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Referencia: QT-L269

CUADERNO TCNICO DE LAVANDERA

Ttulo:
Experiencia y problemas
del planchado de ropa
en calandras

INSTITUTO TCNICO ESPAOL DE LIMPIEZAS


CENTRO DE INVESTIGACIN Y ASESORAMIENTO PARA LA LIMPIEZA
C/Cad, 27- C/Moixer, s/n Pol. Ind. Riu dOr
08272 Sant Fruits de Bages (Barcelona)
Tel.: 93 877 41 01 / 93 877 40 79 Fax: 93 877 40 78
e-mail: [email protected] web: www.itelspain.com

Introduccin

Los Cuadernos Tcnicos son una respuesta. Responden ante todo a una
necesidad de todos los que ejercen desde puestos de responsabilidad o de
produccin, dentro del sector de Limpiezas Textiles.
Este sector profesional es poco conocido, mal conocido y a menudo -si hay que
decirlo todo, desconocido. Esta ignorancia del gran pblico, al cual sin embargo
le concierne, es sentida profundamente por todos los que de alguna forma nos
dedicamos a la Limpieza Textil.
Ignorancia no quiere decir falta de informacin. ITEL (Instituto Tcnico
Espaol de Limpiezas) ha iniciado desde hace algunos aos un trabajo de
relaciones pblicas y comunicaciones acentuadas a nivel de todos los medios.
Pero para que el germen de la informacin se desarrolle, se necesita tiempo.
Mucho tiempo para que nuestro sector profesional aparezca a los ojos de todos
como un sector importante de la vida econmica y activa de nuestra sociedad.
Informacin y formacin son dos palabras que tienen la misma profunda
resonancia. Y la puesta en marcha de la formacin continua para la limpieza
textil a todos los niveles, ha hecho surgir la necesidad de crear una
documentacin, base de nuestras actividades.
Si la revista REVITEC ha permitido alcanzar una parte de estos objetivos, nos
ha parecido necesario reunir en los cuadernos tcnicos, documentacin
general sobre temas concretos que el anlisis peridico de la prensa tcnica no
permite delimitar con tanta precisin.
He aqu nuestro propsito. Esperamos que el objetivo se logre incluso si
nuestra publicacin parece modesta a los ojos de algunos.
Hay muchsimos matices en nuestros objetivos: Informar y Formar, Analizar y
Divulgar, Informar y Ensear.

Valent Casas

NDICE

PG.

Introduccin

1.

Tipos de calandras

1.1

Calandra con Cilindro Central y Rodillos Perifricos

1.2

Calandra de Cilindro Central con Lona Conductora

1.3

Calandra de Cubeta

Resumen

12

2. Factores que influyen en el funcionamiento de las


calandras

13

2.1 El proceso de la evaporacin

13

2.2 Tipo de ropa

15

2.3 Humedad residual en la ropa

16

2.4 Rendimiento trmico

16

3. Fallos frecuentes que se presentan durante el


planchado
3.1 Amarilleamiento de la ropa

23
24

Introduccin
Con bastante frecuencia, se presentan en las lavanderas industriales e
institucionales dificultades en el planchado de ropa. En estos casos casi
siempre las reclamaciones se atribuyen a los productos que se emplean o al
proceso de lavado, sin examinar las verdaderas causas.
Al examinar ms a fondo, los distintos problemas que se pueden presentar, se
revela que el defectuoso recorrido de las prendas a planchar tiene su origen en
la mayora de los casos en el deficiente mantenimiento de la calandra.
El captulo "acabado de ropa" dentro de las varias manipulaciones aplicadas a
la ropa en una lavandera es, como muchos lectores habrn podido observar el
centro de costos ms importante en esta industria de servicios.
Por lo tanto, hemos credo oportuno publicar nuestras experiencias sobre los
numerosos problemas que se presentan durante el planchado y que tanto
pueden afectar la rentabilidad de las lavanderas.
El tema calandra y planchado de ropa es muy amplio, razn por la cual se opt
en desglosar el mismo en tres partes principales, no incluyendo el plegado
automtico, que son:
1.

Tipo de calandras.

2.

Factores que influyen en el funcionamiento de calandras.

3.

Fallos frecuentes que se presentan durante el planchado.

1. Tipos de calandras
Antes de fijar nuestra atencin en los diferentes tipos de calandras es
conveniente analizar en forma terica las singulares fases del planchado y su
finalidad.
Las misiones del planchado concretamente son:
-

Secar los textiles.

Satinar estos mismos.

Para conseguir estos objetivos, la tcnica desde la invencin de la plancha de


mano ha desarrollado una serie de construcciones sorprendentes prestando en
los ltimos aos una mayor atencin a la productividad.
Para conseguir el secado, es decir, la evaporacin de la humedad residual en
la ropa, el satinado y la productividad mxima, se deben tener en cuenta los
siguientes factores:
a) Tipo de tejido.
b) Humedad residual de la ropa (% de agua retenida despus de
centrifugar).
c) Coeficiente trmico de transmisin-cubeta-ropa-muletn.
d) Presin de vapor, temperatura.
e) Presin de adherencia de la ropa a la superficie de planchar.
f) Tipo de extractor.
g) Tipo de recubrimiento.
h) Angulo de contacto del rodillo con la cubeta.

