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El Cancionero de F.

Petrarca, en la versin
de Enrique Garcs (1591)*

Paola Mancosu

En nuestra cultura contempornea, Petrarca es recordado casi exclusivamente


por su poesa en lengua vulgar, especialmente por el Canzoniere o Rerum vulgarium
fragmenta (1470), coleccin potica que consta de 366 composiciones,
mayoritariamente sonetos, treinta canciones, nueve sextinas y unas cuantas baladas y
madrigales. El poeta canta su amor por Laura, a la que dice haber conocido en Avin
el Viernes Santo de 1327. La historia de amor se desarrolla en dos grandes secciones,
una in vita y otra in morte de Laura. Las Rimas petrarquescas fueron una obra clave
del Renacimiento, ejemplo potico de una nueva conciencia, afn al gusto y a las
inquietudes de la poca renacentista. Petrarca fue el gran modelo de la poesa lrica en
lengua verncula para los poetas de toda Europa, en parte gracias a la canonizacin
propiciada por el humanista y poeta italiano Pietro Bembo, que promovi su elevacin
a paradigma nico y ptimo, desde el punto de vista estilstico, cultural y humano. En
1501, sali a la luz la clebre edicin del Canzoniere preparada por Bembo en la que
qued establecida la versin de la obra que se aceptara como cannica. En palabras de
Francisco Rico, la aventura de Petrarca en Espaa, en el mundo hispnico, empieza
algn da del Trescientos y no ha terminado todava (1976: 49). Aunque Petrarca
empez a ser conocido en la Pennsula Ibrica antes del 1500, es innegable que su
influencia fue decisiva a partir de esta fecha. El Canzoniere se halla entre las lecturas
preferidas de los espaoles, ya a partir del siglo XIV, junto a los Trionfi y al De remediis
utriusque fortunae. La primera traduccin incompleta de las Rimas en lengua
castellana, titulada Los sonetos, canciones, mandriales y sextinas del gran poeta y
orador Francisco Petrarca, sali a la luz en 1567 en Venecia y fue obra de un judo
portugus, Salusque Lusitano.
El Renacimiento espaol, que se nutra de la literatura italiana, asisti al
descubrimiento y colonizacin de Amrica. Las formas de la cultura europea y, entre
stas, las de la cultura italiana, se esparcieron a travs de un conspicuo caudal
bibliogrfico. Por este motivo, no es extrao que, en la segunda mitad del siglo XVI, la
*

Este trabajo se ha realizado en el marco del proyecto de investigacin FFI2009-13326-C02-01, del


Ministerio de Ciencia e Innovacin de Espaa, cofinanciado con fondos FEDER.

nica traduccin completa al castellano del Canzoniere fue la que realiz el portugus
Enrique Garcs en el virreinato de Per. El traductor public su versin en Madrid en
1591 con el ttulo Los sonetos y canciones del poeta Francisco Petrarcha que traduza
Henrique Garcs de lengua Toscana en castellana, en la imprenta de Guillermo Drouy.
Es cierto que la versin de Garcs se tradujo en Per en un perodo anterior al ao de
su publicacin. Nez apunta la idea de que el oficio de Garcs como librero le permiti
difundir en pliegos sueltos los poemas que iba traduciendo (1968: 22). Esta hiptesis
explicara el hecho de que Cervantes le hubiera conocido lo suficiente como para
dedicarle unos versos en el Canto de Calope de La Galatea, elogiando la
importancia de su traduccin de este modo:
De un Enrique Garcs, que al peruano
reino enriquece, pues con dulce rima,
con sutil, ingeniosa y fcil mano,
a la ms ardua empresa en l dio cima,
pues en dulce espaol al gran toscano
nuevo lenguaje a dado y nueva estima,
Quin ser tal que la mayor le quite,
aunque el mesmo Petrarca resucite? (Cervantes 1961: 214, vv. 15-22)

