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Van Fraassen - La Imagen Científica
Van Fraassen - La Imagen Científica
LAIMAGEN
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PAI DOS
Mxico
Buenos Aires
Barcelona
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DII?I'C.:CION DE I,A COLECCION
ISBN: 968-tt53-321-
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Univ' Vl''-t''i"') r'$
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INDICE
I.INTRODUCCIN
.....I5
CIENTFICO
. . .21
constructivo
. . .21
$l.lEnunciacindelrealismocientfico ......22
1.2 Alternativas frente al realismo
. . . . 26
......21
$l.3Empirismoconstructivo ..
....30
$2.La"dicotoma"teora/observacin.
. . .36
$3. Inferencia hacia la mejor explicacin
$4.Lmitesdclademandadcexplicacin.. ......40
. . . . . . .43
$5. El principio de la causa comn
. . . . . 5l
$6. Lmites de la explicacin: un experimento mental
. . ,54
$7. Los demonios y el argumento ltimo
3. SALVAR LOS FENMENOS
. . .63
.....63
$l.Modelos
El
movimiento
y
aparente
el
espacio
absoluto
. . .67
$2.
El
contenido
emprico
dc
la
tcora
de
Newton
. . .69
$3.
. . . . . . .70
$4. Las teoras y sus extensiones
. ... ..74
$5.Extensioncs: victoriayderrotacalificada
. . . . . .77
$6. Las fallas del enfoque sintctico
. . . 80
$7. El crculo hermenutico
. . . . 83
$8. Los lmites de la descripcin emprica
. . . . . . 89
$9. Una nueva imagen de las teoras
$ l. Realismo cientfico y empirismo
4.EMPIRISMOYMETODOLOGACIENTFICA . . . . . .95
. . . 96
$ 1. La epistemologa empirista y el escepticismo
. . . . . . . 98
$2. La metodologa y el diseo experimental . . . .
. . . 98
$2.1 Los papeles de la teora
La
medicin
de
la
carga
del
clectrn
.
.
.
. . 100
$2.2
l0
LA IMACEN CIENTFICA
ll
INDICE
.....
103
107
109
.,,,.114
virtudes
. . ll4
$4.2Laincursindelapragmtica..
..
116
$4.3 La bsqueda de la explicacin .
. . I 19
5.PRAGMTICADELAEXPLICACIN .....IZ5
t25
t26
^- !]
2 Algunos ejemplos
130
. . . . . . ..
!:
132
132
.
t39
141
t43
150
155
159
161
163
......
explicacin
proposiciones
94.2 Preguntas. .
$4.3 Unateoradelaspreguntas.,porqu,,
.............
$4.4Evaluacindelasrespuestar-... .......
6. PROBABILIDAD:
DE LA CIENCIA
$
l. La estadstica
163
165
t67
168
t7t
.
-_ $4.5lapresuposicinylirelevanciaelaboradas . . . . .
..
$5. Conclusin.
135
176
181
l187
r89
LA NUEVA MODALIDAD
.
195
en la ciencia general
197
199
y laprobabilidad
objetivadesenredadas . . . . .
200
203
$2.3 La intrusin de la
infinitud . .
condicionales
206
208
210
215
I....
II ...
220
223
229
233
237
239
239
241
245
218
219
..
249
250
m...
253
254
v...
256
258
IV...
Posdata cientfica
hnal .
Norce ANALTrco
259
263
PREFACIO
El propsito de este libro es desarrollar una alternativa constructiva frente
al realismo cientfico, una posicin que ltimamente ha sido muy discutida
y defendida en la filosofa de la ciencia. Para este n presentar tres teoras,
cada una de las cuales necesita de las otras para su apoyo mutuo. La primera concierne a la relacin de una teora con el mundo, y especialmente
lo que puede ser llamado su valor emprico. La segunda es una teora de
la explicacin cientfica, en la cual la capacidad explicativa de una teora
es considerada una caracterstica que de hecho va ms all de su valor emprico, pero que es radicalmente dependiente del contexto. Y la tercera es
una explicacin de la probabilidad tal como se presenta dcntro de la teora
de la fsica (como opuesto a: en Ia evaluacin de su apoyo evidencial). Los
primeros dos captulos forman una introduccin breve y relativamente sencilla a los debates concemientes al realismo cientfico, y explicarn de este
modo la organizacin y la estrategia del resto. He mantenido el carcter no
tcnico a todo lo largo de la exposicin, remitindome para detalles tcnicos
a artculos de revista donde, me parece, tiencn un lugar ms indicado.
Estoy en deuda con numerosas personas; muchas de ellas se indican en
las notas. Me gustara aadir aqu algunos agradecimicntos personales. Mi
mayor deuda de gratitud cn filosofa de la ciencia ha sido siempre con Adolf
Grnbaum, y se renov cuando asist a su confcrencia sobrc la elcctrodinmica de Dirac, en Santa Margarita, en L976, un paradigma de exposicin
filosfica de la ciencia, la cual slo escasamente pucdo esperar emular. Con
Glymour, Hooker, Putnam, Salmon, Smart y Sellars tengo la dcuda dcl rcto
que han significado para m sus posiciones filosficas y su disposicin a
discutirlas conmigo, tanto en pblico como en la correspondcncia personal.
El ttulo de este libro es una frase de Wilfrid Sellars, quicn contrasta la
imagen cientfica del mundo con la imagen manifiesta, la forma en que el
mundo aparece a la observacin humana. Aunque yo negara la sugerencia
de una dicotoma, la frase parcca adccuada. Toraldo di Francia me dio la
oportunidad dc tomar parte en cl seminario de vcrano del Instituto Fermi
sobrc fundamcntos de la fsica, en Varenna, donde aprend muchsimo, so-
t4
LA IMAGEN CIENTFICA
Hartry Field, Yvon Gauthier, Ronald Giere, Karel Lambert, Edwin Levy,
Margot Livesey, Hugh Mellor, Ben Rogers, Richmond Thomason y Roger
Woblhouse, para mencionar slo algunos. Las principales tesis de este libro
INTRODUCCIN
Es fcil tolerar el instinto metafsico comn. Pero un gusto
por Ia metafsica puede ser una de aquellas cosas a las que
debemos renunciar si queremos moldear nuestras vidas
hasta la perfeccin artstica. La filosofa sirve a la cultura,
no con el don imaginario del conocimiento absoluto o
trascendental, sino sugiriendo preguntas. . .
Julio de 1979
B.C.v.F.
Para una discusin de algunos de los temas filosficos relacionados con dicha tradicin,
l6
LA IMAGEN CIENTIFICA
a lo que principalmente aspiro es a hacerles creble, a travs de experimentos, que casi todos los tipos de cualidades, la mayor parte de las cuales han
sido dejadas sin explicacin por las escuelas o generalmente han sido referidas
a no s qu incomprensibles formas sustanciales, pueden ser producidas mecnicamente, es decir, por agentes corpreos. Entiendo por ello aquellos agentes
que no parecen operar de otra manera que en virtud de su movimiento, tamao, figura y diseo de sus propias partes (llamo a estos atributos afecciones
mecnicas de la materia).2
Aquello
Ellos se percataron muy bien de que dar cuenta de fenmenos tales como
el calor o las reacciones qumicas nicamente en trminos de atributos
mecnicos requera de por lo menos una tcora atmica de la materia. Pero
supongo que est claro que enfrentan otra vez el mismo dilema en cuanto a
las regularidades que postulan en el comportamiento de las partes dcl tomo.
All no son posibles las explicaciones mecnicas, puesto que los tomos no
tienen partes ulteriores. As que, o bien deben atribuir poderes, cualidadcs y
propiedades causales especficas a esos tomos para explicar por qu stos
actan y reaccionan de la manera en que lo hacen, o bien deben rechazar,
como los nominalistas antes que ellos, la demanda de explicacin.
Adems, se ganaron un problcma. Parte de la motivacin para el rechazo
nominalista del mundo de poderes, propiedades y disposiciones de los realistas aristotlicos (vuelto farnoso por la virtus dormitiva de Molire) era
epistcmolgica. La observacin de los fenmenos no apuntaba sin ambigedad hacia las supuestas conexiones causales detrs de ellos. Este problema
existe de manera similar para las hiptesis atmicas: los fenmenos no
deciden su verdad o falsedad, aunque quizs son explicados mejor por una
hiptesis que por otra. Intentos subsecuentes de los cientficos por clarificar
las bases filosficas de su disciplina encontraron an ms difcil de reconciliar el empirismo que profesaban y su antipata hacia la metafsica, con
una no autorizada creencia en hiptcsis que describen un mundo supuesto
ms all de los fcnmcnos.
Esto llev en el siglo xx al fcnomenalismo de Ernst Mach, al convencionalismo de Henri Poincar y al ficcionalismo de Pierre Duhem. En el
siglo xx, el empirismo lgico de Hans Reichenbach y el positivismo lgico de Rudolf Carnap fueron desarrollos ulteriores en esta vuelta radical al
empirismo.
2 The Wrks of the Honourable Robert Boyle, Londres, Birch, 1672, vol. ur, pg. l3;
tomo el pasaje de R.S. Woolhouse, Locke's Philosophy of Science and of Language, Oxford,
Blckwell, 1971, que contiene un excelente examen de los temas losficos de tal periodo y
dcl papcl quc desenrpe Boyle.
INTRODUCCIN
t7
Iti
LA IMAGEN CIENTIFICA
INTRODUCCIN
l9
la creencia en su adecuacin emprica, puede todava haber una gran diferencia en cul de ellas aceptar. La diferencia es pragmtica, y argumentar
que las vitudes pragmticas no nos dan ninguna razn, por encima de la
evidencia de los datos empricos, para pensar que una teora es verdadera.
As que argumentar en favor de una posicin empirista y en contra
del realismo cientfrco. De alguna manera, la filosofa est sujeta a modas;
no ms que otras disciplinas intelectuales, supongo, pero al menos en la
medida en que casi cualquier filsofo comenzar explicando que se opone
a la concepcin "dominante" o "aceptada", y que presentar la suya propia
como revolucionaria. Sera entonces bastante sospechoso si en este punto
yo dijera que el realismo cientfico se ha vuelto dominante en la filosofa
de la ciencia. Otros ciertamente lo han catacterizado como el vencedor
emergente: lsaac Levi escribi recientemente: "mi propia opinin es que el
atad del empirismo est ya fuertemente sellado".3 Y Arthur Fine, en una
rplica a Richard Healey, afirma:
Las objeciones que l dirige en contra de una comprensin realista [de la mecnica cuntica] deben. . . supuestamente mover a mis colegas filsofos hacia
las mismas convicciones antirrealistas que el seor Healey piensa que son sostenidas por muchos fsicos. No estoy seguro de cuntos fsicos sostienen tales
convicciones antirrealistas estos das [. . . ] Sospecho [. . .] que la mayora de
los fsicos que se apartan del realismo estn ms influidos por la tradicin en
la cual fueron educados de lo que lo estn por estos argumentos ms bien recientes y complicados. Esta tradicin es el legado profundamente positivista
de Bohr y Heisenberg [. . .] No estoy muy preocupado de que mis colegas
filsofos se sientan seducidos por consideraciones positivistas pareadas con
razones insustanciales, pues nos educamos de manera diferente.a
l5l-152.
20
LA IMAGEN CIENTFICA
2
ARGUMENTOS CONCERNIENTES AL
REALISMO CIENTFICO
El rigor de la ciencia exige que distingamos bien entre la gura
sin ropajes de la naturaleza en s misma y el hbito abigarrado
con el cual nosotros la vestimos a nuesfo gusto.
He inric h
Hertz'
i;::;"r'rT;;i"T' :1lB
11
LA IMAGEN CIENTFICA
l.l
Scierce, Perception and Reality, Nueva York, Humanities Press, 1962; vase la nota
al pic <lc la pigina 97. Vase tambin mi resea de su libro Studies in Philosophy and it.s
I I story, en Annuls of Stie nce, enero de 1977.
23
Lo anterior aborda una cuestin de epistemologa, pero tambin arroja alguna luz indirecta sobre lo que es, en opinin de Sellars, sostener una teora.
Brian Ellis, quien se autoproclama realista respecto a entidades cientficas
ms que realista cientfico, parece estar de acuerdo con ese enunciado de
Sellars, pero ofrece la siguiente formulacin de una posicin ms fuerte:
Entiendo el realismo cientfico como la posicin segn la cual los enunciados tericos de la ciencia son, o pretenden se descripciones generalizadas
verdaderas de la realidad.2
Richard Boyd:
Que tpicamente los trminos en las teoras cientficas maduras aluden a algo
(esta formulacin se debe a Richard Boyd), que tpicamente las teoras aceptadas en una ciencia madura son aproximadamente verdaderas, que el mismo
trmino puede referir a la misma cosa aun cuando figure en teoras diferentes;
estos enunciados son vistos por el realista cientfico [. . . ] como parte de la
nica descripcin cientfica adecuada de la ciencia y de las relaciones con sus
objetos.a
24
LA IMAGEN cIENTFIcA
formulacin de la posicin realista bsica. Muestran tambin que la formulacin debe incorporar una respuesta a la pregunta de qu es aceptar o
sostener una teora. Voy a proponer ahora una formulacin que me parece
que da sentido a las observaciones anteriores, y que tambin hace inteligibles los razonamientos de los realistas que examinar ms adelante, sin
cargarlos con ms que el mnimo necesario para ello.
La ciencia se propone darnos, en sus teoras, un relato literalmente
verdadero de cmo es el mundo; y la aceptacin de una teora cientfica
conlleva la creenca de que ella es verdadera.staesla enunciacin correcta
del realismo cientfico.
Permtaseme defender esta formulacin mostrando que es totalmcnte mnima, y que podra ser aceptada por cualquiera que se considere un realista
cientfico. La enunciacin ingenua deca que la ciencia relata una historia verdadera; la enunciacin correcta dice solamente que el propsito de
la ciencia es hacerlo. El propsito de la ciencia, por supuesto, no debe ser
identificado con los motivos individuales de los cientficos. El propsito
del juego de ajedrez es dar jaque mate al oponente; pero el motivo para
jugar puede ser la fama, el oro y la gloria. Lo que el propsito es determina
lo que cuenta como xito en la empresa como tal; y este propsito puede
perseguirse por muchas razones. Adems, al llamar e/ propsito a algo, no
niego que haya otros propsitos subsidiarios que puedan o no ser medios
para ese fin: todo el mundo estar fcilmente de acuerdo en que la simplicidad, la informatividad, el poder predictivo y la explicacin son (tambin)
que deseo dar la formulacin ms
virtudes. Acaso mi formulacin
-puesto aceptable- podra ser aceptadbil de la doctrina que sea generalmente
da incluso por cualquier filsofo que considere que el propsito principal
de la ciencia es algo que solamente requiere del descubrimiento de teoras
verdaderas.
CIENTFICO
25
dad.s Ello no quiere decir que alguien llegue a tener alguna vezla garanta
racional para formular tal creencia. Tenemos que abrir un espacio para la
posicin epistemolgica, actualmente un tema importante de debate, segn
la cual una persona racional nunca asigna probabilidad personal I a ninguna
proposicin, excepto a una tautologa. Creo que sera raro que un realista
cientfico hiciera suya esta posicin en epistemologa, pero ciertamente es
posible.6
cia de que es verdadera" debe reemplazarse por "cualquier nz6n para pensar que alguna
parte de una teora no es verdadera, o puede no serlo, es una razn para no aceptarla". El
inconveniente de esta altemativa es que deja abierto cul es la actitud epistemolgica que
est involucrada en la aceptacin de una teora. Esta pregunta tambin debe responderse, y
en la medida en que hablemos de una aceptacin total ---+n vez de una aceptacin parcial,
tentativa o restringida de otra manera- no veo cmo un realista podra hacer algo distinto
de identificar dicha actitud con una creencia completa. (Es un lugar comn que teoras que
se creen falsas sean empleadas para problemas prcticos
mecnica clsica para poner en
-lameta es la verdad, y la aceptacin
rbita satlites, por ejemplo.) Esto es as debido a que si la
requiere de la creencia en que esa meta se est cumpliendo. . . Tambin debo mencionu la
enunciacin del realismo en el inicio del escrito de Richard Boyd, "Realism, underdetermination, and a Causal Theory of Evidence", Nos, 7, 1973, pgs. l-l 2. Excepto por algunas
dudas en torno a su uso de los trminos "explicacin" y "relacin causal", pretendo que mi
enunciacin del realismo est en entera concordancia con la suya. Finalmente, vase c.A.
Hooker, "Systematic Realism", Synthese,26,1974,pgs.409491; esp. pgs. 409 y 426.
6 Me parece que ms tpica del realismo es la clase de epistemologa que se encuentra
en
ellibrodeClarkGlymourqueestporaparecer: TheoryandEvidence,Prncelon,princeton
university Press, 1980, excepto, por supuesto, porque est desarollada completa y cuidado-
samente de una manera especfica. (Para este tema, vase especialmente el captulo .,por qu
no soy bayesiano".) Sin embargo, no veo ninguna razn de por qu un realista, en cuanto tal,
no podra ser bayesiano a la manera de Richard Jeffrey, aun cuando la postura bayesiana haya
sido asociada anteriormente con posiciones antirrealistas, e incluso instrumentalistas, en la
Iilosofa de la ciencia.
26
$
LA IMAGEN CIENTFICA
as interpretado, el relato
es
verdadero. Esto divide a los antirrealistas en dos tipos. El primer tipo sostiene que la ciencia es o trata de ser verdadera si se interpreta correctamente
(pero no literalmente). El segundo sostiene que el lenguaje de la ciencia
debera ser interpretado literalmente, pero sus teoras no necesitan ser verdaderas para ser buenas. El antirrealismo que voy a defender pertenece al
segundo tipo.
No es tan fcil expresar Io que se quiere dccir con una interpretacin*
litcral. La idea viene tal vez de la teologa, donde los fundamentalistas
interpretan la Biblia literalmente, y los liberales tienen una variedad de interpretaciones alcgricas, metafricas y analgicas que "desmitifican". El
problema de explicar qu significa una "interpretacin literal" pertenece a
la filosofa del lenguaje. Ms adelante, en la seccin $ 7, donde examino brevemente algunas de las opiniones de Michael Dummett, habr de subrayar
que "literal" no significa "valorado como verdadcro". El trmino "literal"
est suficientemente bien comprendido por el uso filosfico general, pero
* Aun cuando van Fraassen emplea la palabra "construal", que tiene una conexin muy
inrportante con su idea de un "empirismo constructivo", se ha optado por traducirla como
"intcrpretacin", haciendo hincapi, sin embargo, en que se trata de una interpretacin literal,
la cral cs prcticamcnte una construccin. [N. del T.]
CIENTFICO
27
$ 1.3 EMPTRTSMO
CONSTRUCTM
28
LA IMAGEN CIENTFICA
29
ideales de investigacin, podra reivindicarse a largo plazo la identificacin entre la aceptacin de una teora y la creencia de que es verdadera
o empricamente adecuada, es una cuestin distinta. A m me parece una
cuestin irrelevante dentro de la filosofa de la ciencia, porque una respuesta afirmativa no borrara la distincin que hemos establecido ya con
las observaciones precedcntes. (La pregunta incluso puede suponcr que los
LA IMAGEN CIENTIFICA
30
31
ptulo.
$
2.
LA "DTCOTOMA" TEORA/OBSERVACIN
por "The Ontological Status of Theoretical Entities" ["El estatus ontolgico de las entidades tericas"l dc Grover Maxwell, en oposicin directa, en
ttulo y tema, al de Carnap. ste es el locus classicus para la disputa de los
nuevos realistas acerca de que la distincin teora/observacin no puede ser
trazada.
su inters en los nuevos descubrimientos astronmicos y en las especulacioncs de su tiempo. stos son ejemplos extremos, pero muestran que
no se puedcn sacar conclusioncs inmediatas de la carga terica de nuestro
lenguaje.
Tambin aqu es importante no confundir observar (un ente, tal como una cosa, acontecimicnto o proceso) conobservar que (una cosa o la
otra es el caso). Supongamos que a uno de los hombres de la Edad de
Picdra encontrados recicntemente en las Filipinas se le muestra una pelota dc tcnis o un choque de automviles. Por su comportamiento, vemos
que los ha notado; por ejemplo, toma la pelota y la anoja. Pero l no
ha visto que es una pelota de tenis, o que algn suceso es un choque de
automviles, pues l ni siquiera ticne esos conceptos. No puede obtener
csa informacin a travs de la pcrcepcin; tendra primero que aprender
32
LA IMAGEN CIENTFICA
muchas cosas. Sin embargo, decir que l no ve las mismas cosas y acontecimicntos que nosotros es simplemente tonto; es un retrucano que se
vale de la ambigedad entre ver y ver que. (Las condiciones de verdad
de nuestro enunciado ".r obserya que A" deben ser tales que cualesquiera conceptos que .r tenga, presumiblemente relacionados con el lenguaje
que x habla si es humano, entren de alguna manera como variable dentro
de la correcta definicin de verdad. Por tanto, decir que.r observ la pelota de tenis no implica en lo ms mnimo que r observ que era una
pelota de tenis; eso requerira algn conocimiento conceptual del juego de
tenis.)
Esta serie continua de supuestos actos de observacin no corresponde directamente a tn continuum enlo que es supuestamente observable. Porque si
algo puede ser visto a travs de una ventana, tambin puede ser visto con la
ventana abierta. De manera semejante, las lunas de Jpiter pueden ser vistas
a travs de un telescopio; pero tambin pueden ser vistas sin telescopio si
uno est lo suficientemente cerca. Que algo sea observable no implica automticamente que las condiciones sean adecuadas para observarlo ahora.
El principio
es:
se nos presenta
bajo
Esto no est concebido como una definicin, sino solamente como una gua
aproximada para evitar falacias.
7 G. Maxwell, "The Ontological
CIENTFICO
33
-si
34
LA IMAGEN CIENTFICA
Si
35
no tiene ninguna importancia ontolgica." 9 Ninguna importancia ontolgica si la cuestin es solamente en qu medida "obseryable" y "existe" se
implican mutuamente, porque no lo hacen; pero no tiene tampoco ninguna
importancia para la cuestin del realismo cientfico?
Recurdese que defin el realismo cientfico en trminos del propsito de
la ciencia y de actitudes epistemolgicas. La cuestin es qu propsito tiene
la actividad cientfica y qu tanto hemos de creer cuando aceptamos una
teora cientfica. Cul es la forma idnea de la aceptacin: creer que la teora, en conjunto, es verdadera, u otra cosa? Para esta pregunta, lo que es
observable por nosotros sin duda parece pertinente. De hecho, podemos
intentar una respuesta en este punto: aceptar una teora es (para nosotros)
creer que es empricamente adccuada: que todo cuanto la teora dice acerca
de lo que es observable (por nosotros) es verdadero.
Se objetar inmediatamente que, en esta propuesta, lo que el antirrealista decida creer acerca del mundo depender en parte de lo que crea que
es su rango de evidencia accesible
ms bien, el de la comunidad
-o, a la especie humana como la
epistemolgica. Actualmente, considerunos
36
LA IMAGEN cIENTFIcA
Considerar esto como una objecin al antirealismo es proclamar la exigencia de que nuestras polticas epistemolgicas deben dar los mismos
resultados independientemente de nuestras creencias acerca del rango de
evidencia accesible para nosotros. Esta exigencia no me parece racionalmente apremiante en modo alguno; podra mirrselo con respeto, pensara
yo, slo a travs de un escepticismo total o a travs de un compromiso con
saltos de fe al por mayor. Pero no podemos resolver las grandes cuestiones
de la epistemologa en passant en la filosofa de la ciencia; as que slo
concluir que no es irracional , a juzgar por las apariencias, comprometerse
nicamente con la bsqueda de teoras que sean empricamente adecuadas,
aquellas cuyos modelos encajan con los fenmenos observables, al tiempo que reconocer que lo que cuenta como un fenmeno observable est
en funcin de lo que es la comunidad epistemolgica (qlue observable es
ob
se
n ab I e -p ara- no s o t ro s).
la ciencia.
$3. TNFERENCIA HACIA LA MEJoR EXpLrcAcrN
al pie de la pgina 97. Vase tambin mi resea de su libro Studies in Philosophy and its
I I istory, en Annals of Scie nce, enero de 1977.
CIENTFICO
Gilbef Harman.ll
37
Presentar
solamente una versin simplificada. Supongamos que tenemos la evidencia E y estamos considerando vaias hiptesis, digamos H y H'.La regla
dice que debemos inferir H ms bien que I1l precisamente si 11 es una mejor explicacin de E que H'. (Varios requisitos son necesarios para evitar
la inconsistencia: deberamos tratar de movernos siempre hacia la mejor
explicacin global de toda la evidencia disponible.)
Se argumenta que seguimos esta regla en todos los casos "ordinarios",
y que si la seguimos consistentemente en todas partes, seremos llevados
rr
"The Infeence to the Best Explanation", Phlosophical Review,74,1965, pgs. 88"Knowledge, Inference and Explanation",American Philosophical Quarterly,5,1968,
pgs. 16,1-173. La posicin de Harman ha sido desarrollada en publicaciones subsecuentes
(Nos, 1967; Journal of Philosophy, 1968; en M. Swain (comp.), Induction,l9T0; en H.-N.
('astaeda (comp.),Action,Thought, and Reality,l975;y ensulibroThought, cap. l0). Aqu
no considerar estos desarrollos ulteriores.
9.5, y
LA IMAGEN CIENTFICA
38
laxo; en este sentido, siempre nos comportamos de acuerdo con la regla de que cualquier conclusin puede ser inferida de cualquier premisa.
As que, para seguir una regla, parece que debo estar en la disposicin
de creer todas las conclusiones que permite, mientras que indudablemente no debo estar dispuesto a creer en conclusiones divergentes de aquellas
que permite, o, si no, debo cambiar mi disposicin a creer las premisas
en cuestin.
ciefos casos, es unahiptesis psicolgica acerca de lo que estamos dispuestos o no a hacer. Es una hiptesis emprica, para ser confrontada con los
datos y con hiptesis rivales. He aqu una hiptesis rival: estamos siempre
dispuestos a creer que la teora que explica mejor las pruebas es empricamente adecuada (que todos los fenmenos observables son como la teora
dice que son).
De esta manera, ciertamente puedo dar cuenta de los mltiples casos en
los que un cientfico parece argumentar a favor de la aceptacin de una
teora o hiptesis, Sobre la base de su xito explicativo. (Algunos de dichos
ejemplos son relatados por Thagard.)I2 Porque recurdese: yo equiparo
la aceptacin de una teora cientfica con la creencia en que es adecuada
empricamente. Por tanto, tenemos dos hiptesis rivales concernientes a
estos ejemplos de inferencia cientfica: una es apta en una consideracin
realista, la otra, en una consideracin antirrealista.
Casos como el del ratn en la alacena no pueden proveer pruebas signihcativas para estas hiptesis rivales. Dado que el ratn s una cosa observable,
"hay un ratn en la alacena" y "todos los fenmenos observables son co-
P. Thagard, tesis doctoral, Universidad de Toronto, 1977,y "The Best Explanation: Criteria forTheory Choice",Journal ofPhilosophy,75,1978,pgs.76-92.
39
falsa?
caciones.l3 Algunos son ms bien vagos, como el de simplicidad (pero no es la simplicidad una razn para usar una teora, crase o no en
clla?). Los criterios precisos provienen de la teora estadstica, la cual
ltimamente ha mostrado ser de maravillosa utilidad para la epistemologa:
13 Vase especialmente "Knowledge,
Inference and Explanation", pg. 169.
40
I/
LA IMAGEN CIENTFICA
es una mejor explicacin que
-Il
qrte Ht
plausibilidad
El uso de probabilidades "iniciales" o a priori en (a)
-la
inicial de las hiptesis mismas- es tpica de los as llamados bayesianos.
Una prctica estadstica ms tradicional sugiere solamente el uso de (b). Pero
es
aun eso presupone que 11 y 11l otorgan a E probabilidades definidas. Si
simplemente la negacin de ^F1, esto no es generalmente el caso. (Imagnese
que 1 dice que la probabilidad de E es igual a f . Lo mximo que no H traer
como consecuencia es que la probabilidad de E sea algn nmero diferente
ae f ; V usualmente ni siquiera traer como consecuencia tanto como esto,
puesto que
tendr tambin otras implicaciones.)
Los bayesianos tienden a salir al paso de este problema de "indisponibilidad de probabilidades" formulando la hiptesis de que cada quien tiene
una probabilidad subjetiva especfica (grado de creencia) para cada proposicin que puede formular. En ese caso, no importa lo que sean E, H, H';
todas estas probabilidades estn realmente disponibles (en principio). Pero
ellos obtienen esta disponibilidad haciendo las probabilidades enteramente
subjetivas. No creo que los realistas cientficos deseen que sus conclusiones
giren alrededor de la plausibilidad inicial subjetivamente establecida de que
hay entidades inobservables; as que dudo que este tipo dejugada bayesiana
pueda ayudar aqu. (Este punto surgir de nuevo en una forma ms concreta
en conexin con un argumento de Hilary Putnam.)
ll'
Il
He mantenido esta discusin en un nivel muy abstracto, pero los argumentos ms concretos de Sellars, Smart y Putnam sern examinados ms
adelante. Por lo menos debera estar claro que no hay un argumento simple
y directo que vaya desde el sentido comn hasta lo inobservable. Seguir
meramente las pautas ordinarias de inferencia en la ciencia no nos hace a
todos nosotros obvia y automticamente realistas.
-si
CIENTFICO 4I
42
LA TMAcEN crENTHcA
Sin embargo, Smat replicara sin duda que tal respuesta solamente hace
retroceder la cuestin un paso: qu explica la precisin de las predicciones
basadas en la teora de Copmico? Si digo que es la adecuacin emprica de
tal teora, nicamente doy una explicacin verbal. Pues Smart, por supuesto,
no pretende limitar su pregunta a las predicciones reales; la pregunta abarca,
en ltima instancia, todas las predicciones y retrodicciones reales y posibles.
