Monografia La Fe
Monografia La Fe
Monografia La Fe
TEMA
LA FE
AUTOR
WILLIAN CALLE
2015
CONTENIDO
1. INTRODUCCION
2. CONCEPTO DE FE
3. LA FE EN EL MUNDO
3.1. BAHAISMO
3.2. BUDISMO
3.3. CRISTIANISMO
3.4. ISLAM
3.5. JUDAISMO
3.6. SIJISMO
3.7. HINDUISMO
4. EL RACIONALISMO (LA FE Y LA RAZON)
5. LA FE CRSITIANA
5.1. LA ENSEANZA BIBLICA SOBRE LA FE
5.2. LA FE, FUNDAMENTOS DE VIDA CRISTIANA
5.3. ACTOS DE FE
5.4. PECADOS SOBRE LA FE
6. LOS MILAGROS DE JESUS
7. CONCLUSIONES
1. INTRODUCCION
2. CONCEPTO DE FE
La palabra fe proviene del latn fides, que significa creer. Fe es aceptar la
palabra de otro, entendindola y confiando que es honesto y por lo tanto que su
palabra es veraz. El motivo bsico de toda fe es la autoridad (el derecho de ser
credo) de aquel a quien se cree. Este reconocimiento de autoridad ocurre
cuando se acepta que el o ella tiene conocimiento sobre lo que dice y posee
integridad de manera que no engaa.
stos est la definicin infalible de la Iglesia que me confirma que una verdad
determinada est realmente revelada por Dios. Cuando la Iglesia, ya sea por
definicin dogmtica, ya sea por su Magisterio ordinario y universal, propone a
los fieles alguna verdad para ser creda como revelada por Dios, no puede
fallar en virtud de la asistencia especial del Espritu Santo que no puede
permitir que la Iglesia entera yerre en alguna doctrina relativa a la fe o las
costumbres.
3. LA FE EN EL MUNDO
3.1. BAHAISMO
El bahasmo, ms conocido entre sus seguidores y la bibliografa relacionada
como fe bah', es una religin monotesta cuyos fieles siguen las enseanzas
de Bah'u'llh, su profeta y fundador, a quien consideran la Manifestacin de
Dios para la poca actual.
Los principios centrales del bahasmo se resumen en tres unidades: la unidad
de Dios, la unidad de la humanidad, y la unidad de la religin como una serie
de revelaciones sucesivas. Segn el Anuario de la Enciclopedia Britnica de
1992, el bahasmo es la segunda religin ms extendida en el mundo entre las
religiones independientes, de acuerdo al nmero de pases en que se
encuentra representada: est establecida en 247 pases y territorios. Los
bahaes provienen de entre ms de 2.100 grupos tnicos, raciales y tribales, y
totalizan aproximadamente seis millones de fieles en el mundo. Los principales
pasajes de los textos sagrados bahaes se han traducido a 802 idiomas.
3.1.1. CREENCIAS
Hay un solo Dios, Creador del Universo. A travs de la Historia Dios se ha
revelado a la humanidad a travs de una serie de Mensajeros Divinos, cada
uno de los cuales ha sido fundador de una gran religin. Entre ellos se
encuentran Abraham, Krishna, Zoroastro, Moiss, Buda, Jess, Muhammad.
Esta sucesin de Maestros es el reflejo de un solo "plan divino" por el que a lo
largo de la historia las personas han tenido conocimiento de su Creador y han
desarrollado sus capacidades morales y espirituales. En este proceso la meta
3.2.1. F
En su escrito "El verdadero aspecto del Gohonzon", el Buda escribe: "Tener fe
es la base del budismo. Por eso, el cuarto volumen de 'Gran concentracin e
introspeccin' seala: El budismo es como un ocano al que slo se puede
entrar con fe." Tambin dice en 'Sobre los cuatro niveles de la fe y los cinco
niveles de la prctica': "El Buda nos ensea a reemplazarla (a la sabidura) por
la fe, de modo que la palabra 'fe' constituye por s sola los fundamentos."
Fe significa abrazar la enseanza de Buda con total conviccin. Esta fe es el
medio hbil por el cual se puede ingresar a la condicin de vida del Buda. El
Sutra del loto explica queShariputra, el principal discpulo de Shakyamuni, que
era conocido como el ms destacado en sabidura, slo pudo entender las
enseanzas del sutra a travs de la aceptacin con conviccin. El tercer
captulo del Sutra del loto, "Parbolas y semejanzas", dice: "Hasta t,
Shariputra, en lo que respecta a este sutra, slo has podido obtener el acceso
a travs de la fe y no gracias a la sabidura que poseas." Mediante su gran
sabidura y condicin de vida, los budas cantan la verdad de la vida y el
universo. Para hacer propia esa sabidura y condicin de vida, es fundamental
desarrollar la fe. Los practicantes del budismo de Nichiren Daishonin creen en
el Gohonzon, el Daishonin escribe: "Yo, Nichiren, he inscrito mi vida en tinta
sumi;
por
eso,
crea
en
el
Gohonzon
con
todo
su
corazn."
3.2.2. Prctica
La prctica diaria, tanto del daimoku como el gongyo, son una expresin de
nuestra conviccin en el Gohonzon. Este es un aspecto concreto de la prctica
del budismo de Nichiren para transformar nuestra vida. El Daishonin tambin
explica el significado de la entonacin de Nam-myoho-renge-kyo a travs de la
analoga de lustrar un espejo percudido: "Se denomina persona comn a la que
vive en la ilusin, pero cuando esa persona est iluminada, pasa a llamarse
Buda. Es como el caso de un espejo percudido, que, una vez lustrado, refulge
como una joya. Una mente nublada por las ilusiones provenientes de la
oscuridad fundamental de la vida es como un espejo sucio, pero una vez
pulido, sin falta se convierte en un espejo impecable, que refleja la naturaleza
esencial de los fenmenos y el verdadero aspecto de la realidad. Haga surgir
una profunda fe y lustre su espejo da y noche, con ahnco y esmero. De qu
manera lustrarlo? Tan solo entonando Nam-myoho-renge-kyo.
Es importante comprender aqu, que el espejo percudido y el espejo impecable
son el mismo espejo, Sin embargo, sus funciones son completamente
diferentes dependiendo de si el mismo est percudido o lustrado. De manera
similar, aun cuando somos la misma persona, al pulir nuestra vida a travs de
la prctica del gongyo y el daimoku nuestra vida se pule y desarrolla en su
proceso de "revolucin humana."
Como lo ilustran estos pasajes, mediante la consistente prctica dl gongyo,
podemos erradicar las ilusiones de nuestra vida acumuladas a lo largo de las
existencias presente y pasadas y hacer emerger la pura y poderosa condicin
de vida de la Budeidad, triunfando de esa manera en la vida cotidiana y
disfrutando de un supremo sentido de realizacin. Respecto a la transmisin
del budismo, el Daishonin escribe en 'El verdadero aspecto de todos los
fenmenos': "Sin embargo, no slo debe perseverar en su prctica personal,
sino tambin ensear a los dems. Tanto la prctica como el estudio derivan de
la fe. Enseles a otros con toda su capacidad, aunque slo sea una oracin o
frase." Y en otro escrito dice: "Por lo tanto, los que se conviertan en discpulos y
seguidores laicos de Nichiren debern comprender los profundos lazos
krmicos que comparten con l y propagar el Sutra del loto de la misma
manera que l lo hace."
Adems de practicar el gongyo y el daimoku con conviccin en nuestra
Budeidad innata, para transformar nuestro estado de vida, es importante
compartir aunque sea una frase del budismo del Daishonin con nuestros
amigos, por la felicidad de uno y de los dems. Esto nos permite profundizar
an ms nuestra fe y hacer emerger desde el interior el estado de vida de un
Bodhisattva de la Tierra y de Buda y practicar el budismo como discpulos del
Daishonin que se esfuerzan por la felicidad de las personas. Nuestros
esfuerzos por propagar el budismo, unidos con nuestra prctica, generan una
gran fuerza para transformar nuestra propia vida.
El Sutra del loto dice: "Si uno de los buenos hombres o buenas mueres en la
poca posterior a mi muerte puede exponer secretamente el Sutra a una
persona, aunque sea una sola frase, deben comprender que esa persona es el
enviado de El Que As Llega para llevar a cabo esa labor." Comentando sobre
este pasaje, Nichiren Daishonin escribe: "Aquel que recite aunque sea una
palabra o frase del Sutra del loto y hable de ella a otros es emisario del buda
Shakyamuni, seor d las enseanzas."
