Frank Morera... Las Indulgencias

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LAS INDULGENCIAS

Remisin de la pena temporal



por Flix Velasco Santandreu
- colabor en la edicin digital el hermano Juan Pablo Montes, IVE -



Qu es una indulgencia?

La doctrina y la prctica de las indulgencias en la Iglesia estn estrechamente ligadas a los efectos
del sacramento de la penitencia: "La indulgencia es la remisin ante Dios de la pena temporal por
los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas
condiciones consigue por mediacin de la Iglesia, la cual, como administradora de la Redencin,
distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos"(1).

La indulgencia puede ser parcial o plenaria, segn que libre en parte o en todo de la pena temporal
debida por los pecados.

Nadie que gane indulgencias puede aplicarlas a otras personas que an viven, pero las indulgencias
pueden aplicarse a los difuntos a manera de sufragio.

"Puesto que los fieles difuntos en va de purificacin son tambin miembros de la misma comunin
de los santos, podemos ayudarles, entre otras formas, obteniendo para ellos indulgencias, de
manera que se vean libres de las penas temporales debidas por sus pecados"(2).

Al fiel cristiano que, por lo menos arrepentido interiormente, realiza una obra enriquecida con
indulgencia parcial, se le concede, por medio de la Iglesia, una remisin de la pena temporal del
mismo valor que la que l mismo con su accin ya recibe. No se pueden separan las indulgencias
del resto de la vida cristiana. La indulgencia no es un procedimiento fcil para que sean perdonados
los pecados evitando la penitencia, sino una asistencia que presta toda la Iglesia a los fieles para
que su conversin, invitndoles a que realicen buenas obras y ayudndoles a expiar la pena debida
por los pecados. Es conveniente recordar que el medio ordinario para que el individuo se reconcilio
con Dios y con la Iglesia es la confesin individual y completa de los pecados graves, seguida de la
absolucin.

"Las indulgencias se obtienen por la Iglesia que, en virtud del poder de atar y desatar que le fue
concedido por Cristo Jess, interviene en favor de un cristiano y le abre el tesoro de los mritos de
Cristo y de los santos para obtener del Padre de la misericordia la remisin de las penas temporales
debidas por sus pecados. Por eso la Iglesia no quiere solamente acudir en ayuda de este cristiano,
sino tambin impulsarlo a hacer obras de piedad, de penitencia y de caridad"(3).

"Para entender esta doctrina y esta prctica de la Iglesia es preciso recordar que el pecado tiene
una doble consecuencia. El pecado grave nos priva de la comunin con Dios y por ello nos hace
incapaces de la vida eterna, cuya privacin se llama la "pena eterna" del pecado. Por otra parte,
todo pecado, incluso venial, entraa apego desordenado a las creaturas que tienen necesidad de
purificacin, sea aqu abajo, sea despus de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio. Esta
purificacin libera de la que se llama la "pena temporal" del pecado. Estas dos penas no deben ser
concebidas como una especie de venganza, infligida por Dios desde el exterior, sino como algo que
brota de la naturaleza misma del pecado. Una conversin que procede de una ferviente caridad
puede llegar a la total purificacin del pecado, de modo que no subsistir ninguna pena"(4).

"El perdn del pecado y la restauracin de la comunin con Dios entraan la remisin de las penas
eternas del pecado. Pero las penas temporales del pecado permanecen. El cristiano debe
esforzarse, soportando pacientemente los sufrimientos y las pruebas de toda clase y, llegando el
da, enfrentndose serenamente con la muerte, por aceptar como una gracia estas penas
temporales del pecado; debe aplicarse, tanto mediante las obras de misericordia y de caridad,
como mediante la oracin y las distintas prcticas de penitencia, a despojarse completamente del
hombre viejo y a revestirse del hombre nuevo"(5).

El cristiano que quiere purificarse de su pecado y santificarse con ayuda de la gracia de Dios no se
encuentra solo, tiene la ventaja y la ayuda de ser miembro de la Iglesia. "La vida de cada uno de
los hijos de Dios est ligada de una manera admirable, en Cristo y por Cristo, con la vida de todos
los otros hermanos cristianos, en la unidad sobrenatural del Cuerpo mstico de Cristo, como en una
persona mstica"(6).