La velocidad (productividad) de la calandra va relacionada a estos elementos


fundamentales que a su vez tienen una limitacin.
Suponiendo que los medios tcnicos permitieran construir modelos de
velocidades mayores a los de la actualidad, la velocidad de planchado
igualmente estara sujeta a limitaciones visto que la introduccin manual de
ropa plana a la calandra con personal bien preparado, podra evitar introducir
en forma muy seguida, llegndose a formar espacios de vaco entre una y otra
pieza.
Tambin la introduccin totalmente automtica tiene limitacin en lo que
respecta a la velocidad de marcha, ya que el nmero de personas para la
preparacin de ropa en introductoras automticas pone en duda la rentabilidad
de planchado a mayor velocidad.
Adems de este hndicap, una velocidad muy superior afectara sensiblemente
la calidad.
Existen en el mercado tres sistemas de calandras:
-

1.1 Calandra con cilindro central y rodillos perifricos.

1.2 Calandra con cilindro central con lona conductora.

1.3 Calandra con cubeta.

1.1 Calandra con Cilindro Central y Rodillos Perifricos.


Funcionamiento.
Como se puede apreciar en la figura 1, la ropa a planchar se apoya sobre las
cintas de transporte (1), llevndola sobre la periferia del cilindro central (2). El
cilindro central alimentado por vapor de alta presin, segn marca y modelo
puede tener diferente dimetro.
Segn el dimetro del cilindro central, se encuentran tres o ms rodillos
perifricos (3) que se apoyan con cierta presin sobre la circunferencia superior

del cilindro central. Tanto el cilindro central como los rodillos perifricos, son
impulsados por un determinado sistema de transmisin.

Figura 1.
El transporte de las prendas, una vez apoyadas en la superficie del cilindro
central, se realiza a travs de los rodillos perifricos que tienen una velocidad
algo superior al cilindro central.
Esta diferencia de velocidad permite a los cilindros perifricos en cierto sentido
arrastrar la ropa sobre la superficie del cilindro central, originando por esta
razn a aquella cara del tejido que tiene directamente contacto con la superficie
del cilindro central, el brillo o satinado deseado, cuya intensidad muchos
clientes lo valoran como una caracterstica ms de calidad, especialmente
cuando se trata de mantelera. Una vez terminado el recorrido de la ropa por la
parte superior del cilindro central, es conducida sta por la lona (4) hacia la
parte inferior del cilindro, terminado su ciclo completo de contacto con la
calandra al salir por la parte S.
Desde all el recorrido se invierte, conduciendo la ropa entre dos lonas hacia la
parte de salida, como indican las flechas.

Si seguimos el recorrido de la ropa durante su contacto con el cilindro central,


que va alimentado en su interior con vapor, observaremos que el ngulo
abrazado por la ropa es casi el total de la circunferencia del cilindro central. De
esta forma se aprovecha al mximo la superficie de evaporacin.
La velocidad de planchado en metros/minuto, una vez alcanzada la mxima, no
se puede ampliar porque sus caractersticas tecnolgicas no permiten realizar
acoplamientos en otra unidad igual, tal como es posible con calandras de
cubeta.
1.2

Calandra de Cilindro Central con Lona Conductora.

Es prcticamente muy poca la diferencia de la calandra con rodillos perifricos


a la calandra con lona conductora, puesto que en principio el recorrido de la
ropa es similar al primer sistema explicado
El sistema de transporte de ropa en el presente tipo de calandra se realiza,
tanto en la parte superior como inferior del cilindro, mediante lonas sin fin,
mientras en la construccin anteriormente explicada en la parte superior del
cilindro el arrastre de la ropa se origina mediante los rodillos y en la parte
inferior a travs de las lonas.
El cilindro central tambin en este modelo es alimentado por vapor. La lona
conductora que abraza casi en su totalidad la circunferencia de ste es tensada
mediante los rodillos. La tensin de la lona determina en gran parte la presin
con la cual se plancha la ropa.
Entre los modelos de calandra con rodillo perifrico o con lona conductora no
existe en cuanto a la produccin una diferencia relevante.
1.3

Calandra de Cubeta.

El sistema de calandra de cubeta es muy diferente al sistema de calandra con


cilindro central y rodillos perifricos o lonas conductoras sin fin. La diferencia
fundamental consiste en que la radiacin trmica se produce mediante la
cubeta y no a travs del cilindro central, y que el cilindro central de la calandra
de cubeta transporta la ropa que se encuentra entre la cubeta y el cilindro como
se puede apreciar en la figura 2.

1.
2.
3.
4.
5.

Cintas de introduccin.
Cubeta.
Espacio de vapor.
Cilindro.
Extractor de vahos.
Figura 2.

En este sistema, el ngulo de contacto de la ropa slo abarca 180 por ser la
cubeta la fuente de radiacin trmica abarcando slo media circunferencia. Al
cilindro central en construcciones modernas se acopla al final de su eje central
un extractor de vahos que se originan al evaporarse el agua residual de la ropa.
Esto es posible dado que la superficie del cilindro central est dotada de
pequeos orificios. La superficie del cilindro es revestida, pudiendo hacer los
recubrimientos de varias maneras. Cierto es que el revestimiento externo, es
decir, el que tiene contacto con la ropa a planchar y que se desliza por la pared
inferior de la cubeta, siempre es de fibra textil.
La extraccin de vahos mantiene el revestimiento al mximo seco, acelerando
el proceso de secado, evitando manchas de agua sobre el revestimiento e
impide oxidaciones prematuras sobre aquellas partes del revestimiento que
puedan ser metlicas. Pieza fundamental de estas calandras es la cubeta y
especialmente la composicin metlica utilizada para la parte superficial
transmisora de las caloras, puesto que de ella depende el coeficiente trmico
de transmisin y con ello el rendimiento calorfico que influye la produccin.