3.2.3. Estudio
El "Estudio", se refiere a la profundizacin de los escritos de Nichiren
Daishonin. Fortaleciendo nuestros conocimientos d las enseanzas del
budismo del Daishonin, podemos profundizar nuestra conviccin, o fe, y llevar a
cabo nuestra prctica correctamente.
Para alentar a que un seguidor se esfuerce en el estudio budista, Nichiren
Daishonin escribi: "Haga que l lea esta carta una y otra vez." El Daishonin
tambin alent a sus seguidores a que hicieran preguntas acerca del budismo y
es
una
extraordinaria
causa
de
buena
fortuna."
continuar
nuestra
prctica
budista
encaminada
hacia
el
3.3. CRISTIANISMO
3.3.1. Fe Cristiana: El Credo Primitivo
Abdul Muttalib y con su to paterno Abu Talib, durante su juventud trabaj con
ahnco para colaborar con el mantenimiento de la familia, como pastor y
ayudante en las caravanas, a los veinticinco aos se cas con Jadiya Bintu
Juailid, viuda de cuarenta aos, perteneciente a la nobleza. De este matrimonio
nacieron cuatro nias: Zainab, Ruqaia, Um Kulzum y Ftima y dos varones:
Qasim y Abdul-Lah, quienes fallecieron siendo muy pequeos.
En la poca de su nacimiento La Meca era un centro de idolatra y de
corrupcin, sus habitantes adoraban dolos, les ofrecan sacrificios, adems se
sumaba la decadencia social y moral. Por esta razn Mahoma desde su corta
edad, se apartaba de ese medio durante das y semanas, abandonando su
casa se reclua en una gruta llamada Jir.
Meca es la ciudad santa de los musulmanes a 80 kilmetros del Mar Rojo. En
la Meca se encuentra el templo de Kaba que decan que haba sido construido
por Adn. Los peregrinos deben darle siete vueltas al Kaba y besar la piedra
negra.
Al cumplir los 40 aos, encontrndose en dicha gruta en retiro espiritual, se
present el ngel Gabriel, quien le dijo: "Lee! En el nombre de tu seor que
todo lo cre" Corn 96:1.
Alrededor del ao 610 comenz la primera presentacin en pblico de Mahoma
en la Meca como vocero y predicador, convoc a una vida que fuera agradable
a Dios y predic un monotesmo estricto. Como a algunos habitantes les
pareci un perturbador y una amenaza contra su anterior estilo de vida, fue
objeto de numerosas campaas de difamacin y descrdito, tanto por parte de
los rabes de la Meca como de los judos y cristianos, por lo que luego fue
expulsado de la Meca junto con sus seguidores, y para el ao 622 se dirigi a
la ciudad de Medina, viaje que marca "el comienzo del calendario musulmn"
tambin conocido como "el ao de la Hgira".
La primera preocupacin del Profeta en Medina, fue construir una Mezquita
ocupndose personalmente de materializarla junto con sus compaeros. En
esta ciudad se form el primer Estado Islmico, y el Profeta hizo las veces de
gobernante y juez, adems de jefe militar en las campaas. El Mensajero se
diriga a los musulmanes de pie, recitndoles suras del Corn, que hablan de:
La Unicidad de Dios, de su grandeza, su justicia y misericordia.
(el 96), como se dijo anteriormente, se escribe: "Lee!. El Corn comprende 114
suras (captulos) de diferente extensin que estn denominados segn una
palabra caracterstica que sobresale en el texto. No estn ordenados
cronolgicamente y proceden mezclados de los diversos periodos de
predicacin de Mahoma, lo cual conduce en ocasiones a tesis contradictorias.
En tal punto rige de modo general, el principio de que la tesis expuesta en un
sura posterior del Corn, tiene precedencia sobre la manifestada en otro
anterior. Todos los suras (con excepcin del 9) empiezan con la invocacin del
nombre de Dios.
El idioma rabe del Corn es considerado por los fieles como inspirado por
Dios, por lo cual se registr entre los musulmanes desagrado y an resistencia
a que fuera traducido a otros idiomas, de ello quedan vestigios an hoy.
Despus de la muerte de Mahoma en el 632, la revelacin divina se puede
considerar cerrada. Las manifestaciones del profeta fueron recopiladas,
analizadas y sistematizadas bajo los tres primeros califas, bajo el tercer califa
Utmn (644-656), el Corn se present a los creyentes en la versin
actualmente vlida.
2.
3.
5.
3.5. JUDAISMO
Es una religin monotesta, revelada la fuente de todas y de donde han brotado
el cristianismo y el islamismo.
Una religin "revelada" como sta, afirma que la "verdad" es dada en cierto
momento histrico. De aquella fecha en adelante la historia es un desarrollo y
desenvolvimiento de esa verdad.
La creacin del mundo aparece slo como la historia previa a la alianza de Dios
con los hombres, empezando por Abraham y los patriarcas. Dios est en
relacin con los hombres creados por l, y toda la creacin parece basarse en
los dos polos Dios y hombre. Esta tradicin de la alianza lleva a la conciencia
de un encuentro del hombre con Dios que se repite a lo largo de la historia,
razn por la que para el judasmo no son necesarios intercesores ante Dios
(como Jess para el cristianismo o Mahoma para el Islam).
Dios cerr la alianza con Abraham como jefe de una familia y el pueblo judo se
concibe como sucesor de Abraham. La alianza de Dios con Moiss est
entendida ms ampliamente y abarca a todo el pueblo de Israel. Como No,
superviviente del diluvio universal, es el tronco fundador de todos los hombres,
la alianza ha sido cerrada con todos los hombres, lo que significa que
encontrarn redencin todos los que sigan la ley.
El bblico Noj (Noe) recibi una "verdad" incompleta que est contenida en los
siete principios bsicos que debe cumplir: no matar, no robar, no cometer
incesto, no maldecir a Dios, no comer la carne de un animal vivo, no practicar
la idolatra y establecer cortes de justicia.
Siglos ms tarde, Mosh (Moiss) recibir la "revelacin" completa en el Monte
Sina que es la "Tor".
Moiss desempea en el Judasmo el papel ms destacado como portador de
la ley (Tor) y como gua de Israel liberndolo de la esclavitud de los egipcios.
Ningn profeta posterior ense al judasmo algo que no estuviese contenido
ya en la Tor de Moiss. Se considera el gran maestro del judasmo;
Maimnides lo llama el "padre de los profetas" antes y despus de l. Muchos
relatos de la tradicin juda se ocupan de la vida y de las leyendas de Moiss.
Su actividad de profeta, formulada en los cinco (5) libros de Moiss
(Pentateuco), se considera como la raz de todas las dems profecas. Pero a
pesar de que se considera el gran legislador del judasmo, la tradicin recalca
siempre que en realidad slo es el portador y avisador de las leyes divinas.
3.5.1. La Tora
3.5.1.1.
Doctrina y leyes:
La Tor se considera la ley de Dios llevada por Moiss al pueblo de Israel, tal y
como se transmite en los 5 libros de Moiss, el Pentateuco. Pero la Tor no es
slo la ley, es "verdaderamente la doctrina" o la "doctrina escrita" (para
diferenciarla de la "tradicin oral", posteriormente aadida, de la tradicin
rabnica). La creencia en la Tor y la remisin a ella pertenecen por principio a
la fe juda; entre los pocos "dogmas" del judasmo se encuentran la creencia en
el origen divino y en la fijacin mosaica de la Tor, siendo en cambio discutida
su configuracin escrita y su transmisin entre los escribas judos.
La investigacin bblico-crtica recalca que la Tor si bien es de un nico
espritu, a saber del mosaico, fue transmitida por varios escribanos, por tanto
separa la santidad del escrito, del cual los considera autores, igual que los
grupos ortodoxos, de su proceso de creacin literario. El Pentateuco es, en
3.5.2. La sinagoga
1.- El Judasmo parte del hecho que Dios es el Creador del universo. Los seres
humanos y el cosmos en general son el producto de Su creacin. Existe un
solo Ser Supremo que es la causa de todo lo que existe. Sin Dios no hay
existencia. Este es el primer fundamento del Judasmo.
"Yahv es nuestro Dios. Yahv es el nico".
Se reafirma el principio monotesta de los judos. Yahv es el soberano, el
primero y nico dueo de todo.