Un poco de historia

Sed. Jubileo que cada treinta aos celebraban los reyes del antiguo Egipto, y que consista en una
repeticin de los ritos de la coronacin, los cuales servan para afirmar la soberana real, ya que as
quedaba consagrado el poder divino del faran. La primera mencin de estos ritos parece en el
reinado del rey Udimu (quinto soberano de la I dinasta: c. 3100 a C.), el pueblo era favorecido con
festejos y perdones.

Jubileo. Entre los judos, nombre del ao consagrado a Dios y al descanso que, segn la ley, deba
celebrarse cada cincuenta aos. Este nombre ha pasado tambin a los cristianos.

Ao Santo o jubilar. Entre los catlicos, ao privilegiado en que los peregrinos que acuden a Roma
se benefician de una indulgencia plenaria. El primer ao santo se celebr en 1300, proclamado por
Bonifacio VIII (Anagni, c. 1235-Roma, 1303) Papa (1294-1303), el 2 de febrero de ese mismo ao.
El Papa puede promulgar otros por motivos especiales. Desde entonces se han celebrado 125
jubileos 25 ordinarios y 100 extraordinarios, que pueden ser universales, particulares o locales.
Tienen lugar a intervalos regulares (cada 100 aos bajo Bonifacio VIII, cada 50 aos bajo Clemente
VI y Nicols V, cada 25 aos desde Pablo II). Su duracin es de un ao, de una Navidad a otra.
Comienzas en Roma con la apertura de la puerta Santa. Los fieles deben visitar las baslicas de San
Pedro y San Pablo desde Bonifacio VIII, tambin la de Letrn a partir de Clemente VI, y Santa
Mara la Mayor desde Gregorio IX; deben arrepentirse y confesarse y rezar por las intenciones del
Papa. Las visitas deban hacerse durante treinta das continuos o intercalados por los romanos y
quince das por los no romanos. Len XIII redujo esos das a veinte y diez respectivamente. Po XII
estableci una sola visita. Pablo VI orden que al Jubileo de 1975 le precediera un ao de
preparacin. Juan Pablo II ha dispuesto para el 2000 una fase antepreparatoria (1994-96) y otra
preparatoria (1997-99) y ha establecido que el mismo tenga lugar simultneamente en Tierra
Santa, en Roma y en las dems Iglesias locales.

Bula de la Santa Cruzada. Creada en la Alta Edad Media por la cual se obtenan numerosos
privilegios e indulgencias que se adquira mediante la limosna. La recaudacin serva para ayudar a
la Reconquista y a las cruzadas. Abolida mediante la constitucin apostlica Paenitemini, publicada
por Pablo VI el 17 de febrero de 1966.

Disputa sobre las indulgencias. Conflicto religioso, preludio de la ruptura de Lutero con la Iglesia
romana. El Papa Len X promulg el 31 de mayo de 1515 una indulgencia en favor de quienes
diesen limosna para terminar las obras de la baslica de San Pedro en Roma. Johannes Tetzel,
dominico espaol, fue delegado por el arzobispo de Maguncia para predicar las indulgencias en esa
dicesis. Los abusos que se cometieron con tal motivo indignaron a muchos. El monje agustino
Martn Lutero tambin ambicionaba esta predicacin y fue ms lejos, atac las bases mismas de las
indulgencias. El 31 de octubre de 1517, la vspera del da de Todos los Santos, a la llegada de
Tetzel, coloc, en la puerta de la Iglesia de Wittenberg, 95 tesis redactadas en latn, en las que
atacaba el sistema de contribuciones y afirmaba que las indulgencias pontificias no podan ser otra
cosa que la remisin de la pena infligida por el mismo Papa, este hecho marc el comienzo de la
reforma protestante. Estas tesis, fueron condenadas por el Papa en 1519, invitndole a retractarse
mediante la bula Exurge, Domine (1520), pero Lutero rehus y quem en una plaza pblica de
Wittenberg la bula pontificia, por lo que condenado de forma definitiva. El cisma se consum tras la
Dieta de Worms (1521), en la que nuevamente se neg a retractarse.

