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El cuadro de dos niños con un borrico en la habitación de Alicia cobró vida en sus sueños. Cada noche soñaba aventuras con los niños del cuadro, hasta que enfermó y desapareció. Su madre la buscó desesperadamente. Una tarde, escuchó la risa de Alicia dentro del cuadro, donde vivía feliz con sus nuevos amigos. La madre decidió vivir con ella en el cuadro.
El cuadro de dos niños con un borrico en la habitación de Alicia cobró vida en sus sueños. Cada noche soñaba aventuras con los niños del cuadro, hasta que enfermó y desapareció. Su madre la buscó desesperadamente. Una tarde, escuchó la risa de Alicia dentro del cuadro, donde vivía feliz con sus nuevos amigos. La madre decidió vivir con ella en el cuadro.
El cuadro de dos niños con un borrico en la habitación de Alicia cobró vida en sus sueños. Cada noche soñaba aventuras con los niños del cuadro, hasta que enfermó y desapareció. Su madre la buscó desesperadamente. Una tarde, escuchó la risa de Alicia dentro del cuadro, donde vivía feliz con sus nuevos amigos. La madre decidió vivir con ella en el cuadro.
ya estaba colgado en la habitacin cuando Alicia y sus paps se mudaron para esa casa y les gust mucho, por eso lo dejaron en su lugar de preferencia. La familia haba llegado a la casa apenas dos semanas antes, por lo que recin acababan de acomodar la casa y se disponan a disfrutar de ella por muchos aos. Los paps de Alicia haban puesto mucho esfuerzo en comprar esa casa y la haban arreglado con todo su amor. Les haba quedado muy bonita y Alicia se paseaba de una habitacin a otra para contemplarlas hasta cansarse, ya que pensaba que era la casa ms hermosa que haba conocido. Cada noche, la pequea se dorma contemplando aquel cuadro maravilloso que haba llegado hasta ellos de forma misteriosa. Soaba con la mudanza, con las emociones del trabajo de arreglar el hogar y con aquellos dos nios del cuadro. Es que los nios le hablaban en sus sueos. Le contaban de su procedencia, de cmo era el mundo en el cual vivan y lo lindo que se senta estar del otro lado.
Al despertar, Alicia se senta alegre y algo
nostlgica por no poder continuar sus juegos con los amigos del cuadro, pero se conformaba con observarlos durante el da. Pero una noche algo cambi en sus sueos. Los nios del cuadro no estaban solos, sino que tenan a otro amigo con ellos. Ese da, Alicia se despert ms triste y melanclica que de costumbre, pues se haba enamorado de su nuevo amiguito. En las sucesivas noches, Alicia sigui paseando con sus amigos y viviendo muchas aventuras con ellos, despertando cada maana con aquella tristeza inexplicable. Hasta que un da amaneci enferma y sus paps se preocuparon de veras por verla en aquel estado. Llamaron a los mejores mdicos de la ciudad y nada pudieron hacer. Llamaron a especialistas de otras partes del mundo, pero todo fue intil. Alicia se debilitaba cada da. Un da, al levantarse la mam de Alicia e ir a ver a su hija, recibi una terrible sorpresa. La cama estaba vaca. Imaginarn el susto que se llev. Busc por toda la casa, por los jardines y por el barrio, sin conseguir resultado. Entonces llam a la polica, a los
bomberos y a los periodistas. Se arm un gran
revuelo, pero Alicia no apareca. Los vecino conmovidos, organizaron una bsqueda por toda la zona sin lograr su objetivo. Fue muy triste. Poco a poco, las bsquedas fueron cesando y todos perdieron las esperanzas. La nica que no se resignaba era la mam de Alicia, que segua en solitario su pesquisa. Una tardecita, cuando faltaba poco para que bajara el sol, la madre no pudo ms y se sent en la cama de su hija a llorar desconsolada. Estaba tan cansada que se qued dormida y cuando se despert, escuch una risa conocida. Muy bajito, pero lo suficiente para saber que era su hija. Comenz a seguir el sonido hasta llegar al sitio de donde provena. La mam abri los ojos muy grandes cuando pudo ver dentro del cuadro a su adorada hija. Apenas pudo salir del asombro, pidi a su hija que le hablara. La respuesta no se hizo esperar. Hola mam. Estoy muy feliz viviendo dentro del cuadro. Aqu me quiero quedar, pues encontr a los mejores amigos del mundo y ya no volver. Pero hija, tu lugar es con tu familia y yo te extrao mucho. Por favor, vuelve conmigo!
No es posible. Una vez que entras ya no
puedes salir. De todas formas, aqu soy ms feliz que all afuera. Entonces ir a vivir contigo.- dijo la madre con gran determinacin. Luego de un largo silencio, se oy un cuchicheo que sala del cuadro, con la voz de Alicia sobresaliendo entre las otras. Pareca una discusin. Otro largo silencio y se hizo la noche. A la maana siguiente, cuando la luz entr por la ventana e ilumin el cuadro, se pudieron advertir claramente varios cambios. Los nios del cuadro ya no eran dos sino cuatro y no estaban solos. Junto a ellos, cargada con una cesta de comida, estaba muy radiante, la mam de Alicia. Autora: Andrea Sorchantes