuela Superior de Trabajo Social de la Univer-
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319
CAPTULO 7 | Derechos de los nios, nias y adolescentes
Anexo
Tarjetas de la Actividad 3.