Para ponerlo muy concretamente: qu explica el hecho de que todos los
fenmenos planetarios observables encajan en la teora de Coprnico (si lo
hacen)? Desde los debafes medievales recordamos la respuesta nominalista
de que las regularidades bsicas son meranente regularidades en bruto y
no tienen explicacin. As que aqu el antirrealista, de manera similar, debe
decir: que los fenmenos observables exhiban estas regularidades, a causa
de las cuales ellos encajan en la teora, es nicamente un hecho bruto y puede
tener o no una explicacin en trminos de hechos inobservables "ms all
de los fenmenos"; ello realmente no afecta la virtud de la teora ni nuestra
comprensin del mundo.
I'
l5
s.
CIENTfFICO
43
En otros pasajes, Smart habla de manera similar de "coincidencias csmicas". Las regularidades en los fenmenos observables deben ser explicadas
en trminos de una estructura ms profunda, porque de otra forma nos quedamos con la creencia en accidentes afortunados y coincidencias a escala
csmica.
Sostengo que si la demanda de explicacin implcita en estos pasajes
fuera formulada con precisin, conducia directamente al absurdo. Porque
si el solo hecho de postular regularidades sin explicacin hace de Z' una
teora pobre, 7 no ser mejor. Por otra parte, si hay alguna limitacin precisa
respecto a qu tipos de regularidades pueden postularse como bsicos, el
contexto del argumento no ofrece ninguna razn para pensar que Z' deba
automticamente ser peor que Z.
En cualquier caso, me parece que es ilegtimo igualar el ser un accidente
afortunado, o el ser una coincidencia, con el no tener explicacin. Fue por
una coincidencia que encontr a mi amigo en el mercado; pero puedo explicar por qu yo estaba all y l puede explicar por qu vino, as que juntos
podramos explicar cmo ocurri ese encucntro. Lo llamamos coincidencia
no porque el incidente fuera inexplicable, sino porque no fuimos individualmente al mercado con el fin de encontrarnos.16 No puede pesar sobre
la ciencia la exigencia de proveer una eliminacin terica de las coincidencias o de las correlaciones accidentales en general, porque ello ni siquiera
tendra sentido. No hay aqu nada que motive la demanda de explicacin;
se trata solamente de un replanteamiento en trminos persuasivos.
Al
argumentar contra Smart, dije que si la demalda de explicacin implcita en sus argumentos fuera formulada con precisin, conducira al
absurdo. Ahora examinar una formulacin precisa de la demanda de explicacin: el principio de Reichenbach de la causa comn. Como ha sealado
recientemente Salmon, si el principio es impuesto como una exigencia
para nuestros relatos acerca de lo que hay en el mundo, entonces nos
vcmos conducidos a postular la existencia de sucesos y procesos inobservables. l7
16 Esta cuestin fue claramente expuesta por Aristteles, Fsica,tt, caps. 4-6. (Vanse
especialmente l96a l-20: l96b 2o-l97a 12.)
r7 W. Salmon, "Theoretical Exptanation", pgs. 118-145 en S. Krner (comp.), Explanution, Oxford, Blackwell, 1975. En un trabajo posterior, "Why ask why?", Presidential
Addrcss, Prot'. American Philosophical Association,5l, 1978, pgs.683-705, Salmon des-
44
LA IMAGEN cIENTFIcA
y aade que la demanda de una causa comn para explicar coincidencias aparentes es la que
encierra el principio bsico que est dets de su argumentacin. Sin embargo, l ha debilitado el principio de la causa comn de manera que evita las objeciones que he formulado
en esta seccin. Me parece que su argumento en favor el realismo es, asimismo, corespondientemente dbil. En la medida que no haya una exigencia universal de una causa comn
para todas las regularidades o correlaciones, no hay entonces ningn argumento en pro del
realismo. Lo nico que hay es una explicacin de por qu es satisfactoria para el pensamiento
la postulacin de mecanismos explicativos, incluso inobservables, cuando podemos hacerlo.
CIENTFICO
45
No hay argumento de que las prerisas nos constrian a la conclusin realisfa. Salmon, en
una conversacin, ha sugerido que tal vez podramos imponer la demanda universal de explicacin de que slo se admite que queden sin explicacin las correlaciones entre sucesos
espaciotemporales (aproximadamente) coincidentes. No veo ningunaraznpara ello; pero
adems, se trata de una demanda que no satisface la mecnica cuntica, donde hay correlaciones no locales (como en la "paradoja" de Einstein-Podolski-Rosen); la fsica ortodoxa
que definimos el predicado P( -m) pan aplicarlo a una cosa en un tiempo f exactamente si el
prcdicado P se aplica a ella en el tiempo f+rn. En tal caso, la descripcin de sus "propiedades"
en el tiempo r, al utilizar el predicado P(-m), ciertamente aportar informacin al respecto
dc si la cosa es P en el tiempo t + m. Pero dicho predicado dehnido "no tiene significado
fsico", su aplicacin no puede determinarse por ninguna observacin emprendida en o antes
dcl tiempo r. De modo que Reichenbach est suponiendo ciertos criterios de adecuacin sobre
la base de aquello que cuenta como una descripcin para la ciencia emprica; y seguramente
est cn lo correcto al hacerlo.
lE H.Reichenbach,ModernPhilosophyofSt'ience,Londres,RoutledgeandKeganPaul,
46
LA IMACEN CIENTIFICA
se dehne al estipular
P(B) + 0, y
P,X: P(X/C)
PC(X/Y): P,(X&Y) + P,(Y)
es
: P(x/y&c)
P(AIB):'+#
P(A) + Oy P(B)
O,
P(C) +
P(A) . P(B)
se sigue que, si
47
considerar la probabilidad de que A ocurra dado que B ocurra' La probabilidad de lluvia, dado que el cielo est nublado, claramente es ms alta que
la probabilidad de lluvia en general. Decimos que .B es estadsticamente
relevante para A si la probabilidad de A dado B ----en notacin: P(AlB)es diferente de P(A). Si P(A /B) es ms alta que P(A), decimos que hay
una correlacin positiva. Sicmpre y cuando A y B sean sucesos que tienen
alguna probabilidad positiva de ocurrencia (i.e. P(A), P(B) no son cero),
sta es una relacin simtrica. Las definiciones precisas son las siguientes:
CrcNrr,ICO
P(AlB&c)
P(A/c)
ACB es conjuntiva,esto
a continuacin:
l)
se sigue lgicamente de
(2)-(5).
4t
LA IMAGEN CIENTFICA
ffiin"
qu"
F,
(8)
: I ln
(c) P(F : Gf S) :
(b) p(Gls)
(a) P(F;/S)
: t/n
est
un
elegante resultado general concerniente a la medida
en que una ..explicacin,, estadstica de
una conelacin a travs de una tercera vaiabre
requiere der determinismo, es el lema bsico
cleNrr'lco
49
(9)
P(F I S).P(Gi I S)
P(Fi&Gil S) :
lnz
P(Fl S)
II
cuyos valores son iguales solamente si n es cero o uno ----e I caso determinista.
En todos los otros casos, S no calihca como la causa comn del nuevo estado,
siendo ste F o Gi y si S es complcta, ninguna otra cosa puede calificar
tampoco.
(2*)
50
LA tMAcEN cIENTFICA
CIENTFICO
51
Wilfrid Sellars fue uno de los lderes del retomo al realismo en la filosofa
de la ciencia, y en sus escritos de las tres dcadas pasadas ha desarrollado un
2l
Hay otra va: si la correlacin entre A y B es conocida, pero slo dentro de lmites
inexactos, la postulacin de la causa comn C por una reora que escr'cifica P(A/C) y P(B / C)
implicar entonces una relacin estadstica precisa entre A y B, la cual puede estar sujeta a
una experimentacin ulterior.
22 Vanse mi atculo "Wilfrid Sellars on Scientific Realism",
Diatogue, 14, lgis,
pgs.6O6-616; W Sellars, "Is Scientific Realism Tenable?", pgs.3O7-334, en F. Suppe
y P. Asquith (comps.), PSA 1976, East Lansing, Mich., Philosophy of Science Asociarion,
1977 , vol. u, pgs. 307-334; y mi "On the Radical Incomplereness of the Manifiest Image",
ibd., pgs. 335-343; y vase tambin la nora l, anres.
23 W. Sellars, "The Language of Theories", en su
libro ^Sci nce, Percept'ion, and Reality,
52
LA IMAGEN cIENTFICA
es negro") son explicados cientficamente por regularidades generales observables ("todos los cuervos son negros"), las que a su vez son exillicadas
por hiptesis altamente tericas sin restriccin en cuanto a lo que dicen acerca de lo observable. Los tres niveles son comnmente designados como el
del hecho,eldelaley empricay eldelateora. Pero como Sellars seala, las
CIENTFICO
53
hccho, ninguna explicacin parece posible, a menos que acordemos buscar nuestras variables fsicas fuera de lo observable. pero la ciencia trata
dc explicar, debe tratar de explicar, y as, debe exigir la creencia en esta
microestructura inobservable. Tal es el argumento de Sellars.
Hay aqu por lo menos tres preguntas frente a nosotros. Esta postulacin
dc una microestructura no tiene realmente nuevas consecuencias en los
fcnmenos observables? Pesa realmente sobre la ciencia la exigencia de
que dcba explicar, aun si los medios de explicacin no ofrecen ninguna
ganancia en cuanto a las predicciones empricas? y tercero,
podra existir
una razn diferente para servirse de la imagen de una microestructura en el
dcsarrollo de una teora cientfica en un caso como ste?
Primero, me parece que estos qumicos hipotticos postulaban tambin
nuevas regularidades observables. Supngase que las dos sustancias son
A y B, con grados de disolucin x y x +y, y que cada muestra de oro es
una mezcla de estas sustancias. Entonces se sigue que cada muestra de
oro se disuelve en un grado no menor que .x y no mayor que _r + y; y que,
cntre estos dos, algn valor puedc ser encontrado --dentro de los lmites de
cxactitud de la mezcla de oro. Nada de esto es implicado por los datos de
que las diferentes mezclas de oro se disolvieron en varios grados entre.x y
,r + y. De manera que el primer argumento de Sellars es falso.
Podemos suponer, por respeto al ejemplo de Sellas, que, sin embar_
54
LA IMAGEN CIENTIFICA
la mecnica cuintica en algn tipo clsico de teora determinista, esas pruebas se basan en exigencias mucho mis fuefes que la consistencia. Para dar
un ejemplo, uno de esos supuestos es que dos variables fsicas distintas no
pueden tener las mismas distribuciones estadsticas en la medicin de todos
(ilosado en trminos de teoras: aun si ciefas clases de teoras son indisrcnsables para el avance de la ciencia, ello no muesta que esas teoras sean
vcrdaderas in toto, as como tampoco empricamente correctas.
Putnam ataca esta posicin efectuando un rodeo: critica primero los
nralos argumentos en contra del ficcionalismo, y luego cosecha de esa discrsin sus razones para rechazarlo. La principal malarazn que ve es la
tlcl vcrificacionismo. Los positivistas lgicos se adhiricron a la teora verilicacionista del significado, la cual a grandes rasgos dice que el contenido
cognoscitivo total de una asercin, todo lo que en ella es significativo, est
cn funcin de que los resultados empricos puedan verificarla o refutarla.
lbr tanto, ellos dian que no hay diferencias reales entre dos hiptesis con
cl nismo contenido emprico. considrense dos teoras acerca de cmo es
cl mundo: la teora atmica de Rutherford y la hiptesis de vaihinger que
rlicc que, a pesar de no haber electrones ni cosas por el estilo, el mundo
rbscrvable es, no obstante, precisamenle como si la teora de Rutherford
ftcra verdadera. El verificacionista dira: estas dos teoras, a pesar de que
la dc vaihinger parece ser consistcnte con la negacin de la de Rutherford,
Hilary Putnam, Philosophy of Logic, Nueva york, Harper and Row, l97l
-vase
rrlrin nri resea de es te libto en canadian Journal of p hilosophy, 4,1975, pgs. 73r-j
43.
l'trcslo que las posiciones metafsicas de Putnam han cambiado drsticamente en los ltimos
rri.s, mis observaciones se aplican nicamente a sus posiciones tal y como aparecieron en
rliclur Iibro.
2e op. <.ir., pg. 63.
t
filosfica
55
CIENTFICO
LA IMAGEN CIENTFICA
56
racionales? Qu decepcionante.
En realidad, las cosas no suceden de esa manera. Putnam ha desplazado
hbilmente la discusin de los electrones hacia los demonios, y nos pide
que consideremos cmo podramos descartar su existencia. Sin embargo,
tal como est presentada la opinin de Vaihinger, slo difiere de la de Rutherford por ser ms dbil lgicamente: rehsa asentir a una afirmacin de
existencia. Se sigue automticamente que la opinin de Vaihinger no puede
ser a priori menos plausiblc que la de Rutherford. La maniobra ideolgica
de Putnam cuando mucho podra utilizarse para acusar a un "atco" antirrealista de irracionalidad (en relacin con la propia postura de Putnam, por
supuesto); pcro no a uno del gnero agnstico'
Putnam concluye esta lnea de razonamientos preguntando qu ms podra pcdirse como evidencia para la verdad de una teora que aqucllo que el
30 lbd., pg.61
CIENTFICO
57
Iista formulacin es muy diferente de la que he proporcionado, aun si consitlcramos el caso en que esa teora o discurso sea la ciencia o el discurso
cicntfico. Puesto que la amplia discusin de los puntos de vista dc Dumrnctt ha hecho que se acepte la forma en que emplea estos trminos, y puesto
quc Putnam comienza su discusin de esta mancra, nccesitamos examinar
cu idadosamente tal formulacin.
En mi opinin, el uso que hace Dummctt de los trminos es bastante
itliosincrsico. La enunciacin de Putnam, aunque muy brcve, es escncialrlcntc accrtada. En su artculo "Realism", Dummet comienza describiendo
varios tipos de realismo de la forma tradicional, como discusioncs acerca
tlc si rcalmcnte existen entes de un tipo particular. Pero dice que en algunos
casos que desea discutir, tal como la realidad dcl pasado y el intuicionisnro cn matcmticas, le parece que los temas principales giran alededor de
rr
lbd., pg.69.
12 }{ilary Putnam, Muthemati(:s, Motter and Metlod, Cambridge, Cambridge University
l'r'css, 1975, vol. t, pgs. 69
s.
58
LA IMAGEN CIENTIFICA
otras cuestiones. Por esta razn propone un nuevo tratamiento: tomar tales
discusiones como
referentes no a una clase de entes o a una clase de trminos, sino a una clase
de proposiciones 1...] Yo caracterizo el realismo como la creencia de que
las proposiciones de la clase en cuestin poseen un valor objetivo de verdad,
independientemente de los medios con que las conozcamos: son verdaderas o
falsas en virtud de una realidad que existe independientemente de nosotros. El
antirrealista opone a esta tesis la perspectiva segn la cual las proposiciones
de la clase en cuestin deben entenderse nicamente mediante la referencia al
tipo de cosa que consideramos como evidencia para una proposicin de esa
clase.33
59
Notamos tambin que Dummett, al menos en este pasaje, no se ha preocupado por excluir interpretaciones no literales de la teora, mientras tengan
valores de verdad. Ambas cosas no son iguales; cuando Strawson interpret
la frase "El rey de Francia en 1905 est calvo" como ni verdadera ni falsa, no
cstaba haciendo una interpretacin no literal de nueso lenguaje. Por otra
Tal vez Dummett tiene razn cuando afirma que lo que realmente est
cn juego en las discusiones realistas de varios tipos son preguntas acerca
tlcl lenguaje; o, si no estin realmente en juego, son al menos los ni-
no hubiramos existido, y no hubiramos a fortiori tenido ningn conocimiento, el estado de cosas con respecto a las entidades abstractas sera
el mismo.
lcnguaje.
El mismo Dummett adviefe de inmediato que, en este sentido, los nominalistas son realistas.34 Por ejemplo, si se dice que los entes abstractos no
existen, y los conjuntos son entes abstractos, en conclusin, los conjuntos
no existen. Por ello, ciertamente se acordar un valor de verdad a todos los
enunciados de la teora de conjuntos. Podra objetarse que si se adopta esta
posicin, entonces se tiene un procedimiento dc decisin para determinar
los valores de verdad de estos enunciados (falso para los cuantihcados existencialmente, verdadero para los universales, aplquense tablas de verdad
para el resto). Acaso lo anterior no significa que, segn esta teora, los
valores de verdad no son indepcndicntes de nuestro conocimiento? De ningn modo, porque quien sostiene esa teora claramente cree que si nosotros
33 Michael Dummett, Truth and Other Enigmas, Cambridge, Mass., Harvad University
Press, 1978, pg.146 (vanse tambin las pgs.358-361). [Versin en castellano: La verdad
y otros enigmas, trad. A. Herrera, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1990.]
34 Dummett aade al pasaje citado que es consciente de que su caracterizacin no incluye
todas las disputas que menciona, y especficamente omite el nominalismo aceca de entidades
abstractas. No obstante, incluye el realismo cientfico como un ejemplo (op. cit.,pgs. 146 s).
el argumento positivo en favor del realismo es que sta es la nica filosofa que
no convierte el xito de la ciencia en un milagro. Que tpicamente los trminos
en las teoras cientficas maduras aluden a algo (esta formulacin se debe a
35 Esto es aqu especialmente pertinente porque la "traduccin" que conecta las dos fundanrcntaciones de las matemticas de Putnam (existencial y modal), como fueron examinadas
cn este ensayo, no es una interpretacin literal: es una proyeccin que presumiblemente prescrva cl carcter de enunciado y el de teorema, pero que no preserva la forma lgica.
60
LA IMAGEN CIENTFIcA
Richard Boyd), que tpicamente las teoras aceptadas en una ciencia madura
son aproximadamente verdaderas, que un mismo trmino puede referir a una
misma cosa aun cuando apuezca en teoras diferentes; estos enunciados son
considerados por el realista cientfico no como verdades necesarias, sino como pae de la nica explicacin cientfica del xito de Ia ciencia y, por tanto,
como parte de cualquier descripcin cientfica adecuada de la ciencia y de las
relaciones con sus objetos.3
CIENTFICO 6I
37
hidrgeno sobrevive como una hiptesis exitosa. En ese caso tambin explicamos por qu
cl ensanchamiento de dichas lneas satisface la frmula sobre la base de la fsica que ahora
accptamos. Tanto la pregunta como la respuesta son muy distintas de la pregunia global
accrca del xito de la ciencia y de la respuesta global del realismo. El realista puedc ahora
Irircer la objecin ulterior de que el antirrealista no puede responder la pregunta que se
rclicre especficamente al ratn, ni tampoco la que se refiere a Ia frmula de Blmer, puesto
3
SALVAR LOS FENMENOS*
Los fsicos consideran que una teora es satisfactoria (l)
si concuerda con los hechos experimentales; (2) si es lgicamente consistente, y (3) si es simple comparada con
otras explicaciones [. . .] De hecho, el inters del autor
en las teoras de variables ocultas slo se despert cuando recientemente supo de la posibilidad de tales pruebas
experimentales.
Los argumentos realistas examinados hasta ahora fueron ante todo crticas
al positivismo lgico. una buena parte de esta crtica fue correcta y exitosa:
la imagen positivista de la ciencia ya no es sostenible. puesto que sta era
cscncialmente la nica imagen de la ciencia al alcance de la filosofa, es
un imperativo desarrollar una nueva teora de la estructura de la ciencia.
Esta teora especialmente debera proporcionar una nueva respuesta a la
prcgunta: qu es el contenido emprico de una teora cientfica?
rir. MoDELOS
Antcs de pasar a los ejemplos, distingamos el enfoque sintctico de las teoras del enfoque semntico de las mismas, que es el que yo prehero. La
xiomtica modema surge de la discusin de teoras geomtricas alternalivas que sigui al desarrollo de las geometras no euclidianas en el siglo
'
64
SALVAR LOS
LA IMAcEN cIENTFlcA
-"io
FENMENOS
Al-A4
65
son verdaderos.
axiomas:l
A0
A
A2
45'
propiedades y rclaciones
Fcilmente se pueden observar aqu algunas
con-
tie
los axiomas
Al-A3;7r
es
Io
ms
44;
no puedcn deducirse
lgicas. Cada unade las teoras es consistente:
inconsistentes: podemos
tridicciones. Segundo, Tt Y Tz son mutuamente
Tt. Tercero, T1 ! T2 por
Jeducir una conlradiccin-si gr"gu-or A5 a
son claramente teores"p-udo implican T6: todos los teoremas de 16
g't primer logro de la lgica simblica modema
mas de las otras Oos.
fuedarleaestaspropiedadesyr.la=.ione.lgicasdefiniciones.sintcti-de
reglas para la manipulacin
cas precisas, nicamnte en trminos de
smbolos.
lgicas tiencn tambin equiNo obstante, puede verse que estas nociones
de lo que la teora dice' acerca
valentes en relaciones expresables en trminos
qu"
trata' Por ejemplo' la conde qu trata y sobre qu podra interprelT:."
mostrando una estructura
sistncia de la teora i se muestra muy fcilmente
IA|.A3sonesencialmentelos..axiomasdeconexin''deHilbertparapuntosylneas;
poun"ions of Ceontelry' trad E'J' Townsend' Chicago' Open Court
vase D. Hilbert, fn,
PublishingCo.,lg02,cap.I'seccinl'Paraunaanlisisoriginalycomprehensivodelos
modelos,tantoenmaremticascomoenlasciercias,vaseP.Suppes,..AComparisonofthe
and rhe Empirical Sciences", synlle se,12,1960'
Mcaning and uses of Modeis in Mathenratics
pgs.287-301.
T7 es Zs ms
llll
Cualquier estructura que satisfaga de esta manera los axiomas de la teose llama modelo de la teora. (Al final de esta seccin relacionar este
rrso con otros ms de la palabra "modelo".) As, la estructura exhibida es
rn nrodelo de Tt y tambin de 26, pro no de 72. La existencia de un
rrodclo establece la consistencia por medio de un argumento bastante dire clo:
rr
fodos los axiomas de la teora (adecuadamente interprefados) son verdadcros en el modelo, por lo que todos los teorcmas son similarmente
vcrdaderos en ella; pero ninguna contradiccin puede ser verdadera de
algo; por lo tanto, ningn teorema es una contradiccin.
66
SALVARLOSFENMENOS
LA IMAGEN CIENTIFICA
67
('uando
lbdcmos ilustrar estas distinciones por medio de la discusin que anIt'cctli a Newton acerca del movimiento planetario. Ptolomeo describi
t'slrs movimientos bajo el supuesto de que la Tierra estaba inmvil. para
ril rro haba diferencia entre el movimiento aparente y el verdadero: el verrl;rrlcro movimiento era exactamente lo que se vea en el cielo. (puede no
st'r'cvidcnte de manera inmediata lo que es ese movimiento: se requiere
r.llcxitin para darse cuenta de que el movimiento de un planeta realmente se
v(' cono un movimiento circular alrededor de un centro que se mueve.) En
l:r lc.ra dc Copmico, el Sol est inmvil. Por ello, lo que vemos son slo
ks rlovimicntos de los planetas relativos a la Tierra, que no est inmvil. El
2
68
mieitos en ese modelo. (Esto se refiere por supuesto a todas las apariencias
efectivas a lo largo de la historia del universo, sean o no obscrvadas.)
La teora de Newton hace bastante ms que esto. Es parte de la teora que
hay un espacio absoluto, que el movimiento absoluto es movimiento relativo
al espacio absoluto, que la acelcracin absoluta causa ciertos estiramientos
y tensiones y, por lo tanto, deformaciones en las apariencias, y as sucesiuu-"nt". Aems, ofreci la hypothesis (su propia tcrminologa) de que el
3 Herbert A. Simon, "The Axiomatization of Classical Mechanics", Philosophy of St'i'
e
SALVARLOSFENMENOS
LA IMAGEN CIENTIFICA
nt' e,
69
ri t. EL
a Op.t'it.,LibromdeOftheSystemoftheWorld,Hypothesisr,prop.xr,yCor.prop.xu.
70
SALVARLOSFENMENOS
LA IMAGEN CIENTIFICA
71
un ejemplo imperfecto
'5 Vase Richard N. Boyd, "Realism, Underdetermination and a Causal Theory of Evi,lcncc", Nar2s, 7,1973, pgs. 1-12.
72
LA IMAGEN CIENTIFTCA
73
rtr sc basaba en
/10 El centro
velocidad absoluta.T
7 Henri Poincar, The Value of Science, trad. B. Halsted, Nueva York, Dover, 1958,
pg. 98. [Versin en castellano: EI valor de la ciencia, trad. A.B. Basio y J. Banft, Buenos
Aires, Espasa Calpe, 1946.] Como Clark Clymour ha sealado en notas no publicadas, una
lnea de razonamiento del tipo que aqu se examina est presente en J. Earman y M. Friedman,
"The Mcaning and Status of Newton's Law of Inertia and the Nature of the Gravitational
Forces", Philosophy of Science,40, 1973, pgs. 329-359.
('l)N
//*,
se mueven con
IN las
F(v).
icncralizando ms, para cada teora ZN(v) hay una teora electromagntica
/:(r,) tal que E(O) es la de Maxwell, y todas las teoras combinadas TN(v)
rnrs E(u) son empricamente equivalcntes entre s.
sta no es una observacin original; Poincar menciona esta equivaIt'rcia inmediatamente despus del pasaje que cit. Al parecer slo son
rrcccsuios algunos ejcmplos comunes, pero correctamente formulados, par :r nostrar en qu medida son factibles los conceptos de adecuacin emprica
y rlc cquivalencia. En el resto de este captulo tratar de generalizar estas
considcraciones, mostrando que los esfuerzos por explicar estos conceptos
.tittttit'licantente los rcducen a un absurdo.
74
$
5. EXTENSIONES:
LA IMAGEN CIENTFICA
SALVARLOS
La idea de que las teoras pueden tener virtudes ocultas que permiten su
extensin exitosa a nuevos tipos de fenmenos es demasiado hermosa como
para abandonarse. Si se desarrolla independientemente del ejemplo de la
seccin anterior, puede trivializar la equivalencia emprica. Tampoco es
una idea novedosa. En la primera leccin de su Course de philosophie
positive, Comte se rehi a la teora del calor de Fourier como aquella que
haca ver la falta de contenido en el debate entre los partidarios de la teora
de la materia calorfica y la teora cintica. Los ejemplos de equivalencia
emprica tienen esta tendencia lamentable hasta la fecha; pierden los de la
materia calorfica. Federico Enriques parece haber apuntado en la direccin
correcta cuando escribi: "Las hiptesis que son indiferentes en la esfera
limitada de las teoras actuales adquieren significado desde el punto de vista
de sus extensiones posibles."S Y esto sugiere que, despus de todo, teoras
FENMENOS
75
ll scccin $2 que, si una teora disfruta de tal victoria, entonces todas las
olrrs teoras empricamente equivalentes a ella sern tambin victoriosas.
As, si la idea de Enriques es correcta, tiene que haber otro tipo de exlcnsioncs que no sean victorias. Supongamos que una teora se enfrenta
(on nuevos fenmenos, y stos no son identificables, ni siquiera a travs
rlc sus pafes, como los movimientos de los modelos de esa teora. Debe
cntonces esa vieja teora sufri una derrota aplastante, y no tener otra esperurza que
nrovimiento.
Esto se puede interpretar como sigue: las dos teoras son empricamente
cquivalentes, pero la de Newton permite cierfas extensiones obvias del segundo tipo. Para verlo de esta manera, uno tiene que considerar la ley G de la
e Brian Ellis, "The Origins and Nature of Newton's Laws of Motion", pgs. 29-8, en
R. Colodrry (comp.), Beyond the Edge of Certainty, Englewood Cliffs, N.J., Prentice-Hall,
196.5.
76
LA IMAGEN CIENTIFICA
l. Al examinar la cuestin
77
de las variables ocultas,
rlc sus axiomas bsicos a estados a los que se aaden variables ocultas.
Sin cmbargo, puede mostrarse fcilmente que cualquier teora razonable de
vrrriables ocultas debe rechazar la generalizacin de l, pero puede aceptar 2.
Si von Neumann hubiera escogido sus axiomas de manera diferente, podra
tixl dc superioridades puede aparecer incluso entre diferentes formulacios dc la misma teora, y puede que resulte aparente slo en la derrota, no
ticncn repercusiones en lo que la tcora dice acerca de lo observable.
rre
sINTcTIco
l.
2.
(aA + bB)
)e
+b < B
>,
a(A) + b(B)ij
l0
F.J.
1973, pgs. 25 s.
l:jcmplos especficos de adccuacin y equivalencia emprica deberan bastirr para establccer la correccin y la no trivialidad de estos conceptos; pero
cs rcccsario dar una formulacin general de ellos. Es aqu donde el enfoque
sillrctico se ha ensayado patentemente, y en donde ha fallado aparatosalrcrttc.
l-a explicacin sintctica de estos conceptos es conocida, ya que es la
t'olumna vertebral de la concepcin de la ciencia desarrollada por los positivistas lgicos. Una teora ha de ser concebida como lo que los lgicos
llrnan una teora dcductiva, esto es, como un conjunto de oraciones (los teolr.'rnas) en un lenguaje especificado. El vocabuluio se divide en dos clases,
Ios trminos observacionales y los trminos tericos. Llamemos al subvocrbulario observacional '. El valor emprico de la teora T equivale al
t orr.junto de sus consecuencias observacionales o contrastables; el conjunto
rlc lrrs oracionesTf E, que son teoremas de Z y se expresan en el subvot:rlrrlario E. Las teoras T y T' se consideran empricamente equivalentes
cxrrclamcnte si T I E es igual que T' I E. Una extensin de una teora es slo
rrr cxf cnsin axiomtica.
,Surgicron y fueron respondidas varias preguntas obvias. Podra parecer
(lrc ula tcora no sera til para los cientficos de no ser axiomatizable. Es
'I'f li lrxiomatizable si Z lo es? William Craig mostr que si el subvocabula io /:. sc cspccifica adccuadamcntc, y si Z es recursivamente axiomatizable
cr su vocabulario total, cntonccs TIE es axiomatizable en el vocabulario
LA IMAGEN CIENTIFICA
78
rlc una parte del mundo descrito por Z; ms bien, T f E es, de una manera
rlislorsionada y dificultosa, la descripcin que hace de todo.
