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La sentencia resume un caso de hábeas corpus presentado ante el Tribunal Constitucional peruano. El demandante presentó una demanda de hábeas corpus a favor de dos personas condenadas por difamación, alegando que habían sido condenadas injustamente. Tanto las personas beneficiadas como la jueza se opusieron a la demanda. El tribunal de primera instancia y la corte superior rechazaron la demanda al considerar que los argumentos debieron presentarse en el proceso penal original. El Tribunal Constitucional procede a explicar conceptos clave sobre hábeas corpus y legitimación
La sentencia resume un caso de hábeas corpus presentado ante el Tribunal Constitucional peruano. El demandante presentó una demanda de hábeas corpus a favor de dos personas condenadas por difamación, alegando que habían sido condenadas injustamente. Tanto las personas beneficiadas como la jueza se opusieron a la demanda. El tribunal de primera instancia y la corte superior rechazaron la demanda al considerar que los argumentos debieron presentarse en el proceso penal original. El Tribunal Constitucional procede a explicar conceptos clave sobre hábeas corpus y legitimación
La sentencia resume un caso de hábeas corpus presentado ante el Tribunal Constitucional peruano. El demandante presentó una demanda de hábeas corpus a favor de dos personas condenadas por difamación, alegando que habían sido condenadas injustamente. Tanto las personas beneficiadas como la jueza se opusieron a la demanda. El tribunal de primera instancia y la corte superior rechazaron la demanda al considerar que los argumentos debieron presentarse en el proceso penal original. El Tribunal Constitucional procede a explicar conceptos clave sobre hábeas corpus y legitimación
03547-2009-PHC/TC LIMA VCTOR RAL MANRIQUE ANTAYHUA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 6 das del mes de octubre de 2009, la Segunda Sala del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesa Ramrez, Beaumont Callirgos y Eto Cruz pronuncia la siguiente sentencia. ASUNTO El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Vctor Ral Manrique Antayhua contra la sentencia de la Primera Sala Penal para Procesos con Reos en Crcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 110, su fecha 2 de abril de 2009, que declar improcedente la demanda de hbeas corpus. ANTECEDENTES . Demanda Con fecha 9 de diciembre de 2008, don Vctor Ral Manrique Antayhua interpone demanda de hbeas a favor de doa Magaly Jess Medina Vela y de don Ney Vctor Edgardo Guerrero Orellana y la dirige contra la Jueza del Vigsimo Stimo Juzgado Penal de Lima, doa Mara Teresa Cabrera Vega, a fin de que se disponga su inmediata libertad al haber sido condenados injustamente en el proceso penal que se les sigui por el delito de difamacin en agravio de don Jos Paolo Guerrero Gonzles. Sostiene el demandante que los beneficiados han sido injustamente sentenciados por cuanto se ha probado a lo largo de todo el proceso penal que Magaly Jess Medina Vela dio lectura a un trabajo sustentado en informacin errada y que, al no existir nimo de difamar en ambos, debieron ser declarados inocentes. . Investigacin sumaria Admitida que fue la demanda constitucional de autos, se tom el dicho a los favorecidos, los mismos que refirieron no haber dado poder, ni mucho menos autorizado al recurrente para que interpusiera el proceso constitucional de hbeas corpus y que por el contrario esta demanda interfera con el normal desarrollo del proceso penal que se les sigue, el cual se encuentra en curso. Por su parte la juez emplazada seala que los favorecidos fueron condenados luego de un anlisis minucioso de las pruebas aportadas en el proceso penal, por lo que al no existir vulneracin de ningn derecho se debe desestimar la demanda. . Resolucin de primera instancia Concluida la etapa de sumaria investigacin el Vigsimo Segundo Juzgado Penal de Lima, con fecha 9 de enero de 2009, declar improcedente la demanda al considerar
que los argumentos planteados en la demanda constitucional de hbeas corpus
constituyen argumentos de defensa que debieron haberlos hecho valer dentro del proceso penal. Asimismo, se establece que la resolucin judicial no tena la calidad de firme pues haba sido objeto de impugnacin. . Resolucin de Segunda instancia La Primera Sala Penal para Procesos con Reos en Crcel de la Corte Superior de Justicia de Lima confirm por considerar que el proceso penal se encuentra pendiente de resolucin pues contra esta se ha interpuesto recurso de nulidad; adems los favorecidos no han ratificado la demanda. FUNDAMENTOS . Algunas precisiones respecto al hbeas corpus 1. La libertad (como estado natural de una persona) ha sido uno de los atributos ms valiosos con los que cuenta un ser humano; tal situacin supuso que la libertad sea objeto de proteccin y tutela frente a las privaciones. As, el antecedente ms remoto de tutela lo encontramos en el interdicto de hmine lbero exhibendo el cual constituy una especie de accin popular, ejercitable por cualquiera y de manera indeterminada, que estaba encaminada a tutelar la libertad de aquel hombre libre privado dolosamente de ella. Esta concepcin de hbeas corpus ha sido catalogada como la percepcin clsica de este instituto y como el instrumento nom plus ultra de tutela de la libertad individual, pues, como ya se ha sealado, serva para tutelar el atributo que los romanos llamaron ius movendi et ambulandi o lo que los anglosajones denominaron power of locomotion. 