Cervantes, por tanto, tuvo que conocer la obra de Garcs, ya sea indirectamente o
por copia manuscrita, en los aos en que compuso La Galatea (1581-1583). Dicha
teora coincide con lo que dice el traductor en el soneto preliminar a su versin del
Canzoniere, dedicado a Felipe II: Siendo este mi trabajo detenido / algunos aos ms
que Horacio manda (Petrarca 1591: 5). Puesto que el consejo horaciano es no publicar
y seguir puliendo una obra por nueve aos, y puesto que Garcs dej Lima en 1589, se
puede deducir que hacia 1580 el traductor haba ultimado su obra. El Cancionero debi
circular ampliamente en copias manuscritas en los crculos intelectuales del virreinato
de Per entre 1570 y 1590. Su aparicin coincidi con el auge de la Academia Antrtica,
uno de los centros de mayor difusin del italianismo en Hispanoamrica, que actu en
Lima al menos desde 1580. Se trata de un texto de enorme importancia para la historia
de la recepcin de Petrarca no slo en Amrica, sino tambin en Espaa. De hecho, es
la nica traduccin al castellano completa existente hasta el siglo XX. Las Rime fueron
traducidas por Francisco Toledo y Aylln y estaban dispuestas para la imprenta a fines
de 1598, pero quedaron inditas. La versin de Garcs volvi a ser editada en 1957 con
el prlogo y adiciones de Justo Garca Morales (Madrid, Aguilar) y, en 1968, por
Antonio Prieto (Madrid, Emesa).
Dicha traduccin consta de una parte preliminar que incluye varios sonetos
dirigidos a diversos personajes ilustres. Tras la dedicatoria a Felipe II, que coincide con
los tres primeros sonetos, siguen una octava y tres sonetos escritos por Pedro
Sarmiento de Gamboa, autor de la Historia de los Incas, para elogiar la labor del
traductor. A continuacin, empieza una seccin titulada Sonetos de varios auctores,
que rene los sonetos que Garcs intercambia con otros poetas, como el dominico
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Hiernimo Valenzuela, el poeta peruano Rodrigo Fernndez de Pineda, el licenciado


Francisco Emanuel y, por ltimo, fray Miguel de Montalvo. Dichos poemas
desempean la funcin de captatio benevolentiae indispensable, segn los tpicos
literarios de la poca, para justificar la labor del traductor. Los letrados se muestran
ansiosos por tener una traduccin de los versos de Petrarca y alaban a Garcs por haber
elegido el castellano y no el portugus, su lengua materna. La predileccin por la
cultura italiana, y, sobre todo, por Petrarca hizo que los intelectuales peruanos
esperaran la edicin de esta obra. Prueba de lo sealado, se halla, por ejemplo, en el
poema titulado El traductor, donde Garcs recalca que los poetas peruanos
esperaban su traduccin de este modo:
Seguid pluma el trabajo comenado
no paris, ni tengis de cosa espanto,
mirad ques ejercicio bueno y santo,
y aun es qui de muchos desseado. (Petrarca 1591: 7)

Seguramente Garcs pens en los doctos peruanos como pblico ideal para su
traduccin. Adems, eligi una va diferente respecto a los poetas petrarquistas del
siglo XVI, realizando una obra nica que todava no se haba llevado a cabo para
afirmarse culturalmente y demostrar su habilidad potica. Se le debe, adems del
Cancionero de Petrarca, la traduccin del portugus de Os Lusadas de Lus de Cames
y la versin al castellano el De Regno et Regis Institutione de Francesco Patrizi, obra de
carcter didctico, escrita en prosa latina. Despus de vivir cuarenta y tres aos en el
Per, en 1589 Garcs volvi a Espaa para publicar sus tres obras a sus expensas, ya
que la Corona nunca lleg a reconocer sus mritos literarios. Es cierto que el crculo de
humanistas limeos le estimul para emprender la primera traduccin completa de la
obra vulgar de Petrarca. En la Academia Antrtica trabajaron algunos de los personajes
ms importantes de la literatura hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XVI
como, por ejemplo, Diego Mexa de Fernangil, Diego Dvalos y Figueroa, autor de la
Miscelnea Austral (1602), Pedro de Oa, conocido especialmente por su Arauco
domado (1596), Miguel Cabello de Balboa, autor de la clebre Miscelnea Antrtica
(1576-1586), y Diego de Hojeda, escritor de la Cristiada (1611). Algunos estudiosos
citan a Enrique Garcs entre los miembros de esta Academia. La cronologa no permite
tal afirmacin ya que las actividades acadmicas empezaron oficialmente en un perodo
en que el traductor haba dejado Per para trasladarse a Espaa. Sin embargo, es cierto
que Garcs perteneci al crculo de intelectuales de Lima, cuyas reuniones anticiparon
la formacin oficial de la Academia. Dichos letrados exhibieron su erudicin
escribiendo y hablando entre ellos en puro toscano, se inscribieron de manera activa en
el tronco de la tradicin renacentista y adoptaron el canon petrarquista con el propsito
de establecer un vnculo de continuidad con la tradicin potica europea bajo la gida
de la potica de la imitatio. En la Amrica espaola, la imitacin de Petrarca y de los
autores clsicos poda colmar la distancia histrica que los separaba de los antepasados
as como la distancia geogrfica que los alejaba de los letrados europeos. El
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petrarquismo encontr en la teora de la imitacin un cauce propicio para su expansin