Por ello, en el enfoque sintctico, la distincin entre verdad y adecuacin
crrrrrica se reduce a algo trivial o absurdo, y es difcil decir si lo uno o lo
olro. Lo mismo vale para la equivalencia emprica. Recordemos que en la
scccin $ 2 vimos que ZN(O) y T N E deben ser empricamente equivalentes,
pucs esta ltima deca que fN(0) es empricamente adecuada. Pero la prirrrcra ahrmaba que hay algo (el espacio absoluto) que es diferente de toda
llrriencia puesto que carece incluso de las caractersticas mnimas que torls las apariencias comparten. As, ZN(O)/E no es lo mismo que TN E /E;
y xrr lo tanto, en el enfoque sintctico, estas teoras no son empricamente
etuivalcntes despus de todo.
Los filsofos parecen haberse molestado ms por los sentidos en que la
tlcflnicin sintctica de equivalencia emprica podra ser demasiado amplia.
Se hizo ver que muchas teoras Z son tales q:ue T lE es tautolgica, o casi.
'lirlcs tcoras presumiblemente derivan su valor emprico de las consecuene irrs que tienen cuando se unen con otras teoras o hiptesis empricas. Pero
t'r cstc caso, T f E y T' lE pueden ser iguales, aun si Z y Z' son acerca de
tkrs tcmas totalmente diferentes.
l)ara eliminar esta perplejidad, se consideraron extensiones de teoras.l3
('on un saludo repetuoso para Enriques, podemos nuevamente estipular que
'l' y
son empricamente equivalentes si y slo si lo son sus extensiones
irx irrrnticas, esto es, si para cada tcora T" , (T ms T") f E es la misma que
^E'.1I
ll
r2 Porejemplo,DavidLewis,"HowtodefineTheoreticalTerms",JournalofPhilosophy,
19'10, pgs. 427446. Este escrito es un ejemplo del empleo del esquema sintctico, pero
no est sujeto a mis otras crticas. Por el contrario , Iedo corrcctumente, popociona razones
independientes para la conclusin de que el valor emprico de una teora no puede aislase
sintcticamente67
79
ft
rlt'
ll
r
l'
Vase la nota 5 antes. De manera no sorpresiva, este escrito aporta tambin evidencia
ruc cl valor emprico de una teora no puede aislase sintcticamente. Pero Boyd concluye
rrllo nrls que decir que los nuevos trminos son tan bien comprendidos como los viejos. a
rirlrr, quc no hay distincin alguna entre la verdad y la adecuacin emprica de las teoras cienttlcs. Vase tambin M. Gardner, "The Unintelligibility of 'Observational Equivalence"',
r.i's. I O4-l 16, en F. Suppe y P. Asquith (comps.), PSA I976,EastLansing, Mich., Philosophy
rl Scicrcc Association, 1976, vol. L Por otra parte, C.A. Hooker (op. cil., pgs. 415, 445 s.,
,18 \ ), qricn cs un realista, adopta la misma postura sobre la observabilidad que la ma; ambos
l)r('scnlarlros esta posicin indcpendientemente en la Canadian Philosophical Association en
l\r 1 4.
ItO
$7. EL
SALVARLOSFENMENOS
LA IMAGEN cIENTFIcA
cRcut-o HERMENuuco
Hemos visto que no podcmos intcrpretar la ciencia, y aislar su contenido emprico, diciendo que nuestro lenguaje tiene dos partes. Tampoco nos
dcbera sorprender tal conclusin. Los fcnmenos se salvan cuando se exhibcn como fragmentos dc una unidad ms grande. prccismrente por csto
scra muy extrao que las teoras cienthcas dcscribieran los fenmenos,
la parte observable, en trminos difcrcntcs de los del resfo del mundo que
dcscriben. De suerte que el intento por distinguir conceptualmcnte entre lo
8I
Itccordemos la diferencia principal entre las imgenes realistas y antrrrculistas de la actividad cicntfica. Cuando un cicntfico propone una
rrrrcvu lcora, el realista lo considera como si aseverara (la verdad de) los
roslulados. Pcro el antirrealista lo considera como si desplegara la teora,
rorrindol-por asdecirlo-- a discusin, y atribuyndole ciertas vitudes.
l:sta fcora esboza una imagen del mundo. Pero la cie ncia misma designa
orur obscrvables ciertas partcs de esa imagen. Cuando el cienthco acepta
l;r tcorr, afirma que la imagen es correcta en esas partes. sta es, de acuerrhr 1'11 cl antirrealista, la nica virtud que le atribuimos a la tcora en lo
r orecrnicnte a su rclacin con el mundo, Cualquier otra pretendida vitud
r
It'rrtlni quc vcr con la estructura intema de la teora (por ejemplo, consisIt'rrt'il l<igica), o scr pragmtica, es dccir, especficamente relacionada con
I
tr
t'ocrpacioncs humanas.
u2
LA IMAGEN CIENTFICA
-y
83
rt'rta cantidad, que toma el valor uno si hay una molcula aqu y el valor
r r'rzr
si no la hay, toma el valor uno. Hay muy poca diferencia entre deci
lfvnes
DE LA DESCRTIcIN EMeRICA
xrsibilidad misma de la formulacin de una filosofa empirista de la cient'irr), olros argumcntos tratan de establecer la insuhciencia del empirismo
84
SALVARLOSFENMENOS
LA IMAGEN CIENTFICA
debido a estos lmites. Puesto que la teora fsica no puede traducirse, sin
residuos, en un cuerpo de enunciados que describan nicamente cmo son
los fenmenos observables, estos argumentos sealan que el empirismo no
puede hacerle justicia a la ciencia. Yo acepto la premisa, desde luego, y es
ms, quiero reforzarla aqu por medio de una formulacin ms precisa de
los lmites de la descripcin emprica y de algunos ejemplos.
Antes de procurar mayor precisin, examinemos el ejemplo clsico de
que puede desprenderse a partir de estudios en los
"subdeterminacin"
la
clsica. En el contexto de esta teora (y puede
de
la
mecnica
fundamentos
clsica), las mediciones son reductibles a
que
la
fsica
en
toda
argirse
y posicin. Por ello, denominaremos
tiempo
de
de
mediciones
una serie
cantidades observables que son una
a
todas
aquellas
bsicos
observables
stas incluyen la velocidad
y
posicin
nicamente.
de
la
funcin del tiempo
las
y la aceleracin, distancias relativas y ngulos de separacin
-todas
la
mecinica
en
astronmicos
informes
por
en
ejemplo,
usadas,
cantidades
celeste. No incluyen la masa, la fuerza, el momento ni la energa cintica.
Hasta cierto punto, y en muchos casos, estas otras cantidades pueden
calcularse a partir de las cantidades observables bsicas. As surgieron gran
parte de las dcfiniciones propuestas de fuerza y masa en el siglo xtx, y las
teoras axiomticas actuales en las que la masa no es una cantidad primitiva.14 Pero como Patrick Suppes ha recalcado, si postulamos, como lo hizo
Newton, que cada cuerpo tiene una rnasa, entonces la masa no es definible
en trminos de los observablcs bsicos (ni siquiera si agregamos la fuerza).15 Pues consideremos, como el ejemplo ms simple, un modelo de la
mecnica en el que una pafcula dada tiene una velocidad constante a lo
largo de toda su existencia. Deducimos, dentro de la teora, que la fuerza
total sobre ella es siempre cero. Pero cada valor de su masa es compatible
con esta informacin.
de
Qu sucede entonces con esas "definiciones" de la masa? El ncleo
verdad en ellas es que la masa es accesible experimentalmente, esto es, que
hay situaciones en las que la informacin acerca de los observables bsicos,
t5 lntroducliontoLogic,Princeton,VanNostrand,lg5T,pg.298.[Versinencastellano:
Introduccin a Ia lgica simblica, trad. G. Aguine, Mxico, Continental, 1957.1 Vase
adems la discusin que sostuvimos Bressan, suppes y yo mismo en el simposio sobre
conceptos modales en ciencia, en K.F. Schaffnery R.S. Cohen (comps'), PSA
Rcidel, 1974, pgs. 285-330.
/972,Dotdrecht,
85
r .rle
r Lisica.
lir
Accrca cle Mackcy, vanse Jarnmer, op. c'ir.,cap.9; y G.w. Mackey, The Mathematical
Lnnthttiotts oI Quantuilt Mcchanics, Nueva york, Benjamin, 1973, pigs. 14.
86
SALVAR LOS
LA IMAGEN CIENTFICA
este vector por un escalar positivo, de tal manera que el resultado sea un
nuevo vector exactamente como el primero, slo que de una unidad de largo.
A continuacin expresamos este vector unitario ry' en trminos de una familia de vectores (vectores propios) especialmente asociados con la magnitud
fsica que estamos midiendo, de la siguiente forma:
tb:cfbt+...c$+...
Cada vector ry' corresponde al resultado de una medicin posible r. La
probabilidad de que el resultado sea r& es igual al cuadrado del coeficientc c
(o lo que corresponda al cuadrado para nmeros complejos, si el coeficiente
es complejo).
En vista de esto, se dice frecuentemente que todos los mltiplos positivos
de ry' representan el mismo estado. Pues si empezamos con ktlt o con mt!,
estado.
FENMENOS
87
v('('tor que representa el mismo estado fsico que el vector original. Sin eml',rro, ha habido un gran debate sobre este caso en la literatura, y esa manera
rrrrrcntemente sencilla de ver las cosas no est a nuestra disposicin.t7 para
vt'r
l/
Y.AhaonovyL.Susskind,Phys.Rev.,l58,1967,pg.1237;H.J.Bernstein,plrys.Rev.
18, 1967, p9. I102; G.C. Hegefeldt y K. Krauss, Phys. Rev., l1.1, 1968, pg. I 185;
f( Mirran, Phys. Rev., D1, 1970, p9.3349; A.G. Klein y G.I. Opat, Phys. Rev.,Dl1, 1975,
,,i's. 523-528, y Phys. Rev. Leuers,37, 1976,pgs.238-240. Aqu me he beneficiado de la
rlrrt rsirin con el profesor E. Levy (university of British columbia) y el decano J. Masburger
( I luvcrsity of Southern California).
f 8
N. Cartwright, "superposition and Macroscopic Observation", pgs. 231-244, en
l' Srrrcs (comp.), Logic and Probability in Quantum Mechanics, Dordrecht, Reidel, 1976.
l:l rrtcultr aparcci previamente en Synthese,29, 1974, pgs.229-242. Vase tambin el
I ttttrs.
lt8
LA IMAGEN CIENTFICA
decir que, puesto que los dos son estados entre los que no hay una diferencta
fsica, realmente no hay subdeterminacin. Porque si los sistemas en estos
dos estados estuvieran sujetos a una interaccin con un tercer tipo especial de sistema, los resultados seran diferentes. (Esto guarda analoga con
el asunto de las masas de cuerpos que de hecho no estn acelerados
-lalo
diferencia fsica surge en las aserciones contrafcticas que basamos en
que dice la teora acerca de lo que pasara en condiciones diferentes de las
reales.) Pero aqu me estoy adentrando en cuestiones que son muy amplias
y complejas, y es muy difcil decir algo que sea a la vez simple y no genere
controversias.
Con respecto a la teora de la relatividad general, hay dos estudios de
Clark Glymour que muestran claramente los lmites de la observacin. El
primero da por supuesto razonablemente que la medicin revela slo los
valores de cantidades locales y muestra, a partir de esto, que la medicin
no puede determinar una estructura global nica del espacio-tiempo.le El
segundo estudio llega a la misma conclusin a partir de la aceptacin de
que cualquier estructura observada debe estar localizada en el cono del
pasado absoluto de algn punto del espacio-tiempo.2o Pero es sin duda la
misma teora de la relatividad la que nos impone estas suposiciones, pues
nos obliga alocalizar a los observadores en el espacio-tiempo y restringe la
informacin que les puede llegar.
En esta seccin he tratado de dar ejemplos muy bsicos y generales
acerca de cmo, en la descripcin del mundo de una teora fsica, podemos
ver una divisin entre esa descripcin tomada como un todo y la parte que
pertenece a lo que est determinado observacionalmente. Las limitaciones
exhibidas estn profundamente eruaizadas en las teoras en cuestin, y no
se relacionan meramente con aquellas limitaciones "accidentales", como
los umbrales de la percepcin y la energa humanamente disponible. Los
realistas son por lo general un poco ambiguos en sus sentimientos con
respecto a estas limitaciones. Por un lado quieren subrayarlas y decir que,
como consecuencia, hay mucho ms en el mundo descrito por la fsica que lo
cap. I de F.J. Belinfante, Measurement andTime Reversal in Ohiective Quanlum Mechanics,
Nueva York, Pergamon Press, 1976.
l9 C. Glyrnour, "Cosmology, Convention, and the Closed Universe", Synthese,24,1972,
pgs. 195-218; analizado en mi texto "Earman on the Causal Theory of Time", ibd., pgs. 8795. (El utculo publicado por Glymour es esencialmente el nismo que el no publicado al
cual hago referencia.)
20 C. Glymour, "Indistinguishable Space-Times and the Fundamental Group", en J. Earnran, C. Glynrour yJ. Stachel (comps.), Minnesota Studies it the Philosophy of Scicnce,S,
Minneapolis, University of Minnesota, 1977.
89
rlu(' suca la filosofa empirista. Por otro lado, quieren rcstarle importancia
r l;r subdeterminacin, arguyendo que cualquier dehnicin precisa de la
rr,lt't uacin y de la equivalencia emprica llevara a la conclusin de que una
Mi opinin
es
l,os lllsofos, impresionados por los logros de la lgica y los estudios sobre
ks fundamentos de las matemticas al principio de este siglo, empczarr)n a pcnsar en las teoras con una oricntacin lingstica. Para prescntar
rur lcora se especifica un lenguaje prcciso, un conjunto de axiomas y un
rlrccionario parcial que relaciona la jcrga de la tcora con los fenmenos
olrsr:rvados que se reportan. Todos saban que sta no era una imagen muy
lrcl dc cmo los cientf,rcos prcscntan las teoras, pero sostuvicron que era
ur "instantnea lgica", idealizada exactamente de la misma manera en que
los puntos de masa y los planos sin friccin idealizan los fenmenos met riricos. No hay duda de que esta "instzurtnea lgica" fue muy til para
lr rliscusin filosfica de la cicncia, que haba algo de eso, que aclaraba
;rlrrnos problemas centrales. Pero tambin logr confundirnos.
Una imagen es slo una imagen, algo que gua la imaginacin conforme
irvlulzamos. He propuesto una nueva imagen, sin mucho fondo todava, para
irrirrnos en la discusin de las caractersticas ms generales de las teoras
t icrrt ficas. Presentar una teora es especificar una familia de estructuras, sus
rtt,xlclos; y en segundo lugar, especificar ciertas partes de esos modclos (las
tultc.s!ructuras entph'icas) como candidatos para la representacin diecta
rlc los fcnmenos observables. Podemos llamar aporienciqs alas estructuras
trrc pucdcn describirse en los informes experimentales y de medicin. La
Icola cs empricamente adecuada si tiene algn modelo tal que todas las
irxrricncias son isomrficas con las subestructuras empricas de ese modelo.
I'or supucsto, no soy el primero en proponer esta imagen: puede verse en
lt ci<ir cn los trabajos de Wojcicki y Przelewski en Polonia, Dalla Chiara y
90
LA IMAGEN CIENTFICA
A x ioma
III
Axioma
Axioma
Axioma
II
A cada observable (magnitud fsica) le corresponde un operador hermitiano en ese espacio de Hilbef.
2l Vase, por ejemplo, R. Wojcicki, "Set Theoretic Representations of Empirical phenomena", Journal of Philosophical Logic,3,l974, pgs.337-343: M. przelewski, The Logic of
Empirical Theories, Londres, Routledge and Kegan Paul, 1969; M.L. Dalla Chiara y G. ToraldodiFrancia,'ALogicalAnalysisof Physicalrheories", RivistadiNuovocimento,serie
2'3,1973, pgs. l-20-una presentacin mucho ms extensa puede encontruse en las actas
de la escuela de verano del Instituto Enico Fermi sobre fundamentos de la fsica celebrado
en Varenna, 1977 (vase el cap.6., nota 16, ms adelante); P. Suppes,,.Models of Data" y
"Measurement, Empirical Meaningfulness, and rluee-Valued Logic", en su libro studies in
Methodology and Foundations of science, Dordrccht, Reidel, 1969 [versin en castellano:
Estudios de filosofa y metodologa de la cienci, trad. J.L. Rolleroi, Madrid, Alianza, 19881,
y "What is a Scientific Theory", pgs. 55-7, en S. Morgenbesser (comp.), philosophy of
Science loday, Nueva York, Basic Books, I 967: F. Suppe (comp.), The Struuure of Scientific
Theories, urbana, university of lllinois Press, 1974, introduccin, pgs.22l-230 [versin
en castellano: I'a estructura de las teoras cientjicas, trad. p. castillo y Gloy Rada, Madrid,
Nacional, 1979], y "Theories, their Formulations, and the operational Im perutive", synrhese,
25,1973, pgs. 129-164. (Para una ulterior aproximacin, vase el debate entre Przelewski y
Tuomela en synthese,25, 1972,y 26,1974.) Me comprometo a un acuerdo con estos autores
slo en lo que respccta al papel que desempean las subestructuras empricas en los modelos.
igual a IatrazaTr(AW).
sealado antes.)
9l
y s sucesivamente.
92
LA IMAGEN CIENTFICA
93
rt'irs de
csto as:
vt'rtlad, "se conserya corriente abajo". Puedo hacer que una teora se vaya
Itt,qicamente corriente abajo separndola de alguna otra hiptesis: ptolomeo
r:rrd corriente abajo la teora aristotlica de los cielos aseverando que los
rlirnctas ciertamente se movan en crculos, pero que esos crculos no tenan
ror qu tener centros estacionarios. Si A es verdad, entonces lo es tambin
{ o B). De manera semejante podemos manda una teora empricamente
l.iss abajo, ya sea admitiendo algunos nuevos modelos, diseando alliunas nuevas pafes como subcstructuras en los viejos modelos, o las dos
( ()sits a
lavez.
lrrrrza emprica se dctermina de mancra semejante por las clases de subeslrucluras empricas. Si f >" T'y T' ), Z, entonces son empricamente
t'rrrivolentes. Podemos decir que una teora es mninta empricamenl si es
t'rrrpricamente equivalente a todas las teoras lgicamente ms fuertes; esto
t's,.justo si no podemos mantcner el mismo nivel de fuerzaemprica cuando
tlcscartamos algunos de los modelos de la teora.
Las nociones de adccuacin emprica y de fuerza emprica, aunadas a las
rlc vcrdad y fuerza lgica, constituyen los conceptos bsicos para Ia semnlit'lr dc las teoras fsicas. Por supuesto, este agregado hace a la semiintica
st'rkr un poco menos superficial que la que tenamos antes. El anlisis se-
lrrs
94
LA IMAGEN CIENTFICA
22
Stanley Gudder, "Hidden variables in
euantum Mechanics Reconsidered',,
^ vanse
Review
of Modern Physics,4O, 196g, pgs.229_231; yseccin r de mi
esciro .,semantic
Analysis of Quantum Logic", pgs. 80-l 13, en c.A. Hoker (com p.),contentporary
Research
in the Foundotions and phirosophy of
euantumThcory,Dordrechi, Reider, r973; y elinfante,
op.
4
EL EMPIRISMO Y LA METODOLOGA CIENTFICA
Aadir nada ms la fantasa de que Dios o la naturaleza
pueden estar jugando miles, tal vez un nmero incontable
de juegos de Eleusis simultneos con seres inteligentes
en diferentes planetas del universo [. . . ] Los profetas y
los falsos profetas pueden ir y venir, y quin sabe cundo
una vuelta va a terminar y otra va a empezar? La bsqueda
de cualquier tipo de verdad es un juego estimulante. Es
importante recordar que no habra juego en absoluto
I lasta ahora me he concentrado en qu es una teora y cmo debe ententlcrse. Pero desde un punto de vista empirista, la construccin de teoras
no puede ser la actividad cicntfica suprcma; no por lo menos en el sentido
.jcriirquico de que todo lo demris se subordine a ella. Las teoras hacen bas-
turte ms
96
LA IMAGEN CIENTFICA
l. LA EPISTEMOLOGA
EMPTRTSTA
y EL ESCEPTICTSMO
EL EMPIRISMO Y LA METODOLOG
CIENTFICE
97
No estoy seguro de
evaluacin vaya siempre a decidir la cuestin, pero puede ser delrririva, en cuyo caso elegiremos aceptar aquella teora que sea la mejor
.xrlicacin. Pero quiero agregar que la decisin de aceptar es una decisin
rh' irccptar en tanto que empricamente adecuada. La nueva creencia que
*' lirrrna no es que la teora sea verdadera (ni que proporcione una imagen
vt'rlrclcra de lo que hay y de lo que sucede, adems de informacin nurr'rica aproximadamente verdadcra), sino que la teora es empricamente
r,lt'cuada. En el caso de una hiptesis, la creencia que se forma es que la
It''ru que resulta al aadi la hiptesis a aquella que ya hemos aceptado
,'s crrrpricamente adecuada.2
(lumdo la hiptesis es slo acerca de lo que es observable, los dos prot t'tlirnientos son equivalentes, pues en este caso la adecuacin emprica
,
con la verdad. Pero, evidentemente, este procedimiento nos lleva a
'incide
r'.rclusiones acerca de cmo son los fenmenos observables, que van ms
rllri rlc los datos disponibles. Por ejemplo, cualesquiera que fueran esos dat's, ss ..r.n a lo que ya ha pasado, mientras que la tesis de la adecuacin
rrrrrrica se refiere tambin al futuro.
Ilrr cste punto podra objetarse que he trazado un lnea divisoria arbitrarrrr. Scguramente, los objetos y los procesos observables que reconocemos
t'r rucstro mundo son tambin entidades postuladas.
Acaso no creemos en
t'llrrs porque explican y sistematizan de la mejor manera la experiencia sensiblc o la serie de datos de los sentidos que estn en el fondo de los nicos
rl;tos rcales que tenemos? No deberamos ser igualmente reticentes a la
roslulacin de mesas y rboles, como a la de fuerzas, de campos y del esrrrcio absoluto, a menos que tengamos alguna manera de demostrar que son
t'scncialmcnte diferentes en un sentido pertincnte?
Mcnciono esta objecin porque la he odo; pero me asombra, puesto que
krs filsofos dedicaron las primeras cinco dcadas de este siglo a refutar
l:rs prcsuposiciones que estn detrs de ella. Dc hecho, todas las escuelas
rrrc csla
,.rro ha sido expuesta, por ejemplo, por Richard Jeffrey. sobre la cuestin de la aceptacin
rrrr;r
srrlir ).
LA IMAGEN CIENTFICA
98
$2. LA METODOLOGA
v EL DISEO EXPERIMENTAL
EL EMPIRISMO Y LA METODOLOGE
CINTTICE
99
(y seguramente tie-
ll:rrrado "la ciencia normal", e incluso con mucho de lo que es revoluciorrrio. Los cientficos buscan descubrir hechos acerca del mundo: acerca
100
EL EMPIRISMO Y LA METODOLOG
LA IMACEN CIENTFICA
que
fuertemente que el objetivo es la obtencin de la informacin emprica
trae consigo Ia asercin de que una teora es, o no, empricamente adecuada'
Pero
los papeles que la experimentacin y la observacin controlada dcsempeRan'vs--vs de la empresa de construir teoras empricamente adecuadas.
Un papel en el que loi filsofos han puesto bastante nfasis: el uso de la
contrastar las teoras. Hay casos clsicos: el intcnto
"xp".i.n"ntucinpara
de Dominic cassini de medir la curvatura de la Tierra para poder decidir
entre la fsica cartesiana y la newtoniana; la prediccin que hizo Hallcy de la
vuelta dcl cometa y su observacin; la famosa atcncin al eclipse que colrobor la teora de Einstcin, pues sta implicaba la deflexin de los rayos de
luz en cl campo gravitacional. Esta clase de actividad experimcntal encaja
para
ntidamente en cl esquema empirista, ya que est claramente diseada
clase
cs
la
sta
no
Pcro
emprica.
contrastar las pretensiones de adecuacin
Hay
de actividad en la que empleamos la terminologa del descubrimiento.
pgs.403-426,yensulibroqueestporapalecer.The'o6,andEvidence(vsetarrlbinsu
paul Horwich e n ri Journol of Phi!osophy,63, 1978). Si bien Glynrour desarrolla
i"o,"
"nn
que la evidencia que tenemos
su postufa desde una concepcin realista, y en efecto sostiene
de hecho' ambas sean
una
cuestin
como
aunque,
que
otra'
a
teora
a
una
*ejor
upoyo,
pu"d.
por
cual esta postura no
la
razn
una
encontrado
ernpricumente aecuadas, hasta ahora no he
sentido que
pui"ru u,lopt*se para las concepciones antirrealistas. Especficamente, si en el
mayores
tener
podemos
que
otra,
por
la
evidencia
il explica, unu t"oiu est mejor apoyada
a una teora
extendida
puede
ser
que
o
adecuada
es
empricamente
que
para
cfeer
razoncs
cnrpricanrcnte adecuada en un domiuio ms vasto'
CENTTIC
IOI
que una teora afirma que debe haber alguna entidad o valor que satrslrrga ciertas condiciones, y los cientficos experimentales descubren cul
r nri()s en
t02
LA IMAGEN CIENTFICA
La parte principal del aparato era una cmara circular cuyo piso y cubierta
eran dos lminas de metal de 22 cm de dimetro, y cuya pared era una franja
delgada de bano de 16 mm de altura con tres ventanas de vidrio. Un rayo
de luz poda entrar a travs de una ventana y salir por la otra, mientras
que la tercera se usaba para observar. Finas gotitas de aceite podan entrar
en la cmara desde arriba, y debido a la accin combinada de la gravedad y
la resistencia del aire, caan hacia la lmina inferior a velocidad constante.
Cuando el rayo de luz se encenda, poda observarse una de esas gotitas con
la apariencia de una estrella luminosa sobre un fondo negro.
Las lminas de metal se conectaron a una batera y a un dispositivo de
encendido que poda emplearse para crear un campo electromagntico con
una potencia entre 3000 y 8000 voltios por centmetro en medio de las lminas. (En este punto, utilizo la terminologa de la teora de la electricidad
ya bien establecida acerca del macronivel, para describi lo que ocurre. La
verificacin de que "se ha creado el campo" consiste simplemente en leer el
voltmetro.) Cuando el campo estaba activado, algunas gotitas suban "en
contra de la gravedad" hacia la limina superior. Al ocasiona un corto circuito justo antes de que la gotita golpeara la cubierta, el efecto desapareca,
y la gotita caa de nuevo. Repitiendo este procedimiento, se observ una de
esas gotitas durante un pcriodo de cuatro horas y media.
La teora de fondo indicaba que era de esperarse que algunas gotitas
subieran cuando el campo estaba encendido, puesto que algunas de ellas
recibiran naturalmente una carga debido a la friccin. La teora tambin
seala que podra haber variaciones en la velocidad de ascenso, e incluso
que algunas de esas velocidades seran iguales a cero algunas veces (la
gotita quedara suspendida en un punto). Esto se debe a que, segn la teora
de fondo, la gotita puede atrapar un ion de entre aquellos que normalmente
existen en el aie. Hasta aqu, el experimento corrobora las consecuencias
observacionales de la tcora, lo que significa que encaja bien en varios de
los modelos que esta ltima ofrece, puesto que todas estas variaciones se
observan en algunas gotitas.
Pero ahora podemos emplear adems la parte establecida de la teora y
las observaciones de la velocidad de ascenso para calcular las cargas de las
gotitas. La masa aparente de la gotita es igual a la diferencia entre la masa
efectiva y la fluctuacin del aire: llammosla m. Sea su carga en un tiempo
dado e, su velocidad bajo la gravedad v, y su velocidad cuando el campo elctrico F est activado w; las relaciones entre estas cantidades estn
daclas por la ecuacin:
v:
103
ffi8
w Fe-mg
l\rcsto que todas se conocen, excepto e, podemos calculala.
Cuando ocurre una variacin en la velocidad de subida, esto debe atrilruirse a un cambio en la carga, de e a e', digamos. Si la carga elctrica
solamente toma valores que son mtiplos de una unidad u
carga del
-,la acumular
clcctrn-, debe haber un nmero k tal que e' - e : ku.Tras
srrficientes datos de este tipo, Millikan lleg a un valor medio para a, el cual
rstli bastante cercano al valor aceptado en el presente.
Dcbido a la manera en que he relatado la historia, lo que Millikan fue
l,r,'icndo suena ahora exactamcnte como aquello que dije que haba hecho:
('sto cs, dar un valor para una cantidad que, en la construccin de la teora,
lirsf a entonces haba quedado pendiente. Por lo tanto, en este caso, la construt'cin terica consiste en experimentar.Y aun cuando pueda ser natural
rtilizar la terminologa del descubrimiento para reportar los resultados de
Millikan, la forma correcta de describirlo es que l estaba escribiendo teora
xrr mcdio de sus aparatos experimentales. En un caso como ste, la experiiltcntacin es la continuacin de la construccin terica por otros medios.
l.r conveniencia de los medios se sigue del hecho de que la meta buscada
cs la adecuacin emprica.
E2.3 BOYD Y
191-3,
LA IMAGEN CIENTFICA
104
se presenta, sea
(considrense
que
totalmente
de predifalsa
las
tcoras
carecen
trivialmente
son
tautolo
cuyas
consecuencias
observacionales
cados observacionales,
gicas). As que, para ser discutida, (1) debe ser corregida caracterizando la
relacin de equivalcncia cmprica de alguna manera ms satisfactoria. Boyd
propone tres correcciones, cada una de las cuales es tambin absurdamente
insatisfactoria, y concluye que (l) es insostenible.