No menos importante es la seccin interior de la cubeta destinado al vapor. La


cubeta debe ser constituida para presiones de 8-12 atmsferas, ya que en
estas condiciones el vapor contiene casi la mxima reserva de caloras. La
base y la superficie de la cubeta requiere una construccin muy slida debido a
los cambios de temperatura (en funcionamiento aproximadamente 180 C. y
despus de enfriarse temperaturas ambiente entre 5 y 35C segn la poca del
ao y situacin geogrfica) que pueden originar deformaciones en la cubeta no
asentndose debidamente el cilindro dentro de la cubeta.
Tambin es importante el sistema de asiento del cilindro dentro de la cubeta
que puede ser mecnico o hidrulico, puesto que la presin sobre la cubeta en
toda la anchura de la calandra, debe ser uniforme. Presiones superiores a 0,16
kg/cm2, segn un estudio realizado, no aportan una relevante mejora en la
transmisin calorfica.
En este estudio, la presin de 0,5 kg/cm2 es el lmite dentro del cual se detecta
an una cierta reduccin de la humedad residual dentro de la ropa, no
obteniendo mejores resultados si la presin es aumentada.
Una sensible influencia de la presin sobre la evaporacin sin embargo se
encuentra entre la escala 0,05 y 0,1 kg/ cm2, puesto que una presin inferior a
0,1 kg/cm2 puede causar una disminucin de evaporacin superior al 50%.
En comparacin con otros sistemas de calandras, la calandra de cubeta
permite hacer acoplamientos con iguales unidades, aumentando de esta forma
la produccin sin incrementar el personal.
Evidente es que a partir de tres unidades es conveniente acoplar a la salida de
la calandra, una plegadora puesto que la velocidad en m/min. lo justifica.
La calandra de cubeta con ms unidades se puede apreciar en la figura 3.

Figura 3.

10

Los traspasos de una unidad a otra se consiguen mediante los puentes 1 que
tambin van alimentados con vapor, apoyando la aceleracin del proceso de
secado, siendo la conduccin de los bienes a planchar mediante la ayuda de
las cintas 2 de un tejido muy fino de fibra sinttica.
El acoplamiento de una o ms unidades requiere un esfuerzo motriz mayor. Por
ello, si no se prev ya desde un principio una ampliacin dotando la primera
unidad con motor y transmisin slo para esa unidad, es necesario cambiar el
sistema motriz a una potencia mayor.
Entre las calandras de cubeta existe un sistema cuyo ngulo abrazador es de
300 aproximadamente, a pesar de ser calandra de cubeta. Este sistema se
denomina calandras de cubeta articulada (Figura 4).

Figura 4.
En principio, el sistema es el mismo con la diferencia que en este caso el
espacio para el vapor en la cubeta va fraccionado en cubetas singulares de
menor volumen, sobre las cuales se encuentra la superficie calorfica de
planchado de una sola pieza, generalmente hecha de acero inoxidable. Este
sistema no permite en general acoplamiento igual que la calandra con rodillo
perifrico.
Dentro de las calandras de cubeta, se podra an hacer una clasificacin
mediante el sistema calorfico empleado, que puede ser:
a)
b)
c)
d)

Gas
Electricidad
Aceite circulante o termofluido
Vapor de alta presin

11

Es conocido el hecho de que el vapor representa la fuente de energa ms


econmica. A pesar de ello, no siempre se puede utilizar esta fuente calorfica
dado que los locales disponibles no permiten la instalacin de calderas a alta
presin.
Por esta razn, a pesar de un coste sensiblemente superior, se debe utilizar la
fuerza o aceite circulante como fuente calorfica. En calandras medianas y
grandes, normalmente se emplea vapor y slo en calandras pequeas se utiliza
electricidad, aceite circulante o gas.
Resumen
La opcin por uno de los sistemas o modelos aqu mencionados est, sin duda
alguna, en funcin de las exigencias de cada lavandera, requiriendo un
anlisis de los siguientes hechos:
1. Produccin estable sin prever ampliaciones.
2. Disponibilidad de espacio para la calandra.
3. Calidad de acabado que se exige.
4. Rentabilidad y productividad.
5. Hasta donde llega la disposicin de prestar el debido mantenimiento de
la mquina.
Cierto es que, combinando en forma ptima estos factores, la seleccin segn
el resultado de esta combinacin se puede tener la seguridad de haber limitado
al mximo el riesgo de la inversin optada, indiferente sobre que tipo de
calandra ha cado la seleccin.

12

2. Factores que influyen en el funcionamiento de las


calandras
Si en la primera parte de este tema se intent de transmitir al lector una visin
general sobre los diferentes modelos bsicos de calandras, queremos a
continuacin analizar en forma prctica los factores que influyen en el
funcionamiento de una calandra. Para esta finalidad, es necesario hacer
referencia a la teora de la trmica.
2.1 El proceso de la evaporacin
Contrario a muchas interpretaciones, se considera que la temperatura es la
"energa" decisiva para la evaporacin, o mejor dicho para el secado. La
temperatura no es una energa sino una indicacin de calor que tiene un
cuerpo. Es decir, que la temperatura marca el estado de calor que puede haber
absorbido un cuerpo, pero no la energa invertida en este cuerpo para que
tenga una determinada temperatura.
As, por ejemplo, si nos imaginamos dos recipientes de agua, cuyos contenidos
son de 1 y 10 litros, pero el contenido de ambos tiene la misma temperatura,
entonces nos damos cuenta que, para llegar a 100 C. en el recipiente ms
grande debemos invertir ms energa que en el recipiente pequeo.
Esta energa se denomina con el nombre de kilocalora (Kcal). Esta unidad
fsica est basada sobre la siguiente definicin reglamentada:
1 Kcal corresponde a la energa calorimtrica (Q) que se precisa para elevar la
temperatura de 1 kg de agua de 14,5C. a 15,5C. Si queremos saber cuantas
kcal se necesitan para alcanzar el punto de ebullicin del agua, que en este
caso suponemos es de 100C. (normalmente es algo ms bajo) y estimando
que la temperatura ambiente del agua sea de 20C. entonces el consumo
energtico para alcanzar 100C. sera:
Para 1 litro: Q = 1 (100 - 20) = 80 kcal.
Para 10 litros: Q = 10 (100 - 20) = 800 kcal.
El clculo realizado se basa sobre la siguiente frmula:

13

Q = M x C (T2 - T1) (kcal)