2.- La segunda base de la tradicin es el hecho de que Dios revel Su voluntad
a la humanidad a travs de la TORA. Ms an, que el texto escrito de la Tor
que poseemos en la actualidad es una fiel y autntica rplica de la Tor que fue
3.6. SIJISMO
El objetivo de la tradicin sij es propagar la armona religiosa, trabajar por la
paz, y ofrecer liberacin espiritual a todo el mundo.
El sijismo es una religin fundada por el gur Nanak (1469-1539) en el Punjab,
al norte de la India, y combina elementos del hinduismo y el islam. Nanak
presentaba que en estas dos religiones la verdad sobre Dios estaba oscurecida
3.7. HINDUSIMO
El Hinduismo es una de las religiones conocidas ms antiguas sus escritos
sagrados datan de 1400 a 1500 aos a. C. Es tambin una de las ms diversas
y complejas, teniendo millones de dioses. Los hindes tienen una amplia
variedad de creencias centrales, y existen en muchas sectas diferentes.
Aunque es la tercera religin ms grande del mundo, el Hinduismo existe
principalmente en la India, Nepal y en menor proporcin en algunos de los
pases circundantes.
3.7.1. Escrituras:
Los Vedas, los Upanishad, las picas,las Puranas y el Bhagavad Gita explican
la esencia del hinduismo.
El hinduismo es la religin organizada y viva ms antigua del mundo. Es una
compleja familia de sectas cuyas copiosas escrituras, producidas en un perodo
de casi 2,000 aos (1500 a.C. a 250 d.C.), dan lugar a un sistema de creencias
muy diversas. El hinduismo no tiene un slo credo ni reconoce una verdad
definitiva. Como centro, el hinduismo tiene un fondo pagano en el cual las
fuerzas de la naturaleza y los hroes humanos son representados como dioses
y diosas, adorados mediante oraciones y ofrendas.
La fe hind tiene una variedad casi interminable de simbolismos de color,
ofrendas, ayuno y danzas como partes integrales. La mayora de los hindes
adora diariamente una imagen de su deidad elegida con cantos (mantras),
flores e incienso. La adoracin, ya sea en el hogar o en el templo, es
principalmente individual, ms que comunitaria.
El hinduismo puede dividirse en hinduismo popular (caracterizado por la
adoracin a los dioses mediante ofrendas, rituales y oraciones) y el hinduismo
filosfico (el complejo sistema de creencias entendido por quienes pueden
estudiar textos antiguos, meditar y practicar yoga).
3.7.2. Dios
3.7.3. La Creacin
3.7.4. El Hombre
3.7.5. El Pecado
3.7.6. La Salvacin
En
el
hinduismo
no
hay
un
concepto
claro
de
la
salvacin.
4. EL RACIONALISMO
son
algunas
palabras
de
Verdad
que
se
encuentran
en
donde lo conciso, lo importante est en latn o cualquier otro idioma muerto que
Dios los extermin por intiles y desechables como todo lo humano.
De lo expuesto queda claro que la Verdad est dirigida al pueblo y en ningn
momento se refiere a alguna elite en especial.
En primer lugar nos dice lo importante que es la sabidura para la persona,
mucho mejor que las piedras preciosas o riquezas, y el apartarse del mal la
inteligencia. Sabidura e inteligencia unidas como "adquiridas".
En segundo lugar nos plantea que no es sabidura "contender con el
omnipotente", como lo hace el racionalismo, que desde que se manifest como
filosofa trae en su esencia combatir el Cristianismo a travs de sus ms
ilustres representantes como Nietshe o Marx, y olvid que el hombre es ms
que materia a pesar de los errores de la apostasa. Si los filsofos hubiesen
sido sabios se habran unido a la defensa de la Palabra de Dios para todo el
pueblo que los humildes y desprotegidos de la poca estaban llevando a cabo
a riesgo de sus vidas. La filosofa los hace "sabios en su propia opinin".
En tercer lugar nos habla de lo dichoso de los pueblos cuyo Dios es Jehov, es
decir, porque est actuando con sabidura, ya que del Creador viene el
conocimiento y la inteligencia y ni siquiera menciona a los filsofos o a los
especialistas; tampoco a los apstoles o profetas. La inteligencia est en los
hombres sabios y estos abundan en las mayoras y no en las elites ni por muy
ilustradas que sean.
En cuarto lugar nos dice que el racionalismo es limpio en la propia opinin de
los hombres. Ellos son sabios porque ellos mismos dicen que son sabios y la
Verdad, si se posee, el tiempo y los aos son sus mejores aliados.
En quinto lugar, el poder y la defensa est en la sabidura que excede
al dinero y a las armas de guerra. Esto debiera ser tomado muy en cuenta por
los que se intranquilizan por la defensa.
Un rey es sabio, cuanto ms ensea sabidura al pueblo y hace escuchar e
investigar, al contrario de nuestros colonizadores y pastores que escondieron y
camuflaron la Palabra de Dios al pueblo; la enredan entre sermones de
pecados banales que meten en la conciencia del pueblo, mientras los pecados
capitales
de
la
injusticia
provocada
por
las
minoras
jams
son
El racionalismo, el empirismo o cualquier otro ismo, que por mucho que los
muestren como opuestos entre ellos, todos se refieren al dominio de la razn
"sobre los dogmas de la religin", cuyo fundamento verdadero es la Fe en
Cristo. No porque el comunismo sea contrario al liberalismo son cosas
diferentes, ambos tienen en comn la negacin de Dios. Uno lo niega por
doctrina y el otro lo ignora, dejando hacer al mundo lo que quiera mientras no
altere sus negocios.
La razn, ya lo vimos, es el fundamento de la Ilustracin, de la Edad
Contempornea y de los tiempos en que vivimos y no tiene o no contempla
para nada las verdades sagradas de la Revelacin de Dios al pueblo.
La sabidura es dada por el Espritu Divino pero la iglesia por medio de San
Agustn, Toms de Aquino y otros que trataron de camuflar la Revelacin Divina
asimilndola a las filosofas del mundo, en un paralelo a lo que "Aconteci
cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y le
nacieron hijaslos hijos de Dios tomaron las ms hermosas" (Gnesis 6: 17) en contra de los planes espirituales de la Verdad Divina por cuanto el
hombre es carne, es materia.
La
carnalidad
en
la
integridad
"todo
del
ser
designio
humano
de
provoca
los
maldad,
pensamientos
del corazn de ellos era solamente el mal", por lo cual la humanidad no puede
alcanzar el objetivo que el universo tiene reservado a la nica criatura pensante
de la Creacin. Es necesario un Salvador como No, Abraham, Moiss que,
cada cual en su poca, vinieron a construir el fundamento de las nuevas
generaciones que tienen por misin mostrar el futuro del hombre celestial. Los
lderes de la Iglesia no pueden asociarse o copiar a Satans para predicar el
Evangelio. La filosofa es impersonal, inspida, materialista como las imgenes,
producto del engao maligno para hacer tropezar al individuo.
Desde el punto de vista filosfico, el racionalismo es una parte de la filosofa
que aspira al conocimiento de las cosas, de los hechos, de los fenmenos, o de
las manifestaciones materiales y espirituales en el universo, mediante el juicio o
la razn conforme a mtodo.
Puesto que el conocimiento es posible mediante la conciencia de la persona o
del sujeto, localizada orgnicamente en algn punto del cerebro del hombre,
nos lleva a considerar la relatividad del pensamiento en el sentido que depende
la
verdadera
sabidura
incluye
la
fe.
Las
remunerador (cfr. Heb 11,v.6) y a esas verdades se aaden, para los que
quieren ser admitidos en el cristianismo, la fe en la Trinidad y en la Encarnacin
de Cristo (cfr. Simbolo Quicumque: Dz-Sch 75-76; 2164; 2380-81). Aunque esta
segunda parte ha sido ocasin de disputas teolgicas, es obvio que tratndose
de temas tan importantes en los que est en juego la propia salvacin, hay que
estar por la opcin ms segura.
Pero aparte de las verdades necesarias mnimas, el cristiano tiene el grave
deber de conocer todas las verdades reveladas por Cristo y propuestas por la
Iglesia; sta, desde el principio, procur expresar en conceptos el contenido de
la fe y as surgieron los Smbolos. Se considera deber grave el conocimiento
del Credo,
del
Declogo,
Sacramentos
oracin
dominical.
Pero,
ensea.
Retener la Palabra de Dios en su pureza. (sin comprometerla o apartarse de
ella)
Ser testigos incansables de la verdad que Dios nos ha revelado.