Ninguna de las caracterizaciones de equivalcncia emprica entre las teoras que Boyd examina es en absoluto parecida a la que yo he propuesto en
estas pginas. En su lugar, l utiliza caracferizac\ones lgicas o sintcticas
del tipo que juzgamos deficiente en la pcrspcctiva positivista. Cualesquiera
que sean los mritos de (l), si se entiende con el significado siguiente: "dos
teoras equivalentes cualesquiera son igualmente apoyadas o contravenidas
por la evidencia" en el sentido que yo dara a esos trminos, ninguno de los
argumentos de Boyd contra ella son eficaces.
Boyd da por hecho que todos los filsofos aceptan el segundo principio:
(2)
105
aproximadamente). Entonces, es tarea de la epistemologa cientfic a explicr la fiabilidad de tal principio. (lbid., p9.3)
(P) una teora T propuesta debe ser sometida a prueba experimental en condiciones que sean representativas de aquellas en las que, a Ia luz de la
informacin colateral, sera ms probable que
vez fuera a fallar. (lbd.,pg. l0)
106
LA IMAGEN CIENTFICA
Debemos admitir que sta es una explicacin: que se cree que las teoras
colaterales son verdaderas. Pero Boyd necesita establecer no solamente que,
como realista, puede explicar lo que est sucediendo, sino tambin que no
son factibles explicaciones rivales.
Veamos entonces, por consideracin a Boyd, cmo un empirista puede
hacer inteligiblc csta metodologa. En los ejemplos anteriores, las teoras
colaterales sugeran formas en las que la funcin que gobiema la disminucin de la poblacin, en trminos de dosis de la droga y tiempo transcurrido,
pueden revelarse como observacionalmente falsas. El argumento de Boyd,
no cabe duda, es que la manera en que esas teoras sugirieron esas consecuencias se debi a que propusieron mecanismos subyacentes altemativos
que no son directamente observables.
Yo lo planteara como sigue: los modelos de Z son muy simples, y la
reflexin sobre los modelos de las teoras colaterales indica algunas maneras en que los modelos de I podran ser alterados de diversas formas. La
adccuacin emprica de L exige que los fcnmenos (el tamao de la poblacin bacteriana y su variacin) puedan encajar en algunos de sus modelos.
Cicrtos fcnmenos encajan en los modclos altcrados sealados y no en los
t07
rotlclos de L tal y como estn planteados. Por lo tanto, se idcar una conlrrstacin quefavorezca a L (o no la favorezca)frenle a una de aquellas
ttl!(rnativas contemplodas. Pero es fcil ver que lo que tal contrastacin har,r cs hablar a favor (o en contra) de la adecuacin emprica de L en aquellos
rrsrcctos en que dihere de las otras alternativas.
La discusin de los mecanismos causales puede interpretarse entonces
( orro una discusin acerca de la estructura interna de los modelos. En
lonlrast con la interpretacin lgica sintctica de teoras que Boyd us en
lr tliscusin de lo que llam el principio l, nosotros debemos dirigir nuestra
irtcrcin hacia la familia de modclos de la teora para dar sentido al empeo
rlt: lograr la adecuacin emprica mediante la inmersin total (para fines
rriicticos) en la imagen terica del mundo.
.E2.4
108
de la ciencia,
LA IMAGEN CIENTFICA
109
No podemos regresar hacia una imagen anterior del mundo, porque mu-
trrrl
,[';r dc hablar traduciendo su lcngua materna y comienza a hablar "direct,urrcntc". Slo entonces se comienza a tener acceso a los matices y a las
,lrlt'rcncias intangibles que distinguen las dos lenguas. La transicin es un
r;rlto pcculiar dentro de algo de un tipo desconocido.
( lomo sea, si la ciencia se toma con suficiente amplitud, no slo la objetrvirlad, sino tambin la observabilidad es una distincin intracientfica. Por
t'sr razn es posible, aun despus de la inmersin total dentro del mundo
rlt' ll cicncia, distinguir las posibles actitudes epistemolgicas frcnte a la
r it'ncia y enunciarlas, y mientras se pcrrnanece como micmbro activo de la
t ouidd cientfica
comunidad que es tambin reflexiva y filosht rrrcnte te-,-una
limitar el propio compromiso epistemolgico.
lur mi opinin, la fenomenologa de la ciencia puedc ser discutida adet rrtlamcnte dentro del anlisis pragmtico dcl lenguaje, al cual ms adelante
rr
lllr habido argumentos a favor y en contra de la idea de que la ciencia conro un todo pcrsigue la unidad; que el desarrollo de un rclato final simple,
r'ollcrcnte y consistente, que incorpore todas las ciencias especiales, es un
rrlcirl rcgulativo que gobiema la empresa cientfica. Para algunos esto par('cc una perogrullada; para otros es principalmcnte propaganda a favor dcl
irrrrcrialismo de la fsica (como ellos la ven), y algunos se han preocupado
r'r scalu las presuposiciones empricas que tal ideal puede tener.
Cualquiera que sea la respuesta en este nivel amplio del debate, cierta
r'csuncin dc unidad atraviesa la prctica cientfica. Los cienthcos fret rcntcmcnte enlazan tcoras que fueron dcsarrolladas originalmente para
il0
LA IMAGEN CIENTFICA
ilt
r
I
t
tt2
LA IMAGEN CIENTFICA
B
Entonces, A & B.
Si un cientfico cree que las teoras T y T' son verdaderas, eso explica
entonces por qu las usa conjuntamente, sin ulteriores reflexiones, ya que
slo por ser lgico creer a fortior que su conjuncin es verdadera; sta es
la supuesta explicacin.
Puede que no haya fenmenos de la vida cientfica de los que esta descripcin simple sea una imagen fiel.Laraznes que, en tanto mantengamos
un espritu cientfico, no podemos volvemos dogmticos ni siquiera con respecto a aquellas teoras que creemos verdaderas de todo corazn. As que
un cientfico debe siempre razonar en tal caso, aunque sea tcitamente, por
ll3
F
I l.l
LA IMAGEN CIENTIFICA
EXPLICACTN
Cuando se aboga por una teora, sta es encomiada por muchas otras caractersticas adems de la fuerza y la adecuacin empricas: se dice que
es matemticamente elegante, sencilla, de gran alcance, completa en ciertos aspectos; tambin que es de maravillosa utilidad para la unificacin de
nuestra dcscripcin de fenmenos hasta ahora diversos y, sobre todo, que es
explicativa. Los juicios de sencillez y capacidad explicativa son vehculos
intuitivos y naturales para expresar nuestro aprecio epistemolgico.7 Qu
puede decir un empirista de estas y otras virtudes que tan claramente van
ms all de aquellas que l considera preemincntes?
Existen preocupaciones humanas especficas, en funcin de nuestros gustos e intereses, que hacen a algunas teoras ms valiosas o apreciables para
nosotros que otras. Sin embargo, valores de este tipo ofrecen razones para usar una teora, pensemos o no que sea verdadera, y no pueden guiar
racionalmente nuestras actitudes epistemolgicas y nuestras decisiones. Por
ejemplo, si nos impofa ms obtener una clase de respuesf as antes que otras,
ello no es una raznpara pensar que una teora que responde ms preguntas
de la primera clase es mrs factible de scr verdadera (ni siquiera con la estipulacin ceteris paribas). Es solamente una razn para preferir esa teora
por otros aspectos.
Sin embargo, en el anlisis de la evaluacin de las teoras cientficas
sera un error soslayar las maneras en la cuales esa evaluacin est teida por
factores contextuales. El cientco lleva estos factores a la situacin desde su
propia situacin personal, social y cultural. Es un error creer que los trminos
Tomo el trmino "miniteora" de las notas mimeografiadas de Edwin Levy (University
of British Columbia) que circularon en 1977; l me convenci de la necesidad de que la
filosofa de la ciencia estudie por propio derecho este aspecto del teorizar cientfico.
7 Aprend esta manera de formularlo a partir del comentaio de CLuk Glymour sobre mi
artculo "The Pragmatics of Explanation" en la American Philosophical Association (Pacific
Division), Portland, mazo de 19'77.
ll5
I ltr
LA IMAGEN CTENTICE
Evaluar una teora por su gran capacidad explicativa es, por consiguientc, atribuirle en parre los mritos necesarios para servir al propsito de la
cicncia. Ello no equivale a atribuirle caractersticas especiales que Ia hagan
ser ms probablemente vcrdadera o empricamente adecuada. pero podra
argirse que, por razones puramente pragmticas (es decir, relativas al con-
l.
es
Finalmente, la pragmtica concicrne a la relacin dcl lcnguaje con sus usuarios; como en
2.
En cierto sentido, la semnfica es solamente una abstraccin de la pragmtica. No tendra sentido decir "Yo s que este hombre fue llamado 'cicern'
por sus padres, y todo el mundo lo llama sicmpre as; pero realmcnte su
nombre es 'cicern'?" Aun as podcmos estudiar las propiedadcs intcrpretadas haciendo abstraccin dcl uso y dc sus posibles variaciones; stc es
meramente un ejemplo de la construccin de modelos cientficos, cn este
caso en cl estudio del lcnguaje.
8 "Foundations of the Theory of Signs", en O. Neurath, R.
Ciunap y C. Morris (comps.),
Foundatiotts of the unity of science: Tov,ards un lnrerntrionul Ency<:lopetlia of IJnified
Sticnce, Chicago, University of Chicago Press, 1955, vol. r, pigs. j3-l3j.
EL EMPIRISMO Y LA METODOLOG
CrcNTTICN
II7
"ro cs contradictoria consigo misma", "se pucde deducir de", son todas
sint/rcticamcnte definibles para fragmcntos grandcs y tiles de nuestro lcnr,uujc.
ll8
LA IMAGEN CIENTFICA
(b)
stas son dos cuestiones distintas, porque una cosa es afirmar que la teora
de Newton explica las marcas, y otra cosa es explicar las maeas por medio
de la teora de Newton. Por ejemplo, al hacer lo segundo, no se puede usar
La pragmtica del lenguaje es tambin el lugar donde debemos colocar conceptos tales como la inmersin en el lenguaje, o en ia imagen
del mundo, de la ciencia. Los factores bsicos en la situacin lingstica, pragmticamente concebidos, son el usuario del lenguaje o hablante,
la entidad sintctica (enunciado o conjunto de enunciados) emitidos o expuestos, la audiencia y las circunstancias fcticas. Cualquier factor quc
se refiere al hablante o a la audiencia es un factor pragmtico; y si adcms pertenece especficamente a la situacin lingstica particular, es un
factor contextual. Por ejemplo, la palabra emitida "Cicern" puede discutirse aisladamente o en relacin con quien lleva ese nombre, y seguir
en el nivel de abstraccin propiamente llamado semntica. Pcro el hccho de que sta haya sido pronunciada en lugar de "Tulio", es un factor
ll9
rlft'rirse a su gato ms bien que al senador, es tambin un factor contexel hablante sea una persona habituada a usar la palabra de esa
lrr,rl; que
urirncra es un factor pragmtico que puede tambin intevenir en esta situar t)tl.
ll
,lt' l{cnoir, puede transcurrir as: "Cree que l realmente la sedujo?" "No.
l', csc medio, un beso era un evento extraordinario." Una cierta suspensin
,k' l:r incrcdulidad, un compromiso momentneo con el mundo descrito por
l,r lcrrra, drama, pintura o novela, dctermina en esa situacin lingstica
hr ruc es correcto decir y la manera correcta de decirlo. Robert Stalnaker
lr,r rlirdo el nombre de presuposiciones pragmticas a las proposiciones que
r['scrnpcan este papel de suposiciones gua.
l-a inmersin total en la imagen cienthca dcl mundo, que es la adecuada
t'rr siluaciones en las cuales se hace ciencia o se la utiliza, es un caso crucial.
l(t'lrcsar nuevamente a este tema al final del captulo 6, cuando discuta el
rrso tlcl lcnguaje modal en la ciencia.
I2O
LA IMAGEN CIENTFICA
r2l
Nada de esto involucra al realismo, y la primcra parte es, creo, indudablcmente verdadera. Sin embargo, depcndiendo de lo que se entienda por
9 Th, Stuctur" o/Scianr:e, Nueva York, Harcouf , Brace, and World, 1961, pg.4; vase
tanrbin ibd., pgs. viii, 5, 15. [Versin en castellano: La estructura cle la ciencia, tad. N.
Migucz, Bucelona, Paids, 1981.1
l0 "Realism and Instrumentalisrn", pgs. 280-308, en M. Bunge (comp.), The Critical
Aptrouch to S<'ience and Philosophy, Nucva York, Free Press, 1964.
Retribuy con creces, cmo? Con nucvas tcoras en las quc tcncmos
razones para creer que son empricamcnte adccuadas. Pcro en ese
caso, incluso el antirrcalista, cuando se le hacen preguntas acerca de la
nctodologa, aconsejar ex cthedra la bsqucda de explicacin! Si el
rcalismo es tan cficaz, podcmos incluso sugerir un juramcnto de lealtad para
Ios cicntficos. En cualquicr caso, la crtica se basa en una concepcin muy
ingcnua de la certeza cientfica; sicmpre han existido razoncs para dudar
rlc la adecuacin emprica de las tcoras existcntcs, y stas eran razones
orcrativas en los ejcmplos citados de "bsquedas de explicacin".
Yo llamo a esto un falso problcma, porque la interpretacin de la ciencia
y la corrccta percepcin de su metodologa son dos tcmas scparados. Pero
hc csbozado en passanl mi respucsta a la prcgunta acerca de la metodoloa: la bsqueda de explicacin ticnc valor en la ciencia porque consiste,
(il su mayor parle,en la bsqueda de tcoras que son ms sencillas, ms
rnificadas y ms factibles de ser empricamente adecuadas. Esto es as no
l)orque la capacidad explica(iva sea una cualidad separada sui generis que,
rristeriosamente, hace ms factibles aquellas otras cualidades, sino porque
lL:ncr una buena explic acin consisf, en su mayor parte, en tcncr una tcora
nis
I
I
122
LA IMAGEN CIENTIFICA
t23
l:l
5
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN,K
Si no existiesen las causas, cualquier cosa podra ser producida por otra, y de manera fortuita. Los caballos, por
ejemplo, naceran por azar de las moscas, y los elefantes, de las hormigas; a menos que haya habido una causa
que haga a las regiones del sur lluviosas y a las orientales secas, podra haber habido lluvias severas y nieve en
la Tebas egipcia, mientras que en las provincias del sur
podra no llover nunca.
Sexto Emprico, Esbozo del
pirronisnto, tr, v, I
Sc dice que una tcora tiene capacidad explicativa si nos permite explicar
algo, y sta es una virtud. Es una virtud pragmtica, aunque compleja, que
incluye otras virtudcs como sus propias precondicioncs. Luego de algunos
fi I. EL LENGUAJE DE
LA EXPLICACIN
. Este captulo se basa parcialrnente en mi trabajo del mismo ttulo, Antericun Philrt.utphicul Quarlerly, 14, 1977, pgs. 143-150, presentado a la American Philosophical
Association, Portland, marzo de 1977, con cornentarios de Kit Fine y Clark Glymour.
126
LA IMAGEN CIENTIFICA
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
gl.r vERDADYcRAMTrcA
Primero que nada, es necesario distinguir entre las locuciones "tenemos una
explicacin" y "esta teora explic a" . La primera puede parafrasearse como
"tenemos una teora que explica", pero entonces "tener" debe entenderse
de una manera particular. No significa, en este caso, "tener en los libros"
o "tener enunciada", sino que trae consigo la implicacin conversacional
de que la teora a la cual tcitarnente uno se refiere es aceptable. Es decir,
uno no est justificado para dccir "tengo una explicacin", a menos que
est justificada la afirmacin "tengo una teora que es aceptable y que
explica". El punto importante es que el mero enunciado "la teora explica
el hecho E" no trae consigo tal implicacin; como tampoco que la teora
sea verdadera, ni que sea empricamcnte adecuada, ni que sea aceptable.
Existen muchos ejemplos, tomados del uso corriente, que muestran que
la verdad no est presupuesta er la afumacin de que una teora explica algo. Lavoisier deca que la hiptesis del flogisto era muy vagay que por ello
"s' adapte d toufes les explications dans lesquelles on veut le faire entrer".l
Darwin admite explcitamente las explicaciones provenientes de teoras falsas cuando dice: "Difcilmcnte puede suponcrse que una teora falsa podra
explicar, de una manera tan satisfactoria como lo hace la teora de la seleccin natural, las amplias y variadas clases de hechos especificadas ms
arriba."z Gilbef Harman, recordemos, argumentaba de manera semejante:
deca que el que una teora explique ciertos fenmenos es parte de la evidencia que nos lleva a aceptarla. Pero eso significa que la relacin explicativa
es visible antes de que creamos que la teora es verdadera. Finalmente, criticamos las teoras selectivamente: una exposicin de la mecnica celeste,
hacia fines del siglo pasado, seguramente poda contener la afirmacin de
que la teora de Newton explica muchos fenmenos planetarios. Sin em-
A. Lavoisier, Oeuvres, Pars, Imp. Impriale, 1862, vol. tr,pg.640. Debo sta y las
otras referencias histricas ms adelante a mi ex discpulo Paul Thagard.
2 Ch. Dawin, On the Origin of the Sper:ie.r lEl origen de las especiesl, 6a. ed., Nueva
Yrrrk. Collier, 1962, pg.476.
127
t28
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
LA IMAGEN CIENTIFICA
una teora aceptable que explicaba las marcas, eso sera correcto.
Un realista puede, por supuesto, tener su propia versin: tener una
explicacin signihca tener "en los libros" una teora que explica, y estar
autorizado a crecr que es verdadcra. Si as lo hace, estar de acuerdo en que
tener una explicacin no requicre de una teora verdadera, aunque continc
sosteniendo su pretensin de que la ciencia busca colocarnos en posicin
de dar explicaciones verdaderas. Ello, supongo, nos llevara de regreso a
nuestro dcsacuerdo inicial, sin habcr conscguido ningn bcneficio de esta
desviacin en torno de la explicacin. Si uno solamcnte puede estar autorizado a afirmar que la tcora es verdadcra porque uno est autorizado, y en
la medida en quc lo est, a afirmar que es empricamcnte adecuada, entonces la distincin establccida no produce ninguna diferencia prctica. Habra
dcsde lucgo una difcrencia entre creer (que algo es verdad) y aceptar (creer
que es empricamente adecuada), pero no habra ninguna diferencia real entre estar-autorizado-a-crcer y estar-autorizado-a-aceptar. Un realista puede
muy bien impugnar esto dicicndo que si la teora explica hechos, entonces
esto nos da una buena razn exlro (por encima de cualquier prueba de que es
empricamente adecuada) para crecr quc la tcora es vcrdadcra. Pero yo argumentar que esto es absolutamente imposible, puesto que la explicacin
no es una caracterstica espccial adicional que pueda dule a uno buenas
razones para creer, y que vayan ms all de la cvidencia de que la tcora se
adccua a los fcnmenos observablcs. Pues "ese dems" que la explicacin
brinda es complctamcnte pragmtico, relativo a las preocupaciones de quicn
utiliza la tcora, y no algo nucvo accrca dc la corrcspondcncia entre la teora
y los hcchos.
Asque concluyo que (a) la ahrmacin dc que la tcora Z explica, o provcc
una explicacin dcl hccho E, no prcsupone o implica que I sea vcrdadcra,
ni siquiera que sea empricamcntc adccuada; y (b) la ahrmacin dc quc
tcnemos una explicacin se intcrpreta ms sencillamcnte con el significado
dc que, "en los libros", tencmos una tcora accptable que explica. Adoptar
de ahora en adelante esta intcrprctacin.
Para rcdondear la discusin sobre la tcrminologa, aclaremos qu tipo
dc trminos pucdcn scr los sujctos gramaticales, o los objctos gramaticales, dcl trmino "explicar". El uso no est rcglamcntado: cuando dccimos
"Aqu cst la explicacin!", podcmos estar rcfirindonos a un hccho, a
una tcora o a una cosa. Adcms, frccucntcmcnte es posible scalar ms dc
t29
rrir cosa que puede ser denominada "la explicacin". Y, finalmente, mienlr;rs que una persona puede decir que la teora de la gravitacin de Newton
cxrlicaba las mareas, otra puede decir que Newton utiliz esa teora par rr e xplicar las mareas. (Supongo que nadie dira que el martillo hizo pasar
,'l cluvo a travs de la madera; solamente dira que el carpintero lo hizo, utiIrrrrdo el mafillo. Pero la gente hoy da dice a veces que la computadora
r rlcul el valor de una funcin, o resolvi las ecuaciones, lo que es quiz
rt'nrtjante a deci que la teora explic las mareas.)
lisla embrollada variedad de formas de habla es comn tanto en cienttlicos como en filsofos y legos. En Huygens y Young la expresin tpica
lf,uccc ser que los fenmenos pueden ser explicados por medio de princi'ros, lcycs e hiptesis, o de acuerdo con una perspectiva.3 Por otra parte,
f 'rcsncl escribe aArago en l8l5, "tous ces phnomnes[...]sonrunis et
rrliqus par la mme thorie des vibrations", y Lavoisier dice que la hiptt'sis dcl oxgeno que l propone explic'a los fenmenos de la combustin.a
l):rrwin habla tambin en este idioma: "En las investigaciones cientficas
rst:i pcrmitido inventar cualquier hiptesis, y si sta explica amplias y var rrlus clases independientes de hechos, alcanza el rango de una teora bien
lrrrrlumcntada"; aunque en otra parte diga que los hechos de la distribucin
it'rrgrrfica son explicables dentro de la teora de la migracin.s
Sin cmbargo, en otros casos la teora asumida permanece tcita, y nir runr:nte decimos que un hecho explica otro. Por ejemplo, el hecho de que
cl irua sea un compuesto qumico de oxgeno e hidrgcno explica por qu
ll oxgcno y el hidrgeno aparecen cuando se hace pasar una corrientc elctr r'ir a travs del agua (no purificada).
l'ara poner algn orden en esta terminologa, y de acuerdo con las conr lrsioncs previas, podemos reglamentar el lenguaje de la manera siguiente:
l,r rirlabra "explicar" puede tener su papel bsico en exprcsiones de la forma
"t'r rclacin con la teoraT, el hecho E explica el hecho F". Las otras ex'r.'sioncs entonces pueden analizarse como: "I explica F" es equivalente
r "r:rr rclacin con Z, existen hechos que explican F"; "T se usaba para
\,,r1, l)ovc 1962, pgs. 19 s.,22, 3; Thomas Young, Miscellaneous Works, G. Peacock
1,,rur.), Lordres, John Murray, 1855, vol. r, pgs. 168-170.
'f A. Fresnel, Ouvres complre.s, Pars, Imp. Impriale, 1866, vol. r, pg.36 (vanse
rrnl)i((n pfgs. 254, 355); Lavoisier, op. cit., pg.233.
Sp'is,
130
LA IMAGEN CIENTFICA
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
explicar F" equivale a "se mostr que hay hechos que explican F'en relacin con 7", y as sucesivamente. En lugar de "en relacin con T" podemos
tambin decir a veces "dentro de"; por ejemplo, "la atraccin gravitacional
de la Luna explica el flujo y reflujo de las mareas dentro de la teora dc
Newton",
Despus de esto, mi preocupacin no ser mis la armacin de tipo derivado que asegura que tenemos una explicacin. Despus de este punto, el
tema de inters ser la relacin bsica de la explicacin que puede decirsc
que se sostiene entre los hechos relativos a una teora, completamente indcpendiente de si la feora es verdadera o falsa, creda, aceptada o totalmentc
$ 1.2
de22.5" C.
Bien, los calores especficos del agua y el cobre son I y 0.1, respectivamente. As, si la temperatura final es Z, el cobre pierde O.l x 2 x (0 I)
unidades de calor y el agua gana I x 3 x Q
-20).En este punto apelamos al
principio de conservacin de la energa, y concluimos que la cantidad total
de calor no ha aumentado ni disminuido. Luego,
0.1 x
2x (60-
lO6
100 newrons
ALGUNoS EJEMPLOS
dc dondc T
(5/105) x 2
rechazada.
131
I)= I x 3 x (Z-
20)
100/0.5
:200 mf segz
ft: Rl+
+)
\rn. - n- /
rlonde la ley de Balmer tenam=Z,lade Lyman tenam = l, y la de Paschen
m = 3; ambas m y n conrango en los nmeros naturales.
La teora del tomo de Bohr explica esta forma general. En esta teora, en
rl tomo de hidrgeno los electrones se mueven en rbitas estables, cada
En:
-Eo/n2
LA IMAGEN CIENTFICA
t32
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
En
- E^:
:
(-Eoln2)
Eolm2
(-Eolm2)
Relevancia explicativa:* "la informacin explicativa aducida provee bases firmes para creer que el fenmeno efectivamente ocurri u ocurre".
Eoln2
E:hf
as que las frecuencias presentadas por los fotones emitidos son
tn-E-zo(1-t\
t^-h
h\^2
nz)
Eslh esla
constante R.
El lector puede incrementar este grupo de ejemplos consultando textos elementaies y la revista Science Digest. Debera estar claro, de todas
maneras, que las teoras cientficas se utilizan en la explicacin y que la valoracin que se haga de una teora depende, por lo menos en pafe, de la medida
en que sta pueda utilizarse para explicar'
y
mi exposicin ser aquel que ilustre mi diagnstico de las dificultades
adelante.
ofrecer
ms
que
apunte sugestivamente hacia la solucin
$2.I HEMPEL: LAS BASES DE LA CREENCIA
Hempel probablemente escribi ms artculos acerca de la explicacin cien-
tfica qu ningn otro filsofo, pero, puesto que son bien conocidos' me
6 C.G. Hempel y
t33
of
i"
largodelasombramselngulodeelevacin.Perosialguiennospregunhecho
tu iot que el asta tiene 30 .ri"ttot de alto, no podemos explicar.ese
,,porque proyecta una sombra de 22.5 metros de largo". Lo ms
icienL
fu"
PRACMTICA DE LA EXPLICACIN
LA IMAGEN CIENTFICA
t34
l
poa"rnos xpticar de esa manera es cmo llegamos a saber' o cmo
li
pontneo.Dehecho,lafsicaatmicaticnemuchosejemplosdesucesosde
muybajaprobabilidadquesonexplicadosentrminosdelaestructuradelos
135
rl
r irr
I'rr aadidura, Wesley Salmon plante el enojoso problema de la reler','rr'irr que se menciona en el ttulo del primer criterio, pero que no aparece
S;rlmon supuso aqu que casi todos los resfros se alivian espontneamente
nr una semana. Hay entonces algo profundamente errneo en estas "exrlicaciones", puesto que la informacin aducida es total o parcialmente
rrrclcvante. As que el criterio debera enmendarse por lo menos de morlrr quc se leyera: "provee bases buenas y relevante.l". Esto hace surgir el
rroblcma de explicar la relevancia, una cuestin que no es tampoco nada
lricil.
'lbdas las teoras cientficas, y toda la informacin auxiliar presentada en
Ios cjcmplos anteriores, satisfacen
de hecho, cmo es
s.
t36
LA IMAGEN CIENTFICA
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
ocurrir.c '
dan tarcs
explicaciones construyendo modelos de procesos que
utilizan soramenrc
mecanismos genticos y de seleccin naiural, en
los cuales el resultad'
concuerda con los fenmenos reales.
En una lnea simirar, putnam argumentaba que las
explicaciones de Ncwton no eran deducciones de los hechos que tenan que
explicarse, sino ms
bien demostraciones de compatibilidad. Lo que se
haba demostrado erir
que los movimientos celestes podan ser como
eran, dada la teora y ciertrs
distribuciones posibles de masa en el universo.t0
I distincin no parece muy eficaz
mientras tengamos que tratar con una
teora deteminista, porque en ese caso ros fenm"enos
ro*patibre'
con la teora z si y slo si hay condiciones precedentes
posibles c tats quc c
'oi
-lo
cuut.gurumenrc
d" adecua-
137
P(ElA) + P(E)
de Hempel requera que P(E /A) fuera alto (mayor por lo menos
Salmon no exige esto; ni siquiera exige que la informacin A in, rr rrrcrtc la probabilidad de E.
Que la exigencia de Hempel era demasiado
lrl rtc lo nuestra el ejemplo de la paresia (que encaja muy bien con la des, 1rr rirn dc Salmon), y que no debera exigirse que P(E
lA) sea mayor que
l'rl ) kr rugumenta Salmon independientemente.
f 'lof}cce el ejemplo de una mezcla con igual proporcin de tomos de
rrrrrro''18 y de polonio2l4, que hace que el contador Geiger suene en un
rilt, rvitlo (t, t + m). Esto significa que uno de los tomos se desintegr.
r l'nr 11 se desintegr? La respuesta correcta ser: porque era un tomo de
,rr,rrrr,,'l18; si esto es as, es independiente de que la probabilidad de su deslrlr'irircin sea mucho ms alta en relacin con el conocimiento previo de
I
('l
'|rr' iitomo perteneca a la mezcla descrita.l El problema con este argurl, nlo cs que, segn el criterio de Salmon, podemos explicar no solamente
rrrr tlu hubo una desintegracin, sino tambin por qu esa desintegracin
rrr ril r i(i, digamos, exactamente a mitad de camino entre t y t + m. Porque
lr rrrlirrmacin es estadsticamente relevante para esa ocurrencia. Con todo,
; rr ) lx)(lramos decir que ste es el tipo de hechos que la fsica atmica deja
t'xrlicar?
',rrr
l.:r idca que est detrs de esta objecin es que la informacin es estarli:,ticrncnte relevante para la ocurrencia en t + (ml2), pero no la favorece
nr cncima de otros momentos diferentes en el intervalo. Por tanto, si E :
(' )( ulri) una desintegracin) y E, : (ocurri una desintegracin en un morrrcrrlrrx), entonces Salmon nos pide compararP( E*) con P(Er/A), mientras
r
ut' rr<rsotros comparamos naturalmente tamb i n P (E, I A) con P (E, I A) parr olros momentos y. Esto indica que la sola relevancia estadstica no es
I , r rtcr itr
,r, t.
,.rlicicnte.