2. Esta postura jurdica ha ido desarrollndose con el paso del tiempo y su afirmacin ha venido siendo evolucionada mutatis mutandi, en la lengua contempornea de los derechos fundamentales. Nuestro sistema normativo (teniendo como punto de partida la norma normarum) no ha sido ajeno a dicha evolucin, y ha asumido lo que en doctrina se conoce como la concepcin amplia de hbeas corpus, es decir, su espectro ya no slo protege a la libertad personal, sino que la redimensin de la libertad individual se ha extendido a otros derechos consustanciales con sta (entindase libertad personal). A dicha afirmacin es posible arribar a partir de lo establecido en el artculo 200 inciso 1) de la Constitucin Poltica del Per que ha previsto: La accin de hbeas corpus procede ante el hecho u omisin, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos conexos. Siguiendo esta orientacin, el Cdigo Procesal Constitucional en la parte in fine del ltimo prrafo del artculo 25 ha precisado que: Tambin procede el hbeas corpus en defensa de los derechos constitucionales conexos con la libertad individual, especialmente cuando se trata del debido proceso y la inviolabilidad de domicilio. 3. Como se podr apreciar, el mbito de proteccin del hbeas corpus ha sido extendido a la tutela del debido proceso, lo que supone el otorgamiento, al Juez Constitucional, de la facultad de emitir pronunciamiento ante la eventual
vulneracin del derecho fundamental antes mencionado; siendo necesario para
ello la verificacin, en el caso concreto, de la conexidad entre este (debido proceso) y la libertad individual. As lo ha entendido y establecido el Colegiado Constitucional en su jurisprudencia, al sealar que: si bien el proceso de hbeas corpus no tiene por objeto proteger en abstracto el derecho al debido proceso (...) habida cuenta de que se han establecido judicialmente restricciones al pleno ejercicio de la libertad locomotora, tras la imposicin de la medida cautelar de detencin preventiva, el Tribunal Constitucional tiene competencia, ratione materiae, para evaluar la legitimidad constitucional de los actos judiciales considerados lesivos (STC. 06402-2006-PHC/TC). Es ms, el Colegiado Constitucional ha aseverado que: no cualquier reclamo que alegue a priori afectacin de los derechos conexos a la libertad individual puede franquear la procedibilidad de una demanda de hbeas corpus, pues para ello se requiere prima facie que se cumpla con el requisito de la conexidad. Este requisito comporta que el reclamo alegado est siempre vinculado a la libertad individual (STC. 4052-2007-PHC/TC). . La legitimidad en los procesos constitucionales. El hbeas corpus 4. La legitimacin puede definirse como la posicin de un sujeto respecto al objeto litigioso que le permite obtener una providencia eficaz. En otras palabras la legitimacin es una cualidad o condicin de las partes en relacin con procesos concretos. Siendo este el panorama el profesor Eduardo Ferrer Mac Gregor ha sealado que: La legitimacin en el orden procesal debe relacionarse con el concepto de accin y, por consiguiente, con sus sujetos activo y pasivo. Se configura como el reconocimiento que el Derecho hace a una persona de la posibilidad de ejercitar y mantener con eficacia una pretensin procesal determinada (legitimacin activa), o de resistirse a ella eficazmente (legitimacin pasiva). Nos referimos a la legitimacin para obrar (legitimatio ad causam) que constituye un presupuesto o condicin de fondo de la accin, y que no debe confundirse con la antigua terminologa de la legitimacin (legitimacin ad processum) que es un presupuesto procesal.... (FERRER MAC-GREGOR, Eduardo: La accin constitucional de amparo en Mxico y Espaa. Estudio de Derecho Comparado, Porra, Mxico, 2002, p. 170.). 5. Por su parte el Tribunal Constitucional ha acogido esta diferenciacin y ha sealado que: Existen dos clases de legitimacin: legitimacin ad processum o legitimacin procesal, la cual se concibe como la ... aptitud o idoneidad para actuar en un proceso, en el ejercicio de un derecho propio o en representacin de otro ...; y la legitimacin ad causam o legitimacin en la causa, que es (...) la condicin jurdica en que se halla una persona con relacin al derecho que invoca en juicio, ya sea en razn de su titularidad o de otras circunstancias que justifican su pretensin(...) (Ibid.). En otros trminos, consiste en la autorizacin que la ley otorga a una persona para ser parte en un proceso determinado por su vinculacin especfica con el litigio[1]....