El camino de Santiago. Durante la Edad Media fue utilizado por los peregrinos que se dirigan a
venerar el sepulcro del apstol Santiago, el Mayor. Segn la tradicin, esta va surgi tras el
hallazgo del sepulcro, durante el reinado de Alfonso II. Ello dio lugar a la edificacin de un templo,
renovado por Alfonso III en 874, y a la llegada de peregrinos de toda Europa. El camino de
Santiago mantuvo su esplendor hasta la introduccin de las doctrinas de Lutero; en el siglo XVIII
decay su importancia. Los peregrinos, tras hacer testamento, salan de sus poblaciones provistos
de saya, bordn y escarcela, viajaban en grupos y en varias etapas. Gozaban de proteccin en los
reinos por los que pasaban, y eran acogidos en los monasterios y hospitales fundado a lo largo del
camino. Las rdenes militares, especialmente los templarios, se encargaban de la proteccin de los
viajeros. Se cree que la actual Francia era atravesada por cinco rutas hacia la pennsula Ibrica:
una llegaba a Somport y las dems a Roncasvalles. Todas ellas convergan en Puente la Reina, y
desde all hacia Logroo, Njera, Burgos, Sahagn, Len, Astorga y Ponteferrada, como ciudades
principales. Los peregrinos, despus de cumplir con las ceremonias rituales en la catedral de
Compostela, reciban un documento, llamado Compostela que acreditaban su peregrinacin. La
importancia del camino de Santiago fue decisiva tanto en sentido econmico, como cultural y
artstico. Actualmente, se celebra el ao Santo de Santiago, cuando el 25 de julio fiesta del Apstol,
cae en domingo. La indulgencia plenaria que se gana en Santiago, segn el derecho comn, puede
ser: visitando la Catedral en la fiesta del Apstol el 25 de julio; el da de la dedicacin de la
Catedral, el 21 de abril, el da 30 de diciembre fiesta de la Traslacin del Apstol. La Indulgencia
parcial, se gana siempre por el hecho de visitar la catedral en las debidas condiciones e intencin
de conseguirla.

Decreto sobre las Indulgencias del Concilio de Trento. "Habiendo Jesucristo concedido a su Iglesia
la potestad de conceder indulgencias, y usando la Iglesia de esta facultad que Dios le ha concedido,
aun desde los tiempos ms remotos; ensea y manda el sacrosanto Concilio que el uso de las
indulgencias sumamente provechoso al pueblo cristiano y aprobado por la autoridad de los
sagrados concilios, debe conservarse en la Iglesia, y fulmina anatema contra los que, o afirman ser
intiles, o niegan que la Iglesia tenga potestad de concederlas. No obstante, desea que se proceda
con moderacin en la concesin de ellas, segn la antigua y aprovechada costumbre de la Iglesia;
para que por la suma facilidad de concederlas no decaiga la disciplina eclesistica. Y anhelando a
que se enmienden, y corrijan los abusos que se han introducido en ellas, por cuyo motivo
blasfeman los herejes de este glorioso nombre de indulgencias; establece en general por el
presente decreto que, absolutamente se exterminen todos los lucros ilcitos que se sacan porque
los fieles las consigan; pues se han originado de esto muchsimos abusos en el pueblo cristiano. Y
no pudindose prohibir fcil ni individualmente los dems abusos que se han originado de la
supersticin, ignorancia, irreverencia, o de otra cualquiera causa, por las muchas corruptelas de los
lugares y provincias en que se cometen; manda a todos los Obispos que cada uno note todos estos
abusos en su Iglesia, y los haga presentes en el primer concilio provincial, para que conocidos y
calificados por los otros obispos, se delaten inmediatamente al Sumo Pontfice Romano, por cuya
autoridad y prudencia se establecer lo conveniente a la Iglesia universal: y de este modo se
reparta a todos los fieles piadosa, santa e ntegramente el tesoro de las santas indulgencias". No
era sta la primera vez que un concilio ecumnico discuta el tema de las indulgencias -la primera
vez fue en 1415, cuando el Concilio de Constanza afirm la prctica- pero en Trento la doctrina fue
proclamada infaliblemente por primera vez.

Errores ms frecuentes sobre las indulgencias

Una persona puede comprar su salida del infierno mediante las indulgencias. Este es un error
habitual, debido a la ignorancia. Las indulgencias slo remitan penas temporales, no pueden remitir
la pena eterna del infierno. Una vez que alguien est en el infierno, ninguna cantidad de
indulgencias cambiar jams ese hecho. La nica manera de evitar el infierno es apelando a la
misericordia eterna de Dios mientras todava estamos en vida. Luego de la muerte, el destino
eterno queda fijado: Hebreos 9,27.

Una persona puede "comprar el perdn" con indulgencias: La definicin de indulgencias presupone
que el perdn ya ha tenido lugar: "Una indulgencia es la remisin ante Dios de la pena temporal
por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa"(7). Las indulgencias no perdonan pecados
en absoluto. Slo conciernen a las penas que permanecen luego de que los pecados han sido
perdonados.