Nlncy Cartwright ha ofrecido algunos ejemplos para mostru que el critlro tlc la relevancia estadstica de Salmon tampoco provee condiciones
rrt'r'r:sarias o suficientes de la explicacin.tz Respecto a la suficiencia, supr)ngilsc que roco un arbusto trepador con un defoliador que es efectivo en
rrrr ()0 por ciento. Entonces la pregunta "por qu est muerto ahora este
|
|
r
Salm<rn,
Nar?
I3It
LA IMAGEN cIENTFIcA
pRecurc
ru;;;;;#d"
;rril;,
::,ffi::,tora?
;"
ri,l..l.iu"
"o,
yl""
tenece a una
aforunadamente,
farn'ia
en ra cuar .u'u
'
-y
lx:"'
.l"o-*i"i
78.
En
EXPLTcclN
139
les reoRs
Tener una explicacin de un hecho es tener (haber aceptado) una teora que
cs aceptable y que explica ese hecho. La ltima relacin debe indudablemente depender de lo que ese hecho es, puesto que una teora puede explicar
un hecho y no otro. Aunque tambin puede sostenerse lo siguiente: es una
condicin necesaria que la teora, considerada como un todo, tenga ciertas caractersticas mis all de la aceptabilidad. La relacin entre la teora
y este hecho puede ser llamada una caracterstica local de la teora, y las
caractersticas que conciemen a la teora tomada como un todo puedcn ser
llamadas caracterstica s global e s.
Esta sugerente metfora geomtrica fue introducida por Michael Friedman, quien intentaba una caracterizacin de la explicacin a lo largo de
estas lneas. Friedman escribi:
"ri"
",i "l
rerrnrtaseme aadi una
crtica ms sencrar. parecera que
arguno
de los enfoques, e,e "n..o"l
. " s;i-on, fuera correcto, sienfonces
la capacidad expricativa no ..r* "i
* r*li nuau *i, qu.
tuerza emprica' ns ai1, para
v
estas t"-r^, expricar un suceso
"""""""i0"
observado
es indistinguibre de mostrar
que su ocurrencia no constituye
una objecin
contra la pretensin de adecuaci"
Ia
teora
propia,
y tambin
indistinguibre de proveer irr"r,n""i"'ini?,"uriuu
",npi.i""'e
implicada
por
ra reora
y relevanre para ra ocurrencia
"
.u"r". v p*.."
tT,il'rr'""
""
era de ra opinin de que rearmenre
"r"
ra expricacin no puede
"rr"
ser argo
DE LA
Esto podra interpretarse como si descartara totalmcnte una relacin especfica de la explicacin en conjunto, como si dijera que las teoras puedcn
tener ciertas virtudes generales a las cuales apuntamos y en razn de las cua-
(pg. 15) que los fenmenos, es decir, las uniformidades generales, se representan con enunciados legaliformes* (cualquier cosa que stos puedan
la
'
Traducinros con este trmino la exprcsin "lawlike", que significa "con forma de
o "scmcjante a una ley". [N. del T.]
ley"
r40
LA IMAGEN CIENTFICA
ser); que tenemos como trasfondo un conjunto K de enunciados legaliformes aceptados, y que el candidato S (ley, teora o hiptesis) para explicar
P es l mismo representable por un enunciado legaliforme. Su def,rnicin
tiene la forma:
S explica P exactamente si P es una consecuencia de ,S, relativa a K, y si S
"reduce" o "unifica" el conjunto de sus propias consecuencias relativas a K.
El argumento principal de
este ensayo es que una evaluacin de la capacidad explicativa general de una teora es menos problemtica y ms relevante
l5
7
3,
197
VaseP.Kitcher,"Explanation,Conjunction,andUnification",JournalofPhilosophy,
6, p,gs. 2O7 -212.
PRAGMTICA DE LA
EXPLICACIN
I4I
como una estimacin del estado del conocimiento que una evaluacin de las
explicaciones estadsticas de ocurrencias simples. . . l6
Greeno toma como modelo de una teora aquel que especifica un espacio de
cstadsticamente independientes.
Pero no es difcil notu que la manera en que Greeno precisa estas ideas
todava tropieza con algunas de las antiguas dificultades. Porque supngase
que S y M describen el comportamiento de los barmetros y las tormentas.
Supngase que la probabilidad de que el barmetro descienda (S1) es igual
a la probabilidad de que haya una tormenta (M), es decir,0.2, y que la
probabilidad de que haya una tormenta, dada la cada del barmetro, es
igual a la probabilidad de que el barmetro descienda doda la tormenta, es
decir, L En ese caso, la cantidad 1 toma su valor mximo
de hecho,
-y,tenemos una
lo hace as an si intercambiamos M y.s. Pero seguramente no
cxplicacin en ninguno de ambos casos.
y Los REcHAzos
Dos son las dificultades principales que ilustran los antiguos ejemplos del
barmetro y la paresia, y que ninguna de las posiciones examinadas puede manejar. La primera es que hay casos que caen claramente dentro del
dominio de una teora en los que, no obstante, la demanda de explicacin
sc rechaza. Podemos explicar por qu Juan, y no alguno de sus hermanos,
contrajo la paresia, pues l tena sfilis; pero no podemos explicar por qu
1, entre todos los sifilticos, contrajo la paresia. La cicncia mdica es incompleta y espera encontrar la respuesta algn da. Pero el ejemplo del
l J. Greeno, 'iExplanation and Information", pgs. 89-104, en W.C. Salmon, op. cll.
(vase nota 8).
l
I
ti
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
LA IMAGEN CIENTFICA
142
l?
Prcss'
T. Kuhn, F/ Structure of Scientifrc Revolutio,n.s, Chicago, University of Chicago
cientfitas,ad'
revoluciones
de
las
La
estruclura
en
castellano:
pgs.
107
s.
1970,
[Versin
A. Contin, Mxico, Fondo de Cultura Econnrica, 1970 (breviario 213)'l
t43
rcriodos de la historia, como resultado de la invasin de un pucblo tecrrolgicamente ms avanzado, los nativos fueron desplazados y dcbilitados
cultural, fsica y econmicamente. Pero tal respuesta no nos dejar satisfet'hos: lo que queremos es la historia que est detriis de ese acontecimiento.
En Tasmania, los intentos por conjuntar y contener a los nativos no tuvicron xito, de manera que los colonos blancos simplemente comenzuon
l disparar contra hombres, mujeres y nios, hasta que finalmente no qued
uinguno. En las praderas de Norteamrica, los blancos destruyeron sistemlicamente las grandes manadas de bfalos de las que dependan los indios
l)iua su alimentacin y vestido, y de este modo los condenaron al hambre o
la rendicin. All se ve la historia, que se mueve de acuerdo con su propia
rcccsidad intema y explica el porqu.
Uso la palabra "necesidad" deliberadamente, porque se es el trmino
tuc vincula historia y causalidad. De acuerdo conla Potica de Aristteles,
l:r manera correca de escribir una historia es construir una situacin en la
cual, despus de que los parmetros iniciales han sido fijados, se dirija hacia
su conclusin con una suerte de necesidad inexorable; que, en retrospectiva,
"lcna que terminar de esta manera". En un principio sta fue tambin la
clracterstica distintiva de la explicacin causal. Tanto en la literatura como
crr la ciencia aceptamos ahora que tales relatos muestran solamente cmo los
succsos pudieron ocurrir de la manera en que ocurrieron. Pero es lcito
sostcner que, para que sea una explicacin, un relato cientfico debe adems
contar una historia de cmo las cosas succdieron y cmo, por as decirlo,
Ios sucesos concuerdan entre s.
La idca de la causalidad en la losofa contempornea es la de una rel:ru^irn cnlrc succsos. Por consiguicntc, no pucde idcntiflcarsc ni siquicra
t44
LA IMAGEN CIENTFICA
con la causalidad eficiente, su pariente aristotlico ms cercano. En el sentido modemo no podemos decir, correctamente y sin elipsis, que la sal o la
humedad del aire causaron la oxidacin del cuchillo. En cambio, debemos
decir que ciertos sucesos causaron la oxidacin: sucesos tales como haberle cado sal al cuchillo, el aire que humedece la sal, etctera. La expresin
exacta no es importante; que los relata sean sucesos (incluyendo los procesos y estados de cosas momentneos o prolongados) es en cambio muy
importante.
Pero qu es exactamente esa relacin causal? Cualquiera reconocer
aqu la pregunta de Hume y recordar su rechazo de ciefas caracterizaciones
metafsicas. Pero, despus de todo, hablamos de esta manera; decimos quc
el cuchillo se oxid porque le cay sal y, en tanto que filsofos, debemos
encontrarle sentido a la explicacin. En sta y en la siguiente subseccin
discutir algunos intentos por explicar la relacin causal contempornea.
Cuando algo se cita como una causa, ello no implica que sea suficiente
para producir el suceso (para garantizar su ocurrencia). Digo que esta planta
muri porque fue rociada con defoliador, aun a sabiendas de que el defoliador es efectivo solamente en un noventa por ciento. De all la tradicin quc
identifica la causa como la conditio sine qua non: si la planta no hubiera
sido rociada, no habra muerto.ls
Hay dos problemas al replantear lo anterior como: una causa es una condicin necesaria. En primer lugar, no toda condicin necesaria es una causa;
y en segundo lugar, en algn sentido muy directo una causa puede no ser
necesaria, a saber, causas altemativas podran haber llevado al mismo resultado. Un ejemplo del primer problema es ste: la existencia del cuchillo
es una condicin necesaria para su oxidacin, y el crecimiento de la planta
lo es para su muerte. Pero ninguna de ambas podra ser citada como una
causa. En cuanto a lo segundo, est claro que la planta podra haber muerto de alguna otra manera, por ejcmplo, si la hubiera cubierto cuidadosa y
completamente con pintura antioxidante.
J.L. Mackie propuso la siguiente dehnicin: una causa es parte insuficiente pero necesaria de una condicin innecesaria pero suficiente.19 Que
una condicin suficiente debe preceder al suceso que ha de scr explicado
l8
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
scguro; sta no debe ser algo como el (crecimiento-ms muerte-ms purlricin) de la planta si es que deseamos citar una causa para su muerte.
I'cro el primer problema queda en pie todava, puesto que la existencia del
cuchillo es una parte necesaria del conjunto total de condiciones que lleviron a su oxidacin. Ms preocupante es el hecho de que puede no haber
cn absoluto condiciones suficientes antecedentes: la presencia de radio es
I. que caus que el contador Geiger sonara, pero la fsica atmica permite
runa probabilidad distinta de cero de que el contador no suene en absoluto
(:s
cn esas circunstancias.
Por esta razn (la no disponibilidad de condiciones suficientes en ciertos
casos), la definicin de Mackie no disipa tampoco el segundo problema.
SiA entonces B
por tanto
siAyCentoncesB
Pcro nuestros condicionales, en lenguaje natural, no obcdecen tpicamente
csa ley:
2.
se frota, encender.
3.
145
s.
146
LA IMAGEN CIENTfFICA
PRAcMTrcA DE LA EXPLIccrN
ido a dormir.
contrafcticos.
147
2l
tiempos una enfermedad de tal naturaleza que, si est fuera, Brown debe acompaarlo. Adems, si Carr no est, y si Allen est fuera, Brown debe estar all
por obvias razones de negocios.22
22 Miul, N.S. 3, 1894, pgs. 436-438; P.E.B. Jourdain (comp.), The Philosophy of Mr.
Il*rtr*und R*.s.r*//, Londres, Allcn and Unwin, 1918, p9.39. El anlisis del ejemplo que
rloy aqu se dcbe a Richmond Thomason.
r
l4tt
LA TMACEN CrENTFICA
l.
2.
Tenemos, sin embargo, muchas otras razones para no creer que el condicional del lenguaje natural sea el condicional material. En la lgica modal, el
condicional estricto es tal que I y 2 implican que no es posible que Allen est
afuera. As que el argumento dcmostrara que "Si Carr est afuera entonces
no es posible que Allen est afuera". Esto es falso; si parece verdadero es
porque se confunde fcilmente con "No es posible que Carr est afuera y
Allen est afuera." si sabemos que carr est afuera podemos concluir que
es falso que Allen est afuera, no que es imposible.
La lgica corriente de condicionales contrafcticos arroja exactamente
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
149
,si
En algn momenfo se tuvo la esperanza, expresada por Goodman, Reichcnbach, Hempel y otros, dc que los condicionales contrafcticos proporcionaran un criterio objetivo de lo que es una ley de la naturaleza o, por
Io mcnos, de lo que es un enunciado legaliforme. Una verdad meramcnte
gcncral deba ser distinguida de una ley puesto que esta ltima, y no la prinrcra, es la que implica los contrafcticos. Esta idea debe invertirse: si las
lcycs implican los contrafcticos, entonccs, dado que los contrafcticos son
rlcpcndientes dcl contexto, el concepto dc ley no seala ninguna distincin
objctiva en la naturaleza.
Si cl lcnguaje contrafctico cs apropiado para la explicacin, como me
sicnto inclinado a accptar, debcramos concluir que la explicacin albcrga
run gnrdo significativo dc dcpcnclcncia contcxtual.
r
t50
PRAGMTICA DE LA
LA IMAGEN CIENTFICA
y retrodiccin [.
. . ]? Ofrece un conocimiento de los mecanisms de produccin y propagacin de la estructura en el mundo. Eso va un poco ms all del
mero reconocimiento de regularidades y de la posibilidad de subsumir fenmenos particulares en ellas.2a
Un proceso es una serie espacio-temporal continua de sucesos. La continuidad es importante, y Salmon atribuye algunas de las dificultades de
Hume a su imagen de los procesos como cadenas de sucesos con eslabones
discretos.25 Algunos procesos son causales o procesos genuinos, y algunos
son seudoprocesos. Por ejemplo, si un aulomvil se mueve a lo largo de un
camino, su sombra se mueve tambin a lo largo de ese camino. La serie de
sucesos en los que el automvil ocupa puntos sucesivos en ese camino es
un proceso causal genuino. Pero el movimiento de la sombra es solamente
2a op. cir.,pag.29 s.
25 Ibd., pgs. 14 s.
Sl,
I5I
(l)
simpliciter.
prolongados.23
EXPLICACIN
[sta condicin no descata todava los seudoprocesos, de manera que aadimos que cada suceso de la serie enmascara los sucesos anteriores a pafir
dc los posteriores.
(2)
Ar-,
es
y 22.
t52
LA IMAGEN CIENTFICA
largo del muro es un seudoproceso. Si se deforma cuando encuentra un muro
de piedra, recobrar inmediatamente su forma anterior, tan pronto como deje
atrs el muro. ste no le transmitir una marca o modificacin.27
2t
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
153
P(Alc)
P(Blc)
lo cual, como ha sido sealado en el captulo 2, implica que hay una correlacin positiva entre A y B.
Con vistas a dar cabida a los ejemplos rcacios (vase el captulo 2), Salrnon introdujo adems labifurcacin interac'tiva, que es como la precedente,
excepto que (3) se cambia por
-o
r
l.r.l
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
LA IMAGEN CIENTfFICA
155
en qu me'
cslos fenmenos. Pero seguramente est claro que, sin importar
"causa comn", no
rlitla la explicacin aduciJa pueda merecer el n.ombre de
en ocabrownianos
(en
movimientos
los
sucesos
entre
scala una relacin
que se
siones especficas y en la electrlisis en otras ocasiones especfltcas)
que conectan estos
rcmonte (va procesos causales) hasta las bifurcaciones
el expeLu explicacin es ms bien que el nmero encontrado en
,ro"".o..
ii,ncnto A en eliiempo
, es
e, en cialquier
basadas en
t,dentrodelasteorasrelativistas,enlainformacinqueserelacionaconel
campo mtrico
ospacio-tiempo como un todo, tal como la especificacin del
o gravitacional.
central' es,
racterizada por salmon, aunque aparenta tener una importancia
general'
en
explicaciones
cuando rnuho, una subespecie de las
$2.7 LAS CLAVES DE LA CAUSALIDAD
una red de
Acordemos que la ciencia nos da una imagen del mundo como
pero
compleja
manera
una
dc
s
entre
sucesos interionectados, relacionados
precedensecciones
dos
en
las
que
encontramos
ordenada. Las dihcultades
de causa y
tcs despiertan alguna duda sobre lo adecuado de la terminologa
esta dums
pero
no
fortalezcamos
.uu.utiu para escribir esta imagen;
examinadas
por
teoras
las
sugerida
da. La caraiterizacin de la explicacin
sigue:
puede ser ahora reformulada en trminos generales como
(1)LosSuceSoSestnenmaraadosenunaredderelacionescausales.
gas. Por medio de observaciones muy diferentes del proceso de la electrlisis, determinaron el nmero de cargas de electrn iguales a un faraday, es
decir, iguales a la cantidad de carga elctrica necesaria para precipitar una
-la
(3)LaexplicacindeporquunSucesooculTeconsiste(tpicamente)en
formada
mostrar los factores reievantes en la pafc de la red causal
por las lneas "que conducen a" ese suceso'
constifactores rclevantcs mcncionados en una explicacin
de esc
causa(s)
la(s)
como)
conoce
tuy"n (lo que ordinariamente se
(4) Aquellos
succso.
lll
t56
LA IMACEN CIENTIFICA
Hay dos razones claras por las que, cuando surge el tema de la explicacin, la atencin se desplaza de la red causal como un todo (o incluso de
la parte que converge en el suceso en cuestin) hacia los "factores relevantes". La primera razn es que cualquier caracterizacin de la explicacin
debe dar sentido a ejemplos comunes de explicacin, especialmente a los
casos citados tpicamente como explicaciones cientficas. En tales casos,
las razones citadas son sucesos particulares previos, condiciones iniciales o
combinaciones de ambos. La segunda razn es que ninguna caracterizacin
de la explicacin debcra implicar que nunca podamos dar una explicacin;
y describir la red causal total de cualquier regin conectada, por pequea que sta sea, es en casi todos los casos algo imposible. De manera
que la menor de las concesiones que tcndra que hacerse es la de aceptar que la explicacin solamente tiene que dccir que existe una estructura
de relaciones causales de cierto tipo, que podra en principio sr descrita en detalle: las caractersticas relevantes son las que escogen el "cierto
tipo".
El inters en la accin causal en cuanto tal centra su atencin en (l) y (2),
pero el inters en la explicacin nos exige concentrarnos en (3) y (4). De
hecho, desde este ltimo punto de vista, es suficiente garantizar la verdad
de (l) y (2) al definir
la red causal = cualquier estructura de relaciones que la ciencia describa
y dejar
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
157
1il
vantes.
llr
variables.2e
|1
10
curva .--
29 Este sondeo se encuentra enZwaf, op. cit., p.135, nota 19; las referencias son a los
artculos de Beck y Nagel en H. Feigl y M. Brodbeck (comps.), Readings in the Philosophy
of Science, Nueva York, Appleton-Century-Crofts, 1953, pp. 374 y 698; R.B. Braithwaite,
Scientific Explonation, Cambridge, Cambridge University Press, 1953, p. 320 [versin en
castellano: Laexplicacincientfica,Madrid,Tecnos, 19651;D.Bohm,CausalityandChance
in Modern Phy.sics, Londres, Routledge and Kegan Paul, 1957 , passint [versin en castellano:
Causalidad y azar en la fsica ntoderna, trad. D. Learn, Mxico, uNnu, 19591.
30 N.R. Hanson, Patterns of D.scovery,Cambridge, Cambridge University Press, 1958,
p. 54. [Versin en castellano: Patrones de descubrimiento: investigacin de las bases conceptuales de lu cienciu, Madrid, Alianza, 1985.1
I
I
t.58
LA IMAGEN CIENTFICA
En otras palabras,
PRAGMATICA DE LA EXPLICACIN
..la
contextuales.
concluye:
3t
159
l.
2.
3.
C osmos,
dc Stanford, 1974. La idea fue desarrollada independientemente por Jon Dorling en un trabajo
que circul en 1976, y manifiestamente por AIan Garfinkel en Explanaton and Individuals,
Yale University Press, de prxima aparicin. Deseo expresar mi deuda con Bengt Hannson
por la discusin y la correspondencia del otoo de 1975 que me aclararon estas cuestiones
considerablemente.
160
LA IMAGEN CIENTFICA
4.
5.
puede
PRAGMTICA DE LA
EXPLICACIN
I6I
cjcmplos. Tbmbin nos indica el camino correcto para explicar afirmacioncs tales como: los sucesos individuales no se explican nunca, solamente
cxplicamos un suceso particulat qu suceso de un ciefo tipo. (Podemos ex"
plicar esta desinteg,racin de un tomo de uranio gaa desintegracin de un
tomo de uranio, pero no qua desnlegracin de un tomo de uranio en este
momento.)
Pero explicar qu es lo que hace que una respuesta favorezca una altemativa por encima de otra se muestra difcil. Harnson propuso: la respuesta A
cs una buena respuesta de (Por qu P en contraste con X?) nicamente si la
probabilidad de P, dado A, es ms alta que la probabilidad promedio de los
miembros de X dado A. Pero esta propuesta lropieza con la mayora de las
antiguas dihcultades. Recurdense los ejemplos de irrelevancia de Salmon:
la probabilidad de recuperarse de un resfriado, dada la administracin de
vitamina C, es casi uno, mientras que la probabilidad de no recuperarse, dadas las vitaminas, es casi cero. De manera que, segn el criterio de Hannson,
sta sera una buena respuesta
si toma vitamina C no tiene efecto,
de una forma u otra, en el alivio-aun
de un resfriado.
Asimismo, las asimetras siguen siendo tan preocupantes como siempre.
Segn el criterio de Hannson, el largo de la sombra proporciona automticamenfe una buena explicacin de la altura del asta bandera. Y "porque
el barmetro cae" es una buena respuesta a "por qu hay una tempestad?"
(segn la seleccin de las clases de contraste "obvias", por supuesto). De
modo que, al parecer, la reflexin en tomo a las clases de contraste sirve
para resolver algunos de nuestros problemas, pero no todos.
,l
92.9 LA ELABoRAcIN
op LAs cLAVES
Me parece que las discusiones sobre la causalidad y las preguntas "por qu"
ofrecen claves esenciales para la caracterizacin correcta de la explicacin.
En las primeras encontramos que una explicacin consiste frecuentemente
cn enumerar los factores relevantes que apuntan hacia un relato completo
de cmo sucedi el suceso. Su efecto es la eliminacin de varias hiptesis alternativas acerca de cmo se present este suceso y/o la eliminacin
dcl acertijo acerca de cmo el suceso pudiera haber tenido lugar. Pero la
rclcvancia depende del contexto, y la seleccin del factor correcto "importante" dcpende de la gama de alternativas tomadas en cuenta en ese
LA IMAGEN CIENTFICA
t62
cientficas.
Esto podra no ser importante si no estuvirrmos preocupados por csi'
tablecer precisamente cmo es que tener una explicacin va ms all dc
tener meramente una teora aceptable acerca del dominio de fenmenos cll
cuestin. Pero ste es precisamente el tema que nos preocupa'
En la discusin de las preguntas "por qu" hemos descubierto otro factor
qut
determinado contextualmente. La gama de hiptesis acerca del suceso
por
la explicacin debe "cribaf" o "recofar" no esf determinado solamente
los intereses (legal, mecnico, mdico) de los involucrados en el pleito, sino
tambin por una gama de altemativas contrastantes del suceso. Esta clasc
de cowrsrc est tambin determinada por el contexto'
Puede pensarse que, cuando pedimos una explicacin cientfica, la rc-
Pedir que sus explicaciones sean cientficas es solamente pedir que se apoyen enteoras cientficas y en experimentos, no en chismes' Y puesto quc
cualquier explicacin de un succso individual debe ser una explicacin dc
qua ejemplo de un ciefo tipo de suceso, no puede pedirse ni|'
"r",u""ro
da ms.
t63
l\'ro esto es un error. Si el Ser Omniscicnte no tiene intereses especfios (legales, mdicos o econmicos, o solamente un inters en la ptir r o en la termodinmica en lugar de la qumica) y no hace abstraccin
{rle manera que nunca piensa en la muefe de Csar qaa apualamiento
rrrriltiple, o qta asesinato), entonces para l no surgen en absoluto prellunlas "por qu" en ninguna dieccin y no tiene ninguna explicacin
u cl sentido en que nosotros tenemos explicaciones. Por el contrario,
,,r 'l tiene intereses y hace abstraccioncs a partir de peculiaridades indivrrlualcs cuando piensa acerca del mundo, entonces sus preguntas "por
,
rrr" son tan esencialmente dependientes del contexto como nuestras pre-
tit
iii
trrnlas. En ambos casos, su ventaja es que siempre tiene toda la inforrrr;rcin que se necesita para responder a cualquier dcmanda de explica-
y por
rlt
It
('s.
no
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
Sc
ha dicho a veces que un Ser Omnisciente tendra una explicacin cornpleta, mientras que estos factores contextuales slo manifiestan nucstrils
rlj
I
;
t64
LA IMAGEN CIENTIFICA
t, l3i y desarroll una tipologa de los factores explicativos ("las cuatro causas"). La solucin es, entonces, simplemente sta: supngase que
hay un nmero definido (por ejemplo cuatro) de tipos de factores explicativos (es decir, de relaciones de relevancia para preguntas "por qu")'
Supngase tambin que en relacin con nuestra informacin antecedente
dos
y con nuestras teoras aceptadas, las proposiciones A y B son equivalentes. Puede ocurrir todava que estas dos proposiciones describan factores
de diferentes tipos. Supngase que en cierto contexto, nuestro inters se
centra en la manera en que se produce cierto suceso, y "porque B" es una
respuesta adecuada a "por qu A?" Entonces, bien puede ser que A no
describa ninguna manera de producir nada, de tal forma q\e, en este mismo contexto, "porque A" no podra ser una respuesta aceptable para "por
qu B?"
El ejemplo de la lintema de Aistteles (Analticos Segundos l, I I ) muestra que la misma pregunta "por qu" puede ser verbalmente una peticin de
diferentes tipos de factores explicativos. Con un ropaje modemo, el ejemplo
sera como sigue: supngase que un padre pregunta a su hijo adolescente
"Por qu est encendida la luz del zagun?", y el hijo contesta "Porque el
intcm-rptor del zagun est haciendo contacto, y la electricidad llega al foco
a travs de ese intemrptor." Ante esto, lo ms probable es que tengamos la
impresin de que el hijo est siendo insolente. Esto es as dcbido a que nos
inclinamos a pensar que el tipo de respuesta que el padre pcda era algo
as como "porque esperamos invitados". Pero es fcil imaginar un contexto menos factible para la pregunta: el padre y el hijo estin arreglando la
instalacin elctrica de la casa, y el padre, viendo de improviso la luz del
zagun encendida, teme haber causado un corto cicuito que ha alcanzado
al interruptor de la luz del zagun. En el segundo caso, l no est interesado en las expectativas humanas o en los deseos que llevaron a oprimir el
interruptor.
La tipologa cudruple de las causas de Aristteles es probablemente una
simplificacin excesiva de la vaiedad de intereses que puedcn determinar la
seleccin de una gama de factores relevantcs para una pregunta "por qu".
34
P-a
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
165
Pero, en mi opinin, recurrir a tal tipologa iluminar con xito las asimetras
(y tambin los rechazos, ya que ningn factor de un tipo particular pvede
conducir a una respuesta eficaz a la pregunta "por qu"). Si ello es as,
entonces, como dije antes, las asimetras deben ser, por lo menos a veces,
$3.2
-si
t66
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
LA IMAGEN CIENTIFICA
167
se sent.
1i1.
l(rll
ri
LA IMACEN CIENTFICA
4. r CON'TEXTOS
PROPOSICIONES35
Los lgicos han estado construyendo una serie de modelos de nuestro lenguaje cada vez ms complejos y sofisticados. Los fenmenos que con ellos
tratan de salvar son la gramtica de superficie de nuestras aserciones y los
patrones de inferencia detectables en nuestros argumentos. (La distincin
entre la lgica y la lingstica terica tiende a volverse vaga, y aunque los
intereses de los lgicos se centran en partes especiales de nustro lnguaje y requieren de una adecuacin menos fiel a la gramtica de superflicie,
esos intereses siguen siendo en todo caso altamente tericos.) Las entidades
tericas introducidas por los lgicos en sus modelos del lenguaje (tambin
llamados "lenguajes formales") incluyen los dominios del iscurso (,,universos"), las palabras posibles, las relaciones de accesibilidad (..posibilidad
relativa"), los hechos y las proposiciones, los valores de verdad y, por lti-
mo, los contextos. Como se puede adivinar, doy por supuesto qu"i, p*t"
del empirismo insistir en que la adecuacin de estos modelos n exig que
todos sus elementos tengan contrapartes en la realidad. Serrn buenos si se
adecuan a aquellos fenmenos que hay que salvar.
Los cursos de lgica elemental introducen argunos de los modelos ms
simples, el de los lenguajes de la lgica dc enunciados y el de la lgica
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
r69
y un lugar determinados, y en los cuales son identificados el hablante (reIcrcnte de "yo"), el destinatario (referente de "t"), la persona en cuestin
(rcferente de "1"), etctera. Que los contextos as concebidos son idealiz.uciones de contextos reales es obvio, pero el grado de idealizacin puede
rcducirse de varias formas, dependiendo de los propsitos con que se estutlia, al costo de una mayor complejidad en el modelo construido.
Qu es lo que debe especihcar el contexto? La respuesta depende de la
l'rtse que se analiza. Si esa frase es
"n de verdad.
se adecue a dicho modelo simple de las hcrraduras y las tablas
tlcl mundo del cual forma parte. Luego debe haber, para cada mundo, un
En la lgica elemental, cada frase corresponde exactamente a una proposicin, y el valor de verdad de esa frase depcnde de si la proposicin en
35
Al final de mi artculo "The only Necessity is Verbal Necessiry,,, Journal of philosophy,74, 1977,pp.71-85 (que es, en s mismo, una apricacin de la pragmticu io.mal a
un problema filosfico), se encuenlra un corto relato dcl dcsarrollo e estas ideas y algunas
referencias a la literatura sobre ellas. El artculo "Demonstatives" de David Kaplan que
fue
mencionado all como de prxima aparicin, fue tcrminado y puesto en circulacin
en una
170
LA IMAGEN CIENTFICA
En el contexto x, "hace veinte aos era an posible prevenir la explosin demogrfica en ese pas" expresa la proposicin "en 1958 es (sin
pretrito) posible prevenir la explosin demogrfica en la India".