6. Pero la legitimacin as entendida ha de verse relativizada cuando de procesos
constitucionales se trate y ello en virtud a que: El derecho procesal constitucional constituye un ordenamiento complejo de naturaleza adjetiva, pero que, debido a la naturaleza del ordenamiento sustantivo a cuya concretizacin sirve la Constitucin debe ser interpretado e integrado atendiendo a la singularidad que este presenta respecto al resto del ordenamiento jurdico. Es desde esta comprensin que el Tribunal Constitucional alemn ha destacado la particularidad del proceso constitucional. Significa ello que el derecho procesal constitucional implica necesariamente un cierto distanciamiento del resto de regulaciones procesales. En este contexto, el CPCo tiene que ser entendido como un derecho constitucional concretizado. Esto es, al servicio de la concretizacin de la Constitucin. Por ende, opera en beneficio de la interpretacin de la Constitucin en cada uno de los procesos constitucionales que el juez y el Tribunal Constitucional conocen con motivo de responder a una concreta controversia constitucional planteada[2]. 7. Siguiendo dentro de esta lnea de razonamiento, el Tribunal Constitucional ha manifestado que: en el estado actual de desarrollo del Derecho Procesal Constitucional, los procesos constitucionales persiguen no slo la tutela subjetiva de los derechos fundamentales de las personas, sino tambin comprenden la tutela objetiva de la Constitucin. Pues la proteccin de los derechos fundamentales no slo es de inters para el titular de ese derecho, sino tambin para el propio Estado y para la colectividad en general, pues su transgresin supone una afectacin tambin al propio ordenamiento constitucional. Por ello, bien puede decirse que, detrs de la constitucionalizacin de procesos como el de hbeas corpus, amparo, hbeas data y de cumplimiento, nuestra Constitucin ha reconocido la ntima correspondencia entre la doble naturaleza (subjetiva-objetiva) de los derechos fundamentales y la doble naturaleza (subjetiva-objetiva) de los procesos constitucionales. Siendo que las dos vocaciones del proceso constitucional son interdependientes y se hacen necesarias todas las veces en que la tutela primaria de uno de los dos intereses (subjetivo y objetivo) comporte la violacin del otro[3]. 8. Cuando de procesos constitucionales de la libertad (amparo, hbeas corpus. hbeas data y proceso de cumplimiento) se trate, dicha relativizacin ha de fundarse en las siguientes consideraciones: a)
En primer lugar, la consideracin de la dimensin subjetiva del proceso
de la libertad no conlleva el olvido de su dimensin objetiva; ambas esferas pueden entenderse como complementarias; de hecho, la defensa (o vulneracin) de una conlleva la de la otra, quedando claro que los derechos fundamentales, a cuya defensa sirven los procesos de la libertad, comparten tambin esa doble naturaleza subjetiva-objetiva, como ya se afirm. En esa perspectiva, por ejemplo, se encuentran aquellos procesos de amparo destinados a cuestionar normas autoaplicativas, o que desembocan en la emisin de precedentes constitucionales, o que terminan en la verificacin de un estado de cosas inconstitucional.
b)
En segundo lugar, y an dentro de la esfera subjetiva del proceso de la
libertad, es claro que todo ciudadano tiene el inters por que se respeten los derechos constitucionales en general (al margen de quin sea el perjudicado); as como por que se respete la primaca de la Constitucin. (Art. 38 de la Constitucin). A mayor abundamiento, nuestro TC ha establecido que el Art. 38 es un inters difuso cuya titularidad corresponde a la poblacin en su conjunto[4].