Defender la fe con valenta, especialmente cuando esta puesta en duda o
cuando callar sera un escndalo. (Declaracin sobre la libertad religiosa
Dignitatis Humanae).
Creer todo cuanto Dios ensea por medio de la Iglesia (No escoger segn
nos guste).
Jess ensea
Sucedi que, estando Jess junto al lago de Genesaret, la multitud se agolpaba
a su alrededor para or la palabra de Dios. Y vio dos barcas que estaban a la
orilla del lago; los pescadores haban bajado de ellas y estaban lavando las
redes. Entonces subiendo en una de las barcas que era de Simn, le rog que
la apartase un poco de tierra. Y sentado, enseaba desde la barca a la
multitud.
peces, tantos que las redes se rompan. entonces hicieron seas a los
compaeros que estaban en la otra barca, para que vinieran y les ayudasen.
vinieron y llenaron las dos barcas, de modo que casi se hundan. Cuando lo vio
Simn Pedro, se arroj a los pies de Jess, diciendo: Aprtate de m, Seor,
que soy un pobre pecador. Pues el asombro se haba apoderado de l y de
cuantos estaban con l, por la gran cantidad de peces que haban capturado.
Lo mismo suceda a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran
compaeros de Simn. Entonces Jess dijo a Simn: No temas; desde ahora
sern hombres los que has de pescar. Y ellos, sacando las barcas a tierra,
dejadas todas las cosas, le siguieron"(Lc).
Jess conoce el corazn humano; y la pesca milagrosa ser un signo
importante para la vocacin de aquellos cuatro pescadores.
Los smbolos
Todo lo que sucede alrededor de la pesca milagrosa es como hablar con
smbolos muy expresivos. Primero les pide prestada la barca y les da la alegra
de poder hacer un favor al Maestro. Despus le escuchan y su alma se
conmueve. Remar mar adentro les representa una pequea molestia,
recompensada por la buena compaa. La peticin de lanzar la red ya es ms
arriesgada pues requiere fiarse de Jess en algo en lo que ellos son expertos y
que va contra la experiencia de pescar de da; ms an, cuando en toda la
noche no han pescado nada. Pero dan el paso porque creen en Jess. Slo
entonces se da la pesca abundante y desproporcionada. Entonces se dan
cuenta del milagro. Pedro se sobrecoge, se siente tocado por Dios, y expresa
de un modo admirable lo que todos sienten: "Aprtate de m, Seor, porque soy
un hombre pecador". Ha percibido la luz de la divinidad y con ella el contraste
de su pequeez y miseria; dice a Jess que se aparte porque l no se
considera digno, a la vez que se acerca ms a l; y la decisin de entregarse
dejndolo todo se hace irrevocable. Cmo negarse ahora a acceder a la
peticin que le hace el Maestro?
6.3. El endemoniado en la sinagoga
La lucha con el diablo fue terrible en el desierto. Uno de los signos de que esta
lucha contina en la vida de Jess ser la expulsin de demonios de diversos
posesos. Uno de los primeros fue en la sinagoga de Cafarnam.
Jess acude con los primeros discpulos a la sinagoga; all va a ser su primera
predicacin. "Entran en Cafarnan; y al llegar el sbado, fue a la sinagoga y
enseaba. Y quedaban admirados de su doctrina, pues les enseaba como
quien tiene potestad y no como los escribas. Se encontraba entonces en la
sinagoga un hombre posedo de un espritu inmundo, y deca a gritos: Qu
hay entre nosotros y t, Jess Nazareno? Has venido a perdernos? S quin
eres t: el Santo de Dios!"(Mc).
No saben que hacer
Con frecuencia, el dolor asusta, aunque mueva a compasin. Los accesos de
un loco aumentan esta impresin. Pero, ante un endemoniado, se une el temor
a lo sobrenatural tenebroso. Aquel hombre grita, posedo; se enfurece; su
cuerpo se revuelca. Todos se apartan sin saber que hacer. Los gritos revelan
algo de la misma tentacin del desierto: manifestar o preguntar si Jess es el
Santo de Dios y un evidenciar un rechazo lleno de odio. Una parte importante
del evangelio del reino va a consistir, precisamente, en expulsar al prncipe de
este mundo, que es el diablo, vencindolo con la humildad humana y el poder
de Dios.
su fama corri pronto por doquier en toda la regin de Galilea" (Mc). Para sus
discpulos debi de ser una confirmacin ms de que estaban ante el Mesas.
6.4. La suegra de Pedro
Los evangelistas narran un hecho que parece insignificante en el contexto de
los que estn sucediendo; pero que tiene un marcado relieve: se trata de la
curacin de las fiebres de la suegra de Pedro. Salen todos sobrecogidos y
emocionados de la sinagoga. Jess tambin. Van a casa de Simn, y all su
suegra est enferma; "en cuanto salieron de la sinagoga, fueron a la casa de
Simn y de Andrs, con Santiago y Juan. La suegra de Simn estaba acostada
con fiebre, y enseguida le hablan de ella. Acercndose, la tom de la mano y la
levant; le desapareci la fiebre y se puso a servirles" (Mc).
La importancia de Pedro
En los milagros es conveniente ver lo que dice y lo que quiere decir Jess. Aqu
proporciona un consuelo menor, pero tambin importante, y una llamada a
Pedro que se une a las anteriores. Parece como si, desde el principio, Jess
concediera gran importancia al pescador.
6.5. Curacin del paraltico
Los amigos ayudan, la fe cura
"Subiendo a una barca, cruz de nuevo el mar y vino a su ciudad. Entonces le
presentaron a un paraltico postrado en una camilla". Las gentes del pueblo se
apian para ver a Jess. La admiracin y la sorpresa; la curiosidad y la
necesidad, unidas a la fe religiosa, les empujan al nuevo Maestro. Los que
llevan al paraltico no pueden acceder hasta el lugar donde est al Seor, e
idean abrir el techo de la casa de Pedro para que el enfermo sea visto y
curado. Todos se sorprenden de aquella amistad que conduce a estos extraos
y extraordinarios modos, pero lo cierto es que el paraltico, que no poda acudir
a pedir la curacin por la naturaleza de su enfermedad, tiene amigos, y los
amigos responden. "Al ver Jess la fe de ellos" -fe y amistad que les hacen
agradables al Seor- mira con misericordia al hombre que desciende del techo
en rara figura, y dijo al paraltico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son
perdonados". Esta vez, antes que la curacin, el perdn. La sanacin del alma.
Este hecho no pasa inadvertido a ciertos escribas que dijeron en su
interior: "ste blasfema". Conociendo Jess sus pensamientos, dijo: "Por qu
pensis mal en vuestros corazones? Qu es ms fcil, decir: tus pecados te
son perdonados, o decir: levntate y anda? Pues para que sepis que el Hijo
del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, dijo al
paraltico: Levntate, toma tu camilla y vete a tu casa. El se levant y se
march a su casa. Al ver esto, las multitudes se atemorizaron y glorificaron a
Dios por haber dado tal poder a los hombres"(Mt).
El poder de perdonar
Si el modo en que Jess ha perdonado al paraltico fuera slo una cuestin de
formas, parecera que Jess haca un juego de palabras; dar el perdn poda
ser un juego ms del hablar. Pero curar un paraltico no se puede hacer con
palabras, y Jess lo cura como seal de que verdaderamente ha perdonado el
pecado. Es decir, tiene el poder de perdonar, algo que slo Dios puede hacer.
El hecho es importante y el milagro se ha convertido en un signo de la
liberacin del pecado, algo mucho ms importante que una limitacin corporal.
Jess perdona, hace algo reservado a Dios. Algunos pueden pensar que lo
hace slo como enviado de Dios. Otros pueden pensar que Dios est en medio
de ellos. Pero los hechos son testimonio elocuente: el paraltico anda y alaba a
Dios, y Jess perdona los pecados.
Comienzan las oposiciones
En esta curacin se advierte la primera oposicin a Jess tan slo con crticas
internas. La proclamacin del reino no va a ser pacfica cuando se desvele ms
claramente quin es l.
La Buena Nueva
Los hechos conmocionaron a toda la regin y, cada vez ms, acuden de todas
partes para ver a Jess. Los dolientes y sus familiares se ponen en
movimiento. Jess habla, anuncia la buena nueva, y cura.
6.6. Curacin de dos ciegos y un endemoniado mudo
Los ciegos y los fariseos
A medida que la fe se extiende con los milagros, la oposicin tambin. Dos
ciegos le llaman hijo de David, lo que equivale a reconocerle como Mesas, y
piden su curacin. Los fariseos le critican por la curacin de un endemoniado.