Para dar otro ejemplo, en el contexto de mi acto de escribir presente, "yo estoy ahora aqu" expresa la proposicin Bas van Fraassen est en Vancouver,
enjulio de 1978.
La palabra dectico, cuya etimologa ("que designa", "que muestra") la presenta como
sinnimo de demostrativo, designa una clase de formas sin denotacin concreta, con referencia
vaiable que slo puede ser captada en relacin estecha con la situacin; si la situacin no se
o functors) aquellos fonemas gramaticales que son signos estructurales, como las preposicioncs, las flexiones, etctera: sobre, en "ponedlo sobre la mesa". (Mounin, op. cit., p.99,
lncas 3-10.) [N. del T.]
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
t7l
ualquier momento en estas selecciones. Entre tales variables se encontrariin las suposiciones que se asumen, las teoras aceptadas, las imgenes del
rrundo o los paradigmas a los cuales nos hemos adherido en ese contexto.
tln ejemplo simple sera el espectro de mundos concebibles que el hablante
rdmite como posibles; esta variable interviene en la determinacin del valor
tlc verdad de sus enunciados modales en ese contexto, relativas a las "presurosiciones pragmticas". Por ejemplo, si el mundo real es efectivamente el
rinico mundo posible que hay (quc existe), entonces los valores de verdad de
los enunciados modales en ese contexto sern tout court muy diferentes de
sus valores de verdad relativos a aquellos presupuestos pragmticos,
/ slo
los ltimos desempearn un papel significativo en nuestra comprensin de
lo que se est diciendo, o argumentando, en dicho contcxto.
e
$4.2 PREGUNTAS
172
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
LA IMAGEN CIENTIFICA
(a)
()
(c)
(d)
S.
Se puede llegar a Victoria tanto en transbordador como en avin.
Se puede llegar a Victoria en transbordador.
Se puede llegar a Victoria tanto en transbordador como en avin, pcro
(e)
rlcl tipo que encontramos para las proposiciones, porque nos permitira
rrlcntif,rcar una pregunta como el conjunto de sus respuestas diectas. Ntese
173
scran iguales (identificadas como tautologas) si la lgica de las proposit'iones que se adoptara fucra la lgica clsica. Sin embargo, esta hiptesis
sirnplificadora no debe rechezarse inmediatamente, y si bien de hecho ha
uiado buena parte de la investigacin sobre las preguntas, es todava aconscjable mantener una actitud en parte tentativa frente a ella.
Micntras tanto, podemos utilizar todava la nocin de respuesta directa
rara def,rnir algunos conceptos bsicos. De una pregunta Q puede decirse
tltrc contiene otra, Qt , si p' se contesta tan pronto como se contesta Q, es decir, si cada respuesta completa a Q es tambin una respuesta completa a Q/.
I lrra pregunta es vaca si todas sus respuestas directas son necesariamente
vcrdadcras, y absurda si ninguna de ellas es ni siquiera posiblemente vertlrrtlcra. Un caso especial es el de la pregunta muda, que no tiene respuestas
rlircctas. Aqu estn los ejemplos:
r8 C.L. Hamblin, "Questions", Austalasian Journal of Philosophy,36,
I
(rll.
t'|4
1.
2.
3.
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
LA IMAGEN CIENTFICA
lti l)rcsuponiendo que el otro us por lo menos uno de los dos sombreros,
r'rrnlcstacin es para l una respuesta completa. Pues la respuesta, mis
l,r rrt'suposicin, conllevan a la respuesta directa de que us el sombrero
rr,''t (). Aadamos entonces:
l,r
r:lt.r respuesta
nrifui
fcil ver que las dos respuestas directas a I ("Us un sombrero negro",
175
ll
"usr.
un sombrcro blanco") podran ser falsas. Si fuera as, el que responde dcbcrfr
decir, prcsumibleme nte, "ninguno", la cual es una respuesta an no abarcatlr
por nuestra tipologa. Siguicndo a Belnap, que clarific completamente cstc
cualquier presupuesto de Q.
La presuposicin (bsica) de Q es la proposicin que es verdadera
si
rr lr
tr
glI tlrs.
t76
LA IMAGEN CIENTIFICA
Hay muchos aspectos en los que las preguntas "por qu" introducen elementos genuinamente nuevos dentro de la teora de las preguntas.4O Enfoquemos
primero la cuestin de determinar exactamcnte qu pregunta se formula, es
decir, la especificacin contextual de los factores necesarios para entender
una interrogacin "por qu". Despus de hacer esto (tarea que termina con
la delimitacin del conjunto de las respuestas directas) y como una empresa independiente, debemos volver a la evaluacin de esas respuestas como
buenas o mejores. Esta evaluacin procede con referencia a la parte de la
ciencia aceptada como "marco terico" en ese contexto.
Como ejemplo, considrese la pregunta "por qu est doblado el conductor?" El que pregunta da a entender que el conductor est doblado y est
pidiendo una razn. Llamemos a la proposicin de que el conductor es-
X-
-llammosla
que incluye al tema. Para
esta intcrrogante particular, el contraste podra
ser que es este conductor en lugar de aqu|, o que este conductor se ha
doblado en lugar de conservar su forma. Si la pregunta es "por qu este
material al quemarse da una flama amarilla?", la clase de contraste podra
ser el conjunto de proposiciones: este material ardi (con una llama de)
color .
Finalmente, est el aspecto-segn-el-cual se pide una razn, que determina lo que ha de contar como un posible factor explicativo: la relacin
de relevancia explicativa. En el primer ejemplo, la peticin puede ser por
los sucesos "que llevan a" el doblqmiento.Eso admite como relevante una
caracterizacin en trminos de error humano, de interruptores que se cerraron, de humedad condensada en esos interruptores o, incluso, de conjuros
formulados por brujas (puesto que la evaluacin de lo que es una buena
respuesta viene despus). Por otro lado, los sucesos que llevan al doblaao En el libro de Belnap y Steel (vase nota 36, antes), la teora de las preguntas "por qu"
de Bromberger se presenta de la forma general, comn a las preguntas elementales. Creo que
Bromberger lleg a su concepto de "ley anrmica" fabnormic lawl (y la forma de respuesta
expuesta por "'Grnbaum' se escribe con umlaut porque es una palabra inglesa tomada del
alemn, y ninguna palabra inglesa se escribe con umlaut excepto aquellas tomadas de otra
lengua en la cual se pronuncian asf') porque no consider el tcito en lugar de (la clase de
contraste) de las interrogaciones "por qu", y entonces tuvo que compensar esta deficiencia
en su caractcrizacin de las respuestas.
PRAGMATICA DE LA EXPLICACIN
l'77
rlicnto del conductor pueden ser bien conocidos; en tal caso, lo que se pide
cs posiblemente una caracterizacin de las condiciones circunstantes que
hicieron posible que esos sucesos llevaran a ese doblamiento del conduc-
la planta de energa. Comprese "por qu circula la sangre por el cuerpo?" respondida as: (l) "porque el corazn bombea la sangre a travs de
las arterias", y as: (2) "para llevar oxgeno a todas las pafes del tejido
corporal".
En un determinado contexto, donde varias preguntas coinciden en cuanto
al tema pero difieren en cuanto a la clase de contraste, o viceversa, concebiblemente pueden difcrir todava ms en lo que se toma como relevante
El tema P
La clase de contraste X
: {pt,. . . , pr . . .}
La relacin de relevancia R
y, de manera
Q:<
P,X,R >
178
PRAGMTICA DE LA
LA IMAGEN CIENTFCA
r,rn.
179
Debemos ahora definir cules son las respuestas diectas a esta pregunl
Para comenzar, inspeccionemos la forma de las palabras que habrn tlc
expresar dicha respuesta:
(*)
EXPLICACIN
{rlros sucesos", "dme una causa comn", etc. En ese caso, la prctensin
es
yn una pretensin de que sta ofrece una razn significativa. Sin embargo,
:1
i I k, no P;y A) es verdadera
rltrrrde, como antes, X : {Pt,.. ., Pk,. . .}. Dada esta definicin propuesta
tlc Ia respuesta directa, qu es lo que presupone una pregunta "por qu"?
I lsando la definicin general de Belnap deducimos:
al
Llamo a sta una cuestin de procedimiento, porque la teora podra ser desarrollada
t l:rranente de manera diferente en este punto, construyendo la pretensin de pertinencia
rlerlro de la respuesta como un conyunto explcito. El resultado sera una teora alternativa de
l)rcgunlas "por qu" que, creo, salvara igualmente los fenmenos, o bien de la explicacin,
o bicn dc la formulacin y la respuesta de las preguntas "por qu".
Itw'
I8('
LA TMAGEN
utr prcgunta
"por
cleNrnce
(u)
su tcma es verdadero;
(b)
sin embargo' como veremos, si las tres proposiciones anteriores son verdaderas, la pregunta podra an caecer de una respuesta eficaz.
No obstante, antes de pasar a la evaluacin de las respuestas, debemos considerar un tema relacionado con ello:
cundo ,urg" unu pr"gunta "por qu"? En la teora general de las preguntas, se hicieron
equivaler las proposiciones siguientes: la pregunta
se plantea, todos los
e
presupuestos de Q son verdaderos. La primera significa qve
e no debe
rechazarse como errnea; la ltima, que
e tiene aiguna putu verda-
dera.
que esto introduce una cua entre los dos conceptos. Desde
lulgo, a veces
rechazamos una pregunta "por qu" debido a que pensamos que
no fiene
una respuesta verdadera. Pero en tanto no pensemos eso, la pregunta
se
plantea y no es errnea, indepcndientemente de lo que ,ea uerd'adJro.
Para precisar esto y para simplificar la discusin que sigue, introduzcamos dos trminos especiales ms. En la definicin anterior de ,,respuesta
directa", llamemos proposicin A ar ncreo de la respues ta B (yaque
la respuesta puede ser abreviada como " porque A") y llamemos a presuposicin
la
I poro toda i I
fr
Finalmente,
pRcrlflc
DE LA
EXPLTCCIN
lgl
;FF
llrJ
LA TMAcEN
pRecurrce
clnNrfnce
precisin.
La primera es, por supuesto, la ms simple: descartamos por completo
porgug.A si K implica la negacin de A; y por otra parte preguntamos
qu
probabilidad otorga K A. Despus comparamos esto
con
liprobabilidad
-a
que K otorga a los ncleos de otras respuestas posibles.
volveos entonces
a la cuestin del favorecimiento.
. S_f la pregunta por qu-B mrs bien que C,..., N surge aqu, K debe
implicar B e implicar la falsedad de C,..., y'. Sin .mUigo,'es'p."cira_
mente la informacin de que el tema es verdadero y las
aitemativas
loque es irrelevante para juzgar qu tan favorabre
no,
ru."rpu"rta en rera-
,i"--
--".u
42
"uro,'y
DE LA EXPLrclcrN
r83
la evaluacin de la respuesta porque A ala pregunta Q procede solamenlc con referencia a cierta parte K(Q) de K. Cmo se selecciona esa pafe
cs igualmente impofante para todas las teoras de la explicacin que he
discutido. Ni los dems autores ni yo mismo podemos decir mucho acerca de ello. Por consiguiente, la seleccin de la pafe K(Q) de K que ha
dc utilizarse en la ulterior evaluacin de A debe ser otro factor contextual.43
C,..., N, enton-
tcma B.
En el caso en que A no sea as, nosotros debemos otorgar las calificaciones
sobre la base de lo bien que A redistribuye las probabilidades en la clase
de contraste para favorecer a B en contra de sus alternativas. Llamemos
a la probabilidad a la luz de K(O) sola, la probabilidad a priori (en este
contexto) y a la probabilidad dado K(Q) ms A la probabilidad a posteriori.
Entonces A se desempear mejor aqu si la probabilidad posterior de B es
igual a I . Si A no es as, todava puede desempearse bien siempre y cuando
desplace la masa de la funcin de probabilidad hacia B; por ejemplo, si eleva
la probabilidad de B mientras hace bajar la de C, . . . , N; o si no hace bajar la
probabilidad de ,8 mientras hace bajar la de algunos de sus ms cercanos
rivales.
sus consecuencias, debe ser cuidadosamente separada de aquellos presupuestos bsicos si no
a3 Escojo deliberadamente la notacin K(0) para indicar la conexin con los modelos de
creencia acional, condicionales y de razonamiento hipottico, tal como son analizados, por
ejemplo, por William Harper. Existe, por ejemplo, algo llamado la prueba de Ramsey: para
ver si una persona con unas creencias totales K acepta que si A entonces B, l debe verifica si
K(A) implica B, donde K(A) es la "revisin mn::na" de K que implicaA. Una condicin para
"abrir la pregunta" a A, es que tal persona debe desplazar de manera semejante sus creencias
desde K hacia K?4, la "revisin mnima" de K que es consistente conA; y podemos conjeturar
que K(A) es lo mismo que (K?A)&. Lo que he llamado K(Q) sera, de manera similar, una
revisin de K que es compatible con todos los miembros de la clase de contraste de Q y tambin
con la negacin del tema de Q. No s si la imagen de la "mnima evisin" es la ms conecta,
pero estas semejanzas sugestivas pueden sealar conexiones importantes; puede parecer,
seguramente, que la explicacin lleva consigo un razonamiento hipottico. Vase W. Harper,
"Ramsey Test Conditionals and Iterated Belief Change", pp. 117-135, en W. Harper y C.A.
Hooker, Foundations of Probability Theory, Statistical Inference, and Statistical Theories
ofStien<'e, Dordrecht, Reidel, 1976, y su "Rational Conceptual Change", en F. Suppe y P.
Asquith (comps.), PSA 1976, East Lansing, Philosophy ofScience Association, 1977.
ti4
LA IMAGEN CIENTFICA
PRAGMATICA DE LA EXPLICACIN
no Ez,. . ., Erooo?
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Porque A.
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185
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NoS
Prob
Las reas sombreadas representan los casos en que 11 es verdadero y enumeran las probabilidades. Despus de los clculos usuales, las probabilidades
condicionales son
Prob (H lS) = Prob (H) = *
Prob(HlS&D=
Prob (H lQ = [
Prob(HlS&noE)=l
Prob (H /no D = 1
n*ffir
lltr
LA IMAGEN CIENTFICA
recl's considerar, pero no tenemos una frmula precisa que los conecte a
trxkrs. Tampoco tenemos una frmula precisa para sopesar la impofancia
tlc la factibilidad de que la respuesta sea verdadera, conira el grado en que
la
irformacin que ella provee sea verdadera. pero dudo del valr de cualquier
intcnto por combinar fodos estos aspectos en una medicin univalente.
En cualquier caso, no hemos terminado. porque hay relaciones entre respuestas que van ms all de la comparacin de lo bien que se desempean
stas con respecto a los criterios considerados hasta uqu?. un caso famoso,
tambin relacionado con la paradoja de Simpson, se dsarrolla como sigue
(examinado tambin en el ya mencionado artculo de cartwright):
en cierta
universidad se encontr que la tasa de admisin para las
era ms
-u]"r",
baja que la de los hombres. Entonces "Janet
un mujer" p-""" hablar en
favor de "Janet no fue admitida", en contra de"t"Janet fue admitida". Sin
embargo, ste no era un caso de discriminacin sexual. Las tasas de admisin
para mujeres y para hombres por cada departamento en la universidad
eran
aproximadamente las mismas. La apariencia de un prejuicio se cre porque
las mujercs tendan a hacer solicitudes para los depafamentos con
tasas de
admisin ms bajas. Supngase que Janet hizo solicitud para su admisin
en Historia; el enunciado "Janet hizo solicitud para Historia,' enmascara
el
enunciado "Janet es una mujcr" detrs dcl tema..Janet no fue admitida" (en
el sentido de Reichcnbach-Salmon de "enmascarat": p enmascaraA
detrs
de B exactamente si la probabilidad de B dado p y A es justamente
la probabilidad de B dado P nicamente). Est claro entonces que la informacin
de
que Janet hizo solicitud para Historia (o para cualquiei otro dcparfamento)
es una respuesta mucho ms eficaz que la rplica anterior, en cuanto
vuelve
irrelevante esa rplica.
I
I
i
i
PRCI',TTC DE LA EXPLICACIN
187
tcma por alguna otra respuesta igualmente buena. Probablemente la conclusin ms correcta sea nada ms que si una respuesta es enmascarada por
otra, y no viceversa, entonces la ltima es mejor en algn aspecto.
Por consiguiente, cuando se trata de la evaluacin de las respuestas a las
preguntas "por qu", la caracterizacin que estoy ofreciendo no es ni tan
completa ni tan precisa como uno podra desear. Sin embargo, sus insuficiencias son compartidas por las otras teoras filosficas de la explicacin
que conozco (pues he aprovechado sin remordimientos esas otras teoras
para ordenar estos criterios de evaluacin de las respuestas). Y los principales problemas tradicionales de la teora de la explicacin no se resuelven
dando vueltas a lo que son estos criterios, sino a travs de la teora general
segn la cual las explicaciones son respuestas a preguntas "por qu", que
cstn ellas mismas contextualmente determinadas de ciertas maneras'
188
PRAGMTICA DE LA EXPLICACIN
LA IMAGEN CIENTFICA
-ni
189
$5. CONCLUSTN
190
LA IMAGEN CIENTFICA
PRAGMTICA DE LA
B,2;,
utility of
D6o,pp. 319-331; y .A
EXPLICACIN
I9I
que sta consiste en estar en posicin de explicar, y que, por tanto, lo que la
cicncia busca realmente va ms all de la fuerza y la adecuacin emprica.
Finalmente, puesto que la habilidad para explicar ofrece una clara razn
para aceptarla, se argument que la capacidad explicativa es una evidcncia
cn favor delaverdad de la teora, una evidencia especial que va ms all de
cualquier evidencia que podamos tener a favor de la adecuacin emprica
de la teora.
explicar
tel
LA IMAGEN CIENTFICA
pnecutlce
p."ror.
DE LA
EXpLrcclN
193
se: toda hija es una mujer). El contenido exacto del anhelo y la evaluacin
del grado en que se satisface vara de un contexto a otro. No es un anhclo
simple, igual en todos los casos, de un tipo de cosa muy especial, sino ms
bien, en cada caso, un anhelo diferente de algo de un tipo muy comn.
Por tanto, no puede plantearse en absoluto la cuestin de la capacidad
explicativa como tal (de la misma manera que sera tonto hablar de la "capacidad de control" de una teora, aunque por supuesto nos apoyemos en las
teoras para ganar control sobre la naturaleza y las circunstancias). Ni pucdc
haber ninguna cuestin acerca del xito explicativo, como si ste ofrccicra
una evidencia en favor de la verdad de una teora que vaya ms all dc
cualquier evidencia que tengamos a favor de su capacidad de ofrecemos
una descripcin adecuada de los fenmenos. Porque, en cada caso, un xito
de la explicacin es un xito de la descripcin informativa y adecuada. Y si
bien es cierto que buscamos explicaciones, el valor de esta bsqueda para
la ciencia es que la bsqueda de explicaciones es ipso facto vna bsqucda
de teoras empricamente adecuadas y empricamente fuertes.
6
PROBABILIDAD: LA NUEVA MODALIDAD DE LA
CIENCIA
La mayora de los hombres siguen sus pasiones, que son
movimientos del apetito sensible; en tales movimientos,
los cuerpos celestes pueden cooperar; pero slo pocos
hombres son lo suficientemente sabios para resistir a estas
pasiones. Consecuentemente, los astrlogos son capaces
de predecir la verdad en la mayora de los casos, especialmente de una manera general. Pero no en los casos
paficulares.
En la tradicin aristotlica, la filosofa natural estaba profundamente vinculada a la modalidad: la necesidad, la posibilidad, la contingencia, la
potencialidad. El nominalismo y el empirismo modemo rechazaron este
papel de la modalidad, argumentando que la necesidad, por ejemplo, se
aplica solamente a las relaciones entre ideas o entre palabras, y no a los
acontecimientos fsicos. Pero el empirismo no ha tenido suerte con la modalidad; como Herman Weyl dijo, el fantasma de la modalidad no se entierra
fcilmente.l En este siglo, el problema se ha vuelto mucho ms agudo porque una nueva modalidad
posibilidad con grados- ha tomado un
lugar central en el escenario-una
de la ciencia fsica: la probabilidad.
Los realistas cientficos lidian con las modalidades mediante la reificacin de ciefos "entes" correspondientes. As, en la filosofa del espacio
y el tiempo, en la que las trayectorias posibles de los rayos de luz y las
Herman Weyl, "The Ghost of Modality", pgs. 278-303,en M. Faber (comp.), philosophical Essays in Memory of Edmund Husserl, Cambridge, Mass., Havard University
Press, 1940. Paa una discusin general, vase mi afculo "Modality", en H. E. Kyburg, Jr.
(comp.), Current Researt'h in Philosophy of Science, Lansing, Mich., Philosophy of Science
Association, 1979.
196
LA IMAGEN CIENTIFICA
197
l(Il
LA IMAGENCIENTFICA
a
de las ya dad*. et pro""o"r as y
al disea estos mtodos,
el estadsrico se apoya en la reora
matemiica O" tu proUuUiiil;.'
Esta teora matemtica no concieme
solamente a las crases vastas pero
finitas que son er tema de inters bic;;n
la estadstica, ni." ,"rrring"
a clases de cosas limita'ras por lo qu"
,"ui,n"nte existe en el mundo. La
extrapolacin hacia magnitudes infinitas
es er aispositivo prin"rpui-"ai-r"
es
es obeso,
vive en los suburbios, conduce un uutornOuii
para ir al trabajo. . . ,,
En parte existe la impresin de que ra
estadstica trabaja con crases
infinitas, pero esta impresin-er eniunosu.
La razn es que los mtodos estadsticos son ms confiabr.r?i"ni.ur
mis extensas ,* 1u, poblaciones a las cuares se.aplican.
nrro p""" ilustrarse con er epgrafe
de este captulo, de Toms de- Aquino,
iui"n p*""" haber considerado
la astrologa una ciencia estadstica
r"'"irll.
precisamente acerca de
qu clase de cosas esraba hablando
a
que i",
rrgran predecii'la verdad "en la
"r*r
^oor*
mayora
de ros casos',? podemos
.irpon",
que se estaba rerrriendo por lo
menos a la crase ae preaiccion""r'ur,ro_
lgicas realizadas en su propio siglo. pero
puesto que l tena una explicacin de ese xito, sin uOu
Jrp".uUu-qu" la astrologa lo seguira
mTerl que. su pr_"t"nrin puede rambin tomarse
l1nle1ao,..de
como si
se extendiera a la clase de predicciones
periodo de 1000 a 1500, dcl
iel
periodo de 900 a 1600, y as sucesiuu_.n,. por
-"n
otra parte, Toms de
Aquino probablemente n quiso ""it qu"
cada da dado, la mayor
199
parte de las predicciones hechas son verdaderas; las fluctuaciones temporales en las tasas de aciertos son posibles, aunque son menos posiblcs mientras ms grande es el nmero de predicciones astrolgicas diarii^s.
como si dijera
la proporcinTt de verdades entre las predicciones astrolgicas propuestas antes del momento f, converge hacia un nmero mayor que
donde la I minscula tiene como rango los nmeros positivos. (El nmero
hacia el cual converge la serie I, sera entonces lafrecuencia relativq del
xito astrolgico a largo plazo.)
Paa resumir, entonces, la estadstica como tal est interesada en enunciados de proporcin o distribucin, en clases reales, finitas, y stas no
plantean perplejidades f,ilosficas. Si los usos del concepto de probabilidad
se restringieran a los clculos estadsticos, podramos estar tranquilos con
ello; y la mayor parte de sus usos lo hacen. Pero no todos.
-a
200
LA IMAGEN CIENTFICA
s.
201
no todo impulso en este intervalo es igualmente facfible: en cambio, dichos impulsos encajan dentro de lo que se llama una distribucin normal
alededorde l.
El trmino distribucin normal ha sido tomado de la teora de la probabilidad, y la medida cuantitativa de nuestra ignorancia acerca del impulso
exacto en una ocasin dada
-a la cual hemos llegado ahora- es un tema
de la teora de la probabilidad.
Al usa esta combinacin, expresada cuantitativamente, entre conocimiento e ignorancia acerca de los valores iniciales, ms las leyes de la
mecnica relacionadas con los valores iniciales exactos, derivamos una conclusin, expresada en trminos similares, acerca de los valores finales. Es
deci deducimos que el punto sobre la rueda quedar en una posicin dentro
del intervalo (q -k,q+), pero esas posiciones no son todas igualmente factibles: su posibilidad se agrupa alrededor de q, y, de hecho, la distribucin
es normal.
Permtaseme aadi un segundo ejemplo. Todo lo que s sobre Jean-paul
Jones es que fue reclutado por la infantera en 1944, y estoy interesado
en lo que es de l hoy da. Bien, hay una gran cantidad de informacin
pertinente. Los archivos de la infantera indican que entre los reclutas haba una cierta distribucin d de edades comprendidas entre los 18 y los
24 aos, una ciefa distribucin d2 de estaturas entre los 1.70 metros y
los 1.88 metros, y una distribucin d3 de pesos entre los 55 y los 90 kilogramos. Estas distribuciones no son exactamente distribuciones normales,
pero no estn lejos de serlo. Al mismo tiempo, las compaas de seguros
tienen informacin acerca de la "dinmica" de estas cantidades; especficamente acerca del fin por muerte y el cambio de peso con la edad en
esta poblacin. De todo esto deduzco que el seor Jones "muy posiblemente" est vivo actualmente, tiene aproximadamente 56 aos de edad, una
estatura (todava) cercana a los 1.78 metros, y un peso que se ha incrementado hasta cerca de los 86 kilogramos. ste es "muy posiblemente"
el resumen engaoso del hecho de que tenemos una gran cantidad de informacin, treinta aos ms tarde, acerca de la distribucin d! de aquellas
cantidades. De manera que aqu tambin tenemos una medida cuantitativa de la ignorancia de las condiciones iniciales, dinmicamente transformada en un medida correspondiente de la ignorancia de las condiciones
finales.
Tras estos dos ejemplos simples ser fcil explicar el teorema de Liouville, un resultado central en la mecnica estadstica. Considrese un sistema
mccinico aislado con una energa total conocida E, pero con un estado
LA IMAGEN CIENTIFICA
202
nlccnico desconocido S, en el momento t. Los estados posibles estn represcntados por puntos en un espacio llamado espacio-fase, cuyas coordenadas
son las coordenadas de posicin y momento de las molculas que constituyen este sistema. Por tanto, al designar a estas coordenadas colo x , . . .xn,
escribimos
: (l(r),. ..x"(t))
(2) E : H(xt,.. .xn) ----consfante
(l)
S,
puesto que la energa es una funcin del estado, y el estado mismo es una
CIENCIA
203
OBJETIVA DESENREDADAST
Resumiendo lo discutido hasta aqu, podemos decirque lamecnicaestadstica clsica es slo mecnica clsica, aplicada en condiciones de informacin
poco menos que perfectas. Este tipo de aplicacin, del nivel de comentarios
de anlisis
aceptables u"!." de la aproximacin, fue elevado hasta un nivel
probabila
de
teora
la
de
cuantitativo refinado poi medio de la aplicacin
desarrollado
ignorancia
de
la
lidad: el estudio de mediciones cuantitativas
en conexin con los juegos de azar.
Fue
Pero todava as la mecinica estadstica es una rama de la fsica.
precaapoyo
un
con
slo
desarrollada por derecho propio, frecuentemente
rio en sus supuestos andamios deterministas. Entonces la fsica en pafe
amalgase ha convertido en un estudio de la ignorancia humana, en una
difcilmente
asunto
del
visin
ma de factores objetivos y subjetivos? Esta
concuerda con otras reflexiones sobre la teora de los gases. Si el cienthco
pasa de discutir las energas cinticas de molculas individuales a discutir
a
ia energa cintica medi de un conjunto de molculas, ha comenzado
la
ignorancia?
a
Eso
estudiai un tema que implica una referencia esencial
hecho
signihca que la energa cintica de un conjunto de molculas no es un
oetiuo el mundo, como lo es la energa cintica de cualquier molcula
de
iniviual? No deberamos decir ms bien que la historia de la teora
una
juegos
introdujo
azar,
de
la probabiliiad, al estar conectada con los
terminologa subjetiva esencialmente no pefinente en la fsica?
interEstas preguntas expresan el desconcierto, la tensin que rodea la
y
que
lugar
da
partes,
pretacin Ae la proUailidad en la fsica y en otras
En
probabilidada nociones frloificas rivales en cuanto a lo que es la
los
cuidadosamente
el caso que ahora examinamos, debemos desenedar
hacia
factores tbetivos y subjetivos. Volvamos por un momento la vista
dc
ejemplo
atrs, hacia el uso geneial de las estadsticas y hacia nuestro
accrca
Jean-Paul Jones, el iecluta de infantera. La informacin estadstica
204
LA IMAGEN cIENTfFIcA
CIENCIA
205
de molculas con las cuales este gas tericamente se identifica.El microestado es el estado mecnico de este conjunto de molculas, incluyendo todas
l.
4.
a0.73.
Las estadsticd.r son la primera premisa. Las premisas 1 y 2 son puramente
objetivas, y no versan en absoluto sobre creencias, conocimientos, ignorancias o incefidumbres. Pero la conclusin 4 trata acerca de la informacin
y la falta de ella
decir, acerca de mi falta de informacin- y lo ha-esla tercera premisa
ce as debido a que
dice algo acerca de mi estado de
informacin.