c)
En tercer lugar, los principios procesales establecidos en el Art. III del
CPCo configuran al proceso constitucional como uno preferentemente publicstico; en ese sentido, la legitimacin en los procesos de la libertad no puede entenderse a la manera como se entiende en un proceso civil (privatstico por excelencia). Antes bien, principios tales como los de direccin judicial del proceso, inmediacin, socializacin, impulso de oficio, elasticidad, pro actione, iura novit curia, etc., nos llevan a concluir que la legitimacin en los procesos de la libertad debiera entenderse en trminos ms flexibles y que rompen los cnones del procesalismo ortodoxo.
d)
Finalmente, el principio de socializacin exige que se diseen los
mecanismos procesales idneos para hacer realidad la igualdad (procesal) de las partes del proceso; en esa lnea, por ejemplo, seran viables la introduccin de figuras como el partcipe, el amicus curiae, el litisconsorte, etc., en el proceso de amparo (pinsese, por ejemplo, en el caso de los amparos difusos o medioambientales, colectivos, laborales).
9. Teniendo en cuenta los criterios ya referidos el legislador ha establecido que la
legitimidad en el proceso constitucional de hbeas corpus es elstica, es decir puede ser interpuesta, adems del propio perjudicado, por cualquier persona, sin necesidad de tener la representacin del directamente afectado con la amenaza de violacin o violacin del derecho fundamental a la libertad individual. Lo hasta aqu expuesto nos permite afirmar que cuando el artculo 9 hace referencia a la representacin lo hace en clara alusin al instituto de la representacin procesal a la que hace referencia el Cdigo Civil y Procesal Civil, la misma que si es necesaria en otra clase de procesos constitucionales, como por ejemplo el amparo, y no a la posibilidad de que una persona pueda ejercer en nombre de terceros actos procesales dentro de un proceso de hbeas corpus, pues pueden existir casos en los que la posibilidad de ver o conferenciar con el futuro beneficiario sea imposible. 10. Es as como el recurrente haciendo uso de la citada permisin legal lleg a interponer el proceso constitucional de autos; sin embargo ello no puede significar la superposicin de la voluntad de un tercero (en este caso el recurrente) sobre la voluntad de los propios beneficiarios del proceso constitucional, ms an cuando estos dentro de la sumaria investigacin manifestaron de forma libre y espontnea, ante el Juez Constitucional, su deseo de no continuar con el proceso, pues muy aparte de no haber autorizado la presentacin del mismo, perjudicaba su estrategia de defensa dentro del proceso penal.
. Anlisis del caso concreto.
11. Analizando de modo concreto la pretensin del recurrente, debemos afirmar conforme ya lo ha reiterado en mltiples fallos este Colegiado Constitucional que los procesos constitucionales no constituyen una supra instancia en la que pueda emitirse pronunciamiento tendiente a determinar si existe, o no, responsabilidad penal de los inculpados, a partir de un reexamen o valoracin de los medios de pruebas aportados en su seno, pues ello resulta incompatible con la naturaleza del proceso constitucional de hbeas corpus, dado que dicha valoracin excede el objeto de los procesos constitucionales de la libertad. En ese sentido se ha dicho que el proceso constitucional de hbeas corpus no debe ni puede ser utilizado como va indirecta para revisar una decisin jurisdiccional final que implica un juicio de reproche penal sustentado en actividades investigatorias y no de la justicia constitucional (STC 28492004-HC/TC) 12. El recurrente cuestiona que los favorecidos hayan sido condenados por una mala defensa legal, pues el hecho que se les imputa no constituye delito, pues jams existi nimo de difamar por parte de los beneficiarios, adems de no existir ninguna clase de prueba que acredite, demuestre o pruebe que los beneficiarios saban en el momento que difundan la noticia, que esta era errada. Como se podr apreciar de lo aqu expuesto, lo que el recurrente cuestiona es la responsabilidad o no de los beneficiarios, lo que sin lugar a dudas debe ser desestimado, pues ello no constituye una tarea propia de la justicia constitucional. 13. En consecuencia, el petitorio de la demanda no est referido al contenido constitucionalmente protegido por el proceso constitucional de hbeas corpus, deviniendo en improcedente por aplicacin del inciso 1) del artculo 5 del Cdigo Procesal Constitucional. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitucin Poltica del Per HA RESUELTO Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hbeas corpus. Publquese y notifquese. SS. MESA RAMREZ BEAUMONT CALLIRGOS ETO CRUZ
[1] [2]
STC 518-2004-AA/TC, FJ. 9
RTC 00025 y 00026-2005-PI, FJ. 15. Auto de admisibilidad
El laberinto procesal de la reclasificación del delito por el juez de control y el tribunal de enjuiciamiento en el CNPP: ( Un debate entre la Toga , la constitución y la tecnicidad de la imputación)