Si la Iglesia tiene los recursos y el poder para borrar todas las penas temporales de todas las
personas, por qu no lo hace? Porque Dios no desea que se haga. Dios mismo instituy el hecho
de que las penas temporales permanecieran. Estas penas temporales llevan a cabo funciones
vlidas, una de ellas disciplinaria, al igual que hacen los padres con los hijos. La Iglesia no puede
borrar todas las penas temporales porque su remisin depende de las disposiciones de las personas
que sufren esas penas temporales. As como el arrepentimiento y la fe se requieren para la
remisin de las penas eternas, tambin son necesarios para la remisin de las penas temporales.

Una persona puede comprar indulgencias. El Concilio de Trento instituy severas reformas en la
prctica reformas en la prctica de conceder indulgencias y, a causa de anteriores abusos, en 1567
el Papa Pio V cancel todas las concesiones de indulgencias que tuvieran que ver con estipendios u
otras transacciones financieras. Las indulgencias se desarrollaron a partir de una reflexin profunda
sobre el sacramento de la reconciliacin. Son una manera de acortar la penitencia de la disciplina
sacramental y estaban en uso siglos antes de que aparecieran problemas relaciones con el dinero y
con Lutero.

Una indulgencia acortar el tiempo en el purgatorio en un nmero fijo de das. El nmero de das
que sola asociarse con las indulgencias era una referencia al perodo de penitencia que uno podra
realizar durante la vida terrena. Se desconoce lo duradero que puede ser el purgatorio para cada
persona concreta. Hasta el Concilio Vaticano II se deca que cada indulgencia remita un cierto
nmero de "das" de la disciplina de una persona -por ejemplo, un acto poda ganar "300 das de
indulgencia"- pero el uso del trmino "das" confunda a la gente, dndoles la impresin errnea de
que en el purgatorio sigue existiendo el tiempo y de que podemos calcular nuestro "tiempo de
descuento" en una manera matemtica. El nmero de das asociado con las indulgencias realmente
nunca signific que esa cantidad de "tiempo" fuera descontada de la estancia que le correspondiera
a alguien en el purgatorio. En lugar de ello, significaba que se concedera un monto de remisin
indefinido pero parcial, proporcionado a lo que los antiguos cristianos hubieran recibido llevando a
cabo obras piadosas durante esa cantidad de das. Para solucionan esta confusin, Pablo VI emiti
una revisin del Enchiridion o manual de indulgencias. Hoy ya no se asocian cantidades de das con
las indulgencias, que pueden ser plenarias o parciales. Slo Dios sabe exactamente lo eficaz que es
una indulgencia parcial o si se ha recibido de hecho una indulgencia plenaria.

Una persona puede comprar indulgencias para que se le perdonen pecados futuros. La Iglesia
siempre ha enseado que las indulgencias no se aplican a pecados an cometidos. Una indulgencia
no es un permiso para pecar, ni un perdn del pecado, ni un perdn del pecado futuro. Su
beneficio recae nicamente sobre faltas realizadas con anterioridad.

Condiciones para ganar la Indulgencia

Para poder beneficiarse de las indulgencias es necesario estar bautizado, no excomulgado y en
estado de gracia por lo menos al final de las obras prescritas para ganar la indulgencia. Esto es
fundamental para no caer en la supersticin o pensar que se trata de algo mgico.

Para que el sujeto que rene estas condiciones se beneficio debe tener intencin aunque sea
general, de ganarlas y de cumplir las obras prescritas dentro del tiempo establecido y en la forma
debida.

Indulgencia plenaria

Las siguientes oraciones y acciones, entro otras, tienen indulgencia plenaria, si se cumplen las
condiciones requeridas:

- "A t, oh Dios, te alabamos..." (Te Deum): 1 de enero y en la Solemnidad de Pentecosts.

- "Adorad postrados..." (Tantum ergo): Jueves Santo despus de la Misa en Coena Domini y en la
accin litrgica del Corpus Christi.

- "Jess dulcsimo..." (Acto de reparacin): rezado pblicamente el da del Sagrado Corazn.

- "Miradme, oh mi amado y buen Jess...": Los viernes de Cuaresma.

- "Ven Espritu Creador..." (Veni Creator): rezado pblicamente el 1 de enero y en la solemnidad de
Pentecosts.

- Rezar el Va Crucis: ante las estaciones, pasando de una a otra por lo menos quien lo dirige,
meditando las escenas si se desea, con alguna oracin vocal.