Quizr{s el trmino "probabilidad" tiene ms de un sentido. El sentido
con el cual figura en la conclusin mencionada podemos designarlo como
probabilidad epistemolgica. s:* no es un tip de probabiliad que una
proposicin pueda tener en y por s misma, o en relacin con los hechos
de los que trata; la probabilidad epistemolgica de una proposicin es una
relacin entre ella y una persona dada o, ms estrictamente, entre la proposicin y un cuerpo de informacin (la informacin de esa persona). Si aigo
"la probabilidad de que Jones est an vivo es igual a 0.73",y se est entendiendo en este sentido, entonces estoy resumiendo, de una manera precisa
y efectiva, Ia red total de mi informacin concemiente a si Jones
o no
"ri
todava con vida.
sin embargo, la informacin que estoy resumiendo no incluye la palabra
"probabilidad"; o por lo menos no la necesita. En este caso particular, la
informacin es que un cierto individuo pertenece a una claie, y que la
proporcin de sobrevivientes en esa clase (en 1978) es igual a 73 por ciento.
De exactamente la misma manera, la mecnica estadstica no tiene, n
s misma, nada que ver con la ignorancia humana. Est relacionada con la
probabilidad epistemolgica solamente porque ofrece premisas objetivas
para tales silogismos estadsticos e inferencias similares.
considrese la cantidad habitual de gas en un tanque. su macroestado se
especifica dando los valores de cantidades macroscpicas tales como volumcn, temperatura y presin. stos determinan la encrga total del conjunto
(l/)
Mientras que un gas est en el macroestado D, perrnanece igual cantidad de tiempo en cualquiera de los microestados compatibles con D
(hiptesis ergdica).
206
LA TMAGEN crENTFrcA
nmero-
Para facilitar la discusin, supuse que slo un nmero finito de microestados es compatible con un macroestado. Pero el espacio de los microestados
(espacio-fase) es, desde luego, continuo. El postulado de equiprobabilidad
dice realmente que el sistema perrnanece el mismo tiempo en subregiones
de igual volumen de la regin conespondiente al macroestado. Pueden tomarse subregiones cada vez ms pequeas, de manera que converjan en los
puntos que representan los microestados. Pero debido a la continuidad, la
atencin a las infinitudes no puede evitarse durante ms tiempo.
Lo anterior dio origen al segundo gran captulo en la historia de la teora
de la probabilidad. Su motivacin inicial era la motivacin de la estadstica
propiamente dicha; los juegos de azar, los seguros, la teora de los errores,
el censo, la gentica y la seleccin natural. En la fsica, las probabilidades
estaban representadas por funciones de volumen; por consiguiente, en las
matemticas, en la nueva rrma en desarrollo de la teora de la medicin,
el volumen y la probabilidad se convirtieron tan slo en dos ejemplos de
aquellas funciones que mapean conjuntos dentro de los nmeros reales, y
que llamamos "medidas". En lo que toca a la probabilidad, este desarrollo
culmin en la nueva teora axiomtica de Kolmogoroff, que actualmente
se reconoce como su fundamento. Hay matemticos y filsofos influyentes
que consideran que la teora de Kolmogoroff trata nicamente con un caso
especial de la teora de la probabilidad; sin embargo, deben tambin admitir
que este caso especial es el caso especial de todos los usos de la probabilidad
en la fsica corriente.
Permtaseme explicar brevemente estos fundamentos axiomticos. Para
utilizar un ejemplo concreto, supongamos que una pulga est saltando alrcdedor del tablero de una mesa. Este tablero es una regin espacial, parte dc
un plano; y cualquier pafe de ste puede ser considerado un conjunto dc
puntos donde la pulga puede caer. Si B es tal parte del tablero de la mesa,
el suceso en el cual estamos interesados es el suceso de que la pulga caiga
en B. Si llamamos g a la pulga, podcmos llamar a ese succso Bg.
CIENCIA
2O7
Supongamos que A y B son dos partes del tablero de la mesa. Los llamamos disyuntos si no se traslapan; y a la regin que comprende todos los
puntos en A ms todos los puntos en B la llamamos su unin, A U B. El
suceso correspondiente puede ser designado ya sea como (A U B)g o como
Ag U Bg; que evidentemente es el suceso de que el punto donde la pulga
ateniza est o en A, o en B.
La infinitud entra de esta manera. Supongamos que Al, A2, A3 ,. . . son
un nmero infinito de partes del tablero de la mesa. stas tambin tienen
una unin, y la escribimos como uAt. Finalmente, el tablero de la mesa
como un todo es tambin una regin; llammosla K.
Los axiomas generales por los cuales podra caracterizarse toda la teora
de la probabilidad son
l.
0S P(Bd< l;P(Ks): I
P(vAid:
i",r'r,
:l
208
LA TMAGEN crENTFrcA
209
impar? Si cambiamos lo anterior por "aproximadamente la mitad de todos los tomos de radio", deberamos decir tambin que la probabilidad
es slo de aproximadamente la mitad? Y si as fuera, quiere eso deci
que hay una probabilidad real pero desconocida, que es un nmero real
muy cerca de j, pero que no puede ser ulteriormente determinado por nosotros? Lateora atmica dice: la probabilidad es
Si eso lo dice sin
ninguna ambigedad, no puede ser entonces una probabilidad epistemo-
j.
j.
subyacentes?
2IO
LA IMAGEN CIENTFTCA
En la mecnica cuntica nos encontramos con una distincin que es formalmente similar a la clisica entre macroestados y microestados, a saber, la
distincin entre mezclas (o estados mixtos) y estados puros. Hay dos problemas en torno a esto que tienen que ver con la teora de las probabilidades:
cmo se relacionan las mezclas con los estados puros, y cmo los estados
puros se relacionan entre s. Analizar estos problemas por tumo.
Los estados mixtos se introducen tpicamente en situaciones de incertidumbre. Supngase que algunos tomos de helio se escapari a travs de
una pequea hendidura en el horno de un laboratorio. Estos tomos que
escapan tienen energas diferentes. As que el conjunto de los tomos est mezclado; es una mezcla de tomos en estados distintos. En aras de la
simplicidad, supongamos que estamos presenciando alguna situacin como
sta, en la que las partculas escapan de algn dispositivo, cada una en alguno de los tres estados wt,w2,w3. Supongamos tambin que la proporcin de
estos tres es igual. Adems, ahora podemos decir que el dispositivo dispone
las partculas en el estado mixto
CIENCIA
2II
Por desgracia, existe el problema de la degeneracin. Cuando descomponemos un estado mixto w dado en sus componentes puros, hay en general
ms de una manera de hacerlo. De forma que I es compatible con:
2.
w:
lw1+ lw,r+
lw\
'A Dilemma fo the Traditional Interpretation of Quantum Mixrures", en K.F. Schaffner y R.S. Cohen (comps.), pSA, 19j2,
Dordrecht, Reidel, 1974. Cartwright sostiene que en ciertas situaciones fsicas, la interpretacin de la ignorancia del estado mixto es corecta (y tenemos ms informacin que la
transmitida por la matriz de densidad), mientras que en otras situaciones es incorrecta. Vase
tambin la parte rr de mi arrculo 'A Formal Approach to philosophy of science", pgs. 303366, en R. colodny (comp.), Paradigms and Paradoxes, Pittsburgh, university of pirtsburgh
Press.1972.
1948, pgs. 33-50; e incluso vase Nancy cartwright,
212
LA IMACEN CIENTFICA
10 En el echazo de
la interpretacin de la ignorancia de las mezclas (y tambin del
postulado de proyeccin), sigo a Henry Margenau; vanse su .,Measurement and
euantum
states"' Philosophy ofscience,30, l963, pgs. l-16 y l3g-157, y "Measurements in
euantum Mechanics", Annals of Physics,23, 1963, pgs. 469485; y tambin, de su discpulo
J.L' Park, "Quantum Theoretical concepts of Measurement", philosophy of science, 35,
1968' pgs. 205-231 y 389441, y "Nature of euantum srares", American Journal of physics, 36, 1968' pgs. 2ll-226. Las cuestiones acerca de los estados mixtos y las alternativas
fueron presentadas claamente en c.A. Hooker, "The Nature of
euantum Methanical Reality:
Einstein versus Bohr" pgs.67-302, en R. colodny (comp.), op. cit. (nota 9, anres). Vase
tambin Neal Gossman, "The lgnorance Interpretation Defended", philosophy of science,
4r' 1974' pgs. 333-344, que es una rplica, en esta cuestin, a mis artculos mencionados
antes. La defensa propone (como Hooker ha sealado, op. cit., pgs. 102-105), en efecto,
213
te del tiempo.
2t4
LA IMAGEN CIENTFICA
cnfonces esa probabilidad es lcl2; y sta fue la primera ocasin en que los
cuadrados de los coeficientes en la expansin de un estado puro en trminos
de estados propios [eigenestados] de una cantidad fsica fueron interpretados como probabilidades, en el sentido que hoy es comn.
Generalizando al respecto en un trabajo posterior, Born propuso que un
electrn, por ejemplo, tiene en todo momento una posicin y un momento
bien definidos. Pero el estado mecnico cuntico da solamente informacin
probabilstica acerca de los valores de estas (y otras) cantidades fsicas. por
consiguiente, atribuir un estado puro es formular una compleja afirmacin
de probabilidad, exactamente de la misma manera en que lo es atribuir un
macroestado en la fsica clsica. La diferencia sera solamente que en la
fsica clsica la teora de los microestados subyacentes era la que se comprenda mejor, mientras que en la fsica cuintica las leyes que gobieman las
cantidades fsicas bsicas (posicin, mpetu) eran totalmente desconocidas,
en comparacin con las leyes que gobieman las probabilidades acerca de
ellas (como se resumen en el estado mecinico cuntico).
Esta interpretacin que Bom propuso para las probabilidades que l introdujo, se desmorona cuando se confronta con el famoso experimento de
las dos rendijas.
situacin
&(X),
2t5
Py(X), P,y(X).
P,y(X)
< l.
-y
CONDICIONALES
t.
Pr@)
2t6
LA IMAGEN CIENTFICA
y la placa
de
gr:
PU,'(X)
?xy:aPx*b9,
Ahora bien, Born interpretaba esto como sigue: lal2 es la probabilidad
de que un sistema en el estado gry est efectivamente en el estado gr, y
217
esto adems significa: tiene una trayectoria que pasa a travs de la rendija
superior en la placa de tungsteno.
w:owl+bw2+cw3
indica nicamente una relacin entre aquellas probabilidades condicionalcs
acerca de la medicin, es dccir
Pf@)
PI
14 Vase laparte2 ("The Measurement Problem of Quantum Mechanics as a Consislency Problem") de mi 'A Formal Approach. . . " (nota 9, antes) y Jeffrey Bub, "The Measurement
Problcm of Quiurturtt Mcchanics", en el volumen mencionado en la nota 16, ms adclantc.
2t8
LA IMAGEN CIENTFICA
sostenerse consistentemente.
puedc
2t9
Holland, 1979.
210
LA IMAGEN CIENTFICA
K. Por ejemplo, el conjunto de la gente perfectamente sana es un subconjunto de los fumadores de ciganillos, y el hecho de que la persona
seleccionada
estuviera en ese subconjunto es un suceso-t".ltudo-lrignificativo). para
damos una imagen, es til tomar el tipo dc diagrama de venn
utilizado en
la lgica elemental. El conjunto K se representa como un cuadrado, y
sus
CIENCIA
221
..,Ek,...,
E U
estn en F, entonces
est tambin en F.
...U E* U...,
O.
Decir que E y E' son disyuntos significa que no es posible que ambos puedan
ocurrir. Por ejemplo, el cuadro alcatorio de un fumador de cigarrillos no
puede presentar a alguien que sea perfectamente sano y tenga cncer. De
modo que E y E' son disyuntos exactamente si (E E') es el suceso vaco,
o suceso imposble, aquel que no pucde ocurrir. Para las probabilidades
usadas en la fsica requerimos tambin
m
II.. P(u',):
D"(A)
si los sucesos
i=l
disyuntos
Una funcin que satisface II se llama aditiva o finitamente aditiva; si satisface II*, se llama contablemente aditiva.
Hay tambin ahora una razn terica para distinguir la familia F de sucesos "significativos". ;Por qu, a pcsar dc todo, no contamos simplcmcntc
)))
LA IMAGEN CIENTFICA
223
Esto es, como un experimento, excepto porque puede ocurrir espontneamente en la naturaleza: cualquier estado de cosas con resultados posiblcs
lo ser. Una persona que tiene una moneda que est a punto de tirar es
un arreglo fofuito; un molusco a punto de salir a su bsqueda diaria de
alimentos es otro. Continuar discutiendo los espacios de probabilidad como modelos de experimentos, pero es fcil ver cmo la discusin, mutatis
mutandis, puede adaptarse a los arreglos fortuitos en general.
of California
224
LA IMAGEN CIENTFICA
'
La proporcin
de
siempre y cuando la
2. Hay
la
3. Hay un tamao x tal que para cada n ) x, si una clase de B ticne una
amplitud n, enfonces Ia proporcin de A alles igual
+ + I.
"
q";
t;
tanto, a pesar
de que, de acuerdo con Reichcnbach, un enunciado de probabilidad
no es
ms ni menos que un enunciado de frecuencia relativa en
ra crase rear
de referencia (sin importar lo grancle o pequea que sea
sta), los ascrtos
de probabilidad de la ciencia fsica debeian ser tomados
como rclativos
CIENCIA
225
4. # (8,s, n)
frel (E,s)
5.
lflry[e #(E,s, n)
Esto es,/rel (8, s), denominada la frecuencia relativa del suceso E cn el largo
plazo s, es el nmero que es el lmite al cual nos aproximamos mediante la
proporcin de E entre los primeros n resultados, a medida que consideramos
nmeros n cada vez ms altos.
r, implica que el
Este lmite puede no existi. Decir que frel (E,s)
cuencia relativa? Eso significa: las funciones P(-) y frel (-, s) tienen las
mismas propiedades? Y segundo, aun si fuera consistente la interpretacin,
la
no es o demasiado estrecha o demasiado amplia? Es dccir, introduce
que
no
probabilidad
de
espacios
tales
como
frecuencia relativa estructuras
tienen las propiedades correctas; o inversamente, son algunos espacios de
probabilidad simplemente imposibles de relacionar con una funcin de frecuencia relativa en algn largo plazo? Y el hecho desafortunado es que la
interpretacin frecuentista estricta de Reichenbach queda muy mal parada
respcclo a todas estas preguntas.
226
LA IMACEN CIENTFICA
i:
nuevo. Pero la unin de-los sucesos A(n) ___esto es, A(l)_o_A (2)_o_A(3)_
o. . .; simblicamente v{A(n) : n N}- tiene una frecencia
relativa l.
campo.20
",
"ontlnuu.
19 Esta dificultad
fue searada por G. Birkhoff, Latrice Theory,providence, American
Mathematical Society, 1940, cap. x', sec. 5, y B. de Finneti, piobability,
tn)riion, or
Statistics, Nueva York, 1972, sec.5.22.
20 vanse de
Finei, ibid,- sec.5.g, y p. Suppes, set-Theoreticar
structure.s in science,
CIENCIA
227
228
LA IMAGEN cIENTFIcA
6.
:
i:1,...,k,,.,
7. Si F-
Borel de sucesos-resultado generados por particin contable {E1 , . . . , Ek,. . .} d" sucesos-resultado en el espacio S
de probabilidad, entonces hay un largo plazo.r : Jl ,...,sm,..., tal
que P(E) :frel (E,s) para todo f en F*.
es el campo de
2l R. von Mises, Mathematical Theory of Probabitity and Statistics, Nueva York, 1964,
pgs. 18-20. El enunciado exacto del resultado de Polya es ste: sea {p} un conjunto
de nmeros reales no negativos que se suman a l, siendo cada p el lmite de una seric dc
fracciones no negativas mf m,mientras m tiende hacia el infinito (con una funcin nr tlc
m e ). Conforme a este supuesto, i domina sobre los enteros positivos; sea / adcmis algrin
conjunto de tales enteros. Entonces la suma de los nmeros p, con i en 1, existe y es igual al
lmite de las sumas de m/m, con i en 1, a medida que m tiende hacia el infinito.
$4.3 PROPENSTN
CIENCIA
229
SECUENCTAS VTRTUALES
En el siglo xrx, John Venn ya haba propuesto la identificacin de la probabilidad con la frecuencia relativa. El filsofo estadounidense Charles Sanders
Podemos plantearlo de esta manera: cuando decimos que el resultado A tiene una probabilidad de en el experimento C, en las condiciones presentes,
damos a entender que A ocurrira la mitad de las veces si el experimento C fuera repetido bastante a menudo. As, consideramos una secuencia
J : Jl, J2, . . . de resultados, que es la secuencla de resultados que ocurriran
si C fuera repetido indefinidamente en las mismas condiciones. La probabilidad de A es la frecuencia relativa de A en esa secuencia s, no su frecuencia
en el curso real de los sucesos (que puede terminar muy pronto, o en el
cual las condiciones del experimento varan con el tiempo, etc.) Por tanto,
Poppcr habla de una "frecuencia virtual": la frecuencia en la "secuencia
virtual".
22 Kal Popper, "The Propensity Interpretation of the
Calculus of Probability, and euantum Mechanics", pgs. 65-70, en S. Krner (comp.), Observation and Interpretation,Nueva
York, Acadcmic Press, I 957; la cita provicne de la pg. 67 .
230
LA IMACEN CIENTFICA
vitual.
Sostengo que debe estar diciendo eso, porque de otra manera estara
sujeto a la siguiente objccin. Por ejemplo, podra imaginar que hago el
experimento una vez cada minuto, o cada dos minutos, y as sucesivanente. Pero cuando se dice "la secuencia de resultados que ocurria", no se
especifica el ritmo al que se llevan a cabo los experimentos. Con esas palabras, entonces, no se escoge una frecuencia definida. Me parece que la
respuesta que Popper debe dar es que la secuencia en cuestin se efecta
al ritmo al que se efectuara si realmente se hiciera. Por tanto, las palabras
"si C fuera. . . ", a diferencia de la palabra "podra", escogen un nico curso
posible de sucesos que est determinado en todos sentidos y que, de hecho,
se lleva a cabo si las condiciones se realizan. (De qu otra manera podra
l hablar de /a secuencia virtual?)
De modo que ahora sabemos dos cosas acerca de la secuencia virtual
de Popper: (a) la secuencia real es una seleccin fortuita de aqulla, y (b)
23 Este uso de los mtodos estadsticos debe clasificarse bajo el encabezado de la probabilidad epistemolgica (que cubre la prueba de hiptesis, la confirmacin y la teora de los
errores). Cada doctrina de la casualidad objetiva, ya sea de propensin o de frecuencia, ticne
que ser completada por alguna consideracin de la probabilidad como grado de crccncia,
es decir, alguna consideracin concerniente al uso de las funciones de probabilidad como
mcdidas de la creencia y la ignorancia.
CIENCIA
231
si la secuencia real es infinita, las dos son idnticas. sta pareccra ser la
explicacin correcta de la caracterizacin ms bien vaga que dio poppcr.
Popper llam a su nueva interpretacin la interpretacin propensista;
sin embargo, no todos los defensores posteriores de esta interprctacin explican la propensin como una frecuencia de algo que ocurrira en cicrtas
condiciones. Algunos, como Ronald Giere, lo hacen slo parcialmcnte al
decir que la probabilidad es una cualidad objetiva distinta de una frccucncia real, pero incluso se rehsan a decir que en una secuencia infinita dc
experimentos en condiciones correctamente fijadas, la frecuencia rclativa y
la probabilidad coincidiran.2a
Henry Kyburg no defendi la interpretacin propensista de la probabilidad. Pero en un afculo provocativo bosquej un camino en el cual dicha
interpretacin puede precisarse.2s Para comenzar, l adviefe los tipos dc
diferencias, que describo al final de la ltima seccin, entre poppcr y otros
defensores de la propensin. Algunos tericos de la propcnsin, como Gicrc,
insisten en una separacin lgica completa entre la probabilida<I y ta frecuencia (aunque afirmen que las creencias acerca de las probabilida<Ics son
la gua racional para las expectativas acerca de las frecuencias relativas).
Otros, como Popper, hablan de las probabilidades como frecuencias que se
presentaran en condiciones adecuadas.
La pcrspectiva que Kyburg esboza es la que denomina interpretacin
frecuentista hipottica,y que puede satisfacer a los tericos de la propensin
del segundo tipo. La virtud de la propuesta de Kyburg es que se enuncia
en trminos de modelos matemticos de situaciones experimentales. Los
explicar aqu en forma simplificada.
Supngase que mido la pata de una mesa tres veces y encuentro que los
largos son 100 cm, 100.3 cm y 100.5 cm. Af,rrmo que el largo real es 100.3
cm * 0.3 cm. Esto indica mi confianza en que, si yo siguiera repitiendo estas
mediciones, la secuencia de nmeros obtenida tendra lmites superiores e
inferiores dentro de t100, 100.61. No se est afirmando que ninguna de estas
mediciones arrojara valores fuera del intervalo, sino solamente que a largo
plazo esos valores anmalos tendran un papel insignificante.
Los experimentos diseados para someter a prueba o establecer probabilidades son muy similares. Supngase que lanzo 100 veces una moneda
y obtengo 49 caras. Digo que esta moneda es legal, lo cual indica mi confl.ara acerca de una regularidad que sera observada si esta moneda fuera
24 Vanse las referencias en la nota 5, antes.
2s H.E. Kyburg, Jr., "Propensities and Probabilitie s", en
British Journal
phy of Sc ience, 25, 197 4, pgs. 358-375.
for
the philoso-
232
LA IMAGEN CIENTIFICA
sometida a prueba por otras personas que la tiraran, digamos, 103, 104, lOs
veces y as sucesivamente. As que estoy considerando muchos otros experimentos que no se llevan realmente a cabo. Mi modelo de la situacin real
implica la referencia
CIENCIA
233
Sin embargo, tal y como se presentan, ambos puntos de vista son presa de
todas las dificultades que acechan a la interpretacin frecuentista estricta.
Porque, claramente, hay modelos que no contienen sino un nico mundo (un
nico largo plazo). En ese caso encontrrmos que el dominio de la funcin dc
probabilidad definida puede no ser un campo de Borel, y de hecho, pucdc no
ser ni siquiera un crmpo; e incluso, si fuera definido, no sera contablcmcntc
aditivo.
Dadas estas dificultades (que algunos tericos de la propensin pucdcn
evitar y evitan por medio del simple recurso de negar todas y cada una dc
las conexiones lgicas entre la frecuencia y la probabilidad), los modclos
no sern aceptables. Pero puede ser posible alguna mejora de la propucsta
de Kyburg.
il
234
LA IMAGEN CIENTFICA
sus posibles extensiones hacia experimentos ideales repetidos (sus extensiones ideales). Si esto es correcto, comparamos un experimento real con
un modelo conceptual que consiste en una familia de experimentos ideales repetidos. En ese modelo dcbera haber una relacin ntima entre las
frecuencias y la probabilidad de manera que el modelo pueda compararse
directamente con la teora que est bajo consideracin. En scgundo lugar, la
teora de la prueba estadstica se debera poder apreciar como si especificara
el grado con el cual lo real "encaja en" o "se aproxima a" ese modelo de la
situacin experimental.
En cualquier experimento rcal slo podemos hacer un nmero finito de
distinciones. Por ejemplo, podemos detcrminar si un punto dado aparece con
una coordenada x, en un marco de referencia dado, de y * I cm; con _ 105 <
y < 105. Los valores posibles de las coordenadas .r son todos nmeros
reales, pero nosotros enfocamos la atencin en una paficin finita de ese
espacio-resultado. La primera idealizacin es admitir que esa particin
es contable, es decir, finita o contablcmente infinita. En segundo lugar,
en el experimento real notamos sucesivamente un nmero finito de puntos;
la segunda idealizacin consiste en admitir que esta secuencia de resultados
registrada es tambin contable.
Ntese que la teora dirige el informe experimentar por lo menos hasta donde el espacio-resultado (o espacio muestra) est dado; en diferentcs
experimentos del mismo tipo conccnframos la atencin en diferentes parficiones de ese espacio. As que comenzunos con un espacio-resuttaa r y
un crmpo de Borel F de sucesos en K, y describimos un experimento idcal
por medio de una particin contable {A"} c F y una secuencia contable s
de micmbros de
K.
235
por una teora que suponemos, ya por las expectativas que nos hemos formado despus de conocer los resultados de los experimentos realcs. Por tanto,
no solamente esperamos una extensin de los resultados, sino tambin una
cierta concordancia, es decir, una coherencia. En la realidad, tal concordancia sera, de nuevo, aproximada, pero aqu viene la tercera idealizacin:
suponemos que la concordancia ser exacta.
Para precisar lo anterior, llamemos sucesos significativos dc un expcrimento real con particin {Ar} : G, exactamente a los miembros dcl campo
de Borel BG I F generado por G. Ahora estipulamos primero quc, si csc
experimento ideal tiene una secuencia de resultados J, entoncesfre I (A,,,s)
est bien dehnida para cada An de G y 9ue DEr frcl (A,,o) : l. Dcl
resultado de Polya se sigue que frel (-, o) cst bien dcfinido y cs contablcmente aditivo en.BG. Unicamente las frecuencias rclativas dc cstls succsos
signihcativos generados por la particin sern considcradas cn la utilizacin o en la apreciacin de cualquier experimento ideal. Estipulunus en
seg,undo lug,ar que si
ideales, o la unin contable de sucesos significativos en otros expcrimcntos similares, entonces las frecuencias concuerdan como se requiere. Para
contestar la pregunta de cuintos experimentos ideales debera contener el
modelo, estipulamos en tercer lugar que los sucesos significativos forman
juntos un campo de Borel en el conjunto K de resultados posibles. Este debe incluir, por ejemplo, que si consideramos experimentos con paficiones
{AiI, * : l, 2,. . ., y la serie Al, Azt, A1,. . ., converge hacia el suceso A,
entonces debe haber algn experimento en el modelo en el cual A sea un
suceso significativo.
Unidas, estas tres estipulaciones dan el contenido exacto de la tercera idealizacin. Y las trcs idealizaciones juntas producen la nocin de un
modelo de una situacin experimental por medio de una familia de experimentos ideales ("una buenafamilia"),que ahora enunciar con precisin.27
Una buenafamilia (de experimentos ideales)esunapareja Q :< K, E >
K es un conjunto no vaco (los "resultados posibles" o "mundos") y E es un conjunto de parejas t\ :1 Go,so > (los "experimentos
posibles") tales que
(i) G. es una particin contable de K y sa una secuencia contable de
miembros de K (la "secuencia resultado" del experimento o);
(ii) siAr,Az,... estn en BGo, BGoz,..., los campos de Borel generados por Go,Gor,.. ., (los campos de Borel de "sucesos significati-
l.
en la que
236
LA IMAGEN CIENTFICA
para cada suceso significativoA. Ntcse por la condicin (ii) que la unin
F
de todos los BGo es ella misma un campo de Borel, porque, si A
1, A2,. . . son
sucesos significativos de o1, dz, . . ., su unin est en BG y por tanto en F.
B
SiQ:(
3. Resultado
para todo
237
5.
(A,sB).
2.
CIENCIA
K, F,
aditivo.
23U
LA TMAGEN crENTFrcA
cfcctu una serie de dichas pruebas; con cada uno de los sujetos se llevaron a cabo 200 pruebas; eran 30 sujetos (estudiantes de la niversidad de
Stanford). El mtodo de predecir frecuencias de xito en las secuencias de
resultados efectivos as obtenidas, con base en las probabilidades del modclo, se logra por medio del clculo estadstico corriente. Estas frecuencias
predichas se comparan entonces con las frecuencias obscrvadas. En este
punto se puede examinar el grado de adecuacin que existe entre el modelo
y los datos:
Laprueba 2 del grado de adecuacin entre los valores predichos y los observados arroja un valor y2 de 3.49. Existen cuatro gradoi de libertad, pero
un
parmetro fue estimado a partir de los datos, y as la y2 debe interpretarse
con
los grados de libertad iguales a 3, y como podra esperarse luego de inspeccionar la Tabla l, no hay una diferen-cia estadsticamente signilicativa entre los
datos predichos y los observados.28
Para tener una idea intuitiva dc cmo se derivan las frecuencias predichas
tericamente, imagnese que a alguicn se le pide sacar 25 bolitas d un banil
que contiene un milln. Bajo la hiptesis de que la mitad son negras,
cuntas bolitas negras se puede predccir que habr entre esas 25? obviamente,
uno quiere hacer algo ms que simplcmcnte decir: cerca de la mitad. La
hiptesis de esa persona no pucde probarse a menos que saquemos ms de
una vez las bolitas; sa es la razn por la que el experimento interior utiliz
30 sujetos. La prueba de laji cuadrada mencionada en el pasaje precedcnte
es un mtodo estadstico para decir el grado en que los resuitaos sostienen la hiptcsis. Esta prueba puede utilizarse para las probabilidades, y no
solamente para barriles finitos, porque su precisin n et muy sensible al
tamao del barril; lo es an menos micntras ms grande reu l botril. po.
tanto, nosotros podemos transponer esta medida de bondad de ajuste a la
comparacin de frecuencias relativas a largo plazo con la frecuenCia efectiva en el plazo efectivo, considcrando el plazo efectivo como una scleccin
aleatoria del "barril del modelo".
Entonces, mientras esperamos que se rcalice una investigacin ms detallada, podemos decir que una teora estadstica es empricamente adecuada
si tiene por lo menos un modelo tal que la diferencia entre las frecuencias
predichas y las frecuencias efectivas en los fenmenos observables no sea
una diferencia estadsticamentc signifi cativa.
28 Patrick suppes, "The structure
of rheories and the Analysis of Data,,, pgs.262-2g3,
scientific Theories,urbana, university oiliinois press,
5.
239
Los modelos de una teora probabilstica son, o tienen partes que son, espacios de probabilidad. En la interpretacin que propuse, cada uno de dichos
modelos es reinterpretado como si consistiera en elementos, de los cuales
cada uno representa una secuencia altemativa posible de sucesos-resultado.
Solamente una de estas secuencias puede corresponder a la secuencia de sucesos (tales como los resultados experimentales) que efectivamente oculren
en nuestro mundo.