Es sorprendente la libertad del ser humano y su capacidad de reacciones
opuestas ante lo mismo.
"Al marcharse Jess de all, le siguieron dos ciegos diciendo a gritos: Ten
piedad de nosotros, Hijo de David. Cuando lleg a la casa se le acercaron los
ciegos y Jess les dijo: Creis que puedo hacer eso? Respondieron: S,
Seor. Entonces toc sus ojos diciendo: Segn vuestra fe, as os suceda. Y se
les abrieron los ojos. Pero Jess les orden severamente: Mirad que nadie lo
sepa. Ellos, por el contrario, una vez que salieron divulgaron la noticia por toda
aquella regin"(Mt).
Mudo y endemoniado
"Cuando se haban marchado, le presentaron un endemoniado mudo.
Expulsado el demonio, habl el mudo, y la multitud se admir diciendo: Jams
se ha visto cosa igual en Israel. Pero los fariseos decan: En virtud del prncipe
de los demonios arroja a los demonios"(Mt).
Verificar la curacin
La lepra es una enfermedad especialmente grave, pues junto a las llagas que
deforman el cuerpo y que llevan lentamente a la muerte, se cra que era
contagiosa y, por ello el leproso est sometido a prohibiciones como el
acercarse a los sanos bajo pena de lapidacin. Si se produca una curacin
tena que se verificada por los sacerdotes. Era fcil ver en esta enfermedad la
triste condicin del pecador.
Acto de fe
El leproso acude a Jess, con riesgo de su vida, con una peticin humilde y
dolorida: "si quieres, puedes limpiarme" Es un acto de fe, pues afirma que
puede curarle, que est en su poder, y desea que est tambin en su querer.
Jess no investiga su fe, la ve. Y accede rpidamente, lo toca con todo lo que
esto llevaba de contaminarse legal y fsicamente, dice "quiero, s limpio", y se
cura. La inmediata peticin de discrecin sorprende, pues muchos otros
milagros son hechos para que crean los presentes; aqu hay silencio, quiz
porque, en este caso, la lepra no era an publica, o por otra razn que los
Jess se compadece
El Seor con una reaccin muy humana, pero que es tambin muy divina, ante
las lgrimas de la madre viuda se compadeci de ella. Se acerc a ella y le
dijo: no llores. Que es como darle a entender: no quiero verte en lgrimas,
porque yo he venido a traer el gozo y la paz. Luego tiene lugar el milagro,
manifestacin del poder de Cristo Dios. Pero antes fue la conmocin de su
alma, manifestacin evidente de la ternura del Corazn de Cristo Hombre.
Veamos los hechos: "Sucedi, despus, que march a una ciudad llamada
Nan, e iban con l sus discpulos y una gran muchedumbre. Al acercarse a la
puerta de la ciudad, he aqu que llevaban a enterrar un difunto, hijo nico de su
madre que era viuda, y la acompaaba una gran muchedumbre de la ciudad. Al
verla, el Seor se compadeci de ella y le dijo: No llores. Se acerc y toc el
fretro. Los que lo llevaban se detuvieron; y dijo: Muchacho, a ti te digo,
levntate. Y el que estaba muerto se incorpor y comenz a hablar; y se lo
entreg a su madre. Y se llenaron todos de temor y glorificaban a Dios
diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y Dios ha visitado a su
pueblo. Esta fama acerca de l se divulg por toda la Judea y por todas las
regiones vecinas"(Lc).
Manifestacin de Jess
La segunda Pascua que pasa Jess en Jerusaln va a ser el momento
oportuno para dar un paso adelante en la manifestacin de s mismo y de su
misin. Al subir a Jerusaln le precede la voz de ha resucitado al hijo de la
viuda de Nain. Sin palabras, se ha declarado Seor de la vida. La expectacin
ante lo que va a decir, o a hacer, es grande. Un milagro va a ser la ocasin de
avanzar en la manifestacin; se trata de la curacin del paraltico de la piscina
de Betzata, tambin llamada de Silo, lugar donde se agrupaban muchos
enfermos con la esperanza de ser curados al entrar en las aguas, removidas
por el ngel, una vez al ao.
Veamos los hechos: "Hay en Jerusaln, junto a la puerta de las ovejas, una
piscina, llamada en hebreo Betzata, que tiene cinco prticos. En estos yaca
una muchedumbre de enfermos, ciegos, cojos y paralticos."
"Haba all un hombre que padeca una enfermedad desde haca treinta y ocho
aos". Es fcil intuir la mezcla de esperanza y desaliento de este hombre. Est
all, porque queda una ligera posibilidad. Pero son tantos los aos de fracaso
que poco le queda esperar ya. Est solo, y los que le rodean son competidores,
no amigos. El estado de su alma no parece mejor que el del cuerpo. Se intuye
una amargura que quiz sea la causa de su soledad. No est a bien ni con
Dios, ni con los hombres. Y la vida, pocas posibilidades le ofrece, aparte de la
queja y el lamento. "Jess, al verlo tendido y sabiendo que llevaba ya mucho
tiempo, le dijo: Quieres ser curado?" La respuesta parece obvia; para esto
est all; pero emerge poca esperanza "le contest: Seor, no tengo un hombre
El sbado
La fiesta del sbado se extenda de sol a sol. En ella se trata de reconocer a
Dios como Seor de todo lo creado, de darle culto, y de vivir un descanso que
es ocasin de fiesta y de gozo en la creacin. Dios descans en sptimo da
dice el Gnesis. El cumplimiento del descanso sabtico era de gran
importancia en la piedad juda; tanto, que su incumplimiento implicaba la
exclusin de la comunidad y conllevaba el castigo divino. En los tiempos de
Jess se haba acentuado el rigor de este cumplimiento con una variada
casustica. El libro de los jubileos prohbe casarse, encender fuego o cocinar.
Los fariseos aumentaban las prohibiciones. Jess no es contrario a la
institucin del sbado; pero coloca por delante el amor al prjimo, y, sobre todo,
se declara Seor del sbado, es decir, con potestad divina muy superior a la de
las prescripciones veterotestamentarias.
Luego como en un modo solemne declara: "en verdad, en verdad os digo que
el que oye mi palabra y cree en el que me envi tiene vida eterna, y no viene a
juicio sino que pasa de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo que
llega la hora, y es sta, en la que los muertos oirn la voz del Hijo de Dios; y
los que la oyeren vivirn, pues como el Padre tiene vida en s mismo, as ha
dado al Hijo tener vida en s mismo. Y le dio poder de juzgar, ya que es el Hijo
del Hombre. No os maravillis de esto, porque viene la hora en la que todos los
que estn en los sepulcros oirn su voz; y los que hicieron el bien saldrn para
la resurreccin de la vida; y los que practicaron el mal, para la resurreccin del
juicio. Yo no puedo hacer nada por m mismo: segn oigo, as juzgo; y mi juicio
es justo, porque no busco mi voluntad sino la voluntad del que me envi" . La
salvacin lleva hasta una nueva vida de resurreccin. Las cosas estn
claramente planteadas. No hay ambigedades, aunque vendrn aclaraciones
mayores an. Esta segunda Pascua es decisiva para el mensaje de Jess: l
es el Hijo de Dios vivo, enviado por el Padre para salvar a los hombres que
crean en l y darles una vida nueva.
Doble testimonio
Para confirmar sus palabras, seala el doble testimonio que le avala: el de
Juan Bautista y el del mismo Padre: "Si yo diera testimonio de m mismo, mi
testimonio no sera verdadero. Otro es el que da testimonio de m, y s que es
verdadero el testimonio que da de m. Vosotros enviasteis legados a Juan y l
dio testimonio de la verdad. Pero yo no recibo el testimonio de hombre, sino
que os digo esto para que os salvis. Aquel era la antorcha que arda y
alumbraba, y vosotros quisisteis alegraros por un momento con su luz. Pero yo
tengo un testimonio mayor que el de Juan, pues las obras que me ha dado mi
Padre para que las lleve a cabo, las mismas obras que yo hago, dan testimonio
acerca de m, de que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me ha enviado,
El mismo ha dado testimonio de m. Vosotros no habis odo nunca su voz ni
habis visto su rostro; ni permanece su palabra en vosotros, porque no creis
en ste a quien El envi. Escudriad las Escrituras, ya que vosotros pensis
tener en ellas la vida eterna: ellas son las que dan testimonio de m. Y no
Acto de humildad
Luego Jess declara que esta manifestacin es un acto de humildad, no una
locura de orgullo. Debe declarar la misma verdad, escandalice o no. "Yo no
busco recibir gloria de los hombres; pero os conozco y s que no hay amor de
Dios en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibs; si otro
viniera en nombre propio a se lo recibirais. Cmo podis creer vosotros, que
recibs gloria unos de otros, y no buscis la gloria que procede del nico Dios?