y perduracin que se difundi ampliamente en toda Europa y, por supuesto, en la
Amrica virreinal. En dicha poca, era difcil marcar claramente el lmite entre
traduccin e imitacin. La imitatio y la translatio eran prcticas habituales en las
escuelas humanistas y, a menudo, era difcil distinguirlas ya que la mayora de las
traducciones del Renacimiento eran, en realidad, imitaciones ms o menos cercanas. A
travs de dichas practicas, Garcs sigui la trayectoria literaria de los doctos limeos y
consigui establecer una conexin con la cultura clsica para sentirse parte de la
comunidad humanista y, a la vez, crear un sentimiento de identidad propia. Su
traduccin foment la dialctica entre el centro y los mrgenes del Imperio, en
definitiva, entre el Viejo y el Nuevo Continente, tal y como se afirma en el soneto de
Sarmiento de Gamboa titulado Elogio de eiusdem de eodem:
Tanto da ms Garcs, que dio Petrarcha.
Que el tal, a sola Italia se reparte
el nuestro, al uno y al otro hemisphero. (Petrarca 1591: 6)

Otro motivo que le llev a traducir el Canzoniere fue la admiracin que senta
hacia Petrarca. A finales del siglo XVI, las Poticas propusieron al poeta aretino como
modelo de estilo, composicin y elocucin, lo que tuvo un papel fundamental en el
proceso de cristalizacin de su autoridad en los crculos intelectuales americanos.
Tanto los poetas coloniales como los cronistas adoptaron la auctoritas petrarquesca
como modelo literario. La singularidad del Canzoniere consiste, sobre todo, en
componer poemas independientes vinculados a un diseo general, en definitiva, una
autobiografa potico-amorosa donde emerge el amor por Dios, el amor por la fama, y,
el amor por Laura. La enorme influencia de Petrarca se debe tanto a dicha dispositio
macrotextual como a la manera de tratar el tema amoroso como experiencia subjetiva
de orden espiritual, desgranndolo a travs de una serie de imgenes y estructuras
retrico-estilsticas que funcionan a modo de variaciones sobre un tema nico.
Tal y como afirma Nez, el mrito esencial de Garcs reside en haber animado
la naciente actividad intelectual del reino peruano y orientado el gusto de los nuevos
escritores hacia la literatura italiana, en particular, hacia Petrarca (Nez 1968: 134).
Su traduccin del Canzoniere consta de 313 sonetos y 48 canciones. Con respecto al
texto de Petrarca, se omite la cancin titulada Verdi panni sanguigni oscuri et persi,
por las dificultades halladas a la hora de traducirla. De este modo, Garcs justifica dicha
omisin:
Es el Petrarcha all tan intricado,
que no pude passar aquel barranco
ans me resum que era acertado
dejarle libremente campo franco. (Petrarca 1591: 8)

Esta declaracin de incapacidad no se inscribe en el mbito de la retrica de la


captatio benevolentiae, ya que la cancin omitida realmente no se traduce y no se
inserta en la traduccin en el lugar que le correspondera. Falta, sin embargo, una
declaracin similar en el caso de otros cuatro sonetos tambin omitidos por el
traductor, que en las ediciones modernas se enumeran como: CXIV (De lempia
Babilonia, ond fugita), CXXXVI (Fiamma dal ciel su le tue treccie piova), CXXXVII
(Lavara Babilonia a colmo il sacco) y, por ltimo, el nmero CXXXVII (Fontana di
dolore albergo dira). Su ausencia, a la que Garcs no hace ninguna referencia explcita,
se debe a la censura inquisitorial. En los versos tachados, Petrarca haca manifiestas
sus acerbas crticas a los vicios y a los escndalos de la corte papal de Avin,
transformndolos en una autntica ofensa a los ritos eclesisticos y a la dignidad de los
religiosos. Los sonetos, por esto, se condenaron como herticos en el ndice de libros
prohibidos de 1583. Lo ms probable es que o Garcs no los tradujera por decisin
propia o que dichos poemas no estaban en el original italiano que l utiliz para la
traduccin. Sin embargo, ninguna declaracin de Garcs ayuda a establecer cul fue el
ejemplar que utiliz para la traduccin del Canzoniere.
En cuanto a los criterios empleados por el traductor, los nicos versos donde se
habla de los valores que se tenan que respetar para llevar a cabo una buena traduccin
son los siguientes:
Al que suppliere en esto mi rudeza
supplico que conserve la harmona
del texto, no olvidando la agudeza
del artificio, y de la poesa. (Petrarca 1591: 13)