- Rezo del Santo Rosario: rezndolo en una iglesia, en un oratorio, en familia, o en comunidad. Es
suficiente con rezar slo cinco de los quince misterios, con la meditacin de los misterios que se
rezan.

- Adoracin al Santsimo durante al menos media hora.

- Adoracin de la Cruz: en la accin litrgica del Viernes Santo.

- Realizar Ejercicios Espirituales o retiros similares, al menos de tres das de duracin.

- Recibir la Bendicin Papa Urbi el Orbi, tambin es vlida por radio o televisin.

- Asistir al rito con que se clausura un Congreso Eucarstico.

- Al sacerdote que celebra los 25, 50, 60 aos como aniversario de su ordenacin, es extensiva a
quienes le acompaen en la Santa Misa.

- Lectura de la Sagrada Escritura: al menos media hora.

- Visitar la iglesia parroquial en la fiesta titular y el 2 de agosto (indulgencia de la Porcincula). Lo
mismo vale para la Iglesia catedral o concatedral o para las iglesias cuasiparroquiales.

- Recibir la bendicin apostlica en peligro de muerte inminente. En el caso de que no haya
sacerdote, la Iglesia concede esta misma indulgencia con tal que se haya rezado habitualmente
algunas oraciones (se suplen las tres condiciones habituales para ganar la indulgencia plenaria).

- Asistir a la predicacin de algunos sermones, participando en la clausura de una Santa Misin.

- Visitar una iglesia u oratorio el da de su santo Fundador, rezando un Padrenuestro y un credo.

- Visitar las Baslicas Patriarcales o Mayores de Roma el da de la fiesta titular, en cualquier da de
precepto o en da cualquiera del ao elegido por el mismo fiel: ha de rezarse el Padrenuestro y el
Credo.

- Visitar una iglesia u oratorio el da de Todos los difuntos (o con consentimiento del obispo, el
domingo anterior o el posterior). Esta indulgencia slo es aplicable a las almas del purgatorio.

- Visitar una iglesia o altar en el da de su dedicacin, rezando un Padrenuestro y un Credo.

- Usar el da de los Santos Pedro y Pablo (29 de junio) algn objeto piadoso bendecido por el Papa
o un obispo, rezando un Credo.

- Al nuevo sacerdote en su Primera Misa Solemne, y a quienes asistan a ella.

- Renovacin de las promesas del bautismo: en la Vigilia pascual o en el aniversario del bautismo.

- Visitar la iglesia en que se celebra el Snodo diocesano mientras ste dura, rezando el
Padrenuestro y el Credo.

- Visitar las iglesias estacionales en su da propio, asistiendo a las funciones de la maana o de la
tarde.

- Al fiel que hace la Primera Comunin, y a quienes le acompaan.

- Visita al cementerio en los primeros ochos das del mes de noviembre, orando (basta
mentalmente) por los fieles difuntos.

- En la visita pastoral, pueden beneficiarse de la indulgencia una vez si se asiste a una funcin
sagrada presidida por el visitador.

Condiciones para la indulgencia plenaria

Para ganar una indulgencia plenaria, adems de querer evitar cualquier pecado mortal o venial,
hace falta rezar o hacer la obra que incorpora la indulgencia cumpliendo tres condiciones:

Confesin sacramental

Comunin Eucarstica

Oracin por las intenciones del Papa.

Con una sola confesin sacramental puede ganarse varias indulgencias plenarias; en cambio con
una solo comunin eucarstica y una sola oracin por las intenciones del Papa slo se gana una
indulgencia plenaria. Las tres condiciones pueden cumplirse unos das antes o despus de rezar o
hacer la obra que incorpora la indulgencia, pero es conveniente que la comunin y la oracin por
las intenciones del Papa se realicen el mismo da.

La condicin de orar por las intenciones del Papa se cumple si se reza a su intencin un solo
Padrenuestro y un Avemara; pero se concede a cada fiel la facultad de orar con cualquier frmula,
segn su piedad y devocin.

La indulgencia plenaria nicamente puede ganarse una vez al da, pero el fiel cristiano puede
alcanzar indulgencia plenaria in artculo mortis, aunque el mismo da haya ganado otra indulgencia
plenaria.

La indulgencia parcial puede ganarse varias veces al da, a no ser que expresamente se establezca
lo contrario.