No pensis que yo os acusar ante el Padre; hay quien os acusa: Moiss, en
quien vosotros esperis. En efecto, si creyeseis a Moiss, tal vez me creerais
a m, pues l escribi de m. Pero si no creis en sus escritos, cmo vais a
creer en mis palabras?"(Jn).
Las cosas han sido clarificadas en el seno del ms puro Israel. Jess acaba de
hacer la declaracin de su divinidad y de su filiacin divina. Nada puede seguir
igual a partir de ahora.
6.10.
La tempestad calmada
Defender la fe
Sin embargo, la oposicin de los familiares de Jess y las crticas de los
escribas y fariseos podan afectar a los discpulos con una fe todava dbil. Por
ello Jess se decide a apartarlos de Cafarnam por un poco de tiempo. Sube a
las barcas y se dirige a la otra orilla en territorio pagano.
El viaje y la tempestad
En este viaje va a ocurrir un gran milagro que sorprende grandemente a los
suyos, a pesar ya de que han visto tantas curaciones. Se trata de la tempestad
calmada. Sucedi as:
"Aquel da, llegada la tarde, les dice: Crucemos al otro lado. Y, despidiendo a la
muchedumbre, le llevaron en la barca tal como se encontraba, y le
acompaaban otras barcas. Y se levant una gran tempestad de viento, y las
olas se echaban encima de la barca, de manera que se inundaba la barca. l
estaba en la popa durmiendo sobre un cabezal; entonces lo despiertan, y le
dicen: Maestro, no te importa que perezcamos? Y levantndose, increp al
viento y dijo al mar: Calla, enmudece! Y se calm el viento, y se produjo una
gran bonanza. Entonces les dijo: Por qu tenis miedo? Todava no tenis
fe? Y se llenaron de gran temor, y se decan unos a otros: Quin es ste, que
hasta el viento y el mar le obedecen?"(Mc).
El respeto
Ante la tempestad surge el temor y el miedo a morir. No advierten que Jess no
puede morir de aquella manera, pues tiene una misin divina an no acabada,
y se ha declarado igual al Padre en tantas ocasiones. Pero el viento es fuerte,
las barcas suben y bajan, pueden volcar, pueden hundirse. Jess,
sorprendentemente, duerme. Y se quejan del peligro, con visos de crtica al
mismo Jess que no hace nada ante el peligro. Le despiertan y, con gesto
imponente, clama al viento que enmudezca, y lo hace. La calma vuelve de
repente al pequeo mar. Y cuando Jess les reprende por su poca fe, no se
quejan, no murmuran, no protestan, y emerge en ellos el respeto ante alguien
que es ms que un maestro de vida coherente, y se preguntan: Quin es
ste? An le conocen poco, tienen que introducir en su fe el dato de que Cristo
es Seor de todo, es el mismo Dios con nosotros.
6.11.
El endemoniado de Gerasa
Consolidar la fe
Al llegar a la orilla surge otro inconveniente, se les acerca un hombre
enfurecido, un energmeno, que es como se denomina a los endemoniados
llenos de furia. Es lgico el susto de todos. Jess de nuevo va a consolidar la fe
de los suyos curndolo y haciendo un gesto de difcil olvido. Si antes demostr
su dominio sobre el viento y el mar, ahora va a demostrar su superioridad sobre
el demonio y sobre los animales.
"Y llegaron a la orilla del mar, a la regin de los gerasenos. Al salir de la barca,
en seguida le sali al encuentro desde los sepulcros un hombre posedo por un
espritu inmundo, que viva en los sepulcros y nadie poda tenerlo sujeto ni
siquiera con cadenas; porque haba estado muchas veces atado con grilletes y
cadenas, y haba roto las cadenas y deshecho los grilletes, y nadie poda
dominarlo. Y se pasaba las noches enteras y los das por los sepulcros y por
los montes, gritando e hirindose con piedras. Al ver a Jess desde lejos,
corri y se postr ante l; y, gritando con gran voz, dijo: Qu tengo que ver
contigo, Jess, Hijo de Dios Altsimo? Te conjuro por Dios que no me
atormentes. Porque le deca: Sal, espritu inmundo, de este hombre. Y le
preguntaba: Cul es tu nombre? Le contest: Mi nombre es legin, porque
somos muchos. Y le suplicaba con insistencia que no lo expulsara fuera de la
regin.
La piara de puercos
Haba all junto al monte una gran piara de cerdos paciendo. Y le suplicaron
diciendo: Envanos a los cerdos, para que entremos en ellos. Y se lo permiti.
Y, saliendo los espritus inmundos, entraron en los cerdos; y con gran mpetu la
piara, alrededor de dos mil, corri por la pendiente hacia el mar, donde se iban
ahogando. Los porqueros echaron a correr, y contaron por la ciudad y los
campos lo sucedido. Y acudieron a ver qu haba ocurrido. Y llegaron junto a
Jess, y vieron al que haba estado endemoniado, sentado, vestido y en su
sano juicio; y se quedaron asustados. Los que lo haban presenciado les
contaron lo que haba sucedido con el que haba estado posedo por el
Crece la fama
Tras el retiro, al nordeste del lago, probablemente en Banias, en las fuentes del
Jordn, alejados del poder del rey sangriento, vuelven a Cafarnam.
Las gentes no han estado quietas. Ha crecido la fama del maestro. Le buscan
muchos, que vienen de todas partes. unos por su poder de curar, otros por
orle,
fe
incipiente.
Jess
al
verlos
se
compadeci
Entonces los recogieron, y llenaron doce cestos con los trozos de los cinco
panes de cebada que sobraron a los que haban comido"(Jn)
Gran entusiasmo
Era cinco mil hombres; contando mujeres y nios se puede multiplicar por tres
o cuatro resultando el nmero bastante elevado. Se necesitan muchos kilos de
pan para dar de comer a tantos. Jess toma la ofrenda humilde y generosa del
muchacho, y parte el pan. Al darlo, y volver a tomar el pan para partirlo,
permanece la misma cantidad, as hasta los miles de panes para todos que
coman hasta hartarse. Igualmente con los peces. La gente come, estn
saciados, se preguntan de dnde ha venido tanto pan si nada tenan. Y corre la
voz del nuevo milagro. Sobran doce canastos llenos, hay pan en abundancia.
El entusiasmo se hace visible. "Aquellos hombres, viendo el milagro que Jess
haba hecho, decan: este es verdaderamente el Profeta que viene al mundo.
Jess, conociendo que iban a venir para llevrselo y hacerlo rey, se retir de
nuevo al monte l solo"(Jn).
Un fantasma
"Inmediatamente despus Jess mand a los discpulos que subieran a la
barca y que se adelantaran a la otra orilla, mientras l despeda a la gente. Y,
Un despertar
Ha dejado claro su poder sobre la materia del pan y de los peces. Despus
manifiesta su poder sobre su propio cuerpo caminando sobre las aguas. La fe
va creciendo en los apstoles, y adorndole dicen: "verdaderamente eres Hijo
de Dios"(Mt); es como un despertar, pues "no haban entendido lo de los panes
pues su entendimiento estaba embotado" (Mc).
"Terminada la travesa llegaron a tierra a la altura de Genesaret. Al reconocerlo
los hombres de aquel lugar mandaron aviso a toda la comarca y le trajeron
todos los enfermos, y le suplicaban poder tocar aunque slo fuera el borde su
manto; y todos aquellos que lo tocaron quedaron sanos" (Mt).
6.14.
La mujer cananea
Entre los que acuden est la mujer cananea o sirofenicia. El dolor la lleva a
luchar por la curacin de la hija endemoniada. La insistencia revela un amor
que sabe superar las pruebas. La suya es una fe y un amor humilde que no se
molesta ni por silencios, pues insiste; ni por palabras, que se podran
interpretar como un rechazo o un desprecio. Lo importante es la salvacin de la
hija, ella qu importa? Y consigue lo que pide, adems de un elogio del Seor
a su fe.
"Despus que Jess parti de all, se retir a la regin de Tiro y Sidn. En esto
una mujer cananea, venida de aquellos contornos, se puso a gritar: Seor,
Hijo de David, apidate de m! Mi hija es cruelmente atormentada por el
demonio. Pero l no le respondi palabra. Entonces, acercndose sus
discpulos, le rogaban diciendo: Atindela y que se vaya, pues viene gritando
detrs de nosotros. l respondi: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas
de la casa de Israel. Ella, no obstante, se acerc y se postr ante l diciendo:
Seor, aydame!. l le respondi: No est bien tomar el pan de los hijos y
echrselo a los perrillos. Pero ella dijo: Es verdad, Seor, pero tambin los
perrillos comen de las migajas que caen de las mesas de sus amos. Entonces
El sordomudo
La porfa entre Jess y la mujer, la imagen de los perros y los cachorros,
conmueven al Seor. A travs de esta mujer, ve el amor y la fe que busca entre
los hombres. La alegra de la mujer ante la nia sanada tuvo que ser enorme;
el agradecimiento inunda su alma. Una vez ms el milagro fue en Galilea; y,
como antes, corre la voz del nuevo signo divino y las gentes acuden hacia l.
Un milagro realiz despus, el del sordomudo. Esta vez el milagro lo va a
realizar con parsimonia, con gestos y con oracin, con palabras, como con
esfuerzo. Y todos lo comentan.
"De nuevo, saliendo de la regin de Tiro, vino a travs de Sidn hacia el mar
de Galilea, cruzando el territorio de la Decpolis. Le traen un sordo y mudo, y
le ruegan que le imponga su mano. Y apartndolo de la muchedumbre, meti
los dedos en sus orejas, y con saliva toc su lengua; y mirando al cielo, dio un
suspiro, y le dice: Effetha, que significa: brete. Al instante se le abrieron los
odos, qued suelta la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Y les
orden que no lo dijeran a nadie. Pero cuanto ms se lo mandaba, tanto ms lo
proclamaban; y estaban tan maravillados que decan: Todo lo ha hecho bien,
hace or a los sordos y hablar a los mudos" (Mc).
de
alimento. "En
aquellos
das,
reunida
de
nuevo
una
gran
De regreso en Galilea
Al volver a Gallea le esperan con ansia las multitudes con enfermos de todos
los estilos. Jess les cura, y todos se maravillan de nuevo dando gloria a
Dios. "Y cuando Jess sali de all, vino junto al mar de Galilea, subi a la
montaa y se sent. Acudi a l una gran multitud llevando consigo cojos,
ciegos, lisiados, mudos y otros muchos enfermos, y los pusieron a sus pies y
los cur; de tal modo que se maravillaba la multitud viendo hablar a los mudos
y quedar sanos los lisiados, andar a los cojos y ver a los ciegos, por lo que
glorificaban al Dios de Israel"(Mt).
Los apstoles han podido comprobar una vez ms, que el reino de Jess, se
extiende ms all de las fronteras de Israel. Es natural que, en un principio,
sintiesen un cierto rechazo; pero deben aprender a ensanchar sus horizontes y
a mirar el corazn de los hombres, que es el modo divino de juzgar.
6.15.
El demonio mudo y la fe
Despus de la Transfiguracin
6.16.
Sin usar sus poderes divinos, con la ayuda de sus discpulos, Jess se
escabull de los que queran apedrearle en medio de la confusin. Pero volvi
al siguiente sbado al Templo; all realizar un milagro relacionado con todo lo
que acababa de suceder: la curacin de un ciego de nacimiento, conocido de
todos, porque peda en el mismo Templo. Este milagro tendr varias
caractersticas importantes: una vez ms fue realizado en sbado, con lo que
se renueva la polmica de la curacin del paraltico en la Pascua anterior; su
valiente confesin le comporta su expulsin como miembro de la sinagoga.
Esta curacin va a ser realizada en el Templo ante "una nube de testigos", no
en un lugar apartado pidiendo silencio y discrecin. Es la primera excomunin a
un discpulo de Jess, por el hecho de serlo, en una escalada de
enfrentamiento con el Seor.
dice que se lave en un lugar determinado. l, quiz molesto, guiado por otros,
se dirigi donde se le deca."Fue, pues, se lav y volvi con vista". Qu gran
sobresalto hubo de ser pasar de las tinieblas a la luz! ver a las personas que
antes slo oa, percibir la grandeza del Templo y sus formas, captar todos los
matices de la luz, poder moverse con libertad. Y la alegra inunda su alma. Lo
dice a todos, su corazn no cabe en su pecho. Entonces pregunta quin le ha
puesto ese barro en los ojos con el deseo de conocerle, de saber quin es y
cmo lo ha hecho. "Los vecinos y los que le haban visto antes cuando era
mendigo decan: No es ste el que estaba sentado y peda limosna? Unos
decan: Es l. Otros en cambio: De ningn modo, sino que se le parece". Es
lgica la sorpresa ante la trasformacin de un rostro sin mirada al mismo pero
iluminado por la vista y por la alegra. "El deca: Soy yo. Entonces le
preguntaban: Cmo se te abrieron los ojos? El respondi: Ese hombre que se
llama Jess hizo lodo, me unt los ojos y me dijo: Ve a Silo y lvate. Entonces
fui, me lav y comenc a ver. Le dijeron: Dnde est se? l respondi: No lo
s"(Jn).
La cuestin no acaba ah; pues va a dar un giro insospechado al intervenir los
fariseos que no ven, o no quieren ver, las grandezas de Dios. Y se fijan en un
precepto humano que pretenda proteger otro divino, pero que, de hecho, lo
ocultaba. "Llevaron ante los fariseos al que haba sido ciego. Era sbado el da
en que Jess hizo el lodo y le abri los ojos. Y le preguntaban de nuevo los
fariseos cmo haba comenzado a ver. El les respondi: Me puso lodo en los
ojos, me lav y veo". Parece que les sorprende el hecho de la curacin y
quieren cerciorarse por boca del interesado, que lo repite casi con las mismas
palabras a todos. Al or que el milagro ha sido realizado en sbado, la curacin
milagrosa pasa a un segundo lugar, como si no viniese de Dios y fuese una
cuestin secundaria. "Entonces algunos de los fariseos decan: Ese hombre no
es de Dios, ya que no guarda el sbado. Pero otros decan: Cmo puede un
hombre pecador hacer tales prodigios? Y haba divisin entre ellos". Hasta que
vuelven al antiguo ciego que les mira con asombro, al constatar que los
fariseos, lejos de admirarse o agradecer semejante curacin a uno de los
suyos, miembro de la Sinagoga y ciego de nacimiento, se entretienen en
cuestiones, para l, sin importancia. "Dijeron, pues, otra vez al ciego: T que
viendo con los ojos del alma la verdad de fondo que se est jugando"les
respondi: Esto es precisamente lo admirable, que vosotros no sepis de
dnde es y que me abriera los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los
pecadores, sino que si uno honra a Dios y hace su voluntad, a ste le escucha.
Jams se ha odo decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de
nacimiento. Si se no fuera de Dios no hubiera podido hacer nada". El discurso
del ciego que ahora ve est lleno de lgica y de fe. Todos los pasos de su
razonamientos son coherentes. El que no los ve es porque est ciego y sufre la
peor ceguera, la de no querer ver porque le ciega el pecado. La respuesta es
an ms violenta, y le expulsan de la sinagoga adems acusndole de pecador
por ser ciego. Sorprendente lgica que bien concuerda con el error inicial que
manifestaron, sencillamente, los propios discpulos del Seor. "Ellos le
respondieron: Has nacido empecatado y nos vas a ensear t a nosotros? Y
lo echaron fuera"(Jn)
El ciego y Jess
El ciego se va lleno de confusin y dolor. De una parte la alegra de ver, de otra
la excomunin. Por qu odian tanto a ese Jess, del cual slo conoce la voz,
pero an no ha visto el rostro?
"Oy Jess que lo haban echado fuera, y encontrndose con l le dijo: Crees
t en el Hijo del Hombre? El respondi: Y quin es, Seor, para que crea en
l? Le dijo Jess: Lo has visto; el que habla contigo, se es. Y l exclam:
Creo, Seor. Y se postr ante l. Dijo Jess: Yo he venido a este mundo para
un juicio, para que los que no ven vean, y los que ven, se vuelvan ciegos"(Jn).