En conclusin, se puede afirmar que la armona y la agudeza del artificio son los
aspectos que el traductor consider ms importantes a la hora de realizar su versin.
Como muy bien seala Garribba (2003: 16), Garcs, igual que la mayora de los
traductores del siglo XVI, utiliz un mtodo emprico, yuxtaponiendo parfrasis libres y
composiciones literales. Para su traduccin emple diferentes estrategias,
diversificndolas en base al tipo de composicin mtrica, siempre en el respeto
absoluto del metro original. Cabe recordar que las teoras humansticas sobre la
translatio cubran una gama de tendencias diferentes. Asimismo, la traduccin tena el
objetivo de rendirle homenaje al texto, revitalizndolo y transformndolo en el esfuerzo
de respetar el equilibrio entre fidelidad y libertad. En la misma lnea con los tratados
humanistas, Garcs por una parte procur preservar el texto original, por otra,
reelabor una nueva versin que, a diferencia del modelo petrarquesco, presenta
omisiones, cambios semnticos, desplazamientos, substituciones de carcter
morfolgico, inserciones de similitudes o metforas. El uso de estas estrategias conlleva
una simplificacin notable con respecto a la estructura original. La traduccin de
Garcs, caracterizada por un tono poco ulico y coloquial, no consigue alcanzar el estilo
elevado, la complejidad lxica y sintctica del texto de Petrarca, lo que hace que pierda
en precisin y elegancia. Aunque su versin revele un dominio absoluto de la lengua
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italiana, la presencia de imprecisiones e italianismos puede atribuirse al hecho de que


ni el castellano ni el toscano son sus lenguas maternas. Menndez Pelayo calific los
versos de Garcs como incorrectos y desabridos, mal acentuados muchas veces, llenos
de italianismos y lusitanismos, como quien calca servilmente en vez de traducir de un
modo literal, y no se hace cargo de la diferencia de las lenguas (1913: 199). Sin
embargo, los estudios ms recientes, realizados por Alberto Tauro (1948), Luis Jaime
Cisneros (1955), Luis Mongui (1966) o Aviva Garribba (2003) han revalorizado la
labor de Garcs por su fidelidad al modelo. Tal y como afirma Guillermo Lohmann
Villena, la versin de Garcs no es pura arqueologa literaria, sino que hay en ella
algunas perlas que slo necesitan de la mano amorosa que las rescate de la ganga sin
valor esttico (1948: 480). Adems, es importante subrayar que Garcs utiliz uno de
los textos de Petrarca de invectiva poltica para tratar los problemas econmicos de la
sociedad peruana de la segunda mitad del siglo XVI. Su Cancin al Pir fue escrita a
imitacin del poema titulado Italia mia, bench l parlar sia indarno y representa uno
de los primeros textos en que se utiliza el molde petrarquesco para reivindicar temas
propiamente americanos. De este modo, la traduccin se convirti en un instrumento
fundamental para participar en la comunidad humanista y, al mismo tiempo, expresar
el imaginario americano.
Los intelectuales limeos recibieron la traduccin de Garcs con extrema
admiracin y estima, a pesar de que el Canzoniere cay en la red de la censura
inquisitorial. La obra vulgar de Petrarca lleg a manos de los censores, que la
expurgaron de todos los versos que representaban un peligroso testimonio de la
corrupcin y de la lascivia de la corte papal. Poemas que, como se ha sealado
anteriormente, fueron excluidos en la primera traduccin al castellano hecha por
Garcs. A pesar de los esfuerzos de la Corona para censurar la circulacin de materiales
impresos, el Petrarca expurgado entr en los circuitos de lectura de los refinados
lectores coloniales, cuyo inters cultural aliment un activo comercio librero y unas
bibliotecas bien surtidas.
La versin de Garcs represent un canal de difusin fundamental para la
recepcin de Petrarca y el cultivo de la poesa petrarquista en Amrica. Si se analiza la
circulacin directa de las obras de Petrarca en suelo americano como mercancas en el
trfico comercial de la Carrera de Indias, se observa que desde la segunda mitad del
siglo XVI se registra un incremento de la distribucin del Cancionero en el mercado
librario colonial, en particular en el virreinato de Per. Este fenmeno es una
consecuencia directa de la difusin de la traduccin de Garcs, obra que se incluy con
frecuencia en los lotes remitidos a territorio americano y form parte de una demanda
de lecturas elitistas de los sectores de la administracin y del clero colonial ligados a los
ambientes cultos. A pesar de la persistencia del control de la Casa de Contratacin y de
la Inquisicin, el Cancionero circul con frecuencia como mercanca en las tiendas de
los libreros americanos, en las plazas, fiestas y romeras del virreinato de Per y
Mxico. Dicha obra no slo lleg a los conventos, colegios y universidades, sino
tambin a las bibliotecas particulares de los colonos. Slo en plena poca renacentista,
la adopcin del canon petrarquista en el terreno de las manifestaciones literarias e
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iconogrficas coloniales alcanz su mxima irradiacin, sobre todo, gracias a la


traduccin del Canzoniere de Enrique Garcs, texto que afianz, tanto en la Amrica
virreinal como en Espaa, la influencia de Petrarca y de la literatura italiana.

BIBLIOGRAFA
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