La obra indicada para obtener la indulgencia plenaria aneja a una iglesia y oratorio consiste en la
visita piadosa de este lugar, rezando el Padrenuestro y el Credo, a no ser que en algn caso
especial se establezcan otras condiciones.

Indulgencia parcial

Las siguientes oraciones y acciones tienen indulgencia parcial, todas las que van sealizan con (*)
pueden alcanzar la indulgencia plenaria si se cumplen los requisitos de la misma:

- "A t, bienaventurado Jos...".

- "A ti, oh Dios, te alabamos..."(Te Deum)*.

- "Acordaos, oh piadossima Virgen Mara...".

- "ngel de Dios, t que eres mi custodio...".

- "Aqu estamos, Seor, Espritu Santo..."

- "Santos Apstoles Pedro y Pablo...".

- "Misericordia, Dios mo..." (Salmo 50).

- "Mara, Madre de gracia y de clemencia..."

- "Adorad postrados..." (Tantum ergo)*.

- "Oh, sagrado banquete".

- Miradme, oh mi amado y buen Jess..."*.

- "Seor, a todos lo que por amor..." (Oracin por nuestros benefactores).

- "Seor, Dios Todopoderoso que nos has hecho llegar al comienzo de este da..."

- "Bajo tu proteccin..." (Sub tuum praesidium).

- "Seor, dales el descanso eterno..." Esta indulgencia se aplica slo a los difuntos.

- "Adorote devotamente..." (Adoro te devote).

- "Alma de Cristo...".

- "Proclama mi alma..." (Magnificat).

- "Oremos por nuestro Pontfice...".

- "Jess dulcsimo, cuya caridad...".

- "Desde lo hondo..."

- "Ven, Espritu Creador..." (Veni Creator).

- "Ven, Espritu Santo..." (Veni, Spiritus Sanctus).

- "Jess dulcsimo, Redentor del gnero humano..." (Consagracin a Cristo
Rey).
- "Te damos gracias..."

- "Seor... dgnate enviar a su santo ngel...".

- "Seor, que tu gracia inspire...".

- "Visita, Seor esta habitacin...".

- Rezar la Salve.

- Rezar el Santo Rosario.

- Rezar el ngelus durante el tiempo ordinario.

- Rezar el Credo, ya sea el apostlico o el niceno-constantinopolitano*.

- Rezar Regina Coeli durante el tiempo pascual.

- Rezar Laudes o Vsperas del Oficio de difuntos.

- Rezo de cualquiera de las Letanas aprobadas por la Iglesia, entre otras: del Santsimo Nombre de
Jess, del Sagrado Corazn de Jess, de la Preciossima Sangre de Nuestro Seor Jesucristo, de
Santa Mara Virgen, de San Jos y de los Santos.

- Rezar las oraciones para pedir por las vocaciones.

- Rezar por la unidad de los cristianos.

- Rezo de cualquiera de los oficios parvos.

- Rezar una oracin en honor de un santo en el da de su celebracin litrgica.

- Adoracin del Santsimo Sacramento (Visita al Santsimo)*.

- Hacer un acto de contricin.

- Leer la Sagrada Escritura como lectura espiritual*.

- La comunin espiritual.

- Asistir a las Novenas con motivo de Navidad, Pentecosts o de la Inmaculada Concepcin.

- Cualquier acto de fe, esperanza o caridad.

- Hacer un raro de oracin mental.

- Renovar las promesas del bautismo*.

- Impartir o aprender la doctrina cristiana.

- Realizar la Seal de la cruz, pronunciando las palabras de costumbre.

- Visitar las catacumbas.

- Asistir a la predicacin de la palabra de Dios*.

- Visitar una iglesia u oratorio en los das en que se realiza la visita pastoral*.

- Usar los objetos piadosos con la bendicin debida*.

- Visitar las iglesias estacionales en su da propio.

Condiciones generales para la indulgencia parcial

La indulgencia parcial se concede a los fieles cristianos que, en el cumplimiento de sus obligaciones
y en el sufrimiento de las dificultades de la vida, eleva su alma a Dios con humilde confianza,
aadiendo, aunque slo sea mentalmente, alguna piadosa invocacin.

La indulgencia parcial se concede al fiel cristiano que, movido por el Espritu de fe, se entrega a si
mismo o sus bienes, con sentimientos de misericordia, al servicio de los hermanos necesitados.

Se concede indulgencia parcial al fiel cristiano que, con espritu de penitencia, se priva
voluntariamente de alguna cosa lcita y agradable.

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