Creer es ver por los ojos de otro. Creer es reconocer la verdad. Creer es el
medio para amar a Dios. Y el ciego ve con el cuerpo y con el alma. Ahora sabe
que Dios ha tenido misericordia de los hombres. Sabe que Dios le quiere. Sabe
que ese hombre que le unt barro en los ojos es el Hijo del hombre profetizado
por Daniel, sabe que Jess es el Mesas, sabe que es el Hijo de Dios venido al
mundo para dar luz a los hombres. Y se postra adorndole como Dios. La luz
llena su alma.
"Oyeron esto algunos de los fariseos que estaban con l y le dijeron: Acaso
nosotros tambin somos ciegos? Les dijo Jess: Si fuerais ciegos no tendrais
pecado, pero ahora decs: Vemos; por eso vuestro pecado permanece". La
ignorancia invencible nunca es pecado y Dios juzga la sinceridad de cada uno
con todos los atenuantes y todos los agravantes. Ellos estn ciegos, porque en
sus corazones reside el pecado. Pronto revelar Jess la verdad de sus vidas
en pblico, para su vergenza, ya que no quieren acercarse a la luz, y
reconocer la verdad alcanzando el perdn, porque sus obras son malas.
6.17.
"Un sbado estaba enseando en una de las sinagogas. Y haba all una mujer
poseda por un espritu, enferma desde haca dieciocho aos, y estaba
encorvada sin poder enderezarse de ningn modo. Al verla Jess, la llam y le
dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Y le impuso las manos, y al instante
se enderez y glorificaba a Dios" (Lc). El milagro es uno ms de esa siembra
de alegra de Jess sobre los hombres, la libera del mal espritu y la sana el
cuerpo para que pueda vivir erguida ante Dios y ante los hombres. Pero una
vez ms el hecho de haber curado en sbado va a crear problemas.
6.18.
El ciego Bartimeo
6.19.
La resurreccin de Lzaro
Muerte de Lzaro
Jess se encontraba a menos de un da de viaje de Jerusaln, fuera de los
confines de Judea. Cerca de Jerusaln, a unos tres kilmetros, est Betania,
lugar donde vivan Lzaro, Marta y Mara, los amigos del Seor. Lzaro estaba
gravemente enfermo en Betania; Mara y su hermana Marta le cuidan con la
natural congoja y preocupacin. Mara era la que ungi al Seor con perfume y
le sec los pies con sus cabellos, su conversin haba sido tan profunda que
Jess la alab ante la inquietud en el servicio de Marta. Las hermanas saben
dnde est Jess, protegido de las persecuciones de los judos. Lo saben, pero
su fe es tan grande y su angustia tan honda, que se atreven a pedir a Jess
que acuda a curar a su hermano; por eso "le enviaron este recado: Seor, mira,
aquel a quien amas est enfermo". La delicadeza y la urgencia se unen en la
peticin. Saben que Jess se expone a peligros, pero saben tambin que l es
poderoso; adems, quiere a Lzaro con una amistad especial, que no puede
hacer odos sordos a la curacin posible, como en tantos otros que ni siquiera
eran amigos. "Al orlo, dijo Jess: Esta enfermedad no es de muerte, sino para
gloria de Dios, a fin de que por ella sea glorificado el Hijo de Dios"(Jn). Las
enfermedades y muertes humanas, si son llevadas con amor de Dios, son
ocasin de mejora, son un paso a un amor mejor y una vida ms alta. As era la
enfermedad de Lzaro, tan lejana a la enfermedad del alma que es el pecado.
Pero hay ms, si el dolor, en los creyentes, siempre da ms gloria a Dios,
aquella enfermedad va a redundar en gloria de Dios y de Jess.
"Jess amaba a Marta, a su hermana y a Lzaro. Cuando oy que estaba
enfermo, se qued an dos das en el mismo lugar". Es de suponer que Lzaro
muri al poco de salir el emisario para ver a Jess. Los cuatro das trascurridos
se consumen: uno en el viaje del emisario, dos de espera, sabiendo Jess que
Lzaro estaba ya muerto, y uno de viaje a Betania. Por qu ese tiempo?
Porque los judos embalsamaban los cuerpos de los difuntos para que no se
corrompiesen, durante tres das; no ms. Era un detalle de caridad con el
difunto, leve, pero entraable; no buscaban, como los egipcios, la permanencia
del cuerpo en la tumba por tiempos largos, incluso siglos. Jess quera que
hubiese constancia ante todos que Lzaro estaba realmente muerto. La hija de
Jairo estaba recin muerta, y el hijo de la viuda de Nam an no estaba
enterrado. Alguno poda dudar de su muerte real. Pero Lzaro estaba enterrado
y haban pasado los tres das de reposo preceptivo.
Pasados dos das despus de la recepcin del mensaje dijo a sus
discpulos: "Vamos otra vez a Judea". Todos se conmueven y le dijeron:
"Rabb, hace poco te buscaban los judos para lapidarte, y vas a volver all?".
Respondi Jess: "Acaso no son doce las horas del da? Si alguien camina
de da no tropieza porque ve la luz de este mundo; pero si alguien camina de
noche tropieza porque no tiene luz". El diablo y los pecadores tienen su tiempo,
pero Dios tiene tambin su hora para manifestar la luz que no va a quedar
oculta por miedo y temor. Dicho esto, aadi: "Lzaro, nuestro amigo, est
dormido, pero voy a despertarle. Le dijeron entonces sus discpulos: Seor, si
est dormido se salvar. Jess haba hablado de su muerte, pero ellos
entendieron que hablaba del sueo natural. Entonces Jess les dijo
claramente: Lzaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado
all, para que creis; pero vayamos a donde est l". Los que le siguen ya
crean en Jess, pero es tiempo de creer con ms intensidad, la fe debe
abarcar no slo conocimientos, sino que debe ser una adhesin viva, y va a ser
reforzada por un signo ms extraordinario an que los anteriores. Lleno de
sentido
comn
Toms,
llamado
tambin
Ddimo,
dijo
sus
Marta y Mara
"En cuanto Marta oy que Jess vena, sali a recibirle; Mara, en cambio, se
qued sentada en casa. Dijo Marta a Jess: Seor, si hubieses estado aqu, no
habra muerto mi hermano", es como una queja de la persona que no entiende
que Jess guiado por el cario y la amistad no hubiese acudido a visitar al
enfermo y curarle como haba hecho con tantos. Es el amor el que habla, y es
tanta la confianza, que no es un reproche la queja, sino una exteriorizacin de
lo que se tiene dentro. Pero reacciona con buen juicio, y aade: "incluso ahora
s que cuanto pidieres a Dios, Dios te lo conceder"(Jn). Es una alusin a la
posible resurreccin de su hermano? Es posible, pero muy leve. Jess la
consuela con el nico consuelo ante la muerte: "Tu hermano resucitar". No
deja claro si ser ahora o al final de los tiempos por eso Marta le
respondi: "Ya s que resucitar en la resurreccin, en el ltimo da". Hay un
oculto dolor en estas palabras de fe, como si la separacin por el cuchillo de la
muerte fuese demasiado dura y lejano el encuentro definitivo, al fin. Le dijo
Jess: "Yo soy la Resurreccin y la Vida, el que cree en m, aunque hubiera
muerto, vivir, y todo el que vive y cree en m no morir para siempre. Crees
esto?"(Jn) La vida eterna est aqu presente en Jess, no es algo lejano, la
vida del alma es la vida en Dios y Jess es esa vida y esa resurreccin. Era
su fe honda o cree slo en quin hace milagros corporales y efmeros? Marta le
contest: "S, Seor, yo he credo que t eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has
venido a este mundo". Est llena de fe; pero el dolor le lleva a pedir la vida
terrena de ese hermano a quin tanto quiere.
"Y dicho esto fue y llam a su hermana Mara dicindole en voz baja: El
Maestro est aqu y te llama. Cuando sta lo oy, se levant en seguida y fue
hacia l. Todava no haba llegado Jess a la aldea, sino que estaba an en el
lugar en que Marta le haba salido al encuentro. Los judos que estaban con
Resurreccin de Lzaro
"Jess conmovindose de nuevo, fue al sepulcro. Era una cueva tapada con
una piedra. Jess dijo: Quitad la piedra. Marta, la hermana del difunto, le dijo:
Seor, ya hiede, pues lleva cuatro das"(Jn). Parece que la buena hermana ha
olvidado la fe con la que peda el milagro al entrar en contacto con la cruda
realidad. "Le dijo Jess: No te he dicho que si crees vers la gloria de Dios?