Significado: Q = energa calorimtrica.
M = peso del medio a calentar.
C = calor especfico.
T2 = temperatura prevista a alcanzar.
T1 = temperatura inicial del medio a calentar.
En nuestro ejemplo hemos prescindido del calor especfico (C) puesto que en
este caso no es de importancia.
Habiendo aclarado las diferencias entre temperatura y energa, examinaremos
a continuacin el proceso de la evaporacin de la humedad residual de ropa
mediante las calandras.
Con cierta frecuencia, en las lavanderas industriales, pero mayormente en las
lavanderas institucionales, se pronuncian con dudas si una temperatura de
planchado, segn el tipo de calandra de 155 a 180C., puede quemar la ropa.
Esta suposicin es errnea mientras la ropa tenga un grado de humedad. La
combustin o el quemado de la ropa se origina una vez evaporada la humedad.
El punto de combustin de los textiles mayoritariamente tratados en las
lavanderas est sensiblemente por encima de 100C., pero como los tejidos
estn hmedos en el momento de contactar con la superficie de la cubeta que
transmite el calor, se inicia la fase de evaporacin. Durante esta fase, la
temperatura de evaporacin segn la presin atmosfrica (altura del lugar
geogrfico) alcanza mx. 100C. sin aumentar, siempre que las "nubes de
vapor", o mejor dicho vahos, pueden salir a la atmsfera. Por consecuencia, los
tejidos, mientras conservan humedad, no pueden quemarse, ya que la relacin
"temperatura - humedad" no permite un inicio de combustin. Solo en caso que
el tejido est totalmente seco y se prolongue el contacto con la superficie de
calefaccin, se inicia el proceso de combustin del bien textil.
El rendimiento de una calandra bsicamente est influenciado por los
siguientes factores:
- 2.2 Tipo de ropa, peso por m2, composicin textil, etc.
- 2.3 Porcentaje de humedad residual en la ropa.
- 2.4 Rendimiento trmico.

14

2.2 Tipo de ropa


No siempre la seleccin de un determinado tipo de tejido se orienta hacia la
funcionalidad necesaria. Impresiones pticas, precios y otras motivaciones, no
siempre razonables, en muchos casos influyen la compra de uno u otro tejido.
Cierto es que la construccin (ligamento, hilado, composicin textil, densidad
en urdimbre y trama, etc.) de un tejido y forma de uso determinan la duracin.
Por esta razn, no es posible unir criterios o dar recomendaciones, puesto que
tambin este sector textil est sujeto en parte a la moda. Independientemente a
ello, se puede afirmar que un tejido con poco peso por m2, compuesto de
hilados no muy retorcidos y de ttulo mediano con ligamentos no muy
complicados, ofrece para el planchado las mejores condiciones. Estas pueden
ser limitadamente mejoradas si se trata de tejidos mezclados a base de
algodn/polister, ya que la retencin de agua en este caso es inferior.
Asimismo, se ha demostrado en respectivos estudios que la ropa
prcticamente no experimenta un desgaste por rozamiento sobre el cilindro, si
es una calandra con rodillos perifricos, ni en una calandra de cubeta. El
deterioro se produce ms bien mediante el uso y por los procesos de lavado.
La rotura de las orillas, por ejemplo, de un tejido no se produce por la calandra
como mayormente se opina, sino por la forma de confeccionarlas. Se rompen
con premura por el roce mecnico a que estn expuestos en la mquina de
lavar. Con frecuencia, al coser las orillas se forman hasta 4 dobladillos, siendo
suficiente 2 dobladillos. Al formar 4 dobladillos, la orilla queda demasiado
rgida, producindose entonces un continuo roce del mismo con la misma ropa
y ms con las paredes interiores del tambor de la lavadora. Asimismo, el ancho
reservado para confeccionar las orillas es demasiado estrecho. Esto tiene por
consecuencia que los hilos exteriores en la "curva" del doblado estn
sometidos a una tensin muy alta, que al debilitarse por su normal uso se
rompen bastante antes que el resto del tejido. Tambin influye en la tupidez
que tienen las orillas, puesto que, una vez bien aclarado el tejido, pueden
quedar ms o menos trazas alcalinas en los dobladillos que, al contacto con la
calandra a temperaturas elevadas, acelera el dao qumico.

15

2.3

Humedad residual en la ropa

La humedad residual influye no slo en la productividad de la calandra, sino


que afecta tambin las condiciones de deslizamiento. Cuanto ms humedad
conserva el tejido, mayor es la resistencia al deslizamiento. Generalizando, se
puede decir, que humedades residuales por encima del 50% aumentan
considerablemente la resistencia al deslizamiento, mientras que al 50% o
menos origina una resistencia inferior.
Las condiciones ptimas de humedad residual para el planchado de ropa se
encuentran por debajo del 50% de humedad y mximo hasta un 35%, punto de
ser inferior, la calidad del alisado sera dudosa. Sin lugar a dudas, la forma ms
eficaz de eliminar la humedad es mediante un buen centrifugado que, segn el
tipo de centrfuga o prensa, permite llegar al 50% o menos. En caso de no
lograr esta humedad residual mediante la centrfuga puede ser recomendable
someter la ropa anteriormente al presecado en acondicionadoras rotativas de
funcionamiento continuo o discontinuo.
Para calcular la humedad residual se emplea la siguiente frmula:

Humedad residual% =

Rs = Peso de la ropa seca.

Rc - Rs
X 100
Rs
Rc = Peso de la ropa centrifugada.

Es recomendable controlar este dato de vez en cuando en su lavandera para


lograr una mxima productividad en la seccin de planchado.
2.4 Rendimiento trmico
Indiscutiblemente, este apartado tiene una importancia fundamental si tenemos
en cuenta los costes que origina la energa necesaria.

16

En la primera parte de este tema se ensearon los diferentes tipos de


combustin o de fuentes calorficas para las calandras, siendo stas:
-

Vapor.
Gas.
Electricidad.
Aceite circulante.

De estas cuatro fuentes calorficas se puede afirmar que el vapor representa la


solucin menos costosa. El gas, la electricidad y el aceite circulante son los
medios o sistemas ms caros. No obstante, tienen la ventaja de trabajar sin
presin. La caldera de vapor, en cambio, y su instalacin, requiere unas
condiciones tcnicas especiales para obtener el permiso de funcionamiento por
parte de la Delegacin de Industria.
Debido a que el medio de calefaccin ms usual en lavanderas es el vapor a
alta presin, trataremos slo este tipo como fuente energtica. Es un hecho
evidente que en la transformacin de una forma energtica -en este caso
vapor- en otra, es decir, en energa calorimtrica, se pierde parte de la energa
invertida inicialmente. Por esta razn, el rendimiento trmico nunca podr ser el
cien por cien. De todas formas, nuestro deber como responsables de una
misin profesional, es alcanzar cuotas mximas del rendimiento trmico.
Para conseguir una funcionalidad ptima bajo el punto calorfico se debe tener
en cuenta, aparte de los factores ya reseados como tipo de ropa y humedad
residual, los siguientes puntos:
a) Presin de vapor.
b) Descarga correcta de los condensadores-purgadores.
c) Presin correcta entre cilindro y cubeta.
d) Adecuado recubrimiento de los cilindros-ngulo de contacto.
e) Extraccin de los vahos.

17

a) Presin de vapor
La evaporacin, es decir, el secado de la humedad residual de la ropa, no corre
de forma lineal con el aumento de la presin de vapor. Por esta razn, no se
debe depositar demasiada esperanza en aumentar el rendimiento de una
calandra, aumentando la presin si sta se mueve entre 8 a 10 kg/cm2.
Si observamos el diagrama representado en la figura 5, veremos que la
temperatura del vapor (C) no aumenta proporcionalmente con la presin, es
decir, que no experimenta un crecimiento lineal.

Figura 5.
Como se indic en el apartado 2.1, la temperatura no es decisiva para la
evaporacin de la humedad residual sino el contenido calorfico expresado en
kilocaloras. Es evidente que las condiciones calorficas intentarn establecer
un estado de equilibrio entre el suministro y consumo calorfico, es decir, si
existe una oferta calorfica mayor que la de consumir, entonces se elevar la
temperatura y si el consumo es mayor que la oferta, el poder calorfico
descender. Esta ltima posibilidad sucede cuando la cantidad de ropa a pasar
es excesiva o si la misma contiene una humedad residual muy elevada.
Ensayos han revelado que la transmisin calorfica es sensiblemente ms alta
cuando ms acusadas son las diferencias entre los puntos de emisin y
recepcin calorfica. La prctica confirma estos resultados, puesto que en una
calandra de dos o ms cubetas, la evaporacin mayoritaria de la humedad de

18

la ropa se produce en la primera cubeta y precisamente en el primer tercio de


la misma. Con ms razn, a raz de estos ensayos se debe procurar que la
primera unidad de una calandra rena las mejores condiciones de
recubrimiento y de purga.
b) Descarga de los condensadores - purgadores
No cabe duda que, para una buena marcha de la calandra, es importantsimo
un funcionamiento perfecto de los purgadores. Si por defectos de los
purgadores o por instalaciones deficientes de los retornos de los
condensadores no hay una evacuacin adecuada desde la calandra, se impide
la circulacin del vapor dentro de la cubeta y como consecuencia, desciende
sensiblemente el suministro calorfico y con ello el rendimiento de la calandra.
Existen varios tipos de purgadores y es difcil recomendar alguno en particular.
c) Presin de cilindro sobre la cubeta
La presin de planchado y su efecto referente a la disminucin de la humedad
residual tiene un significado que no se puede ignorar, como se puede apreciar
del esquema grfico representado en la figura 6.
El descenso de la humedad residual ms notable se produce con una presin
de 0,1 kg/cm2 aprox., aumentando la presin se consigue bajar an algo ms el
contenido de la humedad residual, pero no en la misma proporcin como
aumenta la presin. Tanto es as que a partir de 0,4 kg/cm2 no se consigue
mejorar la eliminacin de la humedad residual y, por consecuencia, es
recomendable no forzar demasiado la presin de planchado regulando sta, de
modo de obtener una calidad de satinado adecuado.

19

Figura 6.
d) Recubrimiento de calandras
En principio, el rendimiento trmico como la calidad de acabado en gran parte
depende de una correcta dotacin de recubrimiento. Es muy difcil al respecto,
hacer sugerencias sobre los tipos de recubrimiento a utilizar. Si que es
importante para lograr un buen acabado y rendimiento de la calandra revestir el
cilindro de manera circular, asegurando un asiento del cilindro dentro de la
cubeta de tal forma, que su circunferencia rellene y presione en todos los
puntos del arco de la cubeta lo ms uniforme posible; tal y como lo demuestra
el siguiente esquema (figura 7).

Figura 7.

20

La circunferencia del cilindro se apoya dentro del arco de la cubeta de forma


uniforme, aprovechando toda la superficie de la cubeta, que equivale a una
explotacin calorfica mxima del transmisor de temperatura.
Al revestir los cilindros, muchas veces sucede que la circunferencia aumenta
ms de lo recomendado y entonces se da el siguiente caso (figura 8):

Figura 8.
Por llevar un revestimiento demasiado grueso, el cilindro no se puede apoyar al
fondo de la cubeta, puesto que por la parte de entrada y salida no queda
espacio para bajar ms el cilindro, perdiendo de esta forma una superficie
calorfica notable.
Un efecto a la inversa, como se puede apreciar del siguiente esquema, sucede
cuando la calandra lleva trabajando cierto tiempo desde que fue revestida
(figura 9).

Figura 9.
Motivado por la presin que en la mayora se orienta verticalmente hacia el
fondo de la cubeta y por su friccin al girar, se produce un efecto sobre los

21

revestimientos que estos tienen la tendencia de ceirse al mximo alrededor


del cilindro, disminuyendo su circunferencia. En este caso slo se registrar
una presin en el fondo de la cubeta, mientras por las partes de entrada y
salida ya no hay contacto con sta, lo que equivale a una prdida de la
superficie calorfica.
Los revestimientos para cilindros de calandras de cubeta, en su mayora dentro
del mercado espaol son de tipo muletn. Entre los varios tipos de muletones
que existen, hay algunos que son bastante gruesos y que pueden crear
dificultades en su colocacin, ya que all donde se sobrepasa el final del
muletn sobre el inicio, habr un dimetro superior y por consecuencia una
mayor presin. Grficamente y de forma exagerada se presentara de la
siguiente forma (figura 10):

Figura 10.
En el punto A, como se puede apreciar si se calcula debidamente del largo del
muletn, se puede originar un sensible aumento del dimetro. Por esta razn,
es conveniente intentar que el final del muletn (parte superior) termine 2 cm
aprox. antes del inicio (parte inferior). Para determinar el largo de un muletn
se utiliza la siguiente frmula:
d x 3,1416 x 2
siendo d, el dimetro; y 2 el indicativo para dos vueltas.

22

La calidad de los muletones y el cuidado del mantenimiento que se les otorga,


como el tipo de revestimiento aplicado debajo del muletn (lana de acero o
muelles) determinan no slo la duracin de los muletones, sino tambin el
satinado y, lo que es muy importante, el rendimiento de la calandra.
Se debe destacar aqu que algunas empresas dedicadas a la fabricacin de
muelles cilndricos y/o laminillas, aseguran hasta un 40% ms de rendimiento
de las calandras en comparacin con lana de acero. No cabe duda que estos
tipos de revestimientos base aseguran una mayor elasticidad en la superficie
del cilindro, conservando con ello una porosidad favorable, que facilita la
extraccin del vaho, manteniendo la superficie del muletn ms seco. Dado
que los muletones se fabrican en polister, estos pueden sufrir efectos de
hidrlisis si la humedad residual de la ropa es superior al 45%.
Un muletn de alta duracin es el tipo Nomex, puesto que es resistente a la
hidrlisis y a temperaturas de cubetas superiores a las que se alcanzan por
medio de vapor. Tanto es as que calandras con sistema de calefaccin directo,
como puede ser gas, aceite circulante o electricidad, precisan de muletones
Nomex. La desventaja del tipo Nomex es que su coste es muy elevado, pero
quizs por ms horas de duracin del mismo se justifique esta inversin.
Referente a la duracin de los muletones se debe tener siempre en cuenta que
el revestimiento ms econmico es la misma ropa que se somete al planchado.
Ella no slo protege bien los muletones sino que asegura un buen rendimiento
si se alimenta la calandra tocando orillo con orillo.
e) Extraccin de los vahos
Es evidente que la humedad residual de la ropa al ser evaporada a travs de la
transmisin calorfica de la cubeta a la ropa y a la vez al revestimiento textil del
cilindro, en parte sale en forma de "vapor" a la atmsfera, pero en gran parte es
absorbida mediante un extractor conectado al eje central del cilindro. La
finalidad de extraer los vahos consiste en evitar que los muletones conserven
un porcentaje elevado de humedad con el peligro de la hidrlisis, manchas de
agua, proporcionando un secado insuficiente de la ropa a planchar.

23

La cantidad de extraccin se mide en m3 de aire por hora y m2 de superficie


libre del cilindro. Una extraccin insuficiente puede contraer la dificultad que la
ropa y revestimiento no salen con el grado de secado deseado y si la
extraccin es demasiada se enfra demasiado el cilindro y su revestimiento,
restndole poder calorfico, creando un mayor consumo de vapor.
En la prctica, se estima que los valores ms acertados oscilan entre 100 y 200
m3/h.

3. Fallos frecuentes que se presentan durante el planchado


Pasando a la ltima parte del tema sobre calandras, se analizar a
continuacin los fallos ms frecuentes que se presentan durante el planchado.
Los defectos ms frecuentes son:
3.1 Amarilleamiento de la ropa.
3.2 Enrollamiento de las prendas.
3.3 Plisado de la ropa.
3.4 Contorsin de la ropa.
3.5 Contorsin de los revestimientos.
3.6 Roturas textiles de las prendas a planchar y revestimientos.
3.7 Manchas de cera y de agua.
3.1

Amarilleamiento de la ropa.

La ropa una vez lavada y centrifugada normalmente presenta un aspecto de


limpieza y de blanco agradable - siempre que el proceso reserve buenas
condiciones para conseguir tales resultados. Al someter esta ropa al
planchado, adquiere un tono amarillento o manchas de este color, deteriorando
en gran parte las operaciones hasta aqu realizadas.

24

El origen de esta anomala puede ser causado por:


a) Insuficiencias de aclarado.
b) Empleo de agua ligeramente alcalina.
c) Por dejar la ropa centrifugada durante un cierto tiempo arrinconada,
antes de plancharla.
d) Y por ltimo, por exceso de temperatura.
La insuficiencia de aclarados se produce normalmente all donde las
capacidades de lavado no cubren la produccin deseada, existiendo la
necesidad de acortar tiempos a coste de los aclarados y por falta de agua.
Asimismo, puede ser debido a que las mquinas de lavar se sobrecargan por el
mismo motivo, es decir, por falta de agua o por insuficiencia de capacidad. En
este ltimo caso la ropa no tiene suficiente espacio para moverse, careciendo
del necesario intercambio entre el agua-detergente absorbido por la ropa y el
agua de aclarado a pesar de los aclarados que normalmente se acostumbra a
efectuar.
Para compensar esta falta, est muy difundido el uso de neutralizantes en el
ltimo aclarado. La acidificacin prematura, sin embargo, origina despus de
varios lavados una lenta disminucin del grado de blanco, puesto que el
aclarado es el vehculo que debe "transportar" la suciedad emulsionada y
dispersada al agua. Si mediante una acidificacin prematura se rompe el poder
de suspensin de la suciedad, formando finsimas, o mejor dicho microscpicas
partculas, stas se vuelven a redepositar en parte sobre los textiles, causando
un aspecto cada vez menos blanco.
Como la neutralizacin es en su resultado una formacin de sales que se
quedan en la ropa en relacin a la humedad residual, stas se precipitan sobre
la cubeta en cuanta mayor, si la acidificacin es prematura, al evaporarse el
agua. Las consecuencias son conocidas, puesto que los residuos impiden un
deslizamiento correcto de la ropa por la cubeta.

25

Para impedir los inconvenientes aqu expuestos es importante:


No sobrecargar las mquinas.
Aplicar el nmero de aclarados necesario.
Acidificar o slo utilizar en el ltimo aclarado agua dura si en el
penltimo aclarado la concentracin alcalina y/o pH es mnimo.
En cuanto al empleo de agua ligeramente alcalina debemos recurrir
forzosamente a la acidificacin. Si se produce un amarilleamiento en la ropa
durante el planchado, no slo debemos controlar con los respectivos reactivos,
si han quedado trazas alcalinas en la ropa, sino tambin controlar el agua
utilizada en el ltimo aclarado.
Tambin puede pasar que slo a las primeras horas de la maana algunas de
las prendas salen amarillas. La causa entonces radica mayoritariamente en el
hecho de haber dejado la noche anterior algunos carros con ropa ya lavada y
centrifugada, concentrndose en algunas prendas por evaporacin mayor
grado de humedad y, con ello, una mayor cuanta de trazas alcalinas. En estos
casos es conveniente acidificar algo ms la ropa de aquellas mquinas que se
han de planchar al da siguiente.
Lo que respecta a los puntos 2 y 3 de este apartado - el plisado y enrollado de
la ropa - es conveniente analizar de que forma se efecta el transporte de la
misma durante el planchado.
En las calandras de cubeta, como se observa en el siguiente esquema, la
adherencia entre la ropa 1 y el revestimiento 2 del cilindro debe ser lo suficiente
para asegurar que, al ser "empujada" la ropa mediante el cilindro sobre la
cubeta, la prenda no se despegue.

26

Figura 11.
Para un deslizamiento sin defectos, por lo tanto es necesario que a su vez no
existan fuerzas de adherencia alguna entre la cubeta y la ropa, es decir, que el
coeficiente de friccin debe ser tericamente cero. Esto en la prctica no existe
ni se desea, puesto que en este caso no se conseguira el deseado efecto de
planchado que es brillo y lisura. Siempre debe haber en este caso una cierta
friccin entre la superficie rotativa y la superficie esttica. Resumiendo, se
puede decir que entre 1 y 2 debe haber una mxima y entre 1 y 3 una mnima
adherencia.
Cules son los factores que determinan estos condicionantes y que controles
se deben realizar?
-

Tipo de tejido a planchar y su humedad residual.


Estructura de superficie y estado de los revestimientos.
Grado de la tersura superficial de la cubeta.
Uniformidad de presin del cilindro sobre la cubeta.
Temperatura de la cubeta y, como ltimo punto que va relacionado con
los anteriores:
Velocidad de marcha en m/min.

En cuanto a los tejidos, una vez conocida la calidad de estos por los clientes
fijos de la lavandera, o por no tener ropa estndar en propiedad, no requiere
concentrar nuestra atencin sobre este punto. No obstante, es recomendable
controlar de cuando en cuando la humedad residual.

27

La estructura de superficie de los revestimientos est expuesta a perder con el


tiempo su poder de adhesin por quedarse en parte muy lisa, debido al
continuo roce con la cubeta y esto tanto ms si entre prenda y prenda a
planchar se forman grandes espacios libres. Esta situacin an es peor si,
como en muchos casos sucede, la calandra va funcionando en vaco durante
un tiempo prolongado sin levantar los rodillos y cerrar el vapor. La temperatura
en la cubeta entonces alcanza un mximo, los revestimientos se calientan
mucho, plastificndose ligeramente la superficie de los mismos, perdiendo su
estructura porosa. Esto tambin puede ocurrir si la ocupacin de planchado se
efecta debidamente, pero por acumulacin de suciedad como polvo, sales
residuales, ceras y otras substancias, el aspecto felpado desaparece y con ello
el poder de adherencia. Tal defecto se puede evitar si con cierta frecuencia se
someten los muletones a un lavado que le devolver parte de su voluminosidad
inicial, mejorando tambin as la extraccin de vahos. Quitando los muletones menester poco apreciado - de vez en cuando se controla tambin al mismo
tiempo si el recubrimiento de base como es la lana de acero conserva an sus
caractersticas deseadas. De no seguir estos pasos, los poros se cierran, la
extraccin de vahos se reduce sensiblemente, disminuyendo la efectividad de
secado, puesto que el agua evaporada no puede escaparse tan rpidamente
por la inercia propia hacia la atmsfera. Adems con ello se registrarn
acumulaciones de sales principalmente en la primera cubeta lo que obstaculiza
un correcto deslizamiento.
Es esencial mantener la cubeta limpia y en ptimas condiciones de tersura. No
siempre es aconsejable buscar un mnimo grado de friccin mediante la
aplicacin continua de ceras. Tambin es decisivo el tipo de ceras a utilizar, no
todas por llamarse cera tienen las propiedades adecuadas. El punto de fusin,
humedad e impurezas y porcentaje de composicin de los diferentes cidos
grasos saturados e insaturados son datos tcnicos a tener en cuenta si una u
otra es favorable para asegurar una buena lubrificacin de la cubeta.
Para evitar una acumulacin excesiva de ceras y otras substancias en el primer
tercio de la primera cubeta, se puede realizar el proceso de encerar y la
limpieza en una sola operacin.
Se prepara un trozo de tejido de algodn sobre el cual en uno de los finales se
cosen varias tiras de lana de acero, como lo demuestra el siguiente esquema
(figura 12):

28

Figura 12.
Posterior a la lana de acero, a una distancia de 10-15 cm, se cose una banda
de aprox. 40 cm. de ancho de una tela felpada - esponjosa, utilizando el resto
del tejido base de algodn que puede ser de 80 cm. para adelante, para poner
dentro del mismo la correspondiente cera. Si la parte reservada para poner la
cera ya est estampada de cera, no hace falta poner cada vez que se pase la
"banda de lubrificacin", cera nueva.
En calandras con rodillos perifricos, el problema se limita principalmente en la
formacin de pliegues. Las condiciones de transporte de la ropa son distintas a
la calandra de cubeta. Mientras en la calandra de cubeta la ropa viene
"empujada", en la calandra de rodillos perifricos la ropa es arrastrada como se
puede observar del siguiente esquema (figura 13):

29

Figura 13.
Los rodillos 1 y el cilindro central 2 son elementos movidos por un sistema
determinado de transmisin. Si la velocidad circunferencial de ambos
elementos (cilindro y rodillos) fuera igual, la ropa se secara pero sin efecto de
satinado. Para conseguirlo, es necesario que la velocidad circunferencial de los
rodillos 1 sea algo superior a la del cilindro central, puesto que as la ropa
avanza y con ello una cierta tensin de la ropa, otorgndole el efecto de
satinado.
Si aumenta el dimetro de los rodillos en este caso aumenta la velocidad
circunferencial y si disminuye se reduce la velocidad circunferencial de acuerdo
a la siguiente frmula:

Ve = Velocidad circunferencial en m/sec.


d = Dimetro del rodillo perifrico en m.

= 3,14 constante para calcular la circunferencia.


n = Revoluciones del rodillo perifrico por min.
Los valores

n y 60 son siempre constantes para una determinada

transmisin, mientras d puede variar segn el grosor del revestimiento que se


aplique.
Para asegurar un arrastre uniforme de la ropa de rodillo, sera idneo que la
velocidad circunferencial en un escalado limitado aumentara progresivamente
de rodillo a rodillo. Esto en parte se puede conseguir si de rodillo a rodillo
aumentara el dimetro mediante los revestimientos.
De todos modos, al forrar los rodillos perifricos se debe tener cuidado que la
velocidad circunferencial de los rodillos posteriores a los anteriores nunca sea
menor. Si es posible debe ser algo superior y en el peor de los casos igual a los
rodillos anteriores, si no pasara lo siguiente:

30

Figura 14
El tejido "R" entre los cilindros "a" y "b", y "b" y "c" por velocidad inferior de los
rodillos perifricos posteriores experimenta un retraso, crendose entre ellos
una acumulacin que puede originar el plisado. Importante tambin es la
tersura del cilindro central para facilitar el deslizamiento.
Los puntos 4, 5 y 6 (contorsiones y roturas de los bienes textiles) pueden ser
ocasionados por deformacin de la cubeta. Sin duda es difcil constatar si una
cubeta est deformada o bien desnivelada. Una forma prctica de controlar
esta irregularidad podra ser segn el esquema siguiente (figura15):

Figura 15
Una vez levantado el cilindro "a" se coloca en distintos puntos del borde de la
cubeta una bola pequea, dejndola rodar hacia el interior de la misma,

31

vigilando al mismo tiempo su recorrido. Si la trayectoria no se desva durante


su bajada y parte de la subida en los diferentes puntos de todo el ancho, casi
se puede afirmar que la cubeta no ha sufrido deformacin alguna. En el
momento que la bola se queda en el fondo de la cubeta sin rodar hacia uno y
otro lado tambin nos indica que la cubeta tampoco est desnivelada.
En cuanto al control de posibles irregularidades de presin del cilindro sobre la
cubeta se puede proceder de la siguiente forma:
Una vez bajado el cilindro y posesionado debidamente, se pone en marcha la
calandra. En varios puntos del ancho de la calandra se introduce, por ejemplo,
una cinta conductora hasta salir por el otro lado de la cubeta. A partir de aqu,
se retiene con las manos dicha cinta lo que provocar una tensin ms o
menos fuerte. Si la tensin en todos los puntos probados es aproximadamente
igual, entonces el asiento del cilindro y su presin sobre la cubeta es uniforme y
por lo tanto, correcto. En caso de detectar grandes diferencias se debe
comprobar la circunferencia del cilindro en los varios puntos, cogiendo un
cordn y pasndolo alrededor del cilindro en distintos sitios para asegurarse
que la circunferencia sea aproximadamente igual a todo el ancho del cilindro. Al
presentarse diferencia, se recompensan stas con lana de acero all donde las
circunferencias son inferiores. Tambin es posible observar presiones
sensiblemente diferentes de un extremo con el otro a pesar que cubeta y
circunferencia de cilindro sean correctas. En estos casos es muy posible que el
sistema de sujecin del cilindro en uno de los extremos no est lo debidamente
equilibrado, actuando en uno de los extremos un "brazo de fuerza"
descompensado que produce ms o menos presin en comparacin con el
lado opuesto. Al observar estas anomalas que son ms de ndole mecnica,
es conveniente analizar el defecto con la casa fabricante, puesto que conocen
mejor su construccin y, por lo tanto, les ser ms fcil localizar el defecto y
proporcionar la solucin adecuada.

32

Resumiendo, se puede afirmar que muchos de los problemas que pueden


surgir durante el planchado son ajenos a los productos de lavado que hoy
existen en el mercado. Mantenimiento y condiciones tcnicas de las calandras
son los factores que realmente requieren una mayor atencin para asegurar un
ptimo funcionamiento de las mismas. Indudablemente se debe tener presente
que el cometido planchado representa el centro de costes ms importante de
todas las manipulaciones a que se someten los textiles en una lavandera y por
ello es conveniente dedicar a la calandra la atencin que merece.

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