Los argumentos que condujeron a esa interpretacin fueron concebidos
para mostrar que no podemos tener una reconstruccin ms econmica de lo
que ocure en una teora fsica que involucra probabilidades. La reconstruccin de un modelo de tal teora, en el cual cada una de las partes corresponda
a algo real, no puede tenerse.
Si estamos convencidos de esto, mostraremos tambin menos reticencia
240
LA IMAGEN CIENTFICA
de la probabilidad (y, de manera ms gencral, en el enfoque dcl espacioestado para los fundamcntos de la fsica) no me compromete con ese tipo
de posicin metafsica.
Desde mi punto de vista, el realismo modal se asemeja bastante al rcalismo de entes tericos. Si observamos un modelo de una teora cientfica,
discemimos impofantes subestructuras que no corresponden a nada obscrvable; y asimismo discemimos subestructuras que no conesponden a nada
en el mundo efectivo. Los dos casos se traslapan; no hay un relacin lgica entre la observabilidad y la existencia efectiva. (El galope del jinctc
sin cabeza es un suceso observable, pero no es algo que suceda en el mundo efectivo.) Las actitudes filosficas frente a ambos pueden diferir. pero
de acuerdo con el empirismo constructivo, la nica creencia invorucrada en
la aceptacin de una teora cienthca es la creencia de que es empricamente adecuada: todo lo que es a la vez real y observable encuentra un lugar
en algn modelo de la teora. De manera que hasta donde concierne a la
adecuacin emprica, la teora sera igualmente buena si no existiera nada
en absoluto que fuera o inobservable o no real. La aceptacin de la teora
no nos compromete a creer en la realidad de cualquiera de esos dos tipos
de cosas.
241
posibles de sucesos son reales. Y las relaciones lgicas entre las teoras y
las proposiciones continan, por supuesto, siendo dehnidas en trminos de
verdad: la teora implica una proposicin exactamente si esa proposicin
es verdadera en cualesquiera condiciones en las que la teora sea verdadera.
Pero todo esto es paralelo a lo que he dicho acerca de lo inobservable: la
adecuacin emprica no requiere de la verdad; desde mi punto de vista, la
ciencia aspira nicamente a la adecuacin emprica, y cualquier cosa que
vaya ms all de sta no es pertinente para su xito.
Permtaseme introducir tres afi.rmaciones que son, en un primer momento, penosamente inconsistentes entre s. Primero: la probabilidad es una
modalidad. Segundo: la ciencia incluye teoras ireductiblemente probabilsticas. Y tercero: la modalidad est ausente de la descripcin cientfica
del mundo.
Los pirrafos precedentes habrn explicado por qu, y en qu sentido,
afirmo yo lo segundo y lo tercero. Pero queda lo primero. La probabilidad
es una modalidad; es un tipo de posibilidad con gradaciones. Cmo vamos
a dar sentido a eso?, y a qu es a lo que realmente se debe dar sentido? La
respuesta podra ser parte de una solucin a un problema ms vasto: juzgtr
sobre la aparicin de la modalidad en Ia ciencia.
-como
'l
242
LA IMAGEN CIENTIFICA
se representan con tales y tales elementos en este modelo y que hay una
funcin de probabilidad definida en ellos. En cambio, decimos que la probabilidad de desintegracin espontnea de un tomo de radio es as y as.
No decimos que quemar cobre a la temperaturay ala presin de una habitacin normal no tiene contrapartida en ningn modelo de nuestra fsica;
nosotros decimos simplemente que eso es imposible. Una vez que la teora
es aceptada (sea tout court, slo temporalmente o por mor del argumento),
gua de cierta manera el uso de nuestro lenguaje. El lenguaje que hablamos
en ese momento tiene una estructura lgica que deriva de las teoras quc
aceptamos.
Debe recordarse aqu qu tareas se impone a s misma una teora dcl
lenguaje. Debe dar cuenta de los fenmenos pefinentes; y stos son principalmente la estructura gramatical y los patrones de inferencia manihestos
en la conducta verbal. Los modelos que construimos al desarrollar dicha
teora son lenguajes artificiales. Si el uso del lenguaje es guiado por una tcora cientfica aceptada, entonces debemos dar una ojeada a esa teora para
construi modelos del lenguaje en uso.
No puedo pretender que tenemos una teora dcl lenguaje satisfactoria ni
que est cerca de ser completa. Tampoco puedo embarcarme aqu en un
proyecto de tal magnitud. Pero explicar brevemente lo que considero quc
son los dos problemas centrales para la explicacin del lenguaje de la ciencia
y algunas ideas concemientes a su solucin. Estar ya claro, en primer lugar,
que considero esto una tarea secundaria (que no contribuye directamente a
las tareas principales de la filosofa de la ciencia), y, en segundo lugar, quc
esto es una parte y una parcela de la tarea de desanollar una teora general
del lenguaje. El lenguaje de la ciencia es una parte del lenguaje natural y
no es esencialmente diferente de las otras partes.
El primer problema impofante es ste. En conexin con el desarrollo
de la lgica modal y sus ramas proliferantes, y con el de la lingstica
terica reciente, hemos visto el desarrollo de una semlntica formal muy
rica. All, un lenguaje es caracterizado (sta es una manera de considerarlo)
al especificar la estructura de los modelos para las teoras que se formulan cn
ese lenguaje. A stas se las denomina generalmente estructuras de modelos
de mundos posibles. Por otro lado, en la flrlosofa de la ciencia se ha prestad<r
mucha atencin a la caracterizacin de la estructura de los modelos tal y
como aparecen en la literatura cientfica. El primer problema central cs
unificar estos dos esfuerzos, ya que, a primera vista, las estructuras de los
modelos que se encuentran en la semntica y los modelos de las teoras
cienthcas (incluso aqucllos que se encuentran en los fundamentos de la
fsica) son completamente diferentes.
243
244
LA IMAGEN CIENTFICA
CIENCIA
245
preliminares.30
1. X
es verde,
X no
es
rojo, )/
es
rojo,
..
Los principales son los de Robert stalnaker, Richmond rhomason y David Kapran,
la mayor parte inditos; vase R. stalnaker, 'Assertion", syntar and semintc.r, 9, 1977 y
,
"Pragmatics", en G. Harman y D. Davidson, semanrcs of Naturar
Languoge, Dordrechr,
Reidel, 1972, pgs. 380-397 (vase rambin la nora 36 del cap. 5, antes).
La preocupacin por el lenguaje de la ciencia es una preocupacin tpicamente filosfica. Ciertamente ha ayudado en algunos momentos a iluminar
algunos problemas filosficos concernientes a la estructura de las teorlas
cientficas y a las relaciones de estas teoras con el mundo. Pero la ayuda
ha sido siempre indirecta, y ha sido, tan a menudo como una ayuda, un
obstculo y una fuente de confusin. Como filsofos debemos intentar separar los problemas concemientes al lenguaje de los problemas que ataen
especficamente a la ciencia; pero como filosfos, no podemos limitarnos
nosotros mismos a los problemas peculiares de cualquier tema nico.
Guiados por las teoras cientficas que aceptamos, usamos con libefad las
locuciones modales en nuestro lenguaje. Algunas se explican fcilmente: si
yo digo que es imposible observar un mu-mesn diectamente o mezclar oro
a temperatura ambiente, esto es porque no puede hallarse una contraparte
de tales sucesos en ninguno de los modelos de la ciencia que yo accpto.
Pero nuestro lenguaje es mucho ms sutil y rico que eso; sus locucioncs
modales reflejan el hecho de que en los modelos de nuestras tcoras vcmos
estructuras que coffesponden a cursos altemativos de sucesos, no todos los
cuales pueden ser reales simultneamente.
A la luz de la aceptacin de las teoras que he defendido bajo el nombre
de empirismo constructivo, no es necesario creer que todos los aspectos
significativos de los modelos tienen sus contrapartes correspondientes en la
realidad. Esto se aplica a muchas cuestiones discutidas por los filsofos de
H^y, desde luego, muchsimas otras cosas relativas al anlisis semntico de la modal!
dad y a su relacin con la metafsica de las que he indicado aqu. Vanse tambin mis artculos
"The Only Necessity is Verbal Necessity", Journal of Philosophy,T4,1977, pgs. 7l-85, y
"
Philosophical Qudrterly, monografa no. 12, Oxford, Blackwell, 1978. Ha habido recientemente muchos coqueteos con realismos modales y esencialismos neoaistotlicos en la
filosofa de la ciencia. Para referencias y una crtica, vanse de Hugh Mellor, "Natural Kinds",
British Journul for Philosophy of Science, 28, 1977 , pgs. 299-312, y de Sir Alfred Ayer,
"Essentialism", presentado en el simposio sobre niveles de realidad, Florencia, septiembre
de 1978, por publiciusc en las actas del simposio.
l.t(,
LA IMAGEN CIENTFICA
finalmente,
cursos de sucesos y estados posibres
arternativos. Er lugai a" iu poriuiliaua
--'
r
cs el modelo, no una realidad ms
all de los fenmenJs.
AI mismo tiempo, la aceptacin tiene una
dimensin pragmtica: imprica
el compromiso de confronrar cualquier
f"nm"no entro
concep_
tual de la teora' una-manera imiortante
en que esto se hace evidente es
que el lenguaje que habramos tiene
una estructura que est determinada por
las teoras centrales que aceptamo..
d;i;*;,
rtu
.,
i"sta ciefo
punto, los partidiarios de una teora
deben hablar exactamente como si
la
creyeran verdadea. Es tambin raraznpor
la que r" di"";;" ;l Jutu"rirmo
de una teora acepta..u,
largo tiempo atrincherada, precipita
:r"y esha-laestado
un cataclismo conceptual,
razn poi la cual es natural hablar de
revoluciones conceptuales. pus con
.urnlio " la teora, lu
rgica
,'u"t
o, filsofos parecen
suponer:
estamos bastante acostumbrados
a la suspensin de nuestras creencias
o de
nuestro compromiso conceptual en
er dirogo con los partidarios de
teoras
que personalmente no aceptarnos.
Esto no, pr"p-u para tales eventuaridades; y es digno de notarse que por radicales
que hayan sido las revoruciones
cientficas' y por
lll,
porracuarnon".",irulilffi
247
7
UNA Pot-urca MoDERADA*
Slo la gente superficial nojuzga por las apariencias. El
verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible.
Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray
Siempre es fcil decir si la gente est haciendo buena
losofa: si se ren, es que la estn haciendo.
fi-
Charles Daniels
Excepto algunas modificaciones menores, este captulo es igual que "Theoretical Entities: The Five Ways", Philosophia,4, 1974,pgs. 95-109. La razn que tuve para escribirlo
fue un comentario acerca de un chiste del siglo xvttt segn el cual todos crean en la existencia
de Dios hasta que las conferencias de Boyle la probaron.
^150
T-A
rlicntras lea
IMAGEN CIENTFICA
fui golpeado por una luz cegadora, y vi. Lo que vi f"" q;"
mcdievales para probar la existencia de Dios ii"n"n
l;; inrcnros
""";;^ ;odernas
perfectamente
I
comenzar con la enunciacin de la primera va de
Toms de Aquino (siguiendo a grandes rasgos ra summo-contra
Gentiles l, l3). pues-i que et
tema del que ahora me ocupo no tiene nada que
ver con la existencia de
Dios, mi comentario acerca de las "prucbas" originales
habr e ser tan
breve como sea posible.
As,Toms de Aquino: todo lo que se mueve es movido
por otra cosa.
^
Que ciefas cosas estin en moviminto es evidente para to, ,"rrtio'
po,
ejcmplo, el Sol. As que n:s.?rlos dcbcmos proccder
hacia el infinitl o bien,
llegar a algn moror inmvil. pero no es psibre (en
esto) pro"."iLo"iu
infinito. Por tanto, existc un motor inmvil.
"t
Y Toms de Aquino c-ontina: en esta prueba,
dos de las proposiciones
necesitan ellas mismas de prueba; primero, quc cualquier
coru qui ," rnu"u"
es movida por otra, ) que en lo que se refiere
a motores y a cosas que se
como
2 w'
Merrill,
251
"r
3 C.G. llcnrpcl y
Sricnca,15, 19.{8.
P. Oppenheim,
)s)
LA IMAGEN CIENTFICA
metalingsticamente:
[ ' ' ' ] El hecho de que al interpretar T' no necesitemos mencionar las entidades
mencionadas en T sino solamente sus nombres, no quita la
sensacin de que
tendra que haber un nmero infinito de coincidenciassi r no fuera
susceptible
de interpretacin y objetivamente verdadera.4
253
u
La segunda va concierne a la causalidad eficiente, y yo la veo cotno una
contribucin sustancial a la primera va, aunque Kenny la considera solamente un informe sobre la astrologa medieval.s De aqu en adelante scguir
la exposicin de la Summq Theologiae (Qu.2, Art.3).
As,Toms de Aquino: en el mundo de las cosas sensibles, discemimos
un orden de causas eficientes. No se da el caso de una cosa que sea su
propia causa eficiente; porque si fuera as, sera anterior a ella misma, lo
cual es imposible. Tampoco es posible proceder al infinito con las causas
eficientes. Por tanto, es necesario admitir una causa eficiente primera.
Y Toms de Aquino apoya esto: en el orden causal, la primera es la causa
de la causa intermedia, y la intermedia es la causa de la causa ltima. Ahora
bien, suprimi la causa es suprimir el efecto. Por tanto, si no hay una primera
entre las causas eficientes, no habr causa ltima ni intermedia, y por tanto,
no habr efecto ltimo.
Debe sealarse una vez ms que "previ a" Qtrius) no tiene que ser interpretada en un sentido temporal. Para establecer mi analoga con la explicacin
recurro a una cuestin sealada en I: para que A explique B es una condicin necesaria que A implique B; y tambin que A implique ms quc slo
B. Adems, como la caracterizacin de Hempel lo especifica tambin, las
premisas de una explicacin deben ser verdaderas. (Ntese quc rccurro a
la caracterizacin de Hempel solamente en tanto que establccc condiciones necesarias para la explicacin, evitando as las mayorcs objccioncs
atribuibles a esa catacterizacin.) De acuerdo con cllo, dir quc A implic'a
propiamente B si y slo si, primero,A es verdadera; seg,undo, A implica B,
y tercero,A implica ms que B.
As que argumentoi en la explicacin de los fenmenos naturalcs discemimos un orden de implicacin propia. Es imposible que algo pueda
implicarse propiamente a s mismo, porque ese algo no puede implicar ms
que s mismo. Tampoco es posible proceder al infinito con implicaciones
propias en una explicacin.
Y apoyo estoi en una explicacin, las premisas establecen la verdad de
las lneas intermedias que establecen la verdad de la conclusin. Pero si no
hay premisas (lneas no implicadas propiamente por lneas precedcntes, de
manera simple o en conjuncin), entonces no se establece absolutamente
ninguna verdad.
5 A. Kcnny, 'l'hc 'ive
254
LA IMAGEN CIENTFICA
Y demuestro esto suponiendo lo contrario per absurdum.6 Es decir, supngase que en la definicin usualde prueba (unasecuencia finita de lneas,
cada una de las cuales es un axioma o es implicada por las lneas precedentes, de manera simple o en conjuncin), omitimos la restriccin a un largo
pafir
255
fuera as, debera haber habido algn momento en que no haba nada. Pcro
si esto fuera verdad, an ahora no habra nada.
Reinterpretada, esta va tiene que ver con la inteligibilidad del mundo.T
Que un hecho sea as o as, es contingente; pero puede explicarse sealando
que es contingente en el mundo que es as o as, y una consecuencia dcl
mismo. Sin embargo, que el mundo sea as o as, es tambin contingente; y la
pregunta inmediata es: contingente como consecuencia de qu?
Sea esto como fuere (no tengo ningn argumento a favor del valor de
estas pruebas en tanto pruebas de la existencia de Dios), es ciefamente
muy pertinente para el realismo cientfico como una consideracin de la
necesidad natural.
Por tanto, argumentoi la tercera va est tomada de la posibilidad y
la necesidad, y es como sigue. Encontramos en la naturaleza distintas regularidades, y podemos considerarlas como una coincidencia o como si
procedieran necesariamente de razones subyacentes. Si es lo primero, nosotros no podemos conocerlas como regularidades, porque lo que sucede por
coincidencia puede no suceder. Pero algunas regularidades las conocemos
como regularidades, por tanto ellas proceden de razones subyacentes.
Y apoyo esfo, haciendo referencia a dos eminentes exponentes del realismo cientfico, as como apelando al conocimiento comn. En una famosa
conferencia, C.S. Peirce se dirigi a su audiencia de la manera siguiente:
Supongan que atacamos la cuestin experimentalmente. Aqu tengo una piedra.
Ahora pongo esa piedra en donde no haya un obstculo entre ella y el suelo, y
voy a predecir confiadamente que, tan pronto como mi mano la suelte, la piedra
caeral suelo. Probar que puedo hacer una prediccin correcta por medio de
un ensayo real, si quieren. Pero por la expresin de sus rostros veo que todos
ustedes piensan que ser un experimento muy tonto.8
UI
Y J.J. Smaf parece estar detallando esta misma cuestin cuando escribe:
Si el fenomenalista (es decir, incrdulo) est en lo correcto acerca de las entidades tericas, debemos creer en una coincidencia csmica. Es decir, si es
as, los enunciados acerca de los electrones, etc., solamente tienen un valor
instrumental: simplemente nos permiten predecir los fenmenos en el nivel de
los galvanmetros y las cmaras de vapor. No podran hacer nada para eliminar
8 C.S. Pcirce,
Essays
197 O, pg.
44.
su
256
LA IMAGEN cIENTFICA
- ---
"rp"raiurnor.e
Mientras que hemos aprendido a no hacer la pregunta
por qu hay un mun_
do y no ms bien la nada?, rodava considraio, pJir".t-"nt
regtima
la. pregunta por qu el mundo es de la manera
que es, y no ms bien de
alguna otra manera? y la respue sta por coincidencia, o
,o*o una cuestin
de hecho, es tan inaceptable para ra slgunda pregunta
como para la primera.
257
solar en cuanto a que en su mayor parte consisten en espacio vaco. (,ste era el
punto de Eddington.) As, a pesar de que Ia mayor pafe de las proposiciones
del sentido comn en la vida ordinaria son verdaderas, yo todava quisiera decir
que la ciencia nos da una "imagen ms verdadera" del mundo.l2
ry
La cuarta va es indudablemente la ms difcil de entender,
la ms sutil y,
muy posiblemente,
ra
p..f*
"i".r"no,
.s
r0
tt
t3 tbi,l.,pfg.49.
258
LA IMAGEN CIENTFICA
-y
".p"rui.
V
Si la cuarta va es la ms profunda, la quinta va es la ms divertida. conocida
popularmente como el argumento del disero, fue inmortalizada en el
reloj
de Pally y en los anteojos de pangloss.
259
diferente: uno cuadrado, uno multiangular, otro largo, y otro de una forma
distinta. . . "
Lo que ahora sostengo es que lo que est mal en la quinta va de Toms
de Aquino no es la estructura del argumento, sino sus premisas. Pues, sobre
la base de mirar la cantidad de regularidades y estructura en los fenmenos
naturales, Toms de Aquino argumenta que deberamos optar por la mejor
explicacin. Y aade que la mejor explicacin es aquella que postula un
diseo inteligente y segn un propsito. sta es la premisa que rechazo.
Pero que la inferencia cientfica consista en aceptar como verdadera la mejor
de las explicaciones (disponibles), es una posicin que han sostenido, de
diversas maneras, muchos filsofos modemos.Por lo tanto, arguyo: vemos que muchas cosas, tales como los cuerpos
naturales, exhiben una gran regularidad en su comportamiento, reacciones y
evolucin. Puede decirse que esto es as como resultado de una coincidencia,
o puede ser explicado por medio de la postulacin de una microestructura que subyace en los fenmenos. Puesto que es una prctica cientfica
correcta hacer inferencias hacia la mejor explicacin, debemos adoptar el
ltimo camino. Y as debemos aceptar, como una representacin literalmente verdadera, la imagen que presentan nuestras mejores teoras cientficas
disponibles.
inicialmente?
Todos los intentos por contrarrestrar este contraargumento parecen con-
260
LA IMAGEN CIENTFICA
la explicacin o por el principio ya no surge ms. como Hick lo formula, "la idea de Dios provee un fin, tanto de jure como de faclo, al proceso
explicativo."l5
como quiera que esto pueda ser en el caso de Dios, podemos vislumbrar
una posible estructura de contraargumento en contra de nuestra posicin.
Alguien puede argir: con respecto a la explicacin, no hay diferencia alguna entre los electrones y los galvanmetros. Al postular una microestructura
que exhiba las regularidades subyacentes, nicamente se propugna una nueva coincidencia csmica. Que los galvanmetros y las cmaras de vapor se
compofen como lo hacen es todava sorprendente en el caso de que haya
electrones, etc., pues es sorprendente que pueda haber tal regularidad en el
comportamiento de los electrones, etc. Si no se inclina hacia la metafsica,
ese alguien se contentara con la coincidencia previa de que cuando, como
humanos, apelamos a la teora cuiintica, inducimos un orden en el caos de
datos de los galvanmetros y las cmaras de vapor. y esto es as puesto
que en un primer trmino no se comprendi la coincidencia previa, y eso
es suficiente. Por otra parte, si se inclina hacia la metafsica, ese alguien
preguntar (incluso respecto a las microentidades):
qu es lo que hace que
entidades de una misma constitucin se compofen de la misma manera,
en el tiempo pasado, presente y por venir? y una nueva y terrible beldad
realista ha nacido.
En contra de lo anterior, sostengo que slo respecto a las regularidades en los fenmenos surge la pregunta por la expricacin. Si ra pregunta:
por qu ciertas entidades tericas se comportan como lo hacen? parece ser
apropiada, se trata en realidad de una pregunta de un orden distinto. pues
en tal caso existen dos posibilidades: o bien lo que est en discusin es
una regularidad ulterior en los fenmenos, tambin inexplicada, y la teora
requiere remontarse hacia sa.r entidades tericas; o bien se conjetura que
la teora puede volverse ms simple y coherente con una enmienda de sus
postulados. En el primer caso, la motivacin la suministran los fenmenos
naturales mismos; mientras que en el segundo, se trata de exigencias pragmticas para una economa de pensamiento. En ninguno de los dos casos
las regularidades que estin detrs de los fenmenos son las que, ipso
facto,
exigen explicacin.
si bien esto contrarresta la objecin y conduce la exposicin a su fin,
no puedo evitar escribi un breve prrafo para corregir la popular y errnea
concepcin de que no puede trazarse la distincin entre las entidades observables y las otras
cual minara fatalmente la defensa anterior. euienes
-lo
ts Ibd.,pg.48.
261
262
LA IMAGEN CIENTFICA
nadando por todos lados. Pero no slo eso, sus amigos (todos del sexo
masculino) los vieron tambin.17
Puesto que, como consecuencia de lo anterior, la afirmacin de que hay
una diferencia importante (en aspectos pertinentes) entre las entidades tericas y las no tericas es crucial para frustar el contraargumento antirrealista
con el cual comenc, y puesto que hemos encontrado deficientes las objeciones en contrario, concluyo que tal diferencia existe y que las
nuevas
cinco vas no pueden bloquearse del mismo modo que las-aniiguas.
Norce ANALTrco
a
priori,
L70
Agustn, San,60
Anderson, Robert, 235
3, 7 9,
154,210,
Anderson,4.R., 189
7
l3l,
2t2,26t
69,94, tts,128,24V247
apariencias, 68-69,
89-90
103-107, I l0
Boyle, ley de, 190
256
aristotlico, realismo, 15, 16, 142,
Bressan, 41do,84,232
Brodbeck, May, 157
19
l,
194
163-168
Avogadro, nmero de, 154
Ayer, Sir Alfred,245
l, 79,
22I;
vase tambin
Borel, campo de
Balmer, series de, 6l, 131
bayesianismo, probabilidad, 40, 56, 108
Beck, Lewis White, 157
Beckner, Morton, I 35-l 36
Belinfante, F.J., 63, 76,88,94
Belnap, N.D. Jr., l7l,174-176, 179,189
Benacenaf, Paul, 14
l7
Beth, Evert, 92
Debo este ejemplo a Margot Livesey.
Birkhoff, Grrett,226
Carnap, Rudolf,
16,30,80,
116
2t1,256
Caroll, Lewis, 147-148
causalidad, 126, 143-147 , 155, I 57-158,
161
causa comn,
coincidencia, 125
compromiso, vase teoras
179
lrl
LA IMAGEN CIENTFICA
2t8
85,96_98, 1t8,240,245
Dmiels, Charles,249
Darwin, Charles,
l0l,
126,
l2g
l4
Dirac, P., l3
Dorling, Jon, 159
Duhem, Pierre, 16, 31, 55, 56, l 13,
l9l
Dummett, Michael, 23, 24, 26, 57_Sg
Earman, John, 72, gg
Eddington, Sir Athur, 256_25g
Einstein, Albert, 100, 135,212
t19,t20,122-t23,t26,t28-
265
Hausdorff, Felix,222
Healey, Richard, 19,
2lO
hechos, 189
Hempel, Carl Gustav, l2O, 132-138, 149,
181, 182, 190,251,253
Hermes, H., 85
Hertz,H.,2I,72
ficcionalismo, 16, 55
Field, Hartry, 14,251
Fiertz,M., 122
l9l
225,
4.,87,
2 02,
espacio
lgico,244
vanse
234.237_238
estado:
interpretacin de la ignoranc
ia,2ll_
2t3
129
Gardner, Michael, 79
cuntica
imagen cientfica, 14; vase tambin imagen manifiesta
imagen manifiesta, l3
Gauthier, Yvon, 14
geometra de los siete puntos, 65-66
36-39
infinitud, 197, 206-208
informacin, teora de la,
228,233,236,240
estado
I 13, I 15,
2g, 59,
espacio-fase,
esencialismo,
Coprnico, 42,67,120
correlacin estadsitica, vase causa
comn
Craig, teorema de, 77 _7 g, 252
creencia, vase teoras, aceptacin de
de Finetti, Bruno, 97
de Sousa, Ronald B.,
Norcr ANALTrco
Gardner,
Martin,95
ll0, l14,125,183,196
Good, I.J., 190
Goodman, Nelson, 146, 149
141
instrumentalismo, 24, 27
interpretacin literal, 24-26, 28, 59
isomorfismo, 66, 69
Gudder, S., 94
Kamp, Hans,33
macroestado, 204_206
mixto,210-214
puro, 86-88. 90
superposicin, 87 ,213, 216
Everett, H., 196,232
existencia, 278, 34, Z4O
experimenracin, 99-l 03, lO5, 233_234;
vase tambin estadstica
l6l
Kenny,
Anthon 253
Klein, A.G., 87
Kolmogoroff, A., 206-207
)66
LA IMAGEN CIENTFICA
Milton, John, 3l
Levi, Isaac, l9
Levy, Edwin, 87, ll4
leyes, 139-140, 149, tgt
Lewis, David, 78,82, 145_14i, 196
Liouville, teorema
de, 20
l_20 I
Lorentz,H.,26l
4U5, 4949,
53_54,
t23,154,
l0l, t03,26l
bin condicionales
contrafcticos;
mundos posibles
modelo, 63-67, 89-90, 167_1
l,
188_
189,207,237_242,246
Moore, Gregory H.,222
Morris, Chales, I 16
movimientos, vase apariencias
mundos posibles, 70, 147, l6g_171, lgg,
196, 23 l-232, 24 1142; vense ram_
bin Everett; modalidad
lidad
Newton, Isaac, 7-69, 73,75,i6, 6g, g4,
85, I 18, t20, t22, 123, 126_128, 130,
Millikan, R.,99,
masa,84,87
Maxwell, Grover, 30-34, g2_g3
Maxwell, James Clerk, 7l_i3, lOO, 142,
199,205
58, 81, 83, 85, 87,90, 92,94,
miniteora, ll3-ll4
modal, lgica, l4B, 169,242
Mach, E., l6
Mackey, G.W.,85
Mackie, 1.L.,144-145
Marburger, J., 87
Margenau, Henry, l4
mecnica cuntica,
267
Nprce ANALTrco
131,136,147,154
72-73,200
l,
l7 6-187
l8l,187-188
presuposicin central, 180-l8l; vase
tambin presuposicin
presuposiciones pragmticas, l19, l'l L
probabilidad:
axiomas de aditividad, 207,221
epistemolgica, 203-167
geomtrica,227
23t
interpretacin frecuentista modal, 1 90-
237,240
en la mecnica cuntica, 85-86, 134
Pater, W., 15
Pauli, principio de exclusin de, 154
Peacocke, Chistopher, I l0
medida de la ignorancia,200-206
personal, 25,40, 182
vensetambin bayesianismo; causa
comnl propensin; referencia, clase
de; frecuencia relativa
propensin, 19 6, 229-232
proposiciones, I 68-17 I
51,
I 10, 136,
2t0
Quine, Willard van Orman, I18, 149,
l9l
to4,
res
t9 5, 25 4-24 6,
249-2s0
2l t, 223-229
r4t-r43
relacin de relevancia, 176-177; vttsc
tambin preguntas por qu
relatividad, teora de la,7l-72, 88
elativismo conceptual, 108; vasc tambin objetividad
relevancia:
estadsitica, 47
t76-t77,188-189;
vase tambin causa comn
respuestas:
directa, 172,179
evaluacin de, l8l-187
ncleo, 180;
vase tambin preguntas
Rogers, Ben, 14
4344,
49,
I,
Sclucidinger, E.,
12-213, 261
l(li
LA IMAGEN CIENTFICA
Sellars,
sencillez, 39,
Sexto
lI4,
l17
Emprico,33,125
4M3,48,
sintaxis,66, I l6
Smart, J.J.C., 13, 36,
ll4,
n6,lt9-t23;
5 1, 60,
vaguedad, 33
van Leeuwenhoek,26l
variables ocultas,
4Ml,
49-50, 53-54,
76-77,93*94, 123
l,
9V92,
t97,226,232,237-238
Tarski, Alfred,92
teoras:
239
Zanotti, Maio, 48
Zwe,P.1.,144,l5'7-158
DBUV 98